el paraiso perdido

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Diseño gráfico y textos por Francisco Arámburo. Música: The Mission de Ennio Morricone. (Suban el volumen) El Paraíso Perdido Aquel era un mundo rústico y primitivo, es cierto, pero con todo ello fue, y continúa siendo... Sierra de La Giganta al encontrarse con el Mar de Cortés. Foto: F. Arámburo

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Page 1: El  paraiso perdido

Diseño gráfico y textos por Francisco Arámburo.Música: The Mission de

Ennio Morricone.

(Suban el volumen)

“ El Paraíso Perdido ”

Aquel era un mundo rústico y primitivo, es cierto, pero con todo ello fue, y continúa siendo...

Sierra de La Gigantaal encontrarse con el

Mar de Cortés.Foto: F. Arámburo

Page 2: El  paraiso perdido

Nota: Esta presentación ostenta un sesgoun tanto satírico y mordaz. Es cierto.

Es su estilo, no pude evitarlo. Perdonen.

De manera que siéntense a verla, asuman una actitud complaciente y ofrézcanle una amable sonrisa.

¡Así me salió sin querer!

Foto: Serranía centralde Baja California

Page 3: El  paraiso perdido

Estamos en la Edad Paleolítica. Todo es primitivo, prehistórico, rudimentario.

Los hombres son una especie de gorilas peludos que vivende la caza y la recolección, y se guarecen en cavernas.

Su lenguaje se compone derugidos más que de palabras.

Page 4: El  paraiso perdido

Todavía no hay escritura, papiros, cheques, pagarés, páginas de sociales, vitaminas, motocicletas, mofles, carros de sonido, bocinas, telegramas, devaluaciones, tarjetas de crédito, partidos políticos, elecciones, televisores ni ases del futbol.

Foto tomada desde La Cueva Pintada

Page 5: El  paraiso perdido

Aun no se ha legislado sobre los derechos delos trabajadores ni se conocen los líderes sindicales,

las huelgas, las ruidosas protestas, las exaltadas manifestaciones ni los plantones cerrando calles.

Tampoco hay pitos ni flautas, por lo cual Vivaldi es un perfecto desconocido.

¿No es este un verdadero paraíso?

No existen vendedores ambulantes, semáforos, agentes de tránsito ni inspectores de Hacienda.

Page 6: El  paraiso perdido

Un día se descubrirá el arte de pulimentar la piedra y la magia de la

agricultura, y ese descubrimiento dará origen a toda una civilización. Pero aun

faltan muchos siglos para que llegue ese día.

Page 7: El  paraiso perdido

Y no hablemos de los metales, del arado, de la rueda, de las embarcaciones, de los calendarios, de los cosméticos, de los insecticidas, de las computadoras ni de los kleenex, pues son invenciones

totalmente inexistentes.

Repito: este es un mundo lejano, primitivo, rudimentario, prehistórico.

¡Son los albores de la civilización!

Page 8: El  paraiso perdido

Estamos en la Edad Paleolítica, ya lo dijimos, y estos hombres, a

quienes no se les ha ocurrido aun fabricar un cacharro para hervir el agua, ni sembrar una

semilla para cosechar su fruto, ni confeccionar unas toscas

sandalias, cogen sin embargo un trozo de óxido vegetal mezclado con carbón, lo diluyen en grasa

animal, y en el interior de sus guaridas, sobre la roca húmeda,

van pintando “al fresco” sus pinturas maravillosas.

Page 9: El  paraiso perdido

El paisaje agreste es tan inaccesible y abrupto que ofusca los sentidos, pero señala arteramente el borroso

despertar de la humanidad.

Sierras pedregosas, profundos desfiladeros, paredonesincandescentes, barrancos hostiles, interminables veredas,

laberínticas cuevas y desolados panoramas forman en San Borjitas y San Francisquito la lejana prehistoria

de la Baja California.

Page 10: El  paraiso perdido

El lugar es alucinante. El espectáculo es imponente. No hay pintor moderno capaz de trazar con mano tan segura, hoy en día, la silueta primitivista de un ciervo saltando, de un conejo

agazapado, de un pájaro en pleno vuelo con tanta belleza.

Ni siquiera con los medios modernos, las pinturas más finas o las técnicas más sofisticadas.

Page 11: El  paraiso perdido

Todos cuantos ven por primera vez esta muestra increíblede arte prehistórico se quedan desconcertados, absortos

ante la prodigiosa revelación, y muchos no pueden dar crédito a sus ojos.

¿Cómo es posible –se preguntan– que esto se haya hechoen una edad tan bárbara? Pero yo creo que se ha hecho,

precisamente, por lo “bárbaro” de la edad.

¡Es asombroso!

