estrabismo y toxina botulínica

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ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2013;88(7):286–287 ARCHIVOS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE OFTALMOLOGÍA www.elsevier.es/oftalmologia Carta al director Estrabismo y toxina botulínica Strabismus and botulinum toxin Sr. Director: La toxina botulínica (TB) es una neurotoxina (que se aplica en la actualidad para el tratamiento del estrabismo, pará- lisis oculomotoras, ciertas alteraciones oftalmológicas, para muchas enfermedades sistémicas y en los últimos nos con fines estéticos) que está producida por la bacteria anaerobia Clostridium botulinum, responsable anta ˜ no del cuadro clínico tóxico-infeccioso, consecutivo a la ingesta de productos con- taminados, denominado botulismo 1 . La primera aplicación clínica fue en 1976. Es cuando se inyecta por primera vez en el hombre y en 1981 es aprobada por la FDA y la NEI como tratamiento para el estrabismo, el blefarospasmo y las parálisis oculomotoras. La aplicación práctica en la clínica oftalmológica se desarrolla en las déca- das de 1980 y 1990 1,2 . Al principio se utilizó en todo tipo de estrabismos, obte- niéndose una eficacia bastante deficiente 3 . Poco a poco se fue analizando su validez en los diferentes tipos de estrabismo y en diferentes edades, y se fue mejorando el conocimiento de las indicaciones y contraindicaciones del tratamiento con la toxina. La TB es un fármaco de administración mediante inyección parenteral que, salvo en los casos de difusión, presenta acción farmacológica local, ce ˜ nida al lugar de infiltración. El princi- pal mecanismo de acción de la toxina radica en el bloqueo de la liberación de acetilcolina en la terminal presináptica para la exocitosis del mediador, que deriva en una interrup- ción de dicho proceso. Ocasiona una quimiodenervación de carácter reversible, con un efecto transitorio del que la termi- nal presináptica se recupera en un plazo de tiempo variable de semanas a meses de duración 1 . Actualmente se ha convertido en una técnica adicional en el manejo del estrabismo y de las parálisis oculomotoras. Las indicaciones generales de la TBA son, fundamentalmente, los estrabismos no restrictivos 4 . Cuando tenemos pacientes con músculos inelásticos o fibróticos, o cuando hay grandes cica- trices, la indicación suele ser quirúrgica, ya que es más difícil de modificar la curva de elongación-tensión con la TB y, si bien podría obtenerse una mejoría, se necesitaría repetir muchas veces las inyecciones, las cuales podrían generar a su vez efec- tos secundarios como desviaciones verticales. En estos casos se debe indicar de forma aguda el tratamiento con TB. Generalmente la toxina es de mayor utilidad en las endo- tropías infantiles, en estrabismos de peque ˜ no grado, en ciertos casos de parálisis oculomotoras y en el manejo de casos espe- ciales y difíciles como una parte del tratamiento 4 . Para diagnóstico la TB puede ser también útil, porque podemos evaluar la repercusión que tendrá en el aspecto sen- sorial y motor de un paciente. La evaluación de la diplopía paradójica previa a la cirugía, el diagnóstico de la capacidad de fusión en pacientes con desviaciones de larga evolución, la evaluación de la modificación horizontal-vertical tras la corrección de uno de los componentes, la evaluación del tortícolis, la evaluación en las limitaciones del grado de paresia/parálisis/deslizamiento, la evaluación de la capacidad funcional del antagonista y la demostración de la situación cosmética tras el alineamiento ocular 5 . La indicación por excelencia de la TBA es la endotropía congénita 4,5 . Además la utilizamos en aquellos casos que tienen hipermetropía moderada o intensa, también en situa- ciones de ángulo variable asociado o se perfila mejor la cirugía vertical si fuese necesaria. También se ha visto buenos resul- tados en la endotropía adquirida, en aquellas parcialmente acomodativas, en microtropías que se descompensan tras oclusión o aquellos pacientes con cierto grado de visión bino- cular. En los estudios, se ha visto que también se tratan exo- tropías intermitentes, congénitas, consecutivas, residuales, sensoriales y desviaciones horizontales disociadas 5 . Se suele indicar en ni ˜ nos peque ˜ nos en los que se pretende que la tro- pía se corrija totalmente o lo máximo posible. En estrabismos divergentes permanentes no tiene buenos resultados 3–5 . Podemos concluir diciendo que hoy en día la TB es un arma farmacológica muy útil desde el punto de vista diag- nóstico, terapéutico o coadyuvante en el tratamiento de diversas enfermedades oftalmológicas como por ejemplo el blefarospasmo, la orbitopatía tiroidea, el nistagmo, para uso cosmético y, entre todas ellas, el estrabismo tiene mención especial.

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Page 1: Estrabismo y toxina botulínica

ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2013;88(7):286–287

ARCHIVOS DE LA SOCIEDADESPAÑOLA DE OFTALMOLOGÍA

www.elsev ier .es/of ta lmolog ia

Carta al director

Estrabismo y toxina botulínica

Strabismus and botulinum toxin

Sr. Director:

La toxina botulínica (TB) es una neurotoxina (que se aplicaen la actualidad para el tratamiento del estrabismo, pará-lisis oculomotoras, ciertas alteraciones oftalmológicas, paramuchas enfermedades sistémicas y en los últimos anos confines estéticos) que está producida por la bacteria anaerobiaClostridium botulinum, responsable antano del cuadro clínicotóxico-infeccioso, consecutivo a la ingesta de productos con-taminados, denominado botulismo1.

