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AÑO LXXIVNÚM. 3.710

18 enero 2014 1,95 €

Un mundo mejor y másjusto para inmigrantes

y refugiados

Un mundo mejor y másjusto para inmigrantes

y refugiados

EditorialEl «espíritu» y la «música» de los primeros cardenales del Papa

Francisco ....................................................................................................................................................................... 5

Opinión«Evangelii gaudium», una clara afirmación del lugar de los po-

bres en la evangelización, por José Gabriel Vera Beorlegui .. 6El impreso del expediente matrimonial del arzobispado de Ma-

drid, por Rosa Corazón ......................................................................................................................... 7

España«Ha100do un mundo mejor».—Vídeo de la CEE con motivo de

los cien años de la Jornada Mundial de las Migraciones ..... 8Monseñor Vives, en Tierra Santa representando a la CEE .................. 8En el último año, hubo 112.390 abortos ............................................................................ 9«¿Es que Cristo está dividido?».—Mensaje de los obispos de la

Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales ................. 10Un mundo mejor y más justo para inmigrantes y refugiados.—

Mensaje de los obispos de la Comisión Episcopal de Mi-graciones ...................................................................................................................................................................... 12

CulturaReseña de novedades editoriales y noticias varias de cultura,

por Miguel de Santiago ...................................................................................................................... 16

MundoMadagascar: ¿Fin de la crisis? Por Juan Manuel Pérez Charlín .... 17Veintidós agentes de pastoral fueron asesinados en 2013 ................ 1820.000 jóvenes en el encuentro de Taizé ........................................................................... 18Papa Francisco: «Hay que salir al encuentro del migrante» ............... 19

ReportajeEl Rey, la Iglesia y la Transición, por Manuel Muñoz .................................... 20

Documentación Mensaje del Papa Francisco a su Santidad Bartolomé I, con

ocasión de la fiesta de San Andrés ............................................................................... 25Discurso del Papa Francisco a la Plenaria del Pontificio Conse-

jo para el Diálogo Interreligioso (28-11-2013) ........................................... 26Mensaje del Papa Francisco al cardenal Kurt Koch, con ocasión

del XIII Simposio Intercristiano (Milán, 28/30-8/2013) ................. 27Discurso del Papa Francisco a la Delegación de la Comunidad

Judía de Roma (11-10-2013) ...................................................................................................... 28Discurso del Papa Francisco a una Delegación de la Federación

Luterana Mundial (21-10-2013) ............................................................................................ 29Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial del Emi-

grante y del Refugiado 2014 ...................................................................................................... 30Audiencia general del Papa Francisco del miércoles 8 de enero

de 2014 ............................................................................................................................................................................ 32Homilía del Papa Francisco en la misa de acción de gracias por

la canonización de San Pedro Fabro (3-1-2014) ..................................... 33

VaticanoLos primeros 19 cardenales de Francisco, por Miguel Ángel Agea.... 35El Papa bautiza 32 niños, entre ellos la hija de un matrimonio

civil .......................................................................................................................................................................................... 37

La FirmaA propósito del Anteproyecto Gallardón, por María Teresa

Compte Grau .......................................................................................................................................................... 38

El Domingo, Pan de la PalabraContempladlo y quedaréis radiantes, por Ricardo de Luis Car-

ballada, OP ............................................................................................................................................................... 39

� Número: 3.710

� 18 de enero de 2014

� Páginas de 53 a 92

Nuestra revista dedica en este número siete páginas (la 8; de la 12a la 14, con el mensaje de la Comisión Episcopal de Migraciones; la

18; y las páginas 30 y 31 con el mensaje del Papa Francisco, elprimero que escribe para esta Jornada), más la portada, a la Jornada

Mundial de las Migraciones. Cien años cumple laJornada Mundial y Pontificia del Emigrante y del Refugiado, cuyo

lema en 2014 reza: «Emigrantes y refugiados: hacia un mundo mejor».Ese mundo mejor, que es un derecho para todos, no se construye nicon restricciones, cuchillas, vallas y concertinas, ni con sus secuelas,

como la que muestra un inmigrante africano en laimagen que enseña un compañero suyo.

55 Número 3.710 � 18 de enero de 2014 3

DIRECTOR:Jesús DE LAS HERAS MUELAREDACTOR JEFE:Miguel DE SANTIAGOREDACTORES Y SECCIONES:José Ignacio Rivarés (Mundo y Latinoamérica),Miguel de Santiago (Cultura y Diagramación),Patricia Basterrechea (Secretaría de Dirección y Documentalista),Julio Rodríguez y Pablo Herrero (Traducciones y Documentación)M.A. Agea (Vaticano), J.M. Pérez Charlín (Africa), Mª E. Rojas y J. Moreno(América), J. Aymar (Cataluña) y M. García (Galicia).ADMINISTRACION, PUBLICIDAD Y SUSCRIPCIONES:Antonio Cortés, José Díaz y María José Pariente.COLABORADORES Y CORRESPONSALES:V. Altaba, R. Andrade, L. Azorín, R. Corazón, Mª T. Compte, J.M. Coviella,J.E. Díaz, J. Díaz-Bernardo, J. Espeja, L. García, R. A. García, A. Gil, A.Güemes, J.J. Iriarte, J.L. Larrabe, R. Luis, J.J. Montes, M. Muñoz, A. Navarro,M. Pérez, J.F. Riaza, A. del Río, L. Santamaría.DOMICILIO: C/ Añastro, 1, 4.ª — 28033-MadridTELEFONOS: Redacción: 91 34 39 703

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Editorial

edito

rial

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El «espíritu» y la «música» de los primeros cardenales del Papa Francisco

El Papa Francisco anunció, tras el ángelusdel domingo 12 de enero, los nombres desus primeros cardenales. Como ya dijimos

la pasada semana, el anuncio era inminente,una vez sabido desde octubre que habría con-sistorio de creación de nuevos cardenales el 22de febrero. Se trata del nombramiento de dieci-nueve pastores, representativamente, de todala Iglesia, tres de ellos mayores de 80 años. Esuna elección medida, pensada, rezada, matiza-da y emblemática. Pero antes de analizarla,será bueno escuchar al mismo Santo Padre.Nos referimos a una carta personal que ha di-rigido a los elegidos y publicada el lunes 13 deenero.

«El cardenalato —dice la carta papal— no sig-nifica una promoción, ni un honor, ni una deco-ración. Es sencillamente un servicio que exigeampliar la mirada y ensanchar el corazón». Yesto solo se puede lograr «siguiendo la mismavía del Señor: el camino del abajamiento y de lahumildad, tomando la forma del siervo. Por ello,te pido, por favor, que recibas esta designacióncon un corazón sencillo y humilde. Y aunquedebas hacerlo con alegría y con gozo, hazlotambién de modo que estos sentimientos sealejen de cualquier expresión de mundanidad,de cualquier festejo externo al espíritu evangéli-co de austeridad, sobriedad y pobreza».

El primer consistorio de Francisco lleva su se-llo, su marchamo, tanto en el «espíritu» como enla «letra». Y este consistorio quiere ser el de larenovación que tanto impulsa el Santo Padre: larenovación del corazón, de las actitudes, de losmodos y de los sentimientos.

«Espíritu» —decimos— y también «letra»... Nosexplicaremos mejor. Francisco no ha ampliadoel colegio cardenalicio más allá de 120 cardena-les menores de 80 años. Francisco concederá lapúrpura a los altos curiales «imprescindibles» (elsecretario de Estado, el secretario general del Sí-nodo de los Obispos y los dos prefectos deCongregaciones todavía no cardenales). Francis-co, que no quiere una Iglesia «europocéntrica»,ha designado solo dos cardenales con sedeepiscopal en el viejo continente (Westminster yPerugia) y no ha respondido a mecanismos oautomatismos de los que podemos entenderpor «sedes cardenalicias», sin que ello signifiqueque algunas de estas sedes hayan de perder

para siempre esta supuesta —jamás escrita—condición.

¿Más «letra» y más «espíritu»? Francisco hamirado a América Latina, donde se concentratan importante proporción de católicos y ha ele-gido a cinco pastores de esta zona geográficapara recibir la birreta: Santiago de Chile, BuenosAires, Managua y dos obispos del tantas vecesolvidado y precario Caribe (un arzobispo eméri-to de las Antillas Francesas y, significativamentey en el mismo día del cuarto aniversario del te-rrible terremoto que asoló Haití, a un jovenobispo haitiano). Francisco ha recordado Asia y,tras el tifón Haiyan, ha recalado en Filipinas ydentro del archipiélago ha elegido a un arzobis-po de Mindanao, tierra, además, de gran mayo-ría musulmana. Con la elección de los arzobis-pos de Abidjan (Costa de Marfil) y de Ouaga-dougou (Burkina Faso) ha vuelto a subrayar elpapel emergente de la Iglesia en África y su cer-canía hacia los pobres y necesitados.

Y para ulterior confirmación del «espíritu» y la«letra» que ha impreso Francisco a sus primerosnombramientos cardenalicios, dos nombresmás, significativos donde los haya. Son los delos arzobispos ya jubilados Loris Francesco Ca-povilla (1915) y Fernando Sebastián Aguilar. Elprimero es el custodio de la memoria de JuanXXIII, el Papa del cambio, el Papa del ConcilioVaticano II. El segundo, Fernando Sebastián(1929), es bien conocido y querido por parte dela Iglesia católica en España. Su nombramientoes magnífico. Nos alegra y honra y alegra yhonra a nuestra Iglesia. Sus servicios prestados,desde al menos 1970 y todavía después de sujubilación en 2007, han sido y siguen extraordi-narios. Es una figura eclesial clave, todo un refe-rente. ¡Muchas felicidades, querido don Fernan-do!

Con todo ello, se potencia la identidad y mi-sión de los cardenales desde claves evangélicasy evangelizadoras, se desplaza el epicentro, sebusca la recuperación de figuras del pasado re-ciente, se pretende mayor comunión e inclusión,se «centra» la Iglesia y se subrayan las periferiasy los pobres. Es una elección, la del Papa, muymedida, equilibrada, acertada, con renovaciónpero sin rupturas, llena de atisbos, de pistas yde sugerencias de la dirección por la que él ca-mina y por la quiere que se camine. �

Número 3.710 � 18 de enero de 2014


¡Qué avance tan claro,tan hondo y signifi-cativo el que se da

entre los documentos oficia-les preparatorios del últimoSínodo sobre La nueva evan-gelización para la transmisiónde la fe y la exhortación Evan-gelii gaudium que tras el Sí-nodo nos acaba de regalar elPapa Francisco…! Avance enmuchas cosas, en forma y encontenidos, en estilo y en es-píritu, en «desiertos» y «patiosde los gentiles» donde hayque hacer presente la buenanoticia del Evangelio y en loscentros de atención y de obli-gada referencia que se apun-tan en la nueva evangelización.

La exhortación apostólica del PapaFrancisco resulta un verdadero motivode gozo cuando la leemos situándonosen diferentes campos de la experienciacristiana como discípulos del Señor ypartícipes de su tarea evangelizadora,pero cuando resulta más sorprendentey gozosa es cuando la leemos desde ellugar de los pobres.

Los pobres aparecen en todos loscapítulos en un lugar central de la mira-da, la reflexión y la acción a la que esta-mos llamados en la nueva evangeliza-ción. Atrás quedaron las referencias dis-persas y difusas que los documentospresinodales —Lineamenta e Instrumen-tum laboris— hacían a la caridad. Unosdocumentos en los que, como manifes-tó Caritas Internationalis, el ejercicio dela caridad estaba prácticamente ausentey el servicio a los pobres no era sufi-

cientemente considerado como elemen-to constitutivo de la evangelización.

Ante tan relevante vacío, Caritas In-ternatinalis pidió con fuerza a los pa-dres sinodales que no olvidaran la op-ción preferencial de Jesús por los po-bres y les recordó que uno de los«desiertos» donde la palabra del Evan-gelio se hace hoy más necesaria, másaudible y creíble era el de la pobreza yla exclusión social. En esta clave de unadiaconía de la fe que no es diferente dela diaconía de la caridad, manifestó quelos pobres debían ser consideradoscomo destinatarios preferenciales de laevangelización y también como sujetosactivos de la misma. Desde ahí se apos-taba por una Iglesia que evangeliza enlo social y desde lo social y se pedía quefuera el servicio de la caridad el centro ymotor de la visión y la misión en lanueva evangelización.

Todas estas preocupacio-nes y propuestas han tenidouna feliz, luminosa y sobrea-bundante respuesta en la ex-hortación de Francisco. Lospobres están presentes demanera transversal en todoslos capítulos. Cuanto en ellosafirma pone de manifiestoque nunca el Papa olvida larealidad de los pobres, bienhable de la necesidad de con-versión en la Iglesia, de larea lidad social y la economíade mercado, del núcleo delmensaje o de la vida cultual ysacramental de la comunidadcristiana.Su mirada aparece siempre

atenta a la realidad de la pobreza y lainequidad, y sus oídos bien abiertos alclamor de los excluidos y de los pue-blos más explotados y empobrecidos.Como él mismo dice, «no deben quedardudas ni caben explicaciones que debi-liten este mensaje tan claro. Hoy y siem-pre, los pobres son los destinatariosprivilegiados del Evangelio y la evange-lización dirigida gratuitamente a ellos essigno del Reino que Jesús vino a traer.Hay que decir sin vueltas que existe unvínculo inseparable entre nuestra fe ylos pobres. Nunca los dejaremos solos»(n. 48).

Pero además de las referencias per-manentes a los pobres en los diferen-tes capítulos, para que no queden du-das del lugar que estos ocupan en lanueva evangelización, dedica todo uncapítulo, el cuarto, a «La dimensión so-cial de la evangelización». Es claro, lo

«Evangelii gaudium»,una clara afirmación del lugarde los pobres en la evangelizaciónVicente AltabaDelegado episcopal de Cáritas Española

Opinión

«Existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres» (EG 48).

dice el mismo Francisco, que no esta-mos ante un documento social, peroresulta a todas luces evidente que estaexhortación está escrita desde unaprofunda sensibilidad de Pastor por losproblemas sociales de su pueblo y quela evangelización no se entiende hoy almargen de los pobres.

Por todo ello, queremos manifestardesde Cáritas nuestra más sincera grati-tud a Francisco:

— Gracias por preferir una Iglesia he-rida y manchada que enferma por en-cierro y comodidad y pedirnos que nosmueva más el temor a encerrarnos queel temor a equivocarnos (n. 49).

— Gracias por invitarnos y animarnosa vivir y anunciar el gozo del Evangelioen lo social y desde lo social (n. 178).

— Gracias por recordarnos que de lanaturaleza misma de la Iglesia brota lacaridad efectiva, la compasión que com-prende, asiste y promueve (n. 179).

— Gracias por abrir nuestros oídos alclamor de los pobres y llamarnos a serinstrumentos de Dios para su liberacióny promoción (n. 187) y testigos de mise-ricordia (n. 193)

— Gracias por recordarnos que unsigno de credibilidad que no puede fal-tar en la evangelización es la opción porlos últimos, por aquellos que la socie-dad descarta y desecha (n. 195).

— Gracias por recordarnos que laopción por los pobres es una categoríateológica antes que cultural, sociológica,política o filosófica (n. 198).

— Gracias por advertirnos que nues-tro compromiso social no consiste ex-clusivamente en acciones y programas,sino en la atención amante y la cercaníareal y cordial al pobre (n. 199).

— Gracias por invitarnos con urgen-cia a resolver las causas estructurales dela pobreza y decirnos que los planesasistenciales solo deberían pensarsecomo respuestas pasajeras (n. 202).

— Gracias por poner a los pobres en el centro de la nueva evangelización(n. 198).

— Gracias, en fin, Santidad, por todala frescura, claridad y novedad con quenos hace llegar la alegría del Evangelio.Con usted pedimos a María que, comoella, a la vez que alabamos al Dios quederriba a los poderosos y despide va -cíos a los ricos (Cfr. Lc 1, 52.53), sepa-mos «creer en la fuerza revolucionariade la ternura y el cariño» (n. 288). �


Opinión

El impresodel expedientematrimonialdel arzobispado de MadridRosa CorazónDoctora en derecho,abogada especializada en Matrimonio y nulidades matrimoniales

¿Es opinable? Sí,desde luego. Pero, in-dudablemente, seráuna opinión más fun-dada esperar a ponerloen práctica duranteunos cuantos años, ac-tuando con buena vo-luntad.

¿Por qué con buenavoluntad? Porque sebusca ayudar, ayudar aque los novios se ca-sen bien y a que lospárrocos ayuden a losnovios a conseguirlo. Yporque hay que ponermedios para evitar quesea tan fácil y comúncasarse mal. Y un me-dio es este.

¿Pero tienen res-ponsabilidad los pá-rrocos? La mayor res-ponsabilidad la tienenlos contrayentes por-que, al ser adultos ymaduros, responden de sus propias ac-ciones. Pero los párrocos, como pasto-res que son, tienen mucha responsabili-dad.

¿El empezar exigiendo que jurenque van a decir la verdad no quitatoda intimidad, toda posibilidad dehacer labor pastoral? No, el juramentono es lo primero como el cuestionariono es lo primero, puede ser después

de conversacionescon los dos noviosjuntos y con cada unode ellos en los que sehabla con sinceridad yconfianza y, después,en el momento opor-tuno, cuando estánpreparados, el cues-tionario y el juramen-to. Incluso puede ser-vir para darse cuentade lo importante ytrascendente que es elmatrimonio, que van acontraer.¿Y que la entrevista

sea con ellos por sepa-rado no es presuponerque van a mentir? No,no tiene por qué.¿Y no sería mejor

que la entrevista seadel párroco con losdos novios juntos,puesto que juntos vana estar el resto de sus

vidas, en vez de separados?Salvando las distancias, en latín

mutatis mutando, sería algo parecido adecir: como se quieren mucho, mucho yson sinceros, que se confiesen juntos...

Pedir ayuda al cielo y poner en prác-tica el cuestionario del expediente matri-monial del arzobispado de Madrid, ac-tuando con buena voluntad y... Dios nosayudará. �

Los párrocos deben ayudar a quelos novios se casen bien, pues en

muchos casos lo común escasarse mal, y eso debe evitarse.


España

L a Conferencia Episcopal Española(CEE) presentó el viernes 10 deenero la Campaña «Ha 100 do un

mundo mejor», con motivo de la Jorna-da Mundial de las Migraciones, de estedomingo 19 de enero, con el título ge-neral «Emigrantes y refugiados: hacia unmundo mejor».El presidente de la Comisión Episco-

pal de Migraciones, monseñor CiriacoBenavente Mateos, obispo de Albacete,presidió la presentación de la campaña.En la imagen que acompaña esta infor-mación aparece el prelado durante di-cho acto y detrás una reproducción delsiempre emblemático Cristo de San Da-mián. En esa presentación, la ComisiónEpiscopal de Migraciones reiteró susconocidos planteamientos contrarios ala «lamentable» valla de Melilla, los CIE(Centros de Internamiento de Extranje-ros) y la restricción de los derechos sa-nitarios de los inmigrantes, quienes sonno un peligro sino una oportunidadpara hacer un mundo mejor.En estos días, precisamente, las dele-

gaciones diocesanas, que desempeñanuna gran labor durante todo el año, tie-nen en toda España numerosos actosen torno a la Jornada. En 1915, duranteel pontificado de Benedicto XV, tuvolugar la primera Jornada Mundial deMigraciones. Precisamente, en esta oca-sión, y para celebrar el centenario, laCEE ha querido presentar la Jornada demanera especial.

