entrevista a kenneth frampton

3
edificio Fl-Smidth carretera de la Coruña Km.17,800 28230 Las Rozas Madrid e-mail: [email protected] 1 ENTREVISTA A KENNETH FRAMPTON Anatxu Zabalbeascoa publicó el 6 de junio de 2011 la siguiente entrevista a Kenneth Frampton para el diario El Pais: Kenneth Frampton (Woking, Reino Unido, 1930) sólo ha construido un edificio de viviendas de alquiler en Londres y otro de vivienda social en Estados Unidos. “Supongo que me di cuenta de que podía contribuir más al mundo escribiendo y enseñando arquitectura que tratando de construirla”, explica en Madrid, invitado por la Asociación de Becarios de La Caixa. Y tiene sentido. Su libro “Una historia crítica de la arquitectura moderna” (Gustavo Gili) es la Biblia de los estudiantes de esta disciplina. Desde que lo escribiera en 1980 -vive en EE UU, adonde emigró en 1966 para dar clase en las Universidades de Princeton y Columbia- lo ha revisado tres veces. La primera añadió su famoso regionalismo crítico, que refleja cómo el genius loci marca los edificios (1985); en la segunda indagó en las arquitecturas fragmentadas de la deconstrucción (1992) y en la última explicó los efectos de la globalización, el fenómeno de los arquitectos estrella y, también, la sostenibilidad (2007). Frampton asegura que no trabaja en una cuarta revisión, pero considera que el impacto de la crisis será notable. ¿Se resentirá también la arquitectura del espectáculo o simplemente se mudará a otro lugar? “La manhattización del mundo continuará en países emergentes como China y Rusia: la arquitectura especulativa mueve dinero, y eso asegura que la proliferación de rascacielos no se detendrá”, sostiene. De los últimos años considera que lo peor ha sido “tratar la arquitectura como arte, como esculturas gigantescas; eso reduce la arquitectura a la fachada de los edificios”. Pero ve positiva la atención prestada en los medios. “Hemos conocido obras levantadas con medios escasos como la de Francis Kéré en África”. ¿Pueden imponerse otros valores para repensar la arquitectura y el urbanismo? Con tantos arquitectos recién licenciados en paro, ¿romperá la realidad social la tradicional endogamia de la arquitectura?

Upload: santiago-fajardo

Post on 29-Jul-2015

427 views

Category:

Documents


5 download

TRANSCRIPT

Page 1: Entrevista a kenneth Frampton

edificio Fl-Smidth

carretera de la Coruña Km.17,800 28230 Las Rozas Madrid

e-mail: [email protected] 1

ENTREVISTA A KENNETH FRAMPTON Anatxu Zabalbeascoa publicó el 6 de junio de 2011 la siguiente entrevista a Kenneth

Frampton para el diario El Pais:

Kenneth Frampton (Woking, Reino Unido, 1930) sólo ha construido un edificio de

viviendas de alquiler en Londres y otro de vivienda social en Estados Unidos.

“Supongo que me di cuenta de que podía contribuir más al mundo escribiendo y

enseñando arquitectura que tratando de construirla”, explica en Madrid, invitado por

la Asociación de Becarios de La Caixa.

Y tiene sentido. Su libro “Una historia crítica de la arquitectura moderna” (Gustavo

Gili) es la Biblia de los estudiantes de esta disciplina. Desde que lo escribiera en

1980 -vive en EE UU, adonde emigró en 1966 para dar clase en las Universidades

de Princeton y Columbia- lo ha revisado tres veces. La primera añadió su famoso

regionalismo crítico, que refleja cómo el genius loci marca los edificios (1985); en la

segunda indagó en las arquitecturas fragmentadas de la deconstrucción (1992) y en

la última explicó los efectos de la globalización, el fenómeno de los arquitectos

estrella y, también, la sostenibilidad (2007).

Frampton asegura que no trabaja en una cuarta revisión, pero considera que el

impacto de la crisis será notable.

¿Se resentirá también la arquitectura del espectáculo o simplemente se mudará a

otro lugar?

“La manhattización del mundo continuará en países emergentes como China y

Rusia: la arquitectura especulativa mueve dinero, y eso asegura que la proliferación

de rascacielos no se detendrá”, sostiene. De los últimos años considera que lo peor

ha sido “tratar la arquitectura como arte, como esculturas gigantescas; eso reduce la

arquitectura a la fachada de los edificios”. Pero ve positiva la atención prestada en

los medios. “Hemos conocido obras levantadas con medios escasos como la de

Francis Kéré en África”.

