gregor samsa, un extraño en la familia

38
Gregor Samsa, un extraño en la familia y entre los animales MAYO 26, 2015 Este año se cumple el centenario de la publicación de uno de los relatos más originales e inquietantes de la literatura moderna: La transformación (Die Verwandlung), de Franz Kafka (1883-1924), durante años titulado La metamorfosis en el mundo de habla hispana y en otras lenguas (también el título sufrió la correspondiente mutación). Su origen está documentado en las cartas que Kafka escribió a su novia, la berlinesa Felice Bauer, a la que conoció el 13 de agosto de 1912 en Praga, en casa de su amigo Max Brod. La primera noticia del relato aparece en una carta fechada tres meses después, el 17 de noviembre, en la que le anuncia que piensa escribir “un cuento que me ha venido a la mente en la cama, en plena aflicción, y que me asedia desde lo más hondo de mí mismo”. A los seis días le dice que “es ya muy de noche, he dejado el cuento en el que, por otro lado, hace ya dos noches que no trabajo nada, y que calladamente está empezando a crecer y convertirse en una historia de más envergadura”. Ante la sugerencia de Felice para que se lo diera a leer, le responde que no lo haría ni aunque lo hubiese terminado,

Upload: federicoestevan

Post on 06-Nov-2015

31 views

Category:

Documents


3 download

DESCRIPTION

Reseña de la obra de Kafka

TRANSCRIPT

Gregor Samsa, un extrao en la familia y entre losanimalesMAYO 26, 2015

Este ao se cumple el centenario de la publicacin de uno de los relatos ms originales e inquietantes de la literatura moderna:La transformacin (Die Verwandlung), de Franz Kafka (1883-1924), durante aos tituladoLa metamorfosisen el mundo de habla hispana y en otras lenguas(tambin el ttulo sufri la correspondiente mutacin).Su origen est documentado en las cartas que Kafka escribi a su novia, la berlinesa Felice Bauer, a la que conoci el 13 de agosto de 1912 en Praga, en casa de su amigo Max Brod.La primera noticia del relato aparece en una carta fechada tres meses despus, el 17 de noviembre, en la que le anuncia que piensa escribir un cuento que me ha venido a la mente en la cama, en plena afliccin, y que me asedia desde lo ms hondo de m mismo.A los seis das le dice que es ya muy de noche, he dejado el cuento en el que, por otro lado, hace ya dos noches que no trabajo nada, y que calladamente est empezando a crecer y convertirse en una historia de ms envergadura.Ante la sugerencia de Felice para que se lo diera a leer, le responde que no lo hara ni aunque lo hubiese terminado, ya que estaba escrito de un modo sencillamente ilegible.Lo que quiero es lertelo yo. S, eso sera lo bonito, leerte el cuento y, al mismo tiempo, verme obligado a tener tu mano en la ma, pues la historia es un poco terrorfica (), te dara un miedo espeluznante, pero t a lo mejor sentas agradecimiento, pues miedo es, por desgracia, lo que te debo estar dando todos los das con mis cartas.

Fotografa del compromiso de Felice Bauer y Franz KafkaEn otro prrafo le confiesa que en este momento mi nimo est excesivamente sombro y tal vez no debiera haberte escrito. Tambin al hroe de mi cuento le han ido hoy las cosas excesivamente mal, y ello no es sino el ltimo escaln de su desdicha, que se est haciendo constante.En la carta del da 24, comenzada la noche anterior, sbado, le comunica que la historia ha avanzado ya hasta un poco ms de la mitad y que, en conjunto, no estaba descontento con ella. Pero en cuanto a nauseabunda aade-, lo es de un modo ilimitado, y cosas como esas, te das cuenta, provienen del mismo corazn en el que t habitas y toleras como morada. No te entristezcas por esto, pues quin sabe, cuanto ms escriba y ms me libere, ms puro y digno de ti llegue quiz a ser, si bien quedan an, desde luego, muchas cosas en m que es preciso echar fuera, y las noches no podrn ser lo suficientemente largas para un quehacer, por lo dems, tan en el ms alto grado voluptuoso.Al da siguiente, el domingo por la maana, fue a casa de su amigo el escritor Oskar Baum, donde, segn le refiri a Felice, hizo una lectura de parte del cuento que, pese a algunas interrupciones indeseadas, concluy a primeros de diciembre. Sin embargo, no se publicara hastanoviembre de 1915, en un volumen doble de La Biblioteca del Juicio Final, que diriga el joven editor Kurt Wolff.

