celulitis orbitaria y empiema subdural como complicación de una extracción dentaria
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312 CARTAS CIENTÍFICA
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Figura 2 Arteriografía cerebral que muestra imágenes sugetivas de arteritis de pequeno vaso.
damentalmente en la sospecha clínica, la dosis administradse individualizó a pulsos de 600 mg/m2 cada 3 semanas.
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Celulitis orbitaria y empiema subduralcomo complicación de una extraccióndentaria
Orbital cellulitis and subdural empyemaas a complication of dental extraction
La celulitis orbitaria y el empiema subdural que se puedenproducir tras una extracción dentaria es una complica-ción, aunque muy poco común, extremadamente grave. Lamuerte atribuible tanto a una infección dental, como a untratamiento odontológico en presencia de infección, no estan infrecuente como para no tenerlo en cuenta. Los micro-organismos que colonizan la cavidad oral pueden llegar acausar una infección sistémica si alcanzan la circulaciónsanguínea. Diferentes factores, tales como la presencia deenfermedad periodontal, el número de extracciones denta-rias o la duración de la cirugía dental influyen directamenteen el incremento en el riesgo de bacteriemia1.
El diagnóstico precoz de la celulitis orbitaria y el abs-ceso cerebral es muy difícil, con una clínica inicial muyanodina que puede pasar en muchos casos desapercibida.
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I. Garrido ∗, M.I. Marquina, M. Zamora, M.L. Avellanas,J.C. López Clavery L. Labarta
Unidad de Medicina Intensiva, Hospital General San JorgeHuesca, Espana
∗ Autor para correspondencia.Correo electrónico: [email protected](I. Garrido).
doi:10.1016/j.medin.2011.08.004
Por este motivo, y sabiendo que puede tener consecuenciasletales, hay que descartar siempre esta posibilidad con elfin de iniciar cuanto antes los antibióticos y el tratamientoquirúrgico2,3.
Presentamos el caso de una celulitis orbitaria y empiemasubdural tras una extracción dentaria. Se trata de un hombrede 32 anos, sin antecedentes de interés, que fue remitidopor cuadro de fiebre y edema periorbitario derecho tras laextracción de dos piezas dentarias tres días antes. Se rea-lizó una tomografía computarizada (TC) que mostraba loscambios postoperatorios a nivel maxilar, complicados conpansinusitis y edema en hemicara izquierda. Se inició trata-miento antibiótico de amplio espectro y drenaje quirúrgico,a pesar de lo cual el paciente evolucionó mal sufriendo48 horas después una crisis convulsiva por lo que se repitióuna nueva TC que mostraba un empiema subdural frontalderecho con celulitis periorbitaria. Se realizó drenaje qui-rúrgico de la colección subdural, pero a pesar de ello elpaciente evolucionó mal desde el punto de vista neuroló-gico, persistiendo colecciones, con efecto de masa y dila-tación del sistema ventricular. Con estos hallazgos se volvióa realizar nuevo drenaje quirúrgico de colección subdural,dejándose craniectomía descompresiva y drenaje ventricu-
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RTAS CIENTÍFICAS
Figura 1 Imagen de tomografía computarizada.
externo. En los cultivos obtenidos se aislaron Prevotellaalis, Prevotella bivia, Fusobacterium nucleatum y Can-a albicans. A pesar de un tratamiento antibiótico
ecuado y un drenaje quirúrgico reiterado, la evoluciónurológica fue empeorando hasta desarrollar midriasis bila-al arreactiva 12 días tras su ingreso, mostrando laságenes de la TC persistencia del empiema subdural, conportante efecto de masa, edema generalizado colapsando
cisternas basales (fig. 1), todo ello acompanado de celu-is orbitaria, exoftalmos y pansinusitis con extensión intra-neal. El paciente falleció por dano neurológico y sepsisera.Este caso demuestra la rapidez con la que se desarrollan
celulitis orbitaria y el empiema subdural, y que a pesar de diagnóstico precoz y un manejo quirúrgico agresivo tiene desenlace fatal. Debemos tener en cuenta las potencia-
complicaciones infecciosas con origen bucodental, talesmo la sinusitis, infección orbitaria, empiema subdural,idural y el absceso intracerebral, meningitis, trombosisl seno cavernoso y de otros senos durales.Las infecciones que alcanzan la órbita ocular son general-nte una complicación derivada desde áreas adyacentes,gando a través de las conexiones de las venas orbitariasn las venas paranasales. La patogénesis de las complica-nes intracraneales incluyen dos mecanismos: por un ladoextensión directa y, más comúnmente, la tromboflebitisrógrada a través de la vía de las venas diploicas4.La mayoría de estas complicaciones ocurren en varonesenes, entre la segunda y tercera décadas de la vida, sin
fermedad subyacente. Esta predisposición se ha explicador la vascularidad del sistema diploico en este grupo dead5.
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Los síntomas más comunes de la celulitis orbitaria son labre, pérdida visual, hemorragia subconjuntival y oftal-plejia. Cuando la infección alcanza el cerebro puede
arecer cefalea, alteración del estado mental, déficitsurológicos focales, convulsiones y shock. La sinusitis esfe-idal está íntimamente relacionada con la trombosis delno cavernoso, el cual se manifiesta con protopsis, edemariorbitario y quemosis, causado por obstrucción de la venaálmica superior.La TC con contraste es la técnica de elección para laualización de un proceso infeccioso intracerebral, quearecería como una imagen subdural, delgada e hipodensa,n remarcamiento lineal de la superficie medial.Las infecciones suelen ser polimicrobianas, siendo los
rmenes más comunes aislados los cocos anaerobios gramsitivos, Streptococcus spp., Staphylococcus spp., y bacilosaerobios gram negativos.El tratamiento incluiría el drenaje quirúrgico de la órbita,
los senos afectados y del empiema subdural además detibioterapia de amplio espectro contra gérmenes aero-s y anaerobios y profilaxis con anticonvulsivantes. En el
so de desarrollar hipertensión endocraneal se tratará condidas antiedema tales como el manitol o salino hipertó-o, drenaje ventricular externo o, en casos como el queortamos, la craniectomía descompresiva.
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Santana-Cabrera ∗, C. Rodríguez-Escot,Eugenio-RobainaM. Sánchez-Palacios
rvicio de Medicina Intensiva, Hospital Universitarioular de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria,ana
utor para correspondencia.rreo electrónico: [email protected]
Santana-Cabrera).
i:10.1016/j.medin.2011.08.006