boletín comunicando ena 18

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Jr. Rodríguez de Mendoza Nº 153 Pueblo Libre Lima 21 - Perú www.ena.edu.pe (51-1) 463-0132 (51-1) 460-3400 Comunicando Boletín electrónico de la Escuela Nacional de Archiveros Año 4, N° 18 Lima, noviembre 2013 Jefe Institucional del AGN: Lic. Pablo Alfonso Maguiña Minaya Director Nacional de la ENA: Ing. Jorge Espino Sánchez Edición, Diseño y Diagramación: Arch. Giannina Miranda Wilson

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Boletín electrónico de la Escuela Nacional de Archiveros

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Page 1: Boletín Comunicando ENA 18

Jr. Rodríguez de Mendoza Nº 153 Pueblo Libre

Lima 21 - Perú

www.ena.edu.pe

(51-1) 463-0132

(51-1) 460-3400

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Año 4, N° 18

Lima, noviembre 2013

Jefe Institucional del AGN: Lic. Pablo Alfonso Maguiña Minaya

Director Nacional de la ENA: Ing. Jorge Espino Sánchez

Edición, Diseño y Diagramación: Arch. Giannina Miranda Wilson

Page 2: Boletín Comunicando ENA 18

Editori

al

El 21 de noviembre se realizó nuestra última conferencia del Programa “ Jueves

Archivístico ” del año 2013, que se denominó “ Talento Humano y Coaching en

Archivos", en la que disertaron el Magíster Cristian Fabián Germán, destacado

expositor de República Dominicana, quien es docente de la Universidad Nacional

Mayor de San Marcos; y la Archivera Sary Álvarez Benavente, egresada de esta Casa

de Estudios; mostrándonos sus experiencias en este importante campo. La sala Nasca

fue el escenario de esta actividad, recibiendo a una gran cantidad de público, quienes

estuvieron muy satisfechos con la temática presentada.

Con el esfuerzo y la dedicación de todo el personal directivo, administrativo y de

servicios de la Escuela Nacional de Archiveros, se ha logrado desarrollar eventos

académicos de calidad, con expositores nacionales e internacionales, logrando dotar a

nuestra colectividad de archiveros no solo de conocimientos, sino también de

experiencias vividas en el campo de la Archivística, de la tecnología, de la gestión del

conocimiento, entre otros temas importantes para el campo de la actividad humana.

Por otra parte, cabe destacar que se recibieron en las conferencias de los Jueves

Archivísticos a más de dos mil quinientos ( 2 500 ) asistentes, siendo este el evento

bandera de la Escuela Nacional de Archiveros, porque además se contó con la

participación de archiveros de los más recónditos lugares de nuestro Perú profundo,

quienes pudieron interactuar a través de las tecnologías de información y

comunicación que fue facilitada por el Ministerio de Cultura.

Cerramos pues el 2013 más que satisfechos por los logros obtenidos con el Programa

“ J ueves Archivístico” , lo que nos motiva a preparar la programación para el próximo

año con más novedades, en la que esperamos superar todas las expectativas, que

mantengan a la ENA como la entidad educativa “ líder en la enseñanza de la

archivística en el Perú” .

Ing. Jorge Espino Sánchez Director de la ENA

Clausura del Programa “ Jueves Archivístico 2013

Bolet ín Elect rón ico “ C o municando ” N ° 18 Página 2

Page 3: Boletín Comunicando ENA 18

Desde el punto de vista sistémico contar

con archivos para la implementación de

una gestión idónea del conocimiento, es

una necesidad. Sin embargo, los archivos

intermedios no han sido calificados o

considerados dentro de esta concepción.

De esta forma muchas veces se

considera a los archivos pasivos por

dignidad y rescate de la memoria y el

Patrimonio Cultural, o tal vez por su

función de receptar pasivamente el

testimonio de las actividades

administrativas y ajustes de cuentas, el

carácter probatorio de los documentos o

la salvaguarda de muchos derechos

ciudadanos; o tal vez porque una de las

múltiples funciones que tiene es la

valoración de información y el

conocimiento para la correcta toma de

decisiones.

“ C onservados por sus creadores o por

sus sucesores para sus propias

necesidades o transmitidos a la institución

de archivo competente en razón de su

valor archivístico ” . ( Cruz Mundet,

2001:93 ) . Los Archivos Intermedios no

existen en nuestro país, salvo en el

Archivo General de la Nación y algunos

Archivos Regionales.

Partimos de la premisa que los archivos

son un activo en toda organización. Sin

embargo, ¿todos los archivos son

iguales? ¿Es acaso el archivo intermedio

considerado un interludio posterior a la

conclusión de utilidad o vida útil de la

información de archivo? ¿Podemos

considerar al archivo intermedio como una

fase obligatoria para toda valoración

documental previa a la transferencia

permanente de documentos históricos? ¿

Es válido el periodo de retención de

quince años para su conservación y

evaluación continua que permita su

posterior propuesta de eliminación?

