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  • DANZA Y CRTICA

  • MARGARITA MUOZ ZIELINSKI

    DANZA Y CRTICA

  • Copyright Margarita Muoz Zielinski, 2007Copyright de la edicin, Editorial Azarbe, S.L., 2007

    Los artculos recogidos en este libro aparecieron publicados por pri-mera vez en el diario La Verdad de Murcia con cuya autorizacin se cuenta para la presente edicin.

    Reservados todos los derechos. De acuerdo con la legislacin vigente, y bajo las san-ciones en ella previstas, queda totalmente prohibida la reproduccin o transmisin parcial o total de este libro, por procedimientos mecnicos o electrnicos, inclu-yendo fotocopia, grabacin magntica, ptica o cualesquiera otros procedimientos que la tcnica permita o pueda permitir en el futuro, sin la expresa autorizacin por escrito de los propietarios del copyright.

    Compuesto en Warnock Pro 10,5/13

    ISBN: 978-84-96299-86-3Depsito Legal: mu-851-2007

    Impreso en Espaa - Printed in Spain

    Imprime:nausca edicin electrnica, s.lPol. Ind. La Polvorista, c/ Pulp, c12, Apartado de Correos 205330500 Molina de Segura (Murcia)

  • A Pepita Guaita

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    PRLOGO

    Murcia es una regin cuya aficin por el arte de Terp-score, la danza, es de sobra conocida gracias a la labor de Margarita Muoz Zielinski, colaboradora del pe-ridico La Verdad, que ya hizo una primera seleccin de sus crticas y artculos en la publicacin Diez aos de Danza en Murcia. Ahora, la misma autora ofrece con Danza y Crtica la posibilidad de continuar acer-cndonos a la historia de la danza en Murcia. Los di-ferentes festivales dedicados a esta disciplina o la cele-bracin de su Da Mundial son algunos de los hechos acaecidos en nuestro entorno, de los que en estas p-ginas queda constancia y que, retomando el ao 1999 como punto de partida, enlazan nuestro siglo actual con el ya pasado.

    Pero esta miscelnea de crticas y crnicas va mu-cho ms all del simple valor informativo y analtico de sus comentarios para mostrarnos la calidad litera-ria de una excelente escritora en el gnero de la crtica, un gnero difcil, difundido siempre en un medio pun-tual como son los peridicos y enfocado a todo tipo de pblico que haya visto la obra, como al que no, algo que la autora resuelve con su soltura creativa y una buena dosis de humor capaz de sorprender a cualquier tipo de lector.

    Su extensa labor de aos nos presenta a una gran conocedora de todos los tipos de danza, ya sea clsi-

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    ca o contempornea. Y es que, sin Margarita Muoz Zielinski, pionera en el ejercicio de una intensa labor pedaggica e intelectual entre el pblico murciano, el mundo de la danza en la Regin no se conocera.

    Por ello, y porque la danza posee la misma impor-tancia que el resto de disciplinas artsticas, presenta-mos Danza y Crtica, considerando su contenido como testimonio de la cultura de estos aos en la Regin de Murcia.

    Juan Ramn Medina PreciosoConsejero de Educacin y CulturaRegin de Murcia

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    INTRODUCCIN

    La crtica de danza se ha ganado su espacio en los peri-dicos junto a la de otras artes escnicas, teatro, msica y el cine. Mientras que en grandes capitales un espec-tculo puede permanecer un tiempo indeterminado, en provincias lo habitual es que sea por una o dos funciones, siendo adems el lugar de los pomposamente llamados estrenos mundiales que no son sino preestrenos a modo de ensayo general tiles para las Compaas antes de su presentacin ofi cial

    Las programaciones teatrales determinan sus tem-poradas y el espectador puede saber con das, semanas, meses e incluso aos qu ver, donde y cuando. Esta infor-macin la cubren los rotativos en su espacio de cultura, agenda, etc. En cuanto a los previos, adelantan un acon-tecimiento describiendo brevemente su contenido como informacin de lo que tras el estreno y en la seccin re-servada a la critica llega a los lectores.

    Los gneros literarios son en ltimo trmino, la resul-tante del genio de un escritor y sobre todo de la exigencias de un tema, de un destinatario y de una tcnica difuso-ra (verbigracia: la voz, el amanuense o la linotipia). Por eso nacen, se imponen, decaen o evolucionan. El articulo vino a satisfacer la necesidad de hacer pblicos y en una ocasin, dada una idea, un proyecto o una crtica. Esta necesidad la han sentido los hombres mucho antes de in-ventarse la imprenta y usaron de formulas retricas que

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    no llamaron artculos, pero que respondan a urgencias anlogas. 1

    La critica de danza es un genero literario cuya fi na-lidad es emitir la especialista opinin sobre un espect-culo ofrecido, compartida en algunos medios por varias fi rmas segn sea el estilo de la danza mientras que en otros es una sola la responsable de la seccin ya se trate de danza clsica, neoclsica, espaola o contempornea. En cuanto al inters documental, como ejemplo hist-rico tenemos, entre otros, el de la crtica de danza en el Romanticismo francs del xix de la que un intelectual y autor como Th ophile Gautier fue testigo de su poca y fuente de informacin para la Historia.

    La crtica no es un anlisis coreogrfi co sino una opi-nin del resultado de todos los elementos que confi guran la obra, basada ms en la generalidad de la calidad de la coreografa que en la propia tcnica. Arte efmero, el de la Danza solo permanece en nuestros ojos su mgico mo-mento para luego formar parte de las sensaciones vividas al contemplar el hermoso trabajo de los bailarines.

    Como cualquier acontecimiento social, el fenmeno de la danza refl eja algo ms que entretenimiento o diver-sin ya que es testimonio del desarrollo cultural de una poca. Festivales, Concursos, Cumbres, Compaas que empiezan, otras que terminan, bailarines, artistas, de-butantes, profesionales reconocidos, los que estuvieron, los que ya no estn Clsicos, contemporneos, fl amen-costodos vuelven ahora a nuestros recuerdos en forma de lectura, siendo novedoso para los que no asistieron a estos espectculos o eventos sobre los que a modo de crtica, crnica o artculo de opinin ya se escribi.

    Escenarios diversos, danza en la calle, al aire libre, bajo el sol, o bajo las estrellas, teatros donde se apaga 1 Gonzalo Fernndez de la Mora. El artculo 1905-1955. Antolo-

    ga literaria de abc. Editorial Prensa Espaola. Madrid, 1955.

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    la luz de sala y se levanta el teln. Antiguos mercados reconvertidos, nuevos espacios escnicos. Danza hori-zontal, danza vertical. Se baila en el suelo, se baila en las paredes. Con zapato, zapatilla, puntas o pies descalzos.

    La danza expresa lo que el bailarn piensa con el cere-bro y siente con el corazn me comentaba hace poco Hector Zarspe, quien fuera maestro privado de Margot Fonteyn y Nureyev.

    La danza tambin se escribe. Y para que no se los lleve el viento, como hojas de papel, sus escritos se recopilan. En el ao 2000 publiqu una primera seleccin de mis colaboraciones, crticas, alguna entrevista y artculos de danza que con el ttulo Diez Aos de Danza en Murcia abarc la dcada 1988-1998.

    Sin necesidad de esperar a los veinte aos como crtica de Danza en el peridico La Verdad de Murcia, contan-do con su beneplcito, y agradeciendo el patrocinio de la Direccin General de Cultura de la Regin de Murcia, sintindome muy honrada por el Prlogo del Consejero de Educacin y Cultura Juan Ramn Medina Precioso, cuyos halagos no merezco, ahora se publica Danza y Cr-tica como un segundo volumen de anlogas caractersti-cas al anterior y que empieza donde este terminaba, 1999, con el cambio de siglo.

    Espero que su lectura sirva nuevamente como infor-macin de archivo a las nuevas generaciones de bailarines que ahora empiezan, adems de compartirla con todos los que sientan curiosidad por esta parte de la historia de Murcia y de las gentes que por ella pasaron, recordando siempre la presencia de los ausentes.

    Margarita Muoz Zielinski

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    CRTICAS

    El Sur. Ballet Victor Ullate. Foto Jesus Vallinas

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    ULLATE, CREADOR INFINITO

    Compaa: Ballet Vctor Ullate. Director: Vctor Ullate. Es-pectculo: Ven que te tiente, Jaleos. Lugar: Teatro Romea. Do-mingo 3 y lunes 4 de enero de 1999.

    El nuevo ao que empieza ha tenido un afortunado re-galo con la presencia del Ballet de Vctor Ullate en el Romea. El espectculo ofrecido por la joven Compaa es, nuevamente, todo un goce para la danza. Y digo nue-vamente porque decir Ullate es decir rey Midas. Si en aquella leyenda todo lo que se toca se convierte en oro, la danza con Ullate se transforma en un tesoro digno de admiracin.Este programa, estrenado en 1996, tanto el Ven que te tiente (Teatro de Madrid) como Jaleos (City Center, Nueva York) son una muestra de cmo la inspira-cin de la msica popular antigua, recopilada por Lorca en esas deliciosas canciones interpretadas por Carmen Linares, pueden resultar tan espaolas sin caer en el t-pico que a veces se da en otras coreografas.

    Sevillanas, Romance de los Pelegrinitos, Zorongo, La Tarara o Zapateado forman parte de un compendio de danzas de un contemporneo bejartiano originalsimo en el que la msica forma parte de la danza y la danza es pura msica.

    El estilo defi ne la forma de mezclar la base con los ele-mentos que confi guran la fi nalidad buscada por el core-grafo (clsico + contemporneo made in Ullate + toque espaol: braceos, pasos, capa, palmas), el movimiento

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    perpetuo es tpico de Ullate, ese no parar, ni una pausa de un paso a otro es caracterstico de este gran creador que sin embargo no agota a sus bailarines. Los moldea, les hace interpretar y sentir ritmo y percusin transfor-mada en danza. Jaleos impacta ms que la primera parte. Una escenografa metalizada y vestuario de Eduardo Lao, junto a la msica de Luis Delgado (de nuevo la percusin es la base rtmica) da un entorno apropiado para la co-reografa en la que la asombrosa tcnica clsica de todos los bailarines moldeada por Ullate, ofrece una de las ms originales y frescas del maestro.

    Ritmo, percusin, sonidos todo se entremezcla en un constante dibujo de pasos increbles, venciendo con maestra las ms complicadas difi cultadas de una obra modernista y completa. Si en la primera parte hay to-ques de identifi cacin de danza espaola, aqu es slo la msica la que marca esa intencin (ese un, dos, tres, cuatro, cinco, seis) acentuado ya indica ritmo de palo fl amenco.

    En cuanto a los bailarines, tanto las chicas como los chicos son de primera categora. Nombres conocidos por todos, Ana Noya, Rut Mir, Pilar Nevado o Vctor Gi-mnez, Carlos Lpez, Eduardo Lao y Juanjo Garres entre otros, este ltimo incorporado hace poco a la compaa, jovencsimo bailarn murciano, formado ntegramente en nuestro Conservatorio Profesional de Danza.

    La Verdad, martes 5 de enero de 1999.

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    CISNE BLANCO, CISNE NEGRO

    Compaa: Ballet Nacional de Bielorrusia. Director: Valentin Yelizarev. Orquesta: Orquesta Sinfnica de la pera y el Ballet Nacional de Bielorrusia. Director: Nikolai Koliadko. Progra-ma: El Lago de los cisnes. Chaikovsky - Petipa. Lugar: Teatro Romea. Domingo 7 de marzo de 1999.