Un solo corazón

El vídeo, titulado «Un solo corazón»,se grabó en la playa de la Malvarrosade Valencia el pasado 14 de diciembre.La idea original y el guión son de IsidroCatela; la grabación y el montaje, dePablo Hernández y Alejandro Gimé-nez; la música, de Santos Urías; y laproducción, de la Oficina de Informa-ción de la CEE, EDICE y la ComisiónEpiscopal de Migraciones. En su realiza-ción han colaborado desinteresada-

mente —entre otros— el Servicio Audio-visual Diocesano del arzobispado deValencia, el Programa de Atención So-cial y Pastoral de Cáritas Diocesana de

Valencia, y varias parroquias y congre-gaciones religiosas, sacerdotes, religio-sos y laicos de esta diócesis.Puede verse en www.conferenciae-

piscopal.es/unsolocorazon y en él se in-terpela brevemente, con un juego depalabras, sobre la idea, en ocasiones ex-tendida socialmente, de que «los emi-grantes son un peligro». Estas palabras,con la colaboración de los participantesen el vídeo —que representan distintasedades, razas y procedencias, con unsacerdote y algunas religiosas, inclui-dos— se convierten después en la leyen-da: «Los ignorantes son un peligro».«Se necesita —en palabras del Papa

Francisco, que aparecen al final del ví-deo— el paso de una actitud defensiva yrecelosa, de desinterés o de margina-ción, —que, al final, corresponde a lacultura del rechazo— a una actitud queponga como fundamento la cultura delencuentro, la única capaz de construirun mundo más justo y fraterno, unmundo mejor». �

«Ha100do un mundo mejor»Vídeo de la CEE con motivo de los cien años de la Jornada Mundial de las Migraciones

Monseñor Vives, en Tierra Santa representando a la CEE

E l arzobispo de Urgell, monseñor Joan-Enric Vives Sicília, ha representado,un año más, a la CEE en el encuentro organizado por la Coordinación delas Conferencias Episcopales para la Iglesia en Tierra Santa y por la Asam-

blea de Obispos Católicos de Tierra Santa, «Holy Land Co-ordination» (HLC). Entotal, participaron unas treinta personas entre obispos y representantes de lasconferencias episcopales y organismos eclesiales de Europa y América del Norte.Esta 14ª reunión ha tenido lugar del 11 al 16 de enero con el objetivo de acer-

carse a la realidad eclesial, social y política de Tierra Santa, y conocer el trabajo«in situ» de las agencias católicas.Las sesiones de trabajo se han desarrollado en Gaza, Tel Aviv, Belén, Ramala y

Jerusalén. Los participantes en la reunión han visitado parroquias, escuelas, uni-versidades y hospitales cristianos para mostrarles su apoyo. Además, se han te-nido sesiones informativas con la agencia oficial de la Comunidad Católica de losEstados Unidos para ayuda humanitaria internacional (CRS) y el Consejo de Igle-sias de Oriente Medio (MECC). Y se han encontrado con autoridades, diplomáti-cos y obispos y ha habido una reunión de carácter ecuménico y contactos inte-rreligiosos, amén de celebraciones litúrgicas. Ampliaremos información en unpróximo número. �


España

Según datos oficiales, en2012, último año registra-do, se practicaron un total

de 112.390 abortos, apenas6.000 menos que en 2011, cifraque hizo que en España supe-rase la barrera del millónochocientos mil abortos acu-mulados (1.805.576) desde1985.

España es, tras Francia yReino Unido, el país con másabortos en toda la Unión Eu-ropea (UE). Uno de cada cincoembarazos termina en aborto,lo que es lo mismo, cada díase realizan 308 abortos ennuestro país, uno cada 4,7 mi-nutos y trece cada hora. «Estorefleja el orden y la magnitudque tiene este problema y de-bemos darnos cuenta de suimportancia. No podemos seguir miran-do para otro lado sin abordar este dra-ma desde su origen», afirma Hertfelder,que incide en la gravedad de que elaborto se siga usando como un métodoanticonceptivo más, ya que en 2012 cre-ció de nuevo el porcentaje de mujeresque habían abortado con anterioridad(36,16%). Por autonomías, Andalucía, Ca-taluña y Madrid fueron las comunidadescon mayor número de abortos, siendo laComunidad de Madrid donde la tasa deabortos fue más alta. Por el contrario,Cantabria, La Rioja y Navarra fueron lascomunidades con menos abortos, sien-do Navarra la que presentó la menortasa de abortos de España.

El aborto sigue siendo la principalcausa de mortalidad en un país cuya tasade natalidad sigue en caída libre y que yaempieza a sufrir los problemas derivadosdel invierno demográfico.

Opinión del Instituto de Política Familiar (IPF)

«Si hubiesen podido nacer los niñosabortados en 2012 se hubiese reducido ala mitad el déficit de natalidad que sufreEspaña y que se calcula en 250.000 naci-mientos al año». Así se expresa el presi-dente del IPF, Eduardo Hertfelder, paraquien «estos datos confirman que laspolíticas de las distintas administracionessiguen siendo un fracaso. No podemoshacer la política del bombero-pirómano,de manera que, por una parte asustar-nos del bajo índice de natalidad en Espa-ña y sus efectos en la demografía, y porotra parte, impulsar y/o permitir que añotras año el aborto se mantenga como laprincipal causa de mortalidad».

En este contexto el Gobierno ha pre-sentado un anteproyecto de ley que, dellegar a aprobarse en los términos anun-

ciados, y aunque eliminará el«aborto libre como derecho»,lo consolidará como «abortolibre de hecho», ya que permi-tirá el coladero del aborto porriesgo psicológico de la ma-dre. Asimismo, y aunque eltexto acabará con el abortoeugenésico, por otro lado lopermitirá como riesgo psico-lógico para la madre, por loque su efecto será casi nulo.En definitiva, y aunque a nivelcualitativo se ha dado unavance eliminando el abortocomo derecho, sin embargo, anivel cuantitativo esta ley nosupondrá grandes cambios yel número de abortos seguiráestando por encima de los100.000 abortos anuales, se-gún el IPF.

«Se volvería a la ley del aborto de1985, en la que se podía abortar aducien-do daño para la vida o salud física o psí-quica para la madre, malformación delbebé y en los casos de violación, perocon algunos pequeños matices que noevitarán los “coladeros”, que permitíanque, en la práctica, casi la totalidad de losabortos fuesen realizados amparados enel supuesto de riesgo psíquico», prosigueHertfelder. Por ello, «es necesario que lasadministraciones realicen una verdaderapolítica de prevención basada en el incre-mento de ayudas sociales, incluidas laseconómicas, para la mujer embarazada».

Se han, pues, de implementar verda-deras políticas de apoyo a la materni-dad, así como una política de forma-ción e información preventiva que in-cluya las alternativas que existen alaborto y las consecuencias del mismopara la mujer. �

En el último año, hubo 112.390 abortosSegún datos del Informe «El aborto en España hoy (1985-2012)» publicado a finales de 2013

Una elocuente manifestación a favor de la vida.

Mientras continúa un agrio debate sobre el anteproyecto de ley de reforma del aborto, presentado por el Gobiernoespañol el 20 de diciembre pasado, el PSOE y la Izquierda extreman sus críticas y descalificaciones a cualquierreforma al respecto y en el PP surgen discrepancias e incoherencias varias, los datos indican que el aborto siguesiendo una praxis, lamentablemente, de notable ejercicio en España.


España

Los materiales para laSemana de Oración porla Unidad de los Cristia-

nos 2014 han sido prepara-dos inicialmente por un gru-po ecuménico de Canadá,procedentes de varias partesdel país y pertenecientes adistintas Iglesias y comuni-dades eclesiales, a saber, laIglesia Unida de Canadá, labautista, la presbiteriana, laortodoxa y la católica. Estegrupo se reunió por invita-ción del Centro Canadiensepara el Ecumenismo y elCentro para el EcumenismoLa Prairie y su propuesta fueestudiada, adaptada y apro-bada por el Comité Interna-cional nombrado por la Co-misión Fe y Constitución delConsejo Mundial de Iglesiasy el Pontificio Consejo parala Promoción de la Unidadde los Cristianos, para quepudiera servir a los cristia-nos del mundo entero paraorar por la unidad visible detodos los creyentes en Cris-to. Este modo de proceder,que parte de una propuestaelaborada por un grupoecuménico local, se viene si-guiendo desde 1975 y nospermite enriquecernos conlas aportaciones que surgende un determinado contextosocio-cultural y eclesial, ha-ciendo nuestros sus anhelosy preocupaciones, pero tam-bién sus dones espirituales yecuménicos. Así, el año pa-sado, los materiales nos in-vitaban a orar por la unidadteniendo presente la situa-ción de la India con la injus-ticia social tan terrible hacia

los dalits, que cons-tituyen la gran ma-yoría de la pobla-ción cristiana delpaís. Este año es lariqueza natural ycultural de Canadála que da el tono ala Semana de Ora-ción por la Unidadde los Cristianos.Canadá es el segun-do estado másgrande del mundo,extendiéndose des-de Estados Unidoshasta el Polo Norte,y desde el océanoAtlántico al Pacífico.Es un país rico enrecursos naturales ypoblado por gentesdiversas, desde lospueblos indígenas ylos descendientesde los primeros co-lonos franceses eingleses hasta losinmigrantes actuales prove-nientes de todas las partesdel mundo. Esta riqueza na-tural, social y cultural quecaracteriza a Canadá, cuyasciudades son entre las másmulticulturales y multirreli-giosas del mundo, se mani-fiesta también en las distin-tas expresiones de la fe cris-tiana, y es el punto departida para los materialesde este año. En ellos se nosinvita a apreciar, agradecer yrecibir los dones espiritualesy de fe presentes en otrasIglesias y comunidades ecle-siales, incluso ahora en me-dio de nuestras divisiones, ya seguir trabajando y oran-

do juntos por la unidad visi-ble de los cristianos.

El texto bíblico elegidoestá tomado de la primeracarta de San Pablo a los Co-rintios: 1 Cor 1, 1-17. En estetexto, el apóstol habla de lacomunidad cristiana que sereúne en esa ciudad comoauténtica «Iglesia de Dios»,plena expresión del únicopueblo de Dios y no unaporción local de él, pero queestá unida a «todos los queen cualquier lugar invocanel nombre de Jesucristo, Se-ñor suyo y nuestro» (1 Cor1, 2). Pablo da gracias a Diospor los muchos dones conlos que ha «enriquecido so-

bremanera» a loscristianos de esacomunidad y losinvita a la «concor-dia, a recuperar laarmonía pensandoy sintiendo lo mis-mo» (cf. 1 Cor 1,10). «Los de Cloe»,ejerciendo una fun-ción de denunciaprofética, habíaninformado al após-tol de divisiones enla comunidad, y Pa-blo exhorta a loscristianos a darsecuenta de lo quelos hace tales, quees su común-unióncon Cristo, con sucruz, a través delbautismo. Por lotanto, como se afir-ma en la introduc-ción al tema de esteaño en los materia-les, «enraizados en

Cristo, estamos llamados adar gracias por los dones deDios que otros fuera denuestro grupo aportan a lamisión común de la Iglesia.Honrar los dones de los de-más nos acerca en la fe y lamisión y nos conduce haciaesa unidad por la que rezóCristo, con respeto haciauna auténtica diversidad deadoración y vida».

Un acontecimiento ecu-ménico de primer orden queha tenido lugar el año pasa-do ha sido la X Asambleadel Consejo Mundial deIglesias, celebrada en Busán,República de Corea, del 30de octubre al 8 de noviem-

«¿Es que Cristo está dividido?» (1 Cor 1, 1-17)Mensaje de los obispos de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionalescon motivo de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2014

bre 2013 bajo el lema «Diosde vida, condúcenos a lajusticia y la paz». Este orga-nismo, surgido en Ámster-dam en 1948, que se auto-define como «una comuni-dad de Iglesias queconfiesan al Señor Jesucris-to como Dios y Salvador»,agrupa actualmente a 349de ellas y es la expresiónmás importante del movi-miento ecuménico, ya quetodas ellas persiguen a tra-vés de él «la unidad visibleen una sola fe y una comu-nión eucarística». La Iglesiacatólica no es miembro delConsejo Mundial de Iglesiaspor motivos eclesiológicos yprácticos de momento in-salvables, pero mantienecon él estrechas relaciones yparticipa en todas sus reu-niones y organismos. A lolargo de esta X Asamblea seha renovado el Comité Cen-tral y se ha elegido su mo-derador, que por primeravez es una mujer oriunda deÁfrica, en la persona de laDra. Agnes Abuom, de laIglesia anglicana de Kenia. Aella expresamos nuestrosincero reconocimiento ydeseo de trabajar juntos porla unidad de los cristianos.En esta Asamblea tambiénse han aprobado importan-tes declaraciones; entre ellasuna sobre la misión que lle-va por título Juntos por laVida: misión y evangeliza-ción en contextos cambian-tes. Este documento, queestá llamado a orientar lalabor misionera de las Igle-sias pertenecientes a esteConsejo durante los próxi-mos años, invita a discernirla acción del Espíritu dadorde vida en el mundo y aunirse a esta acción recono-ciendo el protagonismo delSeñor en la obra evangeliza-dora de la Iglesia. Proponeademás un nuevo paradig-ma para la misión, que ya

no sería «hacia los márge-nes», o «en los márgenes»,sino «desde los márgenes».Las asambleas del Consejomundial de Iglesias que secelebran cada siete u ochoaños siempre han constitui-do momentos importantesen el camino hacia la unidadde los cristianos y oramospara que esto sea así tam-bién para la que acaba detener lugar en Corea.

En esta X Asamblea delConsejo Mundial de Iglesiastambién se ha puesto de re-lieve la importancia del diá-logo interreligioso desde laperspectiva ecuménica y mi-sionera. En esta línea, se edi-tó el año pasado por partede EDICE, a petición de laComisión Episcopal para lasRelaciones Interconfesiona-les de la CEE, el documentoTestimonio cristiano en unmundo multirreligioso: reco-mendaciones de conducta,que ha sido elaborado con-juntamente por el PontificioConsejo para el Diálogo In-terreligioso, el Consejo Mun-dial de Iglesias y la AlianzaMundial Evangélica. Reco-mendamos que se dé la ma-yor difusión posible a estasútiles y sencillas orientacio-nes de conducta que la granmayoría de Iglesias y comu-nidades eclesiales nos he-mos dado para llevar a cabonuestra misión evangeliza-dora. También se ha vuelto aeditar el año pasado el Direc-torio para la aplicación de losprincipios y normas sobre elecumenismo, cuya ediciónanterior se había agotado.Los obispos de esta Comi-sión Episcopal confiamos enque la edición de estos im-portantes documentos ayu-de a los católicos españolesa proseguir en el compromi-so ecuménico por la unidadde todos los cristianos y enel empeño por un diálogointerreligioso sincero.

Dentro del ámbito deldiálogo interreligioso, se ce-lebró en Madrid en el mesde octubre del año pasadoun importante encuentroentre la Iglesia católica y lacomunidad judía internacio-nal, la XXII Reunión del Co-mité de Enlace Judeo-Cató-lico, que es el órgano oficialde contacto entre la Iglesia yel mundo judío surgido araíz de la declaración conci-liar Nostra aetate. Estas reu-niones, junto a lo que signi-fican para el diálogo entre laIglesia y el pueblo de laalianza, constituyen tambiénuna oportunidad para reno-var las relaciones de amis-tad con la comunidad judíainternacional y local. En re-lación a esto, la visita que serealizó el último día a lasede de la Comunidad Judíade Madrid y a su sinagogafue uno de los momentosmás significativos de esteencuentro.

A finales de noviembredel año pasado se clausura-ba el Año de la fe, convoca-do por Benedicto XVI con laCarta Apóstolica Porta fideiy ratificado por el PapaFrancisco. A lo largo de esteaño hemos tenido ocasiónde rehacer el camino de lafe, de profundizar en el actode creer y en sus conteni-dos. Comenzó el 11 de oc-tubre de 2012, 50 aniversa-rio de la apertura del Conci-lio Vaticano II, y todossabemos lo que ha signifi-cado este acontecimientoeclesial para el ecumenismoy el diálogo interreligioso.Tendremos ocasión en esteaño y el siguiente de cele-brar el aniversario de losdocumentos conciliares fun-damentales relacionadoscon la labor de esta Comi-sión Episcopal, como son eldecreto sobre el ecumenis-mo Unitatis redintegratio(21-XI-1964), el decreto so-

bre las religiones no cristia-nas Nostra aetate (28-X-1965), y el dedicado a la li-bertad religiosa Dignitatishumanae (7-XII-1965),como también recordare-mos el encuentro de PabloVI con el patriarca Atenágo-ras y la creación del Secreta-riado para los no cristianosen enero y mayo de 1964respectivamente. Han sidoacontecimientos de gracia yel hacer memoria de ellosnos da fuerzas para seguirsin resignarnos en la sendaque señalaron a toda laIglesia.

En la Carta ApostólicaPorta fidei se hacía mencióndel motivo que llevaba aconvocar el Año de la Fe,que no era otro que la pro-funda crisis de fe que vivenuestra sociedad. Esta crisis,que hace mella tambiéndentro de nuestras comuni-dades, debe llevarnos a lasIglesias y comunidades ecle-siales a unirnos más, tam-bién para combatir los efec-tos tan nefastos de la secu-larización y para defenderlos valores fundamentalesque compartimos, como losrelacionados con la familia,la vida y la justicia social yecológica. Nos alegra mu-cho que esto ya está tenien-do lugar con algunas Igle-sias como la del Patriarcadode Moscú, al que tambiénnos une el gran testimoniode fe que dieron los márti-res del siglo pasado. Estadefensa y promoción de losvalores fundamentales tam-bién debemos hacerla juntocon los miembros de otrasreligiones que compartennuestra preocupación por lapaz, la justicia y la salva-guardia de la creación.

En este año que comien-za también nos llegan noti-cias de una posible visita delPapa Francisco a Tierra San-ta y de un encuentro con el


España

Patriarca Ecuménico y qui-zás con el de Moscú. Nosalegramos mucho de ello yrezamos para que todo estopueda dar mucho fruto parala unidad de los cristianos yla comprensión y colabora-ción entre las religiones.

Los obispos de la Comi-sión de Relaciones Intercon-fesionales queremos termi-nar este mensaje para la Se-mana de Oración por laUnidad de los Cristianos2014, como ya hicimos elaño pasado, manifestandonuestra cercanía a los mu-chos cristianos que porcausa de su fe sufren perse-cución y discriminación entodo el mundo, especial-mente en Oriente Medio,África y Asia. A la larga listade países en los que no serespeta el derecho funda-mental a la libertad religiosa,varios de mayoría musul-mana, como Pakistán, Nige-ria, Sudán, etc., se ha unidoen este año Siria, donde laguerra civil está causandoverdaderos estragos en lascomunidades cristianas, conmuchos hermanos nuestrosobligados a dejar sus casasy trabajos. También nospreocupa mucho la situa-ción de los cristianos en Iraky Egipto. Estos hechos nonos pueden dejar indiferen-tes. ¡Que la Semana de Ora-ción por la Unidad de losCristianos 2014, junto a im-pulsar a todos los cristianoshacia la unidad visible tandeseada por el Señor, noslleve también a una solidari-dad efectiva y afectiva conlos hermanos nuestros quesufren persecución a causade su fe y a comprometer-nos con ellos por la libertady la paz! �

Los Obisposde la Comisión Episcopal

de RelacionesInterconfesionales


España

1. Cien añosal serviciode las migracionesEn el año 1914, durante el

pontificado de Benedic-to XV, se celebraba la prime-ra Jornada Mundial de Mi-graciones. El Papa Francisco,al igual que sus predeceso-res, nos alumbra y estimulapara la Jornada de este año2014, que hace el númerocien, con un mensaje dealiento y de esperanza titula-do: «Emigrantes y refugia-dos: hacia un mundo mejor».En España hemos queridoresaltar dicha efemérides y elservicio que ha prestado ysigue prestando al respectonuestra Iglesia con la frase:«Con los emigrantes y refu-giados: hacia un mundo me-jor». Con ellos y al servicio deellos ha estado nuestra Igle-sia durante estos cien años.Y con ellos queremos seguirestando, compartiendo susgozos y esperanzas, sus tris-tezas y angustias, acogiendosus dones, ofreciéndoles elamor y el dinamismo libera-dor que nacen de Jesucristoy de su Evangelio.

El Papa Francisco va de-lante y nos estimula ennuestro empeño no solo consus luminosas palabras, sinocon el testimonio de su vida.Fue muy significativo queuna de sus primeras salidasdel Vaticano fuera para visi-

tar la isla de Lampedusa, eselugar que es el icono másexpresivo de la reiterada tra-gedia de tantos emigrantesque dejan su vida en el maro en los caminos. A la vezque elevaba su oración porlos fallecidos, quiso, con supalabra y sus gestos, tan sig-nificativos, sacudir la con-ciencia de Europa y de todala humanidad.

Las costas del sur de Es-paña saben también de esastragedias, como lo saben eldesierto del Sahara, Arizonay tantos otros lugares dondevan quedando enterradastantas esperanzas, las espe-ranzas de los más pobres ysus luchas por la superviven-cia. No es extraño que lacompasión y la misericordiase conviertan, con frecuencia,en gritos de indignación yvergüenza ante tales trage-dias. En un mundo rico, quese defiende impidiendo laentrada de los pobres, se ne-cesitan, más que las «vallas»,la solidaridad, la acogida, lafraternidad y la compren-sión. «Emigrantes y refugia-dos no son peones sobre eltablero de la humanidad. Setrata de niños, mujeres yhombres que abandonan oson obligados a abandonarsus casas por muchas razo-nes, que comparten el mis-mo deseo legítimo de cono-cer, de tener, pero sobretodo de ser “algo más”».

