extranjeros, leyenda negra e inquisición · encuentra —dice hinojosa— «con un laberinto de...

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Extranjeros, Leyenda Negra e Inquisición CoNsuELo MAQtSEDA ABIUIU En el próximo mes de agosto se cumplen veinte años del comienzo de la renovación historiográfica de la Inquisición y de la formación de grupos de historiadores que, desde entonces, han dedicado parte de su quehacer al Santo Oficio. Dicha renovación comenzó en el palacio de la Magdalena de Santander, en un curso de verano, organizado por el profe- sor O. José Antonio Escudero, cuyo objetivo era replantearse la auténtica realidad histórica de un tribunal criticado y vituperado por generaciones sucesivas de españoles y extranjeros y que gracias a las recientes investi- gaciones se ha logrado situar en un punto justo. A este gran empuje, propiciado por el profesor Escudero ya su en- tusiasmo constante por el tema debemos la creación en la Universidad Complutense de Madrid de un Instituto de Historia de la Inquisición, que él dirige, y el nacimiento de esta revista anual, donde, en esta ocasión, me propongo trazar una panorámica general de la visión que españoles y eu- ropeos tuvieron —y tienen— sobre esta institucíon. El Santo Oficio no fue una creación española, pues ya en el siglo xtíí existió en Francia, Italia, Alemania, Inglaterra y otros lugares europeos pa- ra luchar contra la herejía, pero el tribunal sobre el que han corrido ríos de tinta es el español, la Inquisición Moderna, fundada por los Reyes Católicos en España con unos rasgos característicos. Podríamos afirmar sin miedo a equivocarnos que es difícil encontrar una obra o noticias so- bre España desde el siglo xvt en adelante que no se refiera a este tribunal e incluso su propia opinión, alargando así una disputa que no se acaba. La Inquisición se incorporó al sistema judicial español, donde el se- creto, las peculiaridades del proceso penal de la época, la falta de claridad Revisto de lo Inqui.sición, 5,39-102. Servicio de Pubhcaciones, Universidad Complutense, Madrid, 1996

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Extranjeros,LeyendaNegra e Inquisición

CoNsuELoMAQtSEDA ABIUIU

En el próximo mes de agosto se cumplenveinte añosdel comienzode la renovaciónhistoriográficade la Inquisición y de la formación degrupos de historiadoresque, desdeentonces,han dedicadoparte de suquehaceral SantoOficio. Dicha renovacióncomenzó en el palaciode laMagdalenade Santander,en un cursode verano,organizadopor el profe-sor O. JoséAntonio Escudero,cuyo objetivo erareplantearsela auténticarealidadhistóricade un tribunal criticado y vituperadopor generacionessucesivasde españolesy extranjerosy quegraciasa las recientesinvesti-gacionesse ha logradosituar en un puntojusto.

A estegran empuje,propiciadopor el profesorEscuderoy a su en-tusiasmoconstantepor el tema debemosla creaciónen la UniversidadComplutensedeMadrid de un Instituto de Historia de la Inquisición, queél dirige, y el nacimientode estarevistaanual,donde,en estaocasión,mepropongotrazarunapanorámicageneralde la visión queespañolesy eu-ropeostuvieron —y tienen— sobreestainstitucíon.

El SantoOficio no fue unacreaciónespañola,puesyaen el siglo xtííexistió enFrancia,Italia, Alemania,Inglaterray otros lugareseuropeospa-ra luchar contra la herejía, pero el tribunal sobre el que han corridoríos de tinta es el español,la Inquisición Moderna,fundadapor los ReyesCatólicos en Españacon unosrasgoscaracterísticos.Podríamosafirmarsin miedo a equivocarnosque es difícil encontraruna obrao noticias so-bre Españadesdeel siglo xvt en adelantequeno se refiera a estetribunale inclusodé supropiaopinión, alargandoasíunadisputaqueno se acaba.

La Inquisición se incorporóal sistemajudicial español,dondeel se-creto, las peculiaridadesdel procesopenalde la época,la falta de claridad

Revistode lo Inqui.sición, 5,39-102.Servicio de Pubhcaciones,Universidad Complutense,Madrid, 1996

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en los procesos,su caráctereclesiásticoy su actuaciónsobre una socie-dadcon unos idealesreligiososmuy definidos son factoresdeterminantesen un rigor no siempreaceptadosin reservas.El mismo Barrionuevo,ensusAvisos, con el elegantegracejoque le caracteriza,al compararun as-pectoinquisitorial con la Europade la época,apostilla: «Dondeno sees-crupuleatanto como acá».

En conjunto,las característicasseñaladasexplicanque las noticias yvaloracionesquenoshanllegadoseancontradictorias,delimitándosepos-turas diversasy encontradascasi desdeel mismo nacimiento del SantoOficio hastahoy. No puededudarse«que la Nación españolaamó tantocomo temió a la Inquisición contralos herejes».

El investigadorque quieraaproximarseal tema con ecuanimidadseencuentra—dice Hinojosa— «con un laberinto de tradicionesy relatoscontradictoriosy cuéstaleharto trabajo, descubrirel nudo de un determi-nado suceso,entre los numerososy enmarañadoshilos que lo coínpli-can»’. Las tintas, en unoscasos,son tan agrias,que indican escasavero-similitud, o son tan laudatorias,que resultan parciales, por lo que esnecesarioestablecerdiferenciasentrelos panegiristas,los queesperabanalgún cargo o empleoen la Inquisición, los quepor temorno expresansupropiaopinión y los que por su falta de relación con el tribunal sonindi-ferentes~.Peroningunode estosgruposes ínerecedorde credibilidadtotal.Porel contrario los detractores,en general extranjeros,ilustradosy libe-rales, carganlas notas en suscríticas no sólo contrael tribunal sino tam-bién contra los españoles.Porello, en estaspáginaspretendemos—y node forma exhaustiva—ofrecer una visión panoráínicade cómo fue juz-gado el SantoOficio y mostrar la tramaque fue modelandola LeyendaNegra.

1. LA AMBIGUEDAD DE JUICIOS EN LA ESPAÑADE LOS REYES CATOLICOSY LOS AUSTRIAS

Este largo períodofue clave parael SantoOficio. En él nació el Tri-bunal, pasópor susetapasmás álgidasy represivasy en él surgirála tra-dición antiespañola.

La reformareligiosarealizadapor los ReyesCatólicos,en la que in-tluyeron las razonesde Estado,condujoal nacimientode la Inquisición.con jurisdicción sobretodos los reinos.La institución se consolidó en elreinadode Carlos 1, al que siguió unaetapade esplendoren cl reinadode

EstudiossobreFelipe II, traducidosdelalemánporRicardodeHINOJOSA, Madrid1 587, B.N.M., 7493 (1); Prólogo.pág. y.

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Felipe II, prolongandoel procesode identificación de Españacon el Ca-tolicismo salido de Trento, paracontinuarla actividad, ya más irregular,de estetribunal con los Austriasmenores.

Opinionesde españoles

Hastael siglo xvtíí, los detractoresprincipalesdel SantoOficio sonextranjeros,herederosy mantenedoresde la LeyendaNegra. Sin embar-go, no puedemenosque inquietarnosunafraserepetidapor elloshastalasaciedad:el aplausoque los españolesdabana estosprocedimientosy alos tribunalesque los aplicaban.Tratar de desentrañarla certezade talafirmación no es nadafácil, dadala complejaactitud del españolde en-toncesanteuna institución tan poderosa,quehacelógico queel elogio sealo más usual.

Basándonosen las relacionesde los extranjeros,las alusionesal ca-rácterreligioso españolsonconstantesen los dos siglos quenos ocupan.En la Españadel siglo xví, el ideal religioso erael almadel ideal patrió-tico; todo el entraniadosocial y político se apoyabaen la unidadcatólicay la herejíaera consideradapor la ley delito tan grave como el de lesamajestad,actitud aplaudidaunánimementepor un pueblocuya religiosi-dades incuestionable,como señalael humanistasiciliano Lucio MarineoSículo:

Agrádamemucho las costumbresde los españoles,satisfácemesu condicióny tengopor buenosu hábito,porlo cual siemprehebus-cadosu conversacióny seguidosu manerade vivir. Porque no conmenosdiligenciay cuidadomiran las cosasdeDios y la saludde susalmasque las riquezasy pasatiemposdel mundo. Verdaderamentemuy grandees en el día de hoy la religión de los españoles,grandees el temor y el acatamientoque tienen cercade la honrade Dios,grancuidadode las almaslos sacerdotes.,los cualesno solamentece-lebran solemnementesus misas y horas canónicas,mas instruyentambién los pueblosquetienen a su cargo con muchossermonesybuenejemplo.

- MARINEO SICULO, L., humanistaitaliano quevino aEspañaacompañandoal al-mirantede Castilla don FadriqueEnríquez,en 1486, y aquíencontrósu nuevapatria. SuobrabásicaesDe RehusHisponiaernentorabilihus, queP. Verruailustra en unaseriedeopusculos:interesantees tambiénsu Epistolario. De Sicilia vienena Españay serelacio-nao con él Rinaldo Montoro, G. R. Moncaday Giovanni Ruffo. Vid. Arturo FARINELLI,Viajes por España y Portugal, Roma, 1942, pág. 150.La cita estárecogidade GARCÍAMERCADAL. .1.: España visto por los exr,-a,tjeros, tomo U, BibliotecaNueva, Madrid,1978. pág.55.

42 ConsueloAlaquedaAbreu

Con menos entusiasmose expresaF. Guicciardini, embajadorflo-rentino en la cortede Fernandoel Católico (1512/1513),quenos haceunestudiofísico detalladodel españoly de su formación:

No sonaficionadosalas letras—escribe—,y no se encuentrannientre los noblesni en lasdemásclasesconocimientoalguno,o muyescasos,y son pocaslas personasque sabenla lengualatina. En laaparienciay en la demostraciónexterior muy religiosos,pero no enrealidad;sonmuypródigosen ceremoniasy las hacencon muchare-verencia,con muchahumildaden palabrasy cumplimientosy besán-dose las manos, todosson señoressuyos, todospuedenmandarles,peroson de índole antiguay hay que fiar poco en susofertas.3

Estasdos muestras,escogidasentreotras muchasdel siglo xví, nosacercanal pensamientode los visitantesde España,quedurantela centu-ria siguientereiteranparecido retrato, como vemos,por ejemplo,en elelogio —con cierta soma— del P. Burgeard,guardiánde un convento,que resalta entre las «grandesvirtudes [de los españolesí...cl celo in-comparablede llevar la religión católicaa dondehubieraminasde oro»4.

Pero en el siglo xvíí el númerode detractoreses mayory lascríticasmásagrias. En el casode FedericoCornaro.al referirse al sentimientore-ligioso del puebloespañol,dice:

La religión tiene al pareceren aquellosreinossu sedey su cen-tro, losdonativospreciosos,las lámparasencendidaspor la piedaddelos fieles, soninnumerables...Estono quitaquepenetrandoen el fon-do, sedéunocuentadequela fe de los grandesy los príncipeses me-rahipocresíay que la de los tontos y el vulgo es merasuperstición.

Otro visitante, el mat-iscal de Gramont, se expresacon mayor du-reza:

La falta de devociónde algunosy su mascaradareligiosaresultadifícil de comprenderNadaes más risible que verlos en misa, congrandesrosarioscolgadosdel brazo..,y pensandomuy pocoen Diosy en su sacrificio. Sureligión es de las máscómodasy cumplencui-dadosamenteaquelloqueno lescuestagrantrabajo.Castigaránseve-ramentea uno que blasfemeo hablemal dc los santosy de los mis-

-> Viajes por Españade Jorge de Einghen, del fiaron Leo,, de Rosmithalde Watna,de Francisco (iuíccíardini y deAndré.vNavajero, traducidos,anotadosy conuna introduc-ción de D. Antonio María Fabié,Madrid, 1879, vid, Bibliograpliíe des voyages en Espag-ne ci en Portugal por R. FOULCI-IE-DELBOSC, Holland. 1969. pág. 20. RecogidoporGARCÍA MERCADAL, Españavis/a por pág. 27.

Vid. GARCíA MERCADAL. Españavis/o por los extranjeros pág. 152.

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terios dela fe... peroel concurrira lugaresinfames,el cenarcarnelosviernes,el mantenerpúblicamentea treintaconcubinas..,eso no esmotivo de escrúpuloparaellos.’

Todo lo dicho encajacon lo quedebió serel sentidoreligioso del es-pañol de estossiglos. Perocreo quedebemoshacerla salvedad,para serjustos, que este conceptoreligioso no sólo eracaracterísticode nuestropaís,sino tambiénde todos los paísescatólicos.Buenapruebade ello esel nacimientode la Reformaque seoponea estareligión externay sensI-ble. Desdeel poderestablecido,la defensade la religión católica fue con-sideradael primer pilar para el buen gobierno de los príncipes. Docu-mentoscomo el que sigue fueron frecuentesen esteperíodoy muestrande forma fehacienteel pensarde la época; se trata del Discurso de Jeró-nimo Ceballos,abogadoy regidor de Toledo:

Diré con brevedadla obligaciónque tienen los reyesebristia-nosal sevicio de nuestro señor,y a procurarel augruentode su sa-gradareligión, porquede aqui dependerántodaslas prosperidades,yfelicidades de una República... Porqué como dixo el santo ReyDauid, si nonguardaDios la ciudad,en vano, trabaxael que la quie-raguardar...6

En efecto,nuestrosreyes de entoncesfueron defensoresa ultranzade la fe católica, efectivay auténticapreocupaciónque les lleva a inter-venir rápidamentecontra los focos disidentesreligiososqueseproduceny a buscarla colaboracióndel SantoOficio que salvaguardabaestareli-gión y con ello prestabaun granservicio a la realeza.Las actuacionesIn-quisitoriales, sin duda,estanen la línea de la defensade una ideologíaoficial.

En las fuentes,las primerasobsevacionessobreel particular las en-contramosen los Cronistas, de los que sabemosque alguno,como An-drés Bernáldez,cura de Los Palacios,era un apasionadode la Inquisi-ción, mientras que otros, como Pulgar y Juan de Mariana, se nosmuestranmenos entusiastasy en susrelatossobre los sucesosocurridosno emitenjuicios de valor, sino que a lo más explican el procederdelSantoOficio.

Mérnoiresdu ,nareschalde Gran,ont, ducetpuir de France sepublicaronenlaspágs.243-480del tomoLVI y págs.1-104del tomoLVII de la Collection deMénzoiresre-/atífs á Ihísioire de France, por A. PETITOT y MONMERQUE, París,1826-1827.~/id.FOULCHE-DELBOSC,op. cit., pág. 68.

CEBALLOS,1.: Discursosobreei remediode la Monarquía de España, 1623,pág.20 (B.N.M., 5273/RI.

44 ConsueloMaquedaAhreu

Pulgar, cronistaoficial de los ReyesCatólicos,nos ha dejadoel si-guienteretratode Isabel la Católica:

Aborres~iaestrañamentesortilegosy adivinos, a todas personasde semejantesartesy ynven~iones.Plazialela conversaqiónde per-sonasreligiosasy de vida honesta,con los qualesmuchasvezesaviasusconsejosparticulares;y comoquierqueoia el pare9erdeaquellosy de los otros letradosque tercadella eran,pero por la mayor parteseguíalas cosaspor su arbitrio. Pares~ióserbien afortunadaen lascosasquecomenqaua...

Esta reyna fue la que estirpó e quitó la heregíaque ovia en losrreynosde Castilla y Aragón, de algunoscristianosde linaje de losjudiosque tornauanajudaizar,e hizo queviviesencomobuenoscris-tianos.

Pensamientosparecidosencontramosen otros lugares de su obra,dondeconsideraal tribunal de la Inquisición como resultadode que «elRey e la Reyna estavanmuy sentidosde la herejíaque avía en algunoscrístianosdel linaje de los judíos, que tornauana juday~are no sentianbien de la Fé»,razón por la que el rey Fernando«cometió a un religiosode la Ordende SantoDomingo, queerasuperiordel Monasteriode San-ta Crus de Segouia,la Inquisición generalde todos los reynose senoriosdcl Rey y de la Reyna»6.

Con palabras similares analiza la cuestión Andres Bernáldez,otrocronistade estereinado,en susanálisis «del comiengode la herejíae delcomienyode la Inquisición». quetuvo susInícios en Sevilla y Córdoba,dondese creó la infraestructurainquisitorial, nosdice:

Aora no quiero masescribirdestoque no es posiblepoderescri-bir las maldadesdestaexeticaPranidadsalbo digo quepuesel fuegoestaencendidoquequemara.Hastaquealía caboa lo secode la leñaque sera menesterarder hastaque seandesgastadose muertostodoslos quejudai~aronqueno quedeninguno.~

Por último, en este mismo reinado, Marineo Siculo, en De RebusHispankw memorabilibus, publicado en Toledo en 1530, nos refiere «elcastigo y justicia de los ReyesCatólicoscontra los ereges»;los sobera-nos, «doliéndosemucho de la deshonrrae ignominia que los eregesha-zian a los christianos a la honrra de Dios», envian embajadasa Roma,

PULGAR, H. del: Crónica del reinado de los ReyesCatólicos, tomo 1; Madrid.1943, pág. 77.

6 PULGAR. op. cit, pág. 438.

BERNÁLDEZ, A.: Historia de los ReyesCath¿íicos,cap. 43, pág. 81v. B.N.M..mss, 1359.

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desdedonde llegan bulas «signadas»,«por las qualesmandauahazerín-quisizión diligentementey castigocontraaquellosque sintiessenmal dela fe y fuesencontraella»’0.

No todos los juicios sontan asépticos.La historiografíase haceecoavecesde ciertostestimoniosde los cronistas,como sucedecon Llorente:

Algunosparientesdelos presosy condenadosreclamarondicien-do queaquellaInquisición y ejecuciónerarigurosaallendede lo quedebíaser,y que en la maneraqueseteníade hacerlos procesos,y enla ejecuciónde las sentencias,los ministros y ejecutoresmostrabantenerodio a aquellasgentes.

Y añadequePulgar le comunicóconfidencialmenteal cardenalMen-doza, amigo suyo,queno le parecíanjustosloscastigósde la Inquisícton.La respuestaa tal insinuación la dio Juan de Marianaen un estudiopor-menorizadode la actuacióndel SantoOficio

Perono todo sonaplausosal Tribunal. El poderde la Inquisición eraobservadopor las demásinstitucionesde la Monarquíay no faltan rocesy litigios entreellas, incluidas las eclesiásticas,que son las quemás con-flictos creancon los inquisidores,siemprepor problemasjurisdiccionalesy competencialese, incluso, por un excesode celo inquisitorial que seconsideraabusode autoridad, lo que en ningún momentoes consentidopor quienesse sienten perjudicados,muy especialmenteen CataluñayAragón (virreyes, audienciasy representantesen Cortes),quizáslos mascombativosen los primerostiemposdel Santo Oficio.

Ya en 1510 y 1512 asistimosen las Cortes de Monzón al ulantea-miento de problemasjurisdiccionalessobre delitos de usura, bigaínia yusos supersticiosos,solicitando que la Inquisición no interviniera enellos; petición quecaeen vacioy que se repitede nuevoen las Cortes deLérida de 1515.Llorenteescribequepor entonces:

Los catalanes,abundandoen las mismasideasque los castellanosy aragoneses,concibieronesperanzasdeaniquilarel poderterribledela laquisición,pensandoqueel príncipeCarlosdeAustriay todossuscortesanos,comoextranjeros,condescenderíangustososen unasoli-citud conformea los principiosjurídicos de su país...Pidieronal Pa-pa queconfiasela Inquisición a los obispos.’>

PELLICER DE JOVAR, 3.: Epítomedela Historia Universalen CompendioU. “dcl’hilipe lVy sucesosde 1638, fol. 168 (B.N.M., Mss. 2066).

PtJl~GAR, Crónica..., t. 1, pág. 79.2 LLORENTE, J. A.: Memoria histórica sobrecual ha sido la opinión nacional dc

1 spañaa cerca del Tribunal de la Inqusisición, Madrid, 1812,pág. 90.

46 ConsueloMaquedaAbrea

Estasy otrascuestionessimilaresse solicitancon reiteraciónsin quese las concedan,como comprobamosen las crónicasde Carlos y, quede-jan constanciade las peticionesde los procuradoresy de las respuestasque recibieron,como en el casoquereflejamos acontinuación:

Suplicabana Su Majestadque en el oficio de la SantaInquisiciónse procediesede maneraqueseguardeenteramentejusticiapara quelos malosfuesencastigadosy los buenose inocentesno padeciesen:y que los Juecesqueparaesto se pusiesenfueran generososy de bue-na famay conciencia,de la edadque el derechomandaba,y que sediesensalarios al Santo Oficio pagadospor su Majestad,y que nofuesenpagadosdel oficio y que los testigosfalsosfuesencastigadosconformea la ley de Toro.’’

Podríamoscontinuarcitandodemandasrealizadasen las Cortesy porotras instituciones sobrebienesconfiscados,delimitacionesde jurisdic-ciones y aclaracionesde competencias,pero lo expuestonos sirve demuestraparaentenderla preocupaciónde las institucionespor el excesode poder de los tribunalesinquisitoriales y la canalizaciónde susquejashacia la última y superior instanciasin resultadospositivos, puesvemoscómo la autoridadde la Inquisición crecey se desarrolla.

En estasquejastenemosun indicadorde cómo no todala opiniónes-pañolaestabaa favor del SantoOficio de maneraincondicional.No po-demosolvidar los problemascontinuosplanteadospor Aragóny Catalu-ña, dondedurantelargo tiempo no se aceptanestos tribunales y dondeexisteunaoposiciónsoterradade la sociedady de sus representantesofi-ciales. En efecto, Aragón planteaal Santo Oficio unos problemasquemarcanunaclaradiferenciacon Castilla, donderesultainauditaunanoti-cia procedentedel Auto de fe celebradoen Valencia en 1561 «particular-mentecontra los neo-conversosy armó gran alboroto,porque no se ob-servó la justiciaen la condenación»’’,por lo que los moriscosdejaronoírsusprotestasante los señoresterritoriales;situación parecidaserepiteen1581,y ya en 1592 el tribunal aragonésvivirá el procesoy la condenadeAntonio Pérez,queponede manifiestolo Fácil quees manejaral pueblo,cuandoademáséstesabeque los fuerosdel reino son opuestosal SantoOficio.