    De todos los ballets surgidos del genio musical de Chaikovsky y coreografi ados por Petipa, El lago de los cisnes es, sin duda, uno de los universalmente ms cono-cidos a nivel popular, y tcnicamente ms difi cultosos en su ejecucin.En varias ocasiones, el pblico murciano ha tenido la oportunidad de asistir a su representacin por ballets rusos (Stanislawsky, Kiev, Brno, Minsk) unas veces completo en sus cuatro actos, otras en fragmentos, adagios, etc. y cuando es el ballet completo, su duracin excede las tres horas, siendo este el caso de la versin ofrecida por el Ballet de Bielorrusia.

    De los cuatro actos, el primero y el tercero, obra del francs Petipa, son de tono festivo y colorista, y el se-gundo y cuarto, de Ivanov, defi nen el fi nal del ballet ro-mntico del xix. La interpretacin del Ballet Nacional de Bielorrusia estuvo marcada por altibajos, quizs el escenario les venia pequeo, pero se notaba una falta de espacio para desplazamientos lucidos del cuerpo de baile, que junto a la inclinacin del suelo (terrible para bailari-nes, se lo puedo asegurar) no contribua para nada a una desenvoltura tcnica de los bailarines.

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    convincente y segura

    Tatiana Berenova, en su doble papel Odette-Odile estuvo ms convincente y segura en el segundo que en el pri-mero (su variacin de Cisne blanco falt poco para una perdida fi nal de equilibrio) y V. Dolguikh como Sigfrido, ms limitado a acompaante que a su lucimiento de so-lista. Los pequeos cisnes, correctsimos y musicales (M. Watanaber, E. Veselova, N. Kabtseva y J. Lebedeva); y la danza espaola sera de las ms aplaudidas.

    Como siempre en las escenografas de compaas ru-sas, la parte teatral con efectos especiales no poda faltar, incorporando el paso de los cisnes por el teln de fondo buscando la ayuda a la parte narrativa de la historia, as como el exceso de saludos en fi nal de acto o variaciones.Cuerpo de baile, correcto en el segundo y cuarto acto (cisnes) ms que en los otros de corte y carcter. Y como siempre que tenemos ocasin, agradecer la presencia de la orquesta, dirigida por Nikolai Koliadko, cuyo acompa-amiento realz la calidad de la compaa. El aforo del Teatro Romea, lleno total, y xito de pblico entusiasta del ballet, que disfrut con la velada.

    La Verdad, mircoles 10 de marzo de 1999.

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    UNA FANTASA MGICA

    Compaa: Ballet y Orquesta de la pera de Kiev. Programa: La Bella Durmiente. Msica: P. Chaikovsky. Coreografa: M. Petipa. Auditorio y Centro de Congresos Regin de Murcia. Sala Narciso Yepes. Viernes 9 de abril de 1999.

    Como fantasa mgica defi na I. A. Vsevolojsky, director de los Teatros Imperiales, cuando Chaikovsky recibiera el encargo de la partitura, desde 1890 fecha de su estreno en el Teatro Mariinski de San Petersburgo, el ballet La Bella Durmiente en un prlogo y tres actos, coreografi a-do por Marius Petipa, ya ha cumplido su siglo de vida sin que el paso del tiempo haya alterado su lozana.

    Numerosas versiones, adaptaciones y arreglos se han representado en estos ciento nueve aos, siendo el ms logrado y completo del ballet clsico. Curiosamente, tal y como reseaba el comentarista de Th e New Yorker en 1973, en la historia del ballet el orden habitual est inver-tido; las obras romnticas vienen en primer lugar, luego las clsicas, y la Compaa de Ballet de la Opera de Kiev es una de las depositarias de los tesoros coreogrfi cos que perduran formando parte de la Historia de la Danza como la Biblia del ballet. En nuestros escenarios, dada la falta de una Compaa Nacional que se ocupe de la parcela de los clsicos debemos el disfrute de los mismos gracias a Compaas autonmicas, privadas o subvencio-nadas. Esta Compaa de Kiev se present en Madrid en Septiembre de 1986 (Inauguracin de la Temporada de

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    Ballet Ruso), y en Murcia en anteriores ocasiones (Mar-zo y Noviembre 1994, Teatro Romea) ofreci diferentes programas, (Romeo y Julieta, Cascanueces, El Lago de los Cisnes) con un resultado desigual.

    La produccin de esta Bella Durmiente presentada la noche del pasado viernes en el Auditorio y Centro de Congresos, ha sido correcta en su puesta en escena, usando de los decorados y escenografa tan necesaria para crear el clima fantstico en la narrativa, danza pura, danza expresiva y simbolismo del argumento.

    las bodas de aurora

    De la obra, la importancia de variaciones, solos y paso a dos se encuentra en el prlogo (Bautizo) y tercer acto, representndose a menudo este ltimo en uno solo co-nocido como Las bodas de Aurora. De los papeles ms representativos el de Hada Lila estuvo perfectamente asumido por E. Gorbach, correcta en sus variaciones y llevando a buen termino la narrativa del cuento. Como siempre, el papel secundario de la bruja Carabosse seria uno de los atractivos, divertido y convincente.

    El Prncipe Desir, A. Datsyshyn, aunque nada acerta-do en su forma de interpretacin y poco favorecido por esa intencin de capa roja que no llegaba ni a la aparien-cia de manto real en su vestuario, no se le puede obviar su buen papel de partenaire. Ms principesco sin embar-go hubiera sido G. Zhalo, que acometi con elegancia y potencia su Pjaro Azul en el tercer acto de las bodas de la Princesa Aurora, interpretada esta por T. Golyakova, buena eleccin entre los solistas del elenco y sufi cien-temente lucida en sus tres adagios, el de la Rosa en Mi bemol, la aparicin de la Visin en Fa y el Gran Paso a dos en Do.

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    El resto de los componentes, cuerpo de baile nume-roso pero que siempre en estas Compaas parece como falto de espacio para desarrollar con ms grandiosidad sus intervenciones, vestuario cuidado y colorista, y un buen acompaamiento de la Orquesta bien dirigida por V. Kozhujar, pendiente de las entradas y velocidades de cada uno de los primeros bailarines, premiado trabajo con el entusiasta aplauso de un pblico que disfrut de la larga velada.

    La Verdad, lunes 12 de abril de 1999.

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    XITO INDISCUTIBLE DE SARA BARAS

    Sara Baras. Espectculo: Sueos. Auditorio Municipal de San Javier. Jueves 6 de agosto de 1999.

    El duende del baile fl amenco en los pies y manos de Sara Baras puso en pie al Auditorio de San Javier en la noche de la inauguracin del Festival de Teatro, Msica y Dan-za de este ao. Si todas las artes necesitan de un don es-pecial para acometer su desarrollo, la danza y la msica requieren talento y dotes adecuadas para llegar al domi-nio de su tcnica y del cuerpo, instrumento del bailarn.

    Y como cualquier otro arte, el trabajo constante y acertado produce esas primeras fi guras que animan el horizonte danzstico elevando el baile en su importancia y consideracin.

    El fl amenco, arraigado desde sus discutibles orge-nes en lo popular y autntico, ha ido transformndose a lo largo de su historia, llena de innovadores (Carmen Amaya, Vicente Escudero) que en su momento senta-ron nuevas bases que nuevas generaciones de bailadoras y bailadores aceptan y a su vez renuevan.

    De esta forma no queda estancado y de esas nuevas generaciones con garra y originalidad, sin olvidar las ra-ces, Sara Baras est demostrando, desde sus primeros triunfos (Compaa Merche Esmeralda, Mujeres, 1996) una nueva forma de entender su fl amenco.

    El contenido de su espectculo presentado en San Ja-vier, es recopilacin de sus obras anteriores (Sensaciones,

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    estrenado en el Auditorio y Centro de Congresos Regin de Murcia, abril de 1998) y otras nuevas (Sueos). Con una introduccin musical, Tangos, a modo de presen-tacin de sus diez msicos - guitarra, percusin, fl auta, violn, cantaores, las nias, como gusta llamar Sara a sus bailarinas, irrumpiran con unas rondeas, elegantes y fi rmes, seguidas de una seguiriya. Siguieron Martinete, Alegras en las que acompaando a Sara Baras, Miguel Toleo, nico chico bailaor de la Compaa, mostr un limpio trabajo de pies, aunque pobre de brazos y fl ato de tablas para llenar el escenario.

    Precisamente, una de las caractersticas del trabajo de Sara Baras es la importancia que le da al braceo y parte superior del torso, vueltas y quiebros hermosos, bien do-minados, y la velocidad de pies en el taconeo. A esto se le une el diseo de unos vestidos que guardan relacin con la danza a la que sirven, pero lejos de tpicos del fl a-menco de peineta y pandereta, reforzado este carcter en una bien interpretada Sole, traje blanco y mantn con motivos azules, que dara paso a buleras de fi nal de Sen-saciones, apotesico fi n de fi esta con Sara y la Compaa entre el pblico y ste con Sara. Aplausos interminables y ovaciones para una joven bailarina que est empezan-do una ya afi anzada carrera hacia el xito, un xito que ella afronta con una gran sencillez y con entrega.

    La Verdad, sbado 7 de agosto de 1999.

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    NUEVOS TIEMPOS, NUEVOS AIRES PARA UN GRAN BALLET

    Ballet Nacional de Espaa. Directora Artstica: Aida Gmez. Director Gerente: Hans Tino. Primeros Bailarines: Maribel Gallardo - scar Jimnez - Francisco Velasco. Bailaor invitado: Currillo. Adjunto a la Direccin Artstica y Maestro de Ballet: Ral Tino. Programa:Ritmos Coreografa: Alberto Lorca, msica: Jos Nieto.Mensaje; Coreografa: Aida Gmez, m-sica: Vicente Amigo.Luz de alma; Coreografa: Javier Latorre: msica: Popular.Silencio rasgado Coreografa: Aida Gmez: msica: Jorge Pardo.Grito; Coreografa: Antonio Canales, msica: J. M. Bandera, J. C. Gmez. Gala patrocinada por La Verdad. La Unin. XXXIX Festival Nacional del Cante de las Minas. Sbado 7 de agosto de 1999.

    El Ballet Nacional de Espaa con su fl amante Directora Aida Gmez llen de fuerza y podero el recinto del Festi-val del Cante de las Minas en La Unin, en una hermosa noche de danza espaola. Aida Gmez, experimenta-da bailarina, gran profesional de la danza, conoce esta Compaa a fondo. No en balde ha bailado en ella duran-te aos y ahora llega a la direccin con fuerza y ganas de renovacin, con nuevos aires para un Ballet Nacional ya veterano, que, afortunadamente, est creando una tradi-cin difcil de lograr en otros estilos. A esto aadir en el equipo directivo, como adjunto Ral Tino y como geren-te Hans Tino, antiguos componentes del Ballet Clsico Nacional y magnfi cos bailarines. El programa elegido

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    para abrir el Festival de La Unin es coherente, ameno y de alta calidad en sus coreografas. Ritmos, coreografa ya tradicional, creada por Alberto Lorca en 1984, con m-sica de Jos Nieto, es una de esas obras que se convierten en repertorio clsico, obra digna de estudio por parte de los bailarines y de que el pblico contine disfrutndola. La fuerza de la partitura, la estilizacin de pasos y fi guras y el cambio de colorido en el vestuario, del negro al rojo y faldas que al mover recuerdan un hermoso clavel, siem-pre ha sido un seguro xito.

    Y a continuacin, todo nuevo. Mensaje, una fantsti-ca composicin de Vicente Amigo en la que cuatro bai-larinas, disfrutan ejecutando una coreografa de Aida Gmez de fandangos estilizados contemporneamente, adornados de magnfi cos brazos y vueltas de pecho pre-ciosas con una velocidad de cambio que dibuja el movi-miento sensual femenino, sin perdida del mismo en el espacio. Carmen Esteban, Raquel Gmez, Genma Barre-da y Mercedes Burgos bordan el trabajo de la coregrafa interpretndolo con verdadera entrega.

