edad, comorbilidad y mortalidad en pacientes hospitalizados por neumonía adquirida en la comunidad...

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Edad, comorbilidad y mortalidad en pacientes hospitalizados por neumonía adquirida en la Comunidad (réplica) Sr. Director: Hemos leído la correspondencia recibida en relación al ar- tículo publicado en su revista «Neumonía adquirida en la co- munidad en pacientes ingresados: mortalidad, comorbilidad y clases de riesgo» 1 . Hemos revisado el tema y vamos a expo- ner algunas cuestiones en relación a lo comentado en ella. Como se afirma en la carta recibida, en nuestro artículo 1 efectivamente no encontramos diferencias de mortalidad en función de la edad de los pacientes. Sin embargo, en nues- tro artículo se hace referencia a esto, una vez ya han sido «estratificados por clases de riesgo» los pacientes. Creemos que los pacientes ancianos con neumonía adquiri- da en la comunidad (NAC) son un grupo que tiene caracte- rísticas diferenciales con respecto al pronóstico, la gravedad y la mortalidad de la NAC. Recientemente publicamos un estudio que analizaba este aspecto 2 y encontramos que la mortalidad de los pacientes ancianos no es igual en las dife- rentes clases de riesgo, establecidas éstas por los criterios de Fine et al 3 . Pensamos que no todos los pacientes ancianos se comportan de igual manera por el simple hecho de tener una edad, de manera que en este trabajo con ancianos y NAC comprobamos que los pacientes ancianos procedentes de residencia asistida presentaban NAC más graves y de mayor mortalidad que el resto de los ancianos ingresados. Los pacientes ancianos con NAC tienen una alta mortalidad 4,5 , lo que obliga al clínico a una valoración exhaustiva y a rea- lizar esfuerzos importantes en el manejo de estos pacientes. Tampoco está claro que la edad sea un factor independien- te de riesgo 5 . Es cierto que Fine et al 3 determinan las clases de riesgo basándose en población general, pero esto en con- tra de ser un problema creemos que es una ventaja ya que permitió en el análisis de estos autores, con un número no desdeñable de alrededor de 50.000 pacientes, dar una valor concreto para establecer la gravedad del proceso tanto a la edad como a otro gran número de variables que incluyen posibles alteraciones clínicas, radiológicas y analíticas, per- mitiendo una valoración más individualizada de cada pacien- te. Algunos de los datos que se tienen en cuenta en el tra- bajo de los autores de la carta 6 están ya incluidos en la esca- la de gravedad de Fine et al, como son la taquipnea, la hipo- tensión, la confusión, la hiperazoemia, las alteraciones de la temperatura y otros muchos. No obstante, creemos que pro- fundizar en la identificación de grupos de pacientes que pue- dan tener un peor pronóstico o una mayor gravedad aporta- rá mejoras indudables en el manejo de los mismos. Estamos de acuerdo con García Ordóñez et al en que hay otros facto- res que no son la edad los que modifican el pronóstico y la gravedad en la NAC que padecen los pacientes ancianos. Nuestro estudio analiza pacientes ingresados, no población general, pero pensamos que en la actualidad escalas para la medición de la gravedad de los pacientes con NAC como la de Fine et al son necesarias para poder homogeneizar las poblaciones de estudio que se realizan a nivel clínico para pro- fundizar en el conocimiento de los enfermos. BIBLIOGRAFÍA 1. Ruiz de Oña Lacasta JM, Gómez Fernández M, Celdrán Gil J. Rev Clin Esp 2003;203(2):64-7. 2. Ruiz de Oña Lacasta JM, Gómez Fernández M, Celdrán Gil J. Neumonía en el paciente anciano. Pacientes residentes en instituciones cerradas y cla- ses de riesgo. An Med Interna (Madrid) 2002;19(3):115-9. 3. Fine Fine MJ, Auble ThE, Yealy DM, Hanusa BH, Weissfeld LA, Singer DE, et al. A prediction rule to identify low-risk patients with community-acquired pneumonia. N Engl J Med 1997;336:243-50. 4. Ewig S, Kleinfeld T, Bauer T, Seifert K, Shafer H, Goke N. Comparative validation of prognostic rules for community-acquired pneumonia in an elderly population. Eur Respir J 1999;14(2):370-5. 5. Riquelme R, Torres A, El-Ebiary M, Mensa J, Estruch R, Ruiz M, et al. Community-acquired pneumonia in the elderly. Clinical and nutritional aspects. Am Respir Crit Care Med 1997;156:1908-14. 6. García Ordóñez MA, García Jiménez JM, Páez F, Álvarez F, Poyato B, Franquelo M, et al. Clinical aspects and prognostic factors in elderly patients hospitalised for community-adquired pneumonia. Eur J Clin Microbiol Infect Dis 2001;20:14-9. J. M. Ruiz de Oña Lacasta, M. Gómez Fernández y J. Celdrán Gil Unidad de Gestión Clínica de Neumología. Hospital Nuestra Señora del Prado. Talavera de la Reina. Toledo. CARTAS AL DIRECTOR 00 Rev Clin Esp 2004;204(10):561-4 563