Cuando en 1590 se sugiere la intervencióncontrael ex-secretarioreal, declarándolo«reo de delito de herejía»,esta mediday el inicio del

5 SANTA CRUZ, A. de: Crónica del EmperadorCarlos V, Madrid, 1921, torno II.pág. 58.

“ LLAMAS MARTÍNEZ, E.: «Documentosmanuscr,Iossobre Autos públicos deFe del siglo XVI, existentesen el British Museum>s,en StudiumLegionense,XII, 1971.pág. 87.

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proceso,junto con la declaraciónde los testigos,«digustóa la ciudady alos que se oponíanal SantoOficio». El resultadode tal inquietudfue unmotínque secanalizacontralas cárceles,en el queel presoanimaal pue-blo y lanzaun manifiesto antiinquisitorial antesde darsea la fuga.

Aunqueparezcaextraño, se trata de unarevueltaprotagonizadaporgentesque se oponenal tribunal, revueltaque es finalmentecontrolada,peroa costade que la Inquisición se vearodeadade un vacíosociale ins-titucional que no pasadesapercibidoa nadie y así se reconoceabierta-menteen mediosoficiales, cuandose dice: «... Porno haber justicia deAragón, ni gobernadorquepuedair al lado del Inqor. y no sercostumbrede los virreyes acudiral acompañamiento»’5.

Peseatodo el tribunal de Zaragozaresistecon firmeza hastala cele-bracióndel Auto contrael Secretarioreal. Peroen el asuntoquedade ma-nifiesto cómo la mtsmaconcurrenciaque alababaa la Inquisición en susactuaciones,puedemanifestarsecontrariaa ella si esadecuadamentema-nipulada.La clave interpretativadeestoshechosestá, tal vez, en los sen-timientos encontradosquedespiertala Inquisición,quepuedeperseguiralos mismosque la vitorean, si sobreellos recaesospechade herejía,antelo que valen pocoalabanzasy aplausosanteriores.

Duranteel reinadode Felipe II —cuyo cronistaoficial, CabreradeCórdoba,no hace menciónen su relatodel temainquisitorial— se iniciala Leyenda Negra, cuyas fuentesclásicasson, en palabrasde RicardoGarcía Cárcel, «los libros de ReginaldoGonzálezMontes, “Exposiciónde algunasmañasde la Inquisición española”,1567;de JohnFoxe,“El li-bro de los Mártires”, 1554; de Guillermo de Orange,“Apología”, 1580;del Padrede las Casas,“Brevísima relación de la destrucciónde las In-dias”, 1578; y de Antonio Pérez,con el seudónimode Rafael Pelegrino,“Relaciones”, 1594»”’.

Lo primeroque llama la atenciónes comprobarquetodaslas fuentesson coetáneasdel reinado de Felipe II, un Inonarcajuzgado muy dura-mentepor la historia, tanto en suproyecciónpolítica como en suvida pri-vada. Ricardo de Hinojosa lo expresaasí:

La enconadacensurade sus naturalesenemigoslos protestantesque,alentadospor el de Orange,dierónsea inventary propagarmen-

El tema ha suscitadointerés. Aparte de los fols. 131 y ss. del Mss. 721 de laB.N.M., puedeconsultarseMARAÑÓN, O.: Antonio Pérez, el hombre, el drama, la ¿po-ca, 2 vols.,Madrid, 1947; PIDAL, Marquésde,Historia de las alteraciones enAragón enel reinado de Felipe It Madrid 1862 y, entreotros,el másrecientedeCOLÁS LATORRE,O., y SALAS AUSENS,A. A.: Aragón enel sigloXVI? Alteracioneslocalesy conflictospo-líticos, Zaragoza,1982.

GARCÍA CÁRCEL, R.: La Leyenda Negra. Historia y opinión, Madrid, 1992.pág. 31

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guadascalumniascontrael hijo del CesarCarlosV, habiande pro-vocar necesariamente,y provocaronen efectoen nuestrapatria, vivaprotesta,que traspasandotambién los límites que la justicia y razónaconsejaban,se tradujo en exageradoselogios á la personadel Mo-narea.’7

El parecerde esteautores que Felipe 11 fue cabezade turco, puntode mira de los criteriosciegosde los queseconsideranliberalesen algúnsentidoa finalesdel siglo xví, ya se tratede los protestantes(quehicieronde esterey la imagende la intransigenciareligiosay del absolutismolle-vadoa susúltimasconsecuencias,ejemplode negaciónde todo tipo de li-bertades),ya se tratede los que lo ven sólo como el opresorde los fuerosde Aragón y de los PaísesBajos..Porel contrario, los grupos más intole-rantesde ayer y hoy lo presentancomo un Rey santoy sabio y se desha-cenenelogiosde suvida y supolítica. Exageracionesen amboscasosquea simple vistaes desaconsejableseguir,peroque convieneanalizar,aun-que seade forma somera.

En las Relacionesde Antonio Pérez,publicadasen Londresen 1594y en Españaen 1849, subyaceun rencor personala su Rey, volcandosuacritudcontrael Absolutismo: «Porqueel usodel poderabsolutoesmuypeligroseá los Reyes,muy odioso a los vasallos,muy offensiuo á Dios,y á la Naturaleza»’6.Sobreestetema,el principal de susRelaciones,in-sisteresaltandolas cualidadesqueen su opinión debetenerun rey, espe-cialmenteen susAphorismos del Libro de las Relaciones,donde en unaCarta al Rey de Franciaescribe:

Porqueel Poderenojadoesun viento deshechoy fuerte,que aun-que sea en popa,aunqueno halle resisten9ia,no le puedesufrir unnauio: y no puededurar la violenciade su natural.Puesqué si soplacon tranesiasde accidentesde las que suelensobreuenirá Reyesensus Reinos,y sobretodoque seacabela Pa~ien~iade los Pa~ienIes?A qui caebien que no quedarajaentera.

Sobranlos comentariossobreun párrafotan elocuenteque,además,el mismo autoraclara: «Sy a todasvelasdel poderabsolutoseentrega,no

~> EstudiossobreFelipe II, traducidosdel alemánporRicardode Hinojosa.Madrid,1887 (B.N.M., 7493) (1). Prólogo,pág. V.

‘‘ Las Ol,ras y RelacionesdeAntonio Pérez. Secretario.,dc’ Estado. Que /i¡é del Rey

de España Don Phelippe II ¿¡este nombre. Impresasen Ginebrapor Pietro Chouét, MD-CLIV (B.N.M. 5094, R. ), pág. 207. (En la B.N.M. encontramosun Manuscrito,el 1762,queen el folio 415 contieneun «Brevecompendioy elogiode la vida defl. Philippe II defelicísima memoria», escrito por A. Pérez (pero al margenaclara la no perlenenciaalautor).

49Extranjeros,LeyendaNegra e Inquisición

quedarajaenteradel navio». En la misma cartay relacionadocon lo ex-puesto,insiste:

El Rey que tuuiesemasde Piedad,sea9ercarámasá Dios: comoel contrarioal contrario.“pero el quequierehazerse Dios en la Tie-rra huyede imitar a Dios”.

Semejantesplanteamientosnos presentaen la misma obra, en unacartapara el Papa,al que consideraVicario de Dios («porquequien tienemás del PoderdeDios, deueimitar masa Dios») y critica con grandure-za, deslizandofrasesque ponen en entredicho el funcionamientoinstitu-cional de la Iglesia, como cuandoescribe «tribunalesque estanlexos desus mayoressuelenhazer excessos».Lo que pareceuna desaprobacióndel carácterpolítico de la Inquisición española,que le lleva a exclamar:«Piedaddel sigloenqueestahechaReo la lusti9ia»,y aclara:«No lo deuedezir solo por los pa~ientes,sino por el mismo siglo, puessueleDios to-mar la mano,y ponerel remediode su lustiyia» >.

Los sentimientospersonalesse ponenmásen evidenciaen las cartaspara todos y en susAphorismos en general: «Miserable siglo en que setiene delicto pedirjustiyia, y aun se castigapor tal, “ya se va introdu-ziendo serdelicto el tenerla”», o refiriéndosea los sereshumanosconsi-deraprincipal característicadel poder la falsedad:«Enfermedadcommuná todaslasCortes andarfalsoslos unoscon los otros: como communa losPrin~ipesreyrsede todos»2>.

Podríamoscontinuarcon otros aforismosde A. Pérezsobreel amor,mediatizadopor el favor, la ganancia,el miedo y la ambición,perono nosvan a desvelarningunaluz mássobreel particular.Porel contrario, es in-teresantecomprobarla opinión de esteautor sobre el temaque nos ocu-pa,el SantoOficio, al queatacaal hilo de suexperienciaen el Reino deAragón, puebloque nos dicepadeceel mismo agravioquesu persona;elargumentoespersonaly la crítica va dirigida a las circunstanciasquero-dearonasuprisión y procesoincoadopor el tribunal inquisitorial: «No ayen la tierra quien tengapodertemporalparaculpar,parajuzgar,paracon-denara nadie a monton sin juyzio y sin descargo».Y en un párrafopos-terior añade:«Que Dios nojuzgadosvezessobreunamismacosa».Mez-clael autor los asuntosaragonesesanterioresasu venidacon susituaciónal serlibrado por el puebloaragonés,comode nuevo vemosen estepen-samientodolorosoquededicaa la Inquisición:

La Inquisición, tampocole puedenlastimarjustamente,aunquequierala Adulación humanatentará hazeral Principedueño de lo

,4phorismosdel libro de las Relaciones,op. cit., pág.401.2” Aphorisrnos op. cit., págs.404 y 406.

50 ConsueloMaquedaAbreu

spiritual,ó satisfazerle con aquelazotede su Enojo;Puesestaproua-da la conjura~ión por pro~essohechoá demandade un Reynoente-ro, cono9iael agrauio.que le hizieronen aquellopor los fueros,porlos exemplos,por las concordiasreferidasen la Rela~iónde 24 deSeptiembre,y por el derechodellas opuestoal juizio de la lnquisi-cion?’

Así pues,estetribunal es denunciadocomo un apéndicedel poderabsoluto,a cuyo servicioestá,y como institución opresorade las liberta-desdel pueblo.Porello, másadelantesepreguntasi volver y compareceranteel tribunal, perono le ve sentidoporque«el enojo del poderabsolu-to es el juez». Terrible crítica que alcanzael principio jurídico del SantoOflcio, máximecuandoescribe:«Penasy castigosexecutadossin pro9e-der, no digojuizio, pero ny aún sentenciany aún notifica9ión,ny aúnno-tiyia del payiente».

Estees el juicio adversode Antonio Pérezhacia la Inquisición, perocomo hombrede aquellaépoca,aceptaal SantoOficio, comocomproba-mos, por ejemplo,en la siguientefrase: «No digo derechocontra la In-quisición; juizio de la Fe, sanctissimojuizio,quea éstereuerenqiarlehe,y en su defensaponer lo queen defensade la Fee, quees la sangre,y lavida, y todo»r.

Más durose insistentesson los juicios sobreel SantoOficio en tresobrasya citadas.La primera es la de John Foxe, Libro de los Mártires,dondeleemos: «El trato extremo y la cruel rapiñade estos inquisidorescatólicosde Españaque,bajo el mantode la religión, no buscanmás quesu lucro privado y su comodidad,defraudandoy saqueandohabitualmen-te de susbienesa otros», «El abusode esta Inquisición es execrabilisi-ma»23-

Juicio severo sobre este tribunal, del que consideraresponsablealPapadoy víctima al puebloespañol.Parecidoplanteamientoencontramosen Apologie ou Defensedu trés ilustre Prince Guillaurne, escrita por Pie-rre Loyseleurde Villiers, un refugiado francés,con censurassobrela In-quisición, tribunal queteníaesclavizadoa Felipe II.

Paraconcluir haremosmencióndel escritorque más daño pudo ha-cer a nuestropaís por susplanteamientossobrelas crueldadesdel SantoOficio. Me refiero a GonzálezMontes (Gonsalvius Montanus,Reginal-dus), cuya identidadreal es desconocida,protestanteespañolexiliado enLondres,cuya obraArtes de la Inquisición española, escrita en latín en

RelacionesdeA. Pérez. págs.193, 195 y 198.22 «Relacióndc lo succedidoen ~arago~adc Aragón a 24 de Septiembredel aflo de

1591 por la libertad de Antonio Pérezy de sus fueros,y Justicia»,Relaciones op. ch..pág. 223.

GARCíA CÁRCEL, op. cii., pág. 32.

Extranjeros, LeyendaNegra e Inquisición 5 1

1567, fue traducida al francés, inglés y holandésentre 1568/1625 y1569/1620.En Españala primera traduccióncastellanasehizo en 1851 enSan Sebastián.Trabajo dividido en dos partes,el Prefacio,dedicado alorigendel SantoOficio y anoticias sobreel Tribunal y en la segunda,vaanalizandola forma de disponerun juicio en la Inquisición y susmétodosprocesales.El autorplanteael interroganteal lector de verificar susteo-rías,ya queconsideraun debersacara la luz los actosse estetribunal, alque comparacon un árbol buenoy santoque ama la luz y deseaque susactossalgana ella, o bien con un árbol malo que aborrecela luz e impo-ne «sutiránico silencio a las lenguasde los hombres».Estasegundatesises la de Montes,que dedicapáginasa la mordazade hierro colocadaso-bre las bocasde los hombrespor estetribunal («Estasmordazasson eleternosilencio»).

Culpa a los Dominicos («quemalignamenteconvirtieron en su pro-vechoy honrra propia los pensamientosde los Reyespiadosos»)de ser aquienes «debemoshoi la Inquisizión»N. Consideraque la finalidad delSantoOficio no fue «instruir a uno en los preceptosrelijiosos, sino paracastigary estirparlos erroresy las herejías»25,justificándolo por lo esta-blecidoen cuantoal contumaz,al quesele debeamonestarunao dos ve-cesy se le haga«pasarpor las penasde su error», lo quees consideradocomo un gradode severidadextremo.

En el mismo prefacioplanteaunacuestiónsumamenteinteresante:laescasao nula preparaciónjurídica de los Inquisidores,tanto en el DerechoPontificio (en el que dice que ningúnInquisidor es versado,aunquella-mancomo asesoresa los teólogos),como en el conocimientodel DerechoReal (enel que los inquisidoresno aventajana los magistrados),lo queha-ce innecesariala implantaciónde estetribunal, quedebeser estirpado.

Centrasu desaprobaciónen el actode la relajación, como casi todoslos quecritican a estetribunal, acto al que llama «estratagema»:

Vereis entoncespostrarseen tierra al miserablepopulacho,a lacorporaciónde todos los estados;con sumadevociónprestarpor ig-noranciaun juramentoen favor de la impiedadcontraJehovay con-tra Cristo.26

La entregadel reo a la justicia seglarse hace«conel mayor desca-ro», pidiendo que se le trate con conmiseración,y escribe el autor queglosamos:

24 Artes de la InquisiziónEspañola.Primer traduczión castellanade la obra escrita

en Latín por elespañolRaimundoGonzálezdeMontes.Año MDCCCLI, pág. 13 (B.N.M.1 1401/R).

lbident, pág. 16.Ibidem, pág. 16.

52 ConsueloMaquedaAbrea

¿Conquéconmiserazión’?,puessacana los infelizesa aquellugarestropeados,con las coyunturasde todos los miembrosenteramentedislocadosi quebrantados,los huesosmagullados...y enlo interiorro-tas las venas, las entrañasmismas por los cruelísimostormentos...Tratarónlosellos, sin conmiserazión,ni humanidadalguna.imajinan-do de tiempo en tiemponuevosjenerosde suplizios,en queatormen-tar a los desventuradoscon mas quebárbaracrueldad.

Esteesel motivo de atacaral magistradocivil porque«oyentan irri-sorias y provocativassimplezasy las dejan pasar...palabrasde fingidasmísericordiasy que se profieren paraqueno se cumplan»27.

Cenaremosel análisis de esteautor con el párrafoque le dedica alsecreto,uno de los caracteresmáscriticadosdel santoOficio:

1 estecuidado,conquepor el miedo de un fin indubitable,cosenlas bocasde los quealli salen,es paraellos,entretodassus sagradasartes,sumamentenecesario,siendoestevigorososilenzioensusmis-terios, como una espeziede segurísimallave, que cierra y fortalezetoda su tirania...2”

Sin entrara analizarel temaindiano, por todo lo dicho la imagenes-pañolaquedódañadao, al menos,esohemosmantenidolos españolesconcierta vergúenza,sin repararen las criticas quese hicieronde otrasinsti-tucioneseuropeasdel mismo períodoy sin quererver que,en su mayorparte, la LeyendaNegrafue creadapor los propios españoles,que en cir-cunstanciasespecialespodríantemera la justicia, razónpor la queGarcíaCárcelconcluye:«La primeraconsideraciónquea nuestrojuicio debeha-cerseesqueesasopinionesnegativassobreEspañano sonel resultadodeunaconjurainternacionalirracionalmentedirigida contraEspaña.En ple-na beligeranciade las criticas contraEspañaen los siglos xvi y xvii, sonmúltiples las muestrasde admiraciónque suscitóla culturaespañola»2’.

Parafinalizar con esteapartadointeresaespecialínentesabercuáleseran los principios religiososde la sociedad,para entenderla aceptaciónde estetribunal. Sobreello sabemosmuy poco, por lo menosen lo queserefiere a sus sentimientosmás profundos: algo más informadosestamosde la manifestaciónexterna de esossentimientos,que tienen un amplieeco literario, apartadoen el que no podemosentrar por razonesobvias.pero sí creo convenienteintroducir unamuestrailustrativa, para lo quenos puedenservir algunasde las poesíassatíricasque sc hacían en estaépoca.En general,todasvan dirigidas a la Realezao la Religión, y los te-

¡biden,, pág. 16.> Ibidem, pág. 16.

GARCÍA CÁRCEL. op. cii., pág. 215.

Extranjeros, LeyendaNegra e lnquisici,-5n 53

masson muy variopintos.Especialmentey de forma suscinta,nos vamosa centraren lo religioso, puesesel temaquenos ocupa.

Me llamaronla atenciónpor sudurezaunasdécimasescritasen ro-maneecontralos jesuitasen el reinadode Carlos II, de las que siguenal-gunas:

Bien se llegaa conozersi mi juicio no meengañaque por las callesde Españala zismaempiezaa correr.Y bien pudierantemerJesuitastan sectariossi defiendentemerarioscondenadosdesatinosquesí aorason theatinosmañanasserantemplarios.

Continúancon la expulsiónde estanordende otros paíseseuropeos(~<en aquestosambiciosos,que por ser mas poderosos,estancaronhere-jias>s) Y en otro párrafo leemos:

Tambienquierosepael mundola maldady picardiade engañarla Compañiaa nuestroCarlossegundo.Puesfinjieron con profundodisimulo (quevalor)del inuicto emperadorunacartaen que pediaquecorriesela eregía,de su falso Historiador.ay desverguenzamatorno la inventarael demoniolevantarun testimonioa tansto. emperador.3”

El emperadorde referenciaes Leopoldo, motivo posiblede un cis-ma, sobreel que sedice «quea de ser el antecristo,Pe. de la Companía».

Poesiassatyricas contrael govierno de España, B.N.M. Mss. 4081. Referidasenestecasoal reinadodeFelipe IV y CarlosII, pág.37 y ss. Dedicadasa estascuestiones,seencuentranen la misma BibliotecaNacional,entreotras«Las Sátirassobreel gobiernodelelipe IV» (Mss. 11592), «Las Poesíasde Don JosephPeresde Montoro y de otros Aut-l,ores.RecogidasporD. Juan Isidro Faxardoy Monrroy, cauallerode la ordende Calatra-va y oficial de la SecretaríadeEstado””, 1712 (B.N.M. Mss. 3916)y de Francesillode Zú-ñiga, «La Historiaburlescade Carlos1». (B.N.M. Mss. 1723).

54 ConsueloMaquedaAbreu

Más significativadel sentir de la época,y que tocaal SantoOficio,es la Loa para la fiesta de S. Pedro Mártir, escenificaciónen la que par-ticipan y hablan la paciencia,el entendimiento,el temor,la fe, la fortale-za, la humildad, la sabiduríay la herejía,acompañadasde música,virtu-des queacompañanal santoal que se alaba.Recogemosalgunasestrofasdedicadasa la herejía (quecomo nos dice el acompañamiento:«Plantas,donesy virtudes en unión acordealaban a un éroe,que a la erejía, Lapriuó depoder y armas»)y a la fe:

Salela erejíay dize:Mientesvoz, que mi podera todo el mundoavasallaquees su dilatadoImperiocomoel del sol, que no para.a mis pies estaEuropaAírica, Americay Asia.

En otro momento,la herejíadeclara«estaes la fe mi enemiga».Con-tinúa la fe, contestando:

¿Esesto lo quedecías?aunquepresumesde linzeeresciega, y a la sacradeidad,que rige el Imperiode todaesaazul compañia,de toda la verdealfombraque en la tierraestabordada,te debesrendirhumildey esasseis letras,que aclamandel S. F> los blasones,te darán,sinque te valgatu mañosaindustria,muerte.

La representaciónsiguehastaqueen nombredel santo,la fe triunfay dice a la herejía: «Ahoraerestu vil despojo».A lo quereplica ésta:«Asílo confiesofe y te entregotodas las armas»3’.

Podríamoscontinuarcon otros documentosdedicadostambién a laexaltaciónde la fe en determinadasfiestasreligiosas,peroseríaunatareainterminable y no tendríamucho sentido. Vamosa concluir con unasle-tras quecantaronen 1662, en la octavade la Paciencia,el día quehicie-ron la fiestael Inquisidor Generaly el Consejode la Inquisición:

Poesíassatíricas págs.65 y ss.

Extranjeros,LeyendaNegra e inquisición 55

Señora quienultrajaronsacrílegosdesuariosoygasemi afectoamanteporquees amanteaunq.es mio...Diuino sois injuriadoyra en desagruionro.que el darculto a vras.arasno es menosque Sto. Officio.

Veamosotra canción de exaltación divina, cuyo estribillo es «puesDios sequeja, yo lloro,.., yo muero... yo grito»:

Nuncaamorviendosu oprouioa la muerteseavasalleporquemorir del agrauioes valentiacobarde.

Contrasímesmohaceel tiroel q. contraDios apunta...

Ya es pundonorel llantosi injuriado estáDiosque llorar susoffensases honrradel amor.32

Son, pues,unasmuestraspúblicasde la religiosidadpopularespaño-la, de defensade la fe que lleva a las gentesen estossiglos a vitorear yaplaudiral SantoOficio, a pesarde que la documentacióninquisitorial nocontengareferenciasque reflejen de manerafidedigna la actitud popularantesus actos.

