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  • Galli, Carlos Mara

    Una facultad ms sinodal y una teologa ms proftica. La teologa y la facultad en una Ecclesia semper reformanda

    A more synodal Faculty and a more prophetic Theology. Theology and Faculty in an Ecclesia semper reformanda

    Revista Teologa Tomo LIV N 123 Agosto 2017

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    Cmo citar el documento:

    GALLI, Carlos, M., Una facultad ms sinodal y una teologa ms proftica La teologa y la facultad en una Ecclesia semper reformanda [en lnea]. Teologa, 123 (2017). Disponible en: [Fecha de consulta: ]

  • Una facultad ms sinodal y una teologa ms proftica La teologa y la facultad en una Ecclesia semperreformanda1

    CARLOS MARA GALLI

    Revista Teologa Tomo LIV N 123 Agosto 2017: 9-43 9

    RESUMEN

    En esta Lectio Inauguralis el Decano propone pensar caminos hacia una facultad mssinodal y una teologa ms proftica. Sinodalidad y profeca son claves que incluyenmuchas cuestiones institucionales y teolgicas. Replantean la figura histrica de lainstitucin y los equilibrios en el pensar teolgico.

    El doble ms (magis) seala el desafo de dar pasos hacia nuevas metas, lo queimplica ir de un menos a un ms segn una metafsica de la participacin, unateologa de la conversin, reforma o purificacin, y una espiritualidad del cami-no. El melius de un cambio apunta a mejorar lo bueno que existe. Un cambiopositivo es una mutatio in melius. Ensea Santo Toms que las reformas se orien-tan a lo mejor: in melius reformantur (ST I, 45, 1, ad 1um). Agrega: los cambiosse especifican y dignifican no por su trmino a quo sino por su trmino ad quem(ad 2um). En cada momento histrico hay que discernir metas, proyectos, proce-sos, reformas.

    Comparte aqu su meditacin acerca de la sinodalidad institucional y la teologa pro-ftica. En ambos momentos del discurso plantea interrogantes para la reflexin y eldilogo.

    Palabras clave: Facultad, reforma, profetismo, sinodalidad, teologa

    1. Texto completo del Discurso del Pbro. Dr. Carlos Mara Galli el 9 de marzo de 2017 en laApertura del Ao Acadmico y el inicio de un nuevo decanato en la Facultad de Teologa de la Uni-versidad Catlica Argentina.

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    CARLOS MARA GALLI

    A more synodal Faculty and a more prophetic TheologyTheology and Faculty in an Ecclesia semper reformandaABSTRACT

    In this Lectio Inauguralis the Dean propose to think of ways towards a more synodicalfaculty and a more prophetic theology. Synodality and prophecy are clues that includemany institutional and theological questions. They reframe the historical figure of theinstitution and the balances in theological thinking.

    The more double (magis) points to the challenge of taking steps towards newgoals, which means going from one less to another according to a metaphysics ofparticipation, a theology of conversion, reformation or purification, and a pathspirituality . The melius of a change aims to improve the good that exists. A posi-tive change is a mutatio in melius. Saint Thomas teaches that reforms are orientedtowards the best: in melius reformantur (ST I, 45, 1, ad 1um). He adds: changesare specified and dignified not by their term a quo but by their term ad quem(ad 2um). In each historical moment we must discern goals, projects, processes,reforms.

    Share here your meditation on institutional synodality and prophetic theology. Inboth moments of the speech it raises questions for reflection and dialogue.

    Key Words: Faculty, Reform, Prophetism, Synodality, Theology

    Otra etapa del camino

    Hoy comenzamos un nuevo ao acadmico y tambin el trieniode un nuevo decanato en nuestra Facultad de Teologa. Para m es eltercero. Como toda misin eclesial, sta es una gracia, un servicio, unacruz, una alegra. Todos estamos llamados a estudiar toda la vida; losprofesores enseamos durante dcadas; algunos somos decanos unosaos. Agradezco a los colegas del Consejo Acadmico por la elecciny al Gran Canciller por el nombramiento. Agradezco el servicio pre-stado por el Decano y el Vicedecano que concluyen su trienio. Agra-dezco la compaa de autoridades, profesores, formadores, empleados,alumnos, exalumnos, familiares, amigos, conocidos. Expreso mi agra-decimiento por tantos saludos recibidos en estas semanas.

    Fui vicedecano de 1996 a 2002, junto al querido Padre RicardoFerrara. Luego decano, de 2002 a 2008. Comenc el 9 de setiembre de2002, en una Misa presidida por el cardenal Jorge Mario Bergoglio.

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  • Releo las palabras que dije en aquel da y me parecen actuales.2 Termi-n esa etapa el 31 de julio de 2008. Fueron aos difciles para la teolo-ga y para muchos profesores, en lo que llamo el tiempo de las perse-cuciones. No me refiero a los aos 200 o 202, sino a 2000 y 2002. Per-secuciones de cristianos contra cristianos. Ahora vivimos un tiempodistinto.

    Desde 2008 tuve una intensa actividad en la Facultad en tareasde investigacin, docencia, extensin y servicio, en especial en la direc-cin de la carrera de Doctorado. Desde 2009 y con la eleccin de Fran-cisco en 2013, se intensific mi servicio teolgico a nivel internacional.He hablado en unas veinticinco facultades de Europa y de Amrica.Esto me permiti confirmar mi opinin acerca de nuestra Facutad: superfil singular, sus lmites reales, sus grandes valores. En los ltimosveinte aos ensay varias narraciones sobre la fisonoma de la Facultady de la teologa argentina. Las ms recientes fueron en 2015 por nue-stro primer Centenario.3

    Ahora propongo pensar caminos hacia una facultad ms sinodaly una teologa ms proftica. Sinodalidad y profeca son claves queincluyen muchas cuestiones institucionales y teolgicas. Replantean lafigura histrica de la institucin y los equilibrios en el pensar teolgico.

    El doble ms (magis) seala el desafo de dar pasos hacia nue-vas metas, lo que implica ir de un menos a un ms segn una metaf-sica de la participacin, una teologa de la conversin, reforma o puri-ficacin, y una espiritualidad del camino. El melius de un cambioapunta a mejorar lo bueno que existe. Un cambio positivo es unamutatio in melius. Ensea Santo Toms que las reformas se orientan alo mejor: in melius reformantur (ST I, 45, 1, ad 1um). Agrega: loscambios se especifican y dignifican no por su trmino a quo sino porsu trmino ad quem (ad 2um). En cada momento histrico hay quediscernir metas, proyectos, procesos, reformas.

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    2. Cf. C. M. GALLI, La teologa como ciencia, sabidura y profeca, en: J. C. CAAMAO; J. G.DURN; F. J. ORTEGA; F. TAVELLI; 100 aos de la Facultad de Teologa. Memoria, presente, futuro, Bue-nos Aires, Facultad de Teologa Fundacin Teologa y Cultura - Agape, 2015, 721-733.

    3. Cf. C. M. GALLI, La segunda etapa de la Pontificia Facultad de Teologa y su integracinen la Universidad Catlica Argentina (1960-2015) y La recepcin del Concilio Vaticano II en nue-stra incipiente tradicin teolgica argentina: 1962-2015, en: CAAMAO Y OTROS; 100 aos de la Facul-tad de Teologa, 257-308 y 341-387.

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    Aqu compartir mi meditacin acerca de la sinodalidad institu-cional y la teologa proftica. En ambos momentos del discurso plan-tear interrogantes para la reflexin y el dilogo.

    I. Una Facultad ms sinodal?

    Si la exhortacin en nombre de Cristo tiene algn valor, si algo vale el consue-lo que brota del amor o la comunin en el Espritu, o la ternura y la compasin,les ruego que hagan perfecta mi alegra, permaneciendo bien unidos. Tengan unmismo amor, un mismo corazn, un mismo pensamiento. No hagan nada porespritu de discordia o de vanidad, y que la humildad los lleve a estimar a losotros como superiores a ustedes mismos. Que cada uno busque no solamente supropio inters, sino tambin el de los dems. Tengan los mismos sentimientos deCristo Jess (Flp 2,1-5).

    Toda la Iglesia, tambin nuestra Facultad, est llamada a vivir enla comunin del Espritu compartiendo los sentimientos de Jesucristoy recorriendo sinodalmente el camino de su amor pascual mediante unproceso de conversin o reforma misionera. Pero, qu significa esto?Lo que sigue ofrece una hoja de ruta para pensar la cuestin en ordenal discernimiento comn.

    La reforma o conversin misionera de la Iglesia

    1. El Concilio Vaticano II se inserta en la tradicin de los conci-lios y snodos que han reformado la Iglesia. Desde el prlogo de laConstitucin Dei Verbum se remonta al Concilio de Trento. El Con-cilio de Constanza (1414-1418) consagr la frmula ecclesia sit refor-mata in fide et moribus, in capite et in membris. Esta frase fue asumidapor el V Concilio Letrn en 1517, ao en el que son el grito reforma-dor de Martn Lutero. Luego, el Concilio de Trento (1545-1563) ofre-ci a la Iglesia un camino de renovacin que tuvo frutos duraderos porla sabia articulacin de los decretos de doctrina y de reforma, o sea,por la unin entre la teologa y la pastoral.4

    4. Cf. G. BDOULE, La Reforma del catolicismo (1480-1620), Madrid, BAC, 2005, 75-83, 135-137.

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    2. El Concilio Vaticano II present la figura histrica del Pueblode Dios peregrino y misionero en el mundo y anim la reforma de laIglesia por la obra del Espritu Santo que la renueva y rejuvenece. Enla historia los creyentes somos compaeros que caminamos en comu-nin (syn-hodos) hacia la plenitud del Reino de Dios.5 Por eso la Iglesiaperegrina, al mismo tiempo santa y siempre en proceso de purifica-cin (semper purificanda), avanza continuamente por la senda de lapenitencia (poenitentiam) y la renovacin (renovationem) (LG 8).Este empeo renovador expres la voluntad de ser fiel al Evangelio,servir al mundo contemporneo y avanzar en la unidad de los cristia-nos. Por eso el decreto sobre el ecumenismo expuso la necesidad deuna continua reformatio et renovatio (UR 4). La Iglesia peregrinaes llamada por Cristo a esta perenne reforma (ad hanc perennem refor-mationem) de la que la Iglesia misma, como institucin humana yterrena, tiene siempre necesidad (UR 6). El Vaticano II no us laexpresin tcnica Ecclesia semper reformanda, que haba surgido en elambiente de la Reforma y se haba propuesto como una reforma per-manente de aquella reforma de siglo XVI.6

    3. En 1965 Karl Rahner sostuvo que el Vaticano II fue slo elinicio del inicio (Anfang des Anfangs).7 Afirm que en el Concilio semanifest el principio sinodal y colegial de la Iglesia e invoc la con-signa Ecclesia semper reformanda para impulsar la renovacin. El pon-tificado de Francisco es un nuevo comienzo de aquel inicio inicial pro-movido por el Concilio. Con l la recepcin del Concilio y la reformade la Iglesia no slo de la Curia romana- han ingresado en una nuevafase. Al Papa le interesa la continuidad de la reforma conciliar. ParaFrancisco,

    el Vaticano II supuso una relectura del Evangelio a la luz de la cultura con-tempornea. Produjo un movimiento de renovacin que viene sencillamentedel mismo Evangelio. Los frutos son enormes... S, hay lneas de hermenutica

    5. Cf. C. M. GALLI, El retorno del Pueblo de Dios. Un concepto - smbolo de la eclesiologadel Concilio a Francisco, en: V. R. AZCUY; J. C. CAAMAO; C. M. GALLI, La Eclesiologa del ConcilioVaticano II, Buenos Aires, Agape Facultad de Teologa, 2015, 405-471.

