ediciÓn 19

32
Junio 12 a 18 de 2012 El análisis y la información semanal de la Iglesia Católica en el Mundo Edición 19 ¡Un Éxito!

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Semana Católica Edición 19

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Page 1: EDICIÓN 19

Junio 12 a 18 de 2012 El análisis y la información semanal de la Iglesia Católica en el Mundo Edición 19

¡Un

Éxit

o!

Page 2: EDICIÓN 19

Esta página es para

que usted promocione

sus eventos

o servicios,

desde U$ 5

durante 4 ediciones.

¡Aproveche

esta promoción!

Page 3: EDICIÓN 19

SUMARIO 3

Exitosa película: una histo-ria católica.

Obispo colombiano de-mandado por hablar de homosexuales.

Película Cristiada.

Cambio en el clero de Co-lombia. Por: Fabián Andrés Her-nández Ospina.

Semana Católica Revista de Información y

opinión Católica independiente

Roma, Italia

Junio 12 a 18 de 2012

DIRECTOR GENERAL Daniel Alejandro de Roux

JEFE DE REDACCIÓN Albert Van der Vaart

EDITOR WEB Paolo Mattei

TWITTER: @SemanaCatolica

FACEBOOK: facebook.com/SemanaCatolica

EMAIL: [email protected]

Í

La película Cristiada es número uno en taquillas de los EEUU a 12 días de su estreno en dicho país norteamericano. Originalmente viene de México. Reproducimos una entrevista con el autor del libro Cristiada.

8

Benedicto XVI

Lunes 11 de Junio de 2012

Ciudad del Vaticano

Page 4: EDICIÓN 19

Ya era justo que apareciera

en el cine una película de

tan alta calidad en cuanto

a la producción, pero tam-

bién en cuanto al conteni-

do.

Cristiada trae una situación

particular, algo que sucedió

a la Iglesia Mexicana, pero

que se puede ver repercu-

tido en muchos hechos que

han acaecido alrededor del

mundo.

Cabe señalar que hay mu-

chas historias de las cuales

se podrían realizar muchas

películas de alta calidad:

Juan Pablo II, Madre Tere-

sa de Calcuta, Benedicto

XVI, la historia eclesiástica

de cada país que, sin duda,

trae muchas particularida-

des y fuertes situaciones

que todos mereceríamos

conocer, tal como se hizo

con la película

La Misión sobre

misiones jesui-

tas en Suramé-

rica, etc.

Los católicos necesitamos

avanzar por los caminos de

la creatividad utilizando ca-

da uno de los medios de

comunicación que el mun-

do está ofreciendo en el día

de hoy. O si no nos vamos

a sentir encerrados en las

cuatro paredes de un tem-

plo sin poder salir a contar-

le al mundo lo que Cristo

ha hecho en nosotros y en

las personas que conoce-

mos y que no conocemos.

Se necesita también cali-

dad, ya que no es necesa-

rio hacer cosas, sino que se

necesita que nos especiali-

cemos para que la potencia

del mensaje llegue más le-

jos.

Una película como Cristia-

da, que está bien hecha,

bien argumentada, debe

ser mayormente apoyada

por las Iglesias particulares

de habla hispana, de ma-

nera que los fieles la co-

nozcan y accedan a ella.

Por esto que SEMANA CA-

TÓLICA otorga su primera

página a Cristiada, porque

es una película de calidad y

dejará gran huella en el

mundo hacer a de la histo-

ria de la Iglesia en el país

centroamericano.

Consejo de Redacción

HISTORIA CATÓLICA

EDITORIAL 4 EDITORIAL 4

Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012

La página

web de

SEMANA

CATÓLICA.

Pronto.

Page 5: EDICIÓN 19

Estimados amigos de SEMANA CA-

TÓLICA:

Un saludo en Cristo.

Los felicito por esta obra que han

comenzado a realizar, es de gran

importancia para los fieles, religio-

so y sacerdotes católicos que haya

una publicación como la suya que

nos permita descubrir lo más im-

portante de la semana en el mundo

católico, porque nos ayuda a estar

conectados con nuestra Iglesia a

través de los medios de comunica-

ción.

Soy párroco en una comunidad his-

pana de Miami y he querido impri-

mir la revista para regalarla a va-

rios de mis feligreses. Les agradez-

co –entonces– que puedan seguir

con tan magnífica obra y que el

Señor los ayude a perseverar cons-

tantes en la oración y en la infor-

mación.

Feliz día.

Alfred Derrison

Miami, EEUU

____

Deseo suscribirme a la Revista SEMANA

CATÓLICA.

Gracias.

Leonardo Monroy

____

Deseo suscribirme a la Revista.

Gracias.

Edwin Giraldo

Bogotá

_____

Pido ser admitida a la Revista.

Dios los bendiga.

Francy Sáenz

Madrid, España

EDITORIAL 4 EMAILS Y CARTAS 5

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La página

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SEMANA

CATÓLICA.

Pronto.

Page 6: EDICIÓN 19

IMAGEN DE LA SEMANA 7

Page 7: EDICIÓN 19

Un sacerdote católico de Nueva

York fue condenado "a una vida de

oración y penitencia" por el Vati-

cano, por la violación de 10 niños

en la barrio de Harlem durante la

década de los 80.

Se trata del monseñor Wallace Ha-

rris, quien recibió el menor de los

posibles castigos de Roma y logró

evadir el sistema penal estadou-

nidense, debido a la prescripción

de los delitos.

Harris era un maestro en la escuela

West Side de alta en la década de

1980. Se convirtió en pastor de la

Iglesia de St. W. 141a en 1989, y

más tarde dio la invocación en la

inauguración el gobernador David

Paterson.

El sacerdote Robert Hoat-

son expuso que "monseñor Wallace

Harris debería ser apartado del sa-

cerdocio por el Vaticano y el arzo-

bispo (Timothy) Dolan debería pedir

al santo padre que lo hiciera".

IMAGEN DE LA SEMANA 7

Page 8: EDICIÓN 19

PORTADA 8 PORTADA 9

“Padre bendito,

mi transferencia

en este momento

provocaría

confusión

El 11 de septiembre de 2011

se estrenó el tráiler oficial de

Cristiada, la película que retra-

ta la guerra de los Cristeros en

México, país centroamericano.

En abril se estrenó en México y

el 01 de Junio de este año lle-

gó a las pantallas de Estados

Unidos, representando un gran

éxito debido a la inmensa can-

tidad de Mexicanos y Latinos

que residen en el país norte-

americano.

En qué reside tal éxito? Quié-

nes están detrás de esta exce-

lente producción cinematográ-

fica? Cómo ven la historia real

frente a la que presenta la pelí-

cula? ¿Cuál ha sido el desarro-

llo para que la película esté en

la pantalla grande?

Especial de SEMANA CATÓLICA

con la película de los Cristeros.

YA HACE MESES QUE SE ESTRENÓ

CRISTIADA EN MÉXICO, PERO HASTA AHORA ESTÁ LLEGAN-DO A OTROS PAÍSES CON GRAN ÉXITO.

Email / Twitter / Facebook JUNIO 05 A 11 DE 2012

Page 9: EDICIÓN 19

PORTADA 8 PORTADA 9

Page 10: EDICIÓN 19

PORTADA 10 PORTADA 11

Tras la etapa más violenta de

Revolución Mexicana, en la se-

gunda mitad de la década de los

veinte nuestro país tuvo que vi-

vir la experiencia de un movi-

miento armado de carácter reli-

gioso: la llamada Cristiada, la

que estuvo dirigida contra la

política anticlerical del go-

bierno mexicano sustentada

en la Constitución de 1917.

Dicha rebelión tuvo fin con los

arreglos entre el gobierno me-

xicano y la cúpula de la Iglesia

católica en 1929, aunque en va-

rios lugares se mantuvo el le-

vantamiento hasta tiempo des-

pués. Sin embargo, las conse-

cuencias religiosas, políticas y

culturales de la Cristiada aún se

sienten en la actualidad, espe-

cialmente a través de la utiliza-

ción de la muerte de aquellos a

quienes la Iglesia católica ha de-

nominado “mártires”.

Pero los efectos y

los usos de aquel movimiento no

se limitó al espacio nacional,

sino que también trascendió al

plano internacional: en muchos

países se realizaron oraciones y

actos de apoyo a los católicos

mexicanos, y fue utilizado para

fortalecer posiciones específicas

en cada país.

Como una primera aproximación

a las consecuencias de la Cristia-

da allende nuestras fronteras,

Jean Meyer convocó a un grupo

de académicos de 13 países a

estudiar las manifestaciones que

en otros países hubo respecto al

levantamiento católico mexi-

cano, cuyas contribuciones ha

publicado ahora en el libro Las

naciones frente al conflicto reli-

gioso en México (México, Tus-

quets, 2010).

Sobre este volumen charlamos

con el autor, con quien aborda-

mos los temas siguientes: las

LA CRISTIADA, CON-

TRA LA POLÍTICA

ANTICLERICAL

Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012

Page 11: EDICIÓN 19

PORTADA 10 PORTADA 11

Tras la etapa más violenta de

Revolución Mexicana, en la se-

gunda mitad de la década de los

veinte nuestro país tuvo que vi-

vir la experiencia de un movi-

miento armado de carácter reli-

gioso: la llamada Cristiada, la

que estuvo dirigida contra la

política anticlerical del go-

bierno mexicano sustentada

en la Constitución de 1917.

