enfoque, edición septiembre

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Enfoque NÚMERO 4 | SEPTIEMBRE 2011 EJEMPLAR MENSUAL GRATUITO DIARIO UNIVERSITARIO Triestamentalidad: un tema que debiese dejar de ser tabú. Eduardo Fermandois, profesor del institu- to de Filosofía de nuestra Universidad, nos entrega una reflexión en torno a un tema que, en sus propias palabras, ha sido tabú por largo tiempo: la triestamentalidad. Ella supone la participación de los diversos ac- tores de nuestra universidad, en la toma de decisiones en la universidad. | pag. 6 Programa Puentes UC: conectando universidad y sociedad Por medio de distintos proyectos el progra- ma Puentes UC permite a los estudiantes conectarse directamente en investigacio- nes relacionadas directamente con pro- blemáticas de las municipalidades. El pro- grama busca establecer un vínculo entre nuestra Universidad y diversos municipios, otorgando diversas oportunidades para los miembros de nuestra comunidad.. | pag. 7 Entrevista: Vicario Pastoral Universitaria, Tomás Scherz. Una visión distinta e integradora de nuestra universidad nos presenta To- más Scherz en una entrevista donde desgloza algunas críticas y algunas ob- servaciones al movimiento estudiantil, a la universidad y a la sociedad. | pag. 3 Encuentro Uniersitario En 9 y el 10 de septiembre se llevará a cabo en nuestra Universidad una instancia que busca generar vínculos entre los distintos es- tamentos de nuestra institución. En el En- cuentro Universitario, espacio en el que se discutirán los lineamientos y temáticas que importan a la UC, se espera la participación de todos los miembros de la Universidad.| pag. 4 En entrevista exclusiva para el Enfoque el profesor del Insituto de Historia, Alfredo Riquelme, analiza las causas, salidas y nuevos elementos de la reforma a la educación superior y del movimiento estudiantil en comparación a otros movimientros ciudadanos y aportando nuevas perspectivas para entender este complejo fenómeno social. |pag. 5 “El momento de construir la solución es ahora” RECICLA este diario Profesor del Instituto de Historia, Alfredo Riquelme:

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Enfoque es un diario mensual gratuito impulsado por un equipo de periodistas de la universidad y abierto a toda la comunidad universitaria. Su principal objetivo es informar e instaurar temas de discusión relevantes para el desarrollo de la UC e integrar en ella las distintas visiones de mundo presentes en nuestra universidad.

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NÚMERO 4 | SEPTIEMBRE 20111. Enfoque

EnfoqueNÚMERO 4 | SEPTIEMBRE 2011

EJEMPLAR MENSUAL GRATUITO

DIARIO UNIVERSITARIO

Triestamentalidad: un tema que debiese dejar de ser tabú.

Eduardo Fermandois, profesor del institu-to de Filosofía de nuestra Universidad, nos entrega una reflexión en torno a un tema que, en sus propias palabras, ha sido tabú por largo tiempo: la triestamentalidad. Ella supone la participación de los diversos ac-tores de nuestra universidad, en la toma de decisiones en la universidad. | pag. 6

Programa Puentes UC: conectando universidad y sociedad

Por medio de distintos proyectos el progra-ma Puentes UC permite a los estudiantes conectarse directamente en investigacio-nes relacionadas directamente con pro-blemáticas de las municipalidades. El pro-grama busca establecer un vínculo entre nuestra Universidad y diversos municipios, otorgando diversas oportunidades para los miembros de nuestra comunidad.. | pag. 7

Entrevista: Vicario Pastoral Universitaria, Tomás Scherz.

Una visión distinta e integradora de nuestra universidad nos presenta To-más Scherz en una entrevista donde desgloza algunas críticas y algunas ob-servaciones al movimiento estudiantil, a la universidad y a la sociedad. | pag. 3

Encuentro Uniersitario

En 9 y el 10 de septiembre se llevará a cabo en nuestra Universidad una instancia que busca generar vínculos entre los distintos es-tamentos de nuestra institución. En el En-cuentro Universitario, espacio en el que se discutirán los lineamientos y temáticas que importan a la UC, se espera la participación de todos los miembros de la Universidad.| pag. 4

En entrevista exclusiva para el Enfoque el profesor del Insituto de Historia, Alfredo Riquelme, analiza las causas, salidas y nuevos elementos de la reforma a la educación superior y del movimiento estudiantil en comparación a otros movimientros ciudadanos y aportando nuevas perspectivas para entender este complejo fenómeno social. |pag. 5

“El momento de construir la solución es ahora”

RECICLA este diario

Profesor del Instituto de Historia, Alfredo Riquelme:

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esencial en la formación de la Falange Nacional, en la Reforma Universitaria del 67, en la construcción del sistema jurídico y económico neoliberal impuesto en la dictadura, en la formación de políticos para el actual y otros gobiernos y en profesionales para to-das estas épocas. Hemos sido autores y partícipes de los cambios -buenos y malos- de nuestra sociedad. Actualmente el 68% de los Ministros del gobierno de Piñera son de la UC, mientras el 22% es de la Chile y otro 10% de otras instituciones. Esto nos indica claramente una cosa: la UC sí tiene influencia directa en las políticas que conducirán a nuestro país en los próximos años. Por lo mismo, si queremos cambiar Chile, también tenemos que cambiar la UC.

