la mandragora nº 2 - aÑo 4 #44

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I. E. S. León Felipe – Benavente Pág. 1 Año IV ~ Nº 2 (Octubre, 2.003) http://centros5.pntic.mec.es/ies.leon.felipe2/mandrago/index.html lamandragora @i espana.es ~~~~~~~~~~~~~ Revista quincenal de información, debate y creatividad ~~~~~~~~~~~~~

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Revista del IES León Felipe de Benavente (Zamora)

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Page 1: LA MANDRAGORA Nº 2 - AÑO 4 #44

I. E. S. León Felipe – Benavente

Pág. 1

Año IV ~ Nº 2 (Octubre, 2.003)

http://centros5.pntic.mec.es/ies.leon.felipe2/mandrago/index.html [email protected]

~~~~~~~~~~~~~ Revista quincenal de información, debate y creatividad ~~~~~~~~~~~~~

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Año IV ~ Nº 2 ~ Octub r e / 2003

I. E. S. León Felipe – Benavente http://centros5.pntic.mec.es/ies.leon.felipe2 Pág. 2

SUMARIO

Página 1 Boccioni

Página 2 El Pentágono Español

Página 3 Querido Diario / Cosas que importan...

Página 4 Funes el memorioso (2), de J.L. BORGES /

La salud mental del profesorado, de VA-LENTÍN MARTÍNEZ

Página 5 La salud mental del profesorado (continua-

ción)

Página 6 Poesía

Página 7 Las orejas del lobo / El rincón de los

sueños

Página 8 Nuestros Pueblos: San Cristóbal de Entrevi-

ñas

Página 9 Ramonerías / LIBROS: La novedad, el

clásico y el de aquí

Página 10 Historia de Samira, de CARMEN RUBIO /

Diccionario del diablo

Página 11 Historia de Samira (continuación) / A Webo

Página 12 Símbolos

Página 13 El Muro de las Anotaciones

Página 14 Desde el ojo del triángulo (CINE: El juego de

Ripley / TEATRO)

Página 15 Humor y Agenda

Página 16 Dibujo, de Pili Tauriño

EL PENTÁGONO

ESPAÑOL

Por si nos quedaba alguna duda sobre la eficiencia y originalidad de nuestro go-bierno, la última iluminación de éste nos libra de todas ellas; la creación de un «Pentágono» a la española (casi ná), para que nuestro Ministro de Defensa pueda campar a sus anchas (for güevos and the mains).

Desde aquí este humilde emborronacuartillas propone algunas estructuras y formas alternativas a la pentagonal, por eso de las trademarks de los americanos, que el pen-tágono es muy suyo, a ver si ahora van a descubrir a al-gún miembro del gobierno irakí en España y ya la te-nemos liada.

-Este nuevo edificio militar

podría tener forma dodeca-gonal, por aquello de que cuantas más esquinas mejor, más puestos de trabajo y sería el vivo ejemplo de los eslóganes de mayo del 68; “haz el amor y no la guerra”, “la imaginación al poder”… y cosas así. Una alternativa a la casa de campo o a la tien-da de campaña…

-También podría tener for-ma de huevo, porque el se-ñor ministro de defensa hace todo así, con un par y porque manda…

-O redondo, como un plaza de toros, que es muy nuestro y así podríamos llamarla “Villa obús”.

-Pero lo mejor sería trian-gular, así sería mas fácil andar por allí y nuestros mili-tares no se perderían, y per-donad que dude de nuestro servicio de inteligencia.

-O cuadrado, en honor a las cabezas pensantes de muchos políticos y militares.

Pero fuese como fuese, el lugar donde

debería estar instalado es, sin duda, la Isla de Perejil. ¿Dónde si no? En primera línea de playa, y de conflicto, porque… ¿qué mejor lugar para guerrear que esta isla del mediterráneo? A tiro de piedra ( o de obús) de Marruecos y a unas pocas millas de Gi-braltar. Mejor imposible.

Una cosa está clara, por mucho que lo in-

tentemos nunca civilizaremos a los militares como ellos han militarizado a los civiles, que…, ¡ojo!, no es lo mismo, como tampoco es lo mismo dos tazas grandes de té, que dos… En fin, todo es diferente dependiendo del cristal por donde se mire y últimamente Mr. Aznar, ahora que se va (¿qué va a hacer España sin él?, ¿entrará en la bene-mérita?, porque el mostacho ya lo tiene) lo ve todo por un cristal muy negro.

J. CALABAZAS

actualidad

REVISTA LA MANDRÁGORA DEL «LEÓN FELIPE»

DIRECCIÓN: Salustiano Fernández. REDACCIÓN: Francisco Javier

Bermejo, Sergio Castrillo, Sandra Delgado, Juan Antonio Fdez. Mo-rales, Javier García, Beatriz Her-nández, Emperatriz Losada, San-dra Manteca, Tomás N. Martínez, Juan Manuel Mateos, Elizabeth Parra, Yolanda Toquero.

IMPRIME: Eve Calles, Luis Fernández, Lucía Sánchez y Pilar Zanca.

EDITA: I.E.S. León Felipe Avda. Federico Silva, 46 49600 BENAVENTE (Zamora)

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Con P. de Palencia 7-10-2003

El viernes por la tarde acabamos en casa de Manu, y por la noche en el Funky Room. En casa de Manu, volvieron a sucederse los prodigios: comida que estaba muy rica y vasos que se llenaban solos. En el funky estuvimos lo justo, porque teníamos que acostarnos pronto. Lo justo significa que nos esca-queamos pronto, con la suerte de que la chica que pinchaba antes todavía no ha abandonado la ciudad y quería estar un rato poniendo mú-sica. Al escaqueo hay que sumarle el rato que estuvimos en la calle con alex luthor, que fue una despedida divertidísima, como de tres cuartos de hora. El sábado partimos a Palencia Al-fonso, I., Y., Inma y yo. Alfonso conducía e Inma iba de copiloto y de dj en ruta. Después de un rato de estepa caste-llana, botijos gigantes, puticlubs de carretera y la fábrica de productos Facundo, aparcamos el coche y fuimos a una exposición de Warhol, que era la excusa que teníamos para salir de excursión. Compramos unos catálogos, y el chico que vigilaba la sala se confun-dió al darle la vuelta a Inma. No nos dimos cuenta hasta que salimos a la calle, eran cinco euros de más; I. dijo muy sensatamente “no os preocupéis, es una Fundación”. Ya que estábamos en la calle, calle-jeamos. Era sábado, así que vimos mucha gente en chándal. Esa es una costumbre que se está perdien-do en Salamanca, el chándal del sábado y la ropa de los domingos. Palencia no es moderna, pero los sábados a misa sólo va gente ma-yor. Tardamos bastante en encontrar el Zara. Alfonso y yo estábamos pre-ocupados, pero ahí estaba, al final de la calle principal. Enfrente de la catedral le dio un ataque al corazón a un señor que venía de la exposi-ción de Warhol, y en menos de lo que se tarda en decir “electrocardio-grama” Y. había llamado a un Cen-tro de Salud, a una ambulancia y al 112.