2. La emigración,realidad globaly dinámica

La transformación denuestra tierra en la «aldeaglobal» tendría que ser lamanifestación más elo-cuente del avance de lospueblos en camino paraconstituir, más allá de susmúltiples identidades y ri-quezas culturales, la granfamilia de los hijos de Dios:«Todos unidos formandoun solo pueblo, el puebloque en la Pascua nació»,dice la canción. Pero paraello nuestro mundo tendríaque estructurarse en clavesde solidaridad y de bien co-mún. La lógica egoísta delinterés tendría que ir dejan-do paso a la lógica de lacomunión y del don. Sinembargo, las cosas no dis-curren así. A los inmigran-tes les abrimos las puertascuando los necesitamos yse las cerramos cuando supresencia choca con nues-tros intereses. Da la impre-sión de que incluso en laUnión Europea, la adelan-tada de los derechos hu-manos, las políticas migra-torias ponen el acento en elcontrol de fronteras conmedidas de protección yseguridad cada vez másduras y costosas. Las vallascortantes, que en otros Go-biernos fueron presentadas

Un mundo mejor y más justopara inmigrantes y refugiadosMensaje de los obisposde la Comisión Episcopal de Migracionesen el centenario de la Jornada Mundial del Emigrantey del Refugiado, 19 de de enero de 2014

como elementos disuaso-rios para la inmigración ile-gal, han vuelto a estar deactualidad. En este mundode la globalización, ¿caere-mos en «la globalización dela indiferencia», como dijoel Papa en Lampedusa?

No estamos por una in-migración incontrolada.Pero las solas medidas decontrol no están dando re-sultados. Como decía uninmigrante rescatado de lasaguas, «el hambre no cono-ce fronteras». Sabemos quela solución al fenómenomigratorio es muy comple-ja. Permítasenos abogar porlas medidas más generosasposibles y, sobre todo, porun compromiso de los paí-ses desarrollados en favorde los países pobres, conlos que, en no pocos casos,ha habido vínculos históri-cos fuertes.

3. Las migracionesy las nuevasformas deesclavitud

Es un hecho evidente larelación de la emigracióncon la pobreza en sus múl-tiples manifestaciones. ElSanto Padre, al hacerse ecode esta realidad, manifiestala relación con las nuevasformas de esclavitud huma-na, que empujan especial-mente a mujeres y niños ala prostitución y al trabajoilegal. La emigración notendría por qué discurrir enningún caso por estos de-rroteros, pero la pobreza ylos engaños de quienesaprovechan la pobrezapara traficar con las perso-nas son hoy, como dice elPapa, «moneda corriente».Es este otro frente ante elque ha de sensibilizarse lasociedad. Nuestra Iglesia,presente en este campo

mediante diversas congre-gaciones religiosas y otrasinstituciones, como Cáritas,Justicia y Paz , etc., reitera ladenuncia de esta indignaexplotación de las personase invita a sus fieles y a susorganizaciones a seguir tra-bajando en este empeño ydenunciando estas lamen-tables situaciones. Publica-ciones como la recienteguía pedagógica para laeducación y prevención deesta esclavitud el siglo XXIque es la prostitución pue-den ser un buen mediopara sensibilizar y prevenir.

4. Del receloa la acogida

Se ha avanzado muchoen las actitudes de los ciu-

dadanos ante la inmigra-ción. Cada vez son másnumerosas las personasconscientes de la aporta-ción que los inmigranteshan supuesto y siguen su-poniendo para nuestropaís. Bastaría fijarse enquiénes son los cuidadoresde muchos de nuestrosancianos. Sin embargo, ensituaciones como la actual,de un paro tan fuerte, noes raro que haya ciudada-nos que vean a los inmi-grantes como un proble-ma, «los que nos quitan eltrabajo», y que ello puedadar lugar a que afloren ac-titudes racistas o xenófo-bas. La misma denomina-ción de «ilegales» no favo-rece una actitud positivahacia los inmigrantes. LaDoctrina Social de la Igle-

sia, que nos recuerda losmúltiples rostros de laemigración, refugiados, fa-milias, menores, nos invitaa ir más allá de una visiónpuramente economicistade la persona humana. «Senecesita —en palabras delPapa—, el paso de una acti-tud defensiva y recelosa,de desinterés o de margi-nación —que, al final, co-rresponde a la “cultura delrechazo”— a una actitudque ponga como funda-mento la “cultura del en-cuentro”, la única capaz deconstruir un mundo másjusto y fraterno, un mundomejor».

5. La emigración,ocasiónpara la nuevaevangelización

«Las migraciones —diceel Papa Francisco—, puedendar lugar a posibilidades denueva evangelización, aabrir espacios para quecrezca una nueva humani-dad, preanunciada en elmisterio pascual, una hu-manidad para la cual cadatierra extranjera es patria ycada patria es tierra extran-jera».

Este año, de nuevo, unbuen número de agentespastorales, religiosos yobispos pudimos haceruna «Peregrinación entrelas dos orillas del Estre-cho». En Marruecos pudi-mos comprobar el ejem-plar trabajo de la Iglesiacon muchos de los her-manos migrantes que sue-ñan con venir a España apesar de nuestra crisis. Eltestimonio de estas Igle-sias fortalece nuestrosempeños y nuestras espe-ranzas para —como quiereel Papa— «ayudar a losotros a ver en el emigran-


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te y en el refugiado nosolo un problema quedebe ser afrontado, sinoun hermano y una herma-na que deben ser acogi-dos, respetados y amados,una ocasión que la Provi-dencia nos ofrece paracontribuir a la construc-ción de una sociedad másjusta, una democracia másplena, un país más solida-rio, un mundo más frater-no y una comunidad cris-tiana más abierta, deacuerdo con el Evangelio».Lo mejor que puede

ofrecer nuestra Iglesia a loshombres es Jesucristo y suEvangelio. En unas ocasio-nes lo hará con un lengua-je explícito. En otras, tendráque dejar que hable elamor, que, cuando es ver-dadero, habla siempre deDios, y, por eso, es evange-lizador.

El plan de Dios para lahumanidad es un plan decomunión. Deseamos quepalabras como integracióno comunión no sean unaspalabras más. Ofrecemos,por eso, algunas sugeren-cias para avanzar por estesurco prometedor.

6. Vías de comunión

— Que nuestras parro-quias procuren la existen-cia de grupos intercultura-les para que el que vienede fuera pueda ser acom-pañado respetuosamenteen su proceso de adapta-ción, primero, y de comu-nión e integración, des-pués. Una comunidadidentificada con Cristo,misionera y creativa, noexcluye a nadie; es máscercana a los que tienenmás difícil la integración.Los espacios comunescomo la escuela, el barrioo las asociaciones son

unos ámbitos cotidianosque ningún cristiano debedesaprovechar.

— El ámbito parroquial,el de la vida religiosa, el delos movimientos y cofra -días son ámbitos muyadecuados para la acogidade personas —inclusodentro de sus propios es-pacios— y para la integra-ción armónica no solo deexpresiones devocionalesnuevas, sino sobre todopara la fraternidad. El co-nocimiento de la DoctrinaSocial de la Iglesia es unmedio muy importantepara afinar la sensibilidad,promover la corresponsa-bilidad y velar por la pro-tección de los derechos delas personas (trabajo, sa-nidad, vivienda , etc.), asícomo para denunciar, sifuera necesario, la viola-ción de los mismos. Comodijo el beato Juan Pablo II:«La catolicidad no se ma-nifiesta solamente en lacomunión fraterna de losbautizados, sino tambiénen la hospitalidad brinda-da al extranjero, cualquie-ra que sea su pertenenciareligiosa, en el rechazo detoda exclusión o discrimi-nación racial, y en el reco-nocimiento de la dignidadpersonal de cada uno, conel consiguiente compro-miso de promover sus de-rechos inalienables» (JuanPablo II, Mensaje en la Jor-nada Mudiual del Emi-grante y del refugiado1999, 2 de febrero de1999, n. 6).

— Que la sociedad es-pañola contribuya con elGobierno a la promociónde acciones de coopera-ción y desarrollo, de paz yde democracia, en los paí-ses de donde provienenmuchos de nuestros inmi-grantes. La solidaridad deEuropa puede ser decisiva

para la mejora social ypolítica en los países deorigen de los inmigrantes.

— Construir una socie-dad mejor en nuestro te-rritorio es solo una partede la solución. Se ha detrabajar por un ordeneconómico internacionalque no genere pobrezasobre pobreza, sino queayude a superarla. Ello im-plica invertir con sentidosocial en el sur, especial-mente en África, para crear medios de vida allí, yno solo para lograr bene-ficios a su costa aquí.

— Seguir abogandopara que no se niegue elauxilio y la asistencia a losinmigrantes en situacionesde peligro para la vida,para que no se llegue apenalizar la asistencia hu-manitaria a los mismos,para que sean tratadossiempre con el debido res-peto, para que nunca seden detenciones arbitra-rias, para que se busquenalternativas más dignas alos Centros de Interna-miento, y para que los in-ternos gocen de la aten-ción social y religiosa ne-cesaria.

— Que aquellos espa-ñoles, que ahora se ven

obligados a emigrar por lafalta de trabajo, sepan que encontrarán siempreabiertas las puertas denuestras misiones católi-cas en Europa, como lohicieron en otros momen-tos.

7. Con María,nuestra Madre

Reconozcamos en losemigrantes, aunque ha-blen otro idioma, sean deotro color o tengan otrosrasgos faciales, el rostrode Cristo, el rostro de unhermano. Que la plurali-dad de sus identidadesculturales no sea motivode división, sino de enri-quecimiento para nuestrasociedad y para nuestraIglesia, que deseamos quesea, cada vez más, lugarde acogida y comuniónpara los mil rostros deCristo. Y que María, emi-grante forzosa en Egipto,nos ayude a hacerlo reali-dad e interceda por noso-tros. �

Los obisposde la Comisión Episcopal

de Migraciones


España

� EL GOBIER-NO DE POLO-NIA ha otorgadola Medalla alMérito de la Cul-tura, la más altadistinción queconcede a perso-nas extranjerasen el ámbito dela Cultura, a lasespañolas BelénYuste y SonniaL. Rivas Caballe-

ro, colaboradoras de ECCLESIA, por su extraordinaria trayec-toria en la difusión de la vida y la obra de destacados per-sonajes de la Historia, entre los que destacan Santa Teresade Jesús y la polaca María Sklodowska-Curie.

� LA SOMBRA DE SAN JOSÉ (CUENTOS E HISTORIAS)(Ed. Liber Factory) es un libro del carmelita descalzo RafaelRey Gordillo, en el que, a través de breves y sugerentes re-latos, ofrece sencillos, interesantes y hermosos argumentospara incrementar el culto y la devoción a San José.

� OBISPOS Y DIRECTORES de las comisiones episcopalesde Migraciones de las Conferencias Episcopales de Europamantuvieron en Malta, del 2 al 4 de diciembre, su encuen-tro anual. «El cuidado pastoral de los migrantes y refugia-dos en Europa: una propuesta de comunión» fue el tema dela reunión. El enfoque de las migraciones en Europa se veafectada por una especie de esquizofrenia. Mientras que laUE reconoce cada vez más derechos a los inmigrantes re-gulares, la «Europa fortaleza» sigue haciendo frente a la mo-vilidad humana como si fuera una cuestión puramente eco-nómica. Los migrantes no son mercancía que se puede im-portar y exportar a voluntad. Las anteriores afirmacionesfueron algunas de las conclusiones del encuentro.

� PATRICIO VARA MATEO, sacerdote diocesano de As-torga, de 82 años, párroco durante medio siglo de San Pe-dro, en el barrio astorgano de Rectivía, se ha jubilado y hasido objeto de un homenaje de parte de sus feligreses, quedestacaron su capacidad de entrega y de servicio para contodos Ha destacado por su celo pastoral, cercanía y dispo-nibilidad para acometer incluso trabajos materiales en prodel templo y de sus parroquianos, informa nuestro colabo-rador Alfonso del Río Sánchez.

� ALEJANDRO CIFRES GIMÉNEZ, sacerdote diocesanode Valencia, ha sido nombrado recientemente jefe de ofici-

na de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en la quelleva trabajando cerca de dos décadas. Cifres nació en Va-lencia el 27 de diciembre de 1960 y recibió la ordenaciónsacerdotal el 28 de junio de 1986. Sirvió en la pastoral pa-rroquial en su archidiócesis natal y después marchó aRoma a ampliar estudios. Desde 2009 es prelado de honordel Papa. Ha dirigido el archivo del dicasterio citado.

� A OTROS DOS ESPAÑOLES, a través de la Congrega-ción para las Causas de los Santos, el Papa Francisco hareconocido la heroicidad de sus virtudes, con el consi-guiente tratamiento de venerables. Se trata de María RosaTeresa Gay Tibau, fundadora de las Religiosas de San Joséde Gerona, y de Manuel Herranz Establés, fundador delas Religiosas Esclavas de la Virgen Dolorosa. La primeranació en Llagostera (Gerona) el 24 de octubre de 1813 ymurió en Gerona el 18 de marzo de 1884. Por su parte,Manuel Herranz, sacerdote diocesano de Sigüenza, prime-ro, y después de Madrid, nació en Campillo de Dueñas(Guadalajara) el 1 de enero de de 1880 y murió en Madridel 29 de junio de 1968. Ambos quedan ahora a la esperadel reconocimiento de un milagro para su beatificación.Los correspondientes decretos pontificios se emanaron losdías 9 y 17 de diciembre, respectivamente.

� NUESTRO REDACTOR-JEFE en las dos últimas déca-das, el sacerdote, periodista, escritor y poeta Miguel deSantiago Rodríguez (Fuentes de Nava, 1948) se acoge, aefectos de 1 de enero de 2014, a la jubilación laboral, tantoen nuestro semanario como en el programa «Ultimas pre-guntas» de TVE-2, al que se incorporó en 1985 y del que hasido adjunto a la dirección desde 1992. Miguel de Santiagotrabajó también en el diario Informaciones y en la Junta deCastilla y León. Fue premio internacional de poesía místicaFernando Rielo y es autor de numerosas publicaciones, en-tre las que destaca El camino del alma hacia el Amor (Obrapoética y comentarios). Es uno de los más destacados poe-tas religiosos contemporáneos. Tras tres décadas en ECCLE-SIA, esta seguirá siendo su casa. De hecho, mantendrá ennuestra revista lapágina semanal deCultura y sabemosque siempre esta-rá disponible paralo que sea necesa-rio. Gracias, queri-do Miguel, mu-chas gracias, y, deun modo u otro,seguimos contan-do contigo. �


España

Cultura

Número 3.710 � 18 de enero de 2014 68

Pilar Cabañas,profesora de Histo-ria del Arte Con-temporáneo de laUniversidad Com-plutense de Ma-drid, que ya habíaestudiado la pintu-ra de Joan Miró enuna obra del año2000, da ahora a laluz el libro JoanMiró: el camino delarte (Ed. Encuen-tro). En este últimoaborda el tema dela creación artísticatomando comopretexto o justifica-ción el pensamien-to del artista cata-lán, manifestado através de su corres-pondencia y recogido de declaracio-nes y entrevistas. A través de estas pá-

ginas conocemosla personalidad deJoan Miró —falleci-do hace exacta-mente treintaaños—, pero, sobretodo, tenemos unaoportunidad exce-lente para reflexio-nar acerca del mis-terio de la creaciónartística y el enri-quecimiento perso-nal que dicha tarea,dolorosa y abiertaa la transcendenciay alejada del utilita-rismo inmediato yde la fama, suponetanto para el pro-pio creador comopara quien se acer-ca a las creaciones

artísticas. Hay temas sobre «los cami-nos del arte» que aparecen en testimo-

nios de Miró y que la profesora PilarCabañas enriquece y nos deja para lareflexión. Nos hallamos ante aspectosinteresantes de la estética, tales comoel hecho de que el artista se plantee lanecesidad de encontrarse consigomismo en el silencio y la oscuridad, enla soledad y el abandono —incluso enla indiferencia de los otros— y la dehallar el verdadero sentido oculto enla naturaleza y en las cosas que nosrodean. Vemos el modo de entenderlas fuentes de inspiración artística encontinua vibración espiritual y el papelexigente de la técnica y el perfecciona-miento en el arte, cosa no fácil. Hayconsideraciones acerca de cómo prac-ticar una ascética y un esfuerzo de de-puración formal que elimine lo super-fluo y busque radicalmente lo esencialplanteándose una especie de caminode perfección y tensión espiritual en laexpresión artística, que modelen y for-talezcan al creador. Al fin y al cabo, elarte alimenta el espíritu, es fuente deconocimiento y desvelador de miste-rios, por lo que se entiende perfecta-mente que el hombre hace la obra dearte y que esta haga al hombre. �

Miguel de Santiago

los libros

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Después de un tiempo de destierro y olvido de los clá-sicos misales para los fieles, generalmente bilingües, a

raíz de la utilización de la lengua vernácula en las celebra-ciones eucarísticas, posterior al Concilio Vaticano II, volvióhace unos años a ponerse de moda el rescate de una es-pecie de misal, pues no puede considerarse como tal estetipo de publicaciones. Quizá el precedente y desde haceunos años proyecto pionero es la publicación mensualMagnificat. Ahora, desde el mes de enero de 2014, la Edi-torial San Pablo lanza unos libritos de bolsillo, que ten-drán también periodicidad mensual bajo, el título de Misaldiario (La Palabra día a día). Como es lógico, cada libritorecoge los textos de la liturgia de la Palabra proclamadaen la celebración eucarística de cada día del mes corres-pondiente. Está pensado también para que quienes no tie-nen posibilidad de acudir a la misa puedan seguir y parti-cipar a su modo en la meditación y la oración comunita-ria de la Iglesia siguiendo el ritmo del año litúrgico. Vaacompañado del ordinario de la misa, de una breve refle-xión sobre el evangelio de cada día, y se incluyen también

las oraciones de la misa, además de reseñar el santoral ylas jornadas eclesiales, entre otras cosas.

El poeta granadino José Ganivet, nacido en 1942, hasido galardonado con el XXXIII Premio Mundial FernandoRielo de Poesía Mística por su poemario Hablan de ti lasrosas. Al premio, dotado con 7.000 euros, concurrieron264 obras de América, África y Europa. Resultaron finalis-tas los poemarios firmados por el boliviano Gabriel Chá-vez, el argentino Hugo Rivella, el colombiano Rafael Gó-mez y el argentino Fernando R. Matiussi.

La delegación episcopal de Cultura del arzobispado deMadrid organizó del 10 al 14 de diciembre un ciclo deno-minado Cine y Encuentros, con diversas intervenciones entorno al tema «La caridad. Amor y verdad para el hom-bre». Algunas de las películas que se proyectaron fueronNo llores por mí Sudán y Una vida sencilla. Algunos as-pectos de la caridad que se abordaron fueron «La mayorriqueza de la Iglesia», «El amor que cambia el mundo», «Elverdadero poder es el servicio» y «Desarrollo para los po-bres». �

Noticias de nuevos «misalitos» mensuales, noticias de poesía y de cine y caridad


Mundo

Contra todo pronóstico, HeryRa jaonarimampianina ha resul-tado vencedor de las elecciones

presidenciales de Madagascar. El ex mi-nistro de Economía en el gobierno pro-visional que ha gobernado el país du-rante los últimos cuatro años, obtuvo el53,5% de los votos en la segunda vuel-ta disputada el 20 de diciembre. Así loindicó la Junta Electoral el pasado 5 deenero. Su rival, el ex ministro de Sani-dad Jean-Louis Robinson, se quedó enun sorprendente 46,5%. En la primeravuelta, celebrada el 25 de octubre, habíaganado ampliamente Robinson, con un30,8%, por un 14,7% de Rajaonarimam-pianina. La abstención fue de un 34%en la primera ronda, y de un 50% en lasegunda. Estaban llamados a las urnasocho de los 22,5 millones de habitantesque tiene el país, y se presentaron, entotal, 33 candidaturas, siendo las de Ro-binson y Rajaonarimampianina las másvotadas.

El primero, del partido «Avana» (Ar-coiris) estaba apoyado por el ex presi-dente Marc Ravalomanana, mientrasque el segundo, líder de «Hery Vavaoohoan'i Madagasikara» (Fuerza Nueva),era el candidato del ex presidenteAndry Rajoelina. Estas eran las pri-meras elecciones libres que se cele-braban en la isla desde el golpe de Es-tado de 2009, que acabó con la presi-dencia de Ravalomanana (hoy exiliadoen Sudáfrica) y colocó en su lugar aRajoelina.

