columna vertebral total y lumbar

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PROTOCOLO DE POSICIONAMIENTO RADIOLÓGICO DE LA COLUMNA VERTEBRAL TOTAL Y LUMBAR Internado Clínico Radiológico Hospital del Trabajador de Santiago Santiago, 21 de noviembre de 2013 Carlos Felipe Muñoz Prado Internado Clínico Rayos Hospital del Trabajador

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Page 1: Columna Vertebral Total y Lumbar

PROTOCOLO DE POSICIONAMIENTO

RADIOLÓGICO DE LA COLUMNA

VERTEBRAL TOTAL Y LUMBAR

Internado Clínico Radiológico

Hospital del Trabajador de Santiago

Santiago, 21 de noviembre de 2013

Carlos Felipe Muñoz Prado

Internado Clínico Rayos

Hospital del Trabajador

Page 2: Columna Vertebral Total y Lumbar

INTRODUCCIÓN

Existen diversas patologías en la columna vertebral, las cuales deben ser visualizadas por

diversas técnicas de imagenología. El uso de nuevas tecnologías para el diagnóstico por

imagen es muy importante. La utilización de estos recursos es indispensable para que los

médicos tengan acceso a una buena calidad en la imagen, para determinar un tratamiento más

efectivo de las distintas patologías que se presentan en la columna.

El Tecnólogo Médico cumple un rol muy importante en la obtención de estas imágenes; es

el profesional que, mediante el conocimiento de la anatomía y la radiología, es capaz de

reproducir las estructuras que son objeto de estudio. El posicionamiento radiológico, cada

vez más perfeccionado, se vuelve una herramienta útil en la obtención de estos estudios. Sin

embargo, existen protocolos especiales para algunas patologías; es por esta razón que la

actualización de conocimientos se vuelve fundamental a la hora de adquirir imágenes

diagnósticas y de calidad.

El presente trabajo busca reunir conocimientos respecto del posicionamiento radiológico de

la columna vertebral total y lumbar, y evaluar en estas proyecciones las patologías que se

buscan con ellos. Además, busca conciliar el conocimiento clínico-médico con la radiología,

con el fin de protocolizar este posicionamiento con la clínica de cada paciente.

Page 3: Columna Vertebral Total y Lumbar

COLUMNA VERTEBRAL:

La columna vertebral del adulto consta de 5 regiones principales: cervical, dorsal o torácico,

lumbar, sacro y cóccix. Las características regionales de cada nivel, además de su

funcionalidad es lo que define a las diferentes vértebras de la columna. Consta de 33 vértebras

en estas cinco regiones: 7 cervicales, 12 dorsales, 5 lumbares, 5 sacras y 4 coccígeas, pero

los movimientos significativos se producen en las 24 vértebras superiores; el sacro y cóccix

son vértebras fusionadas en el adulto, cuya función es la de protección de la cauda equina de

la medula espinal.

Las vértebras de la columna van aumentando de tamaño a medida que descienden de nivel

hasta el sacro, para ir soportando el creciente peso del cuerpo; a nivel del sacro hacia caudal,

las 9 vértebras restantes disminuyen drásticamente su tamaño hasta la punta del cóccix, ya

que carecen de esa función.

La movilidad de la columna vertebral depende de estas 33 vértebras, separadas entre sí por

los discos intervertebrales, estructuras cartilaginosas muy resistentes a la torsión y al peso.

Éstas facilitan la movilidad de la columna, y en conjunto con las articulaciones

cigoapofisiarias, otorgan estabilidad a la columna vertebral en todos los movimientos que

ella realiza.

Fig. 1 Columna Vertebral y sus regiones

Page 4: Columna Vertebral Total y Lumbar

Estructura y función:

Como se menciona antes, la

columna vertebral varía en

tamaño de acuerdo a la región de

ubicación y a la función que

desempeña, pero no varía de la

misma forma de una vértebra a

otra, debido a que conserva sus

características regionales. Sin

embargo, sus características

básicas son siempre las mismas.

De esta manera podemos definir

que una vértebra típica consta de

un cuerpo vertebral, un arco vertebral y 7 apófisis

El cuerpo vertebral es la parte más robusta de la vértebra; se encuentra hacia anterior, más

masiva y aproximadamente cilíndrica, la que aporta la fortaleza y el soporte al cuerpo. El

tamaño de estos va aumentando de tamaño a medida que el peso del individuo aumenta, sobre

todo desde T4 hacia caudal.

El cuerpo se compone de un hueso

vascular trabecular (esponjoso,

reticulado), rodeado de una capa

delgada de hueso compacto. El espacio

trabecular se encuentra ocupado por

médula ósea roja hematopoyética. Uno

o más orificios grandes situados hacia

la superficie posterior se encuentran

ocupados por las venas basivertebrales,

que drenan la médula ósea roja.

El arco vertebral se encuentra por

detrás del cuerpo y se conforma por dos pedículos y láminas. Los pedículos son apófisis

cilíndricas, cortas y robustas, que se proyectan hacia la parte posterior del cuerpo vertebral,

formando dos láminas que confluyen en la línea media, constituyendo el agujero vertebral,

por donde pasa la médula espinal. El conjunto de agujeros vertebrales de cada una de las

vértebras conforma el conducto medular.

Fig. 2 Vértebra típica, vista superior

Fig. 3 Partes y funciones de las vértebras

Page 5: Columna Vertebral Total y Lumbar

Las escotaduras vertebrales son

muescas que surgen en los rebordes

superior e inferior de los pedículos.

La escotadura inferior de la

vértebra superior, más la

escotadura superior de la vértebra

inferior, conforman los agujeros

intervertebrales, donde emergen

los nervios espinales.

Como se menciona antes, la

vértebra típica posee 7 apófisis:

1 apófisis espinosa media que se

proyecta hacia posterior (y generalmente hacia abajo con solapamiento de la vértebra

inferior) desde la unión de las láminas

2 apófisis transversas, que se proyectan lateralmente desde las uniones de los

pedículos y las láminas.

4 apófisis articulares

(cigoapófisis), dos superiores y dos

inferiores, que se originan también

en la unión de los pedículos con las

láminas, con una carilla articular

cada una.

Las apófisis espinosas y las transversas

proporcionan sitios de inserción de los

músculos asociados a la columna, mientras

que las cigoapófisis son sitios de

articulación y estabilidad de la columna vertebral.

Características regionales

Cada vértebra es única, pero poseen características que las identifican en una de las 5 regiones

vertebrales. Estas características van de acuerdo al tamaño del cuerpo, la disposición de las

carillas articulares, la forma de las apófisis espinosas, estructuras adicionales a las vértebras,

etc.

