31 muelle de veteranos

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1 Siempre nos ha interesado la denominación de muelle o dársena de veteranos que recibe en la actualidad la zona portuaria del Puntal de Hondarribia. Suele decirse que es debido a que fue el primer puerto que hubo históricamente en Hondarribia e incluso en la desembocadura del Bidasoa, o a que desde hace mucho tiempo era el lugar donde amarraban sus embarcaciones los marineros y pescadores de mayor edad. También suele alegarse que es una denominación moderna que no tendrá más de cincuenta años. Veamos el tema. Las referencias que tenemos a día de hoy nos indican que desde muy antiguo hubo instalaciones portuarias en el estuario del Bidasoa. Pero éstas estaban situadas al fondo del estuario en relación con la ciudad romana de Oiasso, en el actual casco urbano de Irún, que habría dado nombre al propio río Bidasoa "vía ad Oiasso". El descubrimiento por Arkeolan de un muelle varadero de madera y piedra en la calle Santiago en 1992 1 , y posteriormente en Tadeo Murgia, indican que Oiasso ya tenía instalaciones portuarias sólidamente construidas entre los años 70-90 de nuestra era. Por lo que hoy sabemos éste sería el primer puerto del estuario. ¿Pudo existir alguna otra estructura portuaria en el territorio que ocupa la actual Hondarribia?. Los restos arqueológicos descubiertos en las calles Pampinot y San Nicolás indican la presencia romana en la colina que ocuparía la ciudad amurallada. Pero no podemos aventurar que hubiera otro puerto en el interior del estuario. Aunque sí que había uno exterior. Desde 1961 se llevan recuperando restos romanos en el fondeadero de Asturiaga, lo que indica que en aquella época ya existía lo que resulta una constante portuaria en la desembocadura del Bidasoa: la existencia de un fondeadero exterior en Higuer -Asturiaga-, donde los navíos se protegerían de los temporales del Noroeste a la espera de poder acceder al puerto interior del estuario, en el que cargar y descargar los productos y mercancías que transportaban. El puerto de de Oiasso quedó abandonado a partir del siglo II, pero los restos arqueológicos en el fondeadero de Asturiaga llegan hasta el siglo VII. ¿Fue sustituido el de Oiasso por otro puerto en el interior del estuario?. La siguiente referencia la encontramos en la carta puebla otorgada por Alfonso VIII a Fuenterrabía en 1203, en la que el monarca concedía a la villa el puerto de Asturiaga, pero con la condición de que "quod uno quoque anno detis pro illo portu quinquaginta marvotinos", es decir, que le pagasen por él 500 maravedís al año. Lo que indica no sólo que se seguía utilizando, sino la importancia económica que tenía, porque el rey cedía graciosamente todo el territorio a la nueva villa, pero le cobraba una tasa anual por cederle el puerto. Este puerto pudo tener algún tipo de estructura portuaria, porque en el siglo XVI se afirmaba que "antiguamente solía estar capaz el puerto de Asturiaga con planchada de madera y cabestantes y agora estaba todo deshecho". Desde el siglo XIII Fuenterrabía era ya uno de los centros más importantes del comercio en el Cantábrico y es seguro que tendría algún embarcadero cercano a su casco urbano en el que cargar y descargar las mercancías, pero no 1 Ya se habían encontrado restos con anterioridad en Irún. En 1954 se encontró una canoa de origen romano tallada sobre un único tronco cuando se excavaba para construir los cimientos de un nuevo edificio. El lodo y la falta de oxígeno la habían mantenido en un extraordinario estado de conservación. Guiadas las autoridades por el entusiasmo cultural de aquellos años, ordenaron que se tirara a una escombrera. Cosas de Alde Zaharra 31 Muelle de Veteranos Lámina de Fernando Hierro que reproduce la Hondarribia de 1476. El Puntal sin más instalaciones que alguna ligera estructura fácil de defender.