( D uplá Del Moral 2005:40 ) . ¿Es

únicamente la fecha de prescripción del

derecho, que se sustenta con la

existencia del documento, que

fundamentamos la existencia de los

archivos intermedios?

Al respecto, si bien es cierto que los plazos

precaucionales inician con el término de la

vigencia, determinada por el fin de un

hecho administrativo, los objetivos de

conservación corresponden a los de

responder a reclamaciones de cualquiera

de las partes involucradas en el documento

o su tramitación, o servir de sustento a otro

¿Qué son los Archivos Intermedios?

Investig

ació

n

Bolet ín Elect rón ico “ C o municando ” N ° 18 Página 3

Por: Lic. José Villa Córdova (*)

(*) Licenciado en Historia por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, actualmente labora en la Dirección Nacional de Desarrollo Archivístico y Archivo Intermedio del Archivo General de la Nación.

Page 4: Boletín Comunicando ENA 18

documento ahora vigente. Todos los

archivos intermedios no tienen iguales

funciones dependiendo la gestión

documental en una localidad, región o

nación. De ello se desprende su

particularidad.

Estos preceptos también se han

generalizado a nivel internacional. Por

ejemplo, en China el precepto intermedio

es conocido como limbo ( Wu Baokang,

1989: 3 ) , en México como Archivo de

Concentración.

Al igual que la subsistencia de los archivos

periféricos en el Perú, los archivos

intermedios han sido considerados

únicamente como una fase de

administración de los documentos que han

cumplido su vigencia administrativa. Si

volvemos al criterio de evaluación de los

documentos, la subsistencia de los

archivos intermedios da continuidad al

Archivo Intermedio.

Desde que Meisner ( 1937 ) estableciera

las tres reglas básicas para la valoración

documental, la edad del documento, el

contenido informativo y el orden jerárquico

de las administraciones ( central y

regional ) , la conservación de los archivos

como valor primaria estando en el inicio de

la cadena informativa, el control del ciclo

vital del documento y la celeridad ya no

parecen ser los únicos requisitos para ser

archiveros ( Fung, 1997:16,35 ) .

De esta forma como toda implementación

de un modelo idóneo de gestión, un

sistema archivístico o el conjunto integrado

de distintos archivos ( fondos y

colecciones ) en una entidad ( Sistema

Institucional de Archivo ) , el flujo de los

documentos debe controlarse, con la

dirección y el monitoreo profesional

( s egunda premisa ) .

Sin embargo, si solo nos enfocamos en su

concepción desde la perspectiva de los

fondos y colecciones acumulados a lo

largo del ciclo vital del documento o los

procedimientos técnicos archivísticos, los

archivos intermedios nos muestran

únicamente una imagen parcial de sus

necesidades. Otro enfoque corresponderá

al conocimiento de otros agentes

importantes en su desarrollo, así una

perspectiva del usuario, su concepción y

necesidades. Jaén señala que una de las

características de este enfoque usuario y

sus necesidades, permite detectar los

hábitos, consumos y requerimientos

primordiales de información que estos

requieren. Por ende, surge la cuestión de

si realmente conocemos cuales son las

carencias de información que precisan

esos colectivos. ( Jaen, 2005:35 ) .

Ahora bien, si consideramos que en los

archivos intermedios únicamente procede la

valoración de los documentos, es decir una

etapa previa a la selección y al expurgo,

con el objeto de conservar el Patrimonio

Documental; esa conservación que

reconoce su valor secundario y utilidad

posterior para lo cual fueron creados, es

también una visión parcial de una estrategia

de micro valoración. Por otra parte ¿una

mala aplicación del principio de

procedencia y orden original puede

trasladarse a los archivos intermedios?

En el caso de los Estados Unidos, la

referencia de existencia de archivos

intermedios es más reducida, incluso con

Investigació

n

Página 4 Bolet ín Elect rón ico “ C o municando ” N ° 18

Page 5: Boletín Comunicando ENA 18

su programa less process more product en

los que los procesos son tantas veces

cuestionados en virtud que limitan la

accesibilidad a los usuarios y retrasan

algunas de las operaciones más

solicitadas. ( Green, 2005: 208 )

La archivística como todo constructo se

concretiza con definiciones puntales y

enmarcadas en conocimientos científicos,

válidos para la concepción de una

realidad. De esta forma entendemos al

archivo intermedio como la etapa de

concentración, tal como lo señala Cruz

Mundet ( 2011: 28) Sin embargo, no

coincidimos cuando sostiene que dejan de

ser utilizados con frecuencia, producto de

las transferencias de acuerdo a los plazos

y procedimientos establecidos por el

archivero. Sí coincidimos con la definición

de archivo entendido como un sistema

corporativo de gestión que contribuye de

manera efectiva, mediante una

metodología propia, a la definición de los

procesos de producción administrativa,

garantizando la correcta creación de los

documentos, su tratamiento, conservación,

acceso y comunicación. ( Cruz Mundet,

2001: 28 )

En el Perú, la difusión de los archivos

intermedios no es masiva; en tal sentido,

su prestancia integra los distintos fondos

documentales en las 25 regiones o en la

nación. Su presencia se consolida

activamente al sintetizar la gestión del

archivo central en su fase final,

permitiendo así un periodo de

conservación precaucional y que exista un

tratamiento técnico de los documentos,

una propuesta y finalidad determinada.