Vértebras cervicales:

Las vértebras cervicales conforman el esqueleto del cuello. Son las más pequeñas de las 24

vértebras móviles, y se encuentran localizadas entre el cráneo y las vértebras torácicas. Su

tamaño refleja el hecho de que soportan menos peso que el resto de las vértebras inferiores,

cuyo tamaño es mucho mayor. Debido a su tamaño y a la disposición de los discos

intervertebrales, que son de mayor grosor en comparación con los cuerpos vertebrales que

unen, en conjunto también con la disposición de las carillas articulares casi horizontal, de

Fig. 4 Vértebra típica, vista lateral

Fig. 5 Vértebras típicas y articulaciones

Page 6: Columna Vertebral Total y Lumbar

todos los segmentos, el cervical es el que posee la mayor gamma de movimientos de todas

las regiones vertebrales.

El rasgo más característico de las

vértebras cervicales es la existencia

de los agujeros transversos, en las

apófisis transversas. Las arterias y

venas vertebrales atraviesan este

agujero excepto en C7, que posee

agujeros más pequeños o

inexistentes. Las apófisis transversas

finalizan en dos proyecciones: un

tubérculo anterior y uno posterior;

éstos proporcionan inserción a un

grupo de músculos cervicales

laterales (elevador de la escápula y

escalenos).

Las vértebras C3-C7 son las vértebras típicas. Sus agujeros vertebrales son grandes para

alojar la médula espinal y el

papel que desempeña. C7 es

una vértebra que se

caracteriza por tener una

apófisis espinosa

prominente.

Las dos primeras vértebras

son atípicas al resto. C1,

también conocida como

Atlas, carece de cuerpo

vertebral; en su lugar posee

dos masas laterales que

cumplen esa función. Su nombre deriva de la mitología griega, en donde un joven titán

llamado Atlas, fue condenado por Zeus para cargar el mundo. De esta misma forma, la

vértebra está destinada a cargar con el peso de la cabeza.

Fig. 6 Vértebra cervical típica

Fig. 7 Atlas (C1)

Page 7: Columna Vertebral Total y Lumbar

Por otro lado, se encuentra C2,

denominada Axis, la que es la vértebra

más robusta de toda la columna

cervical. C1 articula con las masas

laterales sobre el Axis, por medio de

unas carillas articulares sinoviales

cerradas, además que posee un

“diente”, que permite el giro de

cabeza. Lo más característico de esta

vértebra es su apófisis odontoides

(diente), que articula con el atlas para

permitir un movimiento de pivote, y permita el giro o rotación de la cabeza. Además posee

una espina grande y bífida, palpable a través del surco nucal.

Tabla 1: Características de las vértebras cervicales*

Parte Características

Cuerpo Pequeño y más ancho lateralmente que en sentido anteroposterior.

Cara superior cóncava, con uncus del cuerpo (apófisis unciforme)

Cara inferior convexa

Agujero vertebral Grande y triangular

Apófisis transversas Agujeros transversos y tubérculos anterior y posterior

Arterias vertebrales, plexos venosos y simpático pasan por los agujeros

transversos

C7 solo tiene vasos accesorios en el agujero transverso

Apófisis articulares Caras superiores dirigidas posterosuperiormente

Caras inferiores dirigidas anteroinferiormente

Las caras dispuestas oblicuamente son en su mayoría casi horizontales en esta

región.

Apófisis espinosas Cortas (C3-C5)

Bífidas (C3-C6)

Apófisis de C6 es larga

Apófisis de C7 es más larga (vértebra prominente)

*C1 y C2 son atípicas

Vértebras torácicas o dorsales

Las vértebras torácicas se encuentran en la parte

superior del dorso, y proporcionan alojamiento a

las costillas. De esta manera aparecen las “fositas

costales” que permiten una articulación adicional

entre las costillas y las apófisis transversas.

Entre T5 y T8 se presentan las características

típicas de una columna dorsal. Sus apófisis

articulares se extienden verticalmente, casi en un

plano coronal, que permite la rotación y una cierta

flexión lateral, siendo el sector donde existe la

mayor rotación de todas las regiones vertebrales.

Fig. 8 Axis (C2)

Fig. 9 Vértebra torácica típica

Page 8: Columna Vertebral Total y Lumbar

La unión de la parrilla costal, en combinación con la orientación de las carillas articulares y

el solapamiento de las apófisis espinosas, limita la flexión y extensión, así como la flexión

lateral.

Entre T1 y T4 comparten características con las vértebras cervicales, siendo solo

diferenciadas por las fositas costales, mientras que entre T9-T12, sus características son más

similares a las vértebras lumbares.

Tabla 2: Características de las vértebras torácicas

Parte Características

Cuerpo En forma de corazón

Una o dos fositas costales para articularse con la cabeza de la costilla

Agujero vertebral Circular y de menor tamaño que las vértebras cervicales y lumbares

Admite la parte distal de un dedo índice de tamaño medio

Apófisis transversas Largas y potentes

Se extienden posterolateralmente

Su longitud va disminuyendo desde T1 hasta T12

T1-T10 poseen fositas articulares para el tubérculo costal

Apófisis articulares Caras superiores dirigidas posteriormente y ligeramente en sentido lateral

Caras inferiores orientadas anteriormente y ligeramente en sentido medial

El plano de las caras articulares se sitúa sobre el arco, centrado en torno al

cuerpo vertebral

Apófisis espinosas Largas

Pendiente posteroinferior

El vértice se extiende hasta el nivel del cuerpo vertebral inferior

Vértebras lumbares

Las vértebras lumbares se hallan en la parte inferior del dorso, entre el tórax y el sacro. Su

característica principal es que son muy robustas, con un cuerpo grande y resistente al peso,

debido a que soportan el peso de todo el individuo. Sus apófisis articulares se disponen

verticalmente, con caras orientadas en sentido sagital en su inicio, pero con un cambio en la

orientación en el plano coronal en los

niveles más inferiores.

Las carillas de L5-S1 se disponen

coronalmente. Las apófisis transversas

(o costiformes) se proyectan

posterosuperiormente y lateralmente.

En la superficie posterior de cada

apófisis transversa existe una pequeña

apófisis accesoria que proporciona

inserción a los músculos

intertransversos. En la superficie

posterior de las apófisis articulares

superiores se encuentran las apófisis Fig. 10 Vértebra lumbar típica

Page 9: Columna Vertebral Total y Lumbar

mamilares, donde se insertan los músculos multífido e intertransversos de la espalda.

L5 se distingue de las otras vértebras por su gran tamaño respecto del resto de las vértebras

móviles. Soporta todo el peso de la parte superior del cuerpo. El cuerpo de L5 es

notablemente más profundo en la parte anterior; por lo tanto, es la causa del ángulo

lumbosacro en esta región.

