H ay numerosas teon'as e hipótesissobre los procesos cognocitivosy emocionales que corren bajo

el ver violencia y agresión; con todo,casi ninguna de ellas ha demostrado unarelación directa entre el uso del conte-nido violento de los medios y el desa-te de violencia en la sociedad en gene-ral. Se debe subrayar que el influjode los medios en la agresión es indi-recto y débil, y que actúa juntamentecon muchos otros factores más signi-ficativos.

Aquí, en los países nórdicos, solounos pocos estudios empíricos han he-cho del influjo de la violencia en losmedios su principal objeto, aunque bas-tantes estudios nórdicos sobre comu-nicación de masas, principalmente estu-dios con niños y jóvenes, hayan trata-do de paso el problema de la violenciagratuita y del contenido violento.Por lo mismo, un tema recurrente en lospaíses nórdicos es el de si los hallazgosde fuera son generalizabas a las-condi-ciones de nuestras sociedades, teniendoen cuenta, entre otras cosas, que nues-tros programas de televisión contienenpoca violencia en comparación con losde los Estados Unidos, por ejemplo.

Así pues, se puede entender mi cu-riosidad cuando conocí dos diserta-ciones sobre sicología, de la Universi-dad de Abo (Turku), donde, desde1978 y bajo la dirección del ProfesorKirstl Lagerspetz, han emprendido va-rios estudios para examinar explícita-mente las consecuencias de la violen-cia —como— entretenimiento en losmedios. Uno de ellos es el de KajBjórkqvist, Filmes violentos, ansiedad yagresión. Estudios experimentales sobreel efecto de los filmes violentos en elnivel de ansiedad y agresividad de losniños, y Vappu Viemeró, Relación en-tre violencia filmada y agresión. Ambasson disertaciones doctorales.

La disertación de Kaj Bjórkqvistpresenta cinco experimentos de labo-ratorio llevados a cabo entre 1980 y1985. Cada experimento nace delotro. Así, son estudios separados detemas específicos y, a la vez, estánconectados entre sí. Los cinco estudianla ansiedad o miedo de los niños mien-tras ven filmes de ficción violenta; algu-nos de los estudios tratan también dela relación entre ansiedad, agresividad(como rasgo personal) y agresión (co-mo conducta).

El experimento número uno, un es-tudio metodológico, tenía por finalidaddesarrollar métodos sicof isiológicos con-fiables y válidos para medir las reaccio-nes de ansiedad (como distintas de otrasemociones) en niños durante la proyec-

Cecilia von Feilitzen, trabaja en el Depar-tamento de Investigación de la CorporaciónSueca de Transmisiones y en el Centro deInvestigación de la Comunicación de Masasde la Universidad de Estocolmo. Artículotomado de The Nordicom Review, número1, 1987.

Cinco estudios experimentales sobre:

pumssCecilia von Feilitzen

En el campo de la investigación delas comunicaciones masivas, uno de lostemas que ha despertado más atención,en términos de tiempo y dinero e$ elde los efectos del contenido violentode los medios. La mayor parte de esosestudios se han hecho en los EstadosUnidos, y han tenido que ver, especí-ficamente, con la agresión. Mientrasun alto porcentaje de esas investigacio-nes encontró que un contenido violen-to contribuye a aumentar la agresión

a cojto plazo —más frecuentemente enlpequeños grupos—, los estudios de un-1mentó de agresión a largo plazo arro-íjaron resultados en cierto modo contra-1dictónos. (Sin embargo, la teoría de U\ esto es, la idea de que ver vio-í

lencia en los medios reduce decism-lmente la agresión a causa de la expe-riencia diaria, "limpiando" como con-secuencia las agresiones acumuladas,]ha sido ya refutada).

ción de un filme. Participaron 24 ni-ños de cinco y seis años de edad, de ni-vel pre escolar y de la clase media altafinlandesa. Se proyectaron tres secuen-cias de filmes violentos de seis a sieteminutos: un dibujo animado de Pája-ro Carpintero, un filme realista, ElPuente de Juguete, finlandés, y un frag-mento de la serie sueca de Astrid Lind-grem, Madickem. Los tres fueron pre-sentados a cada niño por separado.Además de medidas sicofisiológicas, seentrevistó a cada niño entre las secuen-cias de los filmes.

El resultado de este primer experi-mento mostró que los métodos sicofi-siológicos eran confiables y válidos.Encontró también que los niveles de

.ansiedad fueron más altos en las niñasque en los niños. Como los niños songeneralmente más agresivos que lasniñas, se tomó este hallazgo como in-dicación de una relación negativa en-tre la agresión y la ansiedad acerca dela violencia.

