clacso - neoliberalismo y sectores dominantes

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Parte Uno

Transformaciones en los sectores dominantes, el Estado y los movimientos populares en Amrica Latina

Prlogo

EL ESTUDIO DE LOS SECTORES DOMINANTES de Amrica Latina ha ocupado tradicionalmente un lugar destacado en la historiografa, la sociologa y la economa de la regin. Las discusiones en torno a sus caractersticas, la naturaleza de las relaciones que mantienen las fracciones locales con el capital extranjero y la potencia hegemnica; el tipo de Estado dependiente que tienden a forjar, las modalidades que su conguracin le imprime a las distintas fases de desarrollo, han constituido un motor de singular importancia para el desarrollo de las ciencias sociales. No se trata de un hecho casual. El diagnstico sobre la naturaleza de los sectores dominantes, las relaciones de fuerza existentes entre sus distintas fracciones y los condicionantes que ello supone para la evolucin econmica, poltica y social constituyen un elemento esencial para la comprensin del funcionamiento de los actores sociales y polticos y el diseo de su estrategia por parte de las clases y fracciones sociales que no integran el bloque de clases dominante. En las ltimas dcadas este ha sido, sin embargo, un tpico poco frecuentado. La recuperacin de la democracia en gran parte de la regin no trajo aparejada una reversin de la derrota que los sectores dominantes le inigieron a los sectores populares durante las dcadas anteriores, y en consonancia con ello en los medios acadmicos predominaron las preocupaciones vinculadas con el estudio de las formas en que los sistemas polticos procesan las demandas de los actores y los obstculos que11

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enfrenta la consolidacin de una democracia crecientemente incluyente y estable. El condicionamiento estructural al sistema poltico por parte del bloque de clases dominante y los antagonismos que sirven de base a proyectos alternativos de desarrollo temtica central en los anteriores anlisis tendieron a ser desplazados del centro de atencin. Esta tendencia fue reforzada por el creciente peso ideolgico del neoliberalismo y la estrategia implcita en el nanciamiento otorgado por los pases centrales a las instituciones acadmicas, y ello tuvo lugar de dos maneras. Por una parte, la concepcin de que el desarrollo slo es sustentable y eciente si se apoya en la accin espontnea del mercado torn irrelevante el estudio de las caractersticas de los sectores dominantes, salvo en lo que hace a su competitividad en el mercado mundial y las polticas necesarias para incrementarla. Las caractersticas de la evolucin de la sociedad estn bsicamente determinadas, en esta ptica, por el mercado. Por otra parte, la resistencia a esta concepcin llev a enfatizar las consecuencias de la desregulacin y la necesidad de la intervencin del Estado a n de que el desarrollo sea posible y socialmente sustentable. Esta contraposicin Estado-mercado tendi a opacar la concepcin del Estado como un instrumento al servicio, en ltima instancia, de los sectores dominantes y la del mercado como un mecanismo que opera condicionado por esa dominacin y que posibilita su propia reproduccin. La crisis del neoliberalismo y el ascenso al poder poltico, en varios pases de la regin, de sectores sociales y partidos que impugnan las premisas de las polticas neoliberales y las consecuencias de su aplicacin subrayan el papel estratgico que asume el anlisis de los sectores dominantes. Este anlisis constituye un elemento esencial para entender las caractersticas y lmites del rgimen de acumulacin de capital en que se apoya la fraccin hegemnica y los condicionantes que enfrenta el accionar de los partidos polticos que ocupan el centro de la escena poltica sin expresar la hegemona de un bloque alternativo ni coadyuvar a su estructuracin. La constitucin del grupo de trabajo sobre los sectores dominantes es, por ende, un desafo que excede en mucho los intereses nicamente acadmicos. Su objetivo es brindar elementos conceptuales y empricos imprescindibles para el debate sobre la estrategia poltica ms adecuada para los objetivos e intereses de los sectores populares; las medidas programticas que exige su concrecin y el campo posible de alianzas para ello. Tarea a la que, desde distintas pticas, contribuyen, por otra parte, la totalidad de los grupos de trabajo de CLACSO. El presente volumen, cuyo contenido fue consensuado en una primera reunin del grupo realizada en Buenos Aires entre el 1 y el 3 de junio de 2005, privilegia el anlisis del proceso contemporneo de la conformacin de los sectores dominantes en diversos pases de la12

Prlogo

regin (Venezuela, Ecuador, Argentina, Brasil). El trabajo sobre el tema referente a Bolivia no pudo ser concluido por Carlos Villegas en razn de haber pasado a ocupar el Ministerio de Planicacin de ese pas, en la reciente administracin gubernamental. El volumen incluye una primera parte (Transformaciones en los sectores dominantes, el Estado y los movimientos populares en Amrica Latina), de ndole ms general, que se inicia con el texto que dio origen a la conformacin del grupo y que alude a las transformaciones experimentadas por los sectores dominantes en la regin durante las ltimas dcadas y sus implicancias desde el punto de vista de las modalidades de desarrollo y la situacin de los sectores populares. A continuacin incorpora un texto de Arceo que analiza las causas del crecimiento desigual de Amrica Latina y el este de Asia en las ltimas dcadas, partiendo para ello del examen y la crtica de una difundida visin neoliberal sobre el origen de estas trayectorias diferentes. La contribucin de Pierre Salama aborda el reducido crecimiento de Amrica Latina desde una ptica distinta a la adoptada por Arceo, que enfatiza el impacto decisivo del control econmico y social ejercido por el capital transnacional y la apertura econmica. El enfoque de Salama, en buena parte terico, est centrado en las consecuencias del predominio del capital nanciero y puede ser provechosamente confrontado con el que realiza sobre el mismo tema, en este volumen, Gonalves en relacin con Brasil. Esta primera parte se cierra con un artculo de Adolfo Gilly, Raquel Gutirrez y Rhina Roux centrado en las consecuencias de las transformaciones en las condiciones de la dominacin sobre los sectores populares de Amrica Latina. La parte referida a las experiencias nacionales incorpora cuatro trabajos sobre Brasil; dos son complementarios (Gonalves y Filgueiras) y tienen una fuerte impronta econmica, mientras que otros dos (Francisco de Oliveira y Boito Jr.) asumen una visin ms sociolgica con matices diferenciales derivados no slo del nfasis en distintos aspectos de la realidad brasilea. La contraposicin de la evolucin reciente en Brasil con la experimentada por Argentina, donde se produce tras un complejo proceso, analizado en detalle por Eduardo M. Basualdo un cambio de fraccin hegemnica, brinda al lector abundante material para la reexin. El trabajo sobre Ecuador (Felipe Burbano de Lara) examina un proceso que no es exclusivo de ese pas, como es el quiebre del bloque dominante segn ejes regionales, y el referente a Venezuela (Miguel Lacabana) describe el sinuoso camino que lleva al intento de conformar un bloque de poder alternativo. Los trabajos reunidos ofrecen un material extremadamente rico, que si bien deber ser complementado mediante la ampliacin en el futuro de la cobertura geogrca del grupo, sienta las bases para profundizar el anlisis y el debate de una serie de temas que quedan plantea13

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dos embrionariamente en este libro. Especial importancia asumen en este sentido el estudio acerca de la situacin de las diferentes fracciones del capital local y extranjero (burguesas nacionales, oligarquas locales y capital extranjero) no solamente en trminos de su relevancia estructural sino tambin de su estrategia interna y regional de acumulacin de capital, de sus vinculaciones con el sistema poltico y las propuestas de integracin existentes en la regin.

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Enrique Arceo y Eduardo Basualdo Documento inicial1

Los cambios de los sectores dominantes en Amrica Latina bajo el neoliberalismoLa problemtica propuesta

LOS RASGOS GENERALES DE LAS TRANSFORMACIONES ECONMICASY POLTICAS DE LA REGIN

Las inusitadas transformaciones sociales que se registraron en las sociedades latinoamericanas en el ltimo cuarto de siglo han sido concomitantes con cambios igualmente profundos en los sectores dominantes. La ruptura o debilitamiento, segn los pases, del modelo sustitutivo supuso, junto con la modicacin de la composicin y destino de la produccin y de los excedentes, cambios de hegemona dentro del bloque de clases dominante y del peso dentro del mismo del capital de origen externo, as como la reestructuracin de cada una de las fracciones que lo integran y de sus ligazones con el capital nanciero y productivo transnacional. Estas modicaciones estructurales fueron posibles por la redenicin de los propios estados latinoamericanos y las formas de representacin poltica en Amrica Latina. No se trata solamente de una drstica mutacin del aparato estatal, la cual ha sido ciertamente indita por la privatizacin de las empresas pblicas latinoamericanas, sino tambin de una alteracin en la propia dinmica y composicin1 Este documento fue elaborado como base inicial para la constitucin del Grupo de Trabajo.

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de los partidos que conforman el ncleo del sistema poltico. En la medida en que el modo de acumulacin tiende a ser crecientemente excluyente y que estos partidos consideran imposible una modicacin signicativa de este, dejan de estar integrados por militantes (que se alejan o son expulsados) y de sintetizar internamente un debate ideolgico que dene las lneas polticas de accin. Ahora predominan dentro de ellos verdaderos profesionales de la poltica, que operan sobre el conjunto social amalgamados por intereses econmicos, con lo cual la corrupcin asume un papel creciente en la conformacin del sistema poltico. Las transformaciones en los sectores dominantes, en las caractersticas y el papel del Estado y en las representaciones polticas, son distintas dimensiones de un modo de acumulacin que se traduce tambin en cambios en la composicin y las modalidades de insercin de los asalariados en el mercado de trabajo y su capacidad de negociacin, as como en el grado de heterogeneidad y las modalidades de articulacin en la economa de los restantes sectores populares. El proceso de sustitucin de importaciones en Amrica Latina haba tenido, al menos en los pases de mayores dimensiones de la regin, acentuados rasgos comunes: el fuerte peso del Estado como orientador del proceso y agente productivo; el control pblico de los ujos nancieros orientado a apoyar el proceso de industrializacin, y la estrecha articulacin entre la expansin de la capacidad productiva (a cargo, preponderantemente, de empresas especializadas) y el consumo interno. Esa articulacin, que estaba acompaada de una rpida expansin del empleo, con un particular dinamismo del sector industrial y bajas tasas de desempleo, serva de sustento a una alianza entre las fracciones de las clases dominantes orientadas hacia la produccin para el mercado interno y parte de los sectores populares. Sin embargo, esa alianza, en los pases en donde existi, se plasm en el marco de una industrializacin que tena como supuesto la extrema concentracin de la riqueza y del ingreso heredadas de las anteriores fases y que, al avanzar a etapas ms complejas, recurra crecientemente a las inversiones de empresas extranjeras, a la par que se acentuaba el proceso de concentracin y centralizacin del capital y la desigualdad en la distribucin del ingreso, elementos esenciales para la reproduccin ampliada de las formas de consumo y de produccin propias del centro en economas con niveles de ingreso per cpita sustancialmente menores. Y estuvo acompaada de un creciente grado de organizacin y movilizacin de los sectores populares, que en algunos casos lleg a constituirse en una amenaza para el sistema de dominacin. La forma que asumi el proceso de reestructuracin econmica y de apertura comercial y nanciera y su grado de profundidad estuvieron condicionados, en cada pas, por la relacin de fuerzas entre las16

