ciudades latinoamericanas ii

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Dr. Manuel Angel Rodríguez Dr. Jorge Próspero Roze Coordinadores-compiladores Ciudades Latinoamericanas II. Acción política en ciudades de México y Argentina Colección Memoria Universidad Autónoma de Guerrero México 2004 Fundacion IdEAS. Instituto de Estudios Ambientales y Sociales. Argentina

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Page 1: Ciudades Latinoamericanas II

Dr. Manuel Angel Rodríguez Dr. Jorge Próspero Roze

Coordinadores-compiladores

Ciudades Latinoamericanas II. Acción política en ciudades de México y Argentina Colección Memoria Universidad Autónoma de Guerrero México

2004

Fundacion IdEAS. Instituto de Estudios Ambientales y Sociales. Argentina

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Ciudades Latinoamericanas II

INDICE

Nota de los coordinadores-compiladores Manuel Angel Rodriguez – Jorge Próspero Roze

I

Las democracia de los procesos electorales

1 Pobres y Pobreza En Las Elecciones Federales Del 2000 En México

Manuel Angel Rodriguez 1

2 Procesos Electorales En Guerrero: 25 Años De Luchas y Desencuentros

Manuel Angel Rodriguez 13

3 Construcción de ciudadanía y alternancia política municipal en México. Retos e inercias

Jorge Ceja Martinez 22

4 La resistencia social urbana como “desobediencia debida”. El caso de la privatización de los servicios públicos en el Chaco

Jorge Próspero Roze 40

Movimientos sociales de inicio de siglo

5 Sociedad (in)movilizada y pobreza Elsa Patiño Tovar 53

6 Corrupción, democracia y desarrollo económico en Argentina. La mirada de los protagonistas de manifestaciones de protesta

Ruth Sautu, Paula Boniolo, Pablo Dalle, Rodolfo Elbert - Ignacia Perugorría

66

7 Movimientos Sociales e Identidades Colectivas en la Patagonia Norte

Alicia Presti – Marcela Castañon – María Mazzoni

79

8 La ciudad de Buenos Aires, un estudio de espacio-tiempo político Celia Guevara 91

El caso de las Asambleas Populares

9 La configuración del espacio urbano a través del movimiento de las asambleas populares en Buenos Aires

Celia Guevara, Juan Sanguinetti, Paola Soto, Yanina Porta, Adriana Petra, Florencia Clausen.

102

10 La Asamblea Barrial o el intento de nuevas prácticas político-discursivas. Un estudio de caso

Ileana Grisel Adissi 111

11 Las Asambleas barriales como nuevos actores de la gestión pública urbana

Aída Quintar, Tomás Calello, Grisel Adissi

126

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NOTA DE LOS COORDINADORES

Dr. Jorge Próspero Roze Dr. Manuel Angel Rodríguez

Los trabajos que presentamos constituyen una parte del conjunto de ponencias presentadas y debatidas en la Mesa de Trabajo sobre la temática de Ciudades Latinoamericanas de los XXIII y XXIV Congresos de la Asociación Latinoamericana de Sociología -ALAS- realizados; el primero en Antigua, Guatemala entre el 29 de octubre al 2 de noviembre del 2001; y el segundo en Arequipa, Perú, los días 4 al 7 de noviembre del 2003.

Una Mesa de Trabajo sobre “Ciudades...” en un Congreso Internacional de Sociología nos remite rápidamente a las prácticas de los sociólogos urbanos, donde en términos restringidos, disciplinarios, corporativos tal vez su denominación hubiera debido ser “Sociología Urbana”, pero precisamente, la denominación de “Ciudades Latinoamericanas” muestra las características que hacen de los Congresos de ALAS uno de los eventos académicos más importantes del Continente.

La característica sobresaliente de los congresos es la apertura disciplinaria. Constituyen en sentido estricto, Congresos de Ciencias Sociales, más allá de toda determinación académica o científico-corporativa. No importa el origen profesional, todos aquellos que incursionan el análisis de la realidad latinoamericana desde la sociedad, tiene cabida en los Congresos, donde la discusión, las perspectivas, las miradas, los análisis se realizan en los más amplios marcos de la práctica interdisciplinaria.

Las exposiciones de las ponencias son escuchadas, analizadas, discutidas, ampliadas y sugeridas desde una multiplicidad de miradas y perspectivas, en el caso de nuestra comisión de sociólogos, pero también de arquitectos, geógrafos, economistas, antropólogos, abogados, licenciados en filosofía, historiadores, psicólogos, que en los cuatro o cinco días de sesión intercambian los avances de sus investigaciones.

En relación con la mesas de Ciudades Latinoamericanas, se producen otra apertura, -además de disciplinaria-, ahora temática, donde el objeto “ciudad” es analizado desde las diversas prácticas que determinan al objeto ciudad y a los sujetos “ciudadanos” o “citadinos”. Sólo a modo de ejemplo, se hicieron presentes la pobreza urbana; el gobierno de la ciudad, la provisión de viviendas y servicios urbanos; los nuevos espacios de sociabilidad; la construcción y transformaciones del ciudadano; la dinámica de los barrios; la irrupción de los programas sociales; los movimientos sociales, las demandas ciudadanas y sus respuestas, y la construcción de nuevas identidades urbanas.

Frente a similar situación en el Congreso de ALAS en el año 1999 en la Universidad de Concepción, en Chile, publicamos “Ciudades Latinoamericanas. Una visión social del Urbanismo”1, donde hacíamos presente la casi totalidad de las ponencias del evento.

No publicamos las ponencias del Congreso de ALAS del año 2001 realizado en Antigua, Guatemala no obstante la calidad de los trabajos presentados, por lo que decidimos emprender la publicación de las ponencias destacadas de ambos congresos.

La cantidad de trabajos y diversidad temática nos llevó a considerar la posibilidad de realizar una selección temática para el abordaje de la publicación de “Ciudades Latinoamericanas II. Acción política en ciudades de México y Argentina ”, donde seleccionamos una variedad de trabajos vinculados con las expresiones sociales y políticas de la sociedad y la construcción de nuevas formas de acción –o modificaciones en el ejercicio de otras-, que conllevan mas participación, democracia representativa y construcción de ciudadanía en nuestras ciudades latinoamericanas.

1. Fomento Universitas. Colección Memorias. Universidad Autónoma de Guerrero. Guerrero. México. Marzo del 2001. 298 páginas ISBN: 968-6766-01-4

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La primera parte del trabajo se vincula con respuestas derivadas de las conductas electorales. México fue en los últimos años el país donde el impacto en el cambio de las conductas electorales modificó el mapa político. Manuel Angel Rodríguez, analiza en dos trabajos las conductas electorales de los mexicanos y en particular lo ocurrido en el estado de Guerrero, en relación con diferentes fracciones sociales.

La cuestión electoral en relación con la política municipal y la alternancia de los partidos tradicionales es el tema analizado por el Dr. Jorge Ceja, particularmente en el Estado de Jalisco, y los cuatro municipios de Guadalajara.

Cerramos la mirada sobre los procesos electorales con un caso particular en una ciudad del nordeste de Argentina, la provincia del Chaco, donde la masa electoral ejerce la desobediencia a los lineamientos de los partidos tradicionales en una situación vinculada con la privatización de los servicios públicos en la provincia, política emanada de las Agencias Internacionales de Crédito y de los intelectuales orgánicos del neoliberalismo en nuestros países.

En la segunda parte analizamos los movimientos sociales con los que las sociedades se expresan en los albores del nuevo siglo. En México, el movimiento de la sociedad y las organizaciones sociales son analizadas por Elsa Patiño Tovar, a través de la presión corporativa de los aparatos del estado que impiden la expresión de organizaciones independientes.

A partir del 20 de diciembre del 2001, en Argentina la sociedad se expresa masivamente en manifestaciones por diferentes problemas que afectaron al conjunto de la sociedad: la expropiación de los ahorros a través del denominado “corralito” financiero; la devaluación de la masa salarial con el cambio de las reglas del sistema financiero; la desocupación masiva, etc. Un grupo de investigación dirigido por Ruth Sautú investigó la opinión de los participantes de las manifestaciones acerca de la corrupción, uno de los problemas percibidos como fundamentales en la sociedad Argentina.

La movilización social en Argentina es analizada en dos ponencias de distintos grupos de investigadores de Argentina: Al sur de Argentina, el movimiento piquetero que tiene sus inicios en la Patagonia Norte son vistos en el trabajo “Movimientos Sociales e Identidades Colectivas en la Patagonia Norte” de Alicia Presti, Marcela Castañon y María Mazzoni.

Celia Guevara se concentra en la espacialidad y temporalidad políticos en las movilizaciones desplegadas en la ciudad de Buenos aires.

Una tercera parte destinamos al estudio de un fenómeno emergente que en perspectiva puede replantear algunos aspectos de la democracia restringinda a los fenómenos electorales que desplegábamos en los primeros trabajos de este volumen. Hacemos referencia al fenómeno de las denominadas Asambleas Populares o Asambleas Barriales devenidas de las jornadas de diciembre del 2001 en Argentina.

Presentamos tres trabajos con enfoques alternativos Celia Guevara en relación con la configuración de los espacios; los aspectos políticos discursivos enfocados por Ileana Grisel Adissi; y el análisis de los nuevos actores en la gestión pública urbana.

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La democracia de los procesos electorales

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Pobres y Pobreza en las Elecciones

Federales del 2000 en México Manuel Ángel Rodríguez

Introducción

El definir la democracia como el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no reflejaría en toda su dimensión lo que es la democracia moderna.2 Porque si bien la democracia se manifiesta en la selección de los dirigentes gubernamentales3 hoy en día tiene que ver también con la forma y el proceso en que fueron electos los gobernantes.4 Donde la participación debe ser libre con elecciones transparentes y la posibilidad real de cualquiera de los contendientes triunfar. La democracia moderna rebasa los procesos electorales5 y se interna en la separación de los poderes estatales (Ejecutivo, Legislativo y Judicial)6, una prensa libre, autónoma y con acceso equitativo para todos los actores7 y el cumplimiento de un estado de derecho.8 Como se observa, hablar de democracia moderna es mucho más que hablar de un sistema de gobierno, económico o dirección del cuerpo burocrático gubernamental. Sin embargo a pesar de todo lo expuesto no podemos dejar de reconocer que es a través del proceso electoral que podemos designar

2”... porque la democracia es una forma de autodeterminación colectiva - (en) el gobierno del, por y para el pueblo - existe una corresponsabilidad de todos los ciudadanos. Esta responsabilidad ciudadana exige una cultura de la gobernabilidad democrática”. Lechner, Norbert, “Gobernabilidad y democracia” en Revista Etcétera, 9 de noviembre de 1995, México, Pág. 35; " ... Porque la democracia es una forma de autodeterminación colectiva - el gobierno del, por y para el pueblo - existe una corresponsabilidad de todos los ciudadanos. Esta responsabilidad ciudadana exige una cultura de la gobernabilidad democrática". Ibid, p. 35. 3”... la democracia moderna es inconcebible sin una íntima asociación con las elecciones, a tal grado que el indicador fundamental de las sociedades democráticas es la realización de elecciones libres”. Presentación de Agustín Rico y Saldaña, Secretario General del Instituto Federal Electoral en Crespo, José Antonio, Elecciones y democracia, Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática, Instituto Federal Electoral, México, 1995, Pág. 7. 4”La celebración de comicios, en sí misma, no garantiza que los propósitos de la democracia se cumpla. Ello depende del tipo de elecciones, de sus reglas y de las condiciones en que se celebran”. Ibid. , Pág. 25. 5Cfr. Ibid. , Pág. 7. 6 " El meollo del liberalismo es el límite efectivo del poder del Estado frente a la sociedad por la vía de la división de poderes; tal división en México no existe". Meyer, Lorenzo, Liberalismo Autoritario, Océano, México, p. 47-48. 7 "La posibilidad de errar en la elección, o al menos de ser engañados por un candidato en particular, puede disminuir significativamente si a las reglas de la competencia se agrega la de poder difundir libremente ideas, percepciones y datos concretos sobre los contendientes es decir, que se preserve la libertad de prensa, información y expresión". Crespo, Op. Cit., p.22; "... Los medios de información reflejan un grado de pluralidad desconocida hasta hace poco; la red de organizaciones no gubernamentales crece a ritmo exponencial, etcétera. Sin embargo, aún no hay en México una división efectiva de poderes; hoy la presidencia aunque, debilitada sigue manteniendo la simbiosis entre el gobierno y su partido. Las corporaciones continúan imponiéndose sobre los derechos en intereses de sus agremiados. Una justicia, notable por su corrupción e ineficiencia, de poco sirve al ciudadano cuando trata de enfrentarse a la arbitrariedad del aparato estatal. Los medios de comunicación electrónicos continúan manipulando la información según las exigencias gubernamentales, etcétera. El liberalismo político, aunque a la defensiva, aún mantiene su predominio en México". Meyer, Op. Cit., p. 69; "... Somos también testigos de los manejos ideológicos del electorado, mediante la utilización de los medios de difusión masiva, como un elemento fundamental para la distorsión o limitación de una libre y consciente emisión del sufragio. Cabria interrogarse en qué medida incide la no siempre transparente vinculación entre los intereses empresariales monopólicos que detentan esos medios de difusión que detentan esos medios de difusión y los partidos oligárquicos de Estado o de gobierno, en los procesos electorales". Concha Malo, Miguel, “ Los derechos políticos como derechos humanos, concepción y defensa” en Concha Malo, Miguel (Coordinador), Los derechos políticos como derechos humanos, Colección La democracia en México, La Jornada Ediciones, México, 1994, p.26. 8” Se ha insistido en que las elecciones en sí mismas - es decir, el acto de votar - no tienen en realidad mucha importancia para la vida democrática de un país. Que lo fundamental es la existencia de otras instituciones y prácticas democráticas, como la separación de los poderes estatales (el ejecutivo, el Legislativo y el Judicial), la existencia de una prensa libre y autónoma, el cumplimiento de un Estado de derecho, etc. En realidad estas condiciones, tanto como la existencia misma de elecciones libres y equitativas, constituyen los medios más adecuados para cumplir los fines de una democracia política”. Ibid. , Pág. 11.

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nuestros gobernantes con la participación política y el control del gobierno por los ciudadanos9 y la interacción entre partidos o grupos políticos.10 Y es precisamente cuando finaliza este ejercicio que el nuevo gobierno enfrenta su gran reto: gobernar democráticamente.11

El ejercer un gobierno democrático tiene dos niveles:

1- Haber sido electo de manera democrática y por tal razón gozar de legitimidad.12

Esto se logra cuando un gobierno es electo en un proceso electoral transparente13 y donde tanto triunfadores como derrotados tienen la certeza de haber obtenido en las urnas el producto de su fuerza de convencimiento.14 Los primeros tienen conciencia que su triunfo les fue otorgado por los 9 " De la misma forma se vuelve prioritario coadyuvar a la formación de un espíritu crítico entre la ciudadanía que desarrolle en ésta la capacidad de exigencia a los partidos políticos para que sus candidatos sean seleccionados en el marco de una verdadera acción democrática, amplia y abierta y no designados desde la cúpula del poder" Ibid. , p. 35; Como dice Noam Chonsky "... una sociedad es más democrática en la medida en que sus miembros (entiéndase la población entera) se encuentra en situación real de participación, jugando un papel significativo en el manejo de los asuntos que los conciernen". Ibid. , p. 23; "... El ejercicio del poder a favor del interés colectivo y popular se convirtió en la fuente fundamental de legitimidad". Crespo, Op. Cit., p.20. 10Ibid. , Pág. 9. 11” ... junto con la ciudadanía, vigilando y apoyando el estricto cumplimiento de los planes o programas propuestos por los funcionarios electos durante sus campañas previas. Significa en definitiva, el estar convencidos de que con el acto de votar, apenas empieza la tarea de gobernar desde la base”. Concha Malo, Op. Cit. , Pág. 37; “ No es lo mismo tener democracia que gobernar democráticamente. Una vez conquistado un “nivel mínimo” de democracia de cara al autoritarismo, deviene preocupación prioritaria la gobernabilidad, o sea, las condiciones de posibilidad de gobernar en el marco de las instituciones y procedimientos democráticos.” Lechner, Op. Cit., Pág. 22; Cfr. Ibid. , Pág. 7. 12” Los procesos electorales constituyen, pues, una fuente de legitimación de las autoridades públicas. La legitimidad política puede entenderse, en términos generales, como la aceptación mayoritaria, por parte de los gobernados, de las razones que ofrecen los gobernantes para detentar el poder.” Crespo, Op. Cit., Pág. 19; “ La legitimidad de los gobernantes electos directamente por los ciudadanos contribuye, además, a mantener la estabilidad política, pues la conformidad de los individuos suele ser mayor.” Ibid. ,; “ Pero hay otros requisitos que, en la medida en que se cumplan, pueden brindar mayor legitimidad política: a) Deben ponerse en disputa los distintos cargos en todos los niveles del poder, hasta alcanzar la jefatura de gobierno, puesto en el que recae la mayor proporción de autoridad, aún cuando el poder esté distribuido entre varios organismos e instituciones; b) El sufragio debe poder omitirse de manera enteramente libre por los ciudadanos y su voluntad respetarse completamente; El electorado es decir, el sector de la población con derecho a sufragar, debe ampliarse a toda la población adulta, sin tomar en cuenta criterios de sexo, raza, clase social, instrucción o costumbres.” Ibid. , Pág. 23; "... La selección es una regla fundamental para el funcionamiento de la democracia y para hacer efectivo el control de que disponen los ciudadanos sobre sus representantes no tendrían la motivación de gobernar de acuerdo con la voluntad general de su electorado, pues su futura carrera política no depender ya de éste, y no habría necesidad de quedar más o menos bien con los electores". Crespo, Op. Cit., p. 36; " En el núcleo central de esta tesis - la crisis de la democracia - se afirma que en una democracia es tanto más frecuente cuando más organizada está y que el aumento de la participación política debe ir acompañado por una institucionalización ( legitimación y aceptación) de los procedimientos y organizaciones políticas. Si por el contrario disminuye la autoridad política se sigue como consecuencia la ingobernabilidad del sistema". Pasquino, Gianfrano, "Gobernabilidad" en Bobbio, Norberto et. al., Diccionario de Política, Siglo XXl, México, 1981, p.196. 13 Sin embargo en los aspectos electorales en México “... la experiencia más común es la que tiene que ver con las trampas en el momento de la votación. Deben mencionarse las violaciones de urnas para la sustracción o sustitución de papeletas electorales, cuando se presume que éstas favorecen a la oposición; la alteración de los resultados finales de los escrutinios; la existencia de personas poseedoras de múltiples credenciales para votar; las alteraciones del padrón; la práctica del “carrusel” o la “rueda de caballos”; el voto de personas ya fallecidas y de menores de edad; la estructuración de programas sociales con propósitos partidistas y electorales; el soborno del voto; el voto cautivo por intereses corporativistas; algunas prácticas coercitivas de los promotores del voto; la dilación en la comunicación de resultados. Todo ello bajo la “estricta” vigilancia de los órganos “competentes”... constituidos verticalmente, viciados de origen o merecedores de una dudosa credibilidad, integrados básicamente por funcionarios vinculados a los partidos oficiales.” Concha Malo, Op. Cit., Pág. 27; “Como se ha indicado, la principal causa política de desinterés por los asuntos públicos de la representación popular en nuestro país, es la existencia del fraude electoral, o la percepción de que el sufragio emitido no es tomado en cuenta.” Ibid. , Pág. 30; “ A la luz de los fraudes electorales que frecuentemente tienen lugar en nuestra patria, tanto a nivel estatal como federal, parecería que en nuestro país están puestas las condiciones para que el Estado viole los derechos políticos de toda la población.” Ibid. , Pág. 33. 14”... si se disputa el poder en condiciones equitativas, los candidatos y partidos que aspiran al poder y los grupos y ciudadanos que los respaldan renunciarán más fácilmente a la violencia como medio para acceder al gobierno.” Crespo, Op. Cit., Pág. 25; “... se necesita que en efecto se contienda con reglas definidas e igualitarias, de modo que quienes pierdan en el juego político tengan pocos o ningún incentivo para desconocer el veredicto, y se conformen con el resultado.” Ibid. , Pág. 26 - 27; La "definición mínima" de la democracia propuesta por Bobbio podría ser la siguiente: la

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electores que sufragaron a su favor y los segundos aceptan el dictamen de las urnas como un hecho indiscutible.15 De esta manera los vencidos no pueden buscar en las calles lo que no obtuvieran en las urnas. Las protestas pos - electorales no tienen cabida porque serian rechazadas por la sociedad.16

2- Gobernar para toda la sociedad17 sin distingo de ninguna clase (política, etnográfica, religiosa, etc.)

Si bien es cierto que la finalidad de cualquier grupo que llega al poder18 es el de ostentarlo de manera indefinida para lograr esto no debe usar los presupuestos públicos de manera privilegiada.19 Las vías para conservar el poder para aquellos que administran las estructuras de

democracia resulta de la suma de dos elementos esenciales, el principio " a una cabeza un voto", en el que se basa el sufragio universal, y la regla de la mayoría, al aplicar la cual cada individuo debe contar ( antes bien, ser contado) por uno y ninguna debe contar menos que el otro". Bovero, Michelangelo, "Los adjetivos de la democracia", Fotocopia, México, S/N. 15”... para obtener la conformidad de quienes resultan perdedores en los comicios y que evidentemente son los que tienen motivaciones para impugnar los resultados, se hace imprescindible realizar elecciones transparentes, vigiladas y equitativas, de modo que su veredicto sea lo suficientemente creíble para el conjunto de los participantes... “ Ibid. , Pág. 31; “... los contendientes que pierdan los comicios tendrán pocos elementos para impugnar el veredicto. [ ...[ Sentirán menos irritación e inconformidad al saber que fueron derrotados en buena lid.. “ Ibid. , Pág. 34; " Lo más importante es que los comicios cumplen con un mínimo suficiente de imparcialidad, limpieza, equidad y transparencia, con el fin de que todos los interesados sepan a ciencia cierta quién ganó y quién perdió de modo que los que resulten derrotados en la justa electoral tengan que reconocer que fueron vencidos en buena lid y que renuncian por lo pronto a su pretensión de ocupar el cargo por el cual contendieron. Crespo, Op. Cit., p. 58 .59. 16 “... el candidato o partido que incurra en esa actitud ( la de llevar a cabo protestas poselectorales) sin fundamento, como una estrategia alternativa para conseguir ilícitamente lo que no obtuvo en las urnas, correrá el riesgo de quedarse aislado, y de perder cualquier credibilidad que tenga frente a los ciudadanos y demás actores políticos.” Ibid. 17 “... el ejercicio del poder en favor del interés colectivo y popular se... - debe convertir - en la fuente fundamental de legitimidad.” Ibíd. , Pág. 20; “ ... sí es posible determinar si las ventajas de que pueda gozar un partido, típicamente el partido en el gobierno, son o no decisivas en el resultado.” Ibíd. , Pág. 26; " La cultura política les permite a aquellos ( al proceso y al sistema democráticos) autogenerarse y autoproducirse, extenderse y defenderse. La cultura política de la democracia supone y sugiere actores sociales, prácticas políticas, soluciones institucionales de naturaleza democrática; la tolerancia de las diferencias y las divergencias; supone la aceptación de la legitimidad de los conflictos y la necesidad de procedimientos legales para dirimir y obligar a buscar instrumentos y mecanismos de diálogo, negociación y concertación". Carpizo Mc gregor, Jorge, "reflexiones a la democracia. " Internet htpp// days. 18 " Los partidos políticos son entes que se organizan específicamente para conquistar el poder". Crespo, Op. Cit., p. 29. 19Cfr. Rodríguez, Manuel Ángel, Elecciones y Pronasol en el estado de Guerrero: una visión crítica, Ponencia presentada en el XX Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología en la Comisión # 5, México; “ Se denunció reiteradamente el empleo de los recursos gubernamentales a favor de los candidatos del Partido Revolucionario Institucional.” Acosta, Mariclaire, “Elecciones en México: la sociedad civil y la defensa de los derechos humanos” en Concha Malo, Op. Cit., pág. 129; Ha sido práctica común en México durante las campañas electorales “el dispendio de recursos públicos en la campaña priísta, la manipulación de las listas de electores, la parcialidad de los organismos electorales, la denegación de justicia electoral y las grotescas caricaturas de calificación electoral... “ Apuntes sobre el fraude electoral en México, Coordinación del Área Electoral del Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática, Expofraude 92, una exposición singular,” México, S/N; “ Tales estrategias incluyen la manipulación del registro de electores, el desvío de recursos públicos para favorecer al partido oficial, así como operativos que implican la inducción del voto, la presión y la coacción contra los electores y la violación del secreto del voto.” Ibid. , S/N; “ Es notable la cifra de las casillas donde los electores mostraban su voto ( 18.58%) especialmente en el estrato más rural. Las Guías de los Observadores contienen una amplia variedad de detalles ilustrativos de una especie de “arreglo” que parecía obligar al votante a mostrarle a alguien por quién había votado.” Ibid. , S/N; Aunque mostrarle el voto puede no ser una irregularidad, es una práctica que implica la existencia de uno o varios delitos electorales y que afrenta e indigna por la manipulación de las necesidades y carencias de la población de escasos recursos. También descubre la fuerza y el nivel de la compra y la presión ejercida sobre los electores.” Informe de Alianza Cívica Observación 94, La calidad de la jornada electoral del 21 de agosto de 1994, México, Pág. 10; “Los observadores de Alianza Cívica encontraron que se coaccionó o presionó en forma directa a los electores... a) Se hablaba con los electores en la fila o dentro de la casilla para presionarlos...; b) Se hizo propaganda directa a favor de un partido dentro de la casilla... ; c) Alguien daba dinero u objetos en ... las casillas ; d) Se llevaba lista y se palomeaba a los que iban votando; e) ... se amenazó directamente a los electores.” Ibid. ; " El PRI se orienta frecuentemente a los estratos socioeconómicos más bajos. Son estos precisamente los que necesitan más trabajos, bienestar y mejoras en sus barrios o localidades, y el partido les sirve como bolsa a través de la cual pueden articular sus demandas, a sabiendas de que a veces son atendidas". González Casanova, Pablo, "El estado y los partidos políticos en México: el

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gobierno en los regímenes democráticos es realizando una obra de gobierno a satisfacción tanto de los electores que votaron a su favor como de aquellos que optaron por otra formula política20. Llegado el momento de elegir a aquellos que dirigirán los destinos del gobierno los electores pasaran revista de la actuación realizada premiando o no con su voto la gestión gubernamental.21

La administración pública no debe ser campo de dirimir luchas políticas y mucho menos electorales22. No debe ser instrumento para castigar aquellos que piensan diferente al que ostente el poder hasta doblegarlo.23

PRI, Síntesis # 6 Revista Documental de Ciencias Sociales Iberoamericanas, Madrid, 1988, p. 122-123; " El sistema político antidemocrático de México que conocemos adquirió sus características centrales hace más de medio siglo: 1- un presidencialismo agudo, extremo, que impidió el funcionamiento de cualquier división de poderes, ya fuese funcional o territorial; 2- un partido de Estado omnipotente; 3- una oposición partidista más formal que real; 4- el predominio de una cultura cívica clientelar que tendía a dejar la gran política en manos de los "profesionales". Meyer, Op. Cit., p.25 20 " Siempre que un sistema legal incluya los derechos y garantías del constitucionalismo occidental, y existan poderes públicos con la capacidad y disposición de imponer esos derechos y garantías incluso contra otros poderes públicos, el Estado y el orden que él ayuda a implantar y reproducir son democráticos". O´ donell, Guillermo, Estado, democratización., Nueva Sociedad # 128, Venezuela, p. 74. 21” ... Las elecciones en los países democráticos se hacen con una periodicidad regular, que permita a la ciudadanía hacer una evaluación del papel de su representante ( o presidente cuando es el caso), y así poderlo ratificar en su cargo o sustituirlo por otro aspirante. En regímenes donde no hay elecciones o éstas no cumplen eficazmente su función de control, los gobernantes se ven eximidos de ser llamados a cuentas políticamente...” Crespo, Op. Cit. , pág. 15; " En cualquier país democrático, cuando un partido en el poder fracasa en alcanzar las metas que se propuso como proyecto, normalmente es sustituido por otro partido a través del voto ciudadano. Eso es lo que en general constituye la responsabilidad política de los partidos que llegan a formar gobierno. La posibilidad de premiar o castigar en las urnas a un partido en el poder - sea para refrendar o para removerlo - constituye uno de los mecanismos esenciales de la democracia política, para así estimular a esos mismos partidos a gobernar de la mejor manera posible, en términos sociales y colectivos, si es que quieren continuar en el poder". Crespo, Op. Cit., p. 19; Karl Deutsch en su trabajo Política y Gobierno señala que " afirmar que un individuo o grupo que ostenta poder es responsable ( Accountable) ante alguna otra persona o grupo, significa varias cosas a la vez. En primer lugar significa que existe un canal de comunicación por cuyo conducto se transmiten señales acerca del comportamiento del actor responsable a sus controladores, o sea, a aquellos ante quienes es responsable. En segundo, significa que sus controladores están recibiendo e interpretando estas señales, comparándolas con sus propias memorias relativas a sus acciones u omisiones que recompensarán o castigarán y dentro de que límites. En tercero, significa que sus controladores tienen un canal por cuyo conducto pueden aplicar efectivamente estas recompensas o castigos al actor que controlan y que pueden actuar así y están motivados para ello". Crespo, Ibid. , p. 20; "... Karl Deutsch define la responsabilidad como "[...] ser controlado por alguien: aquellos ante quienes es responsable un actor, son sus controladores". Ibid. ; " Solamente un gobierno que se base en la eficacia y en el consenso es un gobierno plenamente legítimo y así pues, en los sistemas políticos contemporáneos, cada vez más la legitimidad es el producto de las prestaciones gubernamentales que satisfacen las exigencias de amplios grupos sociales". Gianfrano, Pasquino, "Gobernabilidad" en Bobbio, Op. Cit., p. 194. 22 " A menudo, a los beneficiarios de estos dos programas se les decía que si el PRI perdía las elecciones, nadie podía garantizar que el nuevo gobierno continuara desembolsando lo que quedaba por pagar. Se trataba de una advertencia muy realista, sobre todo porque el gobierno se había encargado de que gran número de programas estuvieran a medio hacer para la fecha de las elecciones. Pude observar con mis propios ojos algunas de estas tretas electorales cuando visité San Miguel Xicó, una población de clase obrera a unos 60 kilómetros al este de la Ciudad de México, donde los habitantes me explicaron cándidamente las extrañas circunstancias que los habían llevado a votar por el PRI, aún cuan do no simpatizaran con el partido". Oppenheimer, Andrés, México: en la frontera del caos, Javier Vergara Editores, México, 1996, p. 155. 23Cfr. Rodríguez, Ibid. ; “ Gracias al monopolio de recursos escasos, el cacique no solo controla a los ejidatarios, sino también a los demandantes de tierra. Además, ser ejidatario significaba pertenecer al PRI. En buena medida fue a través de la estructura ejidal que el partido oficial logró intercambiar un derecho político por un beneficio económico”. Calderón Mólgora, Marco Antonio, Violencia política y elecciones municipales, Tesis de Maestría, Colegio de Michoacán, México, pagina 119; “El cacique se transforma entonces en un elemento indispensable de articulación en los procesos electorales.” Ibid. ; Señala Karl Popper que " lo que esencialmente distingue a un gobierno democrático de uno no democrático es que solamente en el primero los ciudadanos se pueden deshacer de sus gobernantes sin derramamiento de sangre. Solamente allí donde las reglas son respetadas el adversario ya no es un enemigo ( que deba ser destruido), sino un opositor que el día de mañana podría tomar nuestro puesto". Bobbio, Norberto, El futuro de la democracia, Fondo de Cultura Democrática, México, 1989, p. 31; " El principio de pluralidad no se reduce a una noción cuantitativa, de sentido numérico, sino que implica el reconocimiento genuino del otro y de su derecho a ser diferente, a militar en un partido distinto, es decir, a ser visto no como enemigo al que hay que eliminar, sino como adversario, con el que hay que pelear, pero con quién se pueden confrontar ideas y debatir con base en argumentos diferentes". Peschard, Jacqueline, La cultura política democrática, IFE, México, 1994, p. 29; " La tolerancia representa

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El haber sido electo dentro de un proceso transparente y el gobernar con igualdad para todos genera en la sociedad confianza hacia el gobierno creándose un lazo entre gobernantes y gobernados mucho más fuerte que las inevitables rupturas causa de los conflictos.24 En todo régimen existen grados de gobernabilidad25 donde la relación entre gobierno y sociedad tiene sus altas y sus bajas.26 Estas diferencias en los gobiernos democráticos se resuelven mediante el dialogo27 entre los diferentes actores políticos para mantener la gobernabilidad para bienestar de toda la sociedad.

Procesos electorales y territorio

Un problema que el sistema capitalista no ha podido resolver es el de los pobres. En sus inicios el remontar la pobreza por aquellos que la sufrían era un asunto personal. Mientras por un lado recibían salarios míseros por el otro se les exigía cubrir los gastos de subsistencia y hasta abatir su pobreza. Paulatinamente el estado cobró conciencia que de continuar esa política los pobres, los asalariados, motor del sistema sucumbirían y optaron por paliar sus condiciones de vida. Sin embargo nunca han enfrentado el problema con verdadero interés de solucionarlo de manera profunda, en sus raíces, en las verdaderas causas. Mientras existan pobres tendrán no solo mano de obra dócil sino también un sector de la población de fácil cooptación política.

Si bien la pobreza implica el no tener acceso a una serie de bienes y servicios que proveen los mínimos de bienestar sus manifestaciones más claras lo son:

1- Alimentación inadecuada o desnutrición28

el respeto por las opiniones de los demás así como el reconocimiento del derecho de disentir de esas mismas opiniones en el marco de la ley. Aprender las reglas de la tolerancia implica desterrar la violencia y los prejuicios. La tolerancia se contrapone a la violencia porque rechaza el método de la coacción hacia un individuo o un grupo, sólo recrudece la política como bloques contrapuestos y se aleja cada vez más de la democracia.". S/A, " Tolerancia y democracia", Periódico Crónica, México, 1996, p.13; " La política no es sólo voluntad de poder, es también búsqueda de acuerdos". Ibid. 24 Antonio Camou dice que: ”Debemos ver la cultura no tanto un “entorno” más o menos favorable como un recurso básico de la gobernabilidad. Me refiero a una cultura de responsabilidad y tolerancia y destacó, en particular, un factor crucial: la confianza. Son los hilos tenues, apenas visibles, de la confianza mutua los que tejen entre gobernados y gobernantes un lazo más fuerte que los inevitables conflictos y desencuentros.” Lechner, Op. Cit. , pág. 17. 25Como nos señala Norbert Lechner en su articulo que comenta a Camou es que “... la gobernabilidad democrática es una responsabilidad de todos.” Que esta “... no es una cuestión de principios, sino un asunto de grados.” Y que “... lo normal son un mayor o menor grado de gobernabilidad. Habitualmente existen desajustes parciales entre demandas sociales y respuestas gubernamentales y, por ende, conflictos sectoriales. “ Ibid. , Pág. 35; “ La gobernabilidad y la ingobernabilidad no son pues fenómenos acabados, sino procesos en curso, relaciones complejas entre los componentes de un sistema político.” Pasquino, Gianfrano, “Gobernabilidad” en Bobbio, Norberto; Matteucci, Nicola y Gianfrano, Pasquino, Suplemento del Diccionario de Política, Siglo Veintiuno Editores, México, 1988, Pág. 192; “... No hay grados adecuados de gobernabilidad sin una relación adulta entre ciudadanos y gobierno. La responsabilidad ciudadana es una premisa de la gobernabilidad democrática.” Lechner, Op. Cit., Pág. 35. 26” La disminución de confianza de los ciudadanos respecto de las instituciones de gobierno y la falta de credibilidad en los gobernantes provocan automáticamente una disminución de las capacidades de estos últimos para afrontar los problemas, en un círculo vicioso que puede definirse como la espiral de la ingobernabilidad.” Ibid. , Pág. 196; “... La gobernabilidad democrática no es sino un gran proceso de aprendizaje.” Lechner, Op. Cit., Pág. 35. 27 " Tampoco podrá florecer una cultura política democrática si las instituciones gubernamentales y de representación funcionan a partir de criterios de unanimidad y no de construcción de consensos o acuerdos capaces de recoger la pluralidad política de una sociedad". Peschard, Op. Cit , p. 42; "... todo eso representa un enorme cambio en nuestras costumbres y tradiciones políticas: aceptar la existencia del otro, dialogar, convivir y competir con el, saber ganar y aprender a perder. Pero hay algo más: la modificación en el sistema de partidos impacta y acarrea modificaciones en el sistema de gobierno. Unas elecciones cada vez más competidas con su cauda de cambios en las posiciones de gobierno, con oscilaciones en la votación de las diferentes ofertas, con la eventual inexistencia de mayorías absolutas...". Becerra, R. et. al., La reforma electoral de 1996, Fondo de Cultura Económica, México, 1997, p. 14; Dice Albert Hirschman que "los modernos regímenes pluralistas aparecieron típicamente, según se reconoce cada vez más, no debido a algún amplio consenso preexistente de los valores básicos, sino más bien debido a que diversos grupos... tuvieron que reconocer la mutua incapacidad de dominar e imponer un método unilateralmente favorable... estos procesos políticos reales generan instituciones democráticas, ellas se vuelven las encargadas de encauzar, de regular y naturalizar a la nueva situación democrática". Ibid. , p. 19. 28 “En México se calcula que hay 26 millones de mexicanos que viven en pobreza extrema y marginación; según estimaciones del Programa Nacional de Educación y Alimentación (Progresa), la mayoría de estos compatriotas enfrentan los problemas que este fenómeno propicia: desnutrición y falta de educación principalmente.” Espíndola H.,

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2- Analfabetismo29

3- Difícil o nulo acceso a la salud30

4- Bajos o nulos ingresos 31

Pero en el fondo de todos estos subyace la causa principal de la pobreza: la concentración de la riqueza32 y como consecuencia una deficiente distribución de esta. Mientras no exista una

Jorge, “Busca Progresa atender a 4 millones de familias”, El Financiero, 14 de septiembre de 1998, México, P. 64; “... dos terceras partes de la fuerza laboral en el país subsisten con ingresos inferiores a los dos salarios mínimos, mientras que una tercera parte obtiene ingresos aproximados a dos dólares diarios (18 pesos) de los cuales 50 por ciento lo destinan a la compra de alimentos; en este marco existen cifras de que la desnutrición se presenta en 53.1 por ciento del total de la población”. Gómez Salgado, Arturo, “Pobreza, el gran ausente en el informe de Zedillo” El Financiero, 31 de agosto de 1998, México, P. 20; “... en los cuatro años de la actual administración, el número de indigentes – personas que no tienen ni para comer – paso de 20 a 26 millones, en tanto que 40 millones más padecen la pobreza extrema.” Gómez Salgado, Arturo, “Aumente 300 % el número de mexicanos en extrema pobreza debido al modelo zedillista”, El Financiero, 2 de septiembre de 1998, México, P.20; “ ... 20 millones sobreviven con ingresos inferiores a los dos salarios mínimos que de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) apenas son suficientes para adquirir la tercera parte de los artículos de la canasta obrera indispensable, de la cual quedan excluidos productos cárnicos, lácteos, frutas y verduras.” , Ibid. ; “ ... Lawrence Klein, decano de economía y finanzas de la Universidad de Pennsylvania y Premio Nóbel de Economía en 1980: “México tiene la brecha más grande entre ricos y pobres respecto a varios países y es firme el crecimiento de este grado de inequidad.” , Sin autor, “ Política social: lV Informe de Gobierno”, Página Uno / Periódico Uno más Uno, 6 de septiembre de 1998, México, P.8”; Las difíciles condiciones económicas generadas durante el período 1988 – 1994 agudizaron las condiciones de pobreza y miseria (extrema pobreza) y limitaron las oportunidades de alimentación y salud para los mexicanos con menores ingresos, a pesar de la existencia de programas gubernamentales para la atención de estos sectores.” Rudiño, Lourdes Edith, “Brutal concentración de la riqueza en 10 % de los mexicanos”, E l Financiero, 5 de octubre de 1997, México, P. 4; “ Julio Bolvitnik “ señala que hace 35 años una familia requería 3.5 salarios mínimos para adquirir la canasta básica; en 1977, se necesitaban solo 0.5 y hoy día son indispensables 6.5.” Ibid. ; “ Según el informe “ Hambre en una Economía Global, 1998”, Estados Unidos detenta la mayor desigualdad salarial entre los países industrializados y cuenta con alrededor de cuatro millones de hogares con niveles moderados o altos de hambre.” S/A, “En los países ricos persiste la pobreza”, El Reportero, 19 de octubre de 1997, Chilpancingo, Guerrero, México, P. 8; “ Mil 300 millones de personas viven con menos de un dólar por día, constato la ONU ayer en ocasión de la Jornada Internacional para la Erradicación de la Pobreza.”, Ibid. ; “En 1996, según FORBES, las fortunas agregadas de los 15 billonarios mexicanos sumaban 25.6 mil millones de dólares. Ese mismo año la Encuesta de Alimentación y Nutrición reveló que “el gasto familiar para la alimentación no rebasaba los tres pesos diarios por miembro (que expresados en dólares al tipo vigente en ese año equivalían a 0.38 centavos de dólar)... “, S/A, Política social..., P. 8; “ Hay 42 millones de mexicanos que viven con menos de un dólar diario.” S/A, “ Política social: lV Informe..., P.8 29 “ Alrededor de 50 por ciento de hombres y mujeres pobres de 15 años y más no terminaron el ciclo de primaria, en comparación con el 20 por ciento de los no pobres.” S/A, “Diagnostico de la pobreza según Progresa”, El Financiero, 5 de octubre de 1997, P.5. 30 “ Los pobres sufren mayor mortalidad y prevalencia de enfermedades de enfermedades; la mortalidad infantil es el doble entre la población pobre respecto de la que no es. [...] Los pobres son quienes menos utilizan los servicios de salud por razones de costo y acceso. 1995:... En los medios rural y urbano hay una incidencia de mortalidad infantil de 49 por ciento en la población pobre y de 24 en la no-pobre. La cifra estrictamente rural se agudiza, la incidencia es de 61 por ciento en los pobres y de 28 en los que no lo son. La carencia de atención médica prenatal puede tener implicaciones en la salud del individuo durante toda su vida. En el medio rural 29.5 por ciento de las mujeres pobres no reciben este servicio, mientras que solo 5 por ciento de las mujeres no pobres carecen de el.” Ibid.; “ ... En Estados Unidos el país más prospero del mundo, donde cada hora muere una persona por causas relacionadas con la pobreza.” González García, Roxana, “ En la pobreza la cuarta parte de la población mundial, dice la ONU” El Financiero, 5 de octubre de 1997, México, P. 34. 31 “ ... 56 por ciento de los empleados de la región (América Latina) –pertenecen- a la denominada economía informal.“ Howard, Georgina, “ En la pobreza, uno de cada 3 hogares mexicanos”, El Financiero, 11 de septiembre de 1997, México, P. 29; “ En el primer decil, donde se concentra la población nacional en condiciones de franca subsistencia la caída del gasto apenas fue de uno por ciento, porque esas personas “ya no tienen donde hacerse[...]. Ir más abajo significaría morirse...” Rudiño, Op. Cit. , P. 4; “... 10 por ciento de los hogares más pobres de México sufrió la disminución de su participación en el ingreso nacional de 1.7 en 1981 a un nivel actual de 1.6 por ciento.” Rodríguez López, Leticia, “Poca atención al bienestar social”, El Financiero, 23 de octubre de 1997, México, P. 28; “ De acuerdo con las Encuestas de Ingreso de los hogares, publicada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el 40 % de la población más pobre vio reducir su participación en el ingreso de las familias del 14.36 del total en 1984 a 12.65 en 1994.” S/A, Política social: lV Informe..., P.8. 32 “ De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Ingreso – Gasto de los Hogares (ENIGH) de 1989, 1992 y 1994, realizada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), se advierte la brutal concentración del ingreso en 10 por ciento de la población más rica del país – quienes obtienen más de ocho salarios

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distribución equitativa de la riqueza no estaremos en el camino de lograr la democracia. Siendo evidente todo lo anterior en el sector rural más que en el urbano.

La solución de la pobreza no se circunscribe solo a un cambio de la política económica sino que también tiene que ver con una mayor democracia entendiéndose ésta como una distribución de la riqueza más justa33.

El pobre se encuentra en situación de indefensión no-solo porque carece de bienes materiales sino también por no de poder elegir libremente las autoridades de gobierno. Las necesidades apremiantes del indigente no le permite obtener el costo – beneficio del voto que el quisiera y se merece. Sino que esta a expensa del clientelismo y el caciquismo. El primer caso se sustenta en las relaciones autoritarias que imperan entre los diferentes niveles de gobierno y la ciudadanía. Los grupos más empobrecidos de la sociedad se encuentran indefensos ante las instancias gubernamentales teniendo que aceptar las condiciones que estas les imponen para recibir beneficios que por ley les corresponden. Beneficios sociales como lo son tarjetas de tortibonos y fertilizantes entre otros son entregados a los incondicionales y en algunos casos vía líderes partidarios generándose de esta manera una relación clientelar. Las relaciones de cacicazgo tienen su origen en la concentración de la riqueza que en poblaciones pequeñas traen aparejado el control político. En estas localidades encontramos que el grado de marginalidad fluctúa entre ALTA y MUY ALTA y las posibilidades de encontrar trabajo las podemos clasificar como muy baja. Ante estas condiciones el campesinado asalariado vive sometido a los designios del propietario. De igual manera los que son productores quedan supeditados al círculo de influencia de este que acapara la producción bien por deudas contraídas, coacción o por ser el único que posee el transporte adecuado para llevarla al mercado. Esta subordinación rebasa el aspecto laboral y económico: condiciones de trabajo, salarios, precios de productos, créditos, etcétera, sino que alcanza el aspecto político. El propietario también decide, por convencimiento, en algunos casos pero más por coacción, la preferencia electoral de los subordinados y su familia. El tener un criterio diferente de aquel que tiene el control económico y político de la localidad puede acarrear perjuicios para los osados. Ante una situación de autoritarismo y pobreza como la que hemos descrito es relativamente fácil conocer las preferencias electorales y establecer control sobre el sentido del voto. Como resultado aquellos que sufraguen por un partido diferente al partido que representa el cacique quedaran relegados en el momento de distribuirse beneficios entre la población y de los cuales están urgidos. Su subsistencia y la de los suyos depende de la decisión del cacique que es implacable en su venganza con los que deciden alejarse del redil.

POBREZA Y ELECCIONES EN MÉXICO

mínimos por hogar.” Rudiño, “ Brutal concentración...”, Op. Cit., P. 4; “ ... Rafael Mendoza toro, analista del INEGI, precisa que si se pudiera tener más desagregada la información del decil diez – donde confluye un abanico muy amplio de profesionistas con ingresos superiores a los ocho salarios mínimos y grandes empresarios citados por Forbes – podría afirmarse que solo 1 por ciento de la población está gozando de las mejores condiciones de ingreso y bienestar.” Ibid. ; “ La mala distribución de los ingresos han sido la causa principal en el agudizamiento de este mal en la mayoría de los países del mundo, donde los ricos y los pobres más pobres...” González García, Op. Cit. , P.34; Carlos Tello Macias, director del Instituto Nacional Indigenista (INI) señala que en lapso de tres lustros “la población se ha empobrecido, la desigualdad social ha crecido y no se ha logrado combinar el crecimiento económico con equidad y justicia social, más aún “nos hemos alejado de ello.” Rodríguez López, Op. Cit., P.28; “Tello Macias continua diciendo que “lo social ha permanecido en rezago dentro de la política económica. [...] Hace una década 10 por ciento de los hogares más ricos del país concentraba un tercio del ingreso nacional, en 1994 su poderío se elevó hasta representar 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).” Ibid. Finaliza Carlos Tello señalando que “solo el 10 por ciento de los ricos aumentó su participación en el ingreso durante 1994” y que la política económica ha propiciado la concentración del ingreso multiplicando la pobreza. Ibid. 33 Julio Bolvitnik ha señalado que “más que la política social, la económica es la responsable de la pobreza que sufren 70 por ciento de los mexicanos”. Rudiño, Op. Cit. ; Señalando también que “en las naciones desarrolladas la pobreza podría eliminarse en plazos cortos sin disminuciones sustanciales en la desigualdad, vía programas asistenciales. Pero en México esto no podría ocurrir en un lapso menor al de dos generaciones”. Ibid.

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70%

Metrópolis Cds.Grandes

Cds.Medianas

Cds.Pequeñas

MunSemiUrb

Mun Rurales

Pct Salario mínimo PctHogProgresa F. Labastida

En México el 47.98 % de los ayuntamientos están considerados de ALTA Y MUY ALTA marginalidad y estos se encuentran en las zonas rurales principalmente. Como hemos señalado en este trabajo esta situación económica ha tenido repercusiones en el aspecto político electoral.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha obtenido mejores votaciones en aquellos municipios que tienen como característica el ser rural y de MUY ALTA y ALTA Marginalidad. En el siglo XlX la esclavitud siguió la ruta del azúcar y en el México moderno el voto priísta ha transitado victoriosamente por los ayuntamientos pobres. Que como hemos señalado anteriormente son los rurales.

Si observamos la gráfica encontramos lo que ha sido una constante en las elecciones federales en México. En la medida en que nos movemos de las metrópolis hacia los municipios rurales34 el voto priísta se va incrementando. De la elección presidencial de 1994 a la del 2000 hubo un descenso significativo del PRI. Sin embargo en todas estas elecciones conservo en el sector rural su más alta votación. No es gratuita la aseveración, expresada por propios y extraños, que el PRI tenia su reserva para triunfar en el voto verde, el voto rural. El señalar que el PRI obtiene una mejor votación en las zonas rurales es mas que decir que en esta región de la república los electores están mas convencidos de la ideología tricolor, que puede ser, que en el resto del país. Estamos hablando de la zona más pobre de la república con toda la carga económica, política y electoral que ya hemos señalado. Le atribuimos a esos factores el que en la medida en que nos movemos de las metrópolis, menos pobreza, hacia los municipios rurales no solo se incrementa el apoyo del programa Progresa sino que también el porcentaje de votos que obtiene el PRI. Existiendo en esta zona una cercanía muy próxima entre el porcentaje de Progresa y Labastida.

Este comportamiento electoral se puede explicar, entre otros, por los siguientes aspectos:

1- Las condiciones clientelares y en ocasiones caciquiles a que son sometidos habitantes de estos ayuntamientos.

2- Las condiciones socioeconómicas que los mantiene en esa condición de dependencia (analfabetismo, hacinamiento familiar, bajo ingreso económico o desempleo, localidades pequeñas y sin servicios básicos como lo son agua, drenaje, electricidad, etc.) los hacen fácil presa de la coacción o la amenaza para que depositen su voto en determinado sentido.

34 Para efectos de este trabajo asumimos la clasificacion que realizo la Fundacion Rosenblueth que para Metrópolis señala a la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey y los Municipios Rurales aquellos cuya cabecera municipal no llega a los 5,000 habitantes.

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50%

60%

Metrópolis Cds.Grandes

Cds.Medianas

Cds.Pequeñas

MunSemiUrb

MunRurales

D.Fernández PAN-97 V. Fox

3- La urgente necesidad de apoyos gubernamentales (tortibonos, abono y semilla para la siembra, láminas de cartón para su vivienda, agua para sus cultivos, etc.) no les permiten emitir un voto verdaderamente libre.

Sobre sus cabezas pende la espada del retiro de estos apoyos en caso de votar por un partido diferente al que sostiene las oficinas gubernamentales que les proveen de los paliativos para su supervivencia.

La competencia electoral en México se ha incrementado de manera importante a partir de 1989 año en que se funda el Partido de la Revolución Democrática (PRD). A partir de esta fecha no ha existido una elección donde el PRI no haya perdido algún puesto de elección popular. Se inicio con los triunfos electorales de la oposición en los municipios, capitales de estatales, diputaciones locales, siguiendo con las gubernaturas, diputaciones federales y en la ultima elección federal la Presidencia de la República.

Mientras el PRI obtenía su cauda de votos en las regiones rurales el Partido Acción Nacional (PAN) tenia su mejor votación en las regiones urbanas. En las ultimas tres elecciones federales el PAN obtuvo sus mejores votaciones en las Ciudades Grandes35 y Metrópolis respectivamente.

Cuando observamos la gráfica salta a la vista que en el triunfo panista del 2 de julio de 2000 tuvo una importancia decisiva la votación urbana si bien logro un incremento homogéneo en las diferentes regiones poblacionales de México, aunque los incrementos más significativos se encuentran donde el albiazul obtenía una buena votación de manera histórica. Con este incremento sensible logra triunfar en tres regiones, empatando con el PRI en las Ciudades Pequeñas, perdiendo por un escaso margen en los Municipios Semi Urbanos y definitivamente en los Municipios Rurales donde el PRI ha logrado un control absoluto en todas las elecciones federales.

35 Se consideran dentro de esta clasificacion aquellas ciudades que tienen mas de 450 mil habitantes.

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establecido, como en el político. De este ultimo es más relevante el carácter electoral. Como lo hemos expresado en otras ocasiones la democracia no solo se circunscribe a los procesos electorales pero no hay duda que es a través de la elección de las autoridades de gobierno que se expresa de manera más clara. Es a través de la selección de las autoridades que los ciudadanos eligen a quienes tendrán la

CONCLUSIONES

Como se ha planteado en este trabajo los pobres se encuentran con un sin numero de carencias no solo material sino también cívicas y sociales. Por encontrarse en una situación de pobreza extrema están a expensas de ser manipulados tanto en el aspecto laboral, donde se les paga muchas veces por debajo de lo justo o lo legalmente

responsabilidad de proveer las condiciones para que estos tengan los satisfactores necesarios para poder disfrutar de una vida digna.

Por las condiciones de pobreza en que se encuentran un alto porcentaje de los habitantes de los ayuntamientos rurales de México estos no tienen la libertad de elegir sus representantes gubernamentales pues su voto es condicionado para poder recibir apoyos que le son necesarios para su subsistencia.

Por lo antes expuesto es necesario replantearse los caminos para poder lograr una mayor democratización en México. La lucha por la democracia pasa por lograr una mejor distribución de la riqueza. Mientras exista pobreza extrema el voto de los más pobres no esta exento de ser manipulado. Todas las normas, códigos y leyes que se han aprobado ayudan a una elección mas transparente y evitar la compra del voto, pero lo único que lo puede eliminar de manera efectiva lo es la distribución equitativa de la riqueza. Parafraseando a Juan Jacobo Rousseau: Que nadie tenga tantos recursos económicos que pueda comprar el voto de algún ciudadano, ni que ningún ciudadano sea tan pobre que tenga que ofertarlo.

Sobre el PAN la sociedad mexicana ha depositado grandes esperanzas. Accion Nacional cumple con uno de los requisitos que debe tener un gobierno democrático: haber sido electo de manera democrática, transparente y legitima. La tarea que tiene pendiente es si podrá cumplir con el segundo de ellos que es gobernar para toda la sociedad indistintamente.

Vicente Fox logra triunfar teniendo como nicho electoral zonas urbanas, especialmente las metrópolis y las Ciudades Grandes. Conociendo que en estas regiones poblacionales tiene un voto duro importante enfoca todos sus esfuerzos en incrementar su votación en estas zonas. Sin embargo su campaña impacto de tal manera en las otras regiones que empata la votación con el PRD en los municipios rurales que históricamente este le había disputado al PRI.

DOCUMENTOS Y HEMEROGRAFIA

1- Lechner, Norbert, “Gobernabilidad y democracia” en Revista Etcétera, 9 de noviembre de 1995, México.

2- José Antonio, Elecciones y democracia, Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática, Instituto Federal Electoral, México, 1995.

3- Meyer, Lorenzo, Liberalismo Autoritario, Océano, México, 1999.

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4- Concha Malo, Miguel (Coordinador), Los derechos políticos como derechos humanos, Colección La democracia en México, La Jornada Ediciones, México, 1994.

5- Bobbio, Norberto et. al., Diccionario de Política, Siglo XXl, México, 1981.

6- Rodríguez, Manuel Ángel, Elecciones y Pronasol en el estado de Guerrero: una visión crítica, Ponencia presentada en el XX Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología en la Comisión # 5, México.

7- Informe de Alianza Cívica Observación 94, La calidad de la jornada electoral del 21 de agosto de 1994, México.

8- González Casanova, Pablo, "El estado y los partidos políticos en México: el PRI, Síntesis # 6 Revista Documental de Ciencias Sociales Iberoamericanas, Madrid, 1988.

9- O´ donell, Guillermo, Estado, democratización., Nueva Sociedad # 128, Venezuela.

10- Oppenheimer, Andrés, México: en la frontera del caos, Javier Vergara Editores, México, 1996.

11- Calderón Mólgora, Marco Antonio, Violencia política y elecciones municipales, Tesis de Maestría, Colegio de Michoacán, México.

12- Bobbio, Norberto, El futuro de la democracia, Fondo de Cultura Democrática, México, 1989.

13- Peschard, Jacqueline, La cultura política democrática, IFE, México, 1994.

14- Bobbio, Norberto; Matteucci, Nicola y Gianfrano, Pasquino, Suplemento del Diccionario de Política, Siglo Veintiuno Editores, México, 1988.

15- Becerra, R. et. al., La reforma electoral de 1996, Fondo de Cultura Económica, México, 1997.

16- Espíndola H., Jorge, “Busca Progresa atender a 4 millones de familias”, El Financiero, 14 de septiembre de 1998, México.

17- Gómez Salgado, Arturo, “Pobreza, el gran ausente en el informe de Zedillo” El Financiero, 31 de agosto de 1998, México.

18- Gómez Salgado, Arturo, “Aumente 300 % el número de mexicanos en extrema pobreza debido al modelo zedillista”, El Financiero, 2 de septiembre de 1998, México.

19- Rudiño, Lourdes Edith, “Brutal concentración de la riqueza en 10 % de los mexicanos”, E l Financiero, 5 de octubre de 1997, México.

20- González García, Roxana, “ En la pobreza la cuarta parte de la población mundial, dice la ONU” El Financiero, 5 de octubre de 1997, México.

21- González García, Roxana, “ En la pobreza la cuarta parte de la población mundial, dice la ONU” El Financiero, 5 de octubre de 1997, México.