Oskar Baum tena la misma edad de Kafka. Estaba ciego. Era pianista y crtico musicalUn pasaje en losDiarios, fechado un ao antes de la escritura del relato, presagia el estado de nimo de Gregor Samsa, el hroe del cuento. Franz no haba conocido todava a Felice, pero en los ltimos meses especul en dos ocasiones sobre el futuro sombro que le aguardaba. Entonces tena veintiocho aos, una edad en la que, segn la costumbre de la poca, la mayora de los jvenes ya estaban comprometidos o casados, como sus amigos Max Brod y Oskar Baum.En la tarde del 21 de noviembre de 1911 su antigua niera haba acudido a visitarlo. Era la segunda vez que lo haca en poco tiempo. La primera no lo encontr en casa, y esta segunda Franz quera que le dejasen en paz y dormir, por lo que mand decir que haba salido fuera.Los recuerdos que guardaba de la mujer no eran nada benvolos: tena la cara amarilla negruzca, cuadrada y una verruga, que tanto me gustaba entonces, en algn lugar de la mejilla. Por qu me habr educado tan mal?, se pregunt. Sin embargo, l se recordaba como un nio dcil, de carcter tranquilo y formal, como la propia mujer reconoca aos despus. Incluso ahora, en su casa, no le dejaba dormir por culpa de la vivacidad con que charlaba en la antesala con la cocinera y la institutriz. Piensa que soy un caballero alto y sano, en la hermosa edad de veintiocho aos, que me gusta recordar mi adolescencia y que, sobre todo, s lo que debo hacer conmigo. Pero la realidad era otra:Estoy aqu, tumbado en el canap, expulsado del mundo, de una patada, a la espera del sueo que no quiere venir, y si viene, me rozar tan slo; tengo las articulaciones lastimadas por el cansancio, mi cuerpo reseco camina temblando hacia el abismo, con excitaciones de las que no debo tener plena conciencia; las sacudidas de mi cabeza son asombrosas Y ah estn esas tres mujeres ante mi puerta; una me elogia tal como era, la otra, tal como soy. La cocinera dice que me ir enseguida (quiere decir sin rodeos) al cielo. As ser.

Portada de la primera edicin de La transformacin, en la que Kafka se opuso a que se representase la imagen del bicho monstruoso en el que se transform Gregor SamsaEl tono de esta entrada delDiarioevoca la angustiosa soledad de Gregor Samsa tras su destierro del mundo de los humanos, su parlisis absoluta, propia casi de un invlido, la fatiga fsica, enfermiza, y ese cuerpo reseco que camina temblando hacia el abismo, como el del bicho monstruoso en el que se transform, desgajado de la cabeza pensante, y los ojos y los odos en alerta, escrutando sin descanso cuanto ocurre a su alrededor.Tampoco es casualidad que Kafka concibiera el relato en la cama y en el dormitorio de la casa de sus padres, con quienes viva. Aunque el cuento comience con la frase: Cuando una maana, Gregor Samsa se despert de unos sueos agitados, se encontr en su cama transformado en un bicho monstruoso, tambin habra podido empezar con esta otra: Cuando una maana, Gregor Samsa se despert de unos sueos agitados, imagin en la cama que se transformaba en un bicho monstruoso. O tambin: Una noche Gregor Samsa so que se transformaba en un bicho monstruoso.Lo que en realidad debi de ocurrir es que, despus de unos sueos agitados, una maana Kafka imagin acostado en su cama que Gregor Samsa se despertaba una maana en la cama transformado en un bicho monstruoso. En este escritor la imaginacin y el sueo deambulan por el mismo sendero. Sus relatos y novelas son como sueos que tena despierto.

