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Religión en la Antigua Grecia

Datos históricos

La religión griega fue una religión étnica, producto de un pueblo cuyas raíces se encuentran en la antigua civilización micénica, los micénicos eran un pueblo indoeuropeo el cual hablaban en un dialecto griego. Llegaron en la mitad del milenio II a.C. donde tuvieron contacto con la civilización minoica que desde creta ejercían influencia en otras islas del Egeo. Los minoicos, convención adoptada por estudiosos y derivado del mítico rey de Grecia, a su vez un pueblo de origen oscuro el cual se cree proviene de oriente próximo, se desconoce su dialecto, aunque se sabe usaron escritura silábica. Desarrollaron una gran civilización a finales del milenio II a.C. basada en el comercio, da testimonio de esos grandes palacios construidos, cómo por ejemplo el palacio a Cronos. Sus divinidades de las cuales desconocemos sus nombres pero en el panteón la mayoría de ellas eran mujeres, los ritos se celebraban en colinas o cavernas. Los micénicos al entrar en contacto con los cretenses que posteriormente sustituyeron, adoptaron su escritura y muchos rasgos culturales, aunque conservaron su propia organización del panteón, cosa que se torna confusa en Homero y Hesíodo. El diferimiento ha permitido hallar divinidades como: Zeus, Poseidón, Ares e incluso aparece Perséfone. Los micénicos aparecen fuertemente asentados en Grecia para el siglo XIV A.C conservando notoriamente motivos decorativos de arte cretense, aunque no sus palacios abiertos, si bien los minoicos no conocieron las murallas, los micénicos en cambio rodeaban sus palacios. El palacio micénico de estructura rectangular, rodeado por paredes, crece por una especie de impulso centrifugado en torno a un patio donde se celebran ceremonias públicas.

Los micénicos desaparecieron misteriosamente, se cree que pudieron haber sido atacados por mar, pero las razones siguen siendo desconocidas, los palacios jamás fueron reconstruidos, ni en Creta ni en ningún otro lugar, a excepción de Chipre. Se cree que los micénicos estuvieron hasta el siglo IX a.C. y los que huyeron probablemente formaron pequeñas comunidades donde continuaron con su tradición. Así se da comienzo a la llamada “edad media Helénica”, edad oscura y sin registro documental, solo por registros arqueológicos, en la cual, empieza a germinar rasgos que serán de vital importancia para lo que será la religión griega. De este crisol de fragmentos nace la religión griega, ligada a la civilización, el territorio, con su propio calendario, su propio sistema de cultos y panteón en común. Una religión sin libros, sin fundadores y sin castas sacerdotales, ésta religión se consolida entre el IX y el VIII a.C.

Características Generales

Fuentes de estudio: Por fortuna para el estudio de la religiosidad en Grecia existen dos tipos de fuentes, las artístico-arqueológicas y las literales. Las primeras so más dispersas y no forman un cuerpo por si solas, pero sus datos, desde que sean bien interpretados, son más seguros. Las excavaciones han proporcionado numerosas piezas de arte, que nos ayudan a conocer no sólo a los dioses si no que también a su historia, compleja y detalladamente, por ejemplo en la cerámica, templos o sarcófagos. La literatura mitológica por otra parte es de gran importancia en el mundo

helénico y juega gran importancia hasta principios de la edad media, pero consultar este tipo de fuentes es bastante difícil, dada la perdida de numerosas obras originales, que sólo se conocen fragmentadamente en citas de otros autores, cómo por la intensión de sus redactores, en la edad arcaica ningún escritor se dedicó a escribir de forma rigurosa como lo que es la historia actualmente. Dos autores muy importantes para el estudio de la religión en Grecia son Homero, de quien sus obras datan alrededor de 1200 al 1000 a. C, perdido de la edad media helénica, cuya organización consistía en príncipes que eran visitados por cantores, sus cantos se suponía eran inspirados por los dioses, aún se conservan fragmentos de sus obras en citas. Aún tal vez más importante que homero está Hesíodo con su obra La Teogonía, siguiendo el mismo camino de Homero, quien se trató de organizar el panteón Griego, pero cabe aclarar que el autor no trabajaba con ideas propias, sino con ideas ya existentes desde la antigüedad, así La Teogonía es una obra casi religiosa por propósito del mismo autor, quien se presenta como un pastor convertido a poeta por las Musas. Se presenta pues cómo un profeta que no se sienta a razonar cómo a veces lo hacía homero, tomando sus motivos de las escenas de la vida o intercambiando relatos religiosos, sino que busca crear una síntesis teológica, a modo de edificio sagrado.

La teogonía es entonces el poema supremo del reino de Zeus y del origen de los dioses, otra obra importante La Titanomaquia la lucha entre titanes y dioses con la victoria de los últimos, representa el fin de la religión demoniaca y el establecimiento definitivo de los dioses olímpicos. Los trabajos y los días ofrece una visión importante para conocer un mundo de fe gobernado por seres supremos con la verdad y la justicia. El esfuerzo por continuar y elevarla visión religiosa de homero luego fue seguida por otros poetas.

Otra fuente de conocimiento importante fue la filosofía, que nunca debe confundirse con religión, en ningún tiempo ni lugar, siempre tuvo una estrecha relación con ésta. Los filósofos griegos aportaron noticas de sumo interés para el estudio de las creencias, pero esto no es lo más interesante de su obra, sino el aspecto de que procuraron elevarse por encima de las historias vulgares de los dioses. Los filósofos llegaron a acusar a los poetas de creadores de historietas, de verdaderos falsarios que engañaban al pueblo con narraciones absurdas y sin más fundamento que lo artístico. Platón renegó de homero y lo saco de su famosa Republica.