La visión de los visitantes

No ocurreigual con los extranjeros,que,por reglageneral,condenanlas actuactonesde los tribunales,condenasprocedentestanto de simplesviajeroscomo de los dedicadosa algunaactividad intelectual:

Acostumbradosa suponeren los españolesuna aprobaciónyaún una veneraciónafectuosadel SantoOficio, han llegadoal extre-mo de imputarnosque los autos de fe en que se destinabana las lla-mas muchoshombresy sc infamabanlas personasy familias de mu-chos más,eranlas deliciasde la España.33

32 Poesíassatyricascontrael gouiernode España,B.N.M. Mss. 4050,págs.195 y ss.LLORENTE, J. A.: Memoriahistórica sobrecuál ha sido la opinión nacional de

Españaacercadel Tribunal de la Inquisición, Madrid, 1812, págs.51-52.

56 ConsueloMaquedaAbrea

Son muchos los viajeros del siglo xvi, generalmentediplomáticoso embajadores,que describenvariadascuestionesy aspectosde la vidaespañola,pero no mencíonana este tribunal, como ocurre con algunosrepresentantesde la diplomacia italiana en la Corte española,Juan deVandenesse(que dedica sus escritosa los viajes de Carlos y), el con-de Baltasarde Castiglione o Andrea Navagiero, embajadorvenecianoquedescribelas ciudadesespañolascon suspeculiaridades;situación se-mejante se dará en el reinado de Felipe 11 con los embajadoresvene-

54

cíanos-Lasopinionessobrenuestropaísal finalizar el siglo xv son variadas.

Algunos, como el humanistalombardoPedroMártir de Anglería,criticanel tratamientoque los extranjerosdan a los españoles;un anónimovene-ciano, que se creedebido a Lorenzo Driuli, sostiene«haberdebido a laInquisición la conservaciónde la fe católica,expuestoscomo estabana laínvasiónde nuevasy falsasopiniones,coíno sucedióen la mayorpartedeEuropa,por la mezcladejudíos y moros queaqui había»35.

El nuncio apostólicode ClementeVIII, Camillo Borghese,enviadopor el Papaantesde la dieta de Ratisbona,dirige su atencióna la admi-ntstracióndejusticiaen Madrid, regidapor cuatroalcaldesde lo criminaly dosde lo civil conjurisdicción sobreunascinco leguasfuerade la Cor-te —la Salade Alcaldesde Casay Corte—, nos habla de las sentencias,severasy crueles,y de las apelaciones,quesólo sepuedenhaceral Con-sejo Real.El mismo personajeen 1577. se refiere en su Relación al Con-sejo de la Inquisición en los siguientestérminos:

El cuidadode este Consejoes de extirpar y castigar los here-jes y extiendesu jurisdicción por todos los reinos de España:delcuál dependenotros Consejosen provincias y ejercenla jurisdic-ción en muchoscasosfuera de la herejíasmanifiestas,extendien-dosede estemodo la jurisdicción de esteConsejo.La severidaddela cual ha conservadoy conserva la verdaderareligión en estosreinos.->6

VANDENESSE, L)iario deCarlos Vy Felipe 11(1514-1551),enel vol. II de la Co-llection des voyagesde L. P. GACHARD; vid. FARINELLI. A., op. cit., pág. 189; NA-VAGIERO, A., Viajespor Españade Jorgede Einghen, del liaron Leon de Rosmilhaldeli/ama, de E. Guicciardini y de Andrea Navajero, traducido.,anotadosy con una intro-ducción porDon Antonio MaríaFabié, de la Academiade la Historia, Madrid, 1879; vid.FOULCHÉ-DELBOSC, op. cit.. págs.22-23.

GARCíA MERCADAL, op. cit., pág. 115.36 BORGI-IES E, C.: Diario it; relatione del via,ggio di Mon.sigr. Cantillo liorghesee,’

L Espagneau XVIe et au XVIIe siócle, Docan,entshistoriquese, littéraircs publiés et alt—notéspar Alfred More/-Fatio, págs.151-203,Henningerfréres, 1878, vid. R. FOULCHE-DELBOSC, op. cit., pág. 38. Recogidoen Viajes de Extranjerospor Españayportugal, op.cit., pág. 1475.

Extranjeros. LeyendaNegra e Inquisición 57

Ya finalizando el siglo, en 1595, el embajadorvenecianoVendramí-no precisaaún más al observaren los habitantesde España«especiesdepersonas»queno aceptanla situación establecida,son los «descontentosdel gobierno»:

Hay en,primer lugar, todoslos morosque se hanvisto obligadosa convertirsea la religión cristiana,a quienesla fuerzaimponevivirdentro de estareligión, y sientenpor ello un digusto increible, estosmorosquese llaman marranos,aumentancontinuamentede númeroy riquezas,porquetodosse casan,no van nuncaa la guerray seocu-pan sin descansoen el tráfico y el lucro.

Hay que añadir los descendientesde las personas,que,en unaépocacualquiera,han sido condenadosa la Inquisición; estosvivenen Españaenla mayordesesperación,porquesonconsideradoscomoInfameshastala tercerao cuartageneracióny en consecuenciainha-bilitados paraocuparningúncargo,dignidado beneficio.

Los aragoneses,cuyosprivilegioshan sido abolidos,despuésdeque sealzaroncontrala Coronapor instigacióndeAntonioPérez,an-teriormentesecretariode 5. M., el cual ha sido castigadopor su te-meridady vive ahoracomoparticularen la Cortede Francia.

Porúltimo los GrandesdeEspañaahorahumilladosy reducidos...5. M. los empleapoco.”

Juntoa estosextranjeros,otraspersonalidadesque viajan por Espa-ña o ejercenautoridaden ella exponenobjetivamentela existenciadelSantoOficio.

Analiza la causade su aparición el señorde Montigny, Antonio deLalaing, queviaja a Españaen el primer viaje de Felipe el Hermosoen1501, posteriormentees nombradopor Carlos V gobernadory lugarte-niente generaldeHolanda,y en 1510 escribesuobra,dividida en4 libros,en la que destacacómo fueron convertidoslos moros despuésde la gue-rra de Granada:«Tuvieronlargo tiempo sin maldita ley, perodespuésfue-ron obligadosa tomarnuestraley... lo quehicieron no tanto por amora suCreadorcomopor temerperdersustierras».Continúadenunciandocómomatana niños cristianos,«y dicen que hacena menudocosassemejantessiendo los autoresignorados; tan secretamentehacensusfechorias»>6.

A este motivo hay queañadirla existenciade los judíos y la defensade la fe, factoresque paraFrancisGuicciardini (embajadoritaliano que

U GARCíA MERCADAL, 1, op. cit., pág. 279. Sobrelos viajespor Españade losdiplomáticosy embajadores,véaseel cap.«Viaggi”x, del libro de A. REUMONT Della di-

í~lo~nazia italiana ¿¡al secoloxm al xv2, Firenze, 1857, págs.183 y sigs.;vid. FARINELLI.op. cii.. pág. 200.

Viajes de extranjerospor Españay Portugal. Recopilacióny traduccióndeGARCIA MERCADAL. .1., Madrid, 1952, pág. 475.

58 ConsueloMaquedaAbre,,

visitó Españaduranteel segundoviaje de Felipe el Hermosoen 1506)fueron la causade que se establecieran«inquisidoresen todoslos reinosen virtud de autorizaciónapostólica»,insistiendoesteautoren los efectosde las confiscacionesde los bienesde los judíos y las penasimpuestas:«A vecesquemándoloshanasustadoa todos,y ha sucedidoen Córdobayhan sido quemadoscientos y doscientaspersonasde suerteque huyeronde ella infinitos judíos»39.

Un embajadorde CarlosV, GasparContarini, en 1525,en la relaciónde su estanciaen Españanos da noticias sobreel Consejode la Inquisi-ción: «En cuantoConsejoes el de Inquisición contra la perversiónheré-tica... es de tanta autoridady tanta veneraciónque todos tiemblan de él.En susresolucionesprocedecon la mayorseveridady hay mástemordeél queel que en estaexcelentísimaRepúblicasolía serel Consejode losDiez.Me parecequeejerceunaverdaderatiraníacontralospoderesde loscristianos noveles»(en estecasose refiere a los protestantes)‘.

Sobreel mismo Consejo,LeonardoDonati, sucesorde SegismundoCavalli en la Corte de Felipe II, en su relación sobreEspaña,escrita en1572,dice:

El quinto Consejoes el de la Inquisición... Está formado porhombresde Iglesia y personasde muchaerudición... El Inquisidormayores necesarioque despuésdel nombramientodel rey seacon-firmado en el cargopor la SedeApostólica..,perono tiene el Pontí-fice participaciónningunaenesteConsejosi bien todo tieneporcau-Sa la religión cuya cosa es soportadapor los Pontifices bastanteacerbamente.Y yo séque algunavez han intentadoquererhacerin-tervenir a personasuya propia... mas por no inmutar la usanzadelreino y por otros respectosel rey no ha permitido nuncaningunaal-teración.

En otros escritos, Donati relata que, medianteeste tribunal, e] Reypretende«conseguirotros designiosy en castigaralgunosdelitosqueporla via ordinaria no se podianjuzgar».

TambiénDonati hace referenciaal gran poder del SantoOficio: ~<YesteConsejoy Tribunal de la Inquisición es de tan extremay tremendaautoridad.., que en Españaverdaderamenteyo no creo la hayamayor».Porúltimo plantealas razonesde estegrantemor, aclarandola previaau-torización real: «Los inquisidoresprocedencon tanta taciturnidady se-creto quede susinquisicionesy causasno se sabenuncanadasinocuan-do en alegacioneses publicadasu sentencia...Pero es tanto el temorque

“> Traducciónde GARCÍA MERCADAI.U J., op. cit., pág. 617.Viajes traducidaporGARCÍA MERCADAL, op. cH>, pág. 897.

59Extranjeros,LeyendaNegra e Inquisición

cadauno tienede esetribunal quede susactossehabla pocoy se indagapocoparano hacersede algun modo sospechoso».

En lo dicho, Donati no toma partido ni expresasuopinión personal:exponeunoshechosrecogidosde lo visto en nuestro país,pero terminaelogiando a la Inquisición, basándoseen lo que dicen de ella: «Que sussentencIasson en los condenadossiemprejustísimasy justificadisirnas...y su modo de procederes buenoy no hay oposiciónalguna»,por lo queconsideraque «grandementees necesarioestetribunal con tantaseveri-dad y autoridaden España»4.

Pero no todo sonalabanzaso relatosde hechos,tambiénla crítica laencontramosen estesiglo xvi, en bocade JoannesDantiscus,embajadorpolacoen la Corte de Carlos V, quien en 1523 llega por terceraveza Es-paña, donde encontró«valladar tan fortísimo contra aquellasheréticasdoctrinasque le haceescribir: “Aqui no se permiteni nombrara Lutero,porque inmediatamenteacudeVulcano (la Inquisición) y tapa la boca.¡Ojalá puedaextinguirsede nuevo la pestehumanaquetodo lo tienein-festado!”».

Conviene precisarque este personajetuvo problemascon el SantoOficio. Ya en unacartade octubrede 1526, solicita un salvaconductodelEmperador,al no tener«seguridadde salir de aqui incólume».El motivoesexplicadopor el autor, quedosañosantessehospedóenMadrid en ca-sade un judío reconciliadocon la Inquisición, cuyashijas tratabancon elobispo de Osma,confesordel Emperador,quienesfueron vistos por sucriado y «lo dijo, aunqueésto eraclamordel vulgo». Todo esteentrama-do lleva a Dantiscusadecir: «Llevarónlomuy mal estosfrailunosque,enmedio de estahipocresiaen que aqui se vive, quierenpasarpor muy san-tos y paravengarseno hallaroncosamejor quedelatarnosa la Inquisiciónpor luteranos..,apresarona los dos servidorese incoaron secretoproce-so»42.Fueron liberadospor el Emperador,dando por lo menosestodi-ceel autor— un obispadoal inquisidor Juárez.

Mayor y más variadaes la información de los viajeros queen el si-glo xvíí visitan nuestraEspaña.Su informaciónsobreel tribunal de la In-quisición es abundantey podríamosmantenerel mismo esquemaque enel siglo anteriorcon noticiasobjetivas, laudatoriasy detractoras;estasúl-timassonescasas,como veremos.

“ El relato del viaje de DONATI se encuentraen un Códicedel MuseoCorrer (Do-ná delle Rose), quecontienelos manuscritosdel Viaggio per la Spagna di L. Doné se-guendo11 re ~ vid. FARINELLI, op. cit., pág. 279. La citarecogida,en Viajes deex-tranjeros porGARCÍA MERCADAL, págs. 1475 y 1194.

DANTISCUS, 1.: Viajes deextranjerospor Españay Portugal en los siglosxv, xviy xvii. Colección de Javier Liske, 1878, traducidosy anotadospor E. R., Madrid, 1880,págs.67-92.

1)0 ConsueloMaquedaAbreu

En el panoramadel siglo, dos notasconvieneresaltar:una, la varie-dad de extranjerosque visitan nuestro país (franceses,ingleses,suecos,austriacos,alemanesy holandeses,así como un gran númerode italia-nos); otra, susvariadasprofesiones(sonembajadores,teólogos,militares,literatos,poetas,artistas,estudiantes).No todoshablande la Inquisición,pero los que lo hacenprofundizanmás en su estudioy en susmanifesta-ciones.Temasya tocadoscomo el Consejo,actuacionesde los tribunales,procesos,autos de fe y relajadossonalgunos de los asuntostratados,asícomo otras cuestioneso aspectosantesausentes(acuerdoscon países,comparacióncon otros tribunalesqueen ellos actúan...).

Podríamosiniciar nuestrocomentariocon un escritor italiano, Ale-jandro Tassoni,secretariodel cardenalAscanioColonna, al que se atri-buyerondurantemuchotiempo Las Filípicas contraEspaña~‘, texto quetraza un ambientelúgubreen nuestropaís:

Príncipey caballerositalianos,¿sonestoslos milagrosy las fuer-zas de España?...¿Quées lo quecreeisque seaEspaña,por vuestrafe?... Tres veces más dividida que Italia... caballeroserran-tes... No habiendoprobadolas comodidadesde la vida no temena lamuerte.44

Las Filípicas soncombatidaspor SanchoRayón,defensorde nues-trapatria45.El temaqueresaltaesteautores el de la Justicia Civil quenospuedeservir paracompararlocon las noticias inquisitoriales:

Las actuacionesde los pleitos, cuyo tribunal superiorerael Con-sejo Real,se redactabanen castellano,y a cuantosentrabanen la cár-cel se les poniangrillos, quitándolesel dinero quese dabaal alcaideo a los carceleros...Parael tormento se usabael potro en vez de lagarrucha,apretandocon unoscordeleslos brazosy las piernashastallegaral hueso,y cuandoa pesarde ello los atormentadosguardabansilencio, si habiangrandesindicios de su culpabilidadno se les Ii-

~ Las Filípicas (edición de F. Bianebi, Modena,1935). no se sabesin son obrasdeesteautor y fueron escritasdoceaños despuésde su regresoa España.Sobreellas puedeverse, E. ERRERA.Sulle Filippiche di A. Tassoni.Otra obrainteresanteparanuestrotra-bajo,de T. SANDONNINI, «Tassoniedil Sant’Uftizio», enGuiorn.. vior. della leiter. iral..IX, 345. A. BELLONI, Le Fi/ippiche a la «Pietra del Paragone»,pernove Pe/ícgrini-liu¿-rl. Verona, 1903;0. RUA, «Tassoniana,Nouvi documentiper la storiadelleFilippiehe>”.en Cior. sto della letíer. Pal., L. 369 y ss. Vid. Farinelli, op. cii., pág. 8.

» GARCíA MERCADAL, J.: España vista por los extranjeros,tomo III, siglo xvii,pág. 83.

“ RAYÓN, 5.: Respuestaa lasfilípicas (inéditas);tambiénexistenortos manuscrí-tos en la BibliotecaNacionalde Madrid quetratansobreesteparticular;vid. FARINELLI.op. cit., págs.7-lo.

61Extranjeros,LeyendaNegra e Inquisición

bertabasinantesazotarlos,desterrarlos,sacarlosa la vergúenzapú-

blica o enviarlosa la galeradel Rey)6

En tono más exaltadose expresaun embajadorde Luis XIV, Ji Mu-ret, quevienea Españaen la embajadade Georgesd’Aubusson: «La mis-ma injusticia reinabaen los tribunales,salvándoselos criminalesricos porsu dineroy los pobrespor que nadahabíaqueganarcondenándolos»47.

No acabanaquí las referenciasa la justicia civil española.La Con-desaD’Aulnoy, queviaja por Españaentre1679 y 1680,despuésdc rete-rirse al gran númerode criminales quehay en Madrid, agrega:«Sólo seconsumala penade muertedos o tresvecesal año. Los españolesse re-sistena condenara un criminal, quitándolela vida, porquedicen: al fin yal caboes un compatriotay un subdito de su mismo Rey. Poresto, gene-ralmentelos presosacabanen las minaso en las galeras»’9.En la mismalínea citamos al PadreBurgeard,que critica la situaciónexistente,puesdice habermásalguacilesqueciudadanos,pero que la justicia que hacenera «vivir de la iniquidad ajenano pretendiendocorregir los vicios, sínoaprovecharsede ellos»4t3.

Criterio contrario mantienel3arthélemyJoly, limosnero del Rey deFrancia,queen 1603 nos dice cómo «las leyes son obscurasen España,dejandode hacermal por temora la penay a la Justicia, quees buenayno dejade alcanzara los grandes,como en Francia,dondetodos los crí-menesles sonpermitidos»50.

Entrandoya en el mundo inquisitorial, gran procupacióntienen losviajeros por la organizaciónde la administracióncentral de los Austrias,el temade los Consejos.De ellosen generalnos hablaJoly de forma muysomera,puesnosdice: «De lo que bien quisierapoderJarosun enteroes-clarecimientoy amplianoticia; peropor muy ampliainformación queha-ya procuradono he podidohaberanotadomásque lo queaqui os diré»;sólo nos refiere la sedede éstosen el palacio real, la calidadde las per-

16 GARCLA MERCADAL, .1., op. cH>, pág. 13.

MURET: Letras écritesde Madrid en 1666el /667, publicadasporM. A. Morel-Patio,París, 1879,págs.8-80.

46 CONDESA D’AULNOY: Viajepor España /679/1680. CuentosFeéricos(prime-ra edición,1891, enMadrid). Barcelona,1962. B.N.M. 5369114, pág. 39; Carta decimopri-mera. La obra en francés, Relation du voyage d’Espagne, publicada en París enMDCXCI., 3 vols., fue traducidaal inglés,al holandésy al castellano.

~ BURGEARD, RévéreudPére: Voyagea lEspagne,relaciónpresentadaal Conse-jo deNotablesdela villa de Dóle,de su viaje aMadrid con su MajestadFelipeIV en 1661;vid. FOULCHÉ-DELBOSC. op. cit., pág 75. Citado por GARCÍA MERCADAL, J., op.cit., pág. 152.

JOLY, B.: VoyagedEspagne.Estemanuscritoseencuentraen la BibliothéqueNa-tionale de París,perose imprimió en el XX vol. (1909)de la RevueH¿spanique.Vid. FA-RINELI.!, op. <it.. pág. 23. y en GARCÍA MERCADAL, op. cii>, pág. 34.

62 ConsueloMaquedaAbren

sonasque los componen,la principal partede la cortey del Estado,y losasuntosque tratan. Más explícito se muestraal hablardel Consejode laInquisición, «uno de los principalesde España.llamadopor excelenciaelSantoOficio por el alto asuntoquetratade las cosasde la Iglesia, fe y re-ligión católica». Consejoque fue establecidopor los Reyes Católicos«para purgar sus tierras de judíos y mahometanos...»;por toda Españafueron creadostribunales«particularesde Inquisición,de todosmodosto-dos dependeny vienen a dar cuentaa esteSupremoConsejode aqui».

Nos dice Joly que está presidido por el gran Inquisidor General y«compuestode seis inquisidoresy otros grandes canonistas,un fiscal,cuatro secretariosy una multitud de oficiales llamadoscomisariosy fa-miliares de la SantaInquisición», todos ellos de linaje de cristianosvie-jos. Y prosigue:«Las cosasde queconocenson las herejias...Juzganso-beranamentey tomancuandoel casoespreciso,por asesores,que llamanconsultores, con ellos a los teólogosde la Orden de SantoDomingo».Concluye el tema diciendoque «estosseñoressonmuy temidosy honra-dosde cadauno y del rey mismoqueno seentremeteen susConsejospa-ra impedir con su autoridad sus sentencias,principalmente si son demuerte»3.

El abate FranciscoBertaut (que viene a Españaacompañandoa laembajadadel mariscal de Gramont, en 1619, para solicitar de parte deLuis XIV la manodeAna deAustria) recogelos nombresde losquecom-ponen los Consejosy apuntalos diversostribunalesinquisitorialesy sussedesen España,es menosdescriptivoen su análisis:

Le Presidentde linquisition s’appelle Inquisidor general,et lesConseillersInquisidores.EL coinme Ns n’ont autrechoseá <aire quasinformerde la mauvaisevie etdela doctrinedesgeus,etqu’uncha-cun ayme it se faire valoir dansson employ, ils ont des espionpartout.”

Tambiéne! mariscalde Oramontnos introduceel Consejode la Fn-quisición hablandode la existenciade tribunalessupremosqueresidenenla Corte de Españacuyo origen es diferente, siendo el más importante,por dedicarsea la religión, el de la Inquisición, «en el que se tratanesasmateriasy explicacualeshansido las precaucionesquehan aportadopa-

]OLY, B.: «ViajeporEspaña»,en Viajes deextranjerospor Españay Portugal, to-mo II, Madrid 1959, iraducidoporGARCÍA MERCADAL, J., págs. 102 y 103.

BERTAUT. F.: iournal du voyage dEspagne, París. Chez Claude Barbin.MDCLXIX. (B.N.M. 34124/R).pág. 355. Deestaobrada noticiasFoulché-Delbosc(pág.70),perosabemosporFarinelli deotro escrito.Relalion dun vovaged’Espagnc’,variasedi-ciones.Sobrela citadaen primer lugar, fue reimpresapor F. Cassanen la Rev,,eHispani-que. 1919, págs 1-317.