Tabla 3: Características de la columna lumbar:

Parte Características

Cuerpo Muy grande

Reniforme en la vista superior

Agujero vertebral Triangular

Mayor que en las vértebras torácicas

Menor que en las vértebras cervicales

Apófisis transversas Largas y delgadas

Apófisis accesoria en la cara posterior de la base de cada apófisis

Apófisis articulares Caras superiores dirigidas posteromedialmente (o medialmente)

Caras inferiores dirigidas anterolateralmente (o lateralmente)

Apófisis mamilar en la cara posterior de cada apófisis superior

Apófisis espinosas Cortas y robustas

Gruesas y anchas en forma de hacha (o pala de timón)

Vértebras del sacro

El sacro, en forma de cuña, suele estar formado por 5 vértebras sacras fusionadas en el adulto.

Está localizado entre los huesos ilíacos y forma el techo y la pared posterosuperior de la

mitad posterior de la pelvis. La forma triangular del sacro obedece a la rápida disminución

de tamaño que experimentan las masas laterales del sacro durante el desarrollo. La mitad

inferior del sacro no soporta peso, por lo cual su masa disminuye drásticamente. El sacro

distribuye la fuerza y el peso de todo el cuerpo a la cintura pélvica.

El conducto sacro es la continuación del

conducto vertebral en el sacro. Contiene el

haz de raíces de los nervios espinales que

surgen por debajo de la vértebra L1.

Recibe la denominación de cola de

caballo y desciende más allá de la

finalización de la médula espinal. En las

superficies pélvica y posterior del sacro, se

hallan 4 pares de agujeros sacros, por

donde surgen los ramos posteriores y

anteriores de los nervios espinales. Los

agujeros sacros anteriores son mayores en

tamaño que los posteriores

La base del sacro está conformada por la cara superior de la vértebra S1. Sus apófisis

articulares superiores se articulan con las apófisis articulares inferiores de L5. El borde

Fig. 11 Sacro y cóccix, vista frontal

Page 10: Columna Vertebral Total y Lumbar

anterior sobresaliente del cuerpo vertebral se denomina promontorio sacro, un importante

punto de referencia obstétrico. El vértice del sacro, su extremo inferior, se articula con el

cóccix, por medio de una cara oval en su extremo más distal.

El sacro, además de soportar la columna vertebral móvil, forma parte de la cara posterior de

la pelvis ósea. El sacro está inclinado de tal modo que su articulación con la vértebra L5 en

el ángulo lumbosacro varía entre 130° a 160°. En la mujer es más frecuente que la anchura

del sacro sea mayor que su longitud en comparación con el hombre, pero el cuerpo de la

vértebra S1 suele ser mayor en el hombre.

La superficie pélvica del sacro suele ser cóncava y lisa. En el adulto, cuatro líneas

transversales en dicha superficie indican el momento en que se produjo la fusión de las

vértebras sacras. En el niño, las distintas vértebras sacras están conectadas por cartílago

hialino, y separadas por discos intervertebrales. La fusión de dichas vértebras comienza a

partir de los 20 años, pero los discos intervertebrales permanecen sin osificar la mitad de la

vida del adulto o más.

La cara dorsal del sacro es rugosa y convexa, además de presentar 5 crestas longitudinales

prominentes. La central o cresta media sacra, representa a las apófisis espinosas

rudimentarias de las tres o cuatro primeras vértebras del sacro (S5 carece de apófisis

espinosa). Las crestas sacras intermedias corresponden a las apófisis articulares de las

vértebras del sacro fusionadas, y las crestas laterales corresponden a las apófisis transversas

sacrales fusionadas.

Una característica principal en la cara

dorsal del sacro es la formación del hiato

del sacro, con forma de u invertida, que

corresponde a la ausencia de la lámina

posterior de la vértebra S5, e incluso S4,

y lleva al conducto del sacro (canal

medular). Las astas del sacro

representan las apófisis articulares de

S5, se proyectan inferiormente a cada

lado del hiato del sacro, y es una

referencia útil para su localización.

La mayor parte de la superficie lateral

del sacro tiene forma parecida a una

oreja, por lo que recibe el nombre de cara auricular del sacro. Corresponde a la articulación

sinovial del sacro con el ilion (articulación sacroilíaca). En sujetos in vivo, la cara auricular

se encuentra revestida por cartílago hialino.

Vértebras coccígeas

El cóccix es un pequeño hueso triangular, formado por la fusión de 4 vértebras coccígeas

rudimentarias, aunque en algunas personas puede haber una vértebra más o una menos. La

Fig. 12 Sacro y cóccix, vista posterior

Page 11: Columna Vertebral Total y Lumbar

vértebra coccígea 1 (Co1) puede permanecer separada del grupo fusionado. El cóccix es el

residuo de la eminencia caudal embrionaria, en forma de cola, que está presente en el embrión

humano desde finales de la 4ª semana, hasta comienzos de la 8ª. La superficie pélvica del

cóccix es cóncava y relativamente lisa, y la superficie posterior presenta apófisis articulares

rudimentarias. Co1 es la vértebra más voluminosa y ancha del cóccix. Sus apófisis

transversas están conectadas con el sacro y sus apófisis articulares forman las astas

coccígeas, las que se articulan con las astas del sacro.

El cóccix no soporta peso alguno, pero presenta

sitios de inserción para los músculos glúteo

mayor y coccígeo, así como el ligamento

anococcígeo o banda fibrosa media de los

músculos pubococcígeos.

Curvaturas de la columna vertebral

El adulto posee cuatro curvaturas principales en

la columna: cervical, torácica (dorsal), lumbar y

sacra. Las cifosis torácica y sacra son cóncavas

anteriormente, mientras que las lordosis

cervical y lumbar son cóncavas hacia posterior.

Al observar la superficie posterior del tronco,

especialmente en una proyección lateral, se

observan claramente estas curvaturas.

La cifosis torácica y sacra son curvaturas primarias que se desarrollan en el periodo fetal, en

relación a la posición del feto. Comparando las curvas en el feto y el adulto, se observa que

las curvaturas primarias en el adulto y el feto siguen la misma dirección, y se conservan

durante toda la vida del ser humano.

La lordosis cervical y lumbar son curvaturas secundarias a la bipedestación, producidas por

la extensión desde la posición fetal. Se producen al final del periodo fetal, pero no se hacen

obvias hasta el periodo de lactancia. La lordosis cervical surge cuando el lactante comienza

a levantar (extender) la cabeza, estando en posición decúbito prono. La lordosis lumbar surge

cuando el lactante comienza a mantener una posición más erguida, comienza a ponerse de

pie y a caminar. Esta última curvatura es más acentuada en mujeres, y finaliza en el ángulo

lumbosacro (unión de L5 y S1). La cifosis sacra también difiere entre hombres y mujeres; en

las mujeres es más reducida, de modo que el cóccix protruye menos en el estrecho inferior

de la pelvis.