Esta invitación, sin embargo, no la hago al aire. Creo que la instancia del Encuentro Universitario que hemos estado organizando en conjunto con la Federación de Estudiantes, será una gran oportuni-dad para seguir cambiando nuestra universidad. Y sorprende ver que el tema más mencionado por la comunidad es el de la democracia. Muchos quieren ver una forma de participación de los estudiantes distinta a la actual y ello será un tema de discusión en este Encuentro. Invitados están todos a interve-nir en este espacio que pretende ser un primer paso para seguir construyendo desde la universidad, un país que sea distinto.

Una última reflexión que me nace a partir de la toma

EDITORIAL

La agenda educacional de este año se lo robó todo, y me alegra que así sea. Ya nos hemos dado cuenta que la educación refleja el estado de nuestro desa-rrollo como sociedad . Al menos en Chile. Pero ade-más de eso, nos hemos dado cuenta que el sistema neoliberal, implantado en los años 80 en Chile –im-posición que a muchos nos pesa y nos revuelveel es-tómago–, trajo consigo daños colaterales que ahora parecen ser daños profundos en el estilo de vida de los individuos y a la manera en que se desarrollará nuestro país. Todos parecen estar de acuerdo ahora en que el 6% de interés del Crédito con Aval del Es-tado es una estafa y que hay que reducirlo. Pero en el momento de implementación en los gobiernos de la Concertación nadie pensaba eso. Y nadie lo pen-saba porque estaban de acuerdo con él. Es decir, el sistema caló tan hondo en sus autores que ni siquie-ra percibían las injusticias que estaban generando. Y cuando llegamos a ese punto es cuando hay que decir basta. Basta de abusos, basta del descontrol del modelo, basta de no hablar. Por eso salimos a la ca-lle. Por eso luchamos por la educación

Pero si somos realistas, también tenemos que mi-rar cómo ha funcionado la historia de nuestro país. Si somos precisos, sin halagarnos, veremos que la Uni-versidad Católica ha ocupado un lugar importante en la formación de las élites políticas a intelectuales del siglo XX y XXI. Nuestra universidad ocupó un rol

Director General: Carlos Figueroa | Editor General y Diagramación: Carlos Figueroa y Nicolás Riquelme | Arte y Diseño: Nicole Cristi | Periodistas: Camila Gómez, Francisca Vidal, Úrsula Dragón, Francesca Cassinelli, | Colaboradores: Sanndy Infante, María Paz Asenjo.Imprenta: Worldcolor, Av. Pajaritos 6920, Estación Central, Santiago.

de Campus Oriente. El desarrollo de la toma sí ha te-nido repercusiones, tanto en el interior como en el ex-terior. Y la interpretación que quiero hacer tiene que ver precisamente con el tema anterior: la necesidad de que las decisiones y opiniones de los y las estudiantes sean realmente reconocidas y validadas. La toma fue una expresión de fuerza que manifestó el descontento y frustración frente al desconocimiento de las decisio-nes de los estudiantes, la indiferencia de los académi-cos frente a lo que estaba ocurriendo en el país, la falta de confianza en los conductos regulares y las autorida-des de la universidad y la necesidad (o culpa) de estar haciendo lo que otros hacían hace ya 3 meses. Desde mi punto de vista, y si nos abstraemos del contexto externo, existía desde el origen de la toma una necesi-dad de hacer participar al resto de la comunidad, ajena hasta el momento de lo que ocurría en el exterior, de las decisiones y espacios de discusión que allí se esta-ban forjando. Y es que son muchos los que queremos tener una universidad que habrá más espacios de par-ticipación reales para todos los miembros. El año 71 se hizo el primer Claustro convocado por la universidad donde todos los miembros, incluida la iglesia, elabora-ban recomendaciones para los principios, estatutos, políticas académicas, financieras y de gobierno de la universidad. Creo que la falta de esos espacios y reco-nocimientos gatillaron, entre otras cosas, la toma y las posteriores asambleas triestamentales en el campus.

“Hay que saber decir basta”

Por Carlos Figueroa | Consejero Superior UC

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Vicario de la Pastoral Universitaria, Tomás Scherz:

Reforma Educación Superior

“No quiero estigmatizar a la universidad, pero sí admito que no tiene la efervecencia que uno querría”

los que deben pedir la instancia. Estoy convencido que el Cardenal accedería si se lo pidieran, pero quiero exorcizar la idea de que la propia iglesia se está ofreciendo como la idónea para fomentar el diálogo. El cardenal ha dicho que los jóvenes, pese a esta situación límite, tienen que presumir positi-vamente de que hay alguna manera.

Con respecto a la UC, que posee una reali-dad diferente al resto de las universidades y que hasta se puede considerar privilegiada. ¿Cómo considera usted la realidad de ésta?

Hay que ver, por ejemplo, el objetivo de la toma en Campus Oriente; es evidente que una toma es una expresión radical para manifestarse en una protesta. Puedo leer en ella una forma de reclamar contra la manera de ser de la UC. Es una univer-sidad privilegiada desde todo punto de vista, pero también aparece desde una perspectiva crítica el hecho que una universidad católica no incursione tanto en la problemática nacional sobre educación superior; a diferencia de su historia, porque la UC fue protagonista de la reforma universitaria de los años 60. Creo que la universidad tiene que ser el lugar de la reflexión, de la crítica y de la mirada objetiva, frente a la injusticia, frente al fenómeno social y frente al país. Mi padre, que fue uno de los ideólogos de la reforma universitaria, decía que las universidades son como la conciencia de la socie-

Usted publicó una carta llamada “Audacia en el diálogo” ¿Qué lo motivó a escribirla?