Una pginas de los Diarios de KafkaLa primera pregunta que plantea la lectura deLa transformacines por qu el joven Gregor se despert convertido en un animal monstruoso. Desde haca cinco aos, a raz de la reclusin del padre en el apartamento como resultado del fracaso en un negocio, era el sostn de la familia: los padres, dos personas fsicamente debilitadas, y Grete, su nica hermana de diecisis aos.Gracias a las comisiones que cobraba por su trabajo de viajante de comercio en una empresa de tejidos pudo saldar las deudas contradas por el padre y hasta proyectar para Grete una carrera de violn en el conservatorio, plan que sin duda sobrepasaba las modestas pretensiones de un estamento social como al que pertenecan los Samsa, pero que encajaba con las inclinaciones musicales de la muchacha.

Franz Kafka de nio junto a dos de sus tres hermanasTodos vivan de su salario, que ganaba a costa de pequeos pero punzantes sacrificios. Adems de los madrugones, deba aguantar a un jefe insoportable y dormir muchas noches en fondas desangeladas. Hasta tal puntoaborreca el trabajo que, si no hubiera sido por los padres, se habra despedido de l haca tiempo. Incluso inmediatamente despus de la transformacin abrigar la esperanza de despedirse, cuando pagase las deudas de la familia (cinco o seis aos todava, segn sus clculos).Para contrarrestar estos sinsabores se dedicaba en los ratos libres a pequeos trabajos de carpintera, como el marco dorado en el que haba insertado la fotografa de una revista ilustrada. Su madre era la nica persona de la familia que pareca tomarse en serio esa curiosa aficin. No tena novia, aunque en el pasado cortejase a la camarera de un hotel y hasta intentase ennoviarse con la cajera de una sombrerera.Gregor crea que sus sacrificios se ajustaban a las expectativas que haban depositado en l sus progenitores, en particular su padre, y que stos aceptaban el reparto de papeles y funciones derivado de la nueva situacin. En aquellas circunstancias adversas para la familia se senta recompensado tanto por el reconocimiento de estar cumpliendo un elogiable cometido como por el hecho de costear los estudios de Grete.

Los padres de Franz Kafka, Hermann Kafka y Julie (Lwy de soltera)Entonces, cul fue la causa de su transformacin?Por ms que el narrador se abstenga de ofrecer alguna pista, y parezca que se debi a un lamentable azar, resulta tentadora la pregunta que el propio Gregor rehus formularse: quhizopara que tamaa desgracia se abatiera sobre l y sobre los suyos? Se trata de una pregunta cuya respuesta no resulta difcil de colegir del curso y desenlace de la historia. Cuando los hombres se proponen buscar la causa de la misteriosa desgracia que se ha abatido sobre ellos, tienen que convertirla en culpa para poder comprenderla. Por dolorosa que resulte, la culpa ser ms humana que una causa objetivamente incomprensible.Una posible respuesta a esa pregunta es que Gregor habra sidocastigadocon la transformacin en un bicho a causa del exceso de amor propio que, como una sanguijuela, intent extraer de la invalidez laboral del padre, un motivo que Kafka haba abordado dos meses antes (septiembre de 1912) enLa condena, su primer relato largo,slo que en ste el hijo se hace cargo del negocio familiar tras laaparentejubilacin del padre y el fallecimiento poco tiempo antes de la madre.Incluso el deseo de proteccin que proyecta sobre su hermana menor encierra una dudosa autocomplacencia.Latransformacinque por la fuerza de las circunstancias experimenta el joven Gregor, al pasar casi sbitamente de hijo primognito a jefe en funciones de la familia, tendr su reverso en sutransformacin, no menos sbita,aunque esta vez sin ninguna circunstancia aparente que la fuerce,en un parsito gigantesco, un invlido abocado a una muerte temprana.

