libro de la plata

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    LIBRO DE LA PLATA

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    LIBRO DE LA PLATAPOR

    B. VICUA MACKENNA

    ,,fiNIFICIA U711VERSIDAD CATOLICA DE CHILE_ ._ // 'sTsrE :!P s DZ BI LIorCAS

    SANTIAGO DE CHILE

    IMPRENTA CERVANTES

    CALLE DEL PUENTE NM. 17

    1882.

  • A LA GRATA MEMORIA DE MI INOLVIDABLE AMIGO

    DON JOSE SANTOS OSSA,

    quien naci i vivi, explor i trabaj cuarenta aos enel solitario inmenso desierto, i muri en el ancho marde Chile, siempre trabajando, siempre explorando,siempro ambicionando poder, gloria i fortuna'parasu patria, deidad del alma, que, junto con sus hijos,fu su gua 1 su santuario.

    B. Vicua Mackenna.

  • ADVERTENCIA

    El presente libro no es un trabajo de ocasin(aunque lo parezca), si bien pudiera ser benvola-mente considerado un libro de provecho, como suantecesor en los moldes de la imprenta:-Laedad del oro en Chile, del cual es jemelo.

    Concebido i anunciado en pos de aqul i mu-cho antes que del fondo de las ardientes entraasdel desierto i del ajio saliera a la superficie de latierra i de los negocios la fiebre arjentfera que haajitado en estos ltimos dias al pas, a la postre dela fiebre del oro,_la fiebre blanca despus de lafiebre amarilla,-sus demostraciones histricas re-cojidas de antemano con afn solcito i sus datosfielmente comprobados pueden servir de eficazcalmante a la dolencia, de gua conductor a traba-jos poderosos, como los emprendidos en Nevadapor los hombres del Norte, o siquiera de cimientoa la especulacin cientfica, tranquila i honrada

  • - 10 -

    brimientos i fienas de importancia histrica, maso menos permanente i colectiva, que es a lo queesclusivamente se halla consagrado el presentetrabajo, i en la forma siguiente:

    Mineral de San Pedro Nolasco i San Juan dela Sierra descubierto en 1692. Para dar a cono-cer este asiento de minas de plata contiguo a lacapital i en las primeras corridas de la cordillerade los Andes, disponemos de algunos documentosantiguos encontrados en el archivo de Indias,especialmente de una carta al rei de Espafia es-crita en Concepcin el ao de 1713 por el padrefranciscano Bernardino de Soto Aguilar.

    Minei,al de Iuspallata.-Libro de actas deljuzgado de comercio i libro de acuerdo de la dipu-tacin de minas de Santiago.- Espedientes anti-guos sobre la recoida de la moneda circulante enChile a mediados del siglo XVII i actas (le laconstitucin de la primera sociedad minera or-ganizada en el pas en la mediana del sigloXVIII.

    Mineral de Agua Amarga.-Datos de la Aurorade Chile i del viajero francs Mellet que lo visiten 1815.

    Arqueros (1825).-Datos de la familia Suber-caseaux, heredera de su primer propietario donRamn Subercaseaux, i de los viajes del navegan-te Lafond de Lurey, que se hall en todo el aujedel descubrimiento.

  • - 11-m

    Ghaftarcillo (1832).-Datos inditos i titgra-fos escritos por el copiapino don Jos Joaqun Va-llejos, adems de los mui importantes que sobrelos descubrimientos del norte contiena la intere-sante crnica de Copiap escrita por don CarlosMara Sayago.

    Tres Pauntas (1848).-Relaciones de contempo-rneos i viaje de Philippi al desierto de Atacamaen 1853-54. Datos de los seores Domingo Vegai Antonio Escobar, que fueron testigos i aun par-tcipes en aquellos grandes descubrimientos.

    Caracoles.--Relaciones contemporneas (1871)de su descubridor el seor Jos Diaz Gana, deljefe de la espedicin cateadora el fmoso Mndez(Cangalia).-Estudios de los seores Dameyko,Pissis, Abasolo, Stuven, Espech. Datos i memo-rias oficiales sobre la esplotacin de las Descr-doras, etc.

    Florida (1873).-Relacin de nuestro amigoJuan Valdivieso Amor, que como juez de letrrasde Copiap i en seguida como animoso industrial,conoci todos los antecedentes de este casual peropoderoso descubrimiento. Estulios del injenierodon Enrique Fonseca.

    Las Condes.-Datos suminitralos por los pri-meros esploradores de la cordillera hace cuareutaaos hasta el presente, i especialmente por los se-nores F. de P. Prez, J. A. Tagle Arrate i Eu-rique Concha.

  • - 12 -

    Cachinal (1822).-Datos comunicadds por susprincipales esploradores i descubridores.

    Con esta lijera esposicin de antecedentes en-tramos en materia animados en nuestra tarea porla esperanza de hacer algn bien al pais i deprestar una mano leal i oportuna a todos los quehoi, impulsados por noble i sana ambicin selanzan hcia el desierto de Atacama, es decir, alcentro natural, jeoljico e histrico de todas lasriquezas arjentferas de Chile, en demanda dehonrada fortuna.

    B. VICUA MACKENNA.

    Setiembre 1882.

    1

  • CAPITULO I.

    LAS MINAS DE PLATA DE LA CORDILLERA NEVADA.

    Las minas de plata en Chile durante la poca incsica, i menosprecio quese hacia de ellas.-Por qu la eda'1 del oro debia preceder en Chile, comoen California, a la de la plata.-11l oro era el tipo nico do las transac-ciones.-Curiosa recojida de los pesos mocleses de Potos en 1652, i es-pedientes a que esta medida di4 llia: e:i Chile.-Los autiguos buscabanlas minas de plata solo en la cordillera, i cmo la industria de la crianzade mulas destinadas a Potos, perjudic la industria minera en Chile.-Lo que significaba asolear la plata en cuero3. -- Las minas de plata dePuigato en tiempo de Pedro Valdivia i el primer diputado de minas.-Las minas de plata de los pebuenches segun el padre Rosales i las mi-uas de plata de Aconcagua segn el padre Ovalle.-Primera mencinde las minas do plata del norte.-Las minas de San Pedro Nolascose gn su descubridor don Pedro Ruiz do Agire-El padre SotoAguilar las compara a Potos en carta a Felipe V., pero el presidenteConcha denuncia su esterili ltd p,i:' falta de azogac.-P,'cci,) i provisionde ste en la AmIrica Espaola- Las minas do plata de Chile, a me-diados del siglo XVII1 segn cl tesorero Madariaga. -Bl ltimo minero(lc San Pedro Nolasco, i Jotabeche.-Desubriznioto de las minas dolluspallata en 1738, i formacin do la primera sociedad minera, poracciones, en Chile.--Sus curiosos estatutos i monopolios--Junto con laIndependencia va a comenzar la edad de la plata en Chile.

    1.

    Chile, tnat de ls zonas inas favorecidas coi po-der'osos veneros aijentferos, si no el mas rico de

  • - 14 -

    todos los paises del Nuevo Mundo, no fu en laantigedad un pas de plata. El metal existia ba-jo las mil variadas i laboriosas combinaciones queson todava la maravilla del jelogo i la laboriosaadmiracin del qumico, pero era desdeado porel oro. El conquistador incsico como el conquis-tador castellano no habian venido a tan apartadorincn del mundo en demanda de una materia queen aquellos tiempos, delante del tributo de Ata-hualpa en Cajamarca i de las paredes del templodel Sol en el Cuzco, pasaba casi conio materia vili volumosa. El oro era todo, i por esto hubo enChile en remotos tiempos solo una

  • en ese estado servia de moneda, de mercadera,de cambio, de tipo de todas las riquezas i aun detodas las virtudes, porque en aquellos siglos (co-mo en el presente) se decia de quien fuera lim-piamente bueno o codiciable que era oro enpolvo.>

    La plata al contrario necesitaba costosos uten-silios i mas costosa liga. Nadie sabia estraer sufino sin azogue, i este auxiliar indispensable im-portaba casi tanto como la plata (cien i mas pe-soS el quintal), al paso que el hierro de Vizcaya,nico que se traja a Amrica junto con el cina-brio (le Almadn, costaba en el mercado pocomenos que la plata pia i cinco o seis veces elvalor del cobre indjena.

    De aqu el alejamiento universal de los colonospor las labrres de las minas de plata.

    HIr.

    Bajo un punto de vista puramente comercial,la moneda de plata no sirvi tampoco, al menosdurante los dos primeros siglos de la colonizacinespaola, sino como un medio embarazoso, preca-rio i aun fraudulento para los cambios. El oro enpolvo era el tipo, i por eso todos los contratos dees tiempo llevaban estipulado su pago en buenoro de Andacollo o le Coquimbo. Los mercaderesde cuenta guardbanlo por esto, hasta principios

  • 16

    del presente siglo en sendos i trasparentes frascosde cristal sobre sus mostradores i a la vista de lostranseuntes i de los tratantes, a fin de aquilatarcon su vista su crdito o su opulencia.

    En cuanto al oro sellado, es entre nosotros in-vencin tan moderna que habiendo sido llanadoa prestar una declaracin, hacia el ao de 1610,el caballero batatlhLdor don Pedro Corts, que a latsazn tenia 60 aos, segn en otra ocasin con-tamos, declar bajo juramento no conocer losdoblones, es decir, las onzas de oro sellado, sinode oidas.

    Por consiguiente, desde que el oro en su formaprimitiva servia a todas las transacciones i aun alas de poca sustancia, l, plata se hallaba comodesmonetizada de hecho, a lo cual se agregaba subaja le i su introduccin fraudulenta, especialmen-te de Lima i el Tucumn. I aqu es de oportunidadrecordar que la casa de moneda de Potos, esta-blecida solo diez i seis aos despus de su descu-brimiento, esto es, en 1561, al pi de la montaade plata que la surtia a sus puertas, no ha fabrica-do moneda feble solo bajo la repblica, sino quedesde los primeros aos de su plantacin abarro-t las pulperas de Lima, del Tucumn i de Chilecon una moneda llamado pesos mocleses, que enSantiago vallan a lo sumo s.is reales fueites i en 14ciudad de los reyes cuatro reales i medio. Di estoorijen a una curiosa recojida de plata sellada, es

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    decir, de pesos mocleses, ordenada por el virreiconde de Salvatierra en 1652, la cual no se lleva cabo por no encontrarse un fundidor que sacasesu lei a los tejos i por las cabalas e interesesopuestos de los mercaderes o (le los hacendados,cuestin de cebo i de cueros de chivatos en quelos primeros acostumbraban estacar a los lti-mos (1).

    (1) Hubo con este motivo un cabildo abierto en Santiago, ise acord norecojer ni fundir los pesos mocleses. Pero pocos diasdespus se juntaron algunos mercaderes i opinaron en contra-.rio, emitiendo un curioso informe que publicaremos como ilus-tracin de la poca i en forma de apndice del presente captulo.La orden de recojida i fundicin fue espedida en Lima en juliode 1652, i el presidente don Antonio de Acua i Cabrera la man-d cumplir por carta que escribi desde Concepcin a la Real Au-diencia el 13 de setiembre de aquel alo, en la cual decia, segnel orijinal indito de que las copiamos, las siguientes palabras:-Con esta remito a US. probicion del seor virrey para queen mu exejecucion se consuma toda la moneda baja de a seis rrea-les y solo quede la rresellada y rreales de a dos y sencillos paracomerciarse. E suspendido esta ejecucion hasta dar aviso a US.y saber el despacho que ha tenido en esta rrazon para que uni-formemente con lo que a US. pareciere se rresuelva la mas con-beniente que la principal causa a que se debe atender es a que............................................................. a

    (sigue un renglon inintelijible por deterioro) de aqu tres me-ses y no habiendo otra para el comercio y trato imposibilitariade agora a todo a los mas poderosos quanto y mas a los pobres,que todos lo son, y el cabildo alega esta sircunstancia y pide quepor lo menos se cumpla el trmino para este consumo que en elintertanto habr llegado el situado y abr moneda corriente.