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Historia del Muelle de Veteranos. Origenes, los diferentes proyectos, las interpretaciones de su extraño nombre.

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Page 1: 31 muelle de veteranos

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Siempre nos ha interesado la denominación de muelle o dársena de veteranos que recibe en la actualidad la zona

portuaria del Puntal de Hondarribia. Suele decirse que es debido a que fue el primer puerto que hubo históricamente

en Hondarribia e incluso en la desembocadura del Bidasoa, o a que desde hace mucho tiempo era el lugar donde

amarraban sus embarcaciones los marineros y pescadores de mayor edad. También suele alegarse que es una

denominación moderna que no tendrá más de cincuenta años. Veamos el tema.

Las referencias que tenemos a día de hoy nos indican que desde muy antiguo hubo instalaciones portuarias en el

estuario del Bidasoa. Pero éstas estaban situadas al fondo del estuario en relación con la ciudad romana de Oiasso, en

el actual casco urbano de Irún, que habría dado nombre al propio río Bidasoa "vía ad Oiasso". El descubrimiento por

Arkeolan de un muelle varadero de madera y piedra en la calle Santiago en 19921, y posteriormente en Tadeo Murgia,

indican que Oiasso ya tenía instalaciones portuarias sólidamente construidas entre los años 70-90 de nuestra era. Por

lo que hoy sabemos éste sería el primer puerto del estuario.

¿Pudo existir alguna otra estructura portuaria en el territorio que ocupa la actual Hondarribia?. Los restos

arqueológicos descubiertos en las calles Pampinot y San Nicolás indican la presencia romana en la colina que ocuparía

la ciudad amurallada. Pero no podemos aventurar que hubiera otro puerto en el interior del estuario. Aunque sí que

había uno exterior. Desde 1961 se llevan recuperando restos romanos en el fondeadero de Asturiaga, lo que indica que

en aquella época ya existía lo que resulta una constante portuaria en la desembocadura del Bidasoa: la existencia de un

fondeadero exterior en Higuer -Asturiaga-, donde los navíos se protegerían de los temporales del Noroeste a la espera

de poder acceder al puerto interior del estuario, en el que cargar y descargar los productos y mercancías que

transportaban. El puerto de de Oiasso quedó abandonado a partir del siglo II, pero los restos arqueológicos en el

fondeadero de Asturiaga llegan hasta el siglo VII. ¿Fue sustituido el de Oiasso por otro puerto en el interior del

estuario?.

La siguiente referencia la encontramos en la

carta puebla otorgada por Alfonso VIII a

Fuenterrabía en 1203, en la que el monarca

concedía a la villa el puerto de Asturiaga,

pero con la condición de que "quod uno

quoque anno detis pro illo portu

quinquaginta marvotinos", es decir, que le

pagasen por él 500 maravedís al año. Lo

que indica no sólo que se seguía utilizando,

sino la importancia económica que tenía,

porque el rey cedía graciosamente todo el

territorio a la nueva villa, pero le cobraba

una tasa anual por cederle el puerto. Este

puerto pudo tener algún tipo de estructura

portuaria, porque en el siglo XVI se

afirmaba que "antiguamente solía estar

capaz el puerto de Asturiaga con planchada de madera y cabestantes y agora estaba todo deshecho".

Desde el siglo XIII Fuenterrabía era ya uno de los centros más importantes del comercio en el Cantábrico y es seguro

que tendría algún embarcadero cercano a su casco urbano en el que cargar y descargar las mercancías, pero no

1 Ya se habían encontrado restos con anterioridad en Irún. En 1954 se encontró una canoa de origen romano tallada sobre un único tronco

cuando se excavaba para construir los cimientos de un nuevo edificio. El lodo y la falta de oxígeno la habían mantenido en un extraordinario

estado de conservación. Guiadas las autoridades por el entusiasmo cultural de aquellos años, ordenaron que se tirara a una escombrera.