El objetivo era invitar al diálogo, decir que la igle-sia no ha querido sustraerse del conflicto, y que por el contrario, busca apoyar demandas que nos ha-blan de una injusticia que es objetiva y real. Intenté responder ¿Qué haría Cristo en mi lugar? Cristo estaría por las situaciones más conflictivas en fa-vor de los más pobres, pero también estaría en un diálogo temerario.

¿Cuál considera que es el problema que en-torpece el avance hacia una solución?

Creo que es la falta de oídos que escuchen. Tra-to de ser justo, creo que hay intolerancia en am-bos interlocutores —lo que no significa que quiera desautorizar las demandas de los jóvenes, en la que comparto la demanda profunda, y con ello la igle-sia— siento que la inflexibilidad imposibilita un acuerdo.

¿Cree que la Iglesia es un mediador válido?

En una entrevista señalé que la iglesia no puede arrogarse ser la instancia mediadora, ya que sería presumir demasiado. Una mediación sucede cuan-do los dos interlocutores se ponen de acuerdo para pedirle a alguien, los que están en el conflicto son

dad. Desde ese punto de vista, es probable que a la católica le falte un poco de eso. No quiero estigma-tizar a la universidad, pero sí admito que no tiene la efervescencia que uno querría.

“Puedo leer en ella [la toma] una forma de reclamar contra la manera

de ser de la UC”

Gracias a Dios, se ha probado que la UC no es una burbuja, los mismos movimientos que ha ha-bido en la misma FEUC desde hace un tiempo… lo interesante lo decía Pedro Pablo Glatz, paradójica-mente la UC es uno de los centros universitarios donde hay más alta votación de los estudiantes, porque claro es gente que ha tenido una formación con cierta cultura cívica, pero parece que no hay voluntad para una cultura cívica en relación con el bien común, esa generosidad de salir de uno mis-mo. Creo que desde es punto de vista, la UC todavía está en deuda.

¿Qué le gustaría cambiar de la UC?

Creo que hay que tener una preocupación por una formación que no sea estrictamente profesional. Sé que hay elementos como la bioética, elementos de la moral desde otros ámbitos, ¿pero en el social? Lo echo de menos. Creo que falta interdisciplina-riedad, una estructura universitaria lo que necesi-ta es una vertiente crítica y no con ortodoxias que parecen incuestionables, no lo planteo como una medida puntual, sino como una actitud dentro de la universidad.

Y finalmente, desde la perspectiva de su vi-caría ¿Cómo es su Chile soñado?

En lo inmediato, me gustaría que los jóvenes universitarios puedan integrarse al quehacer de la iglesia, que se integraran a las directrices de la pastoral universitaria. Me gustaría que los univer-sitarios pudieran conocer la figura de Cristo en sus ideales; es una figura liberadora, que provoca y mo-tiva, sobretodo en estas gestiones a ser solidario con el más lo necesita. Me interesaría que la educa-ción tuviera ese perfil de Cristo, y aunque sea una posición de mucha esperanza, me interesa mucho, porque la fe no es solo una vida de condiciones per-sonales, sino que es algo que doblega la voluntad, y cuando se doblega la voluntad, se ama de verdad. Estoy convencido de que es un aporte tremendo para formación de vida política, la justicia social, del bien común y de la vida familiar incluso. Sé que suena un poco inalcanzable pero es defecto de pro-fesión y no me avergüenzo de ello.

El Padre Tomás Scherz, Vicario de la Pastoral Universitaria, conversó con nosotros acerca de la contingencia educativa en el país y la UC. Echa de menos una formación más social de los estu-diantes, nos da su visión de la toma de Campus Oriente y desgloza algunas críticas que podrían mejorar la universidad.

Por Francisca Vidal, estudiante de Periodismo

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Encuentro Universitario: una oportunidad de encuentro para todos

Este 9 y 10 de septiembre se llevará a cabo el Encuentro Universitario, espacio que busca reflexionar en torno a diversas temáticas relacionadas con nuestra universidad. Alum-nos, funcionarios, académicos y autoridades: todos invitados a participar.

EEstamos viviendo un período de eferve-cencia. La cuidadanía está haciendo uso de su derecho a opinar de las formas más variadas: pintando lienzos, bailando carnavales e incluso utilizando el frontis de casa central. Es así como el Encuentro Universitario llega justamente en el marco de este gran movimiento cuidadano para unir a todos los actores de nuestra comunidad en una reflexión más profunda, más cercana.

Este encuentro tuvo su primera instancia el año 2009. En ese momento la reflexión estuvo enfocada en que los temas que se discutieron se vieran incorporados al Plan de Desarrollo para el Rector que se eligiría pronto. Hoy con el Rector ya electo, y con año y medio de trabajo en el cuer-po, la FEUC junto al Consejero Superior buscan repetir esta instancia para ver en qué puntos se ha avanzado y qué falta por mejorar. Por esta ra-zón el Rector, Ignacio Sánchez, hará una cuenta de este período.

Nuestro país vive hoy un proceso de debate necesario e importante sobre las reformas a la Educación Superior y la UC no puede estar aje-

ciudadanos y el rechazo a la acción de carabineros durante las manifestaciones del 4 de Agosto, día en que se intentó llevar a cabo una marcha estudiantil no autorizada por la Alameda. El mismo 9 de Agosto se convocó a los estudiantes, académicos y funcionarios a votar para confirmar la toma de manera democrática. La votación tuvo convocatoria de más del 50% de los estudiantes, y entregó la aprobación a la toma por parte del 70% de los votantes. El jueves de esa misma semana, se ratificó la toma por otra votación en que el 66% de los estudiantes aprobó la mantención de la medida de presión.La triestamentalidad es la inclusión de los tres es-tamentos que conforman la universidad (alumnos, académicos y administrativos) en la toma de deci-siones y fue uno de los puntos clave en el petito-rio del alumnado de Campus Oriente. Asambleas, conversaciones y distintas instancias de reunión, unieron por primera vez en mucho tiempo a los tres estamentos a dialogar.El rector Ignacio Sánchez, por su parte, ha manifes-tado en más de una oportunidad su deseo de que

forma en que la UC se entiende a sí misma”, expli-ca María Paz Asenjo, estudiante de Historia, quien forma parte del equipo que organiza esta instancia.