63Extranjeros,LeyendaNegra e Inquisición

ra mantenerleen supurezas>.No sólo se preocupaesteautor de su com-posición u otros datosde sufuncionamiento,queya conocemos,sino queademásexpresasuopinión personal.Su objetivo esconocer«detodaslasmateriasde fe», es gobernadopor un Inquisidor General,«y el cual a me-nudo, es muy ignorantey nadaletrado», seisConsejeros,«quedebensereclesiásticosy cuyo saberes muy mediocrey los conocimientossobreelhechode la religión completamentelimitados, asistenal inquisidor gene-ral por lo menos tan ignorantecomo susayudantes;pero en cambio seglorifican de unapresuncióny de unasuficienciaqueexcedede toda ima-ginación»53.

Sobre los procedimientosutilizados por el Santo Oficio, un viajerodedicagranpartede suobraa estascuestionesilustrandosuspalabrasconejemplos queha oído en nuestratierra. Se tratade Barthélemy Joly, quenosdice:

Su manerade procederes invitar a la gentepor recompensay te-rror de excomunióna denunciara aquellosquesepanhaberdicho al-gunacosacontra la fe o estaren mal sentimientocon ella, y lanzaraloscamposmultitud de esbirrosy espiasqueseencuentranpor todaspartesy recogenlo queoyen y ven sobreeseasunto,informándolesde ello aesosseñoresparaecharmanoal cuello del delincuente,si elcasolo merece,o escribirlo sobreel papel rojo y obsevarsus accio-nesparaver si va persistiendoen ello,

registrandolos datospersonalesdel encausadoy persiguiéndolono sóloen Españasino en otros paísesdonde vaya.

Cuandouno estápreso, le dejanallí largo tiemposin decirlenadani advertira ningunode los suyos,sino en tantoel carcelerodebeex-hortarlea pensaren lo que ha dichoo ha hecho,y recurrir a la mise-ricordiade losjueces,pidiéndoleaudienciaparaconfesary descargarcomobuencristianosu conciencia.

Estasaudienciasno sonnegadasnuncaal presocuandolo pide y tie-nen lugar — todo segúnJoly— en unasalanegra,no iluminada por la luzdel sol, con un altar y un crucificado. «Al entrarel aterradoy advertidopor el carceleroo algún otro, vaen linea rectaa decir suConfiteor y a ha-cer susreverenciastanto al altar corno a los señoresinquisidoresquealliestansentadoscon grangravedad»>~, a ellos referirá surazón y posterior-

GRAMONT, A.: «Viaje a España»,1659,en Viajes de extranjeros...,op. cit., pág.535, formapartede susMentoires,quefueroneditadasporsu hijo en 1720 y seencuentranen L’Histoire de France, en los tomos XVI y XVII, París, 1826-1827.Vid. FOULCHÉ-DELBOSC, op. cii>, pág. 68.

‘~ JOLY, B.: Viaje por España, op. cit., pág. 105.

64 ConsueloMaquedaAbren

mentese retiraráen silencio, sin esperarninguna respuesta.Sobre el proceso,apenasnos da noticias,exceptodel tormento,del

que ofreceuna imagenexageraday lúgubre:

Es agarradoy, despuésde afeitarlela cabeza,lo llevan por pa-sillos secretosa un subterráneomuy oscuro y terrible, dondeen-cuentraa susjuecescomo otros tantosRamadantes,y al verdugo,co-mo un diablo cubierto desde los pies a la cabeza...lo agarra, ydespuésdehaberlodespojado,lo iza y torturahastatanlo que le alíansacadolo que deseande él?5

Nos hablade los delitos y las penasimpuestaspor el SantoOficio yde los Sambenitos,«quees una chupao capuchónde tela amarilla, cru-zadade negro o historiadade diablos», impuestapor estetribunal a lle-varla de por vida y a perpetuarlaen las Iglesias.

Un asunto que llama la atención de los viajeros ingleses.JamesWadsworth,en una carta a Lord Mohun, explicacómo llevan los presosde la Inquisición: «En la cabezauna mitra de papel, en la que hay pinta-do un hombreardiendoen las llamas del infierno...»56.Y más curiosaesla referenciade Ellis Veryard, relativaa si el acusadopruebaque es tno-cente:«Le llevan por la calle en procesión,vestido con una túnicablan-ca, para demostrarsu inocencia»57.

El abateBertaut, sobreesteparticular,apunta: «Hay otros a los queazotancuandose relajan;otros a los que les danel sambenito,quees unaespeciede estolaque les obligan a llevar colgadadel cuello y los llaman“sambenitos”;escribenlos nombresde todos aquellosque han sidocogi-dosde esemodoen el año, sobrelos murosde las iglesias,con crucesdeSan Andrés y la mayor parte de las iglesias de Españaestán llenas dcesos»>.

En efecto,éstosson los hábitosimpuestospor el SantoOficio a losquevan a serreconciliadoso relajados,esdecir, condenadosa muerte,re-lajadosal brazoseglar, la imagenmás traíday llevadapor los extranjerosparasucrítica inquisitorial. Sólo mostraremosalgunosejemplosilustrati-vossobreel particular.

» JOLY, E.: Viajepor España,op. cit., pág. 104.‘“ WADSWORTH, J.: «Carieit Lord Mohun»,Westminster,30 deagostodc 1632, en

SHAW FAIRMAN, P., España,ÁsIa por lo.> inglesesdel siglo xvo, Madrid. 1981,pág. 294.lIste diplomático inglés escribe dos obras:de su primer viaje a España,Fue EnglisbSpanishPilgrime, Londres.1630; de su segundoviaje, ThepresentEstate of Spayne,Lon-II es, 1650: vid. FARINELLI. op. cii>, pág. 31.

ELLIS VERYARD:<oAn Account of Divers Choice Remarks,a~. welI geographi-oil. as1-listorical, Political»,Londres, 1701, enSHAW FAIRMAN, P., Op. <it., pág. 296.

~> BERTAUT. F.:«Diario del viaje deEspaña».en Viajes dc extranjero» op. ca.,s,íg. 664.

Extranjeros, LeyendaNegra e Inquisición 65

Vale la penacomenzarcon la descripciónque Tassoni nos haceso-bre los relajadospor la JusticiaCivil:

A los condenadosa muerteseles vestiacon pañoblancoy bone-te azul, traje llamadohábito de la concepciónganandoindulgenciaspor llevarlo puestoen su última salidapor las calles,quehacianca-ballerosen un borriquillo, maniatadospor delantecon un crucifijoentrelas manos,con un cabestrode espartoatadoal cuello,y acom-pañadospor dos religiosos que les iban exhortandoa bien morir...Delante iban dos pregonerosvoceandola razón de su muerte,y de-trás el alguacil que los prendióy el juez de la causa,a caballo,dete-niéndosey rezandoantecadaimageno Iglesiatropezadosen la callepor dondepasabanhastallegaral sitio de la ejecución.59

Imagen de la relajación,completadapor Joly, que refiriéndosetam-bién a la relacióncivil comentano haber tantacrueldaden Españacomoen Franciacon los castigos,aunquenosdice:

La ejecuciónno se puedenignorar,porquevan por la mañanapi-diendolimosnaparahacerbién por el almade aquélquedebesereje-cutadopor la tarde.Pero los estreangulanpor delante,dándolesga-rroteen la garganta,exceptoen el crimen de herejía. Los apaleanpaseandoal fustigadosobreun asno,con un tendorbajo el cuello pa-ra hacerleslevantarla cabeza;estose llama “pie de amigo’.

Pasaa describircómo deguellana los criminales,exponiéndolosenlos caminoscomo ejemploy distinguiendoa los nobles de los traidoresalserdegolladoscon la cabezapor delante.

Parecidoretratonos hacela condesaD’Aulnoy, Marie-Catherine,so-bre la penaen la horca,que los reossufrendespuésde ser paseadosantela gente: «Al subir al patíbulo, nosdice, se les permitehablaral pueblo,que algunasveces le oye de rodillas deshechosen lágrimas,y dándosegrandesgolpes de pecho...y como estoscasosde torturano sonfrecuen-tes, aqui producenhondaimpresiónW”’.

Refiriéndoseen generalal SantoOficio, Joly destacaque todos losreoscondenadosa relajación no son ejecutadosconcluidossusprocesoscomo ocurre en Francia, sino que los inquisidoresal no «pronunciarlas[las sentencias]tan pronto, los vuelven a la prisión y los encierranhastatanto hayanúmerosuficienteasu antojo,como mercaderesquenos ofre-cen, y los ajustician todos a un tiempoy en un solo día, que segúnnues-

GARCÍA MERCADAL, J.: España vista por los extranjeros, tomo 111, Madrid.pát 13.

CONDESA DAULNOY, op. cii>, pág. 39.

66 ConsueloMaquedaAbrea

tra manerase puedellamar el GranDía y tambiénpor ser esosmiserablesdies magnaet amara valde, ellos lo llaman auto de fe»6~.

Los viajeros inglesesinsistenen la relajación,pero no son tan des-criptivos como los franceses.JamesWadsworth,en Fa carta citadaante-riormente,manifiestaquecuandosetratade la penacapital, se aplicaasí:«Cuandolos inquisidoreseclesiásticoshan pronunciadoel anatemacon-tra el acusado,lo llevan a los juecessecularespararecibir la sentenciademuerte,puesel clero no pudemancharselasmanosde sangre;el Rey pue-de atenuarcualquierpenaqueno seala capital. y a los nobles no se lespuedetorturar>s«2.El mismo Ellis Veryard subrayaque ni siquierael Reypuedeconmutarla penade muerte.

El temacumbre,idea fija de estosautores,por lo espectacular,es lalectura públicade las sentenciaso Auto de Fe, que despiertaen el espa-ñol unosefectosespecialescomo resaltael abateBertaut,queal censurarlos métodosinquisitorialescomenta:«No me decíanningunaotracosasi-no que la cosamáshermosaque se podíaver en Españaera un autode laInquisición, asíllaman a la condenacióny ejecuciónde un desdichado,yrealizanese espectáculocomo una fiesta de toros porque, en efecto mehan dicho que lo hacencon gran aparatos>63.

Estecarácterfestivo y de derrocheeconómicolo resaltaPedrode Vi-llars, embajadorde Luis XIV: «Mientras el hambrellenabael país y lapesteasolabaAndalucia, en la plaza Mayor de Madrid sonabanlas con-denacionesde los Autos de fe», actosmuy duraderosen el tiempo(sietede la mañana hasta las nueve de la noche) y los condenadosfueronquemadosal día siguientefuerade la ciudad, «dondeaquellosmiserables—dice el autor— antesde ser ejecutados,hubieronde sufrir miles de tor-mentos, ~hastalos monjesque los asistianlos quemabanpocoa pococonantorchasparahacerlosconvertir.Varias personasqueestabansubidasso-bre el terreno, le dabanestocadasy el pueblo las apedreaba»64,imagendesvirtuadade la realidadpor su exageraciónde un acto ya de por silla-mativo y grandioso.

La multiplicidad de estos actos permite que la condesaD’Aulnoycentresu atenciónen el aspectoreligioso:

Las determinacionescondenatoriasde la Inquisición en España.que la mayor partede Europaconsideracomo unasimple ejecución,

61 GARCíA MERCADAL, J.: Españavistapor los ex!ranjero.o, pág. 35.62 WADSWORTH.op. cii>, pág. 294.

BERTAUT. F.: Diario del viaje de España, publicadaen Parísen 1669 (B.N.M.34124/R). traducidaal español porGarcíaMercadal. Viajes de extranjerospor Españatorta qal. tomo II, Madrid 1952,pág. 663.

VILLA RS, P. de: «Memorias...»,en Españavista por los extranjeros.tomo III, op.cii>, pág. 181.

67Extranjeros,LeyendaNegra eInquisición

tomanaqui el aspectode unaceremoniapiadosa,en la cuál,el rey ca-tólico da públicaspruebasde su celo por la religión. Poreso los lla-man Autos de Fe o Actos de Fe. Suelencelebrarseal advenimientode los Reyesa la Coronao al cumplir su mayoriade edadparaqueseanmássolemnesunidosa una fechamemorable...(Anuncia la pre-paraciónde uno parael casamientodel Rey) haciéndosegrandespre-parativosparaqueresultemagnífico y solemne¡Cuántopuedeserloesaclasede ceremonias!<9

El más descriptivoes Joly, quecomienzasu relato del Auto con es-tas palabras:«Dispuestosde esemodo a hacerjusticia, hacensacara lospresosdesdepor la mañana,cuandolas misassedicenmuy tempranoportodaslas iglesias,cerradaslas tiendasy hastapuededecirseque las casasvaciasde gente,el acto de eseconvoy o triste acto comienzaa avanzar».Continúadelineandolas fasesque repetidamentese dan en estos actos:los pregones,la construccióndel tablado,las procesiones,el sermóny lalecturade las sentencias.Pone,además,ejemplosfamososcomo el de Ca-zalla de 1640 y otro celebradoen Murcia de señoresy de damasqueju-daizaban,para finalizar apostillandoque «tales ejecucionesreiteradas,con el terror universalde España,hanextirpadopor las raicestodaslas deesasperniciosasplantasy quitadola voluntada los dogmatizadoresde ve-nir alli a probar fortunass««.

Dosautoresingleseshablande los autosde fe en tonodivertido y conlenguajedespreciativo.William Edgemanrecuerdaque algunosembaja-dores inglesesintentanver un auto de fe en Toledoen 1634 lo que lesresultó imposiblepor falta de alojamiento—,en el que sejuzgabanseten-ta reos;de ellossólo fue quemadouno y losotros se dejaronpara«un au-to generalque se va a celebraren Madrid en Mayo próximo, para diver-sión de la Reina,quien al parecertiene ganasde ver comosehace;y pararealzarla diversión,hanconservadoaun sacerdotey algunosotros delin-cuentes,quieneses seguroseránquemados»%

El otro personaje,JamesStanhope,en una carta a su padrede 5 demayo de 1691,cuentasudificultad paraencontraralojamientoparaun au-to de fe en que sequemaronveintisietejudíos,pero «el martesque vienesi sigo tanto tiempoaqui, habráotrafiesta, puesasi llaman a un dia dedi-cadoa acto tan execrable»’8.

>‘ CONDESA DAULNOY: Viajepor España,op. cit., Cartadecimotercera,pág. 69.65 JOLY, E .: «Viaje por España»,en Viajes de extranjeros...,op. cit., pág. 107.

“~ EDGEMAN, W.: «Relaciónenformade diarioquesehallaen la BodecianLibraryde Oxrord»,en SHAW FAIRMAN, op. cii., pág. 297.

» STANHOPE, 1 .: «Colección de Cartas», publicadasen 1840, en SHAW FAIR-MAN. op. ci!., pág. 297.

68 ConsueloMaquedaAbreu

Las criticas y alabanzasal SantoOficio tambiénse repitenen el si-glo del barroco. Y así tenemosopinionesfavorables,como la que emitela condesaD’Aulnoy:

Los procedimientosde estetribunal sonmuy extraordinarios..,sepretendequeel espectáculode varios individuoscondenadosa la úl-tima pena,sin consideraciona su sexo,ni a su calidad,confirme ensu religión católicaa los pueblos,y quesolamentela Inquisición haimpedidoque se difundapor Españalas últimasherejiasque infesta-ron a todaEuropa;por esolos Reyeshanotorgadounaautoridadex-cesivaal llamadotribunal del SantoOficio)”

En la misma líneaJoly opina:

Siendola Inquisición y sus actostan solemnesreputadoscomouno de loscasosmas importantesde España,debiendoser asi de pú-blicos y ceremoniosos(dicen ellos) para dar en estepaís terror ymanteneren deber,en lo queestoyde acuerdoy ademáscon todoeseprocedimiento,salvo unacosaqueno convieneen mi sentido,queesel prostituir la excelenciade esegran tribunal de la justicia, esaaltavirtud que alli se ejerceen hacerlaservir, se puededecira susenga-ñosy astuciasy rebajarsu dignidadmezclandocon ella la sorpresayla charlataneriacomo lo de afectarel horrory el terror en sus tribu-nales,y quereraparecercomo Ramadantesy juecesdel otro mundo,susoficiales, diablosy espíritusinfernales,para aterrar y turbar elsentidoa los otros.., sacandoprovechode sus suspiros,hastade susueño, hastade sus pesadillas,cosabien ruin y dc pocareputaciónparaun tan grande,famosoy temible Consejo.2

Peter I-Ieylin hace un resumende las circunstanciashistóricas queprovocanel nacimientode la Inquisición, admitiendoque «las indagacio-nes de los Inquisidoresle parecentolerablesy admirables»y de los pro-cedimientosutilizados~<seencarganlos frailes más celosos,más fervien-

— VI

tes y más severosde todo el rebano»Porel contrario, critican duramenteel sistemainquisitorial algunos

de los viajerosde estesiglo xvii. Sin ir más lejos, FranciscoBertaut die-tamina: «Veritablementils nc persecutentpas les Estrangers,mais sule-ment ceux du pays.Mais la manieredont ils se servení,est contre toutesles formes& contretoutesles loix divines& humaines»~

AULNOY: Viaje por España, pág. 66.Vid. GARCÍA MERCADAL, op. cii., pág. 107.HEYLIN, P.: «Little Descriptionof the GreatWorld».Oxford 1621.enEspañavis-

ta por los ingleses,op. cii., pág. 294.BERTAUT: Journal dun voyagedEspagne,pág.355.

Extranjeros,LeyendaNegra eInquisición 69

En la mismalínea, el mariscalde Gramontconcluyeque«el tribunalde la Inquisición ha sido el principal fundamentosobreel cual han pre-tendido elevary sosteneresagran máquinade dominaciónde la que lospadresde los que hoy viven habrianpodido alabarse,pero queno les haservidotan facilmente a los que les han seguido,como en tan diferentesocasionesha dado a conocerla experienciaen los últimos tiempos»73.

Con tono de mayordurezay desprecio,LUis Veryardafirma sobreelSantoOficio: «De maneraque todoel paísse quejade suopresióny va-rias familias se hanvisto arruinadasy reducidasa la pobrezapor estosca-balleros,quienesse han dedicadoa levantarsuspropiasfortunas enga-ñandoy exprimiendoa todos los que caen en su poder»74.En la mismalinea, JohnEvelyn asevera:«La Inquisición es tan cruelmenteterrible einexorableante la menorsospecha»75.

Todo lo dicho despiertaen el españolun temor reflejadopor un poe-ta provenzal.Anival l’Ortigue. que describegraciosamentelas costum-brescortesanasde Europadiciendode Españalo siguiente:

Llevar un rosariopararezara Dios. Y pronunciarsiemprealgunayanapalabra.Practicaren la Iglesiaunaresignación.Temermenosalinfierno quea la Inquisición.Talessonlas virtudesde la Corteespa-ñola.7<

Parafinalizarquiero resaltarunanovedadde estesiglo xvii, quecon-sisteen la preocupaciónque los viajerostienenpor divulgar la posturadela Inquisición conrespectoa los extranjerosparahacercomprenderla po-sición de los Estadoseuropeosal respecto.En este sentido, los francesesson informadospor Bertaut,quede forma clara nosdice cómo los inqui-sidores «no persiguena los extranjeros,sino únicamentea los del país»,y en la mismalínea Joly aclara:

Uno que esténutridoa la maneraordinariacómo viven los cató-licos en Francia,no ha de tenertropiezomayoren Españacon la In-quisición; porquesi no es por desprecioo malicia en el pensarno senos imputanadacomo no seaalgunainadvertencia,como el haberdejadode saludara la cruz y deasistira la misaun diadetiestau otracosasemejante,sin costumbreni mala intención.¡Únicamentehay un

~“ GRAMONT: Viaje a España,pág. 535.“ VERYARD: AnAccoaníof Divers ChoiceRemarks,as weíí Geographical, as His-

tori cal, Political, Londres,1701, pág. 296.EVELYN: «The Diary of John Evetyn», en I5spaña vista por los ingleses....

pág. 294.» L’ORTIGIJE, A. de: Poilsiesdiverses,oil il trate de guerre, da,nour, gaicté,point

de controverse,hymnes,sonnets,ele., París, 1617; vid. FARINELLI, op. ch., pág. 34, y enGARCIA MERCADAL, España vista por los extranjeros, pág.66.

70 ConsueloMaquedaAbreu

pocode peligro en la calumniay los enemigos...El verdaderoreme-dio contraeso y que daria por consejoa fin de evitar los inconve-nientes,es mantenersecalladoy hablarpocoen España,y tenerco-mo máxima principal y regla inviolable para los que viajan porEspañaestesolemneproverbio:Del Papa,del reyy de la inquisición,chitón, chitón?

En el fondo subyaceuna posturacomún ante la religión, al serdospaísescatólicos,a pesarde que la posturareligiosaes diferente,comoco-mentael inglésJamesHowell en sucomparaciónentreel francésy el es-pañol:

Aunqueel espíritudel francésasimiley asientaalos postuladosdela Fé, no obstante,no se paraahi, sino quelos examinaala luz de supropiarazón,discutela cuestiónpro et contra, y a menudoencallaenlas arenasmovedizasde su propio cerebro;el españoltotalmentealcontrarío,creeen los cánonesy decisionesde la Iglesiacon una fe im-plícita y unaobedienciatotal y en seguidahacea su comprensiones-clavade ella; pone límites a su propiasabiduriay erudición y sees-fuerza en evitar toda especulación(dudas y discusión) sobreesteasunto,temiendocaeren algúnerror, por la debilidadde su mente.3>

El temoringlésa la Inquisición esmuchomayorqueel francés.JohnChamberlain,en 1604, se haceecodelos comentariosquecorrenpor In-glaterra: «Nuestroshombresse quejandel mal trato que recibenalli [enEspaña],sobretodoamanosde la Inquisición,quieneshacenlo quequie-ren y no se sometena autoridadninguna,puesdicen queno entranen laJurisdiccióndel Rey»7t3.

Preocupacióngeneralizadaen estepaís y recogidapor los gobernan-tes ingleses,que en el Tratado de Paz con Españadel mismo año, 1604,introducenunacláusulaque establece:

Los súbditosde Su Majestad(Jacobo1) no seránmolestadosporla Inquisición a causade algunacausaquehallan hechofuerade Es-paña,ni tampocoseránobligadosa entraren las Iglesiasespañolas,perosi lo hacen,entonceshande mostrarrespetoy reverenciaanteelSantoSacramentodel altar; y si ven venir haciaellos el SantoSacra-mentode algunacalle, hande venerarloarrodillándoseo, si no, me-tersepor algunaotra calle.»

“ JOLY: «Viaje por España»,en Viajes deextranjeros pág. 107.76 HOWELL, J.: «Instructionsfor ForreineTravelí»,Londres,1642, ibidens. pág. 147.~“ CHAMBERLAIN, J.: «Cartaa Sir Ralp. Winwood». ihidem, pág. 293.