Existe un error al considerarlos

únicamente como receptores de

documentos, independientemente de su

valor y que además tienen una actividad o

movimiento de consulta casi nula, pasiva

y sin previa evaluación, y que este se

manifiesta en los periodos

correspondientes a la fase activa del ciclo

vital del documento ( tramitación y

vigencia ) . Las tramitaciones están

conclusas, pero un recurso o el regreso

sobre un asunto determinado puede

hacerlas tornar a la fase anterior. A partir

de esta fase, y en adelante, los

documentos están bajo la responsabilidad

y manejo directo del archivero. ( Cruz

Mundet, 2001: 28 ) .

Debemos señalar otros enfoques, que

coinciden en esta propuesta, pero que

señalan la presencia y necesidad de estos

de forma esporádica o aislada durante

periodos largos de tiempo en silencio,

volviendo su aceptación únicamente para

el expurgo de los mismos. Estas barreras

conceptuales muchas veces traen consigo

confusión y recelo por parte de los

gestores documentales ( entiéndase

encargados de generar o producir los

documentos ) , en virtud que la trasgresión

del concepto subyace a las necesidades

prácticas, y muchas veces sin fundamento

de las funciones de los archivos centrales.

Básicamente podemos precisar que los

archivos intermedios tienen como función:

Reunir ordenadamente todos los

documentos que circulan en una región

que hubieran cumplido su ciclo

Investig

ació

n

Página 5 Bolet ín Elect rón ico “ C o municando ” N ° 18

Page 6: Boletín Comunicando ENA 18

administrativo, tomando en consideración

tanto su periodo precaucional de

conservación, así como la gestión semi-

activa de su funcionamiento

Asegurar la perfecta conservación de los

documentos.

Asegurar la máxima rapidez en la

localización y envío de los documentos

requeridos por las diversas

dependencias de la empresa.

Almacenar los documentos debidamente

clasificados, ordenados y foliados

Establecer mecanismos de ubicación del

documento de forma agilizada.

Asegurar la recuperación de información.

Ser un centro activo de información que

permita relacionar los nuevos

documentos con los ya transferidos.

Tienen un rol activo como medio de

consulta cuando se pretende indagar en

las actuaciones del pasado.

Los documentos que custodian cumplen

una función probatoria cuando existen

organismos o entidades que pretendan

demostrar la realización de un acto.

Proporcionar información sobre el

funcionamiento y los asuntos tratados

dentro de la institución.

La creación de los Archivos Intermedios

no solo subyacen a la necesidad de un

espacio intersticial de valoración y

periodo precaucional, sino por el

contrario también es necesario precisar

que son fuentes inagotables de

conocimiento, prácticas y sustento de

derechos ciudadanos muchas veces

agotados en la vía administrativa, más no

en la vía judicial, investigación, etc.; es

decir su valor secundario.

Adicionalmente existe otro óbice que

corresponde a la concepción de los

documentos conservados en los archivos

intermedios, si bien es cierto han perdido

su valor primario ( e ntiéndase al valor

otorgado por la gestión de oficina o

trámite correspondiente ) , el

desconocimiento de la utilidad para la

cual fueron creados, deviene en una

suerte de periodo de transferencia

complementaria y muchas veces auxiliar

a la labor de los archivos centrales. Por

otra parte en ellos únicamente no debe

respetarse el orden original impuesto

muchas veces en forma equivocada por

el gestor o por el archivo central y el

Sistema de Archivo Institucional, como un

“ e spacio intersticial entre gestión e

historia ” . Ketelar ( 1 988 ) señalaba que

estos instrumentos de empoderamiento y

liberación tenían como derrotero la

gestión oportuna de la información para

su posterior enclaustramiento. (Scott

Cline,2009: 72,331 ) .

En el Perú la implementación de los

archivos intermedios data de la década de

los 80´s, muy a pesar que desde antes se

administraba un archivo de los poderes del

Estado. Es desde el Proyecto de

Implementación del Sistema Nacional de

Archivos y Gestión de Documentos: RAMP

Proyecto Piloto, elaborado por la UNESCO

donde se establecen las recomendaciones

para el desarrollo de los archivos en el

Perú. En él Cortés Alonso ( 1981 )

señala:

El problema es que el archivo intermedio,

en realidad apenas ha materializado su

existencia de manera firme, pues hasta el

momento funciona en el Archivo General

de la Nación y solo tiene como local propio

parte del antiguo cuartel de Santa Catalina

que sirve de depósito a los documentos

del Censo de 1970

Más adelante precisa algunos alcances

para el Archivo Intermedio del Archivo

General de la Nación:

