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Iglesia del Nazareno Hispana en USA-Canada www.nazarenosuscan.org RECURSOS ESPIRITUALES DE SANTIDAD PARA PASTORES Y LAICOS 1 — 2013 MI PEREGRINACIÓN EN EL CUIDADO PASTORAL SUPERINTENDENTE GENERAL DAVID GRAVES, p. 8 ASAMBLEA Y CONVENCIONES GENERALES Junio 19-27, 2013 Inidanapolis, Indiana Las Bendiciones de Abraham, Un modelo de cuidado pastoral hispano —Juan Vázquez Pla SEAMOS MUY CUIDADOSOS Una reflexión de cuidado pastoral —Jay Richard Akkerman ANTE LA CRISIS —Eugenio Duarte CUIDADO PASTORAL Y LA MUERTE DE UN HIJO Recursos en la Internet

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Gracia y Paz, 1-2013, revista de edificación espiritual para pastores y laicos.

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Iglesia del Nazareno Hispana en USA-Canada www.nazarenosuscan.org

RECURSOS ESPIRITUALES DE SANTIDAD PARA PASTORES Y LAICOS 1 — 2013

MI PEREGRINACIÓN EN ELCUIDADO PASTORAL

SUPERINTENDENTE GENERALDAVID GRAVES, p. 8

ASAMBLEA Y CONVENCIONESGENERALES

Junio 19-27, 2013Inidanapolis, Indiana

Las Bendiciones de Abraham,Un modelo de cuidado pastoralhispano

—Juan Vázquez Pla

SEAMOS MUY CUIDADOSOSUna reflexión de cuidado pastoral

—Jay Richard Akkerman

ANTE LA CRISIS—Eugenio Duarte

CUIDADO PASTORAL Y LAMUERTE DE UN HIJORecursos en la Internet

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CALENDARIO

Junio 16 Inicio de One Heart, Many HandsJunio 19-21 Convenciones de JIDE, MNI, JNI y MIEDDJunio 19-24 Apertura del Salón de ExhibicionesJunio 20-23 Cultos por la nocheJunio 22-27 Asamblea GeneralJunio 23 Culto Dominical y de Comunión (10:00 horas)

Evening Worship Service (4 PM)Junio 24 Primera Sesión Plenaria de la Asamblea

General

BIENVENIDOSLa Asamblea General y Convenciones Generales secelebran cada cuatro años, cuando se reúnen másde 20,000 nazarenos de todo el mundo.La prioridad de este magno evento radica en dargloria a Dios. El acontecimiento global unifica, re-nueva, educa, forma e inspira a los que asisten, nosolo como nazarenos, sino principalmente como se-guidores de Cristo.Nos reunimos para enfocarnos en nuestra misióncomo iglesia: “Hacer discípulos semejantes a Cristoen las naciones”. ¡Únase a nosotros durante estaAsamblea y Convenciones Generales!

JUNIO 19-27, 2013INDIANAPOLIS, INDIANA

VISÍTENOS JUNTO ALEXHIBIDOR DE LA

NAZARENE PUBLISHING HOUSE

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Gracia y Paz Número 1, 2013www.nazarenosuscan.org

Bob BroadbooksDirector de la Región USA/Canada

Roberto HodgsonDirector de Ministerios Multiculturales y de

Misiones HispanasRegión USA/[email protected]

Byron McLaughlinDirector de la Revista Impresa y Cibernética en

Inglés Grace & [email protected]

José PachecoEditor de Literatura Hispana,

Misiones Hispanas USA/CanadaTraductor de artículos de esta edición

[email protected]

La presente publicación en el espacio cibernéticoofrece recursos espirituales de santidad para pas-tores y laicos, tanto de la Iglesia del Nazareno enUSA/Canada como en todo el mundo de habla his-pana, así como a los fieles de otras iglesias y deno-minaciones. Además, se propone servir de enlaceprincipalmente a los nazarenos hispanos de la Re-gión USA/Canada, publicando noticias de iglesias,distritos y ministerios, así como promociones deeventos denominacionales y regionales.

Si desea contribuir con artículos y/o noticias le in-vitamos a visitar la páginawww.nazarenosuscan.org, biblioteca virtual, endonde podrá descargar el Manual de estilo denuestras publicaciones.

Dirija toda correspondencia a:[email protected]@aol.com

USA/Canada Regional OfficeChurch of the Nazarene17001 Prairie Star ParkwayLenexa, KS 66220913-577-0500

C O N T E N I D O 4 Vino, se hizo carne, obediente Bob Boradbooks

5 “Apacienta mis Oovejas Roberto Hodgson

6 El cuidado de almas en una era misional, Bryon Mclaughlin

8 Mi peregrinación en el cuidado pastoral, Entrevista con David W. Graves

18 El cuidado pastoral, Víctor Riofrío

24 Las bendiciones de Abraham, Juan Vázquez Pla

30 Seamos muy cuidadosos Jay Richard Akkerman

36 Ante la crisis Eugenio Duarte

38 Lutero, la Biblia y nosotros Juan Carlos Sánchez Saborío

42 La Palabra de Dios marca la diferencia Louie E. Bustle

44 Cómo ser “uno” con Dios, David Kendall

49 Cuidado pastoral y la muerte de un hijo César Mauricio Durán

Publicación Cibernética de la Iglesia del Nazareno HispanaRegión USA/Canada

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VINO, SE HIZOCARNE, OBE-DIENTE

POR BOB BROADBOOKS

ha estado ministrando como pastor porun buen tiempo, probablemente conserve his-torias de cuidado pastoral cómicas y alentado-ras. He aquí una de las mías: Cuando las en-fermeras finalmente me permitieron entrar enla sala de recuperación para visitar a EdithCoe, no estaba preparado para lo que iba a oír.Edith era una anciana adorable de nuestra igle-sia. Unos cuantos años atrás su amado esposo,Evans, había fallecido, y ella había sobrevividoa una operación muy delicada. A pesar de todassus tribulaciones, nunca perdió su ánimo ni sutenacidad. Nunca sabía uno lo que ella le con-testaría; era única. De pie junto a su cama, ledije: “Edith, soy el Pastor Bob. Me han dichoque saliste muy bien de la operación”. Con susojos entreabiertos, o bizcos y, sorprendida, solome dijo: “¡Ufff, vaya que se ha engordado mu-cho, pastor!” No estoy seguro de que Edith eraastuta o estaba anestesiada todavía. Preferícreer que la anestesia le estaba nublando suvista.

Pero el cuidado pastoral es mucho más queuna simple lista de actividades ministerialesque hombres y mujeres eficaces le dan en suiglesia. Cuando los pastores examinan el ejem-

plo de cuidado pastoral de Jesús, re-cuerdan por qué aceptaron el supremollamamiento, en primer lugar. Jesúsvino a su nuevo lugar de servicio congran determinación y hasta recibió unabienvenida con un coro de ángeles. Perohizo mucho más…SE HIZO CARNE (Juan 1:14). Se

hizo como uno de nosotros. Se identificócon su pueblo. Visitó sus ropas, vivióen su poblado y saboreó sus platillos.¿Acaso su congregación le considera austed como uno de ellos?SE HIZO POBRE (2 Corintios 8:9).

El anuncio de Isaías: “El espíritu deDios está sobre mí, porque Dios me eli-gió y me envió para dar buenas noticiasa los pobres, para consolar a los afligi-dos, y para anunciarles a los prisionerosque pronto van a quedar en libertad ”(Isaías 61:1, TLA), fue corroborado porJesús en Mateo 11:5 cuando dijo sobresu propio ministerio: “Y a los pobres seles anuncia la buena noticia de salva-ción” (TLA). Quizá nos esté recordandoa nosotros hoy algo que hemos olvidado:Nuestra mayor audiencia y oportunidadde ministerio eficaz quizá se halle entrelos pobres de nuestra sociedad. Jesússe hizo pobre, se identificó plenamentecon el pueblo al que anhelaba alcanzar.SE HIZO OBEDIENTE HASTA LA

MUERTE (Filipenses 2:8). Jesús no solovino a su nueva asignación —eso hu-biera sido solo una carrera profesional.Vino con una misión —que su Padrehabía sembrado en su corazón. No vinode visita por una temporada. Vino, sequedó entre nosotros, y murió. El mi-nisterio del cuidado pastoral es de en-carnación. No se trata solo de ir; tambiénes cuestión de “ser, hacerse”. Se trata deestar dispuesto uno a gastar su energíay la vida misma por los feligreses y la co-munidad que rodea su iglesia.¿Por qué ir a la iglesia a la que ha

sido llamado a servir y a adaptarse alestilo y nivel de vida de ellos? ¿Por qué?Se me ocurre solo una razón:

Porque el Padre le ha enviado con la misiónde ser sus manos y pies para alcanzar a losquebrantados y dolidos con el fin de llevar-los a Cristo.

SI

Se hizocarne, sehizo pobre,se hizoobedientehasta lamuerte

Complacido por lasperspectivas:

BOB BROADBOOKS

Director Regional USA-Canada

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Cuidado Pastoral

“Apacienta mis ovejas”Juan 21:1-6

ACE ALGUNOS AÑOS FUI INVITADO a compartir undevocional en la conferencia nacional de pastoresnazarenos en San Diego. Me gustaría compartir

algunos de esos pensamientos en su estructura originalpara el tema sobre el cuidado pastoral.

El Apóstol Pedro

Pedro es uno de los discípulos más conocidos, posible-mente el más nombrado en las narrativas de los evan-gelios. Pedro tenía un gran resumé: Le prestó su barcaa Jesús, caminó sobre las aguas, dio la respuesta co-rrecta: “Tú eres el Cristo, el Mesías, el Hijo del Dios vi-viente”, se atrevió a defender a Jesús cuando lo estabanarrestando, cortándole la oreja a un hombre. Pero tam-bién negó a Jesús tres veces… En un momento de pruebafalló a su compromiso y lealtad a su Maestro.

El grupo de apoyo de los amigos

Permítanme imaginarme la noche en el mar de Galilea.Siete de los discípulos estaban en la barca, probable-mente recapitulando algunas de las experiencias conJesús. Me gustaría pensar que posiblemente la mayoríade la conversación en esa noche se centró alrededor dela resurrección del Señor que se había dado unos díasantes. Tal vez Juan contó su historia de cómo llegó antesque Pedro a la tumba vacía.

Posiblemente otro de los discípulos mencionóel tema cuando Jesús se les apareció por pri-mera vez después de la resurrección. Hastapudo haber preguntado a Tomás: “¿Te acuer-das cuando nosotros te dijimos que el Señorse nos había aparecido y tú no lo creíste?”

Me gustaría pensar que Tomás respondió:“Sí, me acuerdo, pero estoy contento de queel Maestro se apareció nuevamente para res-taurar mi fe”.

Pero qué podría decir en esa noche el líderdiscípulo Pedro.

Creo que Pedro estaba muy desanimado yperturbado porque Jesús no le había habladodirectamente a él en las dos ocasiones que sehabía aparecido a los discípulos. Tal vez

Pedro estaba preguntándose por qué el Maestro no lehabía hablado acerca del tema de que le había negado. Me parece que fue una noche muy larga y difícil paraPedro. Tal vez estaba cuestionando su relación con Jesúsporque se sentía culpable de haberlo negado.

Posiblemente Pedro pensó: “Señor, si te apareciste porsegunda vez para darle una oportunidad a Tomás y res-taurar su fe, ¿por qué no lo has hecho conmigo, estoy des-animado. podrías ayudarme, Señor?”

El Maestro

La narrativa del Evangelio según San Juan dice:“Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en laplaya… Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le res-pondieron: No. Él les dijo: Echad la red a la derecha. En-tonces la echaron y atraparon muchos pescados. Al veraquel milagro, Juan le dijo a Pedro. ¡Es el Señor!Cuando Pedro oyó que era el Maestro, se echó al mar”.

Conclusión: Juan 21:15-17

Me fascina esta historia, porque el Maestro apareció enesa ocasión para restaurar a Pedro. Jesús le dijo a Pedro:“Pastorea mis ovejas”. Una de las funciones pastoraleses el cuidado del rebaño de Dios. Este cuidado pastoralconlleva acompañar a las personas en sus momentosmás difíciles de la vida. En oportunidades las personasbuscarán a sus pastores para pedir consejos en las deci-siones más importantes de sus vidas. El pastor debeestar disponible para escuchar a las ovejas del Señor, ycompartir el consejo de la Palabra de Dios. El apóstolPedro nos da el consejo bíblico:

“RUEGO a los ancianos que están entrevosotros, yo anciano también con ellos, ytestigo de las aflicciones de Cristo, que soytambién participante de la gloria que hade ser revelada:

“Apacentad la grey de Dios queestá entre vosotros, teniendo cui-dado de ella, no por fuerza, sino vo-luntariamente; no por gananciadeshonesta, sino de un ánimo pronto;Y no como teniendo señorío sobre lasheredades del Señor, sino siendo ejem-plos de la grey. Y cuando apareciere elPríncipe de los pastores, vosotros reci-biréis la corona incorruptible de glo-ria” (1 Pedro 5:1-4).

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El Dr. RobertoHodgson es Direc-tor de MinisteriosMulticulturales yde MisionesHispanas

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Por BRYON K. McLAUGHLIN

término “pastor” se deriva de la pa-labra en latín que significa “cuidadorde ovejas”. Desde los primeros años

del cristianismo la metáfora del pastor deovejas ha persistido como la imagen domi-nante del cuidado pastoral. En 1 Pedro 5:2el apóstol dice a los líderes de la iglesia:“Cuiden ustedes de las personas que Diosdejó a su cargo, pues ellas pertenecen aDios. Cuídenlas, como cuida el pastor a susovejas” (Traducción en Lenguaje Actual —TLA).

Los ministros proveen cuidado a per-sonas y familias de varias maneras, comoestar a su lado en crisis y enfermedad, diri-girlos a través de problemas o preguntas dela vida, ayudarlos en traumas emocionaleso espirituales, y a reconciliarse y restaurarrelaciones rotas con cónyuges, grupos, oDios mismo. También los pastores extiendencuidado a su rebaño y a su comunidad enacontecimientos significativos de la vida,como matrimonio, nacimiento y muerte; oen eventos espirituales significativos comobautismo y confirmación. Como narra E.Brooks Holifield en su libro A History ofPastoral Care in America (una historia delcuidado pastoral en Estados Unidos), “porcasi 20 siglos los ministros cristianos hanpasado más tiempo escuchando a las perso-nas que predicándoles”.

Se han sugerido muchas metáforas eimágenes para el cuidado pastoral. Comolos médicos que cuidan a los enfermos, lospastores son responsables de dirigir y cuidara las almas, prepararlos para esta vida ypara la eternidad. Henri Nouwen, sacerdoteholandés católico romano, popularizó la ima-gen del ministro como “sanador de heridas”.En lugar de seguir como profesionales e in-diferentes, sus propias heridas y sufrimien-tos los capacitan para solidarizarse conaquellos a quienes sirven. Muchos pastoresnazarenos han expresado que una actitudde vulnerabilidad y autenticidad espiritualles ha ayudado a establecer relaciones po-

sitivas y de edificación con los laicos quebuscan una fe relevante.El cuidado pastoral puede ser desafiante,en particular para ministros bivocacionalesque con frecuencia dependen de líderes laicospara proveer cuidado, debido a las demandasdel trabajo secular y tiempo limitado. El edu-cador nazareno Bruce L. Peterson en su libroFoundations of Pastoral Care (bases del cui-dado pastoral) observa que las oportunida-des de la gracia para proveer cuidado pasto-ral se encuentran en la vida de la iglesia enadoración colectiva, oraciones públicas, sa-cramentos y predicación. Los pastores efica-ces son sensibles a esas oportunidades y en-cuentran formas de demostrar cuidado endiversas situaciones, como en algún café localo evento escolar. Los medios sociales handado a los ministros la oportunidad de estaren contacto significativamente con sus feli-greses, su comunidad y más allá.Algunos líderes, como William Willimon,ex obispo metodista de la Conferencia NorthAlabama, advierte que el cuidado pastoralpuede llevarse al extremo. En una clase deliderazgo ministerial en la Universidad Na-zarena MidAmerica, expresó su preocupaciónde que el cuidado excesivo alentó a los feli-greses a ser consumidores de bienes y servi-cios religiosos: “Tenemos el desafío de amara Cristo y su Palabra más de lo que amamosa nuestro pueblo”.El cuidado pastoral genuino siempre seenfoca en el reino de Dios y ayuda a la gentea realizarse. Muchos pastores nazarenos di-cen que el cuidado pastoral es uno de lostantos medios por los que se valida la expe-riencia de la santidad para los laicos. El mi-nisterio de presencia para una familia antela tragedia puede decir más que mil sermo-nes cuidadosamente preparados. Al ofrecercuidado extendido los pastores ejemplificany encarnan la santidad; así aprenden los fe-ligreses a hacer lo mismo por los demás. Elcuidado pastoral nunca ha tenido la inten-ción de ser solo para personas de mente muyestrecha, sino para un pueblo misional quebusca un diario vivir interno y externo conDios y los demás.Esta edición de Gracia y Paz se proponeayudar a los ministros a comprender el sig-nificado del cuidado y el pastoreo de sus fe-ligreses y comunidades hacia su plena reali-zación.

