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EDWARD ALBEE HISTORIA DEL ZOO Versión de WILLIAM LAYTON La Avispa

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EDWARD ALBEE

HISTORIA DEL ZOO

Versión de

WILLIAM LAYTON

La Avispa

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INTRODUCCIÓN A HISTORIA DEL ZOO

por Edward Albee

Con la excepción de una farsa "verde" de tres actos, escrita cuando yo tenía doce años, cuya acción transcurría a bordo de un transatlántico de lujo y con un reparto compuesto en su mayoría por ingleses bien criados y cuyo título, por alguna razón que ahora se me escapa era Aliqueen, con esa excepción. Historia del Zoo es mi primera pieza de teatro, escrita en 1958, dos meses antes de cumplir los treinta años. Fue también mi primer estreno, pero no en los Estados Unidos, quizás por ser de un escritor norteamericano, sino en Berlín, el 28 de septiembre de 1959. La causa de que se montara apenas escrita y, más aún, en Berlín, puede obedecer a la presencia de lo Extraordinario, lo Improbable y lo Inesperado - salvo la papilla que el teatro comercial sirve cada temporada a su público tenaz - en el teatro.

Poco después de que Historia del Zoo fuera escrita, siendo rechazada cartésmente por algunos empresarios neoyorquinos (lo que no fue nada extraño ya que nadie había oído hablar nunca del autor y era una obra "corta", y las otras obras cortas son desgra-ciadamente, anatema para los empresarios y, se supone, para el público), un joven compositor la leyó, le gustó y la mandó a varios amigos suyos, entre ellos a otro compositor americano, residente en Italia, al que también le gustó y a su vez la envió a un amigo suyo, un actor suizo: éste la grabó representando los dos papeles y la envió al jefe del Departamento Dramático de una gran editorial de Frankfurt; gracias a ella la obra llegó a Berlín, donde finalmente se estrenó. Desde Nueva York a Florencia, a Zurich, a Frankfurt y a Berlín y, al fin, de nuevo a Nueva York, donde el día 14 de enero de 1960 era estrenada, fuera de Broadway, en Provincetown Playhouse, con la obra de Samuel Beckett La última cinta de Krapp.

Me fui a Berlín para el estreno- No esperaba ir, me parecía tan lejos, con tantos gastos -, pero bastantes amigos me decían que era preciso que viese el estreno mundial de mi primera obra y, de pronto, me encontré diciendo "¡sí, sí, no faltaría a él por nada del mundo!".

A pesar de que para un autor - como he aprendido después - los

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estrenos no existen realmente. Ocurren, pero como en un sueño: uno intenta concentrarse, pero no se puede ver claramente lo que pasa en el escenario; apenas se puede oír; se hace el esfuerzo de seguir la obra, pero, ella no tiene ningún sentido. Y si después tiene uno la suerte de que el público le llama a escena a recoger los aplausos, se pregunta a sí mismo: "¿Por qué?'. Uno no puede relacionar la obra recién presentada consigo mismo. Naturalmente, este sentimiento resultaba más complejo en el caso de Historia del Zoo, por haber sido representada en alemán, idioma del que no sabía ni una palabra, y en Berlín, ciudad que me inspiraba pavor. Pero ha sucedido igual después.

Normalmente los momentos rnás importantes de la vida sólo se pueden apreciar mirando hacia atrás.

Las carreras profesionales son cosas raras. Empiezan misteriosamente y con el mismo misterio pueden terminar. Yo estoy al comienzo exacto de lo que espero pueda ser una larga y satisfactoria vida en el teatro. Pero, pase lo que pase, estoy muy contento de ver mi primer trabajo tan pronto y tan bien recibido.

Edward Albee.

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NOTAS A LA PUESTA EN ESCENA

por William Layton

Historia def Zoo relata el encuero fortuito de un hombre que habla con otro hombre sentados en un Banco de Central Park, en Nueva York. Durante el transcurso de la obra -por texto e interpretación- se descubren los mundos profundos que separan y unen a estos dos hombres:PETER.- Un burgués de unos 30 a 35, de aspecto acomodado y aunque en apariencia sin grandes problemas, con complejos insospechados en un ser tan estable socialmente.JERRY.- Chico de unos 25 años. Marginado. No ha encontrado puesto en la estructura del "sueño americano". Rebelde, simpático, en busca de su "norte".

Historia del Zoo fue estrenada en 1971 por el Pequeño Teatro.

Traducción de William Layton. Versión de T.E.I. Jerry : Antonio Llopis. Peter : José Carlos Plaza. Dirección : William Layton.

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HISTORIA DEL ZOO

PERSONAJES

PETER.- En los cuarenta bajos, ni gordo ni flaco, ni guapo ni feo. Viste un traje de tweed, fuma en pipa, lleva galas de concha. Aunque sea madurito, su traje y sus maneras sugieren un hombre más joven..JERRY.— En los treinta y tantos, no mal vestido pero descuidadamente. Debió tener un cuerpo atlético que ahora empieza a engordar. Ya no es guapo, aunque es evidente que antes lo fue. El que haya perdido la elegancia física no significa que se deba al libertinaje. Lo que si padece es un enorme cansancio.

DECORADO

La acción se desarrolla en Central Park; durante la tarde de un Domingo veraniego. Hay dos bancos a cada lado del escenario, cara al público. Detrás de ellos, follaje, árboles y cielo. Al principio Peter está sentado en uno de los bancos.

Peter, leyendo un libro, está sentado en el banco de la izquierda. Deja de leer, limpia sus galas y vuelve a la lectura. Entra Jerry.

JERRY He estado en el Zoo. (Peter no hace caso) Señor.PETER ¿Eh?... ¿Qué?... Perdón, ¿se dirigía usted a mí?JERRY Fui al Zoo y después he andado hasta que llegué aquí-¿Estuve andando en dirección Norte?.PETER (Perplejo) ¿Norte? Pues... yo... Creo que si. Déjeme ver.JERRY (Señalando más allá del público) ¿Es aquella la Quinta Avenida?.PETER

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Sí, si, es ésa.JERRY ¿Y cuál es la que va hacia allí, aquella a la derecha?.PETER ¿Aquélla? Ah, es la Setenta y cuatro.JERRY Y el Zoo viene a caer por la Sesenta y cinco; o sea, que he ido hacia el Norte.PETER (Deseando volver a su lectura ) Sí, así parece.JERRY ¡Viejo amigo Norte!.PETER (Risa forzada ) - ¡ja, ja!.JERRY (Tras una breve pausa) Pero no es el Norte exactamente.PETER Pues no, Norte, Norte, no lo es, pero lo llamamos norte. Dirección Norte.JERRY (Vigilando a Peter mientras éste, deseando librarse de su presencia, prepara su pipa) Bueno hombre, usted no pescará un cáncer de pulmón, ¿eh?.PETER (Le mira un poco molesto. Después sonríe) ¿Con ésto? ¡No señor!.JERRY ¡No señor!. Probablemente lo que usted pescará es un cáncer de boca y entonces tendrá que ponerse uno de esos aparatos que Freud llevó después de quitarse toda la mandíbula. ¿Cómo les llaman?.PETER (Violento) ¿Una prótesis?.JERRY ¡Justo, una prótesis!. Es usted un hombre culto, ¿eh? ¿Médico quizás?.PETER Que va, lo leí en una revista, creo que On Time. (Vuelve s su libro ).JERRY Bueno. Time no es precisamente para zoquetes.PETER No, supongo que no.JERRY (Después de una pausa) ¡Oiga?, me agrada que aquella sea la Quinta Avenida.PETER (Vagamente) Sí.

