convulsiones cuento

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CONVULSIONES AL AMANECERICmo haces para imponer al mundo eso que nace de tus esencias momentneas? Ruido en el pecho, amor pasional, corazn estrujadamente expectante y un sin fin de sensaciones tan preciadas como acongojantes. Tal vez el procedimiento ms correcto sea el de acariciar al discurso para que se relajen esas tensiones del alma. Nada de esto ocurre cuando pones en palabras aquello que escapa a cualquier tipo de simbologa! El mundo sonre a toda solucin que creas posible ante esa llama que emerge desde un universo que todo lo abarca y te carcome desde el fondo de tus vsceras. Igualmente decides contar la historia que ato el tiempo y lo convirti en una abstraccin antes impensada. Se cierran las compuertas de los dems seres humanos para solo enfocarte en ella. Si, en ella junto a tu pasin que desdobla tu imaginacin y te invita a volar sobre mundos paralelos e inimaginables. La conociste mientras investigabas el modo en que creas que la naturaleza funcionaba. Estabas tratando de atrapar aire en medio de una ciudad congestionada por el desorden y la intoxicacin. Las palomas volaban y tenas miedo que te caguen encima. En la plaza confluan hroes postergados junto a naturalezas artificiales, pero ante esa pequea llanura de cemento tal vez eso era la nica opcin. Tu cuerpo se hallaba sentado en un banquito de madera blanco, simplemente ah, sin ninguna pose extraa, piernas firmes sobre el suelo, manos hacia los costados apoyadas suavemente sobre los pequeos hoyuelos verticales, que convertan al banquito en incomodo si te aventurabas a convivir con l ms de media hora. Los excluidos se acercaban a intercambiarte estampitas por dinero. Rechazaste a todos porque en esos momentos aun creas en la revolucin de todas esas generaciones que abrazan un incierto destino. Y entonces lleg, la tuviste que mirar porque cuando ventilo tu cara con su apresurado andar no pudiste distinguir ninguna brisa saborizada con flores extranjeras. Se sent a tu lado mientras seguas examinando si tu nariz podra comprender algn aroma novedoso y femenino. Alejaste esa idea y miraste de reojo un cartelito que tena enganchado en el bolsillo izquierdo de su camisa blanca. AGUSTINA CARAMBOLA- Baja cuatro tallas en un mes. Pensaste en las tallas, a cuales se refera, tallas de idiotez, tallas de altura, tallas de mediocridad. Te enfocaste en la excelente idea de disminuir cuatro tallas de timidez para poder entablar una conversacin con esta mujer que no usaba perfume ni tena olores extraos.

BAJ CUATRO TALLAS DE TIMIDEZ EN UN MES Sorprendente!! Sabias que tena un nombre nico, AGUSTINA CARAMBOLA, y que te prometa bajar cuatro tallas. Todo iba sobre ruedas. Al menos no te haba cagado una paloma. Por el momento. Empezaste a racionalizar en exceso, debas usar las palabras correctas para no asomarte envuelto en calidad de estpido. Aunque quizs eso era lo que te paralizaba, tratar de actuar correctamente. Entre tu cerebro y tus manos temblando, llegaste a la conclusin que siendo de manera catica o por el contrario de forma correcta y precisa (permutacin de tomos imposible en ese tiempo) debas averiguar de qu tallas estaba hablando su pecho. Disclpame, cuales son las tallas que puedo bajar y como, o sea yo las puedo bajar o quin y qu. Cmo? (cara de espanto) La pregunta es qu quiere decir esa inscripcin?

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Ah fue cuando Agustina sonri y tomo mucho aire, dando paso a que esos pmulos pudieran mostrar todo su destello . Mira te explico yo soy de Herbalife, soy de una compaa de productos alimenticios que determinaran tu calidad de vida, tenemos los mejores productos de nutricin del mundo y te puedo ofrecer una cantidad que ahora mismo te muestro y que te pueden servir para aumentar de peso, en tu caso no tens que bajar de talla sino que tens que aumentar y seguro que podes hacerlo en un mes.Y otra cosa si te interesa vos tambin podes ser revendedor de estos productos, no te quiero apresurar pero te pones en contacto conmigo y te podes venir a una reunin que se hace en el hotel de la caada, ah podes conocer a un montn de amigos mos y vas a ver que la pasas excelente. A ver decime, te interesa comprar uno de nuestros productos o te interesa vender nuestros productos, que te comento son de excelente calidad comprobada cientficamente.

La ilusin de disminuir la talla de la timidez se hizo trizas, pero notaste una particularidad en su rostro, ella no era una simple revendedora de productos para extender la vida (lo cual poco importaba), haba algo en sus ojos, una pizca de desesperacin detrs de la mscara de la frontalidad puncheadora. Un algo que te deca que debas continuar adelante con ese proyecto que no te interesaba. Haba dos posibilidades, o ser revendedor, o comprarle algn producto. En la primera opcin tal vez debas malgastar muchas horas de tu tiempo aunque tenias asegurado miles de encuentros para intentar descifrar sus ojos si los primeros indicios no daban alguna til

seal. Por el contrario la segunda opcin tal vez te regalara menos encuentros pero tenias ms tiempo para Decidiste la primera opcin esa maana y en el momento de transcribir esta historia recuerdas cual es la verdadera razn, tu tiempo es intil, ni siquiera podras llamarle tu tiempo. Antes de abandonar el banquito la mujer sin olor y el hombre huidizo se despidieron con un beso. Caminaste con cara de satisfaccin aun sabiendo que tus movimientos seguan siendo aquellos que uno no debe practicar si quiere aferrarse a la trama social olvidndose de cualquier dilema existencial. Tocaste tu bolsillo para confirmar que la tarjetita sealaba otra de tus estpidas aventuras. AGUS CARAMBOLA- 155947561 Este ojo que todo lo ve pudo observar como ella se alejaba de la plaza sin pensar en nada, o tal vez en todo, en cualquier caso, jams sobre ese encuentro rodeado de posibles beneficios econmicos.

IIAl da siguiente te hundiste en las ruinas circulares de Borges y en ciertos instantes te olvidaste de esa mirada, fue entonces que te sorprendi el sonido de tu telfono. Hola, como estas Damin, soy Agus de Herbalife, quera avisarte que nos juntamos con una amiga el martes a las 11 de la noche as te explicamos un poco como son las cosas y de paso la conoces un poco a ella tambin. Quedo latente la idea Agustina de Herbalife, era como que perteneca solo a ese mundo, sabias en lo profundo que estaba mintiendo, ella era algo ms que su impostor apellido Herbalife, aunque todava debas ocultarle todo este tipo de investigaciones sobre su espritu. Debas ser un seor normal que pasara a llamarse Damin Herbalife. Bienvenido a la familia!! Ese da llegaste con un aire agradable ya que el exceso de pensamiento lo haba planificado casi todo, aunque no tuviste en cuenta la variedad con la que las tramas se complejizan, hubo un pequeo cambio. Quien te abri la puerta del departamento no fue precisamente la seorita Herbalife sino ms bien una seora de unos 50 aos, petisa, con una cara que se esforzaba por mantener una sonrisa constante, pequeas arrugas a los costados de los ojos, una pintura de labios barata y triste, ropa negra en demasa, zapatos graciosos, pelo corto con un brillo grasiento desagradable. En definitiva, el aspecto de esa seora no fue el que te produjo cierto temor, si no que el casual encuentro haba derribado las bases de tus planificaciones. De ah en