Comimos en un sito que recomiendo (fue asimismo una recomendación): la Fontana de Oro, cerca de la Dipu-tación. Parece que no ponen comi-das, pero vaya que si las ponen, y riquísimas. Por último, aprovecha-mos para hacernos una foto con un cristo alienígena enorme que hay arriba de una montaña, espantando a unos que estaban haciendo unos trapicheos por ahí cerca. Al llegar a Salamanca nos metimos en un todo a 100 chino y dimos una vuelta por ahí. Estábamos rotos, pero estuvimos bastante tiempo tomando un flux en el Moderno, como dos discos de grandes éxitos de los Smiths. Esa es la nueva medida de tiempo en mi vida, la duración de los discos de Morrissey y los Smiths. El do-mingo estuvimos haciendo 300 cha-pas en dos “Your arsenal”, y ayer tardé en llegar al Centro Comercial medio “The Best I”.

FRAN DE «MANO DE SANTO»

COSAS QUE IMPORTAN O ¿QUIZÁ

YA NO TANTO?

Por fin tiraron el Mercantil, aun-que, eso sí, dejamos la fachada de ladrillos, que Dios quiera no caiga encima de alguien, luego vino el cambio y con nocturnidad o mejor dicho al albor de un día, quitaron la cruz de la plaza los bueyes, que quizá fuera más antigua que el Mer-cantil, siguió el cambio anunciado y empezamos a contratar a los ami-guetes, pero, eso sí, como los que lo hacían antes recordaron ahora que eso no se puede hacer, va el jefe, tira de las orejas a su subordinado y deshace el camino que tanto antes criticaba. El otro día, por desgracia, tuve que ir al hospital, y era el mis-mo de antes. Como ya no hay mani-festaciones indagué dónde estaban haciendo el nuevo y resulta que nadie lo sabe, ni siquiera lo asesores de jefe, y eso que son quienes lo debían saber. ¿Por qué ya no nos disfrazamos con la cara del bueno de Tunino? −benaventano de pura cepa y con más ganas de hospital en Be-navente que los miobrigenses, por citar un gentilicio−; pero todo va por el buen camino, ahora todo se hace civilizadamente, no hace falta ya manifestarse, ni disfrazarse de Tuni, pues el jefe está de acuerdo en que haya hospital, lo manifiesta, pide reuniones con la Junta, la firma de los pueblos y ya está ¿promesa cumplida?; para qué algarabías ca-llejeras si ya todo va bien, eso sí, la Azucarera cerró sus puertas, hicimos una pequeña manifestación con el jefe a la cabeza y azucarera cerrada; la culpa por supuesto de la Junta; si están los de antes, azucarera cerra-da igual, pero menudo alboroto pre-paran los que están ahora por con-sentirlo. Bueno, total, que el cambio ya se va notando: nos dejan libre-mente ver el «toro enmaromado» en la plaza, ya no hay manifestaciones callejeras por el Hospital, nos quitan la cruz de la discordia y nos cambian el nombre de las calles, eso sí, pre-vio estudio supongo remunerado del archivo municipal, para descubrir que la plaza Gonzalo Silvela era de los Bueyes; por cierto ¿cambiará Onésimo Redondo por la Plaza de los Cerdos? No creo que se atrevan, o sí, como allí vive el bueno de Tuni, quizá sí. En fin, con los presupuestos agotados por los de antes poco más podíamos hacer, el año que viene más y mejor, seguro.- EL NOVATO

querido diario y cosas…

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FUNES EL MEMORIOSO 2.- Vivía con su madre, a la vuelta de la quinta de los Laureles.

Los años 85 y 86 veraneamos en la ciudad de Montevideo. El 87 volví a Fray Bentos. Pregunté, como es natural, por todos los conocidos y, finalmente, por el "cronométrico Funes". Me contes-taron que lo había volteado un redomón en la estancia de San Francisco, y que había quedado tullido, sin esperanza. Recuerdo la impresión de incómoda magia que la noticia me produjo: la única vez que yo lo vi, veníamos a caballo de San Francisco y él andaba en un lugar alto; el hecho, en boca de mi primo Bernar-do, tenía mucho de sueño elaborado con elementos anteriores. Me dijeron que no se movía del catre, puestos los ojos en la higuera del fondo o en una telaraña. En los atardeceres, permitía que lo sacaran a la ventana. Llevaba la soberbia hasta el punto de simular que era benéfico el golpe que lo había fulminado... Dos veces lo vi atrás de la reja, que burdamente recalcaba su condición de eterno prisionero: una, inmóvil, con los ojos cerra-dos; otra, inmóvil también, absorto en la contemplación de un oloroso gajo de santonina. No sin alguna vanagloria yo había iniciado en aquel tiempo el estudio metódico del latín. Mi valija incluía el De viris illustribus de Lhomond, el Thesaurus de Qui-cherat, los Comentarios de Julio César y un volumen impar de la Naturalis historia de Plinio, que excedía (y sigue excediendo) mis módicas virtudes de latinista. Todo se propala en un pueblo chico; Ireneo, en su rancho de las orillas, no tardó en enterarse del arribo de esos libros anómalos. Me dirigió una carta florida y ceremoniosa, en la que recordaba nuestro encuentro, desdicha-damente fugaz, "del día 7 de febrero del año 84", ponderaba los gloriosos servicios que don Gregorio Haedo, mi tío, finado ese mismo año, "había prestado a las dos patrias en la valerosa jor-nada de Ituzaingó ", y me solicitaba el préstamo de cualquiera de los volúmenes, acompañado de un diccionario "para la buena inteligencia del texto original, porque todavía ignoro el latín". Prometía devolverlos en buen estado, casi inmediatamente. La letra era perfecta, muy perfilada; la ortografía, del tipo que An-drés Bello preconizó: i por y, f por g. Al principio, temí natural-mente una broma. Mis primos me aseguraron que no, que eran cosas de Ireneo. No supe si atribuir a descaro, a ignorancia o a estupidez la idea de que el arduo latín no requería más instru-mento que un diccionario; para desengañarlo con plenitud le mandé el Gradus ad Parnassum de Quicherat y la obra de Pli-nio.

El 14 de febrero me telegrafiaron de Buenos Aires que volvie-ra inmediatamente, porque mi padre no estaba "nada bien". Dios me perdone; el prestigio de ser el destinatario de un telegrama urgente, el deseo de comunicar a todo Fray Bentos la contradic-ción entre la forma negativa de la noticia y el perentorio adver-bio, la tentación de dramatizar mi dolor, fingiendo un viril estoi-cismo, tal vez me distrajeron de toda posibilidad de dolor. Al hacer la valija, noté que me faltaban el Gradus y el primer tomo de la Naturalis historia. El "Saturno" zarpaba al día siguiente, por la mañana; esa noche, después de cenar, me encaminé a casa de Funes. Me asombró que la noche fuera no menos pesada que el día. En el decente rancho, la madre de Funes me recibió. Me dijo que Ireneo estaba en la pieza del fondo y que no me extrañara encontrarla a oscuras, porque Ireneo sabía pasarse las horas muertas sin encender la vela. Atravesé el patio de baldosa, el corredorcito; llegué al segundo patio. Había una parra; la oscuri-dad pudo parecerme total. Oí de pronto la alta y burlona voz de Ireneo. Esa voz hablaba en latín; esa voz (que venía de la tinie-bla) articulaba con moroso deleite un discurso o plegaria o incan-tación. Resonaron las sílabas romanas en el patio de tierra; mi temor las creía indescifrables, interminables; después, en el enorme diálogo de esa noche, supe que formaban el primer pá-rrafo del capítulo xxiv del libro vii de la Naturalis historia. La materia de ese capítulo es la memoria; las palabras últimas fue-ron ut nihil non iisdern verbis redderetur audíturn.