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distintas fracciones del bloque dominante, las caractersticas de la fraccin que devino hegemnica y su capacidad para utilizar los aparatos de Estado a su favor, as como para cambiar la relacin de fuerzas con los sectores populares y romper los marcos institucionales que cristalizaban la relacin de fuerzas precedente. La crisis del modelo sustitutivo no fue un reejo pasivo de las modicaciones sobrevenidas en la economa mundial. En algunos pases (Argentina, Chile) la ruptura del proceso sustitutivo precede a los cambios de polticas econmicas en el centro y expresa la decisin de una fraccin decisiva de los sectores dominantes locales de recongurar la estructura econmica y social a n de restar centralidad al Estado y en especial a los obreros industriales y a las clases subordinadas que pretendan acceder a su control. En otros pases inuyeron las condiciones planteadas por la crisis de la deuda externa y las fuertes presiones de los organismos multinacionales de crdito, pero tambin, al igual que en los pases mencionados precedentemente, las expectativas de ciertas fracciones dominantes en relacin con el acceso a un mercado mundial de capitales en rpida expansin; las perspectivas abiertas por el incremento del comercio mundial, los riesgos de la profundizacin de la industrializacin ante la creciente competitividad de las redes productivas internacionales controladas por las empresas transnacionales y, sin duda, el nuevo predominio ideolgico que logra, en todo el mundo, el neoliberalismo. Los ejes de crecimiento de la regin han tendido a diferenciarse. El Cono Sur y algunos de los pases del Pacto Andino experimentaron un proceso de reprimarizacin que se tradujo en la expansin del sector primario y de las industrias intensivas en el empleo de recursos naturales y la contraccin o disminucin de la importancia relativa de las restantes, mientras que, sobre todo en Mxico y Centroamrica, lo saliente es la especializacin en algunos fragmentos industriales altamente intensivos en el uso de mano de obra no calicada, lo cual reeja condiciones objetivas diferenciales de insercin en la nueva divisin mundial del trabajo, as como distintas conguraciones de los bloques dominantes y de su relacin de fuerzas con los sectores subordinados. No obstante, importantes fracciones del capital externo e interno pugnan en el Cono Sur para complementar el actual modelo de insercin en el mercado mundial con el desarrollo de exportaciones sustentadas en un reducido costo de la mano de obra. Los resultados de estas transformaciones han sido, si se toma a la regin en su conjunto, tasas de crecimiento menores que las experimentadas entre 1950 y 1980, pese al aumento ms acelerado de las exportaciones. Este crecimiento del producto relativamente reducido en trminos histricos, pero tambin respecto a otras regiones de la periferia ha estado acompaado de sustanciales transferencias de riqueza e17

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ingresos hacia los sectores dominantes locales y el capital transnacional va asuncin por el Estado del endeudamiento privado, la transferencia de los activos pblicos por medio de las privatizaciones, la adopcin de polticas monetarias estrechamente subordinadas a los condicionantes planteados por los ujos externos de capitales, y un predominio de la valorizacin nanciera del excedente, tanto en el mercado local donde el acelerado crecimiento de las instituciones y los mercados nancieros es acompaado por un aumento de la importancia de las acreencias nancieras dentro de los activos del capital predominantemente productivo como en el internacional, donde se traduce en muy signicativas fugas de capital. Esto ha sido paralelo a una cada en la importancia relativa de la inversin en medios de produccin; la desarticulacin del aparato industrial y la contraccin o desaparicin de las actividades de mayor complejidad tecnolgica y mayores exigencias de trabajo calicado; tasas de desocupacin que son, en la mayora de los casos, superiores a las de los aos ochenta; y reduccin, con algunas pocas excepciones, de los salarios reales. A ello se suma un notorio proceso de extranjerizacin, especialmente acelerado en el sector servicios como consecuencia de los amplios procesos de privatizaciones y de transnacionalizacin de buena parte de los grandes grupos econmicos locales, tanto del punto de vista nanciero como de la orientacin de la produccin, el mbito de sus inversiones y las alianzas en que estn insertos. Este doble proceso de internacionalizacin nanciera y extranjerizacin que es expresin de las nuevas formas que adopta la concentracin y centralizacin del capital a nivel local y mundial condiciona los grados de autonoma de las polticas pblicas a travs del peso de la deuda externa, que ha tendido en casi toda la regin a aumentar y ha posibilitado la asuncin por los organismos de crdito multinacionales de una posicin central en la elaboracin y adopcin de la poltica econmica, monetaria y scal. Adems, ha estado acompaado del desarrollo de un nuevo tipo de crisis, donde el factor desencadenante no es ya la insuciente capacidad de importacin frente a los requerimientos planteados por la expansin industrial en materia de suministro externo de bienes de capital e insumos, sino la inversin en el signo de los ujos nancieros externos. Como se mencion anteriormente, este conjunto de transformaciones es simultneo y ello no es casual con la crisis de las representaciones polticas tradicionales en la mayor parte de la regin. Ella se expresa, por una parte, en una marcada y creciente subordinacin de los aparatos polticos a los intereses inmediatos de los sectores dominantes. Por otra, en una profunda disociacin entre las organizaciones sociales populares y el sistema poltico, que ya no las representa. El18

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surgimiento de nuevos sujetos sociales vinculados a los fenmenos de la pobreza y la desocupacin resultante de la desindustrializacin comienza a ser un hecho destacable regionalmente. Se trata de nuevos fenmenos sociales y polticos que parecen indicar una modicacin bsica en el plano poltico que los vincula entre s y que remite a las nuevas formas de la dominacin poltica en Latinoamrica. En este sentido, todo parece indicar que los sectores dominantes avanzan en la redenicin del sistema poltico y de la sociedad civil mediante una estrategia negativa, porque no pretenden construir consenso sino impedir la organizacin de los grupos subalternos, inhibiendo su capacidad de cuestionamiento. Lo plasman mediante un proceso de integracin de las conducciones polticas y sociales de los sectores populares. De esta manera, los sectores subalternos son inmovilizados, y no pueden generar una alternativa poltica y social que cuestione las bases de sustentacin del nuevo patrn de acumulacin. Esta nueva situacin de la poltica se encuadra dentro de lo que Antonio Gramsci denomina el transformismo, con la particularidad de que la cooptacin de los partidos polticos no es ya fundamentalmente ideolgica, sino que cumplen en ella un papel decisivo los incentivos materiales. Esto no es independiente de las distintas funciones histricas que desempea la clase dominante en uno y otro contexto. Gramsci indica que:este fenmeno [el transformismo] se verica espontneamente en los perodos en que aquella determinada clase es progresista, o sea hace avanzar a toda la sociedad, no slo satisfaciendo sus exigencias existenciales, sino ampliando continuamente sus cuadros por una continua toma de posesin de nuevas esferas de actividad industrialproductiva. Cuando la clase dominante ha agotado su funcin, el bloque ideolgico tiende a resquebrajarse y entonces a la espontaneidad sucede la constriccin en formas cada vez menos larvadas e indirectas, hasta llegar a las autnticas medidas policacas y a los golpes de Estado (Gramsci, 1999: 108).

El predominio de la cooptacin ideolgica en el caso italiano y de la integracin econmica de las representaciones polticas en buena parte de los pases de la regin son diferencias cruciales porque expresan los distintos roles que asumen las clases dominantes y porque denen tambin un comportamiento de los respectivos sistemas polticos, marcadamente distinto en cuanto al grado de autonoma relativa que exhiben respecto a los intereses especcos, mediatos e inmediatos, de las clases y fracciones sociales dominantes. En la regin se verica un notable angostamiento de la autonoma relativa de la instancia poltica respecto a los intereses de estas, lo cual genera, junto con el modo de acumulacin que las mismas imponen, una falta crnica de alternativas19

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que integren, mnimamente, las necesidades y las aspiraciones de los sectores populares. Esto desencadena, como proceso de largo plazo, en numerosos pases de la regin, una creciente ilegitimidad del sistema poltico.