adelante te sentiste como madera balsa en las manos de un nio, excesivamente frgil ante cada situacin que emerga de cada pregunta o de cada movimiento. Lo que sigui fue Agustina apareciendo de la nada dos minutos mas tarde y sin un gramo de culpa por tu frustrante situacin , aquel tiempo de charla vaca con Myrna te pareci una eternidad, y de ah en adelante sentiste que tu cuerpo estaba posedo por pequeas convulsiones internas que te daban ciertos movimientos casi imperceptibles pero que te mantenan atento ante la vspera de una situacin ridcula, impensada y que te convertiran en una burla luego de retirado ese armazn que llevabas sin sentido a donde te mandaban tus pareceres. Mientras estabas sentado (lo cual simulaba muy bien los fuertes y apresurados latidos de tu corazn) al frente de Carambola y a la derecha de la desconocida ambas hablaban de los productos Herbalife, de records de ventas, de nuevos modos de presentacin, de nuevas formas de persuasin, y en momentos te preguntaban nuevamente si te interesaba. Trataste de prestar atencin por unos segundos pero la meloda de tu cuerpo a punto de estallar a causa de clulas internas que no se quedaban quietas, hizo que te pierdas en una ola de confusin que converta tu expresin en la de un nio al que le intentan explicar sobre mecnica cuntica. Hubo ciertos momentos en los que te entregaste a la memoria y recordaste con precisin porque te habas dirigido hacia ese departamento. Fueron sus ojos al principio, ese brillo que todo lo absorba, que transformaba a las palabras en una tontera, que hacan creer que la vida tena un sentido, que te mostraban el todo en un solo punto, toda la ternura, la melancola, el amor, la desdicha. Era una fascinacin hacia el universo entero e infinito, con sus infinitas estrellas y sus planetas desconocidos, billones de galaxias en una recndita mirada pluralista de conexiones antes impensadas. Necesitabas distraerte con otras partes de su cuerpo para evitar derramar una lgrima de emocin. Empezaste a reconocer nuevos puntos absolutos en todo su armazn. Comenzaste por la ropa, una camisa celeste de una tela cuasi arrugada que si bien era gruesa destellaba transparencias, unos pantalones extraos que eran ajustados y sueltos al mismo tiempo, suponas que a cualquier mujer ese tipo de pantaln le poda quedar un tanto apretujado, pero a ella no, porque sus piernas largas y flacas parecan gozar de simetra hasta la cintura. No las podas ver ni tocar pero notaste con ansias una suavidad estremecedora. Luego tu sentir se focalizo en sus manos y fue cuando olvidaste por completo esos ojos absolutos. Eran dedos largos y finos, aunque esto no era lo que llamaba la atencin, sus colores y forma denotaban una peculiaridad que los cualificaba como dedos altamente deslizables, como si podran adaptarse a cualquier tipo de superficie, eran dedos que podan trepar un edificio as como tambin utilizarse para hacer ms elegante un nado sincronizado. Parecan muy frgiles aunque notaste que con ese tamao, forma y autodeslizamiento no tendra problemas ni aun siendo una nia. Tal vez habra sido esa clase de chiquillas que saben abrir la puerta con llave desde que aprenden a caminar para escaparse a explorar el mundo, de seguro era quien mejor manipulaba las muecas. Sus

manos denotaban inteligencia, quien puede aprehender a los objetos extraos de manera auto-deslizante es quien ms rpido se adapta. Notaste cierta incongruencia entre su actual trabajo y su grado de inteligencia. Agustina Herbalife vs Dedos auto-deslizantes. Haba algo que andaba mal en su modo de moverse, en su absoluto al mirar, en sus manos intrpidas. Con el correr de los minutos y luego de profundizar tu curiosidad hacia sus extremidades llegaste a un anlisis completo. Ella casi no mova sus brazos, cuando hablaba de forma tan excelente sobre sus productos, ni sobre la extensin de Herbalife sobre el mercado chino. Ms bien mova su rostro, hacia muecas graciosas continuas, y tu cara sonrea aun sin que a ti te diera risa lo que estabas viendo. Era como una muequita simuladora de emociones porque yo saba a travs de esos dedos y de esa mirada que esconda algo. Una ternura frgil detrs de las excesivas muestras onomatopyicas. Un cuerpo duro y rgido que detena esas manos que queran acariciar su verdadero rostro. Hubo un momento en el que acomodo su pelo hacia atrs, miro levemente el suelo y en ese mismo instante a travs de su frente ancha fue cuando pudiste descifrar el secreto de sus ojos, de sus dedos, de su cuerpo que se mova solo frontalmente. Notaste que en la mirada absoluta de Agustina haba cierta luminosidad perdida en los marcos de sus ojos, una ternura escondida detrs de su pelo, unas manos inteligentes que se apellidaban Herbalife. Su voz y sus muecas enamoraban por su particularidad; sus ojos, sus manos, sus piernas largas simtricas centelleaban un aire excepcional que hacan explotar tus preconceptos de belleza. En definitiva era un soneto quebradizo rodeado de novedad e incertidumbre para un mundo tan parejo en cuanto a esencias sociales de los espritus humanos. En ese momento te hicieron una pregunta la cual no supiste responder, dijiste que si, por la dudas, ambas se miraron extraadas ante tu respuesta. Decidiste cambiar tus palabras, ahora dijiste no aun sin saber la pregunta. Seguan mirndote como si hubieras dicho la peor cosa que poda salir de tus labios. Fue entonces que tu tono se convirti en algo frentico y desgajaste de tus adentros un bocado de ira sobre la seora de 50 aos que en un momento escuchaste se llamaba Myrna Nazar (nunca un nombre simple). Disculpen, pero entend mal la pregunta. Myrna te preguntaba hasta que hora podas estar porque tena pensado invitarte a tomar un caf a solas.

No te quedo claro si quien te invitaba a tomar un caf era Myrna o Agustina. Ytampoco supiste cual era la intencin econmica de tomarlo a solas. Pero ya no podas seguir preguntando, necesitabas que sepan que no eras un loco. Si, puedo quedarme hasta tarde, hasta cualquier hora.

