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ESTUDIOS INTERNACIONALES 156 (1007) - ISSN 071(5-0140 83-105 Insriruro de Estudios Internacionales - Universidad de Chile El sistema multilateral de comercio y la región1 Dorotea López G Felipe Muñoz N. I Resumen E! futuro del sistema multilateral de comercio es actualmente tema de preocupación para las definiciones de política de los países. La suspen- sión de las negociaciones de la Ronda de Dolía parece haber puesto en jaque al sistema, a pesar a que aún es demasiado pronto para llegar a una conclusión definitiva. Este documento revisa sus principales causas y los riesgos que (¡1 sistema enfrenta ante una posible extensión de ésta o un fracaso definitivo de la Ronda. Asimismo, se identifican las posi- ciones divergentes y coincidcnr.es que los países de America Latina y el Caribe han tenido hasta ahora, y los distintos bloques negociadores que han formado bajo el enfoque de «geometría variable». A pesar del heterogéneo mosaico político de la región existe un significativo núme- ro de temas que permitirían definir una postura común en ciertos as- pectos de la negociación, como ser agricultura, ÑAMA, servicios y facilitación del comercio. lAbstract The multilateral trading sysrem's future ¡s a major concern for indivi- dual countrícs policy definition. The suspensión of the Doha Round negotiations seems to be jcopardizing rlie system, although ¡t ¡s still too early to reach any dcfinitive conclusión. This document reviews tlie main difficultics underlying the suspensión of negotiations and the even- tual consequences for the system of a more susrained impasse or rhe outright failure of the process. Moreover, the paper underlmes the negotiating positions of the Larín American and Caribbcan countrtcs, identifyíng differences and commonaliries wirhin the región as well as the various negotiating blocks established according to the «variable geometry» approach. Notwithstanding the apparently mixed political mosaicof the región there isa significant number of áreas which could conrribute to dcfining a common position vis á vis such elements of negotiarions as agrículrure, ÑAMA, serviccs and trade facilitation. Agradecemos el valioso aporte del Profesor Francisco Prieto, Dirccror del Centro de Estu- dios de Política Comercial, del Instituto de Estudios Internacionales, así como los comen- tarios del Prof. Alrocar Simenfosina. 83

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ESTUDIOS INTERNACIONALES 156 (1007) - ISSN 071(5-0140 • 83-105I n s r i r u r o de Estudios In t e rnac iona le s - Un ive r s idad de Chile

El sistema multilateral de comercio y la región1

Dorotea López GFelipe Muñoz N.

I Resumen

E! futuro del sistema multi lateral de comercio es actualmente tema depreocupación para las definiciones de política de los países. La suspen-sión de las negociaciones de la Ronda de Dolía parece haber puesto enjaque al sistema, a pesar a que aún es demasiado pronto para llegar auna conclusión definitiva. Este documento revisa sus principales causasy los riesgos que (¡1 sistema enfrenta ante una posible extensión de éstao un fracaso definitivo de la Ronda. Asimismo, se identifican las posi-ciones divergentes y coincidcnr.es que los países de America Latina y elCaribe han tenido hasta ahora, y los distintos bloques negociadoresque han formado bajo el enfoque de «geometría variable». A pesar delheterogéneo mosaico político de la región existe un significativo núme-ro de temas que permitirían definir una postura común en ciertos as-pectos de la negociación, como ser agricultura, ÑAMA, servicios yfacilitación del comercio.

lAbstract

The multilateral trading sysrem's future ¡s a major concern for indivi-dual countrícs policy definition. The suspensión of the Doha Roundnegotiations seems to be jcopardizing rlie system, although ¡t ¡s still tooearly to reach any dcfini t ive conclusión. This document reviews tliemain diff icult ics underlying the suspensión of negotiations and the even-tual consequences for the system of a more susrained impasse or rheoutright fa i lu re of the process. Moreover, the paper underlmes thenegotiating positions of the Larín American and Caribbcan countrtcs,identifyíng differences and commonaliries wirhin the región as well asthe various negotiating blocks established according to the «variablegeometry» approach. Notwithstanding the apparently mixed politicalmosaicof the región there isa significant number of áreas which couldconrribute to dcfining a common position vis á vis such elements ofnegotiarions as agrículrure, ÑAMA, serviccs and trade facilitation.

Agradecemos el valioso aporte del Profesor Francisco Prieto, Dirccror del Centro de Estu-dios de Política Comercial, del Instituto de Estudios Internacionales, así como los comen-tarios del Prof. Alrocar Simenfosina.

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Estudios Internacionales 156 (200/) • Universidad de Chile

INTRODUCCIÓN

En las últimas décadas el comerciointernacional ha crecido de maneraexponencial. Desde la Segunda GuerraMundial las barreras comerciales se hanregulado por el Acuerdo General sobreAranceles y Comercio (GATT, por susigla en inglés), la Organización Mun-dial de Comercio (OMC), y los acuer-dos preferenciales. La tendencia gene-ral del comercio mundia l apunta haciala líberalización, y en este marco se handesarrollado las rondas multilateralesde negociación comercial, primero bajoel GATT y, desde el Acuerdo deMarrakech, bajo la OMC. Al mismotiempo, la mayoría de los países handeclarado que la liberalización comer-cial es un objetivo prioritario de su po-lítica y actualmente las exportacioneshan duplicado el producto mundia l ,indicando una creciente profundízaciónde la integración económica global.

A pesar de lo anterior, a mediadosdel 2006 se suspendieron las negocia-ciones de la Ronda de Doha para elDesarrollo. Las profundas diferenciasexistentes entre los miembros de laOMC no dieron espacio a la continua-ción de las negociaciones. En esa opor-tunidad, el Director General de la or-ganización declaró: «.... en esta asam-blea no hay vencedores ni vencidos.Hoy, sólo hay vencidos.»1 Asimismo,declaró que los que más pierden son los

más pobres y, por lo tanto, habría quebuscar un mecanismo para mantener aflote las negociaciones..

La interrupción de las negociacionesha generado profunda preocupaciónpor el futuro del sistema multilateral delcomercio, y en particular por su impac-to en los países en desarrollo. Sin em-bargo, en cierta medida se ha sobredi-mensionado el estado de alarma. De-bemos recordar lo que duraron otrasRondas (por ejemplo, la Ronda Uru-guay se desarrolló durante nueve años),así como las particularidades de la Ron-da de Doha que estableció plazos quehan ejercido excesiva presión en el sis-tema y son poco cercanos a la realidad,sus ambiciosas metas y la inclusión deun tema tan polémico como el desarro-llo. En este escenario lo sorprendentehubiese sido que las negociaciones lle-garan a su fin sin problemas.

Hasta ahora los principales prota-gonistas se han preocupado más de tras-ladar a otros la responsabilidad del fra-caso de julio2—especialmente dentro deltriángulo formado por los Estados Uni-dos, la Unión Europea y el Grupo delos 20-. Asimismo, han destacado sudisposición a seguir negociando si ¡osdemás países presentan ofertas más sus-tancíales que permitan preservar el gra-do de ambición a que se aspira en estaRonda. En vista de ello, se han iniciadoreun iones Informales entre algunosMiembros, y se han Implementado al-

Lamy, Pascal, Director General de la Organización A'lundial del Comercio, «Discursopronunciado por el DG», <hrtp://www.wto.org>, 24 de jul io de 2006.Peña, Félix, «Parálisis en la Rueda Doha y tendencias al bilateralismo», <htrp://www.felixpena.cam>, agosto 2006.

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gimas estrategias dentro de la llamada«suave reanudación».

Los países desarrollados han desem-peñado un rol particularmente impor-tante tanto en la negociación como enla suspensión de la Ronda. A pesar delas diferencias entre las economías lati-noamericanas, el futuro del sistemamultilateral de comercio es de funda-mental relevancia para su definición dela política comercial y de desarrollo.

