el enigma del esqueleto azul

27
t ñ á ñ ñ á T ñ ñ ñ ñ ñ ñ ñ ñ ñ ñ ñ ñ x r(l) r)l(r) (r)l (r)l (r)l(r)l(r)l(r) l(r)l(r)l(r)l (l w Er emGMA -\. DEL ESQUELETO !üUL O t'_ 5 '¿:i. ñ F F F F F iv p F F F F F F F F F F tr t ) t(r)lf)|l ,r, f.q,,, |.i,;.f.,,,, f,,,,.1,,.f,¡'7,f.,'7 | q';,f.,,r.1.,

Upload: elojoylanavaja

Post on 20-Jun-2015

2.916 views

Category:

Documents


18 download

DESCRIPTION

Teatro. Autora: Norma Román Calvo.

TRANSCRIPT

Page 1: El enigma del esqueleto azul

á

ñ

ñ

á

ñ

ñ

ñ

ñ

ñ

ñ

ñ

ñ

ñ

ñ

ñx

r(l)r)l(r) (r)l (r)l (r)l(r)l(r)l(r) l(r)l(r)l(r)l (lw

Er emGMA -\.DEL ESQUELETO !üUL

Ot'_

5'¿:i.

ñ

FFFFFivp

FFFFFFFFFFtrt) t(r)lf)|l,r, f.q,,, |.i,;.f.,,,, f,,,,.1,,.f,¡'7,f.,'7 | q';,f.,,r.1.,

Page 2: El enigma del esqueleto azul

Eou.mpoC¡nol-l¡¡¡HÉc-ronYor-¡Nn¡

JurlENez

PensoNaJ¡s

Pmiupn Acro

(ofcina d¿ Eduardo. Escütorio ltuna amplia sah d¿ recibir. Eduardn

¡r*o otguros papeles que Carolina le aa dando. Él es un hombre de 35

años, d.i estauta reguht y conplzxión media, algo guapo puo' ptinci

palmertte, de aspecto formal. Carolina, quien úparenta tener unos 25

años, aa uestiia c0/n0 ttw¿ senetaria conún, pero con algún dealle

cuquetl, corno un gran moñ.0 en elpeh o una uistosafnt' Aunque muer

ia efciencia, esálgo atropellada en sufotma de mouuse 1 de habkt')

Eouanoo Listo. ¿Hay alguna resPuesta sobre los permisos de

importación?

c¡ROr-rN¡ Ya los acepraron, señor. Ahora estamos haciendo la

lista de los químicos que se pedirán a Alemania'

Eouenoo Bien. La revisaré el lunes. Y"' Carolina, yo sé que una

secretaria debe ser discreta, y que usted lo es, pero creo que no

está de más que le pida reserva sobre ese asunto'

C¡nol-tN¡ Solamente el iefe del laboratorio, usted y yo, estdremos

enterados de esa lista. Y puedo asegurarle que por mí' nadie

sabrá nada.

Page 3: El enigma del esqueleto azul

6 @ Norrna Román Caluo

Eou¡Roo No me refiero a los productos químicos, Carolina,sino al otro asunto.

C¡.nor-rN¡, (Creyndo entender.)¡Ah! ¿El de que anda usted malde la cabeza?

Enu¡Roo (lndign.ado.)Yo no ando malde lacabeza.

C¡Roi-rNn Bueno, como tiene usted cita con el sicoanalista.creí. . .

EouaRoo Pues creyó usted mal. El que vayayo con un sicoana-lista, no quiere decir que esté loco.

CnnolrN¡ ¿Loco? Yo no dije loco, ¡Dios me libre! Sólo dije queestá mal delacabeza.

EouaRoo Bueno, viéndolo así... sí estoy algo mal, pero no de lacabeza, sino de la memoria.

ClnoltNa ¿De la memoria? Pero si usted se acuerda de todo: desus citas, de lo que me dicta, de los nombres de...

EouaRoo Lo que tengo olvidado es mi pasado, Carolina.

C¡nor-tNn ¡Ah!, pues ha de haber sido horribl e, paraque quierausted olvidarlo.

Eou¡.noo No ha entendido bien. Lo que quiero es recordarlo.

CnnolrNe ¿Aunque haya sido horrible?

Eou¿noo Es que no sé si fue horrible . (Dudoso.) O sería, ¿y poreso lo olvidé? Usted me confunde, Carolina. Ya no sigamospor ahí.

C¡nolrN¡ Como usted diga, señor.

EpuaRoo El caso es que voy con el psicoanalista para que meayude a recordar mi pasado, sea bueno o sea malo. porque un

El enigma del etqueleto azul @ 7

hombre sin pasado es como... como empezar aleer un libroal que le falten las primeras treinta hojas. ¡No entendería unode lo que trata el libro! En fin, cuando le pedía yo reserva,no me refería a este asunto, sino al otro, al de la carta queencontramos.

CaRor-rNa ¡Ah, la carta! No, no. Quédese tranguilo, señor. ¡Ima-gínese en qué lugar pondriayo a mi jefe! Digo, a mi ex jefe,porque ahora mi jefe es usred, que él ya esrá muerto. y luego,

¡que se enterara su esposa, digo su ex esposa, que era del muertoy ahoraes de usted ¡Ay, qué lios me hago!

Eou¡Roo Pues el caso es que ahora tendrá que enterarse la es-posa. Es decir la ex esposa, que ahora es mía. ivaya, Carolina,ya me enredó usted a mí también! Me refiero a que yolanda

tendrá que saberlo.

C¡nollN¡ ¡Pobre señora! ¡Va a hacer un coraje...! Bueno, aunqueeso fue hace mucho. Pero de todos modos, los celos son loscelos. ¿No cree, usted?

HÉcron (Asomándose) ¿Se puede?

EouaRoo Pasa, pasa, Héctor. (A Carolina.)Eso es todo, gracias.(Carolina sale.)

HÉcron (Entrando.) No podrás quejarte. La una en punto, vier-nes, y tu obediente socio, en vez de largarse a Cuernavaca, estáen tu oficina.¿Qué negocio ran urgente es éste, que no respetalos fines de semana?

(Héaor, como Eduardo, es de estatura regular I de complexión media,pero tiene como diez años menos y uiste de manerA totalmente informal.)

Eou¡.noo Casualmente, los fines de semana tuyos, no son losmíos.

Page 4: El enigma del esqueleto azul

8 @ Norma Ronán Caluo

HÉcron Porque no quieres. Ya te he explicado que la semanainglesa, que es Ia mia, y que toma viernes, sábado y domingode descanso, es más productiva que la otra, que es la tuya.

E¡uanoo (Burlesco.)Será productivapanel acror, como rú, quese va de gira los frnes de semana. ¿Qué obra llevan ahora?

HÉcron El burgués gentilhombre, de Moliere . ¿Quieres ir a verlaa Cuernavaca?

Eou¡noo Me encantaría..., pero no puedo. Mi mujeryahahechoun compromiso para el sábado. La veré cuando la presenten poraquí. Me gusta verte actuar. Como oficinista tienes tus fallas,pero como actor...

HÉcron (Complacidol Como acor soy estupendo. Mira. (Saca unrecorte de periódico 1t lee.)"EI mejor fue Schulz. Muy joven parainterpretar a Edipo, pero sin embargo mostró una garra que nosconmovió. ¡Qué será cuando madure!" Firma: El Fisgón.

Eou¡.noo Muy bien, te felicito; y espero que madures, pero entodo.

HÉcron ¿Qué hice mal esta vez?

Eounnoo No hay queja de ti, Héctor. Es un asunro familiar elque me hizo convocarlos.

HÉcron ¿Convocarnos?

Eou¡roo At iyaYolanda.

HÉcron ¿De qué se rrara?

Eounnoo Espera un poco, lo diré a los dos.

HÉcron (luguatin.)La estás haciendo de suspenso.

Eounnoo (Serio.)Asíes.

El enigma deL esqueleto azul @ 9

Yor¡No,t (Enffando.) No se moleste en anunciarme, Carolina,conozco el camino. Hola, mi amor.

Eouenoo Hola, mi amor.

(Yolanda es de estatura regular, guapa, elegante y cuidadosamentearreglada. Tiene cincuenta años, pero n0 los representa, Pues es unamujer de gran uitalidad, fresca, flexible y súmamente sensual. Llegahasta Eduardo y lo besa apasionadam.ente, clmo si estuuiesen solos.)

HÉcron Si quieren, me voy.

Yot¡No¡. (Displicente.)Ah, ¿estás aquí?

HÉcron Así parece.

Eou¡noo (Cariñoso. Alejándola un p0c0 para uerla mejor.)¿De dón-de vienes?

YomNo¡ ¡Uy, de tantos lados! De la masajista, de la peinadora,

y de la modista. (Coquetísirna, dándose una uueba.)Nuevo ves-tido, nuevo peinado... y nuevo cuerpo. (Voluptuosa, se Acerca

nueuamente a Eduardo.)

HÉcron Por lo visto. no estás interesada en descubrir el mis-ter io.

YomNo¡ ¿Desde cuándo es misterio darnos dinero?

HÉcron Aún no termina el semestre, querida. Es para orra cosaque se nos ha mandado llamar a esta ofrcina.

YomNoR (A Eduardo.)¿Para otra cosa?

Eou¡noo Tengo que darles una noticia bastante desagradablepara los dos. Aunque también para mí lo es.

HÉcron ¡Otra vez estamos en quiebra!

EouRnno No, no. Lasfínanzas están bien,

Page 5: El enigma del esqueleto azul

70 @ Norma Román Calao

YoL¡No¡ Pues entonces, qué es, Eddy. Por favor dilo.

Eou¡noo No es tan fácil. Temo... herirlos.

HÉcron Mira, socio, a mí lo único que me puede herir, es lafaltade lana, ya lo sabes. Así que lánzate con tu parlamento.

(Eduardo ua hacia el anitorio, tzn a una cartd I k nuestra)

Eouenoo Hace unos quince días, buscando unos documentos enel archivo muerto, encontré esta carta que dice: (Saca una bojadel sobre y lee.) "Mi adorado Pichón. Mi marido está enteradode lo nuestro. Ahora quiere matarte. Te matará.ln ha jurado.

¡Ten cuidado! Tu Pichona."

HÉsron. Eso es de melodrama.

YoleNoa ¿Quién es esa cursi?

Eou¡noo Eso es lo que quisiera saber.

Yol-eNoe Tú debes'conocerla. ¿No está dirigida a ti?

Eouenoo No, atu marido.

HÉcron Tú eres su marido.