Esta reacción tan radical no era justa, dado que los poetas partían de creencias populares de otro modo no hubieran gozado de público o hubiesen sido considerados impíos. Pero tampoco se puede negar que las ideas de los filósofos era mucho más elevadas, más abstractas, morales, monoteístas y propiamente religiosas en el propio sentido teológico de la palabra, pero también es cierto que su público era más limitado, eran los inteligentes, los sabios y las personas más cultas en general. Sócrates, Platón y Aristones que aún siguen siendo admirados como la máxima cumbre que puede llegar el hombre con esfuerzo limitado de su mente.

Frente a estás concepciones se alzaba las supersticiones, ritos, historias humanizadas de los dioses, con frecuencia, absurdas, ridículas o inmorales, cuyo conjunto suele llamarse mitología, que no debe confundirse en absoluto con el concepto de religión, aunque a veces la segunda se

enmascare y tome forma de la primera o la utilice como símbolo.1

Estas historias y prácticas de credibilidad consolidaron la religiosidad de un pueblo, paralela, en cierto modo diferente del pensamiento del culto: era novelesca, generalmente supersticiosa e

1. C. Cid, M.Riu: Historia de las Religiones, Barcelona, Ramón Sopena S. A 1995 (Página 281)

intranscendente, dualidad muy semejante que hemos encontrado y seguiremos hallando en muchos pueblos de sociedades evolucionadas.

Otras fuentes secundarias por citar, por ejemplo, los escritores teatrales – trágicos o cómicos- que mencionan a un dios, una palabra, o tratan de aclarar un concepto religioso, constantemente toman como base, sobre todo en el tragedia, argumento un problema teológico. Además no pueden despreciarse noticas dispersas en los libros de historiadores y otros tratadistas griegos, tampoco deben olvidarse las inscripciones conmemorativas, funerarias, fundacionales, etc. También los escritos romanos, no siempre dignos de crédito, por su vista cronológica diferente y su necesidad de adaptar el pensamiento griego al suyo.

Características generales de la religión y la mitología griega: No es posible presentar un cuadro único porque jamás ha existido, “el estudioso se encuentra ante un verdadero caos, un laberinto complicadísimo en el que se pierde fácilmente” 2 resulta un vasto y complejo pensamiento que fueron transformándose y convirtiendo para formar el pensamiento helénico: por una parte las herencias prehistóricas de las creencias griegas, de otros dioses de procedencia extraña, especialmente de oriente que se introdujeron en épocas y circunstancias muy diversas y distancias entre sí, sin olvidar que oriente no significa unidad, sino todo lo contrario, es diversidad de creencias entre pueblos, finalmente las apariciones tardías de los poetas y filósofos.

A pesar de todo se ha podido hallar una división ente el pensamiento entre la narrativa mitológico-popular y el pensamiento teológico-filosófico, la primera cómo parte de un elemento básico que encierra algo más profundo que lo superficial, similar a una parábola. Cada mito encierra una verdad histórica, y puede ser apreciada de forma teológica, pero casi siempre este escapa al pueblo o a las personas inferiores.

Los protagonistas pueden agruparse en dioses, héroes, demonios y hombres. Los primeros representan las fuerzas positivas que rigen el universo, y pretenden explicarlo de manera simbólica, aunque de manera más lógica busca relacionar los misterios de la existencia y el más allá. Tienen carácter antropomórfico derivado de la trasferencia del mundo superior al de las cortes protohistóricas y la organización social de los humanos. Cómo los hombres los dioses necesitan alimentarse aunque sea solo de néctar y ambrosia, también pueden sentir, odio, amor y demás miserias y tristezas del hombre con las que frecuentemente alterna. Luego tienen otras características que los diferencian profundamente de los hombres, aunque poseen cuerpos de apariencia antropomorfa, son más marcados sus rasgos, son mucho más bellos o mucho más feos, son más grandes en tamaño que el hombre, su poder y fuerza aunque limitado por Zeus son superiores al hombres, son inmortales, siempre jóvenes, no son vulnerables a ninguna enfermedad o herida , su cuerpo físico les priva del a omnipotencia, peor pueden trasladarse de lugar a la velocidad del pensamiento, pueden modificar el curso de los fenómenos naturales, así mismo cómo son superiores en los aspectos físicos también superan al hombre en la moral, aborrecen todo lo malo, lo injusto y lo impuro. Pueden adoptar la forma que deseen, hombre, animal, agua, nube, hasta un objeto inimaginable.

Forman sociedades cómo los hombres, pero están exentos de obligaciones, pueden dedicarse a lo que más les gusto o la pereza simplemente, los estas sociedades tienen ciertas divisiones, los

2. C. Cid, M.Riu: Historia de las Religiones, Barcelona, Ramón Sopena S. A 1995 (Página 282)

dioses del Olimpo3, donde están los dioses mayores y secundarios, los dioses del inframundo o los infiernos, también muy poderosos que tienen estrechas relaciones con los primeros y que controlan el destino de los humanos, hay dioses que residen en otros lugares, cómo en el agua o en la salud.

Los demonios son dioses de religiones más antiguas, cuando se instauran los dioses olímpicos estos quedan reducidos a figuras maléficas que se oponen al mandato divino o son representados cómo simples acompañantes menores, por ejemplo, figuran en el cortejo de Dionisio. La palabra griega deriva de “espíritu” lo que quiere decir que no todos eran malos, por lo que resultan buenos acompañantes y consejeros para los hombres, Sócrates aludía constantemente a su demonio personal. Entre la caracterización de fuerza negativa que se opone al mandato divino están los titanes, seres antropomorfos que fueron vencidos por Zeus.