    El, L. DE LA P.-3

  • IV.

    En otro sentido, completamente ignorantesnuestros mayores de los secretos de la jeoloja, nise imajinaban siquiera que bajo las trridas are-nas del desierto setentrional pudiesen existir ve-nas productivas de un metal cuya formacin enlas entraas de los cerros los aborjenes atribuianal albo i frio fulgor de la luna, en oposicin al orohijo del clido i amarillento sol. I por esto, cuan-do mas, dbanse a buscar el arranque de algnrico rodado en las faldas de la cordillera nevada,lo cual no les permitia sino escasa e intermitentelabor bajo las nieves, blanquecinas como la plata.

    I esta nueva circunstancia limitaba la tempo-rada til de labor a solo cuatro meses en aquellosinclementes aos. De aqu el orijen de los mine-rales de plata de San Pedro Nolasco i San Juande la Sierra en el cajn de Maipo a fines del sigloXVII i del de Huspallata, encontrado en el pri-mer tercio del siglo XVIII en la vertiente orien-tal de los Andes, unos i otro de rendimiento com-parativamente escaso, no obstaute el rumor lejanoi no justificado de imponderable riqueza.

    V.

    Un motivo estrao pero no menos poderoso

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    existia tambin en Chile para retardar el adveni-miento de la plata hasta una poca casi contem-pornea.-Potos habia sido descubierto por elindio Gualca ocho aos despus de la primeraentrada que hizo a Chile en el duro invierno de1836 el Adelantado don Diego de Almagro, i solocuatro aos desde que don Pedro de Valdiviafundara la capital de su reino en el centro de laeutonces rica hoya aurfera llamada de Cancani-cagua, o mas propiamente, Chilli. I as, el metalque afluia por raudales a todas las posesiones es-paolas, en cambio de cereales, de mitayos i demulas, hacia de mas pinge provecho el criarasnos en las selvticas estancias para formar ha-tos i piaras, que se trocaban en aquel mi neral porsu peso en plata. De lo cual vino que comenz aestinguirse en Chile la raza de caballos para laguerra de Arauco, i di ello maijen a que un pre-visor presidente de Chile (don Juan de Jara)ordenase la castracin universal de los asnos pa-dres, siguiendo el principio de la degollacin deHerodes.

    VI.

    Era, por tanto, la plata mirada casi coni desdnpor nuestros remotos abuelos, i si es cierto queaprovechaban la de sus cambios de Potos en fil-bricar su vajilla domstica, en sustitucin de los

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    quebradizos lebrillos i ftientes de barro de Poma-re i Talagante, no por esto la gran mayora desus pobladores dejaba de considerar el oro comoel nico metal precioso de su suelo, i como tal loservian en salvillas a sus convidados, segn afirmahaberlo visto con sus propios ojo el buen padreOvalle cuando en los comienzos del segundo si-glo de la conquista, era todava nio.

    Ahora, en cuanto a la costumbre de asolear laplata en cueros, que fu rango i fausto mucho masmoderno, ello solo prueba que no se miraba esemetal ni con mucho en la estima del oro, guarda-do en slidos frascos i en relicarios, porque man-tenindola de continuo ociosa en las hmedas re-cmaras, se tomaba aquella de orn i era precisoestenderla, moneda i vajilla, al sol en cueros dechivato, de donde vino probablemente el ehiva-teado... La plata labrada, en oposicin al oro enpolvo, en realidad era mas bien una economa queun lujo, porque hasta que los ingleses introduje-ron su barata loza de Java en javas, un serviciode pedernal (porcelana) valia mucho mas que supeso en plata i duraba cien veces menos. El pe-dernal era el lujo, la plata casi lo plebeyo.

    VII.

    Esto no obstante, hemos dicho que los descubri-mientos de la plata en la rejin central i sub-an-

  • - 21 -

    dina de Chile fueron contemporneos con la con-quista, porque en las primeras actas del cabildode Santiago se hace mencin de las (minas deplata de Pigato, de cuya ubicacin no ha que-dado huella, si bien no debieron distar mucho delasiento de la naciente capital. Hubo por venturaalguna analoja entre ese nombre i el de Tupun-gato?

    VIII.

    I aun en vida de Valdivia, que a todo prest elaliento de su puijante intelijencia, el cabildo de San-tiago preocupse del laboreo cientfico de la plata,a cuyo fin nombr como junta i casi como un tri-bunal de minera a un pobre vecino llamado An-tonio Nez, que era entendido en aquel benefi-cio.-Este dia, dice el venerable libro becerrode la Municipalidad de Santiago, estampando loocurrido en la sesin del 5 de agosto de 1550(cinco aos despus del descubrimiento de Poto-s), acordaron dichos seores: que por cuanto enesta ciudad de Santiago no hai ordenanzas pordonde se han de regir y gobernar, por donde lasminas de plata que se han descubierto y que se des-cubrieren en los trminos de esta ciudad, se rijan,para que no haya pleitos y debates en pedir, yestacas, e poblar, e otras cosas tocantes a las di-chas minas. E porque en esta ciudad hay personas

  • - 22 --

    que saben del caso y experimentados en las di-chas minas, por donde se pueden regir. Y porqueAntonio Nez, vecino de esta ciudad es personade fidelidad, y sabe del caso y experimentado yusado en' las dichas minas, p.tra que en Dios y enconciencia haga y ordene las dichas ordenanzasque convienen a las minas de plata, tomando con-sejo y parecer de otras personas que asimismo se-pan y alcancen a lo que toca a las dichas minas.

    IX.

    Prosiguiendo en el curso de los aos, de los i-viernos i de las rebeliones el rumbo de las cordi-lleras, encontrbanse de tiempo en tiempo nodespreciables filones de plata en las faldas i que-bradas de aquellos montes, aun en medio de latierra de los pehuenches. aIgualmente atesoraplata este Reino, decia en efecto el jesuita Rosa-les, que escribia sobre estos particulares a media-dos del siglo XVII, en muchas y diversas serra-nas, particularmente en los Pegenches que avitanen la cordillera hazia Villarica, donde se hall uncerro que por las roturas de los riscos muestravetas pasadas de hilos y clavos de plata blanca;la qual han sacado los indios, y coino no la pue.den veneficiar, que se les quiebra por estar virgen,no hazen caso della, y corno no saben mezclarlano les aprovecha y no la sacan; y aunque algunos

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    Espaoles a quienes ellos han contado el caso ycomo ay mucho de ese metal i que el yerro le es-timan mas, porque no se les resquebraxa, les anpedido que les digan -donde est,. que ellos se loveneficiarn de modo que no se les quiebre, no anquerido mostrarlo. Por los aos de 1613 se descu-brieron riquissiinas mimis de plata y oro en lasfaldas de la cordillera por la parte de Cnyo, nolexos de la ciudad de Mendoza; acudieron muchosmineros de Potos a labrarlas, dieron al principiomucho oro i grandes esperanzas, pero a poca pro-fundidad encontraron con inanantiales de agua,y por falta de gente para barrenar la mina y de-saguarla desistieron de esta labor. Las minas deAconcagua comienzan ahora con tan grandes es-peranzas que prometen ser mas que Potos.x (1)

    (1) RosAL%s.-fHistoria de Chile, vol. I, pj. 211.-A. estosmismos minerales alude el padre Ovalle, que atraves la cordi-llera por ese mismo tiempo (1640), cuando en Roma escribiados o tres arios mas tarde lo siguiente:

    c-Quefti ultimi anni fi foa!> c:niariace a difcoprire alcutieminiere di oro, & argento dell' una, e 'altra parte della cordi-gliera, e paffando jo per quella mi ricordo che ad una vifta fi fco-pre da vn lato vn monte negro offai follevato, la cui fommirarifplende come fe fuffe feminato di argento & commune tradi-tione, che dentro le fue vene racehiude gran tefuri, ma per ade-ffo fono inutili per le ragion dette, e percho la met dell'annofono quefte montagne non folo inhabitabili, ma impenetrabili.

    De las minas de plata de los pehuenches volveremos a ocu-parnos mas adelante cuando nocemos como las han buscado losingleses...

  • X.

    Ni dejaban de aparecer ya por elnorte, perosiempre en pramos andinos, aquellas reventazo.nes que dos siglos mas tarde harian de esas deso-ladas rejiones, si no un jardn, un emporio.

  • -25-

    del cobre, la mas saneada de Chile; pero apesarde la opinin de un fogoso fraile franciscano quedesde su convento de Concepcin escribia a Feli-pe V en 1713 asegurndole que cada veta queen el se elabora mas se admira su riqueza, noparece por el testimonio coetneo del presidentedon Jos de la Concha (1717) que su importan-cia pasara de cierta mediocridad.

    XII.

    En los ltimos aos del siglo XVII habia lle-gado a Chile un espaol llamado don Pedro Ruzde Aguirre, minero de profesin i cateador de ofi-cio, que se ejercit con poco fruto para su bolsadurante treinta aos en nuestras speras serranas,hasta que, segn un memorial que de l hemosvisto,

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    miento, pero el minero castellano tenia que lu-char con tres adversarios que hacian en la prcti-ca infructuoso su descubrimiento, a saber: la nieve,la carencia absoluta de azogue i la escasez debrazos.

    Afirmaba, por esto, el presidente Concha en sumemoria indita datada en Concepcin el 15 dediciembre de 1717, que en las minas de San PedroNolasco se trabajaba solo cuatro meses del ao,por lo cual, (son sus palabras testuales) se logracon dificultad ver una pia della, que se reduce acuatro platos de plata que para el servicio de suscasas fabrican sus dueos.- Ignrase, aade,su beneficio, i como el de las minas de oro es masfcil, estn en meor paraje i es el metal mas ape-tecido, la jente que se dedica a estos trabajos,acude a ellos i no a los de plata.

    XIII.

    La dificultad mas insuperable con que tropeza-ba la naciente industria, era, sin embargo, la ca-rencia de azogue, de cuya indispensable liga, porese tiempo, no babia una sola libra en las cajasreales de Chile, donde, cuando envibanla deHuancavelica o de Almadn, los ministros del Re,.guardbanlajunto con el tesoro i vendanla comotal i con mano codiciosa a los infortunados mine-ros del oro i de la plata. Un mercader llamado

  • - 27 -

    Diego Dtrn habia traido par esa poca una pe-quedla partida por su cuenta, probablemente delas minas de Huancavelica en el Per, i la vendicon tal provecho que el capitn jeneral de Chilesolicitaba con ahinco su inmediato suministro,demandndola a los virreyes i azogueros del Per.El costo medio del quinta] de esta sustancia tannecesitada como la plata misma era ert aqueltiempo de 84 a 90 pesos.

    A la verdad, fueron tales las dificultades del be-neficio indispensable de la plata en aquel tiempo,que segn el alto funcionario ya citado existianen las canchas de San Pedro Nolasco en los pri-meros aos del pasado siglo, no menos de 500cajones de metal, cubiertos por la nieve, sin ren-dir ningn provecho a sus dueos, a virtud de laabsoluta escasez de los azogues.

    XIV.

    Mayor obstculo encontraba todavia la indus-tria de la plata en la disminucin de brazos. Eloro i las viruelas habian dado cuenta de casi latotalidad de los indios de encomienda, i los quehabian csc:L)ado al flajelo i a lo. mayorales, eranarreados en pio, exactamente como las mulas, alas minas de Potos, cuyas heladas cnvernas seriande seguro su tumba. Quejbase por esto al rei eldescubridor Ruiz de Aguirre de la falta de mita-

  • -28-

    yos, i dice que cuando iba a pasar a la

  • 29 -

    mado Marcoleta, vease obligado a conducir suspropias mulas tirando a travs de la nieve unapintada madrina, provista de sonoro cencerro deplata, a falta de arrieros que le ayudasen a repe-char la aspera cuesta de los Vientos.