Dicha rebelión tuvo fin con los

arreglos entre el gobierno me-

xicano y la cúpula de la Iglesia

católica en 1929, aunque en va-

rios lugares se mantuvo el le-

vantamiento hasta tiempo des-

pués. Sin embargo, las conse-

cuencias religiosas, políticas y

culturales de la Cristiada aún se

sienten en la actualidad, espe-

cialmente a través de la utiliza-

ción de la muerte de aquellos a

quienes la Iglesia católica ha de-

nominado “mártires”.

Pero los efectos y

los usos de aquel movimiento no

se limitó al espacio nacional,

sino que también trascendió al

plano internacional: en muchos

países se realizaron oraciones y

actos de apoyo a los católicos

mexicanos, y fue utilizado para

fortalecer posiciones específicas

en cada país.

Como una primera aproximación

a las consecuencias de la Cristia-

da allende nuestras fronteras,

Jean Meyer convocó a un grupo

de académicos de 13 países a

estudiar las manifestaciones que

en otros países hubo respecto al

levantamiento católico mexi-

cano, cuyas contribuciones ha

publicado ahora en el libro Las

naciones frente al conflicto reli-

gioso en México (México, Tus-

quets, 2010).

Sobre este volumen charlamos

con el autor, con quien aborda-

mos los temas siguientes: las

PUEDE HABER CONSECUEN-

CIAS ELECTORALES, GANA Y

PIERDE VOTOS

Page 12: EDICIÓN 19

PORTADA 12 PORTADA 13

estrategias gubernamentales y

rebeldes para difundir sus posi-

ciones en el exterior, las relacio-

nes con grupos extranjeros, las

similitudes entre los gobiernos

de Plutarco Elías Calles y de Be-

nito Mussolini, la posición del go-

bierno francés ante el conflicto y

la herencia simbólica que pervi-

ve en la actualidad.

Meyer es doctor en Historia por

la Universidad de París X Nan-

terre, profesor-investigador del

Centro de Investigación de Do-

cencia Económicas e investiga-

dor emérito del Sistema Nacional

de Investigadores. Director de la

revista Istor, es autor de casi

una treintena de libros, entre el

que destaca el clásico La Cristia-

da.

Ariel Ruiz (AR): Tras su gran

obra sobre los cristeros, ¿cuál

fue la razón para realizar un co-

loquio sobre el impacto interna-

cional sobre aquel movimiento, y

que dio origen a este libro?

Jean Meyer (JM): Hace unos

años una colega, Clara García,

me dijo: “Ya está abierto el ar-

chivo histórico del Arzobispado

de México; está muy bien catalo-

gado, y todos los papeles de la

época del conflicto religioso ya

están abiertos al público”. En-

tonces yo le dije: “Mira, yo ya no

trabajo el tema; estoy con otras

cosas, con Rusia y con el celiba-

to sacerdotal”.

Pero ella me insistió: “Date una

vuelta, nada más para que

veas”. Fui al archivo (que, efecti-

vamente, está muy bien ordena-

do, catalogado, y el servicio al

público es espléndido) y pedí el

catálogo del Fondo “Obispos” de

los años veinte, del conflicto reli-

gioso, y hojeándolo con mucha

curiosidad y asombro, me di

cuenta de que había mucha co-

rrespondencia, tanto en inglés

UNA CAPILLA PEQUE-

ÑA EN LA QUE NO HAY

MÁS DE 200 PERSONAS

Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012

Page 13: EDICIÓN 19

PORTADA 12 PORTADA 13

estrategias gubernamentales y

rebeldes para difundir sus posi-

ciones en el exterior, las relacio-

nes con grupos extranjeros, las

similitudes entre los gobiernos

de Plutarco Elías Calles y de Be-

nito Mussolini, la posición del go-

bierno francés ante el conflicto y

la herencia simbólica que pervi-

ve en la actualidad.

Meyer es doctor en Historia por

la Universidad de París X Nan-

terre, profesor-investigador del

Centro de Investigación de Do-

cencia Económicas e investiga-

dor emérito del Sistema Nacional

de Investigadores. Director de la

revista Istor, es autor de casi

una treintena de libros, entre el

que destaca el clásico La Cristia-

da.

Ariel Ruiz (AR): Tras su gran

obra sobre los cristeros, ¿cuál

fue la razón para realizar un co-

loquio sobre el impacto interna-

cional sobre aquel movimiento, y

que dio origen a este libro?

Jean Meyer (JM): Hace unos

años una colega, Clara García,

me dijo: “Ya está abierto el ar-

chivo histórico del Arzobispado

de México; está muy bien catalo-

gado, y todos los papeles de la

época del conflicto religioso ya

están abiertos al público”. En-

tonces yo le dije: “Mira, yo ya no

trabajo el tema; estoy con otras

cosas, con Rusia y con el celiba-

to sacerdotal”.

Pero ella me insistió: “Date una

vuelta, nada más para que

veas”. Fui al archivo (que, efecti-

vamente, está muy bien ordena-

do, catalogado, y el servicio al

público es espléndido) y pedí el

catálogo del Fondo “Obispos” de

los años veinte, del conflicto reli-

gioso, y hojeándolo con mucha

curiosidad y asombro, me di

cuenta de que había mucha co-

rrespondencia, tanto en inglés

“TRES AÑOS ANTES DE LA VER-

SIÓN OFICIAL, EN EL VATICANO SE

CONOCÍAN DETALLES DE MACIEL”

Page 14: EDICIÓN 19

PORTADA 14 PORTADA 15

fiado la tarea de edificar comuni-

dades eclesiales que sean cada

vez más una familia, capaces de

reflejar la belleza de la Trinidad y

de evangelizar no sólo con la pa-

labra. Más bien diría por

«irradiación», con la fuerza del

amor vivido.

La familia, fundada sobre el ma-

trimonio entre el hombre y la

mujer, está también llamada al

igual que la Iglesia a ser imagen

del Dios Único en Tres Personas.

Al principio, en efecto, «creó

Dios al hombre a su imagen; a

imagen de Dios lo creó; hombre

y mujer los creó. Y los bendijo

Dios, y les dijo: "Creced, multi-

plicaos"» (Gn 1, 27-28). Dios

creó el ser humano hombre y

mujer, con la misma dignidad,

pero también con características

propias y complementarias, para

que los dos fueran un don el uno

para el otro, se valoraran recí-

procamente y realizaran una co-

munidad de amor y de vida. El

amor es lo que hace de la perso-

na humana la auténtica imagen

de Dios. Queridos esposos, vi-

viendo el matrimonio no os dais

cualquier cosa o actividad, sino

la vida entera. Y vuestro amor es

fecundo, en primer lugar, para

vosotros mismos, porque deseáis

y realizáis el bien el uno al otro,

experimentando la alegría del

recibir y del dar. Es fecundo tam-

bién en la procreación, generosa

y responsable, de los hijos, en el

cuidado esmerado de ellos y en

la educación metódica y sabia.

Es fecundo, en fin, para la socie-

dad, porque la vida familiar es la

primera e insustituible escuela de

virtudes sociales, como el respe-

to de las personas, la gratuidad,

la confianza, la responsabilidad,

la solidaridad, la cooperación.

Queridos esposos, cuidad a vues-

tros hijos y, en un mundo domi-

nado por la técnica, transmitid-

les, con serenidad y confianza,

razones para vivir, la fuerza de la

fe, planteándoles metas altas y

sosteniéndolos en las debilida-

des. Pero también vosotros, hi-

jos, procurad mantener siempre

una relación de afecto profundo y

de cuidado diligente hacia vues-

tros padres, y también que las

relaciones entre hermanos y her-

manas sean una oportunidad pa-

ra crecer en el amor.

Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012

Page 15: EDICIÓN 19

PORTADA 14 PORTADA 15

fiado la tarea de edificar comuni-

dades eclesiales que sean cada

vez más una familia, capaces de

reflejar la belleza de la Trinidad y

de evangelizar no sólo con la pa-

labra. Más bien diría por

«irradiación», con la fuerza del

amor vivido.

La familia, fundada sobre el ma-

trimonio entre el hombre y la

mujer, está también llamada al

igual que la Iglesia a ser imagen

del Dios Único en Tres Personas.

Al principio, en efecto, «creó

Dios al hombre a su imagen; a

imagen de Dios lo creó; hombre

y mujer los creó. Y los bendijo

Dios, y les dijo: "Creced, multi-

plicaos"» (Gn 1, 27-28). Dios

creó el ser humano hombre y

mujer, con la misma dignidad,

pero también con características

propias y complementarias, para

que los dos fueran un don el uno

para el otro, se valoraran recí-

procamente y realizaran una co-

munidad de amor y de vida. El

amor es lo que hace de la perso-

na humana la auténtica imagen

de Dios. Queridos esposos, vi-

viendo el matrimonio no os dais

cualquier cosa o actividad, sino

la vida entera. Y vuestro amor es

fecundo, en primer lugar, para

vosotros mismos, porque deseáis

y realizáis el bien el uno al otro,

experimentando la alegría del

recibir y del dar. Es fecundo tam-

bién en la procreación, generosa

y responsable, de los hijos, en el

cuidado esmerado de ellos y en

la educación metódica y sabia.