Los hombres, una invención divina, sometidos siempre a las pasiones, a la enfermedad y desde luego a la muerte, sus poderes son limitados y le deben pleitesía a los dioses, para ganar su favor y aplacar su ira, su alma por el contrario es inmortal y después de la vida terrenal les espera un destino de ultratumba.

Los héroes una invención del pensamiento griego, pero vale aclarar, porque a veces se tienen ideas equivocas de ellos. Son siempre hijos de dioses y hombres, tienen ese carácter de doble naturaleza. En la vida humana están sometidos al sufrimiento y poseen muchas de nuestras limitaciones y deben morir necesariamente. Por el lado divino poseen la apoteosis o triunfo definitivo que es arrebatado para pasar la eternidad con los inmortales. No es extraño que junto a los dioses se desarrolle en el mundo dl mito los héroes, que empiezas a tomar fuerza de forma local.

Origen y evolución de los mitos: En Grecia cómo en cualquier otra parte el mito tiene su origen por la falta de pensamiento científico, con el mito buscan explicar los seres y sucesos del universo, cómo la salida y puesta del sol, la germinación de una semilla, una erupción volcánica, una precipitación o tormenta, el nacimiento, la vida o la muerte, y todo lo que era inexplicable. Los dioses nacen cómo seres espiritual incomprensibles, luego toman formas de la naturaleza, y así va tomando cierta complejidad, hasta que adquieren forma antropomórfica, finalmente el elemento literario y anecdótico los tonina en historias y los borran de los ojos del pueblo, pero los filósofos toman su concepción inicial para ideas más abstracta y elevadas, auténticamente religiosas hasta terminan burlándose de los dioses personales.

Mito, leyenda y cuento: Otto Seeman diferencio claramente estos conceptos que deben tenerse constantemente en cuenta:

“Entiéndase por mito una narración poética referente al nacimiento, vida o hechos de los antiguos dioses y héroes o semidioses del paganismo. En cierto modo, la palabra leyenda coincide con el

sentido del término transmitido por la tradición; de ahí que muchas veces se usen ambas palabras como sinónimos. De todos modos, se ha llegado al acuerdo de que “mito” se aplique a las

narraciones de la vida y hechos de dioses, mientras que “leyenda” se refiere a héroes. Mito y leyenda se distinguen de “cuento” en no ser simple creación de la fantasía (aunque muchos cuentos tienen remoto origen mitológico), sino que parten siempre de un hecho proceso o

fenómeno real, ya sea natural o humano”4

3. Olimpo, monte alto de Grecia donde se creía que habitaban los dioses4. C. Cid, M.Riu: Historia de las Religiones, Barcelona, Ramón Sopena S. A 1995 (Página 284)

En este último aspecto hay que tener presente que los mitos siempre tienen una verdad histórica enmascarada, cotidianamente referidos a sucesos muy remotos, prehistóricos o protohistóricos en el que todavía no se había desarrollado la escritura y no existía la erudición histórica. Este es el nacimiento de muchos héroes.

Mito y Arte: El mito en Grecia casi siempre sirvió de liberación artística, aunque no hay que confundirlo con religión, si bien el arte muchas veces estaba a su servicio no siempre era así en la mayoría de casos podría considerarse eran enemigos. Los poetas consideraban la religión de su entero conocimiento de ahí el desenfado, ironía y expresiva familiaridad con el que hablaban de los dioses, para acercarlos a los hombres, sin que esto significara que el poeta ignoraba la seriedad y profundidad de la religión. Los poetas y artistas plásticos unieron fantasía y realidad en síntesis maravillosa, o inventaron arbitrariamente, sino que coronaron de forma ascendente la espiritualidad que buscaba salir de la negrura de la prehistoria. El estilo artista de Grecia, sobrevivió en el tiempo, lo vemos en la edad media, mucha más claro en el renacimiento, y aun en la actualidad se sigue remarcando.

Religión y filosofía: Frecuentemente ha sido necesario referirse a los filósofos, estos tenían la aspiración de encontrar una verdad absoluta, lo ya había en la religión griega, una tendencia al monoteísmo y al universalismo; y aunque a veces se contradigan, muchas veces también ambas se apoyan mutuamente: la religión elaboro sus elevados conceptos a partir de los conceptos que ya tenía la mitología, si este tiene sentido que le eleva por encima de la novela o el cuento, es gracias a la sustracción piadosa que la anima en los más hondo de sus raíces. Está función y corriente espiritual de doble sentido no hubiese sido posible sin el pensamiento filosófico.

Gracias a las fuerzas naturales elevadas, realizadas luego en el antropomorfismo, adquiriendo un sentido de espiritualidad gracias a el carácter humano, luego a elevarse mucho más dado que no quedo encerrado en templos sino que se le proyecto en un mundo trascendente, se configuro en un ser de verdadera espiritualidad, que venía incluso en persona cuando se le necesitaba en el templo, sin perder con ello su universalidad. Las situaciones predominan en ciertos dioses, su situación predominante de difusión entre varias ciudades-estado griegas, los templos nacionales panhelénicos (como Olimpia) favorecieron el monoteísmo y concepto de universalidad, aunque no cómo se desarrollaría completamente hasta que entrara el pensamiento teológico-filosófico.

Con el pensamiento religioso general se forman varias sectas que partían del mito de ciertas divinidades, como por ejemplo Dionisio, pero que calaron el sentimiento religioso y adquirieron prácticas muy estrictas tales como éxtasis, ascesis y autentico arrebatos de misticismo.