IIIEl analizar las largas zancadas de Agustina tambin influyo en tu rostro gris y anonadado de aquella noche. Fueron hasta un cafetn que se encontraba debajo de un edificio monstruoso, te dio cierta satisfaccin sentarte pegado al ventanal que daba hacia esa fuente de agua espuria. Seguas continuamente impresionado por esa mixtura humana tan buscada entre lo natural y lo artificial. Aunque ms conmovido quedabas por la minuciosa observacin que conllevaba ese cuerpo tan hermoso. Notaste que su parte ms rgida (la columna vertebral) se contraa en su andar, mientras caminaba por esas veredas destruidas posea una mirada cmplice con ese mundo que senta como amenazante, ese do Agustina- Mundo externo era el nico enterado de su fragilidad. Su cabeza, su parte ms racional, pareca enfrentarse con soltura al infierno aunque su espalda se aferraba al miedo y al peligro denotando su inconsistencia. Su pelo tena algo (me gustara poder encontrar palabras para ese algo) como si esos movimientos cortos constituiran la parte ms vivaz de su frontalidad. Haba pequeos chispazos en donde mostraba su realidad, su abrazo vacio hacia una ternura annima que esperaba el da perfecto en donde el amor la desbordara y la cuidara, aunque viste a travs de Myrna que se rodeaba de espritus que necesitan ese sentido de la vida que convierte al conflicto en una luz pasajera y poco daina. Si bien mostraba gestos simpticos deformando su rostro; la mayor parte del tiempo en la que hablaba sobre sus productos lo lograba con total seriedad, el punto es que en esos momentos pareca nadar en sus palabras precisas pero sin llegar a racionalizarlas. Si racionalizaba sonrea, si explicaba un argumento con precisin flotaba en un mundo sereno y predecible. Era sana en su discurso, sana en su manera de enfrentar conflictos. La nica parte enferma eran tus atisbos a travs de los cuales desafiabas ese entorno que giraba y daba vueltas continuas sobre tu propio eje transformndote en una extraa morfologa espiritual que todo lo analizaba. Tal vez creste que en ese encuentro no se hablara de economa, pero no fue as, lo que sigui fue una exposicin de papeles sobre los cuales debas poner tu firma para empezar a vender los productos y as un alto porcentaje estara en manos de esa divinidad enigmtica. Seguiste contribuyendo a la aventura estpida y pusiste tu sello particular unas seis veces. Eras un bobo fascinado por el propio anlisis extravagante de un extrao ente brilloso que a medida que pasaba el tiempo absorba tus sentidos, los eliminaba uno por uno convirtindote solo en aire que flotaba a su alrededor. Fue cuando estuviste a 2 metros del piso cuando te diste cuenta que no te queras alejar de ella. Estabas hechizado por su esencia mistaggica, con ella a tu lado te sentas capaz de descifrar los misterios mas ocultos de esta orbe que te tiene a mal traer. No queras saber nada con una cuestin carnal, solo necesitabas su presencia a un metro de tu alcance y en diferentes situaciones. Lo dems ocurra en tus delirios que brotaban al ritmo de su respiracin cercana. Hasta sentas ganas de inventar nuevas palabras para as definir con ms precisin su extravagante unicidad, hasta creas que mirando su pelo desde diferentes perfiles podras alcanzar a embellecer con galas retoricas al lenguaje. No creste que podas ser su amigo, necesitabas asegurarte que nadie como Myrna se acercara a ella y estabas dispuesto a pagar el precio de tu homosexualidad con tal de tenerla a tu lado. Debas convertirte en su pareja para espantar a los demonios. Fue as que decidiste comunicarle unas tibias

palabras a su odo. Tomaste el manual de seduccin de tu memoria y esparciste el exordio de tu conquista. Ya haba pasado muchsimo tiempo eran cerca de las 6 de la madrugada y aun estabas en ese cafetn. No podas siquiera nombrar ninguna clase de anlisis a los cuales habas llegado con anterioridad, debas iniciar la relacin amorosa con palabras superficiales, quizs con el tiempo te enamoraras de ella y le contaras sobre todo esto mediante un escrito, que sera la nica manera de comunicarle semejantes situaciones que viviste a su lado. Disclpame que te interrumpa Agustina, no tengo ninguna intencin siniestra, pero tens ojos muy brillantes, me hacen acordar a una historia que le alguna vez sobre un tipo sin manos que le arrancaba los ojos a su amada. Yo tambin te los arrancara pero con un fin benfico. Dicen que alguna vez dentro de millones de aos el sol se va a extinguir. Si yo lograra guardar tus ojos en una cajita de zapatos tal vez cuando ocurra eso podramos reemplazar ese gigante astro por tus ojos, pero claro tendramos que utilizar todos esas mascaras que usan los tipos que sueldan fierros, porque tu resplandor es mas inmenso que el propio sol. Hasta en Plutn habra luz y con ello vida. Las plantas creceran, su savia fluira con felicidad y facilidad. Cmo? (otra cara de espanto como la primera vez) Que tens ojos muy lindos digo. Ahh, bueno gracias.

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En esos momentos la conquista no funciono, pero supiste que ibas por buen camino o eso pensabas. Poco a poco fuiste acercando tus rodillas a las piernas simtricas de Agustina, ella mientras, segua preocupada por el mercado chino de Herbalife. Tu rostro se acerco al de ella a unos 30 centmetros, simulabas mirar sus folletos y gesticulabas un si o un aja con tu rostro. Te acercaste un poquito ms y viste que ella sonro (ella sonri!!!), nunca supiste si por razones econmicas o porque le agradaba tu locura y jams lo demostr pero ella pareci acceder. Sentiste su respiracin en tus labios, tu corazn se acelero, estabas a cinco centmetros de tocarla por primera vez. Tuviste que alejarte cuando notaste que sus ojos se pusieron asombrosamente blancos, las bolas marrones se perdieron detrs y una espuma blanca sali de su boca, su silla cay hacia atrs, y todo su cuerpo tembl a un ritmo particular, se acercaron desconocidos y le pusieron su campera sobre la nuca. Alguien trajo su lengua que tambin se haba ido hacia atrs. Lentamente se fue calmando y cuando llego la ambulancia aun gozaba su cuerpo de ciertos movimientos ligeros. Mientras tanto t no llegaste jams a racionalizar ese momento, estabas perdido aun en el momento en que estabas por besarla, no encontrabas explicaciones ante la situacin. La acompaaste en la ambulancia hasta el Hospital de Urgencias. Tomaste su celular y decidiste llamar al ltimo nmero marcado o al ms recurrente.

IVLas formas cuadrilteras de los pisos del hospital eran contadas por tus dedos al aire y tus pensamientos, tratando de calmar esas manos transpiradas. Estabas esperando a un Dr. y tambin a una tal Luciana con la cual habas hablado sin puntos suspensivos ni comas.

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Hola te hablo desde el telfono de Agustina porque ella tuvo un ataque y se desmayo mientras estaba conmigo se golpeo la cabeza fuerte y se doblo un poco su brazo derecho no s si est bien yo opino que vengas a verla porque yo me tengo que ir rpidamente y alguien se tiene que quedar con ella y este era el ultimo numero al que ella hablo as que te llamo por eso aunque no se bien quien sos y vos tampoco sabes quin soy yo soy Damin y estoy en el hospital de urgencias as que ven pronto. Qu? Espera no entiendo nada, quin habla desde el telfono de Agustina? Pero qu paso? Soy Damin, un amigo, podes venir?

A fin de cuentas el mdico te dejo entrar a visitar a tu nueva aventura romntica, ella estaba sentada mirando la nada, sin expresin alguna, con brillo y sin brillo pareca relajada, pareciera no darse cuenta que habas entrado, segua hipnotizada con un jovencito recostado en la cama adyacente de unos 13 aos que dorma con un tajo en el abdomen y con un tubo que absorba sangre de sus pulmones. Como estas Agus? Llame a una amiga tuya, una tal Luciana, ac tenes tu telfono. Cuando ella llegue yo me tengo que ir. Ah vengo.

Pareca que no existas y no solo no daba seales a travs de palabras si no que su cuerpo tambin estaba totalmente inexpresivo, no sabias como definirla, como explicar sus rarezas. Cuando saliste de esa habitacin poco iluminada casi te chocaste con una pelirroja de ojos claros y cabello corto, la quisiste esquivar hacia la derecha y su cuerpo se dirigi en la misma direccin, en ese instante cambiaste hacia la izquierda y ella tuvo la misma idea, hasta que ambos se miraron y sonrojaron dndose el permiso adecuando los cuerpos y tragando el sabor de la estpida vergenza. No podas sentirte menos idiota, toda tu sangre era atrada hacia tu rostro, pensaste en tus mensajes pocos claros, en el silencio de Agustina, en el conflicto con la pelirroja, definitivamente no habas nacido para estar rodeado de humanos, eras ms bien una especie de animal atolondrado que confiaba altamente en sus perspectivas y que terminaba derrochando cualquier gota de espontaneidad. Nada librado al azar, un todo mutado en malestar. Eu, vos sos Damin quien me llamaste hace un rato, -te dijeron unos pasos ligeros detrs de tu alma que hua despavorida.