La invitación es abierta para toda la comunidad: estudiantes, profesores, administrativos, repre-sentantes, autoridades. Aprovecha esta oportuni-dad para levantar la voz y cambiar la forma de ver y hacer la UC. Para más información puedes acceder a www.encuentrouniversitario.cl o acercarte a las oficinas de la FEUC en los distintos campus.

la toma sea depuesta y reemplazada por jornadas de reflexión y diálogo incluso sin actividades aca-démicas formales, pero la Asamblea de estudian-tes de Campus Oriente rechazó este ofrecimiento el día jueves de esa semana arguyendo que “el ob-jetivo de esta medida (la toma) es sumarse a una movilización nacional y no solamente debatir estas problemáticas de manera interna”. El rector, a su vez, en un mensaje a la comunidad UC vía correo electrónico expresó que aunque no ha descartado desalojar el recinto, intentará convencer a los es-tudiantes de finalizar la ocupación por medio de la racionalidad. Y aunque rumores de desalojo no han faltado, por el momento todo se ha desarrollado de manera pacífica.En la página de Facebook “Bloque Oriente Movili-zado” se puede encontrar más información sobre las actividades que se han estado realizando en el Campus, que van desde foros y asambleas hasta ac-tividades de yoga con los vecinos, pasando por la preparación de la obra Jesucristo Superendeudado, obra adaptada a los problemas educativos actuales de la conocida cinta Jesucristo Superestrella.

La histórica toma de Campus Oriente

Por Sanndy Infante, estudiante de Letras.

El día 9 de agosto Campus Oriente amaneció en toma. Tras cuatro meses de movilizaciones y dos de paro, el recinto ubicado en Av. Jaime Guzmán 3300 -y que alberga las carreas de Teatro, Arte, Música y Estética- fue ocupado por un grupo de estudiantes durante la madrugada y en vísperas de una marcha por la educación. El comunicado de los estudiantes expresó, entre otras cosas, la exigencia de educación sin fines de lucro y con el Estado como garante del carácter pú-blico, gratuito y de calidad de ésta para todos los

Algunos estudiantes de Campus Oriente decidieron el 9 de agosto realizar una toma que no tenía precedentes desde el retorno a la democracia. El lugar ocupado por la toma ha sido ocupado como centro de reunión para otros estudiantes de la UC y como lugar de acción concreta para aportar nue vas ideas para el movimiento estudiantil desde las artes.. Por Francesca Cassinelli, estudiante de Periodismo.

na a este cambio. En este sentido el Encuentro Universitario llega como una instancia real para que todos los actores de la comunidad universi-taria sean incluídos en la discusión y en la incor-poración de nuevos temas que se deben tratar sobre nuestra institución.

El encuentro consta de distintas etapas. El pri-mero, sobre el levantamiento de temas vía web y buzones, finalizó el 25 de Agosto. Luego la elección de representantes, que formarán parte de las co-misiones y del pleno final, donde votarán las mo-ciones que saldrán a través de las comisiones que luego irán en el documento final que se presentará al Consejo Superior, será llevado a cabo por los dis-tintos Centro de Estudiantes. El 2 y 3 de septiem-bre serán los pre-encuentros, el espacio previo de discusión que permitirá una reflexión previa al en-cuentro. Finalmente el 9 y 10 de septiembre será el Encuentro Universitario en el campus San Joaquín.

Todas estas discusiones no tendrán sentido si no logramos a toda la comunidad a hacerse presente. “Es por eso que los invitamos a involucrarse en este proceso que de seguro traerá consecuencias en la

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“El gobierno no puede seguir empeñado en la defensa ideológica de un modelo educativo que no es socialmente viable ”

endeudados excesivamente para poder acceder a la vivienda propia y a otros bienes imprescindibles en el mundo de hoy.

- ¿Cuál es su opinión sobre los distintos ac-tores involucrados (gobierno, dirigentes es-tudiantiles, rectores, clase política)?

Creo que ya he dado mi opinión sobre el papel del movimiento estudiantil, así como sobre la actitud que hasta ahora ha mantenido el gobierno. Pero quisiera agregar –después de haber visto anoche en el canal del Senado la extraordinaria participación de los dirigentes estudiantiles en la Comisión de Educación de la Cámara Alta- que éstos no sólo se han ganado ya la estimación ciudadana, sino que son hoy interlocutores de los que las institucio-nes políticas y quienes las integran no pueden ni podrán prescindir en la difícil construcción de los acuerdos que permitan superar lo que es ya no sólo una coyuntura crítica en el ámbito educacional, sino también en los campos político y social.

“Es también un movimiento que en-frenta a un gobierno que hasta ahora sólo ha estado dispuesto a hacer cam-bios que no alteren la sustancia ideoló-

gica del sistema”

En ese sentido, cabe destacar el papel desempe-ñado por el Consejo de Rectores, el cual en esta co-yuntura ha logrado ser un generador de propuestas consensuadas entre universidades con diferentes identidades y pertenencias, pero unidas en su ca-lidad de universidades públicas o de vocación pú-blica.