EL CUIDADO DE ALMAS EN UNA ERAMISIONAL

Alofrecercuidadoextendido

los pastores ejem-plificany

encarnan la

santidad

El

BRYON K.McLAUGHLINes Editor Ejecutivode Grace & [email protected]

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¡Recién salido de prensa!

Biografía condensada del Dr.Phineas F, Bresee,fundador de la Iglesia del Na-zareno en Los Angeles, Califor-nia...

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MI PEREGRINACIÓN EN EL CUIDADO PASTORAL

Entrevista con el Superintendente GeneralDavid W. Graves

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l Dr. David Graves siempre seha considerado pastor. Es na-zareno de cuarta ge ne ración ynació en un hogar pastoral, enel que recibió fuerte influenciade su padre, por muchos añospastor y superintendente de dis-

trito. Su padre le enseñó desde muy pequeño acuidar y a tomar en cuenta a los demás. Enuna transición pastoral de una iglesia recien-temente, el Dr. Graves relató con mucho afectoque, aun cuando los pastores pasan a otrasasignaciones, su corazón siempre se queda conaquellos a quienes ha ministrado. Aun cuandofue electo como superintendente general en la27ª Asamblea General en 2009, en Orlando, elDr. Graves todavía se considera pastor —peroahora con un rebaño mucho más grande. Re-cientemente, la revista Grace and Peace Ma-gazine le pidió que compartiera sus ideas sobreel cuidado pastoral, así como las leccionesaprendidas en varias asignaciones pastoralesen Kansas, Ohio, Tennessee, Oklahoma y NorthCarolina.

¿CUÁLES INFLUENCIAS TEM-PRANAS EN SU VIDA FORMARONSU COMPRENSIÓN DEL CUI-

DADO PASTORAL, Y CUÁLES FUERONLAS CLAVES DE SU EFICACIA?

Gran parte de lo que he aprendido so-bre el ministerio lo obtuve observandoa mi padre en el ministerio. Fue un

gran pastor del pueblo y gran predicador. Re-cuerdo una ocasión en la que íbamos todos en elcoche a punto de salir de vacaciones, cuando mipadre se detuvo en el hospital y dijo: “Regresopronto. Tengo que visitar a dos enfermos”.

Durante mi primer año en la universidadregresaba a casa por algunos días. En ciertaocasión mi padre tenía que salir de la ciudadpor un compromiso, pero le avisaron que unadama de su iglesia tuvo que ser internada enel hospital. No era miembro de la iglesia, peronos visitaba ocasionalmente. Entonces me dijo:

“Vas a ser pastor algún día. ¿Por qué no vas enmi lugar y la visitas?” Mi padre no sabía quela dama acababa de dar a luz. Pero me habíapreparado bien. Entré en su cuarto del hospitaly la encontré llorando y diciendo que su bebése había ido al infierno por los pecados que ellahabía cometido. “No, no, no”, pude decirle. “Dioses misericordioso, un Dios de amor. Nunca juz-gará a un bebé inocente por los pecados de us-ted”. Le expliqué cómo Dios le podría ayudar, leperdonaría y cambiaría su vida para el futuro. Deesa manera, desde mi temprana edad aprendí quédecir y cuándo no decirlo.

Cuando inicié el ministerio pastoral, paramí lo más importante era conocer a la gente.En aquel entonces, la visita en las casas era lamejor manera de conocerlos. Eso fue hace mu-chos años. En la actualidad la gente vive muyocupada y no les entusiasma mucho la idea devisitarlos en su casa. Pero todavía quieren sa-ber si su pastor se interesa y se preocupa porellos. Me proponía a aprenderme los nombresde todos, en dónde trabajaban y cuáles eransus intereses. Creo que esa actitud me abríalas puertas para que oyeran lo que debía deciryo acerca de Dios en su Palabra el domingo.Otro aspecto importante fue la labor de segui-miento después de una crisis o problema de al-gún miembro de la iglesia.

COMO PASTOR, ¿QUÉ SIGNIFICAEL CUIDADO PASTORAL PARAUSTED?

Qué gran privilegio y honor tienen lospastores. Por ejemplo: Se nos invita aparticipar en los momentos más ínti-

mos y personales de nuestros feligreses.Cuando se internan en el hospital, usted oracon ellos y con sus familiares. Al salir de laoperación, ahí está usted para orar con ellos yla familia. Le abren a usted su vida y su cora-zón. Las bodas presentan otra gran oportuni-dad de ministrar a la gente. En una boda elpastor es la persona más cercana a la pareja.El pastor ve sus sonrisas, oye quizá lo que se

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dicen entre susurros —granprivilegio formar parte de esaocasión tan especial. Los dece-sos y las pérdidas de seres ama-dos ofrecen otra oportunidad deministrar a la gente. Hace poco,un miembro de una de las igle-sias de la que fui pastor escribióen Facebook sobre cómo, hacía20 años, habían perdido a sushijos gemelos, primogénitos:“Nunca olvidaré que las prime-ras personas que nos visitaronfueron el pastor y su esposa, Da-vid y Sharon Graves, y cuánagradecido les estoy hasta el pre-sente por esa visita”.

Allí estuvimos para abra-zarlos, para que lloraran ennuestro hombro, para que sedesahogaran. El hecho de quedespués de tantos años siga re-cordando el momento conafecto, nos habla de la impor-tancia del cuidado pastoral.,

En otra iglesia de la que fuipastor, cierta dama era unaguerrera de oración y granamiga mía. Oficié en su funeraly su hija me dijo recientemente:

“Sabe, pastor, mi madre leapreciaba mucho y oraba porusted todos los días”. Recuerdotambién lo que me dijo la hija:“Ese tipo de relación no sepuede establecer si no se inte-resa usted por la gente”.

Aprender a ser buen pastorpara mí comenzó al observarcómo mi padre amaba a su re-baño. Lo mismo desarrollé enmi vida —al observar el im-pacto de la forma en que los fe-ligreses abrían sus corazones yvidas al pastor. Si no nos inte-resan, pasamos por alto opor-

tunidades maravillosas de mi-nistrar y desarrollar relacionesestrechas duraderas con lagente.

¿CÓMO ENTIENDEUSTED LA RELA-CIÓN ENTRE LA

PREDICACIÓN Y EL CUI-DADO PASTORAL?

Trataba de planificar micalendario de predica-ción semanas e incluso

meses por adelantado. La Pa-labra de Dios habla a la gentedonde ellos se encuentran. Essorprendente cómo Dios daoportunidades de hablar a lagente por un sermón preparadomeses antes —como decirles:“Sé que algunos de ustedes es-tán pasando por duras pruebasfinancieras. Pero Dios es fiel yestará con ustedes. Otros máshan recibido malas noticias so-bre su salud. Pero Dios es nues-tro médico y pueden confiar enél y tenerle fe”.

Cuando usted conoce a supueblo, incluso un breve co-mentario puede significar mu-cho para ellos. Les da fe paraseguir adelante. Si usted nosabe esos detalles de su pue-blo, es difícil incorporarlos ensus sermones. Creo que esome ayudó en mi predicación —saber dónde estaba mi puebloy por lo que estaba pasando.

¿CÓMO VE USTED LARELACIÓN DE LACONGREGACIÓN

CON EL CUIDADO PASTO-RAL?

El pastor no tiene quehacerlo todo. Les ped’iaa voluntarios y al perso-

nal que me alertaran cuandoalguien pasaba por momentosdifíciles. Deseaba saberlo paradecirles cuando salían del tem-plo: “He estado orando por us-ted. Sé que está pasando porsituaciones difíciles”. Me ente-raba por medio de las clases deescuela dominical, su maestro,o un amigo.

Creo que el cuidado pasto-ral, cuando se hace bien, no setrata de la labor de una solapersona para toda la congrega-ción. Eso sería imposible. Debecapacitar y equipar a susmiembros para que estén cons-cientes unos de los otros y seayuden mutuamente. Para mí,eso es ayudar a todo el cuerpopara ministrarse, para cuidarsemutuamente, para ser elcuerpo de Cristo el uno para elotro.

EN OCASIONES, LALABOR DE CUIDADOPASTORAL IMPLICA

CONFRONTACIÓN. ¿QUÉNOS PUEDE DECIR DEESTO?

Parte del cuidado pas-toral implica confrontara la gente. Como líderes

espirituales, no solo nos preo-cupamos por amar y afirmar anuestro pueblo, sino tambiénporque crezcan y se desarro-llen. Y cuando se presenta elpecado en su vida, cuando pa-san por problemas, es necesarioconsolarlos con amor —porque

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uno los ama. Cuando uno co-noce a su pueblo y ellos sabenque nos preocupan, abrimos lapuerta para confrontarlos enamor cristiano cuando es nece-sario.

Cierta noche, una dama denuestra congregación descubrióque su esposo había regresadoantes de lo provisto de un viajede negocios, pero en lugar deirse a su casa se fue con otramujer. Ella le llamó a un amigoque fue por mí. Invité a dosmiembros de la junta y salimosrumbo a la casa de la pareja.Oramos por un buen rato yluego nos dirigimos hacia lapuerta. Cuando él se dio cuentade que su infidelidad había sa-lido a la luz, no quería reconci-liarse con su esposa.

Pero no nos dimos por ven-cidos con ninguno de los dos.Nos tomó mucho tiempo, perologramos rescatar ese matrimo-nio. Nunca olvidaré el día enque él se arrodilló en el altar,oró, le pidió perdón a Dios y asu esposa. Hoy, 26 años des-pués, su matrimonio siguesiendo sólido. Si no hubiéramoshecho nada, probablemente sehubieran divor ciado.

No es fácil confrontar a lagente, peor aun destituirlos desus puestos en la iglesia. Tieneuno que decirles: “Le amamos,nos preocupamos por usted,pero en estos momentos ustedno puede ocupar un lugar de li-derazgo. Y estamos orandopara que algún día sea ustedrestaurado”. La oración es laclave. Invite a otros —líderesespirituales de la iglesia— a

orar junto con usted y servir detestigos. Ese apoyo espiritualpuede darle a usted visión y sa-biduría en la situación. Por su-puesto, no debe ser indiscretosobre lo que está sucediendo.

En cierta ocasión algunosme confesaron que habían mal-versado fondos de su empleo yles dije: “Quiero que sepan queme han desilusionado, perocreo en ustedes aún. Lo quehan hecho es incorrecto, es pe-cado, y me duele que no hayanusado de sabiduría. Pero estoycon ustedes y les apoyaré entoda esta situación. Si me ne-cesitan, estoy a sus órdenespara orar o charlar con uste-des”. Es importante apoyar alos miembros aun en sus mo-mentos de fracaso espiritual,hacerles saber que no les hadado la espalda, ni tampocoDios. Dios siempre da segundasoportunidades.

En uno de mis pastoradosme enteré de que uno de losnuevos visitantes tenía récordde aventuras con mujeres en laiglesia de la cual provenía. Alenterarme más de su pasado,me reuní con él y le dije que medaba gusto que visitara nuestraiglesia. Pero también que ya sa-bía algo de su pasado: “Quieroque sepa que lo voy a hacer res-ponsable de su comporta-miento. Está usted aquí paraencontrar sanidad en su rela-ción con su esposa, no para des-truir matrimonios en esta igle-sia”. Lo tomó bien y siguióasistiendo, pero siempre lo es-tuve vigilando. Como pastor,estaba protegiendo al rebaño.

No iba a permitir que un loboentrara y se llevara algunas demis ovejas.

COMO PROVEEDORDE CUIDADO PASTO-RAL, ¿CÓMO SE MAN-

TUVO RENOVADO Y SINCAER EN EL AGOTAMIEN -TO MINISTERIAL?

Los pastores necesitanmantenerse renovadosespiritual, emocional y

físicamente. Como pastor,siem pre que me era posible, re-servaba las primeras horas deldía para la oración, las devo-ciones personales y la prepara-ción de sermones. Mi secretariale decía a la gente que me lla-maba o me buscaba: “Si esemergencia, podemos interrum-pirlo, pero si no, ¿le puede lla-mar más tarde?”

También, fielmente me to-maba un día de descanso. De-dicaba los viernes solo para mí,para relajarme y para hacer loque me ayudara a descansar.En ocasiones significaba cortarel césped, lavar el coche, o jugargolf. Cuando nuestros hijos es-taban pequeños, dedicábamoslos viernes como la noche fami-liar. Por turnos, uno de los cua-tro hijos decidía cada vierneslo que haríamos y dónde come-ríamos. Esos momentos que in-vertí en mi familia fueron di-vertidos y muy importantes.Por supuesto, no siempre podíadedicar cada viernes para nos-otros. En ocasiones había fune-rales o prácticas de bodas. Peroaun en ensayos de bodas me

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cercioraba de terminar atiempo para asistir con mis hi-jos a las actividades de su es-cuela. Nunca permití que en sucorazón anidara la idea de quela iglesia les robaba a su padre.Además, estar con mi familiame renovaba a mí mismo.

También trataba de estaren forma físicamente. Frecuen-taba con regularidad un gim-nasio o hacía ejercicio en casa.Ahora que viajo todo el tiempoeso es más desafiante, perocomo pastor trataba de hacertodo aquello que me renovarafísicamente y me mantuvierafuerte y saludable. Trataba depriorizar y programar mi vida,en lugar de que la vida me ca-lendarizara. Creo que eso mar-caba una gran diferencia.

¿SUFRIÓ ALGUNASDESILUSIONES PAS-TORALES, Y CÓMO

LAS ENFRENTÓ?

Al reflexionar sobre suministerio pastoral, unoquisiera ser capaz de de-

cir: “Caray, ¡pasé muy bien elexamen! Siempre estuve dispo-nible cuando la gente me nece-sitaba, nunca los desilusioné”.Pero la realidad es que los des-ilusiona uno en algún mo-mento, cuando no puede estarsiempre en los momentos enque lo necesitan. Nadie le dijode la operación de emergenciade alguien. No sabía que la ma-dre de alguien estaba agoni-zando. Lo mejor que uno puedehacer en esos casos es mirarlosde frente y decir: “Lo siento.

Ojalá hubiera sabido. Me hu-biera gustado mucho estar conusted en esos momentos. Dis-cúlpeme, por favor”. No dé ex-cusas, simplemente diga que losiente mucho.

A través de los años, he te-nido la tendencia de minimizarmi papel o la importancia queotros le puedan dar. En ciertaocasión uno de nuestros dueñosde negocios fue nominado para“El Negocio Pequeño del Año”.Me pidió que lo acompañara,revisé mi agenda y observé queya tenía otro compromiso enesa fecha. No estaba yo cons-ciente de la importancia que mipresencia le representaba paraél. Pensé que estarían presen-tes sus empleados y su familia,por lo que decidí no asistir. Sunegocio ganó el preio y se pu-blicó en los periódicos. La si-guiente semana lo invité a unacomida para felicitarlo:

—¡Qué gran honor, mesiento muy orgulloso de usted!

—Fue una gran noche. Her -mosa. Me sentí muy honrado.Solo me faltó algo.

—¿Qué le faltó?—Que esa noche no la pude

festejar junto con mi pastor.Me dije entonces a mí

mismo: “¿En serio?, ¡pero seganó el premio de Negocio Pe-queño del Año! ¿Por qué queríami presencia esa noche?” Maspara él, mi presencia le hubieracompletado su gozo. Yo habíasubestimado su sentir acercade su pastor.

No subestime su funcióncomo pastor. Ni la importanciade lo que significa sencilla-

mente su presencia para ellos.Sé que es imposible que estéusted en la celebración de todaslas personas, pero aprovechelas oportunidades de establecercontacto cercano con su pueblo.

Por ejemplo: Si una clase deescuela dominical está cele-brando una fiesta. Trate de es-tar presente una hora por lomenos. El grupo de la terceraedad de una iglesia que pasto-reaba celebraba una comida decompañerismo cada mes. Mequedaba en la oficina hasta elmomento en que estaban apunto de comer y entonces mehacía presente. Iba de mesa enmesa saludando a todos. Mien-tras hacían fila para servirsela comida, charlaba con ellos alavanzar. No tiene que ser ustedel centro de atención, solo estarahí para compartir el amor deCristo.

¿CÓMO HA ENFREN-TADO USTED LASCOMPLEJIDADES DE

LA NECESIDAD DE CUI-DADO PASTORAL?