Fue el caso de órficos (Orfeo) o pitagóricos. El fundador de los últimos fue Pitágoras de Samos, que nació 585 a.C. Y viajo por Egipto y otros países de religiones más elevadas que la griega de su tiempo. Sintetizo con gran esfuerzo y originalidad estas doctrinas y fundo un sistema donde la

ciencia – especialmente la mística matemática de los números y relaciones-, la filosofía y la religión llegan a fundirse y aspiran a construir una forma ideal de la forma individual y social, corpórea,

espiritual, presente y futura.5

En tal sentido Pitágoras puede considerarse como uno de los grandes reformadores religiosos de la historia.

5. C. Cid, M.Riu: Historia de las Religiones, Barcelona, Ramón Sopena S. A 1995 (Página 286)

Otro producto muy elevado de la especulación teológica-filosófica fue el concepto de Logos palabra griega que significa “palabra” pero que en ese pueblo tenía un significado más profundo, como idea de la palabra de lo omnipotente, lo creador, lo relacionado con el pensamiento divino. Salvando diferencias no es muy diferente a la concepción que nosotros podamos tener del verbo divino. Desgraciadamente el logos fue atribuido a varios dioses como Plutón y Hermes, luego paso a ser adorado como una divinidad personal y en manos de malos intelectuales como Gorgias6, degenero hasta convertirse en una clase de poder supersticioso, mágico a disposición de todo que asimilara los ejercicios de su escuela y aplicara rutinariamente los ejercicios externos.

Georgias era un sofista, es decir un falso filósofo, que no creía en la religión, ni en la verdad, y que enseñaba a vivir de palabrería. (Los sofistas causaron gran daño a la filosofía y a la religión y sus teorías fueron particularmente nocivas para el agnosticismo y el relativismo de Protágoras.)7 pero no tardaron los pensadores serios reaccionar que depuraron la filosofía y exaltaron el sentimiento religioso de los antepasados; pero pecaron en exceso dándole demasiada importancia a lo antropomorfo de los dioses de las ciudades, que no tardaron en crearse partidos ligados a la política. El más triste evento fue la condena de Sócrates por el impío, cuando paradójicamente fue el primer moralista de Grecia.

El periodo inmediatamente siguiente comienza a principios del siglo iv, la decadencia del pensamiento griego, a pesar de sus grandes aportes, continuo hasta el agotamiento del mundo helénico. Se ha escrito muy acertadamente que

“hay páginas de Platón (por ejemplo en la República y Gorgias) que emanan lágrimas y sangre, y también se insertan a las claras en obras de carácter objetivo, con la magia de un estilo que parece

reflejar una serenidad sobrehumana. Así, también en ese periodo, el arte deja grabada una profunda tristeza en las estatuas de los dioses. Los artistas no se contentan con reproducir tipos

admirables de belleza; quieren figuras vivas, no inmóviles y misteriosas, sino en acción, animadas de sentimientos, llenas de voluntad y de energía. Hasta para estos dioses parece que la vida es

lucha”8

Religión y política: La religión griega cuando ya está desarrollada se trata de una relación de amor entre hombres y dioses, adoración y confianza por parte de los primeros, protección por los segundos. Esto en cuanto al hombre en general, no como individuo, pero el hombre vive en sociedad, esto explicarías las relaciones de la religión y el estado. Grecia ofrece en este aspecto un equilibrio, ninguna interfiere en la otra, ni una domina a la otra, más bien se apoyan mutuamente. La religión confortaba los corazones de los ciudadanos y ofrecía una guía para la buena moral el estado nunca competía con esto, por lo contrario lo avalaba y hacia todo lo que era necesario para el mejoramiento de los ciudades en materia de moral y de sus virtudes, incluso si eran cívicas. Las cualidad de la raza, desino del pueblo y la ciudad también estaban ligadas a la religión, en los templos eran adorados y favorecidos sin someterse a la teocracia del sacerdote.

La religión se vio tan poco afectada por las disputas políticas, que cuando un partido político ganaba al otro, nunca sometieron u obligaron a los débiles o pequeños a adorar a sus dioses, que a veces eran sede de oráculos o templos famosos que recibían la venida de los más fuertes, o

6. Gorgias de Leontinos (en griego Γοργίας) (485 a. C.-380 a. C.) Filósofo del período antropológico de la Filosofía griega.

7. C. Cid, M.Riu: Historia de las Religiones, Barcelona, Ramón Sopena S. A 1995 (Página 286)8. C. Cid, M.Riu: Historia de las Religiones, Barcelona, Ramón Sopena S. A 1995 (Página 287)

incluso de todos los pueblos helénicos, sin que en ello contara la conquista ni los más antagónicos intereses mundanos.

Desde luego la religión era oficial en Grecia, pues la impiedad significaba el peor de los males y el causante de los demás, al considerarse la ciudad-polis- como una gran familia, el templo era el centro común para ofrendas y sacrificios de toda la colectividad, como ampliar domestico del altar familiar privado. Cuando una sociedad se desplazaba para colonizar, o montar una nueva comunidad se llevaba reliquias de la ciudad para montar su propio templo, regido por edénicas leyendas sagradas y obligado a la observación de los mismos ritos. Estas colonias tenían tantas libertades que casi eran consideradas estados, pero estaba sujetas, en todas las acciones del exterior al que les dio origen, sin embargo la unión más fuertemente marcada era la del culto religioso que unía a las regiones helénicas.

La religión llego frecuentemente al gobierno –casos concretos el de los Pitagóricos en Magna Grecia, o el de las utopías en su tratado de la Republica.- Sin embargo los gobernantes no eran sacerdotes, se buscaba a un hombre piadoso, pero el factor religioso en la política nunca interfería imponiendo un programa propio para favorecer a unos pocos y perjuicio de la mayoría, sino infundiendo, en el alma de los elegidos para gobierno, la bondad, rectitud, virtud y espíritu de justicia necesarios para gobernar cualquier grupo de personas.