Mirando la historia de nuestro país, ¿cuál podría ser una salida política a este conflicto?

Hacer realidad las reformas en la educación re-quiere de cambios en las políticas públicas y en la legislación, las instituciones políticas y quienes las integran tienen el deber de responder efectivamen-te a las demandas planteadas y canalizarlas, lo que exige superar visiones ideológicas que todavía las tienen atadas a un modelo educativo que ya no es viable y que la mayoría del país rechaza.

En ese sentido, esta coyuntura ha puesto tam-bién de manifiesto las rigideces de la instituciona-

- ¿Podemos comparar el movimiento es-tudiantil actual con algún otro, y desde qué perspectivas se asemejarían?

Desde una perspectiva histórica, este movimien-to social encabezado por los estudiantes ha tenido la particularidad de ir más allá de demandas pu-ramente corporativas, abriendo paso a una crítica de fondo al modelo educacional imperante y ge-nerando una alternativa que ha logrado en pocas semanas una muy amplia adhesión ciudadana. Es asimismo, un movimiento que ha tenido la virtud de poner al desnudo la insostenible desigualdad so-cioeconómica y las graves distorsiones del sistema político, que aunque se arrastran durante largos años, nadie había logrado instalar en el centro del debate público.

En ese sentido, aunque el actual puede ser comparado con otros protagonismos generaciona-les que han marcado un punto de inflexión social, política y cultural en la historia -como aquel que a partir de 1967 impulsó la Reforma Universitaria en nuestro país, o esa movilización juvenil global que tuvo su epicentro en París hacia mayo de 1968-; pienso que es más interesante destacar lo que lo distingue de los movimientos de esa época y lo con-vierte en un fenómeno histórico por sí mismo.

- Desde su disciplina, ¿Cómo ve usted el de-sarrollo de este movimiento por la reforma?

Lo veo como un movimiento social que -como decía- ha producido un profundo impacto en la opi-nión pública. Un movimiento que se ha fortalecido con la adhesión ciudadana que ha generado, visible en las sucesivas manifestaciones que han movili-zado a cientos de miles de personas -de todas las edades- a lo largo del país. Y cuya demanda de cam-bios profundos en el sistema educacional concita un respaldo ampliamente mayoritario.

Sin embargo,es también un movimiento que en-frenta a un gobierno que hasta ahora sólo ha esta-do dispuesto a hacer cambios que no alteren la sus-tancia ideológica del sistema. Es así como en el caso de la educación superior, las propuestas guberna-mentales siguen obligando a la mayor parte de los estudiantes de clase media y sus familias a pagar matrículas que, incluso rebajando la tasa de inte-rés de los créditos, seguirán pesando gravemente sobre quienes continuarán además financiando sus sistemas de salud y previsión privadas, some-tidos asimismo a una estructura tributaria que los grava más que a las grandes fortunas, a la vez que

lidad política chilena para abordar esas reformas, así como un generalizado cuestionamiento a su re-presentatividad, dañada estructuralmente por los efectos combinados del binominalismo y de la no inscripción electoral de la inmensa mayoría de las nuevas generaciones.

Es por eso que la construcción de una salida al ac-tual impasse sobre la cuestión educacional, parece que deberá implicar reformas políticas que combi-nen un mejoramiento de la democracia representa-tiva con la introducción de formas de democracia directa, como el plebiscito, para zanjar desacuerdos sobre temas fundamentales.

Esa última propuesta, que han levantado los es-tudiantes y que ha sostenido con muy buenos argu-mentos el presidente de la FEUC, Giorgio Jackson, entiendo que ha sido acogida a nivel parlamentario y podría adoptar la forma de un proyecto que intro-duzca el plebiscito a nivel constitucional.

- ¿Qué elementos están ausentes en este conflicto que podrían ayudar a una solución?

Que el gobierno asuma que no puede seguir empeñado en la defensa ideológica de un modelo educativo que no es socialmente viable y que la in-mensa mayoría de la ciudadanía rechaza. Y se abra a acoger verdaderamente las propuestas de los es-tudiantes movilizados, en lugar de apostar al des-gaste o la disolución de un movimiento que –pese a los sucesivos intentos de reducirlo- sigue muy vivo.

Que los estudiantes puedan articular la continui-dad de la movilización con una imprescindible ne-gociación política sobre la base de sus propuestas y argumentos que ya han calado en la sociedad y que están comenzando a permear a las instituciones.

Para ello hay un elemento que no está ausente, sino muy presente y que es preciso valorar. Pese a los severos problemas con la representatividad de su democracia y a la excesiva concentración de la riqueza y el poder, en Chile se vive hoy en el marco de un Estado de derecho y la ciudadanía puede ma-nifestarse, ejerciendo sus derechos y libertades, del mismo modo que puede informarse y asumir sus responsabilidades.

El momento de construir la solución es ahora. Ni la educación chilena, ni los estudiantes y sus fami-lias pueden seguir siendo postergados. Tampoco pueden esperar más los estudiantes secundarios en huelga de hambre, cuyo gesto extremo hace de la premura un imperativo, porque deben vivir.

El 29 de junio comenzó a circular la “Declaración de académicos de la Universidad Católica de Chile frente a la crisis de la educación”, la cual ha contribuido a integrar a algunos profesores de nuestra universidad al debate nacional. También ha incentivado conversaciones entre profeso-res, que han incluido al Rector, así como intercambio de ideas con los estudiantes, con la FEUC y en las diversas unidades académicas. Conversamos con uno de los suscriptores de la declaración, Alfredo Riquelme , profesor del Instituto de Historia dedicado al estudio de los fenómenos po-líticos contemporáneos.

