el hijo prodigo m. descalzo

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Las tentaciones de Jess

El hijo prdigoSiempre habr una claridad

La palabra que lleg ms lejosPero entre todas destaca la tercera parbola.Ha sido contada a innumerables hombres desde la primera vez y, a menos de tener un corazn de piedra, hijo mo, quin ser capaz de escucharla sin llorar?Es la palabra de Dios que ha llegado ms lejos, hijo mo.Es clebre incluso entre los impos y quizs la nica que permanece clavada en el corazn del impo como un clavo de ternura.Es la sola palabra de Dios que el pecador no ha ahogado en su corazn.(Fragmentos de Charles Peguy)

El hijo

Un hombre tena dos hijosVivan con l, en su casa. En la rutina de levantarse, trabajar, comer, charlar y acostarse.En la casa haba amor, mucho amor.Pero no todos sabemos ver el amor que nos rodea. Y menos en el estallido de la edad juvenil.

El joven aventureroEl hermano pequeo prefiri la aventura de sus sueos a la aparente rutina del amor de su padre.Pidi parte de la herencia. No le corresponda por ley, pero el padre se la dio.

Respeto a la libertadAl padre no le importaban las leyes. Respetaba demasiado la libertad de su hijo y accedi. Pudo resistirse o darle consejos? Le mostr su tristeza? Probablemente no.El Dios del evangelio usa slo la voz de la conciencia.Su respeto a la libertad humana es casi escandaloso.

El espejismoEl muchacho se va en busca de los desconocido. Senta la ebriedad de recorrer el mundo. Con dinero, no le fue difcil encontrar amigos Cunto le respetaban todos, mientras le dur el dinero!

La amarga realidadPero le dur poco, como a todo el que no ha sudado para ganarlo. Se le fue como agua de las manos. Pronto vio que a quien pide se le cierran tantas puertas como se le abren a quien da.Nada saba hacer. Y tuvo que ponerse a trabajar.

Aoranza Pastor de cerdos. Ahora comprende lo que es trabajar a las rdenes de un amo, y un amo cruel. Era tiempo de hambre y comenz a saber lo que dola dar a los animales lo que hubiera querido para l.Una noche, las lgrimas subieron a sus ojos. Comenz a recordar. Y, con los recuerdos, vino su salvacin.

ArrepentimientoEl hijo prdigo es un pecador que desconoca el clculo. Pecaba como se ama, en caliente, no como se odia, en fro.Sigue acordndose de su casa, de su padre, que es bueno y perdonador. Sigue sintindose hijo. Tampoco es muy grande su orgullo cuando le quedan fuerzas para volver.

RegresoEs el hambre que lo mueve, y no el amor o el reconocimiento del error. Pero, por el hambre, la luz entra en su alma: la gracia de Dios es terca y si encuentra cerrada la puerta de la calle, entra por la ventana.Y prepara un discurso melodramtico para que su padre lo reciba como jornalero, ya que no como hijo.An no sabe lo bueno que es su padre.

El padre en la ventana

El padre esperaEl verdadero protagonista de esta parbola es el Padre.El padre ha dejado marchar a su hijo. Ha respetado su libertad. Pero tiene el corazn destrozado. Necesita que regrese el muchacho. Sabe que no es malo. Sabe que volver. Y porque lo sabe, pasa las horas en la ventana, fijos los ojos en el camino por el que parti.

El abrazoEl hijo que parti vestido en sedas llega envuelto en harapos. Nadie le hubiera reconocido. l, s. Y no supo esperar a que el hijo se arrojara a sus pies. Es tan agradable mostrarse ofendido y perdonar luego! Pero este padre no. Sali corriendo aprisa y abraz a su hijo antes de que l pensara en abrazarle. Y le cubri de lgrimas y besos. El arrepentimiento anda a paso lento, pero la misericordia vuela y manda por delante la alegra.

El perdnCon el perdn el hijo recupera la comodidad, el padre recupera el corazn. Y se trata de un perdn verdadero: desbordante, sin explicaciones, sin condiciones ni promesas, restallante de alegra. El padre ni siquiera pregunta por qu ha vuelto el hijo. Lo primero es abrazar. Lo dems, ya se sabr luego o nunca.