La política comercial se ha conver-tido en uno de los instrumentos privile-giados para llevar adelante la transfor-mación económica, institucional y nor-mativa3. En la actualidad ella abarca unconjunto muy amplio de materias quevan mucho más allá del concepto mástradicional, que se ha limitado a exa-minar el manejo de las variables queinciden directamente en el comercio debienes. Los países de la región aún en-frentan importantes barreras arance-larias y no arancelarias para acceder alos grandes mercados, cuya eliminaciónpodría tener un significativo Impactopositivo en sus economías. Más aún,Prieto4 ha afirmado que demorar losesfuerzos en pro de una mayor integra-ción a Ja economía de servicios en lospaíses de la región puede tener seriasconsecuencias para la capacidad de

avanzar hacia un desarrollo económi-co sostenible.

Sumado a lo anterior, el fracaso delas negociaciones iniciadas en Qatar elaño 2001 puede hacer reflotar el riesgode que los países vuelvan a adoptar yaplicar políticas de carácter proteccio-nista. «La alternativa es un replieguede los países hacia viejas y desgastadasprácticas de cerrarse en sí mismos,redistribuir pobreza y encontrar allí laperfecta excusa para el fracasado ca-mino de los populismos de siempre»5.

El año 20076, en que se celebra elsexagésimo aniversario de la creacióndel GATT, antecesor de la OMC, serádeterminante para el futuro del siste-ma multilateral de comercio. No nece-sariamente para concluir la Ronda, perosí para renovar la voluntad política ylas actividades formales de negociaciónen el seno de la OMC, ya que si conti-núa la suspensión puede producir uncongelamiento del sistema y la Orga-nización puede tornarse irrelevante yconducir a un deterioro gradual de susfunciones.

El presente documento examina lasuspensión de las negociaciones y susposibles consecuencias en el sistemamultilateral de comercio, así como losefectos para los países en desarrollo en

Prieto, Francisco, «Discurso inaugural del Centro de Estudios de Política Comercial»,Estudios Internacionales, N" 153, 2006, p.147.Prieto, Francisco, «Fomento y diversificación de las exportaciones de servicios», Comer-cio Exterior, CldPAL, 2004.Foxley, Alejandro, Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, «Intervención en la Re-unión Ministerial de la OMC», Ginebra, Suiza, 30 de junio de 2006.Lamy, Pascal, «Doha's final deadline, The world in 2007», The Economist, 21st specialedition, 2007.

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particular de América Latina. Asimis-mo, revisa la posición adoptada porestos y plantea la necesidad de que laregión dé muestras de coherencia, con-sistencia y consenso a largo plazo paraint roducir medidas que mejoren sucompetitividad. En el diseño de sus es-trategias, los países de la región debenconsiderar sus diferencias e intentarestrecharlas a fin de que la política co-mercial y de desarrollo que les permitaalcanzar sus objetivos a nivel multila-teral y aprovechar los beneficios de laliberalización comercial.

En la primera sección se revisan lasrazones que llevaron a suspender lasnegociaciones en el marco de la OMCcomo consecuencia de acontecimientosanteriores a la suspensión de la Rondacíe Dolía, tanto relacionados con facto-res inherentes a los temas de negocia-ción como a los aspectos políticos quehan influido en ella. Desde distintospuntos de vista, la segunda sección es-tudia las consecuencias de un posiblefracaso de las negociaciones. La terce-ra sección hace particular hincapié enlos efectos en la región y bosqueja lasdefiniciones y prioridades establecidaspor cada uno de los países frente a esteproceso de negociación, para llegar aalgunas consideraciones finales.

I. LAS CAUSAS DE LA SUSPENSIÓNDE LAS NEGOCIACIONES

La interrupción de las negociacionesimplicó, «en términos prácticos, queahora se deberían suspender los traba-jos en todos los grupos de negociación,y lo mismo cabe decir de los plazos quelos distintos grupos tenían ante sí»7.Como se mencionó, 2007 será un añofundamental para el sistema multilate-ral de comercio y para revitalizar laRonda de Doha.

En la presente sección se examinanlas principales causas de la interrupciónque, de manera arbitraria, hemos clasi-ficado en aspectos técnicos inherentesa la negociación, que se revisan en laprimera parte, y aspectos de carácterpolítico y estratégico, sin perder de vis-ta que ambos factores se vinculan es-trechamente y suele ser difícil delimi-tarlos.

Las aspiraciones de la actual Rondade negociaciones son mucho mayoresque las de las rondas anteriores en elsentido de que los compromisos que de-ben asumir los países Miembros de laOMC son muy superiores. En efectoaumentan no solo el número y dificul-tad de los temas sino también el de losactores involucrados. «En esta Ronda,los Miembros han adoptado un nivelde ambición equivalente al triple o in-cluso al cuadruplo del fijado en la Ron-da Uruguay. En consecuencia, han de-cidido sustituir la «reducciones medias»

Lamy, Pascal, Direcror General de la Organización Mundial del Comercio, «Discursopronunciado por el DG», 24 de julio de 2006.

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por un método que permita recortarsustanciaímente los aranceles respectode todos y cada uno de los productosagropecuarios. Además, han acordadoque los aranceles más elevados seanobjeto de mayores reducciones. Por ello,al contrario de la Ronda Uruguay, lospaíses ya no podrán escudarse en susaranceles más altos»*.

La suspensión se produjo tras unasucesión de intentos fallidos por llegara un acuerdo en las modalidades denegociación, indefinición que ha reper-cutido en el desconocimiento de los ni-veles de compromiso que implican paracada país. Por esta razón, los Miembrosno han estado dispuestos a mostrarabiertamente su verdadera posición yaparentemente perciben que los «espa-cios de política» que tendrían despuésde asumir los compromisos son meno-res que en Rondas anteriores.

Las negociaciones agrícolas han sidoel tema clave de la suspensión, genera-do en parte por las diferencias que semanifiestan al interior del G-69. Enmateria agrícola, los principales respon-sables de que existan distorsiones sonlos países desarrollados, que son los quedestinan una enorme cantidad de recur-sos a apoyar a la agricultura. En cam-

bio, para los países en desarrollo el ni-vel de empleo y las exportaciones de estesector continúan siendo muy relevan-tes para su economía, ya que alrededorde 70% de los pobres de estos paísesvive en zonas rurales. Por esta razón laeliminación de las barreras comercia-les en la agricultura es de suma impor-tancia para el desarrollo10.

No obstante que el comercio de pro-ductos agropecuarios reviste gran im-portancia para los países en desarrolloy es de especial sensibilidad para los de-sarrollados, se ha atribuido excesiva re-levancia a los aspectos agrícolas en elcomercio internacional. En efecto, laagricultura representa solamente el 7%del comercio mundial, mientras las ma-nufacturas y los servicios contribuyen el61% y el 20% respectivamente11.

En materia agrícola, los tres pilaresde la negociación que se han definidoson: la competencia de las exportacio-nes, la ayuda interna y el acceso a losmercados12.

El primer pilar abarca temas talescomo las subvenciones a la exportación,los créditos a la exportación, la ayudaalimentaría y las empresas del Estado.Entre ellos, las primeras han sido eltema clave y pese a los avances logra-

Lamy, Pascal, «Discurso con ocasión del 20° Aniversario del Grupo de Cairns», 20 deseptiembre de 2006.Australia, Brasil, Estados Unidos, India, Japón, Unión Europea.Banco Mundial, «El comercio, la Konda de Doha y la reducción de la pobreza», <http://www.banconiundial.org>, agosto 2006.Hufbauer, Clyde Gary. «The Causes and Costs of Faüure», Asamblea General de las Na-ciones Unidas, 30 octubre, 2006.Para profundizar en el tema se sugiere revisar Pérez del Castillo, «La agricultura de JasAméricas frente a la agenda de Doha para el Desarrollo», Instituto Interamericano deCooperación para la Agricultura, noviembre de 2005.

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dos por el compromiso de la UniónEuropea de eliminarlos unilateralmente,aún hay demandas pendientes al respec-to. Es importante que este compromisoadquiera mayores garantías jurídicasque permitan asegurar que no se retirede forma unilateral.

El segundo pilar, que es el apoyo in-terno, ha debido enfrentar la decisiónde los Estados Unidos de ser inflexiblesen esta materia y de que ofreció unareducción insuficiente para la mayoría,argumentando que desconocía las po-siciones respecto del acceso a los mer-cados de productos no agrícolas. «Loque han ofrecido (EUA) implica cam-bios en su política agrícola, pero no hayun corte efectivo en materia de gastoen la agricultura de su país13». Aún haytrabajo por realizar para lograr queademás de reducirse los apoyos ellossean realmente no distorsionantes.