Por Francisca Vidal y Camila Gómez, estudiantes de Periodismo

Alfrredo Riquelme, Profesor del Instituto de Historia:

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NÚMERO 4 | SEPTIEMBRE 20116. Enfoque

Triestamentalidad: un tema que debiese dejar de ser tabú

¿Qué es la universidad?

Si me tocara participar en un torneo de debates, no quisiera que el sorteo de posiciones me obligara a impugnar la triestamentalidad. En términos muy básicos, triestamentalidad es la idea de que la toma de decisiones al interior de una universidad invo-lucre de un modo efectivo —con derecho a voz y a voto— a profesores, estudiantes y funcionarios ad-ministrativos. En lo medular, la considero una bue-na idea. “En lo medular”: no puedo discutir aquí los modos concretos en que convendría implementar-la. Es más, me referiré sólo a la participación estu-diantil. Si bien existen también razones a favor de una participación efectiva de los administrativos a la hora de decidir materias que los conciernen, no las abordaré aquí.

Por de pronto, convengamos: los estudiantes son personas adultas y actores fundamentales en el proceso de educación que tiene lugar en una uni-versidad. Son ellos los principales interesados en que a) se cumplan ciertas condiciones materiales que permitan el estudio y b) se imparta una educa-ción de calidad. Pero entonces, ¿cómo no habrían de incidir, también con derecho a voto, en decisio-nes que afectan la vida universitaria? El peso de la prueba parece recaer por de pronto en quienes se oponen a la participación estudiantil efectiva.

Críticos de la triestamentalidad suelen apuntar a la condición de paso del estudiantado: al formar parte de la institución por apenas un puñado de años, carecería de una mirada que le permitiera identificar problemas y soluciones de largo plazo. Pero este argumento no toma en cuenta varios aspectos. Por un lado, si bien los sujetos estudian-tiles cambian, sus demandas suelen seguir siendo las mismas (entre ellas, la de una efectiva partici-pación en el gobierno universitario). Por otro lado, cabe invertir el razonamiento: es precisamente en virtud de su condición transitoria que los estudian-tes se comprometen vigorosamente con reformas o mejoras necesarias. Por último, son también ellos quienes en más de un sentido mejor conocen lo que realmente sucede en ese crucial espacio que es el

aula: rara es la ocasión en que un profesor visita las clases de un colega.

Oí decir alguna vez que el estudiante no posee el conocimiento y/o la experiencia que justificarían un derecho a voto en decisiones académicas. No puede ser casual que ese tipo de argumento, hoy por hoy, casi no se escuche. La actual generación estudiantil ha dado al país una lección histórica de madurez, compromiso y responsabilidad. Y ya para nadie es misterio (salvo para Fernando Villegas, pa-nelista de “Tolerancia Cero”): muchos estudiantes saben más sobre temas universitarios y tienen más experiencia al respecto que muchos profesores.

¿Se sigue de lo anterior que es legítimo y acon-sejable implementar la triestamentalidad? Pienso que no. Y es que para arribar a tal conclusión se requeriría escuchar más y mejor los argumentos de quienes no están de acuerdo. Lo que sí se sigue es la conveniencia de un debate. Según me cuen-tan profesores que llevan trabajando en la UC más años que yo, aquí el tema es un viejo tabú. Las con-sideraciones anteriores, la reciente intervención de Giorgio Jackson en el Congreso, así como la estu-penda conversación sobre nuestra universidad que sostuve anoche, en torno a un par de cervezas, con un grupo de estudiantes de filosofía, me llevan a pensar que ya es hora de terminar con el tabú.

Eduardo Fermandois| Profesor Filosofía

Juan Pablo Vigneaux, Consejero Académico Ingeniería

El concepto de ‘universidad’ está (obviamente) determinado por el contexto histórico y cultural, y se pueden reconocer diversos significados desde su origen medieval hasta nuestros días. Su concepción es de naturaleza jurídica: hacía referencia a una corporación de profesores y estudiantes (universi-tas magistrorum et scholarium) que gozaba de de-rechos especiales concedidos por las autoridades. Sin ser esto una definición, el desafío de cada época es aclarar, entre otras cosas, los fines que persigue dicha institución, elemento crucial para entender su rol en la sociedad. Con este artículo pretende-mos motivar una discusión en este sentido.

Respecto a la universidad, su origen histórico nos habla de propósitos bastante claros: por un lado, se encarga de la transmisión del conocimiento; por otro, se constituye desde el principio como lugar de formación profesional, a través de las tres “faculta-des superiores”, las de Teología, Derecho y Medici-na. El paso del tiempo vinculó a las universidades de forma cada vez más clara a la investigación (pero esto aún estaba en disputa en la época de Fichte, por ejemplo), y hoy parece ser materia de consenso que tanto la docencia como la investigación están íntimamente ligadas a ellas.

Sin embargo, de forma recurrente filósofos y po-líticos han volcado su atención sobre las universi-dades y han consignado otros fines que estas cum-plen o deberían cumplir. Así, para Schleirmacher, la universidad consiste en aprender a aprender; su ta-rea es “despertar la idea de la ciencia en los jóvenes más nobles”. Nietzsche critica que la Universidad no sea capaz de transmitir a sus alumnos la Cul-

tura --representada por el pensamiento filosófico, los instintos artísticos y el conocimiento de la an-tigüedad clásica-- añadiendo lo siguiente: “Hemos llegado a un punto que, en todos los problemas ge-nerales de carácter serio, sobre todo los problemas filosóficos más importantes, el hombre de ciencia tiene que callar”. De Max Scheler extraemos otros dos fines que se han vinculado a las universidades: la formación de la personalidad humana, así como la difusión de la cultura y el saber entre las distin-tas clases sociales.