Cosas de Alde Zaharra 31

Muelle de Veteranos

Lámina de Fernando Hierro que reproduce la Hondarribia de 1476. El Puntal sin más

instalaciones que alguna ligera estructura fácil de defender.

Page 2: 31 muelle de veteranos

2

tenemos datos de ello hasta finales del siglo XV. En 1541 Miguel Martínez de Olaberría afirmaba que cincuenta y dos

años antes –por lo tanto en 1489- “las naos e nabios que a la dicha Concha aportan con bastimentos y

mantenimientos suelen los meter al Puntal de la dicha villa donde es el descargadero".

Llamaban Concha al fondeadero de Asturiaga y el puerto interior de descarga estaba en el Puntal. Es difícil que

hubiera algún tipo de infraestructura portuaria sólida construida en este puerto interior. Hondarribia era una fortaleza

defensiva en el límite del territorio entre dos reinos, y una estructura sólida externa muy cercana a sus muros podía

suponer un serio peligro en caso de ataque enemigo. Eran tiempos de ballestas y bombardas. Con el aumento del

alcance de los cañones este tipo de precauciones perderían su importancia.

En el siglo XVI hay claras referencias a los intentos de

construcción de algún tipo de estructura portuaria. El 2 de

octubre de 1532 el Concejo de Fuenterrabía aprobó construir

“un muelle o cay sin cal”, al que sigue haciendo referencia

en 1548 con el nombre de “muelle del Puntal”. En 1566 la

Cofradía de Mareantes de San Pedro alude al “muelle que

está empesado a hacer cabe la lonja” y a la financiación para

“hacer el muelle o las paredes, y acequias de los molinos

donde los navíos se albergan”. La documentación que

tenemos indica que, a pesar de estos intentos, seguía

habiendo sólo un embarcadero de madera frente al cubo

imperial y la puerta de Santa María, y que se utilizaba como

zona de amarre la zona entre esta puerta de Santa María y el

molino de Santa Engracia. El plano que tenemos a la derecha

parece reflejar la existencia de un muelle de madera frente a

la puerta de Santa María y el antiguo cubo imperial, a

mediados del siglo XVI.

En el año de 1609 la villa observa que "en caso que hubiese

guerra con Francia teniendo a las zabras y navios frente de

la Lonja o en el puntal y ribera no estaban seguros" porque lo

que serían fácil presa del enemigo. Y decidieron que se

amarraran los navíos en la zona sur de la muralla, entre la puerta de Santa María y el baluarte de la Reina, y que había

que construir un "muelle de cal y canto" desde el dique de la presa de Santa Engracia hasta el río Bidasoa.

Una carta francesa trazada a mano en 1620, que no reproducimos por su mal estado, muestra las lanchas varadas en la

arena del Puntal y lo que parece un embarcadero de madera frente a la puerta de Santa María, muy similar al que se

describe en las dos ilustraciones anteriores.

En septiembre de 1622 llega a Fuenterrabía un curioso personaje mezcla de corsario, espía, ingeniero militar, capitán

de artillería, cosmógrafo y cartógrafo. Era el portugués Pedro de Texeira, “maestre de fazer cartas de marear”, que

había sido encargado por Felipe IV de realizar un atlas que se llamaría “Descripción de España y de las costas y

puertos de sus reynos". No se le encargaba que pusiera al día la cartografía que ya existía, sino que elaborara una

totalmente nueva basada en sus propias observaciones empíricas sobre los puertos marítimos y accidentes geográficos

costeros. El resultado de sus observaciones debería quedar en secreto. Tan en secreto que las 102 cartas que levantó no

han visto la luz pública hasta que fueron descubiertas en el museo de Viena en el año 2000. Hondarribia aparece en

dos de las cartas de su atlas, y en ninguna de ellas puede observarse estructura portuaria alguna al sur de la villa.