Vuelta a la sendademocrática

En Madagascar, el 92% de la pobla-ción sobrevive con dos dólares al día.Para todos ellos, las elecciones repre-sentaban no solo un paso hacia la de-mocracia, sino también y sobre todohacia el desbloqueo de los fondos delos países donantes y la anulación delas medidas punitivas adoptadas des-pués del golpe. Y es que desde finales

de 2008 la gran isla roja vive una crisispolítica que ha provocado una precarie-dad económica y social sin precedentes.Edoany Govin, un pastor protestan-

te de 47 años, subrayó la importanciade la vuelta a la senda constitucionalcon estas palabras: «Queremos salir dela crisis, necesitamos un Presidente ele-gido democráticamente que desarrolleel país». Y la presidenta de la ComisiónElectoral Nacional Independiente de laTransición (CENI-T), Béatrice Atallah,señaló que ahora «Madagascar debevolver al concierto de las naciones, paraque el pueblo pueda vivir en paz y sere-nidad».

Mensajes episcopales

Con motivo de la celebración de los75 años de la traducción de la Biblia ca-tólica al malgache, la Conferencia Epis-copal se reunió después de la primera

vuelta electoral para denunciar «la de-gradación de la vida de la gente y la uti-lización abusiva del dinero durante lacampaña presidencial».

En contra de lo esperado por mu-chos, los obispos no tomaron posiciónoficial sobre los primeros resultados.«Las causas étnicas y el poder del dine-ro han sido muy importantes durante lacampaña. La población rural mirabacon impotencia la exposición de rique-za, con los coches de lujo y los helicóp-teros que nunca llegan», declaró mon-señor Benjamin Ramaroson, vicepresi-dente de la institución y obispo deFarafangana.

La declaración episcopal denunciatambién la degradación de las condicio-nes sociales en la vida cotidiana, la inse-guridad y la incapacidad del Estadopara proteger a la población, la ley delmás fuerte que se instala poco a poco,y la proliferación de los raptos de niñosy el tráfico de órganos. «Se quiere ins-taurar el poder del dinero y por esoocurren estas cosas. Actualmente, losderechos humanos y los valores malga-ches son despreciados», dijo el prelado.

«No vendan la patria. No hagáis delos malgaches un simple medio paraampararse del poder y luego olvidarlospara ocuparse de la familia y los ami-gos», dijeron los obispos a los candida-tos a las elecciones. Y añdieron, diri-giéndose al pueblo: «Vosotros tenéis elpoder. La justicia popular y los saqueosno son la solución. Vamos a construirjuntos el futuro del país».

La presencia del cristianismo en Ma-dagascar es muy importante. El 50% delos malgaches creen en Jesucristo. LaIglesia católica cuenta con cerca de seismillones de fieles, distribuidos en 22 dió-cesis, con 660 sacerdotes diocesanos,1.300 religiosos, 4.800 religiosas, 15.000catequistas y más de mil seminaristas.Los musulmanes son un 2%, mientrasque los seguidores de la religión tradi-cional africana representan el 48%. �

Juan Manuel Pérez Charlín

Madagascar: ¿Fin de la crisis?Hery Rajaonarimampianina ha ganado la segunda vuelta de las elecciones presidenciales

Hery Rajaonarimampianina, vencedor de laselecciones presidenciales en Madagascar.


Mundo

«Se necesita un cambio de acti-tud hacia los inmigrantes ylos refugiados, el paso de una

actitud defensiva y recelosa, de de-sinterés o de marginación —que, al fi-nal, corresponde a una “cultura delrechazo”— a una actitud que pongacomo fundamento la “cultura del en-cuentro”, la única capaz de construirun mundo más justo y fraterno, unmundo mejor». Esta es una de lasafirmaciones que hace el Papa Fran-cisco en su mensaje para la JornadaMundial del Emigrante y del Refugia-do que la Iglesia celebra este 19 deenero. (El texto íntegro de ese mensajelo publicamos en las páginas 30 y 31 deeste número. El de la Comisión de Mi-graciones de la CEE, en las 12, 13 y 14).

El llamamiento papal no puede llegaren mejor momento, pues las informa-ciones sobre la desesperación y el sufri-miento de quienes solo persiguen elsueño de una vida mejor se sucedenpor todos lados. El año pasado, 2.360inmigrantes se dejaron la vida en el maro en el desierto tratando de hacer reali-dad ese sueño, según la OrganizaciónInternacional para las Migraciones(OIM). Siete muertos cada día. Una bar-baridad. El director general de estaagencia de la ONU, William Swing, haprecisado, además, que el número «real»de víctimas es seguramente mayor.«Nunca sabremos a ciencia cierta la cifratotal, puesto que muchos migrantes fa-llecieron anónimamente», afirma.

La gran tragedia de la inmigración enlos últimos tiempos tuvo lugar el pasa-do mes de octubre en la isla italiana deLampedusa, a la que en el último añohan llegado alrededor de 10.000 perso-nas de manera irregular. El naufragio deuna embarcación atestada de hombresy mujeres, la mayoría de nacionalidaderitrea, costó la vida a 360 personas. ElPapa Francisco habló entonces de «ver-güenza». Unos meses antes, en julio,

había denunciado en su visita a esasimbólica isla la «globalización de la in-diferencia» en nuestras acomodadassociedades.

El clamor general suscitado entoncesno ha impedido que se sigan repitiendotragedias similares. El 27 de noviembre,se hundía en el Mar Caribe un velero enel que viajaban centenar y medio dehaitianos que trataban de llegar a lasBahamas. 30 de ellos perecieron aho-gados. Y en diciembre, 87 africanos —7hombres, 32 mujeres y 48 niños— mo -rían de sed en el desierto del Sáhara altratar de llegar a Argelia y, desde allí, ala soñada y próspera Europa. En el lu-gar desde el que habían partido, en elnorte de Níger, unas 5.000 personas es-peraban para contratar a un guía y em-prender, ellos también, su particular pe-riplo en busca de El Dorado.

Israel y Marruecos

Marruecos es otra de las puertas deentrada a Europa. Este país siempre hasido un lugar de paso, no de destinofinal. Este mes de enero, sin embargo,el Gobierno de Rabat ha puesto enmarcha una campaña para regularizara entre 40.000 y 50.000 inmigrantes, lamayoría procedentes del África Subsa-

hariana. La medida ha sido bien re-cibida por las organizaciones de de-rechos humanos. No obstante, lascondiciones que se exigen para con-seguir los papeles son bastante du-ras: haber residido por lo menoscinco años en territorio marroquí,haber desempeñado un trabajo re-munerado durante dos años o pro-bar que se ha convivido con un ma-rroquí desde al menos dos añosatrás.

Israel es otro país que tambiénacaba de legislar en materia de inmi-gración, y no precisamente para bien.

El pasado 13 de diciembre entró allí envigor una ley que «recompensa» conentre 1.500 y 3.500 dólares a aquellosinmigrantes indocumentados que acce-dan voluntariamente a volver a sus paí-ses de origen, pero que «castiga» con lareclusión durante un año en centros deacogida (de los que no podrán alejarse,teniendo que presentarse tres veces aldía a las autoridades) a quienes siganen el país en situación irregular, una vezsean detenidos. Se calcula que en Israelhay más de 50.000 inmigrantes y solici-tantes de asilo en situación irregular, lamayoría sudaneses y eritreos.

La Unión Europea tampoco estásiendo generosa en materia de inmigra-ción. Amnistía Internacional presentó endiciembre un informe titulado «FortalezaEuropa» en el que denuncia que la Co-misión Europea ha destinado en losdos últimos años 228 millones de eurosa reforzar los controles fronterizos,mientras que solo ha asignado 20 mi-llones al Fondo Europeo para los Refu-giados, que se dedica precisamente aacoger a estas personas. Europa —quecelebra elecciones en junio— tiene pre-visto gastarse hasta 2020 más de 3.500millones de euros en reforzar sus fron-teras exteriores. �

José Ignacio Rivarés

Papa Francisco: «Hay que salir al encuentro del migrante»En 2013, al menos 2.360 personas fallecieron intentando alcanzar una vida mejor: siete diarias


Mundo

S egún el informe anual que elabo-ra la agencia Fides, publicación dela Congregación para la Evangeli-

zación de los Pueblos, un total de 23agentes de pastoral fueron asesinadosa lo largo de 2013 en todo el mundo,casi el doble que el año anterior, en elque hubo trece homicidios. La inmensamayoría de víctimas (19) son sacerdo-tes. Completan la lista una religiosa ydos laicos.

Un año más, y ya van cinco conse-cutivos, América Latina se lleva la pal-ma en cuanto al número de víctimas.De los 19 sacerdotes, quince perdieronviolentamente la vida en este continen-te. Colombia (con siete presbíteros ase-sinados) y México (con otros cuatro)encabezan un ranking que completanBrasil, Venezuela, Panamá y Haití, conun homicidio en cada uno de ellos.

En África, fueron asesinados un sa-cerdote en Tanzania, una religiosa enMadagascar y una laica en Nigeria; enAsia, un sacerdote en India, otro en Si-ria y un laico en Filipinas; y en Europaun sacerdote en Italia.

Fides recuerda que en su lista incluyeno solo a los misioneros «ad gentes» ensentido estricto, sino a todos los agen-tes de pastoral que son asesinados deforma violenta, y explica que la mayoríade las víctimas perecie-ron en intentos de ruboo hurtos.

«Todos vivían en con-textos de pobreza eco-nómica y cultural, quegeneran desprecio porla vida humana, y reali-zaban la misión de pro-clamar el mensaje delEvangelio sin hacer ac-tos sensacionales, sinodando testimonio de sufe en la humildad de lavida cotidiana», subraya.

La agencia de la Congregación parala Evangelización de los Pueblos expre-sa también su preocupación por lasuerte de otros agentes de pastoral se-cuestrados o desaparecidos hace tiem-po, como los tres sacerdotes congole-ños Agustinos de la Asunción que fue-ron secuestrados en Kivu Norte,República Democrática del Congo, enoctubre de 2012; otro sacerdote desa-parecido en Colombia hace tres meses;y el jesuita italiano Paolo Dall´Oglio,los dos obispos metropolitanos deAleppo —Boulos al-Yazigi, greco-orto-doxo, y Gregorios Yohanna Ibrahim,siro-ortodoxo— y las religiosas ortodo-xas del monasterio de Santa Tecla, to-dos ellos secuestrados en Siria.

Nuevo vicepresidentede la USG

Por otra parte, la Unión de Superio-res Generales (USG), el organismo queagrupa a las congregaciones e institu-tos de vida consagrada, tiene nuevo vi-cepresidente. Se trata del fraile capuchi-no Mauro Jöhri, de 66 años y nacio-nalidad suiza, quien es ministro generalde su Orden desde 2006.

El presidente de la USG es el españolAdolfo Nicolás (prepó-sito general de los je-suitas), quien asumió elcargo después de queen abril de 2013 el tam-bién español fray JoséRodríguez Carballo(franciscano) fuesenombrado por el PapaFrancisco arzobisposecretario de la Congre-gación para los Institu-tos de Vida Consagraday las Sociedades deVida Apostólica. �

Veintemil jóvenes participaron enel trigesimosexto encuentro euro-

peo de jóvenes animado por la co-munidad de Taizé, que tuvo lugar enEstrasburgo (Francia) del 28 diciem-bre al 1 enero. Si bien la mayoría departicipantes procedían de las regio-nes anfitrionas de Alsacia (Francia) yOrtenau en Baden (Alemania), 2.500de ellos llegaron de Ucrania, siendola de este país una de las delegacio-nes más numerosas. Unas 10.000 fa-milias de la zona abrieron las puertasde sus casas para acoger a los asis-tentes, hecho que ha sido subrayadoen un mensaje de agradecimientopor el hermano Alois, prior de la co-munidad.

En el encuentro de Estrasburgo,que fue preparado conjuntamentepor las Iglesias católicas, protestantesy ortodoxas, hubo talleres sobre di-versos temas (sociales, de vida inte-rior, Europa, arte), vigilias de oracióny muchos momentos de comunión.El hermano Alois hizo públicas las«Propuestas 2014», que tienen comotema «Buscar la comunión visible de-todos los que aman a Dios».

El próximo encuentro europeo dejóvenes animado por Taizé tendrá lu-gar en Praga del 29 de diciembre de2014 al 2 de enero de 2015. En esteúltimo año se conmemorarán loscien años del nacimiento del herma-no Roger (el fundador, asesinado en2005) y el 75 aniversario de la propiacomunidad. �

Veintidós agentes de pastoralfueron asesinados en 2013Casi el doble que el año anterior

20.000 jóvenesen el encuentrode Taizé

P. Mauro Jöhri.

Reportaje

ENTREVISTA AL HISTORIADOR PABLO MARTÍNDE SANTAOLALLA SOBRE SU ÚLTIMO LIBRO

Han pasado treinta y cinco añosdesde la transición española ala democracia. Fue un periodo

de luces indudables, que todavía hade planear sobre España. La Iglesiadesempeñó un relevante papel. El ReyJuan Carlos I fue el motor de todoesto. Y sobre estos argumentos el jo-ven historiador madrileño PabloMartín de Santaolalla Saludes haescrito un nuevo libro, editado por Si-lex, sobre el que conversamos con él.

—PREGUNTA: No me equivoco sidigo que esta no es tu primera pu-blicación sobre este tema. ¿Qué nú-mero hace ya y entonces cuál es elporqué de su publicación? —RESPUESTA: Como libro, se tra-

ta ya del cuarto, si bien es el prime-ro que aborda la etapa de la Transi-ción a la democracia. Su publicaciónha tenido dos objetivos fundamen-tales: primero, dar a conocer la ma-nera en que fueron negociados losactuales acuerdos Iglesia-Estado; yla segunda, poner de relieve el papelclave de la Iglesia en la construcciónde la democracia en España.

—P: ¿Cómo y por qué entras a in-vestigar en estos temas? Apenas ha-bías nacido.—R: Si tengo que ser sincero, la

investigación fue un poco fruto de

la casualidad. Yo estaba realizandomi tesis doctoral, que versó sobrelas relaciones Iglesia-Estado en laúltima década del franquismo, yentre la documentación me encon-tré también la correspondiente alos primeros años de la Transición,que es en lo que se centra este li-bro. Respecto a las razones queme llevaron a realizar esta investi-gación, me percaté del importantevacío historiográfico que había so-

bre este tema: los últimos años delfranquismo eran ya bien conoci-dos, pero no así los primeros denuestra democracia, y por elloconsideré conveniente realizar unaprimera aportación sobre el temaque seguro será completada connuevas investigaciones en los pró-ximos años.

—P: ¿Cuáles son las fuentes im-prescindibles para saber en verdadlo que ocurrió en la transición?—R: Yo siempre he creído funda-

mental la documentación de archivo,si esta se encuentra disponible. Noquiero decir con ello que no se pue-da realizar una investigación históri-ca si no se dispone de esta fuente,pero sí es cierto que, si tienes al al-cance de tu mano la documentaciónoriginal, entonces cuentas con lofundamental para escribir acerca delpasado. A partir de ahí, podemosutilizar, y así lo hemos hecho en estelibro, fuentes secundarias, talescomo libros, artículos de investiga-ción, documentos oficiales, prensa,etc.


Reportaje

2173 Número 3.710 � 18 de enero de 2014

—P: De la transición de España ala democracia da la impresión queestá todo dicho. ¿Es así? ¿Qué nosfalta por saber?—R: Desde luego, en el tema de la

Iglesia no solo no está todo dicho,sino que falta la mayor parte de lainformación. Por sugerir algunos te-mas, seguimos sin tener una buenamonografía sobre la influencia delos democratacristianos en la Transi-ción. Tampoco conocemos bien eltema educativo, y eso que fue du-rante la Transición cuando se apro-bó la LOECE, por la que se regulabael estatuto de los centros escolares,un tema central para una institución,la Iglesia, con muy importante pre-sencia en el campo educativo. Ytampoco conocemos prácticamentenada sobre el catolicismo de base,así como sobre los nuevos movi-mientos eclesiales. Por tanto, lo queyo espero es que esta investigaciónanime a nuevas aportacio-nes sobre un campo no su-ficientemente trabajado.

—P: ¿Por qué era tan im-portante y tan decisivo elpapel de la Iglesia católica?—R: A pesar del impor-

tante proceso secularizadorque venía de los años se-senta, la Iglesia era, en elmomento de morir el gene-ral Franco, una institucióncon mucha influencia. Enese sentido, el cardenal Ta-rancón se apercibió de ladebilidad del nuevo Jefe delEstado, Juan Carlos I, y lebrindó públicamente suapoyo nada más iniciarse la

nueva etapa que se estaba abriendo,a través de su célebre homilía en laMisa del Espíritu Santo que tuvo lu-gar en la iglesia de San Jerónimo elReal. A partir de ahí, la Iglesia cola-boró en todo momento en el proce-so de transición democrática, ani-mando a la participación políticadesde una estricta posición de neu-tralidad que le llevó, entre otras co-sas, a no apoyar la creación de unpartido confesional, a diferencia delo sucedido durante la II República.

—P: ¿Cuándo y por qué tuvo clarola Iglesia su misión al respecto?—R: Fue un proceso paulatino

cuyo punto de partida es el ConcilioVaticano II, donde se afirmó la inde-pendencia de la Iglesia con respectoal poder político. La Iglesia habíasido clave en la creación y consoli-dación del Régimen surgido del le-vantamiento militar de julio de 1936,

pero con el tiempo comprobó queello le restaba independencia y no lepermitía la libertad necesaria paraalgo tan fundamental como, porejemplo, nombrar obispos. De ahíque, tras el Concilio, la Iglesia fueradándose cuenta de que su emanci-pación del Régimen era clave parafuncionar con autonomía, aun a sa-biendas de que ello suponía perderprivilegios de los que había disfruta-do en el pasado reciente.

—P: Siempre se atribuye al carde-nal Tarancón el papel de piloto deeste recorrido. ¿Es correcto, se hamitificado su papel? ¿Hay, ha habidoquien ha podido pretender minimi-zar este protagonismo del cardenalTarancón?—R: Yo creo que Tarancón es un

elemento fundamental en todo esteproceso histórico, pero, más que porsu concepto personal sobre cómo

debían ser las relacionesIglesia-Estado, yo destacosu capacidad de liderazgode una generación epis-copal plenamente pos-conciliar y de mentalidadabierta al cambio. Sobre sise ha querido minimizarsu papel, creo que en rea-lidad este es un problemade los historiadores, quie-nes, a pesar de habertranscurrido casi veinteaños de la muerte de esteinsigne purpurado, no he-mos sido capaces de pu-blicar una biografía encondiciones sobre su fi-gura. Este es precisamenteuno de los retos que debeabordar la historiografíaespecializada en el tema:una biografía sobre elcardenal Tarancón.

—P: ¿Quiénes junto al car-denal Tarancón resultarondecisivos en el citado pa-pel de la Iglesia en la tran-sición?—R: Yo destacaría en pri-mer lugar al nuncio Luigi

En la página anterior, Pablo Martínde Santaolalla y la portada de su

libro. Junto a estas líneas, elcardenal Tarancón.


Dadaglio, que fue en reali-dad el mejor aliado de Ta-rancón en todo el procesode cambio de las relacio-nes Iglesia-Estado. A pesarde las dificultades quetodo este tema conllevó,yo no he encontrado enningún momento una faltade sintonía entre ambos,sino todo lo contrario.También destacaría al car-denal Jubany, por su rele-vancia entre los catalanes;a José María BuenoMonreal, Elías Yanes,José María Cirarda y Ga-bino Díaz Merchán, comomiembros más destacadosdel episcopado duranteaquellos años; y, por últi-mo, a la «mano derecha»de Tarancón, el jesuitaJosé María Martín Pati-no, así como al ideólogode todo este cambio, quecreo que fue el entoncesrector de la UniversidadPontificia de Salamanca,Fernando Sebastián.

—P: ¿El Papa Pablo VIfue clave, tan clave en todoello? ¿Cómo desde Italia,desde la universalidad dela misión y del gobiernode la Iglesia, un Papa, en este casoPablo VI, pudo tener un interés tanespecial y una responsabilidad tandirecta?—R: Pablo VI tenía muy claro que

España, como Italia, eran las «reser-vas espirituales de Occidente», y quepor tanto la Iglesia no podía permi-tirse un alejamiento de los fieles porno haber actuado como instrumen-to de reconciliación entre todos losespañoles. Por ello, siempre se man-tuvo firme en su apoyo tanto alnuncio Dadaglio como al cardenalTarancón, y no hay mejor prueba deello que el hecho de que permitieraque la negociación de los acuerdosIglesia-Estado se llevara a cabo di-rectamente en Madrid, a diferenciade los últimos años del franquismo,

en que los órganos centrales de ladiplomacia vaticana (Casaroli) fue-ron los que negociaron con la em-bajada española en Roma.