Page 12: El  paraiso perdido

Aquellos hombres no tenían academias, clases de dibujo ni diseño gráfico, pinacotecas, museos ni tradición. No tenían influencias externas, críticas ni reseñas en

suplementos dominicales, y mucho menos unPrograma Nacional para el Desarrollo

de las Culturas Indígenas

El “Arte” como palabra o concepto aun no se conocía.

Page 13: El  paraiso perdido

Aún no se inventaban los estilos pictóricos subjetivos, abstractos, impresionistas, cubistas y demás “técnicas”

distorsionadas a través de una versión artificial y discordante que les ha dado por llamar

“de vanguardia.”

No, nada de eso existía aun.

Page 14: El  paraiso perdido

Ellos no tenían identidad qué perder, sólo qué ganar, y eso les daba una enorme ventaja. Si pintaban así no eran

tan bárbaros. Los bárbaros somos nosotros.

Eran unos artistas natos sin saberlo

Page 15: El  paraiso perdido

¡Dichosa edad la Edad Paleolítica! Era un mundo tranquilo, rústico, natural y silencioso.

Los hombres vagaban, comían raíces y frutas y algo que cazaban; disfrutaban de la naturaleza, pasaban hambre y

frío, es cierto (¿no lo pasan también hoy en día mucha gente en todo el mundo?) pero eran dueños absolutos de todo lo existente y hacían lo puro que les daba la gana.

Definitivamente eran los únicosy absolutos dueños del mundo.

Page 16: El  paraiso perdido

Así es. Vivían en un mundo joven todo lleno de misterios y sorpresas. Cada día era una revelación, y como todoestaba por descubrirse, cada objeto, cada acto, por más pequeño que fuera, constituía un regocijante

suceso, como los niños cuando empiezan a caminar.

En su mundo todo era reciente, fresco, novedoso. Que el fuego, que el maíz, que la palanca, que el anzuelo,

¡valiosísimos y asombrosos prodigios!

Page 17: El  paraiso perdido

Los paleolitas pintaban por el placer puro de reproducir la naturaleza que veían a su alrededor para poder gozarla en toda su

elemental sencillez y su profundo significado.

Page 18: El  paraiso perdido

Pero cabe hacer una reflexión.Aquí vive el recuerdo pero reina el misterio:¿Quiénes eran? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué?

¡Nadie lo sabe!

Page 19: El  paraiso perdido

Desgraciadamente los paleolitas no sabían que eran paleolitas y desconocían su bienestar. Una absurda sed de progreso los llevó al Neolismo, y a medida que comenzaron a cocer el barro y cultivar la

tierra, a criar ganado, a embalsamar los muertos, a construir pirámides y a cruzar océanos, decayó su arte maravilloso.

Desgraciadamente los paleolitas no sabían que eran paleolitas y desconocían su bienestar. Una absurda sed de progreso los llevó al Neolismo, y a medida que comenzaron a cocer el barro y cultivar la

tierra, a criar ganado, a embalsamar los muertos, a construir pirámides y a cruzar océanos, decayó su arte maravilloso.

El mundo fue encogiéndose, secándose, arrugándose,haciéndose hosco y aburrido. Y además se volvió violento,

agresivo, acelerado y ruidoso. Se descubrió el metal y con él las espadas, los fusiles y los cañones, dándoles fuerza, poder y

supremacía a los que los poseían, y esclavitud y muerte a los que carecían de tales “adelantos.”

Page 20: El  paraiso perdido

Se aprendió a hilar el algodón y con él llegaron las incómodas prendas de vestir y las ridículas modas. Surgió una nueva civilización de competencia, tensiones y desalientos.

Se inventaron los pararrayos, las balanzas, las inyecciones, los cigarros, los cuellos almidonados, las odiosas corbatas,

las calculadoras electrónicas, los bancos, el dinero y la bomba atómica.

Y se inició sin remedio la decadencia de la especie.

Page 21: El  paraiso perdido

Efectivamente, cuando el hombre salió de sus cavernas y se puso el casco, se calzó las botas, tomó la espada y cesó de decorar sus cuevas, empezó la cuenta regresiva hacia el desastre.

Page 22: El  paraiso perdido

Ahora, archivado en el abandono, olvidado en la inaccesible serranía, perdido entre las marañas empolvadas, quedó para siempre el lejano pasado, la evidencia de su arte magistral, visible hoy solamente en sus piedras pintadas y en sus grutas decoradas, donde el hombre plasmó su verdadera grandeza.

La ambición fue el estigma de su caída.

Page 23: El  paraiso perdido

Su paso silencioso por el mundo quedó simbolizadocon nostalgia en sus pájaros multicolores, sus ciervos

saltones, sus conejos agazapados y las notables figuras humanas que destacan su presencia en cada escena.

Allí quedó el testimonio borroso, irreal, casi olvidado de

El paraíso perdido.

Una presentación deFrancisco Arámburo Salas

[email protected]

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