Pero en 1636 llega a Fuenterrabía por segunda vez Pedro Texeira. Esta vez con el encargo de reconocer las plazas

defensivas de la frontera. Y ahora sí que aparece con claridad una estructura que coincide con la proyectada en 1609

que, partiendo desde el dique de Santa Engracia hacia el Bidasoa, discurría en paralelo al flanco sur del baluarte de

San Felipe. Lo que nos permite hipotetizar que aquel primer muelle de piedra pudo construirse, o acabar de

construirse, en el período que medió entre estos dos viajes del cartógrafo portugués a Fuenterrabía.

Fragmento de un plano de la plaza de Fuenterrabía de mediados

del siglo XVI, Archivo General de Simancas, MPD 13 055

Page 3: 31 muelle de veteranos

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Llegó el sitio de 1638. Se escribieron muchos relatos sobre el acontecimiento y se levantaron planos para ilustrar los

ataques, pero nada que nos ofrezca una información más específica sobre lo que buscamos. Sólo hemos podido

encontrar que la Lonja fue destruida en el ataque y la confirmación de que existía un puerto al sur del baluarte de San

Felipe. Nada más.

En 1656 el Concejo y la Cofradía de Mareantes acuerdan construir un nuevo muelle junto al baluarte de San Felipe. Se

encargan las obras al maestro cantero Juanes de Chanique. El muelle estaría construido de cal y canto, con una base

maciza en sus cimientos y arcos en su parte superior. Tendría amarres de piedra para los barcos y escaleras a cada

lado. Su construcción vino marcada por la polémica sobre si su presencia debilitaría la capacidad defensiva de la

fortaleza, de forma que en 1658 se seguía

insistiendo en que se construyera este

muelle al que se denominaba de San Felipe,

por su cercanía al baluarte del mismo

nombre. Sabemos que para su construcción

se utilizaron muchas piedras provenientes

de los derruidos muros de la ciudad, pero

no en qué fecha se acabó su construcción.

En 1669 Juan Manso de Zuñiga realizaba

una carta en la que planteaba una serie de

mejoras para la fortaleza. Dibuja la zona

del Puntal marcando con una "X" lo que

denomina "la Cassa Lonja y muelle que se

está aciendo". Se supone que el muelle

estaría ya muy avanzado, porque lo traza

con la forma en que iba a quedar los

siguientes doscientos cincuenta años. Fragmento de una carta de Juan Manso de Zuñiga (1669), Archivo General de

Simancas, MPD 07 108

Fragmento de una carta de Pedro Texeira (1636), Biblioteca de la Diputación Foral de Bizkaia. Texeira proponía

inundar el foso Oeste para convertir Fuenterrabía en una isla y protegerla contra el minado de los muros

Page 4: 31 muelle de veteranos

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El siglo XVIII supuso un importante avance para la cartografía, lo que nos permite observar con más exactitud la

disposición de un muelle que en lo sustancial no había variado desde su construcción en el siglo anterior. Aunque

consta que se hicieron algunas reparaciones, como en 1730 en "la fábrica y ensanche del muelle que corre desde la

cercanía de la puerta de Santa María de esta Plaza hasta la Casa Lonja"; y en 1774 cuando la ciudad se ocupó de los

"retoques que se hallan necesarios en el muelle antiguo que mira desde la esquina de San Felipe al canal".

En 1796 Agustín Caminero levantaba una carta para ilustrar el estado en que quedó la plaza tras la Guerra de la

Convención. Su trazado nos muestra con claridad la zona sur de la plaza a finales del siglo XVIII. Con una "X" nos

muestra lo que llama el "Arrecife de Santa Engracia" que llega a la recién creada Alameda2. Más abajo, entre la puerta

de Santa María (C) y la casa Lonja (R), nos muestra marcados con "F" lo que llama "muros que sirven de muelles á

las lanchas en mar alta". Puede verse como entre estos muelles y el baluarte de San Felipe (P) quedaba un espacio

considerable de marisma que se cubría de agua en marea alta, con lo que el muelle y la casa Lonja quedaban rodeados

de agua por todas partes.