LITHGOW: «Totalí Discourseof the RareAdoenturesandPainefulíPeregrinatio-nesof long NineteenYearesTaraylesfrom Seotían<o the mostfamolesKiogdoms in Eu-ropa. Asia andAfrict» (1620),ibídem, pág. 147.

71Extranjeros, LeyendaNegra e Inquisición

Tenemosnoticiasde la posturade unosalemanesquevienen a Espa-ña en 1606,Heinrich Broekesy Arnold von Holten, enviadospor las ciu-dadeshanseáticasa la corte de Felipe III. y comentanen susrelacionesdel viaje el recibimiento quese les haceen todas las ciudadesespañolascon estaspalabras:«Todo es un encanto.¡Si no fueran los terroresde lalnquisición!ss6.

Por todolo expuesto,auna riesgode hacerunasimplificación un po-co apresuraday quizásmatizable,podemosconsiderarquehastael sigloxvtíí eshabitual que los españoleshaganunaapologíay alabanzadel Tri-bunal, pues sólovan a hablarsusdecididospartidarios,entreotras cosasporquelos inquisidores:

estabanautorizadospara procedercontra los que pusieran,o procu-rasenponerobstáculosal ejercicio de la Inquisición; y desdeluegoincluyeronen estaclasea cualquieraque hablasemal del santoOfi-cio, o del modocon que se procedíaen la formaciónde suscausas.62

La ausenciade juicios públicos contrariosa la Inquisición no debehacernoscreeren su inexistencia:el riesgoqueentrañabamanifestarseenestesentidoharíadesistir, y, anteunaposibledelación,nadiese atreveríasiquieraa manifestarsu opinión a suspropios parienteso familiares. Apesardel juicio de Llorente, que consideraque «la nación castellanaes-tabadescontentacon la Inquisición», Castilla pareceasumirsin la menorprotestatodo el pesode la Monarquíay de susinstituciones—y la Inqui-sidón eraunade ellas—.Los juicios contrariosaestaInstituciónestánenbocade los extranjerosque visitan nuestro territorio, que en ocasíonesmantieneny difunden unaopinión negativay no siempreexactadel San-to Oficio.

2. EL INICIO DEL JUICIO CRÍTICO A LA INQUISICIÓN

Los lazos que unen a la Monarquíacon la Inquisición no son tanfuertes en el siglo xviii, la nueva dinastía borbónicano se muestratancomprometidaen las cuestionesreligiosasy la Ilustración inauguraunanuevamentalidadquerespondeen partea ideasde estesiglo y enpartealregalismo.Soplabanpor Europaaires muy distintos a los de los siglosprecedentes.

Al iniciarse el siglo, el afán reLigioso seguía siendo un hecho nocuestionable,como vemosen los consejosque Luis XIV da a sunieto, el

6~ FARINELLI, op. cit., tomo II, págs.27-28.>~ LLORENTE, op. cii>, pág.92.

72 ConsueloMaquedaAbreu

duquede Anjou, electoreyde España.antesde queéstesalgade Francia,aconsejándole—si creemoslas coplillas quecorrían por la calle—:

Por la catolicafedesvelatevigilante,no solo en guardarlatu,sino en que todos la guarden.Si te ablaalgun sacerdoterespetale,y oie afablelo que pide, puescopiadel mismo,que ade mandarte.Cuía queaya en cl Reynograndenumerode frailes,puescon capade virtud,azenoficio su trajet

Contextoen el queactúaFelipe V en los inicios de su reinado,comovemos en el Real Decreto del lo de febrerode 1705. sobrela conserva-ción de la religión católicay buengobiernode España:

Viendo en el Goviernode mis Reynosel únicoobjeto de mis de-seosla conservaciónde nuestraSantaReligión en sumasascendradapurezay aumentosdel bien y alivio de los vasallosla rectaadminis-traziondela Justicia,la extirpacon.de los vicios y exsaltaciónde lasvirtudes son los motivos porque. Dios poneen manosde los monar-caslas riendasdel goniernoy atendiendopor el consiguienteá la se-guridadde mi concienciaqe.es inseparablede éste.”’

El rey borbón no deja lugar a dudade cuálesson susobjetivos a al-canzaren el gobiernode España.Deseosode preservarla superioridadeindependenciade la Coronasobrecualquier otro poder, no cuestionalasdimensionesespiritualesde la Iglesia y hastala décadade los setentanosecuestionarealmenteel temade la jurisidicciones.La Inquisición es ad-mitida y tolerada,aunqueno siemprese aceptansin crítica los procedi-mientos, métodose inmunidadesde este tribunal, como pone de mani-fiesto Macanaz,Fiscal del Consejode Castilla, en su informe, Defensa

crítica de la Inquisición, sobrela pérdidade la autoridadReal y el abusode los eclesiásticos,«tenía mássubditosen estosreinos la IglesiaqueelRey», escrito que no cae bien en el ConsejoReal y es consideradoheré-tico por el SantoOficio, posturaapoyadapoco despuéspor la princesadeParma,pero que no empecepara que Macanazredacteun nuevo escrito

63 Poesíassatíricas contrael goviernode España,pág. 161,E.N.M., Mss. 4081Real Decretode Felipe Y de JOdefebrero de 1705, B.N.M., Mss. 11266.

Extranjeros, LeyendaNegra e Inquisición 73

sobreLa Inquisición y sus abusos, en el que solicita la dependenciadeSantoOficio de la jurisdicción real, la reducciónde supersonaly de susinmunidadesy la reforma de suderechoprocesalplanteando,por último,que la existenciade la jurisdicción inquisitorial era un atentadocontralajurisdicción episcopal.Posturaque abrió un procesoa Macanazy provo-có su huida de España.lo que manifiestaque ni en estesiglo es posiblehablarde un tribunal poderoso,ni siquierael propio Rey se atrevea opo-nerse.

El afánde reformacontinúay el regalismoprogresa,perola Inquisi-ción no se eclipsani muchomenos.El reinadode FernandoVI mantieneel espíritu de Cruzadareligiosa. Martínez Albiach opina que «la lnquisi-ción sigue siendo duranteel siglo xviii una pieza fundamentalen el en-granaje del espíritu de cruzadaquecon tanto ardor cultiva la Iglesia es-pañola»65.

El mismo autor, en otro libro dedicadoa temasparecidos,afirma demaneracontundenteque «el rey de Españaespara la Iglesiaespañoladelsiglo xviii el protectorde la religión, la piedraangular,su firmisimo apo-yo y las distintas instituciones eclesiásticastienen su misión concretadentro de esteconjunto, asi la Inquisición es subrazoejecutivo y la Bulade la Cruzadael símbolode suempresa»>«.

Siendocierta estaafirmación, las diferenciascon el Papadofueronconstantesen el reinadode Carlos III. El conflicto Iglesia-Estadoera unhechoy desembocaen el Concordatode 1741. En este marcode desa-venencias,se planteade nuevo por CantosBenítezy Rix Exea,del Con-sejo de Castilla, nombradosconsejerosde la Suprema,otra reforma dela Inquisición, basadaen el nombramientopor el Rey de los cargosin-quisitoriales,de modo que los títulos de nombramientosse debíanexpe-dir firmados por el secretariodel Consejode la Inquisición y tres conse-jeros. uno de ellos del de Castilla; queel notario del tribunal fueraseglary tambiénseglareslos relatores,y por último, en el ejercicio de la autori-dad real, los consejerosde Castilla tienen jurisdicción para tratar causasde la Inquisición. Sobreesteintentode reforma,Alvarez de Moralesdice~<comose deduceclaramentede este documentolos reformistasdel rei-nadono queriansuprimir el tribunal.., la razón por la quese les abreesteprocesoes porqueatentasu podera las regalíasde la Corona»<7,la deja-ción real en su autoridadsobreel SantoOficio le ha conferido una auto-ridad abusiva. De nuevo,esteexpedientenacemuerto y la contrapartida

MARTÍNEZ ALBtACH, .1.: Etica socio-religiosade la Españadel siglo xviii, Bur-gos, 1979,pág. 70.

66 MARTÍNEZ ALBIACH, J.: Religiosidadhispánicay sociedadborbónica,Burgos,

1969, pá~. 66.6V ALVAREZ DE MORALES, A.: Inquisición e Ilustración (1700-1834), Madrid,

1982, pág. 97.

74 ConsueloMaquedaAbreu

es una cartadel 2 dejunio de 1763 del Papaal Rey en la que le ponderalos peligros a queexponesu alma; notasignificativa parael contenidodenuestrotrabajoqueno necesitacomentarioalguno.

Sin embargo,estasfallidas reformasvan creandoun sedimento,unaactitud proclive a la necesidadde un cambio; las protestasanteel tribu-nal no cesany ya desde 1768 asistimosa reformas parcialesy a criticassobreesteparticular, inferidas por personalidadestan importantescomolos Fiscalesdel Consejode Castilla. Campomanesdice al respecto:

En el día, los Tribunalesde Inquisición componenel cuerpo másfanático a favor de los regularesexpulsosde la Compañiade Jesus(expulsiónrealizadaen ¡767), que tiene total conexióncon ellosensus máximasy doctrinasy en fin, que necesitanreformación.”>

Campomanesy Mariño redactanuna meínoriaen dos Cédulas,unadel 16 dejunio de 1768 sobre la Prohibición de Libros (un recortede li-bertadesen esteterreno,cuestiónfundamentalen España,de la que másadelantehablaremos):otra regulalos casosde herejíay apostasía,peronoes unadelimitación de estos delitos, sino la atencióna casosespeciales,como el de bigamia.

Al entrarel Conde de Arandaen el Consejode Castilla, seproducennuevos enfretamientosjurisdiccionales.Aranda, segúnalgunos historia-dores, tenía un plan preconcebidosobreel SantoOficio, en la líneade loexpuestoal referirse al autordel viaje de Fígaro:

El autorestánial instruido porqueomite precisamentela princi-pal casi únicaocupación de la Inquisición, que consisteen reprimirla charlataneriainsensatade escritoreslicensiosos,que se asemejanal asi llamado Fígaro,pues la Inquisición realiza cn España,lo queen todaspartes.hacenlas casasde correccion...todo lo que se puededecires que la Inquisición al contenerla licenciade ciertosescrito-res, que son verdaderamentepestespúblicas, previene muchosde-sordenesy desarreglos!”

En estemismo reinado,otraReal Cédulade 1782 limita —así opinaWilliam Coxe la jurisdicción inquisitorial, al establecerque los proce-sosincoadosa grandesde España,ministros o servidoresrealesfueranso-metidosen primera instanciaal examendel rey; documentono totalínen-te comprobado,pero todasestasreformasy otras muchasson indicativas

“> Citado por LLOR ENTE. A., en su Historia crítica de la Inquisición en España,Madrid, 1822, tomoy, págs.234-238.

““ Sobreel Condede Aranda,vid. FERRER BENIMELI, J. A.. El condedc Aranda ysu de/tusadc España.Rc/iítació,í del viaje dc Fígaro en España,Zaragoza1972. pág. 54,

en Masonería, Iglesiae Ilustracic5n, tomo II, 1977. pág. 255 y Ss.;recogidotambién porAlVAREZ DE MORALES, op. cii>, pág. 142.

Extranjeros,LeyendaNegra eInquisición 75

de nuevosairesque hacenpensara los europeosque se preparala sus-pensiónde estetribunal español;de estamanera,el corresponsaldel Cmi-rier de 1 Europe, dice a sus lectores«quelos rumoresde cambiosimpor-tantesse renovabancon más fundamentoque en otras ocasiones,parecíaqueel gobiernodeCarlos III estabainclusoen abolirtotalmentea estetri-bunal monstruoso,cuyaexistenciaha ultrajadodemasiadotiempola divi-nidad y la humanidad»90.

La realidades «queparala mayoriade los españolesy sobretodo sieran eclesiásticos,toda la mentalidadde los siglos anterioresque habiaconformadoel llamadocristianoviejo siguevigente y su odioparalosju-díos, morosy protestantessigue siendoel mismo del siglo xvíí de aqui lafirmeza con que seguirándefendiendola Inquisición»”. Sin olvidar quesigueexistiendoy con mayor fuerzaqueen siglos anterioresuna colabo-ración estrechaentre la realezay este tribunal, cadavez más indepen-dientede Romay másdependientede la Monarquía.Existenchoques,pe-ro sondebidosal regalismoreal del siglo xvííí.

Papel semejantejuega la Inquisición en el reinadode Carlos IV has-ta 1797,en que la crisis de estetribunal es inevitable.El SantoOficio fueespecialmentenecesarioen esteperíodo,por las posiblesinfluenciasde laRevoluciónFrancesa,no queridasenEspaña.Ya en los primerosmeseselembajadorde Españaen Paris avisabade la importanciade evitar la ex-pansión de la ideología revolucionaria,y eraconvenientepara ello «unainteligencia reservadaentrela Inquisición y la Corte»t32;frente a la revo-lución, medidascontrarrevolucionariasparaevitar el contagio,edictos in-quisitoriales,registrosde aduanas,prohibición de las academiasde fran-césy de estudiaren Francia,etc.

Pero en estasfechasesnecesario,paraserjustos,hablarde dos sec-toresen la política: el ilustrado,que ve conagradola revolucióny quete-nía unagran preocupaciónintelectual por las cuestionesreligiosas,sien-do partidarios de reformas en profundidad, caso de Jovellanos con suRepreseíttacióna Carlos IV, sobrelo que era el Tribunal de la Inquisi-ción. en la quesolicita la abolición del tormento,del interrogatorio,delsecretoy de las cárcelesinquisitoriales;ola Oda contra el fanatismo, deMelendezValdés,denunciade estetribunal; y el sectorconservador,en elque se incluye el pueblo,antifrancés,que considerael momentopolíticocomo unaguerra,unanuevacruzadasanta:las dosEspañas,queen el si-glo xix seránya un hecho.De modoqueal finalizar el siglo, de algúnmo-do el Estadoha salido vencedory de nuevo se haceinnecesariala Inqui-sícion,que sin dudaya no encajacon las nuevasideas.

Coarier de lEurope, 26 dediciembrede 1785; GaretteAnglo-Francoise,Londres:recogidoporALVAREZ DE MORALES, op. cit., pág. 136.

“ ÁLVAREZ DE MORALES, op. cii>, pág. 117.“‘ A.H.N., Leg. 4000, citadopor ÁLVAREZ DE MORALES, op. cii., pág. 148.

76 ConsueloMaquedaAbreu

Como conclusiónpodemosdecir que la Inquisición duranteel sigloxviii fue necesariapara el Estado; éstey la Religión siguen unidos, aun-que la realizaciónde una política de reformas exigía un recorteen susatribuciones; en este sentido la Inquisición sigue siendo necesariaenEspañay así lo reconocenmuchos españoles,incluso ilustrados.Dichoesto,cualquierconocedordel tribunal comprendeque la defensade la pu-rezade la fe católica, objetivo inquisitorial, ya no significabala persecu-sión de infieles o conversos,conflicto claramentesuperado;el peligro es-tabaahoraen la difusión de las ideasilustradasy de los libros francesesen lo queteníande antirreligioso,y aestova encaminadala actuaciónin-quisitorial, procediendoen materiade libros prohibidos, a vecescon me-didas severas,lo que despertócríticas en los círculos ilustradosy libera-les,que la consideraronun obstáculoimperdonableen el florecimientodelas cienciasy las letras en nuestropaís,críticas que ya no cesarány queacabaráncon el SantoOficio en el siglo xix.

Sin embargo,la corrientede opinión generalizadaen Españaera lade considerarnecesarioun fortalecimiento de la Inquisición, precisamen-te por los tiemposque corrían,para aumentarla gloria de Dios y defen-der la purezade la fe, obligación de cualquierbuen cristiano, y por ellolas alabanzasal tribunal sonmás calurosasy exageradasqueantes;reco-gemoscomo muestraun escrito de 1772, titulado La verdad desnuda alRey cuyo autor es un misionero, querefiriéndoseal temaclave que he-mos citado como fin inquisitorial, manifiesta: «Estoes, señor,pretender.quetriunfe el error,y quequedeindefensala verdad.Lo cierto, es,queloscathólieoseruditos lloran interiormenteestos extremos, y aun la genterústica, y sencillaextrañala novedadde algunosexpedientes:y como losmas seanproducciónde libelos semejantes,causade Espiritu tan Ceñu-do, no puedesino producir efectosde Partido. Y una de dos, Señor,ó sehan de prohivir severamenteestoslibros con susmaximas,ó no hade es-taren pazla Iglesia ni segurala Corona».Párraforepresentativodel pen.-samiento del español,inclusode mentesliberalesdel siglo xviii. No po-demos recogertodo el contenido por ser muy extenso, pero citaremosunaspalabrasdedicadasa la exaltacióndel SantoOficio:

Cortar los huelosa un Tribunal, que los PrincipesCathólicosmi—raron siemprecomo el maspoderosoescudode la Iglesia, y comoelmas firme sustentaculode la Corona.Ya la verdad,Señor,la acriso-ladapurezade su Fe no la debenuestraEspaña,sino a la piadosaso-licitud de la SantaInquisición... por cuantoesteTribunal es la másrobustafrontera, queafianza,y aseguraá toda la Monarquiaf

ALBA, F. de: Lo í’erdad desnudaal Rey,NuestroSeñonAño 1772. B N M , Mss0533.

Extranjeros,LeyendaNegra e Inquisición ‘77

Si esto lo consideramoscierto, entoncesla preguntapertinentees:¿quiénemite los ataquesmás duros a estetribunal?Fueronprecisamentelos librepensadorese ilustradosfranceseslos quesacarona la luz los lla-mados «crímenesde la Inquisición», y los juicios de los viajeros espe-cialmentedurosenestacenturia.Entre los primerossólo haremosalgunasmenciones,por serde sobraconocidassusopiniones,como sucedeconVoltaire y su Ensayoa cerca de las costumbre y el epifita de las Nacio-nes, dondedescribede estaforma los procedimientosinquisitoriales:

Los Papascrearonpor razonespolíticas,estostribunales,y los in-quisidoresespañolesles añadieronla barbarie...Pero estos tristesefectosde la Inquisición sonpocacosaal lado de los sacrificiospú-blicosque se llamanautosde fe y delos horroresque le preceden.Esun sacerdoterevestido,es un fraile consagradoa la humildady a lamansedumbreel que haceaplicar en los calabozosla tortura a loshombres.Luegose levantaun tabladoen unaplazapública y se lle-vaa la hogueraalos condenadosacontinuaciónde unaprocesióndefrailes y cofradias.Se cantamisa y se matan hombres,Un asiáticoque llegasea Madrid un diade semejanteejecuciónno sabríadecir sise tratade unafiesta, de un acto religioso, de un sacrificio o de unacarniceríaporquees todoeso a la vez?”

Una visión de los hechosqueesrecogidaen El Scarmentado(donderelata unasperegrinacionesde tinte fantásticopor Italia, FranciaInglate-rra y España,dondepresenciatodo tipo de crueldades,como los autosdefe)”” y quees aceptadapor Montesquieu,quien, para dara conocerel te-rror que inspira la Inquisición con una sola palabra,dice: «Cuando lossalvajesde Luisiana quierentener fruto cortanel árbol al pie y cogenelfruto», despotismoinquisitorial; estasideasson las que informan la seriede Historias de España aparecidasen el siglo xvííi, talescomo las de Dor-lians (1734), Marsolliez (1739), P. Duchesne,Roberstson,etc. La Leyen-da Negra se estabacreando,y en ella las «atrocidadesdel SantoOficio»eran elementofundamental.

En un segundoapartado,los extranjerosque vienen a Españaen elsiglo xviii”> nos pintan a un españoltiranizado por la Inquisición. Intere-santeel contenidode un manuscritode la mitad del siglo, que nos narraunaconversaciónentredositalianos, Bartoli y Gabelli, queretornande unviaje a España:«II primo... esponele sui impressioni, alternate,alcune

““ JUDERIAS. .1.: La LeyendaNegra, Madrid, 1960, pág. 252.FARINELLI, Viajespor Españay PortugaLpág. 291.En estesiglo apareceel primertomode laHistoire généraledesvoyages...Col/cc-

tion de toutesles relationsde voyagesparterre etpar mer... aveclesmoeurset lesusages¿leshabitanis, leur religion, leurgoubernemenr,leur arts et leur sources,París, 1746;el to-mo XI salió en 1754. Vid. FARINELLI, op. cii., pág. 270.

78 ConsueloMaquedaAbreu

volte, da critiche; il secondorappresenta,invece, la mentalitáostile con-tro gli spagnuoli,tanto diffusi... in tutta lEuropa»9V.

De entreun gran númerode visitantesde todas las nacionalidades,destacaremosalgunosnombresque dedicangran partede susescritosaltemaquenosocupa.Smollet,al analizarla situación social española,afir-ma: «La Inquisición vela cuidadosamenteporque no se haga nada quepuedaabrir los ojos del vulgo», y JosephTowshendhaceen la relación desu viaje un retrato del españolque en nadadesentonade la opinión an-terior:

Es leal, franco, caritativo, buen amigo. pero tiene algunos vi-cios... ¿quénación, que individuo no los tiene? No temo decir quefuera de una holgazaneríaque procedemás que del clima de causastal vez próximasa desaparecer,fuera de un espíritu de venganzacu-yos efectosya no se ven,fuerade un orgullo nacionalque bien diri-gido puedeproducirgrandescosas;fuera de una ignoranciacrasaquese debea la educaciónque recibeny cuyo origenestáen estetribu-nal ——de La Inquisición— que se levantapara vergílenza(le la fifía y del espírituHumano

Esta imagennosresultafamiliar en la lecturadc otros muchos,comoLa Sage,Perron,Linguet... De ellos vamos a hacerun resumenque clan-fique la visión españolade estostiempos.

Todos los temas inquisitorialesse repitenen estesiglo; por ello po-demosmantenerlos mismos puntosque en siglos pasados,organización,procedimientos,métodosy opinionessobreel tribunal y los españoles.

Sobrela organizaciónllama la atenciónde nuevola mencióna la Su-prema.Estebande Silhuette,viajero francésde la primeramitad del siglo,nos narra la composicióndel Consejo.cl control ejercido por el Inquisi-dor Generaly por el Rey, del quedice quees su«protectory supresidentenato». Un autoranónimo,que estuvo en nuestropaís en 1700, insiste entalesextremoscentrándoseen los privilegios de los estamentos:«No lesestapermitidocogerpresoa ningun sacerdote,fraile, ni caballerodel há-bito, ni tampocoa los gentileshombres,sin haber informado de ello alConsejoque llaman Supremo».Peyrondescribesu composicióny su se-de, perono planteaningunanovedad.