22- Howard, Georgina, “ En la pobreza, uno de cada 3 hogares mexicanos”, El Financiero, 11 de septiembre de 1997, México.

23- Rodríguez López, Leticia, “Poca atención al bienestar social”, El Financiero, 23 de octubre de 1997, México.

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Procesos Electorales En Guerrero:

25 Años De Luchas Y Desencuentros

Manuel Angel Rodriguez

La pobreza es uno de los embates sociales que no han podido atacarse de manera exitosa. Si bien es cierto que la pobreza representa el no tener acceso a una serie de bienes y servicios que proveen los mínimos de bienestar y que sus manifestaciones más claras lo son: 1- Alimentación inadecuada o desnutrición 2- Analfabetismo 3- Difícil o nulo acceso a la salud 4- Bajos o nulos ingresos. Sin embargo la pobreza tiene repercusiones en otras áreas de la vida de los que sufren esta condición, como lo es la político – electoral.

La situación de pobreza en Guerrero es reconocida como de uno de las más altas de la República Mexicana. Mientras en México el 47.98 % de los ayuntamientos están considerados de Alta y Muy Alta Marginalidad en el estado de Guerrero están considerados bajo estas condiciones el 78.6 % de los ayuntamientos. Trece de los setenta y seis ayuntamientos se encuentran entre los primeros noventa y cinco con mayor marginación estando Metlatonoc en el segundo lugar dentro del ámbito nacional.

A partir de 1980 el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Guerrero en mayor o menor medida ha tenido derrotas en cada uno de los procesos electorales para la elección de Presidente Municipal.

DISTRIBUCIÓN DE TRIUNFOS POR PARTIDO 1980 - 2002

AÑO AYTOS. PRI

AYTOS. PCM/PSUM/PRD

AYTOS. PRT

AYTOS. PARM

AYTOS. PAN

AYTOS. PT

AYTOS. C. MUN

198036 98.67 1.3337 0 0 0 0 0

1983 97.3 1.3538 1.35 0 0 0 0

1986 97.3 1.3539 0 1.35 0 0 0

1989 74.67 23.5240 0 1.80 0 0 5

1993 92.0 8.041 0 0 0 0 0

1996 75.0 23.6842 0 0 1.31 0 0

1999 81.6 18.443 0 0 1.31 0 0

2002 52.6 39.544 0 0 6.6 1.32 0

36 Antes de 1980 el Partido Revolucionario Institucional (PRI) triunfaba en todos los ayuntamientos de Guerrero. 37 El Partido Comunista Mexicano (PCM) triunfó en Alcozauca de Guerrero. Desde esta fecha siempre ha ganado un partido diferente al PRI en este ayuntamiento. 38 El Partido Revolucionario de los Trabajadores en alianza con el PCM triunfaron en Copalillo y el PCM triunfó en Alcozauca de Guerrero. 39 El Partido Autentico de la Revolución Mexicana (PARM) triunfó en Cuautepec y el PSUM en Alcozauca de Guerrero. 40 El Partido de la Revolución Democrática (PRD) triunfó en Ajuchitlan del Progreso, Alcozauca de Guerrero, Coyuca de Benítez, Coyuca de Catalán, Cuetzala del Progreso, Cutzamala de Pinzon, Ixcateopan de Cuauhtemoc, Metlatonoc, Petatlan, Tecpan de Galeana, Teloloapan, Xochihuehuetlan y Zirandaro. El PARM triunfó en Tecoanapa. Hubieron cinco Ayuntamientos con Concejos Municipales: Coahuayutla de José Maria Izazaga, Cuautepec, Malinaltepec, Tlacoapa y La Unión. 41 El PRD triunfó en Alcozauca de Guerrero, Atoyac de Álvarez, Coahuayutla de José María Izazaga, Malinaltepec, Teloloapan y Zirandaro. 42 El PRD triunfó en Ajuchitlan del Progreso, Alcozauca de Guerrero, Apaxtla de Castrejòn, Azoyù, Benito Juárez, Coahuayutla de José María Izazaga, Cocula, Cuajinicuilapa, Cutzamala de Pinzòn, Florencio Villareal, Iguala de la Independencia, Juan R. Escudero, Malinaltepec, Metlatonoc, Pungarabato, Teloloapan y Xochihuehuetlan. El Partido de Acción Nacional triunfó en Taxco de Alarcón. 43 El PRD triunfó en Acapulco de Juárez, Alcozauca de Guerrero, Apaxtla, Ayutla de los Libres, Buena Vista de Cuellar, Coahuayutla de José María Izazaga, Copalillo, Cuautepec, Juan R. Escudero, Malinaltepec, Quechultenango, Teloloapan y Tixtla de Guerrero. El PAN triunfó en Pilcaya.

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La primera derrota del PRI en un proceso electoral municipal en Guerrero la sufrió en Alcozauca a manos del Partido Comunista Mexicano (PCM) en 1980. Desde ese año hasta el presente el tricolor no ha podido recuperar ese ayuntamiento. En 1983 el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) se unió al PCM y triunfó en Copalillo y posteriormente en 1986 el Partido Autentico de la Revolución Mexicana (PARM) completó la trilogía de partidos que lograron derrotar al antes invencible. En 1989 después de unas tumultuosas elecciones las presidencias municipales del estado se dividen entre estos partidos. El PRI con la mayoría de presidencias municipales seguido del PRD y PARM. Hay que señalar que en cinco ayuntamientos a consecuencia de protestas pos electorales no se determinó a quien entregar constancia de mayoría y se integraron Consejos Municipales. En 1993 solo obtienen triunfos el PRI y el PRD, este último reduciendo sus triunfos considerablemente en relación al proceso anterior. En 1996 se integra a la lista de partidos de oposición triunfadores el Partido Acción Nacional (PAN). Nuevamente en 1999 se reducen los ayuntamientos donde la oposición triunfa. En la última elección para presidentes municipales (2002) el PRI pierde casi el 50 % de los ayuntamientos en manos de la oposición obteniendo triunfos sin precedentes.

Competitividad y bipartidismo en Guerrero

Como consecuencia de la competitividad electoral en el estado de Guerrero la geografía electoral se ha ido modificando en cada proceso electoral. Sin embargo en ningún proceso electoral previo al 6 de octubre de 2002 los cambios en la distribución electoral habían sido tan importantes. Este estado ha sido considerado un bastión del PRI sobre todo a partir del pasado proceso electoral federal ya que este fue el estado que con más votos contribuyó a detener la hecatombe priísta. Es por esto que son tan significativas las derrotas en 36 de los Ayuntamientos de la entidad. De los triunfos obtenidos por el tricolor solo se pueden mencionar como económicamente importantes a Chilpancingo de los Bravo y Taxco de Alarcón. De acuerdo al último censo de población realizado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) el PRI gobernará solamente al 34.1 % de la población guerrerense.

El PRI obtuvo el triunfo en 40 ayuntamientos siendo el menor número de victorias obtenidas en toda la historia del tricolor en Guerrero. El PRD logró triunfar en 30 ayuntamientos siendo la mayor cosecha de triunfos en su corta historia en el estado. El PAN logró también su mayor número de victorias con cinco ayuntamientos. En Tlacoachistlahuaca triunfó el PT. En cuanto al PRD encontramos que en 2002 triunfa en Acapulco, refrendando el triunfo de 1999, Iguala de la Independencia y Zihuatanejo que son tres ayuntamientos que contribuyen de manera importante en la economía del estado. Gobernará el 59.29 % de la población guerrerense.

44 El PRD triunfó en Acapulco de Juárez, Ajuchitlan del Progreso, Alcozauca de Guerrero, Benito Juárez, Coahuayutla de José María Izazaga, Copala, Copanatoyac, Coyuca de Benítez, Cualac, Cuetzala del Progreso, Chilapa de Álvarez, General Canuto A. Neri, Iguala de la Independencia, Ixcateopan de Cuauhtemoc, José Azueta, Malinaltepec, Metlatonoc, Petatlan, Quechultenango, San Luis Acatlan, San Miguel Totolapan, Tecoanapa, Teloloapan, Tepecoacuilco, Tlacoapa, Tlalchapa, La Unión, Xochihuehuetlan, Zirandaro y Acatepec. El PRI triunfó en Ahuacuotzingo, Alpoyeca, Apaxtla, Argelia, Atenango del Río, Atlamajalcingo del Monte, Atlixtac, Atoyac de Álvarez, Ayutla de los Libres, Azoyu, Buena Vista de Cuellar, Cocula, Copalillo, Coyuca de Catalán, Cuautepec, Cutzamala de Pinzòn, Chilpancingo de los Bravo, Florencio Villareal, General Heliodoro Castillo, Huamuxtitlan, Huitzuco de los Figueroa, Juan R. Escudero, Mártir de Cuilapan, Mochitlan, Olinala, Ometepec, Pedro Ascencio de Alquisiras, Pilcaya, Pungarabato, Taxco de Alarcón, Tecpan de Galeana, Tetipac, Tixtla de Guerrero, Tlalixtaquilla, Tlapa de Comonfort, Tlapehuala, Xalpatlahuac, Xochistlahuaca, Zitlala y Eduardo Neri. El PAN triunfó en Cuajinicuilapa, Igualapa, Leonardo Bravo, San Marcos y Zapotitlan Tablas.

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DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE LOS TRIUNFOS PRIÍSTAS EN LAS ELECCIONES MUNICIPALES 198945 – 2002

TOTALES DE LOS MUNICIPIOS

Porcentaje De Votación

1989 1993 1996 1999 2002

1 – 49.9 9.33 10.66 17.31 6.58 30.26

50 – 79.9 48.0 70.66 80.77 73.68 22.36

80 – 89.9 16.66 9.33 1.92 1.32 0.0

90 – 100 6.66 4.0 0.0 0.0 0.0

Hasta el 1989 el dominio del espectro guerrerense por parte del PRI era prácticamente absoluto. Era común, por lo menos no causaba asombro, el que

obtuviese triunfos con porcentajes del 98 y 100 % de la votación depositada. A partir de 1989 esta predominancia ha menguado de manera importante. Hace su aparición en la estadística electoral los triunfos sin ser mayoría. Lo que se ha denominado la minoría mayor, y que nosotros preferimos llamar primera minoría. A partir de esa fecha el porcentaje dentro de ese rango se ha incrementado en 324 %. En este mismo período han descendido los triunfos electorales dentro del rango de 80 – 89.9 % llegando a ningún triunfo en la elección del 2002. Desde 1996 el tricolor no ha tenido un solo triunfo con el porcentaje de 90 % o más de la votación.

COMPETITIVIDAD Y BIPARTIDISMO EN GUERRERO 1999 - 2002

PRES. MUN. 1989

PRES. MUN. 1993

PRES. MUN. 1996

PRES. MUN. 1999

PRES. MUN. 2002

COMPETITIVIDAD46 2.66 0 3.95 3.94 25.0

ALTA COMPETITITVIDAD47

24.0 17.33 31.58 51.32 51.32

PARTIDO UNICO48 5.33 4.0 0 0 0

GOBIERNO EN MINORIA49

13.33 9.3 22.37 17.10 30.26

A partir de 1989 se inicia en Guerrero un proceso de bipartidismo y competitividad electoral entre PRI y PRD. En el rubro de competitividad en los últimos 12 años se incrementó de 2.66 a 25 % para un 939 % en el periodo. La alta competitividad se ha incrementado de 24 % a 51.32 % para un 213 % en el mismo periodo. El partido único desapareció de tierras guerrerenses desde 1996 y los gobiernos de minoría se incrementaron de 13.33 a 30.26 % teniendo un incremento de 227 %.

Los triunfos en la competencia por las presidencias municipales se han desarrollado prácticamente entre el PRI y el PRD con efímeras incursiones del PAN (Pilcaya y Taxco de

45 Se inicia en 1989 porque es la elección donde se inicia la competencia electoral en el estado. 46 Es cuando en la cantidad de votos recibida por dos o más partidos no existe una diferencia mayor al 10 % de la votación válida depositada. 47 Es cuando en la cantidad de votos recibida por dos partidos no existe una diferencia mayor al 10 % y entre ellos acumulan el 90 % o más de la votación valida depositada. 48 Es cuando uno de los partidos participantes en el proceso electoral obtiene 90 % o más de la votación valida depositada. 49 Es cuando uno de los partidos participantes en el proceso electoral triunfa pero no recibe más del 50 % de la votación válida depositada.

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Alarcón) a excepción del último proceso electoral en el que logró triunfar en la elección a cinco presidencias municipales.

Marginalidad y procesos electorales en Guerrero

Un alto porcentaje de la población guerrerense vive en condiciones de pobreza. El INEGI señala que Guerrero ocupa el último lugar entre los estados de la república sin servicio de agua entubada, penúltimo sin servicio de drenaje, antepenúltimo en alfabetización y con una quinta parte de sus municipios con un alto nivel de analfabetismo. En una tercera parte de los municipios la mayoría de las casas carecen de energía eléctrica. De acuerdo al Consejo Nacional de Población (CONAPO) el 78.6 % de los municipios de Guerrero están considerados como de Alta y Muy Alta Marginalidad ocupando Metlatonoc el segundo lugar en el ámbito nacional entre los más marginados. Trece de los 76 ayuntamientos se encuentran entre los primeros 95 de mayor marginalidad de la república.

En el pasado cuando habíamos analizado los resultados electorales y su distribución por los partidos triunfantes encontrábamos que el PAN obtenía sus mejores resultados en aquellos ayuntamientos donde los niveles de marginación eran más bajos con todo lo que esto significa. Por otro lado el PRI y el PRD se disputaban los votos en aquellos ayuntamientos de más alta marginalidad y marginalidad media. Sin embargo en el proceso electoral de 2002 en Guerrero hubo un trastoque de esta lógica y preferencia electoral.

MAPA PARTIDOS TRIUNFADORES

El PAN obtuvo el triunfo en cinco ayuntamientos atípicos para el perfil de los municipios que pensaríamos que pudiesen tener mayoría el blanquiazul. Como fueron en su momento Taxco de Alarcón y Buena Vista de Cuellar donde obtenía sus mejores votaciones en el estado. En esta ocasión en Tetipac obtuvo una votación superior a estos dos. De los ayuntamientos en que triunfó, dos son de Muy Alta Marginalidad y tres de Alta Marginalidad. Este partido gobernará el 6.08 % de la población del estado. El 41. 38 % de los ciudadanos de estos ayuntamientos obtienen menos de 1 salario mínimo y el 21.54 % de la población gobernada habla lengua indígena. La población económicamente activa participa con el 36.70 % en el sector primario.

Catorce de los 30 ayuntamientos en que gobernará el PRD son de Muy Alta Marginalidad, tres de Baja Marginalidad, uno de Marginalidad Media y 12 de Alta Marginalidad. El 48.53 % de la población que gobernará el PRD tienen ingresos menores a 1 salario mínimo y el 21.54 % de la población gobernada habla lengua indígena. La población económicamente activa participa con el 43.79 % en el sector primario.

En la medida en que nos movemos en el espectro estatal de las áreas urbanas hacia los municipios rurales de Guerrero el voto priísta se va incrementando. De la elección para presidentes municipales de 1999 a 2002 hubo un descenso electoral significativo del PRI. Sin embargo en ambas elecciones conservó en el sector rural su más alta votación. No es gratuita la aseveración expresada por propios y extraños que el PRI tenía su reserva electoral para triunfar en el voto verde, el voto rural. Estamos hablando de las zonas más pobres de la entidad con toda la carga económica, política y electoral. Le atribuimos a esos factores el que en la medida en que nos movemos de las ciudades, menos pobreza, hacia los municipios rurales no solo se incrementan los apoyos sociales sino también el porcentaje de votos que obtiene el PRI.

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Regiones y elecciones en Guerrero

A pesar de que el PRI ha venido de más a menos a lo largo de los procesos electorales en Guerrero este partido ha mantenido una mayoría en las regiones del estado.

REGION NIVEL DE MARGINALIDA

D

ELECCION 1989

ELECCION 1993

ELECCION 1996

ELECCION 1999

ELECCION 2002

ACAPULCO

BAJA 68.23 52.47 42.90 45.6 32.17

TIERRA CALIENTE

ALTA 55.73 55.64 51.18 52.64 43.79

NORTE ALTA 59.99 63.22 52.45 55.62 47.60

CENTRO ALTA 65.35 62.34 55.06 52.79 45.21

MONTAÑA MUY ALTA 66.36 67.50 58.08 56.76 46.95

COSTA GRANDE

MEDIA 54.21 55.25 49.93 54.34 41.98

COSTA CHICA

ALTA 64.58 62.65 50.36 50.83 38.54

Como podemos observar en las regiones de mayor nivel de marginalidad el PRI obtiene mejores resultados electorales que en aquellos de menor marginalidad aunque ha tenido un descenso electoral en todas las regiones. En el caso de la región de la montaña, de muy alta marginalidad, encontramos que a lo largo de estos 13 años es donde el PRI obtiene su mejor votación. Por el lado contrario vemos como en las regiones de Acapulco, de baja marginalidad, y Costa Grande, de marginalidad media, el tricolor tiene una reducción de su votación de manera consistente en este periodo.

Conclusiones

Si bien es cierto que la democracia no se circunscribe a los procesos electorales no hay duda que es a través de la libre elección de las autoridades de gobierno que se expresa de manera más clara. Es a través de la selección de las autoridades que los ciudadanos eligen a quienes tendrán la responsabilidad de proveer las condiciones para que estos tengan los satisfactores necesarios para poder disfrutar de una vida digna.

La ciudadanización de los órganos electorales y la defensa del voto de manera férrea por parte de los partidos le ha brindado a la sociedad la confianza de que su voto será respetado. La transparencia del proceso electoral le ha dado al ciudadano la libertad para depositar su voto en el sentido de su preferencia política. En Guerrero como hemos visto esto no sucedió de la noche a la mañana sino que ha sido un proceso que ha demorado trece largos años. Si bien hace 20 años que surgió el primer ayuntamiento ganado por la oposición no es sino hasta el 1989 que surge el PRD que el PRI tiene un real opositor ya que ambos se disputan un electorado en común: los más empobrecidos. Este es uno de los factores a considerar para explicarse el descenso electoral del tricolor en el estado. Otro aspecto no menos importante lo son los desatinos gubernamentales que van desde la prepotencia desde el poder hasta cuentas gubernamentales poco claras en algunas

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administraciones. Todo lo anterior unido a la selección de sus candidatos a puestos de elección de espaldas a la militancia dio como resultado la pérdida del poder en Guerrero.

Fuentes consultadas:

1- Lechner, Norbert, “Gobernabilidad y democracia” en Revista Etcétera, 9 de noviembre de 1995, México.

2- José Antonio, Elecciones y democracia, Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática, Instituto Federal Electoral, México, 1995.

3- Meyer, Lorenzo, Liberalismo Autoritario, Océano, México, 1999.

4- Concha Malo, Miguel (Coordinador), Los derechos políticos como derechos humanos, Colección La democracia en México, La Jornada Ediciones, México, 1994.

5- Bobbio, Norberto et. al., Diccionario de Política, Siglo XXl, México, 1981.

6- Rodríguez, Manuel Ángel, Elecciones y Pronasol en el estado de Guerrero: una visión crítica, Ponencia presentada en el XX Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología en la Comisión # 5, México.

7- Informe de Alianza Cívica Observación 94, La calidad de la jornada electoral del 21 de agosto de 1994, México.

8- González Casanova, Pablo, "El estado y los partidos políticos en México: el PRI, Síntesis # 6 Revista Documental de Ciencias Sociales Iberoamericanas, Madrid, 1988.

9- O´ donell, Guillermo, Estado, democratización., Nueva Sociedad # 128, Venezuela.

10- Oppenheimer, Andrés, México: en la frontera del caos, Javier Vergara Editores, México, 1996.

11- Calderón Mólgora, Marco Antonio, Violencia política y elecciones municipales, Tesis de Maestría, Colegio de Michoacán, México.

12- Bobbio, Norberto, El futuro de la democracia, Fondo de Cultura Democrática, México, 1989.

13- Peschard, Jacqueline, La cultura política democrática, IFE, México, 1994.

14- Bobbio, Norberto; Matteucci, Nicola y Gianfrano, Pasquino, Suplemento del Diccionario de Política, Siglo Veintiuno Editores, México, 1988.

15- Becerra, R. et. al., La reforma electoral de 1996, Fondo de Cultura Económica, México, 1997.

16- Espíndola H., Jorge, “Busca Progresa atender a 4 millones de familias”, El Financiero, 14 de septiembre de 1998, México.

17- Gómez Salgado, Arturo, “Pobreza, el gran ausente en el informe de Zedillo” El Financiero, 31 de agosto de 1998, México.

18- Gómez Salgado, Arturo, “Aumente 300 % el número de mexicanos en extrema pobreza debido al modelo zedillista”, El Financiero, 2 de septiembre de 1998, México.

19- Rudiño, Lourdes Edith, “Brutal concentración de la riqueza en 10 % de los mexicanos”, E l Financiero, 5 de octubre de 1997, México.

20- González García, Roxana, “ En la pobreza la cuarta parte de la población mundial, dice la ONU” El Financiero, 5 de octubre de 1997, México.

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21- González García, Roxana, “ En la pobreza la cuarta parte de la población mundial, dice la ONU” El Financiero, 5 de octubre de 1997, México.

22- Howard, Georgina, “ En la pobreza, uno de cada 3 hogares mexicanos”, El Financiero, 11 de septiembre de 1997, México.

23- Rodríguez López, Leticia, “Poca atención al bienestar social”, El Financiero, 23 de octubre de 1997, México.

24- Concejo Estatal Electoral del Estado de Guerrero.

ANEXOS:

REGIONES30.2830.28 - 33.733.7 - 35.1935.19 - 46.8746.87 - 56.13

VOTACION PRD 2002

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REGIONES 32.1732.17 - 38.5438.54 - 41.9841.98 - 45.2145.21 - 47.6

VOTACION PRI 2002

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Construcción de ciudadanía y alternancia política municipal

en México. Retos e inercias

Jorge Ceja Martínez∗∗∗∗

Presentación

Las experiencias habidas en México, como en general en América Latina, en materia de transición democrática, procesos de descentralización, alternancia política en los ámbitos federal, regional o

estatal y municipal, desarrollo de la sociedad civil y construcción de ciudadanía (aunque ciertamente desiguales tanto dentro de los países como para la región en su conjunto), han empezado a ilustrar nuevos procesos en germinación; así como también el hecho de cómo, a pesar del fenómeno de las alternancias políticas, permanecen viejas inercias que inhiben la participación ciudadana y la construcción de nuevas alternativas desde los espacios locales.

En efecto, si bien resulta difícil pensar que la puesta en marcha de nuevas modalidades de participación de democracia directa pueda darse en municipios o entidades donde ni siquiera se ha roto el monopolio del poder que ejerce un solo partido (o a través de éste algunas familias),

tampoco debemos suponer que la alternancia política por sí sola garantizará procesos de empoderamiento popular y de participación ciudadana.

El problema, por lo tanto, no sólo tiene que ver en cómo se construyen las condiciones y marcos institucionales para que los distintos partidos políticos puedan, en igualdad de

condiciones, contender por el poder gubernamental, sino también en cómo, a su vez, un nuevo orden democrático representativo puede servir como cimiento institucional para la ampliación de

los derechos ciudadanos.

Este trabajo da cuenta de dos municipios jaliscienses en los que se ha vivido la alternancia política municipal. En el primero, Cuquío, se han creado instrumentos que han propiciado la

participación de la gente en la toma de decisiones con respecto a la obra pública. En el segundo, Sayula, la alternancia no dio paso a innovación alguna en materia de participación ciudadana. En ambos casos, la voluntad de los alcaldes fue definitiva, como también lo fue la correlación de fuerzas entre actores locales y la presencia de proyectos antagónicos. Se trata de casos micro que, con todo y sus características singulares, pueden ilustrar situaciones universales. Antes de referirme a estos casos, abordo lo relativo a las posibilidades que la participación ciudadana tiene para incidir en la agenda de gobierno, así como la manera en que se ha desarrollado el fenómeno

de la alternancia política municipal en Jalisco.

¿Democracia con exclusión?

Comúnmente hemos asociado el avance democrático con la alternancia política. Es decir, con el respeto al sufragio y con las posibilidades reales, más o menos equitativas, que podrán tener los partidos políticos para presentarse como ofertas políticas ante los electores; “opciones de gobierno” ante las cuales el ciudadano común y corriente tendrá que pronunciarse.

Y si bien se puede afirmar que sin libertad para elegir a los gobernantes no hay democracia, también se puede señalar que no basta con que esta condición se dé por sí sola para que una sociedad pueda ser definida como tal (Alonso, 1998); ello porque la inclusión ciudadana

∗ Profesor-investigador del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos, Universidad de Guadalajara, México. [email protected]

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bajo el tenor de la participación electoral, bien puede acompañarse simultáneamente, como en efecto sucede, por la pérdida o clausura de otros derechos ciudadanos.

Cabe advertir que no siempre la discusión sobre la democracia ha tomado en cuenta el componente de ciudadanía; entendiendo por este concepto, genéricamente hablando –y recordando a T. H. Marshall-, la conciencia de derechos y deberes ejecutables que le son propios a los sujetos y/o ciudadanos, gracias a su pertenencia a una comunidad política determinada que norma sus relaciones con base en el derecho. Mucho menos ha considerado la necesidad de la existencia de un marco institucional que dé cabida a la posibilidad de reconocer las aspiraciones de distintos actores por ampliar el abanico de sus derechos.

Aún resulta común que en muchos trabajos académicos se haga alusión a la participación política de los ciudadanos pero sólo referida a su componente electoral; es decir, al derecho que éstos tienen para sufragar a favor de los candidatos que aspiran a ocupar cargos en la administración gubernamental.

Por ello no resulta extraño que, a pesar de la creciente pérdida de diversos derechos ciudadanos o de la clausura de espacios para permitir la ampliación de los mismos, muchos sigan hablando de democracia sólo a partir de una lectura unilateral; para la cual basta que los procesos electorales resulten más o menos inobjetables o que la administración pública se desempeñe de manera transparente. Se trata de la visión elitista sobre la conducción democrática, la cual tiende a reducir el papel de los ciudadanos al de simples electores y que le otorga a los representantes electos un amplio poder discrecional para decidir en torno a la cosa pública; en ocasiones en función de intereses no siempre compartidos por la mayoría de los ciudadanos.

Cabe subrayar que México, al igual que la mayoría de los países latinoamericanos, ha dado un gran avance –aunque todavía insuficiente- con respecto a los derechos electorales. Pero a la vez,

el país se ha vuelto cada vez más excluyente en términos políticos, económicos y sociales.

La alternancia no siempre se ha traducido en opciones de gobierno y de vida para los ciudadanos comunes; es decir, en alternancias acompañadas de alternativas Diversos fenómenos tanto

locales como extralocales (o si se prefiere globales) se entreveren para inhibir la construcción de ciudadanía y el tránsito hacia una democratización de carácter substancial. Los esfuerzos por la democratización municipal -entendiendo por ésta la combinación de procesos de alternancia y de construcción de alternativas de participación ciudadana permanentes- se ven limitadas por una

situación mayor que las condiciona y desborda: el marco nacional y global que impulsa la permanencia y reproducción de un modelo de sociedad y de desarrollo económico excluyente y

autoritario, pero, hasta ahora, políticamente legitimado en la democracia electoral.

La redemocratización, más que un resultado feliz, se antoja como un camino lleno de obstáculos; entre ellos, la posibilidad de un retroceso que cancele las libertades políticas hasta hoy conquistadas (Borón, 1993; Vuskovic, 1995; Giddens, 2000; Touraine, 1994; P. González Casanova en varios trabajos). Aunque ciertamente se puede afirmar que hoy, más que nunca, existen condiciones que le resultan favorables a la democracia, tales como mayor preocupación por el respeto de los derechos humanos y el medio ambiente; el reconocimiento de que las minorías nacionales tienen el derecho a tener derechos; mayor libertad de expresión, mayor grado de tolerancia y reconocimiento de la diversidad; mayor presencia de la izquierda en los gobiernos estatales y municipales, así como en los congresos; el desarrollo y auge de la sociedad civil; y, junto con otros fenómenos, el desarrollo de redes de comunicación –como la internet- que, dado su grado de autonomía, escapan con bastante éxito del control o censura policíaca o gubernamental.

Con todo, estos avances y su preservación encuentran su obstáculo principal en el terreno de la economía. Hay una disociación entre una aspiración de democracia, más extendida y profundizada que nunca, y unas tendencias económicas antidemocráticas en su esencia (Vuskovic, 1995).

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El problema, en buena parte, tiene que ver con la disputa por los recursos (mano de obra, naturales, condiciones geoestratégicas, infraestructura, etc.), los órdenes políticos que bajo determinadas condiciones limitan, posibilitan o regulan su acceso (salarios, regulación ambiental, combatividad sindical, corrupción, estado de la democracia, política económica gubernamental, etc.) y, el juego e interdependencia entre las distintas escalas.

Así uno se puede preguntar, por ejemplo, sobre cuál sería la relación que existe entre los salarios y las condiciones laborales que se le otorgan a los trabajadores de la industria maquiladora en países como México, Indonesia, Tailandia o China; el papel de las autoridades políticas locales para atraer a los inversionistas (por ejemplo gracias a la existencia de mano de obra dócil, sindicatos blandos, poca o nula regulación ambiental y cierto nivel de “decoro” democrático que no interfiera con el mercado) y su relevancia para abatir los costos productivos y, en consecuencia, generar ganancias altamente satisfactorias para los empresarios. Y, finalmente, en cómo ello podrá contribuir para facilitarle a un delimitado grupo de consumidores el acceso del producto a precios relativamente bajos.

De igual manera podemos preguntarnos en torno a cuáles son, por ejemplo, las condiciones del entorno local (económicas, sociales, políticas) que permiten la existencia de campesinos pobres obligados a migrar y laborar como jornaleros agrícolas eventuales hacia otras localidades (donde gracias a diversos incentivos los empresarios abaten costos) y de qué manera las ventajas comparativas (mano de obra barata, infraestructura gubernamental, escasa regulación ambiental) contribuyen a que el empresario logre colocar competitivamente sus productos en el mercado internacional.

O finalmente intentar responder a la pregunta de ¿qué tiene que ver todo ello con la reproducción del modelo de democracia precaria y con la pérdida de ciudadanía? La respuesta parece obvia, sobre todo a partir del reconocimiento del papel que, como reguladores de los programas de ajuste estructural, han desempeñado instancias tales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o la Organización Mundial de Comercio.

En torno a las condiciones de sustentabilidad de la democracia Adam Przeworski et. al (1998:160) señalan que éstas sólo se darán

cuando todas las fuerzas políticas importantes encuentran que lo mejor es promover sus intereses y valores dentro del marco institucional. Y esto significa que no sólo estas instituciones deben ofrecer canales para la representación de los diversos intereses, sino también que la participación debe incidir sobre el bienestar de los eventuales participantes. Pero la mayoría de las transiciones recientes han coincidido con agudas crisis económicas.

Sin embargo, dada la situación actual, los regímenes democráticos enfrentan diversos peligros los cuales se deben a

La incapacidad de las instituciones del Estado para garantizar la seguridad física, establecer las condiciones del ejercicio efectivo de la ciudadanía, proveer guía moral, movilizar ahorros públicos, coordinar la distribución de recursos y corregir las disparidades de ingresos (Przeworski. et. al 1998:161).

Ello nos conduce a reconocer que el problema de la gobernabilidad, definida como la correlación entre las demandas ciudadanas y las respuestas estatales (Alonso, 1998), requiere ser vislumbrado a escala global; es decir, como gobernabilidad mundial. Todo ello plantea la necesidad de identificar las limitantes tanto internas como externas a la que se enfrentan nuestras democracias. La ciudadanía –advierte Dahrendorf (1997:146-147)- componente inseparable de la democracia, “no se completará hasta que no llegue a ser una ciudadanía mundial. La exclusión es enemiga de la ciudadanía.”. Con todo, es importante intentar dar cuenta de las posibilidades de incidencia que desde los ámbitos locales y en relación con las instancias de gobierno se podrán estar generando para aumentar los

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grados inclusión. El estudio de la alternancia política municipal constituye un buen frente de entrada para ello.

Principio de proximidad, incidencia ciudadana y alternancia política municipal

El ámbito local, el más próximo -por ser el que desde su propio espacio, tiempo y circunstancia involucra a todo mundo- es un campo privilegiado de incidencia ciudadana y, por lo tanto, de construcción de democracia desde abajo. Reconocer a la ciudad como actor colectivo y a sus habitantes como posibles actores colectivos o individuales, es recordar –como afirma Hiernaux (1995)- que son las sociedades locales las que, a través de sus múltiples y articuladas aportaciones, hacen historia.

Pensar que la transición democrática se da sólo a partir de la presencia de fenómenos de alternancia en el poder ejecutivo federal o de las entidades o departamentos, o de la recomposición partidaria de los órganos legislativos de carácter federal, significa suponer que los ámbitos locales, sus expresiones de gobierno y la relación entre autoridades locales y gobernados no tienen importancia. Es reproducir una visión lineal y vertical (centralista) en torno al cambio social democrático, al suscribirlo como una cuestión meramente formal y dependiente exclusivamente de los partidos políticos. Sin negar la importancia que para la transición democrática implica la alternancia política a nivel federal, cabe reconocer, como lo ha señalado Acosta (1996:16), al reflexionar sobre el caso mexicano, que

El proceso de transformación democrática del país parte del supuesto de la democratización de los municipios, ya que es en este ámbito en el que se da el primer punto de articulación entre la sociedad y el gobierno y es el espacio territorial que enmarca la vida cotidiana de quienes lo habitan, en el cual satisfacen sus necesidades básicas y dirimen sus conflictos a partir de relaciones sociales y de poder específicos.

Es en los municipios –y en sus unidades territoriales- donde más se presenta la posibilidad de construir espacios públicos que involucren a la sociedad local en acciones de participación, representación y negociación que den forma a una gestión municipal que tenga como parámetro el reconocimiento de derechos (Aguirre, 1995). Como lo ha apuntado Dolores González (1998:30-31)

...la autonomía de las entidades locales se basa en el principio de la máxima proximidad entre la gestión pública y los ciudadanos. La gestión pública local es la esfera de gobierno más cercana a la población y, por lo tanto, la que se encuentra en mejor posición para involucrarla en el proceso de toma de decisiones concernientes a sus condiciones de vida; puede también hacer uso de sus conocimientos y experiencias para fomentar su desarrollo, mediante la promoción de la participación social y los movimientos de la sociedad civil en sus estructuras institucionales y mecanismos decisionales en el ámbito comunitario y municipal.

Son sus pobladores quienes están directamente afectados por los efectos negativos de los procesos de desarrollo y, por lo tanto, quienes están en mejores condiciones para encontrar y proponer soluciones (Arocena, 1995).

Ello no significa que los efectos negativos del desarrollo sobre las comunidades, sólo se deban a causas o agentes externos, también los hay internos; o que toda propuesta y actitud que se genere desde los grupos usualmente denominados populares o de cualquier persona de la localidad, sea necesariamente positiva. Lo que permite es la participación colectiva en la identificación de los problemas y de las necesidades existentes, así como el que, a partir de la discusión y el debate democrático, se lleguen a acuerdos con algún grado de consenso.

Para la mayoría de los ciudadanos el ámbito municipal es el más próximo (sino el único) y el ayuntamiento la única instancia gubernamental a su alcance. El municipio es el punto de

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encuentro más cercano entre la sociedad civil y el Estado. Es por eso que se convierte en un espacio estratégico para la promoción del ejercicio democrático de gobierno y del poder (Lombera, 1996a); como también lo es para inhibir la participación ciudadana y para la reproducción de patrones de cultura política basados en la subordinación frente a los poderes locales, estatales y federales.

Desde los municipios resulta viable consolidar la organización y fuerza de la sociedad “para garantizar la construcción de una nueva cultura donde la fuerza principal esté en la población con formas de acción directa en el diseño de las políticas públicas” (Acosta, 1996:27). Como lo ha

apuntado Alicia Ziccardi (1995:15)

Es precisamente en el nivel local, en el ámbito cotidiano, donde se ejercen los derechos ciudadanos, donde la gestión de bienes y servicios urbanos implica una relación directa entre la burocracia local y los usuarios, donde se pone a prueba la democracia territorial, donde la participación social puede incidir en el diseño e implementación de las políticas

públicas.

En un régimen democrático, donde las instituciones de gobierno están al servicio de los

gobernados, es normal que existan instancias que permitan -pero sobre todo auspicien- el

ejercicio de los derechos ciudadanos.

La alternancia política municipal en Jalisco

En el transcurso de tan sólo dos sexenios –los encabezados por los presidentes priístas Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000), se precipitó en todo

el país el fenómeno de la alternancia política municipal.

Hacia 1988, sólo 39 municipios eran gobernados por partidos políticos distintos al Partido Revolucionario Institucional (PRI). En 1994 éstos gobernaban en 222 municipios; en 1999, en 583 municipios (el 24.1% del total), pero en ellos se concentraba el 46.5% de la población del país

(Lujambio, 2000:84). A principios de 2001, ya eran 899 (CEDEMUN, 2001).

Con respecto a Jalisco, con los resultados de las elecciones locales de 1995, se abrió el paso para que se diera la alternancia en los cuatro municipios que conforman la Zona Metropolitana de Guadalajara (Guadalajara, San Pedro Tlaquepaque, Tonalá y Zapopan). En éstos se concentran las principales actividades económicas de la entidad. En esa elección, el PRI salió derrotado en casi la mitad de los municipios del estado. Otros los perdió en los comicios celebrados en 1997. Como consecuencia de los resultados arrojados en los tres últimos comicios (1995, 1997 y 2000), y en un plazo no mayor de seis años, una gran cantidad de los municipios jaliscienses experimentaron, por vez primera, la alternancia política en sus gobiernos.

Cabe señalar -sin desconocer los fraudes electorales y las múltiples trampas puestas a andar por los gobiernos priístas y el partido para ocupar los puestos de elección popular en la entidad- que la experiencia de los gobernantes no priístas en los cabildos es relativamente reciente. Hacia 1986 solamente en tres ayuntamientos de la entidad -conformada por 124 municipios- gobernaban partidos diferentes al PRI.50 En las elecciones locales de 1988, el PRI

50 Cabe advertir, sin embargo, que en algunos casos habrá que ver con recelo el carácter opositor de éstos; ya que en ocasiones, ante diferencias al interior del PRI (fundamentalmente por la imposición externa de las candidaturas) sectores o corrientes locales del partido, han competido bajo el membrete de los partidos políticos “paraestatales” en aras de conservar o alcanzar el poder de los ayuntamientos. Se trata de disputas al interior de la clase política priísta donde sus excluidos, ante la clausura de los espacios de promoción, se sirven de las siglas de otros partidos –en una relación de mutua complacencia- para tomar o preservar el poder en el gobierno local.

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conquistó- muy cercano al entonces modelo chiapaneco de carro completo- casi el 97% de las alcaldías (120 municipios).51 Por eso, bien se puede afirmar que fue a partir de los resultados arrojados por los comicios locales celebrados el 9 de febrero de 1992 cuando la alternancia política municipal comenzó a ser un fenómeno significativo. En dicho año los partidos distintos al PRI, lograron el reconocimiento de su triunfo en 18 municipios: quince fueron ganados por el Partido Acción Nacional (PAN), dos por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) y uno por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Sin embrago, fueron las elecciones locales de febrero de 1995, las que realmente marcaron una nueva etapa en la historia de la entidad. El PAN ganó por primera vez la gubernatura de la entidad, el 85% de los distritos electorales (17 de 20) y 52 alcaldías -incluyendo los cuatro municipios que conforman la zona metropolitana de Guadalajara-. El PRD obtuvo el triunfo en seis, y el Partido Demócrata Mexicano (PDM), el Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (PFCRN) y el Partido del Trabajo (PT), uno cada uno (ver cuadro 1). De esta manera el PAN, con 52 municipios, gobernó a una población de 4.880,411 personas, mientras que el PRI, con 63 municipios gobernó solamente 879,399 habitantes.52 El PAN logró el 41.9% de los municipios -donde se hallaba el 79.3% de la población- y el PRI se quedó con el 50.8% -donde se asentaba el 16.4% de los habitantes en la entidad (Alonso, 1995).

De 124 ayuntamientos, 61 fueron ganados por partidos distintos al PRI; entre ellos los más importantes de la entidad, dado el número de población y su papel en la economía estatal. A la par, el PRI perdió repentinamente el control en el congreso local y en el ejecutivo estatal.

Los resultados de las elecciones locales de noviembre de 1997, marcaron algunas sorpresas: entre ellas el retroceso del PAN; la recuperación del PRI; y, el crecimiento del PRD. En efecto, hasta el 31 de diciembre de 2000, el PAN gobernó en 40 municipios (cuya población total era de 3.960,181 habitantes), el PRI 70 (donde habitaban 1.762,698 habitantes), y el PRD en once. Por otro lado, el PT obtuvo, dos municipios y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) uno (ver cuadro 1).

Las elecciones locales celebradas el 12 de noviembre de 2000, arrojaron los siguientes resultados: el PRI ganó en 64 municipios, el PAN en 50, el PRD en 6, el PVEM en 3 y el partido Convergencia por la Democracia (CD) 1. Y aunque el PAN en estos comicios casi igualó el

número de triunfos municipales que obtuvo en 1995, pareció que los resultados de la elección federal celebrada cuatro meses antes –en la que el PAN obtuvo la presidencia de la república- no

impactaron de forma sobresaliente en el aumento del caudal de votos a favor del partido.53

Cuadro 1

Evolución de los gobiernos municipales en Jalisco 1988-2003

51 La expresión carro completo -que tiende a desaparecer por haber cambiado paulatinamente la realidad a la que se refería- se empleó en alusión a los triunfos priístas cuando éstos implicaban el 100% de la votación o a la totalidad de los cargos de elección popular bajo disputa. 52 Jalisco contaba entonces con 5.991,176 habitantes (INEGI,1996).

53 En la elección federal del 2 de julio de 2000,Vicente Fox, candidato panista a la presidencia de la república, obtuvo el voto de 1’392,096 jaliscienses; y, Francisco Labastida, candidato priísta al mismo cargo, obtuvo 941,822 sufragios (450 mil menos que Fox). En la elección local del 12 de noviembre del mismo año, Francisco Ramírez Acuña, candidato panista a la gubernatura estatal, obtuvo una ventaja de poco más de 60,000 votos con respecto a su contrincante más cercano, el priísta Jorge Arana Arana. El primero consiguió 1’024,833 votos, mientras que el segundo alcanzó 971,242. El PRD obtuvo 118,122. En 1995, la diferencia de votos entre el candidato panista a gobernador Alberto Cárdenas Jiménez y el priísta Eugenio Ruiz Orozco fue de casi 330,000 sufragios a favor del primero. En Jalisco, el “voto útil” a favor de Fox (argumentado como sacrificio del voto a favor de un “seguro perdedor” para otorgárselo a un “probable ganador con tal de que saliera el PRI”), no fue el único factor que marcó la diferencia entre los sufragios panistas de julio y noviembre de 2000. El PRD calculó que poco más de 20 mil jaliscienses dejaron de sufragar por Cuauhtémoc Cárdenas para hacerlo por Fox (La Jornada, julio 12, 2000). Para mayor información sobre el comportamiento de los ciudadanos jaliscienses frente a la elección federal 2000 ver Alonso (2000b).

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Ayuntamiento

1988-1992

Ayuntamiento

1992-1995

Ayuntamiento

1995-1997

Ayuntamiento

1998-2000

Ayuntamiento

2001-2003

Total de ayuntamientos por partido

1988-2003

PRI 120 106 63 70 64 423

PAN 2 15 52 40 50 159

PRD 1 6 11 6 24

PARM 1 2 3

PVEM 1 3 4

PT 1 2 3

PFCRN 1 1

PDM 1 1

CCJ 1 1

CD 1 1

Total 124 124 124 124 124 620

Fuente: elaboración propia con base en datos del Consejo Electoral del Estado de Jalisco.

El PAN perdió la elección en 17 municipios donde gobernaba, y, gracias al abstencionismo estuvo muy cerca de perder la elección para gobernador. Con todo, el gran derrotado fue el PRD cuyos triunfos municipales, entre una elección y otra, se redujeron al 54% (de once municipios que gobernaba pasó a seis). Los tres municipios gobernados por el PVEM a partir de enero de 2001, suman más población que los seis gobernados por el PRD. Para el primer caso se trata de 95,486

habitantes (1.51% de la población), para el segundo de 68,374 personas (1.08%). El Partido Convergencia por la Democracia gobernará a 14,120 personas (0.22%); el PAN con sus 50 municipios a 4’588,312 habitantes (72.59% de la entidad) y el PRI, con sus 64 municipios a

1’554,986 jaliscienses (24.60%).54

El cuadro 1 muestra cual ha sido la evolución de los gobiernos municipales en Jalisco de 1988 a 2003. En este lapso el PRI ha gobernado el 68% de los ayuntamientos (423 de 620). Sin embargo, sí sólo consideramos a las administraciones que funcionaron de 1992 a las actuales

(que concluyen el 31 de diciembre de 2003), los ayuntamientos gobernados por el PRI se reducen al 61% (303 de 496). Esta tasa baja al 52% (197 de 372) sí sólo se toman en cuenta las

administraciones de 1995 a la fecha; y sube ligeramente dos centésimas, a 54% (134 de 248), si se consideran los ayuntamientos priístas que ha habido en la entidad de 1998 a la fecha.

Resulta interesante observar la relación entre los municipios que han atravesado por procesos de alternancia política –independientemente de la modalidad- y aquellos en los que ésta no se ha dado. Así tenemos que en el primer caso se encuentran 103 municipios, el 83%, y en el segundo sólo 21, el 17%. Sin embargo, este dato resulta mucho más significativo si consideramos a la población que en ellos reside.

Así tenemos que de los 6’ 321, 278 habitantes de Jalisco (INEGI, 2000), solamente 234, 744 jaliscienses (que equivalen al 3.7% de la población de la entidad) no han conocido lo que es ser gobernados por un partido distinto al PRI.

54 Los datos de población corresponden al censo realizado por el INEGI en 2000. Fueron tomados de la página web del instituto.

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El municipio de Cuquío y el presupuesto participativo

Sería imposible explicarnos las razones por las cuales el PRD triunfó, en 1992, en Cuquío sin dar cuenta previamente de las condiciones que propiciaron la construcción de una oposición fuerte, capaz de enfrentar a los caciques y a los diversos grupos de interés que durante años se habían repartido los cargos en los ayuntamientos, como los beneficios que este poder devengaba.55

En 1992, la designación vertical del candidato priísta a la presidencia municipal propició –como ha sucedido en otros municipios- fracturas dentro del PRI (Alonso, 1993; Bazdresch, 1994). Sin

embargo, en el eventual triunfo de la oposición perredista y de su candidato (un expriísta), mucho tuvo que ver el surgimiento de organizaciones sociales que desde años atrás venían

consolidándose; por lo menos desde 1986, cuando se dio el arribo de promotores externos al municipio.

Entre éstos destacó desde un primer momento la presencia de religiosos que, desde principios de los años ochenta, promovieron el desarrollo de comunidades eclesiales de base. En ese tiempo -y a solicitud del párroco quien se encontraba interesado en el impulso de proyectos campesinos- también hizo acto de presencia el Centro de Coordinación y Promoción Agropecuaria (CECOPA) del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) (González, 1998). En 1989, parte de este equipo se desligó del ITESO y dio paso a la formación del Centro de Apoyo al Movimiento Popular de Occidente (CAMPO A. C.), no sin antes haber contribuido al impulso de la Organización Campesina Independiente de Jalisco (OCIJ), constituida en 1987, como una instancia con estructura propia e independiente de la iglesia. La actitud de la iglesia local por orientar su preferencia por los pobres no resultó del agrado de los caciques, quienes abiertamente asumieron una actitud hostil hacia los párrocos que simpatizaban con ella (incluso haciendo uso de armas).56 Éstos presionaron al obispado de Guadalajara, que con el tiempo removió al padre Ignacio Virgen, principal promotor en Cuquío de las comunidades eclesiales de base. La teología de la liberación había mostrado ser una seria amenaza para la cultura política de la subordinación y, por lo tanto, para los grupos de poder que se beneficiaban de ella.

A pesar de su relativa cercanía con Guadalajara, el municipio padecía altos niveles de marginación. Lo cual se reflejaba en mayor grado, más que en la cabecera, en las múltiples localidades que forman parte del territorio municipal y en las que habita más del 75% de la población.

El estudio del Consejo Nacional de Población (CONAPO, 1993) sobre marginación municipal realizado en 1990 -que se basó en las condiciones de la vivienda, el nivel educativo, los ingresos monetarios y la ruralidad de la población-, ubicó a Cuquío en el lugar de marginación número 903, de entre los 2,403 municipios hasta el momento existentes en México. Si bien no se trataba del municipio más marginado de Jalisco, sí formaba parte del 12% de los que en la entidad el CONAPO había considerado en situación de alta marginación.

Sus indicadores eran los siguientes: 67% de la población habitaba en hogares sin agua entubada, 63% en casas sin drenaje ni excusado, 34% en viviendas sin energía eléctrica, en 58% de las viviendas se vivía en condiciones de hacinamiento, 21% de la población mayor de 15 años era analfabeta y el 63% de la población mayor de 15 años no tenía la primaria completa. La constante falta de oportunidades para los jóvenes ha convertido a este municipio en un fuerte expulsor de mano de obra a los Estados Unidos; lo cual se ha acentuado aún más debido a la crisis económica que el país padece desde principios de la década de los ochenta. Se estima que el 80% de los jóvenes se encuentran en Estados Unidos.

Estos indicadores permiten inferir que los escasos recursos públicos que arribaban al municipio no eran distribuidos bajo un criterio de igualdad y justicia social.

Bajo estas condiciones de cacicazgo, la participación social era lo que menos interesaba. No se fomentaba, ya que ello implicaría la redistribución del poder político y, hasta cierto grado,

55 El municipio, enclavado en la región de Los Altos, se localiza en el noreste de la entidad, a unos cien kilómetros de Guadalajara. Tiene una población cercana a los 20 000 habitantes (INEGI, 1996).

56 Entrevista a Guadalupe de Alba, regidor de Participación Ciudadana del Ayuntamiento 1998-2000, realizada por el autor el 11 de junio de 1999. Cuquío, Jalisco.

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económico. El ejercicio de la dominación requería fundamentalmente de la cohesión y alianza entre la clase de los propietarios, entre ésta se tejían los acuerdos.

Dentro de este contexto -y donde el 85% de la tierra es privada- la OCIJ, organizada a través de sociedades de producción rural, constituyó un precedente importante para el fortalecimiento y defensa de los agricultores, así como para romper con la intermediación en la obtención de

insumos diversos (créditos, semilla, maquinaria, fertilizante, etcétera) y en la comercialización de sus productos. A un año de su constitución, la organización -junto con otras fuerzas- impulsó una planilla para contender en las elecciones municipales de 1988. La falta de experiencia en esta arena política y la maquinaria gubernamental puesta en marcha para impedir el triunfo de la

oposición facilitaron el fraude electoral. Como en ocasiones anteriores, las urnas fueron rellenadas en la presidencia municipal, correspondiéndole a la administración municipal en funciones,

hacerse cargo de la tarea de inclinar la votación a favor del PRI. A pesar del fraude, las cifras oficiales no pudieron de todo ocultar los votos a favor de la planilla opositora que, bajo la Coalición

Cardenista Jalisciense (CCJ), encabezó Fidel Martínez, quien a la postre fue regidor.57

Sin embargo, tres años después la alianza electoral de la OCIJ y del PRD con los sectores inconformes del PRI (Lombera, 1996b) y con la candidatura de Héctor Manuel Figueroa Plascencia, logró -ya con mayor conocimiento sobre cómo impedir el fraude electoral-, conquistar el ayuntamiento.

El ayuntamiento (1992-1995), encabezado por Figueroa, tuvo que hacer frente a una serie de obstáculos y retos. Entre éstos se encontraban los rezagos en servicios e infraestructura que se vivían en las múltiples localidades dispersas a lo largo y ancho del territorio municipal; la apatía de la gente por participar y la inexistencia de una tradición de planeación municipal. Este vacío fue parcialmente cubierto por varias organizaciones civiles externas, las cuales -en coordinación con el gobierno local y algunos sectores de la población- se dieron a la tarea elaborar diversos planes y proyectos.

En una sesión de cabildo, celebrada en abril de 1993, se acordó la convocatoria para la elección y constitución del Consejo Democrático Municipal de Cuquío (CODEMUC). Éste se constituyó el 30 de mayo de ese año, después de que a lo largo del mes se habían llevado a cabo asambleas para la elección de consejeros de las nueve zonas en que para tal efecto fue dividido el municipio. La creación del CODEMUC fue producto de un largo proceso de participación de más de diez años, al cual se desembocó después de diversas experiencias de participación que abarcaron desde la constitución de las comunidades eclesiales de base y la OCIJ, hasta las luchas de 1988 y 1992 por conquistar el gobierno municipal. Ello no hubiera sido posible sin la conjugación de esfuerzos entre actores locales y extralocales.

El resultado final fue una instancia de participación inédita en el estado ya que amplió los márgenes de acción ciudadana que oficialmente le son atribuidos a éstos por medio de los Comités de Planeación para el Desarrollo Municipal (COPLADEMUN) y por lo señalado en materia de asociaciones de vecinos en la Ley Orgánica Municipal del Estado de Jalisco. El CODEMUC no es una extensión del ayuntamiento, se trata de una instancia que cuenta con autonomía y que se comporta atendiendo a sus propias necesidades y ritmos. No se encuentra presidida por autoridades de gobierno, sino por consejeros comunitarios.

El Consejo Democrático Municipal de Cuquío

El CODEMUC opera conforme a un reglamento que regula su duración, integración, funcionamiento y atribuciones.58 Entre sus atribuciones se encuentran: influir en la definición de

57 La CCJ surgió en Jalisco dentro del contexto de las elecciones federales de 1988, a raíz del apoyo a la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Posteriormente, con el nacimiento del PRD, la mayor parte de sus cuadros se integraron a dicho partido.

58 La primera versión del Reglamento del Consejo Democrático Municipal de Cuquío, Jalisco fue publicada en octubre 1993. Este ordenamiento sufrió algunas modificaciones posteriormente, las cuales fueron aprobadas por el

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prioridades en los programas de gobierno municipal, estatal y federal; evaluar los resultados de dichos programas; regular la acción del gobierno a través de propuestas que beneficien a la mayoría de la población; conocer y recomendar sobre los programas de trabajo del municipio; participar en la elaboración del Plan de Desarrollo Municipal; fomentar el desarrollo del municipio y el propio de cada zona; promover participación, organización y conciencia ciudadana en los habitantes del municipio; implementar actividades encaminadas a fortalecer la identidad municipal; promover la creación, participación y fortalecimiento de sus comunidades o barrios y los consejos zonales; vigilar el funcionamiento de dichos consejos; ejercer la labor de vigilancia de la gestión municipal mediante el acopio y estudio periódicamente de informes de labores y de la cuenta pública municipal; informar anualmente a la comunidad y al gobierno municipal acerca de su actuación; defender los derechos sociales y promover la defensa y respeto de los derechos humanos, así como el uso racional de los recursos naturales y la protección del medio ambiente; convocar a los diversos profesionales y técnicos del municipio para labores de consulta y asesoría sobre los planes y programas de desarrollo; y, establecer las relaciones y apoyos que sean necesarios con diversas instituciones públicas y privadas, gubernamentales y no gubernamentales, académicas, de profesionistas, de promoción social, etc., que puedan contribuir a fortalecer el desarrollo municipal.

Se trata de un órgano de representación ciudadana, de carácter consultivo y de vigilancia para el Ayuntamiento, de duración permanente, que surge de la voluntad popular de los habitantes del

municipio.

El CODEMUC se integra con los consejeros comunitarios y su respectivo suplente, electos en cada una de las comunidades o barrios que conforman las diez zonas en que se organiza el territorio municipal. Sus miembros son electos por voto directo, secreto y universal en las asambleas comunitarias que se realicen para tal efecto mediante convocatoria pública. En cada una de estas diez zonas existe un consejo zonal el cual deberá de sesionar por lo menos una vez cada seis meses. Estos consejos tienen entre sus atribuciones: realizar el diagnóstico de las necesidades y potencialidades de sus respectivas zonas; promover la participación de la población en la atención a las necesidades; realizar consulta popular en su zona; y, dar seguimiento, vigilar y evaluar los programas de obra y planes de desarrollo de sus respectiva zona.

El CODEMUC se propone ser independiente, tanto del ayuntamiento, como del PRD (en general apartidista). Esto es importante, ya que sin esta autonomía el CODEMUC no podría realmente fiscalizar las acciones del gobierno municipal. El hecho de no ser una instancia partidista, permite que en su seno convivan consejeros apartidistas o simpatizantes de diferentes partidos políticos. Ello dificulta el desarrollo de relaciones clientelares o de grupos corporativos y a la larga la convierte en una autoridad legítima y le otorga inmunidad frente a los fenómenos de alternancia que eventualmente pudieran darse para favorecer a otros partidos políticos diferentes al PRD.

Dentro del CODEMUC existen cuatro instancias permanentes de coordinación: la asamblea del Consejo Comunitario, la asamblea del Consejo Zonal, la asamblea del Comité Permanente (y comisiones)59 y el Pleno del CODEMUC o asamblea general.

pleno de la asamblea del CODEMUC el 23 de junio de 1996. La tercera y última versión fue aprobada por el pleno del consejo el 5 de septiembre de 1999. Entre sus novedades se encuentran las siguientes: la reelección de los consejeros para el periodo inmediato siempre y cuando no rebasen dos periodos consecutivos en el cargo; la aparición de la figura de consejo honorario al cual podrán pertenecer los exconsejeros comunitarios que hayan tenido un buen desempeño durante su gestión; se faculta al comité permanente para que convenie asesorías; y surge la figura de comisiones de trabajo, así como sus atribuciones.