Hay que reconocer que algunas veces la religión fue manipulada por un grupo reducido –oligarquías- que se apoderaban de negocios públicos. Algunas personas se ponían frente a una secta no porque creyera en ella si no por hacerse simpatizante de la numerosa secta, encontrando apoyo y explotando su piedad; Otras veces las numerosas religiones solo buscaban justificar o consolidad la llegada al poder de un mal camino, a veces incluso mediante el crimen. La elevación de templos fastuosos y ricas estatuas, o ritos especulares, no eran más que formas propagandísticas para impresionar y distraer al pueblo. Para ellos se recurría a las máximas expresiones artísticas. Pero todo esto no fue la regla si no una excepción, no se aceptaba como estado de derecho divino, ni cómo religión politiquera, sino como una transgresión pasajera que terminaba muy mal, trágicamente devorada por la necesidades que generaba.

Ciertos santuarios como el de Delfos, Olimpia, Eleusis y otros eran verdaderos centro de propaganda política, pero cono con el concepto que los entendemos ahora. La idea es más clara si entendemos en concepto primitivo de “política”, derivada de polis (pueblo, ciudad, organizado). Era el lazo espiritual de todos los griegos, desunidos y administrados en pequeños estados, la expresión de sentido nacional y la postrera confianza en momentos trágicos estuvieron por arruinar por siempre no solo Grecia, si no también toda la cavilación occidental, cómo sucedió en las guerras Medicas o en la invasión persa. El templo más famoso fue el de Delfos, que unifico pensamiento y pensamiento religioso y nacionales panhelénicas.

El panteón

Los griegos toman de base el antiguo mundo micénico, el panteón heredado de ésta civilización aparece articulado como politeísmo organizado, funcional y personal, los registros más antiguos se encuentra en La Ilíada y La Odisea de Homero y La Tegonía de Hesíodo.

Los dioses que no son más que simples cultura micénica, cuando aparecen en los poemas de homero ya son figuras perfectas, antropomorfas y diferenciadas, y ocupan una funcionalidad delimitada. Ya en La Ilíada9 se establece un reparto del cosmos, Zeus que gobierna los cielos, Hades los infiernos y Poseído los mares. El panteón principal está compuesto por: Zeus, Poseidón, Hades, Hera, Artemisa, Atenea, Apolo y Hermes, a los que se les añade, Deméter, Ares, Afrodita, Hefesto y Hestia, cuya importancia varía según la ciudad. Estás divinidades, de acuerdo con el relato que nos ofrece Hesíodo, no gozan de la cualidad de ser eternas, sino que nacen de otras figuras, de modo que el mundo divino, al desarrollarse por vía generacional, aparece sobre la existencia humana. En el relato mitológico se sitúa primero a Gea, la tierra, Caos, el vacío indefinible, Eros, el principio de la misma generación y el tártaro, lugar donde irán a parar las sombras y luego las almas de quienes hayan cometido crímenes horribles, Gea lo es todo, los mares, los montes, los ríos, y de su unión con Urano, un hijo que ella misma ha engendrado, nace la primera generación de divinidades, los titanes. Cronos el titán más joven castra a su padre Urano y de su unión con Rea, su hermana, nace la segunda generación de divinidades; Hestia, Deméter, Hera, Hades, Poseidón y Zeus. Cronos ante el temor de ser destronado se come a todos sus hijos, a excepción de Zeus quien es salvado por Rea. Éste consigue destronar a su padre, después de una gran lucha. De la unión de Zeus con Latona nacen los dioses de tercera generación como Artemisa y Apolo. Este modelo generacional es probablemente descendencia de los micénicos, los micénicos nobles también tenían una peculiar división dinástica.

En este universo sin rastros de una antropogonía, más que alguna transmisión local, Zeus es el que domina a los dioses y hombres, garante del orden y la justicia, lo cual lo muestra el origen de nombre indoeuropeo10, En el especio contralado por Zeus actúan los demás dioses dentro de sus competencias, aunque a veces pueden traspasar estos límites. Así Hera, esposa de Zeus que tiene el papel de la mujer tiene a su lado a Deméter, que hace el papel de madre, pero también es la que les enseño a los hombres a cultivar cereales. A ellas debe unírseles Afrodita, la cual ya en La Ilíada aparece como la diosa del amor y la seducción, Artemisa la diosa virgen por excelencia, las ofrendas de cuando una muchacha pasa a la adolescencia van para ella, así mismo como la de la mujer ante de penetrar en la casa de su marido, Atenea como protectora de lo femenino como el tejido y la elaboración del pan, Apolo, por su parte se ocupa del género masculino, al que pertenecen los jóvenes hasta que lleguen a la edad adulta y entran a pertenecer a la sociedad, pero no sólo eso, Apolo también era el dios al que se le consagraba la poesía y la adivinanza, dos polos fundamentales en la sociedad griega, la poesía como medio de transmisión mitológica y la adivinación guía en los momentos de crisis, tanto individuales como colectivos. Con la adivinación está relacionada la iátrica (arte de curación) el dios con su poder cura, sana reintegra al hombre, y elimina la enfermedad producto de alguna transgresión humana contra el propio orden cósmico. Debemos anotar que no solo existió el oráculo a Apolo en Delfos, sino que también hubieron encomendados a otras deidades como el de Zeus en Dodona y el de Deméter en Patrás. Las actividades artesanales no estaban solo encomendadas a Hefesto, sino que también a Atena,

9. La Ilíada XV, 189 -19310. G. Filoramo, M. Massenzo, M. Raveri, P. Scarpi: Historia de las Religiones, Barcelona, Crítica S.L. 2000 (Capitulo IV,3)

diosa de la guerra, de astuta inteligencia, hija de Zeus. Cierran este cuadro dos dioses que trabajan en un sector donde ningún otro lo hace, Hermes hijo de Zeus y la ninfa Maya, un dios de transgresión, mensajero de dioses, vive en constante viaje entre los cielos, la tierra e infiernos. Y Dionisio hijo también de Zeus y la mortal Sémele, también relacionado con la transgresión, es el dios de la transformación, de intercambios culturales y sociales. Disfrutan de un culto exótico, esto se representaba en las máscaras que llevan en obras de teatro que hacían en su honor.