    Digno de recordarse es tambin que todos losque han emprendido restaurar aquellas faenas enlos ltimos tiempos, corno el filntropo Sazie i lossores Doncelot i Lapostol, todos franceses, nohan encontrado all propicia fortuna sino el de-sencanto de un perenne broceo. I no menos nota-ble cosa es tambin que el primer escritor chilenoa cuya pluma, tan pintoresca como incisiva, de-biranse los mas antiguos derroteros i los prime.ros escritos sobre la mineraloja de plata en Chile,el famoso Jotabeche, dedicara su primer escrito decostumbres, coleccionado por l mismo, al cajnde Maipo i a los inaccesibles cerros que formanel nudo de San Pedro Nolasco. (1)

    XVr.

    Fu por todo lo que hemos referido tan es-

    (1) Primera carta de JOTABECHE. -Afaipo, abril 23 de 1841.-El doctor don Sandalio Letelier public tambien en el diarioLas Vovedades del 8 de febrero de 1880 un imteresante artculotitulado El Cajn de Maipo>, pero su principal atractivo se re-fiere a las condiciones del clima i salubridad de esos hermososparajes, sobre los cuales habremos de volver mas adclaute.

  • - 30 -

    caso en lo antiguo i tan secundario el valorintrnseco de la plata en Chile, por mas que lospatricios de Santiago sacasen su vajilla a la reso-lana del patio de la calle; que el viajero Frezier,siendo un mineralojista distinguido, no mencionani una sola de sus faenas, si bien recorri (1713)con ojo vido e intelijente las quebradas de Tiltili de Limache en demanda de sus trapiches de oro.I lo que es todava mas singular, al dar prolijacuenta de las calidades de este metal en Copiapi en el mineral de Capote que lo rendia mas puroi obrizo, el prolijo investigador no menciona unasola vez la plata en la tierra de la plata.

    XVII.

    Parece, en efecto, que a mediados del siglo pa-sado los mineros chilenos habian dado por com-pleto la espalda al beneficio de este metal i queya no existia sino la memoria de las antiguasfaenas de la cordillera que tanto entusiasmaronen la mediana del siglo precedente al patriotapadre Ovalle. Sin embargo, hacia el ao de 1745,establecida en Chile una delegacin del consuladode Lima i abierto un activo comercio con Buenos.:Aires por las pampas de Mendoza i Huspallata,volvi a revivir en los capitalistas de Santiago elinters por las minas de la cordillera, que hoi ha

  • - 31 -

    vuelto a ser en la serrana de las Condes asientode monta primordial para la industria.

    1 cosa curiosa! La rehabilitacin ocurrida en1738 de aquellas minas durante un siglo abando-nadas i cuyos vestijios de hornos, fraguas i aloja-mientos va encontrando el viajero moderno en sucamino de Mendoza a los Andes, di orijen a laprimera sociedad annima de Chile, a impulsosdel presidente Amat, que en todo, i especiahnen-te en la horca i en el arca, fu hombre de accin.

    Reunironse, en efecto, a impulso suyo, segnun acta del juzgado de comercio que orijinal te-nemos a la vista, el 10 de diciembre de 1755 losprincipales capitalistas de Santiago, que en sumayor nmero eran vizcainos, es decir, mineros, ijuntaron un fondo de 2700 pesos, injente caudalentonces, que fu suscrito por acciones de a cienpesos, en esta forma:

    Don Juan Alcalde .............. 4 acciones. Martn del Trigo .......... 5p Jos Antonio Velasco........ 4 .> Manuel Fernndez Hidalgo.. 4 .> Juan de Dios Herrera.... 2 Domingo Valds .......... 1 Flix Fernndez ........... 1 Salvador Trucoos............ 1 y Ignacio Marn ............. 1

    Bernardo Alvarez .......... 1

  • - 32

    Pedro Domnguez ......... 1 Lucas Fernndez .......... 1 Mateo Toro .............. 1

    27 acciones.

    Con esta base volvieron a reunirse los sociosfundadores i los nuevos allegados el 21 de enerode 1756, i acordaron funflar definitivamente laSociedad Minera de Huspallata, que as la denomi-nareinos por su objeto, si bien sus organizadoresdescuidaron hoi cosa tan principal cual es el ttu-lo, circunstancia que llega a ser la primera, aunantes de descubrir la mina a que se aplica.

    XVIII.

    Juntronse en esta memorable reunin todoslos magnates de Santiago, los Larran, los Infan-tes, los Corts Cartavio, los Alcaldes, los Cota-pos, los Lecaros, los Trucos, los Gonzlez Blan-co i constituyeron su asociacin bajo el punto departida i de llegada del mas estricto e implacablemonopolio, pues estaban prontos la mayor partede los concurrentes de dicha junta (as lo dice elacta de compaa que suscribieron) a poner ac-ciones de a cien pesos los que fuesen conupetentespara el fin espresado, con estas condiciones, lascuales siguen en pos.

  • - 33 -

    Las condicione eran doce, dos mas que losmandamientos de la lei Dios, i cada una pareciamas dura que el bronce de las tablas de la Alian-za. Por la primera, nadie sino la compaa podiavender vveres a los mineros. Por la segunda, nadiesino la compaa era dueo de hacer habilitacionesni de rescatar los metales. El que de esto ltimofuera osado, caera en comiso, lo que diese i loque comprase. La compaa fijaba por s sola latarifa de los vveres i el precio de la plata. Ellanombraba al alcalde de minas, i la autoridad e-neral no podia decretar levas ni alardes de armasentre los mineros. Los asociados serian preferidospor el tanto en la venta de toda estaca minera ipodrian comprar directamente el azogue en Limasin pasar por la horca caudina de las cajas rea-les. Ninguna mina podia ser enibargLdaL sino susproductos en las canchas.

    *Concedase, adems, al gremio de mineros to-dos los privilejios que las leyes espaolas otorga-ban a las corporaciones i, por ltimo, se le atri-buia la enorme ficultad de no permitir dentro desu jurisdiccin que ningn estante ni habitantepudiese salir de ella sin un permiso especial, pues-to que la jente minera era la mas ociosa i vaga.bunda de todo el reino. (1)

    (1) Segn Barry la. prinerit sociedad minera que se esLtale-ci en Antrica fu la que en 1557 fund en Quito don Bernar-

    El, L. DE LA P.-5

    ~l

    w ", ' ./ , "l*" _,Itl i ,,P-

  • - 34 -

    XIX.

    El punto mas importante del privilejio consis-tia, sin embargo, en la compra directa de los azo-gues porque, monopolio contra monopolio, lostesoreros reales vendian aquel metal a diez realeslibra, es decir, a 125 pesos el quintal, sin la des-tara del envase i los cordeles.

    A la verdad, las minas de Huancavlica quehabian sido descubiertas por el indio Navincopnen 1564, no producian en 1621, segn la Memo-ria del prncipe de Esquilache, sino de cuatro asiete mil quintales; i de estos, cinco mil reque-ra Potos i setecientos Oruro. El azogue nece-sitado por todas las faenas de Chile, especial-mente las del oro era, segn el virrei Amat, en

    do Garca de Vera para aviar minas.En cuanto a la cowpaa de Huspallata, no alcanz gran be-

    neficio de su monopolio, i adems parece que hubo siempre mu-cha exajeracin sobre la riqueza de aquellas minas. En un folle-to que se public en Londres bajo los auspicios de don MarianoEgala, con el ttulo de Report of the soil and mineral produc-tion of Chile, 1825, es decir, antes que se conociera a Arquerosi a Chaarcillo en Europa, se exajera la estensin e importanciadel mineral Huspallata, hasta decir (pj. 24) que es una altameseta de 17 leguas de largo i 3 de ancho, que corona los Andesla cual es toda una rica corrida de minerales de plata....

    Entendemos que el seLlor Egafia no debi permitir se ampara-ra con su nombre de representante oficial de Chile tales desa-tinos.

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    cantidad de cuatro mil quintales, por manera quecuando no llegaba buque de Espaa a Arica conel azogue de Almadn, ocurria una suspensin je-nerol i finesta en los injenios (1).

    xx.

    No obstante todas las ventajas que les fueronotorgadas, las minas de Huspallata no prospera-ron como era de esperarse, en razn de la lejana,de la nieve i de lo que era peor que los hielos, latirana de los capitalistas, en contraposicin a laociosidad de los mineros.- En las minas de Hus-pallata, sitas en la provincia de Cuyo, dice el virrei

    (1) Segn la Memoria del virrei Armendaris (pj. 648) lamina Huancavelica fu descubierta por el indio Amador Cabre-ra Navincopn, que se ocupaba de buscar bermelln, tinturaque los indios conocian con el nombre de unimpo. El descubri.dor la vendi al rei en 2.50,000 pe.os, i la estraccin de cadaquintal costaba 58 pesos, debiendo pagarse 296 del productoliquido al minero Lpez de Saavedra, llamado el Buscn, porhaber descubierto la copelacin del azogue. El precio de ventaen la mina era de 74 pesos 2 reales quintal.

    Segn la Memoria del Prncipe de Esquilache, la produccindel azogue de Huancavelica estuvo repartida de la manera si-guiente en los arios que se espresan:

    1616 ..................... 7,693 quintales.1617 ..................... 6,657 1618 ..................... 4,444 1619 ................. 4,486

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    Amat, cuando iba a entregar el mando del Per asu sucesor, no se ha conseguido mayor estraccin,no porque semejantes minas no pueden dar cono-cidos adelantamientos, sino por defecto de los tra-bajadores, que no se dedican a su labor, a que seagrega haber poca intelijencia en su beneficio.Como consta en el captulo que trata del azogueque consume el Reino, V. S. sabe los quintales quetengo remitidos para el referido efecto, aplicndoleal administrador de este ramo el cinco por cientodel espendio i el dos por ciento de merma.

    EI quintal de este ingrediente lo vende el Reia los mineros de Chile a 84 pesos 3 reales. Preci-samente por estar esta casa a la direccin i su-bordinacin de V. S., es cousrguiente libre aque-llas providencias,- que sean mas conformes al realservicio, por lo que no he omitido comunicarleaquellas noticias, que me han parecido conducen-tes a su gobierno.

    XXT.

    Haciendo referencia a este mismo decadenteestado de la minera, el tesorero real don Fran-cisco de Madariaga (que bien lo sabria), se es-presaba mas o menos por el mismo tiempo en-.trminos anlogos respecto de las minas de lacordillera nevada en la Memoria Descriptiva quesobre el Reino de Chile escribi en 1744, relacin

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    curiosa que existe en el archivo de la curia deSantiago, i en la cual dice:

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    mado durante el presente siglo i Cachinalde la Sierra.

    Fuerza ser, en consecuencia, conduzcamospor la mano al lector i al minero a esos venerosque han sido la sangre arterial de Chile i el ver-dadero punto de partida de su actual prosperidad.

    Como en California, lavado el oro de la super-ficie de la tierra, habia comenzado en Chile laedad de la plata despus de la edad de los lavade-ros. El desierto de Atacama que, mineraljica-mente hablando, empieza en la quebrada de Ar-queros, es el Nevada i el Sonora de la Amricadel Sur, segn de seguida, i como argurnento prin-cipal de este libro, vamos a dejarlo demostrado.

    r

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    ANEXO AL CAPITULO ].

    IMFOM2 DA LA COMI8ION DE MIRCADERES DE SANTIAGO SOBRE LA RICO-JIDA Y FCNDICON DE LA MUNEDA DE PLATA AD'ULTERADA EN POTOI

    CORRSPONDE NTE AL AO DE IC'52.

    (indito).