—P: Cítanos algunos hechos, al-gunos hitos, algunos acontecimien-tos que resultaron fundamentalespara apuntalar este papel de la Igle-sia.—R: El primero y más importante

es uno que ya hemos apuntado, merefiero a la misa en San Jerónimo elReal donde el cardenal Tarancón,entonces presidente de la Conferen-cia Episcopal Española, pidió públi-camente a Don Juan Carlos que fue-ra «el Rey de todos los españoles».También destacaría la Nota sobreparticipación política de febrero de

1977, donde los obisposdejaron claro que no apo-yarían ningún partido polí-tico en concreto y al mismotiempo animaron a todoslos españoles a participar,sea cual fuera su elecciónfinal, en las elecciones quese celebrarían en junio deese año, las primeras de-mocráticas desde febrerode 1936. Y, por último, elapoyo a la Constitución de1978, donde la Iglesia lo-graba esa independencia através de esa fórmula quese denominaría «aconfesio-

nalidad» dentro de la necesaria coo-peración con el Estado.

—P: ¿Cuáles eran los criterios, lasideas centrales de este papel de laIglesia?—R: En primer lugar, funcionar

con autonomía e independencia,para lo cual resultó clave la firma, el28 de julio de 1976, del Acuerdo Bá-sico, por el que la Iglesia recuperabala libertad para nombrar los obisposresidenciales a cambio de perder elFuero eclesiástico, que le proporcio-naba inmunidad legal. En segundolugar, buscar la cooperación con lospoderes públicos en la idea de queambos tenían intereses comunes,como eran la enseñanza o la cultura.Y en tercer lugar, intentar acabar con

Reportaje

Arriba, Adolfo Suárez y Pablo VI.Abajo, Juan Pablo II junto alcardenal Vicente Enrique yTarancón. En la página siguiente,de nuevo Pablo VI con el rey donJuan Carlos, y el nuncio enEspaña Luigi Dadaglio. En laúltima página, el Rey Juan Carlosdurante su discurso de la pasadaNochebuena.

el monolitismo ideológico que habíaimperado en la Iglesia, algo que cier-tamente se logró, como pusieron demanifiesto las elecciones de octubrede 1982: si el socialismo logró casi el50% de los votos (48,8, exactamen-te), ello quiere decir que un buen nú-mero de católicos votaron a una for-mación de izquierdas. La Iglesia yano era patrimonio exclusivo de laderecha, sino que podían encontrar-se católicos en formaciones liberales,socialistas o sindicales, e incluso enel comunismo, por paradójico quellegara a resultar.

—P: ¿Cómo fueron las relacionesde la CEE con los Gobier-nos de Adolfo Suárez?—R: Fueron buenas du-

rante la mayor parte de laTransición, lo que por otraparte era lógico, dado quedentro de este partido ha-bía hombres muy cerca-nos a la Iglesia, como elministro de Asuntos Exte-riores (Marcelino Oreja),de Justicia (Landelino La-villa) o Educación (ÍñigoCavero). Sin embargo, apartir de septiembre de1980, cuando el liderazgode Suárez queda fuerte-mente deteriorado y unsocialdemócrata (Francis-co Fernández Ordóñez)se hace con la cartera de Justicia. Elinterés de Fernández Ordóñez porhacer un ley de divorcio lo más lesi-va posible para los intereses de laIglesia llevará a que las hasta enton-ces muy cordiales relaciones Iglesia-Estado se resientan, aunque nuncahubo ruptura con el proceso detransición democrática.

—P: Mientras tanto, la Iglesia y elEstado negociaban los Acuerdos vi-gentes de cooperación entre ambasinstituciones. ¿Cuáles fueron los cri-terios que inspiraron los Acuerdos yquiénes fueron sus artífices?—R: Los acuerdos debían buscar

ante todo la separación Iglesia-Esta-do dentro de la mutua cooperación

entre ambos. Por otra parte, debíanante todo ser prácticos, y que cadaproblema concreto fuera resuelto re-mitiéndose al acuerdo que lo regula-ba, frente a aquel Concordato de1953 que representaba un todo muysolemne y muy rimbombante, peromuy poco efectivo a la hora de re-solver los conflictos Iglesia-Estado.Respecto a sus artífices, por parteestatal yo destacaría el papel de Mi-guel Solano, entonces subsecretariode Asuntos Exteriores, y de JesúsEzquerra, director de Relaciones conla Santa Sede. Por parte eclesial, loshombres clave fueron el nuncio Da-daglio y el cardenal Tarancón, quie-

nes negociaron sobre la base de untrabajo previo realizado por un equi-po a las órdenes de la nunciatura.

—P: ¿Fueron fáciles o complejasestas negociaciones?—R: Fueron más complejas de lo

que se cree, aunque su dificultad fueclaramente menor si lo compara-mos, por ejemplo, con la negocia-ción sobre el problema territorial. Yfueron complejas porque, por unlado, la Iglesia española sabía lo quequería dejar atrás (la rígida confe-sionalidad del franquismo), perotampoco quería una radical separa-ción Iglesia-Estado, de ahí que la

fórmula de la aconfesiona-lidad, aunque laxa e impre-cisa, fuera una hábil solu-ción. Por otra parte, debe-mos recordar que elGobierno de Suárez mani-festaba la diversidad ideo-lógica que correspondía aun partido como era laUnión de Centro Democrá-tico (UCD), donde convi -vían opciones tan distintascomo las que representa-ban los democratacristia-nos, socialdemócratas y losliberales. Cada opción teníauna visión diferente de lasrelaciones Iglesia-Estado, yen el libro se plasman, porejemplo, las tensiones entre

un democratacristiano (MarcelinoOreja) y un socialdemócrata (Fran-cisco Fernández Ordóñez).

—P: Son acuerdos nacidos, san-cionados, después de la aprobaciónde la Constitución de 1978. ¿Estootorga a los Acuerdos Iglesia-Esta-do de 1979 un plus añadido?—R: Los acuerdos fueron nego-

ciados teniendo siempre presente elmarco constitucional que en aquelmomento se estaba elaborando, ypor tanto desde el primer momentoquedó claro que, a pesar de habersido firmados tan solo un mes des-pués de quedar aprobada en «refe-réndum» la Constitución, estos eranplenamente constitucionales. Por

Reportaje


ello, no resulta de extrañar que,al igual que la Constitución de1978 ha estado vigente hastanuestros días, haya sucedido lomismo con los acuerdos Igle-sia-Estado negociados en laTransición.

—P: ¿El Rey tuvo algún papelen los Acuerdos?—R: Sí que lo tuvo, y muy im-

portante, de ahí que hayamosescogido el título que hemos esco-gido. El monarca es, a nuestro juicio,decisivo en el proceso negociador,ya que, aunque no interviene en loque es la elaboración de los mis-mos, tenía en sus manos un ele-mento clave para el desbloqueo delas relaciones Iglesia-Estado, y erarenunciar al privilegio de presenta-ción de obispos que, como Jefe delEstado, había heredado del generalFranco. Y en el libro yo recuerdoque esta decisión del Rey fue unainiciativa personal suya que la Igle-sia no esperaba en ese momento yque respondía a una política de legi-timación de su figura a cambio derenunciar a una parte muy sustan-cial del poder que había recibido desu antecesor en la jefatura del Esta-do. Además, también hay que recor-dar que Don Juan Carlos es recibidopor Pablo VI en pleno proceso ne-gociador, y que en aquella históricareunión en Roma se puso una vezmás de manifiesto el apoyo de laIglesia al monarca como símbolo dela nueva etapa histórica que se esta-ba abriendo en España.

—P: Treinta y cinco años después,¿cómo han funcionado y funcionanlos Acuerdos?—R: Yo creo que en conjunto bas-

tante bien. La política de nombra-mientos episcopales por parte de laSanta Sede, haciendo valer la liber-tad recuperada a través del AcuerdoBásico, apenas ha generado proble-mas. Se han firmado numerososacuerdos Iglesia-Estado de cara a lapreservación del patrimonio históri-co-artístico de la Iglesia, que tan im-portante es para los numerosos tu-

ristas que vienen a vernos. Y en elcampo de la Educación, Iglesia y Es-tado se han ayudado mutuamente através del sistema de los conciertoseducativos. Sigue habiendo unaasignatura pendiente, que es el temade la autofinanciación, pero con elacuerdo complementario de diciem-bre de 2006 caminamos en la buenadirección.

—P: ¿Habría que pensar en revi-sarlo? ¿O no es necesario al ser unmarco —por su naturaleza altamentepolítica— de confrontación política?—R: Yo creo que no, sobre todo

porque estos acuerdos hicieron po-sible todo un hito histórico, comofue enterrar definitivamente la lla-mada cuestión religiosa. Además, sihay algo en lo que derecha e iz-quierda en España coinciden es lapervivencia de estos acuerdos, noen vano el PSOE, a pesar de sus cí-clicas amenazas de denunciar losacuerdos, ha sido quien más ha re-forzado los mismos: habiendo go-bernado más de veinte años en dosetapas diferentes, no solo ha permi-tido su pervivencia, sino que elacuerdo de 2006 supuso todo unreforzamiento de los mismos.

—P: En medio de la actual crisis,que también sacude a las institucio-nes, ¿no se siente nostalgia al evocarla transición?—R: En cierto modo, sí. Quizá lo

que se eche más en falta es una ma-yor presencia pública de la Iglesia.Los católicos nos hemos retiradodemasiado a la esfera privada, y pre-cisamente la crisis actual, con todoslos escándalos de corrupción, lo que

pone de manifiesto es la pérdi-da de valores que tenían en elcristianismo un punto de apoyofundamental. Estoy de acuerdoen ese sentido con lo dicho porel actual presidente de la Confe-rencia Episcopal, el cardenalRouco, en el sentido de que lacrisis actual es, ante todo, unacrisis moral y de valores.

—P: ¿Qué debería aprendernuestra sociedad actual de los añosde la transición, del espíritu de latransición?—R: Yo creo que, por encima de

todo, el espíritu de colaboración. Sihay algo que se pone de manifiestoen la Transición es que todas lasfuerzas políticas y sociales, en unmarco de grave crisis económica ysocial, ponen de su parte y renun-cian a una parte sustancial de susobjetivos con tal de lograr el fin fun-damental de aquel cambio político:la convivencia pacífica de todos losespañoles.

—P: La historia es la maestra de lavida, según escribió Cicerón: ¿quénos enseñan estas páginas de lahistoria reciente: a la sociedad, a laIglesia, a todos?—R: Que cuando todos colabora-

mos, entonces todo es más fácil, yello porque la unión nos hace a to-dos más fuertes. La Transición es untriunfo colectivo de la sociedad es-pañola, que asume su mayoría deedad y demuestra que somos capa-ces de convivir en paz y armonía. Siqueremos superar la profunda crisisque asola nuestro país desde haceaños, entonces deberemos fijarnosen aquella generación de españolesque supo crear y consolidar una de-mocracia en un momento históricoprobablemente más complejo y difí-cil que el actual. Por ello, cuanto másnos fijemos en ellos, mejor combati-remos una crisis de la que segurosaldremos en algún momento, espe-remos que más pronto que tarde. Eltiempo lo dirá. �

Manuel Muñoz

Reportaje


Documentación


«A los hermanos, paz, amor y fe departe de Dios Padre y del Señor Jesu-cristo» (Ef 6, 23).

Tras recibir con alegría a la Delega-ción que Vuestra Santidad envió aRoma con ocasión de la fiesta de

los santos Pedro y Pablo, con esa mis-ma alegría os transmito, mediante elpresente mensaje —que encomiendo alcardenal Kurt Koch, presidente del Pon-tificio Consejo para la Promoción de laUnidad de los Cristianos—, mi cercaníaespiritual en la festividad de San Andrés,hermano de Pedro y santo patrono delPatriarcado Ecuménico. Con el afectosincero que se reserva a los hermanosmás queridos, formulo en la oraciónmis mejores votos por Vuestra Santi-dad, por los miembros del Santo Síno-do, por el clero, por los monjes y portodos los fieles, y, junto con mis herma-nos y hermanas católicos, me uno avuestra propia oración en tan festivacircunstancia. Santidad, amado hermano en el Se-

ñor: Por vez primera me dirijo a vos conocasión de la fiesta del apóstol San An-drés, el primero al que el Señor llamó.Aprovecho la presente ocasión paraaseguraros mi intención de proseguirlas relaciones fraternales entre la Iglesiade Roma y el Patriarcado Ecuménico. Espara mí motivo de gran consuelo refle-xionar sobre la profundidad y la auten-ticidad de los lazos existentes entre no-sotros, fruto de un camino lleno de gra-cia por el que el Señor ha guiado anuestras Iglesias desde el histórico en-cuentro en Jerusalén entre el Papa Pa-blo VI y el Patriarca Atenágoras, en-cuentro cuyo quincuagésimo aniversa-rio pronto celebraremos. Dios, fuentede toda paz y de todo amor, nos ha en-señado durante estos años a conside-

rarnos miembros de una misma familia.Y, en efecto, tenemos un solo Señor yun solo Salvador, al que pertenecemosmediante el don de la Buena Nueva dela salvación que nos transmitieron losApóstoles, mediante un solo bautismoen el nombre de la Santa Trinidad y me-diante el sagrado ministerio. Por eso,unidos en Cristo, experimentamos ya laalegría propia de unos hermanos ver-daderos en Cristo, aun siendo plena-mente conscientes de no haber alcanza-do aún el objetivo de la plena comu-nión. Mientras esperamos el día en quepor fin compartamos el banquete euca-rístico, los cristianos tenemos la obliga-ción de prepararnos a recibir ese donde Dios por medio de la oración, de laconversión interior, de la renovación denuestra vida y del diálogo fraterno. La alegría de celebrar la fiesta del

apóstol Andrés no debe apartar nuestramirada de la dramática situación de lasmuchas personas que están sufriendodebido a la violencia y a la guerra, alhambre, a la pobreza y a graves desas-tres naturales. Soy consciente de vuestrahonda preocupación por la situación delos cristianos en el Oriente Medio y porsu derecho a permanecer en sus res-pectivas tierras natales. El diálogo, elperdón y la reconciliación son los úni-cos medios viables para lograr la reso-lución del conflicto. Que se eleve ince-sante nuestra oración a Dios todopode-roso y misericordioso por la paz enaquella región, y que sigamos trabajan-do por la reconciliación y por un reco-nocimiento justo de los derechos de lospueblos. Santidad: La conmemoración del

martirio del apóstol San Andrés tam-bién nos lleva a pensar en los numero-sos cristianos de todas las Iglesias y Co-munidades eclesiales que, en muchas

regiones del mundo, sufren discrimina-ción y, en ocasiones, pagan con su pro-pia sangre el precio de su profesión defe. En este momento, estamos conme-morando el 1700.º aniversario del Edic-to de Constantino, que puso fin a lapersecución religiosa en el Imperio Ro-mano, tanto en Occidente como enOriente, y que abrió nuevas vías para ladifusión del Evangelio. Hoy, al igual queentonces, los cristianos de Oriente y deOccidente debemos dar un testimoniocomún para poder así, fortalecidos porel Espíritu de Cristo resucitado, difundirel mensaje de salvación en el mundoentero. Urge también una cooperacióneficaz y comprometida entre los cristia-nos con vistas a salvaguardar en todaspartes el derecho a expresar pública-mente la propia fe y a recibir un tratoequitativo al promover la contribuciónque el cristianismo sigue aportando a lasociedad y a la cultura contemporáneas. Con sentimientos de profunda esti-

ma y de amistad cordial en Cristo, invo-co abundantes bendiciones sobreVuestra Santidad y sobre todos los fie-les del Patriarcado Ecuménico, por inter-cesión de la Virgen Madre de Dios y delos santos apóstoles y mártires Pedro yAndrés. Con estos mismos sentimien-tos, reitero mis más cordiales felicitacio-nes e intercambio con vos un abrazofraterno de paz. �

Vaticano, 25 de noviembre de 2013

(Original inglés procedente del archi-vo informático de la Santa Sede; traduc-ción de ECCLESIA)

Dar un testimonio comúnpara difundir el mensaje de la salvaciónMensaje del Papa Francisco a Su Santidad Bartolomé I, arzobispo de Constantinoplay Patriarca Ecuménico, con ocasión de la fiesta de San Andrés (30-11-2013)


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Señores cardenales, que-ridos hermanos en el epis-copado, queridos hermanosy hermanas:

Ante todo, me disculpopor el retraso: las au-diencias se han retra-

sado; os doy las gracias porvuestra paciencia. Me alegrareunirme con vosotros en elmarco de vuestra AsambleaPlenaria: os doy mi máscordial bienvenida a cadauno de vosotros y agradez-co al cardenal Jean-LouisTauran las palabras que meha dirigido también envuestro nombre.La Iglesia católica es

consciente del valor que en-cierra el fomento de laamistad y del respeto entrehombres y mujeres de dife-rentes tradiciones religiosas.Cada vez entendemos más su impor-tancia, tanto porque el mundo se havuelto, en cierto sentido, «más peque-ño», como porque el fenómeno de lasmigraciones aumenta los contactosentre personas y comunidades de di-ferentes tradiciones, culturas y religio-nes. Este fenómeno se plantea a nues-tra conciencia de cristianos: es un retopara la comprensión de la fe y para lavida concreta de las Iglesias locales,de las parroquias, de muchísimos cre-yentes. Resulta, pues, particularmente ac-

tual el tema que habéis escogidopara vuestro encuentro: «Miembrosde diferentes tradiciones religiosasen la sociedad». Como he afirmadoen la exhortación Evangelii gaudium,«una actitud de apertura en la ver-

dad y en el amor debe caracterizar eldiálogo con los creyentes de las reli-giones no cristianas, a pesar de losvarios obstáculos y dificultades, par-ticularmente los fundamentalismosde ambas partes» (n. 250). En efecto,no faltan en el mundo contextos enlos que la convivencia se revela difí-cil: frecuentemente, motivos políticoso económicos se superponen a lasdiferencias culturales y religiosas,haciendo palanca también en in-comprensiones y en equivocacionesdel pasado; todo ello amenaza congenerar miedo y desconfianza. Solohay un camino para vencer ese mie-do, y es el del diálogo, el del en-cuentro caracterizado por amistad yrespeto. Por este camino se avanzahumanamente.

Dialogar no significa re-nunciar a la propia identi-dad al salir al encuentro delotro, ni tampoco ceder acomponendas sobre la fe yla moral cristianas. Al con-trario, «la verdadera apertu-ra implica mantenerse firmeen las propias conviccionesmás hondas, con una iden-tidad clara y gozosa» (ibíd.,n. 251) y, por consiguiente,abierta a comprender lasrazones del otro; capaz derelaciones humanas respe-tuosas; convencida de queel encuentro con quien esdistinto de nosotros puedeser ocasión de crecimientoen la fraternidad, de enri-quecimiento y de testimo-nio. Por este motivo, diálo-go interreligioso y evangeli-zación, lejos de excluirse, sealimentan recíprocamente.