Cometemos a veces elerror de creer que comopastores debemos saber

las respuestas de todos sus pro-blemas. Vivimos en una socie-dad actual muy compleja, convariados y diferentes intereses.¿Cómo puede una sola persona—incluso con educación teoló-gica— saber todas las respues-tas? Ser buen pastor no signi-fica saber todas las respuestas.Más bien con frecuencia debeuno referirlos a profesionales

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de confianza en el área que bus-can. Si alguien está pasandopor dificultades financieras, di-ríjalos a alguien de la iglesia ola comunidad que pueda ayu-darlos. Si se trata de problemasfísicos, o matrimoniales, o decualquier índole, refiéralos a al-guien con la capacitación ade-cuada en esa área. El pastornecesita establecer una red depersonas-recurso en su comu-nidad.

COMO PASTOR,¿CÓMO EXTENDIÓEL CUIDADO PASTO-

RAL EN SU COMUNIDAD?

Cuando mis hijos esta-ban pequeños, yo era suentrenador de la liga

menor de béisbol. Eso me diola gran oportunidad de conocera otras familias jóvenes denuestra comunidad. Por ser elentrenador de sus hijos se meabrieron puertas para ser tam-bién pastor de los padres. Du-rante todos sus años escolaressiempre me involucré en la vidade mis hijos. Mi esposa, Sharony yo siempre íbamos a sus jue-gos, gritábamos, los animába-mos y filmábamos las activida-des —y a la vez establecíamosrelaciones con otros padres.Cuando mis hijos invitaron asus amigos a nuestra iglesia,pude invitar también a sus pa-dres. Para muchos de ellos, meconvertí en su pastor muchoantes de que entraran en eltemplo.

Si podemos comenzar a con-siderarnos como pastores de

nuestras comunidades, no solopara los que entran en el tem-plo los domingos, creo que máspersonas entrarían todos los do-mingos. Considero a los visitan-tes de mi iglesia como el quelos recibe en las puertas deWal-Mart. Son parte de mi con-gregación. En dondequiera quelos encuentro, les digo: “¡Hola,cómo está!” —En el gimnasio,en particular mediante mis hi-jos y sus actividades deporti-vas—. Disfruto mucho de salu-darlos. Si han perdido a un seramado, o han sido despedidos

de su empleo, les ministro igualque si estuvieran en un bancode la iglesia cada domingo. Lespregunto: “¿Me permitiría orarpor usted por algo en particu-lar?” Esa pregunta le da la basepara ministrarles, ya sea queasistan o no a su iglesia.

Abrigue la esperanza deque, con el tiempo, pueda lle-varles el evangelio de Jesu-cristo si todavía no le conocen.Quizá algún día lleguen a sermiembros de su iglesia. En mu-chas ocasiones las personas alas que ministramos ya habían

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asistido a otras congregaciones. Nodeseábamos robarlas de la otra iglesia,pero de todos modos les pudimos mi-nistrar. ¿Sabe qué es lo maravilloso detodo esto? Corre la voz y le dicen a susamigos: “Hola, ¿conoces a David Gra-ves? Es pastor de esa Iglesia del Na-zareno, ¡él oró por mí! ¡Ya sabía, me lopreguntó! ¿Increíble, verdad?” Correla voz, y usted se convierte en pastortanto de una iglesia como de una co-munidad. Es muy satisfactorio y di-vertido a la vez. Algunos de nuestrosqueridos amigos nunca asistieron anuestra iglesia, pero les ministramosy al presente son fieles al Señor.

Hace poco, cuando estaba de visitaen una iglesia de la que fui pastor,cierto hombre se me acercó y dijo: “¿Re-cuerda cuando nos visitó en casa? En-tonces no quería saber nada de usted”.Recordé que solía escaparse del templopor la puerta de atrás antes de que lopudiera saludar, pero alguien le tomósu nombre y dirección y lo fui a visitar.Entonces me dijo: “Aprecié mucho queusted se tomó el tiempo para ser miamigo antes de ser mi pastor. Graciasa su amistad, acepté a Cristo, y luegousted fue mi pastor”.

No sé si fui su amigo antes de supastor. Quizá todo ocurrió a la vez, por-que creo que hubiera tratado de mi-nistrarte incluso si nunca hubiera asis-tido a nuestra iglesia.

La verdad de todo es que hemossido llamados a salir de nuestras cua-tro paredes a presentar a Jesús antenuestro mundo.

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He tenido el privilegio de formar partede la Iglesia del Nazareno toda mi vida.Mis abuelos maternos y paternos fue-

ron miembros de ella y mi padre sirvió comopastor y superintendente de distrito de la de-nominación. Mis abuelos, por parte de mamá,fueron directores de un campamento nazarenoen el estado de Florida en los Estados Unidos.Allí, yo pasé varias semanas cada veranocuando niño.

Fue a mis 11 años de edad, durante unasvacaciones familiares en ese campamento,que oí el llamado de Dios. Un miércoles por lanoche mi padre estaba predicando en la peque-ña iglesia del campamento. Su mensaje fue so-bre la oración. Él empezó diciendo que la ora-ción es un diálogo, una conversación entre Diosy nosotros. Nuestras oraciones frecuentementeconsisten en hablarle a Dios, pero no de escu-char lo que quiere decirnos. Papá retó a la con-gregación a no solamente hablarle a Dios, sinotambién a escuchar lo que Él dice.

Esa noche, antes de irme a dormir, mearrodillé al lado de mi cama y empecé a orar.Le hablé a Dios y luego, recordando lo que mipadre había dicho, escuché lo que decía.

Mientras estaba esperando, oí que Dios me ha-bló. Dijo: “David, quiero que prediques mi Pa-labra”. Fue tan real que pensé que mi hermanome estaba haciendo una broma. Me voteé es-perando verlo, pero él no estaba en la habita-ción. Lo escuché otra vez: “David, quiero queprediques mi Palabra”.

¿Era una voz audible? ¿Había habladopara que mis oídos pudieran escuchar o fue lavoz de Dios comunicándose con mi corazón ocon mi mente? Ciertamente supe que Dios ha-bló y que yo escuché. Fue el llamado de Dios ami vida.

Fue tan emocionante que salté de misrodillas y fui a contarle a mis padres. Cuandollegué a su habitación mis dos hermanas y mihermano menor estaban allí, así que no les dijenada sobre lo sucedido. De hecho, no le dije anadie sobre mi encuentro con Dios por un añoentero. El siguiente verano, durante un cam-pamento de jóvenes, al final de un servicio ves-pertino, testifiqué de que Dios me había lla-mado a predicar su Palabra. Anuncié que habíaaceptado el llamado de Dios para ser predica-dor.

El llamado de Dios fue tan real e impac-tante en mi vida que me guió a través de mi

Mi

Llamado alMINISTERIO

David W. Graves

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juventud. Empecé a prepararme a mí mismopara ser predicador. Estudié la Palabra de Diosy en la escuela tomé clases que me ayudaríancomo predicador. Dios me abrió la puerta paraque empezara a predicar cuando solamente te-nía 15 años. Mi superintendente de distrito, elDr. George Scutt, me dio la oportunidad de pre-dicar en iglesias pequeñas que estaban en tran-sición pastoral. Los pastores me llamaban yme invitaban a predicar mientras ellos estabande vacaciones. En la universidad formé partede un grupo de canto con el que celebrábamosavivamientos los fines de semana. Cantábamosy predicábamos. Estoy tan agradecido por laoportunidad que Dios me dio de predicar másde 300 veces antes de graduarme de la univer-sidad.

Como he hablado con otros ministros, mehe dado cuenta de que el llamado de Dios ocurrede varias maneras. Puede ser una experienciadramática como la mía o puede ser oído comoun quieto susurro. Puede suceder en un ins-tante o desarrollarse mientras crecemos en elentendimiento de la voluntad de Dios a travésdel tiempo. El llamado de Dios puede venircuando una persona es joven o más tarde en lavida. Sin embargo, Dios todavía llama a hom-bres, mujeres, jóvenes, señoritas, niños y niñaspara predicar y enseñar su Palabra. Su llamadoes personal, especial, sólo para usted. Ustedpasa a formar parte del grupo de esas personasescogidas.

David, el más joven de muchos herma-nos, estaba cuidando ovejas cuando fue convo-cado por Samuel. Abraham estaba atendiendosus propios negocios en Ur. Jeremías era unjoven tímido y renuente. Walter Earl Fluker

lo pone de esta manera:“A menudo Dios nos llama cuando esta-

mos realizando encargos, en ocupaciones de lavida diaria, o las tareas ingratas de la vida.Cuando menos lo esperamos somos llamados.Moisés escondido en el desierto de Madián,estaba realizando un encargo cuando un ar-busto empezó a arder y no se consumiría sinohasta que enfrentara al Faraón. Isaías estabaen algún lugar del templo desarrollando sustareas sacerdotales regulares, cuando los cielosbajaron y el Santo lo comisionó para ir al valle.Ezequiel, desarrollando sus tareas pastoralesen el exilio, fue transportado por un serviciodivino de limusina hacia un valle lleno de hue-sos secos. Amós estaba juntando el rebaño ycuidando los árboles de sicómoro, cuando oyóla voz y lo forzó a ir al valle.Andrés y Pedro es-taban pescando en el Mar de Galilea cuando elMaestro los llamó al valle”.

Si buscamos y escuchamos a Dios, Él re-vela su maravilloso plan para cada uno de nos-otros. Esté atento a lo que Dios lo esté llamandoa hacer por su Reino y para su gloria.Dios me llamó cuando tenía 11 años de edad yes todavía tan real ahora como lo fue en aquelentonces.

Cuando Dios nos llama a predicar o a en-señar, promete que nos capacitará, equipará ynos dará poder con su mensaje de amor, reden-ción, reconciliación, paz, santidad y esperan-za; el mensaje que todas las personas necesitanescuchar.

¡Qué asombroso privilegio es ser instru-mento de Dios! ¡Qué privilegio oír y responderal llamado de Dios!

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El Dr. James D. Hamilton, terapeuta profesional, discute lasposibilidades que para la edificacion de la iglesia conlleva elamplio ministerio “de consejería”. Son muchos quienes, enlas iglesias y fuera de ellas, sufren trastornos emotivos, asícomo situaciones especiales, tales como una amplia variedadde abusos que desembocan en problemas maritales, juvenilese infantiles.

El Ministerio delPastor ConsejeroPor: James D. Hamilton

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EL CUIDADOEL CUIDADOPASTORALPASTORAL

Formación espiritual de líderes en el pueblo de Dios:Algunos ejemplos del Antiguo Testamento

Víctor Riofrío

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EL CUIDADO PASTORAL Y LA FORMACIÓN ESPI-RITUAL DE LAS PERSONAS QUE ESTÁN EN EL MI-NISTERIO SON IMPORTANTES Y URGENTES.Ambas categorías (cuidado pastoral y forma-ción espiritual) parecieran describir realidadescontemporáneas y especializadas, pero tienenantecedentes que se ubican muy temprano enlas Escrituras. Reseñaremos algunos ejemplosmuy ilustrativos extraídos del Antiguo Testa-mento con el fin de derivar algunas pautas quepuedan ser úitles para nuestro tiempo y cir-cunstancia.

DIOS COMO PASTOR DE UNPUEBLO COMISIONADO

Sin duda la primera referencia a una actividadpastoral se refleja en la relación que Dios esta-blece con Israel, como pueblo llamado y comi-sionado por aquel. En el marco de esta relación,Dios aparece asumiendo el rol de líder y acom-pañante del pueblo de Israel. Esta doble rela-ción se encarna perfectamente en la figura del«pastor».

Israel estaba consciente de que Dios lo habíaescogido para que, por medio de él, “todas la fa-milias de la tierra sean benditas” (Génesis12:3). Sin embargo, el cumplimiento de esa pro-mesa implicó muchos desafíos. El pueblo esco-gido llegó a ser esclavo en Egipto por largotiempo. Entonces Dios liberó a Israel de la es-clavitud con grandes portentos, y lo constituyócomo un reino de sacerdotes y nación santa(Éxodo 19:5-6). El mismo acto del llamado yconstitución del pueblo en el éxodo es ya con-cebido en función de una terminología que pro-yecta la relación típica de un ambiente pastoril(Salmos 78:52).

Nunca se apartó de la mente y el corazón deDios que su pueblo escogido debía ser cuidadode manera especial y entrenado para que cum-pliera el «mandato cultural» (Génesis 12:3).Dios cuidaba a Israel con ternura, “como pastorapacentará su rebaño; en su brazo llevará loscorderos, y en su seno los llevará; pastorearásuavemente a las recién paridas” (Isaías 40:11).

Tristemente Israel le falló a Dios. Muy prontose olvidó de que era una nación escogida y co-misionada. Llegó el momento en que el reino sedividió y, por la desobediencia e idolatría delpueblo, casi fue exterminado. Lo que quedó deIsrael fue exiliado a Babilonia. Sin embargo,Dios continuó siendo el pastor de su pueblo. Lavuelta del exilio se describe como una nuevareu nión del pueblo disperso con su Pastor, yuna nueva opor tunidad para que Israel sea “luza las naciones” (Isaías 42:5-9; 49:1-26; Zacarías10:8-10; Miqueas 2:12; 4:6-7).

Es indudable el hecho de que Dios llamó a Is-rael para cumplir la tarea especial de llevar“bendición a todas las familias de la tierra”. Nosolo lo llamó y comisionó sino que, además,  locuidó pastoralmente y lo formó espiritualmenteequipándolo para el cumplimiento de esa comi-sión. El profeta Isaías nos presenta esta verdadde manera clara, profunda y conmovedora(Isaías 49:1-7).

Con base en estas referencias, podemos decirque Dios fue el primero en dar atención pasto-ral y formar espiritualmente a un pueblo comi-sionado. Lo acompañó todo el tiempo, sinperder la esperanza de que éste pudiera al finestar listo para cumplir esa comisión.

MOISÉS COMO PASTOR DE JOSUÉ

Al mismo tiempo que Dios pastoreó a un pueblocomisionado para una tarea de gran enverga-dura como “ser luz a las naciones”, tambiénpastoreó a Moisés para que cumpliera una co-misión enraizada en el gran propósito salvíficode Dios. Por otro lado, el primer personaje ade-más de Dios a quien el Antiguo Testamentoconfiere el título de «pastor», con el significadode guía, protector y cuidador del pueblo, esMoisés, y así se reconoce en Isaías 63:11,14:“(Dios) se acordó de los días antiguos, de Moi-sés, su siervo. ¿Dónde está el que los sacó delmar, el pastor de su rebaño?”. Y Josué sucedióa Moisés como pastor de Israel por expresa vo-luntad de Dios (Números 27:16-18).

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Josué, en la época del éxodo, era joven aun(Exodo 33:11). Pero, desde ese entonces, Diosya lo había llamado para acompañar a Moisésy para prepararlo como su sucesor, con unatarea clave en la vida de Israel: conquistar yposeer la tierra prometida. El sólo hecho de queMoisés lo eligiera como su ayudante personaly que le diera el mando de un destacamento delas tribus aun no organizadas para rechazar alos amalecitas (Exodo 17), indica que lo estabaacompañando, mientras se preparaba para ser-vir al Señor.

Pasaron varios años en los que Moisés acom-pañó pastoralmente a Josué y lo formó espiri-tualmente. Para el tiempo en que fuenombrado como sucesor de Moisés, Josué teníaprobablemente alrededor de 70 años. En estepunto, su formación había avanzado, fue cui-dado pastoralmente y era uno de los hombresmás fieles de la Biblia. Cumplió su misión demanera plena y nunca se apartó de Dios. Todoeso se debió, en primer lugar, a la obra de lagracia de Dios, pero también al acompaña-miento constante que Moisés realizó con él.

Uno de los versículos donde se percibe la fun-ción de pastor y de formador espiritual quecumplió Moisés ante Josué, dice: “Solamenteesfuérzate y sé muy valiente, para cuidar dehacer conforme a toda la ley que mi siervo Moi-sés te mandó; no te apartes de ella ni a diestrani a siniestra, para que seas prosperado entodas las cosas que emprendas” (Josué 1:7).

De lo anterior se deduce que Moisés tomó eltiempo necesario para el cuidado y la guía aJosué bajo los mandamientos de Jehová. El re-sultado fue sorprendente, porque lo que dice elversículo citado anteriormente, se cumplió:Josué fue prosperado en todo lo que emprendió.Gozó de una relación espiritual profunda conDios y aprendió a ser pastor como Moisés.

DAVID COMO PASTOR DE SALOMÓN

El que recibe más veces el título de «pastor» esel rey David. El salmo 78 describe tanto

sus orígenes pastoriles como el carácter pasto-ral de su reinado (vv. 70ss).