Finalmente, en lo que se refiere alacceso a los mercados agrícolas, Esta-dos Unidos exige compromisos de re-ducción más ambiciosos que la UE y elG-20, cuya posición ha sido más con-servadora y además ha ejercido presiónpara que Japón y la India reduzcan susaranceles. Por su parte, la Unión Euro-pea no ha aclarado su posición respec-to de los productos especiales, que se-gún algunos estudios podría represen-tar una política extremadamente pro-teccionista. Aun así, lo conseguido hastajulio constituía un avance enorme encomparación con los resultados de la

Ronda Uruguay.El tema del acceso a mercados de

los productos no agrícolas (ÑAMA porsu sigla en inglés14) está detenido hastaque haya avances en materia agrícola.Hay que recordar que esta negociacióntiene el formato de un todo único, o«single undertakíng». A pesar de esto,se han alcanzado algunos consensosimportantes, tales como la aplicaciónde una fórmula suiza, lo que sitúa eldebate en las mesas de negociación entorno a los coeficientes que deben apli-carse a cada uno de los Miembros enrelación con esta formula, y a cómo in-troducir en dichos coeficientes las fle-xibilidades que pide el mundo en desa-rrollo. Todavía se negocian los nivelesde base que deben tener los productoscuyos aranceles aún no se han consoli-dado, entre otros aspectos.

No obstante que las barreras aran-celarias son cada día un problema me-nor, aún hay problemas pendientes enlo que toca a la liberalizacíón comer-cial. En materia de ÑAMA, los paísesdesarrollados han definido metas am-biciosas, mientras que algunas econo-mías en desarrollo no están dispuestasa abrir sus mercados de manufacturasy los países menos adelantados pidenacceso sin siquiera estar dispuestos aabrir los suyos. En este tema, Brasil yla India contribuyeron de manera im-portante a la suspensión de las nego-ciaciones al mostrarse inflexibles yaque se negaron categóricamente a re-

13 Jara, Alejandro, «Entrevista», Diario El Financiero, 26 de julio de! 2006.14 Non Agricultural Market Access.

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ducir los aranceles de los bienes Indus-triales15.

En el campo del comercio de servi-cios se han registrado avances, comoser la decisión de dar mayor importan-cia a las negociaciones de carácterplurila-teral. Sin embargo, hasta ahoraninguna de las ofertas representa nue-vas oportunidades de negocios para losiVíiernbros. Para Aaditya Mattoo, lasnegociaciones han caído en una espe-cie de trampa de bajo nivel: se ofrecepoco y se espera menos16.

La facilitación del comercio, cuyafinalidad es reducir los costos de tran-sacción facilitando los flujos y las for-malidades aduaneras, es fundamentalpara la región. Al respecto, hay consen-so sobre su relevancia, pero el temadepende de los avances en agricultura.

El trato especial y diferenciado es lapieza clave en el marco de una Rondapara el Desarrollo en la que incluso alinterior de los propios países en desa-rrollo hay visiones múltiples. Algunospaíses se han marginado a la espera delograr equilibrio en las concesiones,mientras que otros han hecho propues-tas más osadas, como su eliminación enfavor de otras concesiones y apoyos. Seha llegado a interpretar el tema comosi se tratara de no necesidad de reci-

procidad, al menos por los países me-nos adelantados (PMA), lo que se ha lla-mado la «Ronda gratis». «Algunos es-taban más interesados en las excepcio-nes que en el acceso a los mercados»17.

Como se dijo, en la suspensión hayotras consideraciones de tipo estratégi-co y actualmente político. El mapa delos grandes actores confrontando el sis-tema para el éxito de las negociacioneses diferente y evidentemente más com-plejo que el existente en la Ronda Uru-guay. En sus inicios el GATT tenía unarelativa homogeneidad, que dista mu-cho de la actual conformación de laOMC.

Las negociaciones se desarrollaronen un contexto de constante cambio.Los países Miembros, en particular losque tienen mayor poder negociador yde definición enfrentaron diferentessituaciones que influyeron en las nego-ciaciones y provocaron su suspensión.Para Alejandro Jarals, la falla en lasnegociaciones se debe principalmente alas limitaciones que imponen en suspropias políticas internas los distintosgobiernos.

Por un lado, la Unión Europea seencontraba en proceso de reforma paramodificar radicalmente la forma en queapoyaba a su sector agrario mediante

Saborío, Ronald. «Situación actual de la Ronda de Doha de Negociaciones ComercialesMultilaterales», palabras del Embajador, representante permanente de Costa Rica ante laOMC, San José, 11 de agosto de 2006.Mattüo, Aditya, «Services in a Developmcnt Round: Proposals for Overcoming Inertia»,en «Trade, Doha and Devclopment a Window to the Issues», Newfarmer Richard (ed.).Banco Mundial, 2005.Saborío, Ronald, op. cit.Jara, Alejandro, «Entrevista», Diario e! Financiero, 26 julio 2006.

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la Política Agrícola Comúniy: ademásde que centraba la atención en enfren-tar las presiones a que daba lugar suampliación. Sin entrar en un análisis dela situación de cada uno de los países,hay otros factores que influyen de ma-nera importante, como la definición dela política comercial y los procesoseleccionarios y migratorios.

La situación política al interior delos Estados Unidos y sus repercusionesen las negociaciones de la Ronda deDoha ha sido tema de constante espe-culación. Por una parte, la guerra deIrak y su aún no del todo dimensionadoefecto sobre la economía y la política3

además de los déficit tanto en la cuentade capital como en la cuenta corriente.Por la otra, el límite para el logro de unacuerdo sería junio de 2007 debido aque en esa fecha vence la Trade Promo-tion Authoríty (TPA). El reciente triun-fo de los demócratas en las eleccionesparlamentarias estadounidenses ha traí-do consigo un profundo temor acercade la posibilidad de su prórroga y dereformular el Farm-Bill.

Las coaliciones de los países en de-sarrollo han desempeñado un rol im-portante en la suspensión de las nego-ciaciones. El mundo en desarrollo estámucho más fragmentado, y en algunasmaterias se ha tropezado con dificulta-des para llegar a consenso. Además, lospaíses en desarrollo han planteado una

serie de expectativas, que suelen ir másallá del libre comercio y que podríanplantear un problema de foro.

Nuevos protagonistas del escenariocomercial como China y la India pro-vocan en otros el temor de tener queenfrentar un proceso de desindus-trialización y desempleo frente a laapertura de sus mercados, y una espe-cie de impasse en espera de la evolu-ción de economías como la china.

Los países miembros de reciente ad-hesión consideran que esta Ronda im-pone exigencias superiores a su capaci-dad, ya que aún se encuentran en pro-ceso de introducir las reformas necesa-rias y de solventar los costos de su in-greso a la OMC.

Para otros autores, tales comoSchott20, la lentitud de las negociacionesobedece a dos razones. Por un lado, lastácticas de negociación y las propuestasde países determinados o coaliciones re-gionales y por el otro, el hecho de quelas estipulaciones que contemplan losmandatos ministeriales son deficientes.

Algunos han señalado que se tratade un problema de expectativas, con-fianza e información, así como de evi-dente falta de liderazgo en el proceso.Por otra parte, cabe recordar que lapráctica para negociar también Índicaque para alcanzar resultados que influ-yan positivamente en los actores hayque exagerar las diferencias.

El 26 de junio de 2003, los ministros de Agricultura de la UE aprobaron una reforma enprofundidad de la Política Agrícola Común (PAC), <http://ec.curopa.eu/agriculturc/capreform>.Schott,Jeffrey, «Finalización de la ronda Doha: qué se debe hacer y quiénes deben hacer-lo», Instituto de Economía Internacional, Washington, septiembre de 2006.

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Finalmenre, también contribuyó a lasuspensión la propia naturaleza de lasnegociaciones multilaterales entre paí-ses tan diferentes y el elevado nivel deexpectativas de esta Ronda, que se pro-gramó para un periodo muy corto.