Es fecundo, en fin, para la socie-

dad, porque la vida familiar es la

primera e insustituible escuela de

virtudes sociales, como el respe-

to de las personas, la gratuidad,

la confianza, la responsabilidad,

la solidaridad, la cooperación.

Queridos esposos, cuidad a vues-

tros hijos y, en un mundo domi-

nado por la técnica, transmitid-

les, con serenidad y confianza,

razones para vivir, la fuerza de la

fe, planteándoles metas altas y

sosteniéndolos en las debilida-

des. Pero también vosotros, hi-

jos, procurad mantener siempre

una relación de afecto profundo y

de cuidado diligente hacia vues-

tros padres, y también que las

relaciones entre hermanos y her-

manas sean una oportunidad pa-

ra crecer en el amor.

Page 16: EDICIÓN 19

SANTA SEDE 20

como en español, de obispos

norteamericanos. Entonces pedí

unos expedientes y me picó la

araña de la curiosidad, lo que

me llevó a escribir y publicar un

libro que se llama La cruzada por

México. Los católicos de Estados

Unidos y la cuestión religiosa en

México. Y fui a trabajar los archi-

vos norteamericanos, así como

también a los Caballeros de Co-

lón, que habían armado un lobby

a favor de los católicos mexica-

nos en el Congreso de Estados

Unidos, y que presionaba a los

presidentes de ese país desde

Wilson hasta Roosevelt.

Publiqué ese libro, pero me di

cuenta realmente que el conflicto

religioso en México había tenido

un impacto mundial. Entonces

decidí organizar un coloquio para

tomar un poco la dimensión de

ese impacto, porque yo había

estudiado sólo el conflicto reli-

gioso, y más concretamente la

dimensión militar de la insurrec-

ción de los cristeros. De manera

muy normal todos los que somos

historiadores de México somos

ombliguistas: la historia de Méxi-

co es tan rica, que uno ni piensa

mirar afuera. Sí, todo el mundo

decía que el embajador de Esta-

dos Unidos intervino, ayudó a

encontrar soluciones y a firmar

los arreglos de 1929; fue algo

así como el Mister Buenos Ofi-

cios, pero más allá de eso, no.

Y así como Friedrich Katz nos de-

mostró que la Revolución Mexi-

cana tuvo una dimensión inter-

nacional, y que México en varias

ocasiones fue algo así como un

campo de batalla entre grandes

potencias e imperialismos que

aquí se encontraban, donde se

peleaban todos los espías del

mundo, yo me di cuenta de que

hasta China, Filipinas y Australia

—para mencionar a los países

más lejanos— llegó el ruido de la

suspensión del culto en México,

del exilio de los obispos y del fu-

silamiento del padre Miguel

Agustín Pro, que fue real-

mente lo que fue el mo-

mento más espectacular.

En este caso, el presidente

Plutarco Elías Calles no

quiso justicia, por lo que

no hubo juicio y Pro fue ejecuta-

do en caliente. Pero Calles come-

tió un grave error: convocó a la

prensa y a los fotógrafos para

darle toda la publicidad máxima

al hecho, para que los católicos

mexicanos entendieran de una

vez y para siempre que no le

temblaba el pulso. Lo que pasó

es que a la semana aquello era

la portada de todos los periódi-

cos y revistas del mundo entero.

En seguida se comenzaron a es-

cribir hagiografías del mártir, del

santo en todos los idiomas del

mundo: en polaco, holandés, et-

cétera.

“LA HISTORIA DE MÉXICO

ES TAN RICA, QUE UNO NI

PIENSA MIRAR AFUERA”

Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012

Page 17: EDICIÓN 19

como en español, de obispos

norteamericanos. Entonces pedí

unos expedientes y me picó la

araña de la curiosidad, lo que

me llevó a escribir y publicar un

libro que se llama La cruzada por

México. Los católicos de Estados

Unidos y la cuestión religiosa en

México. Y fui a trabajar los archi-

vos norteamericanos, así como

también a los Caballeros de Co-

lón, que habían armado un lobby

a favor de los católicos mexica-

nos en el Congreso de Estados

Unidos, y que presionaba a los

presidentes de ese país desde

Wilson hasta Roosevelt.

Publiqué ese libro, pero me di

cuenta realmente que el conflicto

religioso en México había tenido

un impacto mundial. Entonces

decidí organizar un coloquio para

tomar un poco la dimensión de

ese impacto, porque yo había

estudiado sólo el conflicto reli-

gioso, y más concretamente la

dimensión militar de la insurrec-

ción de los cristeros. De manera

muy normal todos los que somos

historiadores de México somos

ombliguistas: la historia de Méxi-

co es tan rica, que uno ni piensa

mirar afuera. Sí, todo el mundo

decía que el embajador de Esta-

dos Unidos intervino, ayudó a

encontrar soluciones y a firmar

los arreglos de 1929; fue algo

así como el Mister Buenos Ofi-

cios, pero más allá de eso, no.

Y así como Friedrich Katz nos de-

mostró que la Revolución Mexi-

cana tuvo una dimensión inter-

nacional, y que México en varias

ocasiones fue algo así como un

campo de batalla entre grandes

potencias e imperialismos que

aquí se encontraban, donde se

peleaban todos los espías del

mundo, yo me di cuenta de que

hasta China, Filipinas y Australia

—para mencionar a los países

más lejanos— llegó el ruido de la

suspensión del culto en México,

del exilio de los obispos y del fu-

silamiento del padre Miguel

Agustín Pro, que fue real-

mente lo que fue el mo-

mento más espectacular.

En este caso, el presidente

Plutarco Elías Calles no

quiso justicia, por lo que

no hubo juicio y Pro fue ejecuta-

do en caliente. Pero Calles come-

tió un grave error: convocó a la

prensa y a los fotógrafos para

darle toda la publicidad máxima

al hecho, para que los católicos

mexicanos entendieran de una

vez y para siempre que no le

temblaba el pulso. Lo que pasó

es que a la semana aquello era

la portada de todos los periódi-

cos y revistas del mundo entero.

En seguida se comenzaron a es-

cribir hagiografías del mártir, del

santo en todos los idiomas del

mundo: en polaco, holandés, et-

cétera.

“LA HISTORIA DE MÉXICO

ES TAN RICA, QUE UNO NI

PIENSA MIRAR AFUERA”

Page 18: EDICIÓN 19

19 PORTADA 18

Tras to-

mar esto en

cuenta, lancé in-

vitaciones un poco al

azar, aprovechando una

red de amigos y diciéndole,

por ejemplo, a una antropóloga

polaca (quien, por

cierto, fue embaja-

dora de Polonia en

México): “¿No habrá

un historiador en

Polonia que trate el

tema en su país?”.

O sea, no fue una

selección científica.

Así llegamos a 16

países representa-

dos en este libro;

para otros países o

no encontramos

gente o, como iba a

ser un coloquio de

tres días intensos

de seminario donde

los 16 ponentes

iban a asistir a to-

das las sesiones pa-

ra hacer una obra

realmente colectiva,

nos limitamos a ese

número, pensando

que más no se po-

dían por cuestiones

de tiempo y de di-

nero.

Entonces, por ejem-

plo, Centroamérica

o Perú no están pre-

sentes, aun cuando

allí también hubo

man i f e s t a c i one s

respecto al conflic-

to. Pero tuvimos

que en Alemania el

historiador que nos

iba a hacer la ponencia

se enfermó y no pudo terminar;

yo aludo a ese país al final en el

posfacio, en la síntesis, pero no

tenemos una ponencia sobre él

cuando fue importantísimo por-

que se dividió en dos: el Partido

Socialista Alemán se solidarizó

con Calles, y el muy fuerte Parti-

do Católico del Centro, evidente-

mente, con los católicos mexica-

nos. Un caso muy interesante fue

la intervención del gran rabino de

Berlín a favor de los católicos me-

xicanos; ya que hay católicos que

creen que los judíos odian al cris-

tianismo y que quieren acabar

con la Iglesia, y además hay ca-

tólicos antisemitas, pues se debe-

ría pensar en ese rabino, que en

el periódico de la comunidad judía

de Alemania llamó a orar por los

católicos mexicanos injustamente

perseguidos.

Entonces tenemos desde Alema-

nia hasta Chile, pasando por el

Canadá francés (Québec) —que

se movilizó muchísimo—, Estados

Unidos y Brasil, hasta Polonia,

Italia, España e Inglaterra; en va-

rios casos, los ponentes descono-

cían con anterioridad el tema, por

lo que todos se pusieron a traba-

jar casi un año para llegar a esa

ponencia. Además, los investiga-

dores de Inglaterra, España e Ita-

lia ya quieren hacer un libro por-

que hay materia para ello.

AR: ¿Hubo una estrategia de los

católicos mexicanos para interna-

cionalizar el conflicto, hubo una

política del Vaticano para ello?

JM: No. Fue la Liga Nacional de

Defensa de la Libertad Religiosa

(LNDLR), que era la organización

católica que se fundó en 1925.