Eouenoo Quise decir a Ismael, tu ex marido.

Yol¡Noa Es una broma ridícula. ¡Hay tantos Ismaeles! ¿Cómopuedes creer que la cana era para él?

Eou¡.noo F,n un principio, tuve la misma idea, pero luego, leenseñé la carta a Carolina. Como secretaria que fue tambiéndel difunto, podría saber algo. Y sabía...

Yor¡.Noe (Despeaiua.) ¡Qué puede saber ésa!

Eou¡noo Pues me confesó, después de mucha resistencia claro,que había una mujer que hablaba por teléfono a tu "ex". Y queél siempre se despedía lanzando un montón de besos al micró-fono y susurrando amorosamente, "Adiós, Pichoncita".

Elenigma delesqueleto azul @ 11

HÉcron (Malicioso.) ¡Diablos, diablos, diablos!

YolnNo¡, Y cómo puedes creerle tú a esa tonta. Ismael no hu-biera sido capaz de algo tan ridículo ¡Dejarse llamar Pichón!

ilamrís!

HÉcron Todos tenemos nuestrb lado flaco, cuñada. Más si éstaera... (A Eduardo.)¿Cómo dijiste que firmaba? ¿Pechona? (Ríediuertido)

\.\Eou¡nbo Ustedes no entienden todo el alcance )..rr".".".

YomNoa Claro que sí. ¡Pone en ridículo a mi marido!

HÉcron Y nos entera que "te adornaba".

Eouenoo No, no. Véanlo bien. ¡Hay vnaamenaza de muerte!

HÉcron Pues si andaba de tenorio...

Yor-¡Non ¡Él nunca! ¡Nunca!

Eouenoo Solamente miran el lado ridículo de la situación.

HÉcron ¿Cuál otro hay?

Eouenoo El que se haya cumplido laame¡aza. El que lo hayanmatado. (Héctor I Yoknda guardan silencio boquiabiertos)

Eou¡Rno Ahora sl lo ven, ¿verdad?

HÉcron No lo estarás diciendo en serio.

Yomuo¡ Eddy, es terrible pensarlo.

Eou¡nno Pero es lógico. Puede ser que no haya muerto de uninfarto, como se creía, sino que haya sido asesinado.

Yol¡Noe ¡Oh no, qué espanto!

Eou¡,noo Y que haya sido ese marido celoso el que...

Page 6: El enigma del esqueleto azul

'12 @ Norma Román Caluo

HÉcron ¿Pero quién era él? ¿Acaso dan su nombre enla carta?

Eou¡.noo No, pero habría que averiguarlo.

Yor-¡No¿ Querido, eso ya fue hace ranro riempo... Ismael perre-nece al pasado. Él y el pasado esrán muerros. Tú y yo estamosvivos, Eddy; y nos amamos. ¿Por qué traer a nuestro hermosopresente algo que ya se fue?

Eou¡noo Por ética, cariño. Por ética.

HÉcron ¡Vamos, Eduardo! No seas ran rectamenre recro. Al finy al cabo a ti qué te va ni te viene lo que le haya pasado a mihermano.

Eou¡noo A ti no te importa, pero a mí sí.

HÉcron Yo no he dicho que no me importe, sino que qué casotiene desenterrar el pasado. ¿Quién saldría ganando con esoT

Eou¡noo Mi conciencia. Si ha llegado a mi conocimiento unposible delito, es mi obligación hacérselo saber a la justicia;como ya lo hice.

HÉcron ¡Ah chingados!

Yol-nNo¡ Pero con qué derecho.

Eou¡Roo Con el de cualquier ciudadano consciente de sudeber.

YouNo¡. ¿Y quién lo sabe? ¡¿Quién?! ¡Esto va a ser motivo dechismes! De por sí, ya lo sabe esa ronta de Carolina. Habrá queexigirle...

Eou¡Roo Despreocúpate, querida, ella guardará silencio. Ya loha prometido. Por lo demás, solamente lo he informado a uninvestigador.

El enigma del esqueleto azul @ 13

YoutNoR Hiciste mal, Eduardo.

HÉcron ¿Y qué dijo?

Eou¡,noo Que iba a investigar..' Y justamente hoy viene a darme

su informe. Por eso les pedí que vinieran.

Yol-aNo¡ ¡Siempre con tu maldita manía de estar hurgando en

el pasado! Si tienes un presente , igózalol

HncroR .Yolanda, no seas tan cruel. El tiene derechb a investigar

su pasado, puesto que es amnésico'

Yot¡NoR Pues así entró en mi vida, amnésico; y así lo acepté. Lo

que haya sido antes, no me interesa. (A Eduardo')Y no tiene que

procuparte, porque yo así te quiero. (Acariciándolo sensualmente')

Anda, di que me amas plenamente.

Eou¡noo (lmitándola.)Te amo plenamente..- (lnsistente.,) pero

también tengo que averiguar'..

YomNon (Motesta.)Todo el tiempo tratas de averiguar tu pasado'

¿No te basta perder tanto tiemPo en eso? ¡Y ahora Io quieres

perder con el pasado de otro, de Ismael! (Acercándose cariñosa')

Disfrutemos la vida, Eduardo, y olvida lo demás.

EouaRoo (Conuencido.) Creo que tienes razón,mi amor. (La besa

apasionado, pero luego la recbaza cariñoso)Pero no... no puedo'

Hay un posible crime n y tengo que averiguar...

Yor-¡No¡. ¡Pero qué necio!

HÉcron ¡Sí, qué necio!

C¡nouN¡ (Entrando.) Señor, y^ estáahí el inspectorJiménez'

EnuRnoo Hágalo pasar, Carolina. Ah, y venga usted también.

YouNo¡ Ella, ¿para qué?

Page 7: El enigma del esqueleto azul

14 @ Norma Román Caluo

Eou¡noo Tomará nota de lo que informe el señorJiménez.

C¡nol-lN¡ Sí, señor. (Sale. Se hace un silencio tensll expectante. Enffa

nueuamente Carolina, seguida deJiménez. )

JItvtÉNrz Buenas tardes, señor Rey.

Enu¡loo (Presentando./ El inspectorJiménez.

Jrrr,tÉNez (Presentándorr./ Investigador criminalista. A sus ór-denes.

Eou¿nno La señora Rey, mi esposa. Y mi socio Héctor Schulz.Tome asiento, por favor.

JtveNez Gracias. (iménez se sienta y los demás se acomodan aquí 1tall.á. Carolina abre un bloc de taquigrafía y se dispone a anotar.)

Eounnoo Mi esposa y mi socio ya están enterados del descu-brimiento de la carta. Ahora estamos ansiosos por conoce r suinforme. ¿Qué ha averigüado usted?

JrnaÉNez Algunas cosas interesantes.

Enu¡noo ¿Fue usted a Monterrey?

Jttr,tÉNez No tuve necesidad. Los medios de comunicación sonahora tan eficientes, que bastó un e-mail, perdón, más correcto:un correo electrónico a uno de mis colegas, para que pusiera enmovimiento todo un proceso de investigación. Por el sistemacomputarizado se localizó al médico que extendió el certifica-do de defunción y el hombre confrrmó su diagnóstico: "Paro

cardíaco".

HÉcron (Con un suspiro de aliuio.)¡Aaah!

YomNo¡, (Segura.)Exactamente eso fue.

JIveNrz Pero, desde luego, que no nos conformamos con eso.

El enigma del esqueleto azul @ 15

HÉcron ¿No?

JrvÉuez Desde luego que no. La policía, como usted sabe , siem-

pre ve más allá.

C,qRouNn ¿Y qué hicieron, inspector? (AI uer que se metió a pre-

guntar algo que n0 le incumbe. Apenada.)Perdón...

JrrraÉNnz Pues se exhumó el cadáver.

CRnor-rNR (lndignada.)Pero, para eso, necesitaba usied el permiso

de los familiares. Eso le oí decir a mi papá, que fue abogado.

JIveNrz (Algo pedante) En un momento de urgencia, la policía

puede tomar decisiones ex legis, señorita.

C¡nouN¡ (lngenua.)¿Ah, sí? No lo sabía.

JIrurÉNez Además, yo ya contaba con la orden del señor Rey.

"Averígüelo todo" me dijo. ¿No es verdad?

EouRRoo Así es. ¿Y qué encontraron, inspector?

Jrr',rÉNrz Después de tres años, no mucho. Bueno, primero hubo

que romper la caja, que era de buen metal; y luego, adentro,

pues encontramos un cadáver putrefacto.

YomNp¡ (Tapándose las narices.)¡Qué horror!

JtvÉr.rrz Según el forense, con esos pedazos de carne verde, cu-

bierta de gusanos no podía hacerse ningún análisis decente .

C¡.noltNa ¡Ay, don Ismael agusanado!

Yor-¡No¡, ¡Ay,yo me siento mal!

C¡,Rol-tN¡. (Asqueada también, perl intentando ser ofciosa.) Venga,

venga señora. Vamos al baño. (La acompaña. Se bace un silencio

y luego escucbamos que Yolanda uuelue el estómago.)

Page 8: El enigma del esqueleto azul

76 @ Norna Román Caluo

Jlr'aÉNez Las mujeres son seres muy impresionables. (A Héctor.)

¿No le parece a usted así, señor Schulz?

HÉcron (Con lamanl en laboca.)¡Humjú!¡Humjú! (Altiempl qu€se leuanta y cone al baño cruzándose con las mujeres que regresan.)

JrnÉNrz (A Eduardo.) Me parece que usted es aquí el único deestómago fuerte, señor Rey.

Enu¡.Roo Parece que sí, aunque su descripción ha sido bastantedesagradable.

JrunNez A usted, que conoció al difunto, ¿no le asquea pensarloasí, descompuesto en el fondo de la fosa?

Eouanno Yo no lo conocí.

JlvÉNrz ¿Ah, no? Me parecía haber entendido... (Al uer a todos deregreso.)¿Ya están todos mejor? (Ello: asienten débilmente.) Mealegro. Entonces puedo conrinuar.

YolRNo¡. ¿Todavía hay más descripciones?

HÉcron Dijo usted que ya era imposible hacer nada.

JrrulÉNrz Quedaban los huesos, señor. Elesqueleto.

C¡nor-rN¡ (Aterrorizada.) ¡El esqueleto!

JIUÉrvez Y estaba azul.

Tooos (Asombrados.) i¿Azul?l

JltrlÉNez Y eso, como ustedes saben, no es común. Los esqueletosson blancos, no azules.

EnuaRno Y eso ¿qué significa, inspector?