59 Durante sus primeros tres años de vida el comité permanente se integraba por un coordinador general y tres secretarios interzonales. Cada uno de estos secretarios interzonales representaba a tres zonas colindantes. Con el tiempo la zonificación se reestructuró, dando pie a la existencia de diez zonas (es decir, una más) y a la desaparición de la figura de secretarios interzonales. El periodo de duración del comité permanente se amplió de uno a dos años. El CODEMUC cuenta a su vez con un secretario técnico cuya tarea es la de apoyar al comité permanente en sus funciones. Éste tiene voz, más no voto (por lo cual no puede ser consejero), su nombramiento o remoción es sugerido

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Para junio de 1999 existían 140 consejeros de carácter territorial y poco más de diez de naturaleza sectorial integrados al CODEMUC.60 Casi el 98% de los mismos eran hombres; ésto se debía -según lo comentado por un miembro del consejo- a la “cultura muy arraigada en el municipio de que los hombres son los que tienen que estar al frente de todo”, lo que no necesariamente significaba que las mujeres se ausentaran de participar en las asambleas comunitarias.

El Consejo se encuentra presente en más de cien unidades territoriales (localidades o barrios), lo cual no fue así desde el momento de su surgimiento en 1993. Cada año ha logrado que más comunidades se integren, lo que ha impactado en el número de consejeros. Aunque la idea original de constituir consejos zonales en las poblaciones estadounidenses donde residan cuquienses aún no se ha logrado concretar.

La priorización de las obras pasa por varios momentos. El primero, se da en las asambleas comunitarias en cada una de las comunidades de las diez zonas donde éstas existen y en los sectores (salud, educación, jóvenes, etc.) que forman parte del CODEMUC y que a su vez también priorizan por zonas. En un segundo momento los representantes de las zonas y sus comunidades (Asamblea Zonal) junto con los sectores se reúnen para clasificar sus demandas por orden de importancia. De 20 o´ 30 obras para cada una de las zonas se señalan cinco o seis por orden de importancia (atendiendo a demanda, tipo de obra, beneficios para la comunidad y viabilidad). En el tercer momento se realiza la priorización a nivel municipal. Una vez que cada zona o sector clasificó las obras más prioritarias se elige en la Asamblea Plenaria una por la que a nivel municipal se podrá empezar una vez obtenidos los recursos. Los beneficiarios directos usualmente cooperan con el 20% del costo de la obra, lo cual puede ser en forma de dinero, especie (recursos que se requieren y con los que cuenta la localidad), o mano de obra.

En Cuquío el proceso de planeación democrática y participación ciudadana en un marco de colaboración y respeto es relativamente reciente. Es, por decirlo de alguna manera un proceso en curso, y no un mero resultado. Sin embargo, sí nos muestra la importancia que conlleva la participación (aunque ciertamente no todo mundo participa, ni quienes lo hacen lo realizan con la misma intensidad) en un marco de autonomía de las organizaciones sociales; el papel de los gobiernos locales por fomentarlas, así como la importancia que significa la construcción de vínculos con actores extralocales para el fortalecimiento de las propias organizaciones de la sociedad civil. Finalmente, nos muestra que los partidos políticos tienen expresión local y que la gente ordinaria también tiene algo que ver con lo que pasa o deja de pasar en sus propias localidades, municipios y regiones.

Sayula y el arribo del PRD

Los municipios de Sayula y Tuxcueca fueron los únicos en Jalisco en los que durante las elecciones de munícipes celebradas en la década de los noventa (1992, 1995 y 1997) triunfó en

por el comité permanente y determinado por el pleno. Desde el momento de su fundación hasta 1999, habían fungido como coordinadores del CODEMUC tres personas: Eliseo Garza Chávez, Enrique Molina Fernández y, a partir de marzo de 1997, Leobardo Torres.

60 Según datos proporcionados por Leobardo Torres, coordinador general del CODEMUC, en entrevista realizada por el autor el 11 de junio de 1999 en Cuquío, Jalisco. Torres fue reelecto como coordinador de CODEMUC en asamblea plenaria celebrada en septiembre de 1999, por lo cual a partir de esta fecha inició su segundo periodo. No hubo otros contrincantes para la ocupación del cargo. La mayor parte de los secretarios zonales (ocho de diez) fueron ratificados por sus consejeros zonales, por lo que prácticamente el comité permanente permaneció sin cambios en su segundo periodo de gestión. Notas tomadas del cuaderno de trabajo de campo.

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cada una de las mismas un partido político diferente.61 En Sayula el PRI ganó en 1992, el PAN en 1995, y el PRD en 1997.

Para muchos observadores Sayula fue uno entre tantos de los municipios conquistados por el PAN en las elecciones locales de 1995. Un triunfo al que se le sumaron 51 municipios, 17 (de los 20) distritos electorales y, la gubernatura de la entidad. 1995 fue un año de gloria para el PAN en Jalisco, las dimensiones de su triunfo fueron de tal magnitud que desbordaron hasta a las expectativas más optimistas. No fueron pocos los candidatos electos (presidentes municipales y diputados locales) que pronto tuvieron que asumir cargos y responsabilidades de los cuales no tenían ni la menor idea. Pronto el candidato electo para el cargo de ejecutivo estatal se vio forzado a abrir una “agencia de colocaciones” para reclutar –previa presentación de solicitud y currículum- al personal de confianza que, tras la derrota electoral priísta, ocuparía los cargos que quedarían vacantes en la administración estatal.

Tres años después, tras la celebración de las elecciones locales llevadas a cabo en noviembre de 1997, el PAN perdió –junto con otros 24 municipios- Sayula.62 En este último la derrota fue catastrófica: de haber obtenido casi 7 500 votos en 1995, pasó a poco más de 2 000 sufragios en la elección de 1997; es decir, en tres años descendió al tercer lugar (ver comparativo, cuadro 2).

Cuadro 2

Sayula. Resultados de las elecciones de munícipes (1988-1997)

Partidos políticos

1988 1992 1995 1997

PRI 3 394 4 589 3 519 3 106

PAN 1 043 3 354 7 495 2 115

CCJ / PRD 803 463 542 5 870

TOTAL VOTOS 5 240 8 406 11 556 11 091

Elaboración propia con base en datos del Consejo Electoral del Estado de Jalisco.

Antes de abordar el contexto político electoral de 1997, en el cual se dio el triunfo de la planilla del PRD, resulta necesario dar cuenta –aunque someramente- de la evolución de los movimientos populares y de lo que después confluyó en torno al apoyo de la primera candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas; ya que es a partir de la experiencia de 1988, cuando en el municipio empieza a cuajar una fuerza electoral distinta al PRI o al PAN.63

Durante años el obispado de Ciudad Guzmán ha sido visto como simpatizante de la teología de la liberación y patrocinador de las comunidades eclesiales de base. Hay quienes más bien han afirmado que el obispo a cargo, más que simpatizante o promotor, ha sido tolerante con respecto a las distintas manifestaciones de los clérigos que se encuentran adscritos a esta unidad territorial de la iglesia católica; donde también han existido sacerdotes más ligados al trabajo popular y a la búsqueda de solución para las necesidades materiales de estos sectores.64 Lo cierto es que en Sayula también aparecen, independientemente de la posición del obispo, en los años ochenta las comunidades eclesiales de base.

61 En 1995, Sayula contaba con 30 844 habitantes (INEGI, 1996). Se trata de un municipio sureño localizado a unos cien kilómetros de Guadalajara. 62 Salvo por Sayula que pasó del PAN al PRD, todos los demás municipios que perdió Acción Nacional pasaron al PRI; aunque cabría señalar que, en este ambiente de alternancia política, trece municipios cambiaron del PRI al PAN. 63 Para mayor información sobre la CCJ en el sur de Jalisco consúltese a Preciado (1990). 64 Gracias a la presencia de estos clérigos, se explica el hecho de que algunas personas de estos municipios sureños, hayan participado a lo largo de la década de los ochenta como mano de obra voluntaria en los cortes de café en Nicaragua; ello en franco apoyo a la revolución popular sandinista.

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Desde éstas -y por medio de la reflexión de la Biblia- se impulsaron nuevas grupos de organización popular que derivaron, entre otras modalidades, en pequeñas cooperativas de producción y de consumo. Simultáneo al trabajo eclesial apareció -durante este periodo- el trabajo popular con su propia organización

La coyuntura bajo la cual se llevaron a cabo las elecciones locales de 1997, favoreció al PRD. Partido que obtuvo un triunfo avasallador. En ello influyeron varios factores: 1) El descrédito de la administración panista que no cumplió con las expectativas que la población se hizo cuando tres años atrás habían sufragado a favor del capitán Miguel Mario Anguiano Aguilar; 2) La falta de interés por parte de la población hacia los candidatos postulados por el PRI y el PAN, ambos con no buena reputación moral; 3) La cercanía que algunos miembros de la planilla perredista tenían con ciertos sectores de la población (dos de ellos habían sido candidatos a presidentes municipales) y que recogía simpatías debido al trabajo popular que éstos habían venido realizando en el transcurso de los años; 4) El impulso de una campaña que se orientó al conocimiento de la problemática de los habitantes de los barrios, a partir del cual se elaboró un autodiagnóstico con la intención de echar a andar en caso de llegar al gobierno un proceso de planeación participativa; y 5) La postulación como candidato a la presidencia municipal de Samuel Rivas, quien contaba con buena imagen entre la población. Rivas fue postulado como candidato externo. Figura a la que los perredistas tuvieron que acudir al enfrentarse a la realidad de que debido a los conflictos al interior del PRD local (y a la mala imagen que entre la población habían causado sus pleitos públicos) los cuadros del partido estaban “o muy desgastados o muy quemados”. 65

Con respecto a estos factores abordaré centralmente los dos últimos. Éstos nos ayudan a explicarnos las prioridades que asumió el nuevo gobierno y, entre los cuales, la participación ciudadana, a pesar del diagnóstico participativo realizado durante la campaña, no fue uno de ellos.

La conformación de la planilla perredista

El PRD local planteó una propuesta metodológica para efectos de la designación de la planilla que participaría en la contienda electoral para la conformación del ayuntamiento 1998-2000. Ésta se llevó a cabo en forma de taller en julio y agosto de 1997, desarrollándose en tres etapas.

La primera etapa contempló una análisis retrospectivo de los últimos seis años de gobierno en Sayula.

En este taller se planteó que la única forma de lograr los cambios necesarios era a través de la conformación de un ayuntamiento plural que estuviese integrado por personas que sobresalieran por su capacidad, independientemente de su filiación política. Pero a su vez, que sus integrantes estuvieran permanentemente vinculados a los ciudadanos a través de: a) sesiones de cabildo abierto y diálogo constante con la población; b) información permanente por medio de asambleas públicas y otros medios impresos y de difusión; c) el fomento desde el gobierno de la participación ciudadana con apego a la ley para todos sin distinción de clases sociales o filiación política; y, entre otros, d) a través de la eliminación de prácticas presidencialistas donde el alcalde asuma los acuerdos del cabildo y que se consulte a la población para los actos de gobierno de mayor trascendencia.

La segunda etapa de este proceso para la designación de la planilla del PRD, consistió en determinar cuál debería de ser el perfil de las personas que se integrarían a la misma. Entre cuyas características sobresalieron las siguientes: 1) honestidad comprobada, 2) capacidad para trabajar en equipo, 3) cultura, capacidad de diálogo, análisis y discernimiento, 5) cariño por la población y acercamiento con el pueblo, 6) creatividad decisión, firmeza, concreto, objetivo y que muestre apertura, 7) responsabilidad, 8) sencillez de trato, 9) Buen administrador y, 10) historia de servicio a la comunidad y deseo de servirla.

65 Entrevista a Jaime Medina Montes de Oca, realizada por el autor. Sayula, noviembre 10, 1999. Medina fue candidato a la presidencia municipal por el PRD en las elecciones locales de 1995 y funcionario del ayuntamiento 1998-2000.

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La tercera etapa consistió en la elección abierta de sus integrantes; que en el caso de algunos, como veremos más adelante, no cumplieron del todo con las expectativas que sobre su perfil se hicieron quienes participaron en su selección. Asunto del que no se percataron sino hasta que la planilla “perredista” asumió las riendas de la administración municipal.

Finalmente, Samuel Rivas Peña (exmilitar, médico veterinario y dedicado a la medicina homeopática) quedó propuesto como candidato a la presidencia municipal. La “externalidad” de Rivas fue tal, que resultó ajeno incluso a los procesos de discusión interna previos a su elección como candidato presidencial. Según adujo uno de los que desde sus inicios participaron en el proceso

Hacia el diagnóstico final y la planeación participativa

El equipo de campaña llevó a cabo una investigación y registro meticuloso para conocer, de voz de los sayulenses, cuáles eran las necesidades específicas en cada uno de los barrios y delegaciones del municipio. Esto sirvió para complementar la visión que los perredistas se habían hecho previamente sobre la problemática de Sayula.

El objetivo de todo esto fue (aparte de verse favorecidos por el voto) el de, a partir de dicha información, armar el plan de gobierno. Este ejercicio resultó interesante porque permitió darse cuenta de la problemática común que padecían los habitantes de Sayula, pero también la específica (y heterogénea) que se vivía en los barrios y localidades.66 También facilitó el hecho de que los pobladores de las distintas comunidades o barrios fueran planteando la necesidad de organizarse territorial y sectorialmente, en orden de participar junto con el gobierno, en la toma de decisiones para la asignación de obra pública.

Este nuevo diagnóstico sobre los problemas del municipio fue resultado de más de ochenta reuniones (de las cuales muy pocas fueron en forma de mitin) que se celebraron en todos los barrios y con diversos sectores (ladrilleros, niños, comerciantes, cargadores del mercado, maestros, estudiantes, jóvenes, músicos, “señoras de LICONSA”,67 vendedores ambulantes, deportistas, etcétera).

El nuevo ayuntamiento y la participación ciudadana

Ya en el gobierno la planilla triunfadora se dio a la tarea de echar a andar el plan de gobierno que había resultado del diagnóstico participativo anterior. Para lo cual se procedió a la integración de las estructuras de participación ciudadana. Para ello desde el ayuntamiento se convocó a reuniones barriales o vecinales. En éstas asistían los directores de área del ayuntamiento, los colonos se expresaban sobre los problemas que les aquejaban y finalmente elegían a sus representantes. Se buscó que su elección quedará al margen de intereses partidistas o corporativos. De aquí se dio paso a la integración de la asamblea general del pueblo o del COPLADEMUN, la cual quedó compuesta por alrededor de cincuenta comités y cerca de 150 personas, entre miembros del ayuntamiento y representantes sectoriales y territoriales.

En la primera asamblea de la comisión se votaron obras y presupuestos de manera real. Sin embargo, a los nueve meses de su constitución, el COPLADEMUN -y su Comisión Permanente-68 fue desintegrado por el presidente municipal, el cual no sólo removió del mismo al vicepresidente Lamas y a Jaime Medina (ambos militantes perredistas, ex candidatos a

66 Un acercamiento de esta naturaleza permite ver que los problemas no sólo se reducen a necesidades de obra pública. Hay también muchas manifestaciones que dan cuenta de aspectos de carácter cultural, como el de suponer que el PRD es antirreligioso y que, por lo tanto, al arribar al gobierno cerrará los templos, acabará con las tradiciones religiosas y sólo celebrará las llamadas fiestas patrias. Según fue expresado en algunas de estas reuniones. 67 En alusión a las beneficiarias del programa federal de subsidio para el consumo de leche: Leche Industrializada Conasupo S.A. (LICONSA). 68 La comisión permanente del COPLADEMUN había sido integrada por seis funcionarios de la administración municipal y cuatro representantes de los ciudadanos.

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presidentes municipales, y vinculados desde un principio a los talleres de diagnóstico sobre la problemática de Sayula y para la designación de la planilla perredista), sino también a los cuatro representantes que provenían de cada una de las representaciones zonales

Debido al escaso tiempo transcurrido entre la conformación de los comités, la integración del COPLADEMUN y el poco alcance de las decisiones del consejo permanente del COPLADEMUN –que apenas había logrado incidir en un primer paquete de obras-, el proyecto de planeación participativa no alcanzó a defenderse por sí mismo. Es decir, la organización social no alcanzó a fortalecerse como para crear una respuesta para hacer frente a dicho retroceso. Hay que entender que, salvo por pequeñas expresiones, la participación ciudadana autónoma no tenía una presencia en el municipio. A través de los mítines y de las diversas reuniones de diagnóstico llevadas a cabo por el PRD, la gente había expresado, tanto su desconfianza hacia los partidos políticos en general, como la apatía por la no participación reinante entre la población; pero también había manifestado su voluntad y disposición por organizarse a partir del llamado que al respecto hicieran las autoridades municipales. La asamblea general de representantes fue impulsada por el ayuntamiento, sin embargo cuando fue marginada por la propia autoridad (presidencial) y dada su breve existencia, ésta fue incapaz de sobrevivir.

En los hechos, al desintegrar a la organización y a su estructura como una instancia de participación democrática y plural, se truncó la posibilidad de crear una relación horizontal entre gobernantes y ciudadanos. El nuevo COPLADEMUN que desplazó al anterior se convirtió en una instancia meramente formal para avalar, en caso necesario, las decisiones del ejecutivo local en materia de programación de la obra publica municipal. De tajo, y a pesar de la oposición de algunos regidores, se cerraron la vías para la participación institucionalizada, incluyente y autónoma de la población y se volvieron a abrir los canales para que esta se diera de manera clientelar y discrecional.

A partir de la disolución del COPLADEMUN se instauró una nueva lógica para regular la “participación ciudadana”: ésta tendría que darse bajo la batuta marcada por el presidente municipal o por algunos regidores o funcionarios (no perredistas, ni con antecedentes que los ligaran al trabajo popular) y de manera individualizada y no a través de la organización social.

El proceso de empoderamiento popular y de construcción de ciudadanía había empezado a trastocar el orden tradicional de ejercer el poder en el municipio, lo cual había resultado preocupante.

Con el tiempo la administración “perredista” quedó dividida en dos grupos: uno mayoritario, encabezado por el presidente municipal, y otro minoritario, el del vicepresidente, prácticamente marginado en el ayuntamiento.

La presencia de empresas productoras de jitomate y sus efectos sobre el medio ambiente y sobre el espacio urbano y rural; el arribo temporal de jornaleros agrícolas y su sobre-explotación exacerbó la distancia entre la corriente encabezada por el alcalde y aquella representada por diversos sectores de la población (perredistas y no perredistas), organismos de derechos humanos y defensores del medio ambiente. En el fondo, existía la idea de que el alcalde había sido demasiado tolerante con los productores locales y extralocales que se habían sumado al boom de la producción jitomatera y que sólo actuaba cuando existía demasiada presión (accidentes graves, incendios de albergues, conflictos laborales, denuncias de organismos de derechos humanos, etc.). Lo cual, para los opositores, resultaba aún más desfavorable al observarse tanto las limitaciones del propio ayuntamiento para la regulación de la actividad de las empresas, como el poco interés mostrado por el gobierno estatal y federal para poner en cintura a las empresas que, guiadas por la ganancia rápida, violaban los derechos laborales y la normatividad en materia medioambiental.

El caso ilustra claramente el vínculo local-extralocal y las alianzas entre actores para incidir en una u otra dirección, también muestra la dificultad que entraña el soporte estructural e institucional para la constitución de sujetos con conciencia de derechos.

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El arribo del PRD al ayuntamiento abrió, en un primer momento, la esperanza y la posibilidad de que las cosas pudieran mejorar gracias a la participación ciudadana, a la planeación participativa y al cumplimiento cabal de la ley. El ejercicio de diagnóstico participativo llevado a cabo por el PRD durante los momentos de la precampaña y campaña que antecedieron a las elecciones locales de 1998, había señalado a “las condiciones inhumanas que padecían los jornaleros del jitomate” y a “la contaminación por agroquímicos”, como dos de los principales problemas que la siguiente administración tendría que encarar. En los hechos, ninguna de estas expectativas y propuestas inicialmente planteadas se llevaron a cabo, por lo menos de forma sostenida. Más que el partido en el poder fue la composición y la correlación de fuerzas y posiciones al interior del ayuntamiento, lo que propició que la política originalmente pensada siguiera otros derroteros.69

Con todo, en las elecciones locales de 2000, la población le cobró la factura al PRD. Partido que quedó en el cuarto lugar. Desde entonces gobierna el PRI.

El caso de Sayula ilustra parte de las dificultades que se presentan en los procesos de construcción de democracia desde abajo, particularmente cuando la alternancia política municipal (y la posibilidad de que el propio ayuntamiento se convierta en un promotor de la participación democrática y de la integración social) no aporta gran cosa en esa dirección.

Conclusiones

El reconocimiento de los factores externos que limitan el desarrollo de las democracias, no significa que los factores internos sean de menor importancia, o que su remoción sólo será posible en la medida en que los primeros sean resueltos. De hecho, los procesos de democratización a escala local suelen incidir en arenas mayores. Gracias al desarrollo de las comunicaciones –y sobre todo a su naturaleza descentralizada- resulta mucho más viable que algunas experiencias locales exitosas de democratización puedan ser conocidas y reproducidas en otros ámbitos (municipios, entidades o países).

Más allá de las condicionantes externas, pueden darse procesos de democratización importantes como: la alternancia política; la transparencia en el manejo de los recursos públicos y el desarrollo de mecanismos que le faciliten a los ciudadanos el acceso a la información de interés público; la planeación participativa e instrumentación de la democracia directa o participativa; el fomento de la cultura política democrática (y ambiental); la descentralización del poder gubernamental local; la ampliación e institucionalización de nuevos espacios para la participación ciudadana y el respeto a la autonomía de las organizaciones de la sociedad civil; y, entre otros, el fomento de la integración a través del apoyo a las diversas expresiones culturales en un marco de tolerancia y respeto. Así como el eslabonamiento a redes ciudadanas o municipales extralocales o transnacionales que persiguen intereses comunes.

Sin embargo, no podemos sólo hablar de las experiencias de democratización en los municipios mexicanos, sin tomar en cuenta que la gente de las localidades no se encuentra aislada de las condicionantes extralocales que limitan el desarrollo de sus aspiraciones democráticas. 70

69 Hacia finales del periodo del Ayuntamiento 1998-2000 sólo permanecían dos perredistas en el gobierno municipal: Leonardo Lamas (vicepresidente) y el regidor Camilo González, ex presidente del comité directivo municipal del PRD. El profesor Jaime Medina Montes, el antepenúltimo perredista en la administración, renunció a su cargo como director de la Casa de la Cultura “Juan Rulfo” a finales de 1999, “por no estar acorde en su relación con el presidente municipal” (Tzaulán, 1999). 70 El abandono rural se encuentra ligado a las condiciones de precariedad que padecen los productores agrícolas, la cual se han acentuado en los últimos años. Éstas se vinculan, en menor o mayor grado, con la apertura comercial. Ello ha aumentado el número de población desplazada de sus lugares de origen. La Red Mexicana de Acción Frente al Libre

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Un buen gobierno local abre los espacios para la participación ciudadana. Pero de éste no depende totalmente el que los ciudadanos puedan mejorar substancialmente sus condiciones de vida. Sobre todo cuando el sistema mundial sigue cimentándose en la desigualdad y en la exclusión; y cuando muchos políticos mexicanos y sus partidos actúan en correspondencia a las necesidades de funcionamiento de ese sistema.

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La resistencia social urbana como “desobediencia debida”.

El caso de la privatización de los servicios públicos

en el Chaco. 71

Dr. Jorge Próspero Roze72

Introducción

El avance del proceso caracterizado como “globalización” –en nuestras regiones-, adopta, como uno

de los instrumentos políticos para la subsunción de los territorios la transformación de los aparatos

del estado, tanto de sus sistemas normativos (reforma radical de los instrumentos jurídicos), sus

aparatos administrativos (en todos sus estamentos), y el conjunto de funciones vinculadas con la

producción de bienes y servicios y la reproducción de la población (en particular los aspectos

vinculados con salud y educación).

La privatización de los servicios públicos fue uno de los mas extraordinarios “nuevos” negocios que

cuentan no solo con una parafernalia de discursos emanados de las agencias internacionales de

créditos, sino con la complicidad de las agencias “para el bien de la humanidad” como diversos

organismos de las Naciones Unidas.

En la Argentina, para el caso del Agua potable y el saneamiento básico, -a escala nacional- se inicia

con el desguace de la Empresa Obras Sanitarias de la Nación en una veintena de empresas

provinciales o locales, y luego la privatización de cada uno de esos servicios por cuenta de las

administraciones responsables.

71 Este trabajo es un avance de la investigación “Políticas públicas y cambio social. Transformaciones alrededor del recurso hídrico en el Nordeste Argentino. Impactos de la privatización del servicio de agua y saneamiento urbanos”. CONICET – Universidad Nacional de Misiones, que forma parte del Programa: Barriers and Conditions for the Involvement of Private Capital and Enterprise in Water Supply and Sanitation in Latin America and Africa: Seeking Economic, Social, and Environmental Sustainability (PRINWASS) con sede en la University of Oxford, United Kingdom. http://www.geog.ox.ac.uk/~prinwass 72 Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales – Universidad Nacional de Misiones IdEAS – Instituto de Estudios Ambientales y Sociales – Resistencia [email protected] web: http://www.fundaideas.org.ar/personales/jorge/JorgeRoze.htm

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En el Chaco al momento de la privatización de la empresa Servicio de Agua y Mantenimiento

Empresa del Estado Provincial –SAMEEP, se evidencia una restricción emanada de la Constitución

Provincial y los políticos de los partidos parlamentarios, sin oposición deciden llamar a una

consulta popular que la habilitara.

A pesar de que el conjunto de partidos mayoritarios (cuyos representantes constituían los poderes

electivos del Estado Provincial) postula el voto positivo a la privatización, la población de la

provincia, pero particularmente la localizada en los conglomerados urbanos, desobedece la orden de

“sus” partidos y vota por la continuidad de la empresa pública.

Analizamos este proceso de desobediencia a la autoridad como una importante expresión de

resistencia social, particularmente urbana, en el marco de la investigación Políticas públicas y

cambio social. Transformaciones alrededor del recurso hídrico en el Nordeste Argentino. Impactos

de la privatización del servicio de agua y saneamiento urbanos.

El Servicio de Agua y Mantenimiento Empresa del Estado Provincial -SAMEEP –

Las transformaciones operadas en la prestación de servicios públicos en Argentina tiene su origen la Ley 23.696/89 sancionada el 17 de agosto de 1989 conocida como de "Reforma del Estado" –tambien “Ley Dromi”-, donde se determinaba la emergencia administrativa, y de allí la privatización y participación del capital privado.

Esta ley, cuya denominación formal es: "Reforma del Estado - Emergencia Administrativa - Privatizaciones y Participación del capital privado - Programa de propiedad participada - Protección del trabajador - Contrataciones de emergencia - Contrataciones vigentes - Situación de emergencia de las obligaciones exigibles - Concesiones - Plan de emergencia de empleos” abarca el conjunto de cambio que determinarán la enajenación del patrimonio acumulado por varias generaciones de argentinos en empresas del Estado, asi como el patrimonio intangible de derechos sociales y laborales.

Como señalamos, la provisión de agua potable y saneamiento básico en la Argentina era atributo de una empresa estatal denominada “Obras Sanitarias de la Nación”

Esta empresa estaba a cargo de la extracción, depuración y distribución domiciliaria del agua potable y el servicio de cloacas en todo el país, organizada en “Divisionales” por provincias. Los aspectos normativos y de control de la calidad del agua potable, la ampliación y extensión de servicios, así como el control de obras particulares formaban parte de este servicio que a lo largo de medio siglo había estructurado un servicio con un singular grado de eficiencia.

En el año 1980 se pone en marcha a nivel del país el Programa de Descentralización de los Servicios Públicos, que en los hechos significaba el desguace de la empresa Obras Sanitarias en

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161 sistemas de agua potable y desagües cloacales, y la transferencia –libre de pasivos a las provincias73.

En la provincia del Chaco, el traspaso del servicio se realiza a través de un Decreto74 Nº 258 del 31 de enero de 1980 donde se transfiere al ámbito del gobierno de la la provincia la Empresa Obras Sanitarias de la Nación – Divisional Chaco y el 28 de agosto de 1980 se promulgan dos leyes en la provincia, una (número 2499) de Creación de creación la empresa Servicio de agua y mantenimiento Empresa del Estado Provincial - SAMEEP - Provincia del Chaco y la otra (número 2500) de liquidación de la empresa Obras Públicas Empresa del Estado Provincial (OPEEP) por la que se transfieren todos los activos a SAMEEP.

Por la primera, SAMEEP actúa de ente concesionario estatal del Sistema Provincial de Abastecimiento de Agua Potable, evacuación de líquidos cloacales y residuos industriales. Conducida por un Directorio compuesto por un presidente y dos vocales designados por el Poder Ejecutivo, un vocal en representación de los usuarios y un vocal en representación de los trabajadores75.

En octubre de 1983 el gobierno militar se dicta una ley orgánica complementaria de la 2499 y en octubre de 1987 –con el gobierno constitucional- se decreta nuevamente la modificatoria del Estatuto de la Empresa SAMEEP.

Tres Constituciones en la constitución de una provincia reciente

La Nación Argentina reconoce su origen institucional el 9 de julio de 1916 donde se plasma de forma definitiva una alianza de diversos territorios productivos (las provincias unidas del Rio de la Plata) en una nación con un gobierno independiente de la corona española como resultado de la revolución del 25 de mayo de 1910. Hacia 1852 el conjunto de provincias se dictan una Constitución que organiza de forma definitiva el Estado Argentino compuesto por un conjunto de provincias organizadas y en los espacios de escasa o ninguna ocupación esos territorios eran gobernados por representantes del poder central y se denominaban “Territorios nacionales”.

Tal es el caso del Territorio Nacional del Chaco que se convierte en provincia en el año 1952 junto con el territorio de La Pampa, lo que define una particular historia en términos de organización y algunas particularidades vinculadas con su tardío poblamiento vinculado con procesos migratorio, la mayoría desplegados en la primera mitad del siglo XX.

Existen dos momento en su historia constitucional que signarían ciertas originalidades en el proceso político y social:

la primera, se crea la provincia durante el apogeo del segundo gobierno peronista, donde el peso del orden político nacional vinculado con las estructuras corporativas -básicamente obreras a través de los sindicatos y la Confederación General del Trabajo-; la influencia de Eva Perón en las gestiones de los políticos chaqueños y la necesidad de un trámite rápido en su realización, determinó que la letra de la Constitución de la flamante provincia fuera en su casi totalidad elaborada por los intelectuales del partido a nivel nacional, y aprobada casi a libro cerrado en la Asamblea Constituyente donde el partido peronista tiene casi el 80 por ciento de la representación.

Este proceso tuvo como resultado que la primera constitución de la provincia fuera producto de las singularidades del régimen y tuviera como tal importante peso corporativo76.

73 Obra Sanitarias de la Nación queda reducida a la Capital Federal y a trece partidos del Conurbano Bonaerense. 74 Recordemos que entre 1976 y 1984 la Argentina era gobernadas por los militares del denominado “Proceso”; en las provincia los gobernadores eran en general militares nombrados por el gobierno central. 75 Hasta la fecha 2003, no se reglamentó la participación de la representación de los usuarios. 76 Solo a modo de ejemplo, en la composición de la Cámara de Diputados un porcentaje de representantes devenían de las organizaciones obreras.

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Poca vigencia tuvo la constitución de la provincia, ya que en septiembre de 1955 la denominada Revolución Libertadora deja sin efectos el orden político y jurídico estructurado el gobierno de Juan Domingo Perón, en el plano nacional se vuelve a la constitución de 1852 y para el Chaco se decide una nueva constituyente, a la par que se cambia el nombre de Provincia Presidente Perón por el de Provincia del Chaco

El 7 de diciembre de 1957 se sanciona en el Chaco una nueva Constitución, ahora en total antítesis con la anterior con legisladores del conjunto de los partidos no peronistas77.

Para hacer presente la originalidad de la nueva constitución de la Provincia debemos hacer referencia al proceso de estructuración de la producción y los asentamientos en el territorio.

Hasta la década del '50 el Chaco es un territorio en expansión cuya riqueza se funda en la producción de algodón y la forma productiva que adoptó la burguesía de pequeños y medianos productores para su expansión y acumulación fue el desarrollo de cooperativas y unión de cooperativas (cooperativas de primero y segundo grado) que sumaban al acopio y comercialización la industrialización de la fibra, luego hilanderías y tejedurías. Constituía el sector productivo hegemónico tanto por los volúmenes de producción como dinamizadores del conjunto de la sociedad y particularmente porque se autopresentaban como sujetos de la gesta fundacional del territorio. (Roze 1979-1989-2001-2002)

La composición de la nueva constituyente era dominantemente del partido radical y socialistas, los primeros tradicionalmente representantes de los productores agrarios y los socialistas portadores del ideario cooperativista quienes veían en estas organizaciónes los gérmenes del “socialismo sano” en oposición a las corrientes marxistas.

De esa forma, el cooperativismo agrario impone su "buen sentido" en la letra de la Constitución de la Provincia en tres artículos: El 38° referido a la tierra pública -adjudicaciones preferenciales a las cooperativas-; el 41° de Defensa de la Producción Básica y el 47° de promoción y favorecimiento de la Cooperación Libre.

Con respecto a las tierras públicas, los artículos 38 y 39 ponen límites claros a su cesión y venta:

"El régimen de división y adjudicación de la tierra pública será establecido por ley con

sujección a planes previos de colonización, con fines de fomento..." (Art. 38)

"No podrán ser adjudicatarios directos o indirectos:

1) Las sociedades mercantiles, cualquiera sea su forma y naturaleza, salvo cuando el destino de las tierras, en pequeñas parcelas, fuera para la radicación de industrias.

2) Las instituciones de carácter religioso o militar"

En igual sentido el artículo 49º acerca de la explotación de los servicios públicos planteaba como alternativa excluyente en términos de privatizaciones que fueran cedidos a organizaciones cooperativas.

La otra consecuencia política que deviene del proceso constituyente de la provincia es que en términos electorales, hasta 1989 todos los gobernadores elegidos fueron peronistas, con lo que el Chaco era calificada como una “provincia Peronista”.

La tercera Constitución de la Provincia del Chaco será el resultado de la Constituyente de 1994 derivada de llamado Pacto de Olivos (para la modificación de la Constitución Nacional), donde, precisamente la orientación dominante era crear las condiciones para las transformaciones necesarias al interior de la nación para las nuevas condiciones de acumulación del capital a nivel mundial.

77 La sola diferencia entre ambas composiciones de las constituyentes, era que en 1952 los delegados fueron elegidos por el 80 % del voto de los chaqueños, y en 1957 el partido que había obtenido esos votos estaba proscripto.

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El intento privatizador

Hasta la década del '80 el artículo que determinaba el funcionamiento de los servicios públicos no tenía sino un significado simbólico, en tanto el capital privado en Argentina se volcaba a la producción de bienes y había determinado que los sectores vinculados con grandes inversiones y particularmente con prestaciones de servicios básicos masivos fueran monopolio del Estado Nacional. En el Chaco, en una perspectiva de expansión del cooperativismo se pensaba en los servicios locales de agua potable, teléfonos o cooperativas de electricidad.

No obstante, la llegada de las corrientes neoliberales con sus eficientes hombres de empresa en acción política, los motiva -a pesar de la oposición a algunos aspectos políticos de lo que se denominó el menemismo-, a que todos los partidos burgueses estuvieran ideológicamente unidos en una cruzada contra la "ineficiencia del estado", todos por el achicamiento del estado, que tenía su punto clave no en las transformaciones de las burocracias locales, sino en la liquidación de las empresas del estado. El instrumento fue, como señalamos la ley de Reforma del Estado, también denominada Ley Dromi, nombre de quien la elaboró.

Se inicia así un proceso de privatizaciones de empresas de aguas de los estados provinciales, siendo la vecina Provincia de Corrientes quien primero constituye la empresa privada “Aguas de Corrientes”78

A principio de 1994, la Cámara de Diputados de la Provincia del Chaco aprueba un Convenio de Transformación del Sector Público en la provincia del Chaco celebrado entre autoridades de la Nación y la Provincia, donde en su punto G) señala:

"formular iniciativas de privatización de actividades que sean potencialmente privatizables y que no correspondan a las actividades básicas del Estado.".

Gobernaba la provincia un partido provincial que por primera vez en la historia había quebrado la hegemonía del peronismo y rompía el bipartidismo que con el partido radical tendía a dividir los votantes chaqueños. Se trataba de "Acción Chaqueña" un partido organizado por el último gobernador militar de la Provincia, que en vertiginoso ascenso había desplazado a los dos partidos tradicionales que hasta entonces dominaban en partes iguales sus representaciones en la Cámara de Diputados de la provincia79.

No obstante, la denominada "transformación del sector público" sumaba tanto al partido radical, cuyo ex presidente Alfonsín había iniciado los procesos de privatización como a los peronistas que debían alinearse a las decisiones del presidente de su partido.

Los primeros días de marzo de 1994 el poder ejecutivo provincial promulga una Ley emanada de la Cámara de Diputados de la provincia (3983/94) por la cual se modificaba el artículo 49 de la Constitución Provincial, que en adelante quedaría redactado de la siguiente forma:

"Art. 49: Los servicios públicos pertenecen originariamente y por sus características, a la provincia y a los Municipios: su explotación puede efectuarse directamente por el Estado, por cooperativas, sociedades o por particulares. En todos los casos el Estado se reserva el derecho de contralor del cumplimiento de las condiciones de otorgamiento y explotación, las que serían establecidas por ley".

En su origen, el articulo señalaba:

"Los servicios públicos pertenecen al Estado Provincial o a las municipalidades, y no podrán ser enajenados ni concedidos para su explotación, salvo los otorgados

78 La capital de la provincia de Corrientes está a solo 20 kilómetros de la capital del Chaco –Resistencia-, ambas ciudades intercambian de forma permanente población que viven en una y trabaja o estudia en la otra. 79 Acción Chaqueña forma parte de un fenómeno que expresará en varias provincias argentinas el fracaso de las dirigencias partidarias tradicionales, y depositaban sus expectativas en la "eficiencia" y la "eficacia" del las acciones de los gobernadores militares. Los sectores mas retardatarios de los partidos tradicionales alimentaron esos fenómenos que tuvieron menos de una década de duración.

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a cooperativas y los relativos al transporte automotor y aéreo, que se acordarán con reserva de derecho de reversión. Los que se hallaren en poder de particulares serán transferidos a la Provincia o a las municipalidades mediante expropiación. En la avaluación de los bienes de las empresas concesionarias que se expropien la indemnización se establecerá teniendo en cuenta conjuntamente su costo original efectivo y el valor real de los bienes deducidas las amortización realizadas. En ningún caso se aplicará el criterio de valuación según el costo de reposición.

La ley determinará las formas de explotación de los servicios públicos a cargo del Estado y de las municipalidades y la participación que en su dirección y administración corresponda a los usuarios y los trabajadores de los mismos."

El pequeño inconveniente que tenía esta ley que modificaba la Constitución, era que para que fuera posible su aplicación debía someterse a una Consulta Popular según señalaba la Constitución de la provincia.

Coincidente con este proceso de búsqueda de institutos legales para abrir paso a las privatizaciones -y en similar sentido- se abre en la Argentina un proceso de modificación de la Carta Magna producto de un acuerdo entre cúpulas partidarias, y en consecuencia la modificación de las Constituciones Provinciales80.

De esa forma, al momento de votarse los Constituyentes nacionales y provinciales los habitantes de la provincia del Chaco habilitados para votar debían dar respuesta a una Consulta Popular acerca de si se aceptaba la modificación del artículo 49 de la Constitución Provincial. El mecanismo fue incorporar a las boletas de elección de los candidatos constitucionales otra donde en grandes letras aparecían SI en una y NO en otras seguido de "acepto la modificación del Art. 49 de la Constitución Provincial sancionada por ley Nº 3983"

El resultado de las elecciones marcó el retroceso definitivo del partido Acción Chaqueña y la preferencia de los votantes al radicalismo y al peronismo, no obstante lo que sorprendió al conjunto de los políticos fue la innegable preferencia de los Chaqueños por el NO, rechazando la modificación de la constitución, y en los hechos la apertura a la privatización de los servicios públicos en la provincia.

El equívoco supuesto de los dirigentes de los partidos con representación parlamentaria partía de que los votantes seguirían las directivas de sus respectivos partidos, y no obstante todos propiciar la modificación, la mayoría de los votantes decidió en contrario.

El objetivo último de la consulta, se vinculaba con el llamado a la Constituyente local redefiniría los lineamientos jurídicos de la Provincia. La intención de los hombres de partido era que se habilitara sin discusión la apertura al capital privado de los servicios públicos, maniobra que se vuelve en contra, y a pesar de la intención de algunos de obviar los resultados de las urnas, se sanciona un artículo con similares restricciones que el original 49º.

Este proceso coloca a la Provincia del Chaco a contrapelo de las tendencias originadas en el poder central, no solo de los poderes de la Nación, sino de las líneas devenidas de los Organismo Internacionales de Créditos, particularmente el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo

A mediados de la década del '90 se plantea desde el ejecutivo provincial profundizar la autarquía de la empresa con lo que su funcionamiento depende pura y exclusivamente de los recursos, así como la expansión y el emprendimiento de obras necesarias para el cumplimiento de su cometido.

80 Fue el denominado "Pacto de Olivos" donde el ex presidente Alfonsín -que dirigía el Partido Radical y el entonces Presidente Menem -quien dirigía el Peronismo- acordaran modificar la Constitución de la Nación en interés de la construcción de un sistema prácticamente bipartidista.

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Presiones privatizadoras de la Nación

El Chaco no escapó a la ola privatizadora organizada desde la Nación, que durante la gestión Menem-Cavallo privatizó las empresas telefónicas, el correo y el transporte energético, y en la región concesionó el mantenimiento del puente General Belgrano (que une las provincias de Chaco y Corrientes sobre el Río Paraná), así como de las rutas 11 y un tramo de la ruta 16; transfirió el Puerto de Barranqueras y el elevador de la ex Junta Nacional de Granos, así como realizaron la privatización del Banco del Chaco.

No obstante, los servicios no privatizados fueron elementos críticos al momento de la instrumentación de políticas económicas desde la Nación a la provincia.

El Gobierno Nacional lanzó en 1991 un Programa denominado Pronapac para obras de cloacas y saneamiento en distintas provincias a partir de un préstamo, convenio firmado entre la Nación y el Banco Interamericano de Desarrollo -BID- que alcanzaba a 250 millones de dólares, 200 que aportaría el BID y 50 de contrapartida local.

Este préstamo, tuvo como características acordar con los financiadores un monto global para identificar a posteriori las obras a financiar en distintas provincias81. La Nación, condicionaba el préstamo a la privatización de las empresas de agua y cloacas todavía en mano de los estados provinciales.

El Chaco hace un pedido de revocatoria de esta medida alegando las razones constitucionales que determinaron la no privatización, a lo que la respuesta fue condicionar a que la empresa efectuara un gerenciamiento de tipo externo y aumentara los cobros por encima del 60 % de lo facturado.

El Chaco quedo afuera del crédito.

También en relación del envío de fondos coparticipables las exigencias de la Nación se centraban en la privatización de las empresas chaqueñas no privatizadas (a la que se suma el Instituto de Servicios Sociales).

La firma de un Pacto Fiscal entre Nación y provincias tenía como componente fundamental ese proceso. El titular de la tesorería de la provincia refería a los medios una conversación con el Subsecretario del Ministerio de Economía de la Nación donde le explicaba que una norma constitucional de la provincia impedía la privatización de los servicios, a lo cual el funcionario habría respondido que

"cada dos años se puede modificar la Constitución" ...

y aclaró que

"a la Nación no le importaba que las empresas citadas no fueran deficitarias, porque quiere que se las privatice si, o si." Diario El Diario. 26 de marzo de 1966. p. 6.

La situación a 1996 en relación con las privatizaciones fue señalada por el Jefe de Gabinete Eduardo Bauzá en ocasión de realizar un informe al Senado acerca de la Nueva Ley de Coparticipación de las Provincias, donde pidió una profundización de las reformas, particularmente la privatización de las empresas públicas provinciales.

"Explicó que hay -a marzo de 1996-, 33 empresas privatizadas, 2 en proceso de adjudicación, una con pliego de bases y condiciones a la venta, 17 con leyes que autorizan su privatización aprobadas y definiendo el marco regulatorio en caso de que fuera necesario, 11 con leyes que permiten la venta pero sin marco de regulación y 17 sin legislación privatizadora sancionada." Diario Norte, Resistencia, 28 de marzo de 1996.

En relación con las empresas de agua potable sin legislación privatizadora, señalaba a: Obras Sanitarias de Buenos Aires; Servicios de Agua y Mantenimiento del Chaco; Dirección Provincial

81 Cuando lo normal es detectar los proyectos financiables y determinar el monto del crédito a solicitar.

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de Agua Potable y Saneamiento de Jujuy, Dirección Provincial de Aguas de Río Negro, dirección de Obras Sanitarias de Salta; la Empresa Provincial de servicios Públicos de Santa Cruz y Dirección de Agua de Tierra del Fuego.

Acerca de los partidos del régimen

El régimen de dominación se funda en la construcción sistemática de formas heteronómicas a través de la acción permanente de tres forma institucionales que dominan la casi totalidad de las relaciones al interior de nuestras sociedades: el ejército, la iglesia católica (hegemónica en la Argentina)82 y los partidos políticos.

Nos interesa analizar la construcción de heteronomías al interior de las organizaciones partidarias, no obstante previamente debemos hacer algunas consideraciones en relación con las formas de conciencia dominante al interior de nuestras sociedades capitalistas.

Marx, en el conocido parágrafo del final de capítulo 1º de El Capital, plantea el mecanismo dominante de la conciencia de una sociedad donde la producción de mercancía se ha constituido como forma social dominante e impera la división social del trabajo, que ha caracterizado como “el Fetichismo de la Mercancía”.

Se trata, nos dice al autor de atribuir a las cosas las determinaciones que operan en la relación entre los hombres83. Es decir, lo que son relaciones entre los hombres son vistas como relación entre las cosas.

Una consecuencia de la fetichización de las mercancías es que estos procesos operan analogías en todos los órdenes de la existencia. Marx lo hace presente cuando construye una analogía con las formas religiosas:

"De ahí que para hallar una analogía pertinente debamos buscar amparo en las neblinosas comarcas del mundo religioso. En éste los productos de la mente humana parecen figuras autónomas, dotadas de vida propia, en relación unas con otras y con los hombres. Otro tanto ocurre en el mundo de las mercancías con los productos de la mano humana. A esto llamo el fetichismo que se adhiere a los productos del trabajo no bien se los produce como mercancías, y que es inseparable de la producción mercantil." Marx. :89

Es decir el proceso de “tomar una cosa por otra” –tomar las relaciones entre personas como relaciones entre cosas- se hace extensa a distintos órdenes del pensamiento y de la acción84, donde la característica dominante es la naturalización del conjunto de las relaciones sociales y productivas; es decir, no solo escapan al control de lo humano, sino que se vuelven necesarias.

En consonancia con esta teoría, en los estudios de Piaget sobre los procesos cognitivos tendiente a la constitución de lo que denominó la epistemología genética, en sus trabajos sobre la

82 La Iglesia católica y las FFAA constituyen dos de las identidades más consecuentes con relación a la defensa tenaz de la persistencia y sobrevivencia de los órdenes sociales más inhumanos pasados y actuales. Marín: 2002 83 "Lo misterioso de la forma mercantil consiste sencillamente, pues, en que la misma refleja ante los hombres el carácter social de su propio trabajo como caracteres objetivos inherentes a los productos del trabajo, como propiedades sociales naturales de dichas cosas, y, por ende, en que también refleja la relación social que media entre los productores y el trabajo global, como una relación social entre objetos, existentes al margen de los productores. Es por medio de este quid pro quo [tomar una cosa por otra] como los productos del trabajo se convierten en mercancías, en cosas sensorialmente suprasensibles o sociales (...) ...la forma de mercancía y la relación de valor entre los productos del trabajo en que dicha forma se representa, no tienen absolutamente nada que ver con la naturaleza física de los mismos ni con las relaciones propias de las cosas, que se derivan de tal naturaleza. Lo que aquí adopta, para los hombres, la forma fantasmagórica de una relación entre cosas, es sólo la relación social determinada existente entre aquellos." Marx p88 84 Los hombres hacen su historia, pero no saben como...

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constitución de la moral en el niño y la toma de conciencia hace presente un estadio al que denomina “realismo”, que notablemente coincide con la descripción que hace Marx del Fetichismo de la Mercancía85.

Lo que Piaget va a poner en evidencia en sus estudios, es la existencia de tres leyes de conductas:

“... conductas motrices, conductas egocéntricas (con presión exterior) y cooperación, y a estos tres tipos de comportamiento social corresponden tres tipos de reglas: la regla motriz; la regla debido al respeto unilateral y la regla debida al respeto mutuo. Piaget. 1984: 72.

Autonomía y heteronomía son los dos polos, las dos expresiones polares de esta conducta que no corresponden a etapas concluidas en la formación de los sujetos, sino que interactúan en la totalidad de la vida social y espiritual de los individuos, con diferentes valores en la constitución de sus identidades. Un individuo puede constituir un sujeto cooperante en términos de su actividad práctica en la acción social, y a la par poseer una conciencia heterónoma de la moral y su juicios de valor.

Precisamente, son las instituciones de la sociedad que a través de distintos mecanismos tienden a la construcción de acciones y actos de conciencia con mayor o menor grado en alguno de estos elementos polares, en los diferentes órdenes de la vida de los individuos.

En el mencionado trabajo de Juan Carlos Marín (2001) muestra la construcción de heteronomía en la construcción de juicios morales por parte de la iglesia

La Iglesia Católica tiene una muy larga historia que por supuesto trasciende histórica y geográficamente nuestra territorialidad nacional en la cual ha construido una enorme red de instalaciones, finalmente fortalezas de un poder llamado espiritual que fue monopolizado y que le permitió generar y mantener incesantemente una infantilización de las poblaciones, particularmente sobre los sectores material y culturalmente más pauperizados de nuestro país. 86

Pobres o ricos, en nuestras primeras etapas en que construimos y descubrimos sin saber que así lo hacíamos, nuestras formas más iniciales y primarias del conocimiento del mundo que nos rodeaba, ese mundo, se nos presentaba como algo preexistente no solo ya construido por alguien sino también como algo que era previo a todo lo humano... lo cual nos llenaba de asombro y temor que se expresaba como un temor respetuoso acerca de lo preexistente. Marín, 2001: 2

En diferentes investigaciones hemos abordado la construcción de formas heteronómicas, particularmente en la concepción y aplicación de los denominados “programas sociales” (Pratesi, 1998 y 1999a), así como de la concepción de los políticos locales (Roze; Pratesi 2001).

Volviendo a la práctica de los partidos políticos y la identidades que esas prácticas constituyen, podemos afirmar sin margen de error que de forma permanente operan situaciones de heteronomía, donde los operadores dominantes son –como los operadores de todo orden social- la obediencia y el castigo.

Obediencia y castigo hacia el interior en los procesos de construcción del “hombre de la política” el que obedece en relación a los que mandan, y se construye como guardián del orden para los de abajo; la desobediencia significa la expulsión o el no ascenso 87. Hacia el exterior en la histórica

85 Este hallazgo en término de una teoría del conocimiento es atributo de los avances de Juan Carlos Marín. Cfr. Marín 1995. 86 [cita del texto] La empresa de infantilizar a las poblaciones es hoy día una empresa mercantil exitosa y un patrimonio creciente de las diferentes alternativas de la llamada industria del espectáculo en la cual el conjunto de la empresa de comunicación periodística mantiene una función emblemática y consecuente con la infantilización de la población. (JCM) 87 En este marco, los cambios al interior de las organizaciones partidarias, necesariamente se expresan como traición y ruptura.

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práctica del clientelismo, donde la aparente situación de una contraprestación con carácter cuasi mercantil (beneficio por voto), se convierte en una relación no voto – no beneficio, en el marco de las necesidades extremas de los sujetos empobrecidos.

La asamblea abierta es un proceso ausente en la forma “partido” y en general los representantes son elegidos en procesos complejos de representaciones indirectas. De esa forma, la “cúpula” del partido o es una virtualidad (el “comité nacional” o el “comando superior”) o son individuos que elegidos por entidades superiores, ajenas.

En esta dinámica se construye la identidad “radical”; “peronista”; “liberal”; “autonomista”; “desarrollista”; “demócrata cristiano”, etc. etc. donde el sujeto se identifica a partir de un acto de fe, ya que en ningún momento operó forma alguna de cooperación que le permitiera ser parte del proceso de construcción de esa identidad.

Así la dominante es la heteronomía; heteronomía en los sujetos que votan sus candidatos, un programa no siempre comprendido, no siempre explicitado; y la materialidad de la institución lo constituye la figura de “el puntero”, aspirante a integrar la cadena de obedecer – imponer obediencia, y ascender en la organización.

En esa práctica, heteronomía de los que ejercen el poder, quienes no necesitan construir explicaciones racionales ni construir situación de cooperación, ya que en la inconciencia del “hacer y no saber como” suponen que las relaciones al interior de la organización han sido así y lo serán por siempre.

En síntesis, obediencia y castigo, no importa la carga de inhumanidad que puedan portar las decisiones de “los que mandan”

Autonomía y heteronomía en la decisión de los chaqueños

Políticos y caudillos En ese ámbito, emergen los liderazgos históricos, las figuras permanentes, la identidades constitutivas de la continuidad del orden. El peronismo se alineó durante casi cuatro décadas detrás de un profesional de la política que forma parte del gobierno desde la fundación misma de la provincia. La construcción del “hombre del pueblo”, que en las circunstancias difíciles está junto con la gente, es una imaginería88 cuidadosamente construida que lo sostuvo en la dirección del partido y en la gobernación de la provincia durante varios períodos89. En el radicalismo, el otro partido mayoritario otro caudillo radical quien a lo largo de su historia pierde las elecciones pero ocupa cargos nacionales de diputado y senador prácticamente sin solución de continuidad.

La alineación de los votantes así como la obediencia a las decisiones del partido recorren la historia del Chaco hasta la irrupción de un nuevo político, resultado de una gestión populista como gobernador militar del proceso, quien funda un partido provincial y rompe el bipartidismo, sin llegar a ocupar el cargo de gobernador por cuestiones vinculadas con la ley electoral provincial.

88 Durante las inundaciones de 1966, entonces gobernador de la provincia, abandonaba la casa de gobierno para participar del reparto de mercaderías a las familias inundadas. Cfr. Roze 2002. 89 Importa señalar que en el chaco, en las elecciones de 1965, Bittel desobedece la orden de abstención que lanza Perón ante las elecciones y se postula como gobernador del Chaco; y gana.

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De la “Provincia peronista” al “bastión del radicalismo”. Al momento del retorno al sistema institucional-constitucional en 1983, donde el partido radical gana el gobierno nacional, el Chaco sostiene el dominio peronista en el gobierno, lo que significa que se convierte en provincia opositora al gobierno nacional. No obstante, el avance del radicalismo se manifiesta en una distribución casi igualitaria de los votos, que pone en crisis la hegemonía electoral peronista, en particular con el voto de los habitantes de su ciudad capital; Resistencia, cuyo gobierno municipal es de forma permanente dominado por el partido radical

En las elecciones -en términos de manipulación de las conductas del electorado, para ganar en la ciudad de Resistencia- el peronismo opera una estrategia tendiente precisamente a reforzar los elementos heteronómicos en los votantes peronistas. Bittel, entonces Senador de la Nación, se presenta como intendente de la ciudad de Resistencia, donde hacía casi dos décadas que el peronismo no ganaba ninguna elección. Se convoca al votante a elegir “el hombre proverbial”, quien abandona su alto cargo para “estar de nuevo junto al pueblo”90. Esta apelación a los mitos históricamente construidos pone de manifiesto el poco interés de los hombres de partido por romper el circulo de la obediencia.

La irrupción de Acción Chaqueña en coincidencia con el primer gobierno de Menem, convierte al Chaco, si no en una provincia opositora, por lo menos de distinta orientación al gobierno nacional. La gobernación de Acción Chaqueña dura solo un período, en el que surgiría un nuevo caudillo, ahora radical quien divide y recompone el partido orientándolo a las nuevas corrientes alfonsinistas y gobierna el Chaco por dos períodos consecutivos. Cabe señalar que este gobernador es uno de los pocos que sostiene el caudal electoral a posteriori de la crisis del 2001 (“que se vayan todos”) y transforma a la provincia del Chaco, en el punto de partida de recomposición del partido radical.

Dominio absoluto de las decisiones de los dirigentes, el electorado chaqueño elige opciones cuya ajenidad se manifiesta en apoyar a uno u otro personaje construido a la medida del “buen gestor”, del místico, del “hombre de pueblo” o del caudillo. La quintaesencia de la obediencia a la orden de la autoridad presente, pretérita o futura.

En ese marco el resultado de la consulta popular para la privatización de los servicios públicos de la provincia del Chaco.

La “desobediencia debida”

Los tres partidos con representación legislativa (es decir que sumaban la mayoría de los votos de la provincia) –radicalismo, peronismo y Acción Chaqueña- coincidían en considerar al Estado “un administrador ineficiente” y asumían sin críticas las políticas emanadas de la administración del entonces presidente Menem y su ministro de economía Domingo Caballo.

En ese sentido, era de sentido común para la mayoría de sus dirigentes que los votantes chaqueños coincidirían con los lineamientos de “sus” partidos y era de sentido común que votarían el cambio de la constitución.

La oposición al cambio del artículo 49, devenía de los partidos con alguna orientación crítica del amplio espectro del reformismo de izquierda por ejemplo el “Frente Grande” en el Chaco y organizaciones gremiales opositoras –vinculadas con estos partidos- el caso de la Confederación de Trabajadores Argentinos91.

La otra cuestión que garantizaba a los partidos mayoritarios el voto de positivo de sus simpatizantes era que la consulta no se realizaba en el vacío de una campaña “política”, sino que

90 La catastrófica gestión del caudillo, quien abandona el cargo a los pocos meses, abre paso a la elección del militar Ruiz Palacios, quien consolida desde la municipalidad su partido. 91 Que aparece como alternativa a la Confederación General del Trabajo (CGT), y agrupaba al conjunto de gremios de trabajadores estatales, docentes, etc. y algunos gremios de sindicatos en franco retroceso.

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constituía una nueva instancia en las elecciones para convencionales constituyentes para la reforma de la Constitución de la Nación y la reforma de la Constitución de la Provincia.

De ese modo, en medio de la campaña por imponer sus figuras constituyentes –en general reputados hombres de la política y la cultura oficial en la provincia- el voto al “si” de la reforma debía inscribirse en un gesto de obediencia automática de los votantes de cada uno de los partidos.