Cunto podra destrozar a una persona una simple oracin? Pensaste luego, tirado en la cama. Las respuestas que planificaste fueron:

-Una oracin puede poner a llorar a una persona unos cuantos meses. Ej: Mama Muri. Es simple y concisa. Determinante. - Una oracin es parecida a un pual filoso por lo desgarrador del asunto, aunque el pual sabe lo que quiere, su misin es entrar en uno de nuestros rganos, quebrarlo y que la sangre fluya por el cuerpo y en definitiva uno se muere o termina en un hospital con anestesia y vienen todos los parientes y nos hacen chistes alrededor de la cama. En cambio una oracin o unas cuantas oraciones son como miles de puales que se clavan en direcciones diferentes y de manera imprecisa, uno no sabe con cierta precisin donde est el dolor, ni porque, es algo as como dolor incierto. Se empieza a respirar con dificultad, pareciera que las respuestas ante esas oraciones nunca son las correctas. No se puede llamar al doctor ni cubrir la herida con gasas. Y luego de todo eso caen las lgrimas que tambin no sabemos jams cuando van a acabar. Despus tratamos de convencernos de que todo va a estar bien. Pero por el momento no estamos bien y si bien eso lo logramos con el tiempo, perdimos unos cuantos meses de nuestras vidas con el pual o los puales incrustados hasta en nuestros sueos. - Vos fuiste quien me llamaste? Dijo mirndote a los ojos la pelirroja que te haba avergonzado. - Soy Luciana, la novia de Agustina. Gracias por llamar y gracias por estar. Pudiste decir De nada, me tengo que ir pero esas seis palabras sonaron tan arrastradas y confusas que parecieron pronunciadas en otro idioma. Deambulaste en la maana del 20 de mayo de 2005 sin escuchar un solo sonido de esa ciudad congestionada. Pensaste. Agustina Herbalife. Dedos autodeslizantes. Pelirroja duea de todas mis pasiones truncadas. Convulsiones al amanecer. Agustina otra vez. Belleza sin piedad. Dolor en una bolsa de oraciones. Agustina y belleza + extravagancia. Idiotez= Damin. Vergenza= pelirroja.

Vyanse todos al carajo. Todos menos los dedos autodeslizantes. Idiotez + incertidumbre= Dolor. Quedaste encerrado en tu casa unos cincos das en los que solo atinaste a seguir entramando esas ecuaciones en las que sus diferentes partes cambiaban de posicin acorde al recorrido de tus lagrimas. Si tus lgrimas se mezclaban con tu baba y no podas hablar, odiabas a la pelirroja, si tu lgrima apenas sala de tus ojos entonces te deshacas de ternura ante el recuerdo borroso de sus ojos mirndote. Luego de analizar las diferentes variantes y sabiendo que debas arriesgar la nada decidiste enraizarte en aquello que habas comenzado sabiendo que en algn punto tu ser saborea las tormentas mas espantosas. Nada de llamar por telfono, nada de golpear su puerta, ibas a buscarla por la ciudad caminando y estabas seguro que la ibas a encontrar. Te diste cinco das para olvidarla, cinco das para buscarla.

VDa 1 Habas decidido intercalar un da de espontaneidad y un da de planificacin, pero como el numero 5 era impar, entonces el primero deba ser espontneamente planificado; eso quera decir que si bien haba un talante de pureza, tambin haba una variable que no deba moverse. Debas convertir algo irracional en una cosa proyectada, es por eso que desde las 8 de la maana decidiste seguir al primer perro que se cruzara. La programacin era seguir al perro y la ingenuidad era el mismo delirio. Y entonces cruzo el primero, uno marroncito con manchas negras, excesivamente flaco, cola en espiral, hocico alargado y una mirada garrafalmente triste para un simple perro. Se le podan ver los huesos, pensaste en un nombre para el animal, radiografa sonaba bien y tena sentido. Radiografa parti desde Moreno y Pueyrredon y sigui derecho hasta una estatua de Sarmiento en donde se poda apreciar una hermosa vista de la ciudad, era un poco dificultoso mirar dentro de los autos, observar los bares y panaderas en busca de Agustina pero haba algo que te deca que la ibas a encontrar, por momentos necesitabas darte fuerza para no ser definitivamente trastocado y humillado por tus quimeras. Necesitabas recordar todo su cuerpo.

Tena un poco de pancita, te daban ganas de agacharte y poner tus odos sobre ella para esperar que ese cuerpo hablara, a veces imaginabas abrazos erigidos tambin sobre supuestas situaciones que nunca jams haban sucedido. Tambin te dio mucho placer un espejismo preciso en el que ibas tomado de la mano junto a ella y dos ladrones queran asaltarte, y entonces tu hombra enmascarada por tu femineidad resurga de las cenizas como el fnix y salvabas a ella y su pancita. Radiografa pareca entender sobre la cultura humana, iba hurgando la basura solo de las carniceras siempre enfilado sobre la avenida, fue un acierto de tu parte seguir a un avispado animal tan intuitivo, en esos lugares tenias ms posibilidades de encontrarla. Llegaste a la plaza Espaa y miraste taxis hasta las 4 de la tarde. Radiografa se durmi extasiado a tu lado. Regresaste casi sin esperanza. Da 2 Aqu todo deba ser planeado, la hora, el lugar, el recorrido, las visiones. Por esta vez la parte en que te dabas fuerzas deba ser dictada antes de iniciar el recorrido. Trastornado por lo cruel de ese destino que le imprimi sufrir ms de la cuenta, envenenado por aquellos amores que no fueron, creyendo mas en lo imposible que en sus verdaderas fortalezas fue triste por un largo tiempo, el estaba desgarrado por araazos de miles de demonios que surgan de sus propias venas. Se disfrazo de alegra y sigui caminando en la tormenta observando el vacio y el brillo en los dems, no encontr respuestas en sus semejantes, pero sonrea con la mstica del Guasn, simulaba sus arraigadas relaciones y las converta en algo tan armonioso como espantoso. Fue tocado por varios ngeles, por seres resplandecientes que le tendan su mano desinteresada, su prisma convirti en oscuro hasta el cielo ms profundo y sigui errtico confiando en sus egocntricos errores. Poco a poco se apagaba su luz, se extingua lentamente ante cada lgrima de soledad, el amor lo destrozaba, su timidez lo avergonzaba, su mscara lo ataba. Sigui en la tenebrosidad entregando su futuro a una sabidura ignorante. Deba decidir, deba marchar, deba evitar las lgrimas de aquella dama para extender sus alas e impregnarse de aire fresco y novedoso, el mundo cambiaba. Eso no alcanzo as que decidiste recitar sobre las emociones que ella despertaba solo al estar cerca de ti. Ella se haba convertido en un espritu revitalizador que esparca fosforescencia sobre las tinieblas, sus movimientos desprendan otros seres semejantes a haces de luz multicolores que se agitaban lenta y hbilmente detrs de ese cuerpo brillante logrando un desplazamiento de la realidad que quebraba con las formales rutinas que te tranquilizaban. Se manchaban tus percepciones y se incluan en tu ser las paradojas. Una de ellas te miraba y estaba sentada frente de ti, mientras las