Partiendo de todo esto sí que puede afirmarse que el muelle del Puntal fue la primera instalación portuaria de piedra de

Hondarribia, cuya primera fase –desde la puerta de Santa María hasta el vértice del baluarte de San Felipe- se

construiría entre 1622 y 1636, y la segunda –continuación hasta la Casa Lonja, con otro muelle casi en ángulo recto

buscando el cauce en bajamar- en la década de 1670. El primer muelle de piedra de la Marina se construiría un siglo

después, en 1769.

Y llegó el siglo XIX. Como en tantas otras cosas, éste iba a ser también el siglo de los grandes cambios en la zona sur

de la ciudad de Hondarribia. Aunque algunas zonas de juncales ya se habían empezado a cerrar con muros a mediados

del siglo XVII, quedaban todavía lejos del casco urbano. La ciudad seguía siendo casi una isla, una fortaleza rodeada

de agua por tres de sus cuatro partes en marea alta, y por arena y fango en marea baja.

2 La Alameda fue plantada en 1740, y protegida de las crecidas por un muro en 1754

Fragmento de una carta de Agustín Caminero (1796), Archivo General de Simancas, MPD 25 180

Page 5: 31 muelle de veteranos

5

En el siglo XIX se consideraba a las marismas

como terrenos baldíos e insalubres, y en 1813 la

ley afirmaba que "se adjudicarán a los que lo

soliciten, siempre que se obliguen a desecarlos o

hacerlos de cualquier manera productivos". La

ley era muy permisiva con la desecación de

marismas. Si un particular conseguía la

autorización, a cambio de los gastos se quedaba

con el nuevo suelo. Como la autorización la

otorgaba el Gobierno Central, poco podía hacer el

Ayuntamiento para impedirlo. Así que todo el que

pudo se lanzó, con el cuchillo entre los dientes, a

desecar terrenos mareales. Para colmo, la Ley de

Aguas de 1866 no sólo permitió la desecación y

apropiación de las marismas de propiedad pública,

sino que incluso otorgó subvenciones para poder

hacerlo. En buena medida fueron las solicitudes

privadas para desecar las marismas las que

animaron al Ayuntamiento a presentar su propia

solicitud para los ensanches de la Marina y del

Puntal. Así la ciudad no perdía aquel suelo y su

venta beneficiaba al propio Consistorio.

Si observamos el plano de 1826 -arriba a la

derecha- veremos que ya estaba avanzada la

desecación, aunque todavía quedaban amplias

zonas marismeñas cerca de la ciudad. Pero en el

siguiente plano, de 18983, podemos observar como

a finales del siglo casi todo el espacio que

ocupaban las marismas estaba ya dedicado a

actividades calificadas como productivas. Una

desecación que coincidió con una dramática

reducción del cabotaje en el muelle. Mientras en

1860 se movían 21.119 quintales métricos, en 1880

sólo se movieron 1.986. Se había perdido más de

un 90% del comercio marítimo en veinte años. La

ciudad, que había perdido en el siglo anterior su

importancia como plaza militar estratégica, perdía

ahora las rentas que le dejaba el tráfico comercial.

En 1882 aparece documentada por vez primera una

extraña denominación para referirse al muelle,

cuando Claudio Otaegui se queja en un escrito al

Ayuntamiento del comportamiento de los

carabineros, después de que junto a su familia se

hubiera "embarcado en una lancha en el muelle de

veteranos". ¿Muelle de veteranos?.

3 Este plano adelanta ya la absorción del muelle por el ensanche del Puntal, un proyecto que entonces estaba todavía en fase de estudio. La

tercera fase de este ensanche, la que acabó con el antiguo muelle, se terminó en realidad a finales de 1916.

Fragmento del Plano de la Rada de Higuer y ría de Fuenterrabía (Comisión

Hidrográfica, 1898), Instititut Cartogràfic de Catalunya.

