bonsái entre el objetivismo estético y el amor

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Bonsái: una mirada desde el objetivismo estético Por Francisca Molina Aparicio La lectura de una novela ha de ser siempre una experiencia placentera, debido a que a través de ella vamos adquiriendo un conocimiento macro de la experiencia misma que es la vida. A través de estas páginas se intentará definir el libro Bonsái de Alejandro Zambra, como una novela constituida en dos partes: forma y contenido; las cuales están dotadas de características propias, que muchas veces aluden al posmodernismo de la época, pero a la vez hay una supremacía por parte de la forma, ya que el contenido se reduce al mínimo y no nos aporta nada nuevo en cuanto a historia literaria, que se ve amenazada desde el principio de la novela. Uno de los temas universales por excelencia que encontramos a lo largo de la historia de la literatura es el amor. Amor representado en sus diversas manifestaciones, en este sentido, la novela de Zambra no es ajena a este tópico, más bien pareciera ser el motor que mueve la historia junto con la curiosidad que conduce a avanzar en la lectura, para ir descubriendo la trama, debido a que el desenlace nos es dilucidado desde el comienzo: Al final Emilia muere y Julio no muere, el resto es literatura:1 . En esta historia de amor, el amor suele pasar a segundo plano, ya que se nos narra una historia que parece ser la del mismo Julio, 1 Alejandro Zambra, Bonsái, Editorial Anagrama, 2006. Pág.13

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Page 1: Bonsái entre el objetivismo estético y el amor

Bonsái: una mirada desde el objetivismo

estético

Por Francisca Molina Aparicio

La lectura de una novela ha de ser siempre una experiencia

placentera, debido a que a través de ella vamos adquiriendo un

conocimiento macro de la experiencia misma que es la vida. A través de

estas páginas se intentará definir el libro Bonsái de Alejandro Zambra,

como una novela constituida en dos partes: forma y contenido; las cuales

están dotadas de características propias, que muchas veces aluden al

posmodernismo de la época, pero a la vez hay una supremacía por parte

de la forma, ya que el contenido se reduce al mínimo y no nos aporta nada

nuevo en cuanto a historia literaria, que se ve amenazada desde el

principio de la novela.

Uno de los temas universales por excelencia que encontramos a lo

largo de la historia de la literatura es el amor. Amor representado en sus

diversas manifestaciones, en este sentido, la novela de Zambra no es

ajena a este tópico, más bien pareciera ser el motor que mueve la historia

junto con la curiosidad que conduce a avanzar en la lectura, para ir

descubriendo la trama, debido a que el desenlace nos es dilucidado desde

el comienzo:

“Al final Emilia muere y Julio no muere, el resto es literatura:”1.

En esta historia de amor, el amor suele pasar a segundo plano, ya

que se nos narra una historia que parece ser la del mismo Julio,

1 Alejandro Zambra, Bonsái, Editorial Anagrama, 2006. Pág.13

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protagonista de ésta, para conformar una novela que se centra más en la

forma que en el contenido.