JrrraÉNez No sabemos. Nadie lo sabe hasta ahora, pero es exrraño,

¿no les parece?

El enigma del esqueleto azul @ 17

CnnortN¡. (Tímida.)Podría alguien..' ¿haberlo pintado..'? La gen-

te pintarrajea todo... las paredes..., las bardas..., los postes.'.

Eou¡nno Pero Carolina, ¡cómo se le ocurre..'!¿Quién vaaabtir

una fosa y desente rrar un muerto para únicamente pintarrajear

su esqueleto?

CnnoltNe Pues yo no sé... nunca faltan ociosos...

YomNo,q. Carolina, no diga estupideces.

C,qnortN¡ (Humilde.)Perdón.

Yol-¡NoR SeñorJiménez, yo opino que no tiene caso seguir ins-

peccionando los restos de mi marido; digo, de mi ex marido'

Toda esta investigación me parece absurda. Lo que está muerto,

debe permanecer muerto.'. y enterrado.

HÉcron Así es. Sobre el muerto, las coronas.

JrrulÉNnz ¿No desea usted saber la verdad?

HÉcron La verdad está muy clara. A mi hermano, estando en el

bar de su hotel, le dio un infarto' Y todo lo demás son fuma-

das. Mi hermano era un hombre serio, incapaz de ponerle los

cuernos a mi cuñada.

Yol-¡Noa Así es, sí. Olvide usted todo, por favor. Le pagaremos

bien. Quiero decir, le pagaremos por las molestias que se ha

tomado. Eduardo, hazle un cheque Por una buena cantidad'

JrvÉNez El médico legista, mandó analizar los huesos. Aver qué

encontramos. Y seguramente habrá algo. Los laboratorios de

investigación, se manejan ahora por sistemas computarizados,

y con ello se logran resultados sorprendentes.

YomNoa (A Eduardo, por el cheque./ ¿Q"é espe ras, mi amor?

Eou,tRoo Esperaré el resultado de ese análisis.

Page 9: El enigma del esqueleto azul

18 @ Nonna Román Caluo

Yor-aNo¡ Está bien. Si insistes, te hago responsable de todo. S,de veras hubo un engaño me vas a poner en ridículo. ¡Y eso note lo perdonaré jamás!

Eou¡noo (Condescendiente.) Queida, no seas niña.

YomNo¡ Te lo advie rto, Eduardo. Puedes pe rder todo, por esamanía tuya de investigar. ¡Te lo advierto!

Eou¡Roo Me arriesgo a ello, Querida. (A Jiménez.) Siga ustedcon la investigación, inspectorJiménez. Si hay un asesino, serácastigado, ¿verdad?

JrvrÉNez Será castigado, si lo enconrramos, porque ello será objetode otra pesquisa.

Eou¡noo Pues iníciela usted lo más pronro que se pueda.

JtlteNaz Entonces, si está usted de acuerdo, la iniciaré ahoramismo; y aquí.

HÉcron ¿Aquí? ¿Por qué no va usted mejor a Monterrey, que esdonde seguramente vive el cornudo ese?

JtueNez Patalocalizarlo, necesito que ustedes me den algunosdatos. Espero que no se opongan a ello. Sería obstaculizar elcamino de la justicia.

Yot-¡.Nn¡ Ya Eduardo tomó la decisión. Haga usted las pregunrasque quiera.

Ju,aÉNez En primer lugar, ¿qué hacía el señor Schulz en Mon-terrey?

Yol-¡.NoR Negocios, seguramente. Teníamos una sucursal allá.

C¡Rol-lN,t Que ya no existe. Desapareció.

JuraÉNrz Pero habría un responsable. Denme su nombre.

El enigrna del etqueLeto azuL @ 1,9

Eouenoo Con la muerte de mi antecesor, los negocios se vinieron

abajo.Tanto los gerentes de Guadalajara, como de Monterrey,

trabajan ahora en otros lugares. Carolina, ¿usted que los cono-

ció, y sabe sus nombres, podría localizarlos?

C¡nollNR Si me dan un tiempo, tataré.

JtulNrz Señorita Carolina, según sé, usted también fue secretaria

deldi funto.

C¡.noliN¡. Sí, señor, así es.

JtunNez Y... la mujer esa, que escribió la carta, ¿La conocía

usted?

C¡lor-rN¡ No, señor. Nunca tuve el gusto. Perdón. Sólo conocí

su voz. Le hablaba muy seguido a mi jefe. ¡Quién iba a pensar

que tenía un marido tan celoso! Estoy segura que ese malvado

hombre fue el que le disparó.

HÉcron Hay algo que aclarar, querida, mi hermano, supuesta-

mente murió de infarto, no de tiros.

CRRor-tN¡ ¡Ay, es verdad! ¡Qué tonta soy!

Jtrr,tÉNrz (A Yolanda.) Usted, ¿no sospechaba...?

YolRNon Paranada, inspector. Ismael era un hombre muy conés,

muy cariñoso. Además, era un hombre ... ardiente.

C,q.Ror-rN¡ Sí. eso sí.

You.No¡ ¿Cómo?

C¡nol-lN¡ Que era cortés y cariñoso. Se acordaba siempre de mi

cumpleaños.

HÉcron Y del mío. Nada menos, este reloj, fue su último re-

galo.

Page 10: El enigma del esqueleto azul

20 # Norma Román Caluo

JturÉNez Tendrán usredes que darme los nombres de las amistadesdel señor Schulz en Monterrey.

HÉcron Yo nunca he ido a Monterrey, y por lo tanto no rengoni idea.

Yor-aNoa Yo lo acompañé algunas veces, pero siempre iba enplan de negocios. No hacíamos vida social. Aunque sí... conalguien nos veíamos... con Gerardo Gana. Tú debes tener ladirección, querido. También es tu amigo.

Eoutnno Sí. Busque usted en el directorio, Carolina. (Carolinaua al escritorio, busca la direccitin. La escribe en una tarjeta y se lada aJiménez.)

JruÉNaz (A Eduardo.)¿Va ustcd seguido a Monterrey?

Eou¡.noo Ahora no voy nunca, pero viví allá.

JtnaeNez ¡Ajá!, es usted regiomonrano.

Eou¡nno (Algo dudoso.) Sí..., no... de cierta mane ra... podría de-cirse que sí... (Resueho) Considéreme de allá.

Yol-RNo¡, Inspector, mi marido no sabe dónde nació.

JttvtlNez ¡Ah!¿Es usted un expósito?

Eou¡nno No, un amnésico. He perdido la memoria y no séquién soy.

CRnol-lN¡ Pero cómo que no: el señor Eduardo Rey, esposo dela señora y director de los laborarorios Schulz. Todo el mundolo sabe.

Yot-¡.Nnn (Molesta.)Yo no sé si es usted tonra, o qué...

Enu¡Roo Hace cuatro años, aparecí tirado en un lore baldío en Iaciudad de Monterrey. Cerca de lacasadel señor Garza.No recor-

El enigma del esqueleto azul @ 21

dabayo quién era, ni de dónde venía, ni nada...Y así sigo hasta lafecha. No sé si soy de Monterrey, o de dónde demonios soy.

JruÉNez Pero debieron boletinarlo. Buscar su identificación.Ahora, con los sistemas computarizados, es tan fácil.

Enu¡,noo Lo hicieron, inspector. Garzagasró basrante dineroen ello. Mi retrato circuló por todos lados, pero nunca hubouna respuesta. Al parecer no tenía familia que me reclamarani amigos que me reconocieran.Trabajé primero en la casade Garza, como mozo, pero luego descubrimos que tenía yoconocimientos de administración, pues eso, alparecet,no lo heolvidado; como no he olvidado moverme y hablar. Solamenteno puedo recordar quién soy.

JlvrÉNnz Sin embargo, usted ahora es alguien.

Eou¡.Roo Un hombre no puede permanecer eternamente enel limbo. Después de un año de infructuosas búsquedas, fuiante un notario. Este me dio una nueva identidad. Garza mesugirió el nombre de Eduardo y yo escogí el apellido Rey, porMonterrey.

C¡nol-lN¡ ¡Qué emocionante! ¡Hasta parece cuento!

JItrlÉNez Entonces, debió usted haber conocido al occiso, puestoque ambos eran amigos del señor Garza.

Eou¡.noo No, no, nunca lo conocí. Ya se lo dije.

JtueNaz Alguna relación hay en el hecho de que usted esté aquí,en el lugar del muerto.

HÉcron Es pura casualidad, inspector. Cuando mi hermanoIsmael murió, el negocio se vino abajo, porque ni ella ni yodábamos una. Fue entonces cuando Gerardo Gana mandó aEduardo para sacarnos del hoyo.

Page 11: El enigma del esqueleto azul

22 ffi Nonta Román Caluo

C¡noltN.q Y el señor Rey salvó el negocio, y luego se casó con la

señora Yolanda.

HÉcron Sí, y todos estábamos muy felices, hasta que apareció la

rnaldita c rta,y eI esqueleto se puso azul.

C¡nol,tN¡. (Meditatiua.)A veces nos ponemos verdes de envidia...,

pero ¡Azules...! ¿No pudo habe rse puesto azul de frío?

JtveNez Lo más probable es que haya sido a causa de un veneno,

y no de los más usuales.

Yol¡No¡. ¡Qué hombre tan cobarde! ¿Por qué no se enfrentó a

Ismael canaacara?

Hrcr-on Sí, como los hombres, ¡a golpes!

Jltr,tÉNnz Ustedes están suponiendo que sólo ese hombre tenía

motivos para desear la muerte del occiso, pero hay otras per-

sonas que también hubieran podido desearla.

C¡not.rN¡. ¿Quiénes...?

JruuNcz Los beneficiados por su mue rte; los herederos.

HecroR ¡Cómo! ¿Usted insinúa que nosotros?

Yot.¡.tso¡ ¡Nosotros lo amábamos!

Eou¡lr.¡o Está usted desvirtuando la investigación, inspector. Es

en Monterrey donde dcbe buscar al culpable.

JrHaÉNr:z Lo siento, señor. La policía no puede basar su pesquisa en

r-rn sólo sospechoso. Vuelvo a repetir; son también sospechosas

aquellas personas que salen ganando con la desaparición de la

víctima. Por lo pronto usted, la señora y eljoven. (A Carolina.)I)e ustcd no sé nada todavía. ¿Lo odiaba?

C¡nor.rN¡ No, no. Yo lo quería.

El enigrntt del etqueleto azuL @ 23

.f rurÉNez Son muchos los casos en que la secretaria odia al jefe.

Frecuentemente son unos tiranos egoístas.