Cuando el gobierno mexicano in-

tentó (aunque fracasó rápidamen-

te) crear una Iglesia cismática,

una Iglesia católica mexicana, los

católicos sintieron la necesidad de

organizarse para defenderse, y es

cuando fundaron la LNDLR. Los

ligueros más importantes, moti-

vados y militantes fueron hom-

bres jóvenes de entre 20 y 30

años, todos los cuales salieron de

la Acción Católica de la Juventud

Mexicana (ACJM), y tenían el ra-

dicalismo de la juventud. Cuando

vieron que meses de acción cívica

y de recursos legales en los tribu-

nales no servían para nada, se

impacientaron y, como los revolu-

cionarios mexicanos, deseaban

tomar el camino supuestamente

corto de las armas, y entonces

ellos fueron los que provocaron el

levantamiento cristero, y ellos

buscaron una ayuda internacio-

nal. Crearon una organización

que se llama VITA México

(Asociación Internacional de Apo-

yo a los Católicos Mexicanos) y

dieron a conocer el conflicto reli-

gioso entre los católicos de mu-

chos países —en Italia especial-

mente, donde fueron muy exito-

sos, mucho más que el Vaticano.

Realmente la propaganda la hicie-

ron mexicanos en el extranjero,

al grado de que sí provocaron la

movilización de los católicos en

todos los países, por lo que el go-

bierno mexicano tuvo que utilizar

toda su red diplomática para ar-

mar contrafuegos. Por ejemplo,

nuestro embajador en París en

ese momento era nada menos

que Alfonso Reyes, que era un

joven escritor ya reconocido

(aunque quizá no tan famoso co-

mo lo fue después), muy francófi-

lo y francófono, y que en París

tuvo que luchar rudamente por-

que un día aparecieron los muros

de París tapizados con carteles

que representaban al presidente

Calles y lo denunciaban como

asesino; entonces él contrató

gente para quitar esos carteles y

levantó una protesta en la Secre-

taría de Relaciones de Francia, y

les dijo: “Como embajador de un

país amigo, pido la intervención

del gobierno francés para que no

se agreda e insulte al presidente

legítimo de México”.

Entonces hay esa dimensión de

lucha entre mexicanos en el ex-

tranjero.

Como embajador en Brasil le pasó

lo mismo a Reyes. Nuestro emba-

jador en Colombia era el Sr. Ur-

quidi, padre del economista don

Víctor Urquidi, quien por desgra-

cia ya falleció; éste me contaba

que, cuando niño en Bogotá, Co-

lombia, en el colegio a la hora del

recreo tenía que pelearse con los

compañeros del colegio, quienes

le decían: “Tu papá sirve a un go-

bierno anticatólico, ateo, que fusi-

la a los sacerdotes, que viola a

las monjas”. Tenía unos recuer-

dos de infancia un poco fuertes.

AR: También estuvo Pascual Ortiz

Rubio como embajador en Brasil.

JM: Ortiz Rubio sí era de armas

tomar. Alfonso Reyes sí fue capaz

de evitar discusiones y de ganar-

se la amistad de los intelectuales

católicos brasileños y de los ar-

gentinos también, mientras que

Ortiz Rubio provocó una tensión

diplomática que casi llegó a la

ruptura de relaciones. Realmente

México lo mandó llamar y lo qui-

tó, porque si no, iba derecho con-

tra el muro.

AR: La LNDLR fue a hacer campa-

ña a favor de los cristeros en

otros países. ¿Pero el gobierno

tuvo alguna estrategia específica

para enfrentar esa campaña?

JM: La hubo. Incluso contrató pe-

riodistas profesionales tanto para

escribir libros sobre México, sobre

la Revolución Mexicana, sobre

TIENE MIEDO EL MONSEÑOR COMO MUCHOS EN ESTE

MOMENTO, TODAVÍA ATÓNITOS E INCRÉDU-LOS POR LO SUCEDIDO

Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012

Page 19: EDICIÓN 19

19 PORTADA 18

Tras to-

mar esto en

cuenta, lancé in-

vitaciones un poco al

azar, aprovechando una

red de amigos y diciéndole,

por ejemplo, a una antropóloga

polaca (quien, por

cierto, fue embaja-

dora de Polonia en

México): “¿No habrá

un historiador en

Polonia que trate el

tema en su país?”.

O sea, no fue una

selección científica.

Así llegamos a 16

países representa-

dos en este libro;

para otros países o

no encontramos

gente o, como iba a

ser un coloquio de

tres días intensos

de seminario donde

los 16 ponentes

iban a asistir a to-

das las sesiones pa-

ra hacer una obra

realmente colectiva,

nos limitamos a ese

número, pensando

que más no se po-

dían por cuestiones

de tiempo y de di-

nero.

Entonces, por ejem-

plo, Centroamérica

o Perú no están pre-

sentes, aun cuando

allí también hubo

man i f e s t a c i one s

respecto al conflic-

to. Pero tuvimos

que en Alemania el

historiador que nos

iba a hacer la ponencia

se enfermó y no pudo terminar;

yo aludo a ese país al final en el

posfacio, en la síntesis, pero no

tenemos una ponencia sobre él

cuando fue importantísimo por-

que se dividió en dos: el Partido

Socialista Alemán se solidarizó

con Calles, y el muy fuerte Parti-

do Católico del Centro, evidente-

mente, con los católicos mexica-

nos. Un caso muy interesante fue

la intervención del gran rabino de

Berlín a favor de los católicos me-

xicanos; ya que hay católicos que

creen que los judíos odian al cris-

tianismo y que quieren acabar

con la Iglesia, y además hay ca-

tólicos antisemitas, pues se debe-

ría pensar en ese rabino, que en

el periódico de la comunidad judía

de Alemania llamó a orar por los

católicos mexicanos injustamente

perseguidos.

Entonces tenemos desde Alema-

nia hasta Chile, pasando por el

Canadá francés (Québec) —que

se movilizó muchísimo—, Estados

Unidos y Brasil, hasta Polonia,

Italia, España e Inglaterra; en va-

rios casos, los ponentes descono-

cían con anterioridad el tema, por

lo que todos se pusieron a traba-

jar casi un año para llegar a esa

ponencia. Además, los investiga-

dores de Inglaterra, España e Ita-

lia ya quieren hacer un libro por-

que hay materia para ello.

AR: ¿Hubo una estrategia de los

católicos mexicanos para interna-

cionalizar el conflicto, hubo una

política del Vaticano para ello?

JM: No. Fue la Liga Nacional de

Defensa de la Libertad Religiosa

(LNDLR), que era la organización

católica que se fundó en 1925.

Cuando el gobierno mexicano in-

tentó (aunque fracasó rápidamen-

te) crear una Iglesia cismática,

una Iglesia católica mexicana, los

católicos sintieron la necesidad de

organizarse para defenderse, y es

cuando fundaron la LNDLR. Los

ligueros más importantes, moti-

vados y militantes fueron hom-

bres jóvenes de entre 20 y 30

años, todos los cuales salieron de

la Acción Católica de la Juventud

Mexicana (ACJM), y tenían el ra-

dicalismo de la juventud. Cuando

vieron que meses de acción cívica

y de recursos legales en los tribu-

nales no servían para nada, se

impacientaron y, como los revolu-

cionarios mexicanos, deseaban

tomar el camino supuestamente

corto de las armas, y entonces

ellos fueron los que provocaron el

levantamiento cristero, y ellos

buscaron una ayuda internacio-

nal. Crearon una organización

que se llama VITA México

(Asociación Internacional de Apo-

yo a los Católicos Mexicanos) y

dieron a conocer el conflicto reli-

gioso entre los católicos de mu-

chos países —en Italia especial-

mente, donde fueron muy exito-

sos, mucho más que el Vaticano.

Realmente la propaganda la hicie-

ron mexicanos en el extranjero,

al grado de que sí provocaron la

movilización de los católicos en

todos los países, por lo que el go-

bierno mexicano tuvo que utilizar

toda su red diplomática para ar-

mar contrafuegos. Por ejemplo,

nuestro embajador en París en

ese momento era nada menos

que Alfonso Reyes, que era un

joven escritor ya reconocido

(aunque quizá no tan famoso co-

mo lo fue después), muy francófi-

lo y francófono, y que en París

tuvo que luchar rudamente por-

que un día aparecieron los muros

de París tapizados con carteles

que representaban al presidente

Calles y lo denunciaban como

asesino; entonces él contrató

gente para quitar esos carteles y

levantó una protesta en la Secre-

taría de Relaciones de Francia, y

les dijo: “Como embajador de un

país amigo, pido la intervención

del gobierno francés para que no

se agreda e insulte al presidente

legítimo de México”.

Entonces hay esa dimensión de

lucha entre mexicanos en el ex-

tranjero.

Como embajador en Brasil le pasó

lo mismo a Reyes. Nuestro emba-

jador en Colombia era el Sr. Ur-

quidi, padre del economista don

Víctor Urquidi, quien por desgra-

cia ya falleció; éste me contaba

que, cuando niño en Bogotá, Co-

lombia, en el colegio a la hora del

recreo tenía que pelearse con los

compañeros del colegio, quienes

le decían: “Tu papá sirve a un go-

bierno anticatólico, ateo, que fusi-

la a los sacerdotes, que viola a

las monjas”. Tenía unos recuer-

dos de infancia un poco fuertes.