“Actualmente la sociedad incurre en an-fibología, al llamar siempre “universida-

des” a instituciones muy disímiles”

Más de una vez se han sugerido reformas inte-grales al sistema que vinculen a cada uno de los fines señalados un tipo específico de institución. De Lagarde proponía, en 1878, que la ley en Prusia estableciera claramente que liceos y universidades eran centros de enseñanza, implicando esto que no era su propósito “mantener a los hombres de cien-cia”; se debìan crear academias científicas vincula-das a la investigación, mientras que los maestros universitarios debían compendiar las conquistas de las ciencias y entregar una visión de conjunto, tarea que no siempre podían hacer los investigado-res. Él pregutaba:“¿Cuántos son los que se arrojan sobre un sector infinitamente reducido de la cien-cia para entregar una buena tesis, […] y que no juzgan a otras personas y sus conocimientos sino

en función de la relación que guardan con esa su primera y última producción?”. También Max Sche-ler propondría una división para los altos estable-cimientos de cultura, entre ellos la creación de Uni-versidades populares, encargadas de la educación masiva de las clases proletarias, y establecimientos del tipo Collège de France, donde investigadores sobresalientes transmitieran una síntesis de la cul-tura de la época también a los académicos.

¿Qué implicancias tienen estas consideraciones? Por una parte, creemos que como comunidad

UC debemos hacer una reflexión sobre el concep-to de Universidad, reconsiderando el rol actual de nuestra institución. Como ejemplo: sería valioso que evaluáramos hasta qué punto la docencia y la investigación entran en conflicto, y fuésemos au-daces apostando más por la enseñanza.

Por otro lado, a nivel nacional, es evidente que una reestructuración efectiva del sistema educacio-nal implica reconocer los fines diversos que puede cumplir la educación superior. No es sensato pre-tender que una misma institución persiga todos los fines que hemos reconocido. Actualmente la sociedad incurre en anfibología, al llamar siempre “universidades” a instituciones muy disímiles, pi-diendo que acrediten su calidad de la misma ma-nera aunque de hecho no cumplen el mismo rol en la sociedad. Una reforma efectiva de la educación superior debería basarse en la distinción más clara entre distintos tipos de instituciones, y una arti-culación razonable entre las mismas. Esto sólo se producirá en la medida que logremos analizar el problema con toda su complejidad.

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NÚMERO 4 | SEPTIEMBRE 20117. Enfoque

NOVEDADES

Twitt del mes

Consejero Superior UC @twittsejero

Novedades del Consejo Superior

Los días 22, 23 y 24 de Agosto se realizó en la Casa Central de la Universidad una Jornada

para discutir los temas más relevantes que im-pulsan la reforma a la Educación Superior. Hubo exposiciones sobre la calidad, las demandas estu-diantiles, el financiamiento estudiantil y el finan-ciamiento institucional.

En otros ámbitos, se aprobaron en el Consejo nuevas licenciaturas que serán impartidas a

partir del 2012. Tanto Kinesiología, como Publi-cidad y Nutrición se unirán a las carreras que ad-miten estudiantes por medio de ingreso PSU.. A ella se suma la licenciatura de Filosofía, que abrirá cupos para estudiantes que quieran ingresar por admisión regular.

“La sabiduria mapuche de parlamentar. CON-FECH reunida en Temuco resuelve asistir a La Mo-neda para iniciar diálogo is.gd/NhTnEq” @ceppdi.

Noticias y estudios sobre politicas publicas y derechos de pueblos indígenas.

Innovador programa invita a es-tudiantes a trabajar con munici-palidades.En un esfuerzo conjunto entre profesores, estudiantes y municipalidades se desarro-llan proyectos que mejoran la calidad de vida de los vecinos de distintas comunas de Santiago. Por Úrsula Dragón, estudiante de Periodismo 1º año

Puentes UC es un programa creado por el centro de políticas públicas, cuyo objetivo esestablecer un vínculo concreto entre la uni-

versidad y los municipios. Nace en el año 2001como respuesta a la necesidad de poten-

ciar la formación de profesores y alumnos querealizaran aportes a la sociedad solucionando pro-

blemas del país.El programa permite que los estudiantes rea-

licen prácticas o trabajos en diversas áreas,aportando con sus conocimientos a la solución de problemas planteados por los municipiosen convenio. Cristóbal Tello, coordinador del

área municipal declara que Puentes “Les ofrecea los alumnos la oportunidad de desarrollar

trabajos universitarios vinculados al mundoreal, en escenarios reales y generando pro-

puestas para problemas desde su propio ámbitoprofesional”.Un ejemplo de los tipos de trabajos realizados por

alumnos es la creación de un taller de

hierbas medicinales para los vecinos de La Flo-rida. En este taller, estudiantes del área médicaque sienten empatía con el medio ambiente tra-

bajan con la municipalidad promoviendo unavida saludable complementada con el uso de

plantas medicinales. Camila Verdugo, egresada deconstrucción civil afirma que “el trabajar en ins-

tancias como las que genera Puentes UC se vuelvealgo muy positivo, no solo para los alumnos que

refuerzan sus conocimientos teoricos sino quepara el equipo completo de trabajo: So-

cios comunitarios, docentes y estudiantes”.Para quienes deseen ingresar al programa exis-

ten varias vías. Se puede acceder a él tomandoun curso dictado por un profesor que haya de-

cidido involucrarse en el proyecto, visitandola página web (http://politicaspublicas.uc.cl/

puentesUC/) o bien contactando a profesores o losConsejeros Académicos.