    6. Cf. G. TEJERINA ARIAS, La gracia y la comunin. Salamanca, Secretariado Trinitario, 2015,42-74.

    7. K. RAHNER, Das Konzil Ein neuer Beginn, Freiburg in Brisgau, Herder, 1965, 13; cf. 6, 15,20-21; cf. S. MADRIGAL, Karl Rahner: El significado permanente del Concilio Vaticano II, en: Prota-gonistas del Vaticano II, Madrid, BAC, 2016, 515-556.

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    de continuidad y de discontinuidad, pero una cosa es clara: la dinmica de lec-tura del Evangelio actualizada para hoy, propia del Concilio, es absolutamenteirreversible.8

    4. El Papa invita a renovarse desde la frescura original delEvangelio (EG 11) porque el Concilio Vaticano II present la con-versin eclesial como la apertura a una permanente reforma de s porfidelidad a Jesucristo (EG 26). Quiere renovar la Iglesia desde su razevanglica para que sea ms fiel a Cristo. Para m, la gran revolucines ir a las races, reconocerlas y ver lo que esas races tienen que deciral da de hoy.9 El Concilio inici la reforma como ressourcement ovuelta a las fuentes (ad fontes) y aggiornamento o puesta al da (a gior-no). Benedicto XVI reconoce en Francisco el carisma de ser el hom-bre de la reforma prctica.10

    En la encclica Laudato si, el sucesor de Pedro afirma quedirigi su exhortacin programtica Evangelii gaudium a losmiembros de la Iglesia en orden a movilizar un proceso de reformamisionera todava pendiente (LS 3). Su proyecto de reforma nacede la fuente del Evangelio y quiere completar las reformas del Vati-cano II. Para l, la reforma es la conversin misionera -personal,comunitaria, estructural, pastoral- de todo el Pueblo de Dios y todosen el Pueblo de Dios. Su programa es la reforma de la Iglesia ensalida misionera (EG 17).

    5. En 2015, el Papa emple dos veces la frase Ecclesia semperreformanda.11 En una ocasin la refiri a la reforma de la Iglesia y enotra a la de la Curia romana. En el V Congreso de la Iglesia italiana enFlorencia explic que la reforma de la Iglesia -y la Iglesia es semperreformanda- es ajena al pelagianismo. Ella no se agota en el ensimoproyecto para cambiar las estructuras. Significa en cambio injertarse yradicarse en Cristo, dejndose conducir por el Espritu. Entonces todo

    8. A. SPADARO, Intervista a Papa Francisco, La Civilt Cattolica 3918 (2013) 467.9. H. CYMERMAN, Entrevista al Papa Francisco, LOsservatore romano 20/6/2014, 6.

    10. BENEDICTO XVI, Ultime conversazioni, a cura di P. Seewald, Milano, Corriere della Sera,2016, 181; cf. 202.

    11. Hay documentados estudios recientes sobre el desarrollo y la comprensin de esta fraseen la historia de la teologa; cf. A. SPADARO; C. M. GALLI, La reforma y las reformas en la Iglesia, San-tander, Sal Terrae, 2016.

    12. FRANCISCO, Sueo con una Iglesia inquieta, LOsservatore Romano, 13/11/2015, 9.

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  • ser posible con ingenio y creatividad.12 All puso el acento en la obrarenovadora del Espritu. Luego, al saludar a los miembros de la Curia,dijo: la reforma seguir adelante con determinacin, lucidez y resolu-cin, porque Ecclesia semper reformanda.

    6. En 2016 desarroll brevemente doce criterios-gua para lareforma de ese organismo que ayudan, mutatis mutandis, a pensartodas las reformas comunitarias e institucionales.13 Aquellos son: laindividualidad o conversin personal; la pastoralidad o conversinpastoral; la misionariedad o cristocentrismo evangelizador; la distribu-cin racional o racionalizacin de tareas; una mayor funcionalidad; lamodernizacin o actualizacin en lnea con los signos de los tiempos;la sobriedad y agilizacin; la subsidiaridad con autonoma y coordina-cin; la sinodalidad en todo nivel; la catolicidad intercultural; la profe-sionalidad con formacin permanente; la gradualidad o la flexibilidadpara impulsar verdaderas reformas.

    7. La misionariedad o centralidad de la misin se funda en elcristocentrismo evangelizador. En Evangelii gaudium Francisco pro-puso: la salida misionera es el paradigma de toda la Iglesia (EG 15).La misin es el paradigma: sueo con una opcin misionera capaz detransformarlo todo La reforma de estructuras que exige la conver-sin pastoral slo puede entenderse en este sentido: procurar quetodas ellas se vuelvan ms misioneras (EG 27). Las frmulas pasto-ral en conversin (EG 25-33) o conversin misionera (EG 30)recrean las propuestas que Aparecida hizo, hace diez aos, sobre laconversin pastoral y la renovacin misionera (A 365-372). Lasestructuras deben reformarse para que se vuelvan ms misioneras(EG 27), lo que incluye la conversin del Papado y el gobierno centralde la Iglesia (EG 32). Si el llamado incluye al Papado y el Episcopa-do,cmo no va a incluir a las universidades catlicas y las facultadesteolgicas? Ecclesia semper reformanda es una Ecclesia in statu conver-sionis e in statu missionis. La conversin misionera es clave y meta deuna reforma en todo nivel.

    8. El Papa argentino promueve una reforma de la Iglesia y la socie-

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    13. Cf. FRANCISCO, La lgica de la reforma. Discurso a la Curia romana, LOsservatore romano30/12/2016, 6-9; M. SEMERARO, La riforma di Papa Francesco, Il Regno Attualit 14 (2016) 433-441.

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    dad desde las periferias de la pobreza, lo que no es aceptado por quienestienen una mirada meramente institucional de la reforma. Para otros,tambin para m, la opcin por los pobres es central en esta reforma. Ellamarca la fisonoma de la Iglesia latinoamericana y caribea (A 391) yes un nexo de muchas corrientes de nuestra teologa. Una carta de LucioGera a Gustavo Gutirrez en 2008, por los ochenta aos de ste, muestraese rasgo comn a muchas lneas de la teologa latinoamericana.

    He experimentado una afinidad contigo en el hecho de que tu reflexin teo-lgica ha surgido de la experiencia y prctica pastoral, y se ha orientado haciaella Te debemos el agradecimiento por haber introducido y mantenido en lareflexin teolgica y en la pastoral de la Iglesia la afirmacin de la prioridad delos pobres.14

    9. La Conferencia de Aparecida, en 2007, impuls un movimien-to misionero continental permanente desde las periferias. El CardenalBergoglio presidi la Comisin de Redaccin de su Documento, cita-do 20 veces en la Evangelii gaudium. Hoy Francisco encarna el ros-tro latinoamericano y caribeo de nuestra Iglesia (A 100). Con l ladinmica de la conversin misionera impulsada desde la periferia lati-noamericana hace un aporte a la Iglesia entera. Esto confirma lo dichopor Yves Congar en 1950: muchas reformas provienen de lasperiferias.15 Son reformas marcadas por la vuelta a la pobreza evang-lica y la opcin por los pobres.16

    El Papa asume este doble acento evanglico y latinoamericano.Presenta el lugar privilegiado de los pobres en el corazn de Dios y elPueblo de Dios (EG 186-216). Par m ese texto es la mejor exposicinde un documento pontificio sobre Cristo, la Iglesia y los pobres.17 Elcorazn de Dios tiene un sitio preferencial para los pobres, tanto quehasta l mismo se hizo pobre (2 Co 8,9) (EG 197). Desde Dios, elPapa suea una Iglesia pobre y para los pobres (EG 198).

    14. L. GERA, Carta a Gustavo Gutirrez, en: C. DE PRADO; P. HUGHES (coords.), Libertad y espe-ranza. A Gustavo Gutirrez por sus 80 aos, Lima, CEP - Instituto Bartolom de Las Casas, 2008, 548.

    15. Cf. Y. CONGAR, Vraie et fausse rforme dans lglise, Paris, Cerf, 1950, 277.16. Cf. V. PAGLIA, Storia della povert., Milano, Rizzoli, 2014, 7-31, 222-238, 258-304, 351-419,

    551-567.17. Cf. C. M. GALLI, Los pobres en el corazn de Dios y del Pueblo de Dios. Del Pacto de las

    Catacumbas a la Evangelii gaudium de Francisco, en: X. PIKAZA; J. ANTUNES, El Pacto de las Cata-cumbas y la misin de los pobres en la Iglesia, Estella, Verbo divino, 2015, 259-296.

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    2. La pirmide invertida del Pueblo de Dios sinodal

    1. Un criterio que el Papa propone para la reforma es la sino-dalidad en todo nivel. Estamos llamados a profundizar una reformasinodal de todas las comunidades e instituciones eclesiales. El concep-to sinodalidad ilumina la vida y la misin de la Iglesia. El verbo (synode) significa ir con, hallarse en camino juntos,acompaar. Como participio presente significa acompaantes,como los que acompaaban a Saulo en el camino a Damasco (Hch 9,7).La palabra (snodos) no est en el Nuevo Testamento. Elsustantivo (synoda) significa grupo de viajeros o de perso-nas en camino, como aquella caravana que integraban la familia deJess y los peregrinos al volver de la fiesta de Pascua (Lc 2,44).

    2. Sinodalidad es un neologismo procedente del griego eclesistico. Une la preposicin (sn), con, con el sustantivo (hods),camino. Seala la accin de caminar junto con otros en una direccin. Aese sentido se une otro, que viene del griego clsico y es recreado por losPadres.18 es un compuesto de (sn), juntos, y (ods), elumbral de la casa. Significa cruzar el mismo umbral, permanecer juntos,reunirse. De este modo se unen dos sentidos eclesiales del trmino: andarjuntos por el camino y estar juntos en una asamblea.

    Para las primeras generaciones cristianas signific viajar encomn y luego fue usado para designar el encuentro en las asambleas litr-gicas. Eusebio de Cesarea lo convirti en un trmino tcnico para describirlas reuniones eclesiales, sobre todo las asambleas episcopales: (snodos tn episkopn; cf. HEVII, 27.2). Desde antiguo la pala-bra se refiri a encuentros de diversos representantes eclesiales y se emplecomo sinnimo de concilio, indicando la Iglesia como comunin de cre-yentes a partir de la communio trinitaria.19 Por eso cubre un campo semn-tico similar a (ekklsa) y (koinna).

    3. En la patrstica griega la palabra design el caminocomn, la asamblea convocada, la comunidad eclesial. En ese contextosan Juan Crisstomo plasm su bella frmula:

    18. Cf. G. LAMPE, A Patristic Greek Lexicon, Oxford, Clarendon Press, 1968, 1334-1335.19. Cf. H. J. SIEBEN, Synode. I. Historisch-theologisch, en: W. KASPER ET ALII, Lexikon fr

    Theologie und Kirche. Bd. 9, Freiburg in Brisgau., Herder, 32009, 1186-1187.