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JERRY No me gusta mucho la parte Oeste del parque.PETER ¿No? (Ahora, algo prudente, pero interesado ) ¿Por qué?.JERRY (Ausente ) No lo sé.PETER Bueno. (Vuelve a la lectura ).JERRY (Se detiene unos segundos, observa a Peter. quien finalmente le devuelve la mirada perplejo) ¿Le importa que hablemos?..PETER (Evidentemente molesto ) Pues no, no.JERRY Sí, sí le importa.PETER (Pone su libro a un lado, apaga m pipa y sonríe) No, sinceramente.JERRY Hace... hace buen tiempo.PETER (Observando innecesariamente el cielo ) Sí. Sí, es verdad. Muy bueno.JERRY He estado en el Zoo.PETER Sí, ya lo dijo antes, ¿no?.JERRY Lo leerá en los periódicos de mañana, si no lo ve esta noche en televisión. ¿Usted tiene televisión, no?.PETER Pues sí, tenemos dos. Una para los niños.JERRY ¡Está casado!.PETER (Con complacido énfasis ) Claro.JERRY ¡No es una ley, demonios!.PETER No, no, claro que no.JERRYYtiene una mujer.PETER (Aturdido por la aparente falta de comunicación ) ¡Sí!.JERRY

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Ytiene hijos.PETER Sí, dos.JERRY ¿Chicos?.PETER No, chicas... chicas las dos.JERRY Pero usted quería un niño.PETER Bueno... naturalmente, todos los hombres desean un niño, (encogiéndose de hombros) pero...JERRY Pero ¿qué?.PETER El hombre propone y...JERRY(Mofándose ligeramente) El diablo hace de las suyas ¿eh?.PETER (Molesto) Yo no iba a decir eso.JERRYY no van a tener más hijos, ¿verdad?.PETER (Soñador) No. Ninguno más. (Volviendo a la conversación, inquisitivo) ¿Por qué dijo eso? ¿Cómo puede saberlo?.JERRY Por el modo de cruzar las piernas, quizás; algo en el tono de su voz. O puede que sea una idea mía. ¿Es su mujer la que...?PETER (Furioso) ¡No es asunto suyo! (Silencio) ¿Lo entiende? (Jerry asiente. Peter calla). Tiene razón. No tendremos más niños.JERRY (Murmurando ) Y el diablo hace de las suyas.PETER (Perdonando ) Sí... eso pareceJERRYY ahora ¿qué más?.PETER ¿Qué decía del Zoo?... ¿que voy a leer algo, o ver...?.JERRY Ya se lo contaré, luego ¿Le importa si le hago algunas preguntas?.PETER (Con una risita ) No, no mucho.

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JERRY Voy a decirle porqué lo hago. No hablo con mucha gente, sólo para decir "déme una cerveza", o "¿dónde está el water?", o "¿a que hora empieza la película?", o "vete a meter mano a tu padre, chaval”. Ya sabe, cosas así.PETER Debo confesar que no...JERRY Pero de vez en cuando me gusta hablar con alguien, lo que se dice conversar. Me gusta conocer a ese alguien, saberlo todo sobre él.PETER (Riendo forzado, todavía incómodo ) ¿Y yo soy el conejillo de indias de hoy?.JERRY Sí. Ya me ha contado que está casado, con dos hijas y ... y ¿un perro? (Peter niega) ¿No? ¿Dos perros? (Peter niega otra vez) ¡Humm!, ¿ningún perro?, (Peter asiente tristemente) ¡Oh!, que lástima!. Pero tiene cara de ser amigo de los animales. ¿Gatos?.. (Peter asiente lastimosamente) ¡Gatos!. Pero, eso no puede ser idea suya. ¡Imposible! ¿De su mujer y de sus hijas? (Peter asiente) ¿Hay algo más que yo deba saber?.PETER (Aclarándose la garganta) Hay... hay dos periquitos. Uno... uno para cada una de mis hijas.JERRY Pájaros.PETER Mis hijas los tienen en una jaula en su dormitorio.JERRY ¿Contagian alguna enfermedad?. Los pájaros.PETEP No creo.JERRY Es una lástima. Si fuera así, podría usted soltarlos por su casa y los gatos podrían comérselos y morir, quizás. (Peter se lo imagina por un momento, después se ríe) ¿Cómo se las arregla para mantener una familia tan numerosa?.PETER Sueno, soy apoderado de una pequeña editorial. Nosotros... bueno... publicamos libros de texto..JERRY Qué bonito, muy bonito. ¿Cuánto gana?.PETER (Jovial aún) ¡Mira éste!.JERRY

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Vamos hombre...¿será posible?.PETER Bien, gano unos cincuenta mil dólares al año; pero nunca llevo encima más de cien, en el caso de que usted sea un...atracador. ¡Ja, ja, |a!.JERRY (Ignorando lo anterior) ¿Dónde vive?. (Peter se resiste) Vamos, no voy a robarle, ni voy a secuestrar a sus periquitos, a sus galos o a sus hijas.PETER (Demasiado alto) Vivo entre Lexington y la Tercera Avenida, en la calle Setenta y cuatro.JERRY No resultó tan difícil, ¿verdad?.PETER Perdón... no era mi intención... mmm... ¡Es que usted no mantiene una conversación, sólo hace preguntas!. Yo soy... por lo general yo soy... (Buscando la palabra) Reservado. (Pausa). ¿Por qué se queda ahí parado?.JERRYEmpezaré a dar vueltas a su alrededor dentro de un momento y al final me sentaré. (Recordando) Espere a ver la expresión de su cara.PETER ¿Qué? ¿Qué cara?. Oiga, tiene ésto algo que ver con el Zoo.JERRY (Ausento) ¿Con qué?.PETER El Zoo. El Zoo. Algo sobre el Zoo.JERRY ¿El Zoo?.PETER Usted lo ha mencionado varias veces.JERRY (Todavía ausente, pero volviendo a la realidad bruscamente) ¿El Zoo?... ¡Ah, sí el Zoo!. Estuve allí antes de venir aquí. Ya se lo dije. Oiga, ¿ cuál es la línea divisoria entre la clase media-media superior y la clase media-alta inferior?PETER Hijo mío...JERRY No me trate de "hijo mío".PETER (Lamentándolo) ¿Es presunción por mi parte? Creo quesí. Perdone. Es que, la verdad, su pregunta sobre las clases me ha desconcertado.

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JERRY ¿Y cuando se desconcierta se pone paternal?.PETER Yo... a veces, no consigo expresarme demasiado bien-(Pretendiendo hacer una broma consigo mismo) Soy editor, no escritor,JERRY (Divertido, aunque no por la broma) Dice bien. La verdad es que era yo quien presumía.PETER Vamos, no necesita decir eso...(En éste momento es cuando Jerry puede comenzar a moverse por el escenario, aumentando poco a poco su determinación y autoridad, conteniéndose, de forma que al llegar al monólogo sobre el perro, llegue al punto máximo de la tensión contenida).JERRY Bueno, bueno..- ¿Quienes son sus escritores favoritos? ¿Baudelaire y John Dos Passos?.PETER (Receloso) Bien, a mí me gustan varios escritores-Tengo un gusto muy amplio, si es que puedo decirlo. Ambos son muy buenos, cada uno en su estilo. (Apasionándose) Baudelaire, desde luego, es, a mucha distancia, el mejor de los dos; pero Dos Passos tiene un lugar en... en nuestro...ámbito nacional...JERRY Vale, vale ya.PETER ¿Cómo? ¿Perdone?.JERRYHoy subí andando toda la Quinta Avenida desde la Plaza de Washington, todo lo larga que es.PETER (Esto parece aclarar todo a Peter) ¡Oh! ¡Vive usted en el Village!.JERRY No, no vivo en el Village. Bajé en metro hasta el Village, para luego poder volver a subir andando toda la Quinta Avenida hasta el Zoo. Es una de esas cosas que una persona tiene que hacer. A veces, una persona tiene que dar un gran rodeo para poder andar una distancia corta como es debido.PETER (Casi haciendo pucheros). Ya. ¡Creí que vivía en el Villagel.JERRY Pero ¿qué es lo que intenta? ¿Hacer que las cosas tengan algún sentido? ¿Poner orden? ¿La vieja comedia de encasillarlo todo?. Bueno, eso es fácil; lo haré. Vivo en una casa de huéspedes, de cuatro plantas y fachada

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vulgar, en la parte alta del lado Oeste, entre las Avenidas de Columbus y Central Park. Vivo en el último piso, interior, dando al Oeste. Es una pequeña habitación que da risa y una de mis paredes es un tabique de cartón; este cartón separa mi habitación de otra pequeña habitación que también es de risa; por eso supongo que los dos cuartos fueron antes una sola habitación que tal vez daría menos risa. La habitación del otro lado de mi pared de cartón está ocupada por un marica de color que siempre tiene la puerta abierta; bueno, no siempre, sino siempre que depila sus cejas, lo que hace con concentración budista. Este negro tiene los dientes podridos, cosa rara, y un quimono japonés, lo que también es raro. Anda con el quimono puesto cuando va o viene del water, que está en el pasillo, lo que es bastante frecuente. Quiero decir que va mucho al water. Nunca me molesta ni trae a nadie a su habitación. No hace más que depilarse las cejas, ponerse el quimono e ir al water. Las dos habitaciones exteriores de mi piso son un poco más grandes, supongo: aunque bastante pequeñas también. Hay una familia portorriqueña en una de ellas; marido, mujer y niños; no se cuántos. Estos tienen muchas visitas. Y en la otra habitación exterior también vive alguien, pero no se quién es. No le he visto nunca... Nunca jamás.PETER (Incómodo) ¿Por qué... por qué vive usted allí?.JERRY (Ausente otra vez) No lo sé.PETER No parece que sea muy bonito el sitio en que vive.JERRY Pues no. no es un apartamento del lado Este. Ni tengo mujer, dos niñas, dos gatos y dos periquitos. Lo que sí tengo es una bolsa de aseo; algo de ropa; un hornillo eléctrico sin permiso de la patrona; un abrelatas de los de llave, ya sabe cómo; un cuchillo, dos tenedores y dos cucharas, una pequeñas y otra grande; tres platos, una taza con su platillo, un vaso; dos marcos de fotografía, vacíos los dos; ocho o nueve libros; una baraja pornográfica corriente; una vieja máquina de escribir como las de los telégrafos, de esas que marcan sólo mayúsculas, y una pequeña caja fuerte sin cebadura, que tiene dentro ¿qué? iPiedrasl, algunos guijarros... piedras redondeadas por el mar que recogí cuando era un muchacho... bajo las cuales hay varias cartas,., cartas de "por favor". "Por favor, ¿por qué no hace ésto?. Y "por favor, ¿cuándo harás aquello?". Y cartas de "cuándo", también."¿Cuándo escribirás? ¿Cuándo vendrás? ¿Cuándo?". Estas son de tiempos más recientes.PETER (Clavando la vista displicentemente en sus zapatos) A propósito de esos marcos sin fotos...