PUENTES UC:

Sin ideas

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NÚMERO 4 | SEPTIEMBRE 20118. Enfoque

sindical de todos los trabajadores y busca impedir las prácticas obstaculizadoras de su afiliación o funcionamiento. La Doctrina Social de la Iglesia ha impulsado casi desde sus inicios la organización sindical de los trabajadores. Benedicto XVI ha invitado «a dar vida a asociaciones de trabajadores para defender sus propios derechos» (Caritas in Veritate, 25), co-locándose en la larga tradición católica de respeto de la libertad sindical y de la coresponsabilidad social de la organización laboral. En el mismo párrafo fustiga a quienes dificultan el ejercicio de este derecho. Los académicos que compartimos la vida sindical de la UC buscamos participar de la amplia agenda académica y laboral de nuestra universidad. Busca-mos crear justas condiciones económicas, sociales y educativas para todos los miembros de la comu-nidad. Es un medio de participar en la vida política de esta ciudad educativa tomando conciencia de la realidad social y laboral de cada miembro. Lo anterior allana el camino e incluso impulsa a que más y más académicos y académicas integren la vida sindical como un camino de promoción altruista y generativa de vida universitaria. Así lo han entendido otras universidades, católicas o no, que cuentan con numerosos miembros académi-cos sindicalizados.

Una UC tendría que tomar el liderazgo en este asunto que constituye una dimensión ética irre-nunciable de nuestra identidad católica. Nuestra responsabilidad social se juega en la cohencia en-tre lo que practicamos y enseñamos. Creo que es hora de reencontrarse y sumarse activamente en esta dimensión colectiva del ejercicio académico. | Mike Van Treek, Profesor Teología

CARTAS

Parar no es dormir, parar es debatir

Hace varios meses que muchos de nuestros compañeros han salido a la calle a manifestarse en marchas, donde quien asista o vea los documentales sobre ellas, puede ver que son muy distintas a como las pintan los medios. En la UC, mientras hay un gran grupo que aprueba el paro como forma de apoyo al movimiento estudiantil, con la finalidad presionar al gobierno respecto a las demandas sociales de educación; hay otro que lo rechaza, considerando que la pérdida de clases es incompatible con el concepto de mejor educación y avance hacia un diálogo sostenido. La universidad es un espacio en el cual no solo se generan profesionales, sino también, donde se forman opiniones, pensamiento y visión crítica sobre diversos asuntos. No podemos perder ese eje tan elemental de la institución misma. Si bien, ingresamos para estudiar y generarnos oportunidades en el mundo laboral, no podemos dejar de lado esa concepción cívica de aporte y sostén social. Por lo mismo, cuando decimos que vamos a parar, no es que vayamos a parar de ir a clases para descansar; vamos para discutir el asunto, generar criterio, aportar con ideas, saber cómo piensa el otro y fomentar de este modo la vía hacia un diálogo sostenido, contribuyendo con alternativas y lineamientos como personas, facultades y, en especial, como Universidad Católica. De lo contrario, difícilmente vamos a sopesar el tema en estos tiempos: parar no es dormir, parar es debatir. Tenemos que dejar esa actitud pasiva y comenzar a ser verdaderos actores en todo lo que es el movimiento Social por la Educación. | Giordanno

En medio de múltiples manifestaciones, tanto dentro como fuera de la universidad, los estu-diantes de distintas generaciones han inventado diversas maneras de manifestarse y reflexionar. Desde carnavales hasta foros multitudinarios, pasando por cacerolazos, la preocupación por lo que sucede en el movimiento estudiantil deja a pocos indiferentes.

Nobizielli, Est. College Ciencias Naturales

Pocos avances, muchos pendientes

Mucho hemos escuchado de paros el último tiem-po, y han copado los medios cada vez que ocurren. Si bien cada uno tiene una visión propia de éstos, nadie queda indiferente. Pero lo más preocupante, sin lugar a dudas, es que la discusión sobre educa-ción misma -el espacio para encontrar los puntos de consenso y disenso de la educación que Chile quiere y necesita- no tiene igual importancia, y menos ha recibido el mismo efecto mediático. Y lo mismo ocurre en la UC. Pareciera que los paros son más relevantes que el tema que pretenden instalar. Y eso es justamente el problema: cuando se habla de educación en los patios la conversación se transforma a invitaciones o rechazos al paro de turno. Y, estado la UC en paro más de una sema-na, ¿qué hemos logrado? ¿Dónde está nuestra propuesta? Ya hemos visto que los paros no logran invitar a una reflexión concienzuda y proposición seria, sino que seguimos donde mismo. Falta mu-cho trabajo, y no parece necesario parar o faltar a clases para poder avanzar. | Carlos Feres, Est. Ingeniería Civil

Sindicatos y académicos Patricio Miranda, académico de esta univer-

sidad, escribió aquí unas líneas sobre la baja participación docente en la agenda académica de esta universidad. Me sumo a su inquietud desde de la organización sindical de los académicos. En Chile, el Código del trabajo asegura la libertad

Envía tus cartas a: [email protected]

Foto Destacada

Fuente: Matías Schmidt