( l¡.nolrNn Bueno, todos los jefes son mandones, pero no por eso...

(Orgulbsa.)¡Yo fui una buena secretaria! Y él estaba satisfecho

conm i go. M uy se gui damente decía ( I m it ánd o h. ) " U sted tr abáie-

me bien, Carola, que tendrá su buena recompensa". Yo pensaba

que me ibaadejar algo en su testamento, pero no. No me dejó

nada. Como ve , no tenía yo ningún motivo para matarlo . (Ante

la mirada sospechosa de todos. Dudosa.)¿O sí...? ¡Ay, Dios!

.f rH,tÉNrz. Como ven, los motivos que tienen los sospechosos, por

ocultos que estén, pueden salir a flote , como aceite en el agua.

Y yo voy a hacerlos flotar.

Ilru¡Roo Pero usted no puede culparnos a todos. ¡Y menos a

mí!

JIrvtÉNez Culparlos, no. Sólo los considero posibles homicidas, y

a usted, desde luego.

llou¿noo ¿Por qué? Ya le dije que yo ni lo conocí. Por qué tendría

que desear su muerte.

JruÉNez Por venganza. Puede ser usted ese marido celoso. Y tan

vengativo, que después de matar al ofensor viene a la capital

y se apropia, no sólo de la fortuna, sino también de la mujer

delocciso.

Er;unRno ¡Pero qué imaginación tiene usted, inspector!

JtHraNaz Así es. La imaginación de un investigador debe ser tan

exuberante como la de un escritor. Debe uno idear todas las

posibilidades, aún las más descabelladas.

HÉcron Descabelladas y crueles. Mire en qué estado ha dejado

a mi socio.

Page 12: El enigma del esqueleto azul

r-"

i

24 6 Norma Román Caluo

JnteNaz Pero, bueno, eso es una suposición nada más. Tendría-mos que comprobarla. Y usted, señor Héctor, ¿por qué es sociode la frrma? ¿Invirtió dinero en ella? ¿Fue socio fundador?

HÉcron (Confuso.)No, no. Heredé. Heredé de mi hermano.

JIveNez ¡Ah, se convirtió en socio por legado! No entiendo bieneso. ¿Quiere decir que al morir su hermano, usted enriqueció?Pero usted, ya era rico, ¿verdad?

HÉcron No. Yo vivía entonces de Io que mi hermano buena-mente me daba.

JlveNez Ah, lo mantenía. ¿A su edad?

HÉcron Yo tengo una carrera, pero no daparavivir. Soy artista.

JtvtÉuez ¿Pinror?

HÉcron No, acror. Usted sabe, elmedio es difícil, e Ismael meayudaba a sobrevivir.

Jttr,tÉNaz Y ahora, ha dejado usted su profesión...

HÉcron Actúo en mis ratos libres, porque ahora, soy parte de laadministración.

JIruÉNez Es decir que sigue siendo actor, pero sin problemaseconómicos. Interesante...

HÉcron (Molesto.)Tómelo usted como quiera.

Eou¡tno Héctor cumple con su trabajo; cuida sus propios inte-reses. Por otro lado, es muy buen actor. Tan amante del teatroque hasta a mí me ha involucrado.

JIvnNez ¿También actúa usted?

Eouanoo No. Soy público aficionado.

JtvÉNez Y la señora, ¿también es aficionada?

El enigma del esqueleto azul Q 25

YouNor ¡Dios me libre!No, yo prefiero los sociales.

JuraÉNez ¿Podría explicarse mejor?

Yor¡No¡. Los desfiles de modas,labuala,las amigas...

HÉcron Los masajes, el chismorreo...

Jrr'rÉNez (A Héaor.)Señor Schulz, ¿cuáles fueron sus movimientos

el díadiez de julio de hace tres años?

HÉcron 'Estuve todo el día viendo una filmación. Desde las seis

de la mañana, hasta las once de la noche.

JirraÉNrz ¿Tanto tiempo?

HÉcron Las filmaciones son colgadísimas. A veces terminan

hasta la madrugada.

Jrr'aÉNrz Tendrá usted testigos que lo confirmen. Amigos con

los que estuvo.

HÉcron Estuve solo.

Eou¡noo Alguna persona podrá confirmar que te vio.

HÉcron No creo. Todo el mundo está ahí en lo suyo.

JttrrÉNez Su coartada es débil.

HÉcron Pues es la única que tengo. Y no sé por qué debiera te-

nerla. Si hay bases para acusarme, dígalo, y si no, con un carajo,

déjeme enpaz.

JrrraÉNnz Otra pregunta, y lo dejo en paz. ¿Ya usted frecuente-

mente a ver filmaciones?

HÉcron Esa ha sido la unicavez. Estaba yo pensando en la po-

sibilidad de hacer una película. Y quería ver cómo se hacía. Es

más complicado que hacer teatro. ¿Satisfecho?

Page 13: El enigma del esqueleto azul

26 @ Norma Román Caluo

Jrueunz En parte. Algo más...

HÉcron Diga.

JruÉNez Tenía usted entonces, ¿acceso a los productos químicosdel laboratorio?

HÉcron Nunca lo he tenido. Y ni siquiera distingo el alcoholdel éter.

Jrr'aÉNrz (A Yolanda-)Señora, cuénteme algo de las relacionesentre su esposo y usted.

Yor¡No,t Pues llegó Eduardo a hacerse cargo de la empresa, yaunque yo estaba recién viuda, y con una pena enorme, su pre-sencia me cautivó. Fue un verdadero flechazo.Amor a primeravista, como dicen. Hubo una atracción fonísima, algo así comosi nos hubiésemos amado de siempre. Era el destino, creo yo.

Jrr'aÉNez Perdón, no preguntaba sobre su actual marido, sinosobre el anterior.

Yolnxon ¡Ah, de Ismael! Pues déjeme recordar. Fue hace tan-to tiempo. Yo entonces era una adolescente. Ismael, también.Nos gustamos. Nos gustamos mucho. Laatracciónfue terrible.El era ardoroso... y yo... pues todavía lo soy. ¡Imagínese! Noteníamos dinero, pero aún así, decidimos casarnos. Así, comolocos...Y vinieron los tiempos malos. Las congojas... No qui-siera hablar de eso.

HÉcron Fue cuando nació el bebé.

YomNo¡. ¿De qué estás hablando?

HÉcron Del bebé que tuvieron tú y mi hermano.

Yor-nNon Es verdad. Ya lo había olvidado. (Reminiscente.)Fue

hace tanto tiempo... (Decidida de pronto.) Desgraciadamenre,murió.

El enigma del esqueleto azul @ 27

HÉcron Ismael me dijo que vivió, y que lo regalaron a un"'

You,NnR (Agraiua)¡Dije que murió! (Terminante'l ¡Murió; está

muerto! Y no quiero hablar más de eso' No tiene nada que ver

con la muerte de Ismael. Un bebé no puede ser sospechoso de

asesinato.

HÉcron ¿Bebé? Si según Ismael, ese niño nació antes que yo'

Si viviera, tendría treinta y tantos' Sería como de la edad de

Eduardo.

Enu¡noo (Sorprendido.) ¿De mi edad?

yor¡NoR (casi histérical ¡No quiero hablar de eso! ¡No quiero!

(S ilencio acusador.) ¡No hablaré!

JüraÉNez Siento mucho obligarla a tocar recuerdos dolorosos. pero

tendrá que hacerlo. Cuénteme más de ese bebé'

Enu¡noo Habla,Yolanda.

Yor-RNo¡. (Con difcuttad.) Ismael y yo teníamos ambiciones,

proyectos. Le ofrecieron un puesto de viajante' Tendría que

recorrer la República vendiendo productos médicos. Era una

gran oportunidad para é1. Y yo no quise separármele' No podía

vivir sin é1, sin sus besos, sin su cuerpo. Así que mandé al niño

a un hospicio.

Eouenoo (Seuero.)Un hijo... cómo pudiste"'

Yor-¡.Non (Fría)Estoy segura que ahí lo cuidaron mejor que

yo.

Eou¡Roo ¿Mejor que una madre...?

JnuÉNez ¿Recuerda usted el nombre del hospicio?

Yor¡No¡ Algo así como... "El ángel... no sé qué"'" Pero le ad-

vierto que no quiero saber nada de é1.

lrl/

Page 14: El enigma del esqueleto azul

T

28 @ Norma Román Calao

Eou¡.Roo No te cteíatan cruel y egoísta.

YolaNo¡ Fueron las circunstancias; el destino... Compréndelo.

E¡u¡noo Ciertamente que todos somos juguetes del destino,pero también lo forjamos con nuestros acos.

Yol-¡Non Pues esos fueron mis actos.

(Suena el telefono. Carolina contesta.)

CenouNe ¿Bueno?...I¿boratorios Schulz... Sí aquí esrá. Un mo-mento. (Al inspeaor.) Es para usted. (liménez ua al teléfono.)

JtuÉNez ¿Bueno? Sí... sí. (Saca su libreta de notar 1t apunta algo.)Está bien, voy inmediaramente para alli. (Cuelga) Tengo queir a la oficina. Uno de mis ayudantes dice que hay datos nuevosen la investigación. Parece que ya se ha descubierto la clase deveneno. Además, el cantinero ha proporcionado cierta infor-mación. Media hora antes de que el individuo cayeramuerro,lo vio discutiendo con alguien. Dio las señas. (Leyndo.) lJnostreinta años, complexión media. No nos da mucho. Pudierese r cualquiera. (Los hombrcs se uen ! nntamos que las señas podríancorresponder a los dos.) Podría ser también una mujer. (Aborason ellas quienes se obsentan. Su señas son simihres a ks destitas.)(Indiferente.)No nos da mucho. Con permiso. (Sah.)Los cuatrosospechosos quedan viéndose unos a otros con gran preocu-pación.

FrN per- PRTMERACTo

El enigma dtl etqueleto azul @ 29

SecuNno ACTo

Pn¡upn cuADRo

(Mismo lugar que el primer acto.

Yoknday Héctor se pasean innanquilos.Eduardo sernisentado sobre el escritorio, permanece ensimismado.)

YouNo,l Todavía no puedo creer que haya existido esa mujer

l.¿nfea.

HÉcron ¿Fea? (Acusador.)Entonces, tú Ia conociste .

Yor¡Noa ¡Claro que no! Pero una mujer a la que le dicen Pecho-

na tiene que ser contrahecha y fea. (A Eduardo.)¿Cómo dices

que se llama esa mujer?

EoueRoo ¿Mujer? ¿Cuál mujer?