dems Agustinas se movan de diversas formas por toda la habitacin. Algunas te acariciaban, otras te hablaban al odo, otras estaban en la cocina haciendo morisquetas, de pronto ya no eran solo cuerpos desparramados por todo el depto. si no que estos se desmembraron y empezaron a dar resoluciones sobre el amor y la vida a travs de las emociones Agustinescas que representaban. Cada palabra que sala de su cuerpo central quedaba retumbando en un eco persistente y eterno en ese falso tiempo. Podas enfocar tus odos en cualquier frase que ella haba dicho antes o ahora. Tu cuerpo no poda comer, tus brazos no podan cebar mates, ya ni sabias en que tiempo estabas, ni qu mundo te abrazaba, tus ardores haban sido inundadas de sentimientos tan tiernos como surrealistas. Queras salir corriendo detrs de cada una de esos rganos para intentar descifrar tal vez tu pasado o tu futuro y as pretender desabrochar tu presente tan confuso. Y as fue que saliste corriendo en busca de ella. Luchar por su amor con dignidad y pasin.El amor camina libre al igual que las almas humanas. El recorrido inclua, el hotel de la caada a las 12:00 hs, la plaza Colon a las 13:00 hs, el palacio Ferreira a las 15:00 hs, todos ellos de a pie y mirando miles de bares y taxis. Ese da estabas con mas fuerzas que nunca, hasta en un momento te dio risa pensar en radiografa. Nunca encontraste nada a pesar de tu sonrisa que se impregno en tu rostro durante todas esas horas. Da 3 La naturalidad absoluta tena que ser marcada a fuego. Una media de cada color, las zapatillas al revs y el celular en casa. Una carta ilusoria iba a encender tu podero. tengo miedo que todas las deformidades se conviertan y posean un talante Agustinesco, que las hojas que caen de los arboles en otoo formen tu figura sobre el cemento, que estas manchas en la pared me hagan llorar al recordar tu pancita, que la brisa en la maana despierte movimientos en los pelos de radiografa smiles a los tuyos cuando reis con fuerza. Ese da encontraste a un amigo el cual no queras encontrar y te invito a tomar un caf, tuviste que aceptar porque era el da en que todo poda pasar. Estoy estudiando porque tengo que rendir Fueron sus primeras palabras.

Todo lo dems que sali de sus labios te dieron ternura, veas su tristeza que era evitada al contarte sus miles de proyectos excepcionales que lo convertan en el ser ms exitoso. Estoy saliendo con una nutricionista

No te importaba un carajo su vida sentimental, si tenas una media de cada color, las zapatillas al revs y el celular en casa. Este ao promocione todas las materias

Como si eso lo convertira en alguien menos estpido.

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Me caso el 17 de diciembre.

Pobre infeliz. Creo que est embarazada.

Pobre hijo. Hace mucho que no veo a tu familia.

Poco importaba que el vea a tu familia. Mirabas el reloj y la ventana por si cruzaba ella o tal vez Myrna o Luciana, a todo esto Daniel segua hablando sobre su exitosa vida. Da 4 Te hundas en el barro mientras tu grito se desvaneca instantneamente ante el sabor de la soledad, solo atinabas a dar manotazos que hacan ms desesperante tu final. No haba arboles cerca, ni ruidos molestos, solo vos y tu muerte. En esos instantes los pensamientos se sobreponan unos a otros, no tenas idea sobre como habas cado en este pozo nico de frialdad que tragaba tus sueos, nadie pareca tenderte una mano, como soportar la inseguridad, como entender sus placeres, como desear profundamente esas relaciones que se pierden, como hacer para cuidarte y tenerte sin que te alejes. Solo una devolucin, una as muy chiquitita, una devolucin que sea el eje de la reconstruccin, que te ayude a transitar por ese pozo de barro a travs del cual nacers de nuevo. Y ah estaba Su cabeza giraba de derecha a izquierda para tratar de abrazar a todas con su efusividad simulada, miraba a nadie y sonrea a las 12 ancianas. Tu rostro pareca haber encontrado ese juguete preciado de la niez. Viajando. Jugueteando. Erosionando Apoyaste en primera instancia las dos manos sobre la ventana de aquel bar de la esquina. Cruzaste con tus ojos esas viejas sillas de madera, los dems ancianos que tomaban whisky, el mozo apresurado de los ojos oscuros, hasta llegar donde estaba ella mostrando sus dotes de alegra. A pesar de su dolor senta fascinacin por su protagonismo, necesitaba de ese protagonismo, lo mostraba, hacia alarde de sus conquistas. Las viejitas locas todas sentadas a su alrededor cada una con su cartelito correspondiente. Betina Ahora tengo una vida plena

Queitilia- El amor y la tos no pueden ocultarse. Francisca- Decid vivir mejor Daniela Controla tu peso. Damaris Nutr tu cuerpo. Les tocaba los hombros, se levantaba y daba palmadas con sus dems amigas, una Agustina muy diferente a la que yo enfrente en mis sueos pareca haberse adueado de ese organismo. soy la mas aclamada, la ms exitosa pareca decir su cuerpo. Seguas mirando por la vidriera sabiendo que todo estaba llegando a su fin, no podas competir con su protagonismo, si bien sentas que una de sus partes ocultas eran semejantes a tus huellas mnmicas, lo dems, su artificialidad estaba tan arraigada en su ser que era su estilo de vida. Tal vez vivira con miedo oculto hasta el da de su muerte. Tal vez jams se entregara a una pasin impensada. Tal vez Agustina no quera conocer el verdadero amor profundo y el absoluto sufrir que se mostraba en sus ojos. Pero no podas huir as sin ms. Necesitabas una noche ms sin convulsiones ni ilusiones inexistentes. Una noche ms en la que no mostraras tus vaguedades. La M mayscula con su signo de exclamacin la habas visto tres veces, una entre sus hojas, otra en un pin sobre una cartuchera y por ultimo en la remera colgada en su balcn. M! era la clave.

Da 5 -Hola Agus, habla ya sabes quin habla de seguro me tenes agendado, necesitaba contarte unas cosas o varias cosas sobre la consistencia del mundo, te invito esta noche a un recital donde tocan muchas bandas. - no te entiendo, como decs? - Soy Damin, quera invitarte a ver esta noche Miranda en el Predio Feriar, quers venir? - Que es Miranda? - Es un grupo de msica, pens que te gustaba - No s qu es eso, tocan tango? porque pensaste que me gustaba

- Por nada, quers venir? -A qu hora es? - A las 12 de la noche ms o menos. - Ok, te tengo que contar como sigue esto porque en unos das te llegan los primeros productos para vender. Despus del recital hablamos. Tonight`s the night. --------------------------------------------------+----------------------------------------------------------------

Antes del finPareciera que la vida fluye en el trajn de los transentes que se exaltan minuciosamente ante la opacidad de sus ms tristes despojos, y entre todos ellos imagino a Damin como un extraterrestre dueo solitario de sus pasiones. Veo al motociclista sin casco, a ese flaco desgarbado con el envase de Coca-Cola bajo el brazo, todos aquellos desposedos que se multiplican por millares en una etapa acogida por un egosmo desesperante, rodeados de sueos imprecisos y aciagos que marchan solos y frenticos abriendo sus pasos como una meloda amorfa que destierra hasta el ms mnimo cauce de una percepcin disfrutada. Y nuevamente veo a Damin flotando sobre esos cuerpos sin una cuota de orgullo ni egocentrismo, como ese ser superior visionario aun sin darse cuenta que sus locuras impregnaban de belleza a este mundo nuevo y virtual que amenaza con destruir eso que aun nos queda de humanos. Encontr el cuaderno de Tecnotree dentro de su mochila gris apoyada en el marco de la ventana relegada de la calle Fructuoso Rivera, tal vez nunca llegue a enterarme porque aquel ser obcecado en sus excentricidades haba decidido abandonar su objeto ms preciado a la vista de todos. Su mochila era como su mascota o tal vez como una extensin de su cuerpo, podra ser semejante a un piercing o a su pantaln de jeans gastado y de ella podan surgir diferentes clases de dislates (un manual de economa, el Aleph de Borges, un pan saborizado con jamn, su cmara de fotos, el capuchn de lapicera que segn l apretaba cuando senta la lasitud en sus ojos). Deduje que esa noche (tonight s the night) haba salido apresurado, y como la tenia pegoteada a su cuerpo pudo percatarse, ya cerrada con llave la puerta, de que era imposible entrar a un recital Electro Rock con un grueso libro sobre emociones toxicas o con el primer tomo tapa dura de las obras completas de Fedor Dostoievski, entonces ya desvirtuado por un evanescente amoro pudo haber imaginado que la oscuridad la hara invisible y que tal vez volvera aun sin que el amanecer la sorprendiera tan frgil y entregada hacia algn mozalbete zorrastrn.