AR: También estuvo Pascual Ortiz

Rubio como embajador en Brasil.

JM: Ortiz Rubio sí era de armas

tomar. Alfonso Reyes sí fue capaz

de evitar discusiones y de ganar-

se la amistad de los intelectuales

católicos brasileños y de los ar-

gentinos también, mientras que

Ortiz Rubio provocó una tensión

diplomática que casi llegó a la

ruptura de relaciones. Realmente

México lo mandó llamar y lo qui-

tó, porque si no, iba derecho con-

tra el muro.

AR: La LNDLR fue a hacer campa-

ña a favor de los cristeros en

otros países. ¿Pero el gobierno

tuvo alguna estrategia específica

para enfrentar esa campaña?

JM: La hubo. Incluso contrató pe-

riodistas profesionales tanto para

escribir libros sobre México, sobre

la Revolución Mexicana, sobre

Page 20: EDICIÓN 19

PORTADA 20 21

Luis N. Morones y la Confedera-

ción Regional Obrera Mexicana,

la que movilizó al Partido Labo-

rista inglés diciéndole “nosotros

somos laboristas”. Calles contra-

tó a un joven periodista norte-

americano, Ernest Gruening,

quien años después llegaría a

ser gobernador de Alaska y se-

nador por ese estado toda la vi-

da, y que publicó un libro muy

importante, muy interesante so-

bre México, que era evidente-

mente parcial porque el gobierno

mexicano le pasaba toda la in-

formación contra sus enemigos

internos, rivales revolucionarios,

dando pruebas de su corrupción,

violencia o asesinatos, pero evi-

dentemente para que el go-

bierno del general Calles queda-

ra bien y limpio.

Una dimensión de la estrategia

fue movilizar a las embajadas y

los consulados; por ejemplo, un

medio hermano del presidente

Calles, Arturo Elías, en ese mo-

mento era un cónsul importante

en Estados Unidos, y provocó

una pequeña crisis porque des-

pués de hacer lo que era perfec-

tamente normal (multiplicar las

entrevistas, las conferencias de

prensa, intervenciones radiofóni-

cas en las que defendía la políti-

ca antirreligiosa del presidente

mexicano), utilizó la franquicia

postal que como cónsul tenía,

para repartir cientos de miles de

folletos de propaganda antirreli-

giosa en los que asumía la de-

fensa de su gobierno. Cuando

los católicos mexicanos (en este

caso los famosos Caballeros de

Colón) se enteraron, interpela-

ron en el Congreso al gobierno

norteamericano diciéndole:

“¿Sabe usted que…?”, y las auto-

ridades estadunidenses en ese

momento convocaron al embaja-

dor de México y le dijeron:

“Oiga, dígale al cónsul que le pa-

re o que se vaya”.

AR: Tras leer los casos del libro,

se observa que el brindado a los

cristeros mexicanos no fue un

apoyo totalmente desinteresado,

sino que en cada país tuvo una

utilización local específica: en

Irlanda sirvió para respaldar el

nacionalismo, en Chile sirvió pa-

ra apoyar al Partido Conserva-

dor, en Bélgica para la unifica-

ción de los católicos, etcétera.

¿Cuáles son los principales usos

que usted aprecia que se le die-

ron a la rebe-

lión cristera

de México?

JM: Un hecho

interesante es

que en todos

esos países

se habla de la

Iglesia, de los mártires —

especialmente de los sacerdo-

tes—, y el padre Pro es una figu-

ra emblemática –como se dice

ahora—, pero casi no se habla

de los cristeros porque, por un

lado, el gobierno mexicano man-

tuvo una censura férrea sobre la

guerra misma, y tan es así que

no hay una sola entrevista de

prensa, ni una sola fotografía de

cristero publicada a lo largo de

los tres años de la guerra. Hubo

una gran cantidad de fotografías

de Emiliano Zapata y de Francis-

co Villa, así como muchos perio-

distas extranjeros e incluso ca-

marógrafos de cine norteameri-

canos —había 80 en 1919—que

trabajaban en México siguiendo

a los villistas. Pero de los criste-

ros nos tenemos ni un minuto de

filmación ni de noticiero.

Eso por un lado; por el otro,

cuando se sabía de la lucha ar-

mada, a los católicos europeos,

muy escaldados por siglos de

guerras de religión y de violen-

cia, la idea de una como Cruza-

da, de lucha armada con moti-

vos religiosos, de guerra santa

les repugnaba mucho. En el caso

de Irlanda, ésta acababa apenas

de salir de una guerra de inde-

pendencia contra Inglaterra, y

también de una guerra civil en-

tre irlandeses. El violentísimo

Ejército Republicano Irlandés

(IRA por sus siglas en inglés)

había sido condenado por la

Iglesia católica

de ese país.

Entonces ésta

dijo: “Hay que

rezar por los

hermanos me-

xicanos, no

hay que olvi-

darlos”, y exaltó a los obispos

mexicanos, a los mártires y al

padre Pro, pero ni una palabra

de la lucha armada. Incluso el

representante de la VITA quiere

ir a Irlanda pensando “con esos

valientes guerreros irlandeses

vamos a tener apoyo, igual has-

ta militar. Va a haber voluntarios

irlandeses para venir a luchar a

México —acuérdese del Batallón

de San Patricio en el siglo XIX”.

Sin embargo los obispos irlande-

ses prohíben la entrada del se-

ñor, porque tienen la obsesión

de que no se podía exaltar la lu-

cha armada de los católicos me-

xicanos, por más que pensaran

que fuera necesaria, porque allí

acababan de condenar la lucha

armada. Esto es un asunto muy

serio, porque en 1927 IRA asesi-

nó a un ministro católico del go-

bierno republi-

cano irlandés, y

lo hizo mientras

iba a misa.

Entonces por

eso casi no se

hablaba de la

lucha armada;

se mencionaba a

los mártires y

había que rezar

todos los domin-

gos, y toda la

catolicidad re-

cordaba a los

hermanos mexi-

canos.

AR: Los curas

europeos que

apoyaron al mo-

vimiento cristero

mexicano siguie-

ron caminos

muy distintos en

los años que si-

guieron. Está el

caso del italiano

Martino Capelli,

quien traía a

imágenes gua-

dalupanas cuan-

do lo fusilan los

nazis; pero del

otro lado, muy

c ont ra s t an te ,

estaba el belga

León Degrelle,

quien fue un na-

zi.

JM: Degrelle fue

un personaje te-

rrible, quien tie-

ne su lógica. Él

empezó como

joven estudiante

católico muy ra-

dical, e incluso

él es el único

“LA PROPAGANDA LA

HICIERON MEXICANOS

EN EL EXTRANJERO”

Email / Twitter / Facebook JUNIO 12 A 18 DE 2012

Page 21: EDICIÓN 19

PORTADA 20 21

Luis N. Morones y la Confedera-

ción Regional Obrera Mexicana,

la que movilizó al Partido Labo-

rista inglés diciéndole “nosotros

somos laboristas”. Calles contra-

tó a un joven periodista norte-

americano, Ernest Gruening,

quien años después llegaría a

ser gobernador de Alaska y se-

nador por ese estado toda la vi-

da, y que publicó un libro muy

importante, muy interesante so-

bre México, que era evidente-

mente parcial porque el gobierno

mexicano le pasaba toda la in-

formación contra sus enemigos

internos, rivales revolucionarios,

dando pruebas de su corrupción,

violencia o asesinatos, pero evi-

dentemente para que el go-

bierno del general Calles queda-

ra bien y limpio.

Una dimensión de la estrategia

fue movilizar a las embajadas y

los consulados; por ejemplo, un

medio hermano del presidente

Calles, Arturo Elías, en ese mo-

mento era un cónsul importante

en Estados Unidos, y provocó

una pequeña crisis porque des-

pués de hacer lo que era perfec-

tamente normal (multiplicar las

entrevistas, las conferencias de

prensa, intervenciones radiofóni-

cas en las que defendía la políti-

ca antirreligiosa del presidente

mexicano), utilizó la franquicia

postal que como cónsul tenía,

para repartir cientos de miles de

folletos de propaganda antirreli-

giosa en los que asumía la de-

fensa de su gobierno. Cuando

los católicos mexicanos (en este

caso los famosos Caballeros de

Colón) se enteraron, interpela-

ron en el Congreso al gobierno

norteamericano diciéndole:

“¿Sabe usted que…?”, y las auto-

ridades estadunidenses en ese

momento convocaron al embaja-

dor de México y le dijeron:

“Oiga, dígale al cónsul que le pa-

re o que se vaya”.

AR: Tras leer los casos del libro,

se observa que el brindado a los

cristeros mexicanos no fue un

apoyo totalmente desinteresado,

sino que en cada país tuvo una

utilización local específica: en

Irlanda sirvió para respaldar el

nacionalismo, en Chile sirvió pa-

ra apoyar al Partido Conserva-

dor, en Bélgica para la unifica-

ción de los católicos, etcétera.

¿Cuáles son los principales usos

que usted aprecia que se le die-

ron a la rebe-

lión cristera

de México?