El perdnEl muchacho ha preparado un discurso: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, no merezco ser llamado hijoEl padre no puede creer lo que oye, y se pone a gritar a los criados que preparen un banquete y traigan los mejores vestidos, porque este es mi hijo, que haba muerto y ha vuelto a la vida; se haba perdido y ha sido hallado.

El hermano mayor

La silla vacaEl hermano mayor estaba en el campo. Tan lejos de su padre como su hermano. Al regresar oye la msica y llama a un criado: Qu es todo esto? Extrao hijo este, que sabe del dolor de su padre desde que march el otro hermano y no se le ocurre cul puede ser la causa de esta alegra Estando en casa, sabe menos de su padre que el hermano pequeo en el lejano criadero de cerdos.

La santa indignacinSe encoleriza al enterarse. No es justo! La santa justicia sube a sus labios para disimular la sucia envidia.A l tambin le hubiera gustado paladear las alegras de las que ha gozado el pequeo Si todo iba a terminar as, tambin l hubiera elegido las francachelas! As es como el justo envidia al pecador.

La rabia de los justosNo quera entrar. Es la rabieta de los justos. Cmo iba a mezclarse con semejante tipo? Tambin a este sale a buscarlo el padre. Porque l acoge no solo al que viene de lejos, sino al que se niega a entrar.Pero el hermano mayor tiene sus razones: Tantos aos que te sirvo sin jams haber traspasado tus mandatos y nunca me diste un cabrito para hacer una fiesta y al venir este hijo tuyo, que ha consumido su fortuna con meretrices, le matas un becerro cebado.

Alma mezquinaEl discurso del hermano mayor es bien triste: pasa factura a su padre como si estando a su lado le hiciera un favor. Su gran mrito no es haber amado, sino no haber traspasado los mandatos, no haber hecho el mal.No reconoce a su hermano tu hijo, recalca como a tal.Ignora el dolor del hermano, su hambre. No se preocup por ir a buscarle. Habla lleno de envidia y prejuicios.Ni siquiera para pecar tiene coraje.

La fe fariseaDifcilmente poda retratar Jess con mayor viveza la religiosidad de los fariseos. Son los justos que pasan a Dios la factura por sus bondades junto con la acusacin de la maldad de los otros.Pero el padre no se pone nervioso

T ests siempre conmigo

El tercer hijo

En esta parbola echamos de menos un tercer hijo: el que estaba contndola. Cristo, un tercer hermano que sali al camino para buscar por el mundo a los hermanos perdidos y que luego se sinti feliz con ellos al entrar en el banquete de su padre.Nada entendemos del corazn de Dios si pensamos en un corazn de hombre un poco ms grande!nicamente asomndonos a las entraas de Cristo podremos entender algo de este pobre padre que ama y a quien nadie parece amar!

La leccin del padre

Hijo, t ests siempre conmigo. Te parece poco don mi compaa?

No slo un cabrito, sino todo lo mo es tuyoMas era preciso hacer fiesta porque este tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida.

El nico que ama

Entr el hijo mayor despus de estas palabras? Quizs s, porque el evangelista dice que celebraron la fiestaEl padre es el nico que ama, en esta parbola. El hermano menor regresa movido por el hambre. El mayor entra al banquete despus de ruegos y garantas. Es que ningn hombre puede amar desinteresadamente?

Jess del atardecerTextos de J. L. Martn Descalzo,Vida y misterio de Jess de Nazaret.Hay una palabra de Dios que el pecador no arrojar en las zarzas y sobre la que el hombre ha llorado tantas veces. Y es que no necesitis ocuparos de ella y de llevarla a cuestas, porque es ella la que se ocupa de vosotros En verdad esta palabra no tiene miedo ni vergenza, y tan lejos como vaya el hombre, siempre habr una claridad, una llama, un puntito cocido por el dolor: Haba un hombre que tena dos hijos.

Charles Peguy