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  • (Ekklsa syndou estn noma).20 Comentando el salmo 149,llama snodo a la Iglesia porque ella no es slo la compaa de los quecaminan juntos, sino el coro que entona el canto de alabanza, una sin-fona a Dios. Tambin porque ella es como un sistema, una realidadtotal, un cierto todo, en el cual sus partes, mediante las relaciones rec-procas, forman una comunin de tal modo que cada una puede desar-rollar su funcin coordinada con las otras. En este sentido, los nom-bres Iglesia y snodo se volvieron sinnimos. Snodo es un nombrede la Iglesia y la sinodalidad designa el camino participativo de lacomunin eclesial. No es aquella una bella descripcin de lo que es ydebe ser la Facultad de Teologa como comunidad que camina ydiscierne, celebra y canta, participa y coordina?

    4. La experiencia sinodal forma parte de la autocomprensin yel gobierno de la Iglesia desde sus orgenes. Documentos antiguos hanvisto la asamblea celebrada en Jerusaln (Hch 15,4-29) como el mode-lo de discernimiento espiritual, comunitario y apostlico que animtoda la experiencia conciliar y sinodal posterior. En el desarrollo deaquella asamblea participaron, de forma diversa, apstoles y presb-teros con toda la Iglesia (Hch 15,4.6.22). La solucin a la crisis judai-zante fue una decisin histrica que ayud a la Iglesia a ser catlica ymisionera. La carta dirigida a los hermanos de Antioqua tiene estasugestiva frmula: El Espritu Santo y nosotros mismos hemos decidi-do (Hch 15,28). Una asamblea eclesial o sinodal es un signo delEspritu que, en la tradicin apostlica y mediante el discernimientocomunitario, conduce la marcha del Pueblo de Dios, sacramento delReino escatolgico de Dios en la historia.

    5. El Papa Francisco se refiere a la sinodalidad como dimensinconstitutiva de la Iglesia.21 La sinodalidad representa a la Iglesia comocomunidad en camino y asamblea congregada. El caminar juntosincluye el reunirse juntos bajo la accin del Espritu Santo y con lagua del ministerio apostlico. Las asambleas, en especial los conciliosecumnicos y los snodos episcopales, son privilegiados momentoshistricos de discernimiento. La sinodalidad es el modus vivendi et

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    20. Cf. SAN JUAN CRISSTOMO, Exp. in Psalm, 149,1; PG 55, 493.21. FRANCISCO, Discurso en la Conmemoracin del 50 Aniversario de la institucin del Sno-

    do de los Obispos (17/10/2015), LOsservatore romano 23/10/2015, 9.

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  • operandi del misterio de comunin del Pueblo de Dios en camino. Ellaes la forma o el estilo de realizacin dinmica y orgnica de la comu-nin sacramental de la Iglesia que peregrina iluminada por el SeorJess y se rene para discernir en diversas asambleas bajo la gua delEspritu. La riqueza de la vida sinodal se despliega en distintas institu-ciones eclesiales.

    6. En 2015, en el Discurso en la Conmemoracin del 50 Aniver-sario de la institucin del Snodo de los Obispos, Francisco presentel misterio de la Iglesia a travs de una sugestiva imagen. Por un lado,super la tradicional figura piramidal, propia de la jerarcologa previaal Concilio Vaticano II, aunque todava vigente en el imaginario de laeclesiologa vivida. Por el otro, propuso una Iglesia sinodal empleandola imagen de una pirmide invertida.

    Jess ha constituido la Iglesia poniendo en su cumbre al Colegio apostlico,en el que el apstol Pedro es la roca (cf. Mt 16,18), aquel que debe confir-mar a los hermanos en la fe (cf. Lc 22,32). Pero en esta Iglesia, como en unapirmide invertida, la cima se encuentra por debajo de la base. Por eso, quienesejercen la autoridad se llaman ministros: porque, segn el significado origi-nario de la palabra, son los ms pequeos de todos. Cada Obispo, sirviendo alPueblo de Dios, llega a ser para la porcin de la grey que le ha sido encomen-dada un vicarius Christi (LG 27), un vicario de Jess, quien en la ltima Cenase inclin para lavar los pies de los apstoles (cf. Jn 13,1-15). Y, en un horizontesemejante, el mismo Sucesor de Pedro es el servus servorum Dei. 22

    Esta reinversin de la figura de la Iglesia fue realizada por el Vati-cano II y es confirmada por el magisterio de Francisco. Su pontificadopuede ser visto como un desarrollo original del acontecimiento conciliar-como seala Ghislain Lafont- y de su doctrina eclesiolgica.23 La sino-dalidad, forma participativa y dinmica de la comunin, ayuda a com-prender y vivir el ministerio jerrquico -cima de la pirmide que se ubicaen la base- en la lgica del Concilio (LG 18), como un humilde servicioal Pueblo de Dios, la base que se sita en la cima.

    7. La figura de una Iglesia sinodal lleva a renovar las institucio-nes para traducir las actitudes de escucha, dilogo, iniciativa, recep-

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    22. FRANCISCO, Discurso en la Conmemoracin del 50 Aniversario, 9.23. G. LAFONT, Petit essai sur le temps du pape Francois, Paris, Cerf, 2017, 26; sobre la ecle-

    siologa sinodal simbolizada en la pirmide invertida cf. 131-197, 218-233, 251-260.

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    cin, intercambio, cooperacin y participacin. En el nivel de la Iglesiauniversal, la sinodalidad procura integrar las voces que provienen delPueblo de Dios, el Colegio Episcopal y el Sucesor de Pedro. En lasiglesias locales debe incluir los dones de las comunidades cristianas, losdistintos consejos y organismos, y los obispos, pastores de las dicesis.Segn la lgica conciliar, la sinodalidad es el marco para articular losdones de todo el pueblo cristiano (todos), el cuerpo de los obispos y/olos presbteros y consagrados (algunos), y quien unifica y gua, sea elPapa o el Obispo (uno).24 As se realiza la singularis conspiratio (DV10) de pastores y fieles en la Iglesia como comunidad orgnica y abier-ta. As se conjungan las voces e instrumentos en la orquesta eclesialpara la sinfona de la alabanza.

    8. Francisco convoca a caminar en una escucha recproca entretodos segn los carismas de cada uno. A nivel mundial se refiere alPueblo de Dios, el Colegio episcopal y el Obispo de Roma. Estoimplica, entre otras cosas, renovar el Snodo de los Obispos, un pro-ceso en curso.25

    El Snodo de los Obispos es el punto de convergencia de este dinamismo deescucha llevado a todos los mbitos de la vida de la Iglesia. El camino sinodalcomienza escuchando al pueblo, que participa tambin de la funcin profticade Cristo (LG 12), segn un principio muy estimado en la Iglesia del primermilenio: Quod omnes tangit ab omnibus tractari debet. El camino del Sno-do prosigue escuchando a los Pastores. Por medio de los Padres sinodales, losobispos actan como autnticos custodios, intrpretes y testimonios de la fe detoda la IglesiaAdems, el camino sinodal culmina en la escucha del Obispode Roma, llamado a pronunciarse como Pastor y Doctor de todos los cristia-nos (CIC 749, 1); no a partir de sus convicciones personales, sino como tes-tigo supremo de la fides totius Ecclesiae.26

    9. El sensus fidei del Pueblo de Dios impide una separaracinentre Ecclesia docens y Ecclesia discens porque el pueblo cristiano tienesu olfato para encontrar nuevos caminos que el Seor abre a toda laIglesia. El sentido de la fe se expresa de diversas formas en la piedad

    24. Cf. D. VITALI, Pi sinodalit. La Chiesa di papa Francesco, La Rivista del Clero Italiano 1(2016) 21-35.

    25. Cf. L. BALDISSERI (ed.), Il Sinodo dei Vescovi al servizio di una Chiesa sinodale. A cin-quantanni dall Apostolica Sollicitudo, Citt del Vaticano, LEV, 2016.

    26. FRANCISCO, Discurso en la Conmemoracin del 50 Aniversario, 9.

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  • catlica popular y en la prctica de consulta a los fieles.27 Los laicos par-ticipan de la funcin proftica de Cristo y con sus carismas aportan aldiscernimiento, sobre todo en cuestiones de su competencia. La piedadpopular impulsa a hacer teologa asumiendo el sensus fidei fideli um por-que no es slo una fuerza activamente evangelizadora sino tambin unlugar teolgico para pensar la fe. Las expresiones de la piedad populartienen mucho que ensearnos y, para quien sabe leerlas, son un lugarteolgico al que debemos prestar atencin, particularmente a la hora depensar la nueva evangelizacin (EG 126; cf. 119). De ah la relacinentre el sensus fidei, la piedad popular, la escucha al pueblo cristiano, lasinodalidad y la teologa. En esta cruz hermenutica hay que imaginarun modus de hacer teologa sinodalmente y no slo una teologa de lasinodalidad.28 Este puede ser un tema de investigacin para los prximosaos. Pero, hoy y aqu, basta con plantear la sinodalidad como unmodus de vivir y actuar en la Facultad.

    3. Hacia una Facultad de Teologa ms sinodal?

    1. Ecclesia semper reformanda. Facultas semper reformanda.Toda la Iglesia debe ser ms misionera y sinodal, tambin toda Univer-sidad Catlica, tambin toda Facultad de Teologa.

    Cmo es y debe ser una Facultad orientada hacia la conversinmisionera? La Constitucin Sapientia christiana (SCh) de Juan PabloII, que nos rige desde 1979, ensea que las facutades teolgicas se ubi-can en el marco de la misin evangelizadora de la Iglesia (SCh ProemioI). Qu implica, para cada uno, ser un miembro activo de una Facul-tad en un movimiento constante de conversin espiritual, intelectual ypastoral al servicio del anuncio del Evangelio?

    Hoy la Facutad de Teologa debe situarse en el movimientohacia una renovada sinodalidad. Lo que el Seor nos pide, en ciertosentido, ya est todo contenido en la palabra Snodo!29 Qu significa

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    27. Cf. COMISIN TEOLGICA INTERNACIONAL, El sensus fidei en la vida de la Iglesia, Madrid,BAC, 2014, ns. 107-112 y 120-126.

    28. Cf. G. RUGGIERI, Chiesa sinodale, Roma, Laterza, 2017, 189.29. Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha, con la conciencia de que escuchar es

    ms que or (EG 171). Es una escucha recproca en la cual cada uno tiene algo que aprender. Pue-

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    esto para las iglesias locales y las comunidades eclesiales? Qu sentidotiene para nuestra Facultad de Teologa, que es una singular comuni-dad eclesial acadmica?