Cuando vi su nombre en las noticias de internet me acerque con cierto aire burlesco hacia su departamentito creyendo que era alguien con su mismo nombre, pero cuando encontr la mochila y a nadie en casa se me acelero el corazn levemente y por unos instantes, record el da en que lo conoc. Estaba sentado, excesivamente distrado de la clase terica de Metodologa de la Investigacin psicolgica, cuando de pronto sent que alguien clavaba la mirada en mi, gire mi cabeza hacia la derecha y vi que me estaba sonriendo un muchachito que supuse era unos tres aos ms joven para esa clase, aunque luego me enterara que era un tanto ms grande que yo en edad. Cuando lo mir, abri la boca y largo aire como para entonar unas primeras palabras amistosas pero finalmente no dijo nada. A los pocos minutos me toco el hombro como si mi simple mirada ya nos hubiera convertido en amigos, me dijo: -yo no soy estudiante de psicologa pero me interesan las investigaciones socioeconmicas y la matemtica, estoy de oyente nomas. Lo mire un poco sorprendido y atine a esbozar una sonrisa, pero l segua mirndome como esperando una respuesta a sus palabras, como diciendo: -Viste que agradable que soy con lo que dije, ahora respndeme. Al poco tiempo cansado de sentirme intil y fortaleciendo ese desaprovechamiento de las oportunidades de aprender un poco ms me levante y me fui. Durante esos meses vi a Damin ms asiduamente en la Facultad, siempre con su mochila y su estrambtico proceder al acercarse a las personas. A veces intentaba huir de su mirada y alejarme lo antes posible, aunque estas estrategias de nada valan si l me reconoca ya que me persegua con sus libros bajo el brazo hasta satisfacer sus ganas de comentarme las polticas sociales de los 60. Tena los ojitos desorbitados y pareca analizar minuciosamente cada una de sus palabras, cada respuesta o pregunta pareca surgir de una lucha entre mil demonios que posean un poder equivalente, luego levantaba la mano tenuemente y salan de sus labios palabras que uno jams podra haber escrito siquiera en un dialogo imaginario. Si mi cabeza especulaba que iba a preguntar la hora, l deca algo as como: -Si a esto lo escuchara Pern. Y cuando cre luego de varias intervenciones con talante humanitario y social que era Peronista me deca -Hay que hacer que la gente trabaje para uno, ya que con plata uno puede alcanzar la felicidad. La plata lo es todo! De todos modos nunca me suger a mi mismo algn grado de insensatez por parte de Damin, simplemente pensaba que este haba recorrido un largo camino dentro de sus

neuronas para llegar a la conclusin que las ideas ser Peronista y explotar trabajadores podan ser compatibles en una misma persona, . Esa red neuronal pareca que avanzaba a grandes zancadas revolucionarias y en momentos daban chispazos que hacan salir de su boca alguna frase que nadie, absolutamente nadie, poda esperar o comprender por el hecho de perderse todo el proceso anterior que siempre quedaba desterrado y encerrado en su propia ebullicin neuronal. Al leer esas lneas de su libreta que transcrib anteriormente pude comprender que mis ideas sobre el cerebro evolucionado de Damin no eran tan erradas, digo evolucionado porque muchas veces llegue a pensar que era un verdadero genio malinterpretado que iba ms rpido que cualquier ser humano, algo parecido a la teora de Guillermo Martnez sobre la inteligencia, la cual dice que estos seres muchas veces rozan la sobrenaturalidad o la estupidez. Esa descripcin que haba encontrado en el libro Acerca de Roderer, podra darme tal vez alguna pauta til sobre semejante sujeto. Lamentablemente no pude quedarme callado y tuve que comentrselo, lo cual influyo de manera decisiva en nuestra irrisoria amistad. Fue la primera vez que me invito a su casa, le dije: Te voy a leer los dos tipos de inteligencia que existen, vos decime quien podra ser yo y quien serias vos, pero es en broma Damin no lo tomes a mal, escucha esto: los diversos tipos de inteligencia se pueden reducir a dos formas principales, la primera de ellas es la inteligencia asimilativa, es la inteligencia que acta como una esponja que absorbe de inmediato todo lo que se le ofrece, que avanza confiada y encuentra naturales, evidentes las relaciones y analogas que otros antes han establecido, que est orientada de acuerdo con el mundo y se siente en su elemento en cualquier dominio del pensamiento. Este tipo de inteligencia se diferencia nicamente en aspectos cuantitativos de las facultades normales de cualquier persona, es solo una acentuacin de la inteligencia comn: ms rapidez, mayor penetracin, mas habilidad en las operaciones de anlisis y de sntesis, es la inteligencia de los llamados talentosos o capaces, que el mundo conoce por miles. En cuanto al otro tipo de inteligencia es ms raro, ms difcil de hallar; es una inteligencia que encuentra extraas y muchas veces hostiles las ligaduras ms comunes de la razn, los argumentos ms transitados, lo sabido y comprobado. Nada es para ella natural, nada asimila sin sentir a la vez cierto rechazo. Y este rechazo a veces es tan agudo, tan paralizante, que esta inteligencia corre el riesgo de pasar por abulia, o por estupidez. Dos peligros la amenazan, mucho ms terribles: la locura y el suicidio. Como sobrellevar esa protesta dolorosa contra el mundo, esa mirada que no registra sino insuficiencia y debilidad en los lazos que todos los dems encuentran necesarios. Algunos lo consiguen y entonces el mundo asiste a las revelaciones ms prodigiosas y el exiliado de todo ensea a los hombres, a mirar un nuevo mundo a su manera. Son pocos, muy pocos, la humanidad los llama genios

-Si Pern escuchara eso balbuce con la cabeza gacha. Por un momento cre que sera bueno despabilarlo y traerlo ms ac, donde los humanos somos un poco torpes y nos remos de un chiste pequeito pero no por ello insignificante. A ver y decime que dira el Gral.!!! le conteste en un tono un tanto gracioso.