Analizados los resultados, no hubo ninguna regularidad que haga presente alguna tendencia de desplazamiento de votos de alguno de los tres partidos hacia el nó que pudiera mover los resultados. En general el voto al nó se impone en los centros urbanos, no importa si el partido mayoritario fuera el radicalismo o el peronismo (Acción Chaqueña pierde la mayoría de su caudal electoral, que retornan a sus partidos de origen).

Los políticos de los partidos manifestaron esencialmente los elementos de su identidad. Pocos podían creer en los resultados, y en general los votantes “se equivocaron” o “fueron confundidos” por la propaganda de los agitadores.

Nuestra perspectiva, -no una explicación rigurosa sino una percepción del proceso- refiere a la decisión de los votantes chaqueños de ejercer un acto de desobediencia a una orden que desde toda perspectiva implicaba consecuencias inhumanas, ya que potencialmente afectaría la propiedad de un servicio vital cuya prestación históricamente había sido eficiente.

La reacción de la población de la región frente a problemas originados en los servicios públicos o prestaciones del estado se ha presentado de muy distintas maneras y bajo formas variables de acción, inclusive en el sentido que se le imprimió a la protesta.

En términos de educación, la población actúa de forma solidaria frente a demandas corporativas de los docentes, en igual sentido que en el tema de la salud pública. La década del ’80 mostró un pico de conflictos docentes, y durante 9 meses del año 1999 en la provincia de Corrientes se estableció “la plaza de la dignidad” (Cfr. Barrios; Roze. 1999)

En el tema de viviendas; las inundaciones fueron detonantes para la ocupación masiva, en los años 1982-83 y 1986; estas últimas significaron uno de los enfrentamientos mas importantes entre el régimen que imponía el orden que disciplinaba y los ocupantes demandantes de espacios de vida. (Roze. 1993)

La manipulación de los servicios públicos también sirvió al gobierno para alinear ocupantes de tierras en Resistencia, después de un largo proceso de consolidación fundado en la organización de los tomadores. (Pratesi.1999b)

Las formas silenciosas de acción en relación con los servicios públicos –agua corriente y electricidad- de extensión clandestina de redes o “colgarse” a las líneas, se presenta como una estrategia de supervivencia.

En ese marco, sin la trascendencia de una acción directa, la desobediencia de los habitantes urbanos de la provincia, desarticuló los planes de las fracciones mas concentradas de burguesía en el proceso de asalto a los servicios públicos.

Expresa la potencia de desobedecer una orden inhumana, como camino posible para enfrentar al régimen y sus consecuencias.

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Movimientos sociales de inicio de siglo

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Sociedad (in)movilizada y pobreza

Elsa Patiño Tovar92

Introducción

Durante la década de los setenta del siglo pasado, como en muchos países, México vivió un ascenso de la lucha de masas, dentro del cual, la ciudad de Puebla no fue la excepción. La lucha por suelo y vivienda, en contra del alza en las tarifas del transporte o del servicio doméstico de energía eléctrica, así como la lucha de los vendedores ambulantes por su derecho al trabajo, fueron las constantes que todavía se mantuvieron durante la década de los ochenta del siglo XX.

Ciertamente, la década de los setenta del siglo XX, pareció ser el crisol que recogia muchos años de luchas dispersas de diferentes sectores sociales por lo que, lo masivo y espontáneo de las movilizaciones populares, llevó a la constitución de muy diversos frentes cuyos logros, sin embargo, no lograron la trascendencia que hubiera podido esperarse. Por ejemplo, la lucha en contra del aumento del 6.5% a las tarifas del servicio doméstico de energía eléctrica se volvió cíclica de 1977 a 1979, porque se trataba de cubrir la falta de inversión en alumbrado público con las aportaciones de particulares; pero, finalmente, se impuso como cooperación especial (que se mantiene hasta la fecha) y las movilizaciones cesaron.

La explicación a esto se encuentra no solamente en la territorialización del conflicto que permitió una paulatina pérdida de combatividad de la población en la medida en que se proporcionaba el servicio en determinados barrios, colonias y fraccionamientos de la ciudad sino, también, a la incapacidad de consolidar una alianza y un plan de acción común entre los sectores afectados. La participación de cámaras empresariales comerciales,93 partidos de oposición (de derecha y de izquierda) y sindicatos corporativos (pertenecientes al entonces partido hegemónico: PRI), hizo que el movimiento pendulara entre los intereses de cada uno de estos grupos que, en algunos casos, se servían de la fuerza de masa generada por el descontento para negociar sus propios intereses; y, en otros, se evidenciara la limitación de pertenecer al partido en el poder (los sindicatos obreros terminaron por retirarse del movimiento) o estar anclados a la universidad pública local (que en la época era de izquierda) pues esto prejuiciaba sus convocatorias a unirse al movimiento.

Y aquí habría que entender al corporativismo estatal como telón de fondo de esta incapacidad para nuclear de manera consistente a los diferentes sectores afectados; pues no sólo se trata de la contención de los sindicatos obreros, sino de una cierta cohersión hacia el sector empresarial que de ninguna manera desea ver coartadas las prebendas de las que pudiera gozar por apoyar al gobierno (o simplemente por no sumarse al descontento). Es decir, el corporativismo controla sectores y estigmatiza a quienes pretenden ser independientes; de tal manera que su capacidad de maniobra es enorme cuando lleva al campo de lo penal un problema social o simplemente reprime violentamente a quienes no logra someter.

Tal fue el caso de los agremiados a la Unión Popular de Vendedores y Ambulantes (UPVA) “28 de Octubre”, que en un contexto de fuerte control corporativo, limitados por sus propias contradicciones internas, y enfrentados a la incapacidad del conjunto de organizaciones de izquierda para establecer alianzas consistentes, se vieron prácticamente solos en su lucha por el derecho al trabajo. Tuvieron buenos momentos porque llegaron a establecer lazos de solidaridad hacia un abanico muy diverso de población (sindicatos independientes; organizaciones estudiantiles; taxistas; colonos; inquilinos; todo tipo de despedidos como: choferes de autobuses foráneos, enfermeras, trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad, etc.; grupos

92 Universidad Autónoma de Puebla [email protected] 93 El comercio estaba más afectado que la industria porque no goza de las tarifas preferenciales que el gobierno concede a esta última y que usualmente permanecen inalterables.

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campesinos); sin embargo, la agresividad gubernamental (encarcelamiento, persecusión, hostigamiento policíaco y militar, agresiones físicas selectivas) fue logrando la deserción de muchos de sus aliados y agremiados. Por supuesto, el aumento del desempleo y del empleo precario, ha seguido alimentando esta opción que parece ser la única dispuesta a proporcionar ingresos a las miles de familias para las que se ha cerrado el mercado formal del empleo sin que, además, encuentren una respuesta a la necesidad de inversión en mercados y a la ordenación del comercio en general. Pero veamos este caso un poco más de cerca.

Un ejemplo de política pública frente a reivindicaciones sociales

La intervención del Estado en el periodo 1982-1984 pretende paliar la crisis económica con una dura política de austeridad. No solo se deja de invertir en la construcción de nuevos mercados sino que, incluso, no se avanza en la construcción de la Central de Abastos. A la par que se incrementa la población del comercio ambulante se organizan las fracciones del pequeño capital comercial (en la Cámara Nacional del Pequeño Comercio-CANACOPE) y de locatarios (en la Federación de Mercados Municipales del Municipio de Puebla-FMMMP), como base social para apoyar un desalojo masivo de ambulantes bajo la presión constante de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO).

El proyecto del Estado que contemplaba la creación de cuatro mercados regionales, fue variando hasta llegar a una propuesta de traslado de los vendedores ambulantes al entonces recién pavimentado Arroyo de Xonaca, pasando por las propuestas de cooperativas de comercialización y un abortado "polo de desarrollo urbano". Todo esto en el periodo de una sola gestión municipal (de febrero de 1981 a febrero de 1984). En realidad, la cuestión no radicaba en diferir el financiamiento sino, también, en el espontaneísmo con el que siempre se ha abordado la problemática urbana por parte de las administraciones municipales del PRI, cuyos proyectos urbanísticos cambian sin mediar ningún tipo de consideración.

En este contexto, la propuesta de traslado se encubre en el supuesto interés de protejer el patrimonio histórico arquitectónico del centro de la ciudad (cuya destrucción, por cierto no se ha parado hasta la fecha) y el también supuesto deseo de traslado por parte de los ambulantes y locatarios afiliados a las organizaciones corporativas (FROC-CROC y CNOP). En realidad, la propuesta de trasladar a los vendedores ambulantes al exArroyo de Xonaca estaba más vínculada a tratar de controlarlos políticamente, que a resolver el problema de la falta de empleo o equipamiento. De hecho, el gobierno ni siquiera logró trasladar a los afiliados de las organizaciones corporativas del Estado y tuvo que desistirse de la propuesta.

Lo que sucedió es que los líderes prefabricados por el gobierno no lograron cooptar a los vendedores ambulantes que se pretendía trasladar y, por el contrario, éstos se afiliaron a la UPVA-28 Octubre. Se puede comprender, entonces, que el panorama resultara poco halagador para el gobierno, en la medida en que la mayoría de ambulantes había logrado ser aglutinada por una organización independiente y de izquierda. Lo cual hacía previsible que cualquier propuesta de creación de mercados para reubicar a los ambulantes favorecería a esta organización si el enfrentamiento se mantenía especificamente en este sector; esto obstaculizaría el entendimiento entre el gobierno y la CANACO, creando una situación poco alentadora en vísperas de la coyuntura electoral de 1985 y 1986. Sobre todo, en relación a esta última, pues en 1986 correspondía el cambio de poderes estatales y municipales y existía el antecedente electoral de noviembre de 1983 en que presumiblemente el PRI arrancó el triunfo al candidato del PAN (partido actualmente en el poder) a la alcaldía de la capital de la entidad.

La no-respuesta oficial

A principios de 1985, ya en pleno periodo de campaña para las elecciones federales y con un nuevo y muy cuestionado alcalde al frente (1984-1987), se instrumenta una política de negociación entre la UPVA y el gobierno. La propuesta ahora consistía en la construcción de tres

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centros comerciales populares y cuatro mercados de apoyo, una central de abastos y una central camionera (el costo de esta última a cargo de los concesionarios del transporte suburbano y foráneo). De hecho, éste es el año en que el gobierno estatal lleva a cabo la inversión más grande (diez mil millones de pesos)94 para la realización de actividades comerciales, en un periodo de veinte años y, en la práctica ha sido la única inversión hasta la fecha. Sin embargo, y a pesar del sorprendente monto invertido (tomado en cuenta la fuerte recesión económica), el recorte presupuestal que se venía dando desde 1982 y que, para ese año representó 22.7% menos en relación a 1984, contribuyó a que la propuesta gubernamental quedara muy por encima de las posibilidades reales de una mayoría de vendedores ambulantes. Pues resultaba que el compromiso gubernamental se reducía a la construcción de la obra negra y los adquirientes tenían que comprometerse a terminar los mercados; de otra manera, sólo podían acceder a la compra de la explanada ("tianguis a descubierto") que se encontraba junto a las áreas tachadas separada por una malla.

La UPVA sabía que el desalojo de las calles en que vendían era inminente y trataba de posponerlo lo más posible en tanto luchaba para obtener las mejores condiciones para el traslado de sus afiliados.95 Sin embargo, los tiempos electorales se hicieron cortos y se llegó al destape del candidato priísta a la gubernatura (16 de julio de 1986)96 sin que los vendedores se hubieran trasladado a los nuevos e inacabados mercados. Incluso, la venta de las 376 bodegas de la nueva central de abastos que se suponía atraería a mayoristas de otras entidades, tampoco logró el impacto esperado por el gobierno, pues habiéndose inaugurado en abril de 1986, para julio de ese mismo año sólo estaba ocupado el 55% de las bodegas.97

Por otro lado, las elecciones de 1985 habían marcado el enfrentamiento abierto entre el dirigente de la Confederación Patronal (COPARMEX, que, en esos momentos era presidida por un poblano militante del núcleo ultraderechista de empresarios) y el partido en el gobierno. La prensa local atribuía el surgimiento de esta oposición empresarial a la nacionalización de la Banca realizada en 1982, y la calificaba como "la oposición política más encarnizada organizada y económicamente poderosa".98

Tal vez esto explique la prisa que tenía el gobierno por recuperar consenso entre la CANACO, aún a costa de una posible masacre de los ambulantes, pues en la madrugada del 30 de julio de 1986 con el despliegue de 1,300 elementos de la policía, 70 patrullas, 290 granaderos, 14 perros, cuerpo de bomberos y policía de tránsito se procedió a ocupar las calles para evitar que se instalaran los vendedores. Estos protestaron inmediatamente con una manifestación y solicitaron hablar de inmediato con el alcalde pero, por si no estaban convencidos de la necesidad de "negociar" su traslado, todavía se les acusó de tener en sus locales un arsenal, drogas y algunas otras cosas prohibidas.99

Dos días después (1º de agosto), accedieron a firmar un convenio y naturalmente, las acusaciones sobre el supuesto arsenal y la marihuana se desvanecieron.100 Entre los

94 Esta cifra se maneja de acuerdo al V Informe del Gobernador, Guillermo Jiménez MOrales (15 de enero de 1986, p. 21), pero de acuerdo al III Informe del alcalde (14 de febrero de 1987, p. 13), la inversión ascendió a 12 mil 249 millones de pesos. 95 Entrevista con Simitrio Tzompazquelitl, lider de la "UPVA-28 de Octubre", realizada en abril de 1985. 96 El Sol de Puebla, 16/07/86, pp. 1 y 10, sección local. 97 Ibid. "Fuerte movimiento en la Central de Abasto". 07/07/86, p. 2, sección local y "Pacheco Pulido plantea la necesidad de reglamentar al uso de mercados", 28/10/86, pp. 1 y 10, sección local. 98 Ibid, "Asolaredro", 19/01/85. pp. 1,6. sección local 99 Ibid, sección local: "Retirados 5 mil vendedores ambulantes", 31/07/86 pp. 1 y 9; "Reubicación pacífica en mercados. Decomisan armamento y 98 bombas Molotov al grupo 28 de Octubre", 01/08/86, pp. 1y 10; "800 exambulantes hacen ya solicitudes", 01/08/86, pp. 1 y 10; "Exitoso convenio Murad-Simitrio", 02/08/86, pp. 1 y 6. 100 Sobra decir que el desalojo estuvo enmarcado por una multitud de declaraciones gubernamentales y de la iniciativa privada, en torno a la necesidad de "rescatar" el centro Histórico, al igual que lo hicieron en 1977 y 1984, con los mismos fines. Y al igual que en aquella ocasión, el "rescate" se limito a pintar algunas fachadas, cambiar luminarias, renovar drenajes y "adocretar" algunas calles. Cf. Ibid. "El retiro de

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compromisos más importantres por parte del gobierno, figuraban: 1) La creación del sistema de abasto, distribución y comercialización para el municipio de Puebla, 2) La terminación de los mercados (el caso más patetico era el del mercado "Independencia" que solo alcanzó a tener explanada y tse llevó cerca de diez años para ser construido), 3) La creación de la vialidad necesaria para poder llegar a los mercados (pues en algunos casos, como el del mercado "Francisco I Madero", la potencial clientela de Pueblo Nuevo tenía que "brincar" el local de una empresa constructora y después el lecho del río Atoyac para poder llegar), 4) La reestructuración de las rutas de transporte para que estas tocaran en sus recorridos a los nuevos mercados (de hecho no existía ninguna ruta que pudiera llevar a la clientela hasta ellos), 5) La desaparición de los mercados sobre ruedas para garantizar la clientela de los nuevos mercados (por supuesto, la CANACO apoyó fuertemente esa propuesta), 6) Tomar como eje la reestructuración del transporte para reordenar el crecimiento territorial del municipio, en donde la reorganización de los circuitos de abasto y comercialización jugarían un papel central para definir un reglamento de usos del suelo que protegiera la inversión pública en mercados y permitiera el control de la especulación, 7) El asesoramiento legal para que la UPVA-28 de Octubre pudiera tener una personalidad jurídica que le permitiera acreditar la propiedad de los mercados en que se ubicaran sus miembros, y 8) La autorización para instalarse en el centro de la ciudad durante las cuatro temporadas de mayor venta (Santos Reyes, Semana Santa, Todos Santos y Navidad) de manera que los ambulantes pudieran afrontar la crisis económica en tanto se acreditaban en los mercados.

Es dificil saber si el gobierno realmente pensaba cumplir tales compromisos, lo cierto es que apenas una semana después (el 9 de agosto de 1986), el alcalde fallecía en lo que dicen fue un accidente automovilístico101 y el convenio no progresó. Si bien el alcalde suplente (del 11 de agosto de 1986 al 15 de febrero de 1987), aceptó inicial y públicamente un acuerdo de hacer cumplir el Convenio del 1º de Agosto,102 las acciones posteriores hicieron patente la incapacidad o indisposición (o las dos), para cumplir con los compromisos. La incomprensión sobre la precaria situación económica de una gran parte de vendedores y, seguramente, la fuerte presión de la CANACO, se aunaron a la dificil coyuntura electoral que el PRI debía enfrentar (las elecciones para renovar poderes estatales y municipales se realizaron en el mes de noviembre de ese año), llevando al alcalde suplente a negar rotundamente la autorización para que los vendedores se instalaran en el centro durante la temporada de Todos Santos y naturalmente, tampoco se les permitió hacerlo durante la temporada de Navidad.

Por otro lado, las obras de vialidad y equipamiento, la reestructuración de las rutas de transporte y la terminación de los mercados tampoco avanzaron; esto creó un circulo vicioso: los compradores no llegaban a los mercados por falta de transporte, los permisionarios del servicio de transporte se escudaban (para mantenerse solo en las rutas más rentables ) en el hecho de que no existía la vialidad par llegar, el gobierno no invertía en vialidad por la falta de recursos aunada a una mala

ambulantes hara posible la regeneración del centro histórico", 01/08/86, pp. 1 y 9; "Solución a numerosos problemas gracias al traslado de ambulantes", 01/08/86, p. 2; "La limpia de ambulantes resalta la belleza de fachada de casonas", 02/08/86, pp. 1 y 6; "Proseguirá el rescate del centro histórico", 03/08/86, pp. 1y 4; "Amaneció hoy el centro urbano con nueva imágen", 04/08/06, pp. 1 y 10 "Iniciaron desde temprana hora los trabajos para levantar el asfalto y colocar adoquín", 06/08/86, p. 2; "Coordinada labor en la remodelación de calles", 21/08/86, pp. 1 y 3; "En turno el mercado La Victoria", 03/09/86 pp. 1 y 10; "Satisfactorio avance en las obras de rescate del centro histórico", 10/09/86, pp. 1 y 9; "Reconocimiento internacional a Puebla por la conservación de su acervo arquitectónico", 01/10/86, pp. 1 y 10; "Educación para salvaguardar el patrimonio cultual", 09/10/86, p. 11; "La labor pro-patriminio monumental se enfoca solo a ciudad fachadas", 10/10/86 pp. 1 y 10. 101 Cf. Ibid. "Murio el alcalde Jorge Murad", sección internacional, pp. 1y 6; sección local dedicada en su totalidad al suceso y "Consignado el presunto homicida del alcalde", p. 9, sección policiaca, noticias publicadas el 10/08/86. Por cierto, es curioso remarcar la forma confusa y contradicotira e que están redactadas las notas que describen el accidente y que impide hacerse una idea clara. Además de que pocos días después, públicamente se dió a conocer que el homicida había sido dejado en libertad y, supuestamente, el proceso continuaría hasta dictar sentencia; sin embargo, no se volvió a mencionar el caso. En el mismo diario, Cf. "Libre el presunto homicida del alcalce", 13/08/86. p. 6, sección policiaca. 102 Ibid, "Los ambulantes no retornaran a las calles", 13/08/86., pp. 1 y 10 sección local.

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planeación de los mercados (además de estar mal diseñados) que elevaba considerablemente su costo, los vendedores no se mantenían en los mercados porque no vendían y al estar éstos semivacíos no atraían a la poca clientela que hubiera podido atreverse a comprar.

En suma, los vendedores comenzaron a regresar al centro de la ciudad y aunque no se les permitió hacerlo organizadamente, todos aquéllos que se expusieron, lograron mantenerse todavía ahí por un buen tiempo. Todo esto entre los contínuos enfrentamientos que se dieron entre la UPVA y las organizaciones oficiales por el control de los mercados.

Crecimiento del miedo

Contrariamente a lo que se hubiera podido esperar, el movimiento independiente de vendedores ambulantes no se disgregó ante la dispersión obligada por la relocalización en diferentes mercados distantes unos de otros. Por el contrario, además de lograr cohesión interna, comenzaron a ganar en sus filas a militantes de otras organizaciones (las oficiales incluidas). Esto, en el transcurso de su lucha por lograr el cumplimiento del Convenio de 1º de Agosto de 1986 que no sólo favorecía a la UPVA, sino al conjunto de vendedores instalados dentro de un mismo mercado. La táctica del gobierno de "balancear" el peso de esta organización dentro de los mercados a partir de distribuir proporcionalmente los lugares a cada organización que lo solicitara, se revirtió generando un crecimiento inusitado de la UPVA.

Aunque la UPVA no lograba hacer cumplir el Convenio del 1º de Agosto de 1986, su éxito residía en que sí lograba mejorar las condiciones de trabajo de sus agremiados y llevar ciertos beneficios hacia los otros sectores. Nosotros consideramos que esto fue posible porque se vió favorecida por la coyuntura en que el Convenio se firmó: final de sexenio que, usualmente, se expresa en vacio de poder una vez que se destapa al candidato priísta. Coyuntura que se prolongó mientras el gobernante entrante se familiarizaba con los asuntos de Estado y la situación local. Pues si observamos con calma, la etapa de fuerte crecimiento de la organización se da durante los dos primeros años del mandato del periodo gubernamental 1987-1993.

En efecto, el vacío de poder de final de sexenio, permite a la organización reagrupar fuerzas, replantear estrategías rediseñar tácticamente sus formas de lucha y cooptar vendedores de los mismos mercados pero de otras organizaciones. Esto generó las condiciones para que, posteriormente, extiendan su influencia hacia otros sectores de población; así, 1987 y 1988 fueron los años en que la organización logró acumular una gran fuerza y, por tanto, una enorme capacidad de negociación frente al gobierno. Se hablaba, incluso, de la posibilidad de que su principal dirigente (Rubén Sarabia), llegara a la alcaldía debido al gran apoyo popular de que gozaba. Evidentemente, eso nunca fue la intención de este líder a pesar de las frecuentes invitaciones que recibió por parte del partido oficial;103 por lo mismo, el gobierno se llenó de miedo ante un opositor cuyo carisma crecía sin necesidad de acarreos y que contaba con asesores técnicos que entendían los problemas urbanos mejor que los especialistas del gobierno que no alcanzaban a ver que la propuesta que se les presentaba beneficiaba, sí, a los agremiados de la UPVA pero, también, al conjunto de la población en términos del abasto para el municipio y su reordenación territorial. Ignorancia, miedo, necesidad de control, fuerte polarización, por parte del gobierno, y la radicalización y crecimiento del movimiento, llevaron a una represión con exceso de rudeza que mantuvo en la cárcel por doce años al líder de la UPVA y casi desapareció a la organización.

El antecedente inmediato a la represión que se venia en contra de la UPVA; fue el asesinato del dirigente de la Unión de Amas de Casa de Puebla (Gumaro Amaro), a mediados de febrero de 1989 (aunque antes ya se había asesinado a otros dirigentes campesinos independientes). El gobierno no iba a permitir la existencia de ninguna organización independiente y de oposición que pudiera evidenciar el decrédito y falta de legitimidad del partido oficial y sus "representantes populares". Por supuesto, aquí ya no sólo estaban en juego los intereses locales sino, también,

103 Entrevista realizada el 25 de febrero de 1988.

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los del gobierno federal que ahora tenía a la cabeza al impulsor del neoliberalismo (Carlos Salinas de Gortari) que había llegado a la presidencia gracias a la “caída del sistema” cuando se contabilizaban los votos de una elección en la que seguramente hubiera ganado el candidato de izquierda.

La sucesiva y excesiva formulación de cargos en contra del dirigente de la UPVA, exhibió la incoherencia de un proceso que el gobierno pretendía hacer aparecer como "legal" (acumuló una sentencia de 118.5 años en total, cuando por Ley el máximo es de 30 años y, además, muchas de las acusaciones se desvanecieron por falta de pruebas). Entre otras, se repitió la misma acusación que se utilizó para presionarlos a negociar su salida de las calles del centro de la ciudad: existencia en sus locales de un armas y drogas. Y con tal pretexto se apresó, además, a dieciséis integrantes de la organización frente a los azorados ojos de más de doscientos inquilinos que realizaban su asamblea en esos momentos y que vieron como, tranquilamente, el Jefe de la Policía Estatal acomodaba las armas y la marihuana para luego, dejar entrar a la prensa a que tomara fotos.

En un largo proceso de negociaciones, el gobierno mantuvo un fuerte hostigamiento hacia la UPVA y bloqueó incansablemente todo trámite relacionado con los problemas cotidianos en los mercados. Chantajeaba y amenazaba, tanto a dirigentes como a activistas, para obligarlos a afiliarse a organizaciones oficiales; llamaba a negociar y apresaba a los representantes; sobornaba a los nuevos e inexpertos dirigentes o se les amedrentaba (existían más de cuarenta órdenes de aprehensión en contra de vendedores).

Indudablemente que el periodo salinista buscó la institucionalización de la participación social: “que nadie se haga justicia por su propia mano”, pero no lo hacía en vistas a la consolidación del estado de derecho, sino para controlar a una disidencia que se oponía de manera total a su proyecto económico.

¿Qué tenemos hoy?

En el rubro anterior, me tomé la libertad de exponer con toda amplitud, a partir del ejemplo más ilustrativo, la forma en que las organizaciones independientes han sido tratadas por el gobierno príista, porque me parece que eso permite comprender ahora la situación de cuasi inexistencia de organización social. Ciertamente, el gobierno logró su objetivo de “membretar” a muchas organizaciones; es decir, legalmente existe un número importante de organizaciones registradas con diversos fines104 estos registros nos darían la impresión de un alto nivel de estructuración de la acción social. Sin embargo, en la mayoría de los casos, estas organizaciones formales no corresponden a una comunidad o grupo dinámico con proyecto, objetivos y perspectiva de desarrollo propios. Ese nivel de organización nos habla, más bien, de la idea del gobierno para poner en práctica los programas de carácter social, más que de la apropiación social de una propuesta gubernamental.105 Esto último, sería lo mínimo necesario para poder hablar de una

104 Son 3,679 en todo el estado de Puebla, de las cuales, tres cuartas partes se encuentran concentradas en la ciudad de Puebla. Respecto al número de integrantes es difícil conocerlo porque, además, existen, por ejemplo, asociaciones civiles que a la vez están registradas como organizaciones no gubernamntales o comités de solidaridad. Cf. Elsa Patiño Tovar, Jaime Castillo Palma y Sergio Zermeño (coords). Pobreza y organizaciones de la sociedad civil, Red Nacional de Investigación Urbana/Universidad Autónoma de Puebla/CONACyT, 2001. 105 La recolección de esta información se hizo directamente de los archivos Registro Público de la Propiedad (RPP), del Instituto Nacional Indigenista (INI), de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) y de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA); el trabajo se realizó de 1994 a 1996. Se privilegiaron estas fuentes, dado que son las que contienen los mayores registros de organizaciones; naturalmente, también habría que acudir a la Secretaría de Gobernación y hacer una revisión hemerográfica. Pudiera existir un sesgo, dado que, aunque se sacaron los datos de todas las organizaciones registradas, la información disponible pudo no haber coincidido con el universo total manejado por cada Dependencia. Sin embargo, consideramos que la información disponible aún cuando no constituyera una muestra representativa del universo total (que,

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sociedad organizada; pero no es así porque las más de las veces la idea del gobierno no responde a lo esencial de los problemas que viven las comunidades, y por ello, éstas no se identifican con los programas asistenciales que el gobierno les dedica. En ese sentido, las acciones gubernamentales encuentran sus límites marcados por el liderazgo presidencial, la ruptura sexenal entre periodos de gobierno y el desconocimiento de las diversas realidades vividas por la población. Sus propuestas organizativas, en consecuencia, no expresan a una sociedad movilizada.

En suma, en entidades como Puebla, podemos decir que esa mínima parte de la población que se organiza (porque a pesar de la gran cantidad de membretes, sigue tratándose de una minoría), lo hace en torno a demandas inmediatistas y sumamente localizadas en tiempo y espacio (es decir, raramente el objetivo está relacionado con cuestiones que trasciendan sus necesidades cotidianas, no por ello menos importantes por supuesto, ni su entorno más cercano: barrio, ejido, etc.) en el marco establecido por el gobierno en turno (sea o no en coordinación con organismos internacionales de financiamiento), por lo que no forzosamente se trata se organizaciones voluntarias y espontáneas. Por esta razón, las más de las veces tampoco hay continuidad en los proyectos y objetivos enarbolados por las organizaciones, pues además están sujetas en su mayoría a los avatares electorales. Usualmente, el objetivo es la obtención de recursos para subsistir, por lo que es preponderante la atomización y fragmentación de las organizaciones civiles y se hace visible el peso de las políticas oficiales; por otro lado, la concentración de las organizaciones sigue la lógica de la concentración poblacional, es decir, se encuentran mayoritariamente en la ciudad de Puebla.106

Encontramos pocas organizaciones independientes. Destacan las organizaciones de la Sierra Norte con base en la identidad étnica y que han llegado a ganar alcaldías mediante el registro del PRD, como la Organización Independiente Totonaca (OIT), y las organizaciones con mayor antigüedad en el medio rural como la CIOAC, y las aglutinadas en torno al Frente Zapatista de la mixteca. La mayor parte de las organizaciones populares independientes, vendedores ambulantes, colonos e inquilinos, con mayor constancia y consistencia en sus objetivos, se concentran en la capital del estado.

Además de la UPVA y la Uniçon de Amas de Casa, debemos agregar las 16 organizaciones surgidas en contra del Programa de Desarrollo Angelópolis (principios de los noventa), las de colonos, ejidatarios, propietarios inmobiliarios e inquilinos, entre otras: Unión de Barrios, Comité del Pueblo Unido, Ejidatarios y Pequeños Propietarios de Momoxpan, Nealtican, Coronango y San Francisco Ocotlán, Colonos de San José Vista Hermosa, Defensores del Patrimonio Histórico, Frente de Propietarios por los Ideales de la Puebla Tradicional y el Foro Ciudadano de los Hombres Libres del Puente de Ovando. Por último, restan las organizaciones surgidas de la crisis y que originó, entre pequeños y medianos empresarios, El Foro de Cambio Empresarial y el conjunto de organizaciones de deudores rurales y urbanos aglutinados dentro del Barzón local, así como las pequeñas pero no menos importantes organizaciones de deudores que se aglutinan bajo diferentes denominaciones y cuyo componente social mayoritario son las clases medias.

De todo lo anterior, podemos observar que a pesar del fuerte corporativismo y control oficial sobre la organización de la población en general, han existido sectores minoritarios (en realidad son la minoría de la minoría organizada) que han logrado mantenerse independientes aunque con fuertes altibajos en su capacidad de convocatoria, movilización y negociación. Sin embargo, la propia acción gubernamental frente a la crisis genera constantemente el surgimiento de agrupaciones independientes y esporádicas en defensa de sus intereses inmediatos, pues suelo y vivienda siguen siendo demandas no resueltas, a las cuales se agregan las inundaciones provocadas por las lluvias sin control producto de la tala inmoderada y la insuficiencia de los sistemas de drenaje.

posiblemente, no nos fue mostrado) nos proporciona suficientes elementos para tener un panorama de la sociedad organizada formalmente (es decir, registrada legalmente). 106 No debemos olvidar que la población de la entidad se concentra en un 45% en tan solo 11 municipios urbanos, justamente aquéllos que mayoritariamente perdió el PRI en las elecciones de 1995.

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Ciertamente, hoy, sólo los vendedores ambulantes se mantienen como gremio organizado a pesar de que ya no recuperan su multidadinario número de afiliados de antaño ni alcanzan a nuclear a otros sectores de población. El resto de las organizaciones han desaparecido prácticamente. En un seminario que realizamos de noviembre de 1997 a abril de 1998 con las organizaciones independientes que todavía existían en ese momento107 tuvimos la participación de nueve organizaciones: la Unión Popular de Vendedores y Ambulantes (UPVA), la Unión de Amas de Casa, la Unión de Barrios, el Centro de Comunicación Popular, el Frente Cívico de Puebla, el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural, la Organización Independiente Totonaca (OIT), Coordinación Ciudadana y Luciérnagas del Comité Civil de Diálogo Lagulena.

De esos nueve, hoy se mantienen con base social real (muy reducida por cierto no m): la UPVA, como ya dijimos, el Centro de Comunicación Popular y la OIT; pero debemos decir que las dos últimas son organizaciones cuya acción se inicia en los noventa del siglo pasado con una idea mas de organizaciones coadyuvantes que de acción directa como la UPVA. Por tanto, no vivieron ese ascenso de la lucha de masas que sí le tocó a la UPVA (aunque en su fase final) y a los grupos frentistas de los setenta (en todo su esplendor), ni tampoco han vivido la represión al grado que a ellos les tocó vivir, aunque tienen bastante que contar al respecto. Lo que sí es común a las tres organizaciones, es que construyen tejido social y económico en la vida cotidiana, aunque su avance, las más de las veces, es díficl de apreciar. ¿Pero qué pasa con el resto de la población que nunca se ha sentido atraida por una organización o que dejó de pertenecer y no quiere repetir la experiencia?

Nuestra hipótesis como cierre de este documento

He expuesto la forma en que el Estado ha apabullado a la sociedad poblana por un largo periodo de tiempo. El autoritarismo ha sido una constante que el actual partido en el gobierno (PAN) no logra rebasar; la gran ausente en todo esto ha sido la sociedad. Hablar de organización es hablar de minorías; para nuestro caso, por ejemplo, aún cuando las 3,679 organizaciones registradas en todo el estado de Puebla, fueran realidad, no rresultarían representativas, pues la experiencia ha demostrado que sus afiliados reales nunca han rebasado los diez mil (en los mejores momentos de la UPVA, por ejemplo, y las demás ni han soñado con una cifra así porque muchísimas sólo son membretes); lo cual no representaría ni el 10% del total de la población del estado (cerca de cuatro millones). No consideramos los comités de solidaridad que impulsa Salinas de Gortari en todo el país, porque son organizaciones esporádicas con objetivos puntuales y, por tanto, de muy corta vida (en lo que se logra la pavimentación o la escuela, etc.), además de constituirse mas por obligación que por voluntad de hacerlo.

Lo cierto es que existe un enorme conservadurismo que permea al conjunto de ideologías y que no concibe que las decisiones emerjan de la gente. El gobierno ni siquiera piensa en institucionalizar espacios de participación ciudadana, para la toma de decisiones, que no tengan que pasar por el Congreso o algún partido político. En México, se ha pensado mas en la organizaciòn que en la participación; no se respetan los tiempos ni las condiciones en que se daría un proceso de participación que daría lugar a algún tipo de organización (o tal vez no pasaría de coordinación); aquí, primero se organiza y luego se invita a participar. Por eso, presumiblemente, tenemos tantas organizaciones solo de membrete. Si inviertiéramos la dinámica (o mas bien, respetáramos sin miedo, la dinámica de la gente), a lo mejor podríamosver florecer organizaciones flexibles, horizontales, que respondieran realmente a los requerimientos de la población.

Organizaciones cambiantes en el tiempo, en su forma de acuerparse, organizaciones que aparezcan y desaparezcan en función de sus objetivos, que no se eternicen en la "representación" de los intereses locales. Porque a fin de cuentas, para lograr que el ingreso y las necesidades de la población sean lo central, lo que importa es la participación de la gente; y las formas que esta

107 Cf. Saberes para la organización democrática (Elsa Patiño y Jaime Castillo, coords.), Red Nacional de Investigación Urbana/Universidad Autónoma de Puebla, 2001.

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participación asuma es algo derivado, por tanto, deben cambiar tanto como se modifiquen sus condiciones, sus sinergias, sus objetivos y sus formas de relacionarse internamente y hacia el exterior. Y su permanencia no puede pensarse hasta que la muerte los separe como hoy se hace para valorar la consistencia de la organización; puede durar el tiempo que se muestre eficaz como instrumento para lograr los objetivos.

Por otro lado, al ser organizaciones cambiantes, con fuerte movilidad en su composición y de corta duración, se evitaría que éstas fueran instrumentos para la creación de cotos de poder y control, que es lo que ha generado la desconfianza de la población hacia ellas y por ello la población organizada constituye una minoría poco representativa. Ésto, además, garantizaría autonomía e independencia. En este sentido, no sólo debemos criticar al partido del gobierno que ha corporativizado esta participación sino, también, a partidos de izquierda que han dividido organizaciones populares y enajenado sus intereses en aras de sus propios objetivos, que no siempre coinciden con los de la organización; alimentando, así, el panorama fragmentado y limitado de la participación social.

Por otro lado, me parece importante la dimensión territorial de este tipo de participación y reconformación social; estoy convencida de la necesidad de una reestructuración territorial en base a la existencia de comunidades reales. A pié de página pongo un ejemplo sólo como ejercicio de imaginación para repensar el territorio,108 y sólo agrego que si se hiciera un acuerdo comercial internacional en estas condiciones, estas voces tendrían que ser escuchadas.

Sin embargo, y a pesar de todo, la población se mantiene atenta a la solución de su problemas por fuera de una respuesta gubernamental que sigue siendo insuficiente; los mejores ejemplos, de esta “usurpación silenciosa”109 siguen siendo los vendedores ambulantes y los pobladores de los asentamientos irregulares (precarios). De la venta ambulante ya me referí ampliamente, así que ahora sólo mencionaré que sigue ganando espacios y recreando su ámbito de trabajo; respecto a los asentamientos irregulares, a pesar de que la espontaneidad para crear este tipo de asentamiento se agotó en alrededor de diez años (aunque con fuerza sólo se manifestó de 1970 a 1973),110 es el tipo de producción inmobiliaria que se ha mantenido por más de treinta años (es decir, hasta la fecha), al igual que no se ha modificado grandemente el espíritu del financiamiento externo. Veamos por partes.

El encuadramiento oficial de este tipo de asentamientos es el de la regularización de la tenencia que se ha vuelto un buen negocio porque dura más de diez años, en lugar de abordarlos como relación campo-ciudad que implicaría tomar en cuenta los desiguales intercambios, las afectaciones unilaterales y su prospectiva, la canalización de inversiones y los criterios de aplicación del gasto. Si se ve como regularización de la tenencia priva lo inmobiliario con sentido especulativo, en donde lo rural (ejido) sólo constituye una reserva territorial para que la ciudad siga creciendo; si se ve como relación campo-ciudad no se puede evadir la simbiosis que se ha 108 En Puebla podríamos crear el Estado de la Mixteca, el Estado de la Sierra Norte y otro estado con la parte rural y urbana de la Zona Centro que contiene a la capital que podríamos seguir llamando el Estado de Puebla. La fragmentación aquí tendría una connotación positiva y, contradictoriamente, de una mayor integración social y cultural, aunque faltara la parte mixteca del colindante Estado de Oaxaca o la parte totonaca del colindante Estado de Veracruz, por sólo mencionar dos casos. A su vez, aunque se mantuviera la centralización de los recursos, éstos estarían centralizados en la región y no, como sucede ahora, en la zona (urbana) metropolitana de la capital del estado; sería más difícil ignorar la pobreza que existe en estas regiones pero, también, sería más difícil mantener la centralización porque el rejuego político se daría al interior del mosaico local de fuerzas, en donde los caciques se verían más expuestos, en lugar de hacerlo como se ha hecho hasta hoy, desde los marcos establecidos por los políticos del centro de dominación económica que da cobertura a esos caciques. En fin, me parece que el territorio es un instrumento importante en la redefinición de relaciones internas y externas, en la redistribución de la riqueza generada, en el establecimiento de una política económica en donde lo producido socialmente pueda circular como valor de uso y combinarse con la circulación de valores de cambio108 y, en donde, las necesidades básicas de la población no estén sujetas a negociación. 109 Cf. Asef Bayat. 110 Jaime CASTILLO PALMA. “El movimiento urbano-popular” en Los movimientos sociales en Puebla, Op. Cit., pp. 296-348.

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dado entre ambos produciendo algo distinto a ambos, y en donde la cuestión de la producción y la distribución del ingreso, en donde la vivienda (con todos los servicios y equipamientos que conlleva) adquiere otro sentido.

Aplicar por separado políticas urbanas y políticas agrarias permite evadir la pauperización que esas políticas provocan en ambos lados, y la depredación que la ciudad realiza en el medio rural circundante. Pero el pensamiento global está imbuido de lo urbano y empuja con mucha fuerza a olvidar todo lo que sea rural. La globalización alimenta la prepotencia de la ciudad y la destrucción de las formas tradicionales de vida que son las que mayoritariamente prevalecen en nuestro país. Se presiona a los despojados de sus formas tradicionales de vida para integrarlos como consumidores a un sistema que no solamente no les ofrece nada, sino que además le resultan prescindibles. En consecuencia, no sólo son despojados, sino perseguidos. Los habitantes de los asentamientos irregulares están ahí porque han sido orillados por el sistema social a aceptar esa precarización como única alternativa de acceso a un techo; pero al gobierno no le ha bastado con eso, además los expolia con el pretexto de la regularización y los mantiene bajo la amenaza constante de desalojo a través de la fuerza pública.

Cuando Giddens estuvo en México, en julio de 2001 para presentar su libro sobre la tercera vía y sus críticos, planteaba que México no tiene otro camino que impulsar una tasa de crecimiento de 7% sostenida durante un largo periodo para crear empleo o, de lo contrario, no se podría abatir la pobreza de grandes segmentos de población. También planteó que se requiere un pago tributario equivalente a 40% del Producto Interno Bruto (PIB), porque de otra manera no es posible tener sistemas eficientes de salud, educación, jubilación, etc.; sin embargo, en México la recaudación equivale al 11% del PIB.111 Lo malo de este panorama que Giddens presentó en aquella ocasión es que es cierto; y sólo le faltó agregar que también es necesario explicitar con mucha fineza los instrumentos a través de los cuales se realizaría la distribución de ese crecimiento sostenido, porque México ya tuvo la experiencia de crecer a esa tasa por tiempos largos y, sin embargo, no se logró superar la pobreza. Al contrario, siguió en ascenso.

Este último agregado hace más complejo el difícil camino que tenemos que recorrer para devolver su dignidad a nuestra población. Aquí me estoy refiriendo a Puebla, pero la misma situación prevalece en todo el país: los asentamientos irregulares son la forma de crecimiento urbano en nuestras ciudades. En 1999, la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra (CORETT), planteaba que 1.7 de cada diez poblanos vivían en asentamientos irregulares, de los cuales, el 80% se encontraba en la zona conurbada de la ciudad de Puebla.112 Para 2000, el director general de Desarrollo Urbano y Ecología, planteaba que existían 120 asentamientos irregulares en el municipio de Puebla (cuyos límites fueron empatados por los de la ciudad capital), de los cuales, 59 habían sido regularizados hasta entonces113. En la encuesta que aplicamos en julio de 1994 en quince asentamientos irregulares,114 encontramos que en su mayoría (76%) son poblanos (51.2% originarios de la misma ciudad de Puebla y 24.8% del interior del estado de Puebla); 6.8% es de Veracruz, 3.7% del Distrito Federal, 3.5% de Oaxaca, 3.4% de Tlaxcala, y el restante 6.6% (todos con porcentajes inferiores a la unidad obviamente) proviene de Aguascalientes, Chiapas, Durango, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, 111 Tomado de: Arturo GARCÍA HERNÁNDEZ y Humberto ORTIZ MORENO. Giddens en México, 21 de julio de 2001, boletinado a través de correo electrónico por la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales (SOMEE). 112 “Este año serán regularizados 67 ejidos en beneficio de cientos de familias” en Síntesis, Sección Región, 31 de julio de 1999, p. 3. 113 “La mitad de colonias irregulares obtuvieron escrituras, informa el gobierno municipal” en Síntesis, Sección Región, 22 de diciembre de 2000, p. 4. Esta declaración pudiera ser verdad o simple propaganda política, ya que se afirma que esta regularización se dio en su totalidad durante el periodo municipal que estaba en funciones y ese alcalde manifestaba la pretensión de contender por la gubernatura. 114 Esta encuesta se aplicó en el marco de la investigación “Asentamientos irregulares y condiciones de vida en el municipio de Puebla”, coordinada por Elsa Patiño Tovar. Los asentamientos seleccionados fueron: 2 de Octubre, Alamos Vistahermosa, Arboledas de la Loma, Barranca Honda, Colonias Unidas, Ejidal La Loma, Francisco Villa, Loma Encantada, Loma Linda, Lomas de San Miguel, Lomas del Sur, San José de los Cerros, San José del Conde, San Rafael Oriente y Universidades. La muestra estuvo compuesta por 2,512 viviendas con 14,051 habitantes en total.

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Michoacán, Morelos, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas y de diversos países Centroamericanos. Podemos observar que hay un porcentaje importante de población inmigrante (24.8% del interior del estado, 23.9% del resto del país y 0.1% de Centroamérica) que llegó en busca de mejores condiciones de vida; de la cual, el primer flujo importante lo tenemos registrado en la década de los sesenta (17.2%) y continuó aumentando en la década de los setenta (28.5%) y de los ochenta (30.9%). Si aceptan las condiciones en que viven en los asentamientos irregulares de la ciudad de Puebla, podemos imaginar cómo vivían en sus lugares de origen.

En promedio tienen quince años viviendo en el asentamiento115 en donde, en general, predomina la población joven (57.4% tiene como máximo 23 años de edad). Los pobladores realizan una amplia gama de actividades, pues entre ellos había albañiles (9%), vendedores ambulantes y comerciantes por cuenta propia (14.1%), empleados en transporte —postureros en autobuses, combis, taxis, camiones materialistas, checador de línea de sutobuses o combis, (9.6%), obreros (8%), propietarios de talleres (hojalatería, herrería, marmolería, reparación de aparatos domésticos, cutiduría de pieles, carpintería) y profesionistas (9.7%), empleados en gobierno —policía,bombero, militar (5.6%), empleados del comercio (4.5%), empleados en empresas de servicios (5.3%), artesanos (3.7%), empleados en talleres (3.6%), empleados en servicios educativos (3.7%), empleados administrativos en la industria (2%), empleados en servicios médicos (6.4%), empleados en servicio doméstico (0.8%), empleados en hoteles y restaurantes (1.2%). También encontramos desocupados y quienes no quisieron especificar su actividad (1.2%), jubilados (4.1%). y otros trabajos tales como operadores de limpia y de grúas, agentes viajeros, agricultores (4.7%). Todas estas actividades que, también, son precarias, les permitían obtener ingresos que, en promedio, alcanzaban como máximo 1.4 salarios mínimos, aún cuando en el 99.6% de los casos existían dos (3.1%) y tres miembros (96.5%) de la familia aportando al ingreso familiar.

Sin embargo, la gente, a la búsqueda de mejorar poco a poco su habitat, va creando, sin darse cuenta, los mecanismos que le permiten ir accediendo a un mayor número de satisfactores urbanos. Ese proceso que es muy largo, también va generando las condiciones para institucionalizarlo e ir estableciendo derechos. Porque ha sido la gente que, desde principios de la década de los setenta inventó los asentamientos irregulares, la que con su práctica también ha ido diseñando la estrategia para responder a la necesidad de vivienda, servicios y equipamiento. Los primeros inquilinos que tomaron la decisión de crear su propio asentamiento y autoconstruir sus viviendas, fueron los pioneros en denunciar el acaparamiento de terrenos y la especulación generada por la forma en que se producía la vivienda pública de interés social. A partir de ahí, el gobierno tuvo que comenzar a plantearse, por lo menos, que tenía que actuar con cierta mesura en sus negocios inmobiliarios.

Por otro lado, fue aprendiendo la manera de promover este tipo de respuesta y tuvo que ponerse a pensar en las instituciones que necesitaba crear para sostener esta respuesta que, a fin de cuentas, venía del campo, de los ejidatarios que tenían en posesión las tierras sobre las cuales se iba expandiendo la ciudad. Pues fueron ellos que, temiendo ser expropiados, decidieron establecer las reglas de urbanización de sus tierras agrícolas, poniéndose de acuerdo con organizaciones inquilinarias, partidos de izquierda, organizaciones populares y campesinas. De esta forma podían garantizar terreno para ellos y sus hijos, y obtener la última ganancia que podían proporcionarles sus tierras, en muchos casos, ya improductivas por la parcelización tan fuerte a la que el gobierno las sometió y porque nunca lograron la restitución de las tierras que se les habían quitado.

Al inicio, la gente se movía instintivamente buscando contacto con quien fuera: académicos, gobierno, organizaciones de todo tipo. Al paso del tiempo, fueron conociendo las instancias y sus limitaciones, y fueron comprendiendo y aprendiendo cómo acercarse y a quién. Aprendieron a negociar y a proponer; aprendieron a combinar la “tramitología” con el rejuego político, así como el acercamiento que les permitía establecer alianzas. No obstante, la alianza entre ejidatarios e

115 Este promedio se debe a que, con excepción de Lomas de San Miguel (1977) y 2 de Octubre (1984), el resto son asentamientos creados a finales de la década de los ochenta y durante la década de los noventa.

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inquilinos (que después se extiende a partidos de izquierda, organizaciones populares y campesinas), no logró sostenerse por el tiempo necesario, facilitando que el control del proceso pasara a manos del gobierno. Las contradicciones internas emergían poco después de lograr alguna de sus reivindicaciones (obtención de lotes, introducción de servicios, materiales para construir sus viviendas) y el clientelismo se hacía presente en las filas de esta población pauperizada que también comprendió sus ventajas de corto plazo sin lograr ver la situación de desventaja en que se colocaba en el largo plazo que toma el proceso de consolidación de los asentamientos así generados.

Sin embargo, el proceso continúa, como continúa la venta ambulante. La gente se hace de sus propios espacios sin pedir permiso y, a la larga, aunque se generan condiciones de reproducción precaria, también se generan las condiciones para el reconocimiento social de que esa situación debe superarse con recursos públicos y políticas oficiales expresas. Cómo ganar que este proceso sea positivo para esta población, es lo que nos toca implementar a todos.

Bibliografía citada

PATIÑO TOVAR, Elsa; CASTILLO PALMA, Jaime (coords). 2001 Saberes para la organización democrática, Red Nacional de Investigación Urbana/Universidad Autónoma de Puebla/CONACyT.

PATIÑO TOVAR, Elsa; CASTILLO PALMA, Jaime y ZERMEÑO, Sergio (coords). 2001 Pobreza y organizaciones de la sociedad civil, Red Nacional de Investigación Urbana/Universidad Autónoma de Puebla/CONACyT.

V Informe del Gobernador, Guillermo Jiménez MOrales (15 de enero de 1986, p. 21)

GARCÍA HERNÁNDEZ, Arturo y ORTIZ MORENO, Humberto. Giddens en México, 21 de julio de 2001, boletinado a través de correo electrónico por la sociedad mexicana de estudios electorales (somee).

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CORRUPCIÓN, DEMOCRACIA Y DESARROLLO ECONÓMICO EN ARGENTINA. LA MIRADA DE LOS PROTAGONISTAS DE

MANIFESTACIONES DE PROTESTA

Ruth Sautu, Paula Boniolo, Pablo Dalle, Rodolfo Elbert e Ignacia Perugorría116

INTRODUCCIÓN

Numerosos analistas describieron el incremento de las protestas sociales en nuestro país durante la segunda mitad de la década del noventa. Las movilizaciones populares del 19 y 20 de Diciembre exigiendo la reuncia de Fernando De La Rua y Domingo Cavallo, así como también los diferentes tipos de protestas que estuvieron presentes en los agitados meses posteriores a lo largo de nuestro país profundizaron esta tendencia a la participación de amplios sectores de la población en política. Mediante la participación en las manifestaciones colectivas de protesta, numerosos ciudadanos se involucraron activamente en los asuntos públicos, denunciando las medidas y los actores que habían llevado a la crisis política, económica y social de nuestro país, así como también proponiendo posibles soluciones. Las manifestaciones en la calle, al igual que las concentraciones en lugares públicos, son parte integral de la cultura política argentina; constituyendo un medio de expresión de apoyo o rechazo de gobiernos y políticas que va más allá del voto en las elecciones respectivas. Sin llegar a constituirse como movimientos sociales, las manifestaciones callejeras comparten algunos de sus rasgos como son la movilización y la existencia de objetivos y metas percibidos como comunes a los participantes (Eyerman & Jamison, 1991). Entendida como una expresión pública de disenso o crítica que a menudo está combinada con reclamos vinculados a intereses de conjuntos societales (Rucht, Koopmans, & Neihardt, 1999: 9); la protesta callejera en la Argentina ha crecido en los últimos años como una respuesta de diversos sectores de la población a la profunda crisis por la que atravesó el país. Varios grupos piqueteros constituidos a mitad de los noventa por desocupados y familias en situación de pobreza instauraron una forma nueva de participación y protesta cortando las principales rutas del interior del país y de acceso a la Ciudad de Buenos Aires (Scribano, 1999).

Hacia fines del 2001, diferentes sectores de la población confluyeron en las protestas de rechazo a las políticas socio-económicas del gobierno de la Alianza. El climax se alcanzó con el surgimiento de escarches a bancos, asambleas barriales y cacerolazos. Los participantes de los escraches a bancos reclamaban por los ahorros que habían sido congelados en los bancos por el corralito financiero. Las

116 Ruth Sautu, Ph.D. (Econ.) Sociology, London School of Economics, es Profesora Titular de Metodología de la Investigación Social (Universidad de Buenos Aires) y Miembro Permanente de la Academia Nacional de Educación. Recientemente ha publicado Todo es Teoría. Objetivos y Métodos de Investigación (Lumiére Ediciones, 2003). Paula Boniolo e Ignacia Perugorría (Fulbright Master’s Scholar) son Licenciadas en Sociología, investigadoras junior y ayudantes de docencia (Universidad de Buenos Aires). Pablo Dalle y Rodolfo Elbert son estudiantes avanzados de la Carrera de Sociología, asistentes de investigación y ayudantes de docencia (Universidad de Buenos Aires). Todos los autores forman parte de la Cátedra de Metodología de la Investigación Social, cátedra Ruth Sautu (Carrera de Sociología-UBA). E-mails: Ruth Sautu: [email protected]; Paula Boniolo: [email protected]; Pablo Dalle: [email protected]; Rodolfo Elbert: [email protected]; Ignacia Perugorría: [email protected]

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asambleas barriales en cambio se constituyeron principalmente como una forma de protestar contra la situación de crisis, mostrando un descontento generalizado contra las políticas impuestas desde el gobierno. Una diferencia crucial entre ellos y los grupos piqueteros es que éstos últimos han mostrado mayor capacidad de movilización y estabilidad organizacional; además de una mayor homogeneidad en el reclutamiento de los participantes y una mayor especificidad en sus consignas.

El propósito del presente artículo es describir cómo los participantes de protestas callejeras interpretan, en el marco de la crisis argentina, el impacto que tiene la corrupción en el funcionamiento de la democracia y en los logros del desarrollo económico. Las manifestaciones callejeras posteriores al 19 y 20 de Diciembre fueron un ámbito propicio para estudiar estos temas, en particular las ideas de democracia que subyacen a las consignas “Todos son corruptos” o “Que se vayan todos”, propias del período de mayor efervescencia, y que muestran un rechazo generalizado a la política, a los políticos y a varias instituciones públicas. Con ese propósito se entrevistaron durante los meses de abril y mayo de 2002 a participantes117 de asambleas barriales (91), marchas al Congreso, al Obelisco y Plaza de Mayo (48), escraches a bancos y otros actores económicos (22), cacerolazos (9) y otros tipos de acciones de protesta (26)118.

Se realizaron preguntas sobre la “corrupción” (que formaba parte de las denuncias que realizaban los manifestantes; y a la vez emergió de estudios previos realizados por el equipo de investigación) como estímulos que permitieran que las ideas de los entrevistados sobre la democracia y el desarrollo económico emergieran espontáneamente. La entrevista incluyó muy pocas preguntas sobre los rasgos socio-demográficos de los manifestantes: su género, edad, ocupación y nivel eductaivo. Se preguntó además sobre su militancia política actual o pasada como un indicador de su involucramiento político más duradero que la mera participación en la protesta. El análisis de las respuestas se propuso rescatar vívidamente el pensamiento de la gente, su visión de la realidad de Argentina y el marco de valores que los sustentan. El contexto histórico en el cual se llevó a cabo el trabajo de campo fue particularmente movilizado119; ya que las expectativas de cambio puestas en el gobierno de la Alianza se vieron frustradas por las políticas de del mismo, que llevaron a profundizar una crisis económica y política que se venía anunciando desde hacía por lo menos un año.

La estrategia de análisis de los datos para este trabajo combinó dos instancias. La primera consistió en un análisis de tipo cualitativo, el cual nos permitió inducir dimensiones temáticas en las cuales fueron organizadas las respuestas de los manifestantes. A partir de esta primera instancia inferimos los sistemas de categorías en función de los cuales se realizó luego un análisis de tipo estadístico. En la segunda instancia se analizaron las distribuciones de las interpretaciones acerca del impacto de la corrupción en la democracia y la economía según las distintas variables sociodemográficas incluidas en el cuestionario: la edad, el género, la clase social, la militancia política y el tipo de protesta al que concurrió el encuestado.

117 Los criterios de selección de la muestra fueron dos: que la persona tuviera 18 años y más, y que estuviera participando de alguna manifestación callejera de protesta realizada en el área Metropolitana de Buenos Aires. No se establecieron cuotas por edad y ni por sexo. Más de la mitad de las personas encuestadas son mujeres (51,3%), y el 50,3% son personas de 18 a 44 años. El 68% afirmó estar trabajando, el 17% se definió como desocupado117 y el resto se reparte entre estudiantes (9%), amas de casa (3%) y jubilados (3%). 118 El cuestionario fue aplicado por alumnos de la Universidad de Buenos Aires; y había sido pre-testeado varias veces por los miembros del equipo de investigación en numerosas manifestaciones que se produjeron a lo largo de los meses de febrero y marzo de 2002. 119 Para un análisis detallado de las características específicas del trabajo de campo en manifestaciones callejeras de protesta ver Dalle, Elbert & Otero, 2002.