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JERRY No veo por qué necesitan alguna explicación. ¿No está claro?. No tengo fotos de nadie para llenarlos.PETER Sus padres... una novia quizás...JERRY Es usted un hombre muy amable y de una inocencia verdaderamente envidiable. Pero la vieja mamá y el viejo papá están muertos, ¿sabe?. Esto me hace polvo, créame. Lo digo en serio; pero ahora, ese vodevil está de tournée por las nubes y no veo la razón de contemplarles todos monos y enmarcados. Además, o mejor, para decir las cosas claras, la vieja abandonó al viejo cuando yo tenía diez años y medio; se embarcó en una gira adúltera por nuestros estados del Sur... un viaje de un año de duración... y su compañero más constante... entre otros... entre muchos otros... fue un tal señor Baco... Al menos, eso fue lo que el viejo me dijo después de que se marchó... volvió... con su pobre cuerpo al Norte. [Así que nos quedarnos solos durante un año el viejo y yo, fue un año muy interesante porque creció la relación entre los dos. Recuerdo un día en el que le dije, pero viejo, ¿por qué estás así?, ¿por qué no vamos al cine, a dar un paseo? ¿Sabe lo que me contestó?. Luego] (1 Texto añadido por el actor después

del estreno) Entre Nochebuena y año Nuevo recibimos la noticia, ¿sabe?, de que la vieja había entregado su alma en un pueblucho de Alabama. Y , sin alma, ella resultaba menos grata. Quiero decir, ¿qué era ya?. Un fiambre. Un fiambre del Norte. De todas formas, el viejo celebró la Nochevieia durante un par de semanas y entonces se pegó un tortazo de frente contra un autobús que marchaba bastante rápido. Esto despejó en cierta forma el panorama familiar. Bueno, no. Quedaba la hermana de mamá, que no era adicta ni al pecado ni al consuelo de la botella. Me metí en su casa y el recuerdo que tengo de ella es muy borroso. salvo que solía hacer todas las cosas lúgubremente: dormir, comer, trabajar, coser, rezar. Cayó muerta en las escaleras de su casa, también la mía entonces, lúgubremente. la tarde de la ceremonia de entrega de los títulos de bachillerato. Un chiste terriblemente centroeuropeo, digo yo.PETER Hay que ver, hay que ver.JERRY ¿Ver qué?, pero todo pasó hace mucho tiempo y no me queda ningún sentamiento por nada de eso; al menos, no lo admito. Sin embargo, tal vez pueda comprender porqué la vieja y el viejo no están 'enmarcados". ¿Cómo se llama?.PETER Peter.JERRY

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Olvidé preguntárselo. Yo me llamo Jerry.PETER (Con risa ligeramente nerviosa) Hola, Jerry.JERRY (Responde a su saludo inclinando la cabeza) Déjeme explicarte, Peter. ¿Cuál es el sentido de tener el retrato de una muchacha, especialmente en dos marcos?. Yo tengo dos marcos, recuerde. Nunca estoy con la misma niña más de una vez y la mayoría de ellas no acostumbran a dar fotos. Es raro y me pregunto si no es triste.PETER ¿La vida de esas niñas?.JERRY No. Me pregunto si no es triste que jamás esté con una de ellas más de una sola vez. Nunca he sido capaz de tener relaciones sexuales o, ¿cómo se dice?, de hacer el amor con alguien más de una sola vez. Una sola vez y adiós. ¡Ah!, espere; durante una semana y media, cuando tenia quince años... y bajo la cabeza porque la pubertad me llegó tarde, [fui un ho-mo-se-xu-al. Quiero decir, un gay... (muy rápido)... gay, gay. gay. Viví en Sodoma, ¡vaya sodomita!, revoloteando como una mariposa. Y durante estos once días, me encontré dos veces por día con el hijo del guarda del parque... Un muchacho griego cuyo cumpleaños coincidía con el mío, pero él un año mayor. Creo que estuve muy enamorado. Aunque tal vez era puro sexo]2. (2 Párrafo cortado por el censor) Pero aquéllo era bailar al son de un jazz muy especial. Y ahora, ¡que si me gustan las chicas alegres!, las adoro. Una horita y punto.PETER Bueno, la solución es bien sencilla...JERRY (Enfadado) ¡Oiga! ¿Va usted a decirme que me case y tenga periquitos?.PETER(Enfadado también) ¡Olvide los periquitos!. Y siga soltero si le gusta. No es asunto mío. Además, yo no empecé esta conversación y ...JERRY Bueno, bueno. Perdón... ¿Está bien? ¿No está enfadado?PETER (Sonriendo) No. No estoy enfadado.JERRY(Aliviado) Está bien. (Volviendo al tono anterior) Ha sido usted muy amable. ¡Me ha preguntado por los marcos sin fotos! Otras personas me preguntan por las cartas pornográficas, pero usted no.PETER (Con una sonrisa de entendimiento) ¡Ah!. conozco esas cartas.JERRY

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No se trata de eso. (Ríe) Supongo que, cuando niño, usted y sus amiguetes se las pasaban unos a otros, o quizás tuvo una baraja propia.PETER Creo que muchos de nosotros la tuvimos.JERRY Y usted las tiró justo antes de casarse.PETER ¡Qué va, hombre! Mire, a mí no me hizo falta nada de eso desde que fui mayorctto.JERRY ¿No?... ¿No?.PETER Preferiría no hablar de esas cosas.JERRY Entonces, déjelo. Además, yo no estaba tratando de sondear su vida sexual durante su adolescencia y en años difíciles. Lo que si he querido aclarar es la diferencia de valor que tienen las cartas pornográficas cuando se es niño y cuando se es mayor. Lo que pasa es que cuando se es niño, las pornográficas sustituyen a la experiencia real y cuando se es mayor, la experiencia real tiene que sustituir a la fantasía. Pero me parece que usted preferiría oír lo que pasó en el Zoo.PETER (Entusiasmado) ¡Ah, sí, el Zoo!. (Violento) Es decir si usted...JERRY Permítame decirle por qué fui. Bueno, permítame decirle algunas cosas. Le he hablado del cuarto piso de la casa de huéspedes donde vivo. Creo que las habitaciones son mejores según se va bajando, piso por piso. Supongo que lo son. No lo sé. No conozco a nadie del tercero ni del segundo. ¡PERO!. Lo que sí sé es que hay una señora viviendo en el tercero exterior. Lo sé porque siempre está llorando.PETER ¡Ahah!. ¡Cherchez la femme!.JERRY Esta señora siempre está llorando. Cada vez que salgo o entro, cada vez que paso por delante de su puerta, siempre la oigo llorar, sordamente, pero ... con mucha obstinación. Con verdadera obstinación. Pero de quien pretendo hablar es del perro de la patrona. No me gusta decir palabras que sean demasiado fuertes para describir a la gente. No me gusla. Pero la patrona es gorda, fea, estúpida, soez, borracha, sucia como un cubo de basura. Y puede que usted haya notado que yo pocas veces digo tacos; por éso no puedo describirla como debiera.PETERUsted la describe... con propiedad.