Mayor profusión de noticias nos dan sobre los métodosy procedi-mientos inquisitoriales. El mismo Silhuettedestacala libertad de la lo-

“~ ManuscritopublicadoporO. M. BERTINI en el Conviviu,n, 1932. págs.740 y ss.Vid. FARINELLI, op. cii>, pág. 296.

“~ TOWNSI-IEND J.: A journey through Spain i¿í the years 1786 aud 1787, 3 vois..Londres, 1791 (segundaedición 1792 y terceraedición 1814; fue traducidoal alemány alfrancés).

79Extranjeros,LeyendaNegra e Inquisición

quisición, que «aunqueestansometidasa algunasreglas,muchascosasson dejadasa su discreción»;añadeque los inquisidoresse guiabanmáspor la costumbrey la prácticaquepor las leyes y actuabanbajo el secre-to, carácterquedistinguea la institución tanto como la lentitud («algunasvecestienen en el fondo de las prisionesa un hombreduranteaños»).Ytermina: «Los inquisidoresrezanpor aquellosqueentreganal brazo se-cular y conjuranal magistradopor las entrañasde la misericordiadivinaque le traten con dulzura; pero si les perdonasecorrería el riesgo de serdeclaradoculpabley de ser mirado como autorde herejía ¡Qué mojigan-ga!»““.

El tema del Auto de Fe es reconocidocomo un actopoco frecuenteen estacenturiapor el autorantescitado y por el marquésde Langle, ensu Viaje de «Fígaro» a España, que nosexplicacómo, «desdehaceun si-glo, los autosde fe son bastanteraros; tan sólo algunasveces,para ale-grar al pueblo,para que los verdugosno se enmohezcan,para complaceraDios, parahacerlerespirarel olor de un haz de leñahumeante,paraob-tenerdel cielo la lluvia, el buentiempo, las buenasolivas y el buenvino,los españolesquemana algunos hechiceros»”’. Por el contrario, JeanFrangois de Bourgoing, quereconocelo esporádicoen las celebracionesde estosactos,utiliza un tono duro y sarcásticoal hablarde ellos:

Mais depuiscetteépoquelesmoeurssesontadouciespar tout, &si cetterevolution napas alteréla constitutionprimitive de l’inqui-sition espagnole,elle en a du moins temperé les rigueurs,elle les arendumoinseclatantes& plus rare. Cestemsne sont plus oú de fre-cuensauto de fe etoien dessolemnitéspompueses,dont l’appareil,souspretexted’honorerla religion, insutoit á l’humanité; ou toutelaNation accouroitcomme á un triomphe,oú le son verain & toute lacour,en y assistant.croyoit faire l’acte le plus meritoireaux yeuxdela Divinité on Ion jouissoit du tourmentdesvictimeslivrées ála Ibisauaxhourreaux& aux maledictionsdu peuple,ou l’on celébroitdansde ecritspublie tousles detailsde cesfétesbarbares,la part quon yavoit prise & jusquánplaisir quon y avoit goñte.”’

Con parecidoapelativohabladel autode fe el señorde la Melonniéreen los añosde 1720-1726,en susMemorias publicadasen Amsterdam,al

SILHUETTB, E.: Viaje por España,París 1770.LANGLE, Marquésde: Voyagede Figaro, en Espagne,Saint-Malo, 1784, 286

págs,publicadoen Sevilla en 1785 y traducidoal aletuan,inglés, danése italiano. Vid.FOULCHÉ-DELBOSC,op. cii., pág. 132; citado en Viajes de extranjerospor EspañayPortugal, tomo tíl, pág. 1333.

BOURGOING,J. E.: NouveauvoyageenEspagneou Iableau de letat acluel decelle Monarchie, tomo 1. París. 1788, pág.316. Se hicieron dosromosen la traducciónale-manndel viaje de Bourgoing,publicadosen 1790.

80 ConsueloMaquedaAbreu

narrar un acto de estetipo, pero celebradoen Portugal:«Llamo fiesta aestahorrible ceremoniaacausade la diversiónque los portuguesesmues-tran al asistir a ella. Ese día les estápermitido a las señorasasomarseasusventanasy presentarseadornadascon todassusalhajasy adornos,asícomo el día del Corpusy durantelas procesionesde la Cuaresma»0V~ Noentraen los detallesdel autode fe, por estartratadoen muchosescritosyen especialen La Relación de la Inquisición de Goa.

Estebande Silhuettedetienesu atenciónen la procesiónde los reos,de la que le llama la atenciónque«el rey fue alli, antesque la procesióninterior de los criminalescomenzase.Admiré la bondadde estepríncipequequisohablarel mismo a los más culpablesy exhortarlesal arrepenti-míento»,y resaltacómo el rey «no aparecepúblicamenteen el lugar de la

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ejecuelon»Porúltimo, mereceuna consideraciónla cita constantequeestosau-

toreshacen a un auto de fe, en particularel de 1680,celebradoen la Cor-te con granceremonia,duranteel reinadode Carlos II, del que,como nosdice JuanF. Peyron,se ha conservadounarelaciónde Josédel Olmo, fa-miliar del SantoOficio: «Su obra respira dice el autor— unabuenafe,una ingenuidadque haceestremecer;estádedicadaaCarlos II: “A Vues-tra Majestad,dice al rey, no le digustaráver describirlo quehe visto eje-cutar CuandoJúpiter, rey de Creta, fulminó a los Titanes,la antigUedadle colocó no solamenteen los astros,sino que lo nombrórey de los dio-ses;¿quéseráde un protectorde la Iglesia?Los elementosy los astrosnose sentiránconmovidosdel brillo de esteJúpitercristiano”». A partir de

aquí va uescribiendolos diferentespasosdel autode fe, deteniéndosees-pecialmenteen el contenidodel sermón.

La atenciónparticular a esteauto es por unarazón quedestacanto-dos estosviajeros. Peyron dice: «Puedeversecrí el Buen Retiro un cua-dro fiel de eseauto de fe... es de la manode FranciscoRizzi, y lo hanpuestoalli, sin duda para hacerestrernecersedurantevarios siglos a loscurtosos;mereceríaser conservadocon el mayorcuidado,si pudieraser-vtr de lección a la generaciónpresentey a la quedebaseguir,y si esaes-cenade horror e intoleranciano debieranuncamás realizarse;pero la In-quisición existe»’’t

TambiénJeanFran9oisBourgoingdedicaun apartadoextensoal au-tor de la Relacióndel Auto: «L’Auter paróit s’y delectercommeá celle

LA MELONNIÉRE, Señorde: Meinoruis,nstructivaspara un viajero, publicadas

porCauzeren 1738 en Amsterdam,pág. 300.En Españavislapor los exrranjeros, pág. 220.PEYRON, J. de: P¾saisur lEspagneci Voyage¡¿iii en 1772 el 1778 Généve

178<). 2 vols. Se realizantraduccionesalemanase inglesasy existeun extractoenholandéspublicado en Amsterdam,en 1780. Vid. FARINELLI, op. cii>, págs.339-340, Recogidotambiénen Viajes de extranjerospor Españay Portugal, pág. 885 y ss.

Extranjeros,LeyendaNegra e Jnquisición SI

d’une réjouissancepublique... Dans son epitre dedicatoire, il appelleCharlesII, “Le Protecteurde lEglise; la colonnede la Foi; le Capitainegéneralde la Milice de Dieu; le Jupiterchretien~»n,celebrael celo pia-dosodel Monarcaque asistea la ceremoniahastael suplicio de los cul-pables,«cefut unegrandeconsolationpour les fervent...».

Mencióndestacadarecibenlos relajados,con los que carganlas tin-tas. Peyron¡uódescribela escenadel quemaderodel modo siguiente:

No se sabríaalabardemasiadoel celo de los religiososquefue-ron empleadosen convertir a esosdesgraciados,hubocinco de ellosque se arrepintieron;y al instante se vió brillar sobresu rostro elefecto de la gracia,mientraslos otros tenianlos ojos sombriosy lafisonomía descompuesta,que parecíanestarya en manosdel de-monio.

En estamismalínea,Silhuettedice:

Estetribunal extiendesujurisdicción hastasobrelos muertos: lesdanun abogado,y si sonhalladosculpableslos desentierran,quemansus huesosy una figurade cartónquese les parece.

Comonovedaden las relacionesde estosviajeros,Peyron repasalosprocesosmásfamososincoadospor la Inquisición a lo largo de los siglos,el de Melchor de Macanaz,ministro plenipotenciariode España,el deFroilán Díaz, confesorde Carlos II, el de Carranza,arzobispode Toledo,y el de Pablode Olavide, nacidoen Perú.

Hemos dejadopara el final las opinionesque estosextranjerostu-vieron sobre la religiosidad españolay susjuicios sobreel SantoOficioaún más negativosque en siglos anteriores.Al hablarde los españolesdestacansuorgullo y suviolencia, comparándolacon los flamencos,has-ta llegar a decir el alemánJohannEberhardZetzner,banquerode Estras-burgo, que los españoles

desprecianlos demáspueblosy llegana encontrarinjusto queNues-tro SeñorJesucristono hayanacidoen España.Afirman que Dios hahabladoespañolcon Adán y Eva en el Paraisoy con Moisés en lacumbredel Sinaí.”~

Guillermo Manier, sastrepicardo,nos deja su opinión en su diario,dondehacereferenciaa una historia contadapor un sacerdoteen un ser-món; en la cartaVIII dice: «Si se limitasena decir tonterias,tendríala in-

BOURGOING, J. F.: Nouveau op. cii., pág.314Vid. Viajes de extranjerospor Españay Portugal, pág. 892.Vid? España vista por los extranjeros, pág. 275.

82 ConsueloMaquedaAbreu

dulgenciade perdonárseloen favor de la singularidad y del gusto que sesienteal sentirlos. Perolo que no podíaconcebires que los frailes espa-ñoles nos densu reino por el único en que la fe se ha conservadoen todasu pureza»,mientrasellos atacanla religión hastallegar a blasfemar;pa-ra confirmar estaafirmación hacereferenciaa un sermónde un carmelitadescalzo,en el quedice paraalabara un santomuertomuyjoven: «Cris-tianos,¿sabeispor quemurió tanjoven?porqueJesucristoquemurió ma-yor que él, sintió envidiade que estemásjoven hubiesehechomas mi-lagros y añade“He ahi crímenescontralos cualesla luquisición deberíafulminar y que los jefesde esetribunal miran, sin embargo,como floresoratorias’»,para concluir afirmando: «Todos los asuntosquese refierena la Iglesiason aqui de tantaimportanciaque la más ligera palabra,dichasin la menormala intención,puedeperderlos»””, y los españolesconside-ransagradala vida de un criminal español,perocontemplancon gran sa-tisfacción la muertede varios millones de extranjeros.

Luis de Rouvray,duquede SaintSimon, con ocasiónde su venida aEspañapor su amistadcon el duquede Orieans,que Je designaembaja-dor extraordinario, cargo que le coloca al abrigo de la Inquisición, co-mentaque«eraprecisoevitar el escándalo,en un paísdominadopor la su-perstición»”’”.

Podríamoscontinuarcon citas sobreeste tema,pero todas ellas in-sistenen las mismascuestiones.Vamosa concluir contina crítica de grandurezacontenidaen un anónimo:

La religión es en Españatan abusivacomopuedeser. EseReinoes en absolutoel imperio de los curasy de los frailes, la nación lesestásometidahastaun punto de envelecimientoy de profanación...Sussermonesy sus instruccionespastorales en un conjuntodc ab-surdos,dc ideasfalsasy groseras.de fábulasridículase indecentes,de gruesasherejíasy hastaimpiedades.”’

Si los juicios negativosson abundantesal hablardel español, lo sonaún mássobre el SantoOficio, el númerodc detractoresen estesiglo esmayory su forma de hablardel tribunal es desgarraday de granlibertadde expresión,pero no podemosolvidar, como nos recuerdaBourgoing,que tambiénen este siglo se encuentrandefensoresinquisitoriales, y losargumentosde unosy otros son:

MANIER, C.: Diario de Viaje, ibidem, pág. 351.ROUVRAY, L. de: Mémoirésdo docde SaintSimon sur le régn¿’deLouisXIX, et

sur lespretrliéresépoqoesdes rc>gr~es suivanis, Marsella, 1788, 3 vois.Anónimo publicadopor THERNARD, J., en el o.’ 78 de la RevoeHispaniqae,

abril 1914.

83Extranjeros, LeyendaNegra e Inquisición

Les défenseurspretendentque lautorite souverainetrouve en luiun moyende se faiserespecter,qui enchainantles eonsciencesde su-jetspar la terreurreligieuse,offre un garantde plus de leursoumts-sion qui prévientdarísle dogme& dansle culte les variations,cesin-certitudes, dont le repos dés sociétesn’a été que trope souventtrouble.lIs pretendentque la religión y gagnela conservationde sonunité & de sapureté& ils atribuentá linquisition la trnquilité dontl’Espagnea constammentjouisouscerapport, tandisque les autresEtatscliretiensde l’Europeétoientlivrés en proie á toute l’ácretédesquerellesreligiouscs,au zéleturbulentdes novateurs.

Mientrasque los detractoresopinan:

Les antagonistesdc l’inquisitions soustiennentau contraires,quielle a constammentécartéles lumieres de l’Espagne,qu’ elle y tientles amesdansceta ssujettissementservice,propeá réprimcr les élansvigoreux du génie qui produisentles grandeschosesdans tous lesgenres;quen resservantles coeurspar la craicite, elle prévient lesdoux épanehomesde la confiance& de l’amitié; qu’elle bannit desrelationsle plus intimes,tout cequi en sait le charme,qu’en un motelle condamnedepuisaux sieclesl’Espagneá ‘ignorance& á la bar-barie.’’’

La relidad esquelas manifestacionesquehemosrecogidode los via-jeros en esta centuria son destructivasy ponen en evidenciade fo¡maexageradatodos los defectosdel tribunal.

Un anónimo, quehacemenciónde la situación de España,emite unadura crítica del SantoOficio:

El tribunal de la tnquisición.ese funestomonumentode la bar-bariey del fanatismo,es el frenode los españolesy hastade susso-beranos.Ese tribunal independientede todo poderaprisiona,juzga,hacedesaparecera aquellos que le place sin que nadiepuedamur-murar. Se ve que la ignorancia ha ocupadosiempreese trono decrueldad.

Duraspalabrassobrela Inquisición que no acabanaquí, puesel au-tor continúaculpandoa Felipe II de estaactuación,y de esemodo, ya eneste siglo, comienzaa fraguarsela LeyendaNegraespañola:

El cruel protectorde la Inquisición era Felipe 11, el fué quien laelevóa su másalto punto de ferocidad y de poder. Su política ambi-ciosaque le llevabaa mostrarseel príncipede su siglomáscelosopor

BOURCOING,op. cii>, págs.313 y 314.

84 ConsueloMaquedaAhreu

el cristianismoa fin de alcanzarel conciliarsela amistadde los pue-blos, le babiahechosacrificarmuchasvíctimasa su caráctersombrioy sanguinariobajo el hierrode la Inquisición.

Comenzamosel trabajoplanteandoel origende la la críticaeuropeasobreEspañacentradaen el reinadode Felipe II y de nuevo lo encontra-mosvituperadoen el siglo xviii, pero no en los precedentes.El autoraca-ba su exposicióndiciendo: «Nada ha perjudicadomás a la población queesetribunal, y a las persecucionessedebenla-decadenciaactualde Es-paña»‘2~

Veamossólo dos sentenciasmássobreel SantoOficio, unade PedroAgustín Caronde Beaumarchaisy otradel Marquésde Langle. El prime-ro se refiere a una visita a la Biblioteca del Escorial, dondese encontrócon unalista de censurasobrelos libros de Voltaire y afirma:

Esahorrible Inquisición,sobrela cual, arrojanfuegoy llamas, le-jos de ser un tribunal despóticoe injusto, espor el contrario el másmoderadode los tribunalespor las sabiasprecaucionesque CarlosIII, al presentereinante,ha tomado contra los abusosde que podíanquejarse;estácompuestono solameniede jueceseclesiásticos,sinotambiende un Consejode seglares,entrelos que el rey esel primerode esosoficiales, la mayorpartede los grandesdeprimeraclaseocu-pan los otros puestos,y la mayor moderaciónresultadel perpetuocombatede las opinionesde todosesosjueces,cuyos interesessondiametralmenteopuestos»’”

Menos moderadaes la opinión del Marquésde Langle sobrela In-quisición y sussentenetas:

Nadamás inicuo, más arbitrario, que las sentenciasdadaspor laInquisición,muy a menudoel hombreal quequemanignorapor quecrimen es quemado;semejantesal rayo, los inquisidoresmatan,re-ducena cenizas,sin darcuenta,sin decirpor qué.

Las esfigiesde los culpablesson colgadasen las Iglesias. Lostemplosde Madrid estanllenos de esoshorribles cuadrosy cuandocreenhallarencimade los altareso en las capillasun descendiinien-to... la adoraciónde los magos...se encuentranencimadel altar unmoro, un hereje,un niño, una muchachaexpirandoen las llamasLIl

Con estasmanifestacionesfinalizamos el siglo xvíít, especialmenteinteresantepara nuestrotrabajo, pues en él comienzala decadenciain-

Anónimo: «Estadopolítico, histórico y moraldel reino deEspaña»,publicadoe”ci n.0 78 de la RevueHisponiqur, abril 1914.

CARON BEAUMARCHAIS, P. A.: Cartas al duquede Valliére. Madrid, 1764.Vid. Españavista por los extranjeros,tomo lii, pág. 1345.

Extranjeros,LeyendaNegra e Inquisición 85

quisitorial y toma forma la LeyendaNegrasobreEspaña,queseráya unhechoduranteel siglo xix.

La revisión dcl pasadoespañol:La oposición radical al SantoOficio

Tantoen el siglo xix como a comienzosdel siglo xx, los españolesrecogentodo estelegadoy critican a la Inquisición sin entraren ningúntipo de consideraciones.

La ofensivafinal contrala Inquisición se planteadesdeel mismo co-mienzo de la Guerrade la Independencia,tanto por partede los seguido-resde José1 como por las Cortes de Cádiz, dondesedeseneadenala dis-cusión sobreel Santo Oficio y la consiguientedivisión de opiniones.

A las Cortes se elevóunarepresentaciónde generalesy brigadieres,solicitando la continuaciónen el ejercicio de susfuncionesdel SupremoTribunal de la Inquisición:

Pedíana las Cortes un dia de consueloá la Iglesia afligida y degloria a la Nación,echandopor tierrael Decretoquedió Bonaparteasu entradaen España(de abolición del SantoOficio), restablecién-dolocon plenitudde facultadesparaqueconla prudencia,piedad,ce-lo y sabiduríaquehastaaquí,seaun freno de los impios que se hanquitado la máscara.

Pero las vocesliberalesque se alzaronen las Cortes iban por otrosderroteros.En estalíneadejaoír suvoz el sacerdoteMuñoz Torrero:

Estees el tribunalde la Inquisición...aqueltribunal queen la os-curidadde la nochearrancaal esposode la compafliade su consorte,al padrede los brazosde sushijos,a los hijosde la vistade suspa-dres,sinesperanzade volverlos averhastaqueseanabsueltoso con-denados,sin quepuedancontribuira la defensade su causay a la desu familia y sin quepuedanconvencersede que la verdady la justi-cia exige su castigo...Es el instrumentomás a propósitoparaenca-denarla Nación y remacharlos grillos de la esclavitudcon tanto ma-yor seguridadcuantoque seprocedea nombrede Dios y en favor dela religión.””

Con similar disposiciónclamabanel Condede Toreno y otros dipu-tados,si bien no podemosolvidar que otras voces se levantabanen de-fensa de tan vituperadainstitución. Pero esalínea de rechazoy recrimí-

‘‘~ Diario de sesionesde las Cortes Generalesy Extraordinarias de 1810, tomo 1.pág. 477.

“< Diario desesiones...,tomoVi, pág. 4204.

ConsueloMaquedaAbreo

nación seguirápresenteentrenuestrosprohombresy de nuevo se aludiráa la LeyendaNegraen nuestroParlamentopor bocade RomeroOrtiz, etc.La polémicacontinúahastaque en 1834 el SantoOficio es abolido defi-nitivamente.

En el siglo xíx empiezana editarseobrasconjuicios contrariosa laInquisición’ ~, constituyéndoseun amplio sectorquerechazaa estainsti-tución y lo que ella significa, lo cual eraentoncesmenosarriesgadoquecuandoexístianlos tribunalesdel SantoOficio. En los añosiniciales dela centuria,encontramosintroduccionesa relacionesde Autos de Fe cele-bradosen siglos anterioresque contienencriticas al Santo Oficio. En laprimerade ellas,editadaen 1811, leemosque la tnquisición fue:

una de las causasmáspoderosas,de dondepor necesidadsehan de-rivado tan funestosmales..,un establecimientocontrarioa la prospe-ridad de las naciones.””

En otra de 1820 se reproducela relaciónde Josédel Olmo del lamo-so autode 1680 y en la introducción se nos dice:

En la magníficafunción queparadivertir las tristezasdel sensi-ble monarcaD. Carlos le preparóoportunísimamentesu favorito yamigo Exmo. Sr. Inquisidor generalD. DiegoSarmientode Vallada-res... El espíritu de travesuray chanzonetaque ha distinguidosiem-prea los juecesy ministrosdel tribunal de la Fe, leshizo concebirlaidea de dar una fiesta casera,dispuestapor solo su familia, y conaquelgracejoque les distingueentretodas las clasesde la sociedaddispusieronuna bromita para pasaralegrementeun par de dias debuenhumor...No se sabesi cl principalobjeto fue el restablecimien-to de la saluddel rey y si solo fue un obsequiodedicadoa festejarlallegadade la Reina Margaritade Francia,yo me inclino a que hubode todo.””

Estamosante unaburla del SantoOficio al ridiculizar el Auto de Fe.Sin embargo,junto a la crítica encontramosunaauténticadefensade es-tos actos,como la escritapor «un amigo del pueblo» en 1874:

Despuésde recorridaslas Cárcelesde la Inquisición y vistas sustorturas, naturales, pueblo mio, que abordemosla tan embarazosa

Vid. CARNICERO, i: C.: La Inqoisicicin jostameaterestablecidao impugnación<l~ la obra de Llorente, Madrid, 2 vois., 1816; RODRIGO. F. J.: Historia verdaderade loInquisición, Madrid. 1876-1877:BERENYS y CASAS, J.Mt La htqoi.~ic’iónfotograjYadcípor un amigo delpueblo, Barcelona, 1874.