    Los capitanes ernimo Petez Villaln, banuel Gmez, Ma-nuel de Orrego, alfrez Rodrigo Pereira, personas monbradaspor el comercio en el cavildo que se hizo en 23 de diciembredeste presente afo de 1652 en que se ley una real provisin delExtuo. seor conde de Salvatierra, virrey del Per en que mandase consuma la moneda de a seis rreales, segn que mas larga-mente consta de dicha provisin y un auto de los seores destareal Audencia en que as mesmo manda se nombrasen quatropersonas del comercio (que) dieren su parecer en acuerdo de ha-cienda que se hizo en 24 del corriente, como con efecto se halla-ran y acordaran se fundiese luego, habiendo ensayador que supie-se darle a las barras que resultaren desa moneda para que secontratase con ellas por la ley que tuviesen y se hiziesen pagas, yde otra manera sera gran confusin por la qual se pidi se pro-longase el tiempo y corriese dicha moneda para que nterin queviniese ensayador y alguna moneda nueva, no hiciera falta parael manejo desta repblica.

    Y aviendo considerado este negocio con mas atencin y con elreparo que se deve a tan grandes propuestas que en dicho acuer-do hicieron reconociros los daos tin grandes que se siguena esta repblica de dilatar esta fundicin, por lo qual es nuestroparecer que luego se consunia dicha moneda de a seis reales sindilacin alguna, aunque falte ensayador para dichas barras, que

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    conseguido este negocio se dar forma para todo como es quedichas tales barras bayan con quenta y razon a la ciudad de losReyes y all se ensayen, y trayendo testimonio de la ley que tu-vieren se ajustaran los mercaderes de Lima con los de esta ciu-dad, con declaracin que estas dichas barras han de correr elriesgo de mar por los dichos mercaderes que fueren a Lima, porquanto los de esta ciudad estan obligados a hacer sus pagos enesta dicha ciudad y no las han de arriesgar por su cuenta.

    Y en quanto a las partidas de la plata de poca cantidad secompondran a precios, vendindose unos a otros los pataconespor pasta, trocando los rresellados de a dos y sensillos por seras el uso de Iima y de no hacerse luego lo dicha fundicin sedar lugar a muchos tratos ilisitos con mala conciencia, y otrosdaos muy graves para esta repblica.

    Y lo primero es que la moneda de a seis rreales que llamanmoclese3 irn escojiendo la mejor los mercaderes que hasen via-je a Lima para llevarsela, y la cobriza y de peor calidad dejaranen la tierra, comprando con ella el sebo y cordovn y otros j-neros deste Reino, habiendo trato con los vecinos cosecheros,aventajando el precio de dichos jenros y por la cudisia del masvalor qce se les da no repararan en que sea mala o buena dichamoneda porque no la quieren para atesorarla sino es para darlaa este comercio y esto ser haciendo el trato para darles el sebopara abril y resibiran luego la moneda y vendran pagando a es-te precio en la moneda la que devian pagar en jneros. Los pla-zos que este comercio tiene hecho con los de Lima son paramayo y abril y a este tiempo es cumplido el plazo de los ochomeses y este comercio se hallar con toda la plata de mala cali-dad donde perder la mitad por medio en ella o lo segundo losdichos mercaderes de Lima, viendo que los jneros deste Reinoestan subidos, no han de querer emplear los patacones reselladosy sensillos viendo la prdida considerable que han de tener enellos por cuya causa se han de llevar toda la monda buena re-sellada y menuda como lo que fuere entrando de el nuebo cuflo,y cuando llegue el tiempo de la fundisin no ha de ayer pata-

  • 41

    ceones-de resello ni sensillos con que quedar la dificultad en piy no llegar el caso de la fundision en la vila.

    Y lo tercero que corriendo esta mala moneda de a seis reraleslos mercaderes alteraran los precios de la ropa, procurando sal-dar en ella la prdida que podran tener en .dicha moneda y porconsiguiente subiran los mantenimientos, que si el carnero baleoy seis rreales procuraran les den 8 con que sacan libre los Grreales de el moles y lo mesmo haran en los demas manteni-mientos, con que seran siempre los pobres dagnificados, y defundirse luego no habr alteracion ninguna en todo lo referidoy solos perderan los que al presente se hallaren con moneda queser poca en cada persona, por estar hoy repartida la que ay entodas las de esta cuidad, y la prdida ser mayor si dicha fun.dicion se dilata por venirse a reducir esta plata en menos n-mero de personas y las inas han de ser deste comercio.

    El dafio mas considerable que se sigue de dilatar dicha fun-dicion es que en saviendo en el Pir y en Tucuman que se alargael uso de la mala moneda, meteran en este Reyno mucha canti-dad y de la de peor calidad por quanto en la ciudad de los Re-yes hay muchas personas que han comprado mocleses a 4 realesy a 41 los mas caros, y corriendo en esta ciudad por 6 ganan a50 por ciento en dicha moneda trayndola por empleo y la em-plearan en jneros deste Reyno por precios muy subidos queaunque en ellas no tengan ganancias en el Pir no les importarespecto de la que hsn tenido en dichi moneda.

    Por todo lo referido y atendiendo a tan grandes daos, deseo-sos de que se remedien, es nuestro parecer que luego, sin nin-guna dilasion se funda y consuma dicha moneda y en esta con-formidad lo firmamos en esta ciudad de Santiago de Chile en27 dlas de diziembre de 1652 arios.-Jernimo Perez Villaton.-Manuel Goinez.-J(tniel de Orreo.-Rod,'iqo Pereira.

    EL L. DE LA P.-63

  • - 42

    Sin embargo de sus elabordos i curiosos argumentos los "astu-tos mercaderes no vencieron a los hacendados ni a los pulperos,porque a representacin del procurador de ciudad don DomingoCorvaln, i probablemente de la Real Audiencia, el gobernadorAcua i Cabrera mand continuar la circulacin de los pesosmocleses hasta que llegase de Lima la plata de columnas, segununa provisin librada en el fuerte de Santa Polonia el 8 de juliode 1653.

  • CAPITULO II

    LAS PRIMICIAS ARJENTIFERAS DE COPIAPO.

    Cmo Copi.p debi su orijen al oro no a la plata.-La visita de Frezier,cuyo viajero ni siquiera menciona este metal.-Primeros descubrimien-tos arjentferos de Potrero Grande i el Berraco a principios del sigloXVIIL- Los mineros Cereceda i Rauna se dirijen a Potos para apren-der el arte de la amalgamacin.-El potosino Garro i sus hijas monjas enel Cuzco -Los primeros descubridores de la plata en Copiap son los es-tranjeros.-El portugus don Cayetano de Almeida i el polaco Borkoski.-El jenovs Gallo Bocalandro i el francs don Francisco Subercaseaux.-Por qu debe considerarse al ltimo como el fundador de la minerai refinacin de la plata en Copiap.-Resefa biogrfica de su vida.-No-tas que cambia con el presidente Benavides, a propsito de sus empre-sas.--Descubre en el mineral del Zapallar la famosa mina de San Flix, iregalo de piedras que hace al presidente Benavides. -Don Pedro Arenasdescubre la mina de Pampa Larga, i tradiciones que de l ha conservadoJotabecbe -El Pedro Arenas de Garcilazo i el de Pampa Larga.-Elao de 1784 es el verdadero perodo del nacimiento de la industria mi-nera en Copiap i curiosos documentos que de ello se conservan en elarchivo de la intendencia.-La visita del MV[arqus en Copiap.-Visitapericial del doctor Martnez de Mata.-Primera junta de minera i loque eata pide para adelantar la industria minera en Copiap.-Lo quecostaba el azogue i la plvora al infeli minero.

    4 1.

    En el captulo precedente referimos cmo elviajero i eminente injeniero francs Frezier, en.viado a la Amrica espaola por Luis XIV, pre-

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    valido de su ttulo de abuelo de Felipe V i de sufamosa frase:-Ya no hai Pirineos! visit a Chilei especialmente a Copiap con ojos de lince, porno decir de espa, en los primeros aos del sigloXVIII; i aunque ello parezca hoi por dems es-trao, no menciona aquel perito en ninguna desus prolijas pjiias ni una sola vez la plata al des-cribir el ltimo pobre, olvidado i solitario distrito.

    Hace, al contrario, el sagaz francs memorialarga del oro de Copiap, describe sus catorce tra-piches por el sistema de buitrn i trae a cuentashasta la humilde brea i el azufre que se esportabanpara los injenios, 1bricas de plvora i refinacionesde la plata en Potos. Pero aunque iba pisando sumula los mas ricos i variados panizos de la ltima,no la nombra siquiera. Hubirase dicho que el rocapote del Huasco, el mas solicitado en Chile des-pus del de Andacollo, cubriera a la manera deun denso manto las riquezas del porvenir a fin deexhibirlas de un solo golpe a jeneraciones i atiempos mas afortunados.

    II.

    Cierto es que en los archivos lugareos d.. Co-piap, tan hbilmente esplotados por el historia- :dor de la comarca don Carlos Mara Syago, seencuentran algunos denuncios de vetas de platahechos durante las dos primeras dcadas del pa-

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    sado siglo, i aun se habla de minerales de esemetal mas o menos estables, como el del PotreroGrande descubierto en 1714, esto es, el ano si-guiente del paso de Frezier, i el del Berraco, ha-llado cuatro aos mas tarde por el capitn Conta-dor. Mas, como nadie conocia en aquellos parajesel beneficio de las diversas pastas i aleaciones queforman la sustancia de ese metal poco indepen-diente, resultaba que aquellos hallazgos de tesorosno tenian casi mas valor que el de la curiosidad,semejantes a las viandas i bebidas que tentaban lagula de Tntalo. cEntre los metales mismos, deciacon lenguaje figurado pero exacto el famoso qu-mico i cura de Tiaguanaco, Alonso de Barba, afines del siglo XVI[,-entre los metales mismosse halla la amistad i ene:nistad que entre las de-ms cosas: solo del plomo es amigo el estao, alos dems destruye i aborrece. Con particular vir-tud recoje i junta el hierro al plomo i revivifica alazogue, ya casi muerto i destruido. La Imn dela plata es el cobre, que con justa admiracin delos que lo ven, atrae a s lo que estaba hecha aguai la reduce a cuerpo: esperiencia antigua en elmundo, i que pudiera mucho antes de ahora ha-ber abierto los ojos a los que han tratado de me-tales, para por su medio sacarles mas seguro i f-cilmente la plata que tuvieran. (1)

    (1) Alvaro Alonso de Barba.-Arto d? los tuetales lib. IIcap. i.

  • -- 46 --

    III.

    1 fu por esto escusado que dos dilijentes mine-ros copiapinos llamados Miguel de Cereceda i Lo-renzo de Rauna se dirijieran a Potos, acompaan-do probablemente alguna recua de mulas chcaras,con muestras de sus metales, porque las ltimasdieron en los toscos laboratorios de la Imperial Vi-lla solo una le de 20 a 30 marcos por cajn de 64quintales. En vano vino tambin al albor de estosdescubrimientos el minero potosino don FranciscoGarro, porque aunque trabaj con regular prove-cho una mina de treinta marcos i la ahond hasta28 emtados cerca de la villa cabecera, hubo de re-gresar al Cuzco para asistir al monio de dos desus hijas que juntas tomaron el velo, i poblndoseas el claustro, entr la mina en despueble. Haipor estos parajes, dice el tesorero Madariaga refi-rindose a los del Huasco i Copiap en su citadamemoria de 1744, hai minas de plata i har trein-ta aos que se alentaron algunos sujetos para tra-bajarlas, i no acertando con su beneficio pararonde esta empresa.