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JERRY Bueno, gracias. De todos modos, ella tiene un perro... y ya le contaré lo del perro... Y ella y su perro son los guardianes de mi morada. La mujer, como ya he dicho, es bastante desagradable; se apoya descuidadamente por allí esperándome, para asegurarse que no traigo nada ni a nadie y, cuando ha tomado su litro de ginebra con limón de la media tarde, siempre me para en el vestíbulo y me sujeta por la chaqueta o por el brazo y aprieta su nauseabundo cuerpo contra mí hasta acorralarme en un rincón para así poder hablarme. El olor de su cuerpo y su aliento... No puede ni imaginárselo. Y en alguna parte de aquel cerebro del tamaño de un guisante, un cerebro desarrollado sólo para permitirle comer, beber y gruñir, existe una sucia parodia de deseo. Y yo, Peter, yo soy el objeto de su sudorosa lujuria.PETER Es increíble... Encuentro difícil imaginar que gente como ésa exista realmente.JERRY (Mofándose un poco) Es de novela, ¿no?.PETER (Serio) Sí.JERRY La realidad desborda a la fantasía. Tiene razón, Peter. Bueno, lo que yo pretendía era hablarle del perro. Ahora lo haré.PETER (Nervioso) ¡Ah!, sí, el perro.JERRY No se vaya. No pensara en marcharse, ¿en?.PETER Bueno... no. Creo que no.JERRY (Como a un niño) Porque después de que yo le hable del perro, ¿sabe lo que pasará entonces?. Entonces le contaré lo que pasó en el Zoo.PETER (Riendo ligeramente) ¡Lo que pasó en el Zoo!.JERRY No tiene por qué escucharme. Nadie le sujeta aquí.PETER Ya lo sé.JERRY ¿Está seguro?.(Me parece que el siguiente monólogo debe ser realizado con mucha acción, de forma que produzca un afecto hipnótico en Peter y también en el público. Algunas acciones determinadas han sido sugeridas, pero el

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director y el actor que interpreta a Jerry deben decidirse por sí mismos).[Entonces, la historia de Jerry y el perro... Debo explicarle como es el perro de mi patrona... y debo decirla que esta historia no sé lo que significa, pero sé que quiere decir algo, hace tiempo que me ronda la cabeza y necesito toda su atención porque tal vez usted pueda ayudarme a explicarla... El perro de mi patrona es un animal aproximadamente así de alto y es muy delgado... es tan flaco que sólo tiene piel y costillas. ¡Ah!, tiene una llaga en la pata de delante, en la derecha, así que la manera en que camina, el pobrecillo. resulta bastante ridicula, sin embargo, esto no le impide correr... ¡Ah!, los ojos de este animal son rojos como dos llamaradas profundas que penetran en el cerebro... Y los colmillos, rojos también, los colmillos son como los de un cocodrilo y.., ah, sí... el pobre monstruo casi siempre está empalmado, o como si... que es roja también. Bueno, todo ocurrió... El primer día que yo entré en la pensión, el primer día... Yo había dejado la bolsa con la ropa fuera, porque la patrona había dicho que subiera al cuarto interior izquierda, que era mi habitación, para ver si me gustaba, así que abro la puerta... y a mí. claro, lo que me interesaba era ver el ambiente de la casa y lo primero que llamó mi atención fueron unas luces que se reflejaban sobre aquella pared, rojas, azules, naranjas y violetas, como las de las vidrieras de las iglesias; cosa que me pareció bastante rara en una pensión del lado Oeste, así que por un Instinto natural, me doy la vuelta y. evidentemente, ahí estaba la vidriera. Y justo en ese momento, estaba yo mirando para arriba... cuando de pronto siento en la nuca una cosa así, ¡zas!, me vuelvo y ahí estaba él, mirándome... Yo me digo, 'pero Jerry, que forma tan extraña de mirar tiene este perro’ y enseguida pensé: "¡qué tontería!, es un perro que te está mirando, nada más". Total, que doy un paso y en ese momento, sin dejar de mirarme, se pone a gruñir, pero no como un perro normal, sino que se me queda mirando así y empieza a gruñirme, igrrrr... grrrl... Se me heló la sangre en las venas. Debo decirle que a mí nunca me gruñen los perros, tampoco andan lamiéndome las manos ni esas tonterías; pasan a mi lado, chan, chan, chan, como si tal cosa, por eso me quedé muy asustado... Pero pensó: "¡Qué tontería Jerry!. Además, ya sabe usted que si uno tiene miedo de un animal la primera vez, ese animal acaba por dominarlo a uno, por eso decidí pasar por delante de él y seguir hacia mi habitación. Al pasar por su lado hice así, ¡uh! y el ni se movió. Empiezo a subir y iplaf!... me mordió... Subí corriendo a la habitación y me puse a pensar que a lo mejor ese perro tenía un asunto personal conmigo... Sí, porque mire, pensé que si en una pensión hay un perro mordedor, la patrona lo tiene o con una cadena atadito o en otra habitación, porque si no no habría ningún huésped o todos los huéspedes serían unos chiflados. De todas formas me di cuenta que ése era un problema que debía resolver yo sólo y ahora mismo, no sé porqué, de todos modos, no me podía quedar allí encerrado.

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Así que, ¡ánimo Jerry!, abro la puerta y allí seguía él, que no se había movido, mirándome. Yo me puse a temblar, me escocía mucho aquí, me había desgarrado todo el pantalón. Total que para que él no se diera cuenta de que yo estaba temblando, apreté los puños con fuerza, pero luego pensé que a lo mejor creía que le iba a dar con el puño en la cabeza, así que por eso me los puse a la espalda... ¡Ah!, además recuerdo que decidí mirar para arriba, para que el creyese que a mí no me importaba nada que él estuviese allí o no... así que seguí bajando y cuando mefaltan tres peldaños, noto que él estaba ahí, hace así; chas, chas, chás y se me pone justo delante... Entonces yo pensé dar media vuelta y subir corriendo a mi cuarto, pero pensé que en cuanto me diese la vuelta, ¡zas!, me mordía en el otro lado. Así que me dije: "Jerry, baja los tres peldaños y luego le apartas con la mano y te vas a la calle". Bajo un peldaño, dos y al llegar al tercero ¿sabe lo que hace él?, avanza, paf, paf, y me coloca el hocico encima de los pies y empieza a hacer así: igrrrr!. Yo miro a la puerta y me digo: "éste es el momento de pegar un salto y salir corriendo"; pero pensé: "éste me agarra un pie y me lo destroza". Así que decidí darle una patada en el hocico y salir corriendo. No hago nada más que levantar un poco el pie para pegarle cuando el hace tris, tris y me deja un poco de sitio, yo Inmediatamente aprovecho para meter la pierna y entonces empieza a mirarme fijamente en el tobillo. Yo comienzo a caminar hacia la calle, hasta que de pronto, cuando estaba a una distancia corta de la puerta, hace plaf, plaf, plaf y se mete dentro de su casa. Yo me quedé algo aliviado porque pensé que se trataba de una broma que me había gastado el animalito, ¡una maldita broma!, desde luego. Total, que subí, metí la bolsa y fíjese, en vez de decírselo a la patrona, me callé. Al día siguiente, cuando entré,el perro no estaba, porque estaba la patrona y cuando está la patrona, el perro nunca está. Pero al tercer día voy a entrar y ahí que estaba otra vez el perro mirándome como el primer día. Yo me pongo a temblar, pero ¿y si era una broma?, si era una broma... Y fíjese qué ridículo, por lo menos para mí, que cuando la gente tiene miedo se pone a silbar... Pues yo me puse a silbar mientras pensaba: es una broma, es una broma. Así que subo y ¡paf!.. Me fui a mi habitación convencido de que no se trataba de una coincidencia ni de una broma. El perro tenía un asunto personal conmigo. Por éso me di cuenta que debía tomar una decisión: o conquistarle o marcharme; pero antes le di una última oportunidad...y me volvió a morder. Otra decisión: Voy a probar a ser amable con él; para mí ser amable no es fácil, para mi, no consiste en poner la cara así o ser simpático, sino en hacerse digno de ser amado por un ser vivo. Sin embargo, reconocí que si ésto no daba resultado lo iba a matar. (Peter retrocede) No interrumpa, Peter, sólo eschuche. Me fui a la Avenida Columbus, que recuerdo que, por aquella época, estaba toda sembrada de

