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LA LIBERTAD ENTRE EL AMOR Y LA VIDA

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LA LIBERTAD ENTRE

EL AMOR Y LA VIDA

Reinaldo Chirinos

Reinaldo Chirinos

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Reinaldo Chirinos

LA LIBERTAD: ENTRE EL AMOR Y

LA VIDA

Santa Inés, marzo 2014

Reinaldo Chirinos

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INDICE

EPIGRAFE .....................................................................................................8 ORACIÓN PARUPANA .............................................................................. 11 REFLEXIÓN ................................................................................................ 14 HAGAMOS EL AMOR ................................................................................ 15 CANTO AL RIO TOCUYO ......................................................................... 18 SOY EL VIENTO ......................................................................................... 20 HOY HE VUELTO....................................................................................... 22 ENSOÑACIÓN ............................................................................................. 24 OH TIEMPO! ............................................................................................... 25 DELIRIO ...................................................................................................... 26 UN CANTO A LAS MADRES ..................................................................... 27 LA MITOLOGÍA DEL TIEMPO ................................................................ 29 CANTO A LA LIBERTAD .......................................................................... 31 LIBERTAD ................................................................................................... 34 HUELLAS DE LIBERTAD .......................................................................... 36 CANTO A LA BANDERA ........................................................................... 39 PATRIA ........................................................................................................ 41 LA VIDA....................................................................................................... 42 REMINISCENCIA ....................................................................................... 44 INFINITO ..................................................................................................... 45 ESPERANZA................................................................................................ 46 SOBREVIVENCIA....................................................................................... 47 FUEGO ......................................................................................................... 48 FANTACÍA .................................................................................................. 49 COMPRENSIÓN .......................................................................................... 50 TUS MANOS EN LAS MÍAS ....................................................................... 51 ENAMORADO (coplas) ............................................................................... 52 EL PRIMER BESO ...................................................................................... 54 SE HIZO LA PALABRA VERBO ............................................................... 55 CONCIERTO DE ESTRELLAS .................................................................. 56 PRIMAVERA ............................................................................................... 57 CUANDO TÚ QUIERAS .............................................................................. 58 TENGO EN EL ALMA ................................................................................ 60 DESTINO ..................................................................................................... 62 DESPEDIDA................................................................................................. 63

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EPIGRAFE La libertad entre el amor y la vida es la búsqueda

insistente de lo intangible, oculto entre los recovecos que donan la irresistible naturaleza del amor y la vida. Es el inagotable transitar por los caminos que circundan el rutinario andar y desandar en el danzario accionar de la vida, entre las múltiples circunstancias que engendran necesidades vitales, que ameritan encontrar la vía expedita para la satisfacción, donde se impone necesariamente el fortuito encuentro libertario, que desde el amor se aviva con fuerza para concebir los cimientos de la vida. Al hablar del encuentro con la libertad, realmente estaríamos sobre la fachada de un terreno utópico, tal vez hasta irreal, porque, cómo saber, si cuando nos sentimos satisfechos o felices, por nuestros logros, somos libres o prisioneros de nuestra propia satisfacción? Incluso, por la propia naturaleza de la satisfacción misma. Por eso, la que rebasa sutilezas y asperezas, que debemos encontrar entre lo intangible del amor y la vida. Al ponerme a escribir este poemario, me he planteado esa búsqueda en lo imperceptible, desde la vida envuelta en el paisaje y la rutina del ambiente que conforman el hábitat universal, para explorar los espacios cósmicos, donde las fronteras no existen, donde las ideas deben volar en versos sin que sean retenidos por la iniquidad humana, para que los pensamientos sean diluidos por la inmensidad del Universo y se conviertan ¡Es que vivimos en un mundo esclavizado a su propia moral! “La moral” que nos imponen el capital y la religión para ahogarnos el espíritu en la perversas aguas de la opresión, y para encerrarnos en las fanáticas mazmorras