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LAS MANIFESTACIONES CALLEJERAS EN SU CONTEXTO HISTÓRICO

En diciembre de 2001 se produce un quiebre en el proceso de reformas económicas iniciado diez años antes durante la primer presidencia de Carlos Menem120. El descontento ante la crítica situación económica y social generada por este proceso de reformas neoliberales, sumado al rechazo de las prácticas de los partidos políticos tradicionales (Justicialista y Unión Cívica Radical) por mantener ese estado de cosas, potenciaron la protesta social que se venía gestando desde hacía varios meses y que se había acrecentado con el correr de los días. Es precisamente el principal propulsor de las reformas neoliberales de los noventa, Domingo Cavallo, ahora como Ministro de Economía del gobierno de Fernando de la Rúa quien establece el control estatal de los depósitos bancarios y restricciones al retiro de fondos; medidas que profundizaron el rechazo de amplios sectores de la población por las políticas llevadas a cabo por el gobierno de la Alianza.

En la noche del 19 de diciembre de 2001, ante la ola de saqueos y protestas el gobierno implementó el estado de sitio. La respuesta fue inmediata: el batir de cacerolas desde las casas. En Capital Federal, al igual que en otras ciudades del país, esta protesta continuó en las calles y finalmente en lugares históricos de reunión cívica como el Obelisco y la Plaza de Mayo. La consigna "Estado de sitio no, cambios en el plan económico sí" se repitió en varias esquinas de la Ciudad de Buenos Aires, casi siempre acompañada del pedido de “Que se vayan todos [los políticos y funcionarios]”. La protesta espontánea e inorgánica respondía no sólo al intento de imponer el estado de sitio y a la inmovilización bancaria de salarios y ahorros, sino también al creciente deterioro de los servicios de educación y salud pública y al recorte salarial a los empleados estatales y jubilados. A lo largo del país, las protestas llevadas a cabo durante los días 19 y 20 de diciembre fueron violentamente reprimidas por la policía, generando 33 ciudadanos muertos (Bonasso, 2002:228-9) y numerosos heridos.

Una semana más tarde, el viernes 28 de diciembre, cuando el Presidente De la Rua ya había renunciado; otra gran protesta tuvo lugar. Esta vez las consignas y carteles arremetían contra la Corte Suprema de Justicia y a figuras políticas asociadas a la corrupción de la década del 90, ahora integrantes del gobierno interino de Adolfo Rodríguez Saa121. Luego de la renuncia de Rodríguez Saa, el

120 En 1991 el gobierno del Dr. Menem impulsa el Plan de Convertibilidad que fijaba la paridad cambiaria de la moneda nacional con el dólar estadounidense, medida que permite superar la crisis hiperinflacionaria heredada del gobierno anterior (Heymann, 2000:13-14; Basualdo, 2001:60). A continuación, el gobierno del Dr. Menem emprende el programa de privatización de varias empresas y actividades del sector público; esta transferencia de firmas monopólicas u oligopólicas con mercados cautivos es acompañada, además, por marcos regulatorios precarios que garantizan una elevada y creciente rentabilidad. Otra transformación económica llevada a cabo fue la apertura comercial; esta desregulación estuvo asentada fundamentalmente en la importación de bienes, provocando un creciente desplazamiento de la actividad industrial local y la concentración y centralización económica. La contracara de este proceso fue la desaparición de un alto porcentaje de pequeñas y medianas empresas y el empeoramiento de las condiciones de vida de los asalariados, quienes comienzan a observar altas tasas de desocupación y subocupación (Basualdo, 2001:77-78). 121 La protesta contra la Corte Suprema de Justicia fue originalmente convocada por la Asociación de Abogados Laboralistas, congregando casi un millar de personas frente al Palacio de Justicia para protestar contra el polémico fallo de la Corte que había dictaminado que no había pruebas suficientes para afirmar que el ex presidente Menem fuera el jefe de la asociación ilícita que había organizado el tráfico de armas a Ecuador y Croacia mientras estos países se encontraban en guerra con sus vecinos. A partir de aquel 28 de diciembre, esta protesta colectiva se repitió todos los jueves hasta fines de mayo de 2002, exigiendo la renuncia de todos los miembros de la Corte Suprema.

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primero de enero de 2002 la Asamblea Legislativa nombró al senador Duhalde como nuevo presidente122. Cacerolazos en distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires repudiaron su asunción y reclamaron elecciones inmediatas. Durante el transcurso de su primera semana de gestión, el gobierno impulsó la devaluación de la moneda nacional. En este período las protestas sociales se agudizaron; duplicando en número al periodo comprendido entre los meses de septiembre y diciembre de 2001 y, a pesar de estar concentradas en el Área Metropolitana de Buenos Aires123, se extendieron también a las principales ciudades de las provincias del interior del país (Córdoba, Santa Fe, San Juan, La Pampa y Entre Ríos). El ciclo de protestas tuvo su pico en enero de 2002, decreció entre febrero y marzo y se intensificó nuevamente en abril y mayo (ver gráfico 1).

GRÁFICO 1. Evolución de la Cantidad de Protestas, según Área Geográficanoviembre 2001 - mayo 2002 (en absolutos)

0

5

10

15

20

25

30

35

40

Nov '01 Dic '01 Ene '02 Feb '02 Mar '02 Abr '02 May '02

meses

cantidad de pro

testas

Total del país

Capital Federal

ConurbanoBonaerense

Fuente: elaboración propia en base a Cotarelo (2002a; 2002b). Los datos no incluyen asambleas barriales.

El crecimiento en el número de protestas durante ese período puede deberse en parte a la intensificación del accionar de los actores que habían protagonizado las luchas durante la segunda mitad de la década del 90 y a la emergencia y difusión de nuevas formas de organización y lucha.

El gráfico 2 muestra la distribución porcentual de todas las protestas que tuvieron lugar entre noviembre de 2001 y mayo de 2002; el 72% corresponde a cacerolazos, marchas y escraches a bancos; el 28% a piquetes, paros y saqueos. A pesar de la distinta extracción social, y de los reclamos sectoriales (devolución de ahorros,

122 El senador Duhalde, del partido Justicialista, había sido ampliamente derrotado por el Dr. De la Rua en las elecciones presidenciales de 1999, quien estaba al frente de la coalición entre un partido tradicional, la Unión Cívica Radical y un desprendimiento rebelde del partido peronista (FREPASO). 123 Capital Federal y área circundante de la Provincia de Buenos Aires denominada Conurbano Bonaerense.

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pago de subsidios, etc.), estaban presentes en estas manifestaciones un fuerte repudio a la dirigencia política y un pedido de reorientación de la política económica tendiente a salir de la recesión, crear más puestos de trabajo y a mejorar la calidad de la salud y la educación. En este agitado clima social surgieron las asambleas barriales, principalmente en Capital Federal y Gran Buenos Aires, constituidas por grupos de vecinos reunidos en espacios públicos del barrio tanto para recuperar espacios barriales, abrir comedores y huertas y organizar bolsas de trabajo para los desocupados del barrio, como para construir un espacio político en el cual pudieran expresarse y participar en forma directa.

GRÁFICO 2. Tipo de Protestanoviembre 2001- mayo 2002 (en %)

Cacerolazos13%

Piquetes12%

Paros9%

Saqueos7%

Escraches a bancos3%

Marchas y concentraciones

56%

Fuente: elaboración propia en base a Cotarelo (2002a; 2002b). Los datos no incluyen asambleas

barriales.

LA RELACIÓN ENTRE CORRUPCIÓN Y DEMOCRACIA

La difusión de prácticas corruptas y sus consecuencias tuvieron un lugar destacado en la interpretación de la crisis actual. En particular, las entrevistas indagaban las opiniones de los manifestantes acerca del impacto de la corrupción sobre el sistema democrático argentino. La mayoría consideró legítima a la democracia; aunque consideraron imperfecto el funcionamiento del sistema político (92%). Una proporción notablemente menor considera que la democracia carece de legitimidad por estar al servicio del sistema económico capitalista (8%). En el conjunto de personas que aceptan a la democracia como un sistema legítimo de convivencia política se destacan aquellos que creen que la corrupción perjudica su correcto funcionamiento; más de un tercio, a su vez, opina que la corrupción se ha generalizado tanto que ha invalidado al sistema democrático en la Argentina (36%).

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CUADRO 1. Interpretaciones de la Relación entre Corrupción y Democracia (en %)

Relación entre corrupción y democracia Total

La corrupción perjudica algunos aspectos de la democracia 56

La corrupción se ha difundido tanto que ha agotado la democracia 36

La corrupción es inherente a la democracia porque ésta está al servicio del sistema capitalista

8

Total (N=190)

Nota: el número de casos para esta pregunta es de 190 (95 varones y 95 mujeres), se han excluido los NS/NC

La corrupción perjudica algunos aspectos de la democracia

La mayoría de los manifestantes entrevistados en las protestas callejeras de mayo/abril de 2002 cree que la democracia es un sistema legítimo, y que la corrupción tiene efectos negativos sobre su funcionamiento pleno. En sus ideas se pueden distinguir matices; mientras algunos enfatizan el impacto de las prácticas corruptas sobre el funcionamiento de las instituciones democráticas, otros señalan sus efectos sobre el rol social que el Estado debe cumplir o sobre la credibilidad y confianza de los ciudadanos en que la clase dirigente representará sus intereses.

La primer interpretación señala que como consecuencia de la corrupción las instituciones democráticas no han funcionado plenamente en Argentina; la corrupción “no permite su buen funcionamiento; más aún, el grado de corrupción que hubo en los últimos 10 años ha dañado severamente el sistema institucional”. Otros manifestantes, en cambio, señalan que el Estado democrático debe garantizar la equidad social mediante la provisión de servicios básicos tales como la salud, la seguridad y la educación de los sectores más desprotegidos de la población. En este sentido, “[la corrupción] nos afecta porque [los que están en el gobierno] no actúan en la seguridad, la educación, etc. Afecta a nivel social a todos”. Finalmente, un tercer conjunto de manifestantes pone el énfasis en el impacto que la corrupción tiene en la credibilidad y la confianza de los ciudadanos en la clase dirigente y en las instituciones del sistema democrático. La corrupción constituye una “violación a la esperanza y confianza de la ciudadanía”, ya que “ante el aumento de los hechos de corrupción (...) se produce un descreimiento por parte de la sociedad en las instituciones democráticas y una disminución de la confianza [en el] otro”. Esta percepción de alta corrupción deviene, durante las elecciones, en una falta de opciones “potables” para votar, y “va a llegar a un momento en que no vamos a tener opciones, y cuando no haya opciones para elegir se va a acabar la democracia, como pasó tantas veces en el país”.

En síntesis, para algunos entrevistados la democracia es un sistema político legítimo y vigente al que la difusión de la corrupción perjudica alguno de sus aspectos: el funcionamiento institucional, el cumplimiento de los objetivos sociales de equidad y bienestar social, y la representación de los intereses del colectivo. A diferencia de los discursos autoritarios y elitistas, estos manifestantes creen que la salida al problema de la corrupción sólo puede producirse con la profundización de la democracia. Esta ampliación se da a través del recambio y el mayor control de la clase dirigente, de un voto más conciente, o de una mayor participación ciudadana, pero nunca reduciendo las libertades civiles.

La corrupción se ha difundido tanto que ha agotado la democracia

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Al igual que los manifestantes del primer grupo, los integrantes del segundo conjunto creen que la democracia es un sistema político legítimo. No obstante, estos disienten con los primeros en lo referente a su vigencia. Para ellos, la corrupción se ha extendido tanto que ha agotado la democracia tal como se la define en términos ideales. Su concepción de democracia contrasta con la realidad que ven en la Argentina, y en algunos casos, en América Latina. Democracia y corrupción son conceptos antagónicos, que “nunca pueden ir juntos, al menos en lo que uno espera que sea la democracia (...). Pero básicamente la corrupción anula

cualquier democracia posible”. Varios manifestantes mencionan que la corrupción va en detrimento de la autodeterminación en materia política y económica que debe ser inherente a toda democracia y que “no existe la democracia en América Latina, el que dirige a este sistema es el FMI”. Por lo tanto, la democracia en estos países “es virtual, dependemos de grupos monopólicos. El gobierno recibe beneficios de esos grupos para aplicar sus recetas”. La existencia de corrupción favorece la implementación de medidas que van en contra de la soberanía nacional, “las medidas que se toman apoyando un modelo neoliberal a ultranza [van] en detrimento de un pueblo independiente”.

Estas críticas radicales de nuestra democracia no se realizan desde una visión golpista, sino que por el contrario apuntan a construir una democracia que sea un verdadero gobierno del pueblo. El ideal de democracia que expresan estos manifestantes es un sistema que represente los intereses populares, que tienda hacia un modelo económico inclusivo, que permita que el país ejerza su soberanía política y económica, y en el que las decisiones en esta materia contemplen los intereses del país y no de grupos y organismos extranjeros.

La corrupción es inherente a la democracia porque ésta está al servicio del sistema capitalista Mientras la mayoría de los manifestantes cuestionan las consecuencias corrosivas de la corrupción, como ocurre en nuestro país, otros consideran que la corrupción “es funcional al sistema capitalista, y el sistema político es funcional al capitalismo”. El problema es que “la corrupción es inherente al sistema [capitalista]. El sistema es corrupto en sí mismo, entonces no puede tener sirvientes no corruptos”. Para estos manifestantes “la corrupción es inevitable dentro de este sistema político” porque el mismo “es funcional al sistema capitalista”.

Si la democracia responde a los intereses de los capitalistas, los cuales son inherentemente corruptos, la solución a este problema está más allá de las fronteras del sistema democrático. “La corrupción es totalmente orgánica a la democracia, estoy en contra de la democracia argentina porque [busco] una sociedad organizada por la gente con otras relaciones”. La corrupción sólo “se puede evitar en otro marco social totalmente diferente, tal como son las instituciones hoy no se puede evitar”. Es necesario un “cambio de sistema, porque el sistema [capitalista] es corrupto desde que nace”. Ahora bien, esta propuesta de cambio en las relaciones sociales no es especificada en todos los casos, ya que tampoco las preguntas de la encuesta exploraban en este sentido. Sin embargo, algunos manifestantes sí ofrecieron más detalles: “primero se tiene que dar un cambio estructural y superestructural. Dentro del proyecto mundial de globalización y dependencia la corrupción es intrínseca al sistema. Tiene que haber un nuevo orden social. Eso en mi juventud se llamaba Socialismo”. Estos manifestantes consideran que la democracia representativa es inherentemente corrupta por ser funcional al capitalismo, el cual sólo puede funcionar gracias a la corrupción. La solución al problema de la corrupción sólo puede darse con un cambio más profundo en la sociedad, ya que ésta es inevitable dentro del actual sistema.

LA RELACIÓN ENTRE CORRUPCIÓN Y DESARROLLO ECONÓMICO

Las opiniones de la gente acerca de la relación entre corrupción y desarrollo económico en la Argentina fueron agrupadas en tres grandes ejes temáticos: la corrupción perjudica a algunos aspectos económicos y sociales del propio

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desarrollo; la corrupción es parte del modelo económico neoliberal; o es inherente al funcionamiento del sistema económico capitalista (Cuadro 2).

CUADRO 2. Interpretaciones de la Relación entre Corrupción y Desarrollo Económico (en %)

Relación entre corrupción y desarrollo económico Total

La corrupción perjudica aspectos económicos y sociales del desarrollo 72

La corrupción es inherente al modelo económico neoliberal que impide el desarrollo 19

La corrupción es inherente al sistema económico capitalista que impide el desarrollo 9

Total 100 (N=181)

Nota: el número de casos válidos es de 181: 87 varones y 94 mujeres

Casi tres cuartos de la población encuestada (72%) destacó en sus respuestas las consecuencias nocivas que trae la corrupción para aspectos económicos y sociales del desarrollo de nuestro país ya que es un agente externo que traba el correcto funcionamiento de la economía. Casi un quinto de los manifestantes (19%) cree que la corrupción es parte integrante del modelo económico neoliberal que rige en nuestro país y que es el causante de su subsdesarrollo; y por último, otros manifestantes (9%) consideran que la corrupción es funcional al sistema capitalista.

La corrupción perjudica aspectos económicos y sociales del desarrollo

La mayoría de los encuestados (72%) describió la corrupción como un fenómeno perjudicial de la actividad económica y el bienestar social. Para estos manifestantes, el origen de la corrupción se halla en el comportamiento de los actores ubicados en una posición privilegiada dentro de la estructura de poder, hay una “retroalimentación de los que gobiernan, se autoabastecen”. Si bien todos los integrantes de este primer conjunto coinciden en que el origen de la corrupción se debe a que los poderosos privilegian el interés particular sobre el bien común, cuando describen las consecuencias de estas prácticas para el desarrollo de nuestro país se dividen en dos subconjuntos. En primer lugar, encontramos a los que consideran que la corrupción traba aspectos económicos del desarrollo, “los fondos que pueden invertirse en mejoras, que son para el país, se los afanaron y no vuelven al pueblo”. Un ejemplo de ello es el del proceso de privatizaciones, porque “lo único que les interesa [a los dirigentes] es hacer algún negociado para sacar tajada. Si no mirá lo que pasó con YPF, con los teléfonos, con los trenes, todo”.

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Otro ejemplo es el de la fuga de capitales, ya que “el poder económico especula y se lleva la plata del país, por eso estamos fundidos”. El problema es que gracias a esta fuga, en Argentina “no hay ahorro, no hay crédito, no hay pymes [pequeñas y medianas empresas], no hay confianza en el sistema financiero” como paso con “los bancos, con el corralito, se produce una incertidumbre total” que trae graves consecuencias en la actividad económica124.

En segundo lugar, un grupo de encuestados hizo referencia a aspectos sociales del desarrollo entre las consecuencias de la corrupción. Para ellos, “el desarrollo económico de un país tiene necesariamente que tener un correlato paralelo de desarrollo de las condiciones de vida de la población”. Al “tener una dirigencia corrupta, el dinero no se distribuye como corresponde”, por lo que “la economía no satisface las necesidades de la gente” como salud, educación y trabajo. “Al robar no se invierte en la economía, en los planes y políticas sociales”. Como resultado, “hay concentración de riqueza en unos pocos, los corruptos o sea inequitativa distribución de bienes”, unos pocos se enriquecieron para la mayoría “cada vez hay menos plata, suben los precios, no hay trabajo, el sueldo no alcanza. Yo ya no sé como hacer para mantener a mi familia. Mi marido hace changas pero no alcanza”.

La corrupción es funcional al modelo económico neoliberal

En la opinión de este grupo de manifestantes (19%), la corrupción es un problema inherente a la política económica neoliberal aplicada en nuestro país en los últimos años. De acuerdo a estas interpretaciones, la corrupción “habilitó la receta y modelos que terminaron con la economía del país, destruyendo la industria nacional, el mercado interno, la pequeña y mediana empresa”. Es funcional al modelo económico neoliberal que “favorece solamente a ciertos sectores de la sociedad, muy reducidos, a las empresas que tienen los mayores capitales”. Se trata de una política que impulsó la liberalización de la economía, la privatización de los servicios públicos y la concentración de capital. En los testimonios de los manifestantes, estos factores se interrelacionan dando lugar a un modelo económico dependiente, injusto y excluyente que deja afuera a gran parte de la población. Para estos manifestantes la corrupción “fue el arma principal que utilizaron los grandes sectores del poder económico [local] para lograr que nuestros gobernantes los ayudaran a apoderarse de las riquezas generadas en nuestro país a lo largo de muchos años”. La asociación corrupta también se da entre la dirigencia política local y los grandes grupos económicos internacionales: “Las decisiones económicas obedecen a las indicaciones de los holdings internacionales y son instrumentadas a través del poder ejecutivo, lo que establece una asociación corrupta, política y económica”. Los manifestantes no se olvidan de identificar a los organismos internacionales de crédito como parte de la alianza corrupta que permitió el vaciamiento del país: “Los políticos hacen arreglos con el FMI para sacar provecho ellos mismos. Hacen lo que el FMI quiere”.

La corrupción es inherente al sistema económico capitalista

Para el último grupo de manifestantes (9%), la corrupción es inherente al sistema económico capitalista. Para ellos/as el problema “no es la corrupción, es el sistema que en sí mismo es vejatorio”. Lo que genera la situación de crisis económica de nuestro país “son los intereses ligados a la clase dominante, no es la corrupción,

124 Unos meses después de la imposición del corralito financiero, que perjudicó a la gran mayoría de pequeños y medianos ahorristas, se comenzó una investigación parlamentaria sobre una fuga masiva de capitales del sistema financiero, pertenecientes a grandes empresarios y gente vinculada a los directivos de los bancos. Esta fuga ocurrió unos meses antes del corralito, y continuó una vez que éste ya había sido impuesto.

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sino las leyes para el desarrollo capitalista”. La corrupción “afecta... sólo de forma parcial, en el sentido de que ciertos sectores se llevan parte por eso. Pero en realidad es el sistema como funciona, la corrupción es parte del sistema”. Para estos manifestantes, dentro del capitalismo “no hay desarrollo económico”, porque la explotación es la base del sistema “sólo algunos se benefician, aquellos que están implicados en el plan económico que quiere imponer el imperialismo”.

CORRUPCIÓN, DEMOCRACIA Y DESARROLLO

Las interpretaciones que los encuestados realizan del impacto de la corrupción en el sistema democrático y el desarrollo económico implícitamente muestran las ideas que ellos tienen sobre lo que es o debería ser la democracia y el funcionamiento de la economía en la Argentina. El cuadro 3 muestra la distribución porcentual de las opiniones acerca del impacto de la corrupción sobre la democracia y el desarrollo económico de nuestro país:

CUADRO 3. Opiniones acerca del impacto de la Corrupción en la Democracia y el Desarrollo Económico (en %)

Relación entre corrupción, democracia y desarrollo económico Total

La corrupción es un perjuicio tanto para la democracia como para el desarrollo económico.

54 %

La corrupción agotó la democracia y perjudica algunos aspectos del desarrollo económico.

17 %

El modelo neoliberal corrupto agotó la democracia y el desarrollo económico. 20 %

La democracia es funcional al capitalismo y éste es inherentemente corrupto. 9 %

Total 100 %

Nota: el número de casos válidos es de 179.

A partir de las opiniones de los manifestantes podemos distinguir cuatro patrones interpretativos claramente diferenciados en los cuales subyacen diferentes posicionamientos ideológicos ya que cada conjunto de respuestas expresa diferentes grados de compromiso o rechazo respecto de los sistemas políticos y económicos vigentes. Más de la mitad de los manifestantes (54%) expresaron una posición crítica moderada aceptando la legitimidad y vigencia del sistema democrático. El 37% de los manifestantes a su vez consideraron que la democracia argentina aunque legítma es un sistema agotado; entre ellos se diferencian por su interpretación de las causas del problema. Algunos lo atribuyen a la difusión de prácticas corruptas de actores privados que afectan tanto la esfera política como la esfera económica (17%); otros, en cambio, critican la implantación de un modelo corrupto, dependiente y excluyente en el país (20%). Finalmente, el 9% de los manifestantes cree que la raíz de la corrupción es la explotación capitalista, lo que constituye la crítica más radical al sistema.

En esta sección nos interesa describir las opiniones de los manifestantes acerca del impacto de la corrupción en la democracia y el desarrollo económico según su género, edad125, experiencia de militancia política/comunitaria126 y segmento de clase media127.

125 El criterio para conformar las categorías consistió en el cálculo de la edad que las personas tenían al momento de producirse el golpe de estado de 1976. El grupo de los “Adultos” son aquellos que en ese momento contaban con 19 años o más.

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Cuando analizamos las interpretaciones de los encuestados según su género, edad, militancia y segmento de clase media encontramos en todos los casos que la mayoría considera que la corrupción perjudica aspectos específicos de la democracia aún cuando se asume la legitimidad del sistema democrático así como el desarrollo económico (las primeras dos categorías del cuadro 4). Entre los jóvenes, comparados con los adultos, este tipo de interpretación decrece en importancia mientras que crece el porcentaje de los que consideran que la corrupción agotó la democracia y perjudicó al desarrollo, y la de aquellos que creen que la democracia está agotada por la implantación del modelo neoliberal.

Comparando las distribuciones según género, la menor importancia relativa de las ideas críticas moderadas entre los varones que entre las mujeres se refleja en un crecimiento relativo de los que consideran que la democracia está agotada por la implantación del modelo neoliberal y de aquellos que creen que la corrupción es inherente al sistema capitalista. Cuando comparamos según experiencia política/comunitaria se profundiza esta tendencia. Entre los militantes, en comparación con los no militantes, disminuyé la importancia relativa de las ideas críticas moderadas, mientras crecen los porcentajes que atribuyen el problema de la corrupción al neoliberalismo o al capitalismo; 60% de los encuestados varones con experiencia militante sostienen estas ideas, mientras que entre los no militantes este porcentaje se reduce al 17,5%. Entre las mujeres, si bien es importante, el efecto de la militancia es menor que entre los varones. Merece destacarse la mayor proporción de militantes entre los varones (41%) que entre las mujeres (25%).

La experiencia de militancia también es decisiva para analizar las interpretaciones de los distintos grupos de edad. Habíamos visto que, comparativamente, los adultos tendían a concentrarse en la posición más moderada. Cuando analizamos las interpretaciones según edad y militancia, podemos ver que tanto en los jóvenes militantes como en los adultos militantes pierden importancia las ideas críticas moderadas mientras crecen las posiciones antineoliberal y anticapitalista. Los jóvenes militantes son el grupo más crítico del funcionamiento político y económico en Argentina. En oposición a ellos, el grupo más moderado son los adultos no militantes, el 82% cree que la corrupción es un perjuicio para un sistema al cual consideran válido y vigente. Podemos decir, entonces, que en este caso la militancia y la edad tienen una influencia importante para explicar las diferencias en las interpretaciones.

Con respecto al análisis de las interpretaciones de los manifestantes según el segmento de clase media debemos tener en cuenta el escaso número de miembros de clase media baja. A pesar de ello podemos observar que los manifestantes de clase media media tienen una posición más crítica que los de clase media baja. Entre los primeros casi la tercera parte (29,7 %) cree que el problema de la corrupción es inherente al modelo neoliberal o al sistema capitalista, en cambio entre los miembros de clase media baja el porcentaje de ambas categorías se reduce a casi un 20 %, asimismo ninguno asumió la postura anticapitalista. Nuevamente lo que influencia el aumento de posiciones más contestatarias entre los manifestantes de clase media media es el mayor porcentaje de militantes (35,4%, frente a 25% entre los de clase media baja).

CUADRO 4. Relación entre Corrupción, Democracia y Desarrollo Económico según género, edad, segmento de clase y militancia (en %)

Moderados Contestatarios

1 2 3 4 n

13 En un primer momento también analizamos las diferencias según el tipo de protesta al que asistió el encuestado. No se presentaron diferencias relevantes en las interpretaciones, salvo cuando comparamos a los asambleístas con los asistentes a escraches a bancos. Entre los primeros un 23.5 % cuestiona al neoliberalismo y un 12.3% al capitalismo. Por el contrario entre los ahorristas sólo un 9.5% critica al modelo neoliberal, mientras que ninguno se refirió a la corrupción como un problema del funcionamiento capitalista. 127 La construcción de esta variable se hizo a partir de cruzar la ocupación y el nivel educativo alcanzado por los encuestados. El criterio para construir los segmentos de clase fue dividir las ocupaciones propias de clase media baja como vendedores, técnicos, operarios calificados, etc y las ocupaciones propias de clase media media como profesionales, comerciantes, gerentes, etc. Para precisar la ubicación en el segmento de clase media consideramos complementariamente el nivel educativo del encuestado. En el grupo de clase media baja todos los encuestados menos 1 tienen como máximo el secundario completo, mientras que en el grupo de clase media media la amplia mayoría asistió al nivel terciario/universitario aunque no todos lo terminaron.

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Varones 49,4 14,9 23,0 12,6 91

Militantes 35,1 5,4 32,4 27,0 37

No militantes 60,0 22,5 15,0 2,5 56

Mujeres 58,2 19,8 16,5 5,5 87

Militantes 25,0 33,3 29,2 12,5 24

No militantes 69,6 14,3 12,5 3,6 56

Jóvenes 47,8 20,0 23,3 8,9 90

Militantes 25,0 16,7 33,3 25,0 24

No militantes 53,6 21,4 21,4 3,6 56

Adultos 60,2 14,8 15,9 9,1 88

Militantes 35,1 16,2 29,7 18,9 37

No militantes 82,5 12,5 2,5 2,5 77

Clase media-baja 66,67 12,50 20,83 0,00 24

Clase media-media 52,26 18,06 19,35 10,32 155

CONCLUSIÓN

El conjunto mayoritario de encuestados es moderado crítico y se encuentra conformado por los que consideran que la corrupción es un perjuicio para algunos aspectos de la democracia y el desarrollo económico. Su razonamiento tiene varios puntos de contacto con el expresado por los manifestantes que consideran que la corrupción corroe los cimientos de la democracia y el desarrollo; ambos conjuntos que incluyen a los 2/3 de los encuestados asumen la legitimidad del sistema democrático y no consideran a la corrupción un fenómeno estructural. El tercio restante está conformado por los críticos contestatarios que consideran que la base de la corrupción es la implantación del modelo neoliberal en nuestro país o, más aún, el problema radica en el funcionamiento del sistema capitalista. Estos dos últimos grupos comparten una crítica global del funcionamiento político y económico actual de nuestro país.

La militancia política es la variable más importante que da cuenta de las diferencias en las interpretaciones de la situación actual del país. La influencia del género y la edad tienen lugar via la militancia. Esto indicaría que las ideas políticas y los contenidos de las críticas a la corrupción y sus consecuencias estarían vinculadas a experiencias de la gente anteriores a la concurrencia a manifestaciones callejeras de protesta. Asismismo, los manifestantes expresaron un alto rechazo de prácticas políticas vistas como obsoletas y a la vez una gran expectativa de cambio. Esta interpretación es consistente con los resultados de una encuesta presencial de clase media llevada a cabo hace tres años (Sautu, 2001), y con una reciente encuesta por e-mail respondida por empresarios y profesionales (Sautu et al., 2003). La corrupción y el comportamiento de la clase dirigente son visualizados como impedimentos al funcionamiento de las instituciones democráticas. Merece destacarse, sin embargo que más allá de las profundas críticas que los manifestantes realizaron durante las entrevistas, ninguno de ellos apeló a la intervención de los militares; ni a la idea de que la corrupción se soluciona reduciendo la esfera pública. Al igual que en el estudio por e-mail, muchos culparon a la sociedad civil por no hacer valer sus derechos mediante la participación ciudadana en política o la exigencia de un modelo de desarrollo económico inclusivo socialmente. Hay una idea compartida de que las soluciones a los problemas del país se encuentran en la mayor democratización y participación.

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Movimientos Sociales e Identidades Colectivas

en la Patagonia Norte

Alicia Presti128; Marcela Castañón129; María Mazzoni130

Resumen

La deslegitimación del Estado Nación, la pérdida de la soberanía, el aumento de la pobreza, la precarización laboral, la exclusión social, aparecen como la cara más visible del proceso de reestructuración del capitalismo. Pero, es fundamental leer por detrás de las generalizaciones, las reales diferencias entre los estados hegemónicos y los dependientes, ya que el proceso los afecta diferencialmente. Nuestra historia común, como pueblos latinoamericanos, da cuenta de ello.

Compartimos estados terroristas, genocidios y miserias crecientes, pero también resistencias y nuevos comienzos... y de eso se hablará.

El Terrorismo de Estado, encarnado en la dictadura militar en Argentina (1976-1983), además de genocida, da comienzo a la aplicación del proyecto neoliberal, plan global que para su implementación, no requiere de formas democráticas de gobierno.

En un contexto internacional signado por la Guerra Fría y la vigencia de la doctrina de la Seguridad Nacional, toda América Latina asiste al fin de las expectativas de cambio social generadas en el campo popular a partir de la década del 60.

El proyecto de ingeniería social motorizado por las dictaduras militares materializó la desactivación de las redes sociales. Sin embargo emergen a partir de los 90 nuevos movimientos de resistencia que se expresan través de diferentes formas de acción.

Los movimientos sociales tienen dos lados, uno oculto donde se gesta una suerte de microutopía y otro visible, el frente de lucha donde esa microutopía se muestra deformada.

Se coincide con Melluci y Tillman, cuando señalan que en el lado oculto, se construyen nuevas formas de solidaridad, se da un remodelado contracultural, se confronta la alienación y se crean las condiciones para una transformación donde se gestan los nuevos sujetos y la nueva sociedad .

El presente trabajo pretende retransitar las huellas de nuestro pasado cercano desde un ahora, que (se interpreta) muestra la posibilidad de construcción de una sociedad más justa y equitativa , impulsada por actores que en la lucha, van construyendo nuevas identidades colectivas.

DESDE DONDE HABLAMOS

La Patagonia Norte, entendida como región comprende las provincias de Río Negro y Neuquén .

La provincia de Río Negro se extiende a lo largo y ancho de ambientes naturales y humanos muy distintos y contrastantes, donde los factores geográficos y climáticos definen la actividad económica y el poblamiento.

Cuatro áreas con rasgos diferenciales caracterizan el área provincial: una región frutihortícola correspondiente a la zona de los valles irrigados, entre los que se destacan el Alto Valle de Río

128 Licenciada en Sociología. Docente e investigadora de la Universidad Nacional del Comahue. Argentina 129 Licenciada en Servicio Social. Docente e investigadora de la Universidad Nacional del Comahue. Argentina. 130 Licenciada en Sociología. Docente e investigadora de la Universidad Nacional del Comahue. Argentina

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Negro y Neuquén, en tanto que la zona del Valle Medio y el Valle Inferior del Río Negro desarrollan una actividad agrícola – ganadera; un área minera, turística, pesquera y de servicios portuarios, con centros en Sierra Grande y San Antonio Oeste; un área turística, que convive con la actividad forestal con centro en las ciudades de San Carlos de Bariloche y El Bolsón y finalmente un área central semi–árida con predominancia de la ganadería ovina y vacuna.

La provincia de Neuquen también, está dotada de una diversidad de recursos naturales. Se aprovechan los recursos fluviales en la formación de oasis agrícolas. Encontramos además, la ganadería transhumante de ovinos y caprinos que se alimenta con los escasos pastizales de carácter xerófilo que crece en la extensa meseta, y en los valles precordilleranos se crían bovinos al amparo de los rigurosos inviernos.

Hacia el oeste de la provincia se han desarrollado asentamientos ligados al aprovechamiento de los hidrocarburos debido a la importancia de los yacimientos de petróleo y gas. También se explotan canteras cementeras y se fabrican productos cerámicos.

Asimismo tiene relevancia económica la actividad forestal, produciéndose en las zonas irrigadas madera blanda, apta para la fabricación de insumos para la actividad frutihortícola.

Alrededor de los ’90 se intensificó la explotación de los recursos turísticos que se centran en la zona cordillerana, a través del fomento de diversas actividades como la caza, la pesca y los deportes de invierno o el turismo de aventura.

La ciudad de Neuquen, capital de provincia, es el centro urbano más grande e importante de la Patagonia.

El gran crecimiento que muestra la ciudad, se debe a la diversificación de actividades económicas en la provincia. Generándose así una sostenida demanda de empleos que se volvió atrayente de población inmigrante proveniente de Chile y de otras provincias.

Es desde este territorio con sus especificidades materiales y simbólicas, desde donde reflexionamos sobre los movimientos sociales intentando aportar desde lo local al conocimiento de una realidad que, por estar encuadrada en lo que se denomina “el interior” del país, no es muy conocida por los “centros”, salvo cuando algún suceso extraordinario interesa a los medios de comunicación por su espectacularidad.

LAS GRIETAS DEL CAPITALISMO

Es evidente, la reconocida capacidad histórica del capitalismo para entrar en crisis, pero al mismo tiempo renovar las bases de su existencia.

Los procesos de reestructuración mundial, y sus consecuencias en las todas las dimensiones de la vida, plantea- entre otros - el interrogante sobre el posicionamiento del sujeto y la importancia de las acciones colectivas como generadoras de cambio social.

Esta reestructuración en la que participa el desarrollo de las nuevas tecnologías y los nuevos modos de coordinación económica, imprimen a su paso nuevas formas de organización social: maneras de ver el mundo y construcción de identidades (Sousa Santos2001).

La creciente globalización económica marcada por los procesos de transnacionalización productiva y de internacionalización financiera, con el debilitamiento consiguiente de la soberanía del estado nación- fundamentalmente de los estados sometidos a la nueva forma de colonialidad que ejerce el imperialismo en su etapa neoliberal-, pone a las sociedades nacionales en una crisis sostenida.

(Mignolo, 2001) que ejerce el imperialismo en su etapa neoliberal-, pone a las sociedades nacionales en una crisis sostenida.

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El neoliberalismo aparece como un “formato de dominación de clase” (Sader 1999), que pretende reconducir las relaciones sociales en función de una reestructuración a todos los niveles que cumpla con las demandas de un capitalismo global sin restricciones de los flujos de capital y de mercancía. Algunas de las consecuencias que han sido estudiadas de estos procesos de cambio es la tensión entre la fragmentación de tejidos y formas de organización social existentes y la tendencia a la homogeneización en la que se construye un pensamiento único y se re-privatizan las relaciones sociales.

Durante la década de los ´90, en el marco de la aplicación de las políticas neoliberales y de la reestructuración de la economía Argentina, se profundiza el modelo impuesto desde 1976, con el terrorismo de Estado.

Es en este contexto donde surgen una multiplicidad de grupos que, en un principio nacen como expresión de reivindicaciones sectoriales. Pronunciando sus múltiples demandas, locales, específicas, relacionadas con los efectos sociales del modelo. Algunos de ellos, por su accionar no convencional, fueron considerados ilegítimos en un primer momento, pero, situándolos en el ahora han ido construyendo su legitimación y un poder aún no dimensionado.

LA ILUSIÓN DEL FIN.

Se reconoce al 9 de diciembre de 1983, como el día en que el país recuperó la Democracia. Se vivió con euforia y ofuscación. Se deseaba desesperadamente constituir un estado de derecho pero a la vez se comenzó a reconocer el pacto y la lucha desmedida por el poder. Así, muchas veces se postergaron soluciones a reclamos puntuales de la sociedad que terminaron minando la credibilidad en la capacidad del gobierno para conducir el todo social.

Esta sociedad que parecía haberse convencido de la necesidad de terminar con el autoritarismo y de darle tiempo a los gobiernos para concluir con su gestión, volvía a verse sobrepasada por los zarandeos de la economía nacional. La inflación, ya institucionalizada, la creciente deuda externa, el déficit fiscal, complicaban el panorama en una economía en recesión y muy ligada a los vaivenes del mercado mundial.

Este espiral ascendente terminaría en la hiperinflación de 1989, aumentando la conflictividad social y causando la pérdida de legitimidad. Con el cambio de gobierno el planteo prioritario fue detener la inflación a través de la reducción del gasto público, la flexibilizar la relación salarial y privatizar.

Es difícil construir democracia en un contexto neoliberal, con ajustes, perdones e indultos. Intentar reconstruir este período es casi como describir una historia de la crisis. Los procesos sociales y económicos de mediano y largo plazo han configurado, sin lugar a dudas, una nueva sociedad. La misma se caracteriza por la extensión y profundización de la pobreza, la ruptura de redes de seguridad social, y la incertidumbre en el mercado de trabajo.

El impacto de estos cambios repercute en los sentimientos, en los valores aceptados socialmente, en la relación entre las personas.

El individualismo militante del neoliberalismo se ha instalado fuertemente en todos los ámbitos de nuestro mundo social. Son profundas las huellas que deja este nuevo capitalismo. Esto, viene cargado de incertidumbre, pérdida de confianza en uno mismo y en los demás, y de una sensación de vivir en riesgo permanente.

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Pero, a pesar de la impronta del discurso hegemónico El 19 y 20 de diciembre de 2001 se vive un estallido de la acción social, encarnado en una ciudadanía que volvía a salir a la calle luego de décadas de silencio, producto del miedo al terror.

Hasta ese momento, parecía que la dictadura había conseguido su principal objetivo: la ruptura de los lazos de solidaridad y la anulación de un centro político que articulara la acción, dando como resultado el aferramiento a salidas individuales.

Rompiendo con el miedo y con veinte años de inercia social, en todos los centros urbanos, más poblados del país, la gente por diferentes razones salió a manifestarse (hambre, privaciones, avasallamiento de la dignidad, incautación de sus ahorros , falta de representación política). Con una fuerte crítica a la política y a los políticos, quedaba al descubierto la desconexión existente entre los partidos políticos, el gobierno y la sociedad. De ahí que se robusteciera el demérito público generalizado expresado popularmente por el “que se vayan todos” y que se sucedieran rápidamente cinco presidentes en doce días.

También en la Patagonia Norte, el pueblo ganó las calles, protagonizando una manifestación que se recuerda como la más importante registrada en años.

Retransitando las huellas del pasado en las ultimas dos décadas, se advierte que si bien el máximo fenómeno social en términos de visibilidad pública fue lo acontecido en estas jornadas, que mostraron características novedosas, la resistencia popular registra antecedentes inmediatos en las luchas llevadas a cabo por los denominados nuevos movimientos sociales a partir de la década de los 90.

En la región en estudio, se registran-entre otros-los siguientes:131 Piqueteros. Por la justicia. Mujeres agrarias en lucha. Fábricas Recuperadas. Club del trueque. Barrios de Pie. Antipeaje.

MOVIMIENTOS SOCIALES.

El intento de comprensión y explicación de la expresión local de las acciones colectivas de resistencia se sustenta en una metodología fundamentalmente cualitativa que incluye las técnicas de: observación directa, participación, entrevistas en profundidad, análisis de material escrito y fílmico.

Dada la cantidad de movimientos ante-citados y ante la necesidad formal de hacer un recorte temporal y numérico se abarcará el período comprendido entre los años 1995-2002, y se tratarán los siguientes Movimientos: Piqueteros. Por la Justicia. Mujeres Agrarias en Lucha. Fábricas Recuperadas, y se hará una breve referencia a los demás movimientos de la región.

PIQUETEROS: El 20 de junio de 1996, unos pocos jóvenes, en principio, cortan la ruta de acceso a las ciudades de Cutral-Co y Plaza Huíncul, en la Provincia del Neuquén. Sin pausa, se va sumando prácticamente toda la población, que permanecerá resistiendo hasta el día 26 de ese mismo mes.

El conflicto surge porque el gobierno abandona las negociaciones que se venían llevando a cabo para establecer en la zona una planta de fertilizantes que generaba expectativas de puestos de trabajo.

Antecedentes: La agonía de estos pueblos comienza a partir de los años 90 cuando se privatizan los Yacimientos Petrolíferos Fiscales (Y.P.F.), con la consiguiente política de despido masivo de

131 Los movimientos por los Derechos Humanos y los expresan las reivindicaciones de los pueblos

originarios, son preexistentes al período abarcado en este trabajo.

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trabajadores por parte de las empresas privatizadas. La existencia de estas ciudades giraba alrededor de las principales fuentes de riqueza de la zona: los hidrocarburos.

Hasta esa fecha, el 70 % de la población ocupada trabajaba en Y.P.F., distribuyéndose el 30 % restante entre empleados municipales, maestros, comerciantes y trabajadores de la salud, transporte.

Todos se van sumando a la denominada “pueblada” y participan activamente desempeñando diversas tareas que garantizan la permanencia durante cinco días ininterrumpidos en la ruta: búsqueda de agua, producción y distribución de alimentos, asistencia sanitaria, comunicaciones.

El pueblo reunido en Asamblea, prohíbe que los dirigentes gremiales burocratizados se atribuyan la representación del conflicto y no aceptan ninguna comisión de representantes: la información solo sale de los piquetes a través de las Asambleas.

Exigen la presencia del Gobernador de la Provincia.

Al segundo día, se presenta el Juez Federal y comienza la represión por parte de la Gendarmería. Esto provoca una reacción inversa a la deseada por las autoridades, ya que lo que se logra es el aumento de la participación de la comunidad. La fuerza Federal se declara incompetente y califica la acción de los piqueteros como “delito de sedición”.

Finalmente, la medida de fuerza se levanta por la presencia del Gobernador Felipe Sapag132 y el logro de un acuerdo .

Se reparten alimentos y elementos de primera necesidad, se consigue la reconexión del gas y de la luz a quienes lo tenían cortado, se prometen subsidios y obras de infraestructura en las áreas de salud y educación y se promete la creación de puestos de trabajo a través de la instalación de fábricas .

Segunda Pueblada. Abril de 1997.

Comienza con un conflicto de la comunidad educativa y en principio los cortes de ruta tuvieron como protagonistas a los docentes y a jóvenes desocupados llamados “fogoneros”, luego, a partir de la represión de gendarmería, la protesta se generaliza. El 14 de abril, en medio de una feroz represión, es asesinada Teresa Rodríguez.133

Los reclamos principales pasan a ser la liberación de los detenidos, el esclarecimiento de la muerte de Teresa, la continuidad de subsidios y el cumplimiento de los doce puntos acordados el año anterior.

El lunes 14 se realiza una movilización de quince mil personas con antorchas para acompañar los restos de Teresa Rodríguez .

Como homenaje a ella surgirá posteriormente un movimiento piquetero a nivel nacional que se reconoce con su nombre.

La comisión de representantes de la Asamblea de Cutral Co y Plaza Huincul entregó al gobernador un petitorio que exigía, además de los puntos ya mencionados, el retiro de la gendarmería, la destitución del comisario de Cutral-Co, la suspensión del servicio activo a los oficiales que participaron de la represión, la presentación en el Congreso de un proyecto de Reparación Histórica para Neuquén y la renuncia del ministro de Gobierno. El gobernador envió una propuesta que fue rechazada en asamblea popular. Consistía en mil seiscientos puestos de trabajo por $ 200 mensuales, del Programa Trabajar que depende del gobierno nacional. Los fogoneros imponen además, para discutir con el gobernador, otros puntos: que el 50% de las regalías que obtienen las empresas petroleras y gasíferas se quede en las localidades por lo menos hasta el año 2010, y que el Concejo Provincial de Educación se traslade desde la capital neuquina a Cutral Co, ya que ello implicaría más puestos de trabajo.

132 Fundador del Movimiento Popular Neuquino. Partido provincial que gobierna desde la década del ’60. 133 Empleada doméstica víctima de la represión de esas jornadas.

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Las puebladas de Cutral-Co y Plaza Huíncul, inician un ciclo de resistencia piquetera que se extenderá por todo el país, como así también se agudizará la represión y los asesinatos.

El lado visible de estos movimientos son las acciones desarrolladas por un nuevo actor social: los trabajadores desocupados. El reclamo es: puestos de trabajo o planes sociales para los desempleados. La forma de expresión son los cortes de rutas y las movilizaciones.

En el lado oculto, se gestan solidaridades y se van construyendo valores que rompen con los modelos ofrecidos desde los sectores que hegemonizan el poder simbólico, que son los que manejan el poder económico y político, a secas.

En la búsqueda de formas alternativas de sobrevivencia, se organizan por fuera de las reglas de la economía capitalista, y crean formas comunitarias y cooperativas: huertas, envasado de alimentos, distribución de pan y leche para los niños. Algunos emprenden la construcción de viviendas, como es el caso en la zona de “Un techo para mi hermano”.134

También han encarado la alfabetización de adultos con el proyecto de “Educación Popular.”

Si bien se registran diferencias entre los distintos grupos de piqueteros, lo citado en el párrafo anterior pretende mostrar un panorama general de los emprendimientos.

No existe hasta el momento, un proyecto nacional unificador que nuclee a todas las organizaciones, algunas están ligadas a partidos políticos, otras a corrientes sindicales, otras son independientes, pero en la región, la horizontalidad y la práctica asamblearia constituye un denominador común.

Es necesario consignar, como un interrogante que merece un análisis profundo, el comportamiento en el campo de lo social de los actores resistentes y su expresión política en las elecciones. Si bien en lo social, se asiste a la emergencia de formas contra-culturales, expresadas en formas de hacer y de pensar, el comportamiento electoral registra (aunque en disminución) una atadura a las políticas clientelares promovidas desde el poder político de ambas Provincias.

También es necesario mirar por detrás de las lecturas ideológicas, la situación de extrema necesidad que padecen estos sectores que están protagonizando, en esta etapa, la resistencia social.

MOVIMIENTOS POR LA JUSTICIA: Estos nuevos movimientos surgen y se organizan en torno al reclamo de valores innegociables, aquellos que estructuran al ser como humano: la vida, la dignidad, la justicia.

Las víctimas de acciones aberrantes, como el asesinato, las violaciones, el gatillo fácil, la represión policial, como consecuencia del dolor y el horror, salen de la parálisis inicial y accionan, exigiéndole a las Instituciones que cumplan con los fines que fundamentan su existencia.

En la Patagonia Norte, es el asesinato de tres mujeres jóvenes, el no hallazgo de los responsables, y la sospecha de encubrimiento por parte de la policía ,lo que genera la reacción popular .

La forma de expresión de la protesta social se materializa en marchas que adquirieron el nombre de “marchas del silencio”, porque la gente se manifiesta sin palabras. Esta forma de violencia deja “muda” a la comunidad, no hay palabras que la signifiquen.

También en este caso, como en otros (anteriores y posteriores) el movimiento asume la realización de investigaciones paralelas, ante la falta de resolución por parte de los organismos existentes para ello, ocupando el lugar vacante que dejan las instituciones creadas para proteger, investigar, descubrir y hacer justicia.

134 Organización impulsada por la Pastoral Social que promueve la autoconstrucción de viviendas por esfuerzo compartido.

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Los procesos que llevan a una interpretación diferente de la realidad social y a un protagonismo solidario en la construcción social de la misma, lleva a que se exceda el particularismo de una comunidad local y se creen redes y organizaciones en todo el país entre personas que sufren y reclaman por casos similares.

En un programa televisivo que reunió a familiares de víctimas del llamado “gatillo fácil”, asesinatos no resueltos y represión policial, todos los asistentes hablan de la crisis de las instituciones, del descreimiento en la policía y en la justicia, de las consecuencias nefastas de las leyes de Obediencia Debida, Punto Final e Indulto y de la responsabilidad que le cabe a la sociedad civil por cerrar los ojos ante las lacras que dejó la Dictadura Militar.

Como características específicas de estos nuevos movimientos sociales podemos señalar:

.- Sus reclamos son innegociables.

.- Acogen en su seno a personas de todos los sectores sociales.

.- No aspiran al poder.

.- Partiendo de un reclamo particularizado, lo trascienden, generalizando la protesta tanto en el aspecto organizativo como en los contenidos de la misma.

.- Asumen el control social de las instituciones, supervisando su accionar y/o reemplazando sus omisiones.

MOVIMIENTO DE MUJERES AGRARIAS EN LUCHA: El movimiento, surge en 1995 en Winifreda, Provincia de La Pampa, se unen tres años después, mujeres del Alto Valle de Río Negro y Neuquen cuando en 1998 las mujeres se organizan para impedir un remate en la localidad de Cinco Saltos en la Provincia de Río Negro (18 –09-98). Hasta esa fecha, el movimiento había logrado suspender más de 200 remates a nivel nacional.

A partir de allí se produce un efecto multiplicador al interior de la región.

El por qué del conflicto: En el marco de la transformación de los procesos productivos que culmina con la concentración y mayores grados de automación, siguiendo el ritmo de las transformaciones técnicas, los pequeños y medianos productores se ven obligados, para intentar no desaparecer, a tomar créditos. estos les son otorgados sobrevaluando el precio de sus propiedades, de modo que se convierten en impagables. El remate de campos e instrumentos de trabajo y las ejecuciones judiciales son las consecuencias de esta trampa en la que se ven inmersos.

La respuesta social que expresa las reivindicaciones del sector, está motorizada por mujeres agrarias y con trayectoria agraria135, que a la par de manifestarse como nuevos actores colectivos, van transformando su subjetividad.

En el escenario público, las mujeres se manifiestan cada vez que se va a proceder al remate de un campo, y cantan el Himno Nacional, impidiendo, con sus voces, que se escuchen las ofertas de compra. Se ha observado, en forma directa, que no solo cantan, sino también increpan a los rematadores y crean un clima donde no es posible seguir con la ejecución judicial.

También participaron en los “tractorazos”, que realizaron los productores a nivel nacional y local.

¿Quiénes son estas nuevas actoras sociales?

Son mujeres que a pesar de no haber tenido visibilidad pública, trabajaron y trabajan a la par del hombre, dedicándose además de las tareas de la casa y la educación de los hijos a cuidar la quinta, alimentar los animales, manejar el tractor, revisar las plantaciones luego de las heladas, encender la leña para que el granizo en un instante no destruya el sacrificio de meses de trabajo

135 Algunas de las mujeres, efectivamente se han desvinculado de la actividad agraria, pero se sienten identificadas con la historia de sus ancestros y ligadas a la tierra, participando activamente en el movimiento.

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duro y larga espera. Ordeñan las vacas, atienden la parición, vigilan el ganado o esperan recoger los frutos de la tierra. (Almaza, 2001)

Son mujeres que habiendo ocupado en la distribución de tareas agrarias, lugares culturalmente estereotipados han podido transitar hacia otros espacios de mayor visibilidad social y política.

De “señoras de tal”, que se ocupaban de la casa y de los hijos - en la mayoría de los casos- pasan a ser un “nosotras”. Estas mujeres accedieron a su condición de tal desde un “señoras de” que las objetualizaba, y, en la acción colectiva, en el “nosotras” en la participación, en involucrarse, encontraron una nueva identidad, asumida por ellas al nombrarse y ser reconocidas por los “alter” que comparten el espacio social.

A partir del protagonismo que asumen en la defensa de sus tierras, como por ejemplo la negociación con entidades bancarias o con autoridades provinciales y nacionales, (vivencia inédita en sus vidas, logran trasvasar las explicaciones particularistas de su situación hacia otras lecturas más coyunturales: una de las representantes locales del movimiento manifestó en entrevista periodística, “la crisis por la que están atravesando los productores no es una consecuencia sino un objetivo del modelo económico que actualmente está llevando adelante el gobierno nacional y que la única manera de hacer frente a la crisis mundial y a los monopolios es obtener un precio sostén para la producción para poder reactivar la actividad frutícola y no estar sujetos al asistencialismo”136.

MOVIMIENTOS POR LA RECUPERACIÓN DE FÁBRICAS: Fricader y Zanon

Luego de superar la parálisis inicial que produjo la quiebra fraudulenta del frigorífico Fricader137, y de asumir la condición de desocupados sin esperanza de reinserción laboral en la cual quedaron los trabajadores, dio lugar al surgimiento de una cooperativa de trabajo.

La misma quedó conformada legalmente en noviembre de 2001 con la finalidad de ser una empresa de servicio de faena y desposte para apoyar a productores ganaderos, matarifes, abastecedores y pequeños productores. Conformada por 30 socios trabajadores y 189 socios adherentes. Todos ellos ex empleados del frigorífico.

Comenzaron un plan de marchas y movilizaciones para dar a conocer la situación en a que se encontraban. Así se fueron sumando nuevos actores en su lucha: consiguieron del Municipio local ser declarados de interés municipal. Ocuparon la planta frente al conocimiento de la subasta pública y presentaron públicamente el denominado “Plan de Negocios” ante el Banco Nación Argentina. Un año más tarde, presentan el “Proyecto de Utilidad Pública” ante la legislatura provincial para el tratamiento de la ley de expropiación.

Actualmente la planta sigue ocupada por su ex trabajadores, quienes como modo de aportar un sostén en la lucha elaboran y venden chacinados en pequeña escala. También, comercializan cerámicos que fabrican los trabajadores de Zanon materializando redes de solidaridad que se vienen construyendo desde la base. Es importante aclarar que la fábrica se encuentra en condiciones optimas para ponerse a producir. Por ello los trabajadores expresan:

“Sólo queremos recuperar nuestra fuente de trabajo a través de lo único que tenemos como propio, que es el conocimiento de la labor, del trabajo y la eficiencia en la realización del mismo(...) necesitamos acceder a una línea de créditos que nos permita ponerla en

136 Diario la Mañana del Sur. 7 de setiembre de 1998. 137 El frigorífico se encuentra ubicado en J. J: Gómez, a 5 km de la Ciudad de General Roca (Río Negro), considerado un punto optimo entre la zona de producción y de consumo de la provincia. En sus inicios fue una empresa del Estado provincial, privatizada en 1990 acorde con la política nacional de ese momento.

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funcionamiento(...) sabemos de las facilidades y beneficios con que cuenta un empresario a la hora de solicitar un crédito(...) nosotros también necesitamos que nos brinden las mismas posibilidades”138

Desde 1975 Luis Zanón abrió una fábrica de cerámicos en Neuquén, que por su envergadura se encontraba entre las principales empresas de la zona. En 1999 para garantizar su nivel de acumulación, decidió ajustar los costos laborales, rebajando los salarios y despidiendo a cien de sus trabajadores. Fue el comienzo de un proceso de vaciamiento que siguió con el atraso en el pago de los salarios hasta llegar al cierre de la fábrica.

Los obreros iniciaron una serie de acciones que fueron dando paso a la recuperación de su fuente de trabajo poniendo en funcionamiento la planta bajo control obrero en marzo de 2002.

Constantemente deben estar alertas a diversas interpretaciones de la justicia en defensa de la propiedad privada, pero la continuidad de la fábrica produciendo se garantiza articulando su propia fuerza con el apoyo masivo y activo de otras organizaciones sociales y de la comunidad regional.

OTROS:

Como se explicitó precedentemente, se hará una breve referencia a otros movimientos sociales de la Patagonia Norte.

A raíz de la instalación de un peaje en el puente que une Cipolletti con Neuquén, sin existir carretera alternativa, en un lugar de paso permanente, acciones individuales de personas que se negaban a pagar el peaje fundamentando su negativa en el art. 14 de la Constitución Argentina que prevé el libre tránsito, dieron lugar al surgimiento del Movimiento Antipeaje.

Su accionar consistió en evitar el pago del canon por diversos medios, entre ellos un dispositivo colocado al frente de los vehículos que permitía sortear la barrera que impedía el paso. También se realizaba lo que se dio en llamar “chuparse”: que consistía en que la trompa de un automóvil se pegara a la cola de otro para pasar sin pagar.