No imponemos nada, no utilizamosninguna estrategia artera para atraerfieles, sino que testimoniamos conalegría, con sencillez, aquello en loque creemos y lo que somos. Y esque un encuentro en el que cada unopusiera a un lado aquello en lo quecree, fingiendo renunciar a lo másquerido que tiene, no sería, cierta-mente, una relación auténtica: en esecaso, podría hablarse de una fraterni-dad fingida. Como discípulos de Je-sús, debemos esforzarnos por vencerel miedo, estar siempre dispuestos adar el primer paso, sin dejar que difi-cultades e incomprensiones nos de-sanimen. El diálogo constructivo entre per-

sonas de diferentes tradiciones reli-giosas sirve también para superar

Fomentar la amistad y el respetoen el diálogo interreligioso Discurso del Papa Franciscoa la Plenaria del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso (28-11-2013)

El cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo parael Diálogo Interreligioso. El Papa Francisco afirmó ante la Plenaria dedicho dicasterio pontificio que «dialogar no significa renunciar a lapropia identidad al salir al encuentro del otro, ni tampoco ceder a

componendas sobre la fe y la moral cristianas».

otro miedo, que por desgracia vemosaumentar en las sociedades másfuertemente secularizadas: el miedo alas diferentes tradiciones religiosas ya la dimensión religiosa en sí. Se con-sidera la religión algo inútil, o inclusopeligroso; a veces se pretende quelos cristianos renuncien a sus propiasconvicciones religiosas y morales enel ejercicio de su profesión (cf. Bene-dicto XVI, Discurso al Cuerpo Diplo-mático, 10-1-2011: ECCLESIA 3.554[2011/I], pág. 118). Está extendida laopinión según la cual la convivenciasolo sería posible si se oculta la pro-pia pertenencia religiosa, para encon-trarnos en una suerte de espacioneutro, falto de referencias a la trans-cendencia. Pero ahí también vale lodicho: ¿Cómo sería posible crear re-laciones verdaderas, construir unasociedad que sea auténtica casa co-mún, obligando a poner a un lado loque cada uno considera que formaparte íntima del propio ser? No esposible pensar en una fraternidad «delaboratorio». Ciertamente es necesa-rio que todo se realice respetando lasconvicciones ajenas —también las dequien no cree—, pero debemos tenerel valor y la paciencia de salir, talcomo somos, cada uno al encuentrodel otro. El futuro está en la convi-vencia respetuosa de las diversida-des, no en la homologación segúnun pensamiento único teóricamenteneutral. Hemos tenido durante mu-cho tiempo la ocasión de ver la his-toria, la tragedia de los pensamientosúnicos. Resulta, por lo tanto, impres-cindible el reconocimiento del dere-cho fundamental a la libertad religio-sa, en todas sus dimensiones. Sobreello el magisterio de la Iglesia se haexpresado, durante los últimos dece-nios, con gran diligencia. Estamosconvencidos de que la edificación dela paz en el mundo pasa por este ca-mino.Agradezco al Pontificio Consejo

para el Diálogo Interreligioso el valio-so servicio que presta, e invoco sobrecada uno de vosotros abundantesbendiciones del Señor. Gracias. �

(Original italiano procedente del ar-chivo informático de la Santa Sede;traducción de ECCLESIA)


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La vida de los cristianos y el poder civilMensaje del Papa Francisco al cardenal Kurt Koch,presidente del Pontificio Consejo para la Promociónde la Unidad de los Cristianos, con ocasióndel XIII Simposio Intercristiano (Milán, 28/30-8-2013)

Venerado hermano:

Me he enterado con particularalegría de la iniciativa de losSimposios Intercristianos, or-

ganizados cada dos años por el Insti-tuto Franciscano de Espiritualidad «An-tonianum» y por el Departamento deTeología de la Facultad Teológica Orto-doxa de la Universidad Aristóteles deSalónica, con el fin de profundizar en elconocimiento de las tradiciones teoló-gicas y espirituales de Oriente y de Oc-cidente y de cultivar relaciones frater-nas de amistad y de estudio entre losmiembros de estas dos institucionesacadémicas. Deseo, por lo tanto, dirigir mi saludo

cordial a los organizadores, a los po-nentes y a todos los participantes en laXIII edición de tan benemérita iniciati-va, que se celebra este año en Milán,con la colaboración de la UniversidadCatólica del Sagrado Corazón, sobre eltema: «La vida de los cristianos y el po-der civil. Cuestiones históricas y pers-pectivas actuales en Oriente y Occiden-te». Dicho argumento se inserta ade-cuadamente en el marco de lasnumerosas iniciativas que pretendenconmemorar el XVII centenario delEdicto constantiniano; iniciativas queen Milán han tenido momentos de es-pecial relieve, como la visita del Patriar-ca Ecuménico Bartolomé I a la Iglesiaambrosiana y a la ciudad. La histórica decisión con la que se

decretaba la libertad religiosa a favorde los cristianos abrió nuevos caminosa la difusión del Evangelio y contribuyóde manera determinante al nacimientode la civilización europea. La memoria

de aquel acontecimiento brinda al pre-sente Simposio la ocasión de reflexio-nar sobre la evolución de las modali-dades con las que el mundo cristianose ha relacionado con la sociedad civily con la autoridad que la preside. Talesmodalidades se han desplegado a lolargo de la historia en contextos muydiferentes, registrando modificacionessignificativas en Oriente y en Occidente.Al mismo tiempo, han conservado al-gunos rasgos fundamentales comunes,como la convicción de que el poder ci-vil tiene su límite en la ley de Dios; lareivindicación de un justo espacio deautonomía para la conciencia; la con-cienciación de que la autoridad ecle-siástica y el poder civil están llamadosa colaborar por el bien integral de lacomunidad humana.

Mientras hago votos por que los tra-bajos del Simposio produzcan frutosabundantes para el avance de la investi-gación histórica y del conocimiento re-cíproco entre las diferentes tradiciones,aseguro mi recuerdo en la oración e in-voco cordialmente la bendición apostó-lica sobre quienes han contribuido a laorganización de este Congreso y sobrecuantos en él participan. �

Vaticano, 19 de agosto de 2013

(Original italiano procedente del ar-chivo informático de la Santa Sede; tra-ducción de ECCLESIA)


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Queridos amigos de la ComunidadJudía de Roma: Shalom!

Me alegra recibirlos y tener asíla posibilidad de profundizary de ampliar el primer en-

cuentro que tuve con algunos repre-sentantes de ustedes el pasado 20 demarzo. A todos los saludo con afecto,especialmente al rabino jefe, doctorRiccardo Di Segni, a quien le doy lasgracias por las palabras que me hadirigido, y también por su recuerdode la valentía de nuestro padre Abra-hán cuando luchaba con el Señorpara salvar a Sodoma y Gomorra: «Ysi hubiera treinta, y si hubiera veinti-cinco, y si hubiera veinte...». Es lo quese dice una oración valiente elevada alSeñor. Gracias. Saludo también al pre-sidente de la Comunidad Judía deRoma, doctor Riccardo Pacifici, y alpresidente de la Unión de Comunida-des Judías Italianas, doctor RenzoGrattegna.

Como Obispo de Roma, siento par-ticularmente cercana la vida de la co-munidad judía de la Urbe, y sé queesta, con sus más de dos mil años depresencia ininterrumpida, puede pre-ciarse de ser la más antigua de la Eu-ropa occidental. Hace, pues, muchossiglos que la comunidad judía y laIglesia de Roma conviven en esta ciu-dad nuestra, con una historia que,como bien sabemos, se vio atravesa-da a menudo por incomprensiones eincluso por auténticas injusticias. Perose trata de una historia que, con laayuda de Dios, ha conocido desdehace ya muchos decenios el desarro-llo de unas relaciones amistosas y fra-ternales. A este cambio de mentalidadha contribuido ciertamente, por partecatólica, la reflexión del Concilio Vati-cano II, pero no es menor la aporta-ción procedente de la vida y de la ac-ción, por ambas partes, de hombres

sabios y generosos, capaces de reco-nocer la llamada del Señor y de em-prender con valentía nuevas sendasde encuentro y de diálogo. Paradójicamente, la común tragedia

de la guerra nos ha enseñado a cami-nar juntos. Dentro de pocos días re-cordaremos el LXX aniversario de ladeportación de los judíos de Roma.Haremos memoria y rezaremos portantas víctimas inocentes de la barba-rie humana y por sus familias. Serátambién una buena ocasión paramantener siempre alerta nuestra aten-ción para que no recobren vida, bajoningún pretexto, formas de intoleran-cia y de antisemitismo, ni en Roma nien el resto del mundo. Lo he dichootras veces y me gusta repetirlo aho-ra: es una contradicción que un cris-tiano sea antisemita, pues sus raícesson, en parte, judías. ¡Un cristiano nopuede ser antisemita! ¡Que el antise-mitismo quede desterrado del cora-zón y de la vida de todo hombre y detoda mujer!Este aniversario también nos per-

mitirá recordar cómo, en la hora delas tinieblas, la comunidad cristiana deesta ciudad supo tender la mano alhermano en dificultad. Es sabido quenumerosos institutos religiosos, mo-nasterios, y las propias basílicas pa-pales, interpretando la voluntad delPapa, abrieron sus puertas para unaacogida fraternal, y que muchos cris-tianos de a pie brindaron la ayuda,grande o pequeña, que pudieron dar.En su gran mayoría, no estaban,

desde luego, enterados de la necesi-dad de actualizar la comprensión cris-tiana del judaísmo, y tal vez conocíanmuy poco de la vida misma de la co-munidad judía. Pero tuvieron el valorde hacer lo que en aquel momentoera lo justo: proteger al hermano quecorría peligro. Me gusta subrayar este

aspecto, porque, si es verdad que im-porta profundizar, por ambas partes,en la reflexión teológica a través deldiálogo, es verdad también que existeun diálogo vital, el de la experienciadiaria, que no resulta menos funda-mental. Es más: sin este, sin una cultu-ra auténtica y concreta del encuentro,que desemboca en unas relacionesauténticas, sin prejuicios ni sospechas,de poco serviría la acción en el ámbi-to intelectual. Aquí también, como megusta subrayar con frecuencia, el Pue-blo de Dios tiene su propio «olfato», eintuye la senda que Dios le pide querecorra: en este caso, la senda de laamistad, de la cercanía, de la fraterni-dad. Espero contribuir aquí en Roma,

como obispo, a esta cercanía y amis-tad, al igual que tuve la gracia —por-que de una gracia se trató— de hacercon la comunidad judía de Buenos Ai-res. Entre las muchas cosas que pue-den aunarnos figura el testimonio a laverdad de las diez palabras, del Decá-logo, como fundamento sólido yfuente de vida también para nuestrasociedad, tan desorientada por unpluralismo extremo de opciones y deorientaciones, y marcada por un rela-tivismo que provoca la pérdida depuntos de referencia firmes y seguros(cf. Benedicto XVI, Discurso en la Sina-goga de Roma, 17-1-2010, nn. 5-6: EC-CLESIA 3.502 [2010/I], págs. 129-130). Queridos amigos: Les agradezco su

visita e invoco junto con ustedes laprotección y la bendición del Altísimopara este nuestro camino común deamistad y de confianza. Que Él, en subenevolencia, otorgue su paz a nues-tros días. Gracias. �


«¡Un cristiano no puede ser antisemita!»Discurso del Papa Francisco a la delegación de la Comunidad Judía de Roma,con ocasión del LXX aniversario de la deportación de los judíos de Roma (11-10-2013)

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Queridos hermanos y hermanas lu-teranos y queridos hermanos católi-cos:

Os doy de todo corazón mi bien-venida a todos vosotros, Delega-ción de la Federación Luterana

Mundial y representantes de la Comi-sión para la Unidad Luterano-Católica.El presente encuentro es la continua-ción del muy cordial y grato que tuvecon usted, estimado obispo Younan, ycon el secretario de la Federación Lu-terana Mundial, reverendo Junge, conocasión de la celebración del inicio demi ministerio como Obispo de Roma. Considero con sentido de honda

gratitud hacia el Señor Jesucristo losnumerosos pasos que las relacionesentre luteranos y católicos han dadoen los últimos decenios, y ello no soloa través del diálogo teológico, sinotambién mediante la colaboración fra-ternal en numerosos campos pastora-les y, sobre todo, en el compromisode progresar en el ecumenismo espi-ritual. Este último constituye, en ciertosentido, el alma de nuestro caminohacia la plena comunión, y nos permi-te saborear por adelantado, ya desdeahora, alguno de sus frutos, auncuando imperfecto: en la medida enque nos acerquemos con humildad deespíritu a nuestro Señor Jesucristo,estamos seguros de que nos acerca-remos también entre nosotros, y en lamedida en que pidamos al Señor eldon de la unidad estamos seguros deque él nos tomará de la mano y seránuestro guía. Hay que dejarse tomarde las manos por el Señor Jesucristo. Este año, como resultado del diálo-

go teológico —que cumple ya cin-cuenta años—, y con vistas a la con-

memoración del V centenario de laReforma, se ha publicado un testo dela Comisión para la Unidad Luterano-Católico cuyo título reza significativa-mente: «Del conflicto a la comunión.La interpretación luterano-católica dela Reforma en 2017». Considero real-mente importante para todos el es-fuerzo de confrontarse dialogandosobre el fenómeno histórico de la Re-forma, sobre sus consecuencias y so-bre las respuestas que se le dieron.Católicos y luteranos pueden pedirperdón por el mal que se causaronunos a otros y por las culpas que anteDios cometieron, y al mismo tiempogozar por la nostalgia de unidad queel Señor ha despertado en nuestroscorazones y que nos permite contem-plar el futuro con una mirada de es-peranza.

A la luz del camino realizado du-rante estos decenios y de los muchosejemplos de comunión fraterna entreluteranos y católicos de los que he-mos sido testigos, y confortados porla confianza en la gracia que en el Se-ñor Jesucristo nos es dada, estoy se-guro de que sabremos llevar adelantenuestro camino de diálogo y de co-munión, afrontando también las cues-tiones fundamentales, así como en lasdivergencias que surgen en los ámbi-tos antropológico y ético. Ciertamenteno faltan ni faltarán dificultades, queseguirán requiriendo paciencia, diálo-go, comprensión recíproca, ¡pero nonos asustemos! Sabemos bien —comonos ha recordado en varias ocasionesBenedicto XVI— que la unidad no es,en primer lugar, fruto de nuestro es-fuerzo, sino de la acción del EspírituSanto, al que hemos de abrir nuestroscorazones con confianza para quenos guíe por los caminos de la recon-ciliación y de la comunión. El beato Juan Pablo II se pregunta-

ba: «¿Cómo anunciar el Evangelio dela reconciliación sin comprometerse almismo tiempo en la obra de la recon-ciliación de los cristianos?» (Carta enc.Ut unum sint, n. 98: ECCLESIA 2.740[1995/I], pág. 875). Que la oración fiely constante en nuestras comunidadespueda sustentar el diálogo teológico,la renovación de la vida y la conver-sión de los corazones, para que, conla ayuda del Dios Uno y Trino, poda-mos caminar hacia el cumplimientodel deseo del Hijo Jesucristo de quetodos sean uno. Gracias. �


El ecumenismo espiritual,alma del camino hacia la plena comuniónDiscurso del Papa Francisco a una Delegación de la Federación Luterana Mundialy a los miembros de la Comisión para la Unidad Luterano-Católica (21-10-2013)

El reverendo Martin Junge, secretario de laFederación Luterana Mundial.


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Queridos hermanos y hermanas:

Nuestras sociedades están experimentando, como nuncaantes había sucedido en la historia, procesos de mutuainterdependencia e interacción a nivel global, que, si

bien es verdad que comportan elementos problemáticos onegativos, tienen el objetivo de mejorar las condiciones devida de la familia humana, no solo en el aspecto económico,sino también en el político y cultural. Toda persona pertenecea la humanidad y comparte con la entera familia de los pue-blos la esperanza de un futuro mejor. De esta constataciónnace el tema que he elegido para la Jornada Mundial del Emi-grante y del Refugiado de este año: Emigrantes y refugiados:hacia un mundo mejor.Entre los resultados de los cambios modernos, el creciente

fenómeno de la movilidad humana emerge como un «signode los tiempos»; así lo ha definido el Papa Benedicto XVI (cf.Mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugia-do 2006). Si, por un lado, las migraciones ponen de manifies-to frecuentemente las carencias y lagunas de los Estados y dela comunidad internacional, por otro, revelan también las as-piraciones de la humanidad de vivir la unidad en el respeto delas diferencias, la acogida y la hospitalidad que hacen posiblela equitativa distribución de los bienes de la tierra, la tutela yla promoción de la dignidad y la centralidad de todo ser hu-mano.Desde el punto de vista cristiano, también en los fenóme-

nos migratorios, al igual que en otras realidades humanas, severifica la tensión entre la belleza de la creación, marcada porla gracia y la redención, y el misterio del pecado. El rechazo, ladiscriminación y el tráfico de la explotación, el dolor y lamuerte se contraponen a la solidaridad y la acogida, a losgestos de fraternidad y de comprensión. Despiertan una granpreocupación sobre todo las situaciones en las que la migra-ción no es solo forzada, sino que se realiza incluso a través devarias modalidades de trata de personas y de reducción a laesclavitud. El «trabajo esclavo» es hoy moneda corriente. Sinembargo, y a pesar de los problemas, los riesgos y las dificul-tades que se deben afrontar, lo que anima a tantos emigran-tes y refugiados es el binomio confianza y esperanza; ellos lle-van en el corazón el deseo de un futuro mejor, no solo paraellos, sino también para sus familias y personas queridas. ¿Qué supone la creación de un «mundo mejor»? Esta ex-

presión no alude ingenuamente a concepciones abstractas oa realidades inalcanzables, sino que orienta más bien a buscarun desarrollo auténtico e integral, a trabajar para que haya

condiciones de vida dignas para todos, para que sea respeta-da, custodiada y cultivada la creación que Dios nos ha entre-gado. El venerable Pablo VI describía con estas palabras lasaspiraciones de los hombres de hoy: «Verse libres de la mise-ria, hallar con más seguridad la propia subsistencia, la salud,una ocupación estable; participar todavía más en las respon-sabilidades, fuera de toda opresión y al abrigo de situacionesque ofenden su dignidad de hombres; ser más instruidos; enuna palabra, hacer, conocer y tener más para ser más» (Popu-lorum progressio, 26 marzo 1967, 6).Nuestro corazón desea «algo más», que no es simplemente

un conocer más o tener más, sino que es sobre todo un sermás. No se puede reducir el desarrollo al mero crecimientoeconómico, obtenido con frecuencia sin tener en cuenta a laspersonas más débiles e indefensas. El mundo solo puede me-jorar si la atención primaria está dirigida a la persona, si lapromoción de la persona es integral, en todas sus dimensio-nes, incluida la espiritual; si no se abandona a nadie, com-prendidos los pobres, los enfermos, los presos, los necesita-dos, los forasteros (cf. Mt 25, 31-46); si somos capaces de pa-sar de una cultura del rechazo a una cultura del encuentro yde la acogida.Emigrantes y refugiados no son peones sobre el tablero de

la humanidad. Se trata de niños, mujeres y hombres queabandonan o son obligados a abandonar sus casas por mu-chas razones, que comparten el mismo deseo legítimo de co-nocer, de tener, pero sobre todo de ser «algo más». Es impre-sionante el número de personas que emigra de un continen-te a otro, así como de aquellos que se desplazan dentro desus propios países y de las propias zonas geográficas. Losflujos migratorios contemporáneos constituyen el más vastomovimiento de personas, incluso de pueblos, de todos lostiempos. La Iglesia, en camino con los emigrantes y los refu-giados, se compromete a comprender las causas de las mi-graciones, pero también a trabajar para superar sus efectosnegativos y valorizar los positivos en las comunidades de ori-gen, tránsito y destino de los movimientos migratorios. Al mismo tiempo que animamos el progreso hacia un

mundo mejor, no podemos dejar de denunciar por desgra-cia el escándalo de la pobreza en sus diversas dimensiones.Violencia, explotación, discriminación, marginación, plantea-mientos restrictivos de las libertades fundamentales, tantode los individuos como de los colectivos, son algunos delos principales elementos de pobreza que se deben superar.Precisamente estos aspectos caracterizan muchas veces losmovimientos migratorios, unen migración y pobreza. Para