01 archivero jefe ( 1 1-2 ) , 3 archiveros

Investigació

n

Página 6 Bolet ín Elect rón ico “ C o municando ” N ° 18

Page 7: Boletín Comunicando ENA 18

( j efes de sección) , 3 auxiliares de

archivo y 4 secretarias contar con una

cámara de desinfección, mesa grande para

selección, máquina para destrucción de

documentos expurgados, carros transporte

de fondos, estantería para instalación

temporal de fondos y un vehículo para

transporte de fondos ( propio o crédito

para alquilar el servicio ) . En el depósito

contemplar 5,000 m.l. de estantería simple

y doble faz ( según convenga en los

depósitos ) , armarios para planos,

higrómetro, extintores de incendios,

aparatos de alarmas, aparatos

acondicionadores de aire ( temperatura,

humedad ) , aparatos de purificación del

aire ( polvo, contaminación ) , puertas y

vanos de seguridad entre otros. ( Cortes

Alonso, 1981:53 )

En la actualidad muchos de los equipos

necesarios no han sido considerados,

Otros con mucho esfuerzo se han ido

adquiriendo y se ha planificado su

adquisición. El caso en las localidades y

regiones es similar; se carecen de

herramientas para el funcionamiento de los

Archivos Intermedios a nivel regional. En

ello nos encontramos pues frente a la

problemática de la Política Archivística en

el Perú que no es exclusiva del Estado.

Toda institución, gubernamental o privada,

con o sin fines de lucro y hasta cada

familia debe formular y aplicar una política

de manejo de documentos nacidos en una

tramitación y de la información que

contienen. ( Vasquez, 2004: 5 ) .

No obstante existen buenas prácticas como

las del Archivo Regional de Ayacucho que

con voluntad y decisión ha podido adquirir

un nuevo local válido para la conservación

de la memoria institucional y en ello el

Archivo Intermedio.

BIBLIOGRAFÍA

CORTEZ ALONSO, Vicenta. Sistema

Nacional de Archivos y Gestión de

Documentos. París: RAMP Proyecto Piloto.

UNESCO, 1981.

CRUZ MUNDET, José. Manual de

Archivística. Madrid: Fundación G.

Sánchez., 2001.

DUPLÁ DEL MORAL, Ana. “ Glosario de

Terminología Archivística ” . Revista del

Archivo General dela Nación del Perú 24.

Lima , 2004.

GREEN, Mark A. & Dennis MEISSNER..

“ M ore Product, lessprocess: Revamping

tradicional archival processing ” ,

AMERICAN ARCHIVIST. 68, 2005.

VASQUEZ MURILLO, Manuel. Recorrido

Satelital sobre una política archivística.

Registro, 2004

JAEN GARCÍA, Luis. El Sistema Nacional

de Información Archivística: como modelo

de unificación de archivos . Editorial

Universidad de Costa Rica, 2006.

CLINE SCOTT. TotheLimit of OurIntegrity:

Reflectionson Archival Being. The

American Archivíst. Seattle, 2009.

Investig

ació

n

Página 7 Bolet ín Elect rón ico “ C o municando ” N ° 18

Nuevo local del Archivo Regional de Ayacucho

Page 8: Boletín Comunicando ENA 18

Hoy en día pocas

p e r s o n a s

encuentran utilidad

a la investigación

histórica más allá

de la que pueda

reportar a su

p rop io au to r .

Cuando un científico de otras disciplinas

realiza un descubrimiento trascendente,

como la cura de alguna enfermedad, jamás

se pone en duda que su aporte sea vital

para el desarrollo de la sociedad. ¿Por qué

un investigador social no tiene similar

reconocimiento? Toda sociedad necesita

indagar en su pasado, proyectar un cambio

a partir del entendimiento de lo que ha

sido, para entender lo que es y lo que

podrá, con esfuerzo, llegar a ser, porque:

Somos el resultado de nuestros

antecedente y el origen de lo que vendrá

después. Si sabemos aprovechar las

enseñanzas tendremos facilitado el trabajo

para nuestro desenvolvimiento, y si

sabemos dejar memoria de esta actualidad

que vivimos facilitaremos el camino a las

generaciones futuras.( P escador del Hoyo,

1991: 59 )

En el Perú poco se ha avanzado en cuanto

a la apertura de los archivos históricos

públicos y privados a los investigadores,

pues son grandes las trabas que se les

ponen para llevar a cabo sus indagaciones,

pese a que el Reglamento de la Ley

28296, “ Ley General del Patrimonio

Cultural de la Nación ” , señala:

Artículo 48º.- Investigación de bienes

culturales muebles

Los propietarios o poseedores de bienes

culturales muebles permitirán a los

investigadores debidamente acreditados

por los organismos competentes, el acceso

a tales bienes, quedando dichos

organismos obligados a brindar al

propietario en forma gratuita el resultado de

la investigación.

La Historia y la Archivística

Es reconocida la importante relación

existente entre la Archivística y la Historia.