Fig. 13 Desarrollo de las curvaturas de la columna

Page 12: Columna Vertebral Total y Lumbar

Las curvaturas de la columna aportan

flexibilidad adicional a la proporcionada por los

discos intervertebrales (capacidad para absorber

los choques). Un ejemplo claro es cuando una

persona carga una mochila pesada en su espalda:

los discos intervertebrales se aplastan, mientras

que las curvaturas de la columna se acentúan. La

resistencia la aportan las articulaciones

cigoapofisiarias y los ligamentos longitudinales,

además de los músculos, que aportan una

resistencia dinámica (activa). En una posición

sentada, la persona tiende a “ciclar” las

posiciones entre dejarse caer, adoptando una

hiperflexión de la columna, y sentarse erguido,

con lo que se minimiza la fatiga y la rigidez de

la columna. Al alternar entre estas posiciones

compensamos la resistencia activa

proporcionada por los músculos, y la resistencia

pasiva proporcionada por los ligamentos y

articulaciones de las vértebras.

Patologías más frecuentes:

La espondilitis anquilosante es una afección

inflamatoria que suele comenzar en las

articulaciones sacroilíacas y progresa en sentido

ascendente por la columna vertebral. La

columna puede volverse completamente rígida

cuando se fusionan las articulaciones

intervertebrales y costovertebrales. Es más

frecuente en los varones en su cuarta década, y

su causa es desconocida.

Las fracturas son una falta de continuidad de una estructura:

Las fracturas por compresión pueden deberse a traumatismo, osteoporosis o

enfermedad metastásica. Las superficies superior e inferior del cuerpo vertebral se

ven comprimidas una contra la otra, produciendo una vértebra en forma de cuña. En

los pacientes con osteoporosis u otros procesos patológicos, la fuerza precisa para

causar este tipo de fractura puede ser bastante pequeña (p. ej., levantar objetos

ligeros). Este tipo de fractura rara vez causa un déficit neurológico.

Las fracturas por sacudida o latigazo son el resultado de una fuerza de hiperflexión,

causando fracturas a través del cuerpo vertebral y de los elementos posteriores

(apófisis espinosa, pedículos, carillas articulares, apófisis transversas). Los pacientes

que llevan puestos cinturones de seguridad de regazo se encuentran en situación de

Fig. 14 Anatomía de superficie de las curvaturas de la

columna

Page 13: Columna Vertebral Total y Lumbar

riesgo porque estos cinturones actúan como

un fulcro durante una desaceleración súbita.

La hernia del núcleo pulposo (HNP),

también conocida como hernia del disco

lumbar (desplazamiento discal), suele

deberse a un traumatismo o a un esfuerzo

inapropiado. La parte interior blanda del

disco intervertebral (núcleo pulposo)

sobresale a través de la capa exterior fibrosa,

presionando sobre la médula espinal o sobre

los nervios. Se produce con mayor

frecuencia en los niveles L4-L5, causando

ciática (irritación del nervio ciático que tiene

un curso descendente hacia la parte posterior

de la pierna). Las radiografías simples no muestran esta afección, pero pueden emplearse

para descartar otros procesos patológicos, como neoplasia, espondilolistesis, etc. La

mielografía estuvo en su momento indicada para visualizar este proceso patológico. En la

actualidad, las modalidades de elección son la TC y la RM.

Las metástasis son neoplasias malignas

primarias que se diseminan a sitios

distantes a través de los vasos sanguíneos

y linfáticos. Las vértebras son sitios

comunes de lesiones metastásicas, que

pueden caracterizarse y visualizarse en la

imagen como sigue:

Osteolíticas: lesiones destructivas

con bordes irregulares.

Osteoblásticas: lesiones óseas

proliferativas con una mayor

densidad.

Combinación de lesiones

osteolíticas y osteoblásticas:

aspecto «apolillado» del hueso

como consecuencia de lesiones

mixtas destructivas y blásticas.

Existen anomalías de las curvaturas normales de la columna, las que se describen según su

orientación. Si la curvatura es con la cara cóncava hacia anterior, se considera una cifosis, y

si la curvatura es con la concavidad hacia posterior, se habla de una lordosis. Como son

curvas normales en el adulto, el aumento de ellas se considera una patología. De esta forma,

la hipercifosis se refiere a un aumento exagerado de la cifosis torácica, formando una “giba

o joroba” en el polo superior. Por otro lado, la hiperlordosis es el aumento exagerado de la

Fig. 15 Espondilosis Anquilosante, signo de Caña de Bambú

Fig. 16 Curvaturas anómalas de la columna

Page 14: Columna Vertebral Total y Lumbar

lordosis lumbar (o cervical en menor medida), con levantamiento de las estructuras ubicadas

caudalmente a la curva.

Si la orientación es lateral, con rotación de vértebras, se habla de una escoliosis, que puede

deberse a una causa idiopática (sin causa aparente), postural o congénita. Esta anormalidad

puede corregirse mediante el uso de corsé (para los casos más leves), o con el uso de tutores

mediante cirugía (para los casos crónicos).

La espina bífida es una afección congénita en

la que no se produce un desarrollo de las caras

posteriores de las vértebras, exponiendo parte

de la médula espinal. Esta afección varía

ampliamente en gravedad, y se produce con

mayor frecuencia en L5.

La espondilolistesis supone un movimiento

hacia delante de una vértebra en relación con

otra. Se debe habitualmente a un defecto del

desarrollo en la pars interarticularis o puede ser

consecuencia de espondilólisis o de una

osteoartritis importante. Es más frecuente en

L5-S1, pero se observa también en L4-L5. Los casos importantes requieren una artrodesis

vertebral.

La espondilólisis es la disolución de una vértebra, como aplasia (falta de desarrollo) o del

arco vertebral y separación de la pars interarticularis de las vértebras. En la proyección

oblicua, el cuello del «terrier escocés» aparece roto. Es más habitual en L4 o L5.