(continuará) JORGE LUIS BORGES

LA SALUD MENTAL DEL PROFESORADO

(Artículo publicado en «Comunidad Escolar» este año 2003)

Las condiciones laborales de los profesores cen-tran, en la actualidad, la atención de la comunidad educativa y de los profesionales de la salud mental. Incluso en la sociedad hay cierta inquietud por el esta-do psicológico de los docentes, acaso provocada por algunos lamentables sucesos recogidos por los medios de comunicación.

En el ámbito escolar se han extendido los proble-mas de estrés, ansiedad y depresión que se traducen frecuentemente en bajas laborales. Estos trastornos no son exclusivos de los profesores. La prisa, la competi-tividad y los cambios vertiginosos amenazan el equili-brio de muchos trabajadores. Etimológicamente el término ‘trabajo’ se deriva del latín tripalium (tres palos), un instrumento de tortura constituido por tres maderos cruzados a los que era atado el reo para azo-tarlo. La raíz de la palabra nos recuerda la presencia en el trabajo de un componente de esfuerzo y dolor, que necesariamente nos lleva a reflexionar si el sufri-miento es la vertiente dominante en la labor educadora actual.

En primer lugar, hay que decir que el profesorado constituye un grupo muy heterogéneo. Con todo, sí hay algunas notas comunes a todo el colectivo, entre las que salta a la vista el trato con personas. Aun cuando la relación con los alumnos es uno de los as-pectos potencialmente más gratificantes, lo cierto es que en un número significativo de casos esta comuni-cación está presidida por la tensión, ya sea por indisci-plina de los escolares, ya porque el docente carece de habilidades sociales, etc. Por otra parte, la actividad educativa está saturada de responsabilidades. Es fre-cuente que el profesor se mantenga hipervigilante durante varias horas al día y que asuma funciones policiales y parentales que le abocan al agotamiento profesional. La sobrecarga de tareas unida a las frus-traciones, insatisfacciones y a la falta de entendimiento con otros miembros de la comunidad educativa (cole-gas, padres y alumnos) puede desencadenar en los profesores alteraciones como: fatiga, descenso de la concentración y del rendimiento, ansiedad, insomnio, trastornos digestivos, etc. En ocasiones la presión ocupacional golpea al profesor con tanta fuerza que desequilibra su organismo y consume su energía. Este desgaste nos lleva a pensar en el síndrome de agota-miento profesional ("síndrome del quemado", en inglés burnout) que se manifiesta en el cansancio psicofísico y en el abatimiento. Los profesores que padecen este problema pueden experimentar cambios a nivel cogni-tivo (dificultad para mantener la atención, ideas de que son atacados por compañeros o alumnos, etc.), en el plano emocional (tristeza profunda, irritabilidad...) y en la conducta (consumo de tóxicos, abandono del traba-jo, etc.).

literatura y salud

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Fuentes de malestar docente

A veces en los profesores se da malestar, aunque no desem-boque en agotamiento profesional propiamente dicho. Veamos algunas de las fuentes más comunes de esta insatisfacción: - Inquietud e incertidumbre ante el futuro legislativo. El cambian-te marco normativo que en materia educativa se ha producido en los últimos años genera desasosiego en un considerable sector del profesorado, al tiempo que supone un sobreesfuerzo por la adopción de nuevas estrategias de adaptación. En este punto invocamos los principios de libertad y responsabilidad que han de guiar la labor educadora. Es menester que el profesor asuma sus propias decisiones. El respeto a la ley debe armonizarse con propuestas e iniciativas autónomas basadas en fundamentos psicopedagógicos sólidos. - Merma del prestigio social. De un tiempo a esta parte la imagen del profesorado se ha ido devaluando. Por un lado, algunas in-formaciones periodísticas han ofrecido un enfoque conflictivo de los educadores. Por otro, se han debilitado las relaciones entre padres y profesores, hasta el punto de que a veces parece que están enfrentados. Quizá se han depositado demasiadas expecta-tivas en la escuela olvidando la responsabilidad y el impacto formativo de otras instituciones y se culpa del "fracaso educativo" al profesorado. - Las conductas antisociales de algunos alumnos. Hay casos en los que la situación se vuelve insostenible y algunos profesores que son objeto de desafíos, amenazas y aun agresiones temen ir al centro. - El sistema de promoción y la remuneración no son del agrado de todos. A esto hay que añadir que algunos docentes trabajan con contratos precarios y carecen de la mínima estabilidad labo-ral. - Formación psicopedagógica insuficiente. La preparación del profesorado ha de trascender la mera instrucción para convertir-se en un proceso humanizador integral, en el que se armonice la ciencia con la ética, el dominio técnico con la capacidad de rela-ción interpersonal.

Los factores mencionados no agotan la relación de causas de problemas que presentan los profesores. Tampoco hay que olvi-dar que el impacto de las situaciones y condiciones laborales depende en amplia cuantía de la personalidad de cada docente. Los profesionales más propensos a padecer trastornos psíquicos son los que presentan inclinación a competir, alto nivel de aspira-ciones, inseguridad, sentimientos de culpa y baja autoestima. Los profesores que sufren estrés o depresión pueden ignorar su pro-blema, incluso puede ocurrir que una exploración demasiado centrada en el plano corporal no descubra la verdadera dolencia. La actividad educativa se realiza a través de la relación humana, que comporta a un tiempo enriquecimiento personal y compromi-so emocional. Es innegable que el trato con el educando puede reportar muchas alegrías, pero igualmente cierto es que la comu-nicación con el alumno conduce a veces a la frustración y la an-siedad. Hay profesores que se ponen un escudo para protegerse y que se suele traducir en rigidez e inhibición, otros enferman ante los conflictos interpersonales y las múltiples responsabilida-des. Los más afortunados, acaso porque en ellos se combina

competencia social y condiciones laborales adecuadas, encuentran en la profesión un cauce óptimo para la autorrealización. Aunque no se llegue a la quiebra de la salud mental, lo que sí se observa en un significativo número de profe-sores es una acumulación de malestar que lleva a vivir la actividad educativa como una tarea de tonalidad gris, despojada de sus radicales placenteros. La vida profesional, convertida en mera vía de subsistencia, pierde su sentido y, en consecuencia, disminuye la calidad de la educación.