Levanto una mirada de desprecio que me convirti en un animal que fluctuaba entre lo teratolgico y lo despreciable hasta transformarme en dos palabras, entes o adjetivos que me definan con mucha precisin, monstruosamente trivial. Mientras yo divagaba sin poder extraer de mi memoria algn discurso que tranquilizara sus amenazas persistentes mediante sus movimientos entrecortados, Damin respiraba tratndome de mostrar la manera en que estaba respirando y luego de esos procesos que ya conocemos por su propio relato al principio de mi desvergonzado cuento que acabo de robar, dijo: Y vos o ese seor quienes son para creer que saben lo que es la inteligencia, en todo caso si sabes lo que es la inteligencia, porque pretendes que uno debe hacer alarde de ella. Vos crees que alguien inteligente, si tomo en cuenta tu definicin de inteligencia, puede llegar a ser mejor que algn discapacitado mental, en cualquier caso ese que se cree mejor que los dems tal vez pueda ganar en comodidad o en status. Pero en definitiva la comodidad y el status son trminos tan vacios como la inteligencia misma, o sea que tener eso que vos, solo vos, llamas inteligencia es tan igual o ms tormentoso que ser un inepto. Ahora bien si tomamos en cuenta la percepcin, algunos creen que ser inteligente es ser mas puntilloso y detallista, ms precisin y claridad a la hora de encarar el mundo y en definitiva nuestras percepciones serian ms selectivas para atrapar lo importante, ahora bien con esa excelsa percepcin uno se va derechito al infierno porque cuando uno se vuelve sensible ante cualquier movimiento, aun el mas imperceptible de todos ellos, empieza a encontrar los demonios por todas las esquinas y recovecos, uno ya no ve nios sonrientes, si no que asimila y predice futuros mundos sufrientes de un sistema que nos apretuja da a da. En los ltimos aos te cuento, me he convertido en escritor, y sabes qu?, desciendo al infierno todos los das, despus subo y lo retrato segn el grado de ebullicin y de entereza de Lucifer, as despus no tengo que andar imaginando mi arrojo detrs de la rueda gigante del C7. Me decs que hay seres que hasta pueden llegar a pensar en el suicidio pero luego si se adaptan al sistema la sociedad puede llegar a considerarlos genios, as que estimo que consideras que siendo inteligencia asimilativa o inteligencia de loquillo a ambas debemos aplaudirlas de pie, pero sabes que mas que hacer apologa de la inteligencia deberamos establecer una nueva sociedad erigida bajo nuevos significantes en donde lo material no tendra sentido, en donde la muerte sea parte

de la vida, en donde no existan idiotas que midan grados de inteligencia, es ms me hiciste pensar que en el nuevo diccionario para la humanidad que estoy creando, la palabra inteligencia debera ser sinnimo de infierno o malevolencia, algo as como, Inteligencia: capacidad de destruir al mundo de forma ms precisa y continua y de descender al infierno con ms facilidad; hasta podra hacerte una oracin; Niels Bohr fue un seor muy inteligente que contribuyo en el proyecto Manhattan el cual le vali el ttulo de uno de los creadores de la muy aplaudida bomba atmica Mientras tragaba abundante saliva, trataba de establecer porque el Gral. podra intentar dilucidar aquel dilema sobre inteligencia-destruccin e imaginaba las palabras que podra encontrar en el nuevo diccionario del mundo de Damin (o de Pern); decid cambiar de tema para darle otro cauce a esos ojos fulgurantes que se abalanzaron contra la hermosa teora de Guillermo Martnez. Luego de ese episodio no vi a Damin por unos meses que fue cuando me lo encontr en la calle y lo invite a tomar el caf, aclaro que no tenia las zapatillas al revs, al menos no lo pude notar. Releyendo sus hojas borroneadas cuando me choque con la parte en que relataba nuestro encuentro me sent un tanto avergonzado de la misma manera que ese da y fue cuando decid analizar minuciosamente su cuento-novela o descenso al infierno como l lo llamara. Por una cuestin de inteligencia y tambin por algo ms.

En un principio decid hacer una crtica sobre su pequea obra en la que abundaban los solecismos y las cacografas, marque en rojo sus errores de expresin, las repeticiones y las partes en las que su relato de segunda persona se convertan en otra cosa, Ej.: Antes de abandonar el banquito la mujer sin olor y el hombrehuidizo se despidieron con un beso. Oracin que no concuerda con la mayora del cuento. Entre las palabras que ms se repetan encontr, absorber o sus variantes, adems de estupidez o estpido, tambin tallas es sealada numerosas veces en una misma pgina. Otros lugares en los que note como el mismsimo Damin naufragaba en su propio escrito fueron me gustara poder encontrar palabras para ese algo, y la famosa frase que presenta una situacin enigmtica Tonights the night la cual se encuentra muy alejada de la consistencia y fluidez de lo que haba sido escrito con anterioridad. Tambin pude encontrar en cuantiosas pginas la influencia Borgeana un poco deformada y obviamente caracterizada mas humildemente, ej: sus ojos te mostraban el todo en un solo punto, toda la ternura, la melancola, el amor, la desdicha. No pude comprender con claridad a que se refera con dedos autodeslizantes y con otras descripciones, aunque no debo dejar de sealar prrafos en los que haba logrado mi admiracin como Su voz y sus muecas enamoraban por su particularidad; sus ojos, sus manos, sus piernas largas simtricas centelleaban un aire excepcional que hacan explotar tus preconceptos de belleza. En definitiva era un soneto quebradizo rodeado de novedad e incertidumbre para un mundo tan parejo en cuanto a esencias sociales de los espritus humanos.

Pareca que con estas crticas mi grado de inteligencia superior al de Damin estaba asegurado, saba que tal vez el General Pern se enojara por esto, pero que decirles, si me reconozco un ser humano como todos a los cuales nos encanta poseer en un pequeo rinconcito de nuestra alma la semillita engreda de la supremaca. Y fue as que segu leyendo el relato solo buscando errores, sin tocar la pasin de Damin, solo saltando de manera sutil sobre el mismsimo infierno retratado. Quien juega con fuego se quema, y ms aun si ese fuego viene de las tinieblas. Las emociones Agustinescas poco a poco a m tambin me obsesionaron y ca inocentemente como un patito que cree nadar en aguas tranquilas pero que se encuentra rodeado de cocodrilos que en cualquier momento pueden tragrselo sin masticar. La pregunta fue Existe Agustina? En momentos el relato roza el delirio y es una fbula salida de una alcantarilla, la parte de Radiografa sin lugar a dudas es del orden de la ficcin pero en los momentos en que se seala al amor pasional de Damin podra jurar que todo ello sucedi en realidad, mas si tengo en cuenta la noche del Electro Rock la cual pude averiguar existi y a la cual Damin asisti. Todas las fechas concordaban y mis teoras se confirmaron cuando encontr en uno de los bolsillos de la mochila que aun me quedaba por revisar la calcomana de Herbalife. Decid investigar aprovechando mis dos semanas de vacaciones de invierno, fui al hospital de urgencias, a la polica, entreviste a testigos sacados de un foro de fans de Miranda, fui al predio Feriar, encontr en internet recorridos y horarios de colectivos de la lnea Celeste. Todo cerraba y la historia era verdica aunque todava me queda la duda de la existencia de Agustina y esa es la razn de esta publicacin, encontrarla o reencontrarla (siento como si la conociera) y entregarle la locura de Damin enmarcada en letras hermosas. Luego de esas intensas averiguaciones pude obtener con demasiada precisin aquel doloroso final de lo que Damin llamo Convulsiones al amanecer y que nunca llego a transcribir. Esa pasin que me conmovi y que me puso en reiteradas ocasiones la piel de gallina, esa que me hizo sonrojar y llorar en las madrugadas de invierno. Decidi ser el parche de su historia, a pesar de no sentirme con tal derecho, y relatar lo que paso aquella noche. Sus descensos al infierno. Te hundas en el barro mientras tu grito se desvaneca instantneamente ante el sabor de la soledad, solo atinabas a dar manotazos que hacan ms desesperante tu final. No haba arboles cerca, ni ruidos molestos, solo vos y tu muerte. En esos instantes los pensamientos se sobreponan unos a otros, no tenas idea sobre como habas cado en este pozo nico de frialdad que tragaba tus sueos, nadie pareca tenderte una mano, como soportar la inseguridad, como entender sus placeres, como desear profundamente esas relaciones que se pierden, como hacer para cuidarte y tenerte sin que te alejes. Solo una devolucin, una as muy chiquitita, una devolucin que sea el eje de la reconstruccin, que te ayude a transitar por ese pozo de barro a travs del cual nacers de nuevo.