    En Luz de alma, el coregrafo Javier Latorre usa de la seguiriya y los tangos para un solista, Currillo y un grupo de quince chicos, fantsticos todos ellos, con un buen trabajo de brazos y pes, (pero cuyo sonido no se apreciaba en su totalidad, debido al entorno arquitect-nico) y enriqueciendo el fi nal con la entrada de cuatro bailarinas.

    Y por fi n, la aparicin de Aida Gmez como solista en coreografa propia, Silencio rasgado, estrenada en el Teatro Real de Madrid, inspirada en los versos del poeta suf Rumi, con msica de Jorge Pardo. Pedro Ontiveros al saxo y Ana Ramn cantaora dan la entrada para Aida, que irrumpe en el escenario enfundada en un pesado tra-je del que se desprende casi inmediatamente para gozar de la libertad de un atuendo modernista, pantaln ceido

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    y cuerpo recortado que deja ver su cintura y estiliza an ms todos los pasos y movimientos. Coreografa moder-na total que indica claramente al igual que Mensaje la lnea propia que busca en sus obras. Esta sera la nica intervencin de la directora acertada para no acaparar protagonismo en la noche que terminara con la creacin de Antonio Canales, Grito, en la que seguidillas, sole, alegras y tangos es una mezcla para la veterana Maribel Gallardo y el bailaor invitado Currillo, que forman una pareja compenetrada y unida para los diferentes palos. El buen trabajo de ambos bailarines, a los que se van aa-diendo el resto de la Compaa, fue ovacionado por el pblico que llenaba al completo el recinto y que, estamos seguros, disfrutara con una nueva actuacin del Ballet Nacional de Espaa, a ser posible en el Auditorio Regio-nal.

    La Verdad, lunes 9 de agosto de 1999.

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    UN OSCILANTE ZORBA EL GRIEGO A CARGO DEL BALLET DE LITUANIA

    Ballet Nacional de Lituania. Programa: Zorba el griego. Msica: Mikis Th eodorakis. Coreografa: Lorca Massine. Lu-gar: Auditorio Parque Almansa. Martes 10 de agosto de 1999. XXX Festival Internacional de San Javier.

    El Ballet Nacional de Lituania present en el Festival In-ternacional de San Javier Zorba el griego, ballet en dos actos que ya anteriormente tuvimos ocasin de conocer en el Teatro Romea de Murcia, (8 de Abril del 92). Lorca Massine, cuyo nombre artstico se debe a la admiracin despertada en l por Garca Lorca en su infancia, fue en aquella ocasin el protagonista de su propia obra. Hijo de aquel Leonide Massine, que con los Ballets Rusos de Diaguilev alcanzara fama universal como bailarn y co-regrafo (Sombrero de tres picos, entre otros), tras una amplia formacin en danza su dedicacin a la coreogra-fa aporta resultados como el presentado en forma de Ba-llet, y que pese a la espectacularidad pretendida provoca una sensacin de instabilidad en el equilibrio de la lnea de los dos largos actos del montaje.

    La fuerza de la partitura de Mikis Th eodorakis, la hermosura de su msica es una fuente tentadora de ins-piracin, pero al mismo tiempo precisa de una conti-nuidad cuya difi cultad radica en mantener el inters del argumento, en forma de narracin y no como un ballet abstracto, un pasaje en la vida de un personaje especial:

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    Zorba. La preparacin tcnica de los componentes del Ballet Nacional de Lituania, facilita la labor del creador, contando con elementos tan valiosos como los cinco per-sonajes, Zorba, Marina, Johnas, Yorgos y la esperpntica Madame Hortense.

    Usando de la base folklrica de las danzas griegas, a travs de la clsica y contempornea, los tres estilos confl uyen en una serie de episodios de corte narrativo que en su duracin resultan en ocasiones repetitivos o montonos. Monotona rota cuando esa lnea de la que hablamos antes eleva el inters en desplazamientos del cuerpo de baile y solistas, como en los paso a dos de gran belleza, para volver a una horizontalidad anterior.

    Esta inestabilidad en el conjunto de la composicin coreogrfi ca se supera precisamente por la msica de Th eodorakis, (utilizada por Maurice Bejart tambin para sus danzas griegas), cuya fuerza despierta los sentidos y contagia un sentimiento colectivo emocional que au-menta conforme va fi nalizando la historia. Los dos pro-tagonistas, Johnas y Zorba, van a ir introduciendo de forma graduada el esperado sirtaki, y que por su popu-laridad y aceptacin constituye el momento cumbre de lo anterior.

    Son formulas que el coregrafo utiliza, a sabiendas que el pblico en ese momento necesita de esa explosin de fuerza, bien bailada, con demostracin de la buena forma fsica de los bailarines, que provoca los aplausos entusiastas y con los consiguientes bises, todos en pie, faltando muy poco para que los pasos de la conocida danza popular griega pasaran del escenario a las gradas, no tan completas como en otras ocasiones.

    La Verdad, jueves 12 de agosto de 1999.

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    MODERNISMO INNOVADOR

    Compaa: Flamenco XXI. Direccin: Pilar Izaguirre. Ricardo Franco. Programa: La maana, Coreografa: Ricardo Franco, Msica: F. Cruz Montoro, J. Quevedo, El Bolita Do, Co-reografa: Ricardo Franco, Msica: F. Cruz Montoro, J. Queve-do, El Bolita, La calle, Coreografa: Ricardo Franco. Msica: Joaqun Martn / Jernimo Maesso. Lugar: Teatro Romea. Jue-ves 7 de octubre de 1999. Semana Grande de CajaMurcia

    La coincidencia de Sara Baras en nuestra ciudad, el mis-mo da y a la misma hora actuando en el Auditorio y Cen-tro de Congresos con su espectculo Sueos, no restara ni inters ni pblico a este otro interesante programa realizado bajo la direccin de Pilar Izaguirre y Ricardo Franco.

    Modernista, innovador, son trminos que califi can el montaje que, partiendo de diversos palos fl amencos, constituye la forma de expresin utilizada para su crea-cin por el coregrafo Ricardo Franco. De formacin acadmica clsica, este antiguo componente del Ballet Lrico Nacional, lo recordamos, entre otras, por su inter-pretacin de coreografas como Cuatro temperamentos, de Balanchine, en octubre de 1990 en este mismo esce-nario.

    En el 96, por iniciativa del Festival Internacional de Danza Taz de Viena, nace el proyecto Flamenco xxi que tras su paso por escenarios como la pera de Graz, In-nsbruck, Lisboa, Amsterdam, La Haya nos llega ahora a

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    nosotros. El fl amenco es utilizado por Ricardo Franco para la elaboracin de un programa que se caracteriza por un afn de innovacin creativa, de tintes modernis-tas y rompedor de las lneas conservadoras.

    Fragmentado en tres partes claramente defi nidas, la primera, La maana, tras un comienzo en claroscuro, iniciado por el trabajo uniforme de los bailaores, y de la intervencin de Beatriz Martn (Ella sola) en la que contrastan sus brazos con la profundidad que la rodea, Rafael de Carmen, tras La maana y Al sol, baila por so-le, terminando el cuerpo de baile con unos coloristas Jaleos en los que la percusin forma parte de la coreogra-fa, que con efectos de luminotecnia proyectados sobre el ciclorama de fondo hacen que no slo sea el baile puro el principal componente del montaje.

    Los msicos quedan un tanto desplazados acostum-brados como estamos a notar algo ms su presencia, tal y como s se haran notar en la segunda parte. De sta, Do y La Calle son un conjunto de desigual resultado. El piano, junto a instrumentos de percusin que ahora s ocupan un lugar central, intervienen en una llamati-va puesta en escena junto a una efectista escenografa, la luna est presente y el sol va creciendo en intensidad, marcada por la fuerza de la msica de unos tangos bien bailados, pero cuyo vestuario queda un tanto desangela-do ante la alegra de los bailes.

    Interesante trabajo de Ricardo Franco, que se vio re-compensado por un entusiasta aplauso.

    La Verdad, sbado 9 de octubre de 1999.

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    LA DANZA SE VISTE DE FIESTA

    Compaa: Vctor Ullate Ballet, Programa: Don Quijote. Co-reografa: Vctor Ullate. (A partir de las originales de Marius Petipa y Alexander Gorski) Msica: Ludwid Minkus. Ilumi-nacin: Olga Garca. Escenografa y vestuario: Roger de Salas. Lugar: Auditorio y Centro de Congresos de la Regin de Mur-cia. Sbado 16 de octubre de 1999. Semana Grande de Caja-Murcia.

    El episodio de la segunda parte de la novela de Cervan-tes, sacado de los captulos 19, 20 y 21 (Bodas de Cama-cho), en los que nos narra la boda del rico Camacho con la aldeana Quiteria, enamorada del pastor Basilio, fue utilizado aadiendo personajes y escenas sueltas por el coregrafo francs afi ncado en San Petersburgo Marius Petipa, para su ballet estrenado en Mosc el 14 de Di-ciembre de 1869.

    Anteriormente se haba desarrollado una tradicin desde 1743 en Pars, (Ballets Cmicos) que vena utili-zando este argumento por Jean Georges Noverre (1768), Aumer o Louis-Jaques Miln ya en el xix.

    Mezclando partes de captulos, como el 17 en el que D. Quijote confunde la posada por un castillo o el encuen-tro con los cmicos ambulantes (captulo 2 de la primera parte y otra del 26 de la segunda), hilvana la historia que tambin ha sido coreografi ada de mil maneras a lo largo del siglo xx.

    Vctor Ullate y su Ballet de la Comunidad de Madrid,

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    una fbrica de estrellas, han sido los ltimos en transfor-mar la base de Petipa en un Quijote colorista, de fi esta, merecedor de fi gurar entre las mejores coreografas he-chas al respecto.

    En otras ms tradicionales la parte clsica quedaba enmarcada dentro de la Escuela Rusa, de perfeccionismo tcnico sublime, y sus principales personajes formando parte obligada en el repertorio de grandes fi guras da la danza, pero el carcter espaol que Petipa conoca de su estancia en nuestro pas siempre quedaba exagerado o como mero adorno. La coreografa de Vctor Ullate divi-de la historia en tres actos y prlogo, utilizando una lnea argumental escenifi cada como narrativa, enmarcada en una cuidada escenografa y un acertado vestuario debi-do al colaborador habitual de Ullate, Roger de Salas, que respeta admirablemente la poca histrica, y, tal y como el propio Ullate afi rma, espaoleando y dotando de fres-cura lo que quedaba antes obsoleto.

    Atrevido, Ullate en el acto I tras un breve prlogo en el que comienza la locura fantstica de Alonso Quijano, ya como Quijote (Vctor Orive) acompaado de Sancho Pan-za (Fernando Carrin), presenta a Quiteria (encantadora Rut Mir) y su romance con el barbero Basilio (magnfi co Carlos Lpez), modernizando la escena de Mercedes (Ana Noya) y Espada (Eduardo Lao) con un colorista pasodoble en una plaza improvisada a partir de las capas de los tore-ros, (el murciano Juanjo Garres entre ellos).

    Destacan los efectos especiales y la iluminacin debi-dos a Olga Garca y en el segundo acto la escena de los gitanos y una efectista y lograda lucha contra los Moli-nos, aplaudida con entusiasmo por un pblico entregado desde el principio. El delirio y sueo en el mundo de las Driadas es la parte mantenida ms clsica por Ullate en la que Carlos Pinillos hace un magnfi co Cupido de salto elevado y limpieza en sus entrechats y cabriolas.

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    Para terminar tres horas de Quijote que pasan rpidas, las Bodas de Quiteria y Basilio conocidas del gran pbli-co, pas de deux, variacin del abanico, codas y brillantsi-mo fi nal de toda la Compaa. Un Auditorio al completo y puesto en pie salud al director y creador infi nito Vc-tor Ullate, artfi ce de que la danza clsica, a pesar de los pesares, mantenga un primer puesto en nuestro pas, Sus bailarines heredaran su clase y talento.