YoI-aNo¡ ¿De cuál estamos hablando? La Pechona ésa, de Is-mael.

Eou¡-noo ¡Ah, esa! (Consulta un papel.)Delia Cano.

Hecron ¿Y el marido?

EounRoo ¿Cuál marido?

Yor¡No,{ Pues del que estamos hablando. ¿Qué te pasa, Eduardo?

Eou¡noo ¿A mí?

HÉcron Sí, a ti. Estás como ido.

EouaRoo ¿Cómo que ido...?

HÉcron Te volviste más amnésico.

Eou,c.Roo No digas tonterías.

Yor-aNo¡ ¿Cómo se llamael marido?

/

Page 15: El enigma del esqueleto azul

30 O Norma Román Caluo

Eou¡noo (Initado.) ¿El marido de quién?

Yor-,cNoA, (Faxidiada.) Hoy estás imposible.

HÉcron (Tomando la hoja de papel de manos de Eduardo. Lee.)Sellama Raúl Cano; es ingeniero; y no fue el asesino.

YoraNon ¿Qué?

HÉcron Eso dice el informe.

Yor¡Noe Pero en qué se basa el inspector, paraafitmarcon tantaseguridad que no fue é1.

Hncron Según nos contó Jiménez, a Eduardo y a mí,la parejahabía partido a Roma una semana antes de la muerte de mihermano.

Yol-nNoe ¿Una semana? Pues al hombre le pudo haber dadotiempo de regresar, matar a Ismael, y volverse a ir.

HÉcron Exacamente eso dije yo, pero él encabezaba un grupode católicos que tenían una audiencia con el papa, justo el día10 de jul io.

Yol-¡.NoR ¿Y cómo fue que enconrraron alapareja?

Eou,tnoo Pues, investigando en los hoteles, encontraron a unborones, que era novio de la peinadora de la Cano. Él dl;o quedesde hacía tiempo conocía a la mujer y que, cuando lahabíavisto entrar varias veces a la habitación de tu marido, lo comen-tó con su novia; y se rieron mucho.

YouNo¡ No encuenrro el chiste.

HÉcron Pues porque la infiel, era presidente de las purísimashijas de María. (Ríe diuertido.)

Yor-¡Noe ¡Beata hipócrita! ¿Oíste eso, Eduardo?

El enigma del esqucleto azul @ 37

Eou¡Roo (Lúgubre) Sí. Si él es inocente, ya sólo quedamos no-

sotros.

HÉcron Y alvezese hijo. (corrigiéndose al uer el disgusto de Yolan-

da.)Sies que vive , claro.

YomNo¡ (A Eduardo.)Y por qué te cuentas tú' Lo que dijo el

inspector, sobre aquello de que podías ser el marido celoso,

fueron sólo palabras.

Eou,tnoo Yo fui al banco ese día.

HEcron ¡Híjole! ¿Ya te regresó la memoria?

Eou¡Roo No, pero Garzamostró documentos donde están mi

firma y la fecha.

YolaNoR Y eso qué...

Eou¡.noo El banco esrá cerca del bar donde murió tu marido. Yo

pude ir por ahí, discutir con él; y asesinarlo'

HÉcron ¿Qué razones tendrías tú para matarlo? Bueno' de te-

nerlas, es claro que no te acordarías.

Eou¡npo Eso justamente es lo que me preocuPa. ¿Acaso lo habré

conocido antes."?

YoLrNo,c También puede ser sospechosa esa mosquita muerta

de Carolina. ¿Y si la interrogamos? Llámala, Eduardo'

Eounnoo No está.

HÉcron Fue al laboratorio, para hacer una lista de nuestros qui-

micos. El inspector quiere ver si encuentra entre ellos el famoso

veneno.

Yol-¡No¡ ¡Qué tontería! Nuestros productos son Para curar' no

pafamatar.

Page 16: El enigma del esqueleto azul

32 @ Norma Román Caluo

HÉcron Pues según el informe, parece que este es una substanciaque en pequeñas dosis, tiene efectos curativos, pero en canti-dades mayores, causa la muerte. La víctima, aparentemente,muere de un paro cardíaco, pero, como cosa curiosa, tiñe loshuesos de azul. Y sólo lo descubres cuando se te ocurre andarrevisando fosas, como Hamlet. (Aparentando tener en sus manosuna cakuera, actúa) "To be or not to be, that is the question".(Sorprendido de pronto.) ¡Oh, esta calavera está azul! (Ríe diuer-tido.) ¡Ah, qué chingón era Shakespeare! ¡Cómo me gustaríahacer Hamlet!

Yor¡No¡ ¡Irresponsable! Sospechan de ti, y mienrras, tú estáspensando en babosadas.

HÉcron En primer lugar, representar a Shakespeare no es nin-guna babosada, querida; y en segundo, yo no tengo nada quetemer. Y por cierro, ¿dónde estabas ú el día del crimen? (Imi-tando aJiménez.) ¿Cuílesfrreron sus movimientos? ¿Puede com-probarlos? ¿Tiene usted una coartada?

YouNo¡ (Indignada )¡Idiota!

Eou¡noo Porfavor, no peleen.

Yor¡Noe (DeEués de un tenso silencio, a Eduardo.) ¿A qué hora dijoese hombre que vendría?

Eou¡noo (Que ha quedado nueuamente ensimismadol ¿Qué hom-bre?

Yor¡Noa (Disgu*ada.)¿Otra vez? Qué hombre va a ser, ¡el ins-pector! ¿A qué hora dijo que vendría?

EouaRoo ¡Ah! En una hora más o menos.

YomNo¡ (Yendo hacia la salida.)Me da tiempo de ir con la mo-dista. (Sr cruza czn Carolina, que entra.)

El enigma del csqueleto azul @ 33

C¡nol-lN¡ Buenas tardes. (Yolanda sale sin responderleJ ¿Está eno-

jada conmigo la señora?

HÉcron (Jugando.)¿La señora? ¿Cuál señora?

CnRor-tN¡ (Confundidal La señora Yolanda.

Eournoo No es con usted el enojo, Carolina. ¿Es ésa la lista?

C,rRor-lN,t Sí, señor.

Eou¡noó Déjela en el escritorio. Se la daremos más tarde al

inspector.

CanouN¡ Señor, ya llegó el arquitecto; y está allá abajo espe-

rándolo.

EouaRoo ¿Y qué quiere?

C¡noltN¡ Lo citó usted para hoy.

HÉcron Dijiste que querías ampliar el edificio de los laboratorios.

¿No te acuerdas?

Eounnpo ¡Ah, sí, es verdad!

HÉcron Pues ¿qué te pasa, cuñado? (Con intención.)Hay algo

que te preocupa.

Eou¡noo (Neraioso.) A mí, nada. Y ¿por qué me dices cuñado?

Tú no eres hermano de Yolanda. ¿O sí?

HÉcron Perdona, fue un decir.'.

Eou¡noo Pues no andes diciendo'

HÉcron Oye, últimamente estás muy irritable. ¿Qué te traes? Si

es lo que estoy sospechando.'.

Eouanoo (A punto de salir.)¿Vienes?

HÉcron No, tengo mucho trabajo en mi oficina.

, t t I

Page 17: El enigma del esqueleto azul

34 O Norma Romón Caluo

Eou¡Roo Entonces, hasta el nto. (Sale.)

(Carolinaprincipia a aneghr algunas cosas de la ofcina,algo extrañada de que Héctor no se uaya.)

C¡nouN¡ Así que tiene mucho trabajo, don Héctor.

HÉcron ¡Ajá!

C¡Ror-rN¡ Pues se le va a juntar más, si no se va.

HÉcron En realidad no tengo trabajo. Fue un pretexro paraquedarme contigo.

CanouNa ¿Se siente usted bien, don Héctor?

HÉcron (Seductor, acercándose a elk) ¿Don Héctor? por qué nomejor dices: ¿Te sientes bien, Héctor?

CeRouur (Escandalizadal ¿Hablarle de tú?

HÉcron ¿Por qué no? Eso podrfa ser el inicio de una amistadmás... íntima.

CaRouNa (Medio asustada) iNo! (Esperanzada) ¿Si?HÉcron Estoy seguro.

C¡nor-lN¡ (Seuera dr pronto)yaestoy viendo para dónde va, donHéctor. Soy tonta, pero no tanro. Desde cuándo los ¡eies sefrjan en una secretaria. Eso sólo sucede en la tele. Ust.d

"lgoquiere.

HÉcron

C¡RouNa

HÉcron

C,cRouNe

Conocerte mejor.

¡Qué va! Usted quiere algo más.

¡Qué lista es usted, Carolina!

El enigma d.el esquelzto azul O 35

HÉcron Está bien. Seamos sinceros. ¿Cuánto sabe de mí?

C¡noux¡ ¿Sinceramente?

Htcron Sí.

C¡nor-rN¡ ¿Sin que se enoje?

HÉcron Sin que me enoje.

C¡nouu¡ Que es caprichudo, impuntual, gastalón yveleta.

HÉcron (Asornbrudísimo.) ¡Nomames! (Conigiéndo.re) Digo...¡Carajo...! Digo... ¿Así me ve usted?

C¡no¡-rN¡ (Algo atemoriz,ada.)Dijo que no se enojaba.

HÉcron No, si lo que estoy es sorprendidísimo. Las mujeressiempre han dicho de mí que soy atractivo, complaciente, da-divoso y cumplidor.

Ctnor-lNn ¡Uh, pues qué mal andan!

HÉcron Así que yo soy... ¿Cómo dijo?

Cenol"rN¡ Ya Io dije unavez,y no voy a estar repitiéndolo. pero,creo que tiene compostura. Que podría mejorar si se lo pro-Pone.

Htrcron (Riendo complacido.)¿Usted cree?

C¡noI-lN¡ Todo es gue se encuentre una mujer seria.

HÉcron (uguetón.) Gracias por la información, pero era otra clasede información la que quería.

C¡Ror-rr.¡¡ ¡Ah! ¿No esa?

HÉcron No, pero creo que me ha sido muy útil saberlo. De hoyen adelante me voy a dedicar a buscar esa mujer seria. ¿y quémás, Carolina?

Así está mejor. Ya volvimos al usted. ¿eué quiere deHéctor?mí, don

A

Page 18: El enigma del esqueleto azul

36 ú Norma Román Caluo

CRnor-lN¡ No se burle, don Héctor.

HÉcron De ninguna manera. Hablo completamente en serio.

Y... sobre esa otra información que quiero... Carolina... usted

supo siempre de mis apuros de dinero...