JM: Un hecho

interesante es

que en todos

esos países

se habla de la

Iglesia, de los mártires —

especialmente de los sacerdo-

tes—, y el padre Pro es una figu-

ra emblemática –como se dice

ahora—, pero casi no se habla

de los cristeros porque, por un

lado, el gobierno mexicano man-

tuvo una censura férrea sobre la

guerra misma, y tan es así que

no hay una sola entrevista de

prensa, ni una sola fotografía de

cristero publicada a lo largo de

los tres años de la guerra. Hubo

una gran cantidad de fotografías

de Emiliano Zapata y de Francis-

co Villa, así como muchos perio-

distas extranjeros e incluso ca-

marógrafos de cine norteameri-

canos —había 80 en 1919—que

trabajaban en México siguiendo

a los villistas. Pero de los criste-

ros nos tenemos ni un minuto de

filmación ni de noticiero.

Eso por un lado; por el otro,

cuando se sabía de la lucha ar-

mada, a los católicos europeos,

muy escaldados por siglos de

guerras de religión y de violen-

cia, la idea de una como Cruza-

da, de lucha armada con moti-

vos religiosos, de guerra santa

les repugnaba mucho. En el caso

de Irlanda, ésta acababa apenas

de salir de una guerra de inde-

pendencia contra Inglaterra, y

también de una guerra civil en-

tre irlandeses. El violentísimo

Ejército Republicano Irlandés

(IRA por sus siglas en inglés)

había sido condenado por la

Iglesia católica

de ese país.

Entonces ésta

dijo: “Hay que

rezar por los

hermanos me-

xicanos, no

hay que olvi-

darlos”, y exaltó a los obispos

mexicanos, a los mártires y al

padre Pro, pero ni una palabra

de la lucha armada. Incluso el

representante de la VITA quiere

ir a Irlanda pensando “con esos

valientes guerreros irlandeses

vamos a tener apoyo, igual has-

ta militar. Va a haber voluntarios

irlandeses para venir a luchar a

México —acuérdese del Batallón

de San Patricio en el siglo XIX”.

Sin embargo los obispos irlande-

ses prohíben la entrada del se-

ñor, porque tienen la obsesión

de que no se podía exaltar la lu-

cha armada de los católicos me-

xicanos, por más que pensaran

que fuera necesaria, porque allí

acababan de condenar la lucha

armada. Esto es un asunto muy

serio, porque en 1927 IRA asesi-

nó a un ministro católico del go-

bierno republi-

cano irlandés, y

lo hizo mientras

iba a misa.

Entonces por

eso casi no se

hablaba de la

lucha armada;

se mencionaba a

los mártires y

había que rezar

todos los domin-

gos, y toda la

catolicidad re-

cordaba a los

hermanos mexi-

canos.

AR: Los curas

europeos que

apoyaron al mo-

vimiento cristero

mexicano siguie-

ron caminos

muy distintos en

los años que si-

guieron. Está el

caso del italiano

Martino Capelli,

quien traía a

imágenes gua-

dalupanas cuan-

do lo fusilan los

nazis; pero del

otro lado, muy

c ont ra s t an te ,

estaba el belga

León Degrelle,

quien fue un na-

zi.

JM: Degrelle fue

un personaje te-

rrible, quien tie-

ne su lógica. Él

empezó como

joven estudiante

católico muy ra-

dical, e incluso

él es el único

“JURO SERVIR CON FIDELI-

DAD, LEALTAD Y HONOR

AL PONTÍFICE REINANTE”

Page 22: EDICIÓN 19

ESPECIAL 29 PORTADA 22

Eduardo Verástegui acudió el

11 de mayo de 2011 a Show-

biz, el conocido programa sobre

cine de la cadena de televisión

CNN en español, conducido por

Juan Carlos Arciniegas.

La entrevista comenzó centrán-

dose la reciente película Cristia-

da, donde Eduardo tiene una

participación especial, y en su

próxima película Little Boy. Pe-

ro poco a poco cobró un cariz

todavía más interesante cuando

el conductor le interrogó sobre

su postura sobre el matrionio

homosexual y sobre el actual

presidente de los Estados Uni-

dos.

Eduardo no dudó en llamar ex-

plícitamente "mentiroso" a Ba-

rack Obama al recordar que

ataca la libertad religiosa:

"Plutarco Elías Calles y Obama

parecen la misma persona", de-

claró refiriéndose al presidente

mexicano bajo cuyo mandato

empezó la guerra cristera. Y

subrayó más adelante:

"Obama, en mi opinión, es un

hombre muy peligroso, está ha-

ciendo mucho daño, como me-

xicano me siento ofendido por

la cantidad de mexicanos de-

portados". Y es que Obama es

el presidente de los Estados

Unidos que más personas ha

deportado en la historia de la

Unión, pese a que hace cuatro

años se comprometió a regula-

rizar a los inmigrantes, espe-

cialmente a los latinos.

Sobre las uniones entre perso-

nas del mismo sexo, Verástegui

manifiestó su respeto, pero lue-

go afirmó, dirigiéndose al presi-

dente norteamericano: "No le

llames a eso matrimonio. Sé

creativo. Te doy ideas: chuli-

monio, maximonio... Hay una

agenda política debajo que va

más allá de lo que tú y yo aho-

rita podemos ver. Hay una es-

trategia de ´vamos a destruir

finalmente la Iglesia´".

“NO LE LLAMES

A ESO

MATRIMONIO”

Email / Twitter / Facebook MAYO 22 A 28 DE 2012

Sacerdotes asesinados en el mundo.

Espéralo en las próximas ediciones de SEMANA CATÓLICA.

Page 23: EDICIÓN 19

ESPECIAL 29 PORTADA 22

¿Tienes alguna

confidencia de la

vida eclesial en tu

país o ciudad?

Escríbenos:

semanacatolica

@gmail.com Sacerdotes asesinados en el mundo.

Espéralo en las próximas ediciones de SEMANA CATÓLICA.

Page 24: EDICIÓN 19

25 PORTADA 24

periodista que llegó a México y

publicó un libro acerca de sus

andanzas en México —el que no

he conseguido—, pero encontré

referencias en los archivos del

Arzobispado. Ya después de los

arreglos, llegó al país realmente

al final de la Cristiada. Quiso en-

trevistar al flamante arzobispo

de México, don Pascual Díaz,

quien fue uno de los dos que fir-

maron los arreglos. Éste, hom-

bre muy prudente, no lo recibió,

y fue su secretario personal

quien contestó muy breve y pru-

dentemente —no hay la menor

crítica al gobierno mexicano— a

las preguntas de Degrelle. En-

tonces, yo tengo la prueba de

que éste vino a México.

Luego Degrelle encontró que el

Partido Católico belga era dema-

siado socialcatólico y tímido, no

lo suficientemente católico, por

lo que fundó su propio partido,

al que puso como nombre Rex —

por Cristo Rey—, que es un mo-

vimiento de corte moderno, po-

pulista, ultranacionalista y de-

magogo. Rápidamente en 1936

llegó a tener el 20 por ciento de

los votos de los belgas, y se fue

del lado del fascismo. Visitó a

Benito Mussolini, quien quedó

encantado con él y lo apoyó; vi-

sitó a Adolfo Hitler, con los mis-

mos resultados. En ese momen-

to la Iglesia católica belga prohi-

bió a los católicos votar a Degre-

lle, y éste fue derivando, más y

más, hacia la ultraderecha, al

grado de que cuando ocurrió la

Segunda Guerra Mundial, cuando

Bélgica estaba conquistada por

los nazis, fundó una Legión de

voluntarios belgas francohablan-

tes que se llamó la Legión Wallo-

nia. Sirvió en el Waffen SS, que

es como los marines norteameri-

canos, una unidad combatiente

de élite nazi.

Fue un héroe combatiente, heri-

do varias veces, y recibió el gra-

do de general del Ejército ale-

mán, así como las más altas

condecoraciones: no solamente

la Cruz de Hierro, sino también

la Cruz de Caballero con Hojas

de Roble, y fue Hitler quien per-

sonalmente lo condecoró. De es-

to hay una fotografía famosa

que usted puede encontrar en

los sitios neonazis españoles.

Supuestamente, Hitler habría

dicho: “De haber tenido un hijo,

yo hubiera querido tener a De-

grelle”.

Degrelle peleó hasta el último

momento, y cuando ya se de-

rrumbaba el Reich, se subió a un

avión caza —era piloto, incluso;

fue un aventurero increíble este

hombre—, y llegó hasta España,

donde su avión ya no tenía com-

bustible y cayó en el mar frente

a San Sebastián. Lo pescaron los

españoles y se volvió amiguísi-

mo de Franco. Fue condenado en

ausencia a muerte por contuma-

cia en Bélgica, pero tuvo una se-

gunda vida con Franco: de rico

empresario. España nunca lo ex-

pulsó, y murió casi centenario,

nazi y antisemita hasta el final, y

en ruptura total con Roma. Para

él, el Concilio Vaticano II fue la

prueba de que los judíos se ha-

bían apoderado del Vaticano, y

se fue con monseñor Marcel Le-

febvre.

Felizmente, es el único caso que

encuentro en este mundillo.