El experimento dos estudió si la com-pañía de un adulto durante la exhibi-ción de filmes violentos a niños afec-taba las reacciones de ansiedad y la in-terpretación cognocitiva de las secuen-cias del filme. Treinta y cuatro niñospre escolares, de cuatro a seis años deedad y de la clase media alta, vieronuno por uno un filme; primero solos,luego acompañados por un adulto ensilencio, y por fin acompañados de unadulto que comentaba sobre el conte-nido de modo sistemático. Diez niñosparticiparon en cada sesión. El estímu-

lo material consistió en quince minu-tos de trozos de cinco filmes que pro-yectaban actos de violencia: Dos de di-bujos animados de Tom and Jerry,uno del Pájaro Loco, uno de Palikksiltay un programa sueco animado paragente joven, Helvete ocksa (Malditasea).

El resultado fue que aquellos niñosque vieron el filme solos, se mostraronmás ansiosos, mientras que aquellosque lo vieron con un adulto comunica-tivo denotaron menos ansiedad. Aque-llos que lo vieron con un adulto en si-lencio mostraron sensaciones que caenen la mitad de las anteriores. Los co-mentarios del adulto influyeron tam-bién positivamente en que el niño re-cordara y comprendiera el filme y eva-luara moralmente a los personajes.

El experimento tercero examinó lasreacciones de ansiedad a filmes violen-tos en dos grupos extremos: diecisietemuchachos agresivos y dieciséis no agre-sivos, entre los doce y los catorce. Laagresividad de los muchachos habíasido establecida por calificaciones de loscompañeros de escuela. Se midió laagresividad con métodos sicofisiológi-eos. Los muchachos estuvieron solos,viendo uno por uno un filme de quin-ce minutos con dos secuencias violen-tas de Kung-Fu: Crack Shadow Boxers.

El resultado de este experimentofue que los muchachos no agresivosmostraron más reacciones de ansiedada las secuencias violentas que los mu-chachos agresivos.

El experimento cuarto se concen-

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tro en la "desensitización" (Reducciónde reacciones de ansiedad) a causa deviolencia filmada, y se preguntaba siuna exposición masiva a violencia vica-ria conducía a endurecimiento, a acep-tación de los actos agresivos mostradosen el filme, en forma de reacciones re-ducidas de ansiedad durante la sesión.Diecisiete muchachos más agresivos ydieciséis menos agresivos entre losdoce y catorce fueron distribuidos engrupos de experimento y de control.Todos ellos vieron, uno por uno, quinceminutos del filme de Kung-Fu: CrackShadow Boxers dos veces. Entre sesio-nes, los muchachos del grupo de expe-rimento vieron un filme de noventaminutos de Bruce Lee, King of Kung-Fu,mientras los del grupo de control veíanun filme de TV, de noventa minutos,acerca de animales de circo y osos sal-vajes en el extremo norte.

Se notó una reducción de las reaccio-nes de ansiedad en el grupo de experi-mento, pero no en el grupo de control.Así pues, hubo evidencia de reducciónde reacciones de ansiedad (desensitiza-ción). Más aún, hubo evidencia de de-sensitización entre quienes vieron unadosis mayor de contenido violento.

El último experimento estudió si di-ferentes clases de filmes (animacionesy filmes de actores reales) y diferentesformas de presentación de la violencia(más humorística y más realista, esto es,realista en el sentido de que las conse-cuencias de la violencia —dolor y su-frimiento— eran también presentadasen los filmes) tenían algún influjo en laagresión subsecuente de los especta-dores. Cuatro filmes experimentales decuatro minutos fueron usados comoexperimentos, y un quinto de secuen-cias no violentas de dibujos animadosy actores reales fue usado como control.

Veinte niños pre-escolares, de cincoy seis años de edad, y claramente re-presentativos de la población de Turkutomaron parte. Todos vieron los filmesen un período de tres semanas. Losniños asistieron al laboratorio cinco ve-ces en parejas, y se les permitió jugaren un cuarto observatorio equipado conjuguetes, antes y después de cada fil-me. Personal del jardín de infantesexaminó su conducta valiéndose deocho variables, cuatro de las cuales sereferían a diferentes formas de agre-sión; una, al temor a la agresión; una, aactividad en general; y dos, a conductacooperativa y destructiva. El nivel gene-ral de agresividad de cada niño habíasido también evaluado con anticipación:tres niños y dos niñas fueron califica-dos como agresivos. Además, se midie-ron las reacciones de ansiedad duranteel filme en uno de cada par de espec-tadores.

