1. Fiesta de Santa Catalina de Siena, Conferencia y triduo .- Con motivo de la fiesta de su santa patrona, Santa Catalina de Siena, la fraternidad de Laicos Dominicos de Atocha, organiza una conferencia el jueves, 22 de abril, a las 7 de la tarde, en el Salón de Actos del Colegio Virgen de Atocha, Reina Cristina, 4. Tema: “La Bioética. Una mirada y una reflexión cristiana” Ponente: Don Francisco Javier de la Torre. Director de la Cátedra de Bioética de la U. P. de Comillas . Los laicos dominicos nos quieren hacer a todos llegar esta invitación. .- Igualmente los días 27,28 y 29 de abril a las 8 de la tarde se celebra el tradicional triduo para honrar a Santa Catalina de Siena. 2.- Jueves Santo, “Día del Amor Fraterno” El 1 de abril, Jueves Santo, efectuamos una colecta extraordinaria en la celebración de la “Eucaristía de la Cena del Señor”. Por ser el “Día del Amor Fraterno” la destinamos a CARITAS de nuestra parroquia, tratando de llagar a los necesitados de nuestro barrio que están sufriendo las consecuencias de la actual “crisis económica”. Recaudamos 4.200 euros. Gracias una vez más por esta muestra de solidaridad. 3.- Primeras Comuniones Llegan las “Primeras Comuniones”. Este año alrededor de 150 niños/as son los que a lo largo de los próximos sábados se acercaran a comulgar por primera vez después de dos años de preparación. Debido a estas celebraciones los sábados hasta el 12 de junio se suprime la Eucaristía de las 12,00 horas.

PP. DOMINICOS - MADRID Avda. Ciudad de Barcelona,1

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18 de ABRIL de 2010

3º de PASCUA Ciclo - "C"

Pedro empezó a acompañar a Jesús desde el principio, pero tardó mucho en ser seguidor. El

testimonio del discípulo amado –“es el Señor-” fue la gota de agua que colmó su vaso. Solo entonces se ciñó la túnica y se mojó convirtiéndose en un servidor, como el Maestro que un día le había

lavado los pies. El cristiano ha de ser así: alguien que vive con la túnica ceñida y se moja

sirviendo a los demás.

COMENTARIO A LAS LECTURAS DEL DOMINGO Domingo 3º de Pascua. 18 de Abril 2010

Hechos Apóstoles 5, 27-32. 40-41. Apocalipsis 3, 11-14. Juan 21,1-19. El tema de las lecturas, de este segundo Domingo de Pascua, se centra naturalmente en el hecho de la Resurrección del Señor; el acontecimiento más importante de nuestra fe. Los Hechos de los Apóstoles nos narran la actividad y valentía de los Apóstoles para predicar el acontecimiento de Jesús de Nazaret y su resurrección. Frente a la prohibición terminante de los jefes religiosos del pueblo, de no hablar ni predicar sobre Jesús, el crucificado, los apóstoles se enfrentan a esa prohibición y, arriesgando sus vidas, siguen predicando al pueblo el hecho de la vida, muerte y resurrección de Jesús. Ante la prohibición la actitud la respuesta de estos testigos es tajante: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”; y nosotros somos testigos de este acontecimiento. Los sumos sacerdotes los mandan azotar y “Los apóstoles salieron del Consejo, contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús” Juan en la Apocalipsis nos muestra la apoteosis en el cielo ante el triunfo de Jesús sobre el pecado y sobre la muerte: “Miré y escuche la voz de muchos ángeles, eran millares y millones alrededor del trono y de los vivientes y de los ancianos y decían con voz potente: Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza”. Y en el evangelio, según Juan, se realiza la tercera aparición de Jesús resucitado a sus discípulo. Le escena se desarrolla junto al lago de Tiberíades, mientras los apóstoles están pescando; y Jesús les indica donde deben echar la red, para que tengan una abundante redada de peces. Tres veces había negado Pedro a Jesús; y tres veces le pregunta Jesús a Pedro si le ama. A la tercera vez, Pedro angustiado por la insistencia de Jesús les responde: “Sí, Señor, tu conoces todo, tú sabes que te quiero”. Y Jesús le confirma como el primero de los Apóstoles para regir a su Iglesia en la caridad.

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Para tu oración personal en la mañana…

1.- Aunque tengas mucha prisa por empezar la jornada. Haz silencio para ponerte ante una presencia. Busca un momento de soledad para llegar al encuentro.

“No es el silencio del que no tiene nada que decir, sino el silencio del que, teniendo muchas cosas que decir, se calla” (Beato Rafael)

2.- Con el periódico delante a las noticias de la radio . Sitúate ante el mundo que te rodea. No todo da lo mismo. Todas las posturas tienen cabida, pero no todas son iguales.

“Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón” (Con. Vaticano II)

3.- Ante el espejo. Dedica unos momentos a pensar tu vida. Ponte en verdad. No trates de salir a la calle comparándote con otros, compitiendo con ellos.

“Hace falta una heroica humildad para ser uno mismo y no otro” (R. Guardini) 4.- Mientras el café caliente te recorre por dentro. Percibe el deseo de Dios que

hay en tu corazón. Basta una pequeña brasa para encender un gran fuego “El roble está latente en el fondo de la bellota” (Ira Progoff) 5.- Desempolva la Biblia que hay en tu estantería. Ábrete a la Palabra. Lee con

detenimiento, comprende lo que lees, dialoga con Jesús-Palabra, quédate un momento de silencio, deja que la Palabra unifique tu vida.

“He manifestado que en nuestro mundo europeo, siempre incrédulo, ateo e indiferente, un cristiano no puede conseguir vivir la fe, si no logra familiarizarse con la Palabra de Dios, si no se alimenta cada día de una Palabra, si no permite que el misterio de la gratuidad divina penetre en su evidencia” (Cardenal Martíni)

6.- No emprendas tú solo/a la jornada. Hay un amigo, Jesús, que quiere ir contigo. Puedes dialogar con El a lo largo del día, en las pausas que te reservan tus tareas.

“Orar es tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas, con quien sabemos nos ama” (Santa Teresa)

7. Antes de empezar a caminar piensa a dónde quieres ir. Aprovecha este momento de la mañana para preguntarte qué es lo que Dios quiere de ti en este día.

“Hágase en mí según tu palabra” (Santa María de Nazaret) 8.- Recuerda que, seguramente, te encontrarás con otras personas y que el deseo

es la antesala del encuentro. Disponte para intercambiar los dones con las personas que te salgan al encuentro. Al darnos unos a otros nos vamos creando.

“¡Qué maravilla vivir el día pasándonos la emoción, el lirismo, el sentido de lo bello, la sonrisa, el sentido de Dios” (Tomás Alvarez)

9.- Tu receta para el día: Gratuidad. ¿Acaso no ha madrugado Dios más que tú para darte su amor?

“Lo que gratis habéis recibido, dadlo gratis” (Jesús de Nazaret) 10.- Deja en tu mochila, en tu bolso o en tu cartera un hueco para las sorpresas.

Dios es imprevisible. De la forma más inesperada te saldrá al paso. ¡Ah! Y no dejes de sentirte en sintonía con la tierra. ¡Buen día!