LAS CONSECUENCIAS DEL PREDOMINIO DEL CAPITAL TRANSNACIONAL EN AMRICA LATINAExaminar en detalle las transformaciones de los sectores dominantes desde una perspectiva regional e identicar sus caractersticas comunes y diferenciales reviste una particular importancia. La apertura econmica y nanciera se inscribe, desde el punto de vista del capital transnacional, en un proyecto que tiene marcadas similitudes con el que presidi la expansin del mercado mundial capitalista ocurrida entre 1850 y principios del siglo pasado, en el marco de la cual se consolidaron las fracciones de las clases dominantes locales que ejercieron su hegemona hasta la gran crisis y, en muchos de los pases, hasta muy avanzada la posguerra. Con la diferencia de que el capital transnacional no busca, fundamentalmente, en la actual fase, el acceso a materias primas y alimentos baratos, sino la explotacin de reservorios de mano de obra de bajo costo y disciplinada y el control de recursos estratgicos crecientemente escasos (petrleo, agua, biodiversidad). Se trata de una nueva divisin internacional del trabajo asimtrica, en la cual la capacidad de desarrollo tecnolgico y de orientacin de las fuerzas productivas no queda ya radicada en el centro en virtud de su monopolio de la actividad industrial, sino por el control que ejercen las grandes empresas transnacionales sobre las redes productivas internacionales y la desintegracin de la estructura industrial en la mayora de los pases perifricos. Y la misma est acompaada como en la anterior fase, aunque a travs de mecanismos distintos de sustanciales limitaciones a la capacidad de decisin de los estados perifricos en cuanto a las lneas estratgicas de su poltica econmica, de las cuales las mejores expresiones son el NAFTA y el proyecto del ALCA. Los alcances e implicancias de estas limitaciones dependen, sin embargo, de manera crucial, de las caractersticas de las fracciones hegemnicas en cada pas, de la composicin del bloque de clases dominante y de la relacin global de fuerzas que determina el grado de autonoma del Estado respecto a los intereses inmediatos de la fraccin hegemnica. La referencia exitosa del nuevo modelo es, conforme a la visin de sus defensores, en algunos casos, el supuesto dinamismo econmico alcanzado a principios del siglo XX, cuya prdida es imputada al abandono de las polticas liberales a nivel mundial, que habra dado lugar al predominio irracional, en la regin, de polticas orientadas a la industrializacin.20

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Para otros, el modelo exitoso de referencia es el Sudeste Asitico, respecto del cual se omiten algunas caractersticas centrales: la ausencia de recursos naturales signicativos y, con ellos, de la base material para una burguesa exportadora de bienes primarios que concentra una parte sustancial de los recursos; la realizacin de reformas agrarias que liquidaron el poder de los terratenientes y generaron una distribucin del ingreso ms igualitaria que en Amrica Latina; niveles de ingreso per cpita marcadamente inferiores a los de la mayora de los pases de Amrica Latina y que ubicaban a los salarios de la regin en el margen de los existentes en la economa mundial; la relativa debilidad de la burguesa local como consecuencia la dominacin colonial, la falta de organizacin y activacin de los sectores populares y el control estatal de las grandes empresas y del sector bancario como consecuencia de su nacionalizacin por su pertenencia a la potencia colonizadora. Estos factores posibilitaron un Estado desarrollista con un elevado grado de autonoma respecto de los intereses inmediatos del bloque dominante y una fuerte capacidad para imponer la estrategia de crecimiento. El derrotero seguido por Amrica Latina en el ltimo cuarto de siglo ha sido, en cambio, el desmantelamiento de los rasgos que de alguna manera establecan, en el marco de estrategias de desarrollo distintas, algn paralelismo sobre todo en materia de los instrumentos de poltica industrial empleados con el modelo implementado en el Sudeste Asitico, el cual experimenta en el mismo lapso un salto cuantitativo en materia de productividad y complejidad de la estructura productiva. La realidad es que la regin ha experimentado en el plano estrictamente econmico tanto en comparacin con el modelo dominante en el Sudeste Asitico como respecto a los pasados intentos de la regin por superar la pesada herencia del crecimiento hacia afuera un proceso de aguda regresin. El propsito que se persigue es encarar el examen de este proceso de regresin desde la perspectiva de las transformaciones sobrevenidas en las distintas fracciones del bloque de clases dominante, que no se considera constituido slo por el capital local sino tambin por fracciones del capital transnacional, as como los desplazamientos ocurridos en su seno en cuanto a la fraccin hegemnica. En esta perspectiva interesa, por una parte, indagar, en relacin con las fracciones ms importantes, los cambios en la concentracin y centralizacin del capital, el origen de este, sus modalidades predominantes de acumulacin, su articulacin con las restantes fracciones y el mercado mundial, y las estrategias desplegadas para impulsar sus intereses especcos. Por otra parte se busca analizar la estrategia a travs de la cual la fraccin hegemnica logra transformar sus intereses especcos en intereses generales del conjunto de las fracciones del capital y los aparatos de Estado, incluidos los partidos polticos; las21

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contradicciones que enfrenta y la poltica que propugna en relacin con los sectores dominados. Y ello remite a las diversas formas que asumen las relaciones de hegemona y dominacin en el marco del modo de acumulacin desplegado por el bloque dominante.

HIPTESIS DE TRABAJOUna hiptesis de trabajo razonable respecto a los sectores dominantes de Amrica Latina es que se asiste, en un grado que debera examinarse en detalle en cada pas, a un doble proceso de expansin del peso del capital transnacional en las distintas fracciones funcionales del capital y de transnacionalizacin de las fracciones del capital local con un peso decisivo dentro del bloque dominante. Estos procesos acompaados de importantes cambios en el peso relativo de las distintas fracciones y en la composicin misma del bloque de clases dominante son el saldo de las luchas por imponer un nuevo modo de acumulacin libradas en el seno del bloque dominante y de las transformaciones en las relaciones de fuerza con los sectores dominados. Pero se ven potenciados por la consolidacin del nuevo modo de acumulacin y la rearticulacin en la economa mundial que el mismo supone. El peso creciente de las transferencias de excedente al exterior como consecuencia de la deuda y la presin competitiva de las importaciones limita drsticamente la expansin del mercado interno de masas. El consumo de los ricos aumenta, en virtud de la concentracin del ingreso, pero una parte creciente del mismo es cubierto por las importaciones, ya que la provisin de los productos y servicios destinados a las clases altas forma parte del ciclo global del gran capital transnacional y los grupos econmicos locales consideran demasiado riesgoso, aun contando con adecuadas condiciones de rentabilidad, encarar un proceso de acumulacin confrontativo con el gran capital transnacional. En estas condiciones asumen un papel central en el proceso de acumulacin las actividades exportadoras con ventajas comparativas estticas, derivadas de la dotacin de recursos naturales o el bajo costo de la mano de obra, y el mercado nacional no es ya, para importantes fracciones, el lugar privilegiado de realizacin del excedente. As, la expansin de la demanda local y del nivel de empleo y de las remuneraciones deja de ser un condicionante de su reproduccin ampliada. Ello ocurre en un contexto mundial de rpida reduccin del peso relativo de los productos primarios en el comercio internacional, de introduccin de nuevas tcnicas fuertemente ahorradoras de mano de obra en la produccin de los mismos y de un creciente control de las redes transnacionales en la provisin de insumos y la comercializacin. A su vez, el comercio de manufacturas se despliega en condiciones don22

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de la capacidad de las redes transnacionales de desarrollar las distintas fases de los procesos productivos all donde sus costos absolutos son menores y la pugna de los pases perifricos por atraerlas generan una formidable expansin de la fuerza de trabajo disponible para el capital transnacional. Esto acarrea una competencia exacerbada y una constante presin hacia la baja de los salarios de los pases perifricos cuyo nivel es superior al de sus competidores, as como una tendencia persistente a la reduccin en el precio de las manufacturas exportadas, la cual es tanto mayor cuanto ms elevado es su componente de trabajo no calicado y menor su complejidad tecnolgica. La prdida de peso relativo de Amrica Latina en la economa mundial y su desindustrializacin durante el ltimo cuarto de siglo no es, en este contexto, un hecho de difcil explicacin. Y es de dudar que el accionar de los agentes econmicos dominantes sea susceptible de brindar grados crecientes de integracin y de bienestar para el conjunto de la poblacin. En la mayor parte de la regin, los sectores dominantes imponen estrategias de desarrollo asociado al capital extranjero que descansan, en denitiva, en aprovechar las ventajas comparativas estticas y tornar ms atractiva la inversin mediante la reduccin de los costos laborales y las cargas impositivas y, en la medida de lo posible, ampliar el acceso a los mercados de los pases centrales mediante tratados de libre comercio que consolidan y procuran tornar irreversible esta estrategia, que lleva a la reprimarizacin de la economa y a un reducido crecimiento del empleo, o a la constitucin de plataformas de exportacin con muy escasos lazos con el resto de la economa y que no son capaces de revertir la cada de la participacin del sector manufacturero en el producto y se sustentan en niveles de remuneracin que son inferiores a los anteriormente imperantes en el sector manufacturero y que se procuran reducir an ms. Estas conclusiones no parecen ser invalidadas por la reciente experiencia de algunos gobiernos de la regin que accedieron al poder en base a la crtica de los efectos de las polticas neoliberales. Parece predominar en ellos, conforme a las transformaciones sugeridas en relacin con el sistema poltico, la decisin de avanzar en una estrategia de desarrollo asociado con la ereccin, en el mejor de los casos, de redes ms amplias de contencin y una ms rme defensa de contrapartidas en cuanto al acceso a los mercados de los pases centrales. Poltica que busca sustentarse en la identicacin, por una parte, de lo nacional con el crecimiento de los actores locales, nacionales o extranjeros, en base fundamentalmente a las ventajas comparativas estticas y sin confrontacin con el capital transnacional. Y por otra parte, en la asimilacin de lo popular con la creacin de empleos y polticas destinadas a eliminar, cuanto ms, la indigencia mas estentrea.23

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En este contexto el anlisis sistemtico, a partir de pautas metodolgicas similares, de las caractersticas de los sectores dominantes y de los rasgos que ellas imponen a nuestras sociedades constituye un elemento esencial no slo para indagar las condiciones materiales, sociales y polticas de los distintos senderos de acumulacin que se despliegan en la regin, sus rasgos comunes y sus lmites, sino tambin para responder, desde la ptica de los sectores populares, al desafo terico y poltico de construccin de estrategias alternativas susceptibles de satisfacer sus necesidades.

RELEVANCIA TERICA DE LA PROBLEMTICAAnalizar los nuevos rasgos de los sectores dominantes latinoamericanos resulta esencial. Una hiptesis de trabajo razonable es que se asiste, en un grado que debera examinarse en detalle en cada pas, a un proceso de transnacionalizacin de fracciones centrales de los sectores dominantes en virtud del cual el territorio nacional se constituye en un mero espacio de extraccin de excedente, al cual permanecen ligadas en la medida en que el Estado les otorgue las garantas y facilidades necesarias para justicar, desde el punto de vista del nivel de rentabilidad y de riesgo, la permanencia en el mismo en tanto capitalistas directamente ligados a la produccin. El mercado nacional dej de ser para ellos un espacio privilegiado de realizacin del excedente, por lo cual se desentienden de las condiciones internas de la demanda masiva, y aunque la concentracin del ingreso lleva a aumentar sustancialmente el consumo de los ricos, tanto en trminos absolutos como, sobre todo, en relacin al producto, la inversin y el consumo de los sectores populares y medios, una parte creciente del mismo es cubierto por el gran capital transnacional. Los grupos econmicos locales consideran demasiado riesgoso, aun contando con adecuadas condiciones de rentabilidad, encarar un proceso de acumulacin confrontativo con el gran capital transnacional. Procuran, en el mejor de los casos, consolidar sus posiciones en los mercados que controlan y expandir su presencia en el exterior en actividades con reducidos riesgos competitivos; cuando ello no es posible se refugian, simplemente, en la inversin nanciera y especulativa como recurso bsico de conservacin y acrecentamiento de su patrimonio. Desde el punto de vista del conjunto de la sociedad, este modelo de no-desarrollo, que se despliega en condiciones donde la apertura unilateral de los pases perifricos ha generado una formidable expansin de la fuerza de trabajo disponible para el capital transnacional y generado una competencia exacerbada, se traduce en un crecimiento empobrecedor, con deterioro, las ms de las veces, de las condiciones de vida y de trabajo de la mayora de la poblacin.