Prevención de la insatisfacción laboral

La satisfacción laboral es necesaria para que cual-quier trabajador se entusiasme con la tarea y rinda. En el caso de los educadores, el bienestar, además de fuente de salud, se proyecta sobre los alumnos. Los profesores que están a gusto con su labor infunden en los escolares un estado de ánimo favorable para la actividad fecunda. Proponemos seguidamente algunas pautas preventivas del malestar docente: - Disponer de un proyecto educativo que haga crecer como personas y profesionales. Dar entrada en el mismo a la participación de los demás. El espíritu de comunidad refuerza la energía vital y protege la perso-nalidad. - Aprender a disfrutar de pequeños logros, así como a advertir nuevos y buenos matices en la cotidianidad. - Programar y aprovechar los períodos vacacionales, para salir del circuito de tensión y reincorporarse al trabajo con fuerzas renovadas. Adquiere gran impor-tancia la utilización saludable del tiempo libre diario y de los fines de semana. - Entre las medidas protectoras del malestar no pue-den faltar tampoco la dieta equilibrada, la actividad física, la relajación muscular, la actitud mental positi-va, etc. - Intercambiar experiencias y opiniones con los cole-gas. La comunicación y las relaciones personales presi-didas por la cordialidad neutralizan los aspectos nega-tivos del trabajo. El aislamiento a que a veces propen-de el profesor no hace sino acrecentar los problemas. - Poner una nota de creatividad en lo que se realiza. La actividad educativa es susceptible de innovación. Es verdaderamente lamentable el caso de algunos docen-tes que, apoyándose en unos apuntes amarillos y des-gastados, se limitan a repetir curso tras curso los mis-mos contenidos. No se pase por alto en este paquete de propuestas el relevante papel que juega el centro educativo en su conjunto. El clima institucional de confianza, seguridad, respeto y valoración es una de las mejores vacunas contra el malestar, así como uno de los principales impulsores del crecimiento individual y colectivo. El apoyo de la organización, tanto en el plano del recono-cimiento profesional como en el de las retribuciones, constituye un objetivo perentorio para garantizar la adaptación laboral y el equilibrio personal de los do-centes.

Valentín Martínez-Otero Doctor en Psicología y en Pedagogía

salud

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Está tiznado todo de pobreza, no hay, por no haber, ni melancolía. Abatida va el alma y la cabeza por esta oscuridad día tras día. Da pereza, hasta soñar da pereza. *** Cielo gris, tierra incolora, en mi dormitorio hay luz; el sol en su plenitud irisa mi frágil flora. OFELIA

Tal vez no supe nunca decirte las cosas como quise: surcando espacios con palabras de oro o de barro cocido pero firme. Tampoco tuve el persuasivo timbre de una voz como traída del más hondo baúl de los afectos. Y hasta es seguro que no supe, cielo, enderezar mis palabras hacia tu corazón de joya blanca y fría. Otras veces también detuve el aire en la clausura de una boca enfebrecida y callé todo lo que habría dicho sin pensar por no ofenderte.

Cierto que nunca supe decirte las cosas como quieres y como a ti te gustan que sean dichas. Por eso disculpa esta segura despedida que ya no quiero escribir como tú dictas.

ZAP

Amiga mía, cuánto te adoro y te doy las gracias por todo, gracias a ti he salido muchas veces de la amargura y tú me cuidas como no lo haría ninguna. Ya sabes que te quiero mucho y nunca te olvidaré, porque si pasara eso un día, me moriré.

***** En aquel día que te conocí supe que serías mío al fin. Fueron muchos años sufriendo por tu amor y por fin el destino me recompensó. Amor, no me dejes, pues sería como un puñal clavado en mi corazón y sin poderlo sacar.

Y.E.T.

UTOPÍA En algún lugar de Utopía (donde sólo existe lo que no existe) hay una cascada de luna y de sueño junto a un lago bordado en la hierba. Allí construiré la casa y el amor. Piedra y beso, cal, caricia… lentamente irán ascendiendo hacia un cielo infatigablemente azul. En algún lugar de Utopía seremos felices como sólo pueden serlo los amantes que alguien ha soñado en un sueño de luz apasionada. Hermosa isla para morir despacio. Al ritmo del crepúsculo nuestras manos descubrirán la piel y el romero, la sangre, los ríos de agua dulce. En algún lugar de Utopía el sueño es un círculo sin límites.

ÁNGELES DALÚA

CUANDO NO CANTE MÁS

Cuando no cante más adivinaré el hundimiento de un barco que había conseguido pasar el océano más enmarañado de la noche Seré mi propia isla un vestigio de tierra infecunda un corazón jamás arrepentido pero solo siempre solo recordando el mar

CARLOS EDMUNDO DE ORY

POESÍA

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8.

Las influencias literarias decisivas de un escritor, como todo el mundo

sabe, proceden de las lecturas formativas hechas durante la adolescencia y la primera juventud.

Hay gente que incluso le ha puesto límites a esa etapa de formación y

absorción, estableciendo periodos cronológicos concretos que pueden ir,

por ejemplo, de los quince a los veinticinco años, o afirman-do que a partir de los treinta un escritor ya no lee nada que le resulte fundamental, sino que se dedica a escribir, repi-tiendo básicamente la misma historia, sus mismas macha-cantes obsesiones. En términos generales estoy de acuerdo con esta teoría, que es aplicable en la mayor parte de los casos. Ese tono entre introspectivo y contemplativo, de sorda melancolía desgarrada, que subyace en mis primeros poe-mas, o esa obsesión por la muerte que yo mismo reconozco en lo que escribo, hunden sus raíces más profundas en Ver-laine, en Eliot, en Shakespeare, en Donne y en los meta-físicos ingleses, autores de los que me empapé en mi adoles-cencia, y que siguen ahí, por mucho que luego hayan podido oscilar en mi escala de valores. Volviendo la vista atrás, constato también que ese estilo rápido, nervioso, eléctrico y un poco dislocado que caracteriza muchas de las páginas que prefiero de mi propia obra en prosa se lo debo a Blaise Cen-drars, al que devoré casi completo entre los dieciocho y los veinte años y del que puedo decir, sin exagerar, que en bue-na medida me enseñó a escribir.

Estas lecturas formativas iniciales, que tienen lugar con las compuertas del entusiasmo abiertas de par en par y antes de que el desencanto, el desánimo, la decepción o el cinismo hagan su aparición, forjan para siempre nuestro esti-lo. Sin embargo, el crecimiento literario es un proceso orgá-nico, y a lo largo de la madurez creativa de un autor se si-guen produciendo descubrimientos y deslumbramientos que no por ser aislados son menos trascendentales. Un escritor que a mí me ha marcado después de los treinta años es por ejemplo Hubert Selby, a quien cito a veces como uno de mis autores favoritos de todos los tiempos, y sin cuya obra no podría concebir ni la literatura ni la vida misma. Pero Sel-by no ha hecho más que sumarse a una «solera» de autores preexistentes, con los que comparte evidentes afinidades, y de los que yo ya me había nutrido antes de llegar a él. Quie-ro decir que tras haber pasado por Céline (al que yo por cierto conocí a través de Bukowski) es lógico llegar a Hubert Selby, o viceversa. Hay un flujo invisible de afinida-des electivas entre los autores que más nos gustan, y el ver-dadero «boca a oreja» de un escritor no son las recomenda-ciones de los demás, sino los apuntes tácitos o expresos de los propios autores que va descubriendo a golpes de intui-ción. En eso consiste para mí el mayor milagro de la literatu-ra: su capacidad para seguir abriéndonos puertas cuando creíamos que todas estaban cerradas.

ROGER WOLFE

EL ABORTO

Muchos jóvenes que inician una relación

tienen ganas de saber cómo es eso de “la primera vez”, pero no toman precauciones, y el resultado es que un alto porcentaje de parejas jóvenes, con edades com-prendidas entre los 16-19 años, han tenido que recurrir al aborto.