Aunque David, sin lugar a dudas, fue un ver-dadero pastor de Israel, pueblo que, como diji-mos antes, tenía la tarea de ser “luz a lasnaciones”, en esta sección deseamos resaltar elhecho del cuidado pastoral y la formación espi-ritual que desarrolló David para con su hijo Sa-lomón. Aquel había prometido a Betsabé queSalomón sería su sucesor (1 Reyes 1:13, 17), sinembargo, la sucesión no fue anunciada oficial-mente sino hasta después del intento de Ado-nías de proclamarse rey, por ser el mayor de loshijos sobrevivientes (2 Samuel 3:4; 1 R. 1:5-10,24-27). En respuesta a las instancias de Natány Betsabé, David intervino y mandó que Salo-món fuese ungido y reconocido en el trono (1Reyes 1:32-52). Salomón, una vez más, fue pro-clamado y ungido rey por David, formal y pú-blicamente, poco antes de la muerte de éste. Aestas alturas, Salomón tenía apenas 20 años (1Crónicas 28:1; 29:22; 1 Reyes 2:1-12; 3:7).David le dio instrucciones solemnes en cuantoa su trabajo como su sucesor y edificador delTemplo.

Dios fue el primero en pastorear a Salomón;pero David, su padre, lo cuidó de manera pas-toral y lo formó espiritualmente. Salomón es-taba preparándose para una gran tarea: Servira Dios, reinar sobre el pueblo y edificar el tem-plo. Mientras eso sucedía, su padre lo acom-pañó muy de cerca con su ejemplo, consejos ycuidado. La eficacia en el cumplimiento de lamisión que Salomón tenía por delante, sinlugar a dudas, podríamos decir que se debió alministerio pastoral de David.

Las repercusiones del trabajo de acompaña-miento de David con Salomón se notaron inme-diatamente cuando éste comenzó a reinar. Élno hubiese podido tener la osadía de pedir aDios sabiduría si David no le hubiera enseñadode esa manera  (1 Reyes 3:3-14).

Dios y Salomón reconocen el ministerio y lavida de David. El pasaje dice que Salomón amó

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a Dios, siguiendo en los estatutos de su padreDavid. El referente inmediato y seguro paraSalomón fue su padre. Aprendió de él a vivir enel temor de Dios y guardando sus mandamien-tos. Estuvo listo y preparado para reinar por-que su padre le cuidó en forma pastoral y loformó espiritualmente. Ese no fue un trabajode un día o dos, sino a lo largo de la vida.

Las cualidades espirituales que Salomón re-salta de su padre David, son dignas de mencio-nar. Señala que David anduvo delante de Diosen verdad, en justicia y con rectitud de co-razón. Esos atributos sin duda los tiene sola-mente alguien que es un pastor genuino y queestá en el centro dela voluntad de Dios.Salomón pudo repro-ducir lo que su padrele enseñó. El episo-dio de Salomón comojuez en el caso de lasdos mujeres con unhijo (1 Reyes 3:16-28), deja de ver cla-ramente que Dios lehabía otorgado sabi-duría; pero tambiénmuestra que pudocumplir un buen go-bierno, porque al-guien lo acompañóde cerca y lo pastoreó para que tuviera ese re-sultado.

Otro pasaje bíblico clave que nos permite apre-ciar el trabajo pastoral de David para con Sa-lomón, mientras éste se preparaba paragobernar y para edificar el templo de Dios, rezade la siguiente manera:

“...Y me ha dicho: Salomón tu hijo, él edificarámi casa y mis atrios; porque a éste he escogidopor hijo, y yo le seré a él por padre... Y tú, Salo-món, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, ysírvele con corazón perfecto y con ánimo volun-tario... Dijo además David a Salomón su hijo:

Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; notemas, ni desmayes, porque Jehová Dios, miDios, estará contigo; él no te dejará ni te desam-parará, hasta que acabes toda la obra para elservicio de la casa de Jehová... Asimismo da ami hijo Salomón corazón perfecto, para queguarde tus mandamientos, tus testimonios y tusestatutos, y para que haga todas las cosas, y teedifique la casa para la cual yo he hecho prepa-rativos... Y Jehová engrandeció en extremo aSalomón a ojos de todo Israel, y le dio tal gloriaen su reino, cual ningún rey la tuvo antes de élen Israel” (1 Crónicas 28:1—29:25).

David, hasta los últimos días de su vida, supopastorear a su hijodemanera extraordi-naria. Tuvo suficienteautoridad como paradecir a su hijo que“reconozca al Dios desu padre”. El Dios deDavid es como élmismo lo describe en1Crónicas 29: 10-18.La sola vida deDavid era suficientemotivación para queSalomón cumplierabien su reinado y latarea de edificar eltemplo. No podemos

ni siquiera sospechar que David no haya reali-zado un trabajo pastoral tan profundo con suhijo Salomón. Las palabras de los versículos ci-tados antes son tan claras y constituyen  sufi-ciente argumento para enfatizar en estaverdad.

Al final de sus días, Salomón se alejó de Diospor seguir a los dioses de sus mujeres. Fue muylamentable; sin embargo, podríamos decir quela influencia de su padre siempre fue positiva.Lo que Salomón hizo al final de su vida fue por-que se olvidó de los consejos de su padre Davidy en ese entonces no anduvo en los preceptosde Dios, tal como su padre le había ense-

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ñado. Pero, el impacto positivo de la vida de Sa-lomón, a excepción de la última parte de suvida, quedará perennizado para la posteridad.

Israel recibió el encargo de ser “luz a las nacio-nes”. Josué recibió la misión de guiar al pueblohacia la conquista y posesión de la tierra pro-metida. Salomón recibió la tarea de gobernar aIsrael en un tiempo crucial y de edificar el tem-plo en Jerusalén. En una u otra medida las ta-reas de estos protagonistas se cumplieron muybien. Josué conquistó y repartió la tierra de Ca-naán. Salomón gobernó con gran sabiduría aIsrael y terminó la construcción del majestuosotemplo para la adoración a Dios. Esto no hu-biera sido posible si Dios no hubiera cuidado yformado espiritualmente a Israel a través desu obra directa y la de sus caudillos. Tampocohubiera sido posible si Moisés no hubiera hecholo mismo y si, además, David no hubiera reali-zado un ministerio pastoral y de formación es-piritual tan certero con su hijo Salomón.

EN CONCLUSIÓN, los ejemplos que hemos rese-ñado panorámicamente, nos recuerdan que:

a) Dios convoca y comisiona a un pueblopara cumplir su propósito redentor;

b) El mismo Dios que convoca y comi-siona, también acompaña a su puebloen el trayecto signado por su propó-sito;

c) En el contexto de ese llamado, por elencargo y acompañamiento que Dioshace a su pueblo, deben construirse re-laciones interpersonales de pastoreo yformación espiritual entre los líderesde ese pueblo, de manera que la comi-sión sea cumplida y Dios sea honradoen su propósito reconciliador.

Las relaciones de cuidado pastoral y formaciónespiritual entre líderes del pueblo de Diosdeben estar marcadas, no solo por experienciasde instrucción formal, sino, sobre todo, por ladinámica del modelaje o ejemplo de vida queencarne los valores y estilos que demanda Diosque convoca, envía y acompaña a su pueblo.Estas son demandas muy pertinentes en el con-texto contemporáneo y haríamos bien en reto-marlas para beneficio de nuestro servicio alSeñor en el marco de los ministerios en los queestamos. 

PREGUNTAS PARA LAREFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO

¿En qué medida nuestra relación de cui-dado pastoral y formación espiritual a loslíderes que tenemos bajo nuestra responsa-bilidad debe reflejar nuestra comprensiónde Dios y su relación con el pueblo del pacto?

La relación de Moisés con Josué y la deDavid con Salomón, ¿desde qué punto devista pueden ser paradigmáticas o modelosde nuestra relación con los líderes que esta-mos formando en nuestros respectivos mi-nisterios?

¿Hay algunos desafíos actuales que necesi-tarían otros modelos mencionados en la Es-critura? ¿Cuáles son esos desafíos y cuálesserían esos modelos?

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“Me faltan palabras para expresar lo muchoque (la pensión de jubilación) significa paranosotros. Sin la ayuda de nuestra iglesia

no hubiéramos sobrevivido”.—Rdo. George Reader

NOS HEMOS GANADO LA CONFIANZA POR CASI UN SIGLO

NO OLVIDE VER (EN INGLÉS)

George H. D. Reader colocó su amado violínen el altar cuando se entregó por completo aDios, pero sigue tocándolo, incluso a la edadde 106 años. El Rdo, Reader sintió el llamadoa predicar en el verano de 1920. Junto con suesposa Gertrude ministraron en iglesias detodo el Medio Oeste por 50 años. La Sra, Re-ader falleció en 1999, pero al presente, alRdo. Reader se le ha reconocido como elpresbítero que más años ha ministrado en lahistoria de la Iglesia del Nazareno. El IllinoisDistrict lo distinguió con ese honor en 2012,en el 80o aniversario de su ordenación.

Casi 14,000 ministros nazarenos activos y ju-bilados y viudas reciben beneficios de jubila-ción, de seguro de vida e incapacidad, ade-más de varios otros beneficios, gracias a sufiel contribución al Fondo de Pensiones y Be-neficios.

A nombre de todos esos siervos de Cristo... —

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LAS

BENDICIONES

DE ABRAHAM:UN MODELO DE CUIDADO PASTORAL HISPANO

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Abraham, Isaac y Jacob y su relacióncomo padre, hijo y nieto. Su contexto bí-blico es bien conocido:

Primero, Dios prometió su bendi-ción a Abraham (Abram): “Haré de ti unanación grande, te bendeciré, engrandecerétu nombre y serás bendición. Bendeciréa los que te bendigan, y a los que te mal-digan maldeciré; y serán benditas en titodas las familias de la tierra»” (Génesis12:2-3).

Segundo, Dios extendió las ben-diciones dadas a Abraham, a su hijoIsaac: “Aquella noche se le apareció Je-hová y le dijo: «Yo soy el Dios de tu padreAbraham. No temas, porque yo estoy con-tigo. Te bendeciré, y multiplicaré tu des-cendencia por amor de Abraham, misiervo»” (Génesis 26:24).

Tercero, Isaac, como “personapuente”, extendió esa bendición abrahá-mica a su hijo Jacob: “Que el Dios omni-potente te bendiga, te haga fructificar yte multiplique hasta llegar a ser multitudde pueblos; que te dé la bendición deAbraham, y a tu descendencia contigo,para que heredes la tierra en que habitas,la que Dios dio a Abraham»” (Génesis28:3-4).

Las bendiciones de Abraham alcanzarona su hijo Isaac y a su nieto Jacob, e in-cluso a sus descendientes. Unió a tresgeneraciones y a sus descendientes. Fueuna bendición “trasgeneracional” quepresupuso fuertes lazos familiares his-tóricos y también los afirmó.

Cuando se aplica al cuidado pastoral dehispanos e hispanas el modelo de LasBendiciones de Abraham, se mantienesu característica trasgeneracional poruna buena razón. Las nuevas generacio-nes de hispanos e hispanas, aun cuandoson susceptibles de asimilar los diversosvalores de la cultura norteamericana do-

POR JUAN VÁZQUEZ-PLAómo proveer cuidado pastoral enuna cultura y etnicidad específi-cas, pero que a la vez funcionedentro del contexto de una iglesia

local? En el caso de una congregación oministerio hispano dentro de una congre-gación exclusiva, el modelo bien podríaser el de Las Bendiciones de Abra ham.1Este modelo se aprovecharía de la obrade Dios entre generaciones: concepto quedeberá ser relevante para la cultura la-tina. He aquí la estructura bíblica, cultu-ral y estratégica de este modelo de cuidadopastoral.

UNA BENDICIÓN PARA EL HIJO Y ELNIETO

El modelo de Las Bendiciones de Abrahamse encuentra en el contexto de los patriarcasdel Antiguo Testamento:

¿c

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minante, tienden a mantenerun fuerte sentido de “fami-lismo”, es decir, “orgullo fami-liar y solidaridad”, heredado desu cultura hispana.2 En esterenglón, los hispanos que ne-cesitan cuidado pastoral de se-guro se sienten alentadoscuando se les recuerda que,como en el caso de Abraham,Isaac y Jacob, Dios todavíahonra a la familia extendida ysu puente y unión generacio-nal. Al hispano individual o fa-milia se le dirá repetidamenteque a través de la unión y delpuente de la familia trasgene-racional, Dios puede interve-nir, incluso en proporcioneshistóricas, para bendecir acualquier miembro de la fami-lia que esté pasando por unacrisis física, moral o espiritual.

UNA BENDICIÓN PARA EX-TRANJEROS

En Génesis 12, la bendición delSeñor dada a Abraham es pre-cedida por esta orden: “Vete detu tierra, de tu parentela y dela casa de tu padre, a la tierraque te mostraré” (v. 1). En rea-lidad la bendición dada porDios a Abraham fue para un“extranjero” y sus descendien-tes (Génesis 23:4). Fue unabendición para una generaciónde inmigrantes y sus hijos ynietos nacidos en el extranjero.En este sentido, el modelo decuidado pastoral de Las Ben-diciones de Abraham aprove-chará al máximo la oportuni-dad de ministrar a aquellos quese perciben a ellos mismos, o

son percibidos por los demás,como extranjeros. Es un mo-delo que debería servir bien alos hispanos e hispanas dentrodel contexto norteamericano,incluyendo a la generación in-migrante. Estados Unidos si-gue siendo una tierra de inmi-grantes. Y desde el punto devista del cuidado pastoral,“Dios nos llama a respetar, pro-teger, ayudar, evangelizar, dis-cipular y amar a todos los inmi-grantes cercanos a noso tros”.3

La Iglesia del Nazareno deEstados Unidos tiene una largahistoria de servicio a la familiahispana inmigrante y sus des-cendientes, desde sus primeros

días en el suroeste de la nación.El cuidado pastoral por lo ge-neral se ha provisto a travésde iglesias establecidas y des-arrolladas entre los inmigran-tes de habla hispana en los ba-rrios. Como hemos observado,el modelo de Las Bendicionesde Abraham implica una con-tinuación de la gracia de Diosa través de Abraham, el ex-tranjero que nació en Ur de loscaldeos, a Isaac, quien nació enCanaán, y a Jacob, el nieto,también nacido en Canaán.Dios interactuó con las tres ge-neraciones, aun cuando cadauna por necesidad tuvo quedesarrollar su propia identidad

como habitantes de un nuevopaís. Como modelo de cuidadopastoral, fue un modelo cam-biante trasgeneracional.

Siguiendo esa naturalezatrasgeneracional de nuestromodelo, el cuidado pastoral his-pano por necesidad seráabierto y estará a la expecta-tiva respecto a la obra de Diosentre el pueblo hispano, tantoen la generación nacida en elextranjero como en las siemprecrecientes segunda, tercera ymás generaciones. En el casodel pueblo hispano de EstadosUnidos, se nos dice que para el2020, las generaciones segunday tercera serán cinco veces más

grandes que los inmi-grantes de la primera.4Es cierto que hay im-portantes diferenciasentre esas generacio-nes sobre idioma, edu-cación, ingresos econó-micos y matrimonios

interraciales.5 Sin embargo, losproveedores de cuidado pasto-ral serán de mucha ayuda parahispanos e hispanas a quienesenfocan su ministerio, si setiene en mente el cuadro tras-generacional más amplio y losministerios relacionados con lafamilia extendida continúanfortaleciéndose.

Es normalmente lógico quecada situación de cuidado pas-toral funcione bajo su propioestilo de ministerio. Las prio-ridades y necesidades tambiénquizá varíen de tiempo entiempo y de lugar en lugar.Pero si recordamos que el mo-delo de Las Bendiciones de

VETE DE TU TIERRA, DE TUPARENTELA Y DE LA CASADE TU PADRE, A LA TIERRAQUE TE MOSTRARÉ

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Abraham abarca el concepto dela bendición tanto para la ge-neración nacida en el extran-jero como para la nacida en sulugar de origen, una forma deimplementar este modelo entrelas generaciones hispanas encualquier iglesia local deberíaincluir ministerios como los si-guientes:6

Un refugio para los queno tienen casa, especial paramujeres inmigrantes con hijosnacidos en su lugar de origeno en el extranjero, que proveaun programa para después declases y un ambiente en el quetanto las madrescomo sus hijos oi-gan y sean testigosdel poder de Cristotransformador devidas.

Capacitar aparejas de inmi-grantes, padres ehijos nacidos o noen su lugar de ori-gen, para establecerprioridades, mejo-rar su comunica-ción y a hacer deci-siones como familiaque los lleve a la libertad fi-nanciera.