Emigrantes y refugiados:hacia un mundo mejorMensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado 2014

huir de situaciones de miseria o de persecución, buscandomejores posibilidades o salvar su vida, millones de personascomienzan un viaje migratorio y, mientras esperan cumplirsus expectativas, encuentran frecuentemente desconfianza,cerrazón y exclusión, y son golpeados por otras desventu-ras, con frecuencia muy graves y que hieren su dignidadhumana. La realidad de las migraciones, con las dimensiones que al-

canza en nuestra época de globalización, pide ser afrontada ygestionada de un modo nuevo, equitativo y eficaz, que exigeen primer lugar una cooperación internacional y un espíritude profunda solidaridad y compasión. Es importante la cola-boración a varios niveles, con la adopción, por parte de todos,de los instrumentos normativos que tutelen y promuevan a lapersona humana. El Papa Benedicto XVI trazó las coordena-das afirmando que: «Esta política hay que desarrollarla par-tiendo de una estrecha colaboración entre los países de pro-cedencia y de destino de los emigrantes; ha de ir acompaña-da de adecuadas normativas internacionales capaces dearmonizar los diversos ordenamientos legislativos, con vistasa salvaguardar las exigencias y los derechos de las personas yde las familias emigrantes, así como las de las sociedades dedestino» (Caritas in veritate, 19 junio 2009, 62). Trabajar juntospor un mundo mejor exige la ayuda recíproca entre los países,con disponibilidad y confianza, sin levantar barreras infran-queables. Una buena sinergia animará a los gobernantes aafrontar los desequilibrios socioeconómicos y la globalizaciónsin reglas, que están entre las causas de las migraciones, enlas que las personas no son tanto protagonistas como vícti-mas. Ningún país puede afrontar por sí solo las dificultadesunidas a este fenómeno que, siendo tan amplio, afecta en estemomento a todos los continentes en el doble movimiento deinmigración y emigración. Es importante subrayar además cómo esta colaboración

comienza ya con el esfuerzo que cada país debería hacer paracrear mejores condiciones económicas y sociales en su patria,de modo que la emigración no sea la única opción para quienbusca paz, justicia, seguridad y pleno respeto de la dignidadhumana. Crear oportunidades de trabajo en las economías lo-cales, evitará también la separación de las familias y garanti-zará condiciones de estabilidad y serenidad para los indivi-duos y las colectividades.Por último, mirando a la realidad de los emigrantes y refu-

giados, quisiera subrayar un tercer elemento en la construc-ción de un mundo mejor, y es el de la superación de los pre-juicios y preconcepciones en la evaluación de las migraciones.De hecho, la llegada de emigrantes, de prófugos, de los quepiden asilo o de refugiados, suscita en las poblaciones localescon frecuencia sospechas y hostilidad. Nace el miedo de quese produzcan convulsiones en la paz social, que se corra elriesgo de perder la identidad o cultura, que se alimente lacompetencia en el mercado laboral o, incluso, que se intro-duzcan nuevos factores de criminalidad. Los medios de co-municación social, en este campo, tienen un papel de granresponsabilidad: a ellos compete, en efecto, desenmascararestereotipos y ofrecer informaciones correctas, en las que ha-brá que denunciar los errores de algunos, pero también des-cribir la honestidad, rectitud y grandeza de ánimo de la ma-

yoría. En esto se necesita por parte de todos un cambio de ac-titud hacia los inmigrantes y los refugiados, el paso de unaactitud defensiva y recelosa, de desinterés o de marginación —que, al final, corresponde a la «cultura del rechazo»— a unaactitud que ponga como fundamento la «cultura del encuen-tro», la única capaz de construir un mundo más justo y frater-no, un mundo mejor. También los medios de comunicaciónestán llamados a entrar en esta «conversión de las actitudes» ya favorecer este cambio de comportamiento hacia los emi-grantes y refugiados.Pienso también en cómo la Sagrada Familia de Nazaret ha

tenido que vivir la experiencia del rechazo al inicio de su ca-mino: María «dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió enpañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitiopara ellos en la posada» (Lc 2, 7). Es más, Jesús, María y Joséhan experimentado lo que significa dejar su propia tierra y seremigrantes: amenazados por el poder de Herodes, fueronobligados a huir y a refugiarse en Egipto (cf. Mt 2, 13-14). Peroel corazón materno de María y el corazón atento de José,Custodio de la Sagrada Familia, han conservado siempre laconfianza en que Dios nunca los abandonará. Que por su in-tercesión, esta misma certeza esté siempre firme en el corazóndel emigrante y el refugiado. La Iglesia, respondiendo al mandato de Cristo «Id y haced

discípulos a todos los pueblos», está llamada a ser el Pueblode Dios que abraza a todos los pueblos, y lleva a todos lospueblos el anuncio del Evangelio, porque en el rostro decada persona está impreso el rostro de Cristo. Aquí se en-cuentra la raíz más profunda de la dignidad del ser humano,que debe ser respetada y tutelada siempre. El fundamento dela dignidad de la persona no está en los criterios de eficien-cia, de productividad, de clase social, de pertenencia a unaetnia o grupo religioso, sino en el ser creados a imagen y se-mejanza de Dios (cf. Gen 1, 26-27) y, más aún, en el ser hi-jos de Dios; cada ser humano es hijo de Dios. En él está im-presa la imagen de Cristo. Se trata, entonces, de que noso-tros seamos los primeros en verlo y así podamos ayudar alos otros a ver en el emigrante y en el refugiado no solo unproblema que debe ser afrontado, sino un hermano y unahermana que deben ser acogidos, respetados y amados, unaocasión que la Providencia nos ofrece para contribuir a laconstrucción de una sociedad más justa, una democraciamás plena, un país más solidario, un mundo más fraterno yuna comunidad cristiana más abierta, de acuerdo con elEvangelio. Las migraciones pueden dar lugar a posibilidadesde nueva evangelización, a abrir espacios para que crezcauna nueva humanidad, preanunciada en el misterio pascual,una humanidad para la cual cada tierra extranjera es patria ycada patria es tierra extranjera. Queridos emigrantes y refugiados. No perdáis la esperanza

de que también para vosotros está reservado un futuro másseguro, que en vuestras sendas podáis encontrar una manotendida, que podáis experimentar la solidaridad fraterna y elcalor de la amistad. A todos vosotros y a aquellos que gastansus vidas y sus energías a vuestro lado os aseguro mi oracióny os imparto de corazón la bendición apostólica. �

Vaticano, 5 de agosto de 2013


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Queridos hermanos y her-manas: ¡Buenos días!

Hoy iniciamos una seriede catequesis sobre lossacramentos, y la prime-

ra trata del bautismo. Por felizcoincidencia, el domingo queviene se celebra precisamentela fiesta del Bautismo del Se-ñor.

1. El bautismo es el sacra-mento en el que se basanuestra propia fe y que nosinserta como miembros vivosen Cristo y en su Iglesia. Jun-to con la eucaristía y la confir-mación forma lo que se deno-mina «iniciación cristiana», queconstituye una especie de úni-co y gran acontecimiento sa-cramental que nos configuracon el Señor y hace de nosotros unsigno vivo de su presencia y de suamor. Puede surgir en nosotros una pre-

gunta: ¿Es realmente necesario el bau-tismo para vivir como cristianos ypara seguir a Jesús? ¿No es, en el fon-do, un simple rito, un acto formal dela Iglesia para imponer un nombre alniño o a la niña? Puede surgir estapregunta. Y a este respecto resulta es-clarecedor lo que escribe el apóstolPablo: «¿Es que no sabéis que cuantosfuimos bautizados en Cristo Jesús fui-mos bautizados en su muerte? Por elbautismo fuimos sepultados con él enla muerte, para que, lo mismo queCristo resucitó de entre los muertospor la gloria del Padre, así tambiénnosotros andemos en una vida nue-va» (Rom 6, 3-4). ¡No es, por lo tanto,una formalidad! Es un acto que afecta

profundamente a nuestra existencia.No es lo mismo un niño bautizadoque un niño no bautizado. No es lomismo una persona bautizada queuna persona no bautizada. Nosotros,con el bautismo, nos vemos sumergi-dos en esa fuente inagotable de vidaque es la muerte de Jesús, el mayoracto de amor de toda la historia; ygracias a ese amor podemos vivir unavida nueva: ya no a la merced del mal,del pecado y de la muerte, sino en lacomunión con Dios y con los herma-nos.

2. Muchos de nosotros no tene-mos ni el más mínimo recuerdo de lacelebración de este sacramento, locual resulta obvio si fuimos bautiza-dos al poco de nacer. He hecho estapregunta dos o tres veces aquí, enesta plaza: ¿Quién de vosotros sabe la

fecha de su bautismo? ¡Que le-vante la mano! Importa cono-cer el día en el que fui sumer-gido precisamente en esa co-rriente de salvación de Jesús. Yme permito daros un consejo;bueno, más que un consejo,una tarea para hoy. Hoy, encasa, buscad, preguntad la fe-cha de vuestro bautismo, y asíconoceréis bien el día tan her-moso de vuestro bautismo.Conocer la fecha de nuestrobautismo es conocer una fe-cha feliz. El riesgo de no sa-berla es perder la memoria delo que el Señor ha hecho ennosotros, la memoria del donque hemos recibido. Entoncesacabamos considerándolosolo como un acontecimientoque tuvo lugar en el pasado —y ni siquiera por voluntad

nuestra, sino de nuestros padres—,por lo que ya no influye en modo al-guno en el presente. Debemos des-pertar la memoria de nuestro bautis-mo. Estamos llamados a vivir nuestrobautismo cada día, como realidad ac-tual en nuestra existencia. Si logramosseguir a Jesús y permanecer en laIglesia —aun con nuestros límites, connuestras fragilidades y con nuestrospecados—, es precisamente gracias alsacramento con el que nos converti-mos en criaturas nuevas y fuimos re-vestidos de Cristo. En efecto, en virtuddel bautismo, liberados del pecadooriginal, somos insertados en la rela-ción de Jesús con Dios Padre; somosportadores de una esperanza nueva,porque el bautismo nos da esta espe-ranza nueva: la esperanza de caminarpor la senda de la salvación toda lavida. Y esta esperanza nada ni nadie

Despertar la memoria de nuestro bautismoAudiencia general del Papa Francisco del miércoles 8 de enero de 2014

El Papa Francisco recibe en sus espaldas el cordero del belénviviente de una parroquia de Roma, que visitó en la tarde deldía 6 de enero, visita de la que ya informábamos la pasadasemana con otra fotografía. Es la imagen del Buen Pastor.

pueden extinguirla, porque la espe-ranza no defrauda. Recordadlo: la es-peranza del Señor no defrauda nun-ca. Gracias al bautismo, somos capa-ces de perdonar y de amar incluso aquien nos ofende y nos hace daño;logramos reconocer en los últimos yen los pobres el rostro del Señor quenos visita y que se acerca a nosotros.El bautismo nos ayuda a reconoceren el rostro de las personas necesita-das, en quienes sufren —también en elrostro de nuestro prójimo—, el rostrode Jesús. ¡Todo ello es posible en vir-tud del poder del bautismo!

3. Un último elemento, que resultaimportante. Y hago la pregunta: ¿Unapersona puede bautizarse a sí misma?¡Nadie puede bautizarse a sí mismo!Nadie. Podemos pedirlo, desearlo,pero necesitamos siempre a alguienque nos confiera este sacramento enel nombre del Señor. Porque el bautis-mo es un don que se otorga en uncontexto de desvelo y de comparticiónfraterna. Siempre, a lo largo de la his-toria, uno bautiza a otro, este a otro,este a otro... es una cadena. Una cade-na de gracia. Por eso no me puedobautizar a mí mismo: el bautismo ten-go que pedírselo a otro. Es un acto dehermandad, un acto de filiación a laIglesia. En la celebración del bautismopodemos reconocer los rasgos másgenuinos de la Iglesia, la cual, comouna madre, sigue generando nuevoshijos en Cristo, con la fecundidad delEspíritu Santo. Pidamos, pues, de corazón al Señor

poder experimentar cada vez más, enla vida de cada día, esa gracia que re-cibimos con el bautismo. Que, al en-contrarse con nosotros, nuestros her-manos puedan encontrarse con au-ténticos hijos de Dios, con auténticoshermanos y hermanas de Jesucristo,con auténticos miembros de la iglesia.Y no olvidéis la tarea de hoy: buscar,preguntar la fecha del propio bautis-mo. Lo mismo que conozco la fechade mi nacimiento, tengo que conocertambién la fecha de mi bautismo, por-que es un día de fiesta. �

(Original italiano procedente del archivoinformático de la Santa Sede;

traducción de ECCLESIA)

San Pablo nos dice, como hemosoído: «Tened entre vosotros lossentimientos propios de Cristo

Jesús. El cual, siendo de condición di-vina, no retuvo ávidamente el ser iguala Dios; al contrario, se despojó de símismo tomando la condición de es-clavo» (Flp 2, 5). Nosotros, los jesuitas,queremos honrarnos con el nombrede Jesús, militar bajo el estandarte desu cruz, y esto significa tener los mis-mos sentimientos de Cristo. Significapensar como él, amar como él, vercomo él, caminar como él. Significahacer lo que hizo él y con sus mismossentimientos, con los sentimientos desu corazón. El corazón de Cristo es el corazón

de un Dios que, por amor, se «despo-jó». Cada uno de nosotros, los jesui-tas, que seguimos a Jesús, deberíaestar dispuesto a despojarse de símismo. Estamos llamados a este aba-jamiento: a ser unos «despojados».Ser hombres que no han de vivir cen-trados en sí mismos, porque el cen-tro de la Compañía es Cristo y suIglesia. Y Dios es el «Deus sempermaior», el Dios que siempre nos sor-prende. Y si el Dios de las sorpresasno está en el centro, la Compañía sedesorienta. Por eso ser jesuita signifi-ca ser una persona de pensamientoincompleto, de pensamiento abierto:porque piensa siempre mirando esehorizonte que es la gloria de Dioscada vez mayor, que nos sorprendeincesantemente. Y esta es la inquie-tud de nuestro abismo. ¡Esta santa yhermosa inquietud!Pero, como somos pecadores, po-

demos preguntarnos si nuestro cora-zón ha conservado la inquietud de la

búsqueda, o si, por el contrario, se haatrofiado; si nuestro corazón sigueestando siempre en tensión: un cora-zón que no se apoltrona, que no seencierra en sí mismo, sino que late alcompás de un camino que hay querecorrer junto con todo el pueblo fielde Dios. Hay que buscar a Dios paraencontrarlo, y encontrarlo para se-guir buscándolo, una y otra vez. Soloesta inquietud da paz al corazón deun jesuita; una inquietud que es tam-bién apostólica, pues no nos debecansar anunciar el kérygma, evangeli-zar con valentía. Es la inquietud laque nos prepara a recibir el don de lafecundidad apostólica. Sin inquietud,somos estériles. Esta es la inquietud que tenía Pedro

Fabro, hombre de grandes deseos, unsegundo Daniel. Fabro era un «hom-bre modesto, sensible, de profundavida interior y dotado del don de en-tablar relaciones de amistad con per-sonas de todo tipo» (Benedicto XVI,Discurso a los jesuitas, 22-4-2006).Pero era también un espíritu inquieto,indeciso, jamás satisfecho. Guiado porSan Ignacio, aprendió a aunar su sen-sibilidad —inquieta, pero también dul-ce, e incluso diría exquisita— a la ca-pacidad de tomar decisiones. Era unhombre de grandes deseos; se hizocargo de sus deseos, los reconoció. Esmás: para Fabro, precisamente cuan-do se proponen cosas difíciles se ma-nifiesta el verdadero espíritu que im-pulsa a la acción (cf. Memorial, 301).Una fe auténtica implica siempre unhondo deseo de cambiar el mundo.Esta es la pregunta que hemos deplantearnos: ¿Tenemos nosotros tam-bién grandes visiones e impulso? ¿So-


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Nuestra fuerza está en lasaguas profundas de DiosHomilía del Papa Francisco en la misa de acción de graciaspor la canonización de San Pedro Fabro, en la Iglesia delSantísimo Nombre de Jesús (Gesù) de Roma (3-1-2014)

mos nosotros también audaces?¿Nuestro sueño vuela alto? ¿Nos de-vora el celo (cf. Sal 69, 10)? ¿O biensomos mediocres y nos conformamoscon nuestras programaciones apostó-licas de laboratorio? Recordémoslosiempre: la fuerza de la Iglesia no resi-de en sí misma ni en su capacidad or-ganizativa, sino que se oculta en lasaguas profundas de Dios. Y estasaguas agitan nuestros deseos, y losdeseos ensanchan el corazón. Es loque dice San Agustín: orar para de -sear y desear para ensanchar el cora-zón. Precisamente en sus deseos po-día Fabro discernir la voz de Dios. Sindeseos no se va a ninguna parte: poreso hay que ofrecer los propios de -seos al Señor. En las Constituciones sedice que «se ayuda al prójimo con los

deseos presentados a Diosnuestro Señor» (Constituciones,638).Fabro abrigaba el deseo au-

téntico y profundo de «dilatar-se en Dios»: estaba completa-mente centrado en Dios, y poreso podía ir, en espíritu deobediencia —frecuentementeincluso a pie— por toda Euro-pa, dialogando con todos condulzura y anunciando el Evan-gelio. Me acude al pensamien-to la tentación —que tal vezpodamos tener nosotros, yque tantos tienen— de conectarel anuncio del Evangelio a fus-tigaciones inquisitoriales , decondena. No: el Evangelio seanuncia con dulzura, con fra-ternidad, con amor. Su familia-ridad con Dios hacía entendera Fabro que la experiencia in-terior y la vida apostólica vansiempre juntas. Escribe en suMemorial que el primer movi-miento del corazón debe con-sistir en desear «lo primero yprincipal: que el cuidado pri-mero de mi alma sea buscar aDios nuestro Señor» (Memo-rial, 63). Fabrosiente el deseo de«dejar que Cristoocupe el centrodel corazón» (Me-morial, 68). ¡Solosi se está centrado

en Dios es posible ir ha-cia las periferias delmundo! Y Fabro viajó sindescanso también a lasfronteras geográficas,hasta el punto de que sedecía de él: «Parece ha-ber nacido para no es-tarse quieto en ningúnlado» (MI, Epistolæ, I,362). Lo devoraba el de-seo intenso de comuni-car al Señor. Si no tene-mos su mismo deseo,necesitamos permaneceren oración y, con fervorsilencioso, pedir al Se-ñor, por intercesión denuestro hermano Pedro,que vuelva a fascinar-

nos: esa fascinación del Señor queimpulsaba a Pedro a cometer todasaquellas «locuras» apostólicas. Nosotros somos hombres en ten-

sión; somos también hombres contra-dictorios e incoherentes, pecadores,todos. Pero hombres que quieren ca-minar bajo la mirada de Jesús. Somospequeños, somos pecadores, peroqueremos militar bajo el estandarte dela cruz en la Compañía que se honracon el nombre de Jesús. Nosotros,que somos egoístas, queremos, sinembargo, vivir una vida agitada porgrandes deseos. Renovemos, pues, nuestra oblación

al Eterno Señor del universo, para que,con el auxilio de su Madre gloriosa,podamos querer, desear y vivir lossentimientos de Cristo, que se despo-jó a sí mismo. Como escribía San Pe-dro Fabro, «no busquemos para no-sotros otro nombre, en esta vida, queno sea el nombre de Jesús» (Memo-rial, 205). Y pidamos a la Virgen quenos ponga junto a su Hijo. �

(Original italiano procedente del archivoinformático de la Santa Sede;

traducción de ECCLESIA)


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El Papa Francisco, jesuita, en la sede de la iglesiajesuítica del Gesù de Roma, revestido con la casulla

de gala de la Compañía de Jesús, en la misa del 3 deenero, fiesta del Santísimo Nombre de Jesús y

eucaristía de acción de gracias por la canonizacióndel jesuita de primerísima hora Pedro Fabro.

El Papa Francisco deposita incienso en un pebeteroinstalado en la iglesia de Gesù de Roma ante la nueva

imagen de San Pedro Fabro. Fue en la misa del 3 de enero.En esta céntrica iglesia romana se veneran asimismo lasreliquias de San Ignacio de Loyola, el fundador de los

jesuitas, y de San Francisco Javier. Los dos, junto a Fabro,fueron los iniciadores de la Compañía de Jesús.


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Más cardenales del Surdel mundo y menosNorte: es el primer

aviso en la primera amplia-ción del colegio de cardena-les decidida por el PapaFrancisco, anunciada el do-mingo 12 de enero, duranteel rezo del ángelus, y que sehará efectiva el próximo 22de febrero. A ello se une lacarta que el Papa ha enviadoa cada uno de los nuevoscardenales, hecha pública elpasado 13 de enero, en laque les recuerda que el car-denalato «no significa unapromoción, ni un honor, niuna decoración, simplementees un servicio que exige am-pliar la mirada y ensanchar elcorazón». Y más todavía:Francisco les pide, «por fa-vor», que reciban esta designación «conun corazón sencillo y humilde, lejos decualquier expresión de mundanidad, decualquier festejo ajeno al espíritu evan-gélico de austeridad, sobriedad y pobre-za».Por lo demás, el Papa argentino se ha

ceñido a las normas marcadas por PabloVI, confirmadas por Juan Pablo II, yaunque ha superado la barrera de los122 cardenales electores, este númerodescenderá a 120 en marzo, al cumplir80 años dos purpurados, y en meses su-cesivos otros ocho de modo que 2014acabará con, al menos, ocho vacantes. Comenzando por los nuevos carde-

nales con más de 80 años, que no par-ticiparán en un eventual cónclave, y quesuponen solo un reconocimiento a sulabor en la Iglesia, destacan el españolFernando Sebastián Aguilar, eméritode Pamplona y Tudela, así como el tam-bién arzobispo Loris Francesco Capo-villa, de 98 años, que fue secretario per-sonal de Juan XXIII y que, así, podráparticipar, como purpurado, en la cano-

nización del Papa Juan XXIII, el próximo27 de abril, al igual que lo hará quienfuera secretario de Juan Pablo II, el ac-tual arzobispo de Cracovia, cardenalStanislaw Dziwisz.Tan solo cuatro altos curiales recibirán

el capelo: el nuevo secretario de Estado,Pietro Parolin; el secretario general delSínodo de los Obispos, Lorenzo Baldis-seri, en un claro gesto de potenciaciónde este organismo de colegialidad; elprefecto de la Congregación para laDoctrina de la Fe, Gerhard Ludwig Mü-ller; y el prefecto de la Congregación delClero, Beniamino Stella. Excepto Müller,los otros tres prelados son italianos. Sin embargo, Francisco repite una

orientación ya introducida por el beatoJuan Pablo II, aunque no siempre se-guida por este último: no elevar nece-sariamente al cardenalato a los titularesde las sedes tradicionalmente cardenali-cias. Y así, al menos en esta ocasión, lalista incluye a dos sedes no tradicional-mente cardenalicias, como son las dePerugia, en Italia, y la de Cotabato, en la

región filipina castigada re-cientemente por el tifón, enla región de Mindanao, te-rritorio con gran mayoríamusulmana. Se mantiene uno de los

más llamativos contrastes enla composición del colegiocardenalicio si se tiene encuenta que es al mismo tiem-po el colegio de electores deun Papa. Y así, el continentecon mayor número de católi-cos del mundo, América,cuenta ahora con 34 carde-nales electores frente a los 61europeos, 13 africanos, 13asiáticos y uno de Oceanía.Contraste aún más acusadoentre países como Brasil, con5 cardenales electores e Italia,con 29. Ciertamente, los crite-rios geográficos no han pe-

sado en la elección de los últimos pontí-fices, y si ha sido elegido, finalmente, unPapa no europeo, se debe no a la mayorrepresentatividad americana, por númerode católicos, sino a las condiciones per-sonales del candidato. Sin embargo, eneste punto, Francisco ha dado un peque-ño pero significativo paso, al designar anueve cardenales del hemisferio Sur, elde los países mayoritariamente pobres,frente a tres del Norte, el hemisferio delos países más ricos. De los nuevos car-denales que tienen derecho a voto, lamayoría absoluta (9 de 16) procede deAmérica Latina, Asia y África.La distancia entre el Sur y el Norte del

mundo aumenta si se consideran sola-mente los cardenales con menos deochenta años que no forman parte de laCuria. El Papa continúa con el procesoque había comenzado Benedicto XVI,quien en su última creación de cardena-les (7 cardenales electores extraeuropeosy extracuriales) había pretendido corregirla composición fuertemente desequili-brada del Colegio Cardenalicio.