Pgina manuscrita de La transformacinEn el curso del relato el lector podr comprobar que el padre jams se resign a su papel de dependiente de Gregor y que desconfiaba de la supuesta vala de ste para asumir las responsabilidades propias de un cabeza de familia. Sospechaba que algn da pudiera ocurrir un percance que arruinase las mediocres conquistas alcanzadas por el hijo, dejndolos a expensas de la miseria. Todo era cuestin de tiempo. No se equivoc.La otra posible respuesta, compatible con la anterior, a la pregunta acerca del motivo de la transformacin es que habra sido el efecto lgico de la extraeza que Gregor senta en su familia y en el trabajo. La transformacin desenmascar una realidad que hasta entonces slo se haba insinuado. Una ancdota reveladora de esa extraeza la aporta el narrador cuando seala de pasada que Gregor acostumbraba a encerrarse en su cuarto bajo llave, hbito adquirido en sus viajes de trabajo, cuando tena que dormir en habitacionesextraas. Resulta que en su propia casa se senta como un inquilino.

Franz Kafka y su hermana menor Ottla a la que siempre se sinti muy apegadoNo saba, aunque quiz lo intuyera, que las pocas palabras que intercambiaba habitualmente con su familia lo alejaban de ella hasta el punto de sentirse a su lado como un animal, es decir, el ser vivo ms prximo al hombre en la escala de la evolucin, pero del que, sin embargo, se ve separado por la disparidad de sus respectivos lenguajes. El que Gregor compartiera la lengua con sus allegados no significa que hablasen el mismo idioma.El sentimiento de extraeza del individuo en la sociedad de los humanos recorre el mundo literario de Kafka, slo que enLa transformacinadquiere un significado ms vvido en parte porque el microcosmos en el que se proyecta -la familia- es tambin el ms universal y conocido por la mayora de los lectores de la historia. Se sobreentiende que en ella debera reinar la mxima confianza entre sus miembros. Es el primero de los numerosos crculos sociales en los que el individuo habr de moverse en el curso de su vida; en ella comienza el proceso educativo y desarrollar las aptitudes bsicas para el ejercicio de una sociabilidad normal, sobre todo cuando se independice para formar su propia familia.Parece que el sentimiento de extraeza ante aqullos a los que estamos ligados por costumbres y recuerdos comunes, constituye uno de los ms vergonzantes. Los lazos consanguneos son imborrables. En la tradicin literaria abundan los ejemplos de padres e hijos que, tras aos de ausencia, se reconocieron sin apenas cruzar unas palabras; o de hermanos que, incluso en circunstancias adversas, sintieron los latidos de la sangre.

Los padres de Kafka con una de sus hijas, su yerno y el nietoSin embargo, a pesar de la tupida red de costumbres que envuelve a la familia, nada resulta menos familiar que ella. El trato ntimo entre sus miembros no siempre facilita el conocimiento mutuo. A menudo incluso lo entorpece. De cualquier manera, la contradiccin que determina la idiosincrasia de la familia es que, tratndose de algo dado y no elegido, sea de carcter artificial. Senaceen ella, pero la realidad demuestra que funciona como tal cuandose hace.La extraeza ante las personas con las que comparta lazos de sangre fue el primer muro con el que Kafka choc en sus problemticas relaciones con el mundo. Pronto habra de percatarse de que no era el nico. A travs de la traumtica experiencia de Gregor Samsa -un apellido con el mismo nmero de letras que el del escritor y dispuestas tambin de la misma forma- canaliz la angustia que le causaba su condicin de hijo primognito de una familia juda y de clase media, inmersa en un medio gentil, en el que los judos asimilados, pese a la aparente normalidad de su estatus social, eran considerados ciudadanos de segunda categora. Adems, siendo el alemn la lengua de comunicacin de su familia, aparentemente sta formaba parte de la minora germana en un pas donde la mayora de la poblacin autctona se expresaba en el idioma nacional, el checo.