Cuando nos dicen que una chica joven está embarazada, sólo se nos ocurre cotillear y hablar mal de ella, pero lo que no sabemos es que nos puede tocar a nosotros, pues aunque digamos ”eso nunca me ocurri-ría a mí”, ignoramos las vueltas que dan las cosas en esta vida y lo que nos puede ocurrir en el futuro.

Pero, ¿nos hemos parado a pensar lo que esas personas están sufriendo, mientras nosotros nos estamos burlando de ello? A que no. A esas personas se les acaba la juventud, y en los pueblos pequeños la gente empieza a cuchichear, y hunden a una fami-lia. Así que en algunos casos se recurre al aborto.

El aborto se puede hacer antes de cumplir los tres meses de gestación. Hay gente que ya lo ha hecho, tú compañera de clase, tu prima, una amiga… pero eso no lo vas a saber.

Una amiga mía me dijo una vez: «¿Tú sa-bes lo que puede pensar el bebé?». Yo le dije que eso era una bobada y me dijo: «Esto es lo que piensa el bebé:

»¿Sabes mamá? Hoy te he oído llorar, discutías con alguien de ronca voz, que decía que yo sólo sería un estorbo para los dos.

»Creo, mamá, creo en Dios y en ti, pero he notado un pinchazo, me dolió y sé que es el fin. Ya no naceré, ya no te veré, en sangre envuelto/a me iré. Adiós mamá, sé que no podré hablarte más».

Esto lo pensará el bebé, y la joven que se ha quedado embarazada piensa: «He matado a mi propio hijo», y eso tiene que doler para una madre.

Por eso os digo desde aquí que toméis precauciones, y si no estáis seguros de lo que vais hacer, esperad, que todavía tene-mos una larga vida por delante.

ONIRIA

‘las orejas…’ & ‘el rincón…’

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información recogida por Sandra Delgado

~ SAN CRISTÓBAL DE ENTREVIÑAS ~ HISTORIA

Asentado junto a la cañada de Benavente a León y a las orillas del Esla, sufrió los pasos de las tropas, que multitud de veces cruzaron en ambas direcciones y subieron o bajaron siguiendo el curso de las aguas del río Esla. S. Cristóbal por su proximidad a Benavente, siguió los avatares de la vida de la villa señorial de los Pi-menteles. Estos fueron los señores de S. Cristóbal y sus habitantes fueros pecheros del noble Pimentel. Ya en la Edad Media, allá por el año 1300, es citada en documentos relacionados con la pesca y los dere-chos de barcaje. Pero será en el siglo XIV cuando se tendrá idea cabal del poder de este pueblo, de calles amplias y de casas señoriales adornadas de escu-dos en sus fachadas. En su archivo parroquial el curioso investigador se puede solazar en el libro becerro (libro en que las iglesias y monaste-rios copiaban sus privilegios y perte-nencias. Único libro de este tipo, encontrado en los archivos parro-quiales de la zona) con la cantidad de Asociaciones, Cofradías y Funda-ciones que tuvieron vida en pasadas centurias, y así desvelar un poco la historia dormida en los anaqueles de los archivos. En la zona se localizan yacimientos como el de las Cañamonas, una necrópolis en la que se localizaron enterramientos tardo-romanos fe-chados entre los siglos IV y V, lo que pudiese estar asociado a la existen-cia de alguna villa romana en las proximidades. Los trabajos de allanamiento del terreno pusieron al descubierto diversos restos arqueológicos de época católica y romana documen-tados en una campaña de excava-ción de urgencia llevada a cabo en 1985. En los siglos inmediatamente posteriores se puede presumir que la zona fue habitada de una forma discontinua e irregular, aunque son escasísimos los vestigios y referen-cias histórica sobre estos lugares. De la etapa visigótica es de supo-ner la existencia en sus proximida-des de una edificación de carácter religioso, posiblemente un enclave monástico, a juzgar por algunos elementos arquitectónicos reutiliza-dos en las iglesias de varios pueblos de la zona. (Juan Carlos de la Mata -Historiador-)

MONUMENTOS

EN EL PUEBLO En el pueblo te invitamos a visitar la

iglesia:

Comenzó a construirse a finales del

siglo XV y en ella se mezclan los estilos gótico y románico. Destaca por su gran torre cuadrada de gran solidez y sus grandes dimensiones. En su interior podemos contemplar un magnífico reta-blo barroco y un valioso artesonado mudéjar, recientemente restaurados, de buena factura aunque sin dorar.

EN LA COMARCA

Tomando siempre como referencia y lugar de descanso San Cristóbal, te pro-ponemos algunas cosas para visitar en la comarca que harán de tu visita algo es-pecial. A sólo 33 Kms. siguiendo la "ruta de la plata" y en dirección a Zamora nos en-contramos con las ruinas de Moreruela. Monasterio cisterciense del siglo XII que fue seguramente la institución más influ-yente espiritual, material y artísticamente durante los siglos XII y XIII en toda la provincia de Zamora y también fuera de ella. Estas ruinas transmiten toda la le-yenda y misterio que rodea a este lugar. De camino al Monasterio y desviándo-nos un poquito antes de llegar en el cruce que indica Villafáfila podemos visitar las Lagunas de Villafáfila que son Reserva Nacional de Caza, con gran variedad de especies de aves, muchas migratorias: ansar común y ansar campestre, ánades reales, avefrías reales, garzas reales, cigüeñas blancas y grullas comunes, y sobre todo avutardas, especie protegida que tiene aquí uno de los núcleos más importantes de Europa.

FIESTAS Las fiestas patronales en honor a S. Cris-tóbal y de reciente implantación, se celebran el 10 de Julio. Durante varios días, todos aquellos que se quieren acer-car se divierten en los encierros de vaqui-llas, corridas de toros, juegos para niños, juegos tradicionales (bolos, petanca, rana), toro de fuego y las típicas verbe-nas. Las "peñas" con su charangas y buen humor alegran el ambiente.

La antigua "fiesta mayor", La Trinidad, ha perdido su importancia por su coinci-dencia con el "Toro Enmaromado de Benavente" y por la implantación de las fiestas patronales.

San Isidro es actualmente una fiesta prácticamente restringida a los labrado-res. Los quintos y los carnavales es una de las fiestas más populares. Los quintos y las quintas se visten con un atuendo tradicional y se cubren con una capa adornada de cintas de colores bordadas por las familias y que regalarán a sus novios/as y seres más queridos. A las cinco de la tarde los quintos/as a caballo y perfectamente ataviados, pro-cederán a correr las cintas. La carrera terminará cuando alguno de los quin-tos/as saque la cinta de premio que es de mayor anchura y largura que las demás.

nuestros pueblos

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Lo peor de los médicos es que le miran a uno como si uno no fuera uno mismo.

Me gusta el barómetro porque es un reloj que no suena. ¡Hasta señala las tempestades silenciosamente!

El desierto se peina con peine de viento; la playa, con peine de agua.

Las gallinas picotean el suelo como si comiesen pedazos de estrellas caídos del cielo.

Tan pequeño era el tiempo en su reloj de pulsera que nunca tenía tiempo para nada.