Tabla 4: Resumen de las indicaciones patológicas:

Afección o enfermedad

Procedimiento de

imagen más

habitual

Posible aspecto radiográfico Ajuste manual del

factor de exposición

Espondilitis anquilosante Lumbar: AP, lateral

Columna vertebral que se está

fusionando, signo de caña de

bambú, calcificación de los

ligamentos longitudinales

anteriores

Ninguno

Fracturas:

Compresión: Lumbar: AP, lateral

Acuñamiento de la parte

anterior del cuerpo vertebral,

perdida de la altura del cuerpo

Ninguno o ligera

disminución,

dependiendo de la

gravedad

Causalidad Lumbar: AP, lateral

Fractura a través del cuerpo

vertebral y de los elementos

posteriores

Ninguno

Hernia del Núcleo

Pulposo (HNP) Lumbar: AP, lateral

Posible estrechamiento de los

espacios intervertebrales Ninguno

Fig. 17 Espina bífida

Page 15: Columna Vertebral Total y Lumbar

Afección o enfermedad

Procedimiento de

imagen más

habitual

Posible aspecto radiográfico Ajuste manual del

factor de exposición

Metástasis Lumbar: AP, lateral

Depende del tipo de lesión:

Destructiva: bordes

irregulares y disminución

de la densidad

Osteoblásticas: aumento

de la densidad

Combinación: aspecto

“apolillado”

Ninguno o aumento o

disminución, según el

tipo de lesión y el

estadio del proceso

patológico

Escoliosis

Total: AP, lateral,

AP test de Bending

Lumbar: AP,

Lateral en

bipedestación

Curvatura lateral de la

columna vertebral Ninguno

Espina bífida PA y lateral de

columna

Parte posterior de la columna

“abierta”, exposición de parte

de la médula espinal

Ninguno

Espondilolistesis

Total: AP, lateral

Lumbar: AP,

Lateral, lateral con

flexión e

hiperextensión.

Desplazamiento anterior de

una vértebra con respecto a

otra

Ninguno

Espondilólisis Lumbar: AP,

lateral, oblicuas

Defecto en la pars

interarticularis (perrito de La

Chapelle parece llevar un

collar)

Ninguno

Page 16: Columna Vertebral Total y Lumbar

POSICIONAMIENTO RADIOLÓGICO DE LA COLUMNA VERTEBRAL TOTAL

Y LUMBAR

Para la columna total existen dos proyecciones principales:

1. Columna total, proyección anteroposterior

2. Columna total, proyección lateral

3. Columna total, proyección anteroposterior, Test de Bending

Como alternativa también puede tomarse estas proyecciones en posición decúbito.

Para la columna lumbar existen varias proyecciones. Las proyecciones básicas son:

4. Columna lumbar anteroposterior

5. Columna lumbar oblicua posterior o anterior

6. Columna lumbar lateral

7. Columna lumbar lateral, foco L5-S1

Las proyecciones especiales son:

8. Columna lumbar anteroposterior, proyección axial L5-S1 (método de Ferguson)

9. Columna lumbar posteroanterior, método de Ferguson

10. Columna lumbar anteroposterior, con flexión lateral derecha e izquierda

11. Columna lumbar lateral, con hiperflexión e hiperextensión

Estas últimas proyecciones son utilizadas para pacientes con escoliosis, a excepción de la

hiperflexión e hiperextensión, ya que solo se utiliza en pacientes con artrodesis o candidatos

a esta cirugía.

En algunos casos se puede solicitar un foco dorsolumbar (T12-L1), en proyección

anteroposterior y lateral, para demostrar la transición en estas vértebras.

Tabla 5: Series radiográficas:

Estándar Escoliosis Artrodesis

Columna Total AP Columna total AP en

bipedestación

Columna total AP con flexión

lateral (test de Bending)

Columna Total L Columna total L en bipedestación Columna lumbar AP con flexión

lateral (test de Bending)

Columna Lumbar AP Columna total AP con flexión

lateral (test de Bending)

Columna lumbar L con

hiperflexión e hiperextensión

Columna Lumbar oblicua Columna lumbar AP en

bipedestación

Columna Lumbar L Columna Lumbar L en

bipedestación

Columna Lumbar L, Foco L5-S1 Columna Lumbar AP (método de

Ferguson

Columna lumbar AP, Foco L5-S1

axial (método de Ferguson)

Columna Lumbar AP con flexión

lateral (test de Bending)

En cursiva se encuentran las proyecciones especiales para cada protocolo

Page 17: Columna Vertebral Total y Lumbar

1. Columna Total Anteroposterior (AP)

Distancia: 200 cm

Formato: 30 x 90 cm

Rayo central: perpendicular y al centro del detector

Posicionamiento del paciente:

El paciente debe estar de pie frente al detector, en posición anatómica, apoyando el dorso en

el detector. El detector debe abarcar desde el borde superior del pabellón auricular (oreja)

hasta el tercio proximal del muslo. El rayo central debe estar centrado a nivel de T6-T7 (punto

medio del esternón).

En esta proyección, el paciente debe tener las rodillas extendidas y los pies separados al nivel

de los hombros, mirando hacia el frente, elevando ligeramente la barbilla para desproyectar

las primeras vértebras. Se hace necesario que aparezca la totalidad de las crestas ilíacas y las

cabezas femorales, sobre todo para observar el nivel de altura del

fémur. Si hay discrepancia mayor a 2 cm de longitud de las

extremidades inferiores, se eleva el talón del lado de la

convexidad para nivelar la pelvis y realizar una evaluación más

objetiva de las curvaturas.

Criterios de evaluación:

El examen debe cubrir la totalidad de la columna, hasta el tercio

proximal del fémur de ambas extremidades inferiores.

Fig. 18 Columna Total AP

Page 18: Columna Vertebral Total y Lumbar

2. Columna Total Lateral (L)

Distancia: 200 cm

Formato: 30 x 90 cm

Rayo central: perpendicular y al centro del detector

Posicionamiento del paciente:

El paciente debe estar de pie, en posición lateral estricta. Los brazos deben colocarse con los

codos flectados y los dedos encajados en la fosa supraclavicular contralateral, o apoyando

los brazos en un soporte, a no más de 30° de altura respecto del eje vertical; con esto se logra

una adecuada posición del tórax y una desproyección de los brazos. El rayo central debe estar

a nivel de las vértebras T6-T7, y el campo debe cubrir desde el conducto auditivo externo

(CAE) hasta el tercio proximal del muslo.

Criterios de evaluación:

Se debe ver desde la vértebra C1 hasta el sacro-cóccix de

perfil, sin superposición de estructuras.

Fig. 19 Columna Total Lateral

Page 19: Columna Vertebral Total y Lumbar

3. Columna total anteroposterior (AP), Test de Bending

Distancia: 200 cm

Formato: 30 x 90 cm

Rayo central: perpendicular y al centro del detector

Posicionamiento del paciente:

El paciente debe estar de pie frente al detector, en posición anatómica, apoyando el dorso en

el detector. El detector debe abarcar desde el borde superior del pabellón auricular (oreja)

hasta el tercio proximal del muslo. El rayo central debe estar centrado a nivel de T6-T7 (punto

medio del esternón).