Fragmento del Plano de la bahía de Fuenterrabía (Beautemps,1826). Instituto

Geográfico Nacional

Page 6: 31 muelle de veteranos

6

Diecisiete años antes, en 1865, la reina Isabel II había firmado un decreto que dividía a los carabineros en dos

secciones: la de Carabineros del Reino, encargados de la vigilancia de costas y fronteras, y la sección de Carabineros

Veteranos, que "se compondrá de los individuos del cuerpo de carabineros que tengan mejores notas, y prestarán

exclusivamente el servicio especial á que se le destina en los puertos, muelles, bahías, puntos de descarga y

reconocimiento". Los Veteranos se convertían en especialistas aduaneros, y los del Reino se limitaban a tareas de

vigilancia.

Un acta del Ayuntamiento de Hondarribia de 1871 citaba ya la

presencia de Carabineros Veteranos "en el muelle de la Alameda".

Como sólo se podían desembarcar personas y mercancías en los

puestos atendidos por Carabineros Veteranos, este muelle era el

único por el que se podía hacer este desembarco, y el consistorio se

quejaba de los problemas que esto generaba al vecindario y a las

comunicaciones entre Hondarribia y Hendaya. La Administración de

Aduanas respondió que esto era así "por el espíritu contrabandista

que reina en gran parte de los habitantes de aquella frontera", y que

establecer más puntos de desembarque "facilitaría a los

contrabandistas el paso de géneros por la proximidad de Francia,

cuya travesía puede hacerse en cinco minutos". Finalmente el

Consistorio conseguiría que se habilitara también el puesto de la

Marina como puesto aduanero, pero sólo durante los meses de

verano.

En 1888 Joaquín Oña solicitó desecar la marisma en un terreno de

dominio público "situado en dicho punto, á la orilla izquierda del

Bidasoa, entre la caseta de carabineros del muelle de veteranos y la

casa lonja". Y este mismo año el Ayuntamiento aprobaba pagar a

Francisco Lapitz 311,49 pesetas "por material y jornales en la

construcción del puente del muelle de veteranos". La denominación

de muelle de veteranos se había generalizado.

D. Serapio Múgica afirma que en 1917 eran cuatro los puestos de carabineros en Hondarribia: el del cabo de Higuer,

con un cabo y seis números: el de la Marina, con un sargento y doce números; el de San Isidoro -aproximadamente

donde ahora se encuentra la terminal del aeropuerto-, con un cabo, dos cabos de mar y seis números; y el más

importante, el del muelle de veteranos, que él llama "puesto de Fuenterrabía", con un primer teniente, dos cabos,

quince números y una matrona de segunda para revisar a las viajeras.

En 1919 cede finalmente el Ministerio de Hacienda y habilita el puesto

de la Marina pero sólo "para las mercancías y materiales necesarios para

el astillero y la fábrica de salazón de pescado, no permitiéndose en este

muelle el embarque y desembarque de viajeros ni la arribada de buques

procedentes del extranjero con mercancías o sin ellas, las cuales

continuarán despachando en el muelle de la Aduana", es decir en el

muelle del Puntal. Y ordena que los Carabineros del Reino de la Marina

sean sustituidos por Carabineros Veteranos. Pero este cambio no influyó

en la denominación del puesto de la Marina. El muelle del Puntal ya

llevaba para entonces 35 años llamándose muelle de veteranos. .

Algunos puestos de carabineros exhibían el cartel de carabineros

veteranos. Aunque no tenemos constancia gráfica de que el puesto

hondarribiarra haya tenido alguna vez un cartel similar.

Casetas de carabinero y matrona en las que se revisaban

las pertenencias de viajeros y viajeras en la Hondarribia

de 1910.