Jesús, al ejercer su au-toridad para extender su ben-dición del reino al centurión“extranjero” y a su familia enMateo 8, sugiere que su obrade sanidad en el hijo del cen-turión fue en verdad una“fiesta” de bendición trasgene-racional que se puede disfrutarincluso con “Abraham, Isaac yJacob en el reino de los cielos”

(v. 11). Aquí quizá tengamosuna promesa para nuestrosdías: el cuidado pastoral his-pano practicado bajo el modelode Las Bendiciones de Abra-ham (tender puentes y unir alas generaciones) debe llevarsea cabo siempre con las bendi-ciones de Jesús. Él dijo tam-bién que “Abraham, vuestropadre, se gozó de que había dever mi día; y lo vio y se gozó”(Juan 8:56).

UNA BENDICIÓN PROVE-NIENTE DE LOS EXTRAN-JEROS

Algunas tradiciones cristianasquizá tiendan a hacer del cui-dado pastoral un fin en símismo. La expectativa de quepueda convertirse en herra-mienta evangelística o misio-nal pueda que haga sentirseincómodos a algunos pastores.Pero en el caso del cuidado pas-toral en la tradición evangélica,el evangelismo, el discipulado,la fundación de iglesias, el des-arrollo de la iglesia y la obra

misionera (en casa y en el ex-tranjero) siempre han formadoparte integral de lo que hace-mos.

El modelo de ministerios decuidado pastoral de las Bendi-ciones de Abraham será inter-pretado como misional en na-turaleza. De acuerdo conGénesis 12, 17 y 18, las bendi-ciones trasgeneracionales queDios prometió a los patriarcasdel Antiguo Testamento eranpara ellos y por medio de ellospara otros: “¡Por medio de ti se-rán bendecidas todas las fami-lias de la tierra!” (12:1-3,

Nueva Versión In-ternacional). Y:“Habiendo de serAbraham una na-ción grande y fuertey habiendo de serbenditas en él todaslas naciones de latierra” (18:18). Eltenor del mensajebíblico deja enclaro que esas ben-diciones Abrahámi-cas incluirían laobra salvadora dehombres y mujeres

de todas partes independiente-mente de raza, etnicidad, cul-tura, idioma, género y clase so-cial (véase Romanos 11).

Específicamente en rela-ción con el pueblo hispano, elmodelo de cuidado pastoral deLas Bendiciones de Abrahamcontribuirá intencionalmente ala obra del desarrollo de la igle-sia alcanzando a otros más alláde su propio círculo. Visto deesta manera, el modelo pre-

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senta un potencial extraordi-nario para la iglesia norteame-ricana inclusiva en el siglo 21.

Una iglesia local o minis-terio hispano dentro de unaiglesia inclusiva que disfrutade sólida predicación pastoral,enseñanza, dirección y discipu-lado en combinación con unfuerte énfasis de compasión ensanidad, sustentando, diri-giendo y reconciliando a lagente unos con otros y conDios, deberá ser una iglesia oministerio saludable y cre-ciente.

Esperamos que la obra sal-vadora y santificadora de Diosen la vida de hispanos e hispa-nas será, en algún momento,un canal de esa bendición paralos demás. El modelo de LasBendiciones de Abraham entrehispanos e hispanas por nece-sidad se moverá externa e in-clusivamente sin tensión.

Sin el afán de ser imposi-tivo y solo a manera de ilus-tración, he aquí algunas guíasque podrán ayudar en el des-arrollo de la iglesia en generalcomo parte de un modelo his-pano de cuidado pastoral.

Será holístico, encami-nado a servir a la persona to-tal: cuerpo, mente, alma y es-píritu (¿Recuerda a JuanWesley en la Inglaterra del si-glo 18?).

Será intercultural a in-terlingüístico, en donde se em-pleará entusiasta y estratégica-mente español inglés, in glésespañol, y cualquier otra combi-nación de idiomas y patronesculturales prevalecientes en la

comunidad (¿Recuerda a Phi-neas F. Bresee y su obra inter-cultural en la ciudad de LosAngeles a finales del siglo 19?).

Étnicamente, será unministerio por hispanos o his-panas para hispanos o hispa-nas, pero inclusivamente, porlo general será de parte de loshispanos hacia los no hispanoso hispanas.

En una “sociedad raciali-zada”7 como la nuestra, los his-panos e hispanas, como pueblomestizo, pueden llegar a ser uncanal de bendición salvadora ysantificadora para los de otraetnicidad y cultura, al ser ca-pacitados para realizar tal obraen una atmósfera inclusiva deaceptación, receptiva y de ce-lebración.

El modelo de cuidado pas-toral de Las Bendiciones deAbraham ubicado en el con-texto de los patriarcas del An-tiguo Testamento, Abraham,Isaac y Jacob, será un modelolatino inmigrante, trasgenera-cional, de compasión y amiga-ble para todos los ministeriosde cuidado pastoral. Pero, so-bre todo, será un modelo dedesarrollo de la iglesia para lanueva iglesia inclusiva. El siglo21 debe ser el siglo de este tipode iglesia.8

NOTAS

1. Me siento en deuda por las ideasprincipales de este modelo de cuidadopastoral con Daniel A. Rodríguez en sulibro: A Future for the Latino Church:Models for Multilingual, Multigenera-tional Hispanic Congregations (un fu-turo para la iglesia latina: modelos paracongregaciones multilingües, y multige-

neracionales), 167-1792. Ibid, 173.3. “The Immigrant Among us” (el inmi-grante entre nosotros), por el Superin-tendente General Jerry D. Porter, enHoliness Today, mayo/junio 2012, tapainterior.4. The Rise of the Second Generation:Changing Patterns in Hispanic Popula-tion Growth (el surgimiento de la se-gunda generación), por Roberto Suro dePew Hispanic Center y Jeffrey S. Paselde Urban Insti¬tute, 4. http://hablamos-juntos.org/resources/pdf/PHC_Projec-tions_final_(October_2003).pdf. Acces-sado en octubre 25, 2012.5. Ibid, 8-9.6. Daniel A. Rodríguez, op. cit., 119-121,discute estos y otros ministerios de cui-dado pastoral como se implementan porla Iglesia New Life Covenant Ministries,de Chicago, por el pastor Wilfredo deJesús, página de internet: mynewlife.org. Bill Wiesman, editor deA Holy Purpose: Strategies for MakingChristlike Disciples —estrategias parahacer discípulos semejantes a Cristo—(Kansas City: Beacon Hill Press of Kan-sas City, 2011), subraya la Primera Igle-sia del Nazareno Hispana de OwingsMills, Maryland, cuyo pastor es WalterArgueta, quien está entusiasmado porsus “muchas actividades en la comuni-dad”, 176-182. 7. Para una explicación del concepto deuna “sociedad racializada”, véase la In-troducción del libro Divided by Faith:Evangelical Religion and the Problemof Race in America (divididos por fe: re-ligión evangélica y el problema de laraza en Estados Unidos), por MichaelO. Emerson y Christian Smith, 1ss.8. United by Faith: The Multiracial Con-gre¬gation as an Answer to the Problemof Race (unidos por fe: la congregaciónmultiracial como respuesta al prom-blema de la raza), por Curtiss Paul De-Young, et al. (New York: Oxford Uni-versity Press, 2003), 2. Véase tambiénel capítulo 8.

JUAN VÁZQUEZ-PLAes ministro ordenado de la Iglesia del Na-zareno y director de Sinergy Ministries,dedicado a promover la cooperación en eladelanto del cristianismo ().

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En sus primeros años, casicada episodio comenzaba con elreporte diario del sargento PhilEsterhaus, el recio pero amablesupervisor de turno interpre-tado por Michael Conrad. Fuefilmado con todo el realismo po-sible ante las cámaras, en el queel sargento advertía, aconse-jaba, y engatusaba a su pelotónpara enfrentarse a la dura rea-lidad de la ciudad en ese día.Después de pasar lista, el sar-gento despedía a sus oficialescon una simple encomienda quese hizo famosa y llegó a ser ellema de la serie televisiva: “Se-amos muy cuidadosos”.

Esa sencilla advertencia delsargento ofrece hoy un recorda-torio oportuno a pastores y suscongregaciones. Las expresionesde cuidado pueden ser profun-das y transformadoras de vidas.De seguro todos podemos recor-dar ejemplos de cuidado perso-nal que hemos recibido a travésde los años, tanto formal comoinformal. Independientementede haberlo recibido en momentosde crisis personales, en el aula,en el frente de batalla, o en la fa-milia o el matrimonio, esas for-mas de cuidado con frecuencia sedan bajo gran costo personal. Enocasiones, lo significativo delcuidado que se ofrece no cobramucha importancia para el quelo da, aunque para el que lo re-cibe puede ser profundo.

Desde la Zona Cero hasta unaula de escuela primaria, desdeAuschwitz hasta las playas deNormandía, o en el ala de onco-logía de un hospital, o en unasimple conversación saboreando

UNA REFLEXIÓN DECUIDADO PASTORAL

POR JAY RICHARD AKKERMAN

El programa de TV “Hill Street Blues”, de StevenBochco, fue uno de los más populares de la décadade los años 80. Esa serie policiaca semanal giraba

en torno de la vida de los habitantes de la zona aledaña aHill Street, supuestamente ubicada en un barrio popularde cualquier centro urbano norteamericano. Se distinguiópor su crudo realismo, ya que presentaba la labor de la po-licía tal y como suele suceder, con lo que cosechó ocho Pre-mios Emmy, además de 14 nominaciones de la Academyof Televisión Arts & Sciences cada año que el programa setrasmitió en una cadena de TV.

SeamosMuyCuidadosos

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una taza de café, todos esos es-cenarios pueden ofrecer inspi-ración que emana de la semillade una simple expresión decuidado de una persona a otra

Aunque es más fácilpara algunos pastores quepara otros, el cuidado pastorales un elemento esencial detoda labor ministerial. Lospastores ministran a sus con-gregaciones mediante conseje-ría, visitación, oración,desafío, aliento, camaradería,así como en el ciclo de naci-miento, sanidad y muerte. Senos presentan oportunidades deestructurar la gracia preve-niente de Dios para nuestrosfeligreses en medio de la crudarealidad de la vida diaria

Uno de mis mentoressolía decir: “El cuidado pasto-ral paga las cuentas”. Queríadecir que los ministros conbuenas destrezas pastoralesreconocen el valor de conocer,servir y vivir entre la gentebajo nuestro cuidado. Cuando

dejamos el pastorado de unaiglesia, la gente recordarámás por largo tiempo nuestrosejemplos de cuidado pastoral(o la falta de los mismos) quelo que dijimos en nuestros ser-mones. Al conocer más perso-nalmente a los miembros denuestras iglesias, los pastorespodemos establecer lazos deconfianza mutua, con lo que senos da la oportunidad singu-lar de penetrar en los altos ybajos, y sombras ocultas, delos que están bajo nuestro cui-dado. De esta manera los pas-tores pueden encontraroportunidades de dirigir enoración, corregir y dirigir asus feligreses hacia una rela-ción más profunda en el amorde Cristo.

Afortunadamente, la vidaen el pastorado ofrece ricasoportunidades de cuidado. Yasea regocijándose con una pa-reja joven por el nacimiento desu primer bebé en su primerahora de vida, hablando con un

padre soltero sobre una situa-ción difícil con su hijo, o visi-tando a una pareja que nuncaha asistido a una iglesia,aconsejando a un estudiantede preparatoria sobre sus op-ciones para después de la gra-duación, visitando a un jovenen la cárcel que necesita des-esperadamente un cambio derumbo en su vida, o ayudandoa una familia a expresarse co-rrectamente ante uno de susmiembros a punto de morir,los pastores tienen la oportu-nidad de singular de ser lasmanos y pies de Cristo en mu-chos de los momentos más sig-nificativos de la vida.

Entonces, ¿qué puedenaprender los pastores del re-porte del sargento en la dele-gación policiaca Hill Street?Me parece que la advertenciadel sargento Esterhaus se re-laciona con los pastores detres maneras por lo menos:

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En la universidad, en la clasede Nuevo Testamento Griego,solía usar un aparato mnemó-nico muy útil para recordar “elsubjuntivo hortatorio”; quizáusted usó el mismo aparatito.El subjuntivo hortatorio es unmodo gramatical que urge a losdemás a unirse en alguna ac-ción. En español sería parecidoal modo imperativo, que im-pele a una acción: “Vayamos,hagamos, etc.” Y se encuentraen muchos pasajes bíblicos.Por ejemplo, en Hebreos 12:1dice: “Corramos con pacienciala carrera que tenemos por de-lante”. Para ayudarme a recor-dar ese elemento gramatical,mentalmente lo asociaba conlas órdenes que recibía de mipadre o madre: “Hagamos esto,hagamos lo otro, etc.”

Recordemos: En el cuidadopastoral no se trata de actuaren aislamiento o soledad. Porsu naturaleza misma, el cui-dado pastoral es relacional, lohacemos en conjunto.

Algunos pastores luchancon este aspecto relacional delcuidado pastoral. Si no tene-mos confianza en nosotros mis-mos, por ejemplo, nos puedeimpedir que interactuemos sig-nificativamente con los demás.

Si este es su caso, comente sutemor con alguien y dé pasospara solucionar su situación.Por definición, el cuidado pas-toral requiere interacción y re-laciones. Los pastores debenconocer a sus líderes claves.Con frecuencia se les pide queatiendan a los que sufren. Con-suelan a los enfermos. Y apo-yan a los que padecennecesidades.

Además de la conexión di-recta para ayudar a suplir lasnecesidades de los feligreses,mi experiencia demuestra queel cuidado pastoral tambiénofrece grandes oportunidades

de mentoría. Desde muytemprano en mi ministerio,tuve el privilegio de contar conpastores dispuestos a llevarmeen sus visitas en hospitales oen casas. Todavía recuerdo losmomentos con esos pastoresmientras íbamos de lugar enlugar. Desafortunadamente,parece que hoy se ha perdido elarte de esos elementos esencia-les del pastorado. Si usted es

pastor con licencia de ministroen su iglesia local o miembrodel personal que se podría be-neficiar de capacitación de cui-dado pastoral más sólida, ledesafío a usar el subjuntivohortatorio con ellos diciendo:“Vayamos a visitar a fulano detal en el hospital”, o bien, voya hacer visitar, vayamos ellunes por la noche a visitar aalgunos miembros de nuestraiglesia”. El buen cuidado pas-toral se distingue por llamar ala acción fiel, tanto a feligresescomo a otros en el ministerio.

Practique su ministerio enel plural. Si solo practica el sin-gular en su cuidado pastoral,algo le está faltando. O másbien, alguien le está faltando—la gente misma a la quehemos sido llamados a servir através de nuestro cuidado ymentoría.

En nuestro diario hablar, confrecuencia formamos y usamosadjetivos agregándole un sufijoa un sustantivo. Por ejemplo,“exitoso”, “grandioso”, “bonda-doso”, entre muchos otros. Lapalabra “cuidadoso” significa:“1. adj. Solícito y diligente enejecutar con exactitud algo. 2.adj. Atento, vigilante” (Diccio-nario de la Real Academia Es-pañola).

SEAMOS MUY CUIDADOSOS:EL CUIDADO PASTORAL ESRELACIONAL

SEAMOS MUY CUIDADOSOS:EL CUIDADO PASTORAL ESHOLÍSTICO

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Con frecuencia se asocia elcuidado pastoral con la funciónde pastor de ovejas. Somos res-ponsables por la protección,desarrollo y sano crecimientode nuestras ovejas. Parte delritual de ordenación se ha to-mado de la exhortación de SanPablo en 2 Timoteo 4:5, endonde encarga a los ministrosjóvenes: “Sé sobrio en todo”, ocomo dicen otras versiones: “Séprudente en todas las circuns-tancias” (NVI), o “mantén lacalma en todo momento”(TLA), “mantener la menteclara en toda situación” (NTV).El verbo significa ser cuida-doso de ejercer autocontrol yequilibrio en todas las áreas desu ministerio. Es un llamado aser cuidadosos y atentos tantoen lo individual como en nues-tro ministerio más amplia-mente. Como pastores, se nosha dado la oportunidad singu-lar de expresar la plenitud delcuidado de Dios en la vida denuestros feligreses. Es decir,tenemos que ser “muy cuidado-sos” como pastores.

El buen cuidado pastoralcon frecuencia nos llama a lasólida reflexión teológica poradelantado en la situación quese avecina. ¿Qué tan profundoha explorado el problema delmal, por ejemplo? Es un temaesencial que con frecuenciasale a la superficie al trabajaruno entre la gente que sufre ypasa por situaciones de crisis.Saber lo que no debe uno decires tan importante como afinaruna buena respuesta en mo-mentos difíciles. Cuando se

sufre una tragedia y la vidapierde todo su sentido, estábien que los pastores reconoz-can esa cruda realidad en lapresencia de sus feligreses.

El ministerio silencioso denuestra presencia quizá seatodo lo que tengamos paraofrecer. De hecho, si trata unode sortear una crisis con pala-bras huecas muy pronto lonotan los oyentes. En esos mo-mentos, la respuesta más se-mejante a la de Cristo quepodamos ofrecer sería seguirsu ejemplo mismo, como en elcaso de María y Marta ante lamuerte de su hermano. ¿Quéhizo Jesús al unirse a las mu-jeres en camino al sepulcro desu hermano? Jesús fue suma-mente compasivo y cuidadoso,dice en Juan 11:35 que hastalloró.