    Todos y cada uno de nosotros debemos hacernos estas pregun-tas. Trataremos de fomrmularlas y responderlas en diversos mbitosde dilogo. Quiero conversarlas con nuestras autoridades superiores,la Comsin Episcopal para la UCA y el Gran Canciller. Tambin conlos obispos -no slo los formadores- de nuestra regin eclesistica yde las dicesis que envan alumnos. El documento El don de la voca-cin presbiteral, nueva Ratio para la formacin sacerdotal, nos brindauna ocasin propicia para dialogar acerca de la formacin teolgica yfilosfica.30

    2. La generacin de los profesores refundadores de la Facultad,que asumieron la direccin y la enseanza a partir de 1957, expresaronnuestra identidad institucional a la luz de la mstica conciliar y quisie-ron una Facultad para todo el Pueblo de Dios. Carmelo Giaquintareat aquel tiempo bajo el ttulo: Una Facultad de Teologa para elPueblo de Dios,31 porque la comprensin de la Iglesia como Pueblo deDios se hizo muy aguda en nuestra institucin. En ese marco se abrie-ron los estudios a distintos miembros del Pueblo de Dios, en especiala los estudiantes laicos y laicas, postura que se llev al Congreso deFacultades Eclesisticas realizado en Roma en 1967. Aunque suene sor-prendente, la propuesta de abrirlas tambin a las mujeres fue uno denuestros aportes especficos Hoy, distintas vocaciones eclesialesbuscan una formacin filosfica y teolgica universitaria. Esto signifi-ca ser una Facultad eclesial, no slo eclesistica, y mucho menos clerical.Hoy eso signfica ser una Facultad ms sinodal.

    3. Una Iglesia sinodal es una comunidad de escucha y dilogo.

    blo fiel, colegio episcopal, Obispo de Roma: uno en escucha de los otros; y todos en escucha delEspritu Santo, el Espritu de verdad (Jn 14,17), para conocer lo que l dice a las Iglesias (Ap2,7) (Discurso en la Conmemoracin del 50 Aniversario, 9).

    30. Cf. CONGREGACIN PARA EL CLERO, El don de la vocacin presbiteral. Ratio fundamentalisinstitutionis sacerdotalis, Madrid, San Pablo, 2016, captulos III, V y VII.

    31. Cf. C. GIAQUINTA, La Facultad de Teologa Inmaculada Concepcin, en: V. R. AZCUY; C.M. GALLI; M. GONZLEZ (Comit Teolgico Editorial), Escritos teolgico - pastorales de Lucio Gera I.Del Preconcilio a la Conferencia de Puebla (1956-1981), Buenos Aires, Agape - Facultad de Teologa,2006, 179-192, esp. 183-189; cf. P. PASTRONE, Carmelo Giaquinta y la Facultad de Teologa, Teologa121 (2016) 127-146.

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    Una cultura del dilogo es el humus para hacer un ejercicio comunita-rio de discernimiento teologal y teolgico. Una Iglesia sinodal es unaIglesia dialogal. Practica dilogos y supera monlogos. Piensa, conver-sa, debate, sin gritos ni mutismos, sin imposiciones ni miedos. En lareunin del Consejo Acadmico abr una nueva etapa de conversacio-nes con todos los que pertenecen o estn relacionados con la Facultadpara impulsar un vivo intercambio que ayude a mirar nuestra identi-dad institucional y discernir propuestas para el futuro. En 2002comenc mi primer decanato con un intenso semestre de dilogo contodos. En 2005 hice una amplia consulta a los profesores ante los 90aos de nuestra Facultad. Despus de Pascua iniciar un proceso deescucha recproca.

    4. La sinodalidad es un modo de vivir y actuar la comunin. EstaFacultad de Teologa, como toda la Iglesia, est invitada a ser casa yescuela de comunin (NMI 43). En este punto me dirijo especialmen-te a los alumnos y las alumnas de todas las carreras y los ciclos. Uste-des forman parte de una Facultad catlica latinoamericana que expresala riqueza de la comunin catlica. Aqu se comparten los dones demuchas comunidades, instituciones, dicesis, culturas, situaciones,provincias, pases y continentes. Esto configura una preciosa experien-cia formativa que marcar sus vidas. En un mundo globalizado y en unpas fragmentado debemos cultivar este don para enriquecer una teo-loga, una espiritualidad y una pastoral de comunin. Nuestra Facul-tad, que pertenece a la Conferencia Episcopal Argentina, debe ser, enpequea escala, una imagen viva de la Iglesia, Familia de familias,Comunidad de comunidades, Pueblo de pueblos.

    5. Queremos una Facultad para todos, de todos y con todos. Estavocacin invita a una mayor participacin. Debemos ser una comuni-dad ms vital, dinmica y activa en todos los procesos, comenzandopor los de enseanza y aprendizaje. La participacin sinodal se expresael axioma lo que afecta a todos y a cada uno debe ser aprobado portodos (quod autem omnes uti singulos tangit ab omnibus approbaridebet). Este criterio no responde a una teologa conciliarista ni a unafilosofa parlamentarista, sino que estabece una regla de participacin,consulta y acuerdo. En ese axioma la tradicin una a la estructurajerrquica de la Iglesia un rgimen concreto de asociacin y consenti-miento, y consideraba esa prctica participativa como una tradicin

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    apostlica.32 La sinodalidad exige exporar e impulsar nuevos caminospara articular la participacin de todos y de cada uno, junto a la auto-ridad de algunos al servicio de todos.

    6. El Claustro estudiantil. Para ustedes, alumnos y alumnas, laFacultad es un lugar de pasaje, slo una etapa en la vida y la formacin.Pero es un momento decisivo porque coincide con la formacin inicialy es el primer paso de la formacin permanente. Es lindo pensar queen el s amoroso que han dado vocacionalmente a Dios estn incluidosotros s, tambin la aceptacin del estudio necesario para servir mejora la Iglesia y la sociedad. El estudio de la teologa potencia sus menta-lidades, sensibilidades y carismas para crecer en el amor a la sabiduray la sabidura del amor. El itinerario del ciclo teolgico bsico tienemomentos de inicio y de conclusin. Hoy queremos reconocer a losque terminan y estimular a los que comienzan.

    7. El Claustro docente. Agradezco el testimonio de dedicacinde tantos profesores y tantas profesoras. Profesamos la fe de la Iglesiaejerciendo la profesin docente. Repito la sabia exhortacin de sanBenito a sus monjes: iuniores diligere, seniores venerare (RB cap. 63).Quien ejerce la autoridad debe promover la ternura a los jvenes y laveneracin a los mayores. Los primeros estn invitados a recibir la tra-dicin teolgica e insitucional de manos de los segundos. Unos y otrosvenimos a servir a la Facultad, no a servirnos de ella para utilidad ointers. Estamos llamados a forjar un proyecto comn, no a sumarmicroproyectos individuales. Slo un profesor forma servi puede dargloria a Dios en el servicio a la comunidad eclesial.

    8. Sinodalidad y colegialidad? Hoy se tiende a distinguir entresinodalidad y colegialidad.33 sta es propia del colegio o cuerpo de losobispos y, por analoga, del todo organismo colegial; aquella es unacondicin de toda la Iglesia y de todos en la Iglesia. Por eso se puedehablar de la sinodalidad de toda la Facultad y de la colegalidad delClaustro docente representado en el Consejo Acadmico. Este Conse-jo no es un cuerpo meramente consultivo sino una institucin de

    32. CTI, El sensus fidei en la vida de la Iglesia, n. 122.33. Cf. D. VITALI, Verso la sinodalit, Torino, Qiqajn, 2014, 85-106, 131-148; W. KASPER, Chiesa

    Cattolica, Brescia, Queriniana, 2012, 431-437; S. PIE NINOT, Eclesiologa, Sgueme, Salamanca, 2007,565-575.

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    gobierno. El gobierno inmediato de la Facultad es ejercido por elDecano y por el Consejo Acadmico.34 Una consigna de este decana-to ser: todo con el Consejo, nada sin el Consejo.

    El discernimiento personal, comunitario e institucional es elcorazn de los procesos sinodales. Discernir es buscar juntos la volun-tad de Dios guiados por el Espritu, que se manifiesta en cada unopara el bien comn (1 Co 12,7). Implica atender y obedecer lo queel Espritu dice a las iglesias (Ap 3,22). El Espritu conduce por elcamino (hodegsei) en la verdad completa (Jn 16,13), la Verdad quees Cristo (Jn 14,6). El Espritu es quien nos gua en el camino.

    9. Venimos a la Facultad a trabajar, aprender, ensear. La culturadel trabajo incluye la cultura del estudio, que se trasmite mediante laejemplaridad intelectual. La autoridad institucional conferida paragobernar una institucin acadmica debe estar sostenida por la autori-dad moral de quien sirve con amor y la autoridad intelectual de quienpersevera investigando y publicando. Porque, cmo estimular a losprofesores y alumnos en acrecentar el hbito del estudio entre tantasobligaciones familiares, laborales, sociales y pastorales, si el Decano nodedica tiempo a pensar, leer y escribir en medio de sus cargas cotidia-nas? El espritu sinodal nos mueve a hacer teologa y a cultivar el oficiointelectual sin caer en la burocracia del funcionario. Un decano gobier-na con el ejemplo, el pensamiento, el dilogo, el consenso y la gestin.

    10. Resumo en un prrafo esta primera seccin, lo que puedeayudar al intercambio acerca de la forma de llevar adelante una reno-vacin institucional. Queremos culltivar una cultura del encuentrobasada en la conversin, la escucha, el dilogo, la comunin, la parti-cipacin, la colaboracin, la consulta, el trabajo, el estudio, el discer-nimiento, el testimonio. Recapitulo estas actitudes sinodales en unacaracterstica del amor, que es servicial (1 Cor 13,4).

    11. Una reforma sinodal se orienta a ser y hacer una Iglesia msservicial. Nuestra Facultad se debe reconocer en la figura de la pirmideinvertida. En ella la cima se encuentra por debajo de la base. Los queejercemos alguna autoridad por la enseanza y el gobierno somos mini-stros, estamos abajo y debemos abajarnos, somos pequeos y debemos

    34. Cf. FACULTAD DE TEOLOGA UCA, Estatutos, Buenos Aires, 2004, Art. 13.

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    empequeecernos, a imagen de Aquel que sirve (Lc 22,27). Estamosllamados a seguir el camino narrado por el canto a Jesucristo de la cartaa los filipenses (Flp 2,5-11). l, siendo en la forma de Dios, se anonada s mismo y manifest aquella condicin en la forma de un esclavo hastala muerte en la cruz.35 Cristo es mysterium que se contempla y exem-plum que se sigue. La vida cristiana es conformatio con l por obra delEspritu, no slo imitatio Christi.36 El discpulo - apstol es esclavo deCristo (Flp 1,1) y, por eso, esclavo de todos (1 Cor 3,19). La forma-cin teolgica debe ayudar a avanzar en la sequela Christi para configu-rarnos con Aquel que dice hagan ustedes lo mismo (Jn 13,15). En unaescuela de teologa cristiana el Maestro ensea la suprema leccin delamor. Nadie debe sentirse superior a los dems. Todos aprendemos detodos. En el Pueblo de Dios todos somos convocados a profetizar, o sea,recibir y comunicar la Palabra de Dios.

    II. Una teologa ms proftica?

    Entonces Pedro, ponindose de pie con los Once, dijo: Hombres de Judea ytodos los que habitan en Jerusaln, presten atencin, porque voy a explicarles loque ha sucedido... se est cumpliendo lo que dijo el profeta Joel: En los ltimosdas, dice el Seor, derramar mi Espritu sobre todos los hombres y profetiza-rn sus hijos y sus hijas; los jvenes vern visiones y los ancianos tendrn sueosprofticos. Ms an, derramar mi Espritu sobre mis servidores y servidoras, yellos profetizarn (Hch 2,14-17; Jl 3,1-2).