Manifestacin en la Plaza de San Wenceslao de Praga el 28 de octubre de 1918, da de la proclamacin de la independencia de ChecoslovaquiaA estas causas se sumaba la escisin a la que Kafka, abogado y asesor jurdico en una compaa de seguros, se vio sometido desde que tuvo conciencia de su vocacin literaria y de la necesidad inexcusable de obedecer su misterioso mandato. Por si todo esto fuese poco, el sentimiento de extraeza se mezclaba con el de autodesprecio, ambos derivados de una identidad insegura.En la correspondencia con su prometida Felice intercal algunas observaciones que informan de la extraeza que le inspiraba su familia. En una carta de 21 de noviembre de 1912 admite quesiempre he sentido a los padres como perseguidores, hasta hace un ao he sido hacia ellos, como quizs hacia el mundo entero, indiferente como una cosa inanimada, pero ahora veo que aquello no era sino miedo, angustia y tristezas reprimidas.En otra misiva del 7 de junio de ese mismo ao le confiesa que es incapaz de hablar con nadie, pero menos an con mis padres. Es como si me infundiera terror la visin de aquellos de los que provengo, pero no porque se trate de familiares sino porque se trata de seres humanos es por lo que no aguanto estar con ellos en las habitaciones () No puedo vivir con la gente, siento un odio absoluto hacia todos mis parientes, no porque sean parientes mos, ni porque sean malas personas, ni porque no tenga de ellos la mejor opinin (), sino simplemente porque son seres humanos, personas que viven a mi lado. No puedo soportar la vida en comn con los seres humanos, tanto es as que ni siquiera tengo fuerzas para sentirlo como una desgracia. Por aquellos aos su verdadera patria era Felice.

Una de las numerosas cartas que Kafka escribi a su novia FeliceEn losDiariostrascribi una conversacin que sostuvo con su madre a mediados de agosto de 1913, en la que le notificaba que haba pergeado el borrador de una carta que pensaba remitir al padre de Felice. El tono de este dilogo evoca a cualquiera de los que sostienen los jvenes protagonistas de sus novelas con los personajesadultosante los que se defienden de algn reproche.La madre le pregunt si haba escrito a su to Alfred, soltero y residente en Madrid, donde ejerca de director de la Compaa de Ferrocarriles de Madrid a Cceres y Portugal y del Oeste de Espaa. Segn Max Brod, era un hombre poco comunicativo, pero afectuoso y dotado de un agudo sentido de la familia. Mereca que le escribiese, le dijo la madre. Por qu razn lo mereca?, le interpel Franz. Tiene contigo las mejores intenciones, le respondi la madre. Puras formalidades -fue la rplica de Franz-, me es totalmente extrao, su incomprensin hacia m es absoluta. O sea, que nadie te entiende, le contest la madre, probablemente yo tambin soy para ti una persona extraa, y tu padre. Y slo queremos tu mal. Es evidente que me sois extraos respondi-, slo existen los lazos de sangre, pero stos no se manifiestan. Tambin es evidente que no queris mi mal.

Alfred Lwy, el to carnal de Kafka por parte de su madre que vivi y muri en Madrid en 1923Un ser humano se convierte en un extranjero cuando la extraeza, que slo l percibe como una afliccin, se torna visible tambin para los dems. Hasta entonces stos quiz la intuyeran, como si se negaran a otorgarle carta de naturaleza, a la espera de que desapareciese ms pronto que tarde. Pero esa espera paciente surte un efecto contrario al deseado cuando la extraeza se vuelve visible. Kafka desenmascar la extraeza que Gregor senta ante los suyos transformando su cuerpo de humano en el deun insecto, pero sin alterar su tamao, con lo cual el resultado no poda ser otro que una monstruosidad. La extraeza invisible que al menos le haba permitido la convivencia familiar, de pronto se hizo espantosamente visible.Un insecto de tamao humano es un contrasentido. Para los hombres la principal caracterstica de los insectos consiste en la enorme desproporcin entre sus propias dimensiones fsicas y las de stos. La presencia de un bicho gigantesco, por inofensivo que fuera, sera ms que suficiente para aterrorizar a todo quien lo contemplase. Es como si la extraeza se hubiera vengado de Gregor, manifestndose de la forma ms sarcstica en que poda hacerlo. As, el hasta entonces extraofingidoen la propia familia se convierte en un ser abiertamente indeseable para sta tras la misteriosa transformacin que se opera en su cuerpo una maana lluviosa de otoo, al despertar de unos sueos agitados.Si se hubiese transformado en un insecto genuino, como uno de tantos de los que pueblan la naturaleza, habra escapado de la comunidad de los hombres para confundirse con sus iguales. Aun cuando la transformacin acaeciera en otoo, una poca poco propicia para los insectos, no as para los de la familia de los parsitos que, siempre que encuentren sangre que chupar, estn preparados para sobrevivir incluso en el invierno, habra podido refugiarse en un rincn de la casa e hibernar mientras aguardaba la llegada de la primavera.