La segunda cumple un rol de ciencia

auxiliar de la primera para las tareas de

Organización, específicamente la

Clasificación, y de Descripción. La

Archivística también es una disciplina

auxiliar de la Historia, en tanto que le

permite acceder a las fuentes

documentales escritas; pero no solo ello,

pues para el historiador es fundamental

también que esas fuentes puedan ser

reconocidas según su productor, pudiendo

hacer uso del documento en su real

contexto. Es decir, el Principio de

Procedencia y Orden Or ig ina l

característico de la archivística es de vital

importancia para la investigación histórica.

Por ello, Bauer decía:

Los Archivos son, por regla general,

conjuntos orgánicos, y deben ser

administrados con arreglo a ello. Esto

significa, por consiguiente, que el que

Página 8

Los Archivos Históricos y la Investigación

(*) Profesional en Archivos por la Escuela Nacional de Archiveros, Bachiller en Historia por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. actualmente trabaja en el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Investigació

n

Bolet ín Elect rón ico “ C o municando ” N ° 18

Por: Arch. Giannina Miranda Wilson (*)

Page 9: Boletín Comunicando ENA 18

investiga en un Archivo debe indagar las

circunstancias originarias y las relaciones

entre las distintas oficinas y autoridades, de

las cuales se derivó la colección y que, por

así decirlo, debe recorrer nuevamente el

curso anterior de los asuntos, el curso que

las actas debieron seguir. (Bauer, 1970:

563 )

Ciertamente, las fuentes archivísticas no

son las únicas de las que puede valerse el

historiador, pero son esenciales para

determinados periodos de tiempo y temas

de investigación. Al respecto, Porras decía:

«Las fuentes escritas o documentos son

objetos de la Historia Científica. Esta nace

con el espíritu de investigación y de

crítica» ( Porras, 1963: 14 ) .

El archivo histórico bien llevado, que toma

en consideración a su usuario, debe

proporcionar los medios para localizar en

forma rápida la información, a través de

los ins t rumen tos desc r ip t ivos ,

especialmente los catálogos.

Debe recordarse que en el siglo XIX, el

servicio a la investigación histórica fue la

prioridad de la Archivística, logrando su

configuración como disciplina auxiliar de

la Historia:

[…] los archivos desarrollaron

desmesuradamente la función de servicio

al historiador, y la Archivística buscó

nuevas teorías encaminadas a conseguir

que el archivo prestase buen servicio a la

Historia. Una de ellas se va a convertir en

el principio fundamental de la disciplina

archivística, el ya mencionado principio de

procedencia o de respetos de los fondos,

que, en definitiva no es más que el orden

natural en que se han ido produciendo

los documentos por la institución que los

ha generado, lo que permite conocer su

evolución histórica. ( Mendo, 1995: 30 )

La relación entre el archivero y el

historiador tiende a ser fructífera. Cuando

un archivero presta servicio a un usuario

investigador, se lleva la satisfacción de

haber contribuido con un trabajo que

llenará los vacíos acerca del conocimiento

de nuestro pasado. Por su parte, el

historiador está interesado en escuchar del

archivero acerca de todas aquellas «joyas»

que haya encontrado en su camino de

aplicación de los procesos archivísticos en

el acervo documental que maneja.

No se requiere que el archivero sea un

erudito, pero sí que tenga la paciencia de

escuchar a su usuario para comprender

mejor la línea de su investigación y evitarle

sumergirse entre documentos que no le

reportarán provecho.

El archivero, sin ser historiador, bien puede

detectar la importancia de los documentos

que constantemente revisa y brinda en

servicio. No se les exige a los archiveros

que investiguen científicamente un tema

determinado, pero sí que tengan el sentido

agudo para determinar lo que puede ser

motivo de un trabajo de investigación y

requiere ser puesto en conocimiento a

través de la elaboración de instrumentos

descriptivos.

El servicio a los investigadores

La posición de los investigadores respecto

a los archivos ha variado grandemente. En

Página 9 Bolet ín Elect rón ico “ C o municando ” N ° 18

Investig

ació

n

Page 10: Boletín Comunicando ENA 18

los inicios, cuando no existía la disciplina

archivística formalmente, muchos

historiadores, entre otros profesionales, se

abocaron a la tarea de organizar los

diferentes repositorios dispersos, a veces

con criterios no muy adecuados si lo

vemos desde las actuales perspectivas

archivísticas, pues primaba la orientación

temática, práctica por demás arbitraria,

pues lo que es un tema a destacar para un

investigador, no lo es para otro.