A partir de esta posición, el paciente debe flectar el cuerpo hacia la derecha e izquierda,

dependiendo de qué lado se encuentre la convexidad de la columna que se desee evaluar. El

objetivo es cuantificar el grado de corrección de la curvatura anormal.

Criterios de evaluación:

Se debe observar la columna en flexión lateral máxima, visualizando el grado de corrección

de la curvatura anormal de la columna.

Alternativa: paciente en decúbito supino, con asistencia de dos personas; una persona debe

fijar la pelvis en su posición anatómica, mientras que otra persona efectúa la flexión lateral

máxima.

Fig. 20 Test de Bending

Page 20: Columna Vertebral Total y Lumbar

4. Columna lumbar anteroposterior (AP)

Distancia: 110 cm

Formato: 30x40 cm (35x43 cm)

Rayo central: perpendicular y al centro del detector

Posicionamiento del paciente:

El paciente debe estar decúbito

supino, con las manos a los costados.

Puede flectar las rodillas para acercar

más la columna lumbar al detector y

abrir los espacios intervertebrales. El

rayo central es dirigido

perpendicularmente en el plano

sagital, a dos palmos de la apófisis

xifoides del esternón

(aproximadamente sobre el ombligo).

Para la

transición

dorsolumbar, el rayo central ingresa perpendicularmente en el

plano sagital medio, a nivel de la apófisis xifoides.

En bipedestación, el paciente debe estar de pie con los brazos a

los costados del cuerpo, apoyando el dorso en el detector,

asegurándose de que no haya rotación del cuerpo.

Criterios de evaluación:

Se debe visualizar toda la columna lumbar, incluyendo las dos

últimas vértebras torácicas y el sacro, con las apófisis transversas

equidistantes entre sí.

Fig. 22 Posicionamiento columna lumbar AP

Fig. 21 Columna Lumbar AP

Page 21: Columna Vertebral Total y Lumbar

5. Columna lumbar oblicua posterior (OP) o anterior (OA)

Distancia: 110 cm

Formato: 30x40 cm (35x43 cm)

Rayo central: perpendicular y al centro del detector

Posicionamiento del paciente:

El paciente debe estar decúbito supino sobre la

mesa. A partir de esta posición, debe lateralizar el

cuerpo unos 45° respecto a la mesa, elevando el

lado contralateral a la proyección solicitada. Se

puede proporcionar un apoyo radiolúcido

(esponja) en la espalda, para mantener la posición

del paciente.

En bipedestación, el paciente debe encontrarse de

pie, con el dorso en 45 grados, separando el lado

contralateral a la proyección solicitada.

Para la proyección oblicua posterior, el paciente

debe estar decúbito prono, y elevar el lado contrario a la proyección en 45° respecto a la

mesa.

Criterios de evaluación:

En OA, se evidencian las articulaciones cigoapofisiarias

superiores, mientras que en OP se muestran las inferiores. En

ambas proyecciones se deben observar las articulaciones

cigoapofisiarias de perfil, además del signo del “perrito de

La Chapelle” o perrito escocés.

Fig. 23 Posición columna lumbar oblicua

Fig. 24 Columna lumbar oblicua

Page 22: Columna Vertebral Total y Lumbar

6. Columna lumbar lateral (L)

Distancia: 110 cm

Formato: 30x40 cm (35x43 cm)

Rayo central: perpendicular y al centro del detector

Posicionamiento del paciente:

Paciente en posición decúbito lateral, con una

almohada bajo la cabeza, rodillas flectadas, con apoyo

entre las rodillas y los tobillos. Colocar un apoyo

radiolúcido bajo la cintura (si es necesario) para

mantener el eje longitudinal de la columna lo más

paralelo con el eje de la mesa. El rayo central debe

incidir en forma perpendicular al borde superior de la

cresta iliaca, 4 dedos desde el borde de la espalda

hacia anterior.

En caso de un paciente con tórax estrecho y/o pelvis

ancha, el rayo central se debe angular 5°

craneocaudal, con apoyo bajo la cintura.

Para la transición dorsolumbar, el paciente debe estar

decúbito lateral, y el rayo central ingresa perpendicular al plano coronal medio,

aproximadamente al nivel de la apófisis xifoides.

Criterios de evaluación:

Se debe ver la columna lumbar de perfil, visualizando además los

orificios intervertebrales, los cuerpos de las vértebras de perfil,

los espacios intervertebrales totalmente abiertos, las

articulaciones intervertebrales, las apófisis espinosas de perfil y

la unión L5-S1. En algunos casos puede incluirse la totalidad del

sacro.

Fig. 25 Posicion columna lumbar lateral

Fig. 26 Columna lumbar lateral

Page 23: Columna Vertebral Total y Lumbar

7. Columna Lumbar Lateral, foco L5-S1

Distancia: 110 cm

Formato: 30x40 cm (35x43 cm)

Rayo central: perpendicular y al centro del detector

Posicionamiento del paciente:

El paciente debe estar en posición de decúbito

lateral, con una almohada para la cabeza y con las

rodillas flexionadas. Proporcionar un apoyo entre las

rodillas y los tobillos para mantener mejor una

posición lateral verdadera y asegurar la comodidad

del paciente. El rayo central debe estar orientado a 4

dedos bajo el borde superior de la cresta iliaca.

Si la cintura no está lo suficientemente apoyada, lo

que da lugar a curvatura de la columna vertebral, el

rayo central debe quedar angulado 5-8° craneocaudal para ser paralelo al plano interilíaco.

Criterios de evaluación:

Se deben visualizar los espacios articulares abiertos de L4-L5

y L5-S1. La ausencia de rotación del paciente se muestra por la

superposición de las dimensiones AP de las escotaduras

ciáticas mayores de la pelvis posterior y los bordes posteriores

superpuestos de los cuerpos vertebrales. Se indica una

alineación correcta de la columna vertebral y del receptor de

imagen/rayo central por unos espacios abiertos L4-L5 y L5-S1.

Fig. 27 Posicion 5° espacio lateral

Fig. 28 5° Espacio lateral

Page 24: Columna Vertebral Total y Lumbar

8. Columna lumbar anteroposterior, proyección axial L5-S1 (método de Ferguson)

Distancia: 110 cm

Formato: 30x40 cm (35x43 cm)

Rayo central: perpendicular y al centro del detector

Posicionamiento del paciente:

El paciente debe estar en supino, con una

almohada para la cabeza y con las piernas

extendidas, con apoyo debajo de las

rodillas para su comodidad. Colocar los

brazos a los lados o sobre el tórax. Se debe

alinear el plano sagital medio con el rayo

central y con la línea media del detector,

además de asegurarse de que no haya

rotación del torso ni de la pelvis. Angular

el rayo central en sentido craneal, 30°

(hombres) a 35° (mujeres). El rayo central

debe entrar a nivel de la espina ilíaca

anterosuperior (EIAS) centrado con la línea media del cuerpo.