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Lo que est en cuestin, al menos en numerosos pases de Amrica Latina, es la posibilidad de que el accionar de los agentes econmicos dominantes sea susceptible de brindar grados crecientes de integracin y de bienestar para el conjunto de la poblacin y tambin que ello sea susceptible de ser alcanzado, como a menudo se propone, mediante el accionar de un nuevo Estado nacional-desarrollista impulsor del crecimiento y de la articulacin de la estructura productiva en base a la exportacin de manufacturas. El modelo desarrollista latinoamericano supona una burguesa nacional que se fortaleca y luego pasaba a conquistar el mercado mundial mediante la exportacin de sus productos desde las unidades productivas ubicadas en el pas, o un capitalismo de Estado que cumpla, en mayor o menor medida, las mismas funciones. Esa burguesa ha desaparecido como actor econmico relevante y un Estado nacionaldesarrollista orientado, como el del Sudeste Asitico, a la integracin de la estructura productiva a partir de las exportaciones industriales slo podra, dada la subordinacin de los aparatos polticos y la colonizacin de los aparatos de Estado por los sectores dominantes, adquirir la autonoma necesaria para disciplinar al capital mediante la activacin de los sectores populares. Pero simultneamente debera lograr que estos aceptaran, a n de hacer posible una acumulacin acelerada y la penetracin en los sectores dinmicos de la economa mundial, una nueva postergacin de sus aspiraciones inmediatas y, a la vez, medir constantemente fuerzas con un gran capital preocupado por la activacin de los sectores populares y enfrentado por el hecho de que, pese a los benecios de la intervencin del Estado a su favor, muchas de sus fracciones obtendran menos ventajas individuales que aquellas logradas en el marco de una poltica de apertura y desregulacin econmica y nanciera. Se trata de condiciones que tornan improbable la concrecin de una ecuacin poltico-social apta para su viabilidad Las condiciones para el intento seran sin duda menos desfavorables cuanto ms grandes fuesen las dimensiones absolutas del mercado al cual se ofrece al capital un acceso privilegiado, menor el nivel histrico del costo de reproduccin de la mano de obra y mayores las posibilidades de ampliar y profundizar el mercado mediante la reestructuracin de sectores atrasados como la agricultura de subsistencia. Pero, a su vez, los resultados globales en trminos de desarrollo de capacidad tecnolgica sern tanto menores cuanto mayor sea el grado de extranjerizacin y/o transnacionalizacin de los actores y su apoyatura en la disponibilidad de mano de obra barata. En el nterin, la sociedad habr asumido el costo de aceptar, durante muchas dcadas, la excepcionalmente injusta distribucin del ingreso necesaria para posibilitar la acumulacin de un actor social25

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que es empujado, por su propia lgica de acumulacin, a comprimir los costos salariales en un contexto como el latinoamericano, donde los salarios siguen siendo, comparados con los de China, altos, y cuyo xito supone inevitablemente su liberacin de los condicionamientos que le impusieron un sendero de acumulacin ligado a una estrategia de desarrollo nacional. Boaventura de Sousa Santos (2006) indica que recorre el mundo la amenaza de que, a medida que la democracia pierde su capacidad de redistribuir riqueza social, nos encaminemos hacia sociedades polticamente democrticas y socialmente fascistas. El nuevo fascismo no es as un rgimen poltico; es, antes que ello, un rgimen social, un sistema de relaciones sociales extremadamente desiguales que coexiste, de manera cmplice, con una democracia poltica socialmente desarmada. El anlisis sistemtico de las caractersticas de los sectores dominantes y de los rasgos que ellas imponen a nuestras sociedades, constituye un elemento esencial para la reexin, ineludible desde la ptica de los sectores populares, sobre el tipo de sociedad alternativa a construir, el modelo de crecimiento e insercin en el mundo que ella supone y la composicin del bloque histrico en que la misma puede sustentarse.

BIBLIOGRAFAGramsci, Antonio 1999 Cuadernos de la Crcel (Mxico: Ediciones Era/ Benemrita Universidad Autnoma de Puebla) Tomo I. De Sousa Santos, Boaventura 2006 O fascismo como regime social. Ver Internet: .

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El fracaso de la reestructuracin neoliberal en Amrica LatinaEstrategias de los sectores dominantes y alternativas populares**

AMRICA LATINA EST PROCESANDO polticamente, en forma compleja y a menudo contradictoria, el fracaso de treinta aos de reformas neoliberales. El ascenso de Lula en Brasil, de Kirchner en Argentina, de Chvez en Venezuela, de Evo Morales en Bolivia, de Tabar Vzquez en Uruguay, el tono de la campaa electoral en Chile, Per y Mxico son las expresiones ms notorias de un creciente rechazo de las consecuencias de las polticas neoliberales, que, no obstante, siguen consiguiendo victorias estratgicas signicativas, como la suscripcin o negociacin, pese al fracaso de las negociaciones relativas al ALCA, de numerosos tratados de libre comercio. La crisis de estas polticas tiene lugar en condiciones nacionales marcadamente distintas y se ha traducido en experiencias gubernamentales de diferentes caractersticas, algunas de ellas decepcionan-

* Investigador del rea de Economa y Tecnologa de FLACSO (sede Argentina) e integrante del Comit Editorial de la revista Realidad Econmica. ** Este trabajo se realiz en el marco del Proyecto Deuda externa e integracin econmica internacional de la Argentina, 1990-2004 (PICT 14072) de FLACSO (sede Argentina) y la Agencia Nacional de Promocin Cientca y Tecnolgica (SECYT). El autor agradece los comentarios de Eduardo Basualdo, Martn Schorr y Agustn Filippo. Las opiniones vertidas en el artculo son responsabilidad exclusiva del autor.

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tes de las expectativas despertadas en amplios sectores de la poblacin. Los trabajos incluidos en esta publicacin examinan distintas experiencias a partir del anlisis de los sectores dominantes y de las estrategias de sus distintas fracciones, pero incursionan tambin, inevitablemente, en el accionar de los movimientos populares y de las estructuras polticas en que encuentran alguna forma de expresin. Las estrategias de los sectores dominantes no pueden comprenderse sino en el marco de las relaciones de fuerzas que mantienen con los sectores populares. El presente artculo analiza algunos de los rasgos que diferencian la experiencia de Amrica Latina bajo el neoliberalismo de la vivida por otras regiones perifricas, en especial el Este de Asia, y que explican la profundidad del impacto negativo de aquel en la regin y las complejas condiciones que enfrenta la armacin de una estrategia de desarrollo diferente. Dichas condiciones son examinadas utilizando, entre otros, los materiales aportados en los distintos artculos que integran la publicacin. Referirse a Amrica Latina en su conjunto presenta, debido a su heterogeneidad, el riesgo de generalizaciones poco acordes con las caractersticas y la situacin de algunos pases. Existen sin embargo, en mayor o menor medida, elementos comunes que tornan pertinente asumir este riesgo. Cabe mencionar entre ellos su insercin en la economa mundial como proveedora de productos primarios para el centro en condiciones, en general, de una muy acentuada concentracin de la propiedad de los recursos naturales; las modalidades que asumi, luego de la crisis de la dcada del treinta del siglo pasado, su proceso de industrializacin; las formas radicales que adopt en la mayora de los pases la implementacin de las polticas neoliberales, sobre todo en materia de privatizacin de las empresas pblicas y de apertura de la economa; el agudo proceso de extranjerizacin de su estructura productiva y la muy fuerte incidencia de la deuda externa. Pero sobre todo, lo que hace pertinente a Amrica Latina como objeto de anlisis es la interaccin entre sus procesos polticos e ideolgicos, resultado de una experiencia histrica y cultural comn que tiene como componente signicativo una similar situacin de dependencia (y a menudo de confrontacin) respecto a la potencia hegemnica y sus polticas para la regin. En la primera parte del artculo realizamos una sucinta referencia a las transformaciones sobrevenidas en la economa mundial a partir de los aos setenta. Luego pasamos a analizar la explicacin neoliberal de las diferencias en el crecimiento de las distintas regiones perifricas. Para ello se ha tomado como base un trabajo colectivo reciente cuya edicin estuvo a cargo de R. M. Auty (2004). Esta explicacin es relevante por varios motivos. Procura avanzar en relacin28

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a los tpicos trabajos del Banco Mundial que establecen una relacin directa entre crecimiento y apertura econmica y que han sido objeto de muy serias crticas metodolgicas (Rodrguez y Rodrik, 1999); acepta que la industrializacin genera economas externas e internas a las empresas, posibilitando una mayor tasa de crecimiento en el largo plazo; asigna un papel central en el crecimiento a la provisin por el Estado de bienes pblicos. En este sentido se asienta en una visin ms compleja que la frecuentemente sustentada en la regin por los sectores ms ligados a las exportaciones primarias, y prxima, sobre todo en cuanto a las polticas recomendadas, a las propuestas estratgicas del capital transnacional y el gran capital latinoamericano. Resulta por lo tanto particularmente til partir de ella para entender las debilidades del diagnstico en que se basan las polticas neoliberales y los lmites que enfrentan las estrategias preconizadas por los sectores dominantes en la regin. Luego de este anlisis se examinan las inconsistencias de tal interpretacin. Posteriormente, se realiza un anlisis alternativo de los factores determinantes del crecimiento desigual de Asia del Este y Amrica Latina en los ltimos cuarenta aos, donde se resalta la importancia de los actores sociales dominantes y de las relaciones de fuerza existentes entre ellos en cuanto a las caractersticas de las respuestas dadas a las transformaciones en la economa mundial. Finalmente, a partir de ese diagnstico, consideramos los lmites que presentan los intentos de mejorar las condiciones sociales dentro de los mrgenes jados por la estrategia de crecimiento de los sectores dominantes y algunos de los requisitos para una reversin de los impactos negativos que han ejercido las polticas neoliberales sobre el crecimiento de la regin y las condiciones de existencia de la mayora de su poblacin.