    Facultas semper reformanda. Theologia semper reformanda.Nuestra teologa es theologia viae y theologia viatorum, la que hace-mos en camino a la theologia patriae, que es la visin feliz de Dios caraa cara, cuando le conozcamos como somos conocidos por l (1 Cor13,12). En este horizonte, somos interpelados hoy a ejercitar una teo-loga ms plena en todos sus aspectos. Pero aqu slo me refiero auna teologa ms proftica. Este tema nos ofrece una segunda hoja deruta para las conversaciones entre los diversos miembros de la Facul-tad de Teologa.

    35. Cf. S. ROSELL NEBREDA, La nueva identidad de los cristianos. El himno a Cristo en la cartaa los Filipenses, Salamanca, Sgueme, 2010, 88-90.

    36. Cf. L. HURTADO, Seor Jesucristo. La devocin a Jess en el cristianismo primitivo, Sala-manca, Sgueme, 2008, 165, 180.

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    1. Un kairs para una teologa teologal ms histrica

    1. Las lecciones inaugurales de decanos anteriores y los cursosde tantos profesores y profesoras iluminan el camino para pensaruna teologa teologal: animada por la Palabra de Dios, configuradapor el don de la Misericordia, apoyada en el centro trinitario cris-tolgico de la religin cristiana, desarrollada en economa salvfica,abierta al exceso paradojal del misterio, sostenida por la fe esperan-zada que obra por el amor, al servicio de la plena humanidad delhombre.37

    2. Una teologa ms teologal es una teologa ms kerigmtica.Jesucristo es la Buena Noticia de Dios (Mc 1,1; Rm 1,3). La Iglesia estllamada a transmitir el Evangelio sine glossa, el corazn del mensajede Jesucristo (EG 34), el contenido esencial del Evangelio (EG265), el kerigma del amor trinitario, pascual y salvfico de Dios. Elkerygma es trinitario. Es el fuego del Espritu que se dona en forma delenguas y nos hace creer en Jesucristo, que con su muerte y resurrec-cin nos revela y nos comunica la misericordia infinita del Padre (EG164). El kerigma es el amor misericordioso de Dios. Podemos sinteti-zar el corazn de la fe cristiana en dos textos bblicos. El primero, desan Juan, anuncia: Dios es Amor (1 Jn 4,8). El segundo, de san Pablo,ensea: lo ms importante es el amor (1 Cor 13,13). La evangelizaciny la teologa tienen un tinte kerigmtico cuando se despliegan desdeesta jerarqua de verdades y virtudes.38

    3. Una teologa ms teologal es una teologa ms histrica. ElConcilio Vaticano II orient a pensar de forma simultnea la fe y la his-toria. La Constitucin pastoral Gaudium et spes present la vinculacinentre la Iglesia y el mundo como un intercambio dialogal (GS 40-45).39

    A partir del anuncio de Cristo y en una dinmica del don y la recepcin,ense que la Iglesia no slo brinda su aporte, sino que tambin recibe

    37. Cf. V. FERNNDEZ, Experiencia sapiencial y comunicacin del Evangelio, Teologa 99(2009) 321-335; F. ORTEGA, Fe y teologa: elogio de la via eminentiae, Teologa 110 (2013) 37-48;La Facultad de Teologa en una Iglesia llamada a ser hospital de campaa, Teologa 114 (2014)9-21; La Facultad de Teologa en el Jubileo de la Misericordia, Teologa 121 (2016) 11-23.

    38. Cf. S. DIANICH, Magistero in movimento. Il caso papa Francesco, Bologna, EDB, 2016, 15-33.39. Cf. C. M. GALLI, Hacia una eclesiologa del intercambio, en M. ECKHOLT; J. SILVA (eds.),

    Ciudad y humanismo. El desafo de convivir en la aldea global, Talca, Universidad Catlica delMaule, 1999, 191-208.

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  • ayuda de la humanidad.40 Ella toma el pensamiento (conceptum) y loslenguajes (linguarum) de los pueblos y del saber filosfico (sapientiaphilosophorum) para expresar (exprimere) e ilustrar (illustrare) el men-saje evanglico y de ese modo adaptarlo (aptaret) al saber popular y lasexigencias ilustradas. La adaptacin -trmino que se usaba entonces- esley de la evangelizacin, ayuda a la Iglesia a expresar el Evangelio de unaforma apropiada y, al mismo tiempo, promueve un vivo inter cambio(vivum commercium) con las culturas. As crece la comprensin de la fey el dilogo con la historia. Por eso el Pueblo de Dios, en especial suspastores y telogos, con la ayuda del Espritu, debe escuchar, auscultar,discernir e interpretar las variadas voces del tiempo.41

    4. El decreto Ad gentes, en lnea con las grandes constituciones,desarroll la teologa de las iglesias locales radicadas en las culturas adinstar oeconomiae Incarnatio nis (AG 22a).42 El prrafo, igual que GS44, cita LG 13 sobre la catolicidad y las culturas. Afirma que la Iglesiarecibe muchos dones de las naciones dadas en herencia a Cristo. ElPueblo de Dios vive en un admirable intercambio con las costumbres,tradiciones, sabiduras, artes e institu ciones de los pueblos. Este dilo-go ayuda a confesar la gloria del Creador (la religiosidad, la liturgiay la piedad), ilustrar la gracia del Salvador (la predicacin, la cate-quesis y la teologa) y ordenar debidamente la vida cristiana (lacostumbre, el derecho y la praxis). Para el Concilio, todos los mbitosde la vida eclesial deben guiarse por la lgica de la encarnacin y elintercambio.

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    40. Ipsa enim, inde ab initio suae historiae, nuntium Christi, ope conceptuum et linguarumpopulorum exprimere didicit, eumdemque sapientia insuper philosophorum illustrare conata est:in hunc finem nempe ut Evangelium tum omnium captui tum sapientium exi gentiis, in quantumpar erat, aptaret (GS 44b).

    41. Ad tale commercium augendum Ecclesia, imprimis nostris temporibus, in quibus rescelerrime mutantur et cogitandi modi valde variantur, peculiariter eorum auxilio indiget qui, viven-tes in mundo, varias institutiones et disciplinas callent earumque intimam mentem intelligunt, sivede credentibus sive de non credentibus agatur. Totius Populi Dei est, praesertim pastorum et theo-logorum, adiuvante Spiritu Sancto, varias loquelas nostri temporis auscultare, discernere et inter-pretari easque sub lumine verbi divini diiudicare, ut revelata Veritas semper penitius percipi, meliusintelligi aptiusque proponi possit (LG 44b).

    42. Equidem ad instar oeconomia Incarnationis, Ecclesiae novellae in Christo radicate Apo-stolorumque fundamento superaedifica tae, in admirabile commercium assumunt omnes divitiaesnationum quae Christo datae sunt in haereditatem. Ipsae e suorum populorum consuetu dinibus ettraditionibus, sapientia et doctrina, artibus et discipli nis, ea omnia mutuantur quae ad gloriamCreatoris confitendam, ad gratiam Salvatoris illustrandam et ad vitam christianam rite ordinan damconferre possunt (AG 22a).

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    5. Para cumplir ese propsito hay que desarrollar una nuevareflexin teolgica en cada regin.

    Ad hoc propositum assequendum necesse est, ut in unoquoque magno terri-torio socio-culturali, uti aiunt, ea consid eratio theologica stimuletur qua, prae-lucente Traditione universalis Ecclesiae, facta et verba a Deo revelata, in SacrisLitteris consigna ta et ab Ecclesiae Patribus et Magisterio explicata, novae inve-stiga tione subiiciantur. Sic clarius percipietur quibus viis fides, ratione habitaphilosophiae vel sapientiae populorum, quaerere possit intel lectum, et quibusmodis consuetudines, vitae sensus et socialis ordo, cum moribus, revelationedivina significatis, componi queant (AG 22b).

    El Concilio movi a indagar por qu caminos puede llegar la fea la inteligencia teniendo en cuenta la filosofa o la sabidura de lospueblos (AG 22b; FR 69 n. 92). En cada gran territorio socio-culturalse debe fomentar una nueva investigacin teolgica de la Palabra deDios, en la Tradicin eclesial, para llevar la fe a la inteligencia y la inte-ligencia a la fe, considerando la sabidura de los pueblos. Con estaorientacin el Vaticano II promovi la inculturacin de la teologa enlas iglesias locales radicadas en pases, regiones y continentes. En estalnea, en el postconcilio surgieron teologas pensadas desde situacionesconcretas y contextos socio-culturales determinados. Ese prrafo deAG 22 es, a mi juicio, la carta magna de la inculturacin teolgica, yla ltima palabra del Concilio sobre el problema hermenutico.43

    6. Vivimos un kairs para la fe y la teologa. Un hijo de la Iglesiasurea, latinoamericana y argentina es Obispo de Roma. El EsprituSanto sopla donde quiere (Jn 3,8) y ha soplado como una fuerterfaga de viento (Hch 2,2). Desde 2012 afirmo Sopla el Viento delSur.44 En 2013, Francisco fue elegido cuando las periferias del orbeaparecieron en el corazn de la urbe. Hoy representa la llegada del sural corazn de la Iglesia y la voz del sur global en el mundo.

    Con Francisco la Iglesia de Amrica Latina completa su ingresoen la historia mundial. En 1973, el historiador uruguayo AlbertoMethol Ferr vislumbr esta hora y escribi:

    43. Cf. CH. THEOBALD, La rception du concile Vatican II. 1. Accder la source, Paris, Cerf,2009, 313-314.

    44. Cf. C. M. GALLI, En la Iglesia est soplando el Viento del Sur, en: CELAM, Hacia unaNueva Evangelizacin, Bogot, 2012, 161-260.

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    Lo que haga la Iglesia de Amrica Latina tendr un inmenso papel en el Ter-cer Mundo Y, a la vez, Amrica Latina podr incidir decisivamente en eldestino de la Iglesia de Europa Amrica Latina y su Iglesia tienen una granchance y creo que por nuestra Iglesia pasa de algn modo la chance de la Igle-sia mundial La chance de la renovacin mundial de la Iglesia pasa por Am-rica Latina y eso nos carga con una grave responsabilidad.45

    7. La Iglesia crece en el sur. En 100 aos se invirti la composicindel catolicismo. En 1910 el 70% de los bautizados catlicos viva en elnorte y el 30% en el sur. En 2010 apenas el 32% viva en el norte y el 68%en continentes del sur, con un casi 40% en Amrica Latina. Segn elAnuario Pontificio 2015, de 2005 a 2013 los catlicos crecieron un 12%y pasaron de 1.115 a 1.254 millones de bautizados. El mayor aumento seda en frica. Despus del primer milenio signado por las iglesias orien-tales y el segundo marcado por la iglesia occidental se avizora un tercerorevitalizado por una catolicidad intercultural y una dinmica policntri-ca, con un nuevo protagonismo de las periferias y los perifricos.46 Estanovedad profundiza la crisis del eurocentrismo eclesial y llama a evitarcualquier tentacin de latinoamericanocentrismo.