El Movimiento Barios de Pie, surge a fines de la década de los 90 como producto de la necesidad de organizar a nivel nacional a un conjunto de movimientos de trabajadores desocupados que venían luchando desde hacía tiempo en diferentes barrios de distintas provincias del país. En expresión de uno de sus miembros: “Nos encontramos jóvenes, viejos, laburantes desocupados que decidimos romper con las políticas del asistencialismo que había en nuestros barrios. A partir de eso empezamos a dar la pelea en las calles, discutiendo la necesidad de conformar una organización distinta que nada tuviera que ver con los punteros de los partidos tradicionales, como la UCR y el PJ. Una organización que nos vaya dando respuestas a nuestros problemas más urgentes (hambre, desocupación, falta de vivienda, salud, educación, etc...) y que se plantee cambiar el actual estado de cosas. Esa organización es el Movimiento Barrios de Pie que hoy ya podemos decir que esta en Capital Federal, el Conurbano Bonaerense y casi la totalidad de las provincias de la República Argentina”.139

Realizan medidas de resistencia directa, como movilizaciones y cortes de rutas y una serie de actividades cotidianas tendientes a paliar las consecuencias de la desocupación en los aspectos que hacen a la subsistencia , la educación popular, lo recreativo.

Con respecto a El Club del Trueque, se consigna que surge en la zona a mediados de 1998, recogiendo la experiencia que se estaba realizando en Buenos Aires y otras zonas del país.

138 Documento de la Cooperativa de trabajo frigorífico J. J. Gómez Ltda.(Ex Fricader),marzo 2003, “Para evitar que la historia se repita”. Mimeo. 139 . Carlos. 29 años. Desocupado.

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Se conformó con la participación de amas de casa, artesanos varios, peones de chacra, docentes y algún profesional. Un grupo bastante heterogéneo que, en palabras de un entrevistado tenían en común: “ser desocupados, haber descendido en la escala social (en cuanto a ingresos), en síntesis el modelo nos estaba excluyendo y creíamos que era oportuno generar otro ámbito en donde el dinero (que nos estaba dejando de pertenecer) no sea el valor de cambio”.140

Los miembros del movimiento se autoidentifican como “prosumidores”- productores y consumidores de bienes y servicios-, que se intercambian a través de un sistema de “créditos”, pero sin intervención de dinero.

Funcionan numerosos centros de trueque en varias ciudades de la Patagonia Norte, habiéndose extendido esta modalidad a los barrios periféricos, cubriendo diferentes días y horarios.

CONCLUSIONES.

Se han abordado algunos de los movimientos sociales que surgen a partir de la crisis económica, institucional, social y cultural en la Argentina y se han consignado resistencias al modelo vigente expresadas por actores colectivos que pertenecen a diferentes sectores sociales. También las demandas son diversas, aunque el denominador común sea un “no” a lo dado y existente y el planteo de una necesidad de modificación de las políticas Estatales.

Si bien no se registra un proyecto común unificador, se piensa que, las luchas de resistencia llevaron al abandono de un discurso desembozadamente neoliberal por parte del poder político y a una concepción del estado y la sociedad que indicaría una apertura hacia la resolución de la crisis, con la aclaración de que lo expresado necesita del despliegue temporal de la acción del gobierno para confirmarse o negarse.

En el lado no visible en el escenario público, durante el camino recorrido en la acción por los movimientos de resistencia a partir de un padecimiento concreto, se produce en los actores colectivos una transformación cualitativa que se expresa en la búsqueda de los motivos que condujeron a la situación no deseada, y a la resignificación de fines, sentidos y valores.

Las nuevas formas de interacción comunitaria que se gestan van construyendo ámbitos desde donde se cuestiona la hegemonía del poder simbólico del modelo imperante y de las instituciones que lo encarnan. “El poder simbólico como poder de construir lo dado por la enunciación, de hacer ver y de hacer creer, de confirmar o de transformar la visión del mundo y, por ello, la acción sobre el mundo, por lo tanto el mundo; poder casi mágico que permite obtener el equivalente de lo que es obtenido por la fuerza (física o económica), gracias al efecto de movilización, no se ejerce sino si él es reconocido, es decir, desconocido como arbitrario.” (Bourdieu:1999:71).

El primer paso para disputar la hegemonía de ese poder simbólico (que es una transfiguración del poder de dominación a secas), es el “desconocimiento, o mejor dicho el re-conocimiento y la comprensión de que la visión de mundo que construye ese poder no representa las necesidades y deseos del colectivo social, sino los intereses particulares de sectores minoritarios que disfrazan su accionar particularista con la enunciación de “interés general”.

En el camino que transitan desde lo particular a un “nosotros” se van resignificando las subjetividades, en un proceso dialéctico que se orienta hacia la construcción de identidades colectivas.

En esta transformación lo que antes era conducta “quejosa” pasa a convertirse en “ protesta”.

Siguiendo a Ulloa F (1995), en la queja, alguien se enmascara de victima apelando a la piedad o la comprensión del opresor. El quejoso no se apoya en los restos de su fuerza sino en su acrecentada debilidad y espera secretamente los beneficios de ser victima.

140 . Marcelo. 43 años. Desocupado.

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La queja no solo es individual sino que además no tiene efectos transformadores. La protesta social, en cambio, abre la posibilidad de reestablecer juicios críticos, que son momentos esenciales en la toma conciencia de las causas del sufrimiento.

Frente a la diversidad de respuestas sociales que se vienen configurando ,un posible intento de tipificación es diferenciarlas según impliquen o no un cuestionamiento a valores centrales del sistema. En el primer caso se puede incluir a los movimientos por la recuperación de fábricas. Sus miembros se animan a discutir la propiedad privada de los medios de producción y pueden articularse desde su pertenencia de clase .

Con diferencias, aquí también se puede incluir a los miembros del Club del trueque que aunque sea como alternativa de subsistencia cuestionan las reglas de la acumulación capitalista.

Otros, en cambio, centran sus reclamos en la consecución de sus derechos ciudadanía, buscando seguir incluidos en el circuito. Mujeres agrarias en lucha bregan por la defensa de su propiedad, los Movimientos por la Justicia por instituciones democráticas que garanticen sus derechos, así como los movimientos antipeaje basan sus reclamos en el artículo 14 de la Constitución Nacional.

Con referencia a “piqueteros” esta denominación encubre en el plano de lo visible las diferencias cualitativas que subyacen en estos grupos. Mientras que algunos solo aspiran a obtener planes, terrenos, ser beneficiarios de políticas asistenciales, otros cuestionan al sistema a la par que construyen un remodelado contracultural.

Primavera 2003

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La ciudad de Buenos Aires, un estudio de espacio-tiempo político

Celia Guevara

Todavía los argentinos y el mundo encontramos inexplicable la reacción y la rebeldía popular que terminó con el gobierno del presidente de la Rúa en Diciembre del 2003.

Cuanto más inexplicable, cuando ella se produce en un momento de la historia del mundo en general y de la Argentina en particular en que parecía haberse abandonado toda idea política y social redentora. Todo lo que se publica en los medios previamente a este levantamiento, tiene el acento de la desesperanza y el escepticismo. Por otra parte, la posición imperialista parece afianzarse en el mundo.

Sucede, sin embargo, como sucedieron los levantamientos esclavos en la colonia, sin dirigentes reconocidos, sin una ideología precisa, o un fin predeterminado, solo la necesidad de acabar con un gobierno o una opresión.

Para mí el cacerolazo del 19 de Diciembre de 2001, sólo tiene antecedentes en el Africa negra o el África esclava. A partir del sonar de los tambores se llevaban a cabo las comunicaciones tribales en África y las señales de rebeldía esclavas en América. Esa especie de resonar mágico del acuerdo instantáneo, en la comunidad criolla libre, se dio por primera vez en nuestro país en ese Diciembre.

El uso de un instrumento de percusión, sea éste cual fuere, no es la única analogía posible a encontrar con relación a los ritos africanos. Las danzas carnavalescas de los negros en nuestra América (una forma de rebeldía) coincidían con las fechas de Navidad y Reyes, es decir la Epifanía 1. La fecha del Carnaval blanco se asimilaba al mes de Febrero

En una película, estrenada en Buenos Aires: La Comuna de París, (III Jornadas de Cine Independiente, Marzo 2002) se encuentran mezclados en la pantalla, los tiempos históricos. Los protagonistas, (representando el levantamiento del pueblo de París en 1871) aparecen vestidos con indumentaria del siglo XIX, mientras que, a la vez, manejan los instrumentos tecnológicos contemporáneos: micrófonos, pantalla de televisión, incorporando además el espíritu mediático actual y los problemas sociales de los últimos años. Se mezclan allí los niños, los jóvenes y los viejos y se destaca el valor de la mujer comunera. Es de destacar que el espacio de la Comuna había perdido ya por intervención de Haussmann, las callecitas tortuosas e intrincadas del París que permanecía aún medieval en su estructura en1848.

En cierta forma la película representa (aún cuando fue filmada en París) la situación del llamado “Tercer Mundo”, que vestido todavía con las ropas del siglo XIX, maneja los nuevos medios informáticos y mediáticos.

En los acontecimientos del 19 y 20 de Diciembre del 2001 en Buenos Aires, (y en el país) se hallan mezclados, como en la película, varios tiempos históricos: el contemporáneo, que corresponde a la difusión por televisión del brusco discurso del entonces presidente de la Nación, (asimilable a algunos discursos del Ministro de la Guerra en Versalles, que por supuesto no fueron televisados en 1871) el prehistórico: la forma de comunicación primitiva del golpear de las cacerolas, que equivale al tam- tam de los tambores y los sucesivos tiempos históricos representados por la Plaza de Mayo y la reunión de los manifestantes en esa misma plaza, cargada de historia política desde 1810.

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Diciembre

Empecemos por analizar la fecha en que se produce el alzamiento141. Sabido es que las “revoluciones” militares en Argentina, nunca se producen en verano, los militares aprecian demasiado su “tiempo libre”. El tiempo libre de los esclavos es otro.

Pero, porqué esa fecha? Evidentemente existen razones políticas, económicas y sociales que analizaré aquí. Sólo la desesperación de los desocupados y sus familias por años de carencias, explicaría la unión de los manifestantes en Diciembre o en un afecha cualquiera.

Existe, con relación a la fecha, un antecedente muy directo, las llamadas Marchas de la Resistencia encabezadas por la Madres de Plaza de Mayo, se organizaron siempre en Diciembre. 3.

Amigo (ver cita) explica que la realización de esas marchas en el mes de Diciembre obedecía tanto al aniversario de la desaparición de Azucena Villaflor una de las madres más importantes, como la coincidencia con el día de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Sin embargo, esta fecha debió ser 10 de diciembre y las marchas se realizaron siempre en fechas cercanas a la Navidad.

Quiero recordar además, que las fiestas colectivas, según Ortiz . en pueblos “primitivos”, se celebran al comienzo del año, bien en lo que nosotros llamamos Nochebuena, Año Nuevo, Día de Reyes, cuando el pueblo fija el inicio del año en el solsticio de invierno (o de verano) como el comienzo de un nuevo año. Son de estos ritualismos las periódicas “expulsiones de los diablos” y de los pecados y males de la agrupación social, y se caracterizan según Frazer por ser intencionalmente “limpiezas morales” por coincidir con un cambio de estación, por estar precedidas de un período de extraordinaria licencia. (...) para estimular las siembras.

También en el mundo andino las fechas del mes de Diciembre 5 son importantes.

Cada 12 de Diciembre a media tarde cerca de 100 personas llegan a un pequeño oratorio en Casabindo. (...) Se pide a la virgen y a la Pachamama2 por la hacienda y la siembra (abundancia de las cosechas y aumento del ganado. Aún cuando la fiesta es religiosa se destaca un claro propósito práctico en la oración.

Pero hay un punto de contacto más importante que se relaciona con el espíritu del canto y el baile de los negros. Los negros nunca cantan con intención estética. Su representación, ya sea en procesiones, cantos o teatro está directamente asimilada a la religión, los problemas sociales y la política.3

Es más, ningún negro canta solo, su canto es siempre colectivo y está expresando un malestar una pena o a veces una alegría, pero siempre colectiva.

Puesto que en Buenos Aires ya no quedan casi descendientes de africanos, ni practicamente persisten restos de su cultura, es necesario deducir que el sufrimiento de los pueblos se traduce en formas parecidas, y que fue el sufrimiento agudo de los últimos meses del gobierno de Cavallo-de la Rúa, lo que llevó al pueblo al llamado cacerolazo.

Un sábado de Diciembre hacia las ocho de la noche, desde todos los balcones se empezó a escuchar una especie de ruido ensordecedor. Este fue el comienzo. El día 19, quince días después, Buenos Aires había entrado en ebullición.

141 PETER WATKINS: La Comuna de París. III Jornadas de Cine Inependiente en Buenos Aires, Mayo 2002. 2 FERNANDO ORTIZ: Ensayos etnográficos, Ed. CIENCIAS SOCIALES, Habana, Cuba, 1984. Pág. 13. 3. FERNANDO ORTIZ Los bailes y el teatro de los negros en el folklore de Cuba. Ed. LETRAS CUBANAS. Habana, Cuba 1985. Pág. 38. .

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Volvamos a los tiempos paralelos:

Reconozcamos que el contemporáneo y su tecnología, tuvo una importancia fundamental en los hechos de Diciembre. Dice Pablo Bergel: “Es de destacar el importante rol de los medios de difusión, que funcionaron como espejo de toda la sociedad, mostrando que lo que estaba pasando en esta esquina de este barrio, también estaba sucediendo en barrios vecinos o alejados”. Y por su parte Modesto Emilio Guerrero3 dice:4 “Pero la gente no salió a las calles y plazas sabiendo lo que quería. En realidad sólo estaba segura de lo que no quería. Sus actos fueron transformándose en conciencia. Era como si un nuevo rostro le apareciera frente al espejo, después de cada cacerolazo, barrida policial o asamblea142 Aparece continuamente la idea del espejo expresada en otra figura. Sin embargo los medios destacaban no el hambre, ni la desesperación del pueblo sino la violencia, como lo ha destacado Guerrero.

(Los comerciantes llorando, los lugares saqueados). De manera que la comunicación invirtió su mensaje. Se quería aterrorizar y aislar y se transmitió coraje y unión a través de esos mismos medios. La figura del espejo utilizada reiteradamente parece significar que el ciudadano se enfrenta a otro en los medios, o a sí mismo como el otro, un yo cambiado con los demás. Evidentemente, los porteños nos comunicamos con el ruido de la cacerola, sin necesidad de la televisión, pero en otros lugares sólo veían el caceroleo o lo escuchaban a través de los medios, lo cual generalizó la protesta.

Hay en el clang-clang de la cacerola un sentido de identificación no sólo con las expresiones primitivas de protesta, sino también con la supresión de la palabra. El pueblo ha comenzado a expresarse a través de medios alejados del lenguaje, lo que sirve de unión y de acercamiento a dos tiempos extremos: la prehistoria y la actualidad tecnológica. Suprimiendo la protesta por medio de la escritura y la palabra hablada, se ha convertido en la expresión anónima e indiferenciada de la máquina.

Este sonar de la cacerola sólo parece encontrar su antecedente en las formas de comunicación de aldea a aldea en el Africa, o en la expresión urbana de la pena esclava en América (y de los levantamientos cimarrones) . A partir del sonar de los tambores se llevaban a cabo las comunicaciones tribales o de rebeldía. Sin embargo sus formas indiferenciadas lo conectan también a las últimas manifestaciones en el mundo en las que se va perdiendo la individualidad.

Algunos sociólogos contemporáneos han asimilado las nuevas formas sociales (y sus manifestaciones) al culto de la máquina y el desarrollo tecnológico. Estamos en la llamada “era informacional”. Es el “fin de la historia”.

Por otra parte, es interesante anotar que se consideran acabadas para siempre las ideas “trascendentes”, las ideas que encuentren su fin por fuera del sistema. Es decir se da por aceptado el nuevo orden mundial como inevitable.

Según Scott Lash:1435 Slavok Zizek llama a la era de la información, El retorno de lo real. Lash hace suya esta definición. Dice: Con la globalización y la informatización, lo simbólico, lo nacional, está fragmentado, fracturado. Esto no es nuevo. Pero es nuevo con relación al vitalismo (vitalismo como aceptación de algo vital que se mueve según sus leyes)- lo vemos en Negri y Hardt (Imperio), pero también en Bruno Latour, Ulrich Beck y Niklas Lehman, tres de los más grandes sociólogos contemporáneos. Trabajan con las nociones de flujo, devenir, desterritorialización, la autorganización y el fin del dualismo de la “diferencia ontológica” entre personas, máquinas, instituciones. El vitalismo reemplaza a la metanarrativa, a los relatos que explican el mundo a partir de una idea trascendente, un fin que está fuera del sistema, como el cristianismo, la utopía marxista, o en definitiva el humanismo.

4 MODESTO EMILIO GUERRERO: Emergencia y desafíos de las asambleas barriales. Revista Herramientas, Otoño 2002. 5 SCOTT LASH: El retorno de lo real Clarín,, Cultura, 31/6/02.,

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Ahora bien, creo que además de esa “fuga hacia adelante”, la identidad colectiva y la memoria son fundamentales.¿ Podemos tener una noción de memoria sin tener al mismo tiempo una noción de trascendencia?

Es interesante anotar también que el pueblo de Buenos Aires (y el argentino en general), encuentra a pesar de todo sus “ideas trascendentes”. Que se vayan todos, dice con una voz unánime, lo que significa el fin de la infancia política, pero expresada a través de medios impersonales correspondientes al tiempo de la intrascendencia y el anonimato actual. A la no diferenciación entre personas y máquinas que a este sonido metálico (sin voz humana) opone sin embargo a veces la identificación absoluta y precisa de su propia voz, como diré más adelante.

Al quedar el pueblo mudo (perdida su posibilidad de ser escuchado) tanto en la esclavitud africana del XIX, como en la nueva esclavitud del dinero, el pueblo sólo se expresa a través de medios mecánicos. Creo que esta conjunción, este acercamiento de los extremos puede considerarse como una etapa más alta en nuestra historia.

La domesticidad También representa, en otro orden de cosas (al menos en su segunda etapa) la manifestación doméstica, la expresión desde la vivienda que todavía no compromete el cuerpo y no se delata. Es asimismo una expresión de contemporaneidad. Hasta que en la segunda etapa, se lanza a manifestar con la misma furia de siempre.

Por otro lado, la cacerola no es el tambor, es el instrumento femenino y su símbolo, lo cual no ha obstado para que las muertes, se dieran entre la población masculina.

Poco importa en realidad, si la concurrencia a la Plaza fue predominantemente masculina. El espíritu se asimila a la tradición de las Madres. En estas formas de lucha no existen jerarquías, no se está hablando a las instituciones (al menos no con su idioma) que por otra parte entonces no existían (1976) Las Madres, en parte por ser mujeres se han movido fuera de los mecanismos “mediadores”.

Se ha seguido, entonces, el ritual marcado por las mujeres, por las Madres, caminando en círculos en la Plaza. Y más tarde, todos los aniversarios de los días 20, los manifestantes reproducen los círculos en recuerdo de los caídos unos días antes de la Navidad del 2001, estableciéndose así una suerte de ritual. Este ritual está negando la teoría de la negación del humanismo. No se piensa en la razón para marcar esos círculos.

Se supone que las madres caminaron porque se las conminó a caminar.6 144Y como querían quedarse caminaron en círculos. El círculo sin embargo tiene multitud de significados. Es entre otras cosas el eterno retorno. Las madres caminaban volviendo al lugar de partida para tratar de reencontrar a sus hijos perdidos. Y el pueblo camina en redondo tal vez buscando su país perdido. El círculo tiene significado sagrado, desde los griegos, o desde los bailes alrededor de los árboles sagrados. No hemos perdido por lo tanto la memoria.

Y toda la población ya sin diferenciación (jóvenes, abuelos, niños) se ha identificado con las

marchas.

6 MATILDE MELIBOSWSY, habla del Círculo de amor sobre la muerte. Edit. Pensamiento Nacional, Citado por ROBERTO AMIGO CERISOLA: Acciones eséticas en las Marchas de la Resistencia , 1984, 1985, V Jornadas Arte y Poder, CAIA, 1993. Pág.265.

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Antecedentes

El ejemplo más importante de levantamiento colectivo contra un funcionario, y sus abusos, lo da en la historia española el pueblo de Fuenteovejuna, que ha inspirado tantas expresiones artísticas. Fue recogido en su tradición por Lope de Vega, en el Siglo de Oro pero la fecha de su levantamiento es muy anterior. Es casi medieval.

Y en la historia indígena el pueblo deTupac Amaru, en el siglo XVIII, que se rebela contra los oficiales reales los que hambreaban al pueblo con sus impuestos.

Pero en la historia nuestra, la Buenos Aires de los levantamientos obreros, hay uno, el más peculiar porque fue organizado y protagonizado por mujeres. Fue la llamada “huelga de inquilinos” en la cual las familias de los conventillos, se agruparon para desafiar a los propietarios y dejaron de pagar el alquiler. Esta manifestación fue de las que llama Lefebvre “ la revolución como una fiesta”. Las escobas reemplazaron a los palos o fusiles. Y las mujeres, los niños y ancianos tomaron como prisioneros a veces a los propietarios, a veces a sus representantes, los desvistieron los pintaron con alquitrán y los emplumaron.10..

En este caso, se trataba de un abuso de poder privado sin intervención, al menos aparentemente, del Estado contra el pueblo. Sin embargo los más odiados (tal vez por su presencia corporal) parecen haber sido los representantes o encargados. De la misma manera, son los “representantes” lo que encienden el ánimo tanto en la Corte como en el Congreso, puesto que son lo representantes elegidos por el pueblo mismo los que lo estafan y abusan.

Lo que encuentro en todo esto en común es que en todos los casos se trata de pueblo a secas, sin mezcla de dirigentes ni de partidos donde las mujeres y las familias, están jugando un rol protagónico. No quiere decir que los hombres no intervengan, sino que no se trata al menos exteriormente de organizaciones sindicales ni políticas, en el sentido partidario, sino de rebeldías espontáneas, donde además, por lo general, aparecen rituales. Pero tampoco falta la intención política.

Y los bancos por supuesto, son objeto del furor ciudadano en todas las clases.

Otros espacios

La Plaza Lavalle ha sido escenario desde Diciembre 2001 de manifestaciones en contra de los jueces de la Corte Suprema. Estas manifestaciones tienen la particularidad de haber sido iniciadas dentro de un gremio, el de los abogados (jóvenes abogados laboralistas) Aunque la concurrencia pertenece básicamente a la clase media, se mezclaban allí en los meses del verano del 2002, los estudiantes universitarios, profesionales, desocupados, Madres de Plaza de Mayo, delegaciones de asambleas, llegando la concurrencia en algún momento a superar las 5000 manifestantes.

La reacción contra los jueces o funcionarios, no es nueva en la historia y tampoco los escraches que llegan desde la Grecia clásica, pero en nuestro pais y en estos años

(puesto que el pueblo argentino se reunía para protestar frente a la casa del Virrey) fue inaugurada por la agrupación de H.I.J.O.S , hijos de desaparecidos que no encontrando formas legales de denuncia optaron por la denuncia pública frente a las viviendas de los torturadores y represores.

Desde Plaza Lavalle se ha accedido todos los jueves, en el 2002, al elegante barrio de la Recoleta donde habitan gran parte de los integrantes de la Corte para escracharlos, rodeados los manifestantes de un gran depliegue policial. Hubo cantos, caceroleadas, carteles bufos, instalaciones.

E.P.Thompson relata los “escraches” que organizaba el pueblo inglés en el siglo XVIII contra los magistrados deshonestos o abusadores. Se los llevaba en andas de un mulo hasta su casa, gritando y cantando

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El espacio

Los espacios se han sido ordenando en forma consecutiva y bien diferenciada. En primer lugar, la casa

cerrada, el refugio, luego el balcón, luego la esquina y la plaza de barrio, y por último la Plaza de Mayo. Se

va saliendo del espacio protegido al espacio abierto del anonimato y a la lucha cara a cara. Los tres tiempos

representan además, formas identitarias distintas, en el primero el pueblo se encuentra agrupado por núcleo

familiar e indiferenciado como clase social (dado que la difusión de la televisión ha sido masiva) En el

segundo al aparecer la manifestación de la cacerola desde los balcones fue posible al menos identificar la

masividad barrial. En las primeras manifestaciones (quince días antes) los barrios más expresivos fueron

Palermo, Belgrano, Caballito y Flores, correspondientes a la clase media. El día 19 la situación se generalizó

y casi todos los barrios entraron en el tumulto general, dividiéndose la concurrencia ente la Quinta, el

domicilio de Cavallo y la Plaza de Mayo.

Como identificar a la clase social protagonista? Es muy difícil de definir. Mientras se atribuye la reacción a la clase media movilizada por el cierre de las cajas de ahorro y de los bancos, la concurrencia a las manifestaciones no parece ser esa. Los cierres de fábricas desde los primeros días de Diciembre, los disturbios en Córdoba y Neuquén, los cortes de ruta.

La reacción de los abogados laboralistas desde el día 4 de4 Enero, que terminará por ser el origen de las manifestaciones de la Plaza Lavalle y de la lluvia de amparos contra el gobierno, muestran otra cara de la lucha. Que tampoco corresponde a los problemas de los ahorristas. Se cuestiona a la Corte por su falacia institucional. Creo que podría aquí aceptarse el concepto de E.P. Thompson 145de la clase social como formación constante. Es el acontecer de Ernst Bloch, no el ser.

En el análisis sobre las nuevas formas sociales impuestas por el neo-liberalismo aparece (para aquellos que tratamos de razonar como marxistas) la pregunta, si los esclavos caracterizaron al mundo antiguo, los siervos al medieval, los asalariados al capitalista, cual será el equivalente futuro, que se supone una superación del asalariado?. Si aún consideramos a este régimen llamado capitalismo tardío, como tal (capitalismo) su sujeto debería estar constituído por el asalariado. No lo está. El sujeto es el excluído.

Aparentemente la máquina ha reemplazado toda forma de esclavitud y en vez de liberar al ser humano lo ha excluído. Ha creado una forma nueva de esclavitud, nada superadora.

De allí que la asimilación del ruido de la cacerola a la expresión esclava no sea casual y a la vez al ruido indiferenciado de la máquina. Allí encontramos unidos los dos extremos.

Y volvemos por lo tanto a la mezcla de tiempos que hace Peter Watkins en la película

Pero al mismo tiempo aparece la definición de Thompson: la clase no es una categoría es una expresión de la formación histórica. El pueblo se forma según sus recuerdos.

Se ha insistido mucho sobre el protagonismo de la clase media en el cacerolazo del los días 19 y 20 de Diciembre. Según Pablo Bergel el motivo de la insurrección no fue otro que la crisis de las instituciones políticas. Esto no significa que otros aspectos de crisis económica, laboral, cultural, vecinal, urbana , etc., le resulten ajenos, sólo afirmamos que no son ellos los fundantes de este

7 E. P. THOMPSON: La formación de la clase obrera en Inglaterra.Barcelona, Edit. Guadarrama, 1978, Introducción.

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movimiento (sí de otros): Se está refiriendo al movimiento asambleísta como resultado de las manifestaciones de esos días. Puesto que dice: El movimiento de asambleas vecinales surge de los sucesos del 19 y 20 de Diciembre, esa singular pueblada, con cacerolas, que explota espontáneamente, sin convocatoria previa ni conducción y acaba con los últimos vestigios de legitimidad del gobierno presidido por Fernando de la Rúa. Es la respuesta dice Bergel a la declaración del Estado de Sitio. Es importante destacar esto, puesto que se supone que es la clase media la que sale a la calle. Es decir la clase media argentina se vuelve insurrecta y su insurrección tiene un origen no económico ni laboral, sino institucional.

También Modesto Guerrero1468 se refiere al mismo problema y dice (...) fueron brotando del cuerpo y del espíritu del fenómeno político más importante engendrado en las jornadas revolucionarias del 19 y 20 de diciembre. (se refiere a las asambleas).

Más adelante, con el surgimiento de grupos de protesta ente los ahorristas, se ha querido identificar este nuevo movimiento con aquel. Nada más distinto. Es la quiebra de las instituciones y no la pérdida de los ahorros lo que los lanza a la calle. Y de allí el: Que se vayan todos.

Es cierto que es la clase media la más sensible al problema institucional. Sin embargo en las fotografías del día 20, no aparecen sólo manifestantes de clase media, no entre los que están enfrentando a la policía en general.

Pero lo interesante es que estas manifestaciones producen un movimiento que aún hasta cierto punto persiste.

El antiestatalismo Dice el filósofo italiano Paolo Virno: La multitud de la protesta es el nuevo sujeto político para la ruptura y el cambio contra el statu quo. Multitud que deja atrás la figura del proletariado y los frentes de clases de las viejas izquierdas. Nicolás Casullo147 comenta este artículo de Virno en Clarín Cultura. Virno había establecido una conexión directa entre el cacerolazo, un ejemplo de multitud en acción y las protestas antiglobalización de Seattle y Génova.

“Virno trabaja la idea de un cambio de la escena histórica a cargo de ese protagonista en las calles-la multitud-que en su autofundarse desde la acción, quiebra una inercia de masas e inaugura un tiempo de resistencia y nuevas relaciones humanas. Cuando Virno habla del alejamiento de la democracia estatal, el consumo o el fordismo, se aparta categoricamente de la penosa realidad argentina sin trabajo, sin Estado ni consumo.

Aparentemente, las multitudes europeas han abandonado al capitalismo tardío del consumo. En nuestro caso, según Casullo, son los poderes estatales, empresarios y financieros los que desampararon a la sociedad. Para Virno se acaba la democracia. La representativa . La multitud dice, desmorona los mecanismos mediadores, no aspira a convertirse en partido ni poder.

No estoy segura de que se trate en nuestro caso de una multitud, en el sentido en que lo califica Elías Canetti, por ejemplo. No hubo un grupo catalizador.148

Es cierto que el tema argentino ha ocupado el centro de los debates antiglobalización. Los sociólogos o politólogos de izquierda ven en el cacerolazo argentino (y su consecuencia las formas asambleístas) el germen de una forma antiglobalizadora, pero también antiestatal. En una de las reuniones del Foro Social en Buenos Aires,149 un delegado de Barcelona, expuso las formas de protesta catalana o europea, las grandes protestas en las calles de su ciudad que reúnen hasta 300.000 personas. Trataba de establecer comparaciones entre esos movimientos y los nuestros. Pero los nuestros no reúnen esa cantidad de manifestantes.

8 MODESTO EMILIO GUERRERO: Op. Cit. Pág. 48. 9 NICOLAS CASULLO: Y ahora quiénes somos? Réplica a Paolo Virno, La Nación, 26/1/02. 10.ELIAS CANETTI: Masa y poder. Alianza Editorial. 11. JOSEP MARIA ANTENTA: Panel de Debate: Poder Popular Resistencias, Democracia participativa y formas de desobediencia civil. Foro SocialTemático, Sábado 24 de Agosto 2002.

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Yo creo que la diferencia fundamental está en el deseo real, en la voluntad de voltear un gobierno que animaba por ejemplo a los manifestantes en Diciembre del 2001. Una cualidad que distingue a las multitudes es el anonimato. No se está buscando anonimato. He visto en una documental a un manifestante mostrar su documento de identidad y gritar su número mientras insultaba al presidente de la República. Había un propósito definido e inmediato. Los movimientos antiglobalización trabajan para el futuro. Saben que no están en condiciones de voltear los gobiernos que amparan la globalización. Las manifestaciones de Diciembre trabajaban para el presente inmediato. Es entre otras cosas un problema de tiempos.

Es decir, que como lo sugiere Casullo, esa multitud no es exactamente antiestatalista, sino que está buscando

una nueva forma de estado o de gobierno. Según mi opinión lo que se rechazó fue el Estado de Sitio, no el

Estado, o al menos, no todavía. Las formas asambleístas representan a alguna forma de organización de

Estado si bien mucho más directa que la actual. En los trabajos de Boochkin, encontramos la caracterización

de la asamblea como no-Estado. (Por ejemplo la polis griega) No es un Estado, puesto que no existe el

aparato burocrático que lo caracteriza. Todo ciudadano tiene un rol que cumplir. No existe el Estado como

estructura independiente. En ese sentido el movimiento surgido de las manifestaciones de Diciembre son

anatiestatalistas, aunque podría considerárseles antiburocraticas y antirrepresentativas simplemente. La

situación del 2003, es mucho más compleja, mientras que muchos asambleístas se negaron a participar en las

elecciones para la presidencia, la presencia fue masiva. A partir de la asunción del presidente Kirchner , las

asambleas han moderado sus reclamos.

Lo que es innegable es que se cruzó el límite como dice Bergel, allí se comenzó a destituir y a expulsar

(primero de adentro de cada uno) al gobierno, a la autoridad constituída devenida y sentida como ilegítima,

traidora del mandato popular y usurpadora de las instituciones.150

En realidad, se trata de una etapa dentro de un desarrollo interior y exterior. La estafa al mandato popular fue

evidente desde los primeros días, las traiciones no llegaron sólo desde el Ejecutivo, sino desde todos los

Poderes, el Legislativo y el Judicial151 13, que aprobaron la quita a los jubilados, a los estatales, la falta de

amparo jurídico, la entrega abyecta del país a los entes financieros externos, la corrupción generalizada. Creo

que todo esto fue formando una conciencia, no antiestatalista, tal vez pero seguramente anti-viejas formas de

elección y de gobierno.

12. BERGEL. Op. Cit. Pág. 9. 13 E. P THOMPSON: Customs in Common. The Merlin Press, London, 1979, cita a Alde,mar Ridley: Accounts of riots, Northumberland, CRO, Y transcribe: la bufa que se hace de la casa de los magistrados. Ya en el siglo XVIII, en Inglaterra, cuando un juez abusaba de su poder sobre el pueblo éste lo seguía hasta su casa cantando canciones bufas y hostigándolo, como se ha hecho con los jueces de la Corte Suprema desde Plaza Lavalle.

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En las manifestaciones de la Plaza Lavalle, organizadas especialmente contra los jueces de la Corte Suprema, hubo manifestantes que llevaban en alto un robot representando una oveja que tocaba la cacerola. Y la leyenda explicaba: El pueblo ha despértado y ha dejado de ser ovejas.

Todo esto barrió con la obediencia sin sentido y tendió a crear nuevas formas más horizontales de

entendimiento.

Las mediaciones

Yo creo que en nuestros países y en el nuestro especialmente, las mediaciones se habían obviado hace tiempo. En el caso de las Madres de Plaza de Mayo, creo que existían dos razones fundamentales. La necesidad, puesto que los mecanismos mediadores no existían durante la dictadura, y la identidad femenina y sobre todo maternal que obvia toda mediación.

Yo encuentro especialmente femenina nuestra forma actual de expresar la voluntad política. En parte, estoy convencida de que cualquier manifestación política en este país estará para siempre marcada por la historia de las madres y por su forma de expresión.

La cacerola, no puede dar más acabadamente la expresión femenina, por su forma y por su contenido. Es además de un ruido de esclavos, un ruido de mujeres, una algarabía femenina y de cocina. Es decir se juntan allí (simbolicamente ) todos los marginales de la vida política. Es de notar que en los movimientos de otras características, como el movimiento piquetero, si bien los líderes aparentes continúan siendo los hombres, son las mujeres el verdadero sostén de la lucha (ver Clarín 3 de Septiembre, declaraciones de las mujeres pertenecientes a los Movimientos Piqueteros de Aníbal Verón y Teresa Rodríguez) La explicación del coraje femenino en estos casos (como en de las Madres de Plaza de Mayo) está relacionado con el amor a los hijos. En el caso de las manifestaciones de Diciembre y su consecuencia, las asambleas, no.

Dice Cecilia Lipszyc. 152 Las mujeres han tendido, con la metodología de horizontalidad, a romper la ideología autoritaria, la competencia destructiva, cupular, antidemocrática de la sociedad y de las organizaciones tradicionales(por ejemplo partidos políticos) y lograr una metodología de reemplazo basada en la solidaridad y el respeto a las diferencias para lograr romper el círculo perverso de la ideología del individuo dominado que internaliza las prácticas y modelos del dominador.

Se diría entonces que la sociedad se está feminizando? No, según mi opinión, sino que está adoptando los puntos de vista del esclavo y de la mujer que no conocen la práctica institucional y la obvian. Conocen en cambio la práctica de vivir.

Los griegos dentro de su admirable democracia, marginaban a mujeres y esclavos. Ellos (esclavos y mujeres) se refugiaron en los cultos secretos. No es el caso. Nada hay de secreto en el cacerolazo.

En este sentido sí creo que existe un sujeto nuevo, sujeto que nace con la dictadura.

Pero no como multitud, la multitud antiestatal existió siempre que el Estado trató de abusarla. Y si no, remitámonos a los sucesos de Francia en el 89, el 48, el 71.

La multitud que tomó la Bastilla, no conocía el fenómeno de la globalización, pero sí el del hambre, que es el que estamos empezando a conocer a fondo en nuestro país.

14 CECILIA LIPSZYC: El movimiento social de las mujeres y el intento de transformar las relaciones de poder. Revista FOCO, No. IV, Año II, Agosto 2002. Pág. 21.

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El espacio y el rito

De las tres plazas nuestras, (nuestras, no sólo de los ciudadanos porteños sino de todos), la Plaza por excelencia (la más antigua y la más cargada de historia) es la Plaza de Mayo.

Si la Plaza conserva el sentido del ágora, representa entonces la unión de todos , no los ciudadanos sino los habitantes del país. Su forma, un espacio vacío y desproporcionado, aparece por su gran tamaño como el contenedor de esa población, fuera del espacio construido. Es, por lo tanto, como la cacerola, una forma materna, el símbolo de la forma femenina y maternal. Es por eso, entre otras causas, que, aunque marcada por los sucesos de Mayo de 1810, las Madres le dejaron su impronta indeleble.

La unión de las Plazas de Congreso y de Mayo, común a todas las manifestaciones pero especialmente a aquellas que recuerdan a los desaparecidos, en Diciembre o contra el golpe militar en Marzo, representa como una forma de gran aplauso popular, entre dos contenedores que se comunican por sus canales de unión.

En las tres plazas se representan los tres Poderes, la invasión de plaza de Mayo significa la toma del Poder Ciudadano y Nacional (ciudadano en su acepción más amplia). La de la Plaza Lavalle, la Justicia en manos del Pueblo, la del Congreso, el fin de las representatividades.

El Pueblo ha invadido ya espacialmente los tres poderes. En Plaza de Mayo la torre del Cabildo fue adornada con banderas rojas un 1º. de Mayo, sobre las paredes de la Rosada se escribió la leyenda popular Que se vaya!, contra Rodríguez Saa.

.Y los bancos fueron el blanco de la ira popular en todas las clases sociales.

Identidad e información Pero además hay un problema de identidad. No somos europeos.

Dice Le Riverend 153 15 No se trata de Europa, en su recta-desarrollada- contradicción, sino de América donde brotan a flor de suelo la simultaneidad, la contradicción, la supervivencia, o coexistencia difícil- por no decir- dolorosamente integrada- de tiempos e historias.

De nuevo volvemos a coincidir con la película de la Comuna, puesto que, simultáneamente manejamos los instrumentos de la informática y la mediática y mientras tanto permanecemos en el siglo XIX . Coincide por ejemplo el reclamo campesino en Santiago del Estero, donde las formas

15 JULIO LE RIVEREND: Conciencia histórica en Carpentier, Revista de Literatura Cubana, Año VI, La Habana, Enero / Julio 1988.

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se estaban dando casi dentro de los procedimientos del precapitalismo, junto con el capitalismo financiero de Cavallo en Buenos Aires.

Y así lo hizo notar un orador aborigen en el cierre del Foro Temático en Buenos Aires. Hace 520 años que no nos permiten hablar. Y los delegados de Corrientes, San Juan, Misiones ustedes no se dan cuenta de la cantidad de información que circula en Buenos Aires.

Este tema de la información (o de la falta de ella) en gran parte de nuestro territorio, plantea uno de las causas de desintegración de la lucha, que afecta los resultados. La delegada de Santiago del Estero (MUCASE) en el Foro, decía: Cuando vuelva al campo, voy a llevar esta información a todas las zonales.

En cuanto a la Plaza, la Plaza de todos, era abordada por familias, que agrupaban todas

las edades predominando los jóvenes y con mucha concurrencia femenina.. El día 20, concurrieron en general, los jóvenes de origen popular y los universitarios los cuales van a exponer su cuerpo inerme y a cara descubierta contra la policía y otras fuerzas, en una plaza abierta, sin las barricadas que de alguna forma protegieron a los comuneros. (aún cuando ya hubieran perdido las viejas callecitas del París antiguo)

Así se encuentran los tiempos históricos, los imaginados por el guionista en París y los reales. No hay duda de que los tiempos de la nueva Argentina, parecen imaginarios y soñados, es decir surrealistas.

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El caso de las Asambleas Populares

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La configuración del espacio urbano a través del movimiento

de las asambleas populares en Buenos Aires

Celia Guevara, Juan Sanguinetti, Paola Soto,

Yanina Porta, Adriana Petra, Florencia Clausen.

El objetivo de este trabajo es analizar, profundizar y relocalizar la investigación sobre asambleas populares en Buenos Aires que venimos realizando desde Febrero de 2002.

Las asambleas poseen por lo menos dos características fundamentales; la primera, consiste en ser un fenómeno íntegramente urbano surgido al calor de la revuelta del 19 y 20 de Diciembre del 2001. Es decir, su singularidad es tanto espacial como temporal; no ha habido cacerolazos y posteriormente prácticas asamblearias que tengan como finalidad reconstituir sobre una nueva base el poder político en ningún otro período de la historia de nuestra sociedad. Relacionado con la primer característica, la segunda es que es un fenómeno mayoritariamente de los sectores medios.

Sobre el eje fundante del análisis espacial, consideramos que el nuevo escenario planteado para las asambleas a partir de la apropiación de lugares cerrados, la disminución en el número de participantes y la situación política nacional planteada antes y después de las elecciones de abril de 2003, hace necesario repensar algunas líneas de trabajo. Este nuevo escenario involucra una serie de variables políticas, sociales, históricas y culturales que se evidencian en el espacio y en los usos que los sujetos sociales hacen de éste.

Consideramos que las asambleas irrumpieron en el espacio público y político en el marco de un explícito estallido social, como expresión y a la vez profundización de la crisis y desintegración de instituciones de la sociedad civil y del rol del Estado en la vida social. Aparecieron, entonces -aunque en forma embrionaria- presentado alternativas, no sólo a nivel político sino, sobre todo, como una potencialidad de cambio novedosa dentro de las tradicionales formas de la lucha política.

No se trataba de centros vecinales, sino de agrupaciones locales dependientes de una voluntad política general. El espacio responde a este concepto. La ubicación de las asambleas surgía de los cruces de avenidas, calles comunicadas con el centro, plazas importantes (centro que lideraba las manifestaciones del día 20 en Plaza de Mayo o de los jueves en Plaza Lavalle). Por otra parte las asambleas más perdurables y masivas aparecieron en los barrios comerciales, no en los residenciales. Constituían nexos con la ciudad.

Actualmente nos encontramos con una situación más barrial, menos unificada, que se va diluyendo en grupos zonales reemplazando a la reunión interasamblearia de Parque Centenario. Al mismo tiempo, existen intentos germinales de interrelación asamblearia como es el caso de las “Asambleas Populares Autónomas”, las prácticas coordinadas en relación a la difusión y propaganda sobre ciertos temas específicos y un replanteo conjunto sobre el sentido y lugar que las asambleas tienen tanto en el ámbito social como político plantean nuevos intentos de interrelaciones entre asambleas.

I.- Introducción al fenómeno desde una mirada política satelital.

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En términos generales, creemos que en lo que va del 2000, en la Argentina se cristalizó un proceso de crisis político-económica. Alfredo Pucciarelli en su texto “El régimen político Argentino a fines de la década ¿Democracia impotente o cómplice?”154 señala como derivaciones de esta crisis dos procesos; aislamiento y atomización de los representantes políticos que se convierten en una clase política. En segundo lugar, un proceso de desafección respecto al valor moral y práctica que afecta a los ciudadanos representados. Dicho proceso, culmina con la expropiación de su poder a los sectores populares. La política, entonces, busca inhibir la lucha social, produciendo impotencia en la población, desaliento para transformar. El mecanismo es la imposición de la idea de que esta democracia es el único y mejor sistema para la selección del mejor elenco gubernamental con la amenaza del caos y la ingobernabilidad como extorsión.

Con la declaración de De la Rúa del Estado de Sitio en diciembre de 2001, esta política llegó a su propio límite. Las grietas abiertas en el sistema de dominación terminaron de estallar y la gente salió a la calle con tremenda sensación de asfixia y bronca.

El desarrollo de la crisis político-institucional, sus posibles alternativas y verdaderas resoluciones marcan, junto a otros factores, el ritmo del movimiento estudiado.

Para aclarar la exposición hemos optado por periodizar las diferentes etapas del movimiento y su interacción con los poderes institucionalmente constituidos.

- Primer etapa: Verano del 2002. En ese entonces el movimiento de las asambleas se encontraba en pleno auge. En más de 100 asambleas distribuidas en toda capital federal asistían en promedio unas 100 personas a cada una. Es el período donde se crean las comisiones de trabajo en cada una de ellas, la interbarrial de Parque Centenario, es el momento que continuaban las manifestaciones, los cacerolazos, en una palabra el fervor de una sociedad que intentaba recuperar su lugar en la historia y forjar un destino. Por otro lado, y no es un dato menor, tras el corralito y la devaluación, tras la protesta y la bronca se conjugaba el factor tiempo. Era verano, período de vacaciones, receso lectivo (Secundario y Universitario), lo que hacia más viable esta clase de reuniones, sus prácticas y vínculos.

- Segunda etapa: Marzo - Julio de 2002. Este es un período de contradicciones dentro del movimiento de las asambleas. Por un lado, es el período donde se consolidan ciertas prácticas y rituales que van dando una identidad específica dentro de la geografía urbana de Buenos Aires. Es el período donde se produce una división de trabajo dentro de las asambleas, se consolidan las "comisiones", se realizan seminarios dentro de ellas, se planea y, en muchos casos, se realizan "expropiaciones". Sin embargo, simultáneamente, es el período donde comienza a disminuir el número de participantes y se va limitando la "posibilidad operativa" de acción del movimiento con relación al poder político institucionalmente establecido.

- Tercer etapa: Junio, Julio de 2002 - marzo del 2003. Esta etapa abarca desde el asesinato de dos integrantes del Movimiento de Trabajadores Desocupados, Coordinadora Aníbal Verón155 y el llamado a elecciones anticipadas del, por aquel entonces, presidente de la Nación Eduardo Duhalde hasta las elecciones en Abril de 2003.

A nivel nacional, los pronósticos más sombríos sobre las consecuencias del default y la devaluación comienzan a perder vigencia: El fantasma de la hiper inflación que pronosticaban los economistas del establishment no se cumplía, como así tampoco los pronósticos del FMI sobre la caída de más de 20 puntos de la actividad industrial. Paralelamente a esta estabilidad relativa de la economía, el asesinato de los dos integrantes del movimiento piquetero, trae como consecuencia la decisión presidencial del llamado anticipado a elecciones y a un cronograma electoral formalmente pautado.

154 Pucciarelli, R. Alfredo, “El Régimen Político Argentino a fines de la década. ¿Democracia impotente o cómplice?, Revista Sociedad Nª 16, Facultad de Ciencias Sociales UBA, Bs. As., 2000. Págs. 80 a 113. 155 Maximiliano Kosteki y Darío Santillán fueron asesinados el 26 de Junio de 2002 durante una movilización en el Puente Pueyrredón (partido de Avellaneda), situado en la “entrada” de la Ciudad de Buenos Aires desde el sur del conurbano Bonaerense.

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Este hecho, conjuntamente con el aumento de planes sociales, descomprime una situación social altamente problematizada. Para el gobierno la implementación de planes de trabajo con un criterio “universal”, más la aplicación de un cronograma de devolución de los depósitos a los ahorristas, significó atenuar la tensión social y la posibilidad de un nuevo "estallido social".

En particular, para el movimiento asambleario, esta política gubernamental significó una interesante puesta en debate e incluso de tensiones. A nivel general, el llamado a elecciones trae en los medios masivos de comunicación un cambio de política; es dejado de lado el abordaje del conflicto social general en función de la agenda política electoral y se efectúa un proceso de “criminalización” de la protesta. Para las asambleas este acontecimiento trae aparejado grandes debates en su seno en cuanto a la participación en función de evitar un “mal mayor” (ante la posibilidad de elección de una de las figuras representantes de la política de los ´90, C. Menem), votar a una izquierda dividida o definitivamente abstenerse.

- Cuarta etapa: el período pos elecciones del 2003. Tras el triunfo de Kirschner el movimiento de las asambleas se sitúa en un nuevo terreno. Por un lado, continua la tendencia que se estaba dando desde el verano del 2002, por el otro, se producen nuevos interrogantes en tanto el nuevo presidente de la Nación logra un alto nivel de apoyo social al tomar algunas de las reivindicaciones de los sectores de protesta. 156

II.- El movimiento asambleario en movimiento.

Las asambleas surgen en la Argentina como un nuevo fenómeno de protesta social atravesado por la potencialidad de otras nuevas expresiones políticas en el país.

Una de las diferencias básicas con respecto a, por ejemplo, el movimiento de trabajadores desocupados, es que las asambleas poseen un mecanismo de funcionamiento exclusivamente celular, mientras que en los primeros el mismo no es exhaustivo dada su exteriorización en la misma herramienta de lucha (el corte de ruta). Otro elemento que los diferencia es la distinta composición clasista y los objetivos de lucha.

En general, desde sus orígenes, el trabajo asambleario se forjó bajo el pilar de trabajo tipo “hormiga”, al interior del barrio. Esto se dio independientemente de un período de varios meses de expansión y proliferación de movilizaciones y escraches como forma de externalizar la protesta. Este, de todos modos, era un tiempo diferente al de pasados los primeros meses de 2002, puesto que entonces aún la Argentina vivía un clima general de estallido social.

Una de las características que reúne a las asambleas, es que se instituyen -hasta el momento- como realidad concreta territorial. Es la posibilidad de desarrollo a escala de nuevos mecanismos de articulación socio-políticos.

La idea de escala contradice en la realidad el concepto de verticalidad partidaria y el de fragmentación funcional dados con estruendosa fuerza en nuestros países de fin y principio de siglo. Las asambleas se fundan en tanto traen a tierra la reunión de personas, de discusiones, de debate. Sin embargo, esta característica constitutiva posee distintos niveles y ordenes a lo largo del tiempo.

� Fotografía del fenómeno.

a- Origen de las asambleas. Resulta difícil acceder al estudio del origen de las asambleas, dado que sería necesario definir el concepto de asamblea barrial. Aunque hemos llevado a cabo un recorrido histórico a través de las formas de asamblea en la Grecia clásica, las de la Revolución

156 Algunas de las medidas adoptadas por el nuevo gobierno fueron la renegociación de las privatizadas, juicio a los miembros de la corte, relevo en la cúpula de los aparatos represivos del estado y una nueva negociación con el fondo monetario.

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Francesa y otras, nos encontramos con que este estilo argentino de asamblea, sin representación real, ni participación masiva, no consta en la historia política -al menos la conocida por nosotros- y representa un hecho nuevo. La asamblea barrial no detenta un poder real, sí un poder potencial y subjetivo: No es representativa, ni siquiera en el contexto del barrio. Por supuesto a partir de su práctica se han saltado etapas en la representatividad o al menos en la detención de algún poder. Planteados problemas de orden nacional, las asambleas han puesto su esfuerzo en la organización y en la movilización de fuerzas que, junto a otras, han llegado a veces a detentar un poder disuasorio.

Justamente en esto reside su fuerza y su debilidad. La asamblea es completamente heterogénea. Nacen el 19 y 20 de Diciembre en un contexto de estallido social a nivel nacional y como respuesta al Estado de Sitio. Representan una reacción contra la pérdida de las instituciones. Algunos meses antes ya habían aparecido reuniones de vecinos (por ejemplo en Villa Crespo y otros barrios) que publicaban algún periódico con reclamaciones de contenido político y con una verdadera pluralidad ideológica en cuanto a los partidos que aparecen apoyándolas.

b- Clase. A través del estudio del mapa de asambleas con su ubicación en la Capital, y la situación social de cada una podemos constatar que, en general, las asambleas más “exitosas”, es decir las que a través del año 2002-2003 han mantenido el mayor número de adherentes y la mayor cohesión, pertenecen a las zonas urbanas donde reside la clase media. La clase alta (con excepción del barrio Las Cañitas, donde se fundaron tres asambleas) es decir, la clase residente en los barrios de Recoleta, Retiro y Palermo Chico no ha participado en fundaciones asamblearias. La mayor concentración, sin duda, se ha dado en los barrios comerciales, como Once y Villa Crespo. En los barrios más carenciados de la ciudad tampoco existen.

Las asambleas más “exitosas” están compuestas por lo general por profesionales, comerciantes o estudiantes. Por lo tanto, el origen debe buscarse dentro de la clase media y, dentro de ésta, particularmente en la residente en zonas comerciales.

En las zonas de Villa Crespo y alrededor de la calle Córdoba, la calle Canning, es decir Almagro (en ambas zonas se concentra el mayor número de asambleas) ha existido una marcada tendencia desde los años 30 en adelante a la fundación de bibliotecas, círculos de lectura, grupos vecinales, etc. lo cual justificaría su importancia actual.. Sin embargo notamos que en barrios como La Boca, de gran tradición asociativa y cultural, las asambleas no han sido importantes.

Hemos estudiado que las asambleas de zonas marginales, como la del barrio de Balvanera por ejemplo, posee una conformación clasista diferente a las de zonas históricamente medias, como Palermo. Mientras en las primeras la relación entre clase queda expuesta en las reuniones, dado el multi-clasismo de las mismas, en las asambleas de Palermo esta relación no se expone al menos directamente y la constitución es sólo de clase media, media – alta.

Incluso en el caso de la Asamblea de Balvanera (“1ro. De Mayo”), el funcionamiento es liderado por profesionales, comerciantes, etc. La realidad indica que las personas de clase obrera, en altos porcentajes desocupadas, poseen una relación diferente con la asamblea. La misma es periférica y se encuentra ligada a necesidades básicas (habitacionales, alimentarias, etc.).

c- Carácter. En cuanto al nacimiento y desarrollo de las asambleas argentinas se encuentran en algunos autores, por ejemplo Zibechi, alusiones a la teoría del caos. La formación espontánea y la independencia de toda forma institucional la hace, según él, comparable a la aparición de las formas disipativas. De cualquier manera, en la Argentina estas asociaciones espontáneas y sin formas mediadoras existieron en nuestro país desde hace años y alcanzaron difusión internacional. Zibechi destaca la importancia de la forma desordenada, no obligatoria, no estructurada de estos nuevos movimientos. Sin adherir a la hipótesis de una analogía de la sociedad con estas formas naturales, sí podemos admitir que estas formas políticas tan

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desestructuradas son nuevas en nuestro país. Y que responden en realidad más ajustadamente a nuestra cultura. 157

¿Cuál es su carácter renovador? Una de las características más salientes parece ser la inclusión del cuerpo tanto en la vida política como en la cotidiana (que había estado perdiéndose en la última década a través de la invasión tecnológica). Comenzó este cambio desde el 19 de Diciembre del 2001, al abandonar los televidentes los mensajes mediáticos y ganar la calle, pero se complementó con la creación de las asambleas.

La representación directa no es más que eso: la afirmación de la existencia del sujeto y su existencia física. Esto se da en forma total en la asamblea.

Al pensar la oposición entre práctica asamblearia, tomadas como espacios de democracia directa, y centralización institucional (también territorial) de las prácticas de democracia delegativa vemos que existen diferencias espaciales entre ambas. Mientras que la democracia delegativa o representativa hoy se encuentra centralizada territorialmente en el parlamento, la democracia directa no halla centro más que el barrial, el de la plaza públicas escuelas o espacios cedidos/ tomados.

Mientras que en el espacio des- territorializado de la representación el cuerpo del representado no interviene ni decide ni gobierna sino a través de sus representantes y no se inscribe físicamente en ningún territorio salvo en el que el padrón electoral le asigna, en las asambleas la práctica de la democracia directa se muestra descentralizada, pero inscripta en un espacio absolutamente territorializado, en principio, bajo el criterio de residencia y de elección personal. Es un lugar en construcción, lo deciden los asambleístas, lo territorializan y lo vinculan entre otras formas por medio de las inter-zonales, interbarrial, inter-tomas y muchos otros desplazamientos que intentan ser transversales, desde el intercambio y la comunicación directa no mediada espacialmente aunque si simbólicamente.

d- La práctica y composición. La práctica de la asamblea, ad-honorem, sin relación gremial, sin obligación ni estructura, lleva a depender de la población menos ocupada, o con más flexibilidad laboral, personas mayores o estudiantes, a veces amas de casa. La práctica no es representativa, ni tiene relación con la producción. No está normalmente en relación con el poder. No puede estarlo puesto que su surgimiento nace de la reacción contra ese mismo poder. Pero esto mismo hace que sus resoluciones de corte político (sobre todo macro) no puedan llevarse a la práctica y queden como expresión de deseos.

Existe un cierto legado del anarquismo en estas formas tan independientes del Estado y las instituciones y cómo en el anarquismo su poder se centra en la capacidad de movilización.

Sin embargo, muchas de las discusiones o resoluciones se dan en el plano teórico. De hecho, si la asamblea decide frenar su actividad no afecta el ritmo ciudadano. La clase media opera mejor en el plano teórico. Ha sido afectada económicamente pero sobre todo en sus derechos. Estos derechos fueron concedidos por un Estado benefactor y en cierta forma no conquistados.

¿Inaugura una práctica nueva? Aparece como un resumen de viejas prácticas o adhesión a prácticas nuevas de otros grupos, escraches (HIJOS), cortes de rutas o calles, piqueteros y universitarios. Su importancia fundamental es la de nexo articulador entre ante todo tomas de fábricas y Universidad.

Respecto a lo expresado, la fábrica Chilavert alude que “Sólo éramos ocho operarios (han sido rodeados por la policía) y acudimos a las asambleas barriales”.Por su parte, la gente de la fábrica Bruckman se expresa con más fuerza sobre el tema: ”apoyo de las asambleas, los vecinos, los vecinos desocupados”. IMPA hace notar el apoyo de la juventud universitaria, “(…) y hasta los profesores nos dieron plata”. Debe destacarse que la Universidad está directamente conectada a

157 Zibechi Raul, “Genealogía de la Revuelta”, Letra Libre, La Plata, 2003.

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las asambleas. No nos referimos a los partidos políticos universitarios, sino al grueso del estudiantado y profesorado.

e- El espacio y la ubicación urbana. Trabajando sobre el plano de Buenos Aires con sus asambleas repartidas por todo el área urbana podemos observar que:

1- Las asambleas se sitúan siempre sobre las vías principales o cerca de ellas.