(Con la colaboración de la Librería «Alfonso» de Benavente, esta sección reseña libros)

LA NOVEDAD

Autor: EDWIN A. ABBOT Título: Planilandia (Una novela de muchas dimensiones) Editor: José J. de Olañeta, Palma de Mallorca, 1999 P.V.P.: 9,02 € Planilandia es un clásico de la ciencia-ficción y un libro precursor en muchos sentidos. Publicado por primera vez en 1884, constituye un relato desbordante de ingenio matemático al tiempo que una aguda sátira social. Su autor, Edwin A. Abbot, fue un eclesiástico inglés estudioso de Shakespeare, cuya voca-ción eran las matemáticas. Esta novela —situada en la tradición de fantasía y sátira que incluye los Viajes de Gulliver, Alicia en el País de las Maravillas y Animal Farm— se ríe de la rígida estructura de clases y de la preocupación por las apariencias de la Inglaterra victoriana, al tiempo que plantea una cuestión subyacente que hoy resulta tan provocativa como hace cien años: ¿Podríamos ser nosotros y todo lo que vemos a nuestro alrededor tan sólo una sección de otros mundos de dimensiones superiores? La novedad de esta obra no está en su fecha de publicación, sino en su descubrimiento.

EL CLÁSICO

Autor: HERMANN HESSE Título: Bajo las ruedas Alianza Editorial, Madrid, 1998, P.V.P.: 6,50 € Publicada en 1905, Bajo las ruedas, primera novela de Hermann Hesse, es una prodigiosa recreación del mundo de la adolescencia, pero también una severa acusación contra los sistemas educativos que se impo-nen a costa de la imaginación y del cultivo armónico de las facultades espirituales, emocionales y físicas. Separado del medio de su infancia y obligado por padres y profesores a una agotadora preparación para el ingreso en un seminario, Hans Giebenrath logra finalmente su objetivo, pero al elevado precio de perder primero su sensibilidad y, más tarde, su equilibrio emocional.

EL DE AQUÍ

Autores: - Texto: AGUSTÍN ANDRÉS FERRERO - Ilustraciones: Mª VICTORIA RODRIGO GIMENO Título: El niño de agua ISBN: 84-607-7370-1, Barcelona, 2003 P.V.P.: 12 € El escritor, Agustín Andrés, nació por aquí, en la Carballeda, y es un profesor afincado en Barcelona. El texto −«un cuento de 3 a 80 años»−, comienza así: «Mario se quedó mirando al mar un rato grande. ¡Como era la primera vez…! Lo miraba agachado y dando saltos hacia arriba, sentado, tumbándose en la arena, de puntillas, en cuclillas, por debajo de las piernas, de todas las maneras quería ver el mar».

ramonerías y LIBROS

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LA HISTORIA DE SAMIRA (Relato ganador del 2º premio de prosa en el

XXVII Concurso Literario Provincial “León Felipe”, Curso 2002-03)

Cuando empezó la guerra de Irak, yo ya estaba harta de que todos los días la fueran anunciando en el telediario, era consciente de lo que les esperaba y sentía lástima por ellos, pero nunca pensé profundamente en lo que les pasaría a cada una de esas personas y lo que sufrirían. Pero, hace unas semanas, cuando ya había em-pezado la guerra, vino una chica nueva a clase, Samira.

Era morena de piel, pequeña estatura, con lo ojos ne-gros como la noche y su mirada siempre perdida, triste; era reservada, estaba todo el día sola y siempre llevaba un pañuelo en su cabeza, le quedaba bastante grande, se le caía y estaba todo raído, cosido con diferentes telas intentando ocultar las roturas que éste tenía. Ella se aca-baba de instalar en España con una familia de aquí; pro-cedía de Irak, eso era todo lo que sabía de ella, gracias a la información que nos había dado nuestro tutor antes de que llegara.

Desde el primer día se sentaba sola y nadie se acer-caba a ella, ni siquiera le hablaban; yo quería hacerlo pero me daba vergüenza ya que mis amigas no lo hacían y no quería ser distinta a ellas, así que nunca me acerqué.

A los pocos días uno de nuestros profesores nos man-dó un trabajo para hacerlo por parejas, algo que normal-mente elegíamos nosotros, pero como aquel día lo tenía-mos un poco enfadado nos puso por orden de lista. Sami-ra iba detrás de mí y por lo tanto nos tocó juntas. A mí, al principio, no me hizo mucha gracia, pero así lo tuve que hacer y de esta manera fue como le hablé por primera vez. Hablaba muy bajito, con un acento peculiar, y no me miraba a los ojos en ningún momento sino que se dedica-ba a observar el suelo cautelosamente, como buscando algo que se le hubiera perdido.

Le pregunté dónde quería hacerlo, y me dijo que en su casa, si yo quería.

Así que a las 5 de esa misma tarde fui a su casa. Era bastante bonita y estaba en una zona bien situada.

Tenía varios balcones y ventanas y en todos ellos

había macetas con flores de muchos colores; excepto una ventana que parecía, por su tamaño, dar a una pequeña habitación. Supuse que era la de Samira. Después de dar un último vistazo a la casa llamé al timbre. No me contes-tó nadie. Llamé de nuevo y no hallé respuesta, y así hasta 5 veces. Me quedé mirando la puerta unos diez minutos y al ver que no me abrían me fui a casa. Pensé que Samira se había olvidado de que habíamos quedado y habría salido con la familia que la había acogido a comprar o algo así.

Pero al ver que en los días siguientes no iba a clase me preocupé y fui de nuevo a su casa, pero esta vez es-peraba pasar de la entrada. Llamé a la puerta igual que días atrás y al igual que entonces no hallé respuesta, así que fui a la puerta de atrás esperando que estuviera abierta, sin embargo, no lo estaba. Eso sí, encontré una ventana a medio cerrar y sin dudarlo, abriéndola del todo entré en una sala y empecé a andar por la casa intentan-do encontrar a Samira, cuando de repente oí unos sollo-zos, provenían de una puerta de madera más pequeña que las otras, entré y lo primero que vi fue aquella peque-ña ventana sin flores y después, en una esquina, la hallé allí agarrándose las piernas con sus brazos y la cabeza entre éstos. Me agaché y la toqué en el hombro con ánimo de que dejara de llorar, levantó la cabeza envuelta en aquel viejo pañuelo y, por primera vez desde que la cono-cí, me miró a los ojos.

Ella los tenía rojos de tanto llorar y su mirada expre-saba más dolor que nunca. Sin que yo me lo esperara se abalanzó sobre mí dándome un fuerte abrazo, tanto que incluso me hacía daño de la intensidad con la que se afe-rraba a mí.

No paraba de decir palabras extrañas, supongo que en su idioma, intercalándolas con algunas frases en espa-ñol de las que sólo pude entender “mi familia”, “mucho dolor” y “no pude hacer nada. Al fin, cuando logré tranquilizarla un poco y se secó las lágrimas, tras un buen rato, comenzamos a hablar.

Primero, antes de preguntarle directamente por qué lloraba, para que no se sintiera incómoda, le pregunté dónde estaban sus padres adoptivos y me dijo que traba-jaban hasta tarde.

Después, tras otras muchas preguntas tontas, le hice la esperada y me contó la historia de cuando estaba en Irak.

relato Y DICCIONARIO.. .