Quemadebrujas en Logroño en 1610, Madrid 1811,Aulo generaldefe celebradoenMadrid tI 30 de Juniode /680, Madrid, 1820, In-

iroducción.

87Extranjeros,LeyendaNegrae Inquisición

cuestiónde los horripilantesautosde fe... ¿consístianen un enormebraserocon unadescomunalcalderaen la quecomo pavosenel hor-no eranasadaslas infortunadasvíctimas?Me hablarásde reyesquepresidíana inquisidoresque atizabanel fuego?¿De frailes que ex-hortabana no tenerpiedadde las víctimasde un pueblo fanatizado?Puesbien,hasde tenerentendidoquejamáshabiatalescarnerosqueson cuentosinventadospor la calumnia.

A continuación,el autorpasaa demostrarpor quéhaceestadefensadel SantoOficio, y paraello cita a Llorentee insiste en queen los Autosde Fe «no sequemómás que la vela que llevabanen susmanos,en señalde la luz de fe nuevamenteencendidaen su alma»,confirmandoel mis-mo Llorentequeprimeroeranahorcadosy luego quemados.Paraconcluirel autor:

Qué dirás ahora,amadopueblo,de tan famososautos de fe, yacumplidamenteenteradode lo queeran los mismos. Aquellascoío-salesherejiashan venido a parar en la débil llama de una pequeñacandela,por maneraque no puedecuadrarmása los autos de fe laaplicaciónde tan sabidafábuladel parto de los montes,quedespuésde meterel másestrepitosodelos ruidos vinieron a daraluz un.., mi-serableratoncillo.’1”

Estostextosy los inmediatamenteanterioresson una muestrade lapolémicaque ponede manifiesto la división de la opinión españolaunavezabolido el tribunal.

Ya mediadoel siglo liberal español,los ánimosno seapaciguany losjuicios seendurecen,editándoseobrascomo la de los Analesde la Inqul-sición, cuyo contenidoes una crítica dura, segúnvemos nada más co-menzar:

Los siglosde ignoranciay detinieblasfueroncomo debianserlo,el tiempoen quereinaronlas pasionesmásviolentas.Un grannúme-ro de hombresextraviadospor un falso celo, quisieronsostenerconel terrorun culto queno puedeexistir y reinarsino porel amor, la In-quisición aparecióy su dominio fue ejercido masde seis siglos, sinquenadie fueraosadoa penetraren susespesastinieblas.

AñadequeLlorente, secretariodel Tribunal, erael quepodíadarnosunosconocimientomás exactosdel mismo,pero omite noticias que sonimportantes,por lo queel editor creeque debedar publicidad a estaobraparahacerel bien.

‘2” La Irtquisición fótografiada por un amigo del pueblo, Barcelona,1874.cap. X.

88 ConsueloMaquedaAbrea

Se inicia la obraen el comienzode los tiemposhastallegar al naci-mientode la Inquisición, en el siglo xiii, tribunal queanalizaen susdi-ferentesmanifestaciones,paraluego pasara la Inquisición Moderna,suscastigosy susconsecuencias,«reservadosunosmediostan oportunospa-ra multiplicar victimas no podian menosde producir el deseadoefecto».Sobrelas competenciasde jurisdicción y el cálculo de víctimas de Tor-quemada,señala:«Este triunfo del Santo Oficio y otros ya conseguidoscon la opresiónde personaspoderosas,exaltaronhastalo sumo el orgu-lío de los inquisidoresespañoles,de maneraque se atrevierona cuantose les antojabaen los puntos de jurisdicción», ya que contabancon elapoyo del rey Fernando,situación quecambiacon Carlos V, que,segúnel autor, vino a Españadecidido a abolir el tribunal, pero Carlos«muriótan católico, tan supersticisiosoy tan protector de la Inquisición cornobabia vivido». Más tarde, Felipe II, «un príncipe a quien algunos hannombradoel azotede la humanidad...mucho másintolerantey supersti-cioso que su padre, Felipe hallé la ocasiónde extenderla autoridadin-quisitorial aun en aquellospaísesque siemprehabianopuestotenaz re-sistencia».Y asícontinúacon los reyesposterioreshasta1834,dándonosdatos queno son rigurosamenteexactos,peroque respondena su visiónde los hechos,para concluir: «De estemodo dejó de existir un tribunalmisteriosoen el secreto,opuestoa los cánones,a los brevespontificiosy contrario al espíritu del Evangelio, basefundamentalde la verdaderareligión»’”’.

En tono másvehementey exaltado,SerafínOlavey Díez, ensusHo-rrores y vergúenzasde la intolerancia religiosa, ¡Barbarie!, destacaalSantoOficio entrelas más célebresinstituciones,no existiendoningunaque la supere:

La intoleranciareligiosa, tanto másterrible cuantomayor es elatrasode las sociedades,en que,valiéndosede estemismo, se ceba.ofreceen los sangrientosanalesde la humanidad,desdelos siglosmásremotos,una largaseriede sucesosatroces,cuyamemoriahanllegadohastanosotros,con máso menoscondusión,desfiguradaporel fanatismo,por la pasiónpolítica y por mil causasque influyen enla adulteraciónde la verdadhistórica,perocuyo fondorespondea unsentimientounitormnede intransigenciay crueldadsalvaje.

Este tribunal se caracterizapor el secreto,que fue «calurosamentemantenido,como queconstituíala esenciaprincipal de la misteriosay tre-mendainstitución», secretoque se impuso en las bocasde los españoles

‘2’ Anales de la Inquisición. Historia de la Inquisición con una re/ación de sus

crueldades,obrailustradacon 200 adornosgrabadosy 32 litografías.Madrid, 1841, págs.1 a 435.

89Extranjeros, LeyendaNegra e Inquisición

(queno osabanmanifestardisgusto),sinoglorificaciones,y al quele ape-dillaban «Remediodel cielo y Angel de la Guardiadel Paraíso».

Pasaa centrarseenlos procedimientosutilizadospor estainstitución,en especialen lo Autos de Fe y en su desarrollo,como en muchosotros(pregones,tablados,crucesverdey blancay su simbologia).Todo ello lehaceescribir:

¡Cuántaindignidad! ¡cuántabajezaimpuesta! ¡cuántosesfuerzosempleados,conayudade La coacciónmásespantosaparaprostituir ymatartodosentimientonoble en unanación!¡Valerosoy liberal pue-blo español!¡mentiraparecequehayaspodidolucharcontrala tira-nia de tal maneraentronizada,y reducira polvo, por fin, una institu-ción execrable,quecon tantoselementoscontabay de talesarmasseha va1ido~

Perono sólo critica al tribunal, sino tambiéna los españoles,a losque denomina«puebloesclavizadoe ignorante»,y termina exclamando:«La épocade un fanatismoreligiosotanbrutal pasóafortunadamente,pa-ra no volver; pero la intoleranciaafectade muchasformas, se acomodaafasesmuy diversasde la civilización de los pueblos,cambiade objeto,va-ria en algo la forma de sus procedimientos,para satisfacersus odiososinstintos>”’ 22

He resumidoel contenidode estosescritosporqueessimilar a tantosotros de tiempospasados;se critican los mismos conceptos,los mismostemas,que repitenuna y otra vez; tan sólo cambiala forma de expresar-se,quees mucho más libre sin la presióninquisitorial.

En todos los escritosde estesiglo, de una manerau de otra, se citala importanciaparael tribunal del reinadode FelipeII; el temaclave queconformó la Leyenda Negra, con el que comenzamosel trabajo, siguesiendoel centrode los escritosde estacenturia.Nadamáscomenzaresteperíodo,en 1822, Watsonescribe su Istoria del reinado de Felipe IL Eltraductor,en nota,avisa: «Tengásepresentequeestaobra estáescritaporun protestante»,que cuandohabla de religión da sus opinionesopuestasa las del traductory a la nación; sin embargo,en el prólogo dice:

Los partidariosdel absolutismoberán astaque extremopuedeabusarde él un monarca,no parasometer,sino paraesclabizara sussúbditos...Aqui verána un déspota,disponiendode la bida de losombrescomo de la de los más hilesanimales...Aqui le beránreco-mendandocomo meritorio el asesinato,i ennoblezeri primar al ase-

‘22 OLAVE DÍEZ, 5.: Horrores y vergftenzasde la intolerancia religiosa, patentiza-

do en la exactay detallada descripciónde un auto defe (con los nombres,edad,circunslanciasde las 118 víctimas),Madrid, 1875, págs. 1 a 31.

90 ConsueloMaquedaAbreu

sino, i en fin aliaran un monarcaabsolutoquebrantandolos mas so-lemnesjuramentosechossobrelos santosebanjeliosal mismotiem-PO quenadaambizionabatanto como el pasarpor defensorde la ferelijión consignadaen aquellosebanjeliosmismos.

Le reconoceal rey españolun enormepoder, queresultaformidablea todoslos Estadosde Europa,de caráctersombrío,dominante,carecíadevalor y era aplicado, sagazy penetrante,en fin, «nuncajamásperdonóagrabioque se le iziese, ni nuncajamás dió su corazónentradaa la cíe-

‘2”menzía»ManriqueCayetano,en susApuntespara la vida de Felipe IL anali-

za los temasespinososde este reinado (el Santo Oficio, la muerte delpríncipeCarlos,etc.) y contestaal DiscursoAcadémicode P. ManuelCa-ñete,opinandoque«nadierebajómasel prestigio,decoroy derechode larepresentaciónnacionalqueel tirano Felipe II... si en su épocabrillaronalgunosingeniosno fue por Felipe II sino apesarde Felipe II». Se le pre-sentacomo el primer campeónde la unidad religiosaen Europa,«peronílo fue por convicción, ni por fanatismo;sino queusó de la religión comoarmapolítica paradominar».

Al hablardel SantoOficio, consideraque«no hay nación algunaci-vilizada queno considereel períodoinquisitorial de la Penínsulacomo elsegundodel barbarismoen la edaddel globo»; continúa: «Convienere-cordar lo quees la Inquisición, yaque paravergúenzade Españase enlo-da la imprentapidiendo a vocessurestablecimiento»;concluye el escritocon palabrasde Montesquieu:«El tribunal de la Inquisición es insoporta-ble en todos los gobiernos.En las Monarquiastempladas,solo puedefor-mar delatoresy traidores:en las Repúblicas,hombresmalvadosy en losEstadosdespóticos,es tan destructorcomo

01105»N~

Estaes la herenciaquerecibió el siglo xx sobreel rey más discutidode la historia española,historia que ruborizóa muchosciudadanosde lossiglos xix y xx, y aun a nuestroscontemporáneos.Pero tambiénhistoriacon escasabasecientífica, como demuestranotros autoresque hanestu-diado los temasmáscontrovertidosde estereinado:

El odio nacinal y religioso ha hecho de él el tipo de déspotasombríoy unaespeciede Anticristo de la Humanidad.Sin embargo.losdatosy noticiasquedel monarcaespañolnoshandejadoaquellosque másde cercalo conocieron,le presentande muy diversomodo.

‘2” WATSON: Istoria del ReinadodeFelipe11, ReideEspaña.traducidadel ingléscastellanoporZ. R., 2 tomos.

‘24 MANRIQUE CAYETANO: «Apuntesparala vida deFelipe II y parala Historiu

del SantoOficio en España»,colecciónde artículospublicadosen El Imparcial, Madri,l.1868.

Extranjeros,LeyendaNegra e fnquisición 91

Felipe II, como hombre, no fué más malo ni mejor que sus ene-migos22~

Con estaspalabrasintroducimosnuevasvariantessobreFelipe II, na-cidas al finalizar el siglo xíx, en escritosde exageradoselogios a la per-sonadel Monarcay otros que tratande centrarla cuestiónen la realidaddelos hechos.Sobrelosprimeros,de defensaextremadel Rey, la obrapu-blicadapor JoséFernándezMontaña,presbíteroauditor del SupremoTri-bunal de la Rotaespañola,tituladaMás luz de verdadhistórica sobreFe-Upe fiel Prudentey su Reinado, publicadaen 1882y reeditadaen Madriden 1911, que nos va haciendo un recorrido de los escritossobreel Mo-narcaen susdiversoscometidos.

Comienzacon los PaísesBajos citando las obrasde Naméche,LeRégnede Philippe II et la Lutte Religeusedans le Pays-Bas,quevio la luzen 1885,y la obrade Watson,citadaenestetrabajo,quededicael libro de-cimoquintoa estetemay fue el contenidode unaconferenciadadaenCo-lonia sobre la Reconciliacióncatólicos-protestantesen los PaísesBajos.En el capítuloXVI cita los Estudiossobre Felipe II, traducidosdel alemánpor Hinojosa,paranuestrotrabajosumamenteinteresantesporqueaportangran luz a la imagendistorsionadade un Monarcatan discutido, censura-do, elogiadohastalos extremos,odiadopor los protestantesy por todoslosenemigosde España,como nos dice Hinojosa en el prólogo: «HízosedeFelipe la personificaciónde la intransigenciareligiosa y del odio á todo li-naje de libertades;y consideradaentoncesla personadel Rey,y mástardesunombrey sumemoria,comobanderade un partido político defensordelabsolutismo monárquico y de la intolerancia en materia de religión»,mientrasque para otros es un «santo varón», como ya expusimosal co-mienzodel trabajo; motivo por el cual Hinojosa sedecide a poneren cas-tellano los trabajosde Maurenbrecher,Philippsony Justi, queestabandis-persosen revistascientíficasalemanas.

Comencemospor el de O. Maurenbrecher,profesorde Historia de laUniversidadde Leipzig, La educación de Felipe JI, una biografíaquena-rra no los hechosanecdóticosde suvida, sino cómo se inició en los asun-tos de gobierno,la educacióndadapor el emperador:«Felipe II, no obstan-te serconsideradopor muchoscomoiniciadorde la política deintoleranciay extremadarepresióná que sometióa suspueblos,y de sumisión con-vencionaly acomodaticiaqueá las vecesempleócon la SantaSede,no hi-zo ni másni menosque seguirlas huellasy consejosde supadre»’26.

‘~“ JUSTI, C.: «Felipe II comoamantede las Bellas Artes», enEstudiossobreFelipeIL traducidosdel alemánporRicardode Hinojosa,Madrid, 1887, pág.233.

‘2<, MAURENBRECI-IER,O.: La educacióndeFelipe IL publicadaen el Historisches

Tascj,enbuc’h.Leipzig, 1883, págs.271-346,recogidasy traducidaspor Hinojosa.

92 C~onsuetoMaquedaAbrea

Sobreeste particular, la obra de FernándezMontañaintenta docu-mentarla figura real de aquel monarca,«afeaday aún deshechapor lascalumniasde susenemigos»;paratal demostracióncita la obrade Loren-70 Vender-Hammer,dedicadaal duquede Sessa,en la que llama a FelipeII «nortede príncipes»;de Quevedode Villegas, queagradecela elecciónde aquelmonarca,«del mejorhombre,del más prudentePríncipe,del másatinadosessoqueexaminaronla prosperidady grandeza,el odioy la em-bidia», y de TomásTamayode Vargas,querefiriéndosea la obrade Wan-der-Hammer.nos hablala buenamemoriade aquel monarca«no inferioráalgunode los mayoresque le precedieron,y exemplarde todoslos queles sucederán».

Recogeestostestimonioslaudatoriospara afianzarsu tesisdesarro-llada en el capítulo 1, basadaen cartasdel doctorFranciscode Pisa,en lasque ensalzala piedadde este«excelenteRey, y aún de catholicismo,porayer sido tan zelosoy cuidadosoconservadorde la religión cristiana», yel autordice: «Solamentela gravedadheréticaha podidoinventarporca-minos de envidiay de calumniaqueFelipe 11 guardóen supechoviles pa-sionesé hipocresía»’”7.

Podríamosseguir citandofuentes,pero cremosno es necesarioma-yor incidenciaen el tema.

Continuandocon los trabajos,el segundoespecialmenteinteresantees el de M. Philippson, profesorde Historia en la Universidadde Bruse~las, Felipe II y el Pontificado, en el que poneen evidenciael predominiodel poderreal sobreel espiritual, fundamentode la política de Felipe IIen materiaeclesiástica:«Alegaban(los del ConsejoReal)queel Rey de-bía defendercontratoda agresiónal clero, como á cadauno de sussúbdi-tos; queestabasingularmentellamadoá protegerla Iglesia». De estemo-do, dice el autor, el poder político se inmiscuía en la jurisdiccióneclesiástica,y paraprestarservicioa la soberaníade los Reyes,éstos«su-pieron hacerde la Inquisición la más temible de todas las institucioneseclesiásticasy un fiel instrumentode supoder». Peroéstatambiénsirvióa sufin principal, la persecusiónde la herejía.

El autor consideraa la Inquisición antesque nada institución realy estáde acuerdoen atribuirle «un importantepapel político al lado deleclesiástico,á saber:el de difundir el temor y el respetoentre todaslas clasessociales,desterrartodo linaje de innovaciones,destruir todopoder independientede la Corona y sofocar todas las libertades»,em-blema de unos reyes que se considerabanrepresentantesdel Catolicis-mo, «quemiraban la religión como unacausapropia y personal»,y porello superioresal Pontífice. «Era evidente—apostilla el autor que eldivorcio entre los dos poderesdirectivos del Catolicismo, la Curia y el

‘22 FERNÁNDEZ MONTANA, bicis luz cap.1.

Extranjeros,LeyendaNegra e Inquisición 93

rey de España,era tan profundo que no había que pensarya en una re-conciliación»’”5.

Estetemaestratadotambiénpor FernándezMontaña,en su capítuloVI, D. Felipe y la Inquisición, especialmentecentradoen el procesodeCarranza,y en él difiere de la opinión anterior,puesconsideraque«la In-quisición no procedíatampocoligeramente,ni susjueces,hombresgene-ralmentevirtuosos,rectosy de mucho aplomo,se ceñían,como la male-dicenciasuelepredicar, a las exigenciasde los poderosos,aunquefueranreyes»,y en sudefensadice: «No fue la Inquisición “invento desprecia-ble’ sino Santo...y muy civilizador»w.

El tercertrabajode Guillermo Maurenbrecher,El Príncipe Carlos,no nosesimportanteparaestetrabajo,perosí esun temafundamentalenla LeyendaNegra y fue un productode la política religiosareal y armade combatede los pueblosprotestantesy de los enemigosde las nacio-nes europeasparacombatir a la monarquíaespañola.El escrito tratadeacabarcon la leyendaen la imaginaciónpopularcreadapor la literatura,que le presentabacomo víctima de la Inquisición: «El misterio en quemercedá la despóticapolítica españolaha estadoenvueltala suertedeldesgraciadopríncipe, comenzó a disiparsecon el siglo xíx, y hoy seha desvanecidopor completo>~,graciasa sus escritos, a los de Lloren-te y otros investigadorescomo Ranke, Raumer,Prescott,Castro y La-fuente‘a”.

Porúltimo, Carlos.lusti escribeFelipe II comoamantede las BellasArtes y resaltasussentimientosde artista.Paraconcluir,vamosa utilizarunaspalabrasdel prólogo de Hinojosa:«No hay, pues,quehacerexclusi-vamenteresponsablea Felipe II de erroresque no eran sólo suyos, sinode la épocay de la sociedaden que vivía». Afirmación quecompartirnosit) talmente.

Estostextosy los inmediatamenteanterioresson una nuestrade quecontinúael enfrentamientoentrela opinión española.Si en momentostanavanzadosdel siglo esposibleunapolémicay unadefensadel SantoOfi-cio como la que acabamosde leer, se debería,posiblemente,a que unapartede los españolesno tendríaunaclara posturacontrariaa estainsti-tución, mientrasqueotra partela denigraríasin dudarlo.Algo lógico, porlo demás,estadivisión de opiniones,peroaúnse estabamuy lejosde con-seguirun debateequilibradoy con pretensionesde objetividad,como ve-mos en la primeramitad de nuestrosiglo xx.

‘2< PHILIPPSON, M.: Felipe II y el Pontificado, publicadaea la J-Iistorische Zeit-

scbrift Múnchen,1878, págs.269-384y 419-457;y EstudiossobreFelipeII, págs.89-129.FERNÁNDEZ MONTANA, J., op. cit., cap. VI, pág.74.MAURENBRECHER,G.:«EIPríncipeDon Carlos»,en EstudiossobreFelipe 11,

págs.195-201.

94 ConsueloMaquedaAbren

Con estos mismos planteamientos,en libros de principios del sigloxx sobreel Santo Oficio, podemosencontrarnosadvertenciasdel editorcomo la que precedea Carne ultrajada y quemada,que explicael titulode la manerasiguiente:

No encontrépara estelibro título másapropiadoque el que lle-va.., ultrajadacon todoslos oprobios:desdeel pudorprofanado,has-ta la creenciaencarneciday quemadacon todoslos fuegos,desdeelsonrojoque enciendeel rostro, hastael insulto quequemala digni-dad,hastala leñaquecarbonizael cuerpo...Todoslos autos de fe senarran con indiferencia, y al acabarde leerlo el espíritu se ve presade sentimientosencontrados,el de indignaciónpor el relatodel san-to crimen en nombrede Dios, el de desprecioal puebloque lo aplau-día por fanatismoo temor,o el dc ascoquedespiertaaquellaaristo-cracia degradada o corrompida que se considerabahonradaponiéndosea las órdenesde los miserablesqueextraíanen las lágri-masy la sangreel oro quese disputabanluego encarnizadamenteeltronoy el altar. Y por último el de admiraciónqueproducenlos ras-gosde varonil enterezadealgunosatormentados,afixiadosenla hor-cao quemadosen la hoguera.

Por todo lo dicho, con tono de desprecio,añade:

«Pueblodondedurantetressiglos, la delaciónfue un deber,la cruel-dad una virtud y la hipocresíael único medio de salvar la honra, la ha-cienda y la vida... La sangreespañolatiene inculcadotodavia mucho vi-rus inquisitorial.>»’

Se continúaneditandolibros referidosal temade la Inquisición,comoel de EdmonCazal, J-fistoire anecdotiquede l’Jnquisítion dEspagne, quecomienzacon palabrasde un jesuita portuguésanalizandolas raícesmásprofundasde la Inquisición: «De mémeque nous descendonsdAdam etEve, de mémel’lnquisition descendde Dieu»; el SantoOficio fue fundadoen el cielo —no cabemayorreconicimientode estetribunal—, y concluyeafirmando:

Christ a dit:‘le suis venuapporterle feu sur la terre.Tant nhieuxsi ellebrúle’.Alord, le Sainte-Office,pour concilier les deux preceptes,sest

mis á brúle tans les gensqui désobeisentau Christ en n’aimantpusleInquisiteur.