En ese entonces, el acceso a la

documentación histórica era bastante

restringida por la misma dispersión de los

archivos y la falta de instrumentos de

control. Fernando Silva Santisteban

describió lo siguiente en 1956:

Hasta hace poco tiempo, la labor del

investigador era verdaderamente ardua, la

documentación dispersa y sin la menor

guía se guardaba como una cosa vedada,

el historiador tenía que defenderse a favor

de la suerte y de los archiveros. Para

remediar este mal se decidió franquear al

público los repositorios de papeles

antiguos que poseía el Estado,

preocupándose de concentrar en un solo

lugar los fondos de diversa procedencia

que yacían esparcidos por distintas

oficinas públicas. Fue esta la primera

medida que facilitó grandemente la labor

de los estudiosos dedicados a la

investigación del pasado peruano. ( Silva

Santisteban, 1956: 149 )

Señalaremos a continuación las dificultades

a las que se enfrentan actualmente los

investigadores:

a ) . Limitaciones de acceso: la falta de

acceso a muchos archivos históricos es un

gran problema para los investigadores. De

los 67 archivos que participaron en el

Censo Guía que se ejecutó desde el 2004 y

figuran en la página del Ministerio de

Cultura de España, 34 señalan ser de

«acceso restringido»; sin embargo, los de

«libre acceso» no lo son tanto puesto que,

al no contar con instrumentos descriptivos,

no ofrecer servicios de reproducción y

carecer de espacio para atender a los

investigadores, no pueden brindar un

servicio completo.

A esto hay que añadir que, como se ha

señalado líneas arriba, muchos

documentos históricos no se encuentran en

archivos propiamente dichos y su acceso

es imposible, tal como señalaba Vicenta

cortés:

Los investigadores no pueden acudir a

algunos archivos porque, de entrada, como

ya hemos dicho, no sabemos que existan

siquiera. En caso de que lo sepan, y

aunque exista el deseo de los

responsables de los mismos por hacerlos

accesibles, pueden encontrarse en el caso

de carecer de instalaciones, recursos y

personal, de todas o de algunas de estas

«causas condicionantes», que hacen

negativa la oferta de atención a los

consultantes. ( Cortés Alonso, 1979: 272 )

No obstante, la legislación archivística

contempla la accesibilidad a los archivos

conformantes del Sistema Nacional de

Archivos, tal como lo señala el Reglamento

de la Ley N.° 25323, “ L ey de creación del

Página 10 Bolet ín Elect rón ico “ C o municando ” N ° 18

Investigació

n

Page 11: Boletín Comunicando ENA 18

Sistema Nacional de Archivos ” , aprobado

por Decreto Supremo N.° 008-92-JUS:

Artículo 36°.- Todos los documentos que

custodian los archivos integrantes del

Sistema Nacional son accesibles al público

en general de acuerdo a las normas

administrativas vigentes sobre el particular

con excepción de aquellos que puedan

atentar contra los intereses y la seguridad

nacional y a la privacidad o intimidad

personal. El procedimiento se establecerá

de acuerdo a las normas dadas por el

Sistema Nacional de Archivos.

Los invest igadores nacionales,

fundamentalmente los de provincias,

requieren del archivero una especial

consideración. Ya se sabe que en muchas

ocasiones carecen de los recursos

suficientes, por ello no se les puede poner

trabas y hacerlos regresar incontables

veces. En una ocasión, brindando servicio

en un archivo histórico del sector público,

un investigador puneño, un antropólogo

aimara, explicó el objeto de su

investigación para la tesis de maestría por

la Universidad Nacional Mayor de San

Marcos. Esta experiencia fue bastante

aleccionadora, fundamentalmente porque

este señor era portador de una historia viva

que muchos investigadores renombrados

quisieran poseer. Como era un

descendiente de comuneros de una zona

cercana a Huancané, explicó la

demarcación de su comunidad según

parcialidades y la lógica de la heredad

entre mujeres y hombres. Mientras

revisaba visitas de inicios del siglo XVIII,

fueron de gran asombro las conjeturas a

las que llegó y lo maravillado que estaba

de constatar la permanencia en la zona de

varias familias, incluida la suya, a través de

los siglos, consignados en documentos tan

antiguos; los apellidos descritos en ellos no

le eran ajenos. ¿Cómo negarle a una

persona con un bagaje cultural tan rico y

con un sentido de la investigación tan bien

orientado mayores alcances acerca de su

tema? Esos alcances no se limitaban a la

documentación existente en el archivo que

estaba consultando, iban más allá, y se le

orientó acerca de la necesidad de revisar

otros archivos.

En los archivos históricos no sólo se brinda

servicio a los historiadores, pues

profesionales de otras ramas también

acuden a ellos, formando el grupo de

investigadores, usuarios preponderantes de

todo archivo histórico. Antonia Heredia dice:

En los archivos históricos, la comunicación

de la información se traduce en elaboración

de la Historia. Pero hay que hacer notar

que hoy también se constata que es

necesaria para otras ciencias como la

Geografía, el Arte, la Geología, la

Antropología, la Farmacia ( Heredia, 1989:

381 )

La documentación histórica no debe ser

cerrada bajo llave porque su conservación

sería inútil. El pasado nos puede abrir

puertas hacia el futuro, las experiencias de

antaño deben constituirse en un derrotero

para las decisiones de hoy. Negarnos la

oportunidad de conversar con nuestros

antepasados y poner en limpio temas que

siguen siendo de debate, porque no han

sido resueltos aun, sería una gran

necedad. El archivero se convierte, para el

historiador, en la llave que brindará acceso

a un mar de documentos trascendentales.