    La Verdad, lunes 18 de octubre de 1999

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    OSADOS, ATREVIDOS

    Nuevo Ballet Espaol. Espectculo: Flamenco directo. Direc-cin artstica: ngel Rojas, Carlos Rodrguez. Lugar: Audito-rio y Centro de Congresos Regin de Murcia. Mircoles 2 de febrero de 2000.

    Jvenes, trabajadores y con capacidad creativa para ela-borar este nuevo fl amenco son estos bailaores, osados y atrevidos, ngel Rojas y Carlos Rodrguez.

    Nuevo Flamenco, espectculo del Nuevo Ballet Espa-ol, es un ordenado, pensado y meticulosamente disea-do programa cuyo contenido sorprende desde el primer momento, en una presentacin (directos), original y no-vedosa que introduce al espectador en una nueva forma de entender el fl amenco. Los palos tienen nombre propio, Horizontes, Lunticos, etc. rodeados de modernismo, em-pezando por el vestuario en el que una mezcla explosiva de made in y fl amenco un tanto llamativa unen la pu-reza del baile con infl uencias de otras bases acadmicas y de tcnica de escuela. La mezcla de infl uencias de todo tipo de danza, clsica, contempornea, moderna con la pureza del fl amenco, es una frmula que es atrevida y provocadora ante los puristas defensores de conservar y no cambiar llegando al debate de si es o no correcto.

    En la primera parte, tonos blanco y negro, movimien-tos de amplitud escnica, lejos de ese fl amenco que ape-nas se desplaza del sitio. El grupo formado por los inte-grantes de la Compaa, destacando Esther Esteban, es

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    de una uniformidad asombrosa. La disciplina rigurosa de estos bailarines no deja espacio para la improvisacin, o si la hay no se perfi la, y el Musical del grupo Caadu con la farruca de Carlos Rodrguez para terminar, antes del intermedio, con toda la Compaa en Playas del alma permite disfrutar no slo de la danza, sino igualmente de una msica rica en matices y muy del gusto del fl amenco innovador.

    La segunda parte ofrece, bajo tonos ocres entre otros, una sensual Guajira o el mano a mano de los dos directo-res y estrellas del Nuevo Ballet; en Mahera donde ambos bailarines (o bailaores) muestran su fuerza interpretati-va y su forma de entender este fl amenco. Diferentes en su estilo, ngel ms suelto y Carlos menos controlado, los dos entusiasman al pblico ante su fuerza en el baile, caracteres diferentes que se complementan al compartir escenario.Escenografa muy cuidada, con variacin de iluminacin reva-lorizan la calidad de la puesta en escena. Para terminar, Amo-ns, resulta igual de ordenado que todo lo anterior, caldeando el fi nal, con una innecesaria proyeccin del ttulo del espect-culo, aplaudido calurosamente por un Auditorio que lamenta-blemente luci media entrada.

    La Verdad, viernes 4 de enero del 2000.

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    EL ESPLENDOR DEL ROMANTICISMO CON GISELLE Y VCTOR ULLATE

    Compaa: Vctor Ullate. Ballet de la Comunidad de Madrid. Programa: Giselle. Ballet romntico en dos actos. Coreogra-fa: Vctor Ullate, (Sobre la original de Coralli/Perrot/Petipa). Lugar: Teatro Romea. Viernes 10 de marzo de 2000. Gala or-ganizada por la cope.

    El Romanticismo del xix aport en el arte, la literatu-ra y la msica el deseo de huida de la vida cotidiana. La sustitucin de la realidad por un mundo irreal tuvo en el ballet clsico su obra maestra con la creacin de Giselle.

    La coreografa original, estrenada en 1841 en Pas, fue el resultado de la unin de dos coregrafos, Perrot y Coralli; dos msicos, Adam y Burgmller; el libreto de Saint-Georges, Gautier y Coralli y un solo decorador, el pintor Pierre Ciceri quien tambin haba realizado los de La Sylphide (1832).

    Hoy en da no podemos asistir a una representacin de Giselle tal y como la pudieron contemplar los especta-dores del xix pero conserva muchos elementos, algunos de ellos casi en su estado original y otros oscurecidos por el paso del tiempo y sucesivas adaptaciones debidas a Pe-rrot, Petipa y el maestro de danza ruso Titus. Fue tal su repercusin en el mundo de la danza que siglo y medio despus contina siendo uno de los ballets ms represen-tados en el mundo entero.

    Vctor Ullate, este genio creador que no nos merecemos,

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    volvi a Murcia en gala de la cope para ofrecernos de nue-vo su Giselle, En esta ocasin, el Teatro Romea fue testigo emocionado de la magnfi ca interpretacin de Brbara Gar-ca. Bailarina de origen cubano, asumi perfectamente el reto que supone la doble personalidad de Giselle, ingenua y alegre en el primer acto, y etrea Willi del segundo.

    La adaptacin coreogrfi ca de Ullate (la versin anterior vista en Murcia en Marzo de 1996 se debi a Jos Pars, con Tmara Rojo y Jess Pastor) aporta actualizaciones tcnicas que ofrece amplitud de posibilidades a bailarines que, como Antonio Ruiz en Albrecht, tienen ocasin de mostrar su pre-paracin en las variaciones, compenetrado con su pareja en los paso a dos, y la fuerza interpretativa de Vctor Jimnez en el desesperado Hilarin cuyo papel luce esplndidamen-te en el segundo acto. El pas de paysanne (que en su versin original del xix estrenara Nathalie Fiztjames) result una ocasin excelente para disfrutar de la presencia junto a Pi-lar Nevado de la de Juanjo Garres, cuya carrera profesional, tras su formacin en el Conservatorio Profesional de Danza de Murcia, va ascendiendo vertiginosamente igual como su enorme talento. Todos los detalles escenogrfi cos de Giselle estn cuidados al mximo por Vctor Ullate. El cuerpo de baile posee una calidad de primera categora y el resultado es, como toda la obra que pone en escena este creador, de una importancia enorme.

    En un pas del que siempre se asegura que carece de tradicin clsica no sabemos a qu estamos esperando para abrir los ojos y contemplar la realidad de Compaas nicas como sta que debera ocupar su lugar junto a los nacionales. Y nuestro pblico lo sabe, demostrndoselo a Vctor Ullate en una larga, emocionante y enfervorizada ovacin que cerr la magnfi ca velada en el Teatro Romea.

    La Verdad, domingo 12 de marzo del 2000

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    CENICIENTA POR FANDANGOS Y BULERAS

    Ballet Flamenco de Antonio Canales. Programa: La Cenicien-ta. Coreografa y direccin: Antonio Canales. Msica: Ober-tura: Prokofi ev, Albinoni. Por el Grupo a cuerda y tacn: Jos Jimnez, Viejn; David Cerreduela; Ramn Jimnez; Antonio Surez, Guadiana. Lugar: Auditorio y Centro de Congresos Regin de Murcia. Jueves 16 y viernes 17 de marzo del 2000.

    De todas las versiones que del cuento de Perrault del xviii se han venido haciendo en danza, la Cenicienta de Antonio Canales es una ambiciosa coreografa en la que el fl amenco y la escuela bolera nos acercan a una pro-tagonista quizs ms real que la de narraciones infan-tiles. El artista sevillano ha desarrollado a lo largo de su carrera una inquietud coreogrfi ca que le proporciona montajes tan dispares como Torero, Guernica, Bernarda Alba, o Raz, para su propia Compaa, o las estrenadas por el Ballet Nacional de Espaa, en el cual se form y del que fue solista, Grito y A ciegas. Cenicienta llega a los escenarios murcianos, como casi siempre ocurre en los espectculos de danza, un ao despus de su estre-no en Madrid. Partiendo de la raz fl amenca, Canales no duda en introducir aportaciones de escuela clsica, tan caracterstico de todos los que pasaron por el Nacional, mezclando movimientos de infl uencia contempornea y

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    usando la escuela bolera del XVIII para el baile de cum-pleaos. La intencionalidad de dotar a esta obra de un aire circense se refuerza con la escenografa (bombillas a pie de escenario, transformacin del vestido de la pro-tagonista) y el mago de cuya chistera pueden surgir las ms inslitas realidades. En cuanto a la adaptacin musi-cal, esa mezcla de Prokofi ev y Albinoni, unida al fl amen-co es de un resultado interesante debido as mismo a la excelente calidad de los msicos y cantaores de los que Mara La Coneja, en esta ocasin, adems no slo baila sino que est muy lograda como La Madrastra.

    Cristina Gmez, jovencsima bailarina interprete de la protagonista, personaje que en su da fuera ideado para Sara Baras, posee unas amplias cualidades como el dominio alternativo de fl amenco y escuela bolera, aun-que para apreciar toda su riqueza el vestuario usado para esta ltima no sea acertado. Este mismo inconveniente lo encontramos en otros personajes, como las hermanas-tras, Laura Gonzlez y Rosana Romero, batallando con la pomposidad de las faldas a sus intervenciones de palos fl amencos de la primera parte. Juan de Juan, excelente bailaor, sabe perfectamente lo que Canales espera de l. No es la primera vez que trabajan juntos y siempre se le ofrece posibilidades de lucimiento para sus pies, de rapi-dez y sonoridad asombrosa, adems de esa estilizacin moderna de la danza de la que Antonio Canales gusta tanto. Este ltimo se reserva el papel de mago, mostran-do todo su estilo en una coreografa de cuyo montaje re-sulta algo cargado la primera parte que hace necesario un descanso tras el que un rpido fi nal arranc la ova-cin del entregado pblico.

    La Verdad, domingo 19 de marzo del 2000.

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    Y LA DANZA SE HIZO HOMBRE

    bocca bail completamente entregado com-partiendo escenario y mximo esfuerzo con

    sus bailarines.

    Compaa: Julio Bocca y ballet Argentino. Direccin: Julio Bocca. Programa: ngeles sin alas. Msica: autores varios. Coreografa: Attila Eharhazi. Pido esa boca. (Pas de deux). Coreografa: Marcela Criquet. Msica Oscar Kreimer. Desde lejos. Coreografa Mauricio Wainrot. Msica: Wins Mertens. Piazzola Tango Vivo. Coreografa: Ana Mara Stekelman. M-sica: Astor Piazzolla. Festival Internacional de teatro, msica y danza de San Javier.Parque Almansa. Sbado 19 de agosto del 2000.

    Y la danza se hizo hombre despertando los sentidos a travs de la belleza de las coreografas presentadas por Julio Bocca y su Ballet Argentino, la noche del sbado en el escenario del Festival Internacional de Msica y Dan-za de San Javier. La completa formacin tcnica de este bailarn le permite ahora, despus de aos interpretando a los imprescindibles grandes clsicos del xix y los mo-dernistas geniales del xx, le permite, repito, afrontar el nuevo siglo con una danza innovadora en la que tanto l como los bailarines que le acompaan inundan el esce-nario durante cerca de dos horas de plasticidad y belleza de unas coreografas dignas de alcanzar la categora de otras ya consagradas.

    En sus anteriores visitas a Murcia, tanto en 1992 junto

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    a Eleonora Cassano en el Teatro Romea como en 1996 en el Auditorio y Centro de Congresos, este gran baila-rn mantena un programa que oscilaba de los clsicos al tango, introduciendo ste de forma estilizada y teatral en una lnea de trabajo que comenzaba a defi nirse con obras de corte contemporneo como Aquelarre, de Os-car Arraiz o Escenas, y aquella Sinfona entrelazada de Mauro Bogonzetti, ballet abstracto sobre un recitativo de sonetos de Shakespeare y msica de Mozart.