Puesto aduanero de Valcarlos con el cartel de

"Carabineros Veteranos"

Page 7: 31 muelle de veteranos

7

En el siglo XX continuó el cambio de la fisonomía de la zona. La construcción de la tercera fase del ensanche del

Puntal se tragó literalmente al muelle construído en el siglo XVII, mientras que la construcción de la primera pista del

aeropuerto sobre los cerrados de San Rafael y San Isidoro iba a convertir al muelle en una dársena triangular cerrada.

La ciudad amurallada, bañada por el agua durante siglos, iba a quedar ya rodeada de tierra por todas partes.

La denominación de muelle de veteranos se siguió

popularizando durante todo el siglo. Hasta el punto que el

propio Ayuntamiento ya no llamaba oficialmente

carabineros veteranos a estos funcionarios, sino

"carabineros del muelle de veteranos", con ocasión de las

obras de la nueva carretera en 1934. En el alzamiento

militar de 1936 el cuerpo de carabineros se mantuvo en su

mayoría fiel a la República y fue disuelto en 1940 por

orden directa de Franco, integrándose toda su estructura

en la Guardia Civil. Pero se mantuvo de alguna manera la

tradición de los veteranos, porque a la unidad que se creó

para encargarse inicialmente del control de los puertos se

le dio el nombre de Tercio de Guardias Veteranos.

Por lo tanto podemos concluir que, si bien no fue el

primer puerto que tuvo el estuario de Txingudi, sí fue la

primera infraestructura de este tipo en lo que hoy

constituye el término municipal de Hondarribia. Y nos

referimos a infraestructura de piedra, porque durante

siglos existieron otros embarcaderos de construcción más

ligera en muchas zonas del estuario. La gran extensión

navegable y los malos caminos provocaban que el transporte por el interior del estuario se realizara fundamentalmente

en gabarras. Y así Florentino Portu recordaba el gran número de topónimos portuarios que existían al sur de la ciudad:

San Isidoroko portua, Diputaziyoko portua (Ibaiondo), Mendeluko portua, Amuteko portua o Txiplauko portua, por

citar sólo algunos.

Pero para denominaciones las que ha ido recibiendo este muelle de la zona sur y Puntal de la ciudad. Con el paso de

los años se le ha llamado muelle del Puntal, muelle de Santa Engracia, de San Felipe, de la Lonja, de la Alameda, de la

Aduana, muelle antiguo o embarcadero de Hendaya. Hoy en día aparece en los escritos oficiales como Dársena de

veteranos de Hondarribia, aunque nunca ha perdido la denominación popular de muelle del Puntal que ya aparecía en

los documentos del siglo XVI.

Texu HARRESI

Fuentes:

Ciriquiain-Gaiztarro, M. (1986), Los puertos marítimos del País Vasco, Txertoa, San Sebastián

Portu, F. (1989), Hondarribia: Notas históricas y curiosidades. Ayuntamiento de Hondarribia

Furundarena, J. J. (2002), Hondarribiko toponimia, Euskaltzaindia

Pereda, F. y Marías, F. (2002), El Atlas del Rey Planeta. La “Descripción de España y de las costas y puertos de sus reinos” de Pedro Texeira

(1634), Nerea, Hondarribia

Urteaga, M. (2004), Antigüedad romana en Hondarribia y en la desembocadura del Bidasoa., Historia de Hondarribia, Ayuntamiento de

Hondarribia

Benito, A. (2010), Estudio histórico del puerto de Hondarribia, Gobierno Vasco, Vitoria-Gasteiz

Archivo Histórico de Hondarribia, C-5-II-3-1, E-3-I-5-,5 E-6-II-1-1,y, E-6-II-1-4; Archivo General de Simancas; Instituto Geográfico Nacional;

Institut Cartogràfic de Catalunya; y Biblioteca de la Diputación Foral de Bizkaia.

Con la construcción de la primera pista del aeropuerto, el muelle de

veteranos -abajo a la derecha- quedaría convertido en una dársena

triangular cerrada (Aena, año 1955)