    8. Tenemos conciencia y queremos pensar una teologa a laaltura de este momento histrico? La Decaracin del Primer Encuen-tro Iberoamericano de Teologa, realizado en Boston, dice:

    Reconocemos, con gozo y alegra, que vivimos un momento favorable en eldesarrollo de la teologa y, en general, en la vida de la Iglesia. Creemos quevivimos un kairs eclesial a partir de los procesos iniciados por el obispo deRoma, Francisco, primer pontfice proveniente de Amrica Latina. Sus impul-sos de renovacin evanglica, expresados en la necesidad de una reforma, tantode las mentalidades como de las estructuras de la institucin eclesial, en per-spectiva sinodal, nos animan a preguntarnos por dnde pasa Dios hoy en nues-tra historia47

    9. En 2015 se celebr el Centenario de esta Facultad de Teologaen pleno Cincuentenario del Vaticano II. En el marco de esa dobleconmemoracin se realiz el Congreso Internacional de Teologa:

    45. A. METHOL FERR, Marco histrico de la Iglesia latinoamericana, SEDOI 4 (1974) 1-12,esp. 11.

    46. Cf. A. RICCARDI, Periferie. Crisi e novit per la Chiesa, Milano, Jaca Book, 2016, 7-29. 47. PRIMER ENCUENTRO IBEROAMERICANO DE TEOLOGA, Declaracin de Boston. 6-10/2/2017, Teo-

    loga 122 (2017) 205-213.

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    Cincuentenario del Concilio Vaticano II. All se recibi un video-mensaje del Papa, quien seal la feliz iniciativa de celebrar conjunta-mente el acontecimiento universal del Cincuentenario y el evento localdel Centenario. Entonces nos inst a atender tanto a lo particularcomo a lo universal. Llam a seguir la enseanza del Concilio por lafecundacin recproca entre la teologa y la pastoral, entre la fe y lavida. Afirm: me animo a decir que (esa enseanza) ha revolucionadoen cierta medida el estatuto de la teologa, la manera de hacer y de pen-sar creyente.48 E invit a los que se dedican a la teologa a ser hijos desu pueblo, profundos creyentes, profetas en las fronteras, y a pensarrezando y rezar pensando.49 Hacer teologa es parte de la misin pro-ftica de la Iglesia y quien la hace -el telogo- debe ser profeta.

    2. Una teologa ms proftica ante los signos de los tiempos

    1. Dios ha hablado por medio de los Profetas (Hb 1,1). En latradicin del Pueblo de Dios ellos son voceros y voces de la Palabra deDios. Muchos textos sealan el acontecimiento de la Palabra que Diosdirige a su pueblo por medio del profeta: La Palabra de Dios lleg ofue dirigida a Ezequiel, Oseas, Joel, Miqueas (Ez 1,3; Os 1,1; Jl, 1,1;Mq 1,1). Esta frmula reconoce la intervencin de Dios en la historiay manifiesta su vigencia permanente porque la Palabra de nuestroDios permanece para siempre (Is 40,8). Por el profeta la voz de Diosinterpela a su pueblo en la historia. Profeta es, en definitiva, la perso-na del presente.50 l lee, interpreta, discierne, escruta y juzga el pre-sente a la luz de la Palabra que asume el pasado y orienta al futuro. Laprofeca consiste en predicar la Palabra en la actualidad e interpretarlos acontecimientos desde esa Palabra, mientras que la sabidura com-prende la coherencia de los niveles de la realidad y capta sus analogasdesde la sabidura ordenadora de Dios. La primera interpreta y discier-ne, la segunda afirma y ordena.51 Un creyente pensante est llamado a

    48. Cf. FRANCISCO, Discernir y reflexionar en el aqu y ahora. Mensaje del Papa por el Cente-nario de la Facultad de Teologa de la Pontificia Universidad Catlica Argentina, LOsservatoreromano, 4/9/2015, 12-13.

    49. FRANCISCO, Discernir y reflexionar en el aqu y ahora, 12-13.50. G. NPOLE, Escuchar a los profetas hoy, Buenos Aires, Editorial Claretiana, 2008, 18.51. Cf. G. LAFONT, La sabidura y la profeca. Modelos teolgicos, Salamanca, Sgueme, 2008, 17.

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  • ser profeta y sabio. O, dicho de otro modo, a ser profticamente sabioy sapiencialmente profeta.

    2. Los evangelios cuentan que se deca de Jess: Un gran pro-feta ha aparecido en medio de nosotros y Dios visit a su Pueblo (Lc7,16). l es verdaderamente, el Profeta que deba venir al mundo (Jn6,14). Ms an, en l Dios nos dice su Palabra de un modo pleno. Jesu-cristo es la Palabra de Dios que se hizo carne, el Dios Unignito quelo narra e interpreta, el exgeta y la exgesis del Padre invisible (Hb1,1; Jn 1,14.18). En el acontecimiento de Pentecosts, el Pueblo deDios recibi el don escatolgico del Espritu que lo convirti en unPueblo proftico, en el que todos profetizan (Hch 2,17). Todo bauti-zado ha sido ungido por el Espritu Santo para ser profeta, es decir,para recibir y comunicar la Palabra divina en su vida y en la historia.El telogo es un miembro del Pueblo proftico que piensa lo que creey cree lo que piensa.

    3. La teologa habla del misterio de Dios revelado en Cristo convarios estilos expresivos. El discurso teolgico despliega una ratiofidei, una razn interior a la fe, iniciada por la revelatio, o Teo-Logaen primera persona o Palabra de Dios, y entraada en la o-ratio y laad-oratio, teo-loga en segunda persona o palabra dirigida a Dios.La oracin es la matriz y el culmen del discurso en tercera persona,palabra acerca de Dios. Aquella remite a la razn como lenguaje,porque pone la vida del espritu (ratio) en palabra (oris): oratio, quasioris ratio dicitur (ST II-II, 83, 1). El discurrir teolgico nace en el silen-cio y de la escucha de la Palabra de Dios, en la tradicin del Pueblo deDios, que nos mueve a pedir el don, y culmina en la accin de graciasy la contemplacin del Amor de Dios por los dones recibidos. El di-logo con Dios es una forma de la teo-loga en camino, que expresa lacomunin con un Dios que, en su misterio ntimo, es Logos y Dia-logos.52 Aqu cabe preguntarse: cmo escuchar a Dios, conversar conDios y hablar de Dios en, desde y para este momento de la historia?

    4. La teologa es intellectus fidei que se vuelve scientia fidei;intellectus amoris et misericordiae que se convierte en sapientia amoris;intellectus spei que deviene en prophetia spei. Por la circularidad de la

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    52. Cf. J. RATZINGER, Introduccin al cristianismo, Salamanca, Sgueme, 1969, 151-152.

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  • vida teologal la teologa es ciencia, sabidura y profeca de una fe encuanto inicio de la vida teologal, es decir, de la fe sostenida por la espe-ranza y vivificada por el amor. Una teologa teologal es ciencia de la fe,profeca de la esperanza, sabidura del amor.53

    La teologa clsica fue concebida como sabidura por todos ycomo ciencia por algunos, si bien fue configurada como profeca en suorigen bblico y en su rica historia. Un artculo de M.-D. Chenumostr que, en el siglo XVI, dos grandes telogos espaoles, Franci-sco de Vitoria y Bartolom de las Casas, pensaron las cuestiones ame-ricanas y ayudaron a la causa indiana con sus estilos diversos. Con elconocimiento limitado que tena de ambos, expres que en la Iglesia secomplementan sabios y profetas.54 La teologa necesita sabios profetasy profetas sabios.

    5. La historia de la teologa iberoamericana presenta anteceden-tes y modelos de un teologa proftica.55 Amrica present nuevas cue-stiones a la fe y la tica, que fueron asumidas por los pensadores sal-mantinos desde el dominico Francisco de Vitoria al jesuita FranciscoSurez. Ellos hicieron grandes aportes a la teologa, la filosofa y elderecho, como reconoci Juan Pablo II en 1982.56 En el alba de lamodernidad pusieron las bases del derecho internacional desde la tra-dicin catlica y el derecho de gentes. A partir de 1492 se configuraronpueblos nuevos que, en el marco de la monarqua hispnica, reflejaronuna primera universalidad en el horizonte del Catoli cismo. La teologaamericana comparti la historia de la Iglesia y de los pueblos. Hubomucha y buena teologa en la Amrica colonial espaola, y en la Am-rica republicana emancipada, desde 1810 a nuestros das.57 La inditasituacin generada en 1492 plante la cuestin Amrica: problema

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    53. Cf. C. M. GALLI, De amar la sabidura a creer y esperar en la Sabidura del Amor. La teo-loga: inteligencia de la fe, profeca de la esperanza, sabidura del amor, Buenos Aires, Facultad deTeologa - Guadalupe, 2013.

    54. Cf. M.-D. CHENU, Profetas y telogos en la Iglesia, en: El Evangelio en el tiempo, Barce-lona, Estela, 1966, 191-201; R. HERNNDEZ Francisco de Vitoria y Bartolom de Las Casas, CienciaTomista 119 (1993) 433-457.

    55. Desarrollo algunas cuestiones de la historia de nuestra teologa en: Cf. C. M. GALLI, Unanueva fase en la teologa ibero-americana? Un salto hacia el futuro de la teologa en castellano?,Teologa 122 (2017) 131-163.

    56. Cf. JUAN PABLO II, Discurso a los profesores de teologa (1/11/1982), Salmanticensis 30(1983) 5-10.

    57. J. SARANYANA, Breve historia de la teologa en Amrica Latina, Madrid, BAC, 2009, XVII.

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  • moral.58 Los procesos generaron polmicas de un profundo contenidoteolgico poltico porque se referan a las relaciones entre seres huma-nos en la sociedad. Y fueron cuestiones teologales porque en ellas sejugaba la fe en Dios, Padre de todos. En los otros humillados aparecala alteridad radical, creadora y misericordiosa de Dios. La cuestinDios o el oro en las Indias puso de manifiesto el vnculo -bblico ehistrico- entre idolatra e injusticia, reverso de la fe esperanzada enDios que obra la justicia por el amor.59

    6. Esa teologa profetica muestra la interrelacin entre las cue-stiones americanas y los maestros espaoles, que enseaban en lapennsula o venan a Amrica como misioneros - profesores. Elloshicieron una primera sntesis entre la escolstica catlica y el humani-smo moderno. As lo reflejan las posiciones de los salmantinos Franci-sco de Vitoria y Domingo de Soto; los contrapuntos de Bartolom deLas Casas con Gins de Seplveda y las diferencias con su maestroVitoria; los aportes del polifactico agustino Alonso de Veracruz parauna antropologa americana y una filosofa y teologa inculturadas; lasindagaciones del dominico Toms de Mercado sobre la moral econ-mica; la originalidad del jesuita Jos de Anchieta en su mariologa po-tica. En la segunda generacin de los salamantinos estn Luis de Leny Domingo Baez. Muchos, ac y all, se citaban unos a otros. La obraincompleta de Bartolom de las Casas, De unico vocationis modoomnium gentium ad veram religionem, y el manual De procurandaindorum salute de Jos de Acosta esbozaron una novedosa teologa dela misin, en el marco de un amplio debate sobre temas de la evange-lizacin y la fe.

    7. En ese momento hubo grandes cuestiones disputadas: la legi-timidad de la conquista, la colonizacin y la guerra a los pueblos deestas tierras, lo que puso en jaque ttulos esgrimidos por las autorida-des religiosas y polticas; la afirmacin de la dignidad -y la libertad-humana del indio, y luego del negro; la lucha por la justicia desde elEvangelio; el sentido, la forma y la credibilidad de la evangelizacin,que incluy la promocin humana; la actitud ante culturas, religiones

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    58. Cf. M. VIDAL, Historia de la Teologa moral. La moral en la Edad Moderna (ss. XV-XVI). 2:Amrica como problema moral, Madrid, El Perpetuo Socorro, 2011, esp. 108, 151-153, 425-439.