Criterios de evaluación:

Espacio articular L5-S1 y articulaciones

sacroilíacas en la proyección AP. Las articulaciones

sacroilíacas muestran una distancia igual desde la

columna vertebral, lo que indica ausencia de

rotación de la pelvis. Se pone de manifiesto una

alineación correcta del rayo central y de L5-S1 por

un espacio articular abierto.

Fig. 29 Posicion método de Ferguson

Fig. 30 Proyeccion de Ferguson

Page 25: Columna Vertebral Total y Lumbar

9. Columna lumbar posteroanterior (método de Ferguson)

Distancia: 110 cm

Formato: 30x40 cm (35x43 cm)

Rayo central: perpendicular y al centro del detector

Posicionamiento del paciente:

Posicionar al paciente en bipedestación,

con el peso distribuido de modo uniforme

sobre ambos pies en la posición de

bipedestación. Alinear el plano sagital

medio con el rayo central y con la línea

media del receptor de imagen, con los

brazos a los costados. Asegurarse de que

no haya rotación del torso ni de la pelvis,

si es posible. (La escoliosis puede dar

lugar a un giro o rotación de las vértebras,

lo que hace inevitable cierta rotación).

Colocar el borde inferior del receptor de

imagen a un mínimo de 3-5 cm por

debajo de la cresta ilíaca (la altura del

centrado viene determinada por el

tamaño del receptor de imagen y/o área

de la escoliosis).

El rayo central es perpendicular, dirigido

al punto medio del receptor de imagen, al nivel de la transición dorsolumbar. La distancia

foco-detector (DFP) debe ser de 100-150 cm; se requiere una DFP mayor con un mayor

receptor de imagen para obtener la colimación

requerida. Se toman dos proyecciones, una sin realce y

la segunda con el realce necesario para compensar la

escoliosis

Criterios de evaluación:

Las vértebras lumbares y torácicas, así como,

aproximadamente, 5 cm de las crestas ilíacas. Se

muestran las vértebras torácicas y lumbares en una

proyección AP lo más verdadera posible. Puede

mostrarse cierta rotación de la pelvis y/o del tórax,

porque la escoliosis va acompañada generalmente de

una rotación de las vértebras afectadas.

Fig. 31 Posicion de Ferguson

Fig. 32 Proyeccion de Ferguson

Page 26: Columna Vertebral Total y Lumbar

10. Columna lumbar anteroposterior, con flexión lateral derecha e izquierda (test de

Bending)

Distancia: 110 cm

Formato: 30x40 cm (35x43 cm)

Rayo central: perpendicular y al centro del detector

Posicionamiento del paciente:

Tomar la imagen con el paciente posicionado en

bipedestación o en decúbito, y como AP o PA, con los

brazos del paciente a los costados.

Alinear el plano sagital medio con el rayo central y

con la línea media de la mesa/parrilla. Asegurarse de

que no haya rotación del torso ni de la pelvis, si es

posible. Colocar el borde inferior del receptor de

imagen a 3-5 cm por debajo de la cresta ilíaca. Con la

pelvis actuando como punto fijo, pedir al paciente que

flexione la columna lateralmente lo más posible a

cada lado. Si el paciente está en decúbito, mover tanto

la parte superior del torso como las piernas para lograr

la máxima flexión lateral. Repetir las etapas

anteriores cuando se tomen las imágenes en el otro

lado. El rayo central es perpendicular, dirigido al

punto medio del receptor de imagen, en el punto

medio entre la sínfisis púbica y la apófisis xifoides (a la altura del ombligo)

Criterios de evaluación:

Una proyección AP/PA de la columna torácica y

lumbar con el paciente en posiciones de flexión

lateral; mínimo de 2,5 cm de las crestas ilíacas visibles

en la imagen. Se deben mostrar las vértebras torácicas

y lumbares en flexión lateral (flexión lateral a derecha

e izquierda). Puede resultar visible la rotación de la

pelvis y/o del tórax en la imagen, porque la escoliosis

va acompañada con frecuencia de rotación de las

vértebras afectadas.

Fig. 33 Posicion flexion lateral

Fig. 34 Flexion Lateral derecha e izquierda

Page 27: Columna Vertebral Total y Lumbar

11. Columna lumbar lateral, con hiperflexión e hiperextensión

Distancia: 110 cm

Formato: 30x40 cm (35x43 cm)

Rayo central: perpendicular y al centro del detector

Posicionamiento del paciente:

Colocar al paciente en bipedestación, los brazos deben estar cruzados sobre los hombros y

los pies separados a la altura de los hombros, de ahí flexionar la columna hacia atrás y

adelante. Se debe dirigir el rayo central perpendicular al receptor de imagen y centrar el rayo

central en la zona de la artrodesis, si se conoce, o sobre el borde superior de la cresta iliaca.

También puede efectuarse la proyección con el paciente en decúbito lateral o sedestación

(sentado) en una banqueta, inclinándose en primer lugar hacia delante lo máximo posible,

sujetándose con firmeza a las patas de la banqueta; a continuación, inclinándose hacia atrás

lo máximo posible, sujetándose con firmeza a la parte trasera de la banqueta para mantener

esta posición. En decúbito lateral, el paciente debe estar con una almohada para la cabeza y

apoyo entre las rodillas. Colocar el borde inferior del receptor de imagen a 3-5 cm por debajo

de la cresta ilíaca.

En la transición dorsolumbar, el

centraje se realiza con el rayo

central perpendicular al plano

coronal medio, aproximadamente a

la altura de la apófisis xifoides del

esternón.

Criterios de evaluación:

Vista lateral de las vértebras

lumbares en hiperflexión e

hiperextensión. La posición lateral

verdadera del paciente viene

indicada por la superposición de los

cuerpos vertebrales posteriores.

Fig. 35 Columna Lumbar Dinámicas

Page 28: Columna Vertebral Total y Lumbar

DISCUSION

Existen varias maneras de tomar las radiografías descritas, pero no todas son lo

suficientemente diagnósticas para su evaluación.

Para las mediciones de patologías se utiliza el ángulo de Cobb, que consiste en ver la

angulación que tienen las vértebras que generan la curvatura anormal. Es un método muy

utilizado en la escoliosis de pacientes pediátricos o adolescentes, y permite ver el grado de

inclinación que tiene una columna, tanto en una proyección anteroposterior como en una

vista lateral. En pacientes normales, el ángulo de la columna en un sentido anteroposterior

(vista lateral) varía entre 20°-40° para la cifosis torácica, y de -25°a -60° para la lordosis

lumbar. Valores mayores o menores se consideran patológicos. En una vista frontal,

curvaturas laterales menores a 10° se consideran en “actitud escoliótica”, mientras que si son

mayores a 10° se denomina escoliosis.