    Pasados estos ltimos aos Julio Bocca ha ido mol-deando su danza en una bsqueda de nuevas formas, manteniendo siempre la importancia de la base clsica y como resultado nos ofrece ahora la posibilidad de com-partir su obra. La danza es un arte que, a diferencia de la pintura o la escultura, solamente permanece ante nues-tros ojos el instante en que se est interpretando pero sin embargo las sensaciones que despierta en nosotros se mantiene en los recuerdos segn y como haya conse-guido llegar a quien la contempla. Las coreografas pre-paradas por el Ballet Argentino en esta ocasin, aunque variadas respecto al programa anunciado, fueron una muestra de autentica calidad. En ngeles sin alas su co-regrafo Attila Eharhazi se sirve de cuatro bailarinas y cinco bailarines en tonalidades de la gama de los azules para plasmar suaves y ondulantes movimientos, coordi-nados en variaciones sobre fragmentos musicales, en una obra de resultados interesantes.

    Pido esa Bocca, un impresionante Pas de deux en el que Julio Bocca baila entregado a su pareja con la que su-pera brillantemente todas y cada una de las complicadas formulas balletsticas ideadas por Marcela Criquet lle-nando la hermosa msica de Oscar Kreimer, tras el que Desde lejos supone una sinfona de movimiento pensada para un continuo movimiento de grupo generalmente correcto (excepto el de una de las bailarinas algo des-

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    coordinada y un tanto desorientada que debiera estudiar algo mas la coordinacin y velocidad de sus compaeros) entrelazando el trabajo de parejas o do, obra de Mauri-cio Wainrot llena de plasticidad y belleza sobre la emo-cionantemente hermosa composicin musical de Wins Mertens. Y, como no, cerrando la noche, esos Tangos, compuestos por Astor Piazzolla como una Suite, con so-los, dos o quintetos, en los que Ana Mara Stekelman lo-gra una obra estilizada basada en la danza contempor-nea y muy diferente a aquellos de Oscar Arraiz, Responso, La apualada o El da que me quieras.

    Julio Bocca bail, y bail completamente entregado a lo largo de toda la noche compartiendo escenario y mxi-mo esfuerzo pero tan complementado con sus bailarines que no busc el protagonismo fuera de lugar y adems sin que la ausencia del anunciado paso a dos del Quijote fuera echado de menos. Bocca y este su Ballet Argenti-no ya pertenecen a las nuevas generaciones de bailarines con los que la danza entra de fi rme en el nuevo siglo.

    La Verdad, lunes 21 de agosto del 2000.

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    MERECIDO HOMENAJE A JOS CARLOS MARTNEZ

    Gala de Danza Homenaje a Jos Carlos Martnez, bailarn es-trella de la pera de Pars, con estrellas, primeros bailarines y solistas de la pera de Pars. CajaMurcia. Semana Grande. Programa: Primera parte: Paquita (paso a tres). Msica: Lud-wig Minkus. Coreografa: Marius Petipa. B comme Bea. M-sica: Hugues le Bars. Coreografa: Jocelyn Bosser. El Corsario. Msica: Ricardo Drigo. Coreografa: Marius Petipa. Aunis. Msica: Maurice Pacher. Coreografa: Jacques Garnier. Don Quijote Suite. Msica: Ludwig Minkus. Coreografa Marius Petipa y Alexander Gorski. Segunda parte: El Cisne Negro, (paso a tres). Msica: Chaikovsky Coreografa: Rudolph Nu-reyev. Alquivia. Msica: Luis Delgado. Coreografa: Anatol Yanovski. Romeo y Julieta (escena del balcn). Msica: Seguei Prokofi ev. Coreografa: inspirada de Rudolph Nureyev. La Slfi -de. Msica: Daniel Severin Lovenskjold. Coreografa: Augusto Bournonville. Diva. Msica: G. Giordano. La mamma morta (de la pera Andrea Tcheiner). Coreografa: Carolyn Carson. Raymonda, fi nal con toda la Compaa. Sbado 7 de octubre. Auditorio y Centro de Congresos. Murcia.

    La Semana Grande de Cajamurcia del 2000 tuvo un bri-llante comienzo con el homenaje que en forma de Gala ofreci el pasado sbado al bailarn Jos Carlos Martnez. La noche murciana se engalan de estrellas, de estrellas de la danza que desde la pera de Pars volaron hasta el escenario del Auditorio y Centro de Congresos para

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    acompaar a su primer bailarn en ocasin tan especial. Y es que si en otras muchas profesiones, el triunfo y xito es un premio justo al sacrifi cio, la tenacidad y el buen hacer, en danza es una recompensa que aporta adems la ventaja de ser un arte cuya belleza es compartida por el pblico.

    No vamos a recordar aqu y ahora la excelente trayec-toria artstica de Jos Martnez. Este es su nombre arts-tico habitual, simplifi cando el compuesto en escenarios internacionales en los que ha podido bailar los princi-pales papeles de grandes ballets de repertorio y de los que se ha seleccionado los ms idneos para confi gurar el espectculo que en dos extensas partes ofreci junto a Agnes Letestu y bailarines de la pera parisina.

    En la primera parte del variado programa, con los cl-sicos paso a dos y paso a tres de ballets como Paquita, o Corsario, este ltimo algo carente, intercalados por co-reografas modernistas de B comme Bea, jugando con la triloga de color blanco, azul y rojo, o Aunis en la que la mezcla rtmica no concede un respiro a los tres intrpre-tes, coreografas no tan espectaculares como el esperado Don Quijote Suite en el que tanto Jos Carlos Martnez como Agnes Letestu estuvieron magnfi cos, compene-trados al mximo y ofreciendo una buena leccin de tc-nica pura, acompaados de un correcto cuerpo de baile, destacando la variacin de solista femenina.

    Un pequeo cambio en el orden de la segunda parte no alter para nada el resultado de las diferentes varia-ciones, ofreciendo la posibilidad de apreciar como Jos Carlos domina el estilo contemporneo en la coreografa de Anatol Yanovski Alquivia compartida junto a Marie-Agnes Guillot seguido de un hermoso Romeo y Julieta a cargo de la dulce Isabel Ciaravola y el apasionado S-bastien Th ill interpretado tras el Cisne Negro sin nada especial si no es la intervencin ms personal del mago.

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    Le seguira, una Slfi de convencional y la muestra de la coregrafa Carolyn Carson, Diva, un tanto fuera de con-texto.

    Y para fi nalizar la larga noche, ante un pblico in-cansable de danza que peda seguir disfrutando de los bailarines estrellas, el xito del lucido fi nal con Raymon-da hara necesaria su repeticin ante los interminables aplausos con que toda Murcia, tierra de artistas, quiso mostrar su admiracin y merecido cario al cartagenero Jos Carlos Martnez y sus compaeros.

    La Verdad, lunes 9 de octubre del 2000.

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    LA LOCURA DE SARA Y SU DUENDE FLAMENCO

    Ballet fl amenco Sara Baras. Programa: Juana la Loca (Vivir por amor). Coreografa Sara Baras. Direccin escnica: Luis Olmo. Idea-guin: Lucho Ferruzzo. Msica: Jess de Rosario, Jos Heredia, Juan Carrasco. Por derecho (Suite Flamenca). Di-reccin y Coreografa: Sara Baras. Msica: Jess de Rosario, Juan Carrasco.Auditorio y Centro de Congresos Regin de Murcia. Sala Nar-ciso Yepes. Jueves 2 y viernes 3 de noviembre del 2000.

    Sara Baras rompe moldes con su forma de hacer fl amen-co. Su nuevo espectculo, Juana la Loca, es un elegante y sobrio montaje en el que la locura de amor, la pasin y los celos se transforman en danza rebosante de expresividad sinuosa, acompaada en sus braceos y giros envolventes por un taconeo limpio, rpido y sutil.

    Sara Baras ha vuelto a triunfar en Murcia, en el mis-mo escenario en el que en dos ocasiones anteriores, en el 96 y 98, el pblico ya se rindiera a sus pies. En este es-pacio de tiempo el trabajo de la gaditana ha ido ganando no slo en esa forma personal de entender el fl amenco e interpretarlo, sino que una cuidadosa y estudiada pues-ta en escena acompaada por el cercano cante de Chelo Pantoja enriquece la calidad del montaje de esa apasio-nada locura en la que se ha inspirado para elaborar la historia de esos amores con el aqu traicionero Felipe el Hermoso, Jos Serrano.

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    Sara es baile, y el baile es Sara. Elegante, segura, ve-loz y con una arrolladora personalidad que irradia sim-pata natural es, al mismo tiempo, capaz de no acaparar protagonismo compartindolo con sus bailaoras, chicas de talento bien fl anqueadas por dos valiosos elementos masculinos de los que en Ral Fernndez se adivina un futuro prometedor.

    Completando programa, la Suite fl amenca y Por de-recho se acerca ms a la muestra de diferentes palos con los que habitualmente los espectculos fl amencos dan el cierre por buleras, soleares etc. y hasta para esto Sara Baras tiene originalidad, acompaada de uno de esos mantones que tanto le agradan en un estilo del que ha formado parte importante desde el principio de su carre-ra forma el vestuario debido en esta ocasin a Pedro Mo-reno y Val Barreto. Diseos coloristas y de no fcil ma-nejo que, sin embargo, quedan fundidos a las bailaoras complementando la intencin de todos los movimientos que entusiasm a un pblico tan cercano como el cli-do saludo con el que Sara y su Compaa cerr la noche llena de aplausos y expresiones de admiracin ante un trabajo bien hecho.

    La Verdad, sbado 4 de noviembre del 2000.

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    DUATO, ESCULTOR DEL ESPACIO

    Compaa Nacional de Danza. Direccin artstica: Nacho Duato. Programa: Synaphai, Nacho Duato/Iannis Xenaki /Vangelis. Remansos. Duato/Granados. Arenal. Duato/Bonet. Ciclo de Danza ii. Auditorio y Centro de Congresos Regin de Murcia. Mircoles 29 y jueves 30 de noviembre del 2000.

    Nacho Duato con ocasin de su dcimo aniversario al frente de la Compaa Nacional de Danza ha recopilado parte de su obra y la ofrece a modo de celebracin, cum-pleaos feliz, en dos programas que nos llegan tras su presentacin en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.

    De ambas muestras del duatismo absoluto pues l es el nico autor de las tres obras seleccionadas para Mur-cia representan etapas diferenciadas de la creatividad del afamado director, bailarn, actor, modelo, con la coincidencia de que las tres fueron estrenadas en su da por otras compaas (Nederlands Dans Th eather, Ame-rican Ballet Th eather) antes de ser bailado por la cnd.

    Quien siga fi elmente la trayectoria de la misma en es-tos diez aos, puede apreciar la diferencia evolutiva de la expresividad de Duato a la hora de dar forma a sus mon-tajes. Y, quien no, pues se conforma con la sorpresa de una danza llena de mensajes intencionadamente dirigida a despertar sensaciones, nunca indiferencia.

    En Synaphai (1986), que junto a Arenal es parte del segundo programa ya visto en Madrid a partir del 2 de noviembre, Iannis Xenakis fue el compositor que, con su

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    Concierto para piano y orquesta, inspir a Duato para la expresin mediante movimiento continuo de unos sentimientos que pasan por la violencia opresiva de la incomunicacin a la tranquilizadora imagen del paso a dos de Luisa Mara Arias y el magnfi co Patrick de Bana en la msica de Vangelis. Contraste y escenografa que complementan el resultado buscado. Reaccin fra del pblico en la noche del jueves.