Canor-lN¡ Claro que sí. Todo ese dinero pa:apagar sus deudas,

que le sacabaa su hermano, están apuntados en los talonarios

de los cheques.

HÉcron Que usted guarda.

C¡nor-rN¡. Es parte de mi obligación.

HÉcron ¿Y aquél borrador de testamento que Ismael había he-

cho.. .?

CRRor-rNR ¿En el que quería desheredarlo? Lo saqué en limpio y

el señor Schulz iba a firmarlo al regresar de Monterrey, perc ya

ve, se murió antes. ¿Usted lo mató?

HÉcron ¿Qué dice? ¡Cómo puede decir eso!

Cenor-lN¡ Necesitaba usted dinero.

HÉcron Por mucho que lo necesitara, yo no sería capaz de matar

a nadie. Y menos a mi hermano. ¡Ah, no, esto no se lo perdo-

naré nunca, Carolina! ¡Creerme asesino!

CRRoI-lNn (Apenada.)No, no. Es que creí... pero no, perdóneme

usted. Mire, si quiere, rompo los papeles: los talonarios y el bo-rrador, porque eso era lo que usted quería pedirme, ¿verdad?

HÉcron Sí, porque tenía miedo de que eso me hiciera sospecho-

so, pero no porque yo lo hubiera matado. Ahora le pido quelos conserve, y si hay necesidad de enseñarlos, pues muéstrelos.

A ver si así puedo borrar ese horrible pensamiento de su ca-

beza.

EI enigma del esquelcto azul @ 37

C¡,noltN¡ ¡Ay, Dios, y si con ellos lo pierdo a usted!

HÉcron (luguaón.)Usted nunca me perderá, Carolina, porque

estoy viendo que es una persona sería'

C,rRoltNR No entiendo."

HÉcron ¿Qué me recetó usted?

C,qRol-lN.a ¿Cuándo?

HÉcron cuando hizo mi diagnóstico. (Haciendo que recuerda.)

¿Cómo dijo...? ¡Ah, sí! "Es usted un caprichudo, impuntual'

gastalón y veleta..."

C,tRor-tN,t (Apenada.)Yo lo dije porque..'

HÉcron Y que me comPondría, si encontraba yo a una mujer

seria. ¿Quiere usted comPonerme, Carolina?

C¡nouN¡ (Má: apenada aún.)Yaestá usted jugando otravez' Ni

la burla perdona, don Héctor.

(Entra Eduardo, ua cabizbajo 7 ensimismado' Carolina'

que ba estado preparando el café, sirae una taza l se k lleua')

C¡Rol-lN¡ Señor, su café.

Eou¡.noo ¿Qué...?

C¡.nouN¡ Que aquí está su café.

Enuanoo No, hoy no.

C,cRor-rN¡ (Asombrada.) ¡¿Hoy no?!¿Se siente usted mal?

Eou¡.noo No, no. Y déieme e¡ Paz. ¿No tiene nada qué hacer

allá afuera?

C,tRor-tN,t (Ofendida)Sí, claro que sí' (A Héaon En uoz baja')

Nunca lo había vixo así. (Sale.)

Page 19: El enigma del esqueleto azul

38 @ NormaRománCaluo

(Eduardo se pasea intranquilo. Héctor lo obserua.)

EoueRoo (Deteniéndose de pronto.) ¿Y tú?

HÉcron Yo... no tengo nada que hacer alláafuera.

Eounnoo ¿Y qué haces aquí?

HÉcron Mirarte.

Eou¡noo (Distraído) ¡Ah...!

HÉcron Mira, socio, quiero decirte que entiendo tu preocupa-

ción. Yo también he notado esas increíbles semejanzas.

Eou¡Roo (Asustado.) ¿Qué semejanzas...? ¿De qué hablas...? No

hay semejanzas... Todo es una pura casualidad. Y te prohibo

seguir hablando. ¡Cállate!

HÉcron Me callo. Ya me callo. En realidad estoy callado, Peropensando... pensando en el destino... Ese de los griegos. ¿Túcrees en él? ¿En ese destino marcador de caminos y destructor

de hombres, como diio Sófocles?

Enu¡Roo (Espantadísimo.) iPor Zeus, Hécto r, cállarct

HÉcron Ya me callo,ya. (Eduardo pasea intranquib. Luego se detiene

y se enfrenta a Héctor.)

EouaRno Realmente hay mui:has similitudes...

HÉcron Es lo que te estoy diciendo. Necesitarías estar ciego

para no verlo.

Eou¡.noo (Atenado.) ¡Por favor, no hables de ciegos!

HÉcron Sí, sí, perdón.

Eou.tnoo Yo... ¿yo un nuevo Edipo? No puede ser, no. ¡Si esta-

mos en el siglo veintiuno!

El enigna del etqueleto azul @ 39

HÉcron Segundo milenio.

Eou¡noo Alguien diio, que la historia se repite'

Hecron Sí,lo he oído.

Eou¡noo (Agresiuo.) ¿Y tú por qué te llamas Héctor? Ése es 'n

nombre griego.

Hecron Bueno, a mí me lo pusieron, yo no escogí' En cambio

tú, sí escogiste el de EddY'

Eou¡noo No es Eddy, es Eduardo' Y yo no lo escogí' lo escogió

Gana. ¡No sé de dónde lo sacó!

HÉcron ¿Y lo de ReY?

EouRnoo Ya lo he dicho, por Monterrey'

HÉcron (Sopesando los nombrel)Eddy Rey"' Edipo Rey"' se pa-

recen.

Enu¡noo (Akrmado.) ¡Es mera casualidad!

HÉcron Oh, sí, sí. Seguramente'

Eou¡noo Y pensamos así, por nuestra afición al teatro'

HÉcronProbablemente.ComoacabamosderepresentarEdi-po..., tú te has creído que"'

Eou¡,Roo ¿Cuantos años dijiste que tendría el hijo de Yolanda?

Hpcron Más o menos tu edad'

EounRoo ¡Maldita sea tu lengua!

Hecron Oye, ¿por qué? Pobre lengua' Ella sólo ha respondido a

tu pregunta. Tú preguntas, ella responde'

Eou,tnoo Y si Ismael era mi padre, lo tuve que haber matado'

¿verdad? ¡Como Edipo mató al suyo! Pero' ¿cómo saber si lo

Page 20: El enigma del esqueleto azul

40 O NormaRomán Caluo

maté en medio de esta oscuridadT ¡Ah, si yo pudiera recobrarla memoria! Entonces sabría quién soy! Y sobre todo, quiénesfueron mis padres.. . (Trágico.) ¡Oh, Héctor, ayúdame! ¡Ayúda-me por favorl (Pausa.,)¿Te das cuenta? ¡Yolanda...! ¡Yocasta...!

HÉcron ¡Podría ser tu madre!

Eou¿.Roo ¡No, no! ¡Eso no puede ser verdad! Esramos haciendosolamente suposiciones.

HÉcron Sí claro, desde luego... pero sobre muchas, muchas co-incidencias. ¿Qué hacías tú en ese bar justamenre ese día? ¿Porqué llegaste aquí a salvar la empresa, como el héroe que llegóa Tebas a salvarla de la Esfinge?

EouRRoo ¡Bah!, cualquiera salva a una empresa.

HÉcron Pero no cualquiera se casa con la viuda rica.

EouaRoo ¿Insinúas que me movió el interés?

HÉcron No, yo creo que te movió la calentura. Porque Yolandaestá todavía... buenona. Ya ves, ni parece que tenga cincuentaaños.

Eou¡noo (Ref.exiuo.)¡Cincuenta años! Hasta podría ser... ¡En lamadre ! (Preocupado.) ¿Qué voy a hacer, Héctor?

HÉcron Si pudieras recordar tu vida anrerior.

EouaRoo Lo he intenrado, pero ha sido inútil. A veces me salgode la ofrcina y recorro calles y calles. Veo a la gente, las casas...tratando de encontrar un recuerdo, una señaI..., ¡pero nada!

¡Nada...! De dónde salí... De dónde...

HÉcron ¿No habrás salido de algún manicomio?

EouaRoo (A,cusador.)Tú estás tratando de volverme loco.

El enigma del esquebto azul 0 41

l{ricron ¿Yo?

Iinu¡noo Sí, tú. Talvez estás inventando esta patraia para sal-

varte.

l{tcron Yo... ¿de qué...?

linu¡nno Tú también eres sospechoso. Tenías motivos para de-

sear la muerte de tu hermano.

HÉcron (Débil.)¿Yo...?

EoutRoo Heredaste.

HÉcron Sí, heredé, pero no pude haberlo matado. Acuérdate que

tengo coartada. Ese día me la pasé en una frlmación'

Eou¿noo Pero no tienes testigos. Y la descripción del hombre

con quien discutía tu hermano, corresponde también alatuya'

¡Tú estuviste en Monterrey! ¡Tú mataste a tu hermanot' (To-

mándolo de las solapas,) ¡Confiesa, infeliz! ¡Tú querías dinero"'!

¡Querías el poder!

HÉcron (Desasiéndose.) ¿Cuálpoder? Dinero, tengo; vida cómo-

da, tengo. Pero, ¡poder! Ese lo tienes tú. Y yo nunca te lo he

peleado. (Sarcástico.)Ahora sí que estás como Edipo' lanzando

la culpa a su cuñado Creón. ¡Ponte las pilas, Eddy! Si alguien

mató alayo, ese fuiste tú.

Eou¡noo (Sorprendido.) ¿Layo...?

HÉcron Quise decir: Ismael, pero podría ser 1o mismo. (Sale

disgustado.)

Eou¡noo (Cada uez más alterado)¡Dios mío! ¿Qué voy a hacer?

¿Quién soy? ¿Acaso seré un nuevo Edipo matador de su padre

y... ¡horror! esposo de su madre? ¡Ah, menos mal que no tengo

l

Page 21: El enigma del esqueleto azul

42 @ Norma Román Caluo

hijos!, que si no, sería yo hermano de mis hijos, y tío de... (Castaullando lastimeramente en t,no trágico de representación griega.)¡Aaayl iAaayl ifuaaayl

(Entra Carolina, quien se sorprendeal uer a su jefe en tal estado de confusirín.)

C¡¡.ol-lNn ¡Señor Rey! ¿Puedo ayudarle en algo?

EoueRoo ¿Y usted quién es? ¿Qué papel juega en esra historia?Porque esrá Yocasta, está Creón... ¡y Tiresias! porque TiresiasesJiménez, eso está claro, pero ¿usted? ¿Es usted real? O esproducto de esta horrible pesadilla.