Posteriormente se consolidan en ciudades, en templos, los dioses penetran en la sociedad y ahora comparten la vida con los hombres, los cuales ayudan a mantener el equilibrio.

Los Héroes

A veces semidioses, a veces hombres, mantienen una constante comunicación con los dioses y los hombres, estos ocupan un estatuto propio en el politeísmo griego, aunque también pueden asimilarse como héroes culturales (sobrehumanos) que cumplen la funcione la función de fundar instituciones, formas de vida material y cultural, sin embargo dada su morfología los héroes griegos no se pueden limitar a esta única categoría histórico-religiosa. Además de su gran participación en mitos, incluso mayor a la de los dioses dificulta la reconstrucción del panorama heroico. Para Hesíodo11 los héroes eran semidioses que estuvieron anteriores a los hombres y nunca se relacionaron con estos. Para Píndaro12 los héroes simplemente se sitiaban entre dioses y hombres. Para platón13 se situaban tras dioses y demonios e inmediatamente antes de los hombres.

A diferencia de los dioses que son eternos, los héroes como mortales que son están destinados a morir, adoptan muchas veces el pasado míticos (seres sobrehumanos) convirtiéndose n en fundadores de familias nobles de la época arcaica que aún conservan funciones religiosas. Aunque muchas veces podían cumplir funciones análogas a la de los dioses, cómo fundar un oráculo, curar o instruir en cultos o costumbres, la gran diferencia reside en la relación de estos con la muerte, por eso el culto a estos era fúnebre, se celebraba sobre la tumba que albergaba su cuerpo. Por otra parte se puede distinguir una permuta entre la funcionalidad de héroes y dioses, en especial en cultos locales. Los héroes casi nunca eran transformados en dioses, a excepción de Hércules el modelo perfecto de héroe, el cual sobrepasa la vida terrenal y puede llegar al olimpo, transformándolo en dios.

El marco de acciones heroicas es generalmente en la Grecia arcaica, en la cronología de griega la época heroica se sitúa entre el siglo XVI y XIII, en el momento cuando florece la civilización micénica, excavaciones arqueológicas han revelado tumbas alrededor del siglo VII en la que la sociedad micénica construían sus ciudades alrededor. Para los griegos era el “tiempo de héroes” un tiempo mitológico anterior al presente el cual había delegado el su orden, fundamento y estabilidad para la vida actual. Está dividida en ciclos como la argonáutico, el tebano y el troyano, las grandes hazañas heroicas aparece distribuidas en dos generaciones, por una parte: “los hombres héroes, que aparecieron en épocas anteriores”14, como Teseo, Jasón y Hércules, y por otra los del circulo troyano. Los de la “primera generación” estos se configuran esencialmente

11. Hesíodo, Los trabajos y los días, 156-16012. Píndaro, Olímpica, I, 1-213. Platón, Cratilo, 397C-399C14. Homero, Odisea, XI, 628-631

como jóvenes en busca de su esposa. Esto es visto como una representación del paso del joven a hombre que en Grecia cumplía con ciertas competencias. La relación del héroe con la muerte y la agonística parece ser que también participaba en los ritos de paso joven adulto, como una representación de la muerte el que se inicia. Está compleja morfología heroica además del carácter de las familias aristócratas iba en contra del carácter de la democracia que adoptaron las ciudades. Sin embargo, podemos ver cómo está la tumba de un héroe en el centro y la ciudad se funda alrededor, esperando ser protegida, es un modo de integración del héroe. No obstante en los mitos como de Teseo, Hércules o Edipo se puede apreciar que ellos difícilmente podrían encajar en una sociedad totalmente igualitaria.

Sobrevaloración del Mito

En Grecia dominaba “la palabra creadora y fundadora” que guio el desarrollo histórico de su cultura y su civilización cuyos depositarios divinos eran los poetas. Utilizando nuestro leguaje convencional para designar “relato fantástico “y adoptado convencionalmente para indicar pueblos con trasmisión tanto oral como escrita, el mythos (mito) en la época arcaica no era más que el relato. Trasmitido oralmente, como relato tradicional, para ser considerado mito tenía que ser reconocido colectivamente, esto de cierto modo establecía su ortodoxia. Antes de los escritos, los poemas homéricos eran trasmitidos oralmente y si bien los poetas eran especialistas a los que debían recitarlos, el lenguaje del mito era la poesía. El mito debe ser trasmitido con sabiduría, poniendo música en las palabras, como decía Alcino, el rey de los feacios, en la Odisea15. Considerado como historia el mito funda y legitima la presente el presente de los griegos, junto con las artes visuales el mito ayudo al proceso antropomorfización de los dioses. A pesar de las variantes y la cristalización que sufre el mito es de vital importancia para la reconstrucción de una sociedad políticamente fragmentada. Las verdaderas protagonistas del mito son las “acciones” cómo la de Gea y Urano que moldean al mundo, y la acción de loa héroes en los que se puede encontrar una guía de conducta política, cultural e ideológicas del universo humano. No obstantes estás acciones del pasado pudieron ser horrendas y sanguinarios. Pero es ahí donde está su carácter de irrepetible, una garantía de conservar el orden presente. Relegadas al tiempo de antes, el tiempo del mito al que se le transfirieron todas las culpas, esas historias contribuyeron a la formación de la realidad, consolidándola y haciéndola inmutable.

