avance el gato perdido. jason
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Son las cinco. Puede marcharse
a casa.
Oh, debo de haberme quedado transpuesta
un segundo.
Buenas tardes, señor Delon.
Buenas tardes, señora
Lambert.
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...alquiler...¡Ah! Y no se olvide de
pasar mañana por el banco a pagar el...
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GATO PER
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Pss, pss...
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GATO PERDIDO
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¿Hola? Llamaba a propósito de su cartel.
El gato perdido. Sí, lo he encontrado.
Desde luego está más mojado de lo que le gustaría a cualquier gato, pero por lo demás parece
encontrarse bien.
¿Cuál es su dirección?
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¡Kitty!
¡Muchísimas gracias! Pero no se quede ahí, debajo de la lluvia.
Entre un minuto.
¡Gato malo! ¿Dónde te habías metido
esta vez?Deme su
abrigo. ¿Le apetece un
café?
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Encan-tado,
gracias.
Ya empezaba a estar preocupada. Nunca había desaparecido durante
tanto tiempo.
Sé perfectamente que... habrá quien diga que sólo es un animal... pero eso es porque
ellos no tienen gatos.
Siéntese. El café estará
enseguida.
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Tiene usted muchos libros.
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¿Cómo? Ah, sí. Los libros. Demasiados
tengo.
Dirijo una librería.
Por cierto, me llamo Charlotte.
Danny, encantado.
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¿Qué librería?
Me Libro. En la calle
Carver.
Oh. La conozco. He ido varias veces. Las librerías con
gato siempre tienen un toque especial.
Entonces, Kitty... es el gato que vi en
la librería...
El mundo es un
pañuelo.
¿Y yo no estaba?
No. Había una joven detrás del mostrador, hablando por teléfono. Tuve que esperar diez
minutos para que me cobrara.
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Debía de ser Céline.
¿Tenía cardenales?
¿Cardenales? No...
Tiene un problema con su novio. Es un violento y a
veces Céline se presenta a trabajar con moratones
o el labio partido.
Y después se pasa el día al teléfono con él, que la llama para pedirle que le perdone. No son pocos los clientes que se
me han quejado.
¿Necesita que
alguien le dé una lección?
No, gracias. Pero la próxima vez
pienso llamar a la policía, por mucho que Céline diga
que no.
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Podría hablar con él.
No, no creo que sea
necesario.
Entonces usted, ¿a qué se dedica? ¿Es policía?
¿Asistente social?
Soy detective privado.
¿Como Humphrey Bogart?
Sí, exactamente,
como Humphrey Bogart.
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Debe de ser emo-cionante.
Oh, sí, todo el día disparando contra los hampones y seduciendo
a Lauren Bacall...
Siendo drogado a traición y
despertando en los lugares más insospechados...
¡Ja, ja!
No, en realidad es muy aburrido. Se pasa uno los días sentado en el coche esperando a que alguien salga de un portal.
Poco más, la verdad.
Muchos casos de divorcio. Te exigen que obtengas fotos comprometedoras y,
al margen de lo que descubras, el cliente nunca está contento.
Tanto si le están poniendo los cuernos...
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...como si al final resulta que no. En cualquier caso la confianza ya se ha perdido. Escenas de angustia, incluso
lágrimas. Una vez, un cliente me atacó porque no le gustó lo que vio
en las fotos. Es un trabajo más bien patético.
¿Cómo es que se hizo detective privado?
De pequeño quería ser vaquero, pero...
¿Y por qué no cambia
de oficio, si éste no le
gusta?
Muchas veces me he
preguntado lo mismo. Por qué
continuar con este trabajo...
Pero buscarme algo nuevo... sería un cambio. Y los cambios traen muchas complicaciones. ¿Quién sabe qué podría pasar? Más vale lo malo conocido...
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Conozco la sensación. Fue lo mis-mo que me pasó a mí en mi matri-monio... Tantas esperanzas echadas a perder... Mitos, probablemente.
Acaba una esperando demasiado tiempo, piensa que antes o después las cosas acabarán mejorando. Hasta que, por
último, cuando al fin se ha terminado, te das cuenta de que debería haber sucedido
mucho antes. Tantos años perdidos que no recuperarás jamás.