Reinaldo Chirinos

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de la inopia. ¡También allí, se avasalla el espíritu de la libertad!.. Y con pasmosa hipocresía nos hacen creer que somos libres y como autómatas GRITAMOS: ¡Somos libres!... Mientras nos hundimos en las tinieblas de “la moral”, si para mí, la moral no es otra cosa que sometimiento y humillación. Entonces es aquí cuando mi esencia humana no soporta lo absurdo y el espíritu se desboca y con rabia, por amor y por la vida, he de gritar ante el mundo: ¡Hasta cuando el cuerpo oprime al espíritu! Y ¡La sociedad oprime la esencia humana! Y echo mi canto libre para que tremole, como flamean las banderas del soberano que ha resuelto luchar para alcanzar su libertad, y se diluyan con la energía del infinito, como alborada fresca de los libres. La libertad debe ser el santuario de los inconformes como yo y como muchos o tal vez algunos pocos de los que leen estas necias líneas, que nos sentimos oprimidos por “la moral”, porque la libertad es el imperio de las leyes (aunque estas opriman), porque no hay libertad tangible. Tal vez pretendamos ser libres, en medio de la más relativa ilusión. Bien, vamos. Los invito a seguir los atajos de estos versos que me han acompañado en la soledad y en la esperanza, para ir tras la libertad entre la vida y el amor, en el, paisaje, en el agua fresca, en el viento arrebatador, en el dolor de los seres vivos en este valle de lágrimas, en el sentir de la misma tierra, en la naturaleza golpeada por el ser humano que se empeña en buscar la falsa libertad en el dinero, a expensa de la vida de los demás seres y de la de él mismo: en las entrañas de la patria bañada por la sangre de los héroes, en la frustración y en los triunfos de las luchas del glorioso pueblo. En la propia presencia aún ausente,


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entre el hombre y la mujer el anciano abandonado, el niño de la calle, el mendigo que aún duerme sin alimentarse, sin cobijo en su cuerpo con el sentimiento macro en lo profundo del alma. Que pasea sus penas y pavores por la senda del calvario social, que le imputa la misma sociedad plagada de vicios, de desgracias y anacronismos morales, razón por la que me he declarado rebelde con causa, contra la “moral” de la sociedad ilusa y de paso injusta. He aquí para exponer mi humilde esencia

Santa Inés abril de 2010

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ORACIÓN PARUPANA (Por la vida)

¡Yo imploro! A los dioses de mis ancestros Los que aún se aposentan En portales y monumentos De la fila Parupana. Que como mudos guardianes velan Su eterno desvelo Que deambula por la montaña, La que fue para ellos y es para nosotros, hoy La tierra heredada

¡Yo imploro! Al espíritu rebelde

Que contradice la maldad, Los que cuidan en silencio

Para cubrirse en el murmullo Que confunde la canción

Que entona con orgullo El eco que se transforma en oración, Que cruza sobre la estepa preciosa;

Desde la colina hasta el arroyo, Desde la arista hasta la choza,

Donde se oye la melodía Del cantar de los cantares,

Reinaldo Chirinos

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En el trinar de las aves

Copiosa sinfonía Que es el canto de mis padres

¡Parupano! ¡Parupano! ¡Parupano!

Yo imploro! Por el dolor que sufre el árbol Cuando el hombre lo depreda, Que para el árbol, no es tan cruel, Morir porque lo matan, Si no, para el hombre, que es aquel Quien se desploma y pierde la vida En cada golpe del hacha. Cuando la tierra sufre con rigor, Cuando la brisa ya no encuentra los

escollos, Que fresca y tierna acostumbra besar Cuando se siente abrazada por el cándido sol. Y pisada, sin clemencia, por los seres sin amor


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REFLEXIÓN (Para la vida)

Y, ¿Quién dijo? ¡Perfecto!

¿Equivocación? Perfección del humano

¡Sí! Confieso que me equivoqué una vez. Pero luego me volví a equivocar…

¿Tantas veces me equivoqué? ¡Oh divino creador!

Gracias por haberme permitido Tanta y tan reiterada equivocación

¡Al fin! Entendí, Porqué, debo mi hechura A tu imagen y semejanza

¡Creador! Entendí por fin..!

Que sólo fui Procreado por mis padres.

Pues, al fin entiendo… Que soy humano.

Y todo a mí alrededor Es…

¿Perfecto? Tal vez… real.

Reinaldo Chirinos

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HAGAMOS EL AMOR (Por la vida y el amor)

I Amor: Benigno,

Querido, Sufrido,

Amado Sólo ama quien es bueno

Honesto y honrado. Ama quien no se jacta,

Quien no es rudo, Respeta

Y no juega con trampa, ni engaña. Ni el que se embriaga con la obscenidad

II Amar es querer al prójimo

Defender la tierra, Al ambiente a la humanidad y rechazar

la guerra III

Ama quien arrostra la realidad Y destierra del corazón la maldad

El rencor y la intriga Y se convierte en templo de alegría para

la vida IV


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El que lucha por la justicia Y dignifica la verdad

Y por los semejantes ofrece su lealtad Con dispuesta libertad.