    Cuando por el ltimo ao mencionado, el co-rrejidor don Francisco Corts i Cartabio, mas co:~nocido en Copiap por faltarle un ojo que por serpadre de ilustres varones, fund la actual capitalde Atacama a la sombra de un bosque de algarro-

  • - 47 -

    bos, i ponindole el nombre de su santo, denomi-nle casi irnicamente de la selva, cri en con-secuencia no un asiento de plata sino una placi lade oro, como la de Illapel, la Ligua, Casuto, Nan-cagua i tntas otras poblaciones que de ese abun-doso metal en Chile hace uno i dos siglos apa-recieron. El oro entonces era rei i creaba pueblos:la plata era plebeya i vivia sola, humilde i olvida-da en solitarios pramos i ranchos.

    IV.

    1 en efecto, aun cuando en 1770 el cateadorVicente Mondaca habia descubierto el primer mi-neral productivo de plata en las ridas lomas deChanchoqun, situadas un poco al norte de la nue.va villa, en la cual forma hoi parte de una de sussubdelegaciones urbanas, solo se hablaba (.n aqueltiempo con algn entusiasmo entre los mineros deCopiap de la riqueza de los asientos de oro de La-drillos i de Jess Maria, descubiertos en 1759 i1765. Los copiapinos seguian, segn la espresindel tesorero Madariaga, embebidos en el oro.

    V:

    Por fortuna de aquellas rejiones, escaso oasis deverdura perdido entre inmensurables arenales, al-gunos animosos estranjeros aportaron como de

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    contrabando a aquellos mdanos i, contra la pro-hibicin espresa del rei i de sus bandos, lo enri-quecieron. Figuran entre estos el portugus donCayetano de Almeida, de quien habremos de ha-blar mas adelante, el polaco Borkoski natural deDanzick (a la sazn puerto de Polonia en el Bl-tico), el jenovs don Jos Antonio Gallo i Boca-landro, naturalizado en la Serena desde 1771, iprincipalmente el francs don Francisco Suberca-seaux, a quien los copiapinos modernos consi-deran como el padre i fundador de la verdaderaindustria minera en sus montaas. (1)

    VI.

    Era este caballero natural de Dax, ciudad si-tuada un poco al sud de Burdeos, en las Landas oarenales de la antigua Gascua, donde hasta hoise conserva con holgada suerte su numerosa pa-rentela. Educado para el servicio de la marinapor su padre, mdico de Dax, recorri varios pa-rajes del mundo, i siendo todava mui joven(1758) se avecind en la Serena, ciudad apeteci-

    (1) El seor Sayago hace tambin francs al minero La Torre,pero ignoramos si en realidad lo fuera, a no ser que, siendo LaTour, hubieran los copiapinos traducido su apellido como el demuchos otros estranjeros, haciendo por ejemplo de los

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    da (le estianjeros, i all aos mas tar(le casso coriuna seuora lhlmada doa Manuela Mercadoj hijade uno de los capitanes i rcjidores patricios doCopiap. En esta misma familia habian contraidoenlace los Gallo de Jnova i los Ossa de Catalufai de Santiago,

    Era Subercaseaui hombre vivo, dilijente i enu-prendedor, por lo cual, an sieudo un proscritolegal, nombraronle sus co-veci nos alcalde, i el ca-pitn jeneral del reino capitn de artillera, segconsta (le sus titulos espedidos en 1780.

    Atraido por la riqueza naciente de Chancho-quin, el capitn Subercaseaui trasladse de hlSerena a Copiap donde encontr numerosos ami-.V,os i deudos de afinidad. El mine,to Fotosino donFrancisco XLvier Ossa i Palacios, natural deSantiago, i el capitn de Jno,a eran sus concu-nados; i (le esta liga i amalgama de familia han so

    lido restltar grandes descubrimxientos ar4entferos

    como el famoso del Retamo, que fu debido, cercade un siglo mas tarde, a tres concufiados i del cualten su lugar i en su poca, hablaremos,

    Vil,

    Hallbaso secundado Subercaseatix por el ritusiasta minero don Pedro Fraga, quien despu.de haber hecho en Copi.ip rimeii figura comodeseulridor, fit a morir cuarenta aos mas tardf

    EL :'. !E LA. .-7

  • - 50

    en MuFanutimi, de la Rioja, erian:lo gallinas, lti-ma fiaena d la vejez i la miserin del andLriegominero. 1 entre anbos trabajaron con algUn xitolos negrillos i las galenas piutLdas de plata doClanchoqur, hasta que una capa de rocas bro-ceadoras, dice el seor Sayago en su historia (leCopiap ya citadIa (pj. 339), vino a cortar losplanes de algtuas minas.-Existen todavit, sinembargo, poderosos vestijios (le aquellos veneros,mas maltratados que trLa.ajados, por lo cual elmismo intelijente autor que atcabamos

  • .Joqln ValleJos ti--' itinort:lizato en,.,tleIto en sueal)a colorada, sa u! tini;L prend(l de flrtun:a devestido i de mortaja, en su artculo Pampa Larya

    De uno i otro deseiibri,:nito diremos algo, attulo de precursores.

    Ix.

    A causa le sospecha coino estran.jero, no obs-tante liallLrse casado con chilen i haber traba-jado por espacio de tnas de veinte aos en res-tauratr las minas del norte, o talvez por recelos deguerra, halbalse detenido en la Serena el francsSubereaseaux, all por la mediana de 1782, i ha-biendo lalza(10 gracia con el presidente Bena-vides, solicit (le l permiso para regresar a suspacficas labores de la sierra. I esto le fu otorgadoconforme t los documentos que en seguida, porcuriosos, copiamos de sus orijinales, datados, porestos das, hace cabal un siglo.

    Esas coinunjcacioues, mas intimas que oficiales,dicen as:

    AMny ilustre seor Presidente Gobernador yCapitn General:

    De tres aos a esta p.irte tengo emprendidoformal laboreo (le minas de plata en el parte lla-nado de Zapallar y en otro titulado las Breas,ambas faenas en la jurisdiccin de Copiap; ass

  • mismo en el parajo llamado Antoco (1) distantesiete leguas de la Villa, tengo mandado lebantarun Ingenio o Buitrn al uso de el Per para el be-neficio de los metales, lo que hasta el presente nose ia podido verificar por flta de Azogues, a lomenos la porcin correspondiente para formalizarun beneficio dilatado, pues me hallo con porcinde metales en Ariias y los laboreos correspon-dientes.

    Y sindome preciso pasar a dicha villa a dar al-gunas disposiciones al deseado acierto y economiado tan costosas faenas: suplico muy rendidamentea vuesefiora se sitrba concederme la licencia paratransportarme a dicho paraje por el espacio dequatro o cinco meses, con el seguro si en el inter-medio de mi ausencia hay rumor de enemigos aesta Mar, postergar cualesquiera intereses paragin prdida de tiempo ponerme en camino a mili-tar el honrroso puesto de mi destino y acreditarmi celo bajo el dulce golierro de Useora.

    El cielo asista a Usofiora y lo juarde muchosaos para el bien de los vasallos de su Majestad.

    Serena y septiembre quince de mil setecientosochenta y dos.

    Besa las manos de Usefiora su mii rendidoP bdito, .-

    Fra ucisco Sutcr Ces, seux.

    () Nantoco.

  • -53-

  • XI.

    T,'ab;j iqnella mna finidadora hasta la pro-fundidad de 130 estados el capitn fratics eicompaa del minero chileno (lon Juan AntonioOsandn, i aunque su le cmn era solo de 25 a30 marcos, hubo ocasiones en que produjo ineta-les de 1700 marcos en una veta que variaba

  • -55-

    tisfiaecin, en un memorial contemporaneo que(le l tenemos a la vista en dos gruesos legajos defamilia, es constante que a mas tiempo de veinteaos a que el suplicante reside en dicha ciudad,en cuyo espacio su principal ejercicio ha sido y eshasta lo presente el de minero y Azoguero, ha-bindose dedicado a ello con tal empeo y apli-cacin que no solo ha logrado y conseguido hacernuevos y poderosos descubrimientos sino tambinhabilitar los antiguos que por el trascurso e inju-ria de los tiempos se hallaban aterrados y casiimposibles de restablecer.

    Mediaite esto se v oy aqu,,]la ] rovincia muydiferente y en estado (le enrriqteccr el Reyno;pues alentados los ninuo. de todo el vecindario ymuchos sujetos con los fomentos y habilitacionesque les ha franqueado de su propio caudal, se en-cuentran ya entabladas las mas abundantes faenasque no pueden sitio ir a mas cada (ia. (1)

    XII.

    En cuanto al faimoso mneral (le Pampa Lar-ga, situado a inmediaciones de San Antonio, pidisu primera estaca llam1xida Loreto el cateador don

    (1) Se,,rn un infi>nne del udleleg:tlo de Copiap den J.a-quu Pinto , datado el 8 de enero do 1792 i (le que habla-rewuu tuaz adelante, la uin:a San Flix, pruldijo a Sttiict.c;%-

  • Pedro Arenas el 17 de diciembre de 1783, es de-cir, al fenecer el afio en que Subercaseaux ha-bia descubierto a San Flix; i como la Loreto,que ha sido nombre favorito de minas en Co-piap, result de rico beneficio, traba. ronla porsu cuenta los caballeros santiaguinos don Ra-

    mn Rosales, don Jos Guerrera Carrera i donFrancisco Javier de Ossa i Palacios, el ltimo delos cuales hacia poco habia 'cgresado de Potos.Di la riqueza de esta mina lugar a la fundacindel trapiche i mas tarde establecimiento de amal-gamacin de Totoralillo, uno de los mas conside-bles del valle, el mismo que aos despus se hizotristemente fanoso por la muerte prematura i de-sastrosa que en su maquinaria encoutr una delas inas bellas mujeres de Chile, la soora TeresaBlanco (le Echeverra hija del ilustre alniravtedte su nombre. (1)

    meaux 4.00 cajones de metal con rendimiento or el alo de 1789.

    (1) Segn el infiorme citado dce Pinto Cobos, la estaca quetrabajaba dot Jos Guerreroj que ena la (0' rei, produjo desde1784 t 1792, 480 cajones de mctal, i'171,560 marcos do plata fi-na. Con o rendinienuto do estos compr probablemente don JosGuerrero, que era de la familia de los Carrera.s i tio de los trescaudillos tic la independencii' la fanausa hacie,la do Lintart, eel departamento de Ovalle, propied.ad qtle vale Izo cerca de uumilln pesos, i ha ido pasatado, de alcance en alcance, de lasm;1UUs de un rico minero a las de Atro mas rico, El afio de 1784,.

  • XIMI

    En cuanto al descubridor Pedro Arenas, que alparecer tuvo tan poca suerte corno aquel Pedro

    fu el ao de fiebre minera en Copiap; i de un apunte que nosha remitido de esta ciadad nuestro amtigo el coronel A. Martnez,su actual digno intendente (febrero de 1.932), copiamos el si-guiente curioso apunte sacado de los libros de aquella oficina.

    AVISO A LOS CATEADORIS.

    Ventura Valds se present en 30 de junio de 1784 solicitan-do de la autoridad un t (rmi: (le tres ,nese3 para catear el ce-rro llamado San Antonio, en Potrero Grande, a consecuencia dehaber hallado en los planes de la quebrada algunos ricos roda-dos de plata. (ValUs no eate, i si cate nada pudo descubrir. FuGomez que vino a encontrar las ricas vets (le San Autonio en1829, es decir, cuarenta i cinco aros despus.)