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italianos que vendían hamburguesas y me acerco a un tío de los de las hamburguesas y le digo: "dos hamburguesas, una muy hecha y otra poco hecha". La muy hecha me la como yo y a la poco hecha le quito el pan y me quedo sólo con el trozo de carne que estaba casi crudo. Me voy a casa y me pongo la mano con la hamburguesa detrás de la espalda. Lo hice, ¿sabe?, porque pensé que él a lo mejor no había comido nunca carne, sólo comía basura, y que si entraba con la mano por delante, quizás me la arrancaba. Entro y ahí estaba, mirándome, con empalme y todo, como de costumbre. Saco la carne despacio, se la paso así... y el tipo alarga el cuello y empieza a hacer así con le nariz. Yo pienso: ¿que estará tramando éste?. Cojo la carne, hago una pelotita y. despacio, para que no se ponga nervioso, la tiro rodando... El empieza a caminar hacia la carne pero sin dejar de mirarme a mí y se coloca justo detrás, momento en que yo aprovecho para ir hacia la escalera, sin darle la espalda porque él de frente nunca me ataca ¿sabe?. De modo que... i Ah!, ahora comprendo, entonces no me di cuenta, pero ahora sí, recordaba que hubo unos momentos agradables, pero no sabía porqué, verá lo que pasó. El se puso a olisquear la carne y a lametearla así... y luego, levantó la cabeza y sonrió... después se la comió y empezó a relamerse, por eso debió ser que yo me levanté y pensé: bueno, ya está, me vuelvo y ¡chas!... ¿Se da cuenta?... ¡Ah!, entonces... es que no sonrió, sino que se rió de mí. Pensó: "sí, tú dame carne que después te muerdo a ti”. Por lo menos, podía haber esperado unas horas para morderme... no es mucho pedir... Yo estaba furioso y sobre todo muy ofendido. Eran seis hamburguesas estupendas, sin suficiente cerdo en ellas como para repugnar. Estaba ofendido, sí, pero decidí continuar unos días más. Pero siempre ocurrió lo mismo: gruñido, olfateo, movimiento rápido, mirajconfijeza, zampar, BRRRAAAGGHH. risa, GRRR... |BAM! Ahora bien, por entonces la Avenida Columbus estaba sembrada de panecillos de hamburguesas y yo estaba menos ofendido que disgustado. Por éso. decidí matar al perro. (Peter levanta la mano en señal de protesta) ¡Oh, no se alarme Peter! No lo conseguí. El día del intento compré lo que me parecía una ración homicida de veneno de ratas. Por eso me fui a la Avenida Columbus y le dije al hombre de las hamburguesas: "Quiero unas hamburguesas completamente crudas". Yo pensé que él me iba a decir "aquí no se sirven hamburguesas crudas". Pero ¿sabe lo que me dijo?: "qué, un bocado para un minino?". Yo estuve a punto de decirle; "¡qué un bocado para mi minino!. Es parte de un plan para ajustar cuentas con un perro que conozco", pero usted sabe que no se puede andar por ahí diciendo "para un perro que conozco". Así que sim-plemente dije: "¡sí, un bocado para mi minino!". ¡Oiga!, en ese momento, toda la gente que hay ahí en el puesto, levanta la cabeza y empieza a mirarme.] 1

1 Este monólogo es una versión realizada por el Pequeño Teatro. La traducción de la versión original es la siguiente:

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¿Está seguro?Muy bien. (Como si estuviera leyendo una enorme cartelera) ¡LA HISTORIA DE JERRYY EL PERRO! (De nuevo natural) Lo que voy a contarle tiene algo que ver con como a veces es necesario dar un gran rodeo para poder andar una distancia corta como es debido; o, es posible, que solo parezca que tiene algo que ver. Pero se trata de porqué hoy yo fui al Zoo y porqué caminé al Norte... os decir, dirección Norte... hasta quo llegué aquí. Bueno. El perro, creo quo ya se lo he dicho, es un monstruo negro con uno cabeza gigantesca, de diminutas, diminutas orejas, ojos... sangrientos, infectados quizás, y con la piel pegada a las costillas. El perro negro, todo negro, todo negro excepto sus ojos sangrientos y... si... y una llaga abierta en su... pata derecha, la de delante. También roja. Y ... sí, el pobre bastardo siempre está empalmado...o como si y también es roja, y...¿qué más?... Oh, si, también tiene un color gris-amarillento-blancuzco cuando él enseña sus colmillos. Do esta forma: Grrr!. Que fue lo que él hizo cuando me vio por primera vez... el día que me mudé allí. El animal me preocupó desde el primer instante en que me lo encontré. Loe animales no me toman por San Francisco, que llevaba pájaros colgados de él todo el tiempo. En general, los animales me tratan con indeferencia... como la gente... (Ligera sonrisa).., la mayoría de las veces. Poro con este perro no me sentía indiferente. Ah, no. Primero no gruñó y después se tiró a por mí para morderme una pierna. No como un perro rabioso, ¿sabe?; sino con una especie de torpeza canina. No era un idiota, fue una carrera torpe pero certera, aunque luego yo siempre consiguiera escapar. Me desgarró una parte del bajo del pantalón, mire, aquí lo puede ver, donde está el remiendo: esto lo consiguió ya el segundo día: pero yo le di una patada y conseguí zafarme, corrí escaleras arriba y sanseacabó (Pensativo) Todavía hoy no sé como lo llevan los otros inquilinos. poro sabe qué pensó, que sólo la tomaba conmigo. Fenómeno. ¿no?. De todas formas, solo duró una semana. siempre quo entraba, poro no cuando salía. Es curioso. Oh, si, fue muy curioso Yo podía haber empaquetado mis cosas y largarme a la calle por lo que al dichoso perro le importaba. En realidad, un día, en mi cuarto, lo pensé, después do una de mis fugas por las escaleras. Tomé una resolución: primero, mataría al perro con amabilidad y si eso no funcionaba... simplemente lo mataría. (Peter se estremece) sin inmutarse, Petor, sólo escucho Al día siguiente salí a comprar hamburguesas, medio hechas, sin tomate ni cebolla y, de camino a caso, tiré el pan y me quedé sólo con la carne. Cuando llegué al hostal, yo medio abrí la puerta y ya estaba él ahí, esperándome. Me imagino. Yo entré, con cuidado, con tas hamburgueoao, ¿recuerda?, abrí la bolsa y dejé la carne en el suelo a unos cuatro metros del perro quo ya me estaba gruñendo. ¡Imagínese!. El gruñía, paró de gruñir; olió; avanzó lentamente, luego rápido, mas rápido, hacia la cama. Cuando la alcanzó se detuvo y me observó. Yo sonreí. bueno, para despistarle, lo entiende, ¿verdad?. Se volvió a las hamburguesas, las olió, luego otro poco y entonces.. BRRGRRRR... o algo así... y las engulló. Era como si nunca hubiera comido nada más que pura basura. Y seguramente así era. No creo quo la patrona comiera nada que no fuera basura. Pero el se tragó sus hamburguesas, de una sola vez, haciendo unos ruidos con su garganta como de mujer. Entonces, una vez que hubo terminado la carne , intentó comerse la bolsa, se sentó y sonrió. Por lo menos eso pensé yo; se que los gatos lo hacen. Pasé unos momentos muy gratificantes. Pero justo entonces, BAM. el gruñó y se tiró a por mí de nuevo. Esta vez tampoco me cogió. Subí las escaleras y me tiré en la cama para pensar de nuevo en el perro. La verdad es que me sentía dolido y frustrado. Se trataba de seis estupendas hamburguesas sin nada de cerdo, a cambio de !as que sólo conseguí un terrible cabreo. Estaba dolido. Pero, después de un rato, decidí intentarlo uno días más. Si usted se para a pensarlo, al perro me tenía manía. Por eso, lo intentó durante otros cinco días, pero siempre lo mismo; gruñir; oler; avance lento; avance rápido;

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observar; engullir; B8RRRGRRRR. sonreír; gruñir, BAM. Ahora bien, para esas fechas la Avenida Columbus estaba sembrada de panecillos de hamburguesas y yo me sentía menos dolido que cabreado. Por eso decidí matar al peno. (Peter insinúa un gesto de protesta) No se alarme, Peter; no lo conseguí. El día que intenté matarlo sólo compré una hamburguesa y lo que yo pensé que era una cantidad mortífera do veneno de rata. Cuando compré la hamburguesa se la pedí sin pan. sólo queríala carne. Esperaba de él algún tipo de reacción como 'no vandemos hamburguesas sin pan'; o 'qué pasa, ¿se las come con las manos?". Poro no, el sonrió benévolo, metió la hamburguesa en la bolsa y dijo: Para su gatito. ¿no?". Quise contestarle: 'No, en realidad se trata de una parte del plan de envenenamiento de un perro que conozco". Pero no se puede ir por ahí diciendo "un perro que conozco” sin que suene extraño, ¿no?. Por eso dije,, un poco alto y asustado, muy formalito "SI, PARA MI GATITO", La gente me miró.___________________________________________________________