C,qnol-lN¡ Soy real, señor. Soy Carolina, su secreraria. Se quedódormido, y ruvo una pesadilla, pero ya despertó. ¡Sosiéguese!

Eou¡noo ¿Pesadilla..? Eso es. Pesadilla. (En nágim, tan tágico, quepuedc resultar cónico.) una pesadilla espantosa, donde el destino,ese cruel e inexorable, quiere destruírme.

caRouN¡ Fue un sueño nada más. Lo que necesira es relajarse.Acuéstese aquí. Así, eso es. Ahora aflójese todo. Voy a darleun buen masaje pararclajarle los músculos. ¡Aflójese! ¡Aflójese,usted! Eso es. (Encima de é1.) iPero qué tenso está! Tiene losnervios hechos pelota. Con esto va a senrirse mejor. yaverá.

Eou¡noo ¡Ah, qué agradable! ¡Esto es justo lo que necesitaba,Carolina!

CanouNn ¿Verdad que sí? (Hablándole quedo al oído) Lo aprendíde un japonés. Hay que ir quitando, poco a poco, los nudos delcuello y de los hombros.

(Entra Yolanda I contempla asombrada la escenaque parece una situación amorzsa. Ellos no la uen.)

El enigma del esqueleto azul @ 43

(l,rnouN¡ Quítese Ia corbata... @l lo hace')Así, eso es'

IiDuanoo (complacido,/ ¡Ah qué manos carolina! (carolina ue a

Yolanda I se detiene.) Pero, siga, siga..' no se detenga'

(lnnollNt ¡La... Ia... la señora!

Bnunnoo (Ensimismador) ¿La señora...? ¿Cuál señora"'?

C¡.nor-l¡¡a La de usted.

Irou¡nbo (Irgttiéndose neruioso')¡Ah, eres tú, querida!

YoleNne (Hiriente.)Por supuesto que soy yo'

Eou¡Roo Carolina me daba un masaje.

Yor-aNo¡ (Fría.) ¿Siii...?

C¡.nouNR (Saliendo.)Con permiso.

YomNn¿, No me parece éste un lugar apropiado para masajes'

Epu.moo (Tensándose poco a poco.) Estaba yo tenso' Muy tenso' Y

ahora creo que estoy otfavez tenso.

Yol¡Noa Pues a ver, te daré yo el masaje.

Eouanoo (Aterrado.) ¡No, no! ¡Tú, no! ¡Tú no te acerques"'!

Yol-¡Non ¿Qué dices?

Eou,tRoo Es que tú no sabes... Y mientras no se aclare la situa-

ción.. .

Yor-¡xn,q ¿Qué situación?

Eou¡.Roo La de la sospecha'.. (Resueho)Yolanda, tengo que de-

cirte algo... (Misterioso, baiando Ia uoz.)Tú.'. tú podrías ser mi

madre...

j

Page 22: El enigma del esqueleto azul

44 @ Norma Román Caluo

YoL,cNoA. (Ofendidísima) ¿euédices? pero, ¡qué majadero! ¡Cómo

te atreves...! ¡Así que para ti soy tan vieja como tu madre!

Eouenoo No, no. Has entendido mal. yieja,no. ¡Si estás joven_

císima! Pero date cuenra... yo...yo podría... ser tu hijo...

Yor-aNoa ¡Mi hijo! (Preocupada de pronto, ua hacia él tratando debesarlo.) Pero, ¿qué te pasa, mi amor?

Eou¡noo (Haciéndose bacia atrás, honorizado.) ¡No, no! ¡No teatrevas!

YomNoa (Acercándose ono poco.) ¡pero, Eddy!

Eou¡noo ¡Atrás! ¡Atrás!

Yor-aNoa (Deteniéndose ofendida.) Está bien. pero, ¡ya me la paga_

rás! A la noche, que te acerques a mí, buscando mi .,r..pt, ¡y"veremos quién rcchazaa quién! (Sale disgustadísima.)

EouRRoo (Implorante.)¡yolanda, no...! ¡Ay, Dios mío, en quélíos estoy metido!

Yol-aNoe (Entrando nueuamente.) pero esa Carolina, sí puedeacercarse a ti, ¿verdad? Sí puede rocarre. ¡y hasta sobarte! ¡Ah,tú no me conoces, Eduardo! ¡Ni siquiera sospechas de lo quesoy capaz!

Eou¡noo ¡Pero... mamá...! (Rectifcando rápidamenteJ Digo... ¡yo_Ianda!

Yor¡NoR ¡Imbécil! (Sale.)

Elenigma fuletqueleto azul @ 45

SncuNoo cuADRo

(Misrno escenario. Yolanda sentada, tamborilea con los dedos sobre

el brazo del sillón, mirando disgurtada a Eduardo 1t a Héctor quienes

se pasean pzr el cuarto lanuindose miradas agresiuas. Carolina baseruido una taza de café I ua hacia Yolanda.)

C¡Ror-rNe ¿Un poco de café, señora?

Yor¡Non No, gracias. Déselo mejor al señor, que viniendo de

usted, de seguro lo bebe, aunque esté amargo. Ande, déselo.(Carolina lo lhua a Eduardo.)

CRRor-tNa ¿Café?

Eou¡noo No, gracias, Carolina. El café me pone más nervioso.

Ofrézcalea Schulz. Él es tan desvergonzado que hasta beberá

de mitaza porque ésa es mi taza (Carolina ua hacia Héctor.)

HÉcron Gracias, Carolina. Yo sí lo acepto, porque soy un ca-

ballero. Además, mire, mire mi mano. No tiembla, porque no

tengo nada que ocultar. (Toma elpktilln con latazny éstatintinea

fuertemente.)

Enu¡noo (Burlesco.)¡Hum, el que no tiembla!

H¿cron (Regresándole Ia taza a Carolina.)Tenga, tenga. Ya sabeque a mí ni me gusta el café. (Suena el timbre del intercornunicador.

Carolina contesta.)

CaRor-rNe ¿Sí? ¡Ah, si, si. (Cuelga.)Yallegó el inspector. (Va haciala puerta. Abre. Enta el inspector.)

JItuÉNrz (Entrando.)Buenas tardes a todos. (Mientras todos contes-

tan, Carolina ua a salir, pero la uoz de Yolanda la detiene.)

Yol-axoa No se vaya usted, Carolina.

CaRollN¡ ¿Quiere que tome nota? Iré por mi bloc.

Page 23: El enigma del esqueleto azul

46 @ Norma Román Caluo

YolaNoa No, no. Sólo quiero que el inspector la interrogue.(Acusadora, aJiménez.)Esta mujer ha tenido relaciones con miesposo.

Eou¡Roo (Asombrado.) ¡Yolanda!

Cenor-tN¡ Yo... yo solamente le daba un masaje. Estaba tenso

v."Yor-aNo¡ Me refiero a mi primer esposo. A mi adorado Ismael

Supongo que a él también Ie daría usted masaje.

C¡RollN¡ Pues sí, algunas veces. Cuando estaba tenso, me de-cía: "Cumpla con su obligación, Carola" Él así me llamaba, ¿seacuerda usted?

Yor¡No¡ No, no me acordaba, pero tome nota de la confiancita,inspector.

JrurNez (Seco 1t algo mobsto.) Antes de tomar ninguna nota, qui-siera un poco de café. Hubo un crimen pasional anoche, y mela he pasado en vela.

C¡nouN¡ (ubibsa.)Al frn alguien quiere café. (Mientras lo siraey lo lleua a Jiménez.) Nos lo trajeron de Veracruz, y está muy,muy sabroso. Tenga usted.

Yor-aNo¡, (Insistente 1 acusadora.) Usted amabaa Ismael.

C¡noltua Sí, como un padre. Fue mi primer jefe. Con él aprendíauabajar. ¡Cómo no lo iba a querer!

Yor-¡No¡, ¡No se hagala hipócrita! A usted le gustaba comohombre.

C¡.nouNa (Ofendida.) ¡Señora!

Eou¡Roo Yolanda, cuida lo que dices.

El enigma del esqueleto azul @ 47

Yor¡No¡. Yo sé bien lo que digo. Esta mosquita muerta le bebía

el aliento a Ismael.

Eou,cRoo No te vas a encelar ahora de un muerto'

Yol-aNon Tú, cállate'

Eou¡noo (Sumiso.) Sí... mami.

YolRNon (A Carolina') Usted lo supo. Supo que Ismael tenía

amores con la dpa esa; supo que iba a huir con ella, y por eso

lo mató. Prefirió verlo muerto' que lejos y con esa mujer'

C,tnor-rNa (Indignada.)Se equivoca, señora' Yo prefería verlo

lejos, y con esa mujer; antes que verlo morir junto a usted, que

le estaba acabando la vida.

YouNo¡ ¿Qué dice?

CenollN¡ Don Ismael no era feliz con usted, eso se veía ale-

guas. Porque usted es tan banal, frívola y lujuriosa, que ya no

la soportaba más. Por eso se ha de haber buscado a la Pechona,

porque ella de seguro era modesta, callada y normal'

HÉcron (Apkudiendo) ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Qué actuación, carolina!

¡Qué actuación!

JItrlÉNez No estamos en el teatro, señor Schulz'

HÉcron Perdón. Es que en un momento, me pareció"'

Yor¡Noa (A Carolina./ Usted es una pobre tipa alzada' Inves-

tíguela bien, inspector, Porque estoy segura de que Ismael la

mandó a comprar los boletos para huir con esa mujer a Brasil y

esta infeliz, al enterarse de la fuga' asesinó a mi marido'

JtuÉNez Ya que sabe usted tanto, ¿quisiera explicarme cómo fue

que lo mató?

-J

Page 24: El enigma del esqueleto azul

48 @ Norma Román Caltn

Yor-¿.woa Bueno, eso,'usted es el que lo tiene que averiguar.

JIt"rÉNez ¿Y cómo puede afirmar que volarían a Brasil?

YoutNo¡ (Desconcertada.)Bueno.., eso fue un decir... Los quehuyen pueden largarse a Brasil, o a Argentina... o qué sé yo...

JIMÉNEZ (A Carolina.)Tendrá usted que explicarme dónde esruvoel día de los hechos, señorita.

Canor-rN¡ ¿Yo? En la oficina. ¿Dónde quiere usted?

Eou¡nno Ya no es necesario que interrogue a nadie, inspector.Apréseme usted a mí, y todo arreglado.

JttrrÉNez ¿Qué dice?

Eou¡noo Estoy seguro de que al fin de la investigación, yo seréel culpable.

Yor-¡r.lo¡ Pero, Eddy.