  • - 58 -

    Arenas de que habla Garcilaso i a quien ech alsuelo la yegua que montaba en la batalla de Xaxi-xajuana entre la Gasea i Pizarro, -aun ha en Co-piap, escribia don Jos Joaqun Vallejos en estaciudad por jinio de 1842, varias personas que enaquel entonces fueron testigos de la opulencia deeste descubridor, i son pblicas las ancdotas re-lativas a lai magnificencia en que vivia, a la pro-fusin ostentosa con que gastaba su dinero, i alalto rango que con esta importante recomendacinocup entre los hombres de su poca, cosa que enel dia no habria sido para menos. Pero es mayorel nmero de los que viven i alcanzaron a verlesumido en la miseria; agobiado de la vejez i de lapobreza; sin conservar otra prenda, otro recuerdode sus felices tiempos, que una andrajosa capa co-lorada, en la cual amortajaron su cadver.> (1)

    (1) VALLEJOS, Pampa Larga.-En cuanto al Pedro Arenasde Garcilaso i Gonzalo Pizarro, que se hall en la batalla eon laGasca i se cay de la yegua... he aqu como lo cuenta el prncipeindjena en sus Comentarios Reales, vol. II, pj. 334....

  • XIV.

    Mrase en las comarcas mineras casi como unaxioma (i la historia local de Copiap da fe deello) que un descubrimiento trae otro descubri-miento, como una ola arrastra otra i otra, en posde su vaivn. Esplcase esto fcilmente por la ten-sin i vivacidad que a la vista del tesoro halladoadquieren todos los apetitos i las fibras de la codi-cia humana que el poeta antiguo con razn llamhambre. I as aconteci que despus de los des-cubrimientos de Subercaseaux i de Arenas en 1883,don Jun Guerrero descubri el 16 de enero de1784 el mineral del Checo que, como el de PampaLarga, fu trabajado mas tarde por la compaaiuglesa de Copiap, de lo que en el lugar adecua-do daremos cuenta. I en pos de este el infatigableminero i habilitador don Pedro Fraga hall la ve-ta de los Desamparados en el cerro del Plomo, aloriente del valle de Copiap, mina antigua, comoresulta de su nombre, dado de seguro en memoriade los que la abandonaron, i que en 1789 trabajabacon fruto don Jos Picn, natural de Andaluca.

    XV.

    Fueron los ltimos aos del sigl> XVIII losverdaderos dias de oro de Copiap, porque fueron

  • dias de plata en barra, i como memoria de esaopulencia ha quedado constancia que en los librosde las Cajas Reales de Santiago se tom razn de80,809 marcos de plata enviados de Copiap a laCasa de Moneda, sin contar lo que los feudatariosdel valle consumian en su vajilla, i 98,847 marcosde metales frios que valian 700,000 pesos. En diezaos, es decir, desde 1776 a 1786, las principalesminas de Copiap habian prolucido 179,656 mar-cos, que era cerca de dos millones de pesos, equi-valentes a veinte en la actualidad. Su total en elsiglo, i tomando todo en cuenta, no puclo descen-der de 4 millones de pesos, gota precursora delcrecido raudal que en bre'e brotaria de la tierra.

    XVI.

    Di orijen esta abundancia a la famosa visita delpresidente don Ambrosio O'Higgins, que entr enel valle por Caldera i regres por el Huasco, don-de dej fundado a Vallenar, despus de haber re-partido en todas partes los consejos de la sabidu-ra i los fallos de la justicia.I como consecuencia de la visita del marqus

    (que as se llam i se recuerda todavia en todo elnorte), sobrevino la inspeccin minera de Copia-p confiada por aquel gran administrador un aomas tarde al doctor Martnez de Matt, mediantela cual formse la primera estadstica de minera

  • - 61 -

    del distrito i se echaron las primeras bases de laautonoma de aquel importante gremio en Co-piap. (1)

    XVII.

    Alcanz como principal resultado la visita deMartnez de Mata, a las rejiones del norte, el plan-teamiento de la primera diputacin de minas deCopiap, con dependencia del tribunal de minerade la capital, tan centralista en aquel remototiempo como ahora. Acordse esa instalacin enuna junta jeneral de mineros que, presidida porel visitador, tuvo lugar en Copiap el 22 de fe-brero de 1790, con asistencia de buen nmero de

    (1) Adems de la visita, mas administrativa que pericial deldoctor Martnez de Mata en 1790, el subdelegado de Copiapdon Joaqun Pinto Cobos practic dos aros mas tarde una visi-ta parcial para procurarse muestras pedidas por el gobierno dela metrpoli, segn mas prolijamente lo cont;imos en ol libro ti-tulado la Edad del Oro (1882).

    Entre las numerosas muestras de metales de plata remitidosa la Academia de San Luis, por el subdelegado Pinto Cobos en-contramos mencionadas las dos siguientes:

    MUESTRA Lx. 2.--Una tierra de metal de plata de la vetadescubierta por don Ventura Mercado nombrada Nuestra Se-iora de Loreto, en la que van tres labores con los metales to-dos de un color a frontn. Su lei al principio 60 marcos.

    N. 6.-Metal del pique (le la misma veta ea la estaca delre, tel metal es de lei de 50 marcos, unos con otros.

  • -- 62vecinos, entre los cuales por sus apellidos mine-ros figuraban don Agustn de la Concha, donJuan de Mercado, don Jos Monreal, don JosMoreno, don Cosme Abalos i don Jos Pic6n, cu-yos retoos han continuado viviendo con suertevaria durante un siglo entre las breas arjentfe-ras de Copiap.

    En esa reunin, la primera talvez en su jenerocelebrada en Chile despus de la famosa junta dela sociedad de Huspallata en 1755, se quejaronlos mineros al rei de la escasez de numerario queabrumaba sus faenas i del escesivo precio de laplvora que a razn de 6 reales libra importaba75 pesos el quintal. (1)

    XVIII.

    I en seguida los pobres mineros atacameospidieron tres cosas sumamente necesarias i cuyademanda acusaba su buena intelijencia de la si-tuacin i su remedio. I aquellas fueron: . elestablecimiento de un banco de rescate, para po-der espender sus productos sin ocurrir a la tiranai al caudal i numerario lejanos de Sintiago; 2.' quese trajese del estranjero peritos beneficiadores,

    (2) Segn el autor de la Crnica de la Serena (pj. 337) la.-libra de plvora fina valia en esa ciudad en el pri1mer ao delpresente siglo 1 $ 50 centavos, i por este dato se calcular cualsera el estmulo ofrecido a la minera i sus provechos.

  • que era lo que mas urjia para economizar en lasfaenas; i 3." que el azogue, que era respecto de lasminas lo que la sangre con relacin al cuerpo hu-mano, se vendiese por el re al plazo de un ao ino de seis meses como estaba establecido.

    I como estos asuntos, especialmente bajo unpunto de vista industrial i estadstico, ofrecen con-siderable inters, habremos de ocuparnos mas es-tensamente de ellos i por separado en el prximocaptulo.

  • CAPITULO III.

    AGUA AMARGA.

    La produccin del azogue se hace sinnima de la Plata.-El azogue deHuancavlica el de Limache segn el padre Ovalle.-Sistemas de amal-gamacin que se introducen.-Don Joaqun de Palazuelos en Potos ien Copiap.-El procedimiento de leja del tesorero don Alonso Game-ro.--El Arte de los metales de Alonso de Barba i sus descubrimientos. -Privilejio que pide don liguel Blanco para beneficiar la plata por fun-dicin.-El Rei de Espafia envia a Potos i a Lima al barn de Norden-flicht con una comitiva de qumicos alemanes.-Desafio cientfico de losprocedimientos de amalgamacin por el sistema de buitrn de Potos iel de barriles de Sajonia, i cmo el bai-n es vergonzosamente derrotadopor los peritos potosinos.-Sospechas de fraude i quejas del qumicoHelms.-Descbrese en Chile el mineral de azogue de Punitaqui i en se-guida el de plata de Agua Amarga. -Quien fu su descubridor segn elintendente la Fuente i el viajero lNellet.-Sus principales vetas i lo queproducian cada sbado al cura del lugar.-Peculiaridades de sus metales.Estado del mineral en enero de 1812 i visita que no se practica.-En-tusiasmo de Camilo Henriquez i notable artculo que consagra al pro-greso de Chile en la Aurora del 14 de mayo de ese aio.-Impo rtauciaque el mineral de Agua Amarga tuvo para la Independencia de Chile,segn el coronel Lafuente-Tradicin de (la montafla de plata i cmovienen a esplotarla en 1870 el conde de Nollent con capitales parisien-ses.-Don Jos Martinez i don Gregorio Arascua.-Estado del mineralen 1877.-Impulso que la libertad de industria i de comercio i sus aba-ratamientos dan a la minera del norte.-Se descubri o n la platinaen Chile a fines del pasado siglo? -Documentos.

    Lo que el indio era'rl oro, fi durante la colo-

  • nia el azogue a la plata. Sin el mitayo i su trabajomanual, cuotidiano i gratuito, Chile nr habria os-tentado la etorme produccin de oro que rejis-tran sus anales, porque el jornal habria sido, comoacontece hoi en la jeneralidad de los casos de laindustria chilena, mas caro que el producto. I dela misma manera, no conocindose para la estrac-cin de la plata pia otro sistema que el de Po-tos, es decir, el de azogamiento de las pastasllamadas clidas, sin el suministro oportuno, ba-rato i abundante de aquella valiosa sustancia, losminerales de )lata, por nui opulentos que fuesen,vivian como el sediento de la mitoloja. SegnAlcedo, el azogue falt por completo en Potos elao de 1802, i esta fu una calamidad harto ma-yor que la de la epidemia de 1804 (el ao deleclipse en Chile) que mat a casi todos los mita-yos del cruel, frjido, horrible mineral, como masadelante habremos de contarlo prevalidos de otrotestimonio.

    II.

    Buscbase por esto en nuestras montaas tantocomo el oro i conio la plata el cinabrio, i estandoal testimonio del padre Ovalle, parece que en losprimeros aos de la conquista enontrse algunavena de ese metal en Iimache, si bien debi serde poca sustancia, como las que en las colinas de

    EL L. DE LA P.-9

  • - 66 -

    Valparaso hicieron bullicioso ruido de negocio ode engao hace ocho o diez aos. (1)

    Solia por esto ser tan apurada i menesterosa lacondicin del minero de plata en el norte de Chi-le, que uno (le los mas favorecidos por la fortuna,el vizcaino don Pedro Goyenechea, abuelo de laactual opulenta poseedora de Lota, debia a la ad-ministracin de azogues de Copiap el 15 de :ne-"ro de 1798 no menos de 34: quintales de azogue,que al precio de 85 pesos habale vendido por elrei el administrador don Ventura Malbrn.

    III.

    A fin de formarse una idea aproximativa de lainmensa cantidad requerida por los injenios ar-jentferos del Per, bastar decir que, segn Alon-so de Barba, que de ello era testigo, tan solo Po-tos necesit en los 63 aos corridos desde su des-cubrimiento a 1637, en que aquel famoso fundidori cura de San Bernardo vivi entre los libros i loscrisoles, enpleronse 234,700 quintales de azo-gue, que valian al menos veinte millones de pe-sos. Estando al testimonio de Humboldt, la pro-

    (1)

  • - 67 -

    duccin de Huaneavlica en los aos corridosdesde 1570 a 1789, fu de 1.040,451 quintales, osea 6,000 por ao, si bien en algunos que fueronnotablemente abundantes, como los trascurridosde 1586 a 1589, el rendimiento subi a 10,500quintales por ao. (1)

    I de aqu el afn de todos los qumicos i peritosdesde Bartolom de Medina, minero de Pachuc:a,autor de la amalgamacin, al Buscn, primer co-pelador del azogue, desde el ilustre clrigo ya nom-brado, que invent el cocimiento, hasta el famosoNordenflicht i Fagoaga, a quien por la apartaqumica que obtuvo del oro i de la plata honr elrei con el ttulo de conde del Apartado. Cadacual se empeaba en obtener la prdida menorposible del azogue, fuera en las operaciones a fue-go, fuera en las de crudo u otros sistemas que,como el de Crnke en Chile, evitase, mediante lamecnica, el desperdicio de la amalgamacin.