II. LAS CONSECUENCIAS DE UNPOSIBLE FRACASO DE LAS

NEGOCIACIONES Y EL

REGIONALISMO

El fracaso de las negociaciones fra-casaran podría dar lugar a un procesolento de debilitamiento del sistema dela Organización Mundial de Comercio.En efecto, la pérdida de confianza en laOMC como foro negociador provoca-ría un progresivo olvido del sistema. «Yentonces el costo lo pagaría la OMC,que podría deslizarse gradualmentehacía lo peor que le pudiera ocurrir. Estoes, su inclinación hacia una gradualpero creciente Irrelevancia.»21 Si estoocurriera, los más perjudicados seríanlos países en desarrollo y menos ade-lantados, puesto que son ellos los «prin-cipales beneficiarios del sólido sistemasustentado en normas multilaterales»22.

El posible fracaso de la Ronda nosolo significaría perder una oportuni-dad única en el proceso de Hberaliza-ción comercial, sino que pondría en se-rio entredicho la credibilidad del siste-ma multilateral en su conjunto. La OMC

no es solo un foro de negociaciones co-merciales, sino también un sistema dereglas que rigen el comercio internacio-nal. Son estas reglas y disciplinas las quemás benefician a los países en desarro-llo, que necesitan de una institución quegarantice la protección de sus derechoscomerciales.

El mecanismo de solución de con-troversias de la OMC ha logrado igua-lar a economías pequeñas y desarrolla-das, y ha permitido defender los intere-ses de los miembros frente a posiblesmedidas discriminatorias o proteccio-nistas que podrían aplicar terceros paí-ses. El cuestionamiento de estos princi-pios y la pérdida de confianza en el sis-tema de solución de conttoversias so-cavarían lo que muchos consideran unbien público internacional.23 Asimismo,es muy discutible cuan sostenible sea lapráctica de litigar en un foro en que nose negocia. Es necesario contar con re-glas claras y con un sistema de solu-ción de controversias eficaz que atien-da las necesidades de los países en de-sarrollo.

Otro aspecto que hay que tener pre-sente en caso de tropiezo de las nego-ciaciones es el hecho de que coexistanel sistema multilateral de comercio ymuchos subsistemas basados en acuer-dos preferenclales. La firma de estosacuerdos ha permitido avanzar en elproceso de liberalización comercial. Secalcula que en 2010 en el mundo habrá

Peña, Félix, «Interrogantes Sobre El Futuro: Las negociaciones comerciales tras las elec-ciones en Brasil y en los Estados Unidos», 2006.Schott, Jeffrey, op. cÍL, p. 21.Kindleberger, «Notas de la CEPAL», CEPAL, julio del 2006.

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más de 400 acuerdos de este tipcrl Apesar de la proliferación de acuerdosregionales, bilaterales y plurilaterales,la OMC parece seguir siendo el mejorcamino para liberalizar el comercio yfortalecer algunas áreas específicas.Pese a que Chile es una de las econo-mías que ha suscrito el mayor númerode acuerdos preferenclales en el mun-do, apoya un sistema comercial multi-lateral de carácter universal. «El siste-ma multilateral del comercio no es per-fecto, sin embargo, es el único capaz degenerar reglas de validez universal paragarantizar un mejor acceso a los mer-cados de los países»25. SÍ bien los acuer-dos comerciales preferenciales puedentraer consigo importantes beneficios,también tienen algunos inconvenientes,en particular para los países en desa-rrollo. Ante la posibilidad de que fraca-sen las negociaciones en el ámbito mul-tilateral, es preciso tenerlo presente.

En primer lugar, el poder negocia-dor de los países en desarrollo en elámbito bilateral es muy inferior al quepueden alcanzar en el escenario multi-lateral. Al negociar acuerdos bilatera-les del tipo norte-sur, los países en de-sarrollo suelen verse obligados a acep-tar condiciones que no les son favora-bles para lograr la apertura de los mer-cados.

En segundo lugar, la firma de dife-rentes acuerdos comerciales preferen-

ciales trae consigo diversas reglas deorigen, niveles tarifarios y procedimien-tos aduaneros. Esto acarrea un alto cos-to de monitoreo a nivel de aduanas yaque para poder aplicar la normativavigente hay que identificar y clasificarlos distintos envíos según su proceden-cia. Los costos de administración y deejecución de los diversos tratados es untema de especial cuidado, en particularcuando hay servicios de aduana que nodisponen del personal y la tecnologíanecesarios para hacer frente a estos re-querimientos. A nivel empresarial, lasnormas divergentes y en muchos casospoco claras debilitan las posibilidadesde negocios, porque desalientan y con-funden a los empresarios, perdiéndoseasí el ingreso a nuevos mercados. Lacreación de una normativa multilateralen estas áreas simplifica los trámitesaduaneros, facilitando el tránsito de lasmercancías y aclarando la imagen paralos negocios internacionales, al enfren-tar reglas claras universales.

La pro l i fe rac ión de acuerdospreferenciales, «que se está desarrollan-do en forma muy perjudicial para el sis-tema de la OMC»26, plantea a esta ungran desafío: lograr mejorar la siner-gia entre dichos acuerdos y el sistemamultilateral de comercio. En los últimosaños la OMC ha visto crecer eí regiona-lismo y debe afinar su convivencia conél a fin de minimizar sus riesgos. Los

2J Ocampo, Fernando, «Reflexiones sobre los desafíos que plantea la liberalixación del co-mercio», Mesa Redonda sobre el Futuro de Doha, en el Instituto de Estudios Internacio-nales, 2006.

25 Rosas, María Cristina, La OMC y la Ronda de Doha, UNAM, 2003.16 Schott, Jeffrey, op. cit., p. 22.

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LÓPEZ v MUÑOZ • El sistema mulrilarcral de comercio y la región

acuerdos comerciales prefcrencialespueden ser un camino que abra las po-sibil idades de un sistema mul t i l a te ra lmás fuerte. Ello se lograra si a medidaque los países abren sus economías anivel bilateral o regional se establecenlas condiciones necesarias para quepuedan multilatern1izar.se los beneficios.Por el contrario, sí los países pretendenmantener sus preferencias arancelariascon determinados socios comerciales,ante un acuerdo mul t i la tera l ellas severían debilitadas. Así, los acuerdos co-merciales preferenciales podrían signi-ficar un estancamiento, sí no un retro-ceso, en el proceso de Hberalización co-mercial general a que se aspira bajo ¡aOMC.

Al respecto, en el marco de las ne-gociaciones se han logrado avances enmateria de transparencia, ya que hayconsenso en que los informes son ela-borados por la Secretaría y no por lospaíses. En lo que respecta a decisiones,hay consenso en que la transparenciaes el único mecanismo útil para alcan-zar una verdadera liberalización.

Los acuerdos comerciales firmadosen los últimos años han sido principal-mente entre países en desarrollo (Sur-Sur), o bien entre un país desarrolladoy otro en desarrollo (Norte-Sur). Laparalización de las negociaciones podríaacelerar las negociaciones entre paísesdesarrollados para la firma de tratados .de ubre comercio de tipo Norte-Norte.«Los acuerdos de libre comercio llama-dos «Norte-Norte» fueron objeto de

estudios y rechazados por su efectopotencialmente negativo en el sistemam u l t i l a t e r a l de comercio.»2 7 Estosacuerdos podrían representar una seriaamenaza para el comercio de los paísesen desarrollo.

Las sucesivas rondas de negociacio-nes en el marco del GATT sirvieron defreno a los Intereses proteccionistas dealgunos miembros. A su vez, nuevasbarreras que habían creado los paísespara limitar el comercio han sido in-cluidas en el campo de acción de la OMCa fin de regular las prácticas que pudie-ran resultar desleales para el comerciointernacional. SÍ fracasara Doha, serompería este freno explícito e implíci-to al aumento del proteccionismo. Sinél, los países tendrán vía ubre paraaumentar la protección, en especial uti-l izando aquellas prácticas que no aca-tan las disciplinas de la OMC.

El posible fracaso de la Ronda deDolía obliga a contemplar otros doscostos importantes. En primer lugar, losimpactos adversos que dicho fracasopudiera tener en los mercados financie-ros, principalmente por las proyeccio-nes de un nuevo proteccionismo y sureflejo en la caída de los precios de losactivos. En segundo lugar los países endesarrollo perderían la posibilidad derecurrir a las negociaciones económi-cas multilaterales como anzuelo pararealizar sus reformas económicas inter-nas. La desaparición de este pretexto losobligaría a enfrentar por su cuenta losdesafíos de la globallzación, en particu-

27 Schottj Jeffrey, o//. di., p. 23.

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lar el crecimiento de actores como Chi-na y la India.