Para analizar Bonsái desde la perspectiva estética, la novela ha de

ser entendida como un objeto de arte el cual, bajo las concepciones de

Benedetto Croce y, basándonos principalmente en su libro Estética, puede

ser entendida bajo el binomio contenido / forma. Según Croce, en el acto

estético, la actividad expresiva no se añade al hecho de la impresión, sino

que las impresiones brotan de las expresiones elaboradas y formadas. El

acto estético, es por lo tanto, forma y nada más que forma.2 La forma que

adopta Bonsái es la de una novela corta, que seduce por lo mismo, por su

precaria extensión, produciéndose una especie de alegoría, ya que la

novela que leemos nos es narrada por un personaje que a la vez es el que

la escribió. Para comprender mejor la dimensión estética, debemos dar

una mirada desde el objetivismo estético, el objetivismo no niega los

componentes subjetivos, expresivos o apelativos, implicados por la obra de

arte; sencillamente los subordina a sus componentes representativos y

pone como criterio de valor de la obra de arte su capacidad de volverse

hacia las formas representativas aun cuando lo representado sean

estilizaciones o analogías de sentimientos subjetivos.3 Pero adentrándonos

aún más en el significado de esta forma; que se constituye por analogía

con un bonsái que es un árbol en miniatura considerado una réplica

artística de otro de gran tamaño; o sea un árbol-arte, que se objetualiza

de manera que entrega la forma de la novela: un relato pequeño, a modo

de resumen de una idea que podría ser mucho más desarrollada, porque

su tópico principal da para mucho, pero su autor se queda en esta estética

posmodernista4 , la cual nos lleva a fijarnos más en la forma que en el

2 Benedetto Croce, Estética, Ediciones Nueva Visión, 1973. Pág. 101 3 Diccionario filosófico, http://www.filosofia.org 4 Según Terry Eagleton posmodernismo remite generalmente a una forma de la cultura contemporánea. La posmodernidad es un estilo de pensamiento que desconfía de las nociones clásicas de verdad, razón, identidad y objetividad, de la idea de progreso universal o de emancipación, de las estructuras aisladas, de los grandes relatos o de los

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contenido, en cuanto a éste último debemos decir en palabras de Croce

que “esta por la forma”, vive en la forma y mediante la forma que lo

asume; tiene valor solamente en la objetivación y mediante la objetivación

que, trasladándolo a otro plano, lo transfigura, es decir, lo crea.5 Por tanto

entendemos el contenido de Bonsái como la narración misma que se nos

muestra a modo de historia de amor de dos personajes que se conocen

durante la universidad y los une su afición por la literatura y el sexo,

donde finalmente uno de ellos muere.

Entonces la peculiaridad del libro, no radica en su contenido,

entendiendo a éste como concepto, que sí nos aporta la metáfora del árbol-

arte con la historia de amor de estos dos jóvenes; además de la metaficción

entendida como la ficción que de modo autoconsciente alude a su propio

artificio, o sea que incluye un comentario sobre su propia identidad:

“Un hombre se entera por la radio de que un amor de juventud ha muerto.

Ahí empieza todo, absolutamente todo.”6

Por esto se nos fija el contenido, cada vez que el narrador nos hace

dudar dentro de la misma historia, aludiendo a todas sus imposibilidades

de certezas:

“El marido de Anita se llamaba Andrés o Leonardo. Quedemos en

que su nombre era Andrés y no Leonardo. Quedemos en que Anita estaba

sistemas definitivos de explicación. Contra esas normas iluministas, considera el mundo como contingente, inexplicado, diverso, inestable, indeterminado, un conjunto de culturas desunidas o de interpretaciones que engendra un grado de escepticismo sobre la objetividad de la verdad , la historia y las normas, lo dado de la naturaleza y la coherencia de las identidades(…)El posmodernismo es un estilo de cultura que refleja algo se este cambio de época, en un arte sin profundidad, descentrado, sin fundamentos, autorreflexivo, juguetón, derivado, ecléctico, pluralista que rompe las fronteras entre cultura “alta” y cultura “popular” tanto como entre el arte y la experiencia cotidiana. Estéticas Contemporáneas: aproximaciones y perspectivas. Alejandra Niño Amieva, Revista Adversus, VIII, Diciembre 2010. 5 Benedetto Croce, Estética, Ediciones Nueva Visión, 1973. Pág. 25 6 Alejandro Zambra, Bonsái, Editorial Anagrama, 2006. Pág.70

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despierta y Andrés semidormido y las dos niñas durmiendo la noche en

que imprevistamente llegó Emilia a visitarlos.”7

Es una característica que nos reafirma la idea de novela

posmoderna, o en la evidencia de la intertextualidad a través de los libros

que la pareja lee a lo largo de su relación, sino que su particularidad

estriba en su forma, la cual nos advierte que el aspecto estético ya no pasa

inadvertido cuando de la actividad del entendimiento pasamos a la de la

contemplación.8 Y esta contemplación se nos permite precisamente porque

no debemos detenernos analizar esta historia que funciona a modo de

resumen, la que nos incita a mirarla desde otra perspectiva, que desde el

comienzo nos hace ver lo verosímil como coherente y, en palabras de Croce

el autor no encara la experiencia en su totalidad concreta o en los

elementos efectivos que la constituyen, sino nos presenta una experiencia

mutilada o ficticia.9 Experiencia que sin embargo conlleva una unidad

entre forma y contenido, los cuales a pesar de que una pareciera

subordinar a la otra es imposible que se excluyan mutuamente, porque

fundidas en un todo se convierten en una unidad. Este aspecto nos es

retratado casi al final de la novela, en donde la forma se nos explicita en la

misma narración, existiendo una analogía en donde el narrador nos

explica:

“Un bonsái es una réplica artística de un árbol en miniatura. Consta de

dos elementos: el árbol vivo y el recipiente. Los dos elementos tienen que

estar en armonía y la selección de la maceta apropiada para un árbol es

casi una forma de arte por sí misma. (…) Un bonsái nunca se llama árbol

bonsái. La palabra ya incluye al elemento vivo. Una vez fuera de la maceta

el árbol deja de ser un bonsái.”10

7 Alejandro Zambra, Bonsái, Editorial Anagrama, 2006. Pág.49 8 Benedetto Croce, Estética, Ediciones Nueva Visión, 1973. Pág. 110 9 Benedetto Croce, Estética, Ediciones Nueva Visión, 1973. Pág. 13

10 Alejandro Zambra, Bonsái, Editorial Anagrama, 2006. Pág.86

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Por lo tanto en Bonsái encontramos la forma como una narración,

que consta de cinco capítulos, en los cuales su extensión es decididamente

corta y, además donde se relata la historia de amor de unos chicos, que

siendo el contenido conforman el todo y le dan continuidad a la forma en

cuanto deja entrever lo mínimo para poder calificarla como una expresión

lograda11 de una novela superior, que pudo haber sido escrita. Entonces,

el árbol vendría a ser el contenido, la trama, los breves cinco capítulos,

mientras que el macetero vendría a ser representado como la forma, donde

está contenida la historia, forma que toma característica del objeto – árbol

que es descrito en la novela y que apela a un objeto – artístico real,

generándose analogías con diversos significados, pero dentro de las cuales

siempre se nos presentará ambas partes como constituyentes de un todo.

Esta forma también apela al hecho de abarcarlo todo desde una

perspectiva minimalista, como un árbol pequeño forzado a no crecer por el

efecto de la poda.

Resulta bastante difícil digerir esta novela-bonsái si no fuese por su

temática central: el amor. Este motivo que se viene repitiendo desde

tiempos inmemoriales, es el que conduce el hilo de la narración, como se

dijo anteriormente, el motor de la historia, concepto sin el cual no existiría

el contenido, por tanto, puede decirse que es el contenido mismo de la

historia.

Esta visión de Bonsái como un todo compuesto de forma y

contenido, no es ajeno a la influencia posmodernista de la época

contemporánea, característica que se hace notar directamente en el

narrador, el cual nos relata la historia desde su propia experiencia,

entrelazando conceptos e imágenes que van conformando esta novela-

11 Definir belleza como expresión lograda…..Consiguientemente lo feo es la expresión

equivocada. Para las obras de arte imperfectas sirve la paradoja: lo bello nos presenta unidad de belleza y lo feo multiplicidad. Por eso con frecuencia, ante las obras estéticas más o menos equivocadas, se oye discurrir con arreglo a sus excelencias o designar sus partes bellas, porque fundidas en un todo tienen una sola calidad. Benedetto Croce, Estética, Ediciones Nueva Visión, 1973. Pág. 165

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bonsái; convertida en objeto estético, propensa a ir variando entre forma y

contenido, dependiendo de la perspectiva desde que se le mire y ,

sobretodo de la interpretación que se le vaya dando, aunque en su estado

prístino pareciera no dar lugar a interpretaciones de índole intelectual, la

novela se incluye a sí misma en su significado, resultando ser toda una

alegoría del bonsái. El objeto estético se condice con todas sus partes, la

historia y la forma se incluyen mutuamente, haciendo imposible la lectura

de la novela si llegase a faltar alguna de sus ramas. La novela que nos

entrega Zambra, podrá ser diminuta, carente de una historia que incite a

llevar la lectura al máximo, pero no se puede negar su mirada desde la

perspectiva de una obra de arte, por el hecho de estar constituida en la

gran familia de la literatura.

Bibliografía:

Alejandro Zambra, Bonsái, Editorial Anagrama, 2006.

Benedetto Croce, Estética, Ediciones Nueva Visión, 1973.

Alejandra Niño Amieva, Estéticas Contemporáneas: aproximaciones y

perspectivas, Revista Adversus, VIII, Diciembre 2010.

Diccionario filosófico, http://www.filosofia.org

Macarena Silva C., La conciencia de reírse de sí: metaficción y parodia en

Bonsái de Alejandro Zambra, Taller de Letras N°41:9-20, 2007.

Page 7: Bonsái entre el objetivismo estético y el amor

María Antonia Labrada, Estética y filosofía del arte: hacia una delimitación

conceptual, Universidad de Navarra, 2007