LAS TRANSFORMACIONES EN LA ECONOMA MUNDIAL Y SU IMPACTOEN LA PERIFERIA

Las polticas neoliberales han impulsado una nueva fase de desarrollo de la economa mundial caracterizada por una internacionalizacin de las nanzas y de los procesos productivos cuyas vctimas han sido los trabajadores y las polticas de desarrollo de los pases perifricos. En un contexto signado ahora, en trminos generales, por la existencia de tasas de cambio exibles y libertad de movimientos del capital, la facultad de los estados de jar la tasa de inters se ha visto limitada por la necesidad de no apartarse en demasa de la tasa de inters de la potencia hegemnica, a n de morigerar las variaciones de la tasa de cambio. Adems, la amenaza de una huida masiva de capitales limita no slo la poltica monetaria; tambin condiciona la poltica scal, dado el riesgo de que, en caso de ser considerada29

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inamistosa por los capitales, estos se retiren generando la contraccin del nivel de actividad y la cada del empleo1. El debilitamiento de estos instrumentos, junto con el cambio de relacin de fuerzas a favor del capital, determina el abandono del pleno empleo como objetivo de la poltica monetaria y scal. La presin impositiva sobre las ganancias tiende a disminuir. El gasto pblico se orienta en mayor medida a promover la inversin, producindose la paulatina erosin del Estado de bienestar en el centro y de las polticas sociales de la periferia, a la vez que gran parte del patrimonio pblico es privatizado, transformando en mercancas bienes como la salud, la educacin y los retiros de los trabajadores, que haban tendido a devenir en derechos como resultado de las anteriores luchas sociales (Harvey, 2003: 137-182). La liberalizacin de los movimientos internacionales del capital es parte de un proceso ms amplio de desregulacin de los sistemas bancarios y de los mercados nancieros impulsado por las polticas neoliberales, y tiene dos consecuencias. Por una parte genera una tendencia a la desintermediacin de las nanzas: las empresas obtienen fondos, en mayor medida a travs de la emisin de ttulos y no de prestamos bancarios (Plihon, 2003). Por otra parte, los inversores institucionales pasan a reclamar, en tanto accionistas, elevadas retribuciones bajo la forma de valorizacin de las acciones y del pago de dividendos y, a n de lograrlo, asocian a los directivos de las empresas a estas ganancias mediante, entre otros medios, su retribucin en opciones para la compra futura de acciones a un precio determinado. Esto implica una transformacin en el gobierno de las grandes corporaciones que se traduce en una nueva supremaca de la propiedad del capital (del capital de prstamo y del capital accionario) sobre el capital en funciones productivas (Dumnil y Lvy, 2005). Este debe incrementar sus tenencias de activos nancieros, dada la alta rentabilidad de estos, y transferir una parte creciente de los benecios bajo la forma de intereses y dividendos, lo cual limita la inversin y acenta las presiones sobre los gastos salariales. Los trabajadores empleados por la empresa pasan a ser un stock que, al igual que el de mercancas y el de materiales en proceso, debe ser limitado al mnimo y cuidadosamente ajustado, en cada momento, a las exigencias de la produccin. Ello implica una radical precarizacin de la relacin laboral.1 Estas restricciones afectan sin embargo en distinta medida a los diversos estados. EE.UU., en virtud de su posicin hegemnica en el mercado mundial, las dimensiones y caractersticas de su mercado nanciero y su posicin como emisor de la principal moneda de reserva, se encuentra mucho ms sometido a ellas que los restantes pases centrales, y al igual que estos ltimos, de manera cualitativamente distinta que los pases perifricos (Namur y Truel, 2005).

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Estas transformaciones estn ntimamente entrelazadas con la internacionalizacin de los procesos productivos por parte de las grandes empresas. La cada de la tasa de ganancia, que se encuentra en el origen de la crisis del modo de acumulacin imperante hasta los aos setenta y de su cuadro institucional (Dumnil y Lvy, 2000), impulsa a estas a deslocalizar hacia la periferia sus actividades ms trabajo-intensivas a n de reducir sus costos. Ello es posible por la disminucin en los precios del transporte, de las comunicaciones y del procesamiento de datos, que permiten a la casa matriz o a la sede regional coordinar y controlar un proceso global de produccin cuyos fragmentos se encuentran esparcidos en muy dismiles ubicaciones geogrcas. La condicin de posibilidad para el efectivo ejercicio de esta nueva capacidad del capital transnacional para desarrollar de manera directa, o a travs de contratos y subcontratos, las distintas fases de un proceso productivo fragmentado espacialmente, es la apertura comercial y financiera de la totalidad de los pases. Esto exige la constitucin de organismos que, como la Organizacin Mundial del Comercio (OMC), regulen el funcionamiento de un mercado mundial nico, impulsen la integracin a este de la totalidad de los pases y aseguren el libre acceso por el capital al conjunto de las actividades, garantizando la no interferencia de los estados en su accionar y un adecuado respeto de los derechos derivados de la propiedad intelectual. La liberalizacin nanciera y la comercial devienen de esta manera dos aspectos de un mismo proceso que tiende a eliminar al conjunto de polticas puestas en marcha en la periferia para acelerar su desarrollo con creciente autonoma y desencadena una fuerte lucha competitiva en el nivel mundial. Esta competencia acrecentada acelera notoriamente el proceso de concentracin y centralizacin del capital y debilita radicalmente la posicin relativa de las fracciones meramente nacionales de este, as como la capacidad de negociacin de los trabajadores, cuyos salarios tienden a estancarse en el centro2 y a disminuir en la mayor parte de los pases de la periferia. Los efectos de este proceso de reestructuracin de las relaciones capitalistas de produccin han sido una desaceleracin de la tasa de crecimiento a nivel mundial y un notorio aumento de la desigualdad dentro de los pases y entre los pases. La periferia en su conjunto ha crecido ms que el centro en trminos de producto a paridad de poder2 A los nes de la elaboracin de los datos que sirven de sustento al texto, en la totalidad del trabajo se considera centro a: EE.UU., Canad, Japn, Australia, Nueva Zelanda, la Europa de los 15, Islandia, Noruega y Suiza.

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de compra3, pero en trminos de ingreso per cpita a paridad de poder de compra, si se excluye de ella a China e India, la brecha respecto al centro se ha profundizado (World Bank, 2005: 63). La evolucin de la periferia se caracteriza, a su vez, por dos rasgos. En primer lugar, la transformacin en la estructura de sus exportaciones como consecuencia de la nueva divisin internacional del trabajo generada por la internacionalizacin de los procesos productivos. Las exportaciones de manufacturas slo representaban, en 1960, el 7% del total de sus exportaciones; este porcentaje se eleva al 20% en 1980 y ronda en la actualidad el 70%. Esta transformacin tiene lugar, en buena medida, como consecuencia de la insercin en redes donde el aporte de la periferia al valor agregado nal de los productos es frecuentemente reducido. Ello, no obstante la evolucin de sus saldos comerciales, denota tambin un cambio importante en la estructura de sus exportaciones de productos manufacturados (Cuadro 1)4, aun cuando los datos referidos al total de la periferia enmascaran muy fuertes diferencias regionales (Cuadro 2). La periferia sigue teniendo ventajas comparativas reveladas en productos primarios y de baja tecnologa, en especial textiles, vestimenta y calzado, pero a ellos se han agregado, en el perodo 1994-2003, los productos de alta tecnologa elctrica y electrnica, y han disminuido fuertemente sus desventajas comparativas en los productos de tecnologa intermedia, excepto los resultantes de procesos (plsticos, fertilizantes, tubos y perles de hierro y acero, colorantes, hilados textiles, etctera). Esto no signica, sin embargo, que han desaparecido los rasgos estructurales que la diferencian del centro; en muchos aspectos, se han acentuado (Arceo, 2006).

3 El aumento de la participacin de la periferia en el producto mundial es sin embargo sustancialmente menor si la participacin se evala a dlares corrientes y no a paridad de poder de compra en dlares constantes, lo cual denota una creciente importancia del intercambio desigual entre centro y periferia (Arceo, 2004). 4 Los datos sobre comercio internacional provienen de la base FLACSO-Banco Ciudad de Buenos Aires, que contiene, para el perodo 1993-2003, los datos de exportaciones e importaciones de 103 pases que representan ms del 90% del comercio mundial. Las cifras han sido extradas de la UN Commodity Trade Statistics Database (UN Comtrade, disponible en ). Las mercancas han sido clasicadas segn su origen y destino productivo y su complejidad tecnolgica.

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CUADRO 1MUNDIALES DE CADA TIPO DE PRODUCTO

SALDO COMERCIAL DE LA PERIFERIA EN PORCENTAJE DE LAS EXPORTACIONES - MERCANCAS CLASIFICADAS SEGN COMPLEJIDAD TECNOLGICA (1994 Y 2003)Participacin de la periferia en las exportaciones mundiales menos participacin en las importaciones mundiales 1994 2003 9,25 -13,82 38,97 11,80 -0,39 -14,13 -7,38 24,44 1,53 3,59 4,62 5,33

Mercancas clasicadas segn tipo de tecnologa

Alta tecnologa: elctrica y electrnica Alta tecnologa (otros) Baja tecnologa: textiles, vestimenta y calzado Baja tecnologa (otros) Tecnologa intermedia: automotor Tecnologa intermedia: procesos Tecnologa intermedia: ingeniera Productos primarios Manufacturas bsicas de recursos agropecuarios y forestales Manufacturas bsicas de otras fuentes primarias No clasicadas tecnolgicamente Total general

-2,25 -22,45 33,69 3,57 -9,38 -15,49 -18,74 22,84 -1,99 -0,20 -12,75 -1,23

Fuente: elaborado sobre la informacin del proyecto Deuda externa e integracin econmica internacional de la Argentina, 1990-2004 (PICT 14072) de FLACSO (sede Argentina) y la Agencia Nacional de Promocin Cientca y Tecnolgica (SECYT), datos referentes a 103 pases.