Siempre sucede que, cuando trato de simplificar las cosas, la gente levanta la vista. Pero ésa es otra historia. Así que. de vuelta a casa, rnezclé la hamburguesa y el veneno de ratas con mis propias manos, sintiendo en ese momento tanta tristeza como asco. Abrí la puerta que conduce al vestíbulo y allí estaba el monstruo, esperando la ofrenda pava después saltar sobre mí. ¡Pobrecito!. Nunca comprendió que los segundos que él empleaba para sonreír yo los aprovechaba para ponerme fuera de su alcance. Pero allí estaba él, la maldad empalmada, esperando. Puse en el suelo la albóndiga de veneno, me fui hacia la escalera y vigilé. El pobre animal se zampó la comida como de costumbre, sonrió, lo que casi hizo que me marease, y entonces ¡PAF!... Pero yo corrí rápidamente escaleras arriba, como siempre. Y entonces sucedió que el animal cayó mortalmente enfermo. Lo supe porque ya no me esperó más y porque la patrona dejó de emborracharse. Me detuvo en el vestíbulo la misma tarde de la tentativa de asesinato y me confió la información de que Dios había asestado a su cachorrito un golpe indudablemente fatal. Ella se había olvidado de su lujuria salvaje y por primera vez sus ojos estaban abiertos de par en par. Se parecían a los ojos del perro. Lloriqueaba y me imploraba que rezase por su animal. Me hubiera gustado decirle: "Señora, tengo que rezar por mi mismo, por el negro afeminado, la familia por-torriqueña, la persona de la habitación de enfrente, a la que nunca he visto, la mujer que llora obstinadamente detrás de su puerta y por el resto de la gente que vive en todas las casas de huéspedes de todo el mundo. Además, señora, yo no sé rezar". Pero, para simplificar las cosas, le dije que sí, que rezaría. Levantó la vista. Dijo que era un embustero y que probablemente yo deseaba que el perro muriese. Le dije - y había tanta verdad en ésto-, le dije que no deseaba que el perro muriese. No lo deseaba y no solamente porque le hubiera envenenado. Tengo que confesarle ahora, Peter, que deseaba que el perro viviese para ver hasta dónde llegaba nuestra nueva relación. (Peter da muestras de un

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descontento y antagonismo creciente) Por favor, comprenda Peter, este detalle es importante. Tenemos que conocer el efecto de nuestros actos. (Un hondo suspiro) Bueno, en cualquier caso, el perro se recuperó. No tengo idea del porqué, a menos que fuera un descendiente del cachorro que guardaba las puertas del infierno o de un lugar de veraneo parecido. No estoy muy fuerte en mitología. ¿Usted sí?. (Peter se pone a pensar, pero Jerry sigue) Ha fallado la pregunta de los ocho mil dólares, Peter; de todos modos, Peter, el 'cancerbero" recobró la salud y la patrona su sed, de ninguna manera alterada por la salvación del guau-guau.Cuando volví a casa después de ver una película que ya había visto, después que la patrona me dijo que el cachorrín estaba mejor, yo tenía la esperanza de que el perro estuviera aguardándome. Yo estaba... bueno, ¿cómo expresarlo?... ¿engatusado?, ¿fascinado?. No, no es eso... ¿Ansioso hasta destrozárseme el corazón?. Eso es. Estaba ansioso hasta destrozárseme el corazón por enfrentarme con mi amigo otra vez. (Meter reacciona con saña) Sí. Peter, amigo: Esa es la única definición posible: yo estaba ansioso hasta etcétera por enfrentarme otra vez con mi amigo caninito. Entré por la puerta y avancé, intrépido, hasta el centro del vestíbulo. El perro estaba allí... mirándome- Y fíjese, parecía mejorado a causa de sus complicaciones con el más allá. Me detuve. Le miré. Me miró, creo que permanecimos largo rato así... quietos, estatuas de piedra, mirándonos el uno al otro. Yo miraba más a su cara que él a la mía. Quiero decir que yo puedo concentrarme más tiempo en mirar a la cara de un perro que un perro puede concentrarse en mirar a la mía, o a al cara de quien sea, si vamos al caso. Pero durante aquellos veinte segundos o dos horas que nos miramos el uno al otro, establecimos contacto. Pues bien, eso es lo que yo deseaba que sucediera; ahora, yo quería al perro y deseaba que él me quisiera. Yo había tratado de querer y había tratado de matar y ambas cosas habían fracasado. Yo esperaba... yo no se realmente por qué esperaba que... el perro comprendiera algo... y mucho menos mis motivos... Yo esperaba que el perro comprendiese... (Peter parece hipnotizado) Es que... es que... es que si uno no puede entenderse con las personas hay que empezar con algo. ,CON ANIMALES'. (Más rápido, como un conspirador) ¿No lo comprende?, para una persona debe existir algún medio de tratar con ALGO. Si no con la gente, con ALGO. Con una cama, con una cucaracha, con un espejo... No, eso es demasiado difícil. Ese es uno de los últimos pasos. Con una cucaracha, con... con... una alfombra, un rollo de papel higiénico ... no. no, tampoco.,. también es como el espejo; siempre hay que comprobar si hay sangre o no. Ya ve lo difícil que es pensar en cosas. Con la esquina de una calle mojada, demasiado iluminada y la luz de las farolas bañándose en los charcos de gasolina... Con... un poco de humo... un poco de humo... Con una baraja pornográfica, con una caja fuerte... SIN CERRADURA... Con el amor... Con el vómito... Con el grito, furioso porque las niñas alegres no son tan

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alegres, con ganar dinero con el cuerpo, que es un acto de amor y yo puedo probarlo, con el aullido por seguir vivo; con Dios. ¿Qué le parece?. CON DIOS, QUE ES UN MARICA DE COLOR OUE LLEVA KIMONO Y DEPILA SUS CEJAS, QUE ES UNA MUJER QUE LLORA OBSTINADAMENTE DETRAS DE UNA PUERTA CERRADA... con Dios, que según me han contado, volvió la espalda a todo este tinglado hace ya algún tiempo... con... algún día. con gente. (Jerry pronuncia la siguiente palabra con un pesado suspiro) Gente. Con una idea; un concepto. ¿Y dónde mejor, dígame, dónde mejor que en este mundo, que en eso humillante pretexto de cárcel, dónde mejor paja comunicar una sola, simple idea que en la entrada da una casa?. ¿Dónde?.[¿Porqué lo hice?. Uno va por la calle, la gente pasa, pasa y pasa. Y las cosas, por ejernplo, una moneda, si uno piensa de quién ha sido; quién ha comprado algo para alguien con esa moneda... Y los ruidos, los ruidos de la ciudad... Por algún sitio hay que empezar, con un ruido, con una moneda, con el espejo, no. el espejo es lo más difícil, así que con el perro. ¿Porqué no con el perro?. ¿Y sabe lo que ha ocurrido?. Hemos llegado a un acuerdo. Yo me pongo al lado del perro y no pasa nada. absolutamente nada y, sí después de todo esto, es posible una indiferencia tan grande, ¿porqué entonces hablan de amor y todo oeso?]4 (Hay un silencio. Jerry se dirige al banco de Peter y se sienta a su lado. Es la primera vez que Jerry se sienta). La historia de Jerry y el perro: FIN. (PETER NO DICE NADA) ¡Bueno. Peter!. (Jerry repentinamente se pone alegre) ¿Bueno, Peter? ¿Cree usted que yo podría vender la historia a Selecciones y ganar un par de cientos de dólares para "Mi personaje inolvidable"?,

4 En versión del Pequeño Teatro. La versión original es la siguiente: ¡Podría sor el principio!. ¿Dónde mejor para comenzar a comprender y quizás, quizás ser comprendido... el principio de una comprensión., que con un... (Jerry parece caer en una fatiga grotesca) .. que con UN PERRO?. Sólo eso, un perro. Un perro.. (Slencio que puede prolongarse unos instantes, después Jerry termina su historia agotado). Parecía una idea completamente lógica. El hombre es el mejor amigo del perro, recuerde. Por eso el perro y yo nos observamos Yo más tiempo que el perro. Y lo que vi entonces no ha cambiado. Coda vez quo nos encontramos nos quedamos quietos. Nos miramos con una mezcla do tristeza y recelo para después fingir indiferencia. Pasamos coda uno delante del otro sin peligro. Tenemos un acuerdo Es muy triste, pero tendrá que admitir que se trata de un acuerdo. Intentamos comprendernos y fallamos El perro ha vuelto a su basura y yo he vuelto a poder pasar libremente y solitario. No, no he vuelto a nada. Quiero decir, me he ganado el peso libre y solitario, si a tanta pérdida se le puede llamar ganancia. He aprendido que ni la bondad ni la crueldad por sí mismas, independientemente una de otra, producen ningún efecto más allá de ellas mismas. Y he aprendido que las dos combinadas,

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(juntas, al mismo tiempo, constituyen la base de los sentimientos. Y que lo ganado supone una pérdida Y cuál ha sido el resultado: el perro y yo hemos logrado un acuerdo: mejor un pacto. Ni nos amamos ni nos herimos porque ya no intentamos alcanzarnos. Y ¿no era un acto de amor alimentar al perro? Y, quizás, ¿no era un impulso de morderme un acto de amor?. Si somos capaces de tanta incomprensión, bueno, entonces ¿para que nos sirve la palabra amor?).