V Cree en el amor Quien aprende

A vivir en la vida haciendo el amor, El que todo lo sufre

Lo espera y lo soporta; Lo cree

Con sobrada razón Sin envidia ni egoísmo,

Ni resentimientos. VI

Se ama cuando hay aliento seguro Y se percibe el dolor ajeno

Como de uno mismo Haciéndolo propio

Sin que vaya por lo suyo El interés por medio

Porque amor es Para el prójimo remedio.

VII ¡Tomémonos de las manos!

El mundo entero, somos hermanos

Reinaldo Chirinos

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¡Hagamos el Amor! Todo pasará

Todo terminará Pero el Amor ¡jamás!


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CANTO AL RIO TOCUYO (Para la vida y por la esperanza de tener un

rio con suficiente agua para que naveguen las mágicas palabras del amor, que inspira la

poesía)

¡Oh Tocuyo, Tocuyo Soy! Quiero en tus aguas bañarme yo;

Rio de historias escondidas De recónditas hazañas;

Tus aguas que aún dan vida Bañan con pudor mi tierra, sus entrañas.

Tus riveras lacias con dolor me convidan;

Tu paciente murmullo Viejo Abnegado Tocuyo,

Fiel andante sin dar descanso A la obsoleta rutina,

Con tu bramar menudo Me invitas a seguir tus aguas fugitivas Hasta confundirte en el azul vaivén,

desnudo Donde las olas te reciben altivas

Con fraternos abrazos del mar profundo. Sincero en tu transitar, viejo rio,

Ligero en remembrar tu ancestral andanza

Reinaldo Chirinos

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Colmando la arena de agua y de frío;

De sol caluroso, y al hombre: la esperanza,

Ocultando en tus riscos, tu danzar sombrío

Cuando das tu cause a la vida y la semblanza

Que del cielo se desprende la nube mansa;

En silencio tus tristezas murmuran, tus puentes

Donde se añoran los tiempos de la vieja balsa

Que cruzó tus aguas, tu animado ambiente

Hoy vuelvo tristes mis ojos desde una ladera franca

Para imaginar tu vida joven y siendo grande

¡Oh Tocuyo, Tocuyo Soy! Con tus aguas quiero bañar mi cuerpo,

Calmar mi angustia, calmar mi sed ! Es que ya te veo chico! ¡Oh tocuyo, Tocuyo soy!


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SOY EL VIENTO

(Para amar la naturaleza y querer la vida)

¡Soy el viento! Padre de la tormenta y el huracán

Soy el Dios que tus ancestros Adoraron con respeto

El que arrebata violento. El que besa la selva

Que acaricia los llanos y praderas; Que juguetea entre valles y ensenadas.

El que abraza los fríos picos. Soy el que golpea la piedra

Cuando me embarga la rabia Cuando la inconsciencia humana

Arrebata y depreda Soy quien navega en los ríos

Y sobre mi levantan las garzas sus alas El águila y el cóndor,

Mi fuerza sublime hace a las aves Del cielo sus dueños.

Sin mí, no hay pureza; Me aposento en los mares sin descansar

Reinaldo Chirinos

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Para navegar los océanos y recorro los continentes

Con mi veloz carrera; Soy quien cabalga el mundo

Cual jinete vagabundo Sobre los lomos del tiempo y en el vivir

profundo ¡Soy el viento!


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HOY HE VUELTO (Por el amor)

Hoy he vuelto De donde nunca yo he ido.

He vuelto al mundo Que nunca abandoné.

He venido desde los limbos Que aún ni siquiera existen.

Vuelvo de nuevo a vivir contigo Para sentir el vibrar de tu voz,

Fresca como el agua del manantial Que calma mi sed;

Para sentir el aletear de los pájaros Cuando pasas bajo el árbol

Donde una vez sentimos el huracán del amor.

Yo hoy he vuelto con mi presencia, A donde nunca me he ausentado;

He venido a sentir el sonido musical del viento

Cuando acompaña con sus notas armoniosas

Algún canto que tu voz modula.

Reinaldo Chirinos

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He venido a sentir tu aliento de remembranzas,

De inmensos recuerdos y dulces pasiones. De nuevo he vuelto a sentir las ilusiones

Que dona la pasión de amar. Vengo a sentir tu calor,

Vengo a brindarte amor, Quiero quitarme el frío

De mi ausencia presente. Ya estoy donde no estaba

Donde siempre estuve De donde nunca me he ido

Aquí permanecí ausente Riendo de mí presencia Cuando ignoré tal vez la vida

Sentí que ya no estaba; Me sentí tan lejos tan lejos De donde nunca me alejé y,

Que ahora ya he vuelto.


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ENSOÑACIÓN

(Canción)

En la profundidad de mi sueño En una noche mustia Sin caricias y en mi soledad Dibujé tu cuerpo Sobre una hoja Mojada por rocío; El fresco aliento de los dioses De la noche enamorada. Mientras la luna Que murmuraba con las estrellas Que iluminaban mi ensoñación Sentí mi alma casi desnuda Sentí tus labios; eran los besos De tu ternura, Sentí tu aliento En mi cuerpo yerto Y la fragancia De tu perfume ensoñador.

Reinaldo Chirinos

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OH TIEMPO!

I (Es la vida que oprimes) ¡Oh tiempo inexorable! ¿Quién pudiera detenerte? Si no anduvieras de prisa Como el corcel sin bridas Cabalgando sobre ti Por tus caminos infinitos De tu eterna vida Sin detener tu frenesí Ni reparar cuando ni como La vida llega o se va.

II ¡Oh tiempo inexorable!

¿Quién pudiera devolverte A otros siglos?

Y cabalgar sobre tus lomos Recuperar ciclos que han pasado

Desandar caminos Que han perdido su trillado

Y descontar momentos Mientras se descansa

Bajo la sombra De una nube que ruge

En el firmamento Cargada de ilusas esperanzas

Que refleja el relámpago En su destello y el rugir intrépido

Del trueno que atormenta.


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DELIRIO Despierto, me siento

Sonámbulo. ¡Me levanto! Pienso

Si estoy dormido Parado bajo del umbral.

Salgo y camino Sin sentir mis pasos.

Someras Sombras; figuras.

Encuentro en mi tranquilo andar. A lo lejos

Observo a duras penas La silueta de un bar

Donde el silencio de mis pesares Es el espectro

De un bohemio irritado. Sentado con mis manos sobre la barra

Libo en copa de cristal El fino licor

Que embriaga a los dioses Que conducen mis pasos. A mi lado veo las musas

Que no puedo tocar. Reinas del Olimpo que me acompañan

En mi transitar. Es que soy bohemio enamorado

De la vida y el amor Es que de la embriaguez surge

Es estado normal del ser.

Reinaldo Chirinos

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UN CANTO A LAS MADRES ¿Quién eres, Madre?

Eres el único amor puro y sagrado que en el mundo existe.

Eres el sentimiento más sublime que la naturaleza divina ha podido crear.

Eres lo íntegro del ser, que formas la vida en tus entrañas, con amor y pasión;

Donde prolongas la imagen de la creación,

Cuando no doblegas ante el dolor y el sacrificio,

Cuando no sucumben tus fuerzas ante la adversidad,

Entonces se impregna de valor y fortalezas, tu espíritu.

Y con amor y templanza, le das razón y sentido a la vida;

Le das vida a la existencia y abrogas esperanzas infinitas,

Con tu palabra tierna bendices, Con tu canto armonioso arrullas, Con tus suaves manos acaricias,

Y tus labios primorosos que besan al crío que te desvela el sueño en tus noches


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Ilusas; Cuando de tus ojos brotan frescas lágrimas, que languidecen la crudeza del

dolor: Dolor que te atormenta el alma buena,

que sacude y golpea tu ser, Pero no derrota tus hermosos sueños.

¡Oh Madre! Tu aliento es remedio, Tus sabias palabras son bendiciones

puras, que el cielo te regala. Tu ternura y tu pasión son las fuerzas

que te colman de amor eterno. Para ti madre, no hay barreras;

Sólo hay desafíos que salvan y bendicen a tus hijos buenos,

Porque todos tus hijos, Son tus hijos buenos.

Para ti, no existen hijos malos, ¡Es que no hay hijos malos para ti!

Reinaldo Chirinos

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LA MITOLOGÍA DEL TIEMPO Anoche pasó el tiempo. Lo vi pasar volando, Por los aires nuevos Eran sus alas, ráfagas fugaces Seguidos de estruendosos jinetes Anunciando la llegada de un nuevo año. Se perdió en el horizonte Perseguido por la luna, Dejando fragantes aromas, Esparcidas por los montes Y un montón de estrellas Que una por una, Tras él se fugaron. Anoche vi pasar el tiempo Cabalgando en un corcel alado

Y lo seguían atentos Una legión de centauros voladores

Con astiles encendidos. Iba cubierto por un abrigo de nubes

Y una bufanda de neblina; Llevaba un collar de granizos Que reflejaban tras la blanca barba

Y su alborotado cabello cobrizo Y en sus hombros un morral de lona


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Donde guarda su andar preciso, Sus añejos días eternos

Y el destino de la vida humana. Quise correr tras él. Pero comprendí su mitología arcana

Y me detuve tras la euforia De alegres repiques de campana, Sirenas, silbatos y gritos de alegría, Acompañados con retozos de muchachos

Que confundían el estruendo de mil cohetes

Hacia el espacio libre Y vi un mundo vehemente y saltó mi alma de emoción y alegrías Mi espíritu rebotó al infinito Y mi cuerpo vanidoso en la euforia Se quedó, esperando al tiempo y su mito

Reinaldo Chirinos

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CANTO A LA LIBERTAD (Por la vida y el derecho a querer ser libre)

I ¡Libertad! ¿Qué tan bella, inmensa y grande eres, Que no te encuentro?

II Legiones de pueblos,

Te ha buscado, Te han creído palpar

Pero no te han encontrado. III

En la infancia te creí mi compañera Pero después vi en el pueblo

La masa irredenta Llorar tu terrible ausencia.

IV Te busqué,

No te encontré. Tacté por todas partes,

No sentí tu calor Y exclamé

Con rabia y furor: ¡Libertad! ¡Libertad! ¿Dónde estás?


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Si una vez, según cuenta la historia Unos hombres y mujeres Te buscaban,

Y por ti, libertad, se embriagaban Con la euforia del amor

Y rasgaron sus carnes vivas, Bañaron la tosca tierra Con el torrencial de su sangre roja. V Pues, hoy yo digo: Soy de sangre roja Hijo de estirpe india Fundida en el crisol del negro Castigado por la mano pálida, La que nos arrebató lo nuestro: La libertad en nuestro propio suelo

VI Y mostraron Su fuerza

Su vigor Su amor

Su valor Su dignidad Su pudor y Su honor

Reinaldo Chirinos

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VII

Después de dar la vida por ti, De haber teñido de sangre roja con

alegría, Nuestro suelo por ti, Quisieron ser libres.

Para liberar a su pueblo. Pero, tú, libertad…

No te apiadaste Y los pueblos del mundo siguieron

irredentos Huérfanos de libertad.

VIII ¡Libertad! ¿Cuándo llegas? ¿Cuándo bienes? ¿Cuándo estás? ¿Cuán tarde será?

¡Yo te espero! Porque eres canto y revolución

Eres poesía y encuentro De oración y de utopías

De pueblos y filosofías Que te siguen


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Por ser: ¡oh! Reina de la justicia. Porque

Aún… No soy libre todavía.

Reinaldo Chirinos

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LIBERTAD Es el canto de las aves, El trinar infinito de alegre Sinfonía;

El tropel silente de las raudas nubes, La naturaleza entera; La sabia tertulia en armonía.

Es la salida del sol Pisando la alfombra del aura Disipando su luz, y por amor, Su fuerza sobre la faz de la tierra.

Es el precepto del amor Llevado en el canto de trovadores,

¡Qué exhortos! sublimes de pasión Expresan en su voz, alientos y

sinsabores. Es el afán del trabajo y la pasión del amor;

Las praderas y el dulce canto del arroyo La fértil tierra acariciada por el sol, Cuando la primavera hace nacer sus retoños. Tal vez también sea el desprecio Que siento por la opresión

Porque es el más caro precio


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Para las almas su liberación. Es la mirada humana Entre los barrotes roídos, del tiempo,

Respirando esperanzas Que demandan las almas libres; Sus corazones elevados. Es la luz del día En que el pueblo se sienta libre Y entone la sagrada melodía Donde el alma de gozo, vibre. Es la noche de la esperanza. La montaña entre el prisma Y la lejanía más allá de lontananza Entre la oscura selva, En su esencia misma

Es la luz de mi pueblo Cuando esté libre y sin penas, Es la riqueza de nuestro suelo Es la sangre de nuestras venas Cuando seamos liberados.

Es la esperanza de los pobres El dulce néctar del pueblo en lucha, La resistencia de los corazones nobles Es la sangre oprimida cuando se derrama.

Reinaldo Chirinos

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HUELLAS DE LIBERTAD Por aquí pasó la Libertad; Dicen los que la vieron. Por estas praderas subió; Por estas cumbres Donde la lluvia con el viento se unió,

Donde se encadenan las nubes A frondosos copeyes

Donde el sol se esconde, Dicen los que la vieron.

Yo no la vi Pero las huellas lúgubres Y sombrías por el tiempo yo seguí. Por la pradera subí Y llegué hasta la cumbre

En medio de la montaña, Sus huellas encontré

Entre la estepa y la palera Tapadas por la hojarasca.

Quise levantar las hojas Secas y enmohecidas Pero del tiempo un arcano Como enigmática figura envejecida Tomó mis manos y me dijo enseguida No toques lo que el tiempo ha dejado


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Deja que corran los años Que vuelva a la tierra su legado

Que las aguas vuelvan a sus cauces de antaño

Y sentí que eran las palabras Del ancestro liberador, Que lanzaba sus flechas etéreas Que hollaron el cielo opresor Cuando las nubes derramaron

Gotas de paz y amor. Seguí las huellas por el campo dorado Sobre el lirio que adorna La sabana que orada al arado. Presentí sus huellas Bañada por la sangre de héroes Que trocó la centella Transfigurada por el grito sublime de los seres Que aman, sienten y sueñan Aún despiertos. Dicen, que por aquí pasó Por debajo del cardonal Sobre la tierra árida y tosca

Donde yace el cardenal Que en su reposo ofusca; Dicen los que la vieron

Reinaldo Chirinos

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Que la acompañó el turpial Con su canto mensajero

Que atravesó la llanura Bañándose en el arrollo

Cantando coplas y versos Como frágil criatura

Agitando a seres conversos A conquistar la gran aventura, seguí sus huellas Sobre la arena del río, Donde pasó como fiel doncella, Agobiada por el frío Y llegué hasta la orilla del mar

Donde sus huellas endebles Decidieron el océano cruzar Para conquistar el mundo triste y celeste Que clama libertad.

¡Y aún sigo detrás de sus huellas!...


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CANTO A LA BANDERA (Por la patria soberana que nos

dieron nuestros héroes, y por el amor a la tierra que ha parido libertadores)

I Llevo en alto mi bandera Acariciada por el viento, Con su sombra Venezuela Cubre la historia el tiempo

II Los colores que hoy honramos

Con la gloria y el honor De esta tierra que heredamos Y defendemos con amor

III

Ocho estrellas iluminan El azul de mi bandera Ocho provincias representan La independencia de Venezuela

IV Amarillo es la riqueza

De nuestra patria soberana Insignia grande y sagrada Símbolo de sublime alteza

Reinaldo Chirinos

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V

También el ancho mar Que circunda la gran patria, De azul ha de lucir Sus aguas agitadas VI Con la sangre derramada De patriotas aguerridos Nuestra bandera tan amada De rojo quedó pintada VII En la guerra se paseaba En manos libertadoras

De aquellos seres que soñaban La República que es ahora.


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PATRIA

Es mi derecho a recordar la grandeza de

los héroes, desde el umbral de la historia

Cuando cabalgaron por la libertad en Los lomos del recio corcel de ideas.

Es el color de mi Bandera

Sus tres franjas gloriosas y sublimes Donde están las ocho estrellas Que mi tricolor de triunfo exhibe.

Es todo mi bello pueblo Es la lucha ardiente

Sobre el sagrado suelo Es el hombre; es la gente.

Reinaldo Chirinos

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LA VIDA Es el aire que respiro Para reconfortar el alma mía Es la pasión que nunca olvido Con migo está noche y día Es el color de las cenizas

De mis ancestros precedido Es la vertiente de mi sangre mestiza Que corre por las venas de un pueblo redimido

Es la brisa que reseca mis labios Cuando la somera sonrisa Remeda genios y sabios Es la esencia del agua que bebo Y la corriente que a mi cuerpo baña; Será el recuerdo en mis años longevos

Y el remordimiento eterno de quien engaña

Es, conjurar los elementos Sobre la tierra misma Bajo los sabios fundamentos Que la vida atisba Es el sol, el agua y la luna Sobre el árido suelo, la pasión arisca, El azul lejano del mar sus brumas


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Con celajes de encanto El horizonte adjunta La vida, toda en un canto

Cuando en el alma palpita, El amor, verdadero y

eterno.

Reinaldo Chirinos

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REMINISCENCIA

Es la distancia de la lejanía Que separa amores olvidados Es el recitar de letanías Y alabanzas de espíritus condenados Es el andar de mis pensamientos, De mis pesares y de mis triunfos Es el clamor de mis lamentos Que lleva el viento a posar otros limbos. Es la anchurosa distancia del mar, La crecida del rio que emerge Cuando ataca en su torrente Y hace mi destino recordar


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INFINITO

Es el azul que colorea las paredes del universo Y la esperanza tramontana Que viaja en el eco profundo e inmenso Que se escapa esquiva, casi profana Es la profundidad del empíreo Que se siente en el espacio infinito Donde existen otros mundos ígneos Confundidos con el firmamento ahíto Es la puerta del cielo Que dibujan los pintores Y pintan con tanto celo Dioses, santos, ángeles y serafines

Reinaldo Chirinos

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ESPERANZA

Es la frontera que divisa Allá en el lejano monte, Que separa de mi vista Otros senderos que orientan mi norte Es la lápida de mis sueños caídos Y el reflejo de la aurora Que anuncia un día soleado, Al momento de la hora Del horizonte plateado


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SOBREVIVENCIA

Es la arista que divide la cordillera Donde trepan sin prisa Mis esperanzas alteras Es la garra felina que depreda su presa La fuerza del valiente Del alma noble su pureza Es la alondra viajera Que doblega airosa los vientos Que en su vuelo va ligera Con su canto triste, remedando tormentos

Reinaldo Chirinos

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FUEGO

Es la energía, la fuerza manifiesta El calor que nos da la vida La telúrica razón de la existencia Del placer que el amor convida Es la euforia del encuentro Entre dos cuerpos unidos por amor Es la rosa que perfuma en el momento

De la dicha, en la ilusión Es el relámpago Que en el espacio destella La luz sobre el campo Donde se aloja la centella


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FANTACÍA

Oí el canto de las ninfas Entre las olas

Cuales sirenas retozonas Hadas de la ilusión

Duendes de la vida Diosas del amor

Musas de la noche enamorada Comparsas de luceros

Que juegan con la luna Mientras el sol descansa

Y la luna llena Con su velo de esplendor

Se enamora Del lucero madrugador

Reinaldo Chirinos

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COMPRENSIÓN

Después de tanto andar y de un sueño despertar

Sentí El calor de la esperanza

Reparé Mis alrededores Comprendí mis flaquezas

Aprendí De mis protectores

Que ya no eran sino protegidos Del tiempo En los pétalos arcanos Y elevados Y contra el viento

Abren la senda No se rinden Y se retiran

Dejando cimientos De la vida tangible

Y no deliran Duermen

El sueño libre de la eternidad


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TUS MANOS EN LAS MÍAS

Tomé tus manos Con las mías

Para sentir tu cuerpo ardiente Unido al mío

Cuando mi corazón palpitaba Por la emoción

Que tú me dabas Con el calor que me brindabas

Sentí la felicidad De un amor

Que me prendaba El alma sin piedad

En esa noche De un viaje sin rumbo Cuando en mis manos

Tomé las tuyas Sentí tener el mundo entero

Sentí el Universo en mis manos.

Reinaldo Chirinos

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ENAMORADO (coplas) Si todo tu amor medieras

Te daría mi corazón Sólo amarte yo quisiera

Con mi más grande ilusión

No habría noches con estrellas Ni el sol con su resplandor El día que no me quieras

Y rechaces el amor

Te espero en la tardecita Cuando el sol oculto esté Cuando vayas de visita Donde canta el cristofué

Debajo del arbolito

Donde tú y yo nos conocimos Aquel día tan bonito

Cuando mil besos nos dimos

Y la noche con su manto nos cubría con ternura

Y juramos amarnos tanto Y querernos con locura


54

Pero ahora tú me extrañas Y no encuentro la razón

No sé por qué me engañas Si te ofrecí mi corazón.