Espero ayudar a Damin con esta pequea devolucin y encontrar a Agustina si mi relato conoce la fama y alcanza una popularidad impensada. Ser ese eje de la reconstruccin. Tonight s the night

VIConvulsiones al amanecerLas noches fras de invierno parecen afilarse si uno se encuentra alejado de la ciudad, es por eso que aquel muchacho de ojos desorbitados toma un taxi entre las avenidas Pueyrredn y Mariano Moreno y luego de pensar tres segundos dice: Al predio Feriar

Seguido de la nica frase que pronunciara durante el viaje, este lanza un suspiro como si la construccin de esas tres palabras hubieran sido devastadoras para toda su mentecuerpo. Por otro lado, una ilusin brillante pone en su cartera cuantiosos folletos sobre la extensin de la vida. Camina despreocupada hasta el cartel celeste de la avenida 27 de abril como si esa brisa bajo cero fuera una chispa poco intimidante. Su mirada no est enfocada en sus pensamientos ni hacia los aparatos y entramados que la rodean, si no que fluye desplazada hacia un punto fijo en el horizonte de la nada. Paga el cospel y sienta sus piernas con sus rodillas tocndose, sus manos se aferran a la cartera y su cuello se vuelca levemente hacia la derecha. El colectivo da grandes sobresaltos que parecieran no afectar aquel cuerpo inmutable. La oscuridad de aquel paisaje rodeado de arboles alejado de la ciudad da un aire inquietante a ese camino perdido por el que se avecinan las luces del taxi y el colectivo que llevan una diferencia de quince minutos. El joven turbado paga al taxista y gira su mirada en cuantiosas direcciones, parece caminar sobre la indeterminacin y la angustia, no puede ocultar sus manos que se trasladan por diferentes partes del cuerpo, se toca la nuca, luego los dedos rascan el cuello, la nariz, y el mentn, los labios no son la excepcin. Finalmente atina a sacarse un maquillaje inexistente de sus prpados. Se integra a la fila de 75 personas y realiza un llamado. -Estoy en la cola en el predio, en la cola, en la puerta de entrada, en la cola. Ah, soy Damin, tengo la entrada, tu entrada. Vens, cuando vens? -Estoy en el cole, a unos 10 minutos, esperame.

La joven comerciante de productos y emociones es la ltima en bajarse del colectivo, sus piernas esbeltas y su espalda imperceptiblemente encorvada prefijan un estilo elegante y mordaz. Los pasos determinantes parecen adelantarse a las percepciones que eligen el camino. La tierra cruje y parece rasgarse ante la intensa frialdad que sirve para ocultar un cuerpo de cristal eternamente a punto de quebrarse. Damin la observa y el fuego ascendiente por sus venas lo invita a postrarse salvajemente ante su reina. Las rodillas quieren salir corriendo pero las normas sociales detienen su marcha. Entonces stas, se conforman con temblar debajo de los pantalones. Su nerviosismo no evita hacer conjeturas sobre el andar de Agustina. Piensa en alguna lectura olvidada que muestre la eternidad de esa agona. Murmura en sus adentros. Su plenitud es precisamente la de un espejo, que simula estar lleno y est vaco, es un fantasma que ni siquiera desaparece, porque ni tiene la capacidad de cesar.

Ella lo saluda frontalmente, l muestra una sensacin un tanto errtica que lleva aparejada varios kilos de timidez. Mientras dura la cola las charlas triviales se van acortando, el estado del tiempo es la primer arma, luego sigue la simulada sorpresa ante la cantidad de personas que se agolpan a ver el show. Esta madrugada cuando salgamos va a ser un frio de hostias Si, yo traje dos buzos debajo de la campera Mucha gente a pesar del frio no? Si, efectivamente, mucha gente a pesar de esta poca y el lugar tan alejado de la ciudad.

Luego la charla empieza a nadar sobre la intranquilidad. Agustina parece despreocupada a pesar de esto. Damin empieza a masticar sus uas y a desparramarlas por el cemento. Qu hacemos despus del show? Nos volvemos al centro que te tengo que mostrar unas cosas, tal vez vayamos a la fiesta de una amiga. Como a qu hora estaremos de vuelta? Tipo 4 supongo pero si nos aburrimos nos volvemos antes.

Se abre un nuevo camino al dirigirse la charla imprecisa sobre el aspecto de un joven con el pelo rosado sobre el rostro, aros en la lengua y orejas, mirada en concordancia con la gravedad. Mira ese pibe Uy, de estos se va a llenar hoy el lugar. Deberamos haber venido vestidos as nosotros dos Ni loca A vos te quedara bien un vestidito de colegiala rosado

-

Y a vos te quedara bien un chaleco de fuerza rosa con la mscara de Hannibal Lecter

Un silencio se prolonga ante esa verdad. Los cuerpos se separan al ingresar al patio del predio para ser revisados por la polica. Luego se unen nuevamente cuando en sus odos ya retumban los primeros acordes de la gran fiesta electrnica, y aqu empieza la noche. Aquellas siluetas siniestras se funden en la oscuridad de un mundo de falso placer, aunque ellos son los nicos que no vienen a olvidar la desdicha que les imprime la ciudad. Para Damin la escena se convierte en un retrato surrealista, las sombras aparecen y desaparecen continuamente, los brazos de cientos de personas se levantan, las caderas se ladean, todos parecen saltar para despegarse del piso y tratar de no sentir por un instante la humillacin de un sufrimiento constante. Se estn divirtiendo segn parece. Ella lo toma de la mano y lo acerca a la pista principal, ambos bailan sobre una cuerda filosa que nadie sabe que deparara. El sigue mostrando su timidez, ella se agita despreocupada y sus muecas corporales aumentan a un ciento por ciento. Me voy a comprar un trago

El monstruo que aun se encuentra dominado decide atropellar a jovencitos para hacerse de alguna bebida que apague sus fuegos internos, se hace rpidamente de ese jarro de 1 litro y devora el contenido chorreando sus ropas y su rostro. Y el delirio empieza. Por un momento decide analizar paso a paso su transformacin, quiere sentir como mas de dos dcadas de armado de estructura caracterial son salvajemente desplazados por un simple contenido de solo 40 pesos. 40 pesos vale mi timidez? -se pregunta en sus adentros.

Y luego vienen los pasos subsiguientes, desde la inhibicin social hacia el encantamiento del mundo. Minuto 1 -Tengo que contenerme, no debo hacer espectculos, la imprecisin de mis actos aun se sigue notando, todava me siento inseguro y con ello un perfecto idiota.

Minuto 2 - Tal vez deba empezar a amarme tal cual soy, no podra existir un mundo de gente desinhibida, los estpidos tambin merecemos un lugar. Minuto 3 - y bien merecido lo tenemos Minuto 11 - Hola guapa le dice a una jovencita luego de su quinto trago. - el mundo es hermoso, y yo soy un jovencito sano y con un gran futuro. - Y soy lindo, tengo adems poder y soberbia. -hola hermosa pero qu rostro ms circular Minuto 15 El jarro siente culpa de su contenido y se resbala de las manos del enfermo ahora deshinibido. Se estampa contra la camisa negra de un emo con aros en la lengua. Que miras pendejo, si disclpame, te volqu pero fijate que quedaba poquito, no me mires asi, no te hagas el bravito

El nio huye despavorido, mientras Damian sonre esta vez a carcajadas. Toma de las caderas a Agustina mientras suenan los acordes de un nuevo tango virtual hecho con discos de vinilo