    59. Cf. G. GUTIRREZ, Bartolom de Las Casas: memoria de Dios y anuncio del Evangelio,en: La densidad del presente, Salamanca, Sgueme, 2003, 129-152.

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  • y lenguas de pueblos americanos; los derechos de las gentes y lacomunicacin entre las naciones; la inculturacin catequstica de lavida cristiana y sacramental segn el programa reformador tridentino;la forma de organizar la convivencia poltica en las ciudades.

    8. Hoy la lectura, el estudio, la enseanza y el aprendizaje de lateologa deben ayudar a formar una forma mentis proftica, atenta adiscernir los gemidos del Espritu, los clamores del pueblo y los signosde los tiempos. Una inteligencia creyente formada en el arte de discer-nir el paso de Dios en la historia es lo contrario a una forma mentisideolgica y fundamentalista. La profeca discierne lo que Dios estgestando con los hombres. La conciencia proftica percibe en loshechos presentes no slo frutos de un pasado realizado sino, y, sobretodo, signos de un futuro que se est gestando, que debemos gestar,atentos a las sorpresas de Dios.

    9. Una teologa proftica piensa la relacin entre la Palabra deDios presente en la historia para ayudar a los cristianos a estar siem-pre dispuestos a dar respuesta a todo el que les pida razn (logos) desu esperanza (elps) (1 Pe 3,15). Como dije en mi ltimo discursocomo decano en 2008, hay que ejercitar un pensar testimonial, argu-mentativo y dialogal para dar razn de la esperanza en Dios-Amor (1Jn 4, 8).60 La conciencia histrica vive el pasado como espacio de expe-riencia y memoria, el presente como mbito de iniciativa y accin, elfuturo como horizonte de esperanza y proyecto. Una teologa prof-tica testimonia una spes contra spem; interpreta las esperanzas histri-cas, sobre todo las de los pobres y afligidos, que esperan de Dios yluchan por una vida digna; ofrece una interpretacin de la esperanzaen Dios y el hombre unidos en Cristo.

    10. La teologa profesional tiene una deuda pastoral con todoslos miembros del Pueblo de Dios, en especial con los ms pobres. LaDeclaracin de Boston, ya mencionada, afirma:

    Ante la gravedad de este momento histrico que clama por una presencia msviva en medio de nuestras comunidades, afirmamos la urgencia de colaborarcon la pastoral y la teologa del papa Francisco. Apoyamos una teologa que se

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    60. Cf. C. M. GALLI, Dar razn de nuestra esperanza en Dios - Amor. La teologa: spes quae-rens intellectum - intellectus quaerens spem, Teologa 96 (2008) 247-288.

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  • hace cargo de los conflictos y transita por las periferias. Al igual que los pas-tores, los telogos hemos de oler a pueblo y a calle, por lo que creemos en lanecesidad de sanar la deuda pastoral que la teologa profesional tiene an connuestros pueblos pobres. En este contexto, la teologa debe impregnarse deuna misericordia que se nutra en el Evangelio y que promueva una Iglesiapobre y para los pobres, donde ellos sean sujetos de su propia historia, y nuncaobjetos de manipulaciones ideolgicas, de cualquier orden

    Cmo estudiar teologa en una Argentina con un tercio denuestros hermanos sufriendo la pobreza estructural y casi un cuartoviviendo en barrios, villas y asentamientos precarios? Cmo ejercerel oficio teolgico en Amrica Latina que, a pesar de cierto crecimien-to, sigue siendo la regin ms desigual del planeta? Cmo hacer teo-loga en un mundo en el cual una de cada siete personas vive en unlugar distinto al que naci, con tantos migrantes, desplazados y refu-giados, en quienes reconocemos el rostro y la voz de Jess (Mt 25,35)?

    11. Una lnea de trabajo para el trienio, en continuidad con ellegado anterior, consiste en conversar sobre una teologa impregnadapor la misericordia. Francisco invita a la Iglesia a desarrollar una teo-loga, una espiritualidad y una pastoral centradas en la ternura delDios rico en misericordia (Ef 2,4).61 La primaca de la caridad se expre-sa en la lgica de la misericordia pastoral que acompaa, discierne,integra las fragilidades humanas (AL 307-312). Esa lgica lleva aincluir, no excluir; se simboliza en la consiga: construir puentes y derri-bar muros.62

    El compromiso con la reforma de la Iglesia y la transformacindel mundo desde el Evangelio requiere una teologa que se renuevedesde sus fuentes y al ritmo de la historia. Al introducir la exhortacinAmoris laetitia el Papa anima a ir por la senda de la fidelidad creadora.Explica que las complejas cuestiones que aborda deben seguir siendoprofundizadas por la reflexin de los pastores y los telogos en lamedida en que ella es fiel a la Iglesia, honesta, realista y creativa (AL2). Seala que, a partir de una unidad doctrinal y pastoral fundamental,en cada pas o regin se pueden buscar soluciones ms inculturadas,

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    61. Cf. FRANCISCO, Saludo del Papa Francisco al Cardenal Mario A. Poli con motivo del Cen-tenario de la Facultad de Teologa, Teologa 117 (2015) 9-11.

    62. FRANCISCO, Sembradores del cambio. Discurso en el III Encuentro mundial de los movimien-tos populares, LOsservatore romano (edicin semanal en lengua castellana), 11/11/2016, 6-9, 7.

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  • atentas a las tradiciones y a los desafos locales (AL 3). Este mensajeinvita a seguir pensando el Evangelio en y desde la historia.63

    Qu significa aprender y ensear una teologa que nos ayude aacompaar, discernir e integrar?

    3. Una escuela de teologa o en la escuela de la teologa?

    1. La reflexin hecha por diversos decanos acerca de nuestro itine-rario institucional presenta el progresivo desarrollo de un estilo teolgicopeculiar, integral e integrador.64 El resutado de este proceso no se identi-fica sin ms con lo que se ha llamado una escuela de teologa. sta indicala marca de una tradicin teolgica original o de una situacin histricaparticular. Por ejemplo, la escuela -las escuelas- de Salamanca en los ini-cios de la modernidad,65 la escuela catlica alemana de Tubinga y la escue-la romana neo-escolstica en el paso del siglo XIX al XX, o la escuela deLe Saulchoir en Blgica en la primera mitad de la centuria pasada.

    2. M.-D. Chenu resumi el proyecto intelectual de ese centrodominicano belga francs a partir de la voluntad de formar unaescuela de teologa caracterizada por el equilibrio entre los compo-nentes histricos y sistemticos de los estudios teolgicos, sobre todopor el nfasis puesto en la lectura situada de los autores medievales, enparticular de Toms de Aquino. Para ir hacia esa meta por medio deltrabajo de un grupo con fuertes diversidades internas,66 no bast reali-zar una distribucin orgnica de las tareas y los temas por un trabajode equipo, sino que fue necesario impulsar y asegurar, en todos y encada uno, la unidad de espritu.67

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    63. Cf. C. SCHICKENDANTZ, Un cambio en la ratio fidei. Asociacin (aparentemente ilcita)entre principios teolgicos y datos empricos, Teologa y Vida 57/2 (2016) 157-184.

    64. Cf. R. FERRARA, Nuestra Facultad en la coyuntura y en su tradicin, Teologa 79 (2002)169-179.; C. M. GALLI, Nuestra Facultad de Teologa en perspectiva histrica: desde su origen(1915) y hacia su Centenario (2015), Teologa 88 (2005) 667-698; F. ORTEGA, Cien aos de la Facul-tad de Teologa: la progresiva maduracin de un estilo, Teologa 117 (2015) 13-29.

    65. Cf. M. A. PENA GONZLEZ,, La escuela de Salamanca, Madrid, BAC, 2008; M. A. PENA GON-ZLEZ (coord,), De la primera a la segunda Escuela de Salamanca, Salamanca, Universidad Pon-tificia de Salamanca, 2012.

    66. Cf. H. DONNEAUD, Le Saulchoir: une cole, des thologies?, Gregorianum 83 (2002) 433-449.67. M.-D. CHENU, Une cole de thologie: le Saulchoir, en: G. ALBERIGO, Une cole de tho-

    logie: le Saulchoir, Paris, Cerf, 1985, 122.

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  • 3. Resulta apresurado hablar de una escuela e, incluso, de unatradicin propia de esta Facultad de Buenos Aires de Villa Devoto enBuenos Aires. No obstante, se advierte la consolidacin de valorescomunes y tradiciones acadmicas que ayudan a fortalecer un esprituo estilo comn. Ahondar nuestra autoconciencia histrica ayuda a per-filar mejor nuestra identidad institucional y la misin teolgica. Ellaest abierta a un renovado discernimiento sinodal. Aquel estilo, madu-rado con el tiempo, se ha consolidado con los frutos concretos de estafamilia acadmica. La madurez de la Facultad se manifiesta en sus hijospredilectos: por un lado, tantos graduados de distintas generaciones;por el otro, tantas publicaciones individuales y colectivas.

    4. La teologa se despliega en muchas teologas en la unidad dela fe cristiana vivida y trasmitida en la tradicin catlica. La teologa seda en la teologas y las teologas hacen la teologa. No hay ni debehaber un pensamiento teolgico nico en esta Facultad. En 2002, en elinicio del primer decanato, habl de la unidad plural de nuestro Clau-stro docente. Los hechos ratifican esa posicin: entre 1996 y 2008impuls, con mi predecesor y mi sucesor, la incorporacin de 36 pro-fesores y profesoras muy distintos que han enriquecido nuestro Cla-sutro. En 2003 anim la formacin de 7 departamentos y de 17 cte-dras para ayudar a desarrollar las disciplinas teolgicas y promover amuchos profesores, como se ha seguido haciendo hasta hoy.

    5. Durante cuatro decanatos preparamos, con otros directivos,los cuatro libros en homenaje a nuestros grandes maestros Lucio Gera(1997), Eduardo Briancesco (2003), Ricardo Ferrara (2005) y LuisRivas (2008).68 La variedad de sus personalidades, carismas, trayecto-rias y lneas se ampla con la rica diversidad de tantos profesores, cur-sos y escritos. Por ejemplo, en el libro del Centenario de la Facultad sepueden leer textos de los profesores M. Poli, V. Fernndez, F. Ortega,J. C. Caamao, J. G. Durn, R. Corleto, F. Gil, C. M. Galli, E. Salvia,L. Gera, E. Briancesco, R. Ferrara, L. H. Rivas, V. Azcuy, O. Albado,

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    68. Cf. R. FERRARA; C.M. GALLI (eds.), Presente y futuro de la teologa en Argentina. Homenajea Lucio Gera, Buenos Aires, Paulinas, 1997; V. FERNNDEZ; C. M. GALLI; F. ORTEGA (eds.), La Fiesta delPensar. Homenaje a Eduardo Briancesco, Buenos Aires, Fundacin Cardenal Antonio Quarracino -Facultad de Teologa UCA, 2003; V. M. FERNNDEZ; C. M. GALLI (eds.), Dios es espritu, luz y amor.Homenaje a Ricardo Ferrara Buenos Aires,, Fundacin Cardenal Antonio Quarracino - Facultad deTeologa UCA, 2005; V. M. FERNNDEZ; C. M. GALLI (eds.), Testigos y servidores de la Palabra (Lc1,2). Homenaje a Luis H. Rivas, Buenos Aires, San Benito, 2008.