La segunda caracterstica es la extrema concentracin geogrca del crecimiento. La participacin del total de la periferia en el PBI mundial, medida a dlares constantes y paridad de poder de compra, sube entre 1975 y 2004 14 puntos (48%)5, pero Asia y Oceana perifrica aumentan 16,8 puntos (141%), de los cuales 13,8 corresponden a China y el resto de Asia del Este, incluidos los Tigres6, y 2,5 puntos a India. Por

5 Los datos referidos al PBI mundial provienen de una base confeccionada con los datos referentes a la totalidad de los pases (105) para los que se cuentan estimaciones del producto a paridad de poder de compra a partir de 1975 conforme a los World Development Indicators elaborados por el Banco Mundial. 6 En este caso, reducidos a Corea, Singapur y Hong Kong, puesto que no se dispone de datos de Taiwn provenientes de la misma fuente.

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su parte, las cadas ms importantes son las de frica Subsahariana (32%), la de los nuevos diez integrantes de la UE (30,5%), que no han logrado an superar el derrumbe de 1990 pero tienden a revertirlo, Amrica Andina y MERCOSUR (23,5%), Amrica Central (22,9%) y el Caribe (20%). La participacin de Mxico desciende el 7%. Este crecimiento polarizado explica el hecho de que, si bien las polticas neoliberales han tenido un impacto fuertemente negativo en todo el mundo, frica sea un continente poltica, militar y socialmente convulsionado y Amrica Latina la regin donde se esboza un ms amplio rechazo de masas a esas polticas.

LA EXPLICACIN NEOLIBERAL DEL CRECIMIENTO DESIGUAL EN LAPERIFERIA

El pensamiento econmico dominante relaciona la diferencia en las tasas de crecimiento regionales con la disponibilidad de recursos naturales (Grco 1).

GRFICO 1 MEDIANA DEL PBI PER CPITA (DLARES CONSTANTES DE 1995)DE LOS PASES EN DESARROLLO RICOS Y POBRES EN RECURSOS

Fuente: Auty (2004: 5).

Los pases con pocos recursos naturales estaran insertos se sostiene, si las polticas econmicas no son desacertadas, en un crculo virtuoso que tiene su expresin ms clara en el Este de Asia. Estos pases comienzan su proceso de industrializacin a un nivel de ingreso per cpita menor que los pases ricos en recursos naturales, y este queda luego sujeto,

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bajo el impulso de un Estado desarrollista7, a las exigencias que plantea la competencia. El pequeo tamao relativo del sector que explota recursos naturales no puede servir de sostn a una extensa burocracia y una industria infantil con un lento proceso de maduracin. Tampoco puede hacerlo el emergente sector manufacturero competitivo; la renta captada por este es menor que en los pases con elevados recursos naturales, razn por la cual no puede afrontar los elevados costos de una industria infantil protegida ni de elevadas exacciones scales (Auty y Gelb, 2004: 19). En el caso de Corea, pas tomado como referencia, la implementacin de esta poltica en 1963 da lugar se arma a una rpida expansin de las exportaciones manufactureras trabajo-intensivas que impulsa el crecimiento de la inversin local y, cuando la demanda interna supera ciertas dimensiones mnimas, a la creacin de ciertas industrias pesadas. Paralelamente, el excedente de mano de obra rural es absorbido, lo cual presiona hacia un aumento de los salarios que debe ser compensado elevando el grado de calicacin de la mano de obra e incrementando el peso relativo de la industria qumica y pesada. La inversin, apoyada en un rpido incremento del ahorro domstico, crece hasta alcanzar, y luego superar, el 25% del PBI, y la industria pesada y qumica, que es altamente competitiva en el mercado mundial, deviene dominante en el marco de una creciente liberalizacin. El crculo virtuoso de crecimiento en este tipo de pases est acompaado se concluye por un crculo tambin virtuoso en lo social. La rpida absorcin del excedente de poblacin rural elimina la presin de los subocupados sobre los salarios y la elevacin de la capacitacin de la mano de obra reduce el salario relativo del trabajo calicado, a la par que se desarrollan presiones hacia la conformacin de una democracia que tiende a ser consensual ms que polarizada, lo cual reduce los riesgos de captura del gobierno por un sector o fraccin. En los pases con abundantes recursos naturales la industrializacin comienza, en cambio, a niveles de ingreso per cpita y de salarios ms elevados, lo que plantea a los gobiernos problemas complejos en trminos de coordinacin de la infraestructura y capacitacin de la mano de obra. Adems se arma pueden requerirse rebajas en los7 Segn Leftwicht (1995), citado por Auty, este tiene seis rasgos clave: 1) una elite que impone el desarrollo en: 2) una sociedad civil dbil y subordinada, lo cual le conere: 3) autonoma relativa, que es desplegada por: 4) una burocracia poderosa, competente y asilada que realiza una: 5) efectiva gestin de los intereses privados, mientras: 6) la legitimidad poltica es conferida, primero por la represin, y luego por el desempeo. Estos rasgos estn basados en siete pases: Corea, Taiwn, China, Indonesia, Malasia, Tailandia y Botswana.

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salarios reales a medida que disminuye la importancia relativa de los recursos naturales; estas son fuertemente resistidas, especialmente en el marco de los dbiles estados faccionales que caracterizan a estos pases (Auty, 2004: 6-11). La poltica econmica tiende, en ese contexto, a incrementar el mbito de actuacin de los polticos y lleva, salvo en los pases petroleros con muy altas rentas, a un cierre de la economa, que en algunos casos es una respuesta a las consecuencias de la enfermedad holandesa8, resultante de un boom en el precio de los productos primarios y que se traduce en: crecimiento del sector no transable y de sus precios; valorizacin del tipo de cambio; contraccin de las exportaciones no primarias y de la industria manufacturera; deterioro de la rentabilidad del capital y del proceso de acumulacin. La mayora de las veces, sin embargo, aunque inuenciado por los efectos de la enfermedad holandesa, el cierre de la economa se sostiene es consecuencia de la decisin poltica de forzar el proceso de industrializacin. Este tipo de industrializacin, orientada a la proteccin de las industrias infantiles, tiene segn los idelogos neoliberales tres tipos de efectos negativos. En primer lugar distribuye rentas en forma discrecional y poco transparente, de manera que genera fcilmente un sistema corrupto que distorsiona la economa en forma acumulativa. En segundo trmino esta industria es capital-intensiva, por lo que produce pocos empleos y presiona para que el gobierno genere empleos no productivos a n de reducir la presin social. Esto intensica el debilitamiento de la disciplina de mercado, que se extiende incluso al sector no protegido. En tercer lugar es una industria de muy lenta maduracin dada la ausencia de presiones competitivas, y demanda crecientemente transferencias y divisas del sector primario, afectando su competitividad.8 Los efectos de esta enfermedad han sido analizados, en un marco neoclsico, por M. Corden y J. P. Neary (Corden y Neary, 1982) con un modelo de tres sectores: uno basado en recursos naturales, otro integrado por los restantes productos transables y uno no transable. La elevacin de los ingresos del sector exportador sealan los autores aumenta la demanda, pero los productos transables no pueden variar su precio, razn por la cual la mayor demanda se traduce en un aumento de las importaciones. El sector no transable responde en cambio a la mayor demanda incrementando sus precios. La moneda se revala reduciendo el precio local de las exportaciones y las importaciones y el cambio de rentabilidades relativas determina una transferencia de recursos del sector transable al no transable, un aumento de las importaciones y una reduccin de las exportaciones. Esto determina, si el sector no transable es relativamente trabajo-intensivo, una elevacin de los salarios y una disminucin en la rentabilidad del capital que afecta la acumulacin. Adicionalmente, si el boom de los recursos naturales contrae al sector manufacturero y este tiene rendimientos crecientes a escala, o su expansin genera economas externas a la empresa pero internas al sector, la economa con recursos naturales abundantes experimenta un crecimiento de largo plazo ms lento.

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En el marco de esta poltica econmica, las rentas son transferidas desde un sector primario potencialmente eciente (cuya participacin en el PBI va disminuyendo a medida que cambia la estructura econmica), a un oreciente sector no transable que incluye industrias infantiles de lenta maduracin y un sector de empleo pblico no productivo. Cuando las demandas de transferencias y de divisas del sector no transable superan la capacidad de aporte del sector primario, los dcits externos y scales devienen recurrentes y el crecimiento econmico se hace errtico y lento (Auty y Gelb, 2004:141). La economa se seala queda, como consecuencia de este proceso, entrampada en la dependencia de los bienes primarios. A su vez tiene lugar un crculo vicioso en lo social. La desigualdad en el ingreso se acenta, puesto que la incapacidad del mercado laboral para absorber el excedente rural de mano de obra deteriora el ingreso de los ms pobres, mientras que la aristocracia obrera sindicalizada impulsa el incremento de los salarios de los relativamente pocos trabajadores del sector capital-intensivo. La protesta poltica en torno a la corriente de rentas sesga la distribucin del ingreso y la riqueza a favor de una minora polticamente poderosa y la desaceleracin del crecimiento econmico exacerba las tensiones sociales, minando la capacidad de la sociedad para enfrentar las crisis, incluso cuando la severidad de las dicultades econmicas aumenta. Por ltimo, la superacin del colapso, que puede requerir varias dcadas, exige se arma un perodo de salarios reales declinantes, lo que despierta una fuerte oposicin y determina, frecuentemente, que se posterguen las reformas. Con el agravante de que, en una situacin donde hay muchas distorsiones, la realizacin de reformas aisladas puede reducir el bienestar. Se requiere, adems de polticas susceptibles de neutralizar los efectos de los booms, desmantelar el aparato de intervencin del Estado y establecer las condiciones para que sea la disciplina del mercado, sin distorsiones ni limitaciones, la que oriente la asignacin de los recursos

LAS INCONSISTENCIAS

DEL ANLISIS NEOLIBERAL

El anlisis neoliberal de las causas del desarrollo desigual en la periferia presenta mltiples inconsistencias. La ms evidente es que a lo largo del siglo XIX y gran parte del XX fueron pases ricos en recursos naturales, como Estados Unidos, Canad y Australia, los que experimentaron las ms altas tasas de crecimiento. Esto es entonces explicado mediante la teora del bien primario exportable (Ros, 2000: 246), desarrollada fundamentalmente por el canadiense H. A. Innis (Innis, 1940) y aplicada tambin por el estructuralismo latinoamericano (Sunkel y Paz, 1970; Geller, 1975).37