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¿eh?. (Jerry se muestra muy animado, en cambio Peter muy turbado) Ande, Peter, dígame lo que piensa.PETER (Agotado) No... no comprendo lo que... No creo que yo... (Ahora casi con lágrimas) ¿Por qué me contó todo esto?.JERRY ¿Cómo por qué?.PETER ¡NO COMPRENDO!.JERRY ( Furioso pero persuasivo) ¡Mentira!.PETER No. ¡No es mentira!.JERRY Traté de explicárselo mientras fui contándolo. Fui despacio. Todo tiene que ver con...PETER No quiero oir más. Yo no le comprendo a usted, ni a su patrona, ni al perro de ella...JERRY ¡De ella!. Pensé que era mi perro... No. No, tiene usted razón. Es de ella, (Mira a Petar intensamente, moviendo la cabeza) No sé lo que estaba pensando. Claro que usted no comprende. (Monótono, cansado) Yo no vivo en su manzana; no estoy casado con tíos periquitos o lo que sea. Soy un idiota que pasea por las calles de la mejor ciudad del mundo, que es Nueva York. Amén.PETER Lo... lo siento. No era mi intención...JERRY ¡Olvídelo!; Supongo que usted no sabe exactamente qué opinar de mí, ¿eh?.PETER (Bromeando) Por una editorial pasa cada tipo. (Ríe entre dientes)JERRY

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Es usted un hombre gracioso. (Forzando una sonrisa) ¿Lo sabe?. Es una persona... enormemente cómica.PETER (Molesto pero divertido) Bueno, no tanto (Sigue riendo entre dientes)JERRY Peter, ¿le molesto o incómodo?.PETER (irreflexivo) Debo confesar que no es ésta precisamente la clase de tarde que me había imaginado.JERRY Quiere decir que no soy el caballero que esperaba.PETER No esperaba a nadie.JERRY ¿No? Pero yo estoy aquí y no me voy a marchar.PETER (Mirando la hora) Bueno, puede que usted no, pero yo tengo que irme a casa.JERRY ¡Por favor!, quédese un poco más.PETER Debo irme. Es que...JERRY (Haciendo cosquillas a Peter) Ande, por favor.PETER (Mientras Jerry continúa haciéndole cosquillas) ¡Ah. ji, ji, ji!. Tengo que irme. Yo... ¡ji.ji, ji!. Después de todo, los periquitos estarán preparando la cena, ¡ji,ji,ji!. Y los gatos están poniendo la mesa. Pare, pare. Y... y... (Peter está fuera de si) Y tenemos... ¡ji, ji, ji! ¡Uff!... ¡ Jo, jo, jo!. (Jerry deja de hacer cosquillas a Peter, pero la combinación del cosquilleo y su propia excitación han hecho que Peter ría casi histéricamente. Su risa continúa algún tiempo. Después decrece. Jerry le observa con una curiosa sonrisa fija).JERRY ¿Peter?.PETER¡Ah. ja, ja, ja! ¡jo, jo, jo! ¿Qué? ¿Qué?.JERRY Escúcheme.PETER ¡Oh, jo. jo! ¿Que pasa?, jerry. ¡Oh, Dios mío!.JERRY (Misterioso) Peter, ¿quiere usted saber lo que pasó en el Zoo?.

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PETER ¡Ah, ja, ja, ja!. ¿El qué?. Ah, sí. El Zoo. ¡Ah, Ja, ja, ja!. Bueno, he tenido mi propio Zoo hace un momento con... |ji, ji!... los periquitos preparando la cena y el... ¡ja, ja!... lo que fuera. El...JERRY (Tranquilamente) Sí. fue muy divertido, Peter. No lo hubiera esperado. Pero, ¿quiere oír lo que pasó en el Zoo?.PETER Sí, sí, claro. Cuénteme lo que pasó en el zoo. ¡Caramba, no se lo que me ha ocurrido!.JERRY Ahora le voy a explicar lo que pasó en el Zoo. Pero antes debo decirle por qué fui al Zoo. Fui al Zoo para saber algo más sobre el modo en que las personas conviven con los animales y el modo con que los animales conviven entre sí y también con las personas, Probablemente no era una prueba válida al estar separados unos de otros por los barrotes, tanto la mayor parte de los animales entre sí como los animales de las personas. Pero si es un Zoo tiene que ser así. (Golpea a Peter en el brazo) Córrase.PETER (Amistosamente) Lo siento, ¿no tiene bastante sitio?. (Se corre un poco).JERRY (Sonriendo ligeramente) Bueno, todos los animales están allí y toda la gente está allí y en domingo todos los niños están allí. (Golpea otra vez a Peter) Córrase.PETER (Paciente, todavía en broma) Muy bien. (Se corre un poco dejando bastante sitio a Jerry).JERRYY es un día caluroso, así que todo lo inunda el hedor; también están los vendedores de globos y todos los de helados, y todas las focas están gruñendo y todos los pájaros chillando. (Empuja a Peter más fuerte) ¡Córrase!.PETER (Empezando a molestarse) ¡Tiene usted sitio más que suficiente!. (Pero se corre todavía más hasta colocarse casi al borde del banco).JERRYY yo estoy allí y es la hora de alimentar a los leones y el guardián de los leones entra en la jaula del león, una de las jaulas, para alimentar a uno de los leones. (Golpea a Peter en el brazo duramente) ¡CÓRRASE}.PETER (Muy molesto) No puedo correrme más y deje de golpearme, ¿Qué le pasa a usted?.JERRY

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¿Quiere oír la Historia?. (Golpea a Peter en el brazo otra vez).PETER (Alucinando) |No estoy seguro! Pero sí lo estoy de que no quiero que me pegue en el brazo.JERRY (Golpeándole de nuevo) ¿Así?.PETER ¡Basta!. Pero ¿qué le pasa a usted?.JERRYQue estoy loco, cabrón.PETER No tiene gracia.JERRY Escúcheme Peter. Quiero este banco. Usted siéntese en el banco de allí y si es bueno le contaré el resto de la historia.PETER (Aturdido) Pero... ¿Porqué? ¿Qué le pasa?. Además, no veo la razón para dejarle este banco. Me siento en él casi todos los domingos por la tarde, cuando hace buen tiempo. Es un sitio apartado; nunca se sienta nadie aquí y así lo tengo todo para mí.JERRY (Suavemente) Fuera de este banco, Peter; lo quiero yo.PETER (Casi llorando) No.JERRY He dicho que quiero este banco y lo voy a tener, Ahora, váyase de aquí.PETER La gente no puede tener todo lo que quiere. Usted debe saberlo: es una norma; la gente puede tener algunas da las cosas que quiere, pero no puede tenerlas todas.JERRY (Ríe) ¡imbécil! ¡Qué torpe es usted!.PETER ¡Basta!,JERRY ¡Es como un vegetal ¡Vayase y túmbese en el suelo!PETER (Intenso) Ahora, escúcheme a mí. Le he aguantado toda la tarde.JERRY No toda.PETER LO BASTANTE. Le he aguantado lo bastante. La he escuchado porque parecía... porque, imbécil de mi, Creía que necesitaba hablar con alguien.JERRY Se explica muy bien, sencillamente. Y, sin embargo. ... Ah, ¿cuál es la palabra que le hace justicia?...¡DIOS!, usted me enferma... fuera de aquí y déjeme mi banco.