¿Pueden imponerse otros valores para repensar la arquitectura y el urbanismo? Con

tantos arquitectos recién licenciados en paro, ¿romperá la realidad social la

tradicional endogamia de la arquitectura?

Page 2: Entrevista a kenneth Frampton

edificio Fl-Smidth

carretera de la Coruña Km.17,800 28230 Las Rozas Madrid

e-mail: [email protected] 2

Frampton admite que su profesión es hoy más precaria que nunca, aunque señala

que aquí el caso se ha agravado: “Tras la muerte de Franco España vivió una edad

de oro de la arquitectura, con muchos edificios públicos. Pocos países podían

igualar la diversidad y la calidad de lo construido aquí, pero todo se acaba”.

Hoy, la gran foto de la arquitectura mundial habla de ejemplos refinados conviviendo

con la barbarie: “El 80% de lo que se construye es mediocre y está mal hecho”.

¿Qué no funciona en una profesión en la que muchos grandes nombres llevan dos

contabilidades: la de la arquitectura que se publica y la que no debe ser publicada?

“La dedicación exhaustiva es poco rentable. Los edificios en los que se repite una

planta son la mejor fuente de ingresos. Pero no todos los grandes hacen eso. Los

portugueses no: ni Álvaro Siza ni Souto de Moura”, aclara.

Como ellos, Frampton es un gran defensor del Movimiento Moderno. “Fue el primer

movimiento global: los objetivos lo eran y el resultado también. Era progresista y

cambió la faz de la tierra. El legado sigue vivo y con potencial, ha demostrado saber

absorber nuevas tecnologías y poder trabajar con poco”. Recuerda que la influencia

del Renacimiento se extendió hasta el siglo XIX, y piensa que la de la modernidad

podría también perdurar siglos.

El Renacimiento no llegó a África y el Movimiento Moderno, sí. Por eso a Frampton

le parece fundamental el regionalismo crítico: cómo las culturas modifican una idea

que permite la reelaboración al contacto con las tradiciones. Hoy el profesor

reconoce que la lectura de los historiadores ha sido “imperialista y eurocéntrica”, y

que la otra mitad del mundo -África, el sureste asiático y la Sudamérica que queda

más allá de Barragán o Niemeyer podría ser un modelo en esta época de crisis.

Frampton ejerció la crítica desde sus libros o desde las aulas: -”Nadie me pidió que

escribiera para un periódico”- y hoy considera que entre los grandes maestros

modernos como Le Corbusier, Mies van der Rohe o Frank Lloyd Wright, el finlandés

Alvar Aalto es el que más vivo ha sabido mantenerse. “Su herencia es la más rica.

No solo por su actitud hacia el paisaje, también por adelantar la preocupación por la

sostenibilidad y el respeto por lo local”. Ve en el traslado de Mies van der Rohe a

América la mayor contribución estadounidense a la arquitectura moderna: “La

manera elegante y minimalista de levantar edificios con estructura metálica y

Page 3: Entrevista a kenneth Frampton

edificio Fl-Smidth

carretera de la Coruña Km.17,800 28230 Las Rozas Madrid

e-mail: [email protected] 3

fachadas de vidrio cambió la faz de las ciudades. Se convirtió en sinónimo de urbano

y se exportó por todo el mundo”.

¿Ha habido también una contribución española?

Kenneth Frampton ha escrito que en el mundo hay cuatro países con una alta

cultura arquitectónica: Japón, España, Francia y Finlandia. “No se trata de que exista

una figura aislada, sino un elevado número de arquitectos levantando edificios de

gran calidad. Eso es cultura arquitectónica. España lo consiguió gracias a los

Gobiernos de la Transición y a la clase media”, sostiene. Hoy no sabría juzgar.

Hacía 50 años que no visitaba Madrid. Y se declara “incapaz de entender los límites

de la ciudad”. “El crecimiento sin límites no hace ciudades. Es un reflejo del

consumismo”, sostiene. “El automóvil es el invento más apocalíptico de todos los

tiempos. Más aún que la bomba atómica, porque está por todo el mundo y no tiene

vuelta atrás. El automóvil está tan integrado en el funcionamiento de nuestra

economía que no podremos prescindir de él. Aunque caminemos”.