Mención aparte merece la falta de acceso

a documentos considerada por algunas

instituciones como «clasificados» o

«reservados», que no tiene razón de entrar

en esa categoría por el lapso de tiempo

transcurrido.

Página 11 Bolet ín Elect rón ico “ C o municando ” N ° 18

Investig

ació

n

Page 12: Boletín Comunicando ENA 18

b ) . Deficiencias en el servicio de

reproducción: sus causales son de

diferentes tipos, la primera de ellas puede

ser la inexistencia de equipos para otorgar

ya sea copias fotostáticas o digitalizadas,

lo cual obliga al investigador a pasar horas

enteras en las salas de investigación

cuando, por lo general, lo que requiere es

recabar toda la información necesaria y

tomarse su tiempo para procesarla. Esto

siempre y cuando la documentación no se

encuentre deteriorada.

Sin embargo, por el lado contrario,

tenemos archivos que cuentan con equipos

y la pos ib i l idad de ent regar

reproducciones; pero, por pertenecer al

sector público y no estar debidamente

establecido este cobro, no se realiza el

servicio o se hace de forma limitada. La

figuración en el Texto Único de

Procedimientos Administrativos ( TUPA )

del servicio de reproducción en el sector

público es un gran escollo para la

investigación puesto que, si está

estipulada, ello limita grandemente la

investigación por volverla a veces

demasiado onerosa; pero si no lo está, es

más perjudicial, porque ni siquiera con

dinero se puede obtener un servicio que en

los archivos más reconocidos del mundo

es fundamental. Estos vacíos en la

normativa peruana resultan ilógicos si

tomamos en cuenta que el resguardo del

Patrimonio Documental no está siendo

debidamente atendido por falta de

recursos, y he aquí que nos vemos

rechazando una importante fuente de

ingresos que podría redundar en su

beneficio.

Existe otro problema con el cobro de

derechos de reproducción: no hay un costo

homogéneo y algunos archivos históricos

suelen recargar excesivamente este

derecho. Anteriormente existió una

normativa que incentivaba la investigación

en lugar de volverla onerosa; por ejemplo,

la Ley 16997, del 9 de mayo de 1968, al

establecer el arancel de derechos a cobrar

por los servicios que prestaba el Archivo

Nacional, estipuló lo siguiente:

Artículo 5° .- Quedan exceptuados del pago

de estas tasas los historiadores peruanos,

respecto de las copias fotostáticas o

microfílmicas que soliciten para fines de

estudios e investigación, que sólo abonarán

el costo del material empleado. Para las

copias simples que soliciten de los

documentos históricos, gozarán de una

reducción en la tarifa, dentro de las

posibilidades del Archivo, que les otorgará

las mayores facilidades.

Si bien es cierto la demanda se ha

acrecentado con respecto a los años en

que se emitió esta ley, pese al avance de la

tecnología hoy en día, las actuales tarifas

hacen más accesibles las reproducciones

documentales a los investigadores

extranjeros que a los connacionales, ya

que los primeros cuentan con un

presupuesto del que, por lo general,

carecen los segundos.

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Investigació

n

Page 13: Boletín Comunicando ENA 18

En algunos archivos históricos extranjeros

se hacen solicitudes de servicio a través

de correos electrónicos y se abona el

monto en una cuenta, como hacen las

bibliotecas más reconocidas del mundo.

La tecnología ha sido creada para acortar

distancias y dificultades, y brindarnos la

información de forma inmediata en

beneficio de la ciencia. Parece que en ello

estamos a la retaguardia.

Estas deficiencias impiden que a nivel

internacional podamos responder a los

servicios brindados por archivos o

investigadores extranjeros. En una

oportunidad, en un archivo histórico se

brindó servicio a dos investigadores

brasileños que formaban parte de un

proyecto relacionado con el tema

fronterizo de su país y ofrecieron

proporcionar gran parte de la información

digitalizada por ellos, recabada a lo largo

de su investigación y que era, obviamente,

de interés para el Perú. Causó grata

sorpresa el desprendimiento con el cual

ofrecían el fruto de gran parte de su

trabajo, y lo correcto habría sido ofrecerles

en reciprocidad iguales beneficios. Pero,

fatalmente, chocamos en nuestro país con

una burocracia compleja, además de la

falta de personal y recursos, que nos

impiden prestar un servicio que debería

proporcionarse con la misma facilidad con

el que nos es ofrecido.