El cuidado pastoral está orien-tado hacia afuera. Los pastoresdeben ir más allá de sus habi-lidades y problemas para serde eficacia en su cuidado de losdemás. Jesús nos ordena quevayamos a donde vive la gentee inspirar a otros a que se nosunan y vayan también.

Con frecuencia bromeo conmis estudiantes diciendo quemi estrategia evangelísticaconsiste en pedir prestada he-

rramienta a mis vecinos (¡y de-volverla!). Vivimos en una callecerrada, o cul-de-sac, junto afamilias distinguidas, todasellas en diversos niveles dedesarrollo de su fe. Mis vecinossaben cuál es mi profesión.Aun cuando no estamos deacuerdo en todo, a todos losconsidero como amigos, y creoque ellos de igual manera asíme consideran.

Durante los ocho años pa-sados, les debería mucho di-nero a mis vecinos si lespagara $10 por cada vez que hetocado a sus puertas para pe-dirles prestado un serruchoeléctrico, una carretilla, uncompresor de aire, o algunaotra herramienta. Aunquetengo la tendencia de aho-rrarme todo lo que pueda, meimpulsa otra poderosa razónpara pedirles prestada herra-

mienta: sencillamente, me daoportunidades de conectarmecon ellos personalmente.

Hoy por hoy, muchos vivi-mos en un mundo súper-pri-vado. Nuestras autopistasestán llenas de coches ocupa-dos por conductores solitarios.Construimos casas sin porchescon grandes patios traseros ro-deados de altas cercas. Fácil-mente conducimos el cochehasta el interior de la cochera

SEAMOS MUY CUIDADOSOS:EL CUIDADO PASTORAL ESMISIONAL

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activando las puertas por con-trol remoto, para evitar todainteracción con los vecinos.Nos hemos vuelto expertos enaislarnos por completo de losdemás.

Pero la gente tanto dentrocomo fuera de la esfera de in-fluencia de nuestra iglesia hasido diseñada para relaciones.No nos expresamos tal comosomos cuando nos aislamos delos demás y de Dios mismo. Senos ha encomendado la misiónde cuidar a los demás de modoque la gente reconozca esta im-portante verdad.

De esa manera mi “minis-terio de pedir prestada herra-mienta” me ha puesto encontacto con Paul, Jeannie,Ben, o Danny. Me ha dado laoportunidad de estableceramistades reales con Chuck,Cam, Sharon, y Olivia. Comoresultado de esas amistades,hemos podido charlar conmayor profundidad sobre lavida, e incluso sobre la fe. Al-gunos me han permitido orarcon ellos mientras buscábamosen la cochera. He tenido el pri-vilegio de ofrecerles cuidadomás plenamente y ayudarles aver cómo el amor de Dios estáalcanzándoles. Por ello sigo pi-diendo prestadas herramien-tas según las vaya necesitando—¡y tengo el cuidado de devol-verlas como todo buen vecinodebe hacerlo!

Como pastores, no im-porta si vivimos en un centrourbano o en un vecindario delos suburbios. Independiente-mente de que nuestras destre-

zas interpersonales sean natu-rales o adquiridas, el cuidadopastoral es una habilidad ydon que se puede cultivar ydesarrollar con el tiempo. Enrespuesta al llamado de Diospara todos, , hemos recibido laorden de cuidar plenamente,tanto a los de nuestro círculomás íntimo como a los queestán fuera del mismo.

Entonces, pastores...¡SEAMOSMUY CUIDADOSOS!

JAY RICHARD AKKERMAN es profesor de teología pastoral ydirector del programa teológicograduado de educación por in-ternet en la Northwest Naza-rene University, Nampa, Idaho.

LECTURA ADICIONAL:

Daniels, T. Scott. The First 100 Days:A Pastor’s Guide (Kansas City: BeaconHill Press of Kansas City, 2011).

Halter, Hugh and Matt Smay. TheTangible Kingdom: Creating Incarna-tional Community (San Francisco: Jos-sey-Bass, 2008).

Hansen, David. The Art of Pastoring:Ministry With¬out All the Answers(Downers Grove, IL: InterVar¬sity,1994).

Oden, Thomas C. Pastoral Theology:Essentials of Ministry (Grand Rapids:Zondervan, 1983).

Peterson, Eugene H. Five Smooth Sto-nes for Pasto¬ral Work (Grand Rapids:Eerdmans, 1980).

----. The Pastor: A Memoir (New York:HarperOne, 2011).

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Después de la “luna de miel”sigue toda una vida. Unavez que se desvanece la

emo ción de la boda y la recepción, yregresamos de la luna de miel, em-pezamos a formar una vida juntoscomo esposo y esposa. Todo el po-tencial maravilloso del matrimonio,“la relación más feliz y más santa dela vida”, como se dice a veces en laceremonia, se encuentra en el futuro.Queremos aprovecharlo al máximo,experimentar todo lo que significaser “uno”. De la misma manera, una vezque Dios nos ha perdonado y gozamosde la nueva relación con Él, prontodescubrimos que necesitamos apren-der mucho acerca de Dios, de nosotrosmismos y de la relación con Él. Haymucho que recorrer antes de experi-mentar la unidad profunda con Dios. Mi esposa y yo estuvimos com-prometidos durante un año y 10meses antes de casarnos. Permítamecontarle muestra historia. Llegué al campus de lapequeña universidad cristianasintiéndome hambriento deamor. La escuela preparatoriame había desilusionado encuan to a lo social, mayor-mente por la falta de oportu-nidades. Cuando meconsagré a Dios, decidí queme ca saría con una muchachaque compartiera mi compro-miso de seguir a Jesús.Desafortuna damente, en mipequeña iglesia no había mu-chas jóvenes. Salí con tres deellas. Después llegó a la iglesiaun nuevo pastor que tenía va-rias hijas. “Esta es la respuestade Dios”, pensé. En los cua-tros años que ministraron en

nuestra iglesia, salí con todas las hijas, perosin ningún resultado.

Así que, después de graduarme de la pre-paratoria, llegué a esa universidad en un trá-gico estado de privación que afectabaseriamente mi sentido común. Me sentíobligado a salir con cada muchacha que pa-recía tener el serio deseo de seguir a Jesús.Tres meses de esfuerzo agotador me deja-ron exhausto, con el corazón destrozado ydesilusionado. Incluso empecé a considerarque tal vez Dios me había llamado a perma-necer soltero.

Entonces conocí a Lavone. Rápi damentecomprendimos que éramos el uno para elotro. Com par tía mos los mismos intereses yprincipios. Dialogábamos hasta tarde en lanoche cubriendo los temas más importan-tes. Sentíamos una “conexión” especialentre nosotros.

No se imagina cuán difícil fue esperar22 meses para casarnos. Al fin llegó el 16de agosto de 1975, y dijimos: “Sí”. Ahoracuando trabajo con parejas que se preparanpara el matrimonio, siempre les digo: “Us-tedes no saben en qué se están metiendo”.

Hablo con honestidad, ba sado en miexperiencia. Lavone y yo tuvimos unnoviazgo, com promiso y boda maravi-llosos. Sabíamos que era la volun-tad Dios que uniéramos nuestrasvidas y hubo compromiso mutuode amor.Sin embargo, no nos tomó mu cho

tiempo descubrir que no sabíamosqué era vivir como “uno”. He aquíun breve resumen de las leccionesque aprendí respecto a mí mismo:• Descubrí cosas sobre mí

mismo que no había compartidocon Lavone, ¡porque ni siquiera yolas conocía! Me di cuenta decuánto me gustaba hacer todo a mimanera, así que era difícil vivirconmigo.

• Ofendía a Lavone sin propo-nérmelo. Con regularidad conti-

Cómoser“uno”conDiosPor David Kendall

La unidad sin amor esinconcebible. Dios esla fuente del amor.

Cristo es lademostración del

amor. Y aquellos queverdaderamente

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nuaba prácticas de mi vida de soltero...y sus lágrimas me decían cuánto dolorle causaban. • No me comunicaba muy bien.No tenía problemas para hablar, perosí para hacer la conexión con ella. Misoídos no funcionaban bien y a veces nifuncionaban. Al principio estos descubri-mien-tos me perturbaron. Nuestro matrimo-nio había sido voluntad de Dios o—por lo menos— así lo creía. Nosamábamos, pero podíamos maltratar-nos el uno al otro. El camino a la uni-dad realmente parecía largo. Ahorasabemos que así sucede en toda rela-ción, aún en nuestra relación con Dios.

COMENCEMOS UNARELACIÓN DE AMOR

La Biblia utiliza la imagen del no-viazgo y matrimonio para describircómo Dios se relaciona con no so tros ynos hace santos. Como vimos, Dios sepresenta como un pretendiente fiel quenos atrae y conquista para que seamossu esposa. En verdad, ese es el matri-monio de acuer do con la voluntad deDios. Por supuesto, no debemos lle-varmuy lejos esta figura. Dios de sea teneresa relación con nosotros y nos busca,pero no porque nos necesite. No estáhambriento ni necesitado de amorcomo lo estaba yo. Más bien nosotrosnecesitamos a Dios y fuimos creadospara Él. De igual manera, Dios no nosbusca porque nos encuentra atractivosy agradables tal como somos natural-mente. No, no hemos tratado bien aDios. En el menor de los casos, lohemos ignorado, pretendiendo que noexiste o que no es importante. De di-versas maneras nos hemos rebeladocontra Él tratando de vivir independien-temente, a nuestra ma ne ra. Como resul-tado, lo hemos ofendido.

Sabemos que esta figura no es per-fecta. Pero darnos cuenta de sus imper-fecciones sólo hace que nosmaravillemos más al ver que Dios es-coge relacionarse con nosotros como elnovio con la novia. A diferencia detodo romance que hayamos conocido,Dios desea tener relación con nosotrosy nos busca simplemente porque nosama y quiere ofrecernos lo mejor. Cuando comenzamos a entender loque Dios hizo en Cristo Jesús y cuántonos amó para hacer algo así, decimos:“Sí”. Nos comprometemos con Él. Asícomo Dios pide que seamos suyos,nosotros pedimos que Él sea nuestro.El pasado, con todas las barreras que

nos mantenían lejos de Dios, es elimi-nado. Al recibir el perdón divino, prin-cipia una relación que promete queseremos uno con Dios. En el camino a esa unión des-cu-brimos mucho acerca de nosotros, queantes no sabíamos. Nos damos cuentade que a veces nuestra manera de pen-sar, sentir y actuar aflige a Dios. Es di-fícil para nosotros comunicarnos conÉl. Nos gusta hablarle, pero nos cuestaescucharlo para estar a tono. Al creceren nuestra relación con Dios, todosestos descubrimientos nos dan la opor-tunidad de tomar una decisión.

CÓMO PROFUNDIZAR NUES-TRA RELACIÓN DE AMOR

Cuando entendemos más ple-na-mente lo que significa pertenecer aDios, debemos tomar una decisión:¿Seguiremos cultivado la relación deamor con Él? Puesto que es una rela-ción, debemos decidir que la continua-remos. Y, puesto que es una relación deamor, Dios no ejerce coerción ni nosfuerza a aceptarlo; no lo hace al prin-cipio ni más tarde. Nos invita a ser unocon Él. Por tanto, cuando nos damoscuenta de que en nuestra vida hay algoque no le agrada, tenemos que resol-verlo. Sólo nosotros podemos tomaresa decisión. Pero no lo hacemossolos. Dios con amor nos dirige y nosda el poder para profundizar la rela-ción que ha establecido con nosotros.Al seguir su dirección, llegamos a seruno con Él. A través de la Biblia en-contraremos varias explicaciones deesta decisión básica para obtener lamáxima bendición en la relación conDios y procurar la unidad con Él. Vea-mos tres de ellas.¿A QUIÉN SERVIRÁS?

Una vez que Jehová liberó mila-grosamente a los israelitas de la escla-vitud en Egipto, principiaron un nuevocapítulo en su relación con Dios.Cuando Él le dio a Moisés los DiezMandamientos, comprendieron mejorlo que significaría su nue-va vida y to-maron la decisión unánime de servir aDios. Por tanto, prometieron: “Hare-mos todo lo que Jehová ha dicho”(Éxodo 19:8). Por supuesto, la historiamuestra que no pudieron vivir a la al-tura de su posición como pueblo deDios. Al ver la forma en que Dios guió alos israelitas, tenemos un modelo decómo debemos procurar ser uno conDios a través de Jesús. Tarde o tem-prano surge una lucha de volun-

Hay mucho querecorrer antes deexperimentar la

unidadprofunda con

Dios.

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la nuestra contra la de Él. Quizá quieraque cambiemos de trabajo, o que mo-difiquemos nuestro estilo de vida paraservirle de alguna manera. O tal vezluchemos con el llamado a leer su Pa-labra, a dedicar más tiempo a la ora-ción, o separar tiem po para satisfacerlas nece-sidades de alguien que estácer ca de nosotros. Si queremos ser unocon Dios, tarde o temprano tendremosque decir como Jesús: “Pero no seacomo yo quiero, sino como tú” (Mateo26:39). Entonces terminará la lucha devoluntades y habrá una armonía másprofunda en nuestra relación con elSeñor.

¿A QUIÉN AMARÁS?

Jesús jamás perdió de vista elpunto principal: somos llamados atener una exclusiva relación de amorcon Dios: “Amarás al Señor tu Dioscon todo tu corazón, con toda tu al ma,con toda tu mente y con todas tus fuer-zas” (Marcos 12:30). Como en todarelación de verdadero amor, nuestraprimera preocupación será clarifi-car y expandir nuestro amor a Dios.La obediencia, las cosas específicasque hacemos o no hacemos, siem-pre deben fluir de nuestro amor aDios. Nuestra obediencia y nuestroservicio a Dios son realmente ma-neras de decir: “Te amo”.

Por ejemplo, Él nos ordena queoremos, que lo adoremos y que testifi-quemos. Nuestra obediencia a Diosdemanda que lo hagamos. Al orar,consultamos a nuestro Amado y le ex-presamos nuestro amor. Al adorarlo,apartamos tiempo de nuestro ocupadohorario para enfocarnos exclusiva-mente en Dios, porque nuestra rela-ción con Él es valiosa. Al testificar,damos a otros el amor de nuestra vida.

Al procurar ser uno con Dios, es-cogemos servirlo sobre todas lascosas. Sin embargo, nuestro servicio

jamás debe ser otra cosa sino amor enacción. Jesús no quiere reglas, sinoenofcarnos en el amor. Si no amamosa Dios con pasión, de nada valdrá lamás perfecta obediencia a las reglas.Si decidimos amar al Señor plena yapasionadamente, desearemos agra-darle, como lo hace con su ser amadotoda persona que ama apasionada-mente. Nunca se nos dificultará cum-plir reglas apropiadas de conducta.

¿DE QUIÉN SERÁS?

Al escribir a los cristianos deRoma, Pablo les dijo: “Os ruego porlas misericordias de Dios que pre-sentéis vuestros cuerpos como sacri-ficio vivo, santo, agradable a Dios,que es vuestro verdadero culto. Noos conforméis a este mundo, sinotransformaos por medio de la reno-vación de vuestro enten di mien to”(Romanos 12:1-2). La imagen delsacrificio nos lleva a pensar en alta-res. Eso pudiera parecer extraño enestos tiempos. Nos imaginamos al ta -res de piedra, quizá elaborados comolos que hemos visto en libros o vi-deos, y sacrificios sangrientos. ¿Quépodría estar más lejos de nuestra cul-tura contemporánea?

Sin embargo, nos engañamos alexagerar las diferencias entre nuestrostiem pos y los de Pablo. Tam bién te-

nemos altares y hacemos sacrificios.Su apariencia es diferente de la de los

modelos del siglo I, pero sonreales. La televisión, lascanchas deportivas, las com-putadoras, las casa, los bal-nearios, vacacionales y loslugares de trabajo calificancomo altares modernos. Re-presentan lu ga res u objetivosa los que nos sacrificamos,nos dedicamos o nos ofrece-mos. Algunas personasponen su vida en altares. Lo

hacen para encontrar sentido y satis-facción en la vida, así que, con un pe-queño ajuste para el contextomoder no, la imagen de sacrificio quePablo usa aún puede hablarnos conpoder. Por misericordia Dios no nos re-chazó cuan do no sotros lo rechazamos.Más bien envió a Jesús para mostrarnossu amor. Mediante su sacri ficio hemosrecibido una nueva vida en relación

Ahora cuando trabajo con parejasque se preparan para el matrimonio,siempre les digo: “Ustedes no sabenen qué se están metiendo”. Hablocon honestidad, basado en mi

experiencia.