    (1) No deja de ser curioso que tanto en el Per como enChile i en California, el descubrimiento del mercurio haya coin-cidido de cerca con el de la plata, i a esto propsito un ilustreeconomista moderno eselama:

    Les vues de la nature sont tranges. Avait-elle qnelquepense precon,ue quand elle jetbit si prs de l'or et de l'argentle mercure de Californic et qu'ellc rservait l'Espagne lesmines de mercure d'Almaden? Sana mercure, pas d'amalgama-tion possible, et par cnnsequent, pas de traitemeut economiquede l'or et de l'argeut.-.(Sioniia.-Le Monde Aimerica in, pj.338).

  • IV.

    En Chile mismo, antes del ltimo i merito-rio descubridor, era tan comn casi como hoi elencontrar inventores mas o menos fantsticos deprocedimientos que abarataban el consumo delazogue, siendo notables entre otros el propuestopor el tesorero don Alonso de Gamero i los queimportaron de Potos don Francisco Javier deOssa i particularmente un caballero chileno queha dejado sucesin en Copiap, e hizo espresa.mente viaje al Alto Per para aprender el dif-cil arte del azoguero. Llambase este ltimo donJos Joaqun Fernndez de Palazuelos, residicinco aos en Potos (de 1773 a 1778), i en unmemorial de servicios que hemos tenido a la vis-ta, se dice, alegando mritos, que con su ensean-za prctica trasmitida a los mineros copiapinos secuadriplic la produccin de la plata en quel dis-trito. Palazuelos falleci en 1783. (1)

    (1) El ttnlo del procedimiento o invento de don Alonso deGamero (padre de dos hroes de la independencia) que encon-tramos en ciertos papeles que hace aos nos facilit el seor donIgnacio Reyes es el siguiente:

    Manifiesto de un nuevo mtodo prctico de amaltama de me-*-tfiles de plata sin azogue por Marcos Alonso Gamero, presenta-do al presidente O'Higgins, siendo aquel administrador de taba-cas.-Santiagn, julio 1.0 de 1781.

    Agregaba el descubridor que lo habia inventado en Mjico i

  • - 69 -

    V.

    Cosa semejante ocurria en el Per, i en un in-forme del famoso visitador don Jos Antonio de

    empledolo durante 22 aros, gastando 4,000 pesos de su bolsi-llo, i segn parece consistia en la preparacin de una leja espe-cial para la amalgama, cuyo aparato costaba solo cien pesos.

    Sospechamos por esto que su invencin se asemejase no pocoa la que un siglo antes descubriera el monje de Potos, i quetanto desviviera a los mineros i especuladores chilenos cuandosobrevino la fiebre Paraff. En cuanto a este ltimo sistema,(por cuya lectura en libro prestado por horas se lleg a ofrecerhasta mil pesos) he aqu como su propio autor lo describe en elcaptulo I lib. III de su Arte do los metales:

  • - 70 -

    Areche, el cruel esterminador de Tupac Amaru i desu raza, dirijido al virrei Guirior el 29 de octubrede 1772, papel que orijinal tenemos a la vista, sehace mencin de un privilejio esclusivo solicitadoen 1747 por un don Miguel Blanco, para fundir afuego, es decir, sin recurrir al azogme los metalesde plata, a cuyo efecto el inventor solicitaba se lecediese un sitio conveniente en el Cercado de Li-ma, obligndose a manifestar su invento, juzgadoentonces maravilloso, en el espacio de dos aos.

    Pero el mas clebre i al mismo tiempo el me-

    servar para m solo ste ni otros secretros. Ejercitlo con mascomodidad desde el ao de seiscientos i quince, siendo cura enTiaguanaco de la provincia de Pacages; i con mas abundancia iprovecho, desde el de diezisiete, en la de los Lipes. Ea el dis-curso de tanto tiempo, han querido algunos ganar gracias, atri-buyndose mritos ajnos, pidiendo aventajados premios en di-ferentes partes por inventores de este beneficio nuevo: perobien han mostrado no haberlo sido ni saberlo con fundamentosus propios yerros i desengaos ajenos. Yo s de mi de ciertoque no lo aprend de nadie ni lo supe sino con la ocasion dicha,aunque por ser tan dilatado el mundo en edades i rejiones, nos si en alguna se ha usado ntes de ahora, aunque no hacenmemoria de l ninguno de los autores antiguos ni modernosque tratan estas materias. Provsion se me concedi por la ReiAudiencia de la Plata,. para que nadie, sin licencia mia, usaseeste modo de beneficio de metales, i sin interes ninguno lo hepermitido a todos, aunque reservando para m alnunos particu-larcsD.

  • e- 71 -

    nos feliz de aquellos intentos dirijidos a cambiarel sistema primitivo de Potos, llamado de Bui-trn, fu el que ensay en Lima el barn de Nor-denflicht, gran mineralojista en Sajonia, consejerontimo de su rei i aun su deudo, segn algunos.

    Vino este personaje a Amrica, por la via deBuenos Aires i Potos, envia-lo espresamente porCarlos III para mejorar la condicin de la mitie-ra i la esplotacin de las pastas de plata confor-me al sistema de Sajonia, en el cual los metale3de un uno por mil se hacen aprovechables en elcrisol o la copela.

    Comenz el intelijente barn, que lleg a Limaprecedido de ilustre fama, as como de numerosacomitiva de obreros i de qumicos, por erijir unlaboratorio, i aunque presupuso 15,000 pesos parala obra, result que invirti en ella tres tantosmas, o sea 41,846 pesos 6 reales; segn la Alemo-ria del virrei Jil i Lemus, que presidi imparcial-mente aquellos ensayos.

    Tratbase a la verdad de una especie de desafo,mas que de un cotejo cientfico, entre el sistema dePotos i el de Sajonia, es decir, entre el procedi-miento de Buitrn i el de barriles, i en ello esta-ban empeados contra el innovador la rutina i ladesgracia.

    Hzose, en efecto, una primera prueba que duronce dias, siendo jueces i testigos de ella los odo-res de Lima i el jeneral de las armas Villalta,

  • - 72-

    nombrado como rei de armas o padrino de honorentre los contendientes.

    La cantidad de metal sometida al lento i engo-rroso ensayo de los dos procedimientos fu de41 quintales por una i otra parte; i de su montn,los maestros discpulos de Bartoloi Medina, deAlonso de Barba i del Bascn, traido3 espresamen-te de Potos, sacaron en once dias 6 marcos, 1onza i 4 ochavos de plata, al paso qne el infortu-nado barn solo obtuvo en 9 dias de manipulacin4 marcos i 4 ochavos de onza, perdiendo, como seve, una tercera parte sobre el producto rendidopor el sistema potosino.

    Pero, lo que era todavia mas grave, el barn isus ayudantes dejaron escurrirse o evaporarse 22libras i ocho onzas de azogue, mientras los bui-tronistas solo gastaron siete libras i cinco onzas.

    El barn habia usado veinte veces mas canti-dad de azogue que los de Potos, es decir, 1648libras contra 64 libras empleadas por los ltimos.Tal fu el desastroso resultado de la primera prue-ba que cost al Rei 121,448 pesos fuertes. Comoconclusin til del torneo el buen virrei, a cuyocargo corri la cuenta, se contenta con decir queaunque el bar6 era, sin disputa, mui sabio, la Sa-jonia era cosa mui distinta del Per. (1)

    (1)

  • - 73

    Ignoramos nosotros si los potosinos trajeron ensu compaa algn Bjelio; pero lo que est hoiaveriguado es que el sistema del barn era el masbarato i econmico como que bajo su base se edi-ficaron los treinta injenios de amalgamacin queha tenido Copiap sobre los viejos crcamos delos buitrones potosinos que Frezier en persona ha-bia visto construir en aquel valle. El actual siste-ma de Cr5nke no es sino un perfeccionamiento deldesairado del barn de Nordenflicht. (1)

    VII.

    Por una coincidencia feliz para los mineros co-piapinos, ocurri un descubrimiento (le cinabriomucho mas clebre que el de Limache al pi deuna colina llamada de Punitaqui que se levanta

    dal virrei Gil i Lemus, p(Y. 161).Segn la Enciclopedia britnica el autor de la amalgamacin

    fu don Pedro Fernndez Velasco, quien la introdujo en Mjicoen 1566 i en el Per en 1571. Pero nosotros hemos seguido aHumboldt que atribuye ese honor, del cua1. dice Bowles debieraenorgullecerse Espaat, al minero de Pachuca, talvez porque fuel primero que puso el invento en ejercicio.

    (1) Sobre si hubo o no mala fe i trampa de parte de los po-tosinos, no es fcil decidirlo hoi. Pero el qumico IIelms, queacompaaba al barn de Nordeuflicht i era su brazo derecho, losospechaba, i en sus Viujes, que son curiosos bajo el punto devista de la mineraluJa del Per, se q'u,ja amargarente del tra-tamiento i felona de los peruanos.

    EL L. DE LA P.-10

  • - 74

    en los estensos llanos de Salala al sur del rio Lima-rl i a ocho leguas de la ciudad moderna de Ovalle.

    Alguien que la crnica no nombra, descubri,en efecto, en 1785, al pi del pico de Punitaquiuna veta de azogue a la que di aliento el rejenteAcevedo cuando interinamente gobern6 el reinodos aos mas tarde, prestando mano poderosa ivoluntad intelijente a la minera, a la industria ia todas las empresas materiales del pas. Langui-deci en seguida el mineral, no sin que se obtuvie-se de su cinabrio buen producto porque segn laAurora de Chile, correspondiente al 11 de juniode 1812, lleg a estraerse de dos cajones de metalhasta 2 arrobas de escelente azogue,

  • - -75-

    te abundante habia sido en.el si,lo precedente. 1como si hubiera querido materialnente rempla-zarse al indio que con la licencia poltica i la li-bertad del trabajo desaparecia de la faena aurfera,un indio oscuro, descubri para su amo el famosomineral de plata de Agua Amarga al ao siguien-te de la revolucin de la independencia, esto es,en 1811.

    No hai certeza de la manera como fu halladoaquel mineral en hora tan oportuna. Mellet, buho-nero francs que viaj por toda la Amrica ajen-ciando su andariega profesin desde 1808, i quevisit las minas de Agua Amarga en 1815, es de-cir, cuatro aos despus de su descubrimiento, diceque quien las hall fu un mulato esclavo de uncaballero de la Serena, francs de nacionalidad aquien l conoci i se llamaba M. Corahu.-Elnombre de aquel descubridor era Jos Mara Rios,i por su venturoso encuentro recibi en pago la li-bertad, hallndose en la poca de la visita de Mle -llet i a su decir, mui rico.

    Mas el coronel don Antonio de la Fuente,en su notable memoria de 1853 sobre la provinciade Atacama, i el cronista Sayago dan al descubri-dor de Agua Amarga el nombre de Jos Paco-Huicume, por apodo Uhamblao, el cual vivia enla miseria, segn antes contamos, en el ao enque el coronel de la Fuente gobern a Atacama(1853-54).

  • 76

    Inclinmonos nosotros al dato de lellet por sercontemporneo, i porque era difcil que el verda-dero descubridor viviese todavia en 1852, a no serque fuera octojenario. De todas suertes, prueba esesta de la inseguridad de los datos que el roman-ce de las minas, siempre mas poderoso i atrayenteque la seca verdad de las rocas, ofrece, si bien haque advertir que Mellet cambiaba con frecuencia*los nombres en su prosa i prosodia gascona-caste-llana. Al Paposo, donde estuvo, llmalo en efectoPopora, al tabaco de zaa tabaco sagna i alalmirante Brown que bloque al Callao en esosaos Martn Bruno.

    Ix.