de Ambrose Bierce

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Resultó que su padre había sido un importante militar y los políticos de su país le pidieron que volviera al servicio para ayudar a su pueblo. Él había sido herido tiempo atrás, quedando cojo y habiendo perdido casi toda la visión, por lo que no pudo ir. Sin embargo, el ejército americano tenía información de que seguía activo y le atacaron en su propia casa, la asaltaron y acorralaron a su familia: sus padres, sus hermanos y hermanas. Ella estaba en otra habitación, cerrada, y a través de la cerradura vio cómo maltrataban a su familia, cómo los hicieron prisioneros y cómo su madre mirando a la puerta de la habitación donde ella estaba, con ojos llenos de lágrimas, le decía que no se moviera hasta que dejara de oír tiros y voces, y que después corriera hasta la casa de sus tíos y no mirara atrás en ningún momento, todo ello en irakí, por lo que los americanos, que no entendían nada y pensaban que pedía piedad, la arrastraron del brazo cayéndosele el pañuelo que tiene ahora Sa-mira.

Cuando cesaron las voces salió de la casa con ese pañuelo en la mano y corrió como su madre le había dicho, y una vez en la puerta de la casa de sus tíos, vio, al final de la calle, a su familia montando en un furgón americano, todos menos su padre. Cuando el furgón se hubo marchado, los militares, de un disparo, mataron a su padre. Me contó cómo en ese momento ella no podía hablar, ni moverse, no podía creer lo que acababa de pasar, y sobre todo se sentía impotente al no haber podido hacer nada.

Sus tíos, unos días más tarde, la llevaron a una ONG donde le buscaron este hogar español en el que sus nuevos padres la trataban muy bien. Gracias a ellos había podido superar un poco lo de su padre, y albergaba alguna esperanza de volver a ver al resto de su familia. Pero hacía unos días (justo aquella tarde en la que habíamos quedado para hacer el trabajo) le habían llamado por teléfono para comunicarle que su madre y sus ocho hermanos y hermanas habían fallecido hacía poco. Habían estado encerrados en un pequeño sótano sin luz, agua ni comida, y al final habían muerto de desnutrición y frío.

También me dijo que el único recuerdo que le quedaba de su madre era aquel raído pañuelo, que reflejaba lo que ella había pasado.

Me lo contó con unas palabras tan escalofriantes y con esos ojos tan entristeci-dos, reflejando ese dolor, que empecé a llorar junto a ella, pensando que me podría haber pasado a mí. Imaginaba a mi familia sufriendo, a mis amigos o vecinos o a un simple conocido pasando la misma situación por la que estaba pasando Samira en esos momentos. Una angustia me llenó la garganta y entonces sí sentí todo lo que les ocurría a miles de personas por una guerra, por petróleo, por dinero.

Y me pregunté ¿qué hubiera pasado si algún político de esos que empiezan esas horribles guerras hubiera hablado con alguien como Samira? Seguro que al pensar en sus familias o en cualquier otra familia destrozada, simplemente al pen-sar en las personas y no en el dinero, muchas de estas guerras se hubieran evitado.

CARMEN RUBIO CABALLERO

http://www.the-underdogs.com/

En este sitio podéis encontrar una gran cantidad de juegos

abandoneware, todos comentados, con valoraciones y enla-ces a trucos, comunidades, la empresa que lo creó, etc... Además podéis registraros y formar parte de un foro y otras ventajas. Está en inglés, pero para chicos espabilados como vosotros eso no supondrá ningún problema, ¿no?

http://www.9down.com/

Aquí tenéis el sitio de una comunidad dedicada al software

gratuito. Encontraréis incluso programas para quitar el cartel de “trial” de vuestras utilidades favoritas. Son de Japón y todo está en inglés, pero merece la pena saber la lengua de shakespeare.

RELATO, AWEBO.. .

El artista benaventano JOSÉ ÁNGEL

LLAMAS GANGOSO expone sus cua-dros más mágicos en la «casa Solita» del 6 al 20 de octubre de 2003.

HORARIO:

Laborables: de 18,30 a 20,30 horas Sábados: de 12 a 14 horas y de 18,30

a 20,30 horas Domingos: de 12 a 14 horas

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Carl Gustav Jung, discípulo de Freud, que se apartó de su doctrina y

creó una propia, como tantos otros en el psicoanálisis, se interesa especialmen-te por los símbolos más arcaicos, los que constituyen el inconsciente colectivo (concepto que él descubrió), más profundo que el individual, común a todos los individuos de la especie y que constituye algo así como la herencia psíquica de ésta, en sus aspectos más primitivos. El inconsciente colectivo está constituido por arquetipos. Los arquetipos constituyen la estructura más profunda del psi-quismo y utilizan imágenes de la conciencia de forma simbólica para expresar-se, pueden hacerlo en los sueños, las alucinaciones, el arte, la fantasía, etc.

Veamos ahora algunos de los símbolos más importantes, según Jung, y su interpretación:

La luz, el sol, el fuego, dios son símbolos de intensidad y de fuerza. Según Jung, son la energía anímica de la libido (energía psíquica). Recordemos la zarza ardiente que vio Moisés y desde la que dios le habla o la poesía de Antonio Machado:

Anoche, cuando dormía, soñé, bendita ilusión, que un ardiente sol lucía dentro de mi corazón. Era fuego porque daba calores de rojo hogar y era sol porque alumbraba y porque hacía llorar. Anoche, cuando dormía, soñé, bendita ilusión, que era dios el que tenía dentro de mi corazón. Podríamos poner muchos más ejemplos, pero baste con estos. Otros símbolos de la libido son el demonio y el héroe: la forma de ser

que pasa del dolor a la alegría y de la alegría al dolor, que, semejante al sol, tan pronto se halla en el cenit como se hunde en la noche tenebrosa de la cual renace a un nuevo esplendor (JUNG, Símbolos de transformación)

Las muchedumbres agitadas representan la animación del inconscien-te y la disociación entre éste y el yo.

La ciudad es símbolo de la madre, que cobija a sus moradores, sus hijos. Las grandes diosas madres Rea y Cibeles llevan una corona de muros.

El Antiguo Testamento considera mujeres a las ciudades. La madre-ciudad puede aparecer como benigna o maligna.

También el agua es símbolo de la madre. Del agua surge la vida. El agua simboliza también lo inconsciente (como madre de la conciencia).

Otros símbolos maternos son el árbol de la vida o cualquier palo o vi-

ga (que puede arder → relación con el fuego-libido). También la cruz (árbol de la vida) es símbolo de la vida, de la lluvia y de la fecundidad. La imagen del alma (principio vital) coincide con la de la madre.

La serpiente, que muda la piel, es símbolo de renovación. También lo es el escarabajo.

Pero esto ya va siendo demasiado largo. ¿Continuará?