AR: Es muy interesante el caso

de Italia y la posición de Mussoli-

ni, quien decía que Calles, de

alguna manera, los había desnu-

dado.

JM: El caso italiano es muy in-

teresante en su ambigüedad

misma, porque el régimen fas-

cista, Mussolini, simpatizaba mu-

cho con la Revolución Mexicana.

Hay que recordar que nuestra

revolución, si bien es social,

también es nacionalista, y el fas-

cismo italiano empezó así e in-

cluso sedujo a muchos jóvenes

en toda Europa, así como hace

50 años Fidel Castro nos sedujo

a todos porque era el revolucio-

nario del momento. Mussolini

empezó como un anticlerical fu-

ribundo, y en el fascismo hubo

una raíz anticlerical muy fuerte;

incluso hay una escena famosa

de un mitin público donde Mus-

solini dijo: “Les voy a demostrar

que Dios no existe: si Dios exis-

te, le doy cinco minutos para

que me fulmine”, y se para,

transcurre el tiempo y después

dijo: “Ya pasaron los cinco minu-

tos. Dios no existe”.

Entonces, el gobierno italiano

simpatizaba mucho con la Revo-

lución Mexicana, y especialmen-

te con el gobierno de Calles. La

política educativa de éste, la or-

ganización corporativa, los sindi-

catos, todo eso le gustó mucho a

Mussolini, y hubo excelentes re-

laciones entre los dos países. In-

cluso uno de los mejores perio-

distas fascistas, Marco Appelius,

vino a México y escribió un libro

excelente sobre el gobierno de

Calles que se llama El águila de

Chapultepec, escrito en el mo-

mento del conflicto religioso.

(Por cierto, Apelius es la única

fuente que encontré que dice —

no sé si él lo inventó— que el

presidente Calles visitó a José de

León Toral en la cárcel antes de

su ejecución, y que tuvieron un

diálogo muy breve, fuerte e in-

teresante entre los dos).

Pero Mussolini, ya instalado en el

poder, se dio cuenta de que Ita-

lia es un país muy católico, como

México, y de que entonces le

convenía hacer la paz con la

Iglesia, lo que hace en los famo-

sos Acuerdos de Letrán de febre-

ro de 1929, que ponen fin a una

cuestión espinosísima que re-

montaba a la unificación de Italia

en la segunda mitad del siglo

XIX, cuando el Papa perdió su

soberanía temporal sobre la ter-

cera parte de Italia, Roma se

volvió la capital de Italia y el Pa-

pa se consideraba el preso del

Vaticano.

UNA CAPILLA PEQUE-

ÑA EN LA QUE NO HAY

MÁS DE 200 PERSONAS

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Page 25: EDICIÓN 19

25 PORTADA 24

periodista que llegó a México y

publicó un libro acerca de sus

andanzas en México —el que no

he conseguido—, pero encontré

referencias en los archivos del

Arzobispado. Ya después de los

arreglos, llegó al país realmente

al final de la Cristiada. Quiso en-

trevistar al flamante arzobispo

de México, don Pascual Díaz,

quien fue uno de los dos que fir-

maron los arreglos. Éste, hom-

bre muy prudente, no lo recibió,

y fue su secretario personal

quien contestó muy breve y pru-

dentemente —no hay la menor

crítica al gobierno mexicano— a

las preguntas de Degrelle. En-

tonces, yo tengo la prueba de

que éste vino a México.

Luego Degrelle encontró que el

Partido Católico belga era dema-

siado socialcatólico y tímido, no

lo suficientemente católico, por

lo que fundó su propio partido,

al que puso como nombre Rex —

por Cristo Rey—, que es un mo-

vimiento de corte moderno, po-

pulista, ultranacionalista y de-

magogo. Rápidamente en 1936

llegó a tener el 20 por ciento de

los votos de los belgas, y se fue

del lado del fascismo. Visitó a

Benito Mussolini, quien quedó

encantado con él y lo apoyó; vi-

sitó a Adolfo Hitler, con los mis-

mos resultados. En ese momen-

to la Iglesia católica belga prohi-

bió a los católicos votar a Degre-

lle, y éste fue derivando, más y

más, hacia la ultraderecha, al

grado de que cuando ocurrió la

Segunda Guerra Mundial, cuando

Bélgica estaba conquistada por

los nazis, fundó una Legión de

voluntarios belgas francohablan-

tes que se llamó la Legión Wallo-

nia. Sirvió en el Waffen SS, que

es como los marines norteameri-

canos, una unidad combatiente

de élite nazi.

Fue un héroe combatiente, heri-

do varias veces, y recibió el gra-

do de general del Ejército ale-

mán, así como las más altas

condecoraciones: no solamente

la Cruz de Hierro, sino también

la Cruz de Caballero con Hojas

de Roble, y fue Hitler quien per-

sonalmente lo condecoró. De es-

to hay una fotografía famosa

que usted puede encontrar en

los sitios neonazis españoles.

Supuestamente, Hitler habría

dicho: “De haber tenido un hijo,

yo hubiera querido tener a De-

grelle”.

Degrelle peleó hasta el último

momento, y cuando ya se de-

rrumbaba el Reich, se subió a un

avión caza —era piloto, incluso;

fue un aventurero increíble este

hombre—, y llegó hasta España,

donde su avión ya no tenía com-

bustible y cayó en el mar frente

a San Sebastián. Lo pescaron los

españoles y se volvió amiguísi-

mo de Franco. Fue condenado en

ausencia a muerte por contuma-

cia en Bélgica, pero tuvo una se-

gunda vida con Franco: de rico

empresario. España nunca lo ex-

pulsó, y murió casi centenario,

nazi y antisemita hasta el final, y

en ruptura total con Roma. Para

él, el Concilio Vaticano II fue la

prueba de que los judíos se ha-

bían apoderado del Vaticano, y

se fue con monseñor Marcel Le-

febvre.

Felizmente, es el único caso que

encuentro en este mundillo.

AR: Es muy interesante el caso

de Italia y la posición de Mussoli-

ni, quien decía que Calles, de

alguna manera, los había desnu-

dado.

JM: El caso italiano es muy in-

teresante en su ambigüedad

misma, porque el régimen fas-

cista, Mussolini, simpatizaba mu-

cho con la Revolución Mexicana.

Hay que recordar que nuestra

revolución, si bien es social,

también es nacionalista, y el fas-

cismo italiano empezó así e in-

cluso sedujo a muchos jóvenes

en toda Europa, así como hace

50 años Fidel Castro nos sedujo

a todos porque era el revolucio-

nario del momento. Mussolini

empezó como un anticlerical fu-

ribundo, y en el fascismo hubo

una raíz anticlerical muy fuerte;

incluso hay una escena famosa

de un mitin público donde Mus-

solini dijo: “Les voy a demostrar

que Dios no existe: si Dios exis-

te, le doy cinco minutos para

que me fulmine”, y se para,

transcurre el tiempo y después

dijo: “Ya pasaron los cinco minu-

tos. Dios no existe”.

Entonces, el gobierno italiano

simpatizaba mucho con la Revo-

lución Mexicana, y especialmen-

te con el gobierno de Calles. La

política educativa de éste, la or-

ganización corporativa, los sindi-

catos, todo eso le gustó mucho a

Mussolini, y hubo excelentes re-

laciones entre los dos países. In-

cluso uno de los mejores perio-

distas fascistas, Marco Appelius,

vino a México y escribió un libro

excelente sobre el gobierno de

Calles que se llama El águila de

Chapultepec, escrito en el mo-

mento del conflicto religioso.

(Por cierto, Apelius es la única

fuente que encontré que dice —

no sé si él lo inventó— que el

presidente Calles visitó a José de

León Toral en la cárcel antes de

su ejecución, y que tuvieron un

diálogo muy breve, fuerte e in-

teresante entre los dos).

Pero Mussolini, ya instalado en el

poder, se dio cuenta de que Ita-

lia es un país muy católico, como

México, y de que entonces le

convenía hacer la paz con la

Iglesia, lo que hace en los famo-

sos Acuerdos de Letrán de febre-

ro de 1929, que ponen fin a una

cuestión espinosísima que re-

montaba a la unificación de Italia

en la segunda mitad del siglo

XIX, cuando el Papa perdió su

soberanía temporal sobre la ter-

cera parte de Italia, Roma se

volvió la capital de Italia y el Pa-

pa se consideraba el preso del

Vaticano.

HAY RUMORES DE QUE PROHIBI-

RÍAN LOS TELÉFONOS MÓVILES

CON CÁMARA, DICE UN MONSEÑOR

UNA CAPILLA PEQUE-

ÑA EN LA QUE NO HAY

MÁS DE 200 PERSONAS

Page 26: EDICIÓN 19

AR: ¿Hubo intelectuales y líderes

políticos importantes que se ali-

nearan con el gobierno mexi-

cano? Por allí encontré alguna

cita de The Times, que revivió la

leyenda negra para atacar a la

Iglesia.

JM: Intelectuales o políticos cató-

licos, no, de ninguna manera.