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correcta con Él. Dios noslibró del poder del pecado ynos dio su Espíritu para quepudiéramos tener una vidaagradable ante Él. Si comparamos nues-tra relación con Dios conel matrimonio, en verdadeste es un matrimonioconforme a la voluntad di-vina. Por tanto, nos asegu-raremos de ser totalmentesuyos. No esconderemosnada; nos entregaremospor completo. Ese es elsacrificio que debemoshacer. Es un sacrificiovivo que pone a su dispo-sición todo lo que somos ytenemos: capacidades, po-tencial, cua lidades positivas y debilida-des. En la relación de amor ningúncompromiso a medias es válido. La en-trega a Dios tiene que ser total. Sólo así puede funcionar una rela-ción. ¿Se imagina un matrimonio en elque un cónyuge le diga al otro: “Te de-dicaré un día a la semana”? ¡Qué ab-surdo! ¿Qué opinaría si un cónyuge ledijera al otro: “Te dedicaré todos losdías excepto uno. Ese día haré lo queyo quiera”? Ni siquiera eso resultaría.Los cónyuges que se aman no ponenlímites en su compromiso. Lo dantodo.

LA UNIDAD CON DIOS Una vez que Dios nos acepta y nosperdona, iniciamos una maravillosa re-lación de amor. Sin embargo, cuandose desvanecen la gloria y el resplandorde “la luna de miel”, hay una vida pordelante. Tenemos que alcanzar el po-tencial pleno de la relación. Sólo launidad completa y la intimidad totalcon Dios podrán satisfacernos.

La intimidad requiere que conti-nuemos y profundicemos la relacióncon Dios. Él nos dirige, no sotros segui-mos y, en el camino, aprendemos loque significa nuestro amor por Dios. El 16 de agosto de 1975 no podríahaber amado más a mi esposa Lavone.De acuerdo con lo que sabíamos enton-ces, estábamos totalmente comprometi-dos el uno con el otro. No deseábamossólo un momento emocionante y tomarfotografías para mostrar a nuestrosamigos qué hermosa fue la boda. An-helábamos ser uno. Queríamos todo loque nuestro amor pudiera brindar.Así que, cuando me di cuenta de có -

mo era yo y en qué debía cambiar paramejorar nuestra relación, empecé a ha-cerlo. Ama ba a mi esposa y deseaba que ellame respondiera también con todo su amor.En el camino, nuestra relación cam bió

y se profundizó. Ahora nuestra entregamu tua parece ser plena y total de unamanera muy diferente de lo que erahace 25 años. No es un matrimonioperfecto y no hemos resuelto todos losproblemas de comunicación co mo qui-siéramos. Por cierto, a veces aún es po-sible que la hiera. Sin embargo, nuestra

relación es tan profunda,nuestro sometimiento mutuoes tan significativo y nos co-nocemos el uno al otro de talmanera que estamos conven-cidos de que somos uno.

Nuestra relación deamor con Dios a través de Je-sucristo sigue un recorrido si-milar. Cuando Él nos perdo nainiciamos una relación espe-cial y santa. Así como el Cre-ador se entre gócompletamente por noso tros,res pondemos entregándonostotalmente a Él. ¡Qué maravi-lloso amor principia entrenosotros! Sin embargo, comoen toda relación, debemosponer de nuestra parte para al -canzar todo el potencial de launidad y armonía plenas. Para

ello tenemos que escoger a Dios, su vo-luntad, su amor y su camino sobre todaslas cosas. Cuando lo hacemos, el Señornos lleva a la unidad profunda con Él.Entonces con Pablo decimos: “Para míel vivir es Cristo” (Filipenses 1:21).

—Tomado de ¿Santos?

A través de la Bibliaencontraremos

varias explicacionesde esta decisión

básica para obtenerla máxima

bendición en larelación con Dios yprocurar la unidad

con Él

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Por César Mauricio Durán

Recursos en internet...

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Introducción

Richard Osmer en su libro Teología Prác-tica: Una introducción está hablando deuna mala experiencia cuando él comenzabasu ministerio y tratar de implementar un pro-grama de escuela dominical (pp. 3-5). Si élhubiera sabido de la importancia de la Teolo-gía Práctica, no hubiera tenido ningún pro-blema ni errores en esos años. Este es un ma-ravilloso ejemplo de lo que pasa cuando nosabemos cuál es la importancia de la teologíapráctica. Los pastores, iglesias, comunidadesreligiosas y todos los involucrados en la reli-gión, todos nosotros estamos relacionados conla teología práctica de un modo u otro, que-riendo o no queriendo, porque la teología prác-tica está relacionada con todos los ministeriosadentro y fuera de la iglesia.

En este ensayo quiero hablar sobre la atenciónpastoral necesaria para ministrar a las vidasde aquellos que han perdido un bebé o un niño,y han esperado con ansiedad y amor, pero alfinal no reciben el bebé. Por lo tanto, vamos aaplicar la teología pastoral en una zona apa-rentemente fuera de la iglesia, pero relacio-nado con el cuidado pastoral. Este cuidadopastoral se da en todas partes requerido: igle-sias, hospitales, ejército, escuelas, fábricas, co-munidades, etc.

La idea en este escrito es aplicar un métodoenseñado por Debbie Creamer, Profesora delSeminario Iliff de Denver CO. Este métodocomienza con una preocupación teológica es-pecífica o determinada en forma de preguntao problema. Segundo, hay que describir lapráctica. Tercero, hay que hacer una refle-xión y análisis crítico sobre este problema.Cuarto, tenemos que ver qué recursos estándisponibles para nosotros y ver cómo podemosutilizarlos para resolver este problema. El úl-timo paso de este método consiste en haceruna conversación entre esta práctica y todos

los recursos disponibles y ver cómo po-

demos llegar a resoluciones prácticas o accio-nes para resolver este problema.

Preocupación teológica: La cuestión te-ológica y preocupación que he identificadoes sobre el dolor que he visto en muchaspersonas cuando han perdido a un ser que-rido, pariente, o amigo. Por mi posición comopastor, he tenido que estar cerca de muchaspersonas que han perdido a un familiar, pa-riente o amigo y sé que es una situaciónmuy triste e impactante que deja heridasque no sanan de la noche a la mañana. Lospastores, miembros de la iglesia, amigos,compañeros de trabajo y otras personas, to-dos nosotros, que estamos cerca de la genteque ha tenido la pérdida de su ser queridotodo ese tiempo del funeral, pero, que es loque ellos experimentan después del funeral?¿El sufrimiento de estas personas terminacon el funeral? ¿Por cuánto tiempo van car-gando ese luto y esa pena? ¿Qué tan largoserá ese tiempo de sufrimiento? ¿Hastacuándo termina ese sufrimiento?

En el tiempo que estuve trabajando en un hos-pital, muchas veces mire a madres llorandoporque perdieron sus bebés y experimentaronun gran sufrimiento. En ese tiempo, mi trabajocomo capellán era orar por la gente de allí,principalmente el cuidado espiritual de los pa-cientes de mi unidad designada, y llenar unformulario en papel para nuestras estadísticas,hablando de todas las personas a las que ser-vimos como capellanes y describiendo como ter-mino esa situación con el paciente. Después deeso, dejamos que la gente regrese a su casa ynunca más los volvemos a ver.

Tengo otra pregunta aquí: ¿El sufrimiento queellos tienen por la enfermedad y perdida de suser querido, ese sufrimiento desaparece cuandooramos por ellos? ¿Qué pasó cuando estas fa-milias o madres regresaron a sus hogares? ¿Sussufrimientos desaparecen o se quedan con ellos?¿Cumplí con mi trabajo cuando oré por ellos y

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los deje ir? ¿O es que ellos necesitan más ayuday apoyo, ahora que están en casa?

Cuando yo estaba pensando en la situaciónde estas mujeres y sus maridos que perdierona sus bebés, y en todo el sufrimiento y las lu-chas que tienen después de haber sido dadosde alta del hospital, yo pensé que estas situa-ciones aparentemente no son mi responsabi-lidad, pero la realidad es que ellos siguen su-friendo y como capellanes no estamos allí paraayudar a aliviar el dolor. Esta situación meabrió los ojos a otro mundo: El mundo del su-frimiento, el mundo de las personas que hantenido desgracias y necesitan más ayuda yconsuelo de lo que podí-amos imaginar. Inclu-sive esta situación tienemuchas implicacionesteológicas:

¿Como capellanes y en-cargados del cuidadopastoral terminamosnuestro trabajo cuandooramos por la gente enel hospital? ¿El dolor ysufrimiento de estagente termina cuandooramos por ellos? ¿Cuánto dura el período deluto y duelo en personas que han tenido lapérdida de un ser querido? ¿Como capellaneso consejeros, es nuestra responsabilidad elbrindar cuidado pastoral hasta la casa donde

viven? ¿Cómo cambia la vida de las personasque tienen este sufrimiento? ¿Cuándo terminael cuidado pastoral? Además, si pensamos enlos niños, ¿por qué las personas pierden susbebés? ¿Por qué mueren los niños? ¿Dónde estáDios en esos momentos?

La idea de este trabajo, mi pregunta teológicay la preocupación es hablar profundamentesobre el servicio de asistencia prestado a lospadres que han tenido un bebé nacido muertoo la muerte de un bebé recién nacido o un

aborto involuntario. Muchos hospitales tienenprogramas especiales para el cuidado de losbebés, pero ¿qué pasa con los padres que pier-den a sus bebés? ¿Les damos atención pasto-ral cuando se les ha dado de alta del hospital?¿Cuáles son sus necesidades? ¿Hay segui-mientos en sus necesidades cuando salen delhospital? Etc. La verdad es que estas perso-nas no reciben apoyo espiritual ni atencióncuando se han sido dados de alta del hospital.Hay muchas preguntas relacionadas con estasituación, pero el foco de mi preocupación te-ológica es acerca de la atención que los padresy las madres no han recibido después deabandonar el hospital.

Describir la situaciónproblemática actual:Recuerdo la época en queyo era capellán en el Hos-pital General Parklandde Dallas TX durante unaño, y todos los viernesyo era el único capellánen el hospital durante 8horas, entre las 3 de latarde hasta las 11 de lanoche. Al principio, muyseguramente por la emo-

ción de estar ahí en esa posición como capellán,yo pensaba que todo era bueno y que todo es-taba bien, porque yo disfrutaba de mi tiempoallí en el hospital. Después de unas semanas,comencé a ver todas las situaciones en el áreade recién nacidos. Cuando teníamos un reciénnacido, todo era felicidad, pero cuando perdía-mos a algún bebe, yo tenía que estar allí pormi responsabilidad como capellán y debía con-solar a los padres y orar por ellos

El trabajo era sencillo y cómodo, solo había queorar por ellos. Muchas veces mire el dolor deuna madre que al final de su embarazo lesnacía su bebé muerto, y en otras ocasiones,otras mamas perdían su bebé en un aborto in-voluntario.

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En este punto creo que es importante aclararque no estoy hablando del aborto voluntario.El aborto es un derecho legal que tienen lasmujeres a interrumpir su embarazo volunta-riamente, por el motivo que este sea. En esteescrito voy a hablar sobre el aborto espontáneoo aborto involuntario debido a que el enfoquede este trabajo se relaciona con el sufrimientoo el dolor de los padres que tuvieron un bebenacido muerto. A los bebés nacidos antes detiempo o bebés prematuros, también se lesllama embriones o fetos. Yo respeto la decisiónde la mujer o la decisión de la pareja, cuandoestos han decidido el practicar un aborto vo-luntario. Si ambos en la pareja, o la mujer, handecidido por el aborto volun-tario, es una decisión queellos están tomando, sin im-portar las razones que los lle-ven a tomar esta decisión, eneste momento ella o ellos es-tán decidiendo sobre elaborto. Sí, hay dolor en estasituación, pero no se puedecomparar con el dolor y el su-frimiento de una mujer o delos padres que están espe-rando ansiosamente la lle-gada de su bebé, y este nollega! Por eso voy a hablarsólo sobre el aborto espontá-neo, también llamado aborto involuntario.

Reflexión y análisis crítico sobre este pro-blema: Hablando de mi experiencia como ca-pellán en el Hospital General Parkland en Da-llas TX, un hospital inmenso, siempre alservicio de la comunidad por la cantidad degente que ahí llega. Cada hospital tiene un lu-gar importante en cada ciudad, porque las per-sonas que necesitan ayuda médica llegan a es-tos lugares con desesperación buscando ayudaen medio de su crisis o enfermedad. Vi quenunca en un hospital se puede dormir, porquesiempre hay movimiento en cada área las vein-ticuatro horas del día. Los médicos y las enfer-

meras están muy involucrados en sus respon-sabilidades y hay mucha gente en el hospital,incluidos los pacientes y sus familias. Además,gran parte del tiempo no hay contacto entrelos médicos y las enfermeras con los pacienteso sus familias. La razón es porque el capellántiene una gran responsabilidad ya que está enmedio, entre los trabajadores médicos y los pa-cientes, incluidos, sus familiares.

La mayoría de los hospitales en los EstadosUnidos, y algunos pocos hospitales en México,cuentan con un Departamento de Atención Pas-toral, o Unidad de Cuidado Pastoral u oficinade capellanía, y a través de esta oficina se ofrece

cuidado pastoral o apoyo espi-ritual a todos los pacientes ysus familias. Además, hay unacapilla, que es un lugar similara un templo, santuario o cate-dral, un lugar espiritual,donde la gente puede ir con de-seo de pasar tiempo orando omeditando o en presencia deDios o con ellos mismos, medi-tando. Los pacientes regular-mente no pueden ir a estos lu-gares, pero los capellanesestán ahí en hospital precisa-mente para visitarlos y darlesel cuidado espiritual que ellos

necesitan. Caso contrario con los parientes, fa-miliares o amigos, ellos tienen la libertad de iry buscar el apoyo espiritual que necesitan enesos momentos, y la capilla está disponible paraellos.

Los capellanes son los que realizan el cuidadoespiritual en el hospital. Ellos brindan el apoyoespiritual y apoyo que los pacientes y sus fa-milias necesitan. Sin duda, los capellanes tie-nen una gran responsabilidad en la curaciónde las personas, porque en su trabajo se unenlas áreas de lo espiritual y la salud física delos pacientes. Esta área se encuentra bajo lateología práctica y la gente con una rica espiri-

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tualidad lo desarrolla. No importa cual tradi-ción religiosa o denominación, siempre habrágente en los hospitales que requieren apoyo es-piritual. Diferentes creencias y tradiciones re-ligiosas están presentes en la vida de un hos-pital y los capellanes tienen la responsabilidadde atender a cada persona de acuerdo a susnecesidades respetando su religión y prácticasespirituales. Esto nos habla de la apertura depensamiento, madurez, conocimiento y creci-miento espiritual de cada uno de los capellanes.Para algunos, piensan que debí de haber in-cluido la palabra cristiano o cristianismo, o algorelacionado con esto; pero la realidad no la in-cluí porque en Estados Unidos hay capellanesde todas las religiones y denominaciones posi-bles. Es de esta maneraporque cada paciente en unhospital tiene un trasfondoreligioso diferente. Esta esla diversidad que se viveen nuestros vecinos delNorte.

La muerte de bebés o depersonas es algo que norespeta las tradiciones re-ligiosas, ni la edad de lagente, ni el color de la pielo sus idiomas. La muertede los bebés es una cruelrealidad en todos los hospitales, y por conse-cuencia, hay muchas madres y padres que su-fren por ello. Hay muchas implicaciones teoló-gicas de la muerte de los bebés, ya que un bebésignifica la felicidad y la esperanza de una ma-dre o de una pareja. Los padres, madres y es-posos están esperando ansiosamente la llegadadel bebé, y en esta situación el bebé no llegaporque huboproblemas inesperados, y resultaron con lamuerte de un bebe. Cada religión o denomina-ción tiene sus propias ideas sobre el porquéDios permite la muerte de los bebes; mi interésno es hablar sobre este tema (¡En si es un temapara otro escrito!), sino de la realidad, la muerte

de estos bebes que ocasionan sufrimiento a lasvidas de las madres o padres.

El embarazo puede ser un momento difícil paramuchas mujeres o parejas, pero lo peor vienecuando pierden su bebé. Muchas veces hay pro-blemas desde el primer mes, otras veces losproblemas llegan al final de la gestación, y am-bos de los casos se pierden los bebés antes denacer o cuando nace. Esto es una tragedia paralos padres, sobre todo para las madres. Despuésde la muerte del bebé, los padres o madres tie-nen que pasar un corto tiempo en el hospital ypreparar el funeral de su bebé. En estas cir-cunstancias el hospital se convierte en una delas peores experiencias en sus vidas. Aquí es

cuando los capellanes tie-nen que estar presentes ydar la ayuda y el apoyo ne-cesarios para esa situación.Los padres que han perdidoun hijo inesperadamentenecesitan atención pastoralimportante para ayudar amitigar el dolor y sufri-miento en su tiempo deluto.