Si la Ronda terminara por fracasar,no solo enfrentaríamos lo antes señala-do sino que se perdería todo lo acorda-do hasta la fecha. Hay que recordar queel Programa de Doha para el Desarro-llo tiene un alto grado de ambición: poruna parte las profundas reformas quese pretende introducir y por la otra, ladiversidad de temas que se están abor-dando en las distintas mesas de nego-ciación. Al interior de estas mesas, mu-chos de estos temas ya han sido objetode acuerdos que impactarían y benefi-ciarían cíe manera directa a los paísesen desarrollo, y perderlos involucraríaun enorme costo. Temas clave, inclui-dos no solo los subsidios agrícolas sinotambién el uso de mecanismosant idumping, solo pueden resolversemultilateralmente. Por esta razón, lasdisposiciones relativas a este tema y laposibilidad de transparentar los acuer-dos comerciales regionales mediante laelaboración de un informe por la Se-cretaría y no por los mismos Estadosinvolucrados generará un clima de ma-yor estabilidad en el comercio mundial.

Los avances logrados en la mesa denegociaciones agrícolas son importan-tes, en particular respecto de la RondaUruguay. Entre ellos cabe destacar laeliminación de ¡os subsidios a las ex-portaciones agrícolas, propuesta por laUnión Europea para el año 2013. Sidicha e l iminac ión no se mu l t i l a t e -ralizara en el marco de las negociacio-nes de la OMC, difícilmente se respeta-rá en el largo plazo, ya que no existirá

un instrumento jurídico Internacionalque prohiba volver a ut i l izar dichossubsidios. Por otra parte, y a diferenciade lo que ocurrió en las rondas anterio-res, la Ronda de Doha ha iniciado lasnegociaciones en torno a los subsidiospesqueros. Para los países en desarro-llo costeros, este es un tema fundamen-tal para p reservar sus recursospesqueros, en especial las especies alta-mente migratorias o tranzonales, ya quelas flotas subsidiadas, en particular laseuropeas, han depredado los recursosque poseen frente a sus costas.

Si no se retoman las negociacionesse perderá todo lo negociado, lo cualimpl i ca rá un enorme costo para lospaíses en desarrollo. Por sus especialescaracterísticas estos temas no serán ne-gociados en foros alternativos al de laOiVIC. Por esta razón, muchos paíseshan propuesto la alternativa de concre-tar una Ronda Light, que capitalice loya logrado, a fin de concretar estosavances de modo que no dependan delo que aún falta por negociar.

IV. LA REGIÓN Y EL SISTEMA

MULTILATERAL DE COMERCIO

La apertura comercial se ha defini-do como una de las variables que inci-den positivamente en el crecimientoeconómico a largo plazo. Sin embargono parece haber evidencia definitiva delimpacto de la apertura para el desarro-llo. En América Latina la política co-mercial sigue siendo un tema contro-vertido debido en parte al desempeño

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disímil de la actividad económica en laregión. No obstante, la tendencia a laliberalízación y la evidencia de que lasolución no es el volver al proteccionis-mo indican que la región debe dar prio-ridad a la reanudación de la Ronda deDoha.

De acuerdo con escimaciones de laOCDE2S, la plena liberalízación de bie-nes industríales y agrícolas permitiríalograr 100 mil millones de dólares enutilidades, mientras que los beneficiosde la liberalizado:! del comercio de ser-vicios se elevarían aproximadamente a500 mil millones de dólares. Un acuer-do de Doha para facilitar el comercioque suprimiera barreras de procedi-miento podría contribuir como mínimocon otros 100 millones de dólares, dostercios de los cuales corresponderían alos países en desarrollo. Un estudio re-ciente de las Naciones Unidas29 señalaque si se eliminaran todas las barrerascomerciales, los países en desarrollopodrían obtener ganancias por 130 milmillones de dólares al año, lo que haceparecer que los 50 mil millones de dó-lares anuales de asistencia que se requie-ren para alcanzar en 2015 los Objeti-vos de Desarrollo del Milenio parezcanuna suma pequeña.

Para América Latina, además deperder ingresos, el fracaso de la Rondade Doha acarrea otros riesgos, por

ejemplo, que los países del primer mun-do sigan imponiendo barreras arance-larias y no arancelarias mediante accio-nes arbitrarias tales como el anti-dum-ping, los enormes subsidios que distor-sionan los precios y el proteccionismoa nivel mundial.

Asimismo, considerando que las eco-nomías de la región disponen de esca-sos recursos humanos, por mucho quealgunos países cuentan con acuerdospreferenciales bilaterales o regionales,la reanudación de las negociacionesdebe ser prioritaria para los gobiernos.Para Bhagvvhati30 los esfuerzos de lospaíses en desarrollo por negociar acuer-dos preferenciaíes reducen sus posibili-dades de obtener beneficios más impor-tantes en el ámbito multilateral. Lasnegociaciones tienen la ventaja de quese negocia simultáneamente con los 150países por el precio de una sola nego-ciación.

Aunque la Hberalización comercialno es la solución, ofrece oportunidadesy economías como las nuestras que tie-nen escaso peso en el comercio mun-dial deben aprovecharlas en un entor-no mult i la teral . La región deberíacohesionarse y plantearse objetivos cla-ves, como estar dispuestos a asumir cier-tos costos frente a la reanudación delas negociaciones de la Ronda de Doha.De lo contrario, cada país debe tener

Gurna, Ángel, Secretario General de la Organización para la Cooperación y el DesarrolloEconómicos (OCDE), «Doha: the low hanging f r u i t » , OECD Obscrvcr <http:/7www.occdobserver.org>, agosto del 2007.Naciones Unidas, «Cambiar la pobreza», <http://www.im.org>, 2006.Stern, Robert, «Overview: Perspcctíves on the \VTO Doha Development Agenda Multila-teral Trade Negatiarions», Globo! Economy Journal, Vol. 5, número 4, 2005.

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claras sus prioridades y buscar las alian-zas correspondientes, pese a que siem-pre es mejor la vida en un vecindariopróspero y armonioso.

Para algunos, con la suspensión dela Ronda, en América Latina el debatecomercial parece apuntar a dos extre-mos: el incremento de sus vínculos conChina y Asia-Pacífico o darle prioridada sus vecinos. Pese a la reducción de lasdistancias geográficas que ha traídoconsigo la globalización y a la dismi-nución de los costos de transporte, lospaíses tienen en sus vecinos un factormuy importante de expansión econó-mica y comercial31.

En la presente sección se dan a co-nocer las posiciones que han sostenidoy deberían sostener los países de la re-gión ante la posible reanudación de lasnegociaciones., así como algunos de losriesgos que acarrearía el posible fraca-so de la Ronda. Es evidente que la si-tuación no afecta de igual manera a losdistintos actores de la región, si biendebido a las características de sus eco-nomías y a las diferencias en la defini-ción de su política comercial y las prio-ridades que tiene cada país, ello se re-visa en la segunda parte.

En materia agrícola, la región tro-pieza diariamente con dificultades paraacceder a los mercados de Estados Uni-dos y Europa y debe tratar de superar-las. Los países deben sostener su posi-ción respecto de los apoyos internos y

su disminución, así como la necesidadde mayor certeza respecto de sus efec-tos distorsionantes. Aunque cualquierayuda interna que se mantenga puedeconcentrarse en un número reducido deproductos, es posible que estos sean losde mayor Ínteres para los países de laregión. Asimismo, negociar la elimina-ción de los subsidios es prioritario, yaque nuestros países carecen de ingresossuficientes para otorgarlos.