Los primeros 19 cardenales de FranciscoEl Papa crea 16 cardenales menores de 80 años y tres octogenarios, entre ellos quien fuerasecretario de Juan XXIII y a Fernando Sebastián Aguilar, arzobispo emérito de Pamplona

Cordial encuentro, en septiembre pasado, entre el Papa Francisco y unode sus primeros cardenales electos, el español Fernando Sebastián.

Nuestro comentario editorial de hoy está dedicado al tema.

Las vías para equilibrar este contrastepueden ser la creación de más cardena-les del Sur sobre los del Norte, comoahora ha ocurrido, así como la desvincu-lación de la púrpura cardenalicia respec-to a los cargos de la Curia, aparte de unarevisión de la estructura de las diócesisitalianas, con criterios más pastorales ymenos históricos, que podrían dar lugara menos sedes tradicionalmente carde-nalicias. Las prefecturas y presidencias dedicasterios vaticanos que en el pasadodependían de un cardenal deberán acos-tumbrarse a la idea de que serán colabo-radores del Papa sin entrar a formar par-te del Colegio cardenalicio. En cuanto a los criterios para elegir a

los nuevos cardenales, parece destacarmás no solo la redistribución geográficasino también el ejercicio pastoral sobre elmeramente teológico o administrativodiocesano. Muchos de los nuevos pur-purados con derecho a voto, antes deser nombrados obispos, fueron párrocosdurante largos periodos de sus vidas.Son los caso, sobre todo, del burkinésPhilippe Ouèdraogo y del arzobispo deSeúl, Andrew Yeom Soo-Jung, descen-diente de uno de los mártires coreanos.El salesiano chileno Ricardo Ezzati An-drello y el cistercense brasileño OraniJoão Tempesta desplegaron una intensaactividad durante mucho tiempo en lasrealidades pastorales y de educación re-lacionadas con las respectivas congrega-ciones. El único teólogo profesional es elalemán Müller. Caso excepcional el delespañol Fernando Sebastián, gran teólo-go y excelente pastor. Francisco ha respetado escrupulosa-

mente las reglas canónicas, pero haaprovechado completamente el ampliomargen de discrecionalidad que com-pete al Obispo de Roma en la elecciónde sus colaboradores cardenales. Des-de ella se comprende el nombramientode Chibly Langlois (1948) como pri-mer cardenal de Haití, isla paradigmade todas las contradicciones y sufri-mientos del continente latinoamerica-no, o el del segundo cardenal electorde Filipinas en el actual Colegio, Orlan-do Quevedo, procedente de la devas-tada región de Cotabato. La púrpuraotorgada a una diócesis italiana no tra-dicionalmente cardenalicia, en la perso-na del arzobispo de Perugia, GualtieroBassetti, es un aviso para navegantesde cara al episcopado italiano.

El Papa ausculta el mundo

El Papa Francisco dirigió, el lunes 13de enero, el tradicional discurso alCuerpo Diplomático acreditado ante laSanta Sede. En él pasó revista a la si-tuación internacional y recordó el sen-tido del Mensaje para la Jornada Mun-dial de la Paz, dedicada este año a lafraternidad como fundamento de lapaz. Esta, la paz, es una aspiración quelos hechos, «por desgracia», cuestionanporque «aumenta el numero de fami-lias divididas y laceradas, no solo porla frágil conciencia del sentido de per-tenencia que marca el mundo actual,sino también por las condiciones difíci-les en las que muchos de ellos se venforzados a vivir, sin medios de subsis-tencias», lo que hace necesario «políti-cas apropiadas que sostengan, favo-rezcan y consoliden a la familia». Francisco lamenta «tanto dolor y tan-

ta desesperación» que acaban tomandorostro de envidia, egoísmo, rivalidad,sed de poder y de dinero, y ello frente al

mensaje de la Navidad, que infunde enlos cristianos «la certeza de que la ulti-ma y definitiva palabra pertenece alPríncipe de la Paz, que muda las espa-das en azadones y las lanzas en poda-deras», transformando el egoísmo endon de sí, y la venganza en perdón.En su discurso, el Pontífice se mues-

tra ansioso porque finalmente termineel conflicto en Siria, y ha aplaudido lasiniciativas de los países, autoridades pú-blicas y personas de buena voluntadasociadas a las iniciativas de paz en di-cho país, que requiere «una renovadavoluntad política común para poner final conflicto», y en este sentido confía enque Conferencia «Ginebra 2», convocadapara el 22 de enero sea «el inicio del de-seado camino de pacificación». Francis-co, además, considera «inaceptable» quesean golpeadas las poblaciones civilesindefensas, sobre todo los niños, auspi-ciando la necesaria y urgente asistenciade gran parte de la población sin olvidarel encomiable esfuerzo de países que elLíbano y Jordania que con generosidadhan acogido en el propio territorio anumerosos prófugos sirios.En similares términos se ha referido

el Papa a la situación de inestabilidad enotros países del mundo, especialmenteen Medio Oriente, como el Líbano,Egipto, Irak, y aplaude el dialogo entreIrán y el Grupo-5+1 sobre el problemanuclear. También hace votos por el dia-logo entre israelíes y palestinos, en prode una solución «justa y duradera» y ladeseada reconciliación entre ambas Co-reas. Preocupa también al Papa el éxodode cristianos del Medio Oriente y delnorte de Africa, que aspiran a seguircontribuyendo «al bien común de lassociedades en las cuales quieren estarplenamente integrados», como artíficesde paz y reconciliación, y ello frente alos actos de intolerancia, así como laemergencia humanitaria en Mali, Sudándel Sur y Centroáfrica. El Papa deploró situaciones que nie-

gan la dignidad humana: «No puedendejarnos indiferentes los rostros decuantos sufren hambre, sobre todo losniños, si pensamos en tantos alimentosque se derrochan cada día en muchaspartes del mundo inmersas en la “cultu-ra del desecho”, bienes superfluos, peroa menudo los mismos seres humanosson tratados como “desecho”». En estesentido, el Papa manifestó que «causa


Vaticano

Imagen de la tradicional recepción decomienzos de año del Papa a los embajadores ante la Santa Sede.

Francisco rechazó, una vez más, el aborto.

horror el solo pensamiento de que hayaniños que jamás podrán ver la luz, vícti-mas del aborto, o aquellos que son uti-lizados como soldados, violentados yasesinados en los conflictos armados, ohechos objetos de mercado, en aquellastremendas formas de esclavitud, o en elcomercio de seres humanos, que es undelito contra la humanidad. Tampocopodemos mostrarnos insensibles anteel drama de las multitudes forzadas ahuir de la carestía y de la violencia y losabusos», como sucede en el Cuerno deAfrica y en las regiones de los GrandesLagos, y a concentrarse en campos derefugiados, donde «no son considera-das personas sino cifras, sin esperanzade una vida mejor», o bien los que a labúsqueda de una vida mejor perecentrágicamente, en varias partes del mun-do, aunque el Pontífice citó sus vivenciaspersonales en Lampedusa así como lasvíctimas en el Mediterráneo.Finalmente, el Papa Francisco de-

nunció «otra herida a la paz» que surgede la avidez con que se explotan losrecursos ambientales. La naturalezaestá «a nuestra disposición» pero de-masiado a menudo «no la respetamosy no la consideramos como don gra-tuito que cuidar y poner al servicio delos hermanos, comprendidas las gene-raciones futuras».

Entierro de un mendigo,menos monseñores y San Pedro FabroDe él solo sabemos su nombre,

Alessandro; su edad, 63 años; que te-nía orígenes familiares en Polonia; y quemurió donde vivía: en la calle, sin techoy sin hogar. Falleció en los alrededoresde la Universidad Urbaniana de Roma,muy cerca, pues, del Vaticano. Unos es-tudiantes de dicha universidad lo en-contraron muerto y pidieron a sus su-periores un funeral por él en la capillade la Urbaniana. Así fue. Asisitió el grancanciller de la universidad, cardenal Fer-nando Filoni, prefecto de la Congrega-ción para la Evangelización de los Pue-blos. Presidió la misa el arzobispo li-mosnero del Papa Konrad Krajewski, aquien Francisco eligió para que fuese suobispo de la calle, entre los pobres ynecesitados. Más de 200 universitariosasistieron al funeral. Francisco, que semostró muy apesadumbrado al conocerla muerte de Alessandro, estuvo infor-mado de todo lo sucedido y logró queesta vez sí fuera noticia la muerte en lacalle de un indigente. Otro gesto lleno de significado: Fran-

cisco ha decidido que el único título ho-norífico que los obispos podrán solici-tar para sacerdotes diocesanos es solo

el de capellán de Su Santidad y solopara sacerdotes mayores de 65 años.Ello significa que de ahora en adelanteno se conferirán títulos de protonota-rios apostólicos ni de prelados de ho-nor. Con ello, el Papa pretende eliminarel carrerismo en la Iglesia y la vana os-tentación. Lógicamente, la medida notiene carácter retroactivo. Con respectoa las concesiones de las distincionespontificias a los religiosos y los laicos,todo procederá, sin variación alguna,como hasta ahora. Ya en 1968, Pablo VIredujo de trece a tres las distincioneshonoríficas al clero diocesano. A partirde ahora, solo una: capellán de Su San-tidad —que continúa conllevando el tra-tamiento de monseñor— y para sacer-dotes de más de 65 años.La Santa Sede ha estipulado que el 2

de agosto sea la memoria libre del nue-vo santo de la Compañía de Jesús: SanPedro Fabro (1506-1546). En las pági-nas 33 y 34 de este mismo número deECCLESIA, ofrecemos la homilía íntegradel Papa Francisco en la misa de acciónde gracias por su canonización, en laiglesia jesuítica del Gesú de Roma, don-de reposa sus restos desde 1569. �

Miguel Ángel AgeaCiudad del Vaticano


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El domingo 12 de enero, festivi-dad del Bautismo de Jesús enel Jordán, el Papa Francisco

presidió la eucaristía, en la CapillaSixtina, en el curso de la cual admi-nistró el sacramento del Bautismo aun grupo de 32 niños, siguiendouna tradición practicada por JuanPablo II y Benedicto XVI. Es la pri-mera vez que lo hace en un actopúblico, aunque en estos meses yahabía bautizado a otros, en privado. Entre los neófitos del12 de enero figuró una niña de siete meses, Giulia, hija dedos militares italianos, casados por lo civil. El Papa atendió,así, una petición que los padres de la niña le formularon el25 de septiembre, durante la audiencia general de los miér-coles, que el Papa aceptó de muy buen grado. Siendo obis-po y luego cardenal arzobispo, el Papa presidió en BuenosAires bautizos de niños de padres casados por lo civil o demadres solteras.

«Ustedes tienen el deber detransmitir la fe a estos niños, y es laherencia más hermosa que les de-jarán», manifestó el Papa, en su bre-vísima homilía, quien explicó que«Jesús no tenía la necesidad de serbautizado, pero los primeros teólo-gos dicen que con su cuerpo y sudivinidad bendijo todas las aguaspara que tuvieran el poder de dar elbautismo». Francisco concluyó di-

ciendo que «hoy canta el coro, pero el coro más hermosoes el de los niños que lloran porque están incómodos oporque tienen hambre… ¡Si tienen hambre, mamás, denlesde comer!». Para esta celebración no se utilizó el altar móvilque se dirige hacia el pueblo (usado para la primera misadel Pontífice tras su elección). Francisco celebró en el anti-guo altar de la Sixtina, empotrado en la pared cubierta porel magnífico fresco del Juicio Universal del gran MiguelÁngel. �

El Papa bautiza 32 niños, entre ellos la hija de un matrimonio civil


La presentación del Anteproyecto deLey de protección de los derechosdel concebido y de la mujer emba-

razada ha provocado un debate acalo-rado en los medios de comunicación.No debería escandalizarnos que entrelos protagonistas de este debate figurendestacados miembros del Partido Popu-lar. Es verdad que ellos forman parte deun partido político que había incluidoesta reforma en su programa, lo que lesobligaría a obedecer o a marcharse,pero no es menos cierto que, dada laescasa inteligencia de los argumentosesgrimidos, sus intervenciones van aquedar reducidas a meras anécdotas.

Lo verdaderamente relevante no es,por lo tanto, que destacados dirigentesy cargos públicos del PP hayan reaccio-nado en contra del Anteproyecto de Leypresentado desde el Ministerio de Justi-cia, sino que su titular, el ministro Al-berto Ruiz Gallardón, haya consegui-do poner el dedo en la llaga.

La actual legislación española en ma-teria de aborto fue establecida por laLey de salud sexual y reproductiva y dela interrupción voluntaria del embarazopresentada por el Gobierno de JoséLuis Rodríguez Zapatero y promulga-da con fecha de tres de marzo de 2010.Esta Ley «comprende la decisión de te-ner hijos y cuándo tenerlos como unámbito esencial de la autodetermina-ción individual».

Desde esta perspectiva, que es lamisma que el Gobierno Zapatero llevóa la Ley de modificación del Código Ci-vil y la Ley de Enjuiciamiento Civil enmateria de separación y divorcio (8-7-2005), la libertad individual se entiende

como independencia respecto a todaobligación o condición impuesta, ya seapor la naturaleza, o por la voluntad deotro.

Las reformas del Gobierno Zapateroy las voces que de manera más o me-nos consciente y elaborada se han pro-nunciado en contra del Anteproyectopresentado desde el Ministerio de Justi-cia participan de la idea según la cual laverdadera libertad se expresa y se reali-

za plenamente en la medida en la que elindividuo elige y decide hacer algo ocomprometerse con algo o con alguien.

De este modo de comprender la li-bertad se deduce, para la cuestión quenos ocupa, la convicción de que el em-barazo y el ser humano que se desarro-lla en el vientre materno no vinculan perse sino en la medida en que la madregestante decide vincularse. De lo con-trario, la decisión de tener hijos y cuán-do tenerlos no sería realmente libreporque se vería sometida a una condi-ción u obligación impuesta por la pro-

pia naturaleza de las cosas y por el serhumano que se desarrolla en el vientrematerno. Así de duro, pero así de real.

Clave antropológica

Este debate, que evidencia la dimen-sión sociopolítica de la vida humana y,por lo tanto, del derecho a la vida, nosobliga debatir sobre la naturaleza de laley, del Estado de Derecho, de la Demo-cracia y de los Derechos Humanos.

Tal es hoy este estado de cosas queestoy absolutamente convencida de quela lógica de los derechos del hombreque está en la base de la democracia li-beral representativa y del Estado de De-recho es hoy una herencia que se dis-putan dos familias. La una, heredera delEspíritu del 48. La otra, heredera del Es-píritu existencialista del 68. La primera,pese a las diferencias, acepta que su he-rencia procede de un testamento. La se-gunda, con un grado mayor de homo-geneidad doctrinal, lo niega. Lamenta-blemente, creo que no hay diálogoposible entre estas dos lógicas. Y no lohay porque quienes participan de estasegunda tesis, ya procedan del pragma-tismo liberal, ya lo hagan del dogmatis-mo progresista, conciben la vida en co-mún como simple suma de intereses departe o como una coartada para la sa-tisfacción de los mismos.

La antropología que subyace a estavisión absolutiza la lógica de los dere-chos, y sostiene que lejos de la armoníay de la necesaria concordia, los valoresmorales, en tanto que propios, por crea -dos, no tienen por qué caminar hacia elacuerdo, sino hacia la confrontación.

Este, y no otro, es, en mi modestaopinión, el nudo gordiano del asunto.Nudo que, dicho de paso, debe desha-cerse, o cortarse. �

A propósito del Anteproyecto Gallardón

María Teresa Compte GrauFundación Pablo VI-UPSAM

El domingo, pan de la palabra


No se puede vivirsin luz. Los se-res humanos

enloquecemos si per-manecemos muchotiempo sin ningún tipode luz. La vida nos resulta insoportablecuando tenemos quevivir permanentementeen la oscuridad. La luznos despierta, nos lle-na de vida, nos ayudaa abrirnos a las otras personas y a lastareas de cada día. Nos aporta equili-brio y contribuye enormemente al bie-nestar.La luz tiene un efecto muy beneficio-

so. Esto sirve para cada rayo que llegahasta nosotros. Y sirve también para to-das aquellas formas de luminosidadque podemos encontrar en nuestravida: la amistad, la acogida, la bondad...;también sirve para Jesucristo, la luz enpersona. Por eso, anunciando su llega-da el profeta Isaías decía que es la granluz que brilla sobre el pueblo que se en-cuentra en tinieblas y en sombra demuerte.Llama la atención que el evangelista

Mateo en el evangelio de hoy una esapresentación de Jesucristo como luzcon la llamada a la conversión. Estoquiere decir en primer lugar que la luzde Cristo no nos fuerza, no nos arrollani avasalla. Pide nuestro consentimiento,nuestra colaboración. Pero con ello elevangelista quiere mostrarnos tambiénel sentido de la conversión. Convertirsequiere decir ponerse bajo la luz.Pero ¿cómo podemos llegar a la luz?

¿Cómo ponerse bajo su cobijo? La pri-mera indicación que podemos encon-

trar en las palabras deJesús para respondera esta pregunta es:evitar pensamientososcuros. Pensamientososcuros son pensa-mientos dominadospor la tristeza, la de-sesperanza; llenos deambición y de codicia;pensamientos destruc-tivos... Allí donde do-minan tales pensa-

mientos se envenenan los sentimientosy el estado de ánimo. La oscuridad delpensamiento es la causa de enfrenta-mientos, rencores, divisiones, guerraspequeñas y grandes. Otro camino para llegar a la luz nos

lo dan los salmos: «Contempladlo yquedaréis radiantes, vuestro rostro nose avergonzará» (Sal 34, 6). Es una lla-mada a la oración, que siempre es unacarretera que termina en lo eterno. Esun puente hacia un Tu amoroso quehabita en el cielo. Por eso, la oración tie-ne una fuerza transformadora por enci-ma de cualquier poder humano. La ora-ción puede cambiar en alegría un cora-zón triste; uno débil en fuerte; elcinismo y la hipocresía en autenticidady sinceridad. La oración trae toda lagrandeza de Dios a nuestra pequeñavida.Aquel que llena su pensamiento con

la luz de Dios y en la oración contemplaa quien hace radiante su rostro, no po-drá menos de llevar también la luz almundo que lo rodea. Una pequeña luzpuede alumbrar una estancia grandeque permanecía en la oscuridad. �

Ricardo de Luis Carballada, OP

Contempladloy quedaréis radiantes

III DOMINGODEL TIEMPOORDINARIO

(26 enero de 2014)Primera lectura: Is 8, 23b —9, 3. (En la Galilea de los

gentiles, el pueblo vio una luzgrande).

Salmo responsorial: 26.(El Señor es mi luz y mi

salvación).

Segunda lectura: 1 Cor 1, 10-13.17. (Poneos de acuerdo y no

andéis divididos).

Evangelio: Mt 4, 12-23. (Seestableció en Cafarnaún. Así se

cumplió lo que había dichoIsaías).

«Dejando Nazaret seestableció en Cafarnaún, junto

al mar, en el territorio deZabulón y Neftalí, para que secumpliera lo dicho por mediodel profeta Isaías: —Tierra deZabulón y tierra de Neftalí,

camino del mar, al otro ladodel Jordán, Galilea de losgentiles. El pueblo que

habitaba en tinieblas vio unaluz grande; a los que

habitaban en tinieblas y ensombra de muerte, una luz les

brilló».

19 de enero:

JORNADA MUNDIALDE LAS MIGRACIONES

ecclesia 3710 (2014-01-18).pdf

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