ALTAIR

los SÍMBOLOS

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Busca las 5 diferencias (Dibujo hecho por VÍCTOR LLAMAS LÓPEZ)

el muro de las anotaciones

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VII CERTAMEN NACIONAL DE TEATRO PARA AFICIONADOS «CIUDAD DE BENAVENTE»

Próximas obras:

Todas las representaciones son en el Teatro «Reina Sofía» a las 20,30 horas

CINE: EL JUEGO DE RIPLEY País / Año: EEUU, RU, Italia / 2002 Duración: 110 m. Género: Thriller Calific.: No recom. menores de 13 años Dirección: Liliana Cavani Guión: Liliana Cavani, Charles McKeown Producción: Ileen Maisel, Simon Bosanquet y Riccardo Tozzi Fotografía: Alfio Contini Música: Ennio Morricone Montaje: Jon Harris Intérpretes: John Malkovich, Jonathan Trevanny, Ray Winstone, Lena Headey, Chiara Caselli Distribuidora: Tripictures

La escritora Patricia Highsmith creó y recreó, a lo largo de cinco obras, un personaje apasionante: el frío, cínico, inteligente, refinado y moralmente ambi-guo Tom Ripley.

Varios directores de cine se han visto atraídos por la obra de Highsmith y, más concretamente por Ripley; desde René Clement a Win Wenders o Ant-hony Minghella. Ahora es Liliana Cavani quien adapta a la pantalla la tercera novela de la saga “RIPLEY’S GAME” (EL AMIGO AMERICANO), y John Mal-kovich el encargado de encarnar a Ripley como antes hicieran Alain Delón, Dennis Hopper o Matt Damon.

Ahora Ripley ha alcanzado todo aquello a lo que aspiraba aquel turbio joven de “A PLENO SOL” (EL TALENTO DE RIPLEY). Vive en Europa, refugiado en un confortable y exquisito entorno.

Este Ripley maduro sabe bien quién es: “una creación, una improvisación perpetua…”, “y no tengo conciencia… no me preocupa ser sorprendido porque no pienso que nadie me observe…”, “puedo esperar eternamente…”.

Entonces… ¿a qué juega Ripley? Su experimento es la corrupción de un ino-cente, la transformación de un hombre corriente –pero enfermo en fase termi-nal– en un asesino a sueldo. ¿Cuál es su excusa moral, si la hay? Este hombre corriente, su débil vecino, le ha ofendido en lo más profundo de su orgullo, le ha humillado públicamente poniendo en duda su criterio estético… Ah!, viejos recuerdos…

Por el contrario, la conciencia del inocente se diluye. Su excusa es que ya no tiene nada que perder, morirá de todas formas, el dinero beneficiará a su familia y, quizás, asesinar a dos mafiosos no sea un verdadero crimen.

La naturaleza humana es fácilmente corrompible. “La mayoría de las perso-nas corrientes estaría dispuesta a hacer cualquier cosa en las circunstancias apropiadas”, dice Malkovich analizando su personaje. “Lo mejor de los actos aparentemente terribles es que, pasados unos días, no nos acordamos”, dice el personaje.

Pero Ripley acaba involucrándose en su propio juego y acudirá

en ayuda de su víctima. ¿Carece realmente de conciencia?, ¿prescinde de ella a voluntad?...

El mayor acierto de la película ha sido recurrir a Malkovich para in-terpretar al protagonista. Algún crítico opina que es el mejor Ripley que ha pasado por la pantalla. Sin embargo, Liliana Cavani no acierta a desarrollar las complejas relaciones con los demás personajes, desdi-bujados, personalidades a veces ni siquiera esbozadas, por lo que perdemos completamente el interés.

Además de la interpretación de Malkovich, los valores estéticos de la adaptación son superiores: la música y las adaptaciones de Ennio Morricone para clavecín adornan un ambiente encontrado en el Asolo, entre Bérgamo y Vicenza, las pinturas, los frescos renacentistas y, sobre todo, la arqui-tectura de Andrea Palladio (único Ritmo que encontraremos en la película) , que es protagonista omnipresente y nos deja recrear los sentidos, como hace Ripley , entre la Basílica, el Teatro Olím-pico de Vicenza y el propio Palazzo Eno, la villa en la que Ripley vive… ¿retirado?

- P. Highsmith; El amigo americano (El juego de Ripley), Edt. Anagrama, Barcelona, 1982

- Fotogramas, Septiembre 2003

- www.Labutaca.net

YOLANDA TOQUERO

desde el ojo del triángulo desde el ojo del triángulo

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AGENDA => TALLERES: En breve se podrán poner en marcha, si os inscribís, varios Talleres:

• Taller de Fotografía • Taller de Ajedrez • Taller y Grupo de Teatro • Taller de Artesanía

Estos talleres están patrocinados por la APA (Asociación de Pa-dres de Alumnos), por tanto, es necesario que paguéis la cuota de la Asociación para poder beneficiaros de ellos durante todo el curso, vosotros y todos vuestros hermanos en el Centro. Aún está abierto el plazo.

Se llevarán a cabo Martes o Jueves de 14’10 a 15’00 Podéis inscribiros y proponer otros talleres, durante los recreos,

en el Departamento de Actividades Complementarias y Extra-escolares.

• Grupo de Danza: A cargo de la profesora ROSA Mª BARREÑADA, puede inscribirse cualquier alumno del Centro.

Los Martes, durante el primer recreo de la mañana, en el Aula de Música.

=> SALIDAS DIDÁCTICAS: • Semana del 13 al 17 de Octubre: Aulas Activas 2003:

Los alumnos de 2º C de ESO, participan en el aula activa de Mata-llana, en Villalva de los Alcores (Valladolid), acompañados del profesor Manuel Flórez.

=> ACTIVIDADES: • 16 y 17 de Octubre: Carpa–Planetario de Astronomía.

Instalada en Usos Múltiples, será visitada por todos los grupos de 1º, 2º, 3º y 4º de ESO, siguiendo el horario lectivo, y acompañados de los profesores con los que tuvieran clase en cada hora.

• 16 de Octubre: Fase Escolar del Concurso Hispanoamericano de Ortografía.

Participan alumnos de 2º de Bach. que, seleccionados por el profesor Isidro García, acudirán a la Fase Provincial que tendrá lugar en Za-mora el próximo día 20 de Octubre.

• 23 y 30 de Octubre; 6 y 13 de Noviembre: Charla “La alimentación: errores y mitos”

Ciclo de charlas impartidas por la profesora Asunción Alonso y diri-gido a alumnos de 1º A, B, C y D de Bachillerato, en horas de tuto-ría. El lugar será el Aula de referencia de los respectivos grupos.

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HUMOR, AGENDA

QUINO

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COLABORA:

I. E. S. León Felipe - Benavente

Hecho por PILI TAURIÑO

Hay miradas incapaces de mentir. Tanta es su transparencia que dejan ver el alma de quien las posee. Llegan a ser para los demás como esas fuentes en las que se tira una moneda pidiendo un deseo. Todo el mundo ansía asomarse a ellas para verse a sí mismo y desear ser otro. Son miradas que hacen soñar.

También las hay de textura filosa, puntiagudas, negras como agua residual. Su cercanía aleja sueños y concita pesadillas. Abrigan más engaños que la declaración de la renta de un abogado con bufete propio.

−Mirar sin ver es muy habitual −afirma convencido el de las 14 dioptrías en cada ojo. −Mirar, lo que se dice mirar, sólo lo merece el cielo nocturno cuando está despejado; para lo demás

con un vistazo basta −dice el que se compró un telescopio y desde entonces sólo sale de noche, como la lechuza, símbolo de la sabiduría para los antiguos griegos.

El-del-fín