Neoliberalismo y sectores dominantes

La estructura econmica y social de los pases perifricos en su etapa de crecimiento basado en la exportacin de bienes primarios depende bsicamente conforme esta teora de los eslabonamientos que generan los distintos tipos de producciones y de los encadenamientos que se establecen entre estas. En los pases de clima templado, grupo al que pertenecen EE.UU., Canad y Australia, la produccin agraria requiri una gran variedad de insumos y la incorporacin masiva de inmigrantes capacitados, cuya atraccin exigi condiciones de asentamientos particularmente favorables. Este hecho, aunado a la variedad de sus recursos naturales, determin que experimentaran una acelerada expansin de su mercado interno y una muy rpida diversicacin de su economa, lo que no ocurri en otros tipos de pases ricos en recursos naturales. La teora del bien primario exportable no explica, sin embargo, casos como el de Argentina, con una trayectoria muy distinta a la de los pases exportadores de productos agrarios de clima templado ms exitosos y que pone de maniesto la importancia decisiva de las caractersticas del bloque de clases dominante en cada pas, que no son un resultado mecnico del tipo de produccin, sino consecuencia de la forma en que se salda la lucha de clases. Esas caractersticas determinan, en estos pases, que el proceso de ocupacin del territorio tenga lugar con proteccin aduanera y libre acceso a la tierra, con la consiguiente constitucin de una amplia capa de unidades familiares propietarias del suelo cuya demanda potencia el crecimiento de la industria a medida que se desplaza la frontera, o en condiciones de librecambio y de monopolio de la tierra por una clase que asienta su riqueza en las exportaciones primarias para el mercado mundial. Es decir, suponen la constitucin, en un caso, de un ciclo nacional del capital cuyo eje es el capital industrial y, en el otro, una integracin subordinada al ciclo del capital industrial de los pases centrales, lo cual inuye decisivamente en la capacidad de crecimiento en el largo plazo (Arceo, 2003). La incapacidad de la teora del bien primario exportable para rendir cuenta de las diferentes trayectorias de pases con dotaciones de recursos similares pone, de por s, en tela de juicio la relacin postulada entre dotacin de recursos y crecimiento, y entre este y el sometimiento a la disciplina de mercado. Los pases exitosos de clima templado fueron aquellos que distorsionaron la accin del mercado mundial mediante el empleo de polticas deliberadas de industrializacin y pusieron freno a las tendencias espontneas al acaparamiento de la tierra por parte de los detentadores de capital dinero. Existe sin embargo un hecho an ms importante en cuanto a la invalidacin del planteo neoliberal. Los pases perifricos con abundantes recursos naturales, que pueden asimilarse, en grueso, a los pa38

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ses latinoamericanos y africanos9 tienen, desde el siglo XVI hasta los aos setenta del siglo XX, un desempeo mejor que los pobres en recursos10, lo cual torna difcilmente sostenible la teora avanzada para explicar el desarrollo desigual de la periferia (Grco 2).

GRFICO 2DEL PROMEDIO SIMPLE DEL INGRESO PER CPITA DE LA PERIFERIA

PRODUCTO PER CPITA REAL DE LAS REAS PERIFRICAS EXPRESADO COMO % (1500-1998)

Fuente: elaboracin propia sobre la base de datos de Maddison (2001).

9 La diferenciacin entre pases ricos y pobres en recursos se efecta en funcin de la tierra cultivable disponible por habitante. Conforme este criterio, en Amrica Latina slo Colombia, El Salvador y Hait seran pases pobres en recursos. En frica, las excepciones son Kenia, Mauritania, Somalia y Tanzania. En Asia, donde predominan los pases pobres en recursos, la excepcin ms importante la constituyen India y Tailandia. Por su importancia, los datos referentes a la India son presentados por separado, pudindose vericar que su evolucin no es distinta, hasta 1973, de China, pas pobre en recursos. Por lo tanto frica y Amrica Latina pueden asimilarse a las regiones ricas en recursos, quedando la India como un caso especial que sigue una evolucin similar a la de los pases pobres en recursos y que llama de por s a la reexin sobre la pertinencia del enfoque dominante. 10 Los datos para el perodo 1960-1998 coinciden con los utilizados en el Grco 1 extrado de Auty, pese a que en este el ingreso per cpita de los pases pobres en recursos supera al de los ricos, lo cual no ocurre con los datos de Maddison. Ello se debe, por una parte, a que frica y Amrica Latina se presentan separadas. El ingreso per cpita de ambas regiones consideradas en conjunto cae sustancialmente; por otra parte, los datos de Maddison son ingresos per cpita promedio de las regiones, en tanto que los de Auty se reeren a la mediana de los ingresos per cpita de los pases que las integran.

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Para defender la hiptesis, se recurre entonces a la existencia de dos trayectorias diferentes. La mayora de los pases ricos en recursos experimentan se arma un rpido incremento en el ingreso que luego se hace ms lento; en los pases pobres en recursos el ingreso permanece estancado durante un largo perodo y luego despega a una tasa muy rpida (Auty, 2004: 4)11. La cada en el crecimiento de los pases ricos en recursos se habra concretado en la dcada del setenta, en un contexto de rpido crecimiento de los pases pobres en recursos y como resultado de la excesiva intervencin estatal derivada de las polticas de industrializacin forzada y en la creciente ruptura de la disciplina de mercado originada en la apropiacin y distribucin de la renta por parte de estados que operan al servicio de los intereses de reducidos sectores sociales o polticos (estado facciosos). La hiptesis pretende ser validada, de esta manera, por lo ocurrido en los ltimos cuarenta aos de un perodo de cinco siglos; lo cual es, por lo menos, sorprendente. Estas evidentes incongruencias no excluyen que algunas observaciones de la postura neoliberal sean correctas. Una rica dotacin en recursos naturales tiende, efectivamente, en condiciones de libre comercio, a postergar el proceso de industrializacin12; una elevada concentracin de renta en un sector, en mltiples casos bajo control externo y con escaso eslabonamiento con el resto de la economa, constituye un poderoso estmulo para que el Estado procure incorporar esa renta al proceso de acumulacin y ello suele dar lugar a polticas clientelares. La enfermedad holandesa disloca reiteradamente, en ausencia de polticas destinadas a evitarla, las estructuras industriales preexistentes y reprimariza las exportaciones (Lacabana, 2006). Cabe subrayar sin embargo, en relacin a esto ltimo, que en la experiencia latinoamericana reciente los efectos atribuidos a la enfermedad holandesa son frecuentemente resultado de polticas destinadas a controlar la inacin mediante la jacin del tipo de cambio, con una subsecuente sobrevalorizacin de la moneda local que es aceptada complacientemente por quienes apoyan las polticas neoliberales. La sobrevaluacin permite atraer, al elevar sus ganancias en divisas, al capital extranjero y coadyuva a eliminar a los sectores industriales inecientes, lo cual es estimulado, simultneamente, por una abrupta eliminacin de la proteccin aduanera y un rpido endeudamiento destinado a nanciar el creciente desequilibrio comercial y la fuga de capitales.11 Otra variante de esta formulacin es que la abundancia de recursos naturales tiene un efecto permanente y positivo sobre el nivel de ingreso y un efecto negativo sobre la tasa de crecimiento (Bravo-Ortega y de Gregorio, 2005). 12 Esto es totalmente congruente con la lgica de las ventajas comparativas, reiteradamente esgrimida por el pensamiento dominante para criticar cualquier poltica deliberada de industrializacin.

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Por otra parte, la existencia de problemas para el desarrollo que son especcos de los pases con abundantes recursos naturales no signica que los pases perifricos con escasos recursos no enfrenten obstculos distintos pero al menos igualmente signicativos. Buena parte de la teora del desarrollo, desde Rosenstein-Rodan (Rosenstein-Rodan, 1943) a Myrdal (Myrdal, 1957) est orientada al anlisis de las condiciones requeridas para romper con el crculo vicioso de la pobreza en estas naciones, crculo en el cual muchas de ellas permanecen atrapadas. La visin dominante est anclada, como seala Charles Gore (Gore, 2002), en un nacionalismo metodolgico que le impide comprender el desarrollo desigual en la periferia. Las diferencias en las tasas de crecimiento de los pases son imputadas, en ltima instancia, a distintas polticas econmicas (sobre todo en el pasado, ya que muchos de ellos siguen actualmente las polticas recomendadas), que estn inuenciadas, aunque no determinadas, por la abundancia o no de recursos naturales. El desempeo de cada pas es as resultado de factores exclusivamente nacionales13. Esto lleva a ignorar que la estructura econmico-social de los distintos pases perifricos no es independiente de la modalidad que adopt su integracin en la economa mundial, que ha estado condicionada, entre otros factores, por la existencia o no de los recursos requeridos para su insercin en la divisin internacional del trabajo impuesta por los pases centrales. Esas estructuras implican condiciones econmicas y sociales diferenciales para la articulacin de los distintos pases en una nueva fase de la divisin internacional del trabajo. En virtud de ello, la expansin de las relaciones capitalistas de produccin en escala mundial est ligada, en cada fase, al rpido crecimiento de ciertas regiones perifricas que quedan integradas en el eje fundamental de la divisin internacional del trabajo en que se asienta el modo de acumulacin dominante y al estancamiento o retroceso de otras. Ello no excluye que las caractersticas del bloque de clases dominante en cada pas sean decisivas en cuanto a las modalidades concretas que asume ese impacto positivo o negativo.13 El rasgo clave que dene el nacionalismo metodolgico es que asla y separa la inuencia de los factores externos e internos [...] Los desempeos son tpicamente explicados dividiendo los factores causales en internos y externos y se atribuye luego lo que ha ocurrido en un pas o en un conjunto de pases de una regin del mundo fundamentalmente a factores internos [...] Las naciones-estados son tomadas como si fuesen individuos racionales con preferencias, capacidades y respuestas a los estmulos y oportunidades de su entorno estratgico. Es un individualismo metodolgico proyectado a escala internacional. Esto no slo ignora los efectos de la estructura de la economa mundial sobre el desempeo del pas (lo cual es comparable a asumir individuos abstractos en vez de individuos situados), sino que tambin minimiza los efectos de todos los factores internos excepto la poltica domstica (Gore, 2002: 506-507, traduccin del autor).