Para tener una valoración fiel de las curvaturas de la columna vertebral se utilizan otros

parámetros además del ángulo de Cobb: la línea vertical centro-sacra (LVCS) atraviesa el

punto medio del platillo superior de S1, en sentido vertical y paralela al borde lateral de la

radiografía frontal. Su utilidad radica en permitir una mejor identificación del ápex de las

curvas, y es un punto de referencia para la evaluación del balance coronal de la columna

vertebral. La línea vertical plomada C7 (LPC7), se traza en la radiografía frontal o lateral,

desde el centro del cuerpo vertebral de C7 hacia caudal, paralela al borde lateral de la

radiografía. Es útil en la identificación del ápex de las curvas (proyección AP) y en la

evaluación coronal y sagital de las curvaturas de la columna. Estas líneas son muy útiles para

observar un balance anteroposterior (sagital) o lateral (coronal) de la columna. En una

proyección lateral, si la LPC7 pasa anterior al promontorio sacro, se habla de un balance

sagital positivo; en caso contrario, si pasa posterior a este punto, es un balance sagital

negativo. En el caso de una proyección anteroposterior, si la LPC7 queda a la derecha de la

LVCS, es un balance coronal positivo, y si es a la izquierda, un balance coronal negativo. El

Dr. Miguel Ángel Lecaros y el Dr. Alejandro Urzúa, traumatólogos especialistas en columna

vertebral del Hospital del Trabajador de Santiago, recalcan que estas medidas son útiles para

evaluar las curvaturas de la columna, y en pacientes con dolor, es muy importante la

determinación de la LPC7, sobre todo en determinar el balance negativo o positivo de la

columna.

Muchos estudios evalúan la posibilidad de estabilizar una parte de la columna, ya sea

nivelando los hombros o las caderas. En este punto el Dr. Lecaros menciona que la mejor

forma de evaluar las curvaturas de la columna es colocando al paciente en bipedestación, en

su postura natural. De esta manera, no hay corrección de las curvas anormales, las que pueden

ser medidas y evaluadas fidedignamente. Si existe una nivelación en cualquier parte del

cuerpo, las medidas no son las indicadas para establecer un parámetro de tratamiento.

En el caso de las proyecciones dinámicas, no existe un criterio unificado por los

investigadores de la mejor manera de adquirir estas imágenes. Algunas investigaciones

mencionan que la posición decúbito lateral es suficiente para evidenciar una

espondilolistesis. Como indica el Dr. Lecaros, la mejor forma de flexionar la columna para

Page 29: Columna Vertebral Total y Lumbar

una proyección lumbar dinámica es llevando al paciente a la cotidianeidad, con una flexión

en bipedestación lo más natural posible. Al incluir las caderas en dicha flexión, no se induce

la patología por ser una posición poco natural para el paciente, y al colocar al paciente en

decúbito lateral, la flexión no es lo suficientemente buena como para evidenciar la patología,

porque no incluye el peso del cuerpo para este propósito, con lo cual la radiografía puede

inducir a un mal diagnóstico. Por otro lado, el Dr. Urzúa menciona que en pacientes

candidatos a artrodesis, lo ideal es que sean pacientes de edad avanzada, cuya carga en su

columna sea lo más mínima, debido a que con una fijación de la columna, los niveles sobre

y bajo la artrodesis sufren mayores daños. En este caso, en un paciente ya operado, lo ideal

es mantener un control de la columna estabilizada mediante las radiografías estándar de

columna, evaluando la indemnidad de los elementos de fijación.

Para evaluar la flexibilidad de las curvaturas de la columna, el test de Bending en las

proyecciones de columna total AP es el más utilizado en la actualidad. Sin embargo, se está

incorporando una proyección de columna total con tracción axial, es decir, traccionando la

columna vertebral en los puntos caudal y craneal, para determinar qué tan flexible puede ser

la columna. El Dr. Urzúa, por otro lado, valora la utilidad del test de Bending en pacientes

con posibilidades de corregir dichas curvaturas anormales, es decir, pacientes con curvaturas

flexibles, cuyo tratamiento puede ser realizado mediante sesiones de kinesiología, sin

necesidad de utilizar los procedimientos quirúrgicos.

Dentro de los posicionamientos radiológicos en columna lumbar, existen algunos textos que

mencionan el posicionamiento en bipedestación, mientras que en otros se realiza en decúbito

supino. De acuerdo a esto, el Dr. Urzúa estipula que no hay diferencias entre una radiografía

tomada de pie y una en decúbito, a excepción de las proyecciones dinámicas para evaluar la

estabilidad de la columna.

Por último, existen estudios que evalúan el uso de realce bajo el pie del lado de la convexidad

de la columna, a modo de corregir la columna escoliótica. El Dr. Urzúa es enfático en esto y

menciona que lo ideal es no utilizar el realce antes de evaluar un posible acortamiento de la

extremidad inferior, que según él los parámetros de normalidad están entre los 0 y 10 mm de

diferencia de altura en los huesos coxales. Si no se conoce la causa de la escoliosis, lo ideal

es verificar con un estudio de extremidades inferiores la altura de ellos, a fin de descartar esta

causa, y si el acortamiento causa la escoliosis, basta con tomar una telerradiografía de

columna total sólo en posición anteroposterior, para evaluar dicha corrección.

Page 30: Columna Vertebral Total y Lumbar

CONCLUSIÓN

El posicionamiento radiológico correcto para las distintas patologías de columnas, es esencial

en el buen diagnóstico y tratamiento de ellas. Por esta razón, conocer las causas que producen

las enfermedades es esencial para el Tecnólogo Médico, a fin de determinar qué tipo de

radiografía es la más adecuada para cada paciente. En este sentido, se deben utilizar todas las

herramientas necesarias para una buena proyección.

Por otro lado, la utilización del ángulo de Cobb es útil si queremos evaluar el grado de

curvatura que posee esa columna, pero es necesario complementar con otras medidas, como

la LPC7 y la LVCS, como índices de simetría y balance de la columna, tanto en un sentido

coronal como sagital, además del correcto uso del realce del pie, para evaluar la corrección

de la curvatura en caso de un acortamiento de una extremidad inferior.

Además, el que una proyección sea tomada en bipedestación o en decúbito, no significa que

evalúen distintas patologías en la columna. A excepción de la inestabilidad de la columna

(espondilolistesis), el resto de las patologías se pueden visualizar tanto en decúbito como en

bipedestación, sin afectar con ello la calidad diagnóstica de la imagen.

.

Page 31: Columna Vertebral Total y Lumbar

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