    Los Valses de Enrique Granados fueron los Remansos de una primera versin estrenada por el American Ballet Th eather en el 97 y posteriormente la Danza Oriental, el Minueto, la Danza Villanesca y Valses poticos, son una bellsima composicin en la que a la difi cultad de la tcnica que Duato imprime en sus movimientos se une la plasticidad y la implicacin de la propia escenografa como elemento participativo usada por los contempor-neos. Los atlticos cuerpos ofrecen algo que ya dijimos hace aos de su danza una forma de bailar en la que el movimiento constante de los cuerpos dibuja sin pausa lneas en el espacio (La Verdad, 23 febrero, 93).

    Y como guinda del pastel Duato/Bonet son un comple-mento perfecto para su Arenal, emotivo fruto de los pri-meros aos de la Compaa y que fue estrenado en Espaa en el Teatro Romea de Murcia en octubre de 1990. Si en aquella ocasin fue Catherine Allard la solista, diez aos despus la obra que sigue conservando la misma frescura mediterrnea llega con Emmanuelle Broncin a lo ms pro-fundo del alma en un conjunto de altsima calidad.

    El pblico, la noche del jueves repito, aplaudi el salu-do fi nal de forma insistente, un tanto desilusionado ante la no presencia de Duato en el escenario.

    La Verdad, viernes 1 de diciembre de 2000.

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    BLANCA DEL REY, SEORA DEL ARTE

    Ballet Flamenco Blanca del Rey. Flamenco a bocajarro. Direc-cin artstica y bailaora principal: Blanca del Rey. Msica: au-tora, composicin y direccin: Leo de Aurora, Felipe Maya.Programa: El son que baila. (Martinete y seguiriya acabada por cabales). Ruiz/del Rey. Amarrndose los machos. (Farru-ca). Dori. Mi bata que a Cdiz lleva. (Alegras). Blanca del Rey. Una rosa con espinas. (Taranto). Del Rey/Llori. Concierto de abanicos (Colombiana). Blanca del Rey. Sole del mantn. Blanca del Rey.Sbado 2 diciembre del 2000. Teatro Romea. Murcia.

    El fl amenco, su cante, su baile, es un estilo misterioso, una danza abstracta sin tema preconcebido a desarrollar cuya libertad de expresin en el gesto de los bailaores encierra un misterioso poder de fascinacin. Esta forma de expresin que transforma en arte toda la energa de quienes lo interpretan tuvo en los viajeros del xix como Davillier o Dor sus primeros cronistas que guardaron en sus relatos aquellos bailes de candil y de academias de baile. La posterior evolucin del fl amenco motivada por la estilizacin teatral deriv en tendencias modernistas defendidas por unos y atacada por otros. Blanca del Rey, bailaora e investigadora, desde su vuelta al mundo de la danza y la formacin de su Compaa en 1983 se identifi -c con la tendencia ms conservadora.

    Flamenco a bocajarro es un fl amenco sobrio en el que el baile es lo que importa fuera de otros adornos, empe-

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    zando por martinete y seguiriya para seguir con farru-ca, baile de hombre para unos y tambin de mujer para otros. Diego Llori aporta en ella, a la tcnica, una elegan-cia aadida a la velocidad de sus pies. Las Alegras, sirven a Blanca del Rey como leccin del uso de una bata de cola, mostrando el dominio de la misma, adornado por el trabajo de los brazos y de un zapateado limpio y ligero, mientras que la fuerza interpretativa del taranto en el hombre y la mujer lo ofrece en un paso a dos de emocin contenida tras el cual la luz y el calor de una Colombia-na llena de abanicos, una coreografa bien bailada por la compaa.

    Y si hay bailes caractersticos de determinadas bailao-ras, el de Blanca del Rey es sin duda su famosa y perso-nalsima sole del mantn con el que juega, lucha y se integra dominndolo para ser uno solo mientras que sus msicos, slo dos guitarras y tres cantaores, combinan libremente falsetas y rasgueados bien adaptados al com-ps. La entrega de esta artista, que ya nos visit en dos ocasiones anteriores, el xito del ambiente de la noche, provoc unas emocionadas palabras de despedida de la bailaora para quien Murcia y sus gentes que tanto en-tienden de fl amenco supone una verdadera familia.

    La Verdad, martes 5 de diciembre del 2000.

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    EL BAILE DE SARA BARAS

    Sara Baras. Espectculo Juana la loca.Coreografa: Sara Baras. Artista invitado: Jos Serrano. Direccin tcnica: Luis Olmos. Teatro Romea de Murcia. Martes 22 de mayo de 2001. Patro-cinado por la cope.

    Sara Baras, ese fenmeno de nuestro baile, protagoniz un nuevo xito en nuestra ciudad. Todo el Teatro Romea sigui con absoluto inters su personalsima interpreta-cin del personaje de Juana la Loca en un espectculo organizado por la cope, el Ayuntamiento de Murcia y la Concejala de Cultura y Festejos. A lo largo de hora y me-dia, la puesta en escena de esta coreografa, ya comenta-da cuando su estreno en el Auditorio Regin de Murcia el pasado mes de noviembre, junto a la acertada direccin escnica hizo que los calores de la noche aliviados por la energa de los programas de mano, improvisados abani-cos, se olvidaran ante la danza de la artista gaditana. Tal y como ya dije en alguna ocasin, el baile es Sara y Sara es el baile.

    Ella sola con su portentosa tcnica y talento natural, acta, interpreta, baila, re, llora y hace llegar, a travs de su fl amenco mezclado con una estilizacin cuidada, toda la emocin de una locura de amor. Sara Baras est en su mejor momento, bien rodeada de buenas parejas como Jos Serrano y con esas nias tan correctas y bien preparadas para formar esta Compaa.

    Aun y cuando no se trate de un montaje reciente, el po-

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    der de convocatoria de esta bailaora logr colgar el cartel de agotadas las localidades muchas por invitacin- y que todo el cario del pblico puesto en pi sin dejarla ir llegase a emocionarla obsequiando un generoso y alegre fi n de fi esta en el que ofreci, adems, los improvisados pasos de dos pequeas promesas del baile.

    La Verdad, jueves 24 de mayo de 2001

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    CISNES BAJO LAS ESTRELLAS

    32 festival internacionalde teatro, msica y danza

    alicia alonso, que asisti a la funcin en san javier, recibi la emocionada ovacin de

    todo el auditorio puesto en pie.

    Ficha tcnica: Ballet Nacional de Cuba. Direccin General: Alicia Alonso. Programa: El Lago de los Cisnes. Coreografa: Alicia Alonso, sobre la original de Marius Petipa y Lev Ivanov. Msica: Chaikovsky. Escenografa: Ricardo Reymena. Vestua-rio: Francis Montesinos. Auditorio Parque Almansa. San Ja-vier. Sbado, 11 de agosto de 2001.

    La magia de la danza inund el sbado el escenario del Festival Internacional de San Javier con la excelente re-presentacin de El lago de los Cisnes, a cargo del Ballet Nacional de Cuba. La agradable temperatura bajo un cielo estrellado, junto a la aplaudida presencia de Alicia Alonso entre el pblico, lleno total, fueron cmplices del xito de una noche en la que la danza clsica, tan au-sente en nuestros escenarios, nos deleit de una forma completa.

    El lago de los Cisnes, es una de las ltimas obras del repertorio clsico, que desde su primer estreno en 1877, y como ya hemos comentado en anteriores ocasiones, ha sido de las ms representadas en el pasado siglo y lo es en nuestros das. Este hecho no se debe slo a una es-tructura argumental aceptada por el pblico, sino que

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    compaas y coregrafos han ido adaptando en diferen-tes versiones desde los personajes cisnes-mujeres, cisnes-hombres, hasta el vestuario. En esta ocasin, el diseador Francis Montesinos ha dado un giro total en el estilo con un resultado en sus bocetos atrayente y que adems no interfi ere en el desarrollo de las evoluciones de los bai-larines.

    Otro de los elementos que contribuyen al xito de cualquier ballet es la calidad de los primeros bailarines, sobre los que generalmente recae la responsabilidad de toda la obra. Y la presencia de Oscar Torrado, prncipe Sigfrido, junto a Laura Hormign, Odette-Odile, es para el Ballet Nacional de Cuba todo un lujo y un acierto. La pareja, nicos espaoles en la compaa, tuvo una de sus mejores noches, venciendo los obstculos que los escena-rios al aire libre siempre tienen, y demostraron su tcni-ca, compenetracin total en los pas de deux, junto a una lograda interpretacin dramtica. (Resulta algo curioso que mientras en nuestro pas se sigue negando la exis-tencia de la danza clsica, sin Compaa Nacional que la asuma, el mundo entero, Londres, Nueva York, Paris, Cuba se vaya llenando de fabulosos primeros bailari-nes clsicos espaoles).

    Lucido pas de trois, con Dalay Parrondo, Hayna Gutierrez y Vctor Gil; agilidad y fuerza en el Bufn, Ja-vier Snchez en el primer acto y buen cuerpo de baile en el segundo, cisnes, con un hechicero Von Rotbart, Jaime Daz, alargando la elevacin de sus plumas en esa et-rea capa. En cuanto a las danzas del tercer acto, tanto la napolitana como la espaola fueron cuidadas en no exagerar su carcter.

    Y en el epilogo de esta versin, adaptada sobre la ori-ginal de los cuatro actos, quizs la tonalidad ocre elegida para el desencantamiento cisnes-princesas, resulte un tanto opaco para un fi nal de cuento, compartido el salu-

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    do de los bailarines en el escenario junto a Alicia Alon-so, recibiendo una emocionada ovacin de un Auditorio puesto en pie. Un largo aplauso en reconocimiento a un mito de la danza.

    La Verdad, lunes 13 de agosto de 2001.

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    UN DESAFO A LA GRAVEDAD

    Gran Gala de Ballet Clsico. ngel Corella & Stars of Ameri-can Ballet. Programa: Primera parte: Romeo y Julieta, (Pas de deux). Msica: Prokofi ev. Coreografa: Sir Kennet, McMillan. Tchakowsky, pas de deux. Msica: Ttchaikowsky. Coreogra-fa: George Balanchine. Giselle, (pas de deux). Msica: Adam. Coreografa: Jean Coraffi . A Elda. Msica Griega. Coreogra-fa:, Chiara Tanesini, Th e Leaves are Fadng, Msica- Dvorak. Coreografa.- Anthony Tudor. Corsaro (pas de deux). Msica: Ricardo Drigo. Coreografa: Marius Petipa. Segunda parte: Who Cares. Msica: Georges Gershwin. Coreografa: Georges Balanchine. Elega. Fereclla Domada (pas de deux). Concer-to. Msica Shostakovich. Coreografa Kennet McMillan, In a Coma. Msica Prodigy. Coreografa: Georges Birkazde. Sema-na grande de CajaMurcia. Auditorio y Centro de Congresos Regin de Murcia. Viernes 12 de octubre. 2001.

    La temporada de danza en Murcia tuvo uno de los ms brillantes comienzos que desde hace aos se recuerde con la logradsima y hermosa Gala organizada por Caja Murcia en su Semana Grande. Si bien la tradicin del ba-llet clsico apoya los pilares de su tcnica en las Escuelas Rusas (Kirov, Bloshoi), en la Francesa (pera de Paris), o en las del English Ballet, el Royal etc. etc., lo cierto es que hoy en da el American Ballet es uno de los puntos neurlgicos fundamentales de la danza actual. Las visi-tas a Espaa de esta Compaa no son frecuentes, por lo que la actuacin en nuestra ciudad el pasado viernes, da

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    del Pilar y fi esta de la Hispanidad, fue un autentico lujo del que adems, dada la realidad de la situacin mundial, hay que valorar el enorme esfuerzo que para todos los bailarines supuso el volar a Murcia desde New York y cumplir con su compromiso en esta Gala. Los ltimos acontecimientos vividos en esta ciudad, en la que tiene su sede el American Ballet afectaron a algunos de sus componentes por lo que se tuvieron que hacer algunos cambios y ajustes para completar un programa marca-do por dos lneas de contenido variado. En una primera parte, la ternura de Romeo y Julieta, (en la versin de la produccin que fue revisada y estrenada por el Ballet de Stuttgart en el Teatro de Wuerttemberg el 2 de diciembre de 1962 y presentada por primera vez en Estados Unidos en la Metropolitan Opera House de Nueva York el 18 de junio de 1969) abrira la noche con ngel Corella junto a la delicada Xiomara Reyes.