2- Se sitúan cerca de las plazas.

3- Las más importantes pertenecen a áreas heterogéneas, zonas indefinidas en los bordes.

1) La calle Rivadavia cuenta con 13 asambleas y hay varias en los cruces de Alem, Callao, etc. La autopista se cruza con Callao,y con Pueyrredón, Santa Fe con Pueyrredón,Coronel Díaz, Canning, Dorrego, Monroe, Congreso, y Larralde. Corrientes con Coronel Díaz y Con Canning. Godoy Cruz, Lacroze, Mario Bravo y Canning.

Se puede pensar que estas ubicaciones responden a los lugares más representativos o que concentran más población en el área, pero también puede deducirse que se ha buscado mantener la conexión con el centro (que en los meses de fundación de las asambleas resultaba fundamental dada la cantidad de reuniones en la Plaza de Mayo o Congreso) la facilidad del transporte hacia las plazas políticas. En los comienzos no se privilegiaba tanto el problema estrictamente vecinal. De la situación de algunos de los componentes en distintas asambleas puede deducirse que no pertenecían al barrio, sino que trabajaban en él, o bien habían elegido ese punto de encuentro.

De cualquier manera podemos decir y deducir que políticamente la conexión con el centro era importantísima. De esa reunión central tanto como de la barrial, nacieron. Es decir, se trata de pequeños núcleos conectados y unidos por un centro. Esta forma urbana es reflejo de la forma política. Esto hace creemos que la comparación con las formas disipativas se relativice. Actualmente, en el 2003, la centralidad está desapareciendo o diluyéndose. Las reuniones de Parque Centenario se suspendieron y han aparecido sub-reuniones zonales, por ejemplo en Palermo y Belgrano.

2) La situación en las plazas resulta muy evidente, no hace falta demostración. Esta forma está relacionada con la reunión al aire libre que si bien está justificada por la pobreza de medios, debe reconocerse que se trata de una práctica muy antigua en Buenos Aires, no común en otros países.

Algunas formas de la masonería primero y del anarquismo después se desplegaron en la Recoleta, La Boca, Av. Alem, Barracas, Parque Patricios en los siglos XIX y XX y esta tradición ha sido más fuerte por ejemplo que en Brasil, donde el anarquismo recién comenzó a invadir los espacios abiertos hacia los años 30 del siglo XX o en Madrid, donde solo comenzó esta costumbre hacia bien entrado el decenio del 30. Sin embargo contaban (en Brasil por lo menos) con climas más benignos que el nuestro. En el 2003 se advierte una tendencia a volver al espacio cerrado. Sobre este tema volveremos más adelante.

3) Heterogeneidad: Asambleas que han perdurado como las de Plaza Anchorena, Plaza Rodríguez Peña, pertenecen a los bordes de barrios diferentes y su constitución lo refleja.

� Nuevo recorrido socio-espacial.

a- Espacio abierto – espacio cerrado. Como hemos dicho con anterioridad, las asambleas se disponen principalmente en lugares de paso y zonas heterogéneas (limítrofes). Estos lugares se encuentran ligados a rutas de acceso al centro, coinciden con la posibilidad de movilización -a

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través de las principales avenidas- hacia lugares claves de la Capital Federal (Pza. de Mayo, Congreso de la Nación, etc.).

A su vez, Los puntos de encuentro contienen en sí símbolos barriales (plazas principales, lugares comerciales, estaciones de tren, etc.). Creemos que esta característica está ligada a la posibilidad de un fácil encuentro, lugares reconocibles por la mayoría local, sitios donde el juntarse es visto, lo que invita a la participación y contiene en sí la idea de circulación abierta.

Este rasgo se ve modificado a mediados de 2002. Es entonces cuando irrumpen dos nuevas situaciones que evidentemente inciden en las asambleas, no sólo en sus encuadres espaciales, sino también en sus mismas prácticas.

Reconocemos al menos dos situaciones; por un lado, la llegada del frío y, por el otro, el asesinato, el día 26/06/02, de dos integrantes del Movimiento de Trabajadores Desocupados, pertenecientes a la corriente Aníbal Verón.

Es a mediados del 2002, cuando muchas asambleas trasladan sus lugares de encuentro a espacios cerrados y, en muchos casos, tomados/ recuperados.

Entonces, bajo la consigna de “recuperar para el barrio” fueron ocupados algunos predios, entre otros, en barrios como Almagro, Villa Urquiza, Flores, Villa Crespo y Barracas.158 Fueron creados comedores, merenderos, centros culturales, bibliotecas, proyectando obras sociales159.

b- Nuevas situaciones vinculadas al corrimiento espacial. Junto al corrimiento espacial, se produce en las asambleas estudiadas una merma cuantitativa de integrantes y se genera un cambio cualitativo en las discusiones asamblearias y en sus prácticas.

El mismo “devenir hacia adentro” plantea nuevas problemáticas y prácticas y sitúa, simultáneamente, a los asambleístas en una nueva interrelación. La asamblea registra un repliegue en tanto comienza a debatir su constitución, funciones, objetivos, identidad y relación con el afuera. Para esto, las cuestiones tratadas giran predominantemente en torno a la creación y sostén de las huertas, de los espacios tomados y de cómo abrir un espacio de contención a sectores marginados (merenderos, comedores).

El corrimiento del espacio público a un espacio privado no privado pero no abiertamente público (puesto que el uso, la administración, etc. “pertenecen” a la asamblea) implica entonces una mutación del carácter explícito en el origen del fenómeno. En principio, aparece el concepto de propiedad; de lugar, de los objetos, del comedor, etc. Entonces, podría tratarse de una especie de propiedad privada – colectiva. En segundo lugar, el carácter político se recluye a éste ámbito y ya no es proyectado hacia fuera.

c- Propiedad privada colectiva. La pertinencia del término se encuentra ligada a un fenómeno situado entre mediados de 2002 y hacia fines del 2003, cuando las asambleas comienzan a producir lo que hemos llamado como un movimiento de reclusión.

158 Indymedia publica en su página de internet “Okupaciones de Asambleas, distribuidas en un pequeño mapa”, Saturday, October 2002, las direcciones y fechas:

- Cid Campeador, Av. Angel Gallardo 752, ex Banco Mayo abandonado, 28/07/02. - Florida Este, Vicente López, ex complejo cancha de paddle, 27/07/02. - Almagro, Medrano al 400, 26/07/02. - Villa Crespo, Padilla y Scalabrini Ortiz, ex Banco Provincia abandonado, 13/07/02. - Parque Lezama, Suárez 1244, Ex Banco Mayo abandonado, 13/07/02. - Paternal, Cucha Cucha 2452, predio municipal, 6/07/02. - Villa Pueyrredón, lavadero de autos abandonado, 26/06/02. - Villa Urquiza, ex pizzería la Ideal abandonada, 8/06/02.

159 Es el caso de la ex Clínica la Portuguesa en calle Gavilan asamblea de Flores “20 de Diciembre”. El proyecto era montar allí una obra social para los trabajadores de las empresas autogestionadas y un pequeño hospital de medicina preventiva para el barrio.

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Entonces, a puertas cerradas, la propiedad de la asamblea se evidencia en la acumulación de bienes de uso no intercambiables. Las discusiones acerca de elementos faltantes, de sentimientos de indignación ante la pérdida de objetos y de alimentos consumen gran parte de la energía de debate. Una de las discusiones se proyectaba a la idea de puertas abiertas o cerradas de la asamblea. Este límite configura, de este modo, una forma de protección y de delimitación del Otro.

Resulta interesante observar que entonces este mismo hecho expresa centrífugamente una tensión no resuelta. La imposibilidad de construcción de un espacio político distintivo, sin propiedad, expresa de alguna forma el carácter actual del fenómeno. Sin embargo, creemos que el mismo se encuentra en movimiento, resulta cambiante y plenamente discutido por los grupos asamblearios.

d- Reclusión política. Ya en agosto de 2002, el foco de discusión no parece proyectarse con la fuerza originaria hacia fuera; por ejemplo, el “que se vayan todos” va dejando lugar a temáticas y a procesos introspectivos. Las asambleas viven un período de repliegue en tanto, principalmente, los espacios recuperados/ tomados y las acciones hacia grupos marginales (merenderos, comedores, etc.) consumen gran parte del debate y acciones asamblearias. Es interesante tener en cuenta que, como hemos enunciado al comienzo el trabajo, este fenómeno coincide con un tiempo nacional en el cual al parecer nos encontramos en una especie de “meseta” en el nivel de ebullición social.

e- Esbozos de mecanismos expansivos. En el presente año, 2003, esta situación parece potencialmente comenzar a revertirse. Al menos, nos encontramos con algunas expresiones de conciencia de esta reclusión. Por ejemplo, la asamblea de Corrientes y Medrano se encuentra trabajando sobre el peligro de transformadores de luz con PCB160 y, creemos, postula esta problemática como nueva posibilidad de iniciar un mecanismo de salida hacia el exterior. El trabajo exhaustivo de distintas comisiones en lograr hacer funcionar centros culturales, festividades, ferias, etc. dan cuenta asimismo de un trabajo dirigido a alcanzar un nuevo contacto (perdido) en principio con los habitantes del área involucrada por la asamblea (“vecinos”).

Ante la fragmentación y el desgaste de la interbarrial, surge en algunos sectores del movimiento la necesidad de interrelacionarse de otra manera.

Uno de los grupos emergentes fue el de las “Asambleas Populares Autónomas” cuyo primer encuentro se realizó el 19 de Enero de 2003 en Villa Real161. En ese momento se constituyó el grupo de trabajo interasambleario sobre “medios y comunicación”, que publicó el Boletín QSVT (que se vayan todos). Allí se difunden artículos de diferentes asambleas bajo la salvedad de que el Boletín no pretende ser representativo del conjunto asambleario, lo cual refleja la heterogeneidad característica del movimiento.

Las autónomas pueden pensarse como vehículo de circulación de información (principios, debates, actividades, etc.) y de posibilidad potencial de construcción de un espacio de confluencia de distintos movimientos sociales (asambleas, piqueteros, empresas recuperadas).162

160 PCB: Líquido difusor y transmisor de temperatura con consecuencias graves en la salud por ser cancerígeno y traer otros efectos malignos. 161 Villa Real es un barrio de la Capital Federal, situado en el límite de la provincia de Buenos Aires. Se encuentra ubicado en la zona oeste de la ciudad y limita al este con el barrio de Villa Devoto, al sur con el de Monte Castro y al oeste con el de Versailles. 162 El primer boletín de QSVT fue publicado el 15 de Marzo de 2003. Allí se deduce que es la intención de las autónomas coordinar a las asambleas entre sí para llevar un proyecto en común y actuar, de esta manera, como un verdadero movimiento, coordinándose transversalmente con otros movimientos sociales (piqueteros y fábricas recuperadas). Esto implicaría constituirse en un movimiento políticamente autónomo, sin dirigismos de otras fuerzas políticas. Es recalcada la importancia de tener un proyecto en común entre todas las asambleas a nivel nacional y, eventualmente, tener alguna coordinación con lo que suceda en Latinoamérica. El rechazo a las elecciones se resuelve como una cuestión de principios y de respeto por la consigna que dio forma al movimiento.

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Algunas reflexiones e interrogantes finales.

Al momento de intentar analizar, profundizar y relocalizar la investigación de un fenómeno social como el de las asambleas populares en Buenos Aires, nos encontramos con la situación de su ubicación al interior de una sociedad con un modo particular o predominante de producción y con sus respectivas relaciones sociales espacio temporales y mutuas influencias. Volviéndose entonces necesario para tal fin, relacionar la situación de las asambleas con el contexto y contraponer planos temporales y espaciales.

En términos constitutivos, consideramos que las características territoriales deben ser pensadas y puestas en relación con la situación de clase social de las asambleas.

Este territorio; ¿es el delimitado por la geografía?, ¿son los barrios?. Se podría pensar más bien que los barrios delimitados geográficamente poseen cierta heterogeneidad social o socio-espacial. Entonces, es pertinente pensar el territorio ocupado por las asambleas no tanto en una situación barrial delimitada de este modo, sino más bien como un espacio urbano resultante de una lucha de clases en la cual ciertos sectores de la sociedad ocupan determinadas zonas y otros son expulsados a las zonas más paupérrimas de la ciudad o del barrio.

El hecho de que las asambleas más importantes pertenezcan a áreas heterogéneas, zonas indiferenciadas, bordes; podría indicar su característica de agrupaciones locales dependientes de una voluntad general, de inclusión de la diversidad. Del criterio universalista – aunque con contradicciones prácticas que devienen del choque con la realidad – fundante de la asamblea. De circulación abierta. Además ¿podría relacionarse el trabajo tipo hormiga o celular propio del fenómeno con el criterio federalista desde la base?.

Lo anterior nos inclina a leer la aparición de las asambleas como un contrapoder que si bien carece de poder real si expresa poder potencial y subjetivo. Al que se vayan todos como una consigna vinculante en un juego de oposición al modelo político institucional hegemónico durante la década del ‘90. Y al desarrollo a escala de nuevos mecanismos sociopolíticos como expresión de alternativa a nivel político. Pero en otro plano también intra político, como potencialidad de cambio novedosa en las tradicionales formas de lucha política. Ya presente en movimientos piqueteros con anterioridad a Diciembre de 2001.163

Por otro lado, hemos detectado que el fenómeno asambleario va produciendo movimientos de expansión, de reclusión y en la actualidad vemos que intenta otra vez orientarse hacia el afuera. Frente a esta nueva situación nuestros interrogantes apuntan a si la búsqueda de apertura incorpora una proyección a mayor escala o si se trata de un nuevo movimiento limitado al interior del fenómeno asambleario.

Los movimientos arriba mencionados podrían relacionarse con la idea de “ conquistar el espacio a travès de la producción de espacio..”164 trabajada por Marc Zimmerman sobre Foucault, Deleuze , Guattary y Harvey. Si contemplamos la periodizaciòn desde Junio – Julio de 2002 en adelante, a partir de ocupaciones y proyectos con los consecuentes cambios cualitativos en discusiones y prácticas al interior de las asambleas y la merma en cantidad de concurrentes, llegamos a contraponer tiempos y espacios nacionales y hegemónicos con los propios espacios y tiempos de las asambleas como sujeto en construcción. La tensión se vuelve aún más evidente a partir del 3ª y 4ª periodo. ¿Cómo construir espacios y tiempos propios (con las tensiones y dificultades inherentes) sin perder de vista la realidad de emerger, hallarse inscriptos y atravesados por los terrenos y tiempos macro. Se abre entonces el 4ª período, otro espacio, dentro del cual están

163 Referimos al criterio de horizontalidad, decisiones tomadas en asamblea. Auque existan diferencias cualitativas entre ambos movimientos. 164Marc Zimmerman “Fronteras Latinoamericanas y ciudades globalizadas en el nuevo desorden mundial”. Village Dreams and Dreamers, Chicago Collage Publications, 1998.

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inevitablemente involucradas cada una de las personas que componen las asambleas y la sociedad toda. Es en este nos encontramos actualmente.

Bibliografía

PUCCIARELLI, R. Alfredo, El Régimen Político Argentino a fines de la década. ¿Democracia impotente o cómplice?, Revista Sociedad Nª 16, Facultad de Ciencias Sociales UBA, Bs. As., 2000

ZIBECHI Raul, Genealogía de la Revuelta, Letra Libre, La Plata, 2003.

ZIMMERMAN, Marc Fronteras Latinoamericanas y ciudades globalizadas en el nuevo desorden mundial. Village Dreams and Dreamers, Chicago Collage Publications, 1998.

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La Asamblea Barrial o el intento de nuevas prácticas político-discursivas. Un estudio de caso

Ileana Grisel Adissi 165

“la particularidad de la asamblea pasa por permitir un aporte en cada momento y no de la misma manera sino respetando la forma particular de aportar algo...que cada uno asuma lo que puede aportar en cada momento"

Un asambleísta, intentando explicar(se) el fenómeno asambleario.

Si –merced a la conjunción de complejas articulaciones- durante la década de los ´90 el imaginario social hegemónico en la Argentina respecto de la participación política redundaba en considerarla infructuosa, a fines del ´01 reaparecía la intención colectiva de volver a asociar aquella con el sentido más profundo de la democracia.

Frente a más de una mirada esto será considerado como una irrupción de lo acontecimiental –de lo que intentará una y otra vez ser definido y en consecuencia, explicado, haciéndolo asemejable a una u otra concepción. Es decir: el 19/20 de Diciembre y las Asambleas Barriales, consideradas sus herederas más legítimas, se constituirán en una arena de lucha por la imposición de significaciones legítimas. Este álgido momento de disputa puede a su vez ser considerado el punto cúlmine de la política, dado que el devenir de la identidad de este fenómeno histórico será resultado de las visiones que prevalezcan. A su vez, este terreno no es mera producción sin contexto, sino que se encuentra limitado –y coercionado- por un contexto al cual, si bien puede otorgarle distintos significados, no controla.

En el presente informe del estudio etnográfico realizado entre los meses de marzo y julio de 2002 en una Asamblea Vecinal del barrio de Palermo –en la Ciudad de Buenos Aires- se intenta dar cuenta de aquella disputa por el sentido, mostrando la dificultad que encuentran los actores frente a la indefinición de lo novedoso, lo heterogéneo a los parámetros comunes.

Respecto de la estrategia teórico-metodológica utilizada, la idea es retomar la palabra de los implicados para proceder desde esta voz al análisis crítico de las tensiones, las contradicciones, los vacíos, que atraviesan al fenómeno. De este modo, me basaré en la transcripción de ciertos enunciados significativos –algunas veces por su repetición, otras por su misma retórica- concebidos como propios de un escenario de irrupción que posibilita su circulación tanto como constituye el devenir del propio ámbito. Esto es debido a que considero que es dentro de la Asamblea como marco donde esos discursos adquieren su sentido y, por tanto, es a esta que caracterizan, dado que es su estructura la que permite cierta fijación provisional de determinadas posturas. Es por esto último que los enunciados dentro de esta situación discursiva serán considerados como “voces” de los sujetos en una de sus múltiples posiciones (la de “asambleísta”), que al ser socializadas se conforman como relaciones comunicativas, fundamento del tejido social. A su vez, intento dar cuenta de un marco contextual más exhaustivo que permita considerar enunciados singulares como parte de un trama estructurante mayor. Trato particularmente de no presentar ninguna postura como más “correcta” que otra, intentando comprender al fenómeno en su complejidad constitutiva.

165 Investigadora adscripta al Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento, en el proyecto de investigación “ De las asociaciones locales a las asambleas vecinales: ensayando nuevas formas de práctica política” que dirige Aída Quintar.

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QUE SE VAYAN TODOS (...¿qué? ¿por qué? ¿cómo?...)

La asamblea, las asambleas: un dilema existencial

Mirando por el microscopio al decantar de las expectativas.

La asamblea sobre la cual se realizó el presente informe166 fue, en sus comienzos, reiteradas veces elogiada por participantes de otras asambleas por su nivel de discusión horizontal, principalmente debido al fluido intercambio de opiniones sin pretensiones hegemonizantes, lo cual generaba un clima agradable de respeto. Sumado a esto, la ausencia de intereses particulares de un sector socioeconómico (en este sentido y dado el contexto, era notoria la completa falta de alusión al famoso "corralito" bancario), que transmitía una sensación de interés por el “bienestar general”. Casi en su totalidad, los participantes más asiduos y que han permanecido a lo largo de los meses han tenido algún tipo de militancia anterior, lo cual redunda en un sesgo bastante abstracto en las discusiones. Esto hace que la minoría de participantes no-profesionales (con un tipo de ocupaciones más típicamente "barriales", tales como "el florista", "el diariero", "el encargado") posea un nivel de códigos culturales similar a la mayoría, profesionales. A pesar de la constante fluctuación de los participantes, las edades tienden a concentrarse entre los 40 y 60 años (siendo uno de sus características principales la escasa e intermitente participación de generaciones más jóvenes), y las proporciones entre géneros a ser similares.

Primera mirada – el problema de la identidad.

Presentándose en sociedad: la asamblea discute sobre sí misma.

Fuera de los momentos en la definición de la Asamblea logró imponerse como tema válido de discusión, subyacía implícito un imaginario heredado de diciembre según el cual la función última de las asambleas era, nada más ni nada menos, que se vayan los gobernantes. Este mito se había sonorizado principalmente en el cliché inicial “la asamblea es soberana”, el cual en caso de ser ahondado por quien lo enuncie referirá al “carácter insurreccional del pueblo que decidió gobernar por sus propios medios y no a través de sus supuestos representantes”. Esta línea ambigua que definía la identidad de la Asamblea como garantizada por el que es considerado como el momento fundacional, el 19 y 20 de diciembre, le otorgaría una suerte de indefinido a la vez que fuertísimo papel histórico como parte del movimiento asambleario. Y en nombre de este último, paradojalmente, también se descalificaban propuestas midiéndolas respecto a su incidencia en cuanto a que el gobierno se fuera por sus resonancias. Y repito: cualquier propuesta; de hecho, este razonamiento fue utilizado para desautorizar acciones concretas en pos de discutir el rol mismo de la Asamblea, lo cual generaba el contento de algunos por el nivel de discusión, y el descontento de otros por la misma causa. Los planteos que consideraban necesaria la tematización (y resolución) de lo concerniente al “rol” de la Asamblea solían aparecer paralelos a la tensión entre el ser “una” asamblea (y pensar ese “ser”), y ser parte de un colectivo con objetivos más vastos.

166La primera reunión de la asamblea fue realizada el último lunes de enero por algunos vecinos “de la cuadra” que ya se conocían entre sí, y que decidieron ese día pegar carteles en los alrededores convocando a un encuentro en la semana siguiente. Así, el primer lunes de febrero hubo unas 70 personas en la esquina, y, por la estrechez de esta, se votó trasladarse a la plaza que dio nombre a la asamblea. Aquella primera reunión masiva se formaron algunas comisiones que irían a perdurar, y otras que resultaron efímeras, y se decidió enviar delegados a instancias de coordinación tales como la Asamblea Interbarrial de Parque Centenario y la Mesa de Enlace de las asambleas de la zona Palermo-Colegiales, que fueran rotativos para garantizar la horizontalidad. Este mismo criterio fue seguido con los "coordinadores" (el moderador de la asamblea, quien llevaba la lista de oradores y quien tomaba nota de lo discutido).

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El problema acerca de la difusa definición identitaria de este novedoso fenómeno “Asamblea” había empezado a aparecer paulatinamente al intentar difundir las reuniones de la asamblea, dado que se tenía la sensación de que no era posible explicar el motivo o el fin de los encuentros semanales "si ni siquiera lo entendemos quienes participamos"167. Esta dificultad de presentar a la Asamblea trae aparejado un problema de identificación personal, en tanto miembro: la dificultad de presentarse a sí mismo como perteneciente a un determinado colectivo.

Esta exigencia de certeza es relativa a lo novedoso, siendo que por lo general no se pretende tal transparencia de la multiplicidad de otras presentaciones posibles. Pero a su vez, es del todo opuesta con el momento generalizado de incertidumbre nacional, a raíz de lo cual solía llevar a cierta parálisis al anteponer la comprensión intelectual a cualquier tipo de acción –argumento esgrimido en sus distintas variantes por quienes se oponen a estas digresiones identitarias.

Es a lo largo de las discusiones que se van entretejiendo distintas lecturas. Por momentos, la argumentación de los participantes en torno a la importancia de esbozar una definición refiere a la imposibilidad de hacer referencia a algo si no es en función de lo existente, con lo cual la búsqueda es en función de cubrir roles preexistentes. Otras veces, esta importancia es fundamentada con lo que se plantea como deseo de encontrar un modo factible de hacer perdurar en el tiempo lo espontáneo del acontecimiento.

En medio de esta maraña entre lo existente y lo novedoso, no deja de aparecer el fenómeno asambleario como un modo nuevo, en tanto apartidario, de convertirse en cierta vanguardia de las luchas populares –algo no tan nuevo.

A medida que transcurre el debate, hilos más finos se van trasluciendo, y tibiamente se desemboca en las preocupaciones centrales que, cada vez más abiertamente, apuntalarán los planteos. Es así que empieza a insinuarse cada vez con mayor insistencia una meta central: el crecimiento numérico de los asambleístas, sobre lo cual se construye el supuesto ¿ingenuo? de que quienes no se acercan es porque no conocen la naturaleza del fenómeno. Esto converge de modo contradictorio con el que aparecerá como problema clave: el de la acción. Así, mientras en los debates se hace notorio el sesgo intelectual por la abstracción de las discusiones, muchas veces redundante en lo retórico –configurándose metareflexiones o discusiones en torno a la interpretación misma de las discusiones- quienes no participen, resaltarán este aspecto calificándolo de inacción.

Es decir, por un lado, nueva gente menos intelectualizada se acerca continuamente afirmando la "necesidad de logros" para el perdurar de la asamblea. Por otro lado, quienes hayan pasado por el espacio pero no perduren en él, preguntarán incansablemente en cualquier encuentro casual que depare la condición de vecino, qué tipo de acciones se encuentra realizando la Asamblea. Estos últimos, una suerte de actor difuso, portadores legítimos -por su eventual inclusión- de los comentarios de la gente “de afuera” relatarán en más de un caso la angustia producida por aquella inactividad narrada como detonante de su alejamiento. En definitiva, distintas voces convergerán en un mismo argumento de tinte demandante y prescindente, utilizado para denostar a las asambleas tras las fuertes expectativas de sus comienzos168 que no resultaron colmadas –“no hacen nada”.

Los asambleístas asiduos que resulten interlocutores de aquellos referirán estos encuentros, bien desazonados por la incapacidad de rebatir el argumento, bien enojados mientras reivindican el

167 Esta indefinición –se puede estimar- habrá sido la condición de posibilidad de frecuentes deslices discursivos. Por poner un ejemplo, al referirse a la Asamblea proponiendo pensar el cómo del "que se vayan...", un miembro continúa: "...este grupo de reflexión..." (si bien es cierto que para no todos esto es un corrimiento de sentido). En otra ocasión, un joven participante eventual refiere la identidad de las asambleas a la situación de la Revolución Francesa. Tras una pormenorizada exposición, haciendo alusión a una discusión sostenida durante el encuentro anterior, dice "yo estuve la clase pasada y..." (no puede continuar por las risas frente a su lapsus, que se presentan a la vez como acto de censura, dado que no está muy bien visto que alguien sin participación constante haga un uso tan extensivo del tiempo que se le da a su palabra cosa que en miembros con más trayectoria asamblearia posee una mayor tolerancia). 168 Considero como momento de auge en que la palabra “Asamblea” circulaba socialmente como fuente de esperanza renovadora el período entre el mes de diciembre y fines de marzo, aproximadamente (siendo su última aparición monumental la marcha del 24/3, comenzando a decaer en lo que quedó sellado tras la convocatoria dividida del 1/5)

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pensamiento como acción. En este sentido, por momentos se pone de manifiesto que mientras la pregunta concreta de quienes no participan se refiere a la identidad práctica, se intenta contestarla mediante una identidad formalizable.

Pero estos dos planos no aparecerán ante los asambleístas como modalidades diferenciadas y diferenciables, como dos posturas contrapuestas, sino como una multiplicidad intrincada en torno a la tensión -ya contradictoria, ya complementaria- entre el hacer y el pensar, confusamente enmarañados en los discursos.

Así, entre los partidarios de definir un sentido y un objetivo claros se encuentran quienes argumentan este paso en función de una coherencia posibilitadora de la acción, puesta como necesidad fundamental. Pero a la vez, la importancia de la acción también es sostenida por quienes creen que, dada la particular forma de una Asamblea, no se puede esperar a tener todo en claro para hacer “algo”: ante la imposibilidad de obtener consensos totales, se cree necesario plantear acuerdos parciales ante objetivos acotados. Pero a su vez, esta última postura estará impulsada en algunos pocos casos por ser considerada beneficiosa en sí, pero en muchos otros, por el temor explícito –y vergonzante, dado que se manifiesta bajo la forma de “confesión”- a la disidencia, que amenaza desde las continuas informaciones sobre asambleas “partidas”. En estos discursos la unidad es planteada más como la subsunción de posturas minoritarias –“hegemonizar criterios”- que como negociación tendiente a lograr puntos intermedios. El miedo a disentir es canalizado por cierta tergiversación conciente o inconsciente bajo el rótulo “en lo que se plantea no hay contradicción”, seguido por una interpretación personal del hablante que invisibiliza las diferencias. Este mecanismo, que puede también funcionar como modo voluntario de llevar las conclusiones hacia un destino predeterminado, se justifica circularmente en función de proyectarse más coherentemente “hacia fuera”. Entonces, este miedo aparecerá yuxtapuesto, aparejado, con la concepción de la diversidad como algo a ser superado. Junto con esta manifestación de la renegación de lo heterogéneo, se encuentra otra que tiende a interpretar los disensos como fruto del no escucharse, de la falta de comunicación.

Se va conformando, de este modo, un trasfondo donde se enfrenta lo que aparece como una tensión entre buscar definiciones -no se sabe bien si limitadas o limitantes- o afrontar la indefinición.

Para aumentar la confusión, volverá a aparecer la voz de quienes se oponen a pensar en definiciones acabadas, esta vez por caminos enteramente diferenciados de argumentación. En este caso, esta postura aparecerá fundamentada sobre la concepción de que es la misma acción la que da cuenta de un cierto perfil identitario. Al ahondar los argumentos, suele aparecer la sensación de necesitar diferenciar la acción de la Asamblea frente a una acción meramente asistencial o fomentista, frente a lo que muchas veces concluirán en que lo singular de la primera radica en la discusión que la acompaña en tanto generadora de conciencia -haciendo vacilar de este modo su postura inicial. Otras veces, afirmarán que lo que particulariza la acción asamblearia es el modo de organizarla, dado que no se trata de un grupo reducido de gente haciendo cosas para el resto, sino de un trabajo en conjunto. Cuando esta última afirmación sea desmentida una y otra vez por las prácticas efectivas llevadas a cabo por la Asamblea, con un fuerte sesgo incuestionado de unilateralidad, esto será justificado bajo la respuesta de que los comienzos son necesariamente desde grupos pequeños que llevan la iniciativa.

La discusión centrada en torno a la acción y la definición necesaria para emprenderla por momentos se desliza hacia la tensión acción/reflexión para luego volver a los primeros términos. Y las contradicciones en las posturas no son solamente entre enunciantes: dentro de los mismos enunciados se hacen presentes, al postularse la deseabilidad del “hacer” con “otros que quizás no compartan los criterios”, para lo cual es necesario acercarlos explicándoles de qué se trata la Asamblea –argumentando en este caso que el que no se acerquen los vecinos podría ser fruto de la desconfianza- o bien, argumentos que parecen confusos trabalenguas tales como "hacer camino al andar implica reflexionar, no hay que repetir lo que siempre quisieron imponernos de que el pensar es otra cosa esencialmente distinta al actuar, también pensar es actuar, es

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modificar al mundo. Si no meditamos en lo que hacemos, nos van a terminar dirigiendo las acciones quienes piensen".

Hay aun otros matices en los que se ubican quienes se opusieron a las definiciones cerradas. Estos radican en simplificaciones unilaterales que no dejan de vaciar de particularidad al fenómeno, desde el abstracto "somos un órgano en crecimiento que organiza determinadas actividades”, hasta la función de demostración de que la organización comunitaria puede tener incidencias reales “en algo”, “dar un rédito”. En este mismo sentido, intentando diferenciarse de la ilegitimidad de las instituciones y radicalizando la indefinición, otros sostienen que "lo que tenemos en claro los que estamos acá es que solos no podemos hacer nada, que hay que hacer algo contra el gobierno y, en buena medida, la conciencia de la traición de los partidos políticos", mientras otros radicalizan la postura diciendo que la Asamblea es simplemente “un organismo que se mueve por mayoría”.

Los planteos a favor de la indefinición también aparecerán retomando términos más eruditos, como “la Asamblea es un hecho no por su estructura, sino por el encuentro para el intercambio y la maduración de los factores subjetivos de la lucha” que, en realidad, puede considerarse que esquivan el núcleo acerca de la identidad de la Asamblea, que es el debate acerca de la definición de esa lucha.

Sumado a aquellos, la circularidad encuentra terreno fértil para alimentar cada espacio de irresolución. Así no faltarán quienes sostengan que "lo importante es estar como demostración de que no nos pudieron aplastar".

Cuando el eje de la discusión se corre de la acción como finalidad, se cae en enfatizar el crecimiento numérico como fin en sí mismo; así, pueden seguirse intervenciones que se van anudando, donde lo que definiría a la asamblea serían "las ganas" de cambiar el mundo –un fin último y elevado- mediante un organismo que funciona horizontalmente, y al cual para llegar a su fin es necesario agrandar, pero sin aparecer los escalones intermedios, lo cual empieza a dar idea de cierta autorreferencialidad.

Mientras lo que se pone en duda es la nitidez del deseo, no la posibilidad real de concreción de los deseos realmente existentes, los enunciados que retoman estas posturas suelen narrar una función mesiánica: en medio de una sociedad en crisis como dato innegable, llega este nuevo formato de organización política destinado a cambiarla, y de ahí se desemboca casi sin vacilaciones en la trampa acabadamente circular:

"necesitamos saber por qué cambiarla, por eso una de nuestras funciones es concientizar a la gente para que ese cambio de ejercitar la democracia se vaya conviertiendo en realidad".

Para “armar un proyecto de Nación”, tal como es planteado, se vuelve necesario un conocimiento mayor a la media, y una sistematicidad que exceda ampliamente lo espontáneo. Paralelamente, para cambiar al gobierno (y/o al Estado) se vuelve requisito la incorporación de mayor cantidad de gente, a la vez que el relacionar lo que se vaya haciendo con el lema fundacional (“Que Se Vayan Todos”). En este afán numérico, así como en el sueño hiperactivo, la palabra “todo” derivada de la frase emblemática pareciera, por momentos, nublar el discernimiento crítico dentro de esta categoría englobadora.

A medida que, con el correr de las reuniones, las referencias hechas en este sentido se vayan sedimentando, en el priorizar el crecimiento cuantitativo (llamativamente, nunca se hace referencia a la articulación de quienes conformen el colectivo, sino a su simple agregación) aparece como consecuencia lógica de los argumentos una escición nosotros/“la gente”, dicotomía que empezará a aparecer reificada en los discursos. A este respecto, mientras que en los inicios de la Asamblea, una propuesta de hacer "la hora del vecino" -como una suerte de momento menos profundo en función de que hablen quienes se acercan sin conocer la dinámica y temas propios que la asamblea se iba dando- fue rechazada tenazmente169, al empezarse a hablar

169 Aunque paralela y paradigmáticamente, comenzaba a suceder que cada nueva reunión se presentaban solamente los que se acercaban por primera vez.

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paulatinamente de la “concientización”, los discursos empezaron a dar cuenta de que la Asamblea pasó de ser (quizás como consecuencia de la indistinción del “que se vayan...”) de y para "todos"170 a ser algo distinto. En determinado momento intermedio –difícil de ser delimitado- algunos enunciados se deslizaron hacia cierto supuesto ambiguo de representación que se permitía aparecer fugazmente sin ser rebatido, en el cual la Asamblea era la voz de los vecinos, dado que conocía las necesidades de quienes no estaban movilizados. Con el correr de los encuentros, las frases estuvieron armadas cada vez más en función de un sujeto activo que difería del destinatario pasivo -"la asamblea viene ocupándose de los problemas económicos de los vecinos de distintas maneras"; "tenemos que marcarles a los vecinos el rol, nuestro enfoque es el correcto, vamos por el camino correcto y vamos a obtener el éxito que nos merecemos".

Continuamente presente, esta escición aparecerá reforzada cuando durante las discusiones empiece a aparecer el vago rol de “El Enemigo”171. Esta entidad puede venir de la mano de un discurso ligado a las concepciones tradicionales de la izquierda, donde tal conceptualización se deriva del enfrentamiento en la lucha por el poder del Estado. O bien desde una simple sensación de impotencia donde todos los caminos posibles aparecen como cerrados. El enemigo puede aparecer como omnipresente en el intento cotidiano de la mera subsistencia, pero en cualquier caso, se trata de un ente superpoderoso, aun más de lo que pudiera suponerse (teniendo además en su arsenal de poderío este caudal de la imprevisibilidad, de lo desconocido). A la vez, y significativamente, no deja de mencionarse su funcionalidad positiva: es la conciencia del enemigo –se argumenta- la que fortalece la resistencia; complementariamente, define la necesidad de analizarlo como para “pegarle en donde más le duele”. Cada vez que esta palabra espectral se instala en el curso de los debates, reaparece insistentemente en cada enunciado, como basándose en cierta obligación de no pecar de ingenuidad.

Ante este pánico hacia el desconocimiento y el consecuente desamparo del enfrentamiento con lo omnipotente e inconmensurable, encontrarán terreno fértil los discursos más militantes, conjuntamente con las visiones más épicas -"estamos enfrentando a un enemigo con toda la logística; ellos están muy organizados: comunicación, fuerzas represivas, manojo de la política económica, y además tienen una larga experiencia...pero a partir de enero hemos empezado a avanzar: el pueblo tiró 5 presidentes”.

En este diagnóstico, los protagonistas se van seleccionando -"...pero cuando vio que con Duhalde no se podía, comenzó a retroceder: esta lucha es para los guerreros más tenaces, no para cualquier perejil...acá hay que ser muy constantes, hay que sacrificar horas de actividad privada, sueños, vocaciones y el ganarse la vida de la peor manera".

Como consecuencia lógica, desde esta actitud de militancia subyacerá la concepción vanguardista: puede suceder, y de hecho lo hace, que la gente no acompañe este reto, dado que no cualquiera acepta desafíos que requieren tamaña perseverancia. Con lo cual, a su vez, la reducida proporción de habitantes que participan en el movimiento no sería de ninguna manera un indicio de equivocación.

170 Incluso llegó a pensarse por momentos que si se acercaba, por ejemplo, un militar, sería imposible no aceptarlo, dada la caracterización inherente al espacio de encuentro. 171 Una vez alguien intervino con un simple “¿quién?”. Entre quienes superaron el desconcierto y contestaron como con sorna, por no desestimar la pregunta, las respuestas fueron "el poder" o bien "los políticos". Al márgen de esta situación puntual, merece la atención del presente informe el anotar que el rol de “enemigos” concretamente tratados en el debate como tales fue ocupado principalmente por las grandes cadenas de supermercados, las empresas privatizadas, los monopolios, las fuerzas de seguridad, el gobierno (en sus distintas manifestaciones) y eventualmente, los “políticos” y los medios de comunicación. Entre las organizaciones o individuos mencionados, por el otro lado, en algunos momentos como posibles "aliados" fueron: los piqueteros, las asociaciones de consumidores, asociaciones de amas de casa, la defensoría del pueblo, los desocupados, la Liga Federal Agraria, distintos organismos ligados a los derechos humanos, las fábricas autogestionadas, quienes han participado de la asamblea y ya no vienen más, miembros de otras asambleas, muy eventualmente los partidos de izquierda (por algún partidario) y algunas veces –nuevamente- los medios de comunicación. Existieron además algunos lugares ambiguos, que ocuparon bastantes veces tiempo de discusión: principalmente, los pequeños comerciantes del barrio (por ejemplo, "no por hacer compras comunitarias nos opongamos a los verduleros del barrio").

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Pero este argumento convive, sin demasiada pertinencia lógica, con el anteriormente planteado acerca de la deseabilidad de lo masivo. Es así como, al hacer referencia al exterior constitutivo, paulatinamente comenzará a deslizarse el Otro a enfrentar. Algunas veces, esto estará anudado a una suerte de culposidad por el origen social, que concluye en la pretensión de desligarse del relato en que ese sector aparece como un (no)actor responsable de los momentos más negros de la historia nacional a la que gradualmente se la actualizará en función de determinados atributos, relativos al individualismo, que derivarán en sentirse víctimas de esas actitudes prescindentes que aislarían a quienes deciden poner el cuerpo en función de un cambio social, donde la misión de la Asamblea se convertirá en revertir esto, convenciendo a la gente de sumarse.

Distintos enunciados condensan la percepción grupal: siguen apareciendo una y otra vez, en boca de distintos participantes, los mismos fundamentos. La circularidad de lo que se percibe como finalidad o forma de la asamblea aparece claramente expresado en un proyecto presentado al conjunto asambleario por un participante, quien se tomó el trabajo de sistematizar su propuesta y entregar copias por escrito. Este así llamado por él "plan de acción" constaba de: propaganda, denuncia, investigación de especialistas y gente involucrada, charlas, presentación de datos e información paralelamente a la realización de compras comunitarias, una asamblea local y zonal para armar un plan de boicot y acción legal. Como el tema era sobre oligopolios, se le objeta que el boicot es difícil por esta misma condición, a lo que la respuesta de quien presentó la propuesta es "yo me refiero a una acción política más que económica, a un boicot simbólico para que la gente tome conciencia"172. En cierto momento de la exposición, al hablar de ese proyecto, surge una explicación reveladora del aspecto de la difusión como fin en sí misma por parte de quien lo presentara: al pedirle alguien que reitere el objetivo, dado que no lo había entendido, le responde: "cumplir una acción propagandística para hacer boicots de al menos un día para que esto sea conocido”173.

En suma, difundir para actuar para difundir. En medio de la denuncia, el desenmascaramiento y la presión, una mención hecha por alguien al pasar no consigue fructificar, quedando olvidada: la propia transformación de quienes encaren la tarea, al encararla.

La conclusión a la que fueron llegando los asambleístas, entonces, fue relativa a la “necesidad” de “concientizar” a “la gente”, y la “necesidad” del crecimiento numérico como fin en sí mismo. Esta deducción de la tarea a cumplir deja la sensación tranquilizadora de haber encontrado el punto de articulación de lo barrial con lo nacional, donde además la propia pertenencia cultural aparece como imprescindible: la organización de charlas-debate, la difusión de denuncias, son medios fundamentales que implican un conocedor que enfrenta a los desconocedores, tratando de mostrarles lo Real. Pero a la vez no son meras herramientas: son acciones. Esta propuesta logra así sintetizar la “acción” con la “reflexión” bajo el mentado rótulo de la “concientización”.

Pero, sin embargo, mediante esta apelación al “conocimiento” como trasfondo cierto y transparente, donde lo que se busca es la ilustración provista por el discurso erudito, quedando de este modo174 invisibilizada una de las características principales del fenómeno: la pluralidad de sus voces. Esto se advierte, no sólo en la referencia a autoridades conocedoras de ciertas temáticas –tal como las empresas privatizadas- sino en la reticencia en apoyar reivindicaciones sin una información exhaustiva sobre “lo que está por detrás”: precisando información como requisito previo al accionar. Construcción que aparece claramente en tanto tal en contraposición con el momento histórico: esta suerte de posición jerárquica frente a los desinformados, por una parte quizás niegue una porción (importante) de las movilizaciones sociales actuales, fruto más de la

172 Esta oposición simbólico/verdadero, llegará a su máxima expresión apenas "recuperado" el predio, donde una corriente de vecinos no demasiado combativos que se acercarán harán hincapié reiterado en el carácter "meramente simbólico" de esa recuperación 173 Durante esta discusión se escuchan las voces tanto de quienes dan como obvio un sustrato escéptico de la acción -"podemos difundir, pero no pensemos que por eso van a bajar los precios”- como de quienes perseveran "la posibilidad de cambiar la situación está en nuestras manos". 174 El que, además, retomando el eje, entrará en articulación con el sueño numérico: no pocas veces el "si hay un camión repartiendo verdura, y hay 500 personas ¿quién se va a animar a joder?” irá por necesidad acompañado por "el poder legal concreto para apretar", complementando el factor de masividad con el conocimiento experto sobre los mecanismos del sistema.

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urgencia que de la información, a la vez que impide el análisis sobre la desmovilización creciente de los sectores “informados”. Como consecuencia, hay una disrupción en la cadena de eslabonamientos lógicos al plantear, por ejemplo "lo primero es investigar para difundir, que la gente tome conciencia de quiénes son los enemigos, para hacer un boicot a los monopolios, para la desobediencia civil y dejar de pagar las boletas de las privatizadas".

Finalmente, la única síntesis posible es difundir para crecer, y crecer para difundir. Tanto para quienes lo central es ser herederos de determinada fecha como para quienes lo es el posterior desempeño de un rol "estratégico", lo fundamental es "la necesidad de crecer para jugar un papel importante". No se sabe bien en qué consiste ese papel, pero la discusión se demora una y otra vez en esa búsqueda de claridad.

Es a partir de dar cuenta de estas discusiones que el análisis se enfrenta a una serie de preguntas. ¿Hasta qué punto esta metodología que la Asamblea festeja haber encontrado es innovadora? ¿No reproduce viejos privilegios de elites? ¿Hasta qué punto la circulación de las voces en el ámbito asambleario se constituye en un acto preformativo? La concepción del accionar que gira principalmente en torno a la difusión, la información, y demás ilocuciones, ¿es por propia convicción, o por una suerte de racionalización que busca elaborar la imposibilidad de algo diferente? ¿En qué grado y por qué podría concebirse como una “lucha social”?

Sumergiéndose en la configuración de nuevas percepciones –o la angustia ante lo inconmensurable.

Los ejes de tiempo y espacio configuran un marco pregnante en cuanto a la percepción ordenadora de los fenómenos. A este respecto, puede remarcarse que el nombre mismo de la asamblea connota un fuerte anclaje en lo concreto: no sólo hace mención al lugar mismo de la reunión, sino que además casi siempre va acompañado del día y horario de reunión –dado que en un principio, previa a la recuperación del predio, estaba considerado como “asamblea” ese momento y ese lugar, sin distinción de sus integrantes (ni los integrantes podían decidir fuera de ese espacio y lugar, ni influía su renovación en cualquier grado). Sin embargo, esa apariencia concreta entrará en tensión con la abstracción de las tareas implícitamente propuestas.

El espacio.

Cada reunión, la organización del espacio es circular: se intenta formar un círculo de participantes para fomentar una mejor comunicación, de carácter igualitario, en la que sean visibles todos los rostros. La horizontalidad pretendida encuentra aparentemente, mediante este dispositivo de ubicación de los cuerpos en el espacio, la primer forma de materializarse. Pero esta lógica permea otras escalas, y el afán de transparencia conlleva una ansiedad fundamental. El ansia de participación salta así de nivel, en el intento desesperado de revertir lo que hasta el momento venía sucediendo; la consecuencia es el agotamiento frente a lo inagotable del mandato fundacional: "no dejar espacios vacíos". Pero la inconmensurabilidad no puede por definición ser parte de ninguna organización –que, como toda identidad, debe definirse de modo selectivo: esta contradicción no sólo hará ruido, sino que hará estallar el orden lógico de la Asamblea. De este modo, quienes vivencien como delegados alguno de estos otros espacios los sentirán como digno de ser relatado intensiva y extensivamente, en contenido, forma y detalle, dado que habrá una incapacidad básica de resumir: no existen criterios en base a los cuales seleccionar lo que resulte relevante; todo resulta o puede resultar de importancia trascendente. No vaya a ser cosa de repetir viejos errores de prescindencia por desinformación: es necesario estar al tanto de todo lo que sucede en el nuevo “campo popular” de las Asambleas. Entonces, cuando alcanzan los participantes disponibles para acudir acudir a alguno o varios de estos espacios (Interbarrial, mesa de enlace, etcétera), los informes se harán inabarcables, insoportables: cada uno plantea distintas propuestas y convocatorias, a la vez que sugiere distintas discusiones, y todo aparece como imprescindible para enriquecer el desarrollo propio.

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Entonces se avecina una segunda consecuencia: los asambleístas tienen la impresión de estar respondiendo a demandas externas sin un desarrollo singular. La palabra que aparece y reaparece resumiendo esta sensación será “descentrarse” pero una discusión subyacente permeará los debates...¿cuál es el centro?. Las posibles respuestas fluctúan entre el Espacio, el barrio como instancia territorial inherente al fenómeno asambleario y El espacio: las distintas instancias articuladoras donde confluyen la mayor parte de las Asambleas Barriales.

La irresolución de este dilema provoca un resultado paradójico no deseado: se empieza a concurrir a espacios de coordinación "sin mandato", lo cual no aparece como exento de preocupaciones: desde las voces que propugnan "ir punto por punto" frente a los planteos de alguno de estos espacios, hasta las que sostienen la necesidad de "reflexionar si vale la pena y para qué" concurrir a cada uno. Esta nueva vuelta de la palabra como condición de la palabra acentúa a su vez el rechazo de quienes sienten a la asamblea como perdiendo el centro. La obsesión participativa seguirá permeando toda definición de identidad.

Por dar un ejemplo, un asambleísta afirma "el rol de la asamblea es ocupar el espacio que delegaron los políticos por no cumplir” Nadie confronta con esta afirmación, que aparece como lógica en el momento de ser enunciada, si bien podría implicar una pregunta frente a esta desesperación espacial: ¿los espacios están vacíos o es que deben ser vaciados? Para vaciar un espacio ¿el único modo es ocuparlo?. Sin embargo, lo que se había manifestado en ella es la inversión de signo de la delegación: la asamblea pasa subrepticiamente a representar a los indefinidos "políticos" –convirtiéndose ella misma en representante. Es que a su vez, la Asamblea ocupa ella misma, autorreflexivamente, el lugar que ocupan los otros espacios: "lo último que se puede hacer es dejar este espacio vacío". Con el correr de los meses el problema espacial logrará una concretización, tan sintomática como deficiente (dado que por sí sola no significará ninguna resolución): la toma material de espacios públicos.

El tiempo

Pero no sólo los espacios, sino los tiempos (en plural) aparecerán como factor disruptivo a ser solucionado de alguna manera, ya que la sensación generalizada es de "carrera".

En cada reunión de la asamblea, los tiempos de exposición de cada participante están ordenados según la lista de oradores y se limitan –supuestamente, en esta regla que es una de las pocas explícitas- a tres minutos de concesión de la palabra. Pero este intento de dosificación, artificial, añadirá otra fuente más de molestia a quienes no estén acostumbrados a ámbitos de discusión con mecanismos similares. La ida y vuelta de los temas según quien tome la palabra, y el largo discurso con que se despacha quien tras tanta espera finalmente tiene su turno, suelen convertir las discusiones en tediosas. El desafío de estructurar los tiempos de exposición no sólo es entre participantes, sino que muchas veces se convierte en recurso legitimante de las argumentaciones, cuando estas son planteadas en función de la rapidez.

Y no es casual que la forma retórica que aparece para llamar al orden cuando este monopolio turnado de la palabra no se respeta sea “no dialoguen”. Es que existe una tendencia fuerte de orientación hacia a lo monológico, si bien se lo maquilla mediante la rotación, despreciando la forma misma de la comunicación por no saber cómo encauzarla. Esto, en cuanto a la estructuración del tiempo más asequible. Pero hay otros tiempos que atraviesan al encuentro. Es que el factor tiempo aparece aparejado con la necesidad de institucionalización: las Asambleas no están a la par de los organismos estatales ni de los partidos políticos a la hora de encarar propuestas.

Otro aspecto conflictivo del eje temporal, cuyas distintas percepciones aparecen siempre en discusión velada, que nunca llega a profundizarse, es el carácter vinculante o no de las resoluciones pasadas, dado la renovación constante de los participantes. Este es un factor más de no institucionalización: siempre se responderá a la contingencia que derive en esta disyuntiva según el parecer espontáneo de los presentes –unas veces, retomando lo resuelto anteriormente,

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otras, volviendo a discutir temas con los nuevos participantes. Esto estará también condicionado por un sutil juego de fuerzas en lucha entre quienes no hayan estado presentes en el momento anterior (sea por ser “nuevos” o por haber “faltado”) y quienes sí.

Esta irresolución del eje temporal a su vez redunda en una menor eficacia en el aprovechamiento de las tres horas de encuentro. Sumada a la misma ansiedad en cuanto al espacio, el tiempo como urgencia por resolver desemboca en la desazón y el desgaste.

La política como problema semántico ¿se intentan nuevas formas?

Dado el carácter obstinadamente retórico de la Asamblea, no es traición analizarla desde el ángulo del lenguaje, considerando a este como el que define los principios ordenadores del mundo circundante en tanto factor codificador-decodificador que determina la propia percepción.

Empezando por la primera discusión sobre si la Asamblea iba a llamarse "Vecinal" o "Popular", este campo de conflictualidad aparecerá reeditado continuamente175.

De este modo, no pocas veces llegó a pensarse en cómo referir a los demás la experiencia de la asamblea sin mencionar la palabra "política": mucha gente dice cosas del estilo "está muy bien, pero sigan así y no se metan en política", cuando no renuncia al acercamiento por este tipo de temores. De este modo, existió una discusión donde se llegó a la conclusión de que al menos es necesario agregarle un calificativo, como "solidaria". Después este tema fue dejado de lado. Más adelante, la palabra será intensiva y extensivamente retomada por quienes consideren que “todo es política”, y que es necesario devolverle esta cualidad a la vida cotidiana.

Pese a la dificultad de nombrarse a sí mismos, más allá de la identidad de “caceroleros”, varias veces enunciada como sinónimo de “asambleísta” (mientras que otras veces esta sinonimia176 era puesta en discusión), no se ha inventado una terminología representativa del proceso, a excepción del “exigitorio”, paradigmático de los momentos de auge, durante los que participantes de una asamblea al armar un petitorio y reflexionar sobre su nombre, lo modificaron, siendo su difusión posible merced a la fuerte existencia de Parque Centenario. Y este último nombre me sirve de excusa: resulta interesante la completa resignificación de distintos nombres de espacios de la Ciudad de Buenos Aires177.

Si suponemos al lenguaje como universo simbólico representativo de lo esperado en función de lo que se tiene por conocido, no puede dejarse de lado el mencionar la feroz circulación de una batería de palabras: horizontalidad, soberanía, participación, no-delegación, reciprocidad, pluralidad, y los “autos”: autogestión, autodeterminación, autoconvocados, autogobierno, etc. Y el exhaustivo retomar de otro invento reciente y desde las prácticas de lucha populares: los escraches.

En cuanto a la consideración del uso del lenguaje, el fenómeno novedoso tiene su propia contrapartida en el poco márgen de libertad para la creación de nuevas formas que reaparece en muchas enunciaciones. Continuamente aparecerá la palabra “miedo” descalificando posturas distintas, mayormente cuando se trata de crear algo nuevo. De este modo, al intento de pensar criterios innovadores para relacionarse, se le responderá, en distintas ocasiones “yo no le tengo miedo a hablar de dirigencia” o bien, “yo no le tengo miedo a hablar de negociación con las autoridades”. Lo mismo, sin ir tan lejos, cuando la propuesta sea dejar de lado un poco el enriedo de lo discursivo sobre sí mismo para pasar a la acción y, desde ahí, a la reflexión sobre la práctica 175 Esta discusión, surgida al hacer la bandera, se basó en argumentos similares a los sostenidos –de ambos lados- en cuanto a la validez o no de referirse a los co-asambleístas como “compañeros”. 176 A medida que transcurra el tiempo y el emblema iniciático sea cuestionado reiteradas veces, el único rótulo identitario que persistirá sera el de “asambleísta” 177 Una resignificación simpática: al lugar de Parque Centenario donde está la gente que vota, comúnmente se hace alusión como "corralito", sin haber escuchado yo de nadie que haya hecho alusión al uso reificado de esta palabra.

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“yo no le tengo miedo a pensar”. Esta forma discursiva que aparece reiteradas veces en boca de distinta gente da cuenta de un mecanismo inconciente de deslegitimación del argumento opuesto, al imputarlo al fantasma nacional, como si no pudiera ser un desacuerdo genuino. Hay un trasfondo tenebroso que sostiene estos desafíos velados: la última dictadura militar. Sin embargo, si se sigue la conclusión difundida de que el miedo es lo que paraliza (entre estos, el de equivocarse), quizás pueda plantearse que el hecho de que la palabra aparezca usada como denegación afirma su presencia.

Otra de las palabras claves en los mecanismos retóricos colectivos es "necesidad"; esta palabra aparece costantemente, referida a los más diversos temas, lo cual muchas veces acentúa la sensación de ansiedad dado que confluye con el deber de seguir determinados pasos, de ordenar lo que aparece como inconmensurable. Una de estas concebidas "necesidades", recalcada insistentemente a lo largo de cada encuentro, fue la de definir a qué tipo de asamblea se hacía referencia en el encuentro. Estas discusiones semánticas, es decir, la mera lucha por la definición de una palabra, traerán de la mano el despliegue de erudición de muchos de los participantes, refiriendo a sus distintos usos a lo largo de la historia, o jugando didácticamente con la etimología ("democracia puede entenderse como el gobierno del pueblo o como aquellos que gobiernan al pueblo"). Estas reflexiones ilustradas redundarán en un intento de clasificar lo nuevo en relación con lo viejo tomando como referencia la palabra, aislada de todo anclaje contextual. En este aspecto, “Asamblea” y “Democracia” serán claves y, muchas veces, idénticas. Es que si esta última muchas veces hace alusión a "el sistema", otras tantas pasa a connotar a "las asambleas". Por poner un ejemplo de cómo se tejen estas argumentaciones, ante la sugerencia de alguna acción puntual dentro del barrio (desde un plan de vacunación hasta la colecta de alimentos o la realización de un festival), surgen los tradicionales enredos en que se divierte la polisemia y es el momento crucial como para que alguien proceda a argumentar, haciendo gala acrobática de un gran salto greco-argentino:

“si el hombre es un animal político, nuestras asambleas son políticas, por tanto concebirlas fuera de la política es minimizar su función".

Así, no faltarán propuestas que no le esquivan al nivel de abstracción: las discusiones frecuentemente se articularán en función de los significantes, bajo el supuesto de que estos provocan determinadas connotaciones, sobre las cuales pocas veces hay acuerdo –como bien concierne a la polisemia. Este carácter abstracto de la discusión –en el mejor de los casos, no se intenta clasificar el hecho, sino la mera palabra- será aun otro factor elitizante de los encuentros, a la vez que acentuará la ansiedad frente a la infinitud de las tareas propuestas.