Los países de la región deberían bus-car mejores ofertas de acceso a merca-dos, sin excesivas demandas de recipro-cidad que puedan eliminar los benefi-cios provenientes de dicho acceso. Larebaja generalizada de los aranceles noagropecuarios que se exige a los paísesen desarrollo podría eliminar un meca-nismo que puede ser esencial para sudesarrollo económico. Este mecanismoes el mismo que los países industria-lizados utilizaron en sus propios proce-sos de industrialización. Por ejemplo32,entre 1820 y 1931 los Estados Unidosaplicaron a los bienes industriales unatarifa promedio de 40% a 50%. Asi-mismo, la región debe negociar la eli-minación de las crestas arancelarias yel escalonamlento, a fin de que las eco-nomías en desarrollo no se orienten aconsolidar una especialización en pro-ductos manufacturados de mayor va-lor agregado, propia de los países delNorte, relegando a los del Sur, exceptolos más avanzados, a ser proveedores

Reuters, «Análisis 2007: con Doha y TLC en peligro, América Latina necesita Asia»,<http//:\vww.reuters.com>, 16 diciembre de 2006.Correa, Carlos, «La Ronda de Doha: expectativas y frustraciones de los países en desarro-llo», CElDEi, noviembre de 2006.

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de productos agrícolas de menor valoragregado.

En materia de servicios, un estudioreciente demostró que si los paísesindustrializados permitieran a los paísesen desarrollo un acceso equivalente al 3 %de su fuerza laboral, sus ganancias supe-rarían los 150 mil millones de dólares,esto es, más de lo que obtendrían sí seliberalizara el comercio de bienes33. Lospaíses de la región deben analizar el im-pacto de sus compromisos, y contar condisposiciones de trato especial y diferen-ciado, así como presionar por obtenermayor liberalízación en el Modo 4.

El desarrollo de la facilitación delcomercio y la integración regional sevinculan estrechamente con la eficien-cia de los servicios púb l icos y lacompetitlvidad de las empresas en apo-yo de la actividad exportadora34. Alrespecto, los países del continente ame-ricano debemos estar conscientes deldesafío competitivo que enfrentamospor parte de Asia. Asimismo, se ha sos-tenido que los avances en la facilitacióndel comercio podrían permitir a Amé-rica Latina y el Caribe potenciar unaventaja clave que es la proximidad dela región a Estados Unidos, Canadá yEuropa y la mayor rapidez para llegaral mercado que ello puede significar. Unestudio del Banco Mundial determinóque un tercio de los beneficios de lasnegociaciones de la Agenda de Desa-rrollo de Dolía podrían provenir de lafacilitación de! comercio.

Los países deben examinar seria-mente el tema del trato especial y dife-renciado ya que hasta ahora no se hanaprovechado cabalmente las mejorescondiciones comerciales de los países endesarrollo y en particular de los paísesmenos adelantados para mejorar el des-empeño exportador. Como se recono-ció en la Cumbre de las Naciones Uni-das, bien orientado, el programa deayuda para el comercio «Aid for Trade»es quizá lo más importante.

En opinión de la CEPAL el efecto delcíelo económico mundial, que dependecada vez más del vínculo entre EstadosUnidos y China, es más favorable paraAmérica del Sur y en menor medidapara México. Sin duda Asia constituyepara la región un competidor agresivo.

En la región, Chile y México hanseguido caminos similares. Ambos hansido considerados los alumnos aplica-dos de la región en materia de líberali-zación comercial. En estas economíasque tienen cubierta la mayor parte desu comercio con acuerdos de libre co-mercio, los efectos a corto plazo de lasuspensión de la Ronda de Doha no sontan peceptibles.

Sin embargo, aún hay aspectos quees más difícil resolver bilateralmente,tales como la persistencia de los subsi-dios a las exportaciones agrícolas y elhecho de que estos no estén cubiertospor acuerdos de libre comercio con to-dos los países. Si la Ronda fracasara,también fracasará el intento de mejo-

33 Mattoo, Adhya, op. cit,34 CEl'AL, «Boletín, la facilitación del comercio y la integración centroamericana: moderniza-

ción de aduanas», N" 222, febrero de 2005.

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rar las normas para evitar que se co-metan abusos con las medidas antidum-ping. Por otra parte, se han hecho es-fuerzos por limitar el empleo de sub-venciones en el área pesquera, que lle-van a que se mantengan las flotas y seinduzca a una sobreexplotacíón.

A fin de reducir los efectos perjudi-ciales que puede tener este tipo de sub-sidios para el comercio, el desarrollo yel medio ambiente, Chile ha encabeza-do la solicitud de que en principio seprohiban los subsidios a la industriapesquera y de que posteriormente senegocien algunas excepciones. Se tratade un aspecto fundamental del marcomultilateral que impacta también a lospaíses centroamericanos y que seríaimposible resolver en el plano bilateral.

México deberá sortear la apariciónde China en el escenario, y es sin dudaen el plano multilateral donde debe de-finir su estrategia. Al parecer la partici-pación en Medio Oriente es un nuevoobjetivo para Chile y México, pero paraalcanzarlo deberán definir una nuevaestrategia de política exterior.

Por otro lado, para aprovechar lasventajas de la apertura todavía estápendiente la cuestión de la movilidadde las personas, lo que México no hapodido lograr mediante sus acuerdos delibre comercio, en especial en el marcodel TLCAN.

El fracaso de Doha podría dificul-tar el reto de diversificación en materiaexportadora que deben realizar tantoMéxico, particularmente con respectode sus mercados de destino, como Chi-le, en cuanto a sus productos. Tanto el

petróleo, pese a que ya no es la primerafuente de exportaciones, como el cobre,son fundamentales para ambas econo-mías. Los precios de los productos bá-sicos se han vuelto más inestables y lamayoría de ellos ha aumentado, y seespera que en 2007 se moderen. Aun-que esto puede lograrse mediante otrasiniciativas de liberalización, hasta aho-ra no ha sido el caso.

La situación y la posición de Chile yCosta Rica han sido coincidentes. En elámbito agrícola, Costa Rica ha aboga-do por una reducción ambiciosa de losaranceles que aplican Japón, la UE y laIndia, y ha apoyado al Grupo Caírnspara se reduzcan las ayudas internas.Para Osear Arias, los países en vías dedesarrollo no tienen otra opción que laintegración con la economía mundial.

Debido a su relación de dependen-cia con los Estados Unidos, el caso delresto de los países centroamericanos esen muchos aspectos similar al de Méxi-co. Con un Incipiente CAPTA, y con eco-nomías principalmente exportadoras deproductos agrícolas, se estima que laestrategia óptima es desmantelar lasbarreras a nivel multilateral. Nicaragua,Guatemala, El Salvador y Hondurashan planteado la importancia de lograrresultados concretos y efectivos en elPrograma de Trabajo sobre .EconomíasPequeñas y Vulnerables.

Además de que las economías cen-troamericanas tienen una profunda tra-dición agrícola, para ellas el futuro dela Ronda se vincula estrechamente conla negociación del banano. Para estospaíses, este es un tema sensible, y ven

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con preocupación el logro del compro-miso de ¡a Ronda Dolía de alcanzar lamayor liberalizaclón de productosagropecuarios, en especial de los pro-ductos tropicales.

Panamá se esta convirtiendo cadavez más en centro de distribución deproductos hacia toda Centroamérica yen un centro muy sofisticado de provi-sión de servicios no solo financieros sinotambién de transporte, por lo cual leInteresa mejorar el acceso a los produc-tos tropicales, los productos del mar, losservicios financieros, los servicios ma-rítimos y el turismo.

SÍ bien los países de Centroaméricay el Caribe se han beneficiado con elincremento de las exportaciones y delturismo, que les ha permitido sostenerla tasa de crecimiento, la liberalízaclónen materia de servicios permitiría quese vieran notablemente favorecidos.

La suspensión de las negociacionesha repercutido de diversas maneras enel Mercosur. En primer lugar debemosrecordar que Brasil es uno de los paísesmás importantes del G-20, por lo quela reanudación de las negociaciones de-pende en gran medida de que logre li-derar a los países en desarrollo al res-pecto. De todos modos, una de las pri-meras medidas que es necesario adop-tar al interior del Mercosur es tratar derelanzar las negociaciones bilateralesorientadas a lograr un acuerdo de aso-ciación con la Unión Europea, que in-cluiría un importante capítulo comer-cial. Por otra parte, Paraguay estaríaexplorando caminos que podrían con-ducir a la firma de un tratado de libre

comercio con los Estados Unidos., lo queno solo podría plantear un problemade incompatibilidad con la OiYIC, sinotambién con la propia unión aduaneraque pretenden crear los países delA'lercosur.