    Hllase situado el mineral de Agua Amargaocho leguas al sur de la ciudad de Vallenar en unasierra aislada que corre de norte a sur, por una es-tensin de mas de dos leguas i tuvo cerca de cin-cuenta minas, algunas notables por su beneficio,especialmente la descubridora llamada Portezuelode Zuleta, la Caldera, que fu la qe alcanz ma-yor prosperidad, el A [anto del Trnsito, etc. Co-mo todos los minerales de plata de Chile, el deAgua Amarga presentaba en su primera zona rejin clia los cloruros que son peculires a estaformacin jeoljica de nuestros panizos arjentfe-ros; pero aproximndose a la segunda zona o re-

  • - 77 -

    jin fra, aparecian ya los plomos, los sulfuros iarsnicos que traian por su dureza i su resistenciaal azogue las dificultades, el broceo i el cansancioa sus propietarios.

    X.

    Era tambin notable la plata cornea o nativaque producia este mineral en sus comienzos, por-que Mellet asegura que sus estratificaciones reme-daban las formas de muchos animales a la vez, iaun asegura que l compr por 7 pesos un frag-mento que representaba juntamente un carnero,un puerco i un huanaco, cuya curiosidad envi aSantiago a su paisano (Ion Francisco Lavigne, enprenda de gratitud por haberle libertado de lapersecucin de los realistas.

    XI.

    En cuanto a la lei verdadera de los metales deAgua Amarga, no existen datos suficientes, pero elmismo traficante francs cuya visita contamos, re-fiere que en 1815 el mineral contenia una pobla-cin laboriosa mas o menos de tres mil almas,agrupada en una pequea aldea (petit village), ique sus quinientos mineros, por via de renta ecle.-sistica, pagaban a su cura cada sbado un ca-pacho de metal, lo que equivalia a una subvencin

  • 78

    de 4,000 pesos al mes o sea 43,000 pesos por ao(240,000 francos).

    Indudablemente en esta cuenta como en otrasdel ambulante gascn, natural de Marmande, cer-ca de Burdeos, habia evidente exajeracin, porquea todo parecia aplicar aquel la subida tarifa de subandola....

    XII.

    Entretanto, segn un estracto del estado delmineral de Agua Amarga publicado por CamiloHenrquez en la Aurora de Chile del 14 de mayode 1812, se da cuenta, con no embozado entusias-mo, de la siguiente marcha prspera de aquelasiento, conforme a una visita pericial practicadaentre el 7 de enero i el 25 de febrero de aquel.ao.

    Vetas en actual esplotacin, 86.Rumbo, N. S.Suma de sus anchos, 22 varas.Suma de sus honduras, 202 estados.Labores, 167.Ley, varia; de suerte que hay quatro que tienen

    ley de 100, dos de 150, 4 de 200, 2 de 400, 10 de60, 3 de 50, 29 de 40, 2 de 35, 1 de 45, 2 de 80,1 de 25, 1 de 70 y las restantes son de 30 de ley.

    Suma total de la lei de los _metales, 5,565marcos.

  • 79 -

    XIII.

    Tomaba pi de estos crecientes adelantos de larepblica su mas fervoroso precursor i apstol, elilustre fraile de la Buena Muerte, que di en Chile,a la par con las batallas, honda sepultura al agoni-zante coloniaje, para lanzar libertosos su pluma isujenio en el campo del porvenir. Desconsuela,esclamaba en aquella misma fecha (mayo 14 de1812) en un artculo que tenia esta divisa latina:Scenis decora alta juturus, i a propsito de la ri-queza admirable de las minas de plata solo unao atrs descubiertas, desconsuela la compa-racin del actual estado del pas con el poder,opulencia i prosperidad a que lo llama la natura-leza. La causa de su atraso se encuentra nica-mente en la falta de ilustracin. Su terreno esprodijiosamente fecundo, pero esta en la infanciasu agricultura.

    Han llegado nuestros vinos al estado quepueden llegar?

    >El lino, que vive en nuestros campos en tan-ta abundancia, nos exi,ne de la necesidad decomprar los lienzos al estranjero?

    El nmero de nuestros buques corresponde ala abundancia de nuestras maderas?

    Qu ventajas han resultado hasta ahora a lapatria de los tesoros que encierra en su seno?

  • - 80 -Ah! estas riquezas estn escondidas a la ig-

    norancia i al torpe ocio, se descubren al injenio ia la aplicacin laboriosa.

    Permanecern en gran parte ocultas en lascavernas de la tierra hasta que se haga por arteel trabajo de las minas.

    Solo en la parte del norte hai mas de 300 mi-nerales abandonados, por falta de luces, se diceen un espediente de 6 de setiembre de 1790.

    La ciencia de las minas se estudia en toda laEuropa i en Mjico; aqu nos es del todo descono-cida, siendo tan necesaria en un pas compuesto deminerales.

    i)Parece, dice don Antonio Ulloa, que las tierrasdel Guasco se hubieran todas convertido en mi-neral. (1)

    Adinira que en otras partes se erijan escuelaspara la estraccinz del carbn i que en Chile seyerre un socavn en las minas mas preciosas porianorancia, i que el oro se arroje entre los desper-dicios por incuria: no cabe en la cabeza el quehasta ahora no se haya intentado la ejecucin deuna sola mquina de las muchas que se enseanpara el uso ventajoso de la fuerza i libertar as alos mseros operarios condenados al duro trabajode levantar i sacar a hombro de las profundas i

    (1) Espediente para que se pidan a Europa maestros dequmica.

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    tortuosas cavernas las venas ricas, en un tiempo enque en Europa se usa para semejantes trabajos dela accin del fuego.

    > Citntos fsiles yacen ignorados porque no losconocemos i porque ignoramos el arte de prepa-rarlos!

    No obstante, ellos son preciosos por su utili-dad para las artes, tal es el cobalto, que sirve ala pintura y esmaltes, el bismuto, el zinc que tie-ne tantos usos y tantas otras sustancias mine-rales.

    Pero nuestro atraso en el arte i trabajo de lasminas en nada es mas sensible que en el abando-no en que estn las minas de azogue i de hierro,dos articulos capaces de enriquecer al pas.

    Todo se conserva para lo futuro.Entonces se reunirn para la gloria i esplen-

    dor de la patria las riquezas de la naturaleza, lasempresas de la industria i las producciones deljenio: Scenis decora alta futurus.

    XIV.

    Grande como las profecas del jenio que acaba-mos de estampar fi en sus arranques la riquezade Agua Amarga, i sil tradicin constante indujoen 1870 a un centenar de entusiastas parisiensesa enviar una comisin cientfica compuesta de-dos injenieros i del famoso conde de Nollerit, a fin

    EL L. DE LA P..-11

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    de esplotar las riquezas visibles de aquel mineralque se aseguraba tenian a la vistai al sol en sus des-montes ((dos o tres millones de pesos.1-Por su-puesto, el nombre de Agua Amarga fu sustituidopor el mucho mas propicio de la Montagne d' Ar-gent; i recordamos que encontrndonos nosotros ala sazn en Bljica, enviamos al Mercurio de Val-paraiso un artculo dando la alarma a los incau-tos, que hoi habrn encontrado mas que amargael agua de su soada montaa de plata....

    XV.

    Fu uno de los mas constantes i esforzados mi-neros de Agua Amarga don Jos Martnez, caba-llero natural del Huasco, i abuelo de los tres gru-pos de Walker lartnez que hoi existen en Chi-le; i aunque nuestra estadstica sea sumamentedeficiente, puede asegurarse que si Agua Amargano ha producido montaas de plata, no por es-to ha dejado de contribuir constantemente duran-te los 70 aos de su existencia a la riqueza pbli-ca con no despreciable tributo. Segn los datosestadsticos de 1876, el mineral de Agua Amar-ga rindi en ese ao 1350 quilgramos de platafina estraidos de 126,100 quilgramos de metal.bruto, i sus principales minas estaban I-epresen-tadas en la escala de esi no escasa produccin enel orden siguiente. La mina Peta Ordenes, 20 qui-

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    ogramos; la San Benjamn 19, la Plata 69, laCaldera 92 i la Ars 253. En ese mismo ao elestablecimiento de amalgamnacin de los seoresGallo en Copiap elabor 329 quilgramos deplata estraidos de metales de Agua Amarga.

    Ignrase por lo dems a punto fijo el rendi-miento que en sus aos de bonanza, que fueronlos de la guerra de la independencia, produjo elmineral de Agua Amarga; pero ellos fueron suf5-cientes para dar a aquella el nervio que necesita,porque en este particular pensamos, como un an-tiguo i entendido intendente de Copiap, que engran manera la plata de Agua Amarga contribu-y a nuestras victorias, siendo en el afianzamien-to de la independencia parte no inferior a la obradel acero, del can i de la sangre (1).

    (1)

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    Comenz Chile desde esa poca a figurar por laprimera vez como productor i esportador de plataen grande escala, puesto que los principalescentros arjentferos del inundo, especialmente Po-tos en el Alto Per i Guanajuato en Mjico, ha-bian entrado ya en un perodo de visible deca-dencia.

    XVI.

    Mui lejos hallbase todava el pas de la meta

    patrita Aracena, que lleg a ser coronel de guardias nacionalesse enriqueci estraordinariamente en Agua Amarga i en unaocasin don 50 quintales de cobre para balas. Este buen pa-triota muri de edad de 62 aos el 16 de agosto de 1828 segnuna breve necroloja contempornea impresa en una hoja de pa-pel que nos ha remitido de Quilpu su nieto don Gregorio Ara-cena, al parecer minero como su abuelo. Vase tambin una rese-ra biogrfica de uno de los fundadores de.Agua Amarga en ElMinero,peridico de Coquimbo del 25 de octubre de 1823.

    En cambio, el mas temible, constante i valiente defensor delrjimen espadol, el coronel Pico, el ltimo soldado del rei,sali de aquel mineral donde trabajaba pacficamente antes dela revolucin. El conocido comerciante huasquino don RamnOssandn lo recordaba siempre como a su deudor moroso>, porun pequeo adelanto de habilitacin que en 1824 chancel sobrela garganta del hroe castellano el pual de Lorenzo Coronado.

    En el anexo inmediato publicamos tambin una descripcincientfica del mineral de Agua Amarga (remplazado hoi engran manera por el de las Tunas, propiedad del opulento minerodon Nicols Naranjo) hecha por don Ig:iacio Domeyko, i la il-tima cuenta de su rendimiento, segn el anuario estadstico de1878.

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    que alcanzaron aquellas comarcas prodijiosas, pe-ro a ella se encaminaba. Pas volcnico, falda decordillera, contiguo al mar i alternativamentetrabajado en el curso de remotsimos siglos por laaccin combinada de aquellos potentes elemen-tos, su riqueza mineraljica era incalculable, i so-lo necesitaba para ser estraida comercialmente ala superficie i distribuirse en seguida por el uni-verso a manera de brazo de rio, paz i ciencia, ca-pital i libertad.

    XVII.

    Contribuyeron en consecuencia no poco a ponera la repblica en via de sus futuros adelantos lasfranquicias de la libertad de comercio que comen-zaron a implantarse precisamente en el ao deldescubrimiento de Agua Arnarga (Reglamento delibre comercio de 1811), porque el precio del azo-gue descendi rpidamente i el del hierro, que eraantes onerossimo monopolio de Vizcaya, comen-z a ser barato lastre de los buques ingleses queen tropel venian.

    XVIII.Coincidi tambin con las entradas del presen-

    te siglo la rebusca d la platina que se ordenhacer por el rei de Espaa en 1787 i cuyo metal,as como el estao i el bromo, no ha sido andescubierto en Chile, si bien un buen caballero i

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    hacendado de Colchagua crey hallarlo en ciertamateria insoluble que envi a la Casa de Monedapara su ensaye por el mes de mayo de 1802. (1)

    Los documentos oficiales e inditos relativos aeste asunto mineraljico no carecen de novedad,i por esta causa los insertamos en seguida comoapropiado apndice aeste captulo, copiados dela coleccin de manuscritos de la Biblioteca Na-cio