La primera aplicación clínica fue en 1976. Es cuando seinyecta por primera vez en el hombre y en 1981 es aprobadapor la FDA y la NEI como tratamiento para el estrabismo,el blefarospasmo y las parálisis oculomotoras. La aplicaciónpráctica en la clínica oftalmológica se desarrolla en las déca-das de 1980 y 19901,2.

Al principio se utilizó en todo tipo de estrabismos, obte-niéndose una eficacia bastante deficiente3. Poco a poco se fueanalizando su validez en los diferentes tipos de estrabismo yen diferentes edades, y se fue mejorando el conocimiento delas indicaciones y contraindicaciones del tratamiento con latoxina.

La TB es un fármaco de administración mediante inyecciónparenteral que, salvo en los casos de difusión, presenta acciónfarmacológica local, cenida al lugar de infiltración. El princi-pal mecanismo de acción de la toxina radica en el bloqueode la liberación de acetilcolina en la terminal presinápticapara la exocitosis del mediador, que deriva en una interrup-ción de dicho proceso. Ocasiona una quimiodenervación decarácter reversible, con un efecto transitorio del que la termi-nal presináptica se recupera en un plazo de tiempo variablede semanas a meses de duración1.

Actualmente se ha convertido en una técnica adicional enel manejo del estrabismo y de las parálisis oculomotoras. Lasindicaciones generales de la TBA son, fundamentalmente, losestrabismos no restrictivos4. Cuando tenemos pacientes conmúsculos inelásticos o fibróticos, o cuando hay grandes cica-

trices, la indicación suele ser quirúrgica, ya que es más difícilde modificar la curva de elongación-tensión con la TB y, si bienpodría obtenerse una mejoría, se necesitaría repetir muchas

veces las inyecciones, las cuales podrían generar a su vez efec-tos secundarios como desviaciones verticales. En estos casosse debe indicar de forma aguda el tratamiento con TB.

Generalmente la toxina es de mayor utilidad en las endo-tropías infantiles, en estrabismos de pequeno grado, en ciertoscasos de parálisis oculomotoras y en el manejo de casos espe-ciales y difíciles como una parte del tratamiento4.

Para diagnóstico la TB puede ser también útil, porquepodemos evaluar la repercusión que tendrá en el aspecto sen-sorial y motor de un paciente. La evaluación de la diplopíaparadójica previa a la cirugía, el diagnóstico de la capacidadde fusión en pacientes con desviaciones de larga evolución,la evaluación de la modificación horizontal-vertical tras lacorrección de uno de los componentes, la evaluación deltortícolis, la evaluación en las limitaciones del grado deparesia/parálisis/deslizamiento, la evaluación de la capacidadfuncional del antagonista y la demostración de la situacióncosmética tras el alineamiento ocular5.

La indicación por excelencia de la TBA es la endotropíacongénita4,5. Además la utilizamos en aquellos casos quetienen hipermetropía moderada o intensa, también en situa-ciones de ángulo variable asociado o se perfila mejor la cirugíavertical si fuese necesaria. También se ha visto buenos resul-tados en la endotropía adquirida, en aquellas parcialmenteacomodativas, en microtropías que se descompensan trasoclusión o aquellos pacientes con cierto grado de visión bino-cular.

En los estudios, se ha visto que también se tratan exo-tropías intermitentes, congénitas, consecutivas, residuales,sensoriales y desviaciones horizontales disociadas5. Se sueleindicar en ninos pequenos en los que se pretende que la tro-pía se corrija totalmente o lo máximo posible. En estrabismosdivergentes permanentes no tiene buenos resultados3–5.

Podemos concluir diciendo que hoy en día la TB es unarma farmacológica muy útil desde el punto de vista diag-nóstico, terapéutico o coadyuvante en el tratamiento dediversas enfermedades oftalmológicas como por ejemplo el

blefarospasmo, la orbitopatía tiroidea, el nistagmo, para usocosmético y, entre todas ellas, el estrabismo tiene menciónespecial.
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. Gómez de Liano R, Rodríguez JM, Gómez de Liano P. Toxinabotulínica. En: Horta Barbosa P, editor. Estrabismo Río deJaneiro: Cultura Médica; 1997. p. 290-85.

013;88(7):286–287 287

A.V. Sánchez Ferreiro a,∗ y X. Miguéns Vázquez b

a Servicio de Oftalmología, Hospital del Bierzo, Ponferrada, León,Espanab Servicio de Medicina Física y Rehabilitación, Hospital de Monfortede Lemos, Lugo, Espana

∗ Autor para correspondencia.

Correo electrónico: [email protected](A.V. Sánchez Ferreiro).

0365-6691/$ – see front matter© 2012 Sociedad Española de Oftalmología. Publicado por Else-vier España, S.L. Todos los derechos reservados.http://dx.doi.org/10.1016/j.oftal.2012.07.014