Esta mitología variada y compleja, a veces contradictoria jamás fue consolidada ni unificada en un texto oficial, ni por ninguna ortodoxia. A lo sumo se considera que las ciudades lo adoptaron para satisfacer opciones políticas o ideológicas, mientras que en la época arcaica era usado por la aristocracia. En el momento en que aparece en Grecia la democracia el mito solo es usado como medio de extorción para el fantasma de la tiranía, enraizado en la aristocracia para alejar precisamente el modelo heroico que este proponía. Esta nueva actitud va acompañada de un reinterpretación del mito, fueron los filósofos jonios los primeros en discutir sobre una reinterpretación natural de éste. Unos discutían el antropomorfismo de los dioses. Nadie renegaba del mito, pero sentían la necesidad de pensarlo y reinterpretarlo porque ya no era una guía tan eficaz. Con el declive de la ciudad la crítica se volvió mucho más severa, afirmando que era un pretexto para liberar al hombre de la brutalidad de una existencia ferina, y negar así mismo la existencia de los dioses, creados por la astucia de un hombre sabio. Finalmente Platón llego a

15. Homero, Odiosea ( XI, 367-368)

desterrar a los mitos y los poetas, porque según este entorpecían el proceso de pensar, y podían inducir a los jóvenes a cometer el mal.

Culto

Si los dioses y los héroes ocupaban el mundo del mito, el hombre se encargaba de la realidad histórica que controlaba a través del acto del ritual. Esto permitía conservar el presente y resolver las constantes crisis a las que estaba sometido el ser humano. En la época arcaica el culto solo se representaba en sacrificios cruento dedicado a los dioses que representaba un momento institucional dedicado al dialogo con ellos, así mismo parece haber pocos lugares de culto. Con la creación de las ciudades los dioses y héroes se hacían ciudadanos y estos debían cuidar y proteger a la ciudad, sus habitantes y la cultura. El rito representado de esta manera es algo simplemente humano que busca crear y reformar la cívica colectiva. Un momento fugaz que agotaba el espacio y tiempo de su celebración, busca sancionar y reestablecer las relaciones del hombre y los dioses.

Sacrificio

Desenlace obligatorio de toda acción ritual que buscaba reproducir la acción primordial del titán Prometeo que dio por último la separación entre dioses y hombres, al unir provisionalmente ambos universos, renovaba en termino aquella antigua división. En el mundo griego se celebraba dos tipos de sacrificios, una era el enágisma el cual iba destinada a héroes, dioses menores y difuntos, el rito consistía en quemar completamente un animal de pelaje oscuro; el otro thysía, dedicado a los dioses, consistía en quemar la parte les correspondía a los dioses, los huesos y la grasa, esto era de un animal blanco, y la carne se repartía entre los participantes por orden jerárquico.

Los misterios

Designados frecuentemente con el término teleté, que significa “la conclusión”, aunque comúnmente traducido “iniciación” no constituían categoría diferente a los diferentes cultos, no se oponía ni competía con el olímpico. Se trataba de un conjunto de ceremonias y celebraciones que formaban parte del propio sistema de culto, incluye el día festivo, estaban destinados a las deidades del panteón, en Atenas que era a Deméter y Core, la “madre” y la “hija” pero también entregado a los hombres cereales y los misterios, y la señora de los infiernos. Los misterios también gozaban de competencias cómo los olímpicos, pero lo que los diferenciaba de estos sobre todo era su finalidad, la importancia del destino del hombre. Aunque es posible que los cultos tuvieran un carácter iniciático tipo aristotélico, hasta que Eleusis el cuerpo sacerdotal procedía de las antiguas ciudades de Eumólpidas y los Céricos, cuando se convierten en un evento público destinado a la integración del hombre en una realidad cultural cívica, liberándolo del hecho de ser engendrado por la familia e integrarlo en la dimensión política. Esta integración también afectaba el destino ultra humano del hombre dado que está situación lo pone en privilegio en el Más Allá si es participe de los ritos sagrados.

Había numeroso cultos mistéricos distribuidos por toda Grecia. Eran famosos los de los Grandes Dioses en Samotracia, los de Dionisio en Tenedos, los de los Grandes Dioses en Andania y en Megapolis, y los de Hera en Argos. Pero el modelo por excelencia era los misterios en honor a Deméter y Core celebrados en Eleusis, una ciudad a pocos metros de Atenas, en los que cada año en el mes de boedromión, a comienzos de otoño, los atenienses se dirigían en una procesión solemne. Se trataba de una celebración en el calendario festivo ateniense sometida a la jurisdicción del arconte rey, y era de carácter panhelénico exigua la suspensión de cualquier actividad bélica en toda Grecia. Todo el pueblo estaba invitado a la celebración e inician siempre y cuando se comprometiera a no decir nada de lo que había visto en las celebraciones que hubiese participado. Este secreto estaba proclamado por el mito de fundación narrada en el himno Homérico a Deméter, pero resulta difícil saber en qué consistía y quizá no había algo realmente relevante.