Eou¡.noo (Al inspector)¿Lo ve usted? El destino no quita de mísu dedo acusador.

JtueNez No endendo nada.

HÉcron ¿Acaso no ha visto usted, Edipo Rey de Sófocles?

JtueNez ¿La historia esa del que mara a su padre y se acuesta consu madre? Bueno, según sé, eso ha dado lugar al complejo deEdipo.

HÉcron Pues parece que otra vez tenemos la misma historia.Eddy Rey, Edipo Rey. Hay muchas coincidencias.

Yor-eN¡e ¡Por eso me decías mamá! ¡Ay, qué horror! ¡¿Tú mihijo?!

Eouanoo El hombre del bar; la encrucijada; Tebas, usted recuer-da, la esfinge... la salvación de la empresa...Y luego... (Señalando

El enigma del esqueleto azul @ 49

a Y o l¿nda.) el casamiento con Yocas ta... ( A b rumado. ) Coinciden

tantas cosas.

HÉcron ¡Muchísimas!

JnuÉNez (Burlesco.)Realmente, sí. Y para finalizar, solamente falta

que la señora se ahorque, y que el señor se saque los ojos. Por lo

demás, son muchas las coincidencias. ¡Ah!, pero falta un dato

que no se había tomado en cuenta.

Tooos (Expectantes)¿Siiii?

JtuÉNez Encontramos al hijo de la señora. Es profesor de ma-

temáticas en el Politécnico; casado; con tres hijos; feliz con su

destino; y no quiere saber nada de la madre que lo abandonó'

Eou¡noo ¿Hablausted en serio?

Jrr'rÉNez Totalmente. (Mostrando unos papelel/ Aquí están los

comprobantes.

Eou¡noo ¡Ah, qué peso me ha quitado de encima!

CanouNe ¡Y a mí!

HÉcron A mí no, hubiera estado chingonsísimo que la historia

se repitiera.

Yot¡No,t (Entre sentimentall apasionada,yndo con los brazos abier

tos bacia Eduardo.)¡Oh, Eddy, mi Eddy!

EouaRoo ¡No, no! ¡No te acerques!

Yol-aNn.t Pero, Eddy. Si ya todo se aclaró. Si no soy tu madre.

Eounnoo No, pero, Carolina me ha hecho ver...

YoulNoa ¡Ah, estás enredado con ella! ¡Lo sabía! ¡Yo ya lo

sabía!

I

Page 25: El enigma del esqueleto azul

50 & Norma Román Caluo

HÉcron Carolina, ¿ha sido usted capaz...?

Eou¡noo (Subiendo la uoz.)Carolina me ha hecho ver que túrealmente eres banal, frívola y lujuriosa. Y yo, por mi parte,he visto que eres mala madre, egoísta, arrogante y grosera. Asíque hasta aquí llegamos.

YouNo¡ ¿Qué dices...? (Altanera./ Pues divórciate. A ver si tie-nes el valor. Si pierdes la mujer, pierdes el dinero y el trabajo.Porque yo, siendo socia mayoritaria, te saco de la empresa. Aver adónde vas a ir, todo amnésico.

JIUÉNez Pues, el señor puede ir a su casa.

Yonuoa Lacasaes mía.

JrtuÉNez Me refiero a la casa de é1.

Eou¡nno Yo no tengo...

Jrrr,tÉNez (Leyndo unos papeles./ Avenida Uno número 37, SanPedro de los Pinos. Una buena casa, señor Ibarrola.

Tooos ¡Ibarrola!

JIvÉNaz (Complacidol Uno de mis subalternos es muy hábil pararastrear gente extreviada. Y... bueno, entre tantas acusacionesy confesiones, no había tenido tiempo de informarle: usted es

Jaime Ibarrola, arquitecto y administrador de empresas.

Eouanoo ¿Está usted seguro?

JtveNez (Mostrándole unas fotografía.r./ Aquí está usred con loscompañeros de su generación; aquí, el día de la Santa Cruz,con sus albañiles; en ésta con su madre...

Eou¡nno (Arrobado, tomando lafon.) ¡Mi madre...!

Jrr'rÉNEz Su madre, que está vivay esperándolo.

El enigma del esqueleto azul @ 51

Eou¡noo (Emocionado.) ¡Mi madre...! ¿De veras es mi madre?

HÉcron (Mirando la foto por encima del hombro de Eduardo.)Ptes

es igualita a ti. Es más eres tú, ya viejito y vestido de mujer'

CaRor-tNa (Acercándose a mirar.)¿A ver."? ¡Ay, sí...! Qué linda..'!

Eou¡too ¡Al fin sé quién soy! ¿Qué le parece, Carolina? Soy

Jaime Ibarrola, arquitecto y administrador de empresas, a sus

órdenes. Y ¿qué más sabe usted de mí, inspector?

JntnNez Posición económica desahogada; muchos amigos..'

HÉcron Pero sáqueme de una duda, inspe ctot' ¿La madre de

Eduardo no lo buscó? ¿No lo buscaron sus amigos?

JIuÉNnz Al principio, no.

Eou¡noo ¿Qué quiere decir, inspector?

JIrrlÉNrz Parece que usted tuvo una decepción amorosa muy

desagradable.

Eounnoo Ah, ¿sí?

JrrnrÉNrz La mujer que amaba lo dejó por otro'

Epu,tnoo No me diga.

HÉcron Te dejaron por otro, y así reaccionas, ¿tan tranquilo?

Eouanoo Pues es que no sé ni quién es ella.

JIrurÉNez Pero en esa época, usted se sintió muy herido, y me dicen

que, disgustadísimo, avisó a todos que se iba de viaje porvarios

meses y que no se comunicaría con nadie. Así que se quedaron

tranquilos.

C,qnollts¡ Es por eso que nadie lo buscó, ni lo reclamó.

Page 26: El enigma del esqueleto azul

52 @ Norma Román Caluo

JnaÉNez Exactamente. Fue hasta este año, que empezaron a pre-ocuparse e iniciaron su búsqueda. Fue fácil para mi agente atarcabos...

Eou¡.noo Pues déme usted la dirección de mi casa; y me voy. Mevoy lejos de esta pesadilla.

JrrnrÉNez (Dándole la hoja con la dirección.)Pero antes, señor lba-rrola, ¿no quiere usted saber en qué acaba eI asunto que meencargó?

Eouanoo ¡Ah, sí, es verdad!¿En qué acaba?

C¡Ror-lN¡. ¿Quiere decir que ya enconrraron al asesino?

JIuENez (Recalcando elfemenino.)A la asesina.

HÉcron (Angtstiado.) ¡Ah, no! ¡Usted no, Carolina!

JtuÉruez (Segtro.)Usted no, Carolina. (Acusador, a Yolanda.)Esusted, señora.

Yot¡No¡ (Riendo sarcástica.)¿Yo? Tendría usted que probarlo,inspector. Ese día tuve horario completo. Me teñí el pelo enel salón de belleza. Luego Abraham me corró el pelo. Tomé elsauna, y me dieron masaje. Después comí con unas amigas,quienes están dispuestas a confirmarlo. Por la tarde, estuve conla modista; y por la noche fui al teatro.

HÉcron ¡Qué raro! A ti nunca te ha gustado el teatro.

Yol-¡Non Pues fui aver Cats akearro Silvia Pinal, luego, a cenary por último a mi cama. Lacamareraayudó a desvestirme. Porcierto, miré el reloj y eran las doce de la noche.

JIvÉNez ¿Siempre es usted ran exacta?

Yor¡No¡ A sugerencia de mi cuñado, estuve tratando de recordarmis movimientos, para cuando usted me interrogara.

El enigma del esqueleto azul @ 53

.f tvÉNez Es usted muy cuidadosa, pero se le han escapado dos

detalles.

Yor-RNoR No sé a qué se refiere.

JtvENez Se le escapó lo de Brasil. (A los demás) Fui a la agencia

de viajes, donde solía encargar sus boletos el señor Schulz. La

señorit¿ Carolina, amablemente me proporcionó la dirección.

Y ahí me informaron, que efectivamente é1, él solo, había encar-

gado y reiirado dos boletos a Brasil. Boletos que no se hallaron

entre sus pertenencias. Seguramente usted los encontró, ¿noes cierto?

YouNon Pudo haberlos encontrado esa mujer, Carolina. Ya le

hice ver que ella tenía motivos para...

JtnaÉNez Pudo, pero ella nunca ha mencionado Brasil, sino usted.

El segundo error que cometió, fue fingir que no sabía nada de

venenos. Dijo verdad, en parte. ¿Qué hacía usted, en la soledad

de los cuartos de hotel, mientras su marido trabqaba?

YolaNol Aburrirme, leer...

JtuENez Leer los folletos de los productos químicos. Qué fácil

fue para usted, ahora, robar del laboratorio un poco de esa

extraña sustancia, ponerla en una cápsula igual a las que usaba

su marido panladispepsia y colocarla en la cajita de píldoras

que él llevaba siempre en sus viajes. Ésa fue la que él se tomó

en el bar, que contenía la dosis sufrciente para matarlo. ¿No fue

así? (Yoknda calla.)

Eournoo ¡Dios mío!¿Fue así, Yolanda?

Yoraun¡ (Rabiosa)Me iba a abandonar. iY a mí nadie me deja!

C¡nor-rt¡¡ Señora, más vale que se calle, pues como decía mi papá,

¿ya les había dicho que era abogado?

Page 27: El enigma del esqueleto azul

54 O NorrwRománCaloo

JtirrÉNez Ya.

C¡.no¡.IN¡ Todo lo que diga ahora, se usará más tarde en sucontra.

JruÉNez Perfectamente bien dicho, señorita. (Saca unas esposas !se lar pone a Yoknda.)

HÉcron (Ennuiasnadísimo.) iQuébien habla mi Carolina!

C¡Rot-rNe ¿Su Carolina?

HÉcron ¿Crees que yo pueda mejorar, si me lo propongo?

CanouNe (uguaona.)Todo está en que te encuentres una mujersena. (Se abruzan cariñosos)

JlrvrÉNnz Bien, pues me parece que ya no tengo nada que haceraqul.

Eou¡noo Lo felicito por lo que ha logrado inspector. Ha sidoun trabajo magnífico.

Jrr',rÉNez ¡Oh, no es nada! En realidad, est¿mos en la era de los sis-temas computarizados, son ellos los que hacen todo el uabajo,y a esto, airádaleun poco de suerte; y, además..., probablemen-te ya estaba escrito. (Burlesco, mirundo al público como cómplice.);Acaso no cree usted en el destino?