05 - may2012

822
TIEMPO PASCUAL MARTES DE LA SEMANA IV Propio del Tiempo. Salterio IV 1 de mayo OFICIO DE LECTURA Si el Oficio de Lectura es la primera oración del día: V. Señor abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona: Ant. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya. Si antes del Oficio de lectura se ha rezado ya alguna otra Hora: V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. Himno: QUE DOBLEN LAS CAMPANAS JUBILOSAS Que doblen las campanas jubilosas y proclamen el triunfo del amor, y llenen nuestras almas de aleluyas, de gozo y esperanza en el Señor. Los sellos de la muerte han sido rotos, la vida para siempre es libertad, ni la muerte ni el mal son para el hombre su destino, su última verdad. Derrotados la muerte y el pecado, es de Dios toda historia Y su final; esperad con confianza su venida; no temáis, con vosotros él está. Volverán encrespadas tempestades para hundir vuestra fe y vuestra verdad, es más fuerte que el mal y que su embate el poder del Señor, que os salvará. Aleluyas cantemos a Dios Padre, aleluyas al Hijo salvador, su Espíritu corone la alegría que su amor derramó en el corazón. Amén. SALMODIA Ant. 1. Mi grito, Señor, llegue hasta ti; no me escondas tu rostro. Salmo 101 I - DESEOS Y SÚPLICAS DE UN DESTERRADO Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti; no me escondas tu rostro el día de la desgracia. Inclina tu oído hacia mí; cuando te invoco, escúchame en seguida.

Upload: domingouno

Post on 26-Nov-2015

34 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

  • TIEMPO PASCUAL MARTES DE LA SEMANA IV Propio del Tiempo. Salterio IV 1 de mayo OFICIO DE LECTURA Si el Oficio de Lectura es la primera oracin del da: V. Seor abre mis labios R. Y mi boca proclamar tu alabanza Se aade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antfona: Ant. Verdaderamente ha resucitado el Seor. Aleluya. Si antes del Oficio de lectura se ha rezado ya alguna otra Hora: V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya. Himno: QUE DOBLEN LAS CAMPANAS JUBILOSAS Que doblen las campanas jubilosas y proclamen el triunfo del amor, y llenen nuestras almas de aleluyas, de gozo y esperanza en el Seor. Los sellos de la muerte han sido rotos, la vida para siempre es libertad, ni la muerte ni el mal son para el hombre su destino, su ltima verdad. Derrotados la muerte y el pecado, es de Dios toda historia Y su final; esperad con confianza su venida; no temis, con vosotros l est. Volvern encrespadas tempestades para hundir vuestra fe y vuestra verdad, es ms fuerte que el mal y que su embate el poder del Seor, que os salvar. Aleluyas cantemos a Dios Padre, aleluyas al Hijo salvador, su Espritu corone la alegra que su amor derram en el corazn. Amn. SALMODIA Ant. 1. Mi grito, Seor, llegue hasta ti; no me escondas tu rostro. Salmo 101 I - DESEOS Y SPLICAS DE UN DESTERRADO Seor, escucha mi oracin, que mi grito llegue hasta ti; no me escondas tu rostro el da de la desgracia. Inclina tu odo hacia m; cuando te invoco, escchame en seguida.

  • Que mis das se desvanecen como humo, mis huesos queman como brasas; mi corazn est agostado como hierba, me olvido de comer mi pan; con la violencia de mis quejidos, se me pega la piel a los huesos. Estoy como lechuza en la estepa, como bho entre ruinas; estoy desvelado, gimiendo, como pjaro sin pareja en el tejado. Mis enemigos me insultan sin descanso; furiosos contra m, me maldicen. En vez de pan, como ceniza, mezclo mi bebida con llanto, por tu clera y tu indignacin, porque me alzaste en vilo y me tiraste; mis das son una sombra que se alarga, me voy secando como la hierba. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Mi grito, Seor, llegue hasta ti; no me escondas tu rostro. Ant. 2. Escucha, Seor, las splicas de los indefensos. Salmo 101 II T, en cambio, permaneces para siempre, y tu nombre de generacin en generacin. Levntate y ten misericordia de Sin, que ya es hora y tiempo de misericordia. Tus siervos aman sus piedras, se compadecen de sus ruinas: los gentiles temern tu nombre, los reyes del mundo, tu gloria. Cuando el Seor reconstruya Sin, y aparezca en su gloria, y se vuelva a las splicas de los indefensos, y no desprecie sus peticiones, quede esto escrito para la generacin futura, y el pueblo que ser creado alabar al Seor: Que el Seor ha mirado desde su excelso santuario, desde el cielo se ha fijado en la tierra, para escuchar los gemidos de los cautivos y librar a los condenados a muerte, para anunciar en Sin el nombre del Seor, y su alabanza en Jerusaln, cuando se renan unnimes los pueblos y los reyes para dar culto al Seor. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn

  • Ant. Escucha, Seor, las splicas de los indefensos. Ant. 3. T, Seor, cimentaste la tierra, y el cielo es obra de tus manos. Aleluya. Salmo 101 III El agot mis fuerzas en el camino, acort mis das; y yo dije: Dios mo, no me arrebates en la mitad de mis das. Tus aos duran por todas las generaciones: al principio cimentaste la tierra, y el cielo es obra de tus manos. Ellos perecern, t permaneces, se gastarn como la ropa, sern como un vestido que se muda. T, en cambio, eres siempre el mismo, tus aos no se acabarn. Los hijos de tus siervos vivirn seguros, su linaje durar en tu presencia. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. T, Seor, cimentaste la tierra, y el cielo es obra de tus manos. Aleluya. V. Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere. Aleluya. R. La muerte no tiene ya poder sobre l. Aleluya. PRIMERA LECTURA De los Hechos de los apstoles . 13, 14b-43 DISCURSO DE PABLO EN LA SINAGOGA DE ANTIOQUA DE PISIDIA En aquellos das, Pablo y sus compaeros entraron un sbado en la sinagoga, donde tomaron asiento. Despus de la lectura de la ley y de los profetas, los jefes de la sinagoga les hicieron esta invitacin: Hermanos, si tenis alguna palabra para enfervorizar al pueblo, decidla. Pablo se levant y, haciendo una seal con la mano, dijo: Hombres de Israel y vosotros, los que adoris a Dios, escuchad. El Dios de este pueblo, Israel, eligi a nuestros padres, engrandeci al pueblo durante su estancia en la tierra de Egipto y, con el poder de su brazo, los sac de all. Durante unos cuarenta aos los cuid y llev por el desierto, como una madre lleva y cuida a su hijo. Y, exterminando a siete naciones en la tierra de Canan, se la dio en heredad. Haban pasado unos cuatrocientos cincuenta aos. Despus, hasta el profeta Samuel, les dio jueces. Como luego pidiesen un rey, Dios les dio a Sal, hijo de Cis, de la tribu de Benjamn, que rein por espacio de cuarenta aos. Despus que destituy a ste, les dio por rey a David, de quien dijo estas hermosas palabras: "He encontrado en David, hijo de Jes, un hombre segn mi corazn. l cumplir en todo mi voluntad." Segn lo prometido, Dios sac para Israel de la descendencia de David un Salvador, Jess. Y su precursor fue Juan. Ya ste, antes de presentarse Jess, haba predicado a todo el pueblo de Israel un bautismo como seal de arrepentimiento. Y, cuando estaba para terminar su misin, sola decir: "No soy yo el que vosotros os imaginis. Pero, mirad, viene otro despus de m; y yo no soy digno de desatar su calzado." Hermanos, hijos de Abraham y los que adoris a Dios, a vosotros enva Dios este mensaje de salvacin. Los habitantes de Jerusaln y sus jefes no reconocieron a Jess, pero, al condenarlo muerte, dieron cumplimiento a las palabras de los profetas que se leen cada sbado. Y, a pesar de que

  • no encontraron en l causa alguna digna de muerte, pidieron a Pilato que lo hiciera morir. Una vez que Cumplieron todo lo que de l estaba escrito, lo bajaron de la cruz y lo depositaron en un sepulcro. Pero Dios lo resucit de entre los muertos. Y durante muchos das se apareci a los que con l haban subido de Galilea a Jerusaln: stos, efectivamente, dan ahora testimonio de l ante el pueblo. Y nosotros os damos la buena nueva: la promesa que Dios hizo a nuestros padