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El Código Jedi El camino hacia la unión con la Fuerza.

Recopilación realizada por Kenar716 para la Academia Jedi Mundial

17/05/2009

El Código Jedi es una sucesión de ideas básicas que un Jedi debe aprender y comprender. Contienen la información necesaria de toda la Orden Jedi y por consiguiente el camino para ser un maestro jedi.

Los Jedi

No existe la emoción; existe la paz. No existe la ignorancia; existe el conocimiento. No existe la pasión; existe la serenidad. No existe la muerte; existe la Fuerza.

-Extraído del Código Jedi.

Durante siglos, el grupo de filósofos que con el tiempo se convertirían en los jedi estudiaron los misterios del campo de energía conocido como la Fuerza. Finalmente, algunos de los miembros del grupo dominaron la Fuerza. Después, se dedicaron a usar sus nuevos poderes y habilidades para el bien, ayudando a los necesitados. En los miles de años siguientes, los jedi sirvieron de protectores de la República Galáctica. Respondiendo ante su propio Consejo Jedi y actuando en concordancia con el departamento judicial del canciller supremo, los jedi se convirtieron en los guardianes de la paz y la justicia en la galaxia.

Los jedi, además de combatir a criminales interestelares y zanjar disputas galácticas, hicieron las veces de mediadores, defensores y maestros. A causa de su sentido del honor y los desafíos épicos que afrontaron, los jedi se convirtieron en leyendas, sirviendo de símbolos de lo mejor que podía ofrecer la República. Con sables de luz en sus cintos y el poder la Fuerza fluyendo a través de ellos, los jedi realizaban las misiones que les planteaban con dedicación y parecían ser invencibles. Pero esto último no era más que una ilusión, pues los jedi morían a menudo en la defensa de la libertad y la justicia.

Los jedi y el sable de luz

La elección de arma por parte de los jedi tiene un significado especial. El antiguo sable de luz, un arma cuerpo a cuerpo elegante, ha acabado considerándose el símbolo de los jedi. Pocos ajenos a sus filas pretenden emplear estas armas, y mucho menos demostrar su maestría con ellas.

Todo jedi se entrena para usar un sable de luz como parte de su dominio de la Fuerza, ya que la hoja de energía ayuda al jedi a concentrarse y estar en sintonía con la Fuerza. El mentor del aprendiz de jedi proporciona el primer sable de luz al estudiante. Posteriormente, como parte del entrenamiento del aprendiz, el estudiante debe de elaborar su propio sable de luz. Esto es tanto una prueba de su talento mecánico como de disciplina y de la conexión que tiene con la fuerza.

El Código Jedi

Los jedi son los guardianes de la paz en la galaxia. Los jedi emplean sus poderes para defender y proteger, nunca para atacar a otros. Los jedi respetan todas las formas de vida. Los jedi sirven al prójimo en lugar de dominarlo, por el bien de la galaxia. Los jedi tratan de perfeccionarse por medio del conocimiento y el entrenamiento.

-Extraído del Código Jedi.

La filosofía conocida como Código Jedi fue creada para evitar que jóvenes estudiantes jedi fueran atraídos por el lado oscuro. El Consejo Jedi lo enseño a cientos de miles de jedi a lo largo de la historia; Obi-Wan Kenobi y el maestro Yoda enseñaron algunas partes a Luke Skywalker, y este transmitió lo que había aprendido a sus estudiantes de la academia jedi.

En el fondo, el Código Jedi ofrece instrucciones sencillas para vivir en contacto con la Fuerza. Un jedi nunca usa la Fuerza para obtener riqueza o poder personal. En cambio, el jedi se vale de la Fuerza para encontrar conocimiento e ilustración. La furia, el miedo, la agresividad y otras emociones negativas llevan al lado oscuro, así que a los jedi se les enseña a actuar únicamente cuando están en paz con la Fuerza.

Se alienta a los jedi a que encuentren soluciones ajenas a la violencia cuando sea posible. Debería actuar con sabiduría, utilizando la persuasión y los consejos en lugar de los poderes de la Fuerza y la violencia. Cuando falle todo lo demás, o para salvar una vida, a veces un jedi tiene que recurrir al combate para resolver una situación especialmente peligrosa. Aunque el combate a veces puede ser la mejor respuesta, nunca debería de ser la primera opción para un jedi.

A causa de su conexión con la Fuerza, los jedi sienten como fluye y recurren a su energía. Al hacerlo, un jedi a menudo percibe perturbaciones en la Fuerza. Estas perturbaciones las puede explicar la presencia de poderosos usuarios de la Fuerza en las inmediaciones, o de emociones intensas que gritan en la Fuerza, como cuando la Estrella de la Muerte aniquiló a todos los seres vivos del planeta Alderaan. Hay incluso ocasiones en las que dichas perturbaciones generan sensaciones de urgencia o premoniciones que llevan a un jedi a un lugar o a una situación en la que se le necesita.

Las enseñanzas del Maestro Odan-Urr

“Sin duda un jedi debe conocer el Código, de memoria y de corazón. Pero por lo visto todo jedi es de algún modo negligente, desde el padawan más humilde al Maestro más elevado. Por lo tanto, si alguien preguntara ¿Cuál es el verdadero significado del Código Jedi?, los jedi que responderían al instante serian escasos”.

Así comienza el famoso comentario sobre el Código Jedi del maestro Odan-Urr, escrito casi cuatro mil años antes de la época del maestro Mace Windu. Sus reflexiones acerca del comportamiento correcto de un jedi constituyeron la base de la Orden Jedi tal y como se conoció a finales de la Antigua República.

El antiguo dictamen de Odan-Urr se mantuvo vigente durante muchos siglos. A muchos se les enseñaba el Código Jedi, pero pocos lo entendían a fondo, y menos aun se atenían a él. La comprensión absoluta del Código es una de las claves para que un jedi desentrañe el dominio de la Fuerza.

La senda dentro del Código

En su nivel más básico, el código jedi es un conjunto de pautas que explica las virtudes que deben atesorar y los defectos que hay que evitar. Los instructores jedi piden a sus estudiantes que recuerden siempre esas palabras. El motivo es sencillo: el Código proporciona instrucciones para convertirse en un maestro jedi.

Piensa en la primera regla: “No existe la emoción; existe la paz”. Está claro que es un contraste, que distingue la confusión de las consideraciones emocionales del pensamiento claro producto de la meditación pacifica, lo que evidentemente es una cualidad valiosa.

Pero si esta paz se arraiga en el desconocimiento de algún factor que provocaría en otras circunstancias que un jedi sintiera una reacción emocional, entonces no es paz, sino ignorancia. Por eso el Código contiene su segunda regla: “No existe la ignorancia; existe el conocimiento”.

Esto enseña al jedi a que intente comprender todas las situaciones –especialmente antes de actuar- para evitar errores de cálculo. Pero conocer a fondo algo que puede provocar que uno se quede absorto en ello. Una concentración obsesiva lleva a la obnubilación. De ahí la tercera regla: “No existe la pasión; existe la serenidad”. Conocer objetivamente algo es conocerlo como la Fuerza lo conoce.

Aun así, los estudiantes discuten habitualmente que la única objetividad autentica es la inexistencia… la muerte. ¿Acaso no se afecta a algo simplemente por el mero hecho de observarlo? Por eso existe la cuarta regla: “No existe la muerte; existe la

Fuerza”. La Fuerza conoce todas las cosas subjetivamente; es serena y no se ve influida por las emociones.

Por lo tanto, el Código Jedi enseña que antes de llevar a cabo cualquier acción, los jedi deben considerar la voluntad de la Fuerza. El maestro Odan-Urr dijo: “Sin tener en cuenta las demás reflexiones, lo único que queda es la Fuerza”. Si un jedi puede actuar de manera impasible, inteligente y serena, entonces actúa de acuerdo a la voluntad de la Fuerza.

Por lo tanto, si un jedi actúa en todas las ocasiones sin emoción, ignorancia o pasión, ese jedi es un autentico maestro de la Fuerza.

Interpretación del Código

Aunque el Código es un mapa directo que lleva al dominio de la Fuerza, a veces puede ser frustrante cuando se pone en práctica. La galaxia ha cambiado mucho desde que se definió el Código Jedi, y mucho más desde que el maestro Odan-Urr intento aclararlo. Aunque el secreto del Código consiste en meditar detenidamente antes de actuar, a menudo el universo no concede al jedi el tiempo para hacerlo.

Aun así, el jedi puede pensar detenidamente por anticipado en muchas cosas para mantener los principios del Código cuando el resto del universo tiene prisa. En los milenios transcurridos desde la fundación de la Orden, los maestros han reconocido que un jedi puede llegar a ocho conclusiones antes de enfrentarse a una situación. Un jedi que entienda estas ocho cosas ya conocerá la voluntad de la fuerza, cuando tenga que tomar una decisión apresurada.

Meditación

“Todo jedi debe pasar tiempo cada día meditando acerca de la voluntad de la Fuerza. La razón para ello es sencilla; si se ha actuado inadvertidamente en contra de la voluntad de la Fuerza, al reconocer el error enseguida se puede tener tiempo para corregirse”.

-Maestro Odan-Urr

Lo que no dijo el maestro Odan-Urr es que, examinando con regularidad sus motivaciones, un jedi podría asegurar de que la emoción, la ignorancia o la pasión no interfieren en su lucidez. Un jedi que no tiene tiempo para meditar se puede perder con mayor facilidad. Insistiendo en el tema, un jedi que se niega a meditar tal vez sepa que sus motivaciones no son puras, y así está intentado mentirse a sí mismo. Como dijo en una ocasión el maestro Yoda: “El jedi que el consejo de la Fuerza no escucha, al lado oscuro atiende”.

Entrenamiento

“El entrenamiento en la Fuerza de un jedi nunca termina”.

-Maestro Vodo Siosk-Baas

Un jedi inteligente debe intentar recodar que siempre hay algo más que aprender acerca de la Fuerza. La Fuerza se revela a aquellos que tiene el deseo de verla y el conocimiento para ello, y limitarse a hacer caso a la voluntad de la Fuerza es parecido a mirar la pata de un bantha y decir: “Ya entiendo a los banthas”. Para seguir creciendo, un jedi debe entrenar todos los días.

Lealtad

Un jedi puede existir en este universo porque existe la Fuerza, pero la Orden Jedi necesita más, exige lealtad. Huelga decir que los jedi deben ser leales entre sí. No deben discutir ni luchar. Sin embargo, lo más importante es que cada jedi tiene que ser consciente de que debe actuar de acuerdo con los deseos del Consejo Jedi. No es una cuestión de jerarquía, sino de compresión de la voluntad de la Fuerza, y en este aspecto, los miembros del Consejo Jedi son los reconocidos expertos.

Integridad

La responsabilidad de un jedi para con la Fuerza es ser honesto consigo mismo. Mientras el jedi no actué en beneficio propio y observe el Código, esta obedeciendo la voluntad de la Fuerza.

El maestro Odan-Urr lamentaba las ideas equivocadas de aquellos que creían que los jedi debían ser superiores moralmente: “Muchos creen que un jedi debería ser escrupulosamente honrado, que jamás se aprovechara de nada y que jamás ocultara información. Eso es una estupidez”.

Un jedi puede y debe ofrecer consejo a aquellos que lo necesitan. Desde cierto punto de vista, un jedi no está siendo deshonesto si permite a la que gente que crea lo que quiere creer. A un jedi no le corresponde convencer a nadie para que siga su consejo.

Cuando un jedi está sirviendo a la Fuerza, puede emplear engaños, subterfugios, informaciones erróneas e incluso fraudes si lo hace con un fin justo. Aunque a la mayoría de los seres inteligentes les disgustan dichas prácticas, la Fuerza carece de tales emociones.

No confundas esto con “flexibilidad moral”. Un jedi hace lo que tiene que hacer. Pero también recuerda que un jedi no está por encima de la ley.

Moralidad

Las palabras más peligrosas –y discutidas- jamás pronunciadas por un maestro jedi son: “Un jedi no es una criatura sujeta a debates morales”. Desgraciadamente, esta afirmación ha sido traducida, a menudo por los propios jedi, como que un jedi no puede cometer mal alguno.

Lo que significa en realidad es que los jedi no son defensores de la moral. Aunque los jedi pueden imponer orden y justicia o restaurarlos, no puede juzgar a los demás. Hay dos motivos para esto.

En primer lugar, la galaxia es un lugar enorme, lleno de culturas que ningún jedi puede comprender por completo. Una famosa historia cuenta como una jedi se entero de que un compañero había sido devorado por los carnívoros colicoides. Cuando posteriormente se le pregunto por qué había comprado repuestos para su astronave a esos mismos seres, ella respondió: “Porque devorar la carne de seres inteligentes no está prohibido por el Código Jedi; pero para los colicoides, no comer la carne de seres inteligentes se considera una señal de locura”.

Esta jedi reconoció que castigar a los colicoides por seguir su naturaleza seria actuar con ignorancia y dejándose llevar por la emoción. De manera parecida, no hacerse con un repuesto para su motor que necesitaba habría sido castigarse a sí misma por sentirse culpable.

La segunda razón es que el juicio lleva a la venganza, y la venganza lleva al lado oscuro. Comprenderlos es sencillo, pero no es tan fácil ponerlo en práctica. ¿Se debe permitir marchar a un asesino reconocido? ¿Se debe matar a un hombre que pretende asesinar? Para responder a estas preguntas, un jedi primero debe conocer la voluntad de la Fuerza. Ninguna decisión puede tomarse apresuradamente, salvo cuando hay vidas amenazadas por la inacción.

Al mismo tiempo, aunque no sean jueces, los jedi pueden actuar de mediadores. Es un papel adecuado para ellos, y funciona de acuerdo con la Fuerza, pues la mediación lleva al equilibrio.

Discreción

“La galaxia vivirá tranquila si ciertos asuntos se pasan por alto o no se escuchan”.

-Maestro Odan-Urr

Aunque el maestro Odan-Urr creía en la justicia, también entendía que a veces era necesario que un jedi pusiera en práctica la discreción. Algunos consideran que esto es una muestra de parcialidad. Otros, especialmente las agencias policiales, creen

que los jedi pasan por alto los delitos menores para detener a los criminales más importantes. Evidentemente, ningunas de estas afirmaciones es verdadera.

Lo cierto es que los caballeros jedi son tolerados en toda la galaxia… a pesar de su facilidad con la Fuerza. Esto es porque no interviene activamente en las vidas de la gente corriente. Los jedi son partidarios del orden y la justicia, y estas cualidades no se centran en los delitos de unos pocos. El objetivo de los jedi debería ser crear y preservar un ambiente en el que pueda prosperar la justicia, en lugar de intentar crear la justicia ellos mismos.

El maestro Yoda solía decir que si la República desafiaba el derecho a la existencia de la Orden Jedi, el apoyo del ciudadano de a pie les ayudaría salir del apuro: “Si nos temen, no nos ayudaran. Si nos odian, nos perseguirán”.

Valentía

“Ser valiente en combate no demuestra nada. La valentía por sí sola no demuestra nada. Un jedi debe estar preparado para dejar a un lado el miedo, los remordimientos y la incertidumbre y luchar, correr, rendirse o morir”.

-Maestro Odan-Urr

Los jedi más jóvenes confunden frecuentemente la valentía como lo contrario al miedo. Como el miedo lleva al lado oscuro, piensan, la valentía es una armadura contra el lado oscuro. No es así. Si un jedi es consciente de la voluntad de la Fuerza, sabrá si es mejor mantener la posición, huir o incluso ofrecer una tregua. Recuerda que la valentía es una emoción, y un jedi debe de estar en paz… incluso en medio de la guerra.

Combate

“Si un jedi enciende su sable de luz, debe de estar preparado para cobrarse una vida. Si no está preparado, debe mantener el arma en el cinto”.

-Maestro Odan-Urr

El conflicto es una realidad en la vida de la galaxia para muchísimos seres, y ningún jedi puede aspirar a mantenerse al margen. Pero un jedi no tiene que abrazar el conflicto. Como enseña el maestro Yoda: “Si un arma muestras, dices “¡Un guerrero soy!”. Por lo tanto, evitar combates innecesarios, un jedi no debería anunciar su pericia.

Pero, ¿Cuándo es necesario luchar? La fuerza indicara a un jedi cuando no le queda más remedio, y un jedi inteligente confía en la Fuerza en este aspecto.

Al luchar, ¿es necesario emplear el sable de luz? La respuesta es no. Un sable de luz es un arma amedrentadora, pero no es un arma de intimidación. Esto es lo que quería decir Odan-Urr. No uses un sable de luz para dar miedo a un enemigo. Utilízalo para acabar con una pelea todo lo deprisa y piadosamente que sea posible. Si esto significa destruir a un enemigo, que así sea. Pero si un jedi puede acabar una lucha sin matar a un rival, tanto mejor. El mejor jedi puede evitar todas las heridas con una sola palabra.

En el pasado, algunos jedi han creído que esto significaba que debían llevar una segunda arma menos letal. No existe algo así. Si un arma no puede matar, no es un arma de verdad. Aunque un blaster pueda permitir a un jedi atacar desde lejos, es igual de eficaz -y más en consonancia con el Código Jedi- utilizar la fuerza en su lugar.

Dependencia

“No llegues al punto de depender de la Fuerza en detrimento de tus demás sentidos y aptitudes”.

-Maestro Odan-Urr

Aunque no forma parte del comentario del Código Jedi de Odan-Urr, esta perla de saber del maestro jedi a menudo se incorpora a cualquier instrucción en la que se emplean sus palabras y sus métodos. Advierte a los estudiantes jedi que desarrollen sus otros talentos y aptitudes, para no depender exclusivamente de la Fuerza. Usar la Fuerza no es la única solución a todos los problemas; a veces, ni siquiera es la mejor solución, y ahí es donde entran el resto de los talentos y pericias del jedi. El entrenamiento de un jedi se compone de muchos ejercicios, y dominar la Fuerza solo es una parte de ese entrenamiento. El estudiante también aprende a correr, saltar, trepar, luchar, nadar y pensar. Estos ejercicios podrían hacerse más fáciles por medio de la Fuerza, pero esto sería en detrimento de la experiencia global del jedi. Un jedi tiene que averiguar cuáles son sus capacidades sin la Fuerza para conocerse del todo a sí mismo y también entender lo que pueden hacer aquellos que carecen de la Fuerza.

Usar la Fuerza porque es conveniente, aunque otros métodos puedan ser más sensatos, esta peligrosamente cerca del lado oscuro. Solo está a un paso de la usar la Fuerza para alcanzar riqueza y poder personal, eso sí que es una corrupción de la fuerza.

Normas de comportamiento para los jedi

Ser un jedi consiste en ser un héroe. En su mejor momento, el jedi es valiente, desinteresado y responsable, y antepone la voluntad de la Fuerza a sus anhelos y necesidades. El jedi también sirve de influencia positiva y de símbolo del comportamiento social aceptable. Ser un jedi es mucho más que derrotar al enemigo y vencer al lado oscuro. Los jedi también deben de ganarse la aceptación de los ciudadanos de a pie de la galaxia y respetar los principios de la Orden Jedi.

El cumplimiento del Código Jedi

“Antes de su primera lección, un maestro jedi siempre le dice a sus pupilos lo siguiente: “Si cruzáis el rio desconocido sin evaluar antes los vados y el fondo, os ahogareis en su corriente sin llegar a vuestro objetivo”. Ser un jedi es lo mismo. Si no identificáis los escollos y seguís la senda adecuada, le fallareis a la Orden y os sacrificareis en vano”.

-Maestro Odan-Urr

Cuando el maestro jedi Odan-Urr analizaba el Código Jedi, se refería a sus elementos básicos y no a sus particularidades. Sus interpretaciones de las virtudes y rasgos jedi (meditación, instrucción, lealtad, integridad, moralidad, discreción y valentía), además de sus puntos de vista acerca de combate son buenos puntos de partida para los debates acerca de la naturaleza de los jedi. Estos comentarios no responden todos los interrogantes que se le pueden plantear a un jedi sobre la manera de actuar, pensar y abordar los problemas cotidianos, o sobre el modo de servir al mismo tiempo al bien común y obedecer la voluntad de la Fuerza.

Aunque el Código aborda diversos asuntos relacionados con la comprensión y el dominio de la Fuerza, no trata en exclusiva del conocimiento de la Fuerza. Para conocer la Fuerza, el jedi debe sentirla, y los textos antiguos no pueden sustituir a la experiencia de primera mano. A la inversa, un jedi no puede aprender a comportarse de manera correcta sintiendo la Fuerza. Por lo tanto, el Código Jedi es un conjunto de pautas que sirve para comprender la Fuerza sin que se resientan los buenos modales.

La mayor parte de los protocolos de comportamiento del Código solo son pautas de buena conducta para los jedi. Las infracciones del Código Jedi no deben confundirse con la caída en el lado oscuro, aunque son motivo de preocupación. El Código contiene varias instrucciones básicas (aunque se suelen pasar por alto) acerca de la vida diaria, como directrices relacionadas con la dieta y la higiene, aunque un jedi no va a caer en el lado oscuro porque a veces como demasiado o se bañe poco.

Autodisciplina

Una de las piedras angulares del comportamiento jedi es la autodisciplina, y los maestros jedi insisten en el particular a sus alumnos desde muy temprano. La mayor parte de las lecciones no se diferencian de las enseñadas a niños normales, pero a medida que avanza el alumno, también aumenta la complejidad de las mismas. El estudiante jedi aprende que la autodisciplina es mucho más importante para una persona que puede valerse de la Fuerza de lo que lo es para alguien que ni siquiera puede sentirla.

Superar la arrogancia: los jedi son especiales, pero su talento para acceder a la Fuerza no les hace mejores que el resto de la gente. Un jedi se ha convertido en lo que es porque alguien se ha molestado en enseñarle. Un caballero jedi es lo que es porque su maestro determina que ya no puede enseñarle nada más. Un maestro jedi es lo que es porque ha desechado su engreimiento y ha aceptado la voluntad de la Fuerza. Como el maestro Dooku le explico a una clase de estudiantes jedi: “La aceptación por parte de los demás no está garantizada. Como todo el mundo, un jedi es o no es aceptado según su comportamiento. El jedi que cree que es más importante que los demás solo hace ver que no se le debe hacer caso”.

Superar el exceso de confianza: Muchos jóvenes estudiantes jedi, al apoyarse en el potencial ilimitado de la Fuerza, llegan a creer que pueden conseguir cualquier cosa. Emprenden tareas demasiado complicadas para ellos, pues no se dan cuenta de que la Fuerza solo es ilimitada para aquellos cuya comprensión de la misma es infinita. Muchos jedi han muerto por haber sobreestimado su control de la Fuerza.

El maestro Vodo-Siosk Baas le dijo lo siguiente a su alumno, Exar Kun, sobre el exceso de confianza: “Si un jedi tiene exceso de confianza, no tiene en cuenta todas las posibilidades. Tal vez conozca la tarea que va a emprender, sepa que tiene el apoyo de sus compañeros y contemple las consecuencias de su éxito, y puede que se haya preparado para factores imprevistos… pero no habrá conseguido comprender su capacidad. Solo se ha preparado para el éxito, porque ha decidido que no puede fracasar. Todos los jedi, en todo aquello que emprendan, deben prepararse para la posibilidad del fracaso”.

Superar el derrotismo: Lo contrario al exceso de confianza es el derrotismo: cree que da igual lo mucho que uno se esfuerce, pues el fracaso es seguro. Aunque pueda parecer que contradice el objetivo de superar el exceso de confianza, se trata de una cuestión de prioridades. En primer lugar, el jedi debe prepararse para el éxito, y luego para el fracaso. Los jedi que se preparan excesivamente para el fracaso esperan ser derrotados. De hecho, el jedi que aborda todas las tareas pensando que el fracaso es la opción más probable se esfuerza lo mínimo, lo suficiente para decir que lo ha

intentado. El maestro Yoda le dijo en una ocasión a Luke Skywalker: “No lo intentes. Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”.

Superar la obstinación: Un jedi debe estar dispuesto a aceptar la derrota si el coste de la victoria es mayor que el de la capitulación. El maestro Rekpa De, quien enseñaba técnicas básicas con el sable de luz en el templo Jedi de Coruscant cuando Yoda no era más que un caballero jedi, les dijo a sus alumnos: “No consideréis que un duelo a sable de luz se ha de decidir con una victoria o una derrota. Todos los duelos pueden tener muchos desenlaces. Cuando solo os concentráis en ganar (en los duelos a sable de luz y en todo lo demás), mancilláis la victoria. La victoria se vuelve algo peor que la derrota. Es mejor perder con dignidad que ganar de mala manera. Y siempre es mejor acabar pacíficamente un duelo que ganarlo o perderlo”.

Superar la imprudencia: Los jóvenes jedi en particular siempre están dispuestos a activar los sables de luz y lanzarse a pelear, a recurrir de esta manera impulsiva a la Fuerza para mover objetos pesados o a engañar con trucos mentales a los pusilánimes; dichos jedi carecen de autocontrol. Ven un objetivo y se lanzan sobre él, sin considerar las demás opciones o peligros ocultos. El maestro Wiwa le dijo a su primer pupilo: ”Aprende a saber cuando no es importante la velocidad. Corre cuando sea importante ser el primero, pero en las demás ocasiones muévete a tu ritmo. No siempre es necesario propinar el primer golpe, ofrecer la primera solución o ser el primero en alcanzar un objetivo. De hecho, a veces es vital asestar el último golpe, proponer la respuesta definitiva o llegar después de los demás.

Superar la curiosidad: Es impropio de un jedi que curiosee innecesariamente en los asuntos de los demás. Todos los seres tienen derecho a la intimidad, y las intromisiones transmiten el mensaje de que la curiosidad de un jedi es más importante que la intimidad de los demás. Puede que a veces sea necesario utilizar la Fuerza para descubrir de manera discreta los secretos de los demás, pero no debe de ser la norma, pues genera desconfianza hacia los jedi. El maestro Odan-Urr dijo: “Utiliza la Fuerza para satisfacer la Voluntad de la Fuerza, no tu curiosidad”.

Superar la agresividad: Al maestro Yoda le gustaba decirles a sus estudiantes: “Un jedi la Fuerza utiliza para buscar conocimiento y defenderse, no para atacar”. Los jedi, sobre todo mientras se están instruyendo, confunden los significados de ataque, defensa y agresividad. Un jedi puede atacar sin agresividad, sobre todo si actúa sin furia, odio o temeridad, e incluso puede llegar a matar en defensa propia si su rival no le deja otra opción. Sin embargo, no debería ser lo habitual. Para superar la agresividad, incluso en combate, el jedi debe explorar todas las demás opciones (incluso la rendición) antes de matar. Los jedi que se emplean frecuentemente con excesiva violencia están tentando al lado oscuro.

Superar las lealtades externas: Después de la batalla de Ruusan, el maestro Hooche Trit dijo: “Por encima de todas las cosas, un jedi es un jedi. Si un jedi divide su atención entre la voluntad de la Fuerza y la voluntad de otros, es probable que provoque un desastre”. Todos los jedi deben esforzarse en eliminar de sus vidas las distracciones externas. Por este motivo, la Orden Jedi admite a los posibles estudiantes cuando son demasiado jóvenes para que hay fraguado relaciones y se les prohíbe que lo hagan más adelante. Un jedi no puede casarse sin la dispense especial del Consejo Jedi, y tampoco puede tener un cargo político ni aceptar regalos que no sean necesarios para su misión. El jedi debe ser leal a la Fuerza, a la Orden Jedi, a la República y a sí mismo, en ese orden.

Superar el materialismo: El jedi conserva pocas posesiones. Las pertenencias suponen una distracción en el estudio de la Fuerza y cuando un jedi se convierte en caballero sus misiones puede llevarle lejos sin que se entere con demasiada antelación, con lo que pueden convertirse en una carga. Por consiguiente, pocos jedi poseen más de las que pueden llevar consigo. En otras palabras del maestro Kagoro: “Llevo mi túnica para no pasar frio, mi sable de luz para protegerme y suficientes créditos para la siguiente comida y no pasar hambre. Si la Fuerza quiere que tenga algo más, encuentra el modo de hacérmelo saber”.

Responsabilidad

En cuando un jedi aprende autodisciplina, puede empezar a aceptar la responsabilidad por sus acciones. No se debe entrenar a ningún jedi que rechace la responsabilidad, ni tampoco se debe negar al entrenamiento a un jedi que la acepte.

Ser sincero: La sinceridad es la primera responsabilidad de los jedi. Un jedi puede hacer que otros crean algo que no es correcto, llevar a otros a sacar conclusiones equivocadas explotando sus suposiciones o distorsionar la verdad si la situación lo requiere. Un jedi siempre tiene que ser sincero consigo mismo, con su maestro y con el Consejo. El caballero jedi caamasi Surenit Kil’qiy hablo sabiamente cuando dijo: “Hágase la verdad entre tu corazón y la Fuerza. Todo lo demás es pasajero”. Un jedi cuyos motivos y creencias son sinceros descubre que la responsabilidad es algo automático.

Honrar las promesas: un jedi que promete algo ha de estar dispuesto a cumplirlo, o si no es posible, a ofrecer un desagravio. Por lo tanto, un jedi no debe hacer una promesa si no está seguro de poder cumplirla. Antes de prometer algo, un aprendiz padawan debe consultar a su maestro, un maestro debe consultar al Consejo, y el Consejo debe meditar acerca de la voluntad de la Fuerza. Como dice el maestro Tho-Mes: “Cumple más de lo que prometas. La mejor manera de asegurarse es cumplir mucho, aunque no prometas nada”.

Honrar a los padawan: Todos los maestros tienen una responsabilidad enorme para con su aprendiz padawan: hacer que culmine su instrucción. Un maestro jedi siempre ha de tener presente que un padawan es un individuo merecedor de respeto, y no debe reprenderle en público ni castigarle por mostrar su desacuerdo. Por otro lado, el maestro ha de elogiar al aprendiz cuando algo salga bien, sobre todo en presencia de otros. De este modo refuerza la confianza del padawan y estrecha los lazos que hay entre aprendiz y maestro.

Honra a los maestros: Del mismo modo, un padawan tiene que esforzarse en demostrar respeto hacia su maestro en todo momento, sobre todo en presencia de otros. Un padawan no debe disentir de su maestro hasta el punto de discutir. Cuando hablan con otros, el padawan solo debe dirigirse a su maestro a menos que otra persona le hable directamente a él. En todos los demás aspectos, el padawan ha de referir a su maestro y no provocar cesuras. De este modo, el maestro se ahorra el apuro de disculparse ante los demás por el comportamiento del padawan.

Honrar al Consejo Jedi: Aunque el Consejo Jedi representa la máxima autoridad en la Orden Jedi, no puede estar en todos sitios a la vez. Por lo tanto, cuando el Consejo envía a una misión aun jedi de confianza, el emisario habla por boca del Consejo. Se trata de una responsabilidad enorme, y ningún jedi debería abusar de esta confianza. El Consejo debe responder de las palabras y acciones del jedi, y situar al Consejo en una posición insostenible es una tremenda falta de respeto. El maestro Yoda, al ser invitado a formar parte del Consejo, dijo: “Ahora cumplir debo la promesa que hice cuando solo un caballero jedi era; un ascenso esto no es”. Yoda quería decir que, cuando los jedi toman decisiones, el Consejo Jedi ha de ratificarlas y confirmarla. Por lo tanto, un caballero jedi no debe poner las cosas más difíciles de lo necesario al Consejo.

Honor a la Orden Jedi: Todas las acciones de los jedi se reflejan en la Orden. Las buenas obras son fieles a la fama de la Orden, pero los comportamientos censurables hacen un daño incalculable. Todos los jedi tienen que esforzarse en recordar que es posible que las personas con las que tratan nunca hayan visto a un jedi. Su comportamiento fija una primera impresión del conjunto de los jedi en la mente de esas personas. El maestro Odan-Urr reflexiono: “Cuando un jedi se comporta mal en público, un observador podría pensar: “Si este jedi representa a toda la Orden, los jedi no merecen ningún respeto”. Al encontrarse con un segundo jedi, que se comporta mejor que el primero, esa misma persona tal vez piense: “¿Quiere esto decir que la mitad de los jedi son buenos y la otra mitad malos?”. Al conocer a un tercer jedi, que se comporta igual de bien que el segundo, la persona piensa: “Entonces, ¿el primer jedi era una excepción?”. De este modo, el publico solo puede saber gracias al

buen comportamiento de varios jedi que el mal talante de uno de ellos era inusual. Por lo tanto, hacen falta muchos jedi para borrar los errores de uno solo”.

Honrar la ley: Para que los jedi protejan la paz y la justicia, deben atenerse a esos mismos principios. Ningún jedi está por encima de la ley. Aunque puede infringirla si lo cree necesario, deberá estar preparado para aceptar las consecuencias de sus delitos. Como el Consejo Jedi no suele enviar jedi a la galaxia para que sean detenidos y encarcelados, los jedi son responsables ante el Consejo de evitar las situaciones en que no quede más remedio que infringir la ley. Por suerte, la República suele ser comprensiva con las exigencias de las misiones jedi y es propensa a pasar por algo los llamados “delitos sin víctimas” que un jedi pueda perpetrar en el transcurso de una misión.

Por otro lado los jedi en misiones fuera de las fronteras de la república deberán andarse con cuidado. Por ejemplos, los delitos cometidos en el Sector Corporativo entran dentro de la jurisdicción del Sector Corporativo (aunque el proceso legal suele ser lento, con lo que los abogados defensores tienen tiempo para llegar desde la República). En el otro extremo, el espacio Hutt es más problemático porque los hutts no son muy respetuosos con las normas procesales. Un malhechor (o presunto malhechor) suele ser castigado de manera rápida y severa. Paradójicamente, los hutt admiran la osadía y los recursos, y a menos que un delito sea muy grave (según el criterio hutt), es posible que se olviden de él si el culpable sobrevive el tiempo suficiente sin caer en sus garras. El mayor peligro en el espacio Hutt es cometer un delito que haga que los hutts (o uno de ellos) contraten cazarrecompensas para capturar vivo o muerto al perpetrador.

Honrar la vida: Un jedi jamás debería cometer un asesinato, por ningún motivo. No obstante, si se enfrenta a una situación de vida o muerte, es posible que el jedi se vea obligado a matar para cumplir su misión. Este acto siempre es desgraciado, porque acabar deliberadamente con una vida refuerza el lado oscuro, aunque si la causa está justificada (si el jedi protege a otros, cumple la voluntad de la Fuerza o simplemente actúa en defensa propia), el lado luminoso también se ve reforzado. Los jedi deben emplear una parte de su meditación diaria en reflexionar acerca de todas vidas que se han cobrado, hasta que sepan que el sacrificio era necesario. Como siempre, si un jedi no está seguro de cuál es la voluntad de la Fuerza, deberá consultar a su maestro o al Consejo Jedi. Un jedi jamás ha de suponer que la muerte de un ser inteligente no debe preocuparle. Cuando un jedi descubre que matar le es indiferente, es que ya ha emprendido la senda que lleva hacia el lado oscuro.

Servicio público

Aunque los jedi existen para estudiar los caminos de la Fuerza, se permite su existencia porque sirven al interés general. Si no pudieran valerse de la Fuerza (o si la Fuerza no existiese) los jedi seguirían sirviendo, porque es lo que les corresponde. El que la Fuerza sea real, y que los jedi sean sus practicantes más devotos, refuerza su determinación de usarla al servicio del bien común.

Servir a la República: La República y la Orden Jedi no son lo mismo, y los jedi no tienen autoridad alguna en la República. Sin embargo, los jedi sirven a la República, y tratan de preservarla, defender sus leyes e ideales y proteger a sus ciudadanos, si bien no ocupan ningún cargo en su jerarquía. Los jedi actúan cuando se lo piden y permanecen al margen en las demás ocasiones. Este acuerdo entre los jedi y la República es tan antiguo que nadie se acuerda de cómo o por que surgió.

Prestar ayuda: Un jedi está obligado a socorrer a los necesitados siempre y cuando sea posible, y ha de poder juzgar rápidamente cuando tiene que hacerlo. Salvar una vida es importante, y salvar varias lo es aún más. Este principio no obliga al jedi a que abandone otros objetivos en todas las circunstancias, pero el jedi tiene que hacer todo lo posible para asegurarse de que los necesitados reciben auxilio.

Defender a los débiles: Del mismo modo, un jedi tiene que esforzarse para defender a los débiles de los opresores, desde una persona que sufre a manos de otra a toda una raza sometida al vasallaje. No obstante, el jedi tiene que recordar en todo momento que las apariencias engañan. Siempre se tienen que respetar las costumbres de las demás culturas, aunque ofendan al código ético o moral del jedi. No obstante, los jedi deben considerar en todos los casos las consecuencias de sus acciones.

El maestro Marspa visito en una ocasión Nal Hutta con su pupilo Imina en una misión diplomática. Mientras estaba allí, observaron en numeras ocasiones como eran maltratados los esclavos hutts, aunque el maestro Marspa no dijo nada. Posteriormente Marspa y su aprendiz visitaron Ord Mantell, donde presenciaron como un tendero daba una paliza a un criado. Esta vez, sin dudarlo, el maestro Marspa intervino y contuvo al tendero.

Posteriormente, Imina le hizo partícipe de su extrañeza. “Maestro, impedisteis que el tendero diera una paliza a su criado, pero en Nal Hutta vimos actos mucho más atroces y no hicisteis nada. No lo entiendo”.

El maestro Marspa dio un suspiro. “Si por mi hubiese sido, habría liberado hasta el último esclavo de Nal Hutta y los habría escoltado personalmente hasta el hogar de

sus seres queridos, lejos del espacio Hutt. Pero inmiscuirme en la cultura de los hutts en su planeta natal habría sido juzgarle en nombre de la República. El Senado republicano sabe que en el espacio Hutt se practica la esclavitud. Cuando decida hacer algo al respecto, le apoyare incondicionalmente”.

“Por otro lado, la esclavitud no es legal en Ord Mantel. La paliza que el tendero le estaba dando a su empleado era una demostración innecesaria de superioridad. Si al República hubiese estado al tanto de sus acciones, habría actuado de inmediato. Me entristece que los dos casos sean distintos, pero no nos corresponde a nosotros corregir la discrepancia”.

Proporcionar apoyo: En ocasiones, los jedi deben hacerse a un lado y dejar que otros ayuden o defiendan a los débiles (aunque es posible que ellos pudieran hacerlo mejor) Los jedi deben ayudar de palabra o de obra según sea necesario, ofreciendo su consejo cuando se les pida, advirtiendo cuando haga falta y peleando solo si la razón falla. Aparte de eso, los jedi han de recordar que la Fuerza es una herramienta maravillosa y poderosa, y que deberían estar listos para utilizarla por una buena causa.

Interpretar a un jedi

Interpretar a un héroe es más que llevar a un individuo con un arma antigua y una religión falsa. Supone un compromiso interno del personaje y una devoción a ideales más elevados. Mientras que un diplomático podría elegir el menos de dos males, o un granuja el que fuera más beneficioso, el jedi se ciñe a normas mal elevadas, y sus aptitudes superiores conllevan a mayores responsabilidades.

El Código Jedi resume las metas e ideales de la Orden Jedi, y define las aspiraciones de los jedi. Con el paso de los siglos ha sido ampliado por numerosos comentaristas doctos, y pulido para generar un código ético por el que se rigen los jedi.

No existe la emoción; existe la paz. No existe la ignorancia; existe el conocimiento. No existe la pasión; existe la serenidad. No existe la muerte; existe la Fuerza.

-Extraído del Código Jedi.

La meta de la paz

En primer lugar, los jedi trabajan en pro de la paz y actúan sin pensar en el coste ni buscar poder o beneficio alguno. Para los jedi, la paz no es consecuencia de un fuerte impulso emocional (pues las emociones ofuscan el uso correcto de la Fuerza) sino una meta clara y desapasionada. La paz nacida de la cólera no es una paz verdadera, y no dura.

Cada uno de los jedi busca de maneta interna y externa el objetivo de la paz ajena a las emociones. Los jedi buscan este objetivo con devoción inquebrantable, ajenos a las emociones intensas. Como consecuencia de ello, los jedi poderosos tiene un talante frio y distante que muchos confunden con apatía.

Las situaciones que suponen un reto para el jedi suelen tener que ver con el combate, sobre todo con los combate sin sentido. Para un jedi, la paz es mucho más que el mero cese de la guerra. Para que un jedi alcance esta metra, tendrá que tratar de erradicas las causas y las quejas, y encargarse de los conflictos básicos entre los participantes. El jedi que gane la batalla pero sacrifique la capacidad de juzgar desapasionadamente, habrá perdido su guerra personal.

La meta del conocimiento

La ignorancia mata tanto como la cólera. Un conocimiento escaso puede ser peligroso, pero el desconocimiento absoluto puede ser mortal. El desconocimiento de

los demás, de los hechos y de la verdad separa a la gente y genera enfrentamientos y violencia. Los jedi difunden conocimiento unificador, que sirve para acercar pueblos y planetas.

El conocimiento empieza con que el jedi sea consciente de sus aptitudes, virtudes y flaquezas. El orgullo puede ofuscar la mente e impedir que vea sus defectos, algo que otros podrían explotar. El fracaso genera dudas, que a su vez hace que el jedi le cueste más percatarse de sus virtudes. Los jedi se ponen a prueba una y otra vez para encontrar los límites de sus aptitudes, no como objetivo, sino como método para alcanzar la meta de conocerse a sí mismos.

Poner a prueba el conocimiento de un jedi puede ser tan sencillo como plantear la resolución de un misterio o tan completo como obligar al jedi a que comprenda sus limitaciones. Los que se oponen al jedi y a sus creencias se mueven en las sombras y temen salir a la luz. Del mismo modo, los jedi siempre tienen que estar al tanto de su propia naturaleza, deben buscar flaquezas en el alma y en el espíritu y sobreponerse a ellas.

La meta de la serenidad

Al buscar la serenidad, los jedi pretenden algo más que permanecer tranquilos en una crisis. Encuentran un lugar en calma en su interior, y luego proyectan esa paz interior hacia fuera para afectar a los demás de palabra y de obra. La serenidad otorga a los jedi una determinación firme.

La base de la serenidad es la moderación en todas las cosas. Las emociones excesivas, positivas y negativas, alteran el contacto del jedi con la Fuerza y crean un desequilibrio en su ser, similar a un desequilibrio en la Fuerza.

Es fácil poner a prueba la serenidad de un jedi. Las fuerzas del lado oscuro animan sin cesar al jedi a que ceda al odio, la cólera y a furia, y facilitan dichas emociones al darle al jedi buenos motivos para sentirlas. Dichas fuerzas podrían atacar a las personas cercanas a los jedi, o incluso mancillar sus ideales. La seducción del lado oscuro es más insidiosa, porque podría aprovechar las emociones menos intensas o positivas para provocar una acción imprudente. La preocupación, el afecto e incluso el amor podrían alterar el equilibrio de la serenidad del jedi y obligarle a optar entre los deseos personales y el bien de la Orden.

La unidad de la Fuerza

El Código Jedi representa la encarnación de la naturaleza universal de la Fuerza. Los jedi se consideran los guardianes de la sociedad, y se ciñen a una normativa moral elevada. Son modelos de conducta para el cosmos, y predican con el ejemplo. Los jedi

no desean gobernar, sino que quieren instruir para que toda la sociedad actúe con más justicia e igualdad

La Fuerza no es intrínsecamente buena ni mala, y tiene un lado luminoso y otro oscuro. Es una herramienta, y como las demás, se puede utilizar mal o incluso romper. La ignorancia lleva al uso incorrecto de la Fuerza, y los insensatos la emplean de manera emocional; el uso incorrecto de la Fuerza puede provocar la muerte o la destrucción, y solo mediante el entrenamiento adecuado se puede aplicar la Fuerza con justicia.

Además, la Fuerza es una entidad viva, genera vida y se trata de una parte fundamental y necesaria del universo. Ten en cuenta que la Fuerza es algo más que el medio por el que los personajes obtienen poderes increíbles. Es una metáfora de la naturaleza universal de la vida: vibrante, dinámica y peligrosa. La Fuerza impregna a todos los jedi, y también a los demás seres, pero los jedi son los más conscientes de su presencia. Lo que sucede en una región puede afectar a otra, como si la galaxia fuera un ser interconectado y la Fuerza fuera su sangre y su vida.

El periplo interno

El poder del jedi va creciendo a medida que experimenta el mundo, y hace que mejore en combate y a la hora de aplicar la fuerza. A su vez, el jedi afecta al mundo que le rodea, pues divulga la doctrina el Código Jedi y hace que la galaxia sea un lugar mejor para todos.

El efecto que el jedi causa en el exterior es reflejo de su crecimiento interno. Cuando una persona está muy en sintonía con la Fuerza, se le desafía a que acepte por completo los principios de la orden jedi. Todos los jedi, desde el estudiante más humilde al maestro jedi más importante, pueden mejorar y desarrollarse. Tal es la naturaleza del universo que continuamente surgen desafíos nuevos que ponen a prueba a los jedi y le obligan a cuestionarse las viejas ideas y afrontar situaciones novedosas.

Con frecuencia, un jedi tiene que sacrificar sus anhelos o metas personales por el bien de los demás.

El reto de la tentación

La tentación supone la mayor amenaza para un jedi, y la caída de un caballero jedi a menudo comienza con una decisión meditada o una elección errada.

La tentación adepta millares de formas. La más sencilla insta al jedi a proporcionar una respuesta fácil a una pregunta complicada. Es posible que la respuesta sea

satisfactoria a corto plazo, pero a la larga crea problemas. Por ejemplo, la detención de un señor del crimen puede satisface a corto plazo, pero a no ser que caiga el imperio del delincuente, la detención solo hace que otro ser asuma el papel del criminal.

Otra forma de tentación procede del poder de la adulación de la amenaza del éxito. Para un jedi es peligroso aceptar recompensas, pues hacen que la confianza que deposita en sus facultades sea excesiva y no se corresponda con la realidad. En la práctica, el jedi se cree los halagos. Los jedi aprenden que la autentica satisfacción procede del bienestar interior, no de la aprobación de las demás.

Una tercera forma de tentación es la naturaleza misma del poder. Se considera que los jedi son una fuerza del bien, lo que impide que empleen sus aptitudes para gobernar a las masas. Esta es una tentación muy fuerte, porque los jedi se suelen enfrentar rutinariamente a la ignorancia y la estupidez. Los jedi sienten la tentación de acabar con tantas tonterías (tan abundantes en la burocracia), pero si dan el primer paso e interfieren, no tardaran en alentar la ignorancia contra la que luchaban, y acabaran gobernando a los demás “por qué es lo mejor para ellos”.

La tentación empieza siendo pequeña, y a partir de esas pequeñas manchas crece la corrupción. En el camino del jedi pueden aparecer ocasiones en las que se vean tentados a tomar la “ruta fácil”. Podrían darse situaciones en las que al jedi se le presentes dos opciones igualmente desagradables, aunque dichas situaciones tengan su origen en decisiones previas y al jedi no le quede más remedio que sufrir las consecuencias de sus acciones.

Resurgir de las cenizas

Los aspirantes a jedi tienen que comprender que el fracaso nunca debería ser el fin. El Código Jedi hace que los jedi soporten una pesada carga, y para cumplir todos sus requisitos han de que contar con aptitudes casi sobrehumanas. Todos los jedi acaban fracasando en alguno de los retos que plantea el Código, en mayor o menor medida. Pueden sentir furia o sucumbir a la tentación, o incluso actuar en contra del equilibrio de la Fuerza, aun con las mejores intenciones. Sus elevados ideales se vendrán abajo.

El verdadero fracaso de un jedi no consiste en tropezar o no estar a la altura de los ideales de la orden. El verdadero fracaso tiene lugar si, después de caer, el jedi no consigue levantarse. Muchos jedi que han fracasado en una de sus obligaciones creen que están más allá de toda redención o perdón, y al hacerlo quedan al alcance del lado oscuro.

Los jedi se esfuerzan en vivir en consonancia con el Código Jedi y las enseñanzas de sus maestros. Cuando un jedi no consigue dichos objetivos, puede dejar que el fracaso se apodere de su vida o resurgir de las cenizas de esa derrota y tratar de hacer las paces consigo mismo por medio de la fuerza.

Eso es lo propio de los jedi.


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