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Edad, comorbilidad y mortalidad en pacienteshospitalizados por neumonía adquirida en la Comunidad (réplica)

Sr. Director:Hemos leído la correspondencia recibida en relación al ar-tículo publicado en su revista «Neumonía adquirida en la co-munidad en pacientes ingresados: mortalidad, comorbilidad yclases de riesgo» 1. Hemos revisado el tema y vamos a expo-ner algunas cuestiones en relación a lo comentado en ella.Como se afirma en la carta recibida, en nuestro artículo 1

efectivamente no encontramos diferencias de mortalidad enfunción de la edad de los pacientes. Sin embargo, en nues-tro artículo se hace referencia a esto, una vez ya han sido«estratificados por clases de riesgo» los pacientes. Creemos que los pacientes ancianos con neumonía adquiri-da en la comunidad (NAC) son un grupo que tiene caracte-rísticas diferenciales con respecto al pronóstico, la gravedady la mortalidad de la NAC. Recientemente publicamos unestudio que analizaba este aspecto 2 y encontramos que lamortalidad de los pacientes ancianos no es igual en las dife-rentes clases de riesgo, establecidas éstas por los criterios deFine et al 3. Pensamos que no todos los pacientes ancianosse comportan de igual manera por el simple hecho de teneruna edad, de manera que en este trabajo con ancianos yNAC comprobamos que los pacientes ancianos procedentesde residencia asistida presentaban NAC más graves y demayor mortalidad que el resto de los ancianos ingresados. Los pacientes ancianos con NAC tienen una alta mortalidad 4,5,lo que obliga al clínico a una valoración exhaustiva y a rea-lizar esfuerzos importantes en el manejo de estos pacientes.Tampoco está claro que la edad sea un factor independien-te de riesgo 5. Es cierto que Fine et al 3 determinan las clasesde riesgo basándose en población general, pero esto en con-tra de ser un problema creemos que es una ventaja ya quepermitió en el análisis de estos autores, con un número nodesdeñable de alrededor de 50.000 pacientes, dar una valorconcreto para establecer la gravedad del proceso tanto a laedad como a otro gran número de variables que incluyenposibles alteraciones clínicas, radiológicas y analíticas, per-

mitiendo una valoración más individualizada de cada pacien-te. Algunos de los datos que se tienen en cuenta en el tra-bajo de los autores de la carta 6 están ya incluidos en la esca-la de gravedad de Fine et al, como son la taquipnea, la hipo-tensión, la confusión, la hiperazoemia, las alteraciones de latemperatura y otros muchos. No obstante, creemos que pro-fundizar en la identificación de grupos de pacientes que pue-dan tener un peor pronóstico o una mayor gravedad aporta-rá mejoras indudables en el manejo de los mismos. Estamosde acuerdo con García Ordóñez et al en que hay otros facto-res que no son la edad los que modifican el pronóstico y lagravedad en la NAC que padecen los pacientes ancianos.Nuestro estudio analiza pacientes ingresados, no poblacióngeneral, pero pensamos que en la actualidad escalas para lamedición de la gravedad de los pacientes con NAC como lade Fine et al son necesarias para poder homogeneizar laspoblaciones de estudio que se realizan a nivel clínico para pro-fundizar en el conocimiento de los enfermos.

BIBLIOGRAFÍA

1. Ruiz de Oña Lacasta JM, Gómez Fernández M, Celdrán Gil J. Rev ClinEsp 2003;203(2):64-7.2. Ruiz de Oña Lacasta JM, Gómez Fernández M, Celdrán Gil J. Neumoníaen el paciente anciano. Pacientes residentes en instituciones cerradas y cla-ses de riesgo. An Med Interna (Madrid) 2002;19(3):115-9.3. Fine Fine MJ, Auble ThE, Yealy DM, Hanusa BH, Weissfeld LA, Singer DE,et al. A prediction rule to identify low-risk patients with community-acquiredpneumonia. N Engl J Med 1997;336:243-50. 4. Ewig S, Kleinfeld T, Bauer T, Seifert K, Shafer H, Goke N. Comparativevalidation of prognostic rules for community-acquired pneumonia in anelderly population. Eur Respir J 1999;14(2):370-5.5. Riquelme R, Torres A, El-Ebiary M, Mensa J, Estruch R, Ruiz M, et al.Community-acquired pneumonia in the elderly. Clinical and nutritionalaspects. Am Respir Crit Care Med 1997;156:1908-14.6. García Ordóñez MA, García Jiménez JM, Páez F, Álvarez F, Poyato B,Franquelo M, et al. Clinical aspects and prognostic factors in elderly patientshospitalised for community-adquired pneumonia. Eur J Clin Microbiol InfectDis 2001;20:14-9.

J. M. Ruiz de Oña Lacasta, M. Gómez Fernández y J. Celdrán Gil

Unidad de Gestión Clínica de Neumología. Hospital Nuestra Señora del Prado. Talavera de la Reina. Toledo.

CARTAS AL DIRECTOR

00 Rev Clin Esp 2004;204(10):561-4 563