De ese modo, argumentos y contraargumentos ocuparán reuniones enteras, en medio de una tensión constante entre el miedo a la diferencia y la voluntad de convencer al resto. Sin embargo, suele pasar que muchos -pertenencia organizacional extraasamblearia o no- ya vienen con ideas formadas que no están convencidos de negociar, con lo cual las discusiones se hacen aun más abstractas y bizantinas.

En este contexto, hasta lo más radical puede pasar a ser una palabra. Fue así como alguien sugirió:

"la revolución no es una meta a alcanzar sino una herramienta política para lograr que la gente se acerque, es un indicador de los intereses de la convocatoria".

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Conclusión (tentativa)

La asamblea intenta reproducirse a sí misma como encuentro autorreferencial, donde la sensación afirmativa de ser sujetos de la historia (agentes de cambio) puede producir un deseo omnipotente de absoluto que termina siendo paralizante –tanto en cuanto a la abarcatividad, como en cuanto a la capacidad de autoengendrarse al margen de los condicionamientos del entorno ampliado.

Esta pretensión de subvertir los actores centrales choca con el pensar el acontecimiento desde los límites instituidos de la “política”, donde existe una paradojal alusión exigente hacia las autoridades, convalidándolas. La pregunta acerca de si hay algún tipo implícito de ciudadanía propuesta cuesta responderse cuando permanece indefinida la inclusión conceptual (yuxtaponiéndose con la material), a pesar de la constante reconfiguración de los profundamente implicados umbrales divisorios de lo público y lo privado. La subjetividad resultante se resiste a ser considerada categóricamente como “nueva”. En consecuencia, cabe repetir la pregunta inicial acerca de hasta qué punto el fenómeno asambleario implica una ruptura en cuanto a la creencia en la infructuosidad de la participación política.

La frecuente existencia de propuestas con veto mutuo, la tensión contradictoria –al menos en la sociedad que es punto de partida- masificación/intelectualización, el difícil equilibrio práctico entre acción/reflexión, la lucha terminológica donde se enfrenta lo contrario desde lo mismo -lo que puede implicar tanto la no asunción de un cambio real como el retomar conceptos denegados desempolvando su productividad significante- configurando una deficiente inscripción del lenguaje, son distintos factores que, por otra parte, desembocan en un girar sobre sí mismo del fenómeno.

Queda planteada la mera sospecha en torno a distintos ejes. Por una parte, en cuanto a la productividad de intercambios discursivos donde lo enunciado tiende a revestir un formato monológico, en un ámbito donde lo comunicacional aparece como neurálgico y definidor ¿se intenta un nuevo modo de comunicación, es decir, de poder?.

Por otra parte, en cuanto a la efectiva construcción de un movimiento horizontal cuando parte fundamental de las propuestas pasa por remitirse a la palabra autorizada de expertos en un tema –reproduciendo los parámetros macrosociales que intentan reducir lo político a una cuestión de expertos. Por supuesto que estos ejes presentan un modo tendencial, no absoluto ni unívoco.

Si bien existe en los asambleístas un modo peculiar de apropiarse del contexto, lo cual marca un trazo identitario, la inexistencia de mecanismos de afrontamiento del grado de heterogeneidad presente dentro de las propias fronteras de un sujeto colectivo (en cuanto a valoraciones así como en cuanto a grado y tipo de involucramiento) dificulta la ilusión compartida de un “nosotros”.

Como resultante, la difícil adecuación de expectativas, a lo que se suman otros múltiples planos de un futuro que escapa a la predictibilidad, confluye con la falta de representatividad de mucho de los conceptos interiorizados –que marcan horizontes de lo pensable, constituyendo el mundo interiorizado. Es así que toda interpretación por parte de los agentes se construye sobre la puesta en crisis tanto de los parámetros compartidos como de las inscripciones narrativas previas. De este modo, los cánones conocidos de la vida cotidiana aparecen disgregados ante la inexistencia de lo instituido.

Así, a la sensación de amenaza constante desde el exterior corre paralela la del interior: esta indefinición queda paradigmáticamente representada por el abordaje de las dimensiones fundamentales de la vida humana: el espacio y el tiempo. Estas categorías primarias fundantes de la comprensión y competencia de los individuos y, dialécticamente, de la sociedad intenta develarse en su estado puro: sin criterios de demarcación. Esto deriva en una ansiedad fundamental y un desesperado intento de colonización de no-se-sabe-bien-qué.

Identidad, vida cotidiana, percepción...Estos desajustes propios de una situación crítica son difíciles de imputar diferencialmente a la crisis social y económica o a la crisis histórica. Sin embargo, esta definición implicaría un supuesto respecto a la valoración del suceso: ¿nos encontramos ante la crisis de este patrón de normalidad, o frente a la crisis del patrón de normalidad?

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Las Asambleas barriales como nuevos actores

de la gestión pública urbana Aída Quintar, Tomás Calello, Grisel Adissi178

Introducción:

El acontecimiento del 19/20 de diciembre de 2001 puede ser interpretado como una irrupción social en el marco de un creciente proceso de deslegitimación del sistema representativo en la Argentina. Como consecuencia del mismo, surgen distintos procesos organizativos, entre los cuales resaltan las Asambleas barriales que, además de resistir al poder, pusieron en evidencia otras modalidades de sociabilidad y práctica política diferentes a las tradicionales. Esa nueva comunidad de subjetividades se constituye a partir de la confluencia de los diversos movimientos de Asambleas, de piqueteros, de trabajadores de las fábricas recuperadas, de grupos de derechos humanos, centros estudiantiles y culturales, colectivos de comunicación alternativa, murgas y grupos de artistas donde se nuclean resistencias juveniles. Se constituyen así sujetos colectivos que con sus intervenciones buscan nuevas formas de pensar-hacer política en contextos de profunda crisis social, resignificando la noción de espacio público.

Las formas organizativas que fueron adoptando las Asambleas se modificaron con el tiempo, conformando distintos niveles de articulación territorial (interbarrial e interzonal principalmente) como así también de coordinación de acciones orientadas a la resolución de temas problemáticos referidos a la reproducción de las condiciones de vida de la población. En el caso de Intersalud, por ejemplo, trataron de cubrir el vacío generado como consecuencia del abandono de ese campo social por parte del Estado. Como derivaciones de estos espacios de coordinación, surge una línea de debate referido a problematizar quiénes serán los destinatarios de las propuestas. En experiencias de coordinación como la de “Intersalud” (donde se agrupan asambleístas y personal vinculado al sector sanitario de la ciudad) u otros espacios donde los temas tratados conciernan por ejemplo a cartoneros o grupos marginalizados –caso de las iniciativas de comedores, merenderos y ollas populares- proveerán, como veremos en el apartado siguiente, una fuente de debate acerca de las posibles implicancias o efectos de las iniciativas.

Otras cuestiones que irán surgiendo en esos espacios de coordinación no estarán exentas de problemas en el intento de ir conformando ensayos organizativos que garanticen uno de los principios constitutivos de las asambleas como lo es el principio democrático de horizontalidad y de participación en la toma de decisiones. Así, la misma dinámica de los encuentros y el grado de apertura a la experimentación permitido por las formas organizativas y discursivas de las asambleas, radicalmente críticas de las prácticas delegativas y verticales tradicionales, propiciará el surgimiento de modos novedosos de convivencia entre lo heterogéneo. Esta característica tendrá importantes consecuencias al tratar de efectivizar iniciativas sociales en el territorio de la ciudad, e intentando superar con sus prácticas la separación entre problemas políticos y sociales.

De manera simultánea al cuestionamiento de las prácticas políticas tradicionales, tuvo lugar la recuperación de espacios públicos por parte de las asambleas y de actores sociales sumergidos. Así, si en un primer momento estas modalidades de asociación democrática encararon básicamente la deliberación y movilización políticas, luego se orientaron a la búsqueda de formas autogestionadas de resolución de problemáticas sociales urbanas. Esta circunstancia implicó a su vez una demanda mayor de responsabilidad, compromiso, continuidad en el tiempo y capacidad resolutiva que presentó dificultades y limitaciones de distinto tipo pero también el desafío de concretar un aprendizaje colectivo en la implementación de formas de gestión que estuvieran en consonancia con el carácter innovador fundacional que tuvieron estas organizaciones sociales en su forma de pensar-hacer política. En tal sentido, en la investigación acerca de diversas experiencias orientadas a la autogestión que llevaron a cabo varias Asambleas durante el año

178 Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento

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2002 intentamos focalizar nuestra atención justamente en las relaciones entre los distintos actores sociales, políticos e institucionales involucrados. Asimismo nos interesó detectar las tensiones que podían generarse generadas en la interacción entre las instituciones tradicionales de la política y los nuevos actores no instituidos que, en consonancia con su búsqueda de innovación en las prácticas políticas, intentaban desarrollar formas de gestión no convencionales. En este trabajo se exponen algunas de estas experiencias con el propósito de hacer inteligibles ciertos procesos que consideramos novedosos como prácticas de gestión popular incluyendo para ello tres casos de estudio:

a) el de la recuperación de la Clínica Portuguesa –que había sido abandonada por sus dueños varios años atrás- en el que se plantea la gestión conjunta de algunas Asambleas de la zona oeste de la capital con una autoconvocatoria de trabajadores de la salud y con el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas;

b) el de la recuperación de una fábrica de pan en el Hospital Borda de Salud Mental en el que se plantea la gestión conjunta de algunas Asambleas del sur de la capital con el cuerpo médico-psiquiátrico del Hospital, estudiantes de psicología autoconvocados y la comisión de Ciencia y Técnica del Movimiento Autodeterminación y Libertad; y,

c) el de la gestión conjunta -llevada a cabo por los cartoneros y algunas Asambleas del norte de la capital- con el objeto de lograr que TBA (Transportes de Buenos Aires) habilitara la estación Carranza para el Tren Blanco (tren usado por los cartoneros) y también para llevar adelante una Campaña de Vacunación a los cartoneros (contra el tétanos, el cólera, la difteria, y otras enfermedades vinculadas a la recolección de residuos)

El trabajo concluye con algunas reflexiones finales en las que a modo de conclusión preliminar planteamos algunos ejes de comparación entre las tres experiencias analizadas.

La clínica Portuguesa: un espacio de confluencia entre Asambleas, trabajadores de la salud y trabajadores de empresas recuperadas.

Desde los inicios del movimiento asambleario, el proceso de problematización y recuperación de la cuestión pública por las Asambleas tuvo su manifestación espacial en la reapropiación del espacio urbano para la actividad deliberativa. Las reuniones en esquinas de la ciudad o en plazas, abiertas a todo aquel que quisiera participar, materializaron la emergencia de un nuevo actor social –la Asamblea- que intentaba revertir el proceso privatizante de los ámbitos colectivos.

Este tema de la recuperación ya había sido anticipado en la experiencia de las fábricas que a punto de quebrar o cerrar eran ocupadas y autogestionadas por sus trabajadores. También ciertos Centros Culturales habían optado por recuperar viejas casas abandonadas para generar espacios alternativos. Esas prácticas ayudaron a configurar un peculiar horizonte de sentido en las Asambleas dentro del cual la “recuperación” de espacios con fines de autogestión popular fuera considerado como algo posible y deseable. En ese marco, hacia el mes de agosto de 2002 algunas Asambleas de los barrios de Flores y Floresta - Plaza 20 de diciembre, Plaza de los Periodistas y Parque Avellaneda- encararon en forma colectiva la recuperación de un predio abandonado para darle algún destino de uso comunitario.

Al entrar al predio constataron que éste no sólo era una casa abandonada sino que estaba conectado con otro edificio que resultó ser la Clínica Portuguesa (mutual de esa colectividad) que llevaba ya seis años cerrada y abandonada. Al incursionar en ella encontraron que había allí montado un centro de salud íntegro, con sala de terapia intensiva equipada, máquinas de rayos X , respiradores artificiales, habitaciones con camas de primera calidad, entre otras cosas.

A partir de ese inesperado hallazgo, el colectivo de Asambleas que se había constituido en la ocupación del predio se vio compelido a reformular su propuesta en función de la nueva situación,

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para lo cual comenzó a conectarse con otros compañeros asambleístas -algunos de ellos profesionales de la salud- así como con compañeros que participaban en el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER) con los cuales habían compartido poco tiempo atrás unas jornadas de Economía Solidaria. Del encuentro con estos últimos nació la idea de montar una suerte de obra social, en realidad una mutual, para los trabajadores de las empresas recuperadas. A su vez, se acercaron profesionales de la salud de los hospitales de la zona – el Durant y el Alvarez- interesados también en desarrollar planes de atención primaria para el barrio complementando la actividad de los hospitales.

La sorpresa del hallazgo fue rápidamente convertida en noticia y difundida en ciertos medios facilitando que muchos profesionales de la salud, más alejados de las prácticas asamblearias se interesasen por participar de la experiencia. En septiembre de ese año el periódico Página 12 informaba: “Hace dos semanas un grupo acababa de instalarse en una clínica abandonada de Flores, donde encontraron todo tipo de instrumental intacto e imaginaron que desde allí podría funcionar una obra social para los trabajadores de las empresas recuperadas y un centro de medicina preventiva para el barrio. El proyecto ya tiene forma y contenido y trabajan en él 186 profesionales de la salud de manera solidaria. El eje es atender y mejorar la salud, partiendo de la modificación real de las condiciones de trabajo, algo sólo pensable a partir de estas experiencias donde el dueño de la producción es el propio trabajador, explica el médico sanitarista Jorge Heuman, quien trazó la base de la propuesta junto con Alicia Montoya, docente y asambleísta de la zona. Si sus cálculos no fallan, dentro de tres semanas varios equipos médicos irán a las fábricas para elaborar las primeras fichas de salud del personal.”

En la primera asamblea que realizaron, entre los actores involucrados en el proyecto, también concurrieron 24 de los 36 ex empleados efectivos de la vieja clínica, entre quienes había enfermeros, técnicos y administrativos, que en un principio resolvieron integrarse y apoyar el pedido de expropiación del lugar pero que luego decidieron no permanecer por no compartir el proyecto del colectivo asambleario y de profesionales que se había ido consolidando.

En los primeros encuentros entre asambleístas, trabajadores del MNER y trabajadores de la salud (aproximadamente unos 200, entre ellos médicos, psicólogos, enfermeros, odontólogos, etc.) se fueron definiendo las principales líneas de trabajo al mismo tiempo que se fue trabajando en acondicionar el lugar para su utilización efectiva. El proyecto se definió centralmente como una mutual para los trabajadores del cual serían beneficiarios unos 8000 integrantes de 61 fábricas autogestionadas de Capital Federal y del primero y segundo cordón del Conurbano. A su vez, la clínica en sí misma seguirá funcionando como base de una atención primaria en el barrio, que esperan que se irá complejizando con el tiempo. Para lo cual comenzaron a trabajar en una línea referida a desarrollar diversos talleres: de educación sanitaria para el barrio (incluyéndose campañas de vacunación) y también de salud reproductiva orientado tanto a las mujeres del barrio como a la de las fábricas recuperadas.

En relación a la primera línea de trabajo – con los trabajadores del MNER- el concepto central de la propuesta de un experimentado médico sanitarista -que funge como líder natural del grupo de profesionales- es “llevar la salud a la fábrica”. De acuerdo a los testimonios de los diversos profesionales de la salud que participan en el proyecto, las razones que más los convocaron a incorporarse al mismo se vinculaban al interés por apoyar, desde sus respectivas profesiones, al movimiento de los trabajadores de empresas recuperadas y autogestionadas por ellos. A su vez, la idea de esos profesionales es que a partir de esa primera experiencia se podrían reproducir otras conformando equipos en otras zonas.

En términos de la organización interna se fue definiendo una cierta subdivisión de responsabilidades entre lo que es propiamente el proyecto de la mutual de salud para las fábricas recuperadas y lo que involucra las tareas de atención primaria de la salud asociadas a los barrios a los que pertenecen las Asambleas participantes. Entre aquellos primeros se puede decir que, si bien el colectivo es horizontal , hay integrantes que por su propia experiencia ejercen un liderazgo natural y son los que funcionan como coordinadores en las diversas instancias de ejecución del proyecto.

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Los profesionales vinculados a la salud se comenzaron a reunir en asamblea para debatir el proyecto.

“… empezamos a tratar de ver cómo entendíamos nosotros la salud, cómo encararíamos una obra social, con qué criterios; lo discutimos, elaboramos un proyecto de salud que presentamos al movimiento, que el movimiento estuvo de acuerdo y se formó un primer grupo de profesionales para trabajar en IMPA, que es la fabrica que ya está más estable y que tiene mucha necesidad de atención en salud, porque hace bastante que está sin ningún tipo de atención y cada uno se arregla como puede…..La idea es extenderlo a más fabricas que estén sin cobertura médica…” (un entrevistado de los profesionales de la salud)

El proyecto contemplaba varias etapas – hoy ya muchas de ellas se han cumplido- que incluían en un comienzo la confección de una historia clínica y un chequeo de los trabajadores de las diversas fábricas recuperadas. En el proyecto también se contempla contar con cierto apoyo de los hospitales más cercanos en base a una red informal de contactos. Del mismo modo, recibieron un ofrecimiento de un laboratorio de la facultad de medicina de la Universidad de Buenos Aires para hacer algún tipo de análisis.

Por ahora han logrado concretar un equipo de salud que funciona en la fábrica IMPA y que está integrado por un profesional médico, un psicólogo, enfermeros y expertos en higiene y seguridad. La posibilidad de conformar un segundo equipo de salud en fábricas está proyectada para un conjunto de tres o cuatro establecimientos que junten una masa crítica mínima de trabajadores. En ese sentido se estaría preparando ya un equipo que funcionaría en la imprenta recuperada Chilavert por tener cerca de su zona otras fábricas menores con las que se organizaría, y donde se instalaría un consultorio mínimo con un equipo de médicos, psicólogos y otros trabajadores de la salud (kinesiólogos, odontólogos, etc).

En la clínica no se atiende pacientes porque aún no lograron la expropiación y por lo tanto no tienen la habilitación necesaria. Hay además un problema de financiamiento porque poner en funcionamiento la clínica utilizando los niveles de complejidad que podría abarcar- requiere de una organización más compleja que la existente. Lo que funciona en la clínica, como ya lo mencionáramos anteriormente, es un taller de sexualidad y también el asesoramiento sobre anticonceptivos así como la colocación de un dispositivo intrauterino (DIU) en caso de demanda, orientado tanto a las trabajadoras de las fábricas recuperadas como a las mujeres del barrio.

“…estamos trabajando con atención primaria y estamos derivando los casos a hospitales, tenemos conexiones, sobre todo con el Durand que es el que está más cerca de la fabrica IMPA, y después conexiones con los profesionales de otros hospitales para derivar enfermos. Con el Álvarez conseguimos que nos den anticonceptivos y nosotros hacemos la atención.”

Respecto al tipo de estructura organizativa que se plantea esta Asamblea de Profesionales de la Salud, surgen algunas cuestiones interesante que parecerían estar en debate entre los miembros fundadores y sin duda el tema de la horizontalidad de las relaciones es bastante central. La situación es compleja ya que por un lado parece existir un cierto liderazgo natural logrado a partir de la experiencia en la organización de hospitales pero al mismo tiempo hay una inquietud por desarrollar formas de relación más horizontales que forma parte de una suerte de pacto fundacional de las Asambleas gestadas a partir de las jornadas de diciembre de 2001. En el debate acerca del tema apareció una propuesta aparentemente superadora que plantea que el funcionamiento no debería ser ni vertical ni horizontal sino transversal. El entrevistado lo explica así.

“ La transversalidad hay que construirla. El concepto sería que hay uno que, por ejemplo, como estamos dividiéndonos un programa para tratar de organizar mejor, por ejemplo, hay un equipo de sexualidad y mujer, un equipo en niñez y un equipo salud mental comunitaria. Entonces si bien hay un equipo que marca cierta línea, hay decisiones en las que si o si tenemos que participar todos. Como por ejemplo; que lugar le vamos a dar al Estado en el financiamiento de todo el proyecto integral, que lugar le vamos a dar a cierta organización internacional. Entonces en eso,

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hay algo que atraviesa lo que somos todos nosotros. Pero en la medida en que no todos asumimos que todos tenemos que tener el mismo grado de participación y decisión y uno delega o espera que alguien le diga, vos ésta semana tenés que hacer tal cosa, vos ésta semana tenés que llamar a tal fábrica, se va consolidando una estructura más vertical…. Porque una cosa es repartir las tareas horizontalmente, si lo queremos llamar así, y otra es esperar que te digan que tenés que hacer; en este sentido no podés reclamar horizontalidad si no la estás ejerciendo.

En términos de las relaciones que se generan entre los distintos actores sociales, políticos e institucionales involucrados en el proyecto, hay un conjunto de problemas que marcan el difícil camino a recorrer en este proceso de búsqueda de nuevas formas de pensar-hacer política o de plantear formas no tradicionales de gestión. Uno de los claros resabios de la vieja subjetividad que se pretende cambiar es el del hegemonismo que en el caso del proyecto que estamos analizando se plasma en la preocupación, por parte de los grupos políticos que hay detrás de ciertas fábricas recuperadas, por ver quién “capitaliza” políticamente la experiencia. Una de las profesionales de la salud entrevistadas explica así este problema:

“la dirección política de cada fábrica es la que se opone y no acepta a un equipo de salud si éste venía propiciado por otro grupo político. Eso generó un desgaste en mucho de los profesionales que tenían muchas ganas de trabajar en lo que sabían, favoreciendo el crecimiento de las fábricas, porque cualquier fábrica que tenga asegurada la atención en salud sí o sí se va a fortalecer en los otros aspectos. O sea la intención del equipo de salud no es torcer la orientación política de esa fábrica, sino fortalecerla…”

Resulta interesante destacar que muchos de los profesionales que participan en la Asamblea de Profesionales de la Salud de la Clínica, mantienen una inserción en sus respectivas Asambleas y buscan también desarrollar otras líneas de trabajo con cierta autonomía respecto a la relación con las fábricas recuperadas, fuese cual fuese el grupo político que las sustentase. Es decir, plantean que se reproducir estas formas de intervención en otras instancias como pueden ser ciertos agrupamientos de trabajadores que aún están desprotegidos en relación a su saluda. Surgen ejemplos como el de los trabajadores motoqueros que están intentando agremiarse, una asociación de meretrices o algún grupo del movimiento de trabajadores desocupados piqueteros. Al respecto, una profesional entrevistada plantea que a raíz de la participación de un compañero en algunas reuniones de salud del Movimiento Piquetero Anibal Verón (una de las corrientes más claramente autonomistas de los piqueteros) se planteó el ese debate en la Asamblea

“ lo que se discutía es que si alguno de los compañeros tenemos vinculación con alguna otra organización social como por ejemplo, los movimientos piqueteros, ¿porque no coordinar, acciones de salud y que el equipo de salud pueda intervenir en lo que esas asociaciones o agrupaciones u organizaciones requieran.?

Cabe mencionar que, en relación a las articulaciones que los integrantes del proyecto de la Clínica Portuguesa intentaron llevar adelante con otras instituciones públicas, la vinculación con los Hospitales Alvarez y Durand y con las Facultades de Medicina y Odontología de la Universidad de Buenos Aires tuvieron diversos niveles de formalización y compromiso institucional por parte de las instituciones públicas. En el caso del Hospital Alvarez la relación se planteó con los propios directivos del Hospital (concretamente la subdirectora) quienes proveyeron de anticonceptivos de todo tipo para el programa de salud reproductiva. Con el Hospital Durand la relación no es interinstitucional sino que se reduce a los vínculos informales que el equipo de salud trabó con profesionales del hospital a los que les interesa el proyecto y quieren colaborar. En ese caso, la colaboración pasa por facilitar turnos de atención a los pacientes que el equipo de salud de la Clínica Portuguesa considera necesario derivar al Hospital. Con la facultad de Odontología el acuerdo pasa por lograr la atención odontológica de los trabajadores pagando estos últimos los costos de los materiales que son financiados sobre la base de una modalidad de fondo común solidario que promueven y gestionan los propios trabajadores sin que en ello intervenga el equipo de salud. Algo similar resulta del acuerdo con ciertas escuelas técnicas que fabrican anteojos a bajo costo.

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En cuanto a la relación del equipo de salud de la Clínica Portuguesa con el Gobierno de la Ciudad es ambigua ya que éstos pretenden que allí funcione un centro de salud que dependa del gobierno de la Ciudad. Aparentemente es una intención política de apropiarse del lugar y ser ellos los que establezcan y conduzcan la obra social para empresas recuperadas. También es contradictoria y confusa la relación que mantienen los profesionales de la clínica con el barrio dado que, por un lado, algunos vecinos del lugar no están de acuerdo con la modalidad de ocupación que hubo -aparentemente son los residentes que tienen algún tipo de interés material en que el proyecto no prospere –, por otro, en el barrio hay muchas familias que viven en malas condiciones en hoteles e inquilinatos y para quienes este proyecto les significa una cobertura de salud de la que carecen. Sin duda la multifragmentación social del barrio en el que conviven sectores de clase media acomodada con bolsones urbanos de pobreza e indigencia, hace difícil lograr un consenso mayor para la actividad, lo que marca una clara diferencia con la inserción fabril que fue adquiriendo el proyecto.

En función de lo mencionado, si bien parecería que el proyecto sigue en marcha a pesar de las diversas dificultades que en el día a día debe sortear, medir sus logros en términos de “eficiencia” sería no reconocer en este proceso autogestionario una lógica que guía los esfuerzos colectivos y cooperativos desarrollados por este entramado de actores que fueron conformando este proyecto diferente a la de la gestión tradicional. Tomando, sin embargo, los comentarios de los propios participantes en relación al éxito del emprendimiento, parecería haber consenso en que por ahora los esfuerzos realizados para llevarlo adelante han sido “demasiados” si se los compara con los resultados obtenidos, en particular por la lentitud que lleva el proceso de resolución legal de la situación de ocupación. Dado, por otra parte, que en una trama de relaciones extensa como la que conforma este colectivo a la vez que se aglutinan esfuerzos también aparecen puntos de vista divergentes, el pasaje de la primera a la segunda etapa de concreción del proyecto se demora y puede incluso correrse el riesgo de que se genere cierto desgaste que ponga en peligro la continuidad del mismo. Sin embargo, no cabe duda que este emprendimiento autogestionario resulta altamente innovador no sólo por la propuesta médica de “llevar la salud a la fábrica” sino también por el carácter que le imprime al servicio la consideración de sujeto del destinatario y no sólo de sujeto, sino de un sujeto que a través de sus prácticas como parte de un colectivo de trabajadores autogestionarios marca una línea de conducta social muy valorada por los profesionales de la salud que le brindan ese servicio. En parte, rompe incluso con ese imaginario social del médico como alguien que está más allá de los “ciudadanos comunes”, ubicándolo en un lugar de igualdad con otros trabajadores que, sin embargo, en nuestra sociedad son catalogados como pertenecientes a los grados inferiores de la escala social, sin llegar a ser estigmatizados como lo son los sujetos de los siguientes estudios de caso que se analizarán en este trabajo.

Una fábrica de pastas llamada “Pan del borda”

El llamado “proyecto del Pan del Borda” comienza en el espacio de Intersalud (ámbito temático de coordinación asamblearia), a mediados del año 2002, cuando sus contactos con una de las listas de la Asociación de Médicos Municipales lleva al “descubrimiento” de una fábrica de pan y una lavandería, abandonadas tras su privatización ocho años atrás en el seno de dicho hospital neuropsiquiátrico179, convirtiendo a la posibilidad de su recuperación en el objetivo de un grupo de Asambleas Barriales. Con el transcurso de los días, la atención quedará recortada y redefinida: en el subsuelo del piso donde se encuentran los hornos de pan, yace una fábrica industrial de pastas. Junto con las Asambleas, el proyecto fue encarado por la Comisión de Ciencia y Técnica del Movimiento Autodeterminación y Libertad (AyL)180 y dos médicos de planta del Hospital, que también eran asambleístas. Es así que este proceso de gestión comenzará impulsado por un

179 El Hospital Interdisciplinario Neuroasistencial “José T.Borda” es el manicomio municipal con mayor presencia en el imaginario social. 180 El Movimiento de Autodeterminación y Libertad surge en el año 2001. Se plantea como un movimiento político que opera transitoriamente en el marco del sistema representativo pero a su vez lo cuestiona e intenta impulsar prácticas políticas que vayan surgiendo de la propia sociedad.

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grupo heterogéneo de participantes pero que podrían ser conceptualizados (haciendo abstracción de otras características) como tres actores colectivos diferentes (los asambleístas, los miembros de AyL, los médicos del Hospital).

A mediados de septiembre, estos serán “facultados” por la Intersalud para elaborar un proyecto de puesta en funcionamiento. Un mes más tarde el proyecto habrá sido aprobado por aquella instancia asamblearia, siendo en consecuencia presentado por primera vez ante el director de Hospitales del Gobierno de la Ciudad y ante la Secretaría de Bienestar Social, dado que se considera que por tratarse de un espacio estatal, corresponde al gobierno tomar en sus manos el futuro de este emprendimiento. Este es el comienzo de un largo peregrinar en torno a funcionarios estatales, y de un largo discurrir alrededor de discusiones que no llegan a cerrarse.

La historia del Pan del Borda comienza desglosada del espacio, aun antes de haber ingresado en este. Fue en primer lugar un “telefonazo” en el que sinnúmeros llamados de reclamo a Aguas Argentinas lograron en un par de días la presión suficiente como para que la empresa cediera a desagotar aquellos 20 cm. estancados desde hacía años en un sótano por la rotura de un caño maestro. Más adelante, fue una porción considerable de espacio en uno de los diarios porteños de mayor circulación: ya había suficiente información y denuncia como para el puntapié inicial de esa nota, que redundaría en sucesivos reportajes en distintos medios de comunicación. Recién un mes más tarde, y tras mucho insistir este grupo revoltoso de ciudadanos conseguirá hacerse con la llave que da acceso a la fábrica. En ese acto, los médicos asambleístas participantes recibirán el contradictorio lugar de “nexo entre la comunidad y el Hospital” y un funcionario del gobierno rubricará, en medio de la expectación general, el proyecto.

A partir de ese momento se limpiará, fumigará, pintará el lugar; las máquinas poco a poco irán siendo reparadas; pero la presencia de los funcionarios del gobierno de la Ciudad no habrá sobrepasado las palabras. La rehabilitación del sótano comenzará a constituirse una gestión paralela a las exigencias reiteradas y vacuas ante el Estado de presupuesto y garantía de compre de la producción –en función de abastecer Hospitales y comedores populares de la zona. Ante esto, ante la harina recibida de manos de anónimos donantes, se optó por comenzar tímidamente a probar el funcionamiento productivo; este cambio de planes provocará el hito de una primera ruptura entre quienes habían impulsado el proyecto. Salvando obstáculos, imprevistos y vacilaciones, fin de año regalará la posibilidad de cumplir un fuerte anhelo: el 31 de diciembre, de la fábrica de pan y pastas del Borda saldrán cientos de pan dulces para agasajar a la población hospitalizada. Se daba así comienzo a la primer tanda de lo que podría llamarse “producción significativa”: una producción con alto valor simbólico, aunque nulo valor propiamente fabril.

A esto seguirán las facturas bautizadas a principio de siglo por los anarquistas, repartidas en la conmemoración de la “Semana Trágica” –bautizo de los días en que aquellos habían sido asesinados. Luego, la entrega de pastas para apoyar el “acampe” de los obreros de Brukman, mientras esperaban algún fruto de su presión por entrar a aquella empresa recuperada. El mes de mayo sugerirá a la panadería una producción pequeña pero regular: pizzetas para el comedor popular que habían comenzado unos estudiantes de Psicología –que a su vez, se sumarán al proyecto. La fábrica del Borda soportará la espera de fondos del Estado mediante la agregación de minúsculos aportes voluntarios y gracias a la ocurrencia de un miembro viajero de hacer un asado en Varese, Italia, para recaudar fondos que dará como resultado el aporte de 700 euros.

En medio de los continuos reclamos hacia los funcionarios, este emprendimiento habrá visto, además, lo que fue considerado como “necesidad de tener una existencia jurídicamente palpable” para optimizar las infructuosas “negociaciones”. Los trámites para constituirse en Asociación Civil provocarán meses de disputas sucesivas entre los oscilantes miembros del proyecto. Meses en que la repercusión mediática ofrecerá nuevas donaciones y nuevos protagonistas, yuxtapuestos ambos en un proyecto del que se comenzará a desconocer el destino que desea alcanzarse.

Pero si este devenir podrá ser relatado bajo un marcado sesgo mítico, a la vez puede ser analizado desde un plano más ligado a lo real. Aquí cabe entonces, hacer algunas acotaciones: por una parte, la dificultad de las tareas afrontadas llevará a forjar un relato que resultará en el desviar la atención de la parte más racional, propiamente planificativa, de la gestión que se desea

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encarar. Por otra parte, este hecho encuentra su correlato en el alto grado de circulación de quienes protagonicen el proceso, lo que se complementará con la particular perseverancia de aquellos actores particularmente interesados en el resultado de acuerdo con expectativas propias que exceden al conjunto. A esto se suma la dificultad no tematizada que implica el trabajar dentro de un neuropsiquiátrico y con sufrientes mentales. Paralelamente, el énfasis resulta puesto en el acercamiento nunca exento de dificultades hacia los funcionarios del Gobierno de la Ciudad.

Es así que en este sucederse incontrolado de agencias181 resultarán sembradas desconfianzas, luchas de poder y desinteligencias (tanto involuntarias como voluntarias) que irán conformando un campo de expectativas contrapuestas, que no logran plasmarse en una idea y un trabajo compartidos: en una gestión que se proponga modos escalonados y flexibles de acercamiento a una meta prefijada.

Claro está que esto cobra su tinte particular merced a la necesaria innovación requerida por este proyecto novedoso. Y es que dada la situación de constituirse como intento de superación de cierta prescindencia estatal, de asistencia a grupos sociales vulnerados (no sólo los pacientes del Hospital sino también distintos comedores populares entran en el horizonte de la idea inicial) y de la falta de precedentes jurídicos, se vuelve imprescindible -en aras de operacionalizar una gestión que se pretenda con un cierto grado de maniobrabilidad- un constante diálogo de autorreflexión, autoevaluación, redefinición y aprendizaje. De este modo, la complejidad requerida por la tarea propuesta implicaría una articulación sensata de los protagonistas, así como la constancia necesaria para hacer perdurar lo planeado en el tiempo, cuestiones -al menos aun- no logradas.

Sin embargo, lo que efectivamente tiene lugar es lo contrario: el camino recorrido tanto como los éxitos y fracasos obtenidos aparecen como fruto de un devenir informal y no planeado, que escapa al control de los protagonistas y que, como causante a la vez que como consecuencia, se constituye en fuente de disputas tanto explícitas como renegadas por parte de estos. Todo lo cual bien podría ser interpretado como la falta de una conciencia crítica acerca de los requisitos necesarios para una gestión real de los acontecimientos –que exceden por lejos los meramente enunciativos: las discusiones se prolongan una y otra vez sobre distintas opiniones acerca de temáticas puntuales, implicando una pérdida de tiempo en cuanto a la atención prestada a los temas propiamente operativos –ya sean estos técnicos o administrativos. En consecuencia, al no existir decisiones compartidas, estas son tomadas sobre la marcha y sin ningún tipo de criterio unificado, configurando no sólo una fluidez constante sino, además, un accionar caótico.

Es que no sólo los objetivos sino la propia forma de organización son constantemente descuidados, lográndose articulaciones sólo de modo efímero. Es por esto que resulta importante medir este proyecto en términos de su proceso más que de sus resultados –ya que estos últimos, principalmente por la importante repercusión pública, no son para nada desdeñables. A este respecto, deben ser considerados por una parte, la poca relevancia que implícitamente suele darse al espacio formalmente planteado como de decisión colectiva –que, también formalmente, se plantea con los mismos mecanismos que una Asamblea. En este sentido, no sólo no es respetado el espacio de reunión –tanto el horario como su existencia efectiva- sino que existen serias dificultades tanto en cuanto a la circulación de información como respecto a una escucha atenta y reflexiva, lo cual conlleva la falta de registro e inscripción de las experiencias que imposibilita el carácter procesual y acumulativo de resoluciones de la gestión. Por otra parte, pese a la inexistencia de un planteo acabado acerca de la división de tareas, conviven distintos grados y tipos de involucramiento de los protagonistas junto con diversas legitimidades. De este modo, los actores particularmente interesados y/o abocados a un determinado aspecto del proyecto, así como los entendidos acerca de determinadas temáticas (particularmente, las productivas y las relativas a la Salud Mental) intentarán incidir en base a distintas atribuciones autoritativas –muchas veces, contrapuestas- siendo los asuntos definidos y re-definidos más por una circunstancial correlación de fuerzas que por una postura colectiva y duradera de los interesados.

181 Utilizamos en este contexto la noción de agencia en el sentido de acción (voluntaria o no) que introduce un cambio.

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A su vez, esta falta de criterios compartidos generará contradicciones que permanecerán, también, irresueltas.

En suma, esta dinámica sugerida, claro está, genera más de un conflicto, dado que el recorrido se encuentra a merced de los recursos e influencias que los distintos actores sepan o puedan manejar. Esta disputa de poder aparece complementada por una maraña de distintos tipos de autoridad yuxtapuestos –la legitimidad basada en el propio esfuerzo, en el trabajo, en las redes de alianza tanto externas como internas, en los saberes previos, en la procedencia y el conocimiento “local” (aquí se encuentran los médicos del Hospital), en la convicción ideológica, en las capacidades retórico-discursivas, en la disponibilidad de información, en los contactos con los medios, etcétera.

El tren blanco de los cartoneros

Una de las actividades más significativas encaradas por las Asambleas barriales durante el año 2002, fue su apoyo a los cartoneros en las Ciudad de Buenos Aires. Los “recicladores informales de residuos” acrecentaron sú número durante ese año como consecuencia del agravamiento de la crisis social, generando distintos tipos de reacciones entre los vecinos, las empresas recolectoras de residuos, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y las empresas de transporte en cuyos vehículos miles de cartoneros se trasladan desde el conurbano bonaerense hacia la capital para realizar sus actividades.

Es importante destacar que la crisis social fue acompañada por una crisis política y de legitimidad sin precedentes de las instituciones del estado y como consecuencia de la aplicación de las políticas neoliberales durante las últimas décadas. En este contexto las iniciativas de las Asambleas para vincularse con los cartoneros y favorecer sus reclamos cobraron relevancia y visibilidad política, al poner de manifiesto las carencias de la autoridad pública y las “fallas del mercado” tanto para hacer valer sus derechos como para resguardar la salud de la población.

Las gestiones encaradas por las Asambleas lograron por un lado que una empresa privada de transporte desistiese de su actitud discriminatoria contra los cartoneros al impedirles realizar su trabajo, y por el otro, el involucramiento del estado en problemáticas como la salud que habían quedado al arbitrio del mercado. En ambos casos las gestiones de las Asambleas tuvieron un carácter marcadamente político que nosotros atribuímos al desarrollo por parte de sus miembros de modalidades de gestión no convencionales y que se caracterizan por su flexibilidad y efectividad. En efecto, las dificultades generadas en las relaciones entre las Asambleas y los grupos de cartoneros debido a las características de las modalidades organizativas que asume cada uno de ellos, no impidieron la realización de actividades y el desarrollo favorable de las gestiones realizadas en conjunto.

Si tenemos en cuenta que tales gestiones tuvieron lugar en un contexto de grave crisis social y política, los casos que hemos seleccionado como relativamente exitosos ejemplifican las posibilidades y limitaciones por parte de los vecinos y el Estado para llevar a cabo políticas sociales situadas en territorios y momentos concretos.

El análisis de estas formas de gestión popular puso de manifiesto las relaciones mas densas que vincularon a los actores considerados, tomando como eje o pivote de dicho análisis las gestiones que tuvieron lugar entre Asambleas barriales y grupos de cartoneros. Las circunstancias que hemos considerado significativas fueron la inhabilitación de los cartoneros para el uso del Tren Blanco en la Estación Carranza y la campaña de vacunación de los cartoneros

Desarrollamos a continuación cada uno de estos casos para luego extraer algunas conclusiones que nos aproximan a la comprensión de cuáles son algunas de las formas de gestión existentes en los sectores populares.

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La rehabilitación del Tren Blanco en la estación Ministro Carranza

Este servicio especial fue habilitado por la empresa TBA en el año 2000

Durante el mes de julio del año 2002 la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) dispone que el tren destinado al transporte de los cartoneros (Tren Blanco) sea inhabilitado en la estación Carranza del Ferrocarril Mitre. El Tren Blanco es una formación que opera entre José León Suárez y Retiro, transportando a los cartoneros –quiénes pagan un abono mensual- desde el Gran Buenos Aires para realizar la recolección de residuos en los barrios porteños de Palermo, Belgrano, Carranza y Núñez.182

Las razones aducidas por la empresa fueron las reiteradas quejas de los vecinos por la presencia de los cartoneros. Al comienzo se inhabilitaron los baños de la estación, ocasionándoles incovenientes ya que suelen concurrir con sus hijos a esperar dicha formación. Esta zona se caracteriza a su vez por la presencia de importantes emprendimientos inmobiliarios183

Cuando se inhabilita el Tren Blanco la asamblea de Colegiales (que se reúne en la estación homónima) reforzó sus relaciones con los cartoneros, ya que desde hacía algunos meses venían realizando distintas actividades en conjunto como grupos de reflexión, ollas populares y la participación en la asamblea.

Debido a la inhabilitación de Carranza los cartoneros debían trasladarse hasta Colegiales unas 15 cuadras en una zona de desniveles y con cargas de hasta 200kg; además de provocar un cuello de botella en esa estación debido al gran número de cartoneros que trabajan en los barrios cercanos.

Las Asambleas de Palermo Viejo y Colegiales junto a Lidia Quinteros–representante de los cartoneros agrupados en la Cooperativa del Tren Blanco-- deciden realizar una asamblea común. En dicha asamblea se consulta a los cartoneros presentes cuáles eran sus reclamos y se debaten medidas de acción como cortar las vías por medio de un cordón humano, denuncias en las boleterías, etc. Asimismo siete Asambleas barriales de la zona (Códoba y Federico Lacroze, Autoconvocados Viaducto Carranza, Bajo Belgrano, Scalabrini Ortiz y Santa Fe, Saavedra, Villa Urquiza y Juan B. Justo y Corrientes) junto a las dos mencionadas recolectaron 250 firmas entre los vecinos para un petirorio que expresaba la “preocupación por las trabas a la libertad de trabajo y circulación que están sufriendo los recolectores informales de residuos que acceden a la Capital Federal en el Tren Blanco” y solicitaba que se restituyese el servicio rápidamente.

El petitorio fue entregado al gerente del ramal Suárez del Ferrocarril Mitre quién se comprometió con los representantes de los vecinos a darles una respuesta afirmativa o negativa antes del mes de julio. Los asambleístas le adelantaron que “la entrega del petitorio era la primera y última acción formal que realizaban las Asambleas para conseguir la apertura de la estación Carranza, y que, de no haber una respuesta satisfactoria, las siguientes medidas serían de acción directa”.184 Hubo acciones que fueron efectivizadas (como el corte de vías llevado a cabo por cartoneros y vecinos de varias Asambleas en Coghlan). La medida fue tomada en las Asambleas por mayoría, pero no por consenso, ya que hubo vecinos que no estuvieron de acuerdo con la misma. Es de resaltar que la premura que requieren las gestiones entre los actores considerados suele no coincidir con la periodicidad de las reuniones que tienen lugar en las Asambleas, circunstancia que tiende a destacar a un conjunto de miembros más activos y conocedores de la problemática encarada. Al mismo tiempo esta situación favorece la emergencia del liderazo y promoción de quienes detentan informalmente este “poder”. Otro de los incovenientes que se presentaron en las Asambleas se debió al cuestionamiento por parte de algunos asambleístas a la representatividad de los líderes cartoneros con respecto al conjunto total de sus representados y a las modalidades que asumía dicha representación. Sin embargo es en Asambleas donde se decidieron encarar las gestiones conjuntas ante TBA.

182 Este servicio especial fue habilitado por la empresa TBA en el año 2000 183 Principalmente de tipo loft, cuyo valor como el de las otras propiedades se ve afectado por la presencia ocasional o permanente de cartoneros y grupos sociales desfavorecidos. 184 Información de Prensa. Asamblea de Colegiales (7/2002)

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Los primeros contactos con la empresa fueron realizados por un miembro de la asamblea de Palermo Viejo, acordándose una reunión en la sede que la empresa tiene en la zona de Retiro. Las Asambleas concurrieron mayoritariamente con sus banderas y vecinos a reclamar; primero la realización del encuentro (a pesar que éste había sido pautado previamente) y luego la rehabilitación de la Estación Carranza para el Tren Blanco185.

Fue una reunión poco amigable según los testimonios, luego de una espera de dos horas.

Al final se llegó al acuerdo firmándose un convenio que había sido discutido en asamblea por medio de las comisiones barriales y otras.

La rehabilitación del Tren Blanco -que se efectivizaría algunas semanas después- obtiene difusión en los medios, destacándose como protagonistas a la delegada de los cartoneros Lidia Quinteros, junto a la iniciativa de las Asambleas barriales.186

El dinamismo que presentaron las vinculaciones entre los distintos actores que intervinieron en los reclamos y gestiones, generaron a su vez nuevas iniciativas. Particularmente se destaca una de ellas, vinculada a la campaña de vacunación masiva de los cartoneros –previa realización de un festival- que se realizaría en la zona de Colegiales durante las semanas subsiguientes.

La campaña de vacunación

En esos dias un jóven cartonero sufrió una herida cuando realizaba la recolección de la basura. Las características que tiene la actividad de los cartoneros los expone a múltiples afecciones, destacándose enfermedades como el tétanos, difteria, rubeola y sarampión. Dado que los hospitales públicos no tenían la vacuna contra el tétanos y en las farmacias cuesta 50$ (un cartonero gana mensualmente unos 200$, es decir menos de 70 dólares); la referente de ellos, Lidia Quinteros, propone a la asamblea pensar la posibilidad de realizar una vacunación generalizada. Surge entonces la propuesta de realizar un festival para recaudar fondos y los asambleístas realizaron averiguaciones de precios y características de las vacunas, además de solicitar colaboraciones a distintos laboratorios.

Con la aparición de las Asambleas barriales junto a los cartoneros como actores visibles en el contexto de la Ciudad de Buenos Aires y por medio de algunos contactos previos, la Secretaria del Salud del gobierno porteño accedió a destinar las dosis para la campaña de vacunación. Las iniciativas de las Asambleas de Colegiales y Palermo Viejo, junto a la referente de los cartoneros habían logrado obtener los medios para realizar una campaña de vacunación masiva de cartoneros y vecinos. Como expresaba el boletín de la asamblea de Colegiales “las vacunas estaban, pero a nadie se le había ocurrido ponerlas a disposición del vecino, y mucho menos montar toda la estructura para realizar una vacunación masiva”.187.

Con el lema “Todos somos cartoneros” el festival –que se realizó en la estación Colegiales, en cuyas cercanías se realizaría la vacunación- tuvo una repercusión importante.188

Su realización sirvió para resaltar la necesidad del apoyo de la Secretaría de Salud y garantizar la realización de la campaña; junto a la efectivización de la apertura de la estación Carranza que aún permanecía inhabilitada.

185 Los reclamos incorporaban el reacondicionamiento de los vagones, vidrios en las ventanas y habilitación de los sanitarios; entre otros. 186 Los medios de comunicación tuvieron un papel relevante tanto en algunos casos al poner de manifiesto los intereses y opiniones de los sectores de la población contrarios a las actividades de “cirujeo” en la ciudad; como en otros al resaltar y amplificar - mediante la intervención de asambleístas vinculados a la prensa- demandas que en otra situación hubieran permanecido ocultas. 187 La Cacerola de Zapiola.17/10/2002 188 El festival se realizó a mediados de agosto en la esquina de Lacroze y Zapiola. Fue organizado por las asambleas de Colegiales, Palermo Viejo, Alvarez Thomas, Coghlan y Saavedra, contando con la participación de murgas, grupos musicales y nuevos artistas. Los fondos recaudados fueron utilizados para realizar la campaña de vacunación y asistir una a guardería infantil nocturna de los cartoneros en J.C Paz.

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De esta manera e independientemente de los efectos políticos que tuvo el inicio de la campaña de vacunación, la solidaridad de los asambleístas se constituyó en el motivo inicial de las gestiones realizadas con los cartoneros y el Gobierno de la Ciudad

Este último por medio de la Secretaria de Salud se comprometió a entregar las dosis, vacunas y enfermeros; mientras que las Asambleas realizaron la promoción. Con ese fin se realizó una difusión en todo el barrio de Colegiales, que incluyó la distribución de 1000 volantes y 100 posters y una mesa de información durante varios días en la esquina donde se efectuó la vacunación.189

La primera dosis de vacunación incluía tétanos, difteria, sarampión y rubeola (ya que la misma vacunación requiere su aplicación en varias etapas para obtener la inmunización) aplicándose en la estación Carranza durante tres dias, donde se vacunaron 250 personas entre vecinos del barrio, otros vecinos de la capital y cartoneros a un costo de tres centavos la dosis, muy por debajo del precio usual de mercado. Luego durante los primeros dias de Octubre se vacunaron alrededor de 600 personas en la esquina de Lacroze y Cramer. En total se vacunaron unas 900 personas, entre vecinos y cartoneros de distintos lugares de la ciudad

Cabe destacar que una proporción muy alta de los vacunados (alrededor del cincuenta por ciento) correspondió a vecinos de la zona. Este dato no es menor teniendo en cuenta que sólo el 17% de los adultos porteños se encuentra vacunado contra el tétanos.

Es decir que las Asambleas barriales actuaron de hecho en como promotoras de salud, generando la intervención a su vez del estado en un área que había sido abandonada al libre arbitrio del mercado.

La campaña excedió el carácter focalizado sobre la población más necesitada que suelen tener las políticas sociales, para extenderse a una amplia franja social.

Luego de que algunos cartoneros rehusaran utilizar guantes -ya que estos además de protegerlos de las cortaduras los priva también de utilizar el tacto para seleccionar residuos- se generó un debate dentro de las Asambleas para que las actividades de vacunación y protección de los cartoneros no se convirtieran dentro del barrio en un gesto estigmatizante más. Pero la participación de los vecinos en la campaña, como promotores o como receptores de la vacunación salvó esta dificultad, permitiendo a su vez que la vacunación de los cartoneros fuese amplia y abarcando preferentemente a mujeres y niños.

Reflexiones finales en torno a la relación entre política y gestión en las nuevas prácticas sociales

A partir de los estudios de caso realizados sobre experiencias de autogestión de algunas Asambleas y haciendo hincapié en las relaciones y tensiones generadas entre estos actores con las instituciones tradicionales de la política, presentaremos algunas conclusiones preliminares.

En términos generales se aprecia que el sostenimiento de esas experiencias de autogestión se vieron limitadas por la dificultad de garantizar su reproducción en el tiempo debido a las múltiples actividades encaradas por los asambleístas, la imposibilidad en ciertos casos de establecer compromisos organizativos permanentes o la carencia de recursos. A ello habría que añadirle que con el transcurso de los meses hubo una sostenida disminución de la cantidad de miembros -aunque el número total de Asambleas se expandió a distintos barrios de la ciudad y partidos del GBA- lo que incidió en el normal desarrollo de estas iniciativas.

En los casos de gestión entre Asambleas y cartoneros las iniciativas de las primeras fueron fundamentales para impulsar acciones conjuntas. Las diferentes formas organizativas que presentan estos actores -en el caso de los cartoneros con una estructura organizativa más vertical190, que contrasta con las formas horizontales que presentan las asambleas- junto a la

189 La cacerola de Zapiola. 17/10/02 190 Debe tenerse presente que los cartoneros suelen depender para su subsistencia de los “chatarreros” quienes se constituyen en los intermediarios entre la actividad formal de los recolectores y la industria. Estas

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dinámica de las negociaciones entre ellos y con el gobierno tendió a concentrar cierto poder de liderazgo entre los asambleistas más activos que las llevaban a cabo, provocando posicionamientos divergentes. Un asambleísta de Colegiales comentaba que, de las diferentes formas de relacionarse las Asambleas con los cartoneros, surgieron dos líneas de trabajo concreto que si bien no abarcan a todos sus miembros, hacen que muchos interesados se identifiquen -por diversos motivos- con alguna de ellas. Se trata, por un lado, de una modalidad de trabajo largo y persistente, consistente en el acercamiento a los cartoneros y el apoyo a su delegada en la lucha con la empresa Trenes de Bs. As. (TBA), con el gobierno de la Ciudad, o con el CGP por la reapertura de la estación Carranza. Por otro lado, la segunda línea de trabajo se aboca en lo inmediato al nivel barrial. Estas dos formas de trabajo no se desarrollan por carriles completamente separados ni la gente que asiste a la Asamblea se alista atrás de una o la otra, sino que conviven. (La cacerola de Zapiola, agosto del 2002)

Estas divergencias no impidieron que se desarrollasen vínculos de solidaridad y confianza entre asambleístas y cartoneros. En esta circunstancia dicha solidaridad generó como un efectos no buscado un hecho político entendiendo por tal la amplia difusión que tuvo la realización que tuvo primero el festival y luego la rehabilitación de la estación Carranza y la efectivización de la campaña de vacunación.

Por su parte, la participación del Gobierno de la Ciudad se limitó en un principio al establecimiento de contactos esporádicos de algunos funcionarios con los asambleístas y posteriormente a garantizar mediante su intervención la realización de la campaña de vacunación. A su vez, la conjunción del gobierno con las asambleas y los cartoneros en distintas actividades de apoyo a estos últimos fue tanto el resultado de una coyuntura de crisis que le permitió cierto grado de autonomía frente a los grupos económicos vinculados a la recolección de residuos, como por la necesidad de ofrecer una respuesta política frente a la explosión del “problema” de los cartoneros en la opinión pública.

La presencia de las Asambleas barriales como impulsoras de demandas sociales concretas, como en los casos reseñados, permitió formas de negociación con la empresa privada TBA y con el gobierno, en donde los cartoneros adquirieron –a pesar de su situación social marcadamente desfavorable- un protagonismo inusual. Ello se debió principalmente al tipo de intervenciones que generaron las Asambleas, promoviendo un marco de gestión que sin excluir conflictos con la empresa privada, el gobierno y aún dentro de ellas mismas y con los cartoneros, influenciaron con un sesgo participativo al conjunto de las negociaciones encaradas. Esta constatación no es menor teniendo en cuenta las relaciones verticales que caracterizan a las empresas privatizadas para con sus usuarios y a las formas de intervención social focalizadas y asistenciales que caracterizaron al estado durante la pasada década.

En el caso de la Fábrica de Pan y Pastas del Hospital Borda la experiencia fue diferente. En este emprendimiento en el que confluyen actores que responden a lógicas diferentes: la de los médicos psiquiatras, la de la organización política Autodeterminación y Libertad y la de las asambleas - que si bien tienen distintas organicidades comparten una laxitud mayor en su funcionamiento- el nivel de complejidad de las relaciones es mayor que en el caso del emprendimiento con los cartoneros. Según el proyecto original del Pan del Borda, los supuestos productores y destinatarios del pan y las pastas fabricadas, son los pacientes del hospital y los concurrentes a los comedores populares de la zona sur de la capital. Si en la rehabilitación de la estación Carranza y la campaña de vacunación de los cartoneros los últimos aparecen como sujetos protagónicos de la acción y que son tenidos por tales, en el caso de la panadería del Borda los sujetos involucrados no son considerados por los actores que organizan este emprendimiento como miembros activos del relaciones de “padrinazgo” de los chatarreros sobre los cartoneros incluyen además del dominio económico, la generación de códigos de sumisión y lealtad política. Para mayores detalles sobre estas relaciones y con otros actores sociales consultar el artículo de Cristina Reynals “De cartoneros a recuperadores urbanos”, CEDES, 2002. Podemos agregar que estas situaciones de “lealtad” caracterizadas por el padrinazgo y el compadrazgo son comunes en países latinoamericanos donde prevalecen relaciones informales en la economía.

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proyecto. Posiblemente esta situación se deba en un caso a que pesa sobre ellos el estigma social existente en relación a la “locura” y en el de los cartoneros su condición de indigencia.

En relación al aporte que hacen las Asambleas al proyecto de la panadería resaltan un conjunto de aspectos limitantes: la recurrencia de discusiones sin fin, los conflictos que se generan por la diversidad de miradas de sus miembros, la dificultad para trascender las opiniones circunstanciales buscando la información necesaria y adecuada así como de establecer metas claras y sopesar estrategias en base a los recursos disponibles. En definitiva la ausencia de un marco de sentido operativo adecuado para los objetivos que se proponen hace que no logren dinamizar el proyecto contrarrestando las disputas por la hegemonía que se producen entre los actores organizadores y que, por el contrario, se constituyen en parte de ese campo de disputa.

Distinta fue la situación que se dio con las gestiones conjuntas llevadas a cabo entre Asambleas y cartoneros, en donde las movilizaciones permitieron mostrar a la sociedad los padecimientos de un grupo social vulnerado y en donde la misma “opinión pública” los considera como tales dentro de una racionalidad política dominante mientras que los internos del Borda no aparecen como objeto de disputa pública, ya sea para su apoyo o rechazo. Sin embargo, quizás la mayor diferencia en términos de la propuesta de autogestión analizada en este trabajo sea la de la Clínica Portuguesa ya que desde la propia propuesta médica de “llevar la salud a la fábrica” se aprecia una impronta fuertemente innovadora que por otra parte implica consecuencias en términos de los vínculos que se establecen entre quien brinda el servicio y quien es su destinatario. En efecto, este último no sólo no es estigmatizados como los “locos” o los indigentes del emprendimiento Pan del Borda, ni como los cartoneros “visualizados por amplios sectores medios y altos” como ese submundo nocturno que vive de lo que la sociedad tira a la basura sino que el destinatario de los servicios de salud de la clínica es un sujeto que a través de sus prácticas como parte de un colectivo de trabajadores autogestionarios marca una línea de conducta social muy valorada no sólo por los profesionales de la salud que le brindan ese servicio sino por la propia opinión pública. Por otra parte, también resulta altamente innovador el intento por rompe con ese imaginario social que ubica al médico como alguien que está más allá de los “ciudadanos comunes”, mostrándolo en cambio como otro trabajador más a quien lo mueve no la compasión sino la solidaridad con sus pares trabajadores.

Bibliografía citada

REYNALS, Cristina. De cartoneros a recuperadores urbanos, CEDES, 2002