Cualquiera que fuera la naturaleza de este secreto servía como fuerza centrípeta que competía a los ciudadanos para reafirmar su unión e identidad. Pero cuando la trayectoria política ateniense empieza su declive, se proclamaba la perspectiva escatológica, donde apunta al mito de fundación donde se proclamaba la “beatitud” de cuantos hubieras asistido a los ritos, y se orientaron en una dirección ultra humana que se fue desvinculando de Atenas para convertirse en un rito más universal.

Ciclo festivo

Los ritos dentro de la ciudad se inscribían dentro de un calendario festivo lo cual permitía controlar en tiempo ligado al orden. Las diferentes manifestaciones del culto tenían por objeto celebrar toda manifestación del hombre. De ahí que no existe solo la thysía que estaba destinada a la organización del cosmos, también existen los misterios. Asimismo, la agonística, donde aparecen huellas más específicas de cultos antiguos, estaba caracterizado por las competencias. Muchos de estas competencias estaban vinculadas a dioses en específico, por ejemplo los juegos olímpicos a Zeus o los juegos ístmicos a Poseidón, adoptaron un carácter panhelénico por eso durante de estas celebraciones se declaraba una “tregua santa” en todas las ciudades de Grecia. Además del dios también la celebración se consagraba a un héroe, probablemente al que la fundo, y que le servía de ejemplo al vencedor. También las representaciones dramáticas, expresión característica de la ciudad de Atenas de notoria índole competitiva, formaban parte del culto del ciclo festivo celebrado a Dionisio.

Los Oráculos

Una forma típica del culto griego, que como cómo toda clase de adivinación estaba bajo tutela de Apolo. Los oráculos, cómo toda clase de adivinación griega buscaba indicar cuales eran las vías y formas para reducir dentro de la “normal” episodios críticos limitados y críticos, cuando los modelos normativos habituales no funcionaban. De ahí que los cultos tuvieran carácter local, pero su fama llego a traspasar los límites. El oráculo más famoso era el que estaba en Delfos en honor a Apolo, pero también gozaba de fama el de Dodona dedicado a Zeus, los héroes también visitaban

los oráculos como una expreses ion cultural. Similar a la función de los oráculos, adivinación concreta limitada a situaciones de crisis, estaba la iantromántica16, cuyo modelo por excelencia era el oráculo de incubatio17 de Asclepio, en Epidauro. La enfermedad como cualquier otra situación crítica representaba alguna alteración al orden del cosmos lo cual causaba que el hombre perdiera su condición natural de pureza. El oráculo entonces se convertía en un instrumento mediante que, una purificación preliminar, restituya al consultante a su condición originaria, abriendo el espacio de los hombres para la intervención de los dioses.

Religión en la ciudad

Cuando las ciudades se consolidan, los privilegios de la aristocracia se van perdiendo, la noción del ciudadano es la que prevalece sobre la identidad étnica y cultural, dispuesta a resurgir no obstante en los enfrentamientos con los barbaros representados por Persia. Se crea un nuevo vínculo territorial que supera al familiar. Los dioses y héroes también se ven afectados de manera cívico política. Los dioses y héroes son introducidos a la ciudad compartiendo el espacio con los ciudadanos. La complejidad del panteón respondía a la necesidad de la ciudad, así mismo el individuo reconocía una única fuente capaz de responder sus necesidades, también las jerarquías de las ciudades se reflejaban y tenían su poder en las jerarquías divinas para obtener su legitimidad. Todos los dioses actuaban bajo una competencia concreta donde hallaban su límite y que constituía un límite para las demás deidades, de ahí que en una situación socialmente importante no se dejara sólo a la jurisdicción de un solo dios, si bien que los dioses se integraban al tejido social las celebraciones culturales se van tornando en la única mediadora entre el mundo humano y divino. Las celebraciones festivas e incluso el mito quedaban sometidos al criterio de la sociedad que los controlaban por medio de los magistrados.

Las ciudades disfrutaban de su propia autonomía religiosa, tenían su propio calendario festivo divinidad tutelar y propios cultos. Las fiestas muchas veces coincidan en su nombre, los dioses eran siempre los mismos y las ciudades enviaban sus delegados para asistir a fiestas de otras ciudades, así se conserva el sentido de una religión étnica pero en un sentido más cívico. Las celebraciones se fueron tornando cada vez más públicas y fueron perdiendo algunas de ellas sus sentido aristocrático, así las celebraciones controladas por los magistrados, cómo los misterios en Atenas donde el teatro se transformó, buscaban esencial unificar la unidad cívica de los ciudadanos. Estás formas de crisis escénicas introducidas de forma temporal en el corazón de la ciudad mediante dramas de las familias de los héroes irrepetibles en el presente y relegados en el pasado mítico. En estos episodios de transgresión la muerte se eleva cívicamente como un acto en el que los ciudadanos pueden encontrar respuestas.

Se comprende entonces que la función sacerdotal no fuera nunca, o casi nunca, una elección personal, sino un cargo público, el cual era elegido por los ciudadanos y que servida de mediador entre los dioses y los hombres, sin embargo el sacerdote preside de los sacrificios públicos y no es su ejecutor material

16. O adivinación médica. El consultante se dirigía al oráculo para hallar una respuesta a sus trastornos físicos

17. Llamado así porque el consultante pasaba la noche en el templo y recibía durante el sueño la visita o el mensaje del dios

Bibliografía:

- C. Cid, M. Riu, Historia de las Religiones. Barcelona, Editorial Ramón Sopena S. A .1995

- G. Filoramo, M. Massenzo, M. Raveri, P. Scarpi, Historia de las Religiones. Barceloma Crítica S.L. 2000

Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín

Teorías de la Historia e Historiografía

Religión en la Antigua Grecia

Presentado por:

Yeferson Jaramillo Ochoa

08/04/2015


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