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PETER ¡MI BANCO! ¡MÍO!.JERRY (Empuja a Peter casi fuera del banco) Fuera de mi vista.PETER (Recuperando su posición) ¡Maldito sea! ¡Ya está bien! Estoy harto de usted. No le daré el banco; no lo va a tener y se acabó. Ahora, váyase. (Jerry pega un bufido. pero no se mueve) Fuera, he dicho. (Jerry no se mueve) Váyase de aquí. Si no se va... es usted un gamberro. Eso es lo que es... Si no se mueve llamaré a un policía y lo echará de aquí. (Jerry se ríe pero no se mueve) Se lo advierto; llamaré a un policía.JERRY (Suavemente) No encontrará uno solo por aquí. Están todos al otro lado del parque cazando locas que trepan a los árboles o se esconden entre los arbustos. A eso se dedican. Chille, chille hasta volverse loco, nadie va a oírle.PETER ¡POLICIAL Se lo advierto, haré que lo detengan. ¡POLICÍA!. (Pausa) Me siento ridículo.JERRY Y lo es. Un adulto como usted llamando a voces a la policía en una luminosa tarde de domingo, en el parque, sin que nadie la haga daño. Si por casualidad un policía pasara por aquí le tomaría por chillado.PETER (Con disgusto e impotencia) ¡Santo Dios!, yo sólo vine para leer en paz y ahora quiere usted que le deje mi banco. ¡Está loco!.JERRY ¡Eh!, tengo buenas nuevas para usted: Estoy en su precioso banco y no será suyo nunca más.PETER (Furioso) Venga tú; tuera de mi banco. No me importa si esto tiene algún sentido o no. Quiero este banco, es mío, y. ¡A TI FUERA DE EL!.JERRY (irónico) ¡Ah!, mira cómo se enfada.PETER ¡FUERA!.JERRY No.PETER ¡SE LO ADVIERTO!.JERRY Si viera lo ridículo que se pone.PETER

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(La furia le ha poseído) No me importa. (A punto de llorar) ¡FUERA DE MI BANCO!.JERRY ¿Por qué?. Usted tiene todo a lo que en el mundo se puede aspirar; me ha hablado de su hogar, de su familia y de su propio pequeño Zoo. Lo tiene todo y además quiere este banco. ¿Son éstas las cosas por las que los hombres luchan?. Dígame, Peter, ¿es este banco, este pedazo de hierro y madera, en el que se basa su honor? ¿Es ésta la única cosa en el mundo por la que usted lucharía? ¿Se le ocurre algo más absurdo?.PETER ¿Absurdo?. Mire, yo no voy a discutir con usted sobre el honor, ni siquiera intentaré explicárselo. Además, no se trata de una cuestión de honor; pero aunque lo fuera, usted no lo entendería.JERRY (Despectivo) No sabe lo que dice, ¿no?. Probablemente sea ésta la primera vez en su vida que tiene algo más difícil de afrontar que cambiar el serrín donde mean gatos. ¡Estúpido! ¿No tiene ni idea, ni la más ligera, de lo que otra gente necesita?.PETER ¡Hombre! ¡Mira quién fue a hablar!. Bueno, usted no necesita este banco. En absoluto.JERRY Sí, sí lo necesito.PETER(Temblando de ira) He venido aquí durante años; he pasado horas de gran placer, de gran satisfacción, justo aquí. Y eso es muy importante para un hombre. Soy un hombre responsable, ya soy UN ADULTO. Este es mi banco y usted no tiene ningún derecho para quitármelo.JERRY Entonces luche por él. Defiéndase; defienda su precioso banco.PETER Usted me obliga a ello. Levántese y pelee.JERRY ¿Cómo un hombre?.PETER (Todavía furioso) Si, como un hombre, si usted insiste en burlarse de mi.JERRY Vegetal, lechuga, lechuguino miope...PETER iCALLESE!.JERRY ... Pero, la verdad, como repiten en la tele todos los días -la verdad- y lo digo en serio, Peter, que posee usted una cierta dignidad, lo que me

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sorprende...PETER ¡BASTA!.JERRY (Levantándose perezoso) Muy bien Peter. nos batiremos por el banco, pero será una lucha desigual. (Saca y abre una navaja)... PETER (Dándose cuenta de la realidad de la situación) ¡Está loco!. ¡VA A MATARME!.JERRY Un loco con una navaja. No tenemos las mismas armas (Tirando la navaja a los pies de Peter). Ahí ia tiene. Cójala, Será un combate más igualado.PETER (Horrorizado) ¡NO!,JERRY (Lanzándose sobre Peter le agarra por las solapas; Peter se levanta, sus caras casi se tocan) Cójala y luche conmigo. Luche por su propio respeto; luche por ese maldito banco,PETER ¡No!, ¡suélteme!, ¡suélteme!. ¡Socorro!.JERRY (Abofeteando a Peter en cada "luche') Luche, hijo de puta; luche por su banco; luche por sus periquitos; luche por sus gatos; luche por sus dos hijas; luche por su mujer; luche por su hombría, patético y miserable lechuguino, (le escupe en la cara) que ni siquiera pudo conseguir un varón de su mujer.PETER (Se zafa de Jerry, enfurecido) Es una cuestión de genes, no de hombría, usted... monstruo. (Se avalanza sobre la navaja y la coje, retrocediendo unos pasos con respiración fatigada) Le daré la última oportunidad. ¡Fuera de aquí y déjeme en paz! (Sostiene la navaja con firmeza, pero lejos de él. no para atacar sino para defenderse).JERRY (Suspira pesadamente) ¡Así sea!. (Jerry se precipita con ímpetu sobre Peter, clavándose a propósito el propio Jerry la navaja. Por un momento, silencio completo, Jerry se clava en la navaja hasta el fondo mientras todavía Peter la sujeta con mano firme. Después, Peter grita y retrocede, dejando la navaja clavada en el cuerpo de Jerry que se queda tieso. Después Jerry también chilla y su grito debe ser como el de un animal enloquecido, herido mortalmente. Con la navaja clavada Jerry avanza dando traspiés hasta llegar al banco, que Peter ha dejado libre. Se desmorona sobre él, queda sentado y se encara con Peter, mostrando sus

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ojos salvajes por la agonía, la boca abierta).PETER (En un susurro) ¡Oh, Dios mío!, ¡oh, Dios, Dios mío.„!. (El repite las mismas palabras una y otra vez muy rápido.)JERRY (Se está muriendo, pero ahora su expresión parece cambiar. Sus facciones se relajan al mismo tiempo que cambia su voz. a veces extraída con verdadero esfuerzo a causa del dolor que él intenta dominar. Sonríe) Gracias Peter. Lo digo en serio. Muchas gracias. (Peter se queda atónito. No puede moverse. Está ido) Ah. Peter, temí asustarle. (Procura reírse) No sabes cuánto he temido que te fueras y me dejaras. Y ahora te diré lo que pasó en el Zoo. Creo... creo que esto fue lo que pasó en el Zoo... creo. Esta mañana cuando me levanté sabía que iba al Zoo. Creo que mientras estaba en el Zoo decidí que caminaría hacia el Norte... dirección Norte, mejor dicho...caminaría hasta encontrarme contigo... o con alguien... Y decidí que hablaría contigo... Que te contaría cosas,.. Y las cosas que yo te contase te provocarían... Bueno, aquí estamos. ¿Lo ves?. Aquí estamos. Pero... No sé... ¿planearía yo todo esto? No... no pude hacerlo. Pero creo que lo hice. Y ahora ya te he dicho lo que querías saber, ¿no?. Y anuía sabemos todo lo que pasó en el Zoo. Y ahora tú sabes lo que verán en la tele y la cara de la que te hablé... mi cara, la cara que ves justo ahora. Peter.,. ¿Peter?... Peter... gracias. Yo vine a tí (se ríe, ya muy débil) y tú me has confortado. Querido Peter.PETER (Casi desmayado) ¡Oh. Dios mío!.JERRY Será mejor que te vayas ahora. Alguien puede llegar y tú no debes estar aqotado cuando alguien venga.PETER (Sin moverse, comienza a llorar) ¡Oh Dios mió, oh Dios mío!.JERRY (Desfallecido, a punto de morir) Nunca más vuelvas aquí, Peter; tú has sido desposeído. Has perdido tu banco aunque lo hayas defendido con honor. Y Peter, te diré algo ahora; realmente no eres un vegetal; no te preocupes, eres un animal. Además eres un animal. Pero ahora sería mejor que te dieras prisa, Peter. Corre, será mejor que te vayas... ¿comprendes? (Jerry saca un pañuelo y con enorme esfuerzo y dolor limpía las huellas dactilares del mango de la navaja) Deprisa Peter. (Peter, tambaleándose, comienza a alejarse) Espera,., espera, Peter. Coge tu libro... el libro. Aquí... a mi lado... en tu banco... no, mi banco. Ven... coge tu libro. (Peter se avalanza por el libro, pero retrocede) Deprisa... Peter. (Peter se la lanza al banco, agarra el libro y retrocede) Muy bien, Peter... muy bien. Ahora vuela de aquí. (Peter duda por un momento, después huye, saliendo por la izquierda del

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escenario) Vuela. (Cierra los ojos) Vuela, tus periquitos preparan la cena... los gatos están poniendo la mesa...PETER (Fuera del escenario. Con un grito conmovedor) ¡OH DIOS MIÓ!.JERRY (Aún con los ojos cerrados, mueve la cabeza y habla con una combinación de ironía y súplica) Oh... Dios., .mío. (Muere).

TELÓN