Aunque los niños no eran particu-larmente agresivos antes y después delos filmes, su agresión creció significa-tivamente después de ver los filmes quemostraban violencia en forma humoris-ta; en cambio, la agresividad creció po-co y no significativamente después dever aquellos filmes que mostrabanviolencia acompañada de dolor y su-frimiento. Que el filme fuera de dibujoanimado o de actores reales no tuvo nin-guna importancia. La agresión creciómás en cinco niños que habían sido ca-lificados previamente de agresivos. Cre-ció más entre los niños que no en las ni-

ñas.

HALLAZGOS DEL ESTUDIO:

Los principales descubrimientos porKaj Bjorkqvist, son que hay correlaciónentre una agresión alta y una ansiedadbaja ante la violencia filmada y vicever-sa. Este resultado, lo señala él, contra-dice a otros que habían encontrado queun aumento emocional se correlacionacon una alta agresividad. El autor co-menta que esta última relación puedeser válida para sentimientos de extro-versión como la ira y el gozo; pero noen el caso de emociones de introver-sión; en ellas, la agresión probablemen-te no aumentará. En otras palabras,hay que tener en cuenta la clase de es-tímulo emocional en juego.

Otro hallazgo importante es que elaumento mayor de conducta agresi-va luego de la exhibición de violenciafilmada, apareció en individuos agresi-vos con bajos niveles de reacciones deansiedad durante la exposición a la vio-lencia, mientras que los efectos de agre-sión inmediata no fueron muy pronun-ciados en los otros. El autor de la tesisdoctoral interpreta este resultado entérminos cognoscitivos y emocionales.En cuanto a los primeros, un efecto demayor agresión en individuos ya agresi-vos puede deberse a sus actitudes máspositivas frente al uso de conductaagresiva como un medio de resolverproblemas. Normalmente, estas actitu-des son inhibidas en alguna extensiónpor la fuerza de las normas socialesque circundan inmediatamente al indi-

En cuanto a la interpretación emo-cional, un efecto de agresión aumenta-da al ver esos filmes puede ser atribui-do a la insensibilidad emocional o de-sensitización. De este modo, el autorhace la hipótesis de que la desensiti-zación emocional en la forma de reac-ciones de ansiedad reducida ante la vio-

lencia filmada lleva a una más grandeaceptación o tolerancia de la conductaagresiva (y, por lo mismo, también lle-va a más frecuentes apelaciones a unaconducta agresiva).

Los principales hallazgos del autory en especial el de que la ansiedad ha-cia violencia filmada conduce a unarelación negativa, a una agresividad apriori y a una conducta agresiva luegode ver el contenido violento de un fil-me, o en otras palabras, que la ansie-dad acerca de la violencia y que la agre-sividad / agresión no están presentesen el mismo individuo simultánea-mente, es interesante.La ansiedad ante la violencia filmadapuede pues verse como un factor demediación que actúa en el sentido deInhibir la agresión.

Sin embargo, es prudente preguntar-se cuan generalizabas pueden ser loshallazgos de estos experimentos. Deacuerdo con Gunter (1985), los consu-midores fuertes de televisión (adultos)—que se supone están más desensitiza-dos que aquellos que ven menos televi-sión— son los que perciben la violenciaen la televisión como algo muy violen-to y temible. Gerbner y otros (1981)halló que la televisión instila el másgrande miedo de violencia en la vidareal entre aquellas personas que venmucha televisión y que creen que estánen peligro de llegar a ser víctimas de laviolencia; pero no en forma apreciableentre aquellos que también ven muchatelevisión pero que están más acostum-brados a la agresión en su medio am-biente diario (aquí también la pobla-ción estudiada era de adultos).

Ahora bien, se puede objetar queninguno de estos estudios se centróespecíficamente en ver contenidos vio-lentos. Vappu Viemero (1986), parecehaber hallado para grupos de niñosfinlandeses, que aquellos que venmucha televisión de contenido vio-lento experimentaron estos progra-mas como excitantes, estuvieron másatemorizados de la violencia en ellosy tuvieron más pesadillas despuésde verlos que niños que vieron canti-

•dades menores de contenido violento.Este mismo autor parece sostener quela agresión y la ansiedad pueden coexis-tir en el mismo niño de tal modo queuna conducta agresiva (entre los antiso-ciales) puede dar pie a un deseo de mi-rar contenidos violentos, lo que a suvez hace surgir el miedo e influye en laagresión subsiguiente!

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