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  • F. Tavelli, P. Etchebehere, C. Giaquinta, J. C. Maccarone, A. Zecca. Sepodran citar muchos otros textos de nuestros libros.

    6. Agrego una opinin sobre la teologa catlica postconciliarque puede iluminar el quehacer de una teologa plural ms proftica.San Agustn y santo Toms de Aquino son grandes doctores de la Igle-sia. Sus teologas se complementan, no se excluyen. Toms recre elcristianismo neoplatnico de Agustn y de Dionisio, y las filosofas deAristteles y de Platn.

    Tomando a ambos doctores como referentes, en el postconciliose dieron dos grandes corrientes en el debate hermenutico acerca dela doctrina conciliar sobre la Iglesia y su relacin con el mundo. En laaurora conciliar Gerard Philips distingui esas dos grandestendencias.69 Evitando los reduccionismos acerca de lneas y neos, sepuede distinguir una recepcin neo-agustiniana representada por auto-res como H. de Lubac, H. U. von Balthasar, L. Bouyer y J. Ratzinger,y una recepcin neo-tomista representada por M.-D. Chenu, K. Rah-ner, B. Lonergan e Y. Congar.70 Por cierto, no se deben simplificar lasposiciones de estos maestros del siglo XX ni su relacin con los santosdoctores. Tanto von Balthasar como Rahner contribuyeron a renovarla teologa desde sus horizontes.71 Mutatis mutandis hay una gama deposturas en las teologas de profesores de esta casa. Debemos conocer-las, valorarlas y aprender de sus aportes.

    7. En ese marco se ubican teologas desarrolladas en nuestra tra-dicin local. Por ejemplo, la llamada teologa del pueblo,72 segn elnombre que le dio en 1974 el uruguayo Juan Luis Segundo. Se gesten el inmediato posconcilio y se desarroll creativamente durantedcadas. Est representada en las obras de Lucio Gera (1924-2012) yde Rafael Tello (1917-2002) que, con matices distintos, compartenposiciones comunes desde la tradicin tomista. Hoy ambos son estu-

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    [UNA FACULTAD MS SINODAL Y UNA TEOLOGA MS PROFTICA]

    69. Cf. G. PHILIPS, Mthodes thologiques de Vatican II, en: G. PHILIPS; P. DUPREY; (et alt.),Thologie. Le service thologique dans lglise, Paris, Cerf, 1974, 22.

    70. Cf. M. FAGGIOLI, Interpretare il Vaticano II. Storia de un dibattito, Bologna, EDB, 2013, 71-92.71. Cf. W. KASPER, Teologa e Iglesia, Barcelona, Herder, 1989, 8.72. J. L. SEGUNDO, Liberacin de la teologa, Buenos Aires, Lohl, 1974, 264. Si puso reparos

    a esta corriente (Masas y minoras en la dialctica divina de la liberacin, Buenos Aires, La Aurora,1973, 59-62) la reconoci como una vertiente de la teologa de la liberacin que reconoca al pueblopobre como un lugar hermenutico (Les deux tendances actuelles de la thologie de la Libera-tion, Documentation Catholique 1881 (1984) 912-917).

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    diados en relacin al Papa Francisco.73 Yo prefiero llamarla teologa delPueblo de Dios, los pueblos / culturas y la pastoral popular porqueincluye una teologa de la Iglesia como comunin misionera del Pue-blo de Dios; una teologa de la sociedad, la historia y la cultura en unaunidad plural; una teologa pastoral que piensa la evangelizacin de lospueblos uniendo la piedad popular y la opcin por los pobres. En laactualidad, despus de ser desconocida durante mucho tiempo y sincitada por los telogos ms nombrados, la gran novedad del pontifica-do de Francisco incluye la pequea novedad de un primer conoci-miento de esta teologa situada.74

    8. Una tradicin teolgica significativa no surge con la meraexpresin de un desideratum sino que es el fruto de una persistentelabor acadmica de excelencia en la investigacin, la enseanz y ladifusin de la teologa. Lo que hoy sucede en la Iglesia conduce ainterrogarnos acerca de si ha comenzado un nuevo perodo cuandoJorge Bergoglio, antiguo alumno de esta casa y luego Gran Cancillerde esta Facultad y la Universidad durante quince aos, se ha conver-tido en el primer papa latinoamericano moldeado, en parte, por unafuerte corriente de nuestra teologa postconciliar.75 Por eso, uno delos grupos de investigacin de esta Facultad estudia el tema del apor-te de la teologa argentina a Francisco y de Francisco a la teologaargentina.

    9. La reflexin acerca de un estilo peculiar de hacer teologa y deesta concreta Facultad como una escuela de teologa puede ser otroaspecto de un discernimiento sinodal. En esta bsqueda cada uno ytoda la instucin sigue en la escuela de la teologa.76 Recorremos sloun sendero en el seno del Camino de la Palabra de Dios al hombre ydel hombre a Dios y acerca de Dios.

    73. Cf. J. C. SCANNONE, La teologa del pueblo. Races teolgicas del Papa Francisco, Santan-der, Sal Terrae, 2016, 15-93, 181-274; A. FIGUEROA DECK, Francis, Bishop of Rome, New York, PaulistPress, 2016, 36-59; R. LUCIANI, El Papa Francisco y la teologa del pueblo, Madrid, PPC, 2016, 21-88;E. CUDA, Para leer a Francisco, Teologa, tica y poltica, Buenos Aires, Manantial, 2016, 67-158.

    74. Cf. W. KASPER, Francesco. La rivoluzione della tenerezza e dellamore, Brescia, Querinia-na, 2015, 57-69.

    75. Cf. J. C. SCANNONE, Papa Francesco e la teologia del popolo, La Civilt Cattolica 3930(2014) 571-590.

    76. Cf. A. CHAPELLE, A lecole de la thloogie, Bruxelles, Lessius, 2013, 220-254.

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    Caminar hacia lo mximo a travs de lo mnimo

    Estamos llamados a mirar lejos. Hacia dnde? Hasta cundo?Por cierto, miro hacia 2020, trmino del trienio. Pero debemos mirarms lejos, hacia el horizonte del Reino de Dios. Somos discpulosmisioneros de Jess, quien nos ense a rezar: venga tu Reino.Somos compaeros de camino, sinodaldes de san Pablo, quien confe-s: olvidndome del camino recorrido me lanzo hacia adelante ycorro en direccin a la meta (Flp 3,13-14). Somos sinodales de Abra-ham quien, obedeciendo el llamado de Dios, parti sin saber adndeiba (Hb 11,8). En un momento de lucidez, el compositor argentinoCharlie Garca escribi la cancin Slo Dios sabe, que repite: sloDios sabe nuestros destinos... Dios es el que cruza nuestros caminos.

    Sinodalidad y profeca. La Facultad desea formar creyentes sino-dales y profticos, peregrinos del furturo y sembradores de esperanza.El futuro est en el corazn de Dios, pero l quiere ponerlo en nue-stros corazones y manos. Sufrimos desconciertos por el presente yperplejidades ante el futuro. Al recorrer nuevos senderos -una carrerauniversitaria u otra etapa institucional- confiamos en que el Seor nossealar el rumbo. Ensea san Juan de la Cruz que: para venir a loque no sabes, has de ir por donde no sabes.77 Para ir adnde no sabe-mos hay que ir por donde sabemos y, sobre todo, por donde no sabe-mos, confiando en el Dios de la esperanza.

    Constantemente tocamos la sinfona inacabada de la gloria de Dios y nuncapasamos del ensayo general. Pero no por ello es vano, no por ello carece desentido todo esfuerzo, toda reforma, siempre inconclusa e inconcluible.78

    Jorge Mario Bergoglio ha reflexionado acerca de la vocacin almagis de la caridad. En 1981 public el estudio Conducir en lo gran-de y en lo pequeo.79 All coment la sentencia jesutica Non coercerimaximo, contineri tamen a minimo, divinum est. Dcadas antes, HugoRahner mostr que esa mxima pertenece al Elogium sepulcrale sancti

    77. SAN JUAN DE LA CRUZ, Dibujo del monte de la perfeccin, en: Obras Completas, Burgos,Archivo Silveriano, 1972, 119.

    78. RAHNER, Das Konzil Ein neuer Beginn, 23.79. Cf. J. M. BERGOGLIO, Conducir en lo grande y en lo pequeo, Boletn de Espiritualidad

    73 (1981) 17-27.

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    Ignatii compuesto por un jesuita annimo.80 Figura en la Imago primiSaeculi editada en 1640 en la ciudad de Amberes para conmemorar elcentenario del santo. La frase indica el contraste entre la pequeez dela tumba donde yace el cuerpo de Ignacio y la grandeza de su esprituque concilia lo humano y lo divino.

    En Jess, el Deus semper maior se hizo el Deus semper minor.Por el admirable intercambio de la Encarnacin, el Dios-Hombremuestra que es propio de Dios no estar abarcado en lo ms grande yestar contenido en lo ms pequeo. Esta frase expresa la divina snte-sis de contrarios,81 del Dios que supera lo inmenso se entraa en lochiquito. La paradoja de las paradojas es que el Mximo se hizo elMnimo. Segn Joseph Ratzinger, en un mundo... que es... amor, lominimum es maximum.82 El amor hace pequeo lo grande y grandelo pequeo.

    Aquella sentencia indica un modo de sentir propio del coraznde Dios que une lo grande y lo pequeo. Ensea un estilo de accinque valora los pequeos gestos de amor inspirados en los grandeshorizontes de Reino de Dios. Esto marca un modo de obrar atento almagis de san Ignacio, el fundador de la llamada mnima Compaa deJess. La contemplacin para alcanzar amor del Dios que se ha empe-queecido debe marcar el estilo de una teologa proftica.

    Desde 1915 esta Facultad form a varias generaciones en la con-vulsionada Argentina del siglo XX. Bajo el patrocinio de la Inmacula-da Concepcin, hoy ella quiere servir mejor a la Iglesia y la cultura eneste incierto siglo XXI.. Desde el comienzo estuvo protegida por lamirada amorosa de la Virgen. sta es la Facultad de Teologa de laInmaculada Concepcin, que comparte el nombre con su alma mater,el querido Seminario Metropolitano de Buenos Aires.

    En Mara, la llena de gracia, descubrimos un reflejo de la Bel-leza de la Verdad y del Amor de Dios. Mirando el bello rostro de laPura y Limpia Concepcin de Lujn, Madre del Pueblo de Dios en laArgentina y estrella de la primera y la nueva evangelizacin, damos

    80. Cf. H. RAHNER, Die Grabschrift des Loyola, Stimmen der Zeit 139 (1947) 321-339. 81. G. FESSARD, La dialectique des Exercices spirituels de Saint Ignace de Loyola. I. Temps,

    Libert, Grce, Paris-Namur, Lethielleux, 1956, 164-177, 175.82. J. RATZINGER, Introduccin al cristianismo, Salamanca, Sgueme, 1969, 131.

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