    La difi cultad de la tcnica del Chaikovsky, pas de deux, coreografi ado por Balanchine sera superada con creces por Carmen Corella (siii es su hermana), bien acompa-ada por su partenaire Charles Askegar Y no poda faltar el clsico entre los clsicos, Giselle, joya del Romanticis-mo a cargo de la pareja del Kremlim Ballet formada por Svetiana Romanova y Konstantine Matveev. La danza contempornea no falt en este muestrario de todo un poco que son las Galas, con una emotiva A Elda, de cla-ras lneas modernas, Pero lo ms impactante y esperado sera, como no, ese Corsario, volado ms que bailado, que provoc descargas de adrenalina y gritos de emo-cin contenida ante esas remontadas piruetas y el salto de ngel Corella, desafo para la gravedad, que de nuevo junto a Xiomara Reyes, provoc un interminable aplauso lleno de gritos, bravos y todas las expresiones del entu-siasmo que la danza bien hecha puede llegar a provocar. Y ante al ejecucin de ngel Corella no hay que olvidar

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    que si en el repertorio tradicional de la danza clsica hay ciertos ballets que suponen una prueba de fuego como entre los papeles femeninos lo tenemos en Gselle, tierna y alegre en el primer acto, etrea y fantasmagrica en el segundo, este el de Corsario lo es para bailarines. En el descanso, el todo Murcia de la danza no dej de mostrar sus impresiones de forma apasionada comentando tam-bin el problema de sonido en la sala o defecto en las grabaciones, detalle que hay que cuidar cuando la msi-ca no se disfruta en directo. Y de la segunda parte, entre las variaciones que eran menos conocidas para el gran pblico, Yseult Lendavi y Robert Conn ofrecieron una divertida interpretacin de La Fierecilla Domada esco-gida lgicamente al ser miembros del Stuttgart Ballet, Compaa para la que en su da coreografl el desapa-recido John Cranko. Cerrando la noche, ngel Corella de nuevo volvi a escena para ofrecer el estreno mundial de In a Coma, obra fuerte y agresiva cuya interpretacin haria llorar de emocin a su coregrafo George Birkazde, presente en el saludo fi nal. Un saludo lleno de aplausos, puesto en pie el abarrotado Auditorio rendido ante estos bailarines y ante un ngel Corella que hoy en da es ya esa primera fi gura como en su da en el arte de la danza lo fueran otros mitos y leyenda.

    La Verdad, domingo 14 de octubre de 2001.

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    CURRANTES DE PRIMERA

    Espectculo: tap dogs. Produccin original de Sydney Th ea-tre Company. Creacin y coreografa: Dean Perry.Direccin y diseo: Nigel Triffi t. Msica: Andrew Wilkie. Se-mana Grande de CajaMurcia. Auditorio y Centro de Congre-sos de la Regin de Murcia. Sbado 20 y domingo 21 de octu-bre de 2001.

    El trmino Tap dancing en ingls, corresponde en dan-za a un baile caracterizado por su rtmico golpe de los pies. El claqu, del francs claquette es un baile moderno caracterizado por el zapateo que el bailarn realiza con la punta y el tacn de sus zapatos reforzados en ambas partes con unas lminas de metal que le permite marcar el ritmo. Este tipo de danza, que no se identifi ca con la de los bailaores de fl amenco, goz en su da de gran po-pularidad a travs de aquellos viejos musicales de Fred Astaire, Ginger Rogers, Gene Kelly etc.

    A partir de esta base, la imaginacin de un coregrafo, Dean Perry, y elementos de escenografa imaginativa-mente utilizados en escena son aplicados a una msica hecha para ser acompaada por la rtmica hecha dan-za por seis currantes del tap. Y digo currantes porque si digo bailarines creo que no correspondera con la defi ni-cin de lo que representan estos Tap Dogs, invitados en la Semana Grande de CajaMurcia.

    Y, sin embargo, bailan. Bailan de forma frentica, con una compenetracin exacta en la que por muchos moti-

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    vos, incluida su propia seguridad fsica, no puede haber un solo fallo.

    Es una danza trepidante, sin dar respiro en casi una hora y media de su espectculo, de una originalidad atractiva, y en la que a pesar del esfuerzo y el cansancio, todos los componentes muestran una actitud divertida y un trabajo bien hecho y ameno.

    Reforzada la banda sonora del espectculo con el acompaamiento de un msico percusionista en la re-creacin de un duro ambiente industrial, mezclan su danza con malabarismos gimnsticos y un toque de clo-wn bien logrado.

    Taps Dogs transmite una energa positiva a travs del ritmo frentico de su baile, entusiasmando al pblico al que hace cmplice de su xito.

    La Verdad, martes 23 de octubre de 2001.

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    ANTONIO CANALES, ESE GRAN PROVOCADOR

    Compaa: Antonio Canales. Bailaor. Coreografa y direccin: Antonio Canales. Bailarines: Antonio Canales, Juan de Juan, Mnica Fernndez. Msicos: Guitarras: Ramn Jimnez, Jos Jimnez: Viejn, David Cerreduela, lvn Losada.Percusin: Lucky Losada, Antn Surez. Cantaores: Montse Corts, Antonio Surez Guadana. Coros: Lus Carmona. Au-ditorio y Centro de Congresos Regin de Murcia. Sbado 1 de diciembre de 2001.

    Volvi Canales. Y con el mismo espectculo que este pa-sado verano llevara al Festival de Teatro de San Javier, que no result entonces ser nada especial. Y es que una cosa son las intenciones de un montaje, intentando comunicar la desnudez del fl amenco, a travs de tra-zos pintados con su arte en un lienzo en blanco, por cada uno de los artistas, con su pincelada especial segn palabras del mismo coregrafo, y otra es que la grandio-sa sencillez del fl amenco quede bien encajada en un mar-co adecuado.

    La estructura ideada para Bailaor es la habitual en estos espectculos en los que no hay un argumento es-tablecido. Diversos palos con o sin introduccin mu-sical, pasando de uno a otro sin interrupciones, ligado todo ello por la percusin o el cante. La escenografa mo-dernista, con una acertada iluminacin ayuda a paliar la monotona de los bailes. Ah est el problema y eso que

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    Antonio Canales no podemos decir que no diera el cien por cien de su zapateado, de velocidad extrema, respal-dado por el siempre fogoso Juan de Juan, y la magnfi ca Mnica Fernndez, a la cual podra dar un poco ms de baile, se lo merece.

    larga duracin

    Seguimos pensando en esta segunda vez que vemos Bai-laor, que la larga duracin del programa, casi dos horas, es una ambiciosa intencin de rellenar tiempo, y que el fl amenco no es cuestin de rcords Guinness de zapato, sino tambin poder apreciar en su pureza la diferencia de uno y otro palo. Y si embargo seores, el pblico es el pblico. Y Antonio Canales es un gran provocador del aplauso bien medido; desde el principio supo ganarse el aforo total del Auditorio cuyo creciente entusiasmo demostrado al fi nal con aplauso rtmico, gritos etc. fue agradecido por el emocionado artista, ofreciendo propi-na de unos jaleos casi bailados por los asistentes.

    Y al margen de la crtica, un pequeo detalle que se repite en ms de un artista que nos ha visitado, y es la falta de atencin con los jvenes estudiantes de danza que esperan impacientes en la calle, a veces con tempera-turas nada agradables, para conseguir un autgrafo y ver de cerca a sus dolos de la danza, y que tardan hasta una hora en lograrlo. Pero claro, quizs el atenderlos no est estipulado en los contratos.

    La Verdad, lunes 3 de diciembre de 2001.

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    CASCANUECES, DESTROZADO EN EL ROMEA

    Ballet Nacional de Moldavia. Director Mihail Caftanat. Pro-grama: Cascanueces.Msica. Chaikovsky. Coreografa: Lev Ivanov. Teatro Romea. Murcia, lunes 10 de diciembre de 2001.

    Si me lo permiten, debo comenzar agradeciendo a nues-tro pblico su fantstica educacin a la hora de dedicar su aplauso a una compaa increblemente elemental y cuyo ostentoso nombre de ballet nacional puede llevar a llenar un Teatro Romea con gente encantadora y con ganas de disfrutar de una velada de ballet.

    Pero no puedo dejar de expresar tambin mi sorpre-sa cuando hoy en da todava se puede ofrecer un nivel de danza engaoso que no hace ningn favor a aquellos para los que quizs sea la primera vez que asisten a una representacin de Cascanueces, ese delicioso ballet que, llevado a escena por Lev Ivanov, colaborador de Petipa, y estrenado en el Teatro Maryinski de San Petersburgo el 17 de diciembre de 1892, se ha mantenido ms de un siglo como un clsico de fechas navideas.

    Si recordamos la representacin ofrecida por el Ballet Clsico de Minsk, en diciembre de 1996 en este mismo Teatro Romea, y que result una delicia, la versin que ofreci este Ballet Nacional de Moldavia el pasado lunes, no deja de ser una funcin de escuela de fi n de curso, des-trozando una joya de ballet de varias formas: el vestuario

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    resulta pobre, y encima alguno de los bailarines no sabe ni estirarse las mallas, la puesta en escena necesita un buen repaso.

    una bailarina se salvaba

    Al margen de que cuando se utilizan recursos simpticos como los pequeos bailarines cascanueces estos no tie-nen por qu tener fallos de tcnica, y si no atentos a los alumnos de la Opera de Pars.

    Todo esto, ya en la primera parte, hizo que particu-larmente sintiera ganas de abandonar la sala, pero la pre-sencia de la nica componente del elenco con un mnimo de calidad, Cristina Terentieva en el papel de Clara, des-pert mi inters por el esperado paso a dos del fi nal del segundo acto.

    Y despus de soportarlo con la intencin de adivinar un cambio imposible en el nivel general, realmente esta magnfi ca bailarina es lo nico que se salva, sobrevivien-do a unas mustias fl ores en su vals, junto a algunos de los interpretes de las siempre divertidas danzas de carcter, danza china, danza rusa y poco ms. As veo yo, y esto es solo mi modesta opinin, cmo algunas puestas en esce-na no son sino formas de destrozar un hermoso ballet.

    La Verdad, viernes 14 de diciembre de 2001.

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    SALOM, UNA BELLEZA MALDITA

    Programa: Salom. Direccin Artstica: Ada Gmez. Direc-cin Escnica: Carlos Saura. Coreografa: Jos Antonio.M-sica: Roque Baos. Colaboracin especial: Tomatto. Diseo iluminacin: Nicols Fischtel (aai). Diseo vestuario: Pedro Moreno. Asistente direccin Artstica y regidora. Gemrna Barreda. Auditorio y Centro de Congresos Regin de Murcia. Sbado 2 de febrero de 2002. Murcia.

    La tragedia de Salom ha sido representada en forma de ballet en varias ocasiones. Loe Fuller tuvo la idea original siendo la primera intrprete. Para ella escribi el libreto Robert dHumieres y la partitura se encarg a Florent Schmitt, partitura que se ejecut en 1907 en el Teatro de las Artes de Paris para orquesta reducida, orquestndola posteriormente con nuevas dimensiones sinfnicas. El Ballet Ruso de Diaguilev, con coreografa de Bors Romanov la incorporara a su repertorio con Ta-mara Karsavina como principal interprete. En 1945 Ser-gio Lifar compuso otra Salom, con la partitura de Ri-chard Strauss, para los Ballets de Montecarlo, y la Opera de Paris estren en 1954 su propia versin.