Los países andinos han recibido dedistinta manera la suspensión de lasnegociaciones de la Ronda de Dolía.Los recientes cambios políticos ocurri-dos en la región no permiten hablar entérminos generales sobre la realidad delos cinco países que otrora formabanparte de la Comunidad Andina. Entrelos principales factores que han influi-do en ellos cabe mencionar la eleccióny posteriormente la reelección de HugoChávez a la presidencia de Venezuela ysu manejo de la política exterior. Ellallevó al retiro del país de la ComunidadAndina y a su ingreso como miembropleno al Mercosur, luego de que Perú yColombia decidieron negociar bllateral-mente tratados de libre comercio con losEstados Unidos, debilitando el ya frágilproceso de integración andino. Así, alinterior de lo que comúnmente denomi-nábamos países andinos pueden distin-guirse dos bloques: por una parte el blo-que liderado por Venezuela, junto conBolivia y Ecuador, y por la otra, Perú yColombia.

Las negociaciones en la OMCno hansido una prioridad en la agenda de po-lítica comercial de Venezuela. Susprincipales apuestas se han generado alinterior de América Latina, en especialcon la creación del ALBA (AlternativaBolívariana para la América) de la cualtambién forman parte Bolivia, Cuba y

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Nicaragua. A pesar de lo anterior, Ve-nezuela está presente en diversos gru-pos del foro multilateral, destacándoseelNAMA-11, desde el cual apoya abier-tamente la reanudación de las negocia-ciones de la Ronda. Por otra parte, elfracaso de la Ronda reforzaría el papeldel ALBA en la región, y de esta maneraCha vez podría adquirir mayor poder enAmérica Latina, y perfilarse como unclaro líder en la región.

Para Bolivia, la Ronda de Dolía tie-ne especial relevancia por la inclusiónde los temas de Singa pur, en particularlas negociaciones sobre facilitación delcomercio. En su calidad de país sin li-toral, esta negociación adquiere mayorimportancia ya que la mayoría de losproductos bolivianos están sujetos altransito por terceros países. Junto conlo anterior, y debido a su condición depaís económicamente menos adelanta-do, Bolivia ha tenido mucho interés enque se contemple un trato especial y elsuministro de asistencia técnica paraellos. La suspensión de la Ronda para-lizó el trabajo en las distintas mesas denegociación, incluidas las de facilitacióny ello es motivo de preocupación paralas autoridades bolivianas. Ante un fra-caso definitivo de las negociaciones, lasalternativas del país serían profundizarlas relaciones comerciales en el marcodel ALBA y negociar bilateralmente conlos países de tránsito de sus productos,en particular Chile, para así poderproyectarse hacia el Pacífico.

La participación de Ecuador en elsistema multilateral de comercio estámarcada por el régimen de importación

impuesto por la Unión Europea a suproducto estrella, el banano. Ecuadorha sido parte en diversos paneles con-tra la UE por este caso, y en la actualRonda su principal preocupación hasido lograr que se logre modificar esterégimen, que afecta a sus exportacio-nes. De ahí que preste especial atenciónal área agrícola, en la cual participaactivamente pese a que no se ha incor-porado a ninguna de las alianzas exis-tentes. El fracaso de la Ronda manten-dría inalteradas las políticas de la UE,lo que para Ecuador significaría unenorme problema. La reciente llegadaal poder de Rafael Correa, cercano aHugo Chávez, podría llevar a Ecuadora unirse al ALBA, y buscar en este gru-po una alternativa al posible fracaso deDoha.

Perú y Colombia han modificado suestrategia de política comercial, antesmuy ligada al desarrollo de la Comuni-dad Andina de Naciones, y la han orien-tado hacía una política más autónoma.Producto de ello, se han embarcado enuna profunda estrategia de negociacio-nes comerciales bilaterales que persiguela liberalización de sus exportaciones asus principales socios comerciales. Estaestrategia confronta una situación di-rectamente relacionada con los cambiospolíticos que se viven al interior delCapitolio norteamericano. Ambos paí-ses han negociado un tratado de librecomercio con los Estados Unidos y elretorno al poder de los demócratas enambas cámaras del parlamento los per-judica seriamente, ya que de acuerdocon las primeras proyecciones se da por

zoo

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hecho que su nueva composición impe-dirá que se ratifiquen los TLC.

Enfrascarse en esta estrategia de li-beralización bilateral no quiere decirque las negociaciones en el marco de laOMC carezcan de importancia. Hay te-mas que por su complejidad solo pue-den ser resueltos a nivel multilateral.Para Colombia, los subsidios que otor-ga Estados Unidos a su agriculturadistorsionan en gran medida su comer-cio bilateral con este país, que resultaser su principal socio comercial. De ahíque sea fundamental lograr un acuerdosobre el tema en el marco de Doha y elfracaso de la Ronda impediría eliminarestos subsidios, perjudicando grave-mente a su agricultura y con ello, losplanes de reemplazo del cultivo de coca.

Para Perú, la importancia fundamen-tal de la OMC radica en su rol sistémicoa nivel global. «Es importante la parti-cipación del Perú en las negociacionesde la OMC porque esta significa estabi-lidad en las reglas de juego, integrar-nos cada vez más al mundo medianteel comercio y contar con la posibilidadde utilizar el Mecanismo de Soluciónde Diferencias»35. De ahí que un fraca-so en las negociaciones de Doha no in-fluiría mayormente en la Hberalizaciónde las exportaciones peruanas, sino másbien en la merma de las posibilidadesde que exista un foro multilateral quedicte las reglas del juego para todos losactores del comercio internacional.

Por una parte, el fracaso definitivo

de las negociaciones llevaría a Colom-bia y Perú a profundizar su política deacuerdos preferencíales y, como conse-cuencia de su natural proyección al Pa-cífico, a asumir un nuevo rol en las re-laciones entre América Latina y el Asia.Es muy probable que en los próximosaños se firme un creciente número deacuerdos entre algunos de estos paísesy los países de la cuenca occidental delPacífico. El presente año Perú será an-fitrión de una nueva reunión del APECy Colombia ha mostrado interés en par-ticipar de esta iniciativa regional.

La situación de los países del Cari-be en torno a la Ronda de Doha para elDesarrollo no puede compararse con ladel resto de la región. Las relacionescomerciales del Caribe están fuertemen-te determinadas por su dependencia delas preferencias que le otorgan los pro-gramas especiales de la Unión Europeay Estados Unidos, con lo cual tienen unacceso libre de aranceles a los princi-pales mercados de los países desarro-llados. Debido a esta particular situa-ción, las prioridades de los países delCaribe en las negociaciones del progra-ma de Doha se han centrado en las áreasde creación de capacidad, de trato es-pecial y diferenciado a las pequeñaseconomías, de acuerdo en las modalida-des para llegar al consenso y el suminis-tro de asistencia técnica y financiera.

Como podemos notar, los «grandestemas» que llevaron a la suspensión dela Ronda, como el acceso a los merca-

Angelí, Alian, asesor del viceministcrio de Integración y Negociaciones Comerciales Inter-nacionales, <http://www.mincetur.gob.pc>.

IOI

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dos agrícolas, no se cuentan entre las«prioridades» del Caribe. De todas for-mas, los países caribeños no son indife-rentes a lo que suceda en estas áreas denegociación. Un avance significativo deelias podría perjudicar gravemente a suseconomías. Por ejemplo, la propuestacostarricense de excluir los productostropicales de las listas de productos sen-sibles de los países desarrollados es vis-ta con preocupación por el Caribe, yaque esto socavaría las preferencias deque disfruta actualmente.

La reciente reanudación de los tra-bajos técnicos en Ginebra ha sido muybíen recibida por los negociadores delCaribe. La falta de recursos humanospara hacer frente a muchas negociacio-nes es un problema general de la regióny el Caribe no es excepción. Enfrentaruna negociación multilateral es políti-ca y económicamente preferible a en-frentar muchas negociaciones bilatera-les. Además, por su tamaño económi-co-comercial, es importante considerarque las economías del Caribe no sonsocios comerciales atractivos, y en elcaso de una negociación Norte-Sur tie-nen escaso poder de negociación, mien-tras que en el foro multilateral de laOMC cuentan con un poder equipara-ble al de cualquier país desarrollado,puesto que tienen la posibilidad de rea-lizar alianzas con otros países y tam-bién de oponerse al consenso.