Realmente pocos gobiernos to-

maron la defensa del gobierno

mexicano. La mayoría de ellos

observaron un silencio prudente

diciendo “es un asunto interior

de México y no podemos interve-

nir”. Eso lo veo muy concreta-

mente en la correspondencia di-

plomática francesa. Francia inter-

vino cuando sus intereses fueron

afectados; por ejemplo, el go-

bierno francés —por cierto, en

ese momento un gobierno anti-

clerical— en México defendió las

escuelas católicas porque eran

de los hermanos maristas o lasa-

llistas, que eran franceses, daban

sus clases en francés, y pues era

una manera de defender la pre-

sencia cultural francesa, que iba

de retirada frente a Estados Uni-

dos desde que empezó la revolu-

ción.

De la misma manera, en los años

treinta, cuando en 1935 para to-

da la República Mexicana sólo

quedaron autorizados 305 sacer-

dotes, y en la Ciudad de México

se habían cerrado casi todos los

templos, la Embajada de Francia

consiguió del gobierno mexicano

que se abrieran dos templos: las

parroquias francesa y libanesa.

Líbano no era una colonia france-

sa pero fue un protectorado, y

aunque los libaneses no eran ciu-

dadanos eran son sujetos, y

Francia intervino a su favor. Los

católicos mexicanos no tenían

templos, pero la colonia francesa

en México y los libaneses sí por

la intervención del gobierno fran-

cés; pero éste jamás llamó la

atención del gobierno mexicano

sobre su política religiosa, ya que

era considerada un asunto in-

terno.

AR: ¿Los cristeros recibieron al-

gún apoyo del exterior más allá

de oraciones y cierta propagan-

da?

JM: Los cristeros no recibieron

ningún apoyo; a diferencia de las

guerrillas modernas, contempo-

ráneas, no recibieron dinero de

ninguna potencia exterior, ni

tampoco de los ricos mexicanos

ni hubo el equivalente de narco-

guerrillas. Fue realmente una

guerrilla de pobres que, si hay

que compararla con algo, es

realmente con la guerrilla zapa-

tista. Además, Estados Unidos

había establecido lo que nos gus-

taría que hoy existiera: el em-

bargo sobre las armas. Solamen-

te el gobierno mexicano podía

comprar armas en Estados Uni-

dos, nadie más. Entonces, supo-

niendo que los cristeros hubiesen

tenido dinero, no hubieran podi-

do comprar armas a aquel país.

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27 PORTADA 26

Page 27: EDICIÓN 19

AR: ¿Hubo intelectuales y líderes

políticos importantes que se ali-

nearan con el gobierno mexi-

cano? Por allí encontré alguna

cita de The Times, que revivió la

leyenda negra para atacar a la

Iglesia.

JM: Intelectuales o políticos cató-

licos, no, de ninguna manera.

Realmente pocos gobiernos to-

maron la defensa del gobierno

mexicano. La mayoría de ellos

observaron un silencio prudente

diciendo “es un asunto interior

de México y no podemos interve-

nir”. Eso lo veo muy concreta-

mente en la correspondencia di-

plomática francesa. Francia inter-

vino cuando sus intereses fueron

afectados; por ejemplo, el go-

bierno francés —por cierto, en

ese momento un gobierno anti-

clerical— en México defendió las

escuelas católicas porque eran

de los hermanos maristas o lasa-

llistas, que eran franceses, daban

sus clases en francés, y pues era

una manera de defender la pre-

sencia cultural francesa, que iba

de retirada frente a Estados Uni-

dos desde que empezó la revolu-

ción.

De la misma manera, en los años

treinta, cuando en 1935 para to-

da la República Mexicana sólo

quedaron autorizados 305 sacer-

dotes, y en la Ciudad de México

se habían cerrado casi todos los

templos, la Embajada de Francia

consiguió del gobierno mexicano

que se abrieran dos templos: las

parroquias francesa y libanesa.

Líbano no era una colonia france-

sa pero fue un protectorado, y

aunque los libaneses no eran ciu-

dadanos eran son sujetos, y

Francia intervino a su favor. Los

católicos mexicanos no tenían

templos, pero la colonia francesa

en México y los libaneses sí por

la intervención del gobierno fran-

cés; pero éste jamás llamó la

atención del gobierno mexicano

sobre su política religiosa, ya que

era considerada un asunto in-

terno.

AR: ¿Los cristeros recibieron al-

gún apoyo del exterior más allá

de oraciones y cierta propagan-

da?

JM: Los cristeros no recibieron

ningún apoyo; a diferencia de las

guerrillas modernas, contempo-

ráneas, no recibieron dinero de

ninguna potencia exterior, ni

tampoco de los ricos mexicanos

ni hubo el equivalente de narco-

guerrillas. Fue realmente una

guerrilla de pobres que, si hay

que compararla con algo, es

realmente con la guerrilla zapa-

tista. Además, Estados Unidos

había establecido lo que nos gus-

taría que hoy existiera: el em-

bargo sobre las armas. Solamen-

te el gobierno mexicano podía

comprar armas en Estados Uni-

dos, nadie más. Entonces, supo-

niendo que los cristeros hubiesen

tenido dinero, no hubieran podi-

do comprar armas a aquel país.

27 PORTADA 26

Page 28: EDICIÓN 19

ESPECIAL 29 PORTADA 28

De los 15 nuevos estrenos en EEUU

en el primer fin de semana de ju-

nio, Cristiada fue la más vista, si

exceptuamos la super promociona-

da Blancanieves, la Leyenda del

Cazador, que se estrenaba en

3.780 cines y costó 170 millones de

dólares. Por contraste, Cristiada

("For Greater Glory", en inglés) se

rodó con unos 12 millones de dóla-

res (la más cara de las que jamás

se hayan rodado en México) y se

estrenó en sólo 757 salas.

Ese fin de semana venció, por

ejemplo, a Los Juegos del Hambre,

que aunque lle-

vaba 11 sema-

nas en cartel se

exhibía aún en

1.100 cines. No

venció a super-

producci ones

estrenadas po-

co antes como Los Vengadores,

Men In Black 3 o Battleship, todas

ellas películas con un presupuesto

de más de 200 millones de dólares.

En la clasificación general, fue la

décima más vista del fin de sema-

na.

A los 10 días de su

estreno en EEUU,

Cristiada ha recau-

dado ya 3,4 millones

de dólares en Esta-

dos Unidos y otros

4,1 millones en Mé-

xico. Aún no se ha estrenado en

cines de otros países.

La película ha contado con el apoyo

entusiasta del arzobispo de Los Án-

geles, José Gómez, y de la prensa

católica del país, aunque la prensa

generalista norteamericana la ha

ignorado bastante.

“UN MEDIO PARA

MANTENER COMU-

NICACIÓN CON AL”

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Page 29: EDICIÓN 19

ESPECIAL 29 PORTADA 28

¿Tienes alguna

confidencia de la

vida eclesial en tu

país o ciudad?

Escríbenos:

semanacatolica

@gmail.com

Page 30: EDICIÓN 19

OPINIÓN 30

En primer lugar queremos

destacar el nuevo nombra-

miento de Monseñor Roberto

Ospina quien desde el 31 de

Mayo de 2004 se desempe-

ñaba como vicario episcopal

de la zona pastoral episcopal

de San Pedro y vicario gene-

ral por mandato especial.

Actualmente fue nombrado

como Obispo de la diócesis

de Buga para suceder a

Monseñor Hernán Giraldo

Jaramillo quien solicitó su

renuncia al gobierno pasto-

ral por límite de edad y fue

aceptada.

Monseñor Ospina nació en

San Miguel de Sema

(Chiquinquirá) el 20 de mar-

zo de 1947, fue ordenado

sacerdote en la arquidiócesis

de Bogotá en 1972, estudió

filosofía en la Pontificia Uni-

versidad Javeriana de Bo-

gotá y Teología en el Semi-

nario Mayor de San José de

Bogotá. Es Licenciado en Sa-

gradas Escrituras del Insti-

tuto Pontificio Bíblico de Ro-

ma. Miembro del Instituto

Sacerdotal “Jesús Adoles-

cente”, ha prestado servicios

como Vicario Parroquial, for-

mador de

seminario,

delegado de

la pastoral

educativa

para la zona

norte de Bo-

gotá y profesor de Sagradas

Escrituras. (http://

www.arquibogota.org.co/?

idcategoria=450)

En reemplazo de Monseñor

Ospina se nombró a quien

contaba con la mayor expe-

riencia en materia de pasto-

reo episcopal Monseñor Al-

berto Ojalvo quien actuaba

como vicario de la zona pas-

toral episcopal de la

Inmaculada Concep-

ción, en su reemplazo

también se elevó a Da-

niel Delgado. A estos

obispos nuestras más since-

ras felicitaciones y bendicio-

nes en sus labores pastora-

les.

Finalmente sobre otros cam-

bios en la arquidiócesis hay

que decir que muchas pue-

den ser las razones de estos

cambios, sin

embargo entre

las principales

están algunas

de orden pas-

toral y de

cumplimiento

en los tiempos de trabajo

parroquial que generalmente

van entre los cuatro y seis

años en Bogotá. En cuanto a

las necesidades pastorales

se debe entender que mu-

chos sacerdotes son necesa-

rios en otras parroquias por

sus propias habilidades en

materia administrativa, pas-

toral y humana.

“ALGUNAS RAZONES

PASTORALES”

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Por Fabián Andrés Hernández

Ospina

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tales y religiosas.

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