También está el tema de evaluar qué

documentación es pertinente de poner en

manos de investigadores extranjeros sin

que eso dañe los intereses de nuestro país;

situación que se vio reflejada en el contexto

del litigio marítimo entre Perú y Chile ante

la Corte Internacional de Justicia de La

Haya.

c ) . Falta de instrumentos descriptivos: el

archivero de los archivos históricos debe

involucrarse más en las investigaciones de

sus usuarios, dialogar con ellos en relación

a sus temas de investigación de forma que

pueda orientarlos satisfactoriamente y

conocer sus necesidades; no obstante, no

debe sustituir al usuario su labor de

investigación. Antonia Heredia señala sobre

la labor de servicio del archivero lo

siguiente:

No podemos olvidar que el archivero tiene

obligación de facilitar los documentos, la

información general y la orientación sobre

los fondos que custodia a través de los

instrumentos de descripción que ha de

elaborar y tener al día, también de

comunicar información sobre datos

concretos solicitados, pero en ningún caso

habrá de dedicar su tiempo a investigar

sobre temas amplios o inconcretos en

cuanto a su localización para provecho de

alguien cuya misión sea precisamente la

investigación. ( Heredia, 1989: 382 )

Solo asistiendo a los investigadores en

sus pesquisas se puede tener una idea

más fidedigna de las necesidades en

cuanto a los instrumentos de descripción:

La clasificación y catalogación de los

documentos es tan importante como la

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Investig

ació

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Page 14: Boletín Comunicando ENA 18

conformación de los propios archivos. No

basta reunir, hay que acrecentar con

nuevas adquisiciones los fondos

existentes y ponerlos en las mejores

condiciones para aprovechar de ellos toda

información histórica( S ilva Santisteban,

1956: 149 )

La guía es esencial en todo archivo

histórico, sin ella el propio archivero se ve

impedido de brindar servicio; es además

un instrumento difusor de la riqueza

documental del archivo. Actualmente son

contadas las guía elaboradas por archivos

históricos, por lo general de los más

conocidos.

Pero el instrumento que más beneficios

brinda al investigador y a la preservación

de los documentos es el catálogo.

Catalogar constituye una tarea compleja,

puesto que requiere la lectura paciente de

los documentos, además de un estudio del

contexto en el cual fueron redactados.

d ) . La desconfianza que inspiran los

investigadores nuevos: Los investigadores

que acuden constantemente a un archivo

suelen ganarse la confianza del archivero,

en tanto que las personas nuevas generan

natural recelo. Sin embargo, se deben

buscar los mecanismos que generen

seguridad ante los nuevos usuarios y exigir

indistintamente a todos los mismos

requisitos, brindando igual trato. Para ello,

es indispensable que el archivo cuente con

un reglamento de servicio al que se deben

sujetar todos los usuarios sin distinción.

También sería importante que se contara

con un registro nacional de investigadores

que permita a los archivos históricos

identificar a sus investigadores y hacer un

seguimiento de sus investigaciones.

e ) . Problemas del horario: muchos

archivos restringen a unas pocas horas su

servicio, siendo este por lo general de

lunes a viernes en horarios de oficina, tal

como señalara Beatriz Montoya:

En casi todos los archivos el horario y los

días de atención al público están

supeditados al personal con que se cuenta,

y por lo general como este es escaso,

ningún archivo del Perú funciona más de 8

horas y en días feriados. (Montoya, 1985:

70 )

Evidentemente, ello no es problema para

quienes se dedican a tiempo completo a la

investigación histórica; sin embargo, hay

un sector considerable de profesionales

que laboran en diferentes centros y

destinan sus horas libres a la

investigación, ya que sabemos que esta

no siempre proporciona lo medios

suficientes para subsistir. La Sala de

Investigaciones de la Biblioteca Nacional

del Perú tuvo la brillante idea de funcionar

por un tiempo los días sábados e incluso

domingos, siendo de gran ayuda a la

investigación; no obstante, este servicio se

eliminó.

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Investigació

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Page 15: Boletín Comunicando ENA 18

Cada usuario, sea un investigador

especializado o no, sea connacional o

extranjero, debe ser tratado con la

característica actitud servicial del

archivero, porque su paciente consulta a la

documentación histórica implica un aporte

a la cultura e identidad nacional. Ya se ha

mencionado líneas arriba el caso de un

investigador aimara que orgullosamente

deseaba hacer una investigación histórica

acerca de su propia comunidad. Si cada

peruano como él se interesara en su

pasado, la historia del Perú estaría mejor

armada, sería más concientizadora y

fidedigna. Por ello, decimos que los

archivos históricos cumplen un papel

fundamental en el engranaje de la

identidad nacional, son focos de cultura

incuestionablemente.

El Archivo General de la Nación y los

archivos históricos deben tener un rol

participativo en la vida cultural del país.

Para ello deben contar con personal

suficiente en cantidad y calidad, un fondo

editorial por el cual se estimulen las

publicaciones archivísticas e históricas, un

reconocimiento mayor a nivel nacional e

internacional, y deben participar en más

de una actividad cultural nacional. Los

archivos históricos deben ser entendidos

como espacios de cultura que también

pueden generar recursos propios en

beneficio de su implementación.

Queda por decir que la Archivística debe

contemplarse como una disciplina tan

necesaria para la cultura y la administración

que su inexistencia haría colapsar a toda

una nación, por ello debe renovarse,

porque una disciplina que no se renueva

está condenada a la extinción.

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la Historia. Cuarta edición. Barcelona:

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Investig

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Bolet ín Elect rón ico “ C o municando ” N ° 18 Página 16

Conferencia: “ T alento Humano y Coaching en Archivos ” F

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gra

fías