Carne ultrajada y quemada.Madrid 1912; Introducción.CAZAL, E.: HistoireAnecdotiquede linqaisdion dEspogne,1923,pág. 1 y con-

cl usi ones.

Extranjeros,LeyendaNegra e Inquisición 95

Avanzandoel siglocontinúanlas criticasal SantoOficio en los mts-mos términos.JorgeVinaixa escribeun libro sobrela Historia de la Iii-quisición, paraesclarecersu influencia política, social y religiosaen Es-paña;en el prefacioseasombradequeunadoctrinacomo la deJesús,quepredicaamor, paz y bondad sobrela tierra, puedeproducir guerrasy lu-chas«y los errorescatastróficosde la Inquisición,quesin vacilacionesdeningunaespeciedebieranser calificados de vergdenzade la humanidad.¿Cómoun ideal nobley santopudo llegara serla causade atrocidadessincuento,de tan siniestrasiniquidadesy de tan abominablescrímenes?...Enla historiade las religiones, la manifestaciónmásterrible y feroz de aquelanhelode esclavizaciónesel SantoOficio... que invadió todoslos aspec-tos de la vida individual y colectiva».

Duraspalabrasquereflejan susentimientoanteestainstitución y quesirven de introducción al análisis quehace en el Libro 1 a la Inquisiciónantiguay en el TI a la Inquisición moderna;y sobreéstanosdice:

Llegó a colocarsebastapor encimade los reyesy de papas;bajosu jurisdicción cayeronpríncipes,obisposy hastasantos.Persiguiucon sañaa cuantosrindieron culto al pensamientoparapropagarlacultura,contribuyendopoderosamentea nuestradecadenciaenlasar-tesy letras.Apagópor la ignorancialas lucesde la Cienciay los ver-daderosprincipios de jurisprudenciaperecierona manos de frailesembrutecidospor unateologiaabsurda.

La causade todos los malesespañolesestánen el SantoOficio, has-ta la despoblacióndel suelo y la pobreza—piensaVinaixa—, y no en-tiende la posturade los católicosdel país que realizaninscripciones,co-mo la del Castillo de Triana, en la quesedecía:«QuieraDios quedurelala Inquisición hastael fin del mundoparaproteccióny aumentode la fe».La mentalidaddel siglo xx no puedeentenderuna institución de estasca-racterísticas.

DedicaesteII libro al análisis del procederinquisitorial, los autosdefe, «espectáculoinfame»,y al desarrollode estainstitución desdesucrea-ción hastasu abolición. Convienedetenernosen el reinadode Felipe II,por serel másconflictivo parala opiniónqueen el extranjerose tienedenuestropaís.Su retratomoral lo fijó —dice el autor—conjusticia un his-toriador francésen los versosque siguen:

Si al rey Felipe IIAlguien llamara“el Prudente’con sangrerespondeel mundoQue fue un verdugo y quemiente.

Como es habitual, tocalos puntosconflictivos del reinado,la muer-te del PríncipeCarlos («¿cómono consideraraD. Carlos la víctima más

96 ConsueloMaquedaAhreu

alta que la Inquisición inmoló sirviendo los odios de aqueltirano fanáti-co... ?»); el casode Antonio Pérez (queinicia con estaspalabras:«Entrelas víctimassacrificadasa la pasión y al espírituvengativodel tenebrosoFelipe II, ocupaun lugar señalado,el primer secretariode Estado»);cte.Y en relación con la Inquisición el autor nosdice:

Pero para la Inquisicón sólo babiaun refrán: “A la Inquisición,chitón.

El terrorcerrabaslas bocas,aunqueno acallarade oido a oido laprotesta,la indignacióny el odio. Tal era la Españade Felipe II.’”’

Continuamoscon la primeramitad del siglo xx, en la que la disputasiguecon tintesagriosy exageracionesquearrancanmásdel sentimientoy de las ideologíasquedel razonamientocientífico, pero ya en la décadade los cincuentacomienzaa surgir una nuevacorrientede importanteshistoriadoresquetratande objetivar la polémicay de introducir variantesescasamenteesbozadashastaentonces,insertandoal SantoOficio en unaHistoria, la del Antiguo Régimencon susconquistasy logros,pero tam-bién con sus defectos; no obstante,la polémicacontinúa, como lo de-muestrala disculpa y justificación que el Vaticano. en la EnciclopediaCatólica (1951), realizade la Inquisición, haciendoverque los investiga-dorescontemporáneosjuzgan a estainstitución duramentepor atacara lalibertad de conciencia,extremono reconocidoen el pasado;los abogados,defensoresy detractoresinquisitoriales, empleanun ímpetumenoren susexpresiones,pero se mantienenlas opinionesencontradas:

Muchaspolémicasha sucitadoel temade la Inquisición. Se hanexageradosus víctimas y la pasión política ha habladosin funda-mentode la peculiarcodiciade Los familiaresdel SantoOficio. Co-mo institución humanatuvo sus defectos,perodebeconsignarsequelas extralimitacionesde susrepresentantesfuerondebidamentecasti-gadas.’34

Porestasmismasfechas,Antonio Almagro,al referirseal reinadodeFelipe TI, analizala causade la LeyendaNegra,que él considerafue «elegoismomaterialistay anticristianode los puebloseuropeosque imitan aEspaña,queha sido capazde crearel primer EstadoModerno de la his-toria, peroen lugar de ponerlocomo ella al serviciode la propagandade

VINAIXA, J.: Historia de la Inquisición (Su influencia política, social y religiosoen España),Barcelona, 1932. Ver los capítuloscilados.

“~ BALLESTEROS BERETTA, A.: Síntesis de Historia de España, Barcelona.952, pág.233.

Extranjeros,LeyendaNegra e Inquisición 9?

la verdady la fe cristianasobrela oscuridaddel mundo, lo utlizan... enprovechopropio»

Algo querecuerdalo escritocon anterioridadpor Menéndezy Pela-yo, quien llegó a decirqueel verdaderocreyentedebíaaprobarla actua-ción de la Inquisición:

El que admiteque la herejíaes crimen gravísimo y pecadoquedamaal cielo y quecomprometela exixtenciade la sociedadcivil;el que rechazael principio de la toleranciadogmática,es decir, de laindiferenciaentrela verdady el error,tieneque aceptarforzosamen-te la punición espiritual y temporalde los herejes,tieneque aceptarla Inquisición.

Podríamoscontinuarcitandohistoriadoresqueclamanpor el estudioobjetivo del SantoOficio, perovamos a concluir conunafrasede PalacioAtard, que nos dice que para comprendera la Inquisición es necesario«renunciaral ardor polémico. Estonos ayudaráa entenderque la lnquisi-ción por si sola no es en modo algunobuenani mala, no es una institu-ción de Derechodivino sino obra humana,y por esto imperfecta»’”.

Son muchaslas explicacionesque sc han dado para eximir a estetribunal del carácterrepresivoquese le habíaimputadoduranteel perío-do de suvigencia, comohemosido viendoenestaspáginas.En estalínea,Julián Juderías,en su libro La Leyenda Negra, siguiendo al profesorMunsterberg,insiste en que Los acontecimientoshistóricosse debenjuz-garconel criterio de la épocaen queexistieron; argumentoqueyahemosmanejadoy que no debemosolvidar, pueses una de las clavespara en-tenderal SantoOficio.

Se preguntanuestroautorsi los procedimientosutilizadospor los es-pañoles,en especialen el reinadode Felipe IT, paralograr los idealesre-ligiosos, fueron tan extraordinariosy desconocidosen la época,paracon-testarque «enmodoalguno»;estaluchareligiosatuvo susproblemasy secometieronerrores,pero existieronotras institucionesen Inglaterray enAlemania no menosrepresivasque las españolas;se debetenerpresentequeestetribunal entendióno sólo en materiade fe, sino en muchasotraspertenecientesal fuero eclesiásticoen aquellos tiempos; sus procedi-mientosno eran máscruelesque los empleadospor los tribunalessecula-res de la ¿poca;y la Inquisición respondióal «común sentir de los espa-

ALMAGRO, A.: Constanteshistóricasdel puebloespañol.Ensayoy guionespa-ra una enseñanzapopular, Madrid, 1951, pág. 119.

MENÉNDEZ Y PELAYO, M.: Historia de los HeterodoxosEspañoles,BuenosAires, 1945. torno II. pág. 218.

‘“ PALACIO ATARD, V.: Razónde la Inquisición, Madrid, 1954, pág. 14.

98 ConsueloMaquedaAbreu

ñoles»,que,opina Juderías,no eranmásfanáticosque los habitantesdeotros paíseseuropeos.Así concluye el autor:

Sin embargo,creemosno apartarnosde la verdadhistóricadi-ciendo que el SantoOficio no cometiólos abusosque le achacaronlos protestantesespañolesrefugiadosen Alemania y en Inglaterra;querespondóal sentirunánimeo casi unánitnedel puebloespañol,yque,a la vezqueeraun instrumentoenmanosde los reyesparaman-teneren la penínsulaunacohesiónespiritual que faltó por completoen los demáspaíses,impidió que Españafuerateatrode guerrasdereligión, que hubierancausado,a no dudarlo,un númerode víctimasinfinitamente superioral que atribuyea la represióninquisitorial elmásexageradode susdetractores.”’

Ante estasafirmacionesconvienepreguntarseel por qué de la Le-yendaNegra,queJuderíasatribuye,primero, a los extranjerosy naciona-les que los siguen, que carecende fundamentos(porque en aquellasfe-chasla historia del SantoOficio estabapor hacer).Pero «estaleyendanoiba adquirir verdaderaimportanciahastael siglo xvití», tesis mantenidaen estetrabajo y que expresatambiénGrigulevich de estamanera:«Enefecto, los crímenesde la Inquisición fueron sacadosa la luz por los gran-des ilustradosy librepensadoresdel siglo xviii»”’, que de forma apasio-nadacuentansusatrocidadesy torturas, y estocontribuyó asu abolición.Entre los detractoresse encuentra por los años de mediadosdel sigloxx— Miguel de la Pinta Llorente(al queJuderíasllama «traidorzuelo»),quedistorsionólos datos,segúnle pareció,en suobra La inquisición Es-pañola y los problemas de la cultura y de la intolerancia, dondesacaa laluz los sangrientoshechosde la Inquisición.

Con estasopinionesdaremospor concluidaslas referenciasa esteperiodo, al que noshemosreferido, sin duda,de forma sucinta y resumi-da,pero quedemuestrael academicismoquela polémica inquisitorial ad-quiere en unosanosen los que no podemosolvidar la enormecontribu-ción queparacualquierinvestigadordel SantoOficio tuvo la bibliografíasobrela historiadela Inquisición de E. vanderVekené.quecontieneunosdos mil títulos y fue publicadaen 1963 ““.

En décadaspróximas a nosotroses cuandose registranlos primerosintentos de no perderseen una polémicaesterilizanteparatodos. Se hanhechollamadasa la objetividad en la investigaciónde la Inquisición, cu-yo estudioes más pormenorizadoy especializado,recogiéndosecadauna

“< JUDERíAS, i.: La LeyendaNegra, Madrid, 1960, pág. 103.GRIGULEVICH, 1.: EstoRade la Inquisición. Moscú, 1980, pág. 5.

«<‘ E. VAN DE VEKENE: Bibliographie der Inquisition. Eirt Versucí,. Hildesheim.1963.

Extranjeros,LeyendaNegra e Inquisición 99

de las facetasdel Tribunal (procedimientos,sistemaprocesal,tribunales,manifestaciones,la Suprema,la Haciendainquisitorial,sus manifestacio-oes sociológicasy su proyeccióna otros territorios dependientesde Es-paña). Tan variadatemáticaexplica la grancantidadde tesisdoctorales,monografíasy revistasqueconstantementeaparecensobrela Inquisicióny quese pronuncianpor una interpretacióncientífica y objetiva de la his-toria del Santo Oficio. Todo ello es lógico, pues la Inquisición fue unainstitución fundamentaldel Antiguo Régimen,con unagraninfluenciaenla vida española;de ahí el enormeinterésque despiertaen los investiga-dores.Porestemotivo, tal vezmerezcala penareflejar algunasde las opi-niones acercade la Inquisición,especialmentede las contenidasen obrasgeneralessobreella.

Es un debercitar dos obrasbásicasparael estudioinquisitorial. Unaes La Historia de la Inquisición española,en tres tomos,traducidaal es-pañol y publicadapor la FundaciónUniversitaria Españolaen 1983,delhistoriador norteamericanoHenry CharlesLea, que tiene la importanciade serel primerestudiode historia científica,sobredocumentosorigina-les, cargadade objetividad, fuente primerade muchoshistoriadoresque5e Inician en estemundocomplejoy basedeposterioreshistoriasde la In-quisición en formatomásreducido.

La otra publicación,utilizadaespecialmentepor los historiadorespa-ra comprobarnuevosdatoscontrastadosen los Archivos, es La Historiacrítica de la Inquisición en España, editadaen Franciaen 1817, cuyapri-meraedición españolaes de 1980, obra en cuatro tomos del sacerdoteJuan Antonio Llorente, ex-secretariodel SantoOficio, queconbasedo-cumentalprobabalos crímenesinquisitoriales; por ello ha sido unafuen-te valiosa sobrela Inquisición, pero tambiénuna obrapolémicaque fuerecogidacomo emblemapor la Españaliberal e ilustrada.

Investigadoresde la talla de Julio Caro Baroja, Antonio DomínguezOrtiz, Bartolomé Bennassar,Jean-PierreDedieu,JacquesPinglé,GustavHenningsen,Ignacio TellecheaIdigoras, JoaquínPérezVillanueva, Bar-tolomé Escandelí,Henry Kamen,EnriqueCactoy otros muchos,hande-dicado gran partede su bagajeinvestigadora este mundo inquisitorial,aportandonuevoscamposy conocimientoscientíficos de enormevalía.En esteapartadoquierocitar aJoséAntonio Escudero,cuyasignificacióndestacabaal comienzode estetrabajo. Suopinión, avaladapor sus traba-jos de archivoy difundida en obrasde divulgación, la tenemosen el si-guientepárrafo:

El interésde la Inquisición excedecon muchoa su resistentecro-nología,y sobrepasaademáscon crecesel carácterde unainvestiga-ción eruditay fría. Pocostemashay en nuestropasado—tal veznin-guno— sobre el que se hayan vertido juicios más dispares ycontrapuestos...Ella, en suma, constituyeun paradigmade contra-

lOO ConsueloMaquedaAbreu

dicción; ha parecidoa muchosel baluartedel cerrilismoy la intransi-gencia,la causadel retrasocultural de España,y hasta la exhibiciónpor católicosde algo inconciliablecon el genuinoespíritudel evan-gelio.La tendenciaopuestaha ensalzadoal tribunal del SantoOficiocomo elementodeterminantede la unidad católica de España,cus-todiade sus rasgosespiritualesmás auténticos,y hastael factor ope-rativo de laconsolidaciónpolítica... Entreambosextremos,la histo-riografía recienteha abierto una brechade serenidady rigor paracalibraren sujustamedidael significadode la polémicainstitución.’4’

Del fruto de talesestudiossobrela institución ha surgidounadiver-sidadde «rostros»inquisitoriales,en los que cadaautorponeénfasispar-ticular y todos van recomponiendoel espectrogeneraldel SantoOficio;todos ellos son diversosaspectosde una misma realidad, cuya imagenesenciales la de tribunal judicial, y en estesentidorecogemosunacita deLea, referidaa la Inquisición medieval,peroaplicable a la moderna:

Su actividaderapermanentecomo la acciónde las leyesde la Na-turaleza,con lo que seprivabaa los herejesde toda esperanzade ga-nar tiempoy escondersepasandode un lugar a otro. La Inquisiciónrepresentabauna verdaderapolícia internacionalen la épocaen laqueLa comunicacióninternacionalfue tan imperfecta.La Luquisicióntuvo un brazo largo y una memoria irreprochable...El herejeviviósobreun volcánqueen todomomentopodíaentraren erupcióny tra-garlo, Porque a los ojos de los hombres,la Inquisición fue ubicua,omniscientey omnipotente.’42

Algo distinto sedesprendedel siguientepárrafo:

Las torturasy las penasimpuestaspor la Inquisiciónno eranmáscruelesque las que implataron los tribunalesordinarios;pero habíaenel procedimientoinquisitorial algunasparticularidadesmuy desfa-vorablesa los acusados,el secretoabsolutode que serodeabay quese extendíaincluso a los notubresde los acusadores;el secuestrodebienesy la transmisiónde la culpaa los descendientes.’”

La consideracióndel SantoOficio como institución que canalizaydefiendela ideologíade una épocaes sostenidao entendidapor muchoshistoriadores:

ESCUDEROLÓPEZ, J. A.: La Inquisición española, Historia 16, Especial 10.0Aniversario,pág.5.

~ LEA, E. Ch.: Tite Inquisition cf tite MiddlesAges,NewYork, 1963.,pág. 13 1-136.

‘~< DOMÍNGUEZ ORTIZ, A.: «Efectosde lascondenasinquisitorialesen los parien-tesde los reos. El casodel Dr. Muñoz. Peralta»,enPe4Uesjurídicos de ¡a lnquisui.on es-pañola. Madrid, 1989, págs.401 y ss.

Extranjeros,LeyendaNegra eInquisición 1 (II

La Inquisición como entidad definitoria del sistemade valores.encargadadefijar las fronterasde la ortodoxia,garantizadoradel sis-temade valoresinstitucionalizados.’44

O la estimaciónde que:

El tribunal no era másqueun armaen manosdeunasociedadquehabíacapitulado,entregadosu libertadvoluntariamentecon eí pro-pósitode extirpardel corazónde Españaa todosaquellosquese ne-garona sometersea una determinadaseriede valores.’45

En otros parámetros,JaimeContreras,unode los grandesinvestiga-doresen estecampo,ratifica la significaciónde la Inquisicióncomopro-ducto de su tiempo y «su carácterde instrumentopolítico», un enfoquedel queno noses dadodesprendernosaestaalturade las investigacionessobreel SantoOficio; «esunainstitución quepivotaentreun organismocentral, el Consejo,y unadireccióndiferenciada,los tribunalesde dis-trito»’46.

Consecuencialógicade esteplanteamientoes quese considereque,por su servxcíoala Monarquía,la Inquisición es un ínstrumentode con-trol social. El mismoautor nosdice:

La funciónde control social se ejercíaenun marcojurídico y so-cial de una sociedadde estamentosrígidos, dondela existenciadefuerzasy entidadescorporativasimpedía o dificultaba el ejercicioúnico de una instituciónjurídicasuperior, la del monarca.En estaso-ciedadel SantoOficio pugnó por defendero ampliarsu marcojurí-dico de referenciaen descarnadaluchacon los grupose institucionesvecinas.’42

Y no podemosomitir una de las consideraciones,a nuestrojuiciomásacertada,sobreel procedimientoconque lleva acabo suacciónso-cial y quese puederesumircomo «la pedagogíadel miedo»:

Hay querecordarque la finalidad esencialdel procesoy la con-denaa muerteno essalvarel almadel reosino promoverel bien pú-blico y aterrorizaral pueblo.’4’

~ GARCÍA CÁRCEL, R.: Orígenesde la Inquisición española.El tribunal de Va-lencia, 1478-1530.Barcelona,1976.

KAMEN, 1-1.: La Inquisición española,Madrid, 1973.CONTRERAS,3.: El SantoOficio de¡a Inquisición en Galicia. Poder, sociedady

cultura, Madrid, 1982.¡42 CONTRERAS,J,,op. citu

BENNASSAR, B.: La Inquisición española,Poderpolítico y control social, Bar-celona. 1981.

102 ConsueloMaquedaAbreu

Con esta panorámicade opiniones (donde no perseguimosla ex-haustividadni una exposiciónsistemática,sino sólo reflejar un muestra-río ilustrativo) quedanperfiladaslas facetasmásimportantesde la lnqui-sícióny susmanifestacionesmás destacadas.Perono podemosconcluirnuestrotrabajosin dedicarunaspalabrasal temade la LeyendaNegra,ylo haremos,como al inicio del trabajo,de la manode RicardoGarcíaCár-cel, en su libro conestetítulo publicadoen 1992,dedicadoespecialmen-te a la leyendaamericana,perodel querecogemosla ideade que son mu-chos los españolesque están convencidosde la existencia de estaLeyendaNegra. Pero antesnosharemosecode las palabrasde Farinelli,contenidasen la introducción de su libro: «En los ánimos postradosdemis queridosamigos—los españoles—queveíanamontonarsey gravitarsobre el horizontede la patriademasiadasnubes,siempre...quise infun-dir esperanzay confianza.El pesimismo,el abatimiento,causadoen granpartepor el desdénque ostentanlos extranjeros,en nadamejoresquesusdesdeñadasvíctimas,tiene quedesaparecera una luz menosturbia y de-

49

lante del tribunal de la propiaconciencia»Ello no es suficienteparaquese mantengala ideadescalificadorade

Españaque,por otro lado, ya hemosvisto va unida a unadefensaa ul-tranza de los métodosy planteamientosinquisitoriales,constituyendopartede la «leyendarosa».Lasdos Leyendasse insertanen «las guerrasde opinión que se establecenen los distintos protagonistasde la escenahistórica mundial... Contenciososhistóricos o rivalidades coyunturaleshan agriadola imagende tal o cual paíspor partede sus vecinos»;en elcasoespañolson muchas las causasque la provocaron,pero especial-mentefue su papel hegemónico,de la épocade los Austrias. A la Leyen-da Negra contribuyó la opinión extranjera,pero sin dudafueron los pro-pios españolesquienesla propagarony difundieron duranteel siglo xix ypartede nuestrosiglo xx. Porello vamos a finalizar, como decíamos,conuna frase de GarcíaCárcel, que asumimosplenamentey que, de algunamanera,ha sido uno de los objetivosde nuestrotrabajo:

Este libro, en conclusión,no pretendeenterrar la leyendanegra,entreotrascosasporquesetrataríade un cádaverimaginario.Preten-de contribuir a enterrar,eso sí, la creenciaen esemito llamado le-yendanegra, en tanto que la negritud viene contrapesadapor otroscolores—del rosaal amarillo—.’5”

‘~~< FARINELLI. A.: Viajes por Españay Forrugal, op. <it.. pág. II.GARCÍA CÁRCEL, R.: La leyenda negra. Historia y opinión. Madrid, 1992.

pag. IS.