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EL DESARROLLO DESIGUAL Y LAS TRANSFORMACIONES ENLOS EJES DE LA DIVISIN INTERNACIONAL DEL TRABAJO

EL ESTE DE ASIA Y LA REVERSIN DE UN LARGO PROCESO DE REGRESIN RELATIVALa acumulacin del capital en el centro ha estado ligada, desde el siglo XVI al XVIII, al saqueo del oro y la plata de Amrica Latina y a una gigantesca hecatombe poblacional como consecuencia de la destruccin de la estructura econmica y social en que se asentaban los pueblos originarios y su insercin en la produccin minera o de plantaciones y haciendas al servicio del conquistador; a una sangra constante de poblacin africana como consecuencia del trco de esclavos y, resultado de este, a un desplazamiento de poblacin desde la costa hacia el centro del continente que acarre un fuerte retroceso econmico y social; y a un trco con Asia donde la India y China aparecen como interlocutores comerciales con niveles no muy lejanos de ingreso y, en muchos aspectos, similitud de desarrollo tcnico, que proveen productos, como los tejidos de algodn hindes, que aventajan a los europeos en calidad y precio. La primera revolucin industrial, y en mayor medida an la segunda, profundizan la diferenciacin de la trayectoria de las regiones perifricas. Amrica Latina y, aunque mucho menos, frica, asumen la funcin de proveedoras de materias primas y alimentos para el centro, mientras que su escaso desarrollo industrial limita los efectos destructivos de la competencia de los productos manufacturados del centro. Se genera as un crecimiento complementario de la expansin de las economas centrales, y subordinado al mismo. En Asia, en cambio, y sobre todo en la India y China, la fabricacin local de las mercancas ahora producidas por el sistema industrial del centro se presenta como un obstculo para la penetracin de estas en mercados particularmente apetecibles por su magnitud. A diferencia de lo que ocurre en Amrica Latina o frica, las relaciones de competencia tienden a predominar sobre las de complementariedad subordinada, con un efecto econmico y social devastador amplicado por el control colonial. El muy rpido crecimiento del Este de Asia a partir de los aos sesenta no es slo el resultado de una estrategia de industrializacin impuesta por la escasez de recursos naturales, sino tambin de la posicin estratgica que ocupa durante la Guerra Fra y del impacto que le genera la internacionalizacin de los procesos productivos por contar con las condiciones necesarias para el establecimiento de nuevas relaciones de complementariedad subordinada. En el caso de Corea y Taiwn la estrategia de industrializacin, que presenta mltiples similitudes con la japonesa14, poco tiene que ver14 Esa estrategia de industrializacin est inspirada en Kaname Akamatsu (1896-1974), quien en 1936, basndose en la experiencia japonesa, haba sostenido que en la industriali-

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con la descripcin que de ella hace el pensamiento dominante, segn la cual el Estado desarrollista se habra limitado a imponer al capital y al trabajo la ms estricta disciplina de mercado y a proveer la infraestructura, los servicios educativos y los bienes pblicos necesarios para el crecimiento. A partir de la dcada del sesenta, el Estado, adems de continuar reprimiendo implacablemente cualquier atisbo de resistencia u organizacin de los trabajadores (aspecto del modelo sin duda implcito en la recomendacin que el neoliberalismo hace de l), dene, en el marco de planes quinquenales, las actividades a desarrollar, elige las empresas que las tendrn a su cargo y ja estrictas metas de integracin local de la produccin, otorgando por perodos acotados una signicativa proteccin aduanera, subsidios a la exportacin y crditos preferenciales para la inversin, la cual en mltiples casos es realizada por empresas estatales15. El incumplimiento de los compromisos asumidos por las empresas es severamente sancionado y el control estatal del nanciamiento es acompaado de un conjunto de estrictas normas tendientes a aumentar el ahorro, que pasa del 4% y el 9% del PBI en Corea y Taiwn en 1956-60 a ms del 30% en las dcadas siguientes. El crdito al consumo fue fuertemente limitado; se prohibi la comercializacin interna de ciertos productos considerados de lujo y los impuestos penalizaron enrgicamente el reparto de utilidades (Akyz y Gore, 1998), sometindose a estricto control estatal la compra de tecnologa y la autorizacin de la inversin directa extranjera, que fue poco signicativa. Recin a nes de la dcada del ochenta se moderaron los aspectos ms dirigistas de esta poltica. Esta poltica fue posibilitada, en buena medida, por la situacin estratgica de ambos pases en la Guerra Fra, que les permiti obtenerzacin de un pas atrasado las importaciones, la produccin y las exportaciones de un producto adoptaban, si se las pona en un mismo eje, la forma de una V invertida caracterstica del vuelo de una bandada de gansos salvajes. La produccin domstica permite sustituir las importaciones, que comienzan a disminuir, mientras que la produccin se expande y se traduce por ltimo en crecientes exportaciones que, ante el aumento de la competencia de pases ms atrasados, presentan nalmente una tasa decreciente de expansin o caen, y con ellas la produccin. Pero el proceso que comenz, por ejemplo, con el tejido de algodn, ser repetido con la confeccin de vestimenta, la maquinaria textil, etc., y luego se reiniciar, de forma igualmente escalonada, en otra actividad, dando lugar a una estructura industrial crecientemente compleja. Esta estrategia sin duda condicionada por la estrechez y escasa diversicacin del mercado interno y la ausencia de exportaciones primarias que pudieran nanciar los requerimientos de importaciones derivados de la expansin industrial supone una activa poltica industrial por parte del Estado (Akamatsu, 1962). 15 Este conjunto de polticas acarre en el Sudeste Asitico distorsiones de precios incluso mayores que en otros pases perifricos, como Brasil, India, Mxico, Pakistn y Venezuela, hecho que descarta de plano que haya existido una intervencin destinada predominantemente a imponer la disciplina de mercado (Akyz y Gore, 1998: 336).

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un elevado monto de ayuda externa hasta los aos sesenta y lograr, no sin conictos, libertad para la jacin de su poltica econmica y un acceso preferencial al mercado norteamericano. Este se vio facilitado, a partir de 1967, por los resultados de la ronda Kennedy del Gatt, donde los esfuerzos norteamericanos para la liberalizacin comercial determinaron una reduccin promedio del 35% en las tarifas aduaneras de los pases desarrollados. La expansin de Malasia, Tailandia, Indonesia y las restantes economas del Este asitico est ligada en mucho mayor medida al desarrollo de las inversiones de las grandes empresas japonesas, que ya haban jugado un papel importante en la transmisin de tecnologa a Corea y Taiwn a travs de la venta de licencias y asociaciones permanentes o transitorias con empresas locales, donde aceptan tener una posicin minoritaria. Bajo el impulso de la revalorizacin del yen y de crecientes problemas de costos salariales y de energa, contaminacin y espacio (Arrighi, 1997: 53-92; Pottier, 2003), estas grandes empresas pasan a crear en el este de Asia una red mucho ms amplia de produccin regional. A ello se agrega luego un monto creciente de inversiones de empresas europeas y norteamericanas, coreanas y taiwanesas. El resultado es el desarrollo de una estructura industrial orientada a la exportacin y asentada en una divisin del trabajo regional cuya complejidad aumenta rpidamente, favorecida por el hecho de que a lo largo de un eje de no ms de 4.000 km (distancia similar a la que separa el este de EE.UU. de California) se agrupa una poblacin que supera holgadamente los mil millones de personas, cuyas remuneraciones, a similar nivel de calicacin, no slo son hasta veinte veces menores que en los pases centrales, sino que adems presentan diferencias nacionales o regionales de hasta diez veces16, posibilitando la adecuacin de las localizaciones al grado de intensidad del trabajo en las distintas operaciones o actividades. Estas economas se apoyan mucho ms en la inversin extranjera que Corea o Taiwn. Pero mantienen cierta proteccin para las industrias sustitutivas y realizan una activa poltica de apoyo a los empresarios locales para su integracin en las cadenas internacionales de produccin17.16 Este orden de magnitud de diferencias remite a los pases de la ASEAN y a algunas regiones costeras chinas (Pottier, 2003: 130). 17 China, que asume crecientemente un papel central en esta conguracin regional, sigue una poltica similar, pero apoyada en mucha mayor medida en el atractivo de su mercado interno y acompaada, como en el caso de Corea y Taiwn, por fuertes inversiones en investigacin y desarrollo destinadas a posibilitar que las empresas locales desarrollen las capacidades necesarias para crear nuevas marcas, productos y procesos que les permitan no quedar sujetas a una insercin subordinada en redes controladas por las empresas

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El rpido proceso de industrializacin de la regin resulta, por consiguiente, de un conjunto complejo de factores estrechamente entrelazados. La escasez de recursos naturales determin, junto con las funciones que cumpli la regin en las anteriores fases de desarrollo capitalista, que tuviera uno de los menores ingresos per cpita (y retribuciones al trabajo). Esto le permiti encarar un crecimiento basado en las exportaciones de manufacturas en un contexto donde la cada de la tasa de ganancia empuja a la internacionalizacin de los procesos productivos y la resistencia obrera a la reduccin de los salarios facilita, en el centro, la entrada de productos intensivos en trabajo. El aprovechamiento de esa posibilidad fue facilitado por la estrechez del mercado interno, que generaba escasas posibilidades para la sustitucin de importaciones, y la ausencia de un ujo signicativo de exportaciones primarias susceptible de sostener un proceso de industrializacin centrado en el mercado interno. Corea y Taiwn adoptan hasta los aos sesenta una poltica industrial orientada hacia este, pero no pueden sostenerla cuando EE.UU. comienza a recortar su ayuda. Las condiciones externas fueron sin embargo decisivas para el xito espectacular de la poltica de industrializacin liderada por las exportaciones. En la primera mitad del siglo XX, Japn que haba adoptado un modelo de industrializacin similar debi recurrir, en un contexto distinto, para asegurar su crecimiento, al militarismo y el imperialismo. Pero adems Corea y Taiwn cuya industrializacin es previa a la internacionalizacin de los procesos productivos debieron, al igual que en su momento Japn, consolidar un Estado capaz de orientar el crecimiento a travs de un frreo control de las variables micro y macroeconmicas y de generar una burguesa nacional en condiciones de competir en el mercado mundial en actividades crecientemente complejas18. El fuerte nacionalismo de la burocracia civil y militar, que cuenta al respecto con un amplio apoyo de masas, encuentra su forma de armacin, en condiciones de extrema dependencia militar y poltica, en el crecimiento econmico y el xito en el mercado mundial de los campeones nacionales. Se trata de un camino que la mayora de los pases de la regin, que tienen en comn una reciente historia de sometimiento colonial,transnacionales con el consiguiente riesgo de apropiarse de una porcin muy limitada del valor generado tot