V. CONSIDERACIONES FINALES

Las repercusiones de la suspensiónde las negociaciones y el futuro de laRonda de Doha son temas que por surelevancia y su difusión revelan clara-mente el interés por la líberalizacióncomercial y la importancia de que exis-ta un foro multilateral al respecto. Estose puede apreciar particularmente porla mayor participación de los países endesarrollo en estos procesos.

Al parecerse ha sobredimensionadola importancia de la suspensión y pesea que se han visto fuertes apoyos polí-ticos, los cambios reales no son muyevidentes. A pesar de que otras Rondasdel GATTy la OMC han tenido tropie-zos antes de llegar a una conclusiónsatisfactoria, el fracaso de Doha seríala primera vez que no se obtendríanresultados. Se ha indicado que la prin-cipal dificultad radica en lo difícil quees sacar dinero para todos del bolsillode unos pocos. La pregunta es siempresi hay voluntad política para avanzaren estos temas.

El ambiente político mundial ha cre-cido en complejidad y ello ha generadonuevos desafíos para la finalización delas negociaciones.

En la Unión Europea existe la im-presión de que difícilmente podrálograrse que se amplíe la oferta en ma-teria de acceso a los mercados de losproductos agrícolas antes de las elec-ciones presidenciales en Francia y deque se hayan resuelto los problemasrelacionados con las nuevas adhesiones.

El otro gran actor, Estados Unidos,

ro2.

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atraviesa por problemas de carácter po-lítico y estratégico que le son más rele-vantes y cruciales que los aspectos eco-nómicos y comerciales.Sin embargo, es-tudios sobre el comportamiento políti-co de los nuevos representantes y sena-dores que han llegado al Capitolio noconfirman los primeros temores de queno se renueve la TPA36. En general, losnuevos congresistas son reacios a la fir-ma de acuerdos preferencíales con pe-queñas economías en desarrollo. Al res-pecto, las palabras del presidente delPartido Demócrata, Howard Dean, soncategóricas: «No creo que veamos nue-vos acuerdos comerciales»37. Pese a loanterior, los estudios coinciden en quepocos criticaron las negociaciones en elámbito multilateral. Si las negociacio-nes de la Ronda de Doha fructificarany el acuerdo resultante revitalizara elcrecimiento de la economía estadouni-dense, promoviera el alivio de la pobre-za en el mundo en desarrollo y reforza-ra la cooperación, global, estaría sin lu-gar a dudas dentro de los intereses nor-teamericanos. «De esta forma, el Eje-cutivo podría solicitar la extensión dela TPA únicamente para las negociacio-nes de Doha»38.

Por un lado, al parecer la posturareguladora de la Unión Europea se basaen su modelo de sociedad del bienestar,mientras que los Estados Unidos bus-can desregular los mercados externos

basados en su depredador modelo demercado.

La región, en conjunto con los de-más países en desarrollo, debe exigircoherencia en el discurso y en la políti-ca de los países desarrollados. Lasalianzas de geometría variable ya noresponden a criterios de regiones geo-gráficas, sino a Intereses comercialescoincidentes. A pesar de que la llama-da «sopa de letras» ha sólido provocaren ocasiones el debilitamiento de lasposiciones negociadoras.

Sin embargo, para que avancen lasnegociaciones es importante formarcoaliciones que den legitimidad y coor-dinen las posiciones de los países, porlo cual la región debe contemplar laposibilidad de adoptar una posicióncomún, o al menos coordinada. Aun-que está claro que el discurso políticode los países de América Latina y elCaribe parece ser cada vez más diver-gente, se podría hacer coincidir sus prio-ridades en materias comerciales a finde que en las mesas de negociación selogre un propuesta que no representenecesariamente el mismo discurso po-lítico.

América Latina se encuentra en unaencrucijada. Puede consolidar sus lo-gros de integración económica o puederetroceder debido a la retórica de algu-nos países que culpan de todo a laglobalízacíón. Es preciso que a largo

Evannett, S. y Mcicr, M., «The U.S. Congressional Elcction in 2006: What implicationsfor U.S. Trade Policy?, Universidad de St. Gallen, 2006.«Los Demócratas en el Congreso, posibles cambios en el comercio internacional», Puen-tes, octubrc-diciembre de 2006.¡bid.

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Estudios Internacionales 156 (2007) • Universidad de Chile

plazo la región dé muestras de coheren-cia, consistencia y consenso a fin de rea-Hzar re formas que me jo ren sucompetitividad.

Como se señaló en la sección ante-rior, a pesar de las diferencias, existenmayores espacios de convergencia. Haytemas claves, incluidos no solo los sub-sidios agrícolas o pesqueros sino tam-bién el uso de mecanismos antidumping,que solo pueden resolverse multilateral-mente.

Para que sobreviva la Ronda deDoha el desafío consiste ahora en ge-nerar la voluntad política necesaria paraavanzar y moderar las expectativas. Enopinión de Alejandro Jara. «De otromodo, las negociaciones no van a nin-guna parte»39. El trabajo técnico estáhecho; lo que se necesita ahora es deci-sión política y liderazgo departe de lasprincipales potencias del mundo.

Del análisis de los riesgos de un fra-caso se deduce que los estudios pare-cen coincidir en que los costos serán sinduda mayores para los países en desa-rrollo. Si los países de la región no au-mentan sus exportaciones de bienes yservicios, terminarán exportando cada

" 4flvez mas personas4".En América Latina, e! panorama de

la integración se ha transformado másbien en un proceso de desintegraciónregional, como lo revela el relativo im-passe en que se encuentran el Mercosur

y la Comunidad Andina, la suspensiónde las negociaciones del ALCA, la crea-ción del ALBA y las propuestas de inte-gración que contienen claras exclusio-nes. En este escenario, la única subre-gión en que se mantiene el proceso deintegración es Centroamérica.

El hecho de que los países en desa-rrollo, en particular Brasil, hayan aban-donado el enfoque reactivo y adoptadoun criterio activo en las negociacioneses favorable. Según puede apreciarse ennumerosas propuestas y estudios losdelegados de los países de la región hantenido mayor tiempo para analizar suposición negociadora.

Aunque la suspensión de la Rondapodría derivar en un fracaso, podría ge-nerar muchas otras alternativas a la OMC,tales como un foro de negociacionesplurilaterales o una solución intermediay el inicio de una nueva Ronda.

La evolución de la economía deAmérica Latina y el Caribe en 2007 seobserva con cautela, entre otras razo-nes por la incertidumbre acerca del cur-so que ha de seguir la economía inter-nacional. Asimismo, la liberalízacióncomercial es una política más del desa-rrollo la región que exige reformas ta-les como realizar inversiones en desa-rrollo humano y educación, desarrollarla institucionalidad, etc.

Para los expertos, Doha no tendráéxito mientras no se generen los cam-

Jara, Alejandro, «La liberaüzadón del comercio en la Ronda Doha de la OMC», <http://www.amcham.cl>, 7 de septiembre de 2006.Arias, Óscar, «Apertura comercial y desarrollo social en América Latina», ConferenciaMagistral, CEPAL, Chile, 6 de noviembre de 2006.

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LÓPEZ Y MUÑOZ • El sistema multilateral de comercio y la región

bios necesarios para crear una nuevabase de negociación que permita llevar-la a feliz término.

Por de pronto, el 7 de febrero de 2007,Pascal Lamy anunció al Consejo Generalque se habían reanudado las negociacio-

nes en todas las esferas, pero ello no sig-nifica una conclusión exitosa de esta Ron-da. En efecto, la posibilidad de un fraca-so de la Agenda Doha se mantendrá la-

tente mientras la posición de los miem-bros de la OMC no dé muestras de laflexibilidad necesaria al momento de ne-gociar. Así lo revela el Salzburg Retreatdel 16 de febrero del presente año, opor-tunidad en que los principales expertos y

partes involucrados en el tema se reunie-ron a analizar, en el contexto global, losposibles beneficios y costos de un fracasoen las negociaciones.

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