Identificación y utiliza-ción de recursos: Ahoraes importante mencionar

algunos de los recursos disponibles para el aná-lisis, el estudio y las soluciones necesarias aesta necesidad. Aunque estemos hablando dela teología práctica, o de la aplicación de méto-dos en el análisis de un problema, lo más im-portante es la problemática descrita porque ahíes donde hay vidas que están pasando por eldolor y sufrimiento. Hay muchos tipos de re-cursos disponibles: recursos humanos, instala-ciones, programas, recursos espirituales o reli-giosas, incluso recursos de tipo financiero, etc.Sin embargo, quiero centrar mi atención sóloen los siguientes recursos disponibles para elanálisis de esta problemática: Hospitales, de-partamentos de cuidado pastoral, capellanes,

En los hospitales suce-den muchas cosas. Mu-cha gente llega allí concrisis, enfermedades,problemas de salud, oaccidentes, y con ellasllegan los familiares,parientes o amigos

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familias y parientes, iglesias, grupos de apoyo,lugares sagrados y sus líderes.

En los hospitales suceden muchas cosas. Muchagente llega allí con crisis, enfermedades, pro-blemas de salud, o accidentes, y con ellas lleganlos familiares, parientes o amigos a acompa-ñarlos en esos momentos. Sí, los hospitales es-tán cumpliendo con las necesidades médicasde todos los pacientes, pero también están ha-ciendo más cosas. No podemos generalizar, perola mayoría de los hospitales cuentan con unaoficina de ayuda financiera para apoyar a quie-nes tienen menos recursos disponibles, tienentraductores, trabajadores sociales, apoyo yayuda espe-cial con lasenfermerasy otras per-s o n a s .T a m b i é nhay progra-mas espe-ciales en di-f e r e n t e sáreas, ym u c h o shospitalestienen unaunidad, ofi-cina o de-partamentode Pastoral o Capellanía. Esto demuestra quelos hospitales no están sólo interesados en elárea médica, sino que también están interesa-dos en la curación total de los pacientes. Esdecir, se mira la salud de los pacientes de unamanera integral.

Muchos hospitales tienen una unidad de cui-dado Pastoral con muchos capellanes o perso-nas a cargo, gente con una rica espiritualidady de diferentes tradiciones religiosas. Todos es-tos capellanes o consejeros, o pastores, etc. es-tán dispuestos a dar el apoyo pastoral y aten-ción espiritual a todas las personas en el

interior del hospital. Los capellanes tienen laresponsabilidad de visitar a la gente de cadaunidad, o área, o piso y ver cuáles son las nece-sidades de la gente; también, los capellanes es-tán ahí para ayudar y apoyar a las personasen sus necesidades espirituales. Muchas de es-tas personas van a morir, y antes de morir serequerirá una gran cantidad de atención yapoyo, así como a sus familias, que sufren juntocon sus enfermos. No importa lo que está pa-sando con la gente, los capellanes están allí por-que son un recurso ofrecido por los hospitales.

Muchos hospitales operan un programa espe-cial llamado Hospicio, donde se ofrece una aten-

ción espe-cializada alas perso-nas que es-tán mu-riendo oque estánsin espe-ranza, oque hansido des-ahuciadospor la cien-cia médicay los médi-cos. Los pa-cientes en

esta unidad pasan sus últimos días de su vidallenos de cuidados y atenciones en esa unidadde hospicio o en el área de cuidados intensivos.Sin duda, estas personas están muriendo y ne-cesitan cuidados especiales, ellos y sus familiasnecesitan ayuda y apoyo. Los hospitales a tra-vés de este programa ofrecen atención a los pa-cientes y sus familias de diferentes maneras.Hay muchos hospitales que ofrecen el cuidadopastoral, incluso cuando el paciente regresa acasa. Bajo este programa, las enfermeras y ca-pellanes van a las casas de estos pacientes yles dan la atención y el apoyo espiritual quenecesitan. Esta es una de las ventajas de estar

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dentro de este programa, que quienes están, re-ciben apoyo espiritual en medio de su dolor ysufrimiento, en el hospital o en sus hogares.

La familia de un paciente, ya sea familia cercanao familiares lejanos, incluso los amigos íntimos ypersonales del paciente, en otras palabras, todasesas personas alrededor del paciente, son otro delos recursos disponibles en este caso. Estas per-sonas están con sus pacientes todo el tiempo den-tro del hospital para darles ayuda y apoyo y acom-pañarlos en sus últimos momentos.

En el libro de Esteban Montilla y Medina Fer-ney, Cuidado Pas-toral y Consejeríacon los Latinos/as:Cuidado Pastoralcreativo (aunqueestá enfocado a loslatinos), tiene mu-chas ideas que sepodrían aplicar enel cuidado pastorala todo el mundo quenos rodea, no im-porta la raza o colorde la piel o elidioma. Montilladice que la familia,los parientes, losamigos, la gente dela comunidad en torno a la atención de asilo o elpaciente, cada uno de ellos es un agente de cura-ción (p. 43). Este punto es importante porque lafamilia y la comunidad son importantes en la re-cuperación de las personas que han sufrido unapérdida y se encuentran en un momento de duelo.

Las iglesias y las comunidades religiosas sonotro recurso. Los llamamos iglesias, congrega-ciones, grupos de fe, santuario, templos, capillas,etc., aunque los llamamos de muchas maneras,estos lugares sagrados son llamados a ser luzpara toda la gente que está sufriendo. Las ma-dres y los padres que han perdido un bebé nece-

sitan el apoyo espiritual de sus propias congre-gaciones. Cada iglesia tiene diferentes progra-mas de acuerdo a sus propias necesidades y elenfoque de ministerio. En estas comunidadestambién tenemos líderes: pastores, sacerdotes,predicadores, etc. todos ellos son líderes religio-sos y tienen la capacidad para dar asesoramientoo consejería. También hay consejeros profesio-nales y otros recursos en la comunidad dondelas iglesias son, por ejemplo: psicólogos, traba-jadores sociales, los programas de la comunidad,grupos de apoyo, etc.

Conversación entre la problemática teoló-gica y los recur-sos disponibles:Creo que tenemosque unificar todoslos recursos dispo-nibles y trabajarjuntos en el cui-dado pastoral y elapoyo necesariopara las madres ypadres que hanperdido a sus be-bés. Cuando ustedha tenido una ex-periencia traumá-tica en un hospitalo la pérdida de al-guien, segura-

mente usted va a necesitar mucho tiempo parala recuperación. Christine Longaker en su libroFacing Death and Finding Hope: Una guíapara el cuidado emocional y espiritual delos moribundos (título en Ingles) nos muestransu experiencia después de que murió su esposo,como el más difícil período de su vida (p. 12).Entonces, ¿Podríamos imaginarnos el dolor deuna madre que ha perdido a su bebé? Hospitales,Unidades de cuidado pastoral, capellanes, igle-sias, líderes religiosos, la familia y la comunidad,cada uno de ellos tiene un papel importante enla recuperación de aquellos que han perdido asus bebés.

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Carrie Doehring en su libro La Práctica dela Atención Pastoral: Un enfoque posmo-derno, ella menciona que como capellanes oconsejeros tenemos que interpretar las señalesemocionales o estados de ánimo de la personaque esta necesita el cuidado pastoral (p.39).Estepunto es importante cuando se trabaja comocapellán en un hospital. Si una madre perdió asu bebé, hay que ver cómo está su estado emo-cional y si necesita más ayuda Sí ella va a ir acasa porque el hospital ya le dio su salida, peroella no está bien internamente o psicológica-mente, ¡entonces ella necesita ayuda!

Ese es unode los puntosque debemosv e r i f i c a rcomo cape-llanes o con-sejeros y vercómo pode-mos propor-cionar laayuda queesta personanecesita.Do-ehring tam-bién hablade una eva-luación psi-cológica quetenemos quehacer para que podamos encontrar el tipo depérdida o área dañada y la fase del duelo (p.71) que está experimentando o magnitud deldolor o sufrimiento. Entonces tenemos que ha-cer un plan de atención o el cuidado pastoralrequerido (p. 133). En este plan, las madres olos padres necesitan más entrevistas, consultas,reuniones, o visitas, inclusive después de estasmujeres dejan el hospital. Por lo tanto, tenemosque encontrar formas de ayudarles en sutiempo de luto y puedan mitigar lo más prontoposible ese dolor y sufrimiento ante la pérdidade sus bebes.

Rebecca M. Radillo en su libro Cuidado Pas-toral: Contextual y Global, habla sobre elsignificado del cuidado pastoral desarrolladopor los pastores y capellanes, la función de losconsejeros y capellanes, y charlas sobre el cui-dado pastoral en tiempos de crisis (p. 83). Estostemas son importantes en el desarrollo y la re-cuperación de estas mujeres y de los padresque han perdido a sus bebés. Cuando entranen una época de crisis, van a necesitar la ayuday la perspectiva de un profesional en el áreade asesoramiento.

Es bueno sa-ber que loshospi ta lesestán dis-puestos aayudar aaquellos quehan perdidoa alguien,pero es nece-sario haceraún más.Luz M. Ri-vera Mi-randa en sulibro Cape-llanía Ins-titucional:Noc i on e sbásicas de

Capellanía, habla de la importancia de uncapellán en el programa de hospicio, no sólocon paciencia que se requiere con el paciente,sino también con la familia (p. 104). Necesita-mos que los hospitales ofrezcan más programashacia afuera, con la gente que ya está en sushogares o en sus casas y que están sufriendo.

El programa de hospicio es maravilloso y nospodría ayudar a crear programas especialespara las madres y padres que han perdido asus bebés. Estos padres o madres reciben apoyosólo en el hospital.

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La responsabilidad de los capellanes adentrode los hospitales es el ir a visitar dentro delhospital a estas madres que perdieron a susbebes, en su visita oran por ellas y entonces,esta gente sale del hospital a sus casas, y yano reciben ningún tipo de apoyo espiritual opastoral porque ya no están en los hospitales.Esta es la gran diferencia entre estas personasque perdieron a sus bebés y las personas enlas unidades de cuidados paliativos de los hos-pitales o que están dentro de los programas dehospicio. Los pacientes bajo este programa dehospicio y sus familias pueden tener cuidadopastoral en sus hogares, pero las personas queperdieron a sus bebés y que acaban de salir delhospital y se han ido a sus casas, ya no recibenel mismo apoyo, y nadie se vuelve a acordar deellos ni de su dolor y sufrimiento! Sufrimientoy el dolor que se prolonga durante muchotiempo y que no le estamos dando importanciapor el hecho de estar afuera del hospital!

Las familias, parientes y amigos son recursosimportantes para la recuperación de estas ma-dres y padres, pero todas estas personas nece-sitan saber cómo pueden ayudar. Algo que loscapellanes hacer bajo el programa de hospicioes capacitar a todas las personas alrededor delpaciente, cuando están en casa, para que todosellos sepan cómo pueden ayudar en ese entornofuera del hospital. Este es un ejemplo de unade las cosas que se necesitan para estos padresy madres que han perdido a sus bebés. Ellosnecesitan un ambiente cálido donde todo elmundo alrededor de ellos ayude en la recupe-ración y haga que pronto ellos participen enlas cosas de la vida cotidiana, con el resto de lafamilia, hijos, parientes, vecinos y amigos. Mu-chas veces sólo se tiene que acompañar a laspersonas en luto la mayor parte del día y nodejar que éstas se llenen de ansiedad y depre-sión; y esto es muy difícil de realizar pero a lavez es muy importante. Julie Yarbrough lo dijoen su libro Más allá del Corazón Roto: Unviaje a través del dolor, y confirma esto di-ciendo que estas personas que han perdido un

ser querido muy seguido muestran rechazo,frustración y aislamiento (p. 42).

En el libro Teología Práctica: Una Intro-ducción de Richard R. Osmer, encontré unacita que me llamó la atención: “El cuidado pas-toral, por tanto, va más allá de la tarea de cu-ración, o de sostener y guiar a las personas ensu necesidad ... Por el contrario, se preocupade la red de relaciones y sistemas que crean elsufrimiento, realiza esto a través de los minis-terios de apoyo compasivo, ayudando a la gentea vencer el sufrimiento, y se enfoca al cuidadototal de la persona y la liberación total de sussufrimientos”(p. 16). Si creemos esto, entoncestenemos que hacer más que lo que hemos he-cho. Creo que los hospitales, los capellanes, losconsejeros, psicólogos y los sistemas médicostienen que hacer más de lo han estado ha-ciendo. Estas madres y parejas que han perdidoa sus bebes necesitan más ayuda, las personasrequieren más atención y cuidado pastoral, ytodos los que estamos alrededor de ellos tene-mos que estar preparados para hacerlo.

Como soluciones a la problemática teológicapresentada en este escrito tengo dos propues-tas o sugerencias. Digo sugerencias porqueen este momento no estoy involucrado en la ca-pellanía, y por lo mismo está fuera de mi al-cance, pero hago esta propuesta porque conozcoesta área.

La primera propuesta: la designación de uncapellán para visitar los hogares, hacer segui-miento a las familias y ministrarles en sus pro-pios hogares a las personas o persona que tie-nen la pérdida o muerte de algún familiardespués de haber estado en algún hospital. Eneste punto, estoy incluyendo a las mujeres ypadres que perdieron a sus bebés, de esta ma-nera ellos podrían recibir el apoyo espiritual ypastoral que necesitan y que no están reci-biendo en estos momentos en sus hogares. Ob-viamente, esto requiere ciertos arreglos y aña-dir más responsabilidades a los capellanes. Si

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esta aplicación fuera posible, estas mujeres ypadres tendrían un mayor apoyo y ayuda en laforma que están superando la muerte de susbebes. Además, también recibirían más rápidoese alivio de su dolor y sufrimiento.

La segunda propuesta:los capellanes en elmomento en que están orando por la mujer opor los padres, podrían pedir alguna informa-ción acerca de la vida religiosa, a la iglesia quepertenecen,(si es que pertenecen a alguna) decuál religión son, o de qué denominación, etc.Por lo tanto, cuando la mujer que perdió a subebé salga del hospital, la oficina o departa-mento de cuidado pastoral del hospital podríanllamar al pastor, sacerdote o líder religioso dela iglesia donde pertenecen o a algún líder re-ligioso de esa denominación si es que no se con-gregan en ningún lugar, y darles la informaciónde la mujer o de los padres, y estos líderes reli-giosos podrían dar el seguimiento, atendiendoa su propia gente en el peor momento que estaspersonas están pasando. Esto definitivamentetambién ayudaría al crecimiento de estas con-gregaciones.

Creo que estas problemática que viven estasmujeres y padres que han tenido la pérdida omuerte involuntaria de sus hijos tendrían másherramientas y opciones que les ayuden a su-perar esta etapa de dolor y sufrimiento, si tansolo recibieran ese cuidado pastoral despuésde haber salido del hospital. La pérdida de unhijo es irreparable y el proceso de recuperaciónes largo; incluso para muchos de ellos la vidanunca vuelve a ser la misma. Gracias a Diosque hay más recursos disponibles y en mediode todo eso vemos como Dios sana estos cora-zones a través de personas que toman con res-ponsabilidad ese cuidado pastoral ya sea dentrode una iglesia o como los capellanes dentro dealgún hospital u otro lugar donde hay gentecon necesidad de un toque de Dios. Dios nosayude en este ministerio!

Bibliografía:

· Doehring, Carrie. La Práctica de la AtenciónPastoral: Un enfoque posmoderno. Louisville,Kentucky: Westminster John Knox Press, 2006.

· Longaker, Christine frente a la muerte y en-contrar esperanza: Una guía para el cuidadoemocional y espiritual de los moribundos. Lon-dres: Cox y Wyman, 1997.

· Montilla, Esteban Medina y Ferney. CuidadoPastoral y Consejería con los latinos/as: Cui-dado Pastoral Creativo. Minneapolis: FortressPress, 2006.

· Osmer, Richard R. Teología Práctica: Unaintroducción. Grand Rapids, Michigan: Eerd-mans, 2008.

· Radillo, Rebeca M. Cuidado Pastoral: Inte-gral y contextual. Grand Rapids, Michigan: Li-bros Desafío del 2007

· Rivera Miranda, Luz M. Capellanía Institu-cional: Nociones básicas de la capellanía. SerieMinisterio. Nashville: Abingdon Press, 2010.

Yarbrough, Julie. Más allá del corazón roto:Un viaje a través del dolor.Nashville: AbingdonPress, 2012.

Cesar Mauricio Duránes pastor y presbítero en la Conferencia deNebraska de la Iglesia Metodista Unida yactualmente realizando su maestría en IliffSchool of Theology de Denver en los EstadosUnidos de Ámerica

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