Dibujo realizado por KafkaCasi todava peor que el tamao gigantesco, fue que la transformacin dejara intactos sus sentidos y facultades intelectuales, con la excepcin del lenguaje, de tal manera que Gregor era el nico que poda tener plena conciencia del resto de humanidad latente en l y observar con lucidez y mordacidad los apuros de esa familia desconcertada ante tan singular acontecimiento (pese al relato imparcial del narrador, hay que imaginar a Gregor sonrindose de vez en cuando a la vista del alboroto que se mont a su alrededor). De ah que, a falta de un espejo en el que mirarse al menos para verse como lo vean los dems, en los primeros momentos se negara a asumir su metamorfosis y le costara entender el espanto y la animadversin que despertaba.No crea en la transformacin que se haba operado en su cuerpo porque entonces habra tenido que darla por consumada, y l pensaba al principio que slo se trataba de un estado anmico pasajero, del que se repondra pronto. Tampoco estaba dispuesto a dejarse influir por lasmuestras de credulidad de quienes lo vean, y que juzgaba errneas y fuera de lugar. Su negativa a aceptar la transformacin responda a la esperanza de que fuese reversible y de que lo sera mientras se resistiera a aceptarla. Pero la evolucin de los hechos le demostr la inutilidad de estas elucubraciones. Qu ms hubiese querido l que la metamorfosis se hubiera reducido a una cuestin de creencia!La raz de su desgracia es que pensara como un ser humano, pero que su voz sonase como la de un animal. Como no le entendan -seala el narrador-, nadie, ni siquiera la hermana, pensaba que l pudiera comprender a los dems. La terrible lgica encerrada en la frase agudizaba su sufrimiento, revelndole el lado cruel de su transformacin fsica y que se plasmar en el reconocimiento por los padres y la hermana de su condicin animal.

Cubierta de una edicin alemana de La transformacinDesterrado de la fauna, a la que tampoco poda pertenecer por tratarse de un cruce de insecto y hombre, un animaldesnaturalizado, la circunstancia fortuita de haberse metamorfoseado en una casa habitada no lo redimir de su exclusin, ya que, dada su singularidad, ningn ser humano habra sabido cmo cuidarlo. Como careca de alas, le resultaba imposible escapar de la crcel en la que se convirti su cuarto. Adnde iba a volar l con semejante cuerpo? Gregor-insecto no es ms que un eslabn perdido en la cadena evolutiva, sin pasado -porque cmo incluir en ste su extinto historial de humano?-,sin futuro y abocado a un presente efmero que la muerte cancelar en primavera, la estacin en la que los insectos se reincorporan al ciclo natural del que han permanecido relegados en las estaciones fras.nico en su especie, no podr sentir afinidad alguna con sus supuestos hermanos de sangre ni, por tanto, reincidir en la imitacin en la que incurri en su frustrada tentativa de usurpar al padre sus funciones. Adems, su anomala y aislamiento lo condenan a la esterilidad. Fue transformado para morir, para esfumarse, ni siquiera para metamorfosearse en un insecto diferente, desde luego ms til desde el punto de vista de la evolucin animal. De ah la atmsfera lgubre, como de velatorio, que se respira en el apartamento de los Samsa durante los meses invernales en que los padres y la hermana presencian compungidos e impotentes la decadencia del monstruo en que se ha transformado Gregor.