¿Usted está casado? O
está...
¿Divorciado? Sí.
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Tiene usted razón. Uno acaba esperando demasiado. En nuestro caso fue porque había una hija.
Seguimos juntos por ella. Pero ¿de verdad fue una buena elección? Los
gritos, las discusiones...
Seguro que debía oírnos
desde su cuarto...
Entonces, tiene una
hija...
Sí, ahora tiene catorce años. Es lo único bueno que salió de aquel matrimonio. Vive con su madre. En otra ciudad. La veo en vacaciones.
Es ella quien me viene a visitar.
¿Y usted? ¿Tiene hijos?
No. Ninguno.
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Ninguna familia.
No. No mantengo nin-gún contacto con mi exmarido. Y mis pa-dres ya fallecieron
los dos.
¿No se siente sola?
No. Era hija única, crecí sin hermanos. No se me hace tan duro. Tengo mis libros y a Kitty.
Espero que no acabe convertida en una de esas viejas locas
que sólo hablan con sus gatos y le chillan al cartero y a
cualquiera que llame a la puerta.
Sí, estoy convencida de que así es como voy a terminar. Hablo con
mi gato a todas horas. Los gatos son buena compañía. ¿Usted tiene
alguno?
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No, aunque tuve uno de pequeño. Me gustan más los gatos que los perros.
Y ha encontrado a Kitty. Eso es que se ha fiado de usted. No se crea que pasa
todos los días.
O a lo mejor simplemente estaba harto de mojarse. Hay locales para conocer gente.
Ah, sí. Bares, discotecas...
Cuando tenía veinte
años, me los conocía
todos.
Pero no es lo mío. ¿Y usted? ¿Pasa mucho
tiempo en los bares?
Voy a veces, pero más por
tomar un trago que para cono-
cer a nadie.
También están... las agencias de contactos. Las páginas de
Internet.
¿Me ve con cara de apun-tarme a una web de con-
tactos?
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No. Ja, ja. ¿Un calva-
dos?
¡Con sumo gusto!
Gracias.
¿Puedo hacerle una pregunta? ¿Hace
mucho que vive
aquí?Mucho, sí. Demasiado tiempo.
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¿De dónde vino?
De otro lugar.
¿De dónde? Otro
país.
No tiene nada de acento.
Oh, acabé por perderlo. Acabé por perderlo de tanto esperar.
Esperar ¿a qué?
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Oh, yo qué sé. Vine por trabajo, para estudiar el poten-cial de una posible
expansión.¿Qué tipo de expansión?
¿Una cadena de libre-
rías?
Sí, algo por el estilo. ¡Eh, es verdad que es detective!
Ahora me toca a mí hacer las preguntas.
Adelante.
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¿Y bien?
¡Espere! Estoy pen-
sando...
¡Intento que se me ocurra una buena pregunta!
Cuál... ¿Cuál es su co-lor favorito?
¡El azul!
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No, no. A ver si se me ocurre algo mejor... ¿Cuál...? ¿Cuál es la cosa más importante de
su vida en este momento?
La que sea que me falte,
supongo.
Es difícil...
¿El qué?
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Conocer a otras personas. Encontrar a alguien con quien poder hablar. O al que se le conozca tan bien que no sea
necesario decir nada...
Sí, es...
Discúlpeme.
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DETECTiVE
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Ya es hora de irme.
¿Tan pron-to?
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Ya ha dejado de llover.
Bueno. Gracias otra vez por haber encon-trado a Kitty.
Ha sido un placer. Me ha alegrado
conocerla.
Lo mismo digo.
Mi tarjeta. Si alguna vez ne-cesita un detecti-
ve...
Gracias.
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Si quiere llevarse algún libro, coja el
que le apetezca.
Con mucho gusto. Si no es
molestia...¡Éste! Es uno de mis preferidos.
¡Gracias! Estoy impaciente por comenzarlo.
Hasta la vista.Bueno...
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Adiós.
Bueno, ¿y a ti qué te ha pare-
cido?