Reinaldo Chirinos

55

EL PRIMER BESO

Cuando te di

El primer beso Mis manos temblaron

Mis labios sintieron El néctar del amor y tu boca me dijo sí

Cuando mi cuerpo vibró con el tuyo Mientras se hizo endeble mi alma

Y por entre las nubes Ahítas de pasión huyó

Fugitiva de tus suaves caricias Que dejaron

Profunda y eterna huella En el corazón

Fundido por las llamas Del inmenso fuego

De tu pasión Cuando mi cuerpo

También escapa de tus brazos Al sentirme prisionero

De tu forma de amar que no entendí


56

SE HIZO LA PALABRA

VERBO

Tras duro tormento Llegué al desierto

Y con el frío Borrar las huellas del tiempo

Mi palabra entre la vida Clama sola en el tumulto

De la arena dormida. Muda y obsoleta rutina del sol

Con el tétrico frío ambiente De la noche oscura

Donde oí chocar mis palabras con el eco tramontano

Que eleva el pensamiento Y cruza los océanos

Y montañas Con el mensaje de la vida

Y el amor Y la palabra se hizo verbo

Y con el elixir de la existencia Vive y no muere jamás

La humanidad

Reinaldo Chirinos

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CONCIERTO DE ESTRELLAS

En mi soledad profunda Donde el encuentro es la noche

Y hace vigilia la luna El sereno en mi cuerpo duerme

Cuando no se oye la brisa cantar Sólo percibo el aroma de azahares

Cuando siento mi alma temblar En el frío manantial de mis pesares Cuando las estrellas forman filas

A punto de la media noche Queriendo cantar por la vida

Un concierto de mil voces Y en el cielo se abre el telón Con la luz profunda y bella ¡Es la luna que de un jirón!

Le ordena a las estrellas Un canto a la vida y al amor

Entonar


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PRIMAVERA

Las bellas flores De los cerros circundantes

De vivos colores Y aromas penetrantes

Adornan al mes de mayo En reluciente primavera Al canto de chicharras

Que inundan la pradera Cuando hacen barras Las abejas que liban

Los ricos néctares Que la miel cultiva Y un canto de aves De lujosos plumajes Le cantan un himno

Al bello paisaje.

Reinaldo Chirinos

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CUANDO TÚ QUIERAS

Cuando tú quieras Abriré mis brazos

Para tomarte Con la fuerza del amor

Abriré mi corazón Para amarte Con pasión

Cuando tú quieras

Volveré para quererte Y si el sol te abraza Moveré las nubes Buscaré la Luna

Para que vigile tu sueño

Cuando tú quieras Seré tu dueño

Te amaré sin riendas Con pasión y empeño Para que entiendas

La razón de mi desvelo


60

Cuando tú quieras Abriré las puertas de mi alma

Encenderé la luz de mi eterno olvido Para recordarte con calma

Y recobrar tu amor perdido

Reinaldo Chirinos

61

TENGO EN EL ALMA

Tengo en el alma La fatiga del amor

La intriga pendiente El sentimiento y el dolor

De mi querer ausente La herida en el corazón

Que sangra la acción urgente Del coraje, la vida y la razón Del pensamiento consecuente.

Tengo en el alma

La alegría de mi niñez La inocencia y la calma Del rubor que da nitidez

A la conciencia que me salva Del impudor de la altivez Que de orgullo embargan

Mis penas en su envés


62

Tengo en el alma La vida y sus proezas

Y los tiempos contemplados Con aciertos y asperezas

Que en mi ser se han sembrado Con fracasos y grandezas

Los momentos compensados Por sublimes sutilezas

Del vivir y ser honrado

Tengo en el alma La acción generadora

Del placer y el ser sincero La voluntad emancipadora

Del espíritu guerrero Con la palabra redentora

De la libertad que yo anhelo La que el pueblo entero implora.

Reinaldo Chirinos

63

DESTINO

Melodías de ángeles Cantos de serafines

Manantiales de dulce miel Destellos de ternura Arrebatos de locura

Y dolor. No hay rumbos

Ni paralelos En la explanada de la vida Las horas siguen contadas

El reloj sin detener Su marcha trazada

El tic tac ligero Las agujas del tiempo apuran

El tañer de las campanas asusta El misterio apremia

La muerte cual fiel destino.


64

DESPEDIDA

Es el tañer de las campanas Que a lo alto doblan sin cesar

Es la partida de un alma hermana Que se despide triste y sin confesar.

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