    En danza espaola Ada Gmez es ahora quien ha dado nueva forma coreogrfi ca a este drama, y para ello se ha rodeado de lo que mejor poda encontrar para su idea. Un gran director de escena, Carlos Saura, cuya ex-periencia en el terreno de llevar a la pantalla montajes de danza espaola nos ha proporcionado esas maravi-

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    llas que son Carmen o Flamenco. La estructura de esta Salom tiene desde sus comienzos simulando de forma natural el ambiente de clase en un estudio de danza, o la entrada de los bailarines al mismo, con espejos inclui-dos, una de las caractersticas comunes, y ya vistas en las tres obras mencionadas; es la tarjeta de presentacin de Saura. Tras su rodaje cinematogrfi co, la versin de la Salome vista la noche del pasado sbado en Murcia resulta en escenario real un trabajo coreogrfi co intere-sante. La partitura de Roque Baos aporta la fusin que proporciona a los bailarines la msica adecuada sin abu-sar del acercamiento al fl amenco y a la danza espaola, y adems la guitarra de Tomatto suena a gloria.

    apuesta arriesgada

    Ada Gmez se ha arriesgado con este montaje. Ella mis-ma ha afi rmado que lo necesitaba tras toda la historia anterior ocurrida, su salida del Nacional etc. Por lo tan-to ha cuidado al mximo todos los detalles que hemos mencionado y en menos de sesenta minutos arropan de forma muy correcta, hablando del baile en s y en todo momento, a Ada-Salom, quien se vuelca en su danza de belleza maldita, dando el cien por cien de su tcnica, en un baile que quiere arrancar a un Herodes, Paco Mora, un grito de deseo, rompiendo su energa y disolviendo su voluntad de rey, ante los ojos de la corruptora Herodas, Carmen Villena, y enmarcada por la trayectoria bien es-tudiada de los grupos de cuerpo de baile en los que la ondulacin de movimientos as como la colocacin de brazos, torso etc. son recursos coreogrfi cos que resul-tan idneos para trasladar la historia al lugar y momento adecuados. En cuanto a ciertos detalles de originalidad, excelente la solucin de la presentacin de San Juan Bau-

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    tista, con un Javier Toca que resulta muy espectacular en su intervencin.

    Sin embargo, respecto al fi nal elegido de Salom, la utilizacin de esa gasa blanca, que termina siendo soga mortal, es algo ya visto hace unos aos en una coreogra-fa que sobre lsadora Duncan hiciera Maya Plisestkaya, coreografa estrenada en el Teatro Romea de Murcia con ocasin de su reinauguracin, que cont con la presen-cia de la Reina Doa Sofa, y en la que participaron diez alumnas de danza murcianas, por lo tanto es una idea que aun pareciendo original no podemos decir que haya sido la primera en utilizarse.

    En cuanto al pblico, entre el que se encontraba el msico jumillano, y autor de la partitura, Roque Baos, no fue exactamente un lleno absoluto aunque los aplau-sos intentaron dar todo su apoyo y calor a esta nueva Ada Gmez.

    La Verdad, lunes 4 de febrero de 2002.

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    UN ABURRIDO LAGO

    Ballet Nacional de Moldavia. Director: Mihail Caftanat. Pro-grama: El Lago de los Cisnes. Msica: Chaikovsky. Coreografa: Marius Petipa. Teatro Romea, Murcia. Domingo, 10 de febrero de 2002.

    En el espacio de apenas dos meses, en la misma ciudad y en el mismo teatro, la misma compaa de ballet que nos hizo sufrir con aquel penoso Cascanueces el pasado di-ciembre, repiti actuacin con una impersonal y aburri-da puesta en escena de uno de los clsicos ms hermosos de repertorio del xix.

    Y es que al margen de contar con un elenco de artistas de formacin acadmica ms o menos rigurosa en luga-res emblemticos como Kiev o San Petersburgo, y con sus curriculum en los programas de mano siempre llenos de amplio abanico de meritos y califi caciones brillantes, lo cierto es que hoy en da resulta un tanto valiente y osado el representar El Lago de los Cisnes debido a las difi cultades que esta obra supone.

    Al margen de la necesidad de una brillante puesta en escena, riqueza de vestuario y un adecuado ambiente de cuento de prncipes, cisnes encantados y todo lo dems, es que esta obra necesita como elemento primordial la aportacin interpretativa que del doble papel femenino Odette-Odile se espera.

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    karneriskich no dio la talla

    Y en la versin ofrecida por el Ballet Nacional de Mol-davia, aparte de un cuerpo de baile bastante correcto y aceptable o un Bufn empeado en mostrar que era gil y rpido, con el prncipe Sigfrido que nos toc la noche del domingo era algo difcil imaginar que iba a conseguir romper el malefi cio del mago Rotbart, y porque, adems, Elena Kamenskich no dio la talla ni como dulce Odet-te-cisne blanco, ni mucho menos como el engaoso cisne Negro-Odile.

    No hubo ni brazos, ni alas, ms bien alones, todo ace-lerado y descontrolado sin que por un momento pudiera surgir la emocin que esta gran obra debiera transmitir en cada una de sus interpretaciones. En cuanto a las dan-zas de los embajadores de tierras extranjeras que asisten a la celebracin del cumpleaos de Sigfrido, en el tercer acto, no mostraron ni mucho menos el carcter fuerte y alegre que necesitan y en la Espaola, adems, el vestua-rio de los caballeros de las dos parejas result completa-mente desfasado.

    En resumen, frialdad en todo momento rota por los intentos de aplausos de un teatro en el que no lleg a fl otar la magia de la danza.

    La Verdad, Sbado 16 de febrero de 2002

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    BRILLANTE Y COLORISTA VIUDA ALEGRE

    Ballet y Orquesta del Teatro Nacional de Brno. Programa: La viuda alegre. Director: Zdenek Prokes. Director de orquesta: Jan Stych. Auditorio y Centro de Congresos Regin de Murcia. Martes 9 de abril de 2002.

    La agradable velada la que pudimos disfrutar con la ver-sin que de La viuda alegre fue ofrecida por el Ballet y Orquesta del Teatro Nacional de Brno la noche del mar-tes. La Asociacin Pro Msica de Murcia reserva desde hace aos en su programacin anual un espacio para la danza, siempre con orquesta. Este hecho, que debera ser habitual, en nuestra ciudad lamentablemente es excep-cional.

    La adaptacin de la opereta original, estrenada en septiembre de 1905, se debe a los arreglos musicales que hizo Jhon Lanchbery. La msica original de Lehar sirve de base para la adaptacin al ballet, conservando toda su riqueza y enfocndola a las necesidades del ballet clsico. Y respecto a esto, los componentes del Ballet de Teatro Nacional de Brno son un claro ejemplo del resultado de una buena escuela, ya que tanto el elemento masculino como las diferentes protagonista femeninas demostra-ron un amplio dominio de la tcnica de puntas, paso a dos, velocidad asombrosa en las variaciones y perfecto dominio del espacio escnico.

    Y adems de llegar al publico por la calidad, esa esce-

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    na en Maxim, con acercamiento al Pars del cancn, fue un acertado fi n de fi esta cantado entre la explosin de colorido y blancas luces de bengalas.

    La Verdad, jueves 11 de abril de 2002.

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    LA RIQUEZA ESTTICA DE LA DANZA

    Compaa: Ballet Nacional de Espaa.Direccin artstica: El-vira Andrs.Programa: Fuenteovejuna. Coreografa, direccin e iluminacin: Antonio Gades. Msica: Antn Garca Abril. Lugar: Auditorio Parque Almansa (San Javier). Martes 6 de agosto de 2002.

    Cuando en diciembre de 1994, Antonio Gades estren Fuenteovejuna en el Teatro Carlo Felice de Gnova, su-puso por un lado su regreso a los escenarios y, por otro, la aportacin de una nueva creacin que, junto a los ya considerados clsicos Carmen o Bodas de sangre, pas a formar parte de su obra coreogrfi ca.

    Siempre es bueno tener presente la trayectoria de nuestros grandes creadores, a veces algo olvidada por las jvenes generaciones, y recordar los comienzos de Gades con sus versiones de La Historia del soldado, o del Bolero de Ravel que junto a Anton Dolin estrenara en Miln en 1963. Desde los tiempos de formacin junto a Pilar Lpez, magnfi ca maestra y seora de la danza culta, con obras menos conocidas por el gran pblico como Ensueos, o aquel Don Juan, que con msica de Antn Garca Abril y textos de Alfredo Maas y estrenado en 1965 en el teatro de la Zarzuela de Madrid se considera su primera gran creacin, Antonio Gades ha sido siempre un contempo-rneo de la danza espaola, al tiempo que conservador de lo tradicional e interesado por la variedad y riqueza del folklore espaol.

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    La danza espaola cuenta con un repertorio de gran-des maestros que el Ballet Nacional de Espaa recupe-ra en ocasiones y muestra junto a nuevas producciones, realizando de esta manera una doble funcin: preservar nuestro patrimonio dan cstico al tiempo que avanza con los nuevos tiempos. Su actual directora Elvira Andrs, ha vuelto a llevar a los escenarios Fuenteovejuna, que pre-sentada en el Festival Internacional de Teatro, Msica y Danza de San Javier el pasado martes, supuso no slo un gran xito de pblico sino un nuevo acercamiento a An-tonio Gades y a su forma de entender la danza.

    los artistas, magnficos

    Con un magnfi co Juan Mata en el papel de Alcalde, y Tamra Lpez junto a Oscar Jimnez en Laurencia y Frondoso respectivamente, el texto de Lope de Vega nos llega a travs de un excelente montaje en el que la danza es teatro y el teatro es danza. Trilleras, bule-ras, alegras, van intercalndose de forma atrevida con msica barroca inglesa o el folklore de las serranillas y jotas en una curiosa mezcla de la que hasta un bole-ro zamorano de Algobre sorprende en el desarrollo de toda la historia. Pero el ballet coral que Gades realiza no se ve limitado a la amplia utilizacin de recursos de danzas de pueblo, sino que en escenas como la entrada de la novia, los emotivos pasos a dos, si se me permite la expresin, o el estallido de las mujeres junto a la ofen-dida Laurencia reclamando justicia, es todo un ejemplo de los recursos que Gades guarda para sorprendernos y de su amplia visin escenogrfi ca con momentos tan lo-grados como las variantes que resultan de la utilizacin de amplias telas blancas.

    Gades esculpe la danza en sus bailarines, buscando

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    que los pasos, gestos o desplazamientos no slo sean mo-vimientos sino el hilo conductor que lleva a crear grupos de formas corporales de una enorme riqueza esttica creada para ser vista.

    La Verdad, jueves 8 de agosto de 2002.

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    EL BAILE DE LA LIBERTAD

    Compaa: Ballet Flamenco Sara Baras. Programa: Mariana Pineda, sobre una idea de Federico Garca Lorca.Coreografa: Sara Baras. Msica y orquestacin: Manolo San-lucar. Adaptacin de guin, diseo, iluminacin y direccin: Lluis Pascual. Direccin musical: Jos Mara Bandera. Lugar: Auditorio y Centro de Congresos Regin de Murcia. Martes 3 y mircoles 4 de diciembre de 2002.

    Las leyendas, los mitos, los hroes y heronas, personajes histricos, unos reales, otros no, han sido tema de obras de teatro, msica y danza. Y dentro de este ltimo arte, en esta ocasin la danza espaola y el ballet fl amenco de Sara Baras, despus de aquella Juana la Loca, vuelve a sorprendernos con otro esplndido montaje presentado en Murcia la noche del pasado martes.

    De nuevo la fi gura de una mujer, la de Mariana Pine-da, romntica herona de la libertad, es la inspiracin, el punto de partida del


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