Cubierta de una edicin alemana de La transformacinLas secuelas de su mutacin apuntan en un doble sentido: hacia l mismo, por supuesto, pero tambin hacia los miembros de su familia y hacia el trabajo (la inoportuna aparicin en el hogar de los Samsa del jefe inmediato de Gregor la misma maana en que sufri la metamorfosis confirm los peores presagios de ste), en tanto que testigos oculares de su desgracia.La primera inversin, humillante para un hombre joven y productivo como Gregor, a que le conduce la transformacin es que de carne de parsito, por decirlo de una manera un tanto brutal, deba convertirse en un autntico parsito de su familia, a la que hasta antes de la transformacin haba sustentado.Los efectos inmediatos de sta se traducirn en la metamorfosis anmico-social de los miembros de su familia, que tendr su principal reflejo en Grete.De hecho, el relato comienza con la transformacin del hijo-hermano en un bicho monstruoso y concluye con su muerte y la casi simultneatransformacinde la hermana-nia en una joven pletrica, dispuesta a alzar el vuelo en cualquier momento. Por cierto, la disparidad en los destinos de ambos hermanos se refleja en la disimilitud de la segunda slaba de sus nombres bislabos, como enRey Learocurre con los nombres de los hermanastros Edmund y Edgard, hijos de Gloucester.

Dibujo de KafkaLa muerte de Gregor es como una especie de autosacrificio para que Grete renazca, restablecindose as el ciclo vital ahogado por la impotencia del hermano. Si ste al morir se redujo fsicamente hasta esfumarse (se sec precisa el narrador, como los insectos cuandoestiran la pata), Grete crece de estatura, se hace ms grande -pero no como la grandeza monstruosa del hermano cuando se transform en insecto-, y le aguarda un futuro prometedor. Al tomar las riendas de la situacin, ser la verdadera sucesora de Gregor, convirtindose en lo que ste demostr ser incapaz: un autnticoalter egodel padre. En suma, tuvo que morir para que la familia Samsa expiara su vergenza y las humillaciones derivadas de la repugnante metamorfosis del hijo y hermano.Con su desaparicin concluye el penoso invierno, durante el cual los Samsa permanecieron encerrados en su hogar, rehenes involuntarios de la metamorfosis del hijo, turnndose para evitar que se escapara y sembrara el pnico y la vergenza entre el vecindario. A partir de entonces padres e hija recuperarn la identidad personal, libres al fin de los engorrosos vnculos forjados por Gregor tanto cuando trabajaba para sustentarlos como cuando se convirti en una rmora para ellos.

Ilustracin para el relato de KafkaUna prueba del cambio operado en las relaciones familiares es que, tras la desaparicin de Gregor, el narradornombreal padre, a la madre y a la hermana como seor Samsa, seora Samsa y Grete, en lo que puede interpretarse como un restablecimiento de sus identidades personales, frente a la impersonalidad de las funciones de padre, madre y hermana que tuvieron que desempear cuando Gregor estaba vivo, antes y despus de la transformacin. Bajo su tirana -as es como habra que denominarla desde el punto de vista de la posteridad-, vivieron a sus expensas, paralizados, sin horizontes claros, testigos de su malestar. Aun siendo verdad que se sacrificaba por el bien de la familia, la desproporcin entre la energa que derrochaba en el empeo y los magros resultados slo se prestaba a la lstima.El desenlace deLa transformacinentronca con los cuentos de hadas. Los Samsa se liberan de las desdichas que arrastraban desde haca aos, cuando el prncipe (Gregor) es desencantado para metamorfosearse en el sapo (en su caso, en un insecto gigantesco) que ya era, slo que hasta entonces esa identidad animal haba permanecido oculta bajo la falsa apariencia de un hijo y hermano incondicionalmente entregado a sus padres y a la hermana. En cuanto desaparece el monstruo, la felicidad retorna al hogar familiar. Es probable que al imaginar este final, Kafka tuviera en mente aquel relato que tanto apreciaba, en el que se narra la historia de un fraile cuya voz bellamente modulada esconda el alma del mismsimo diablo por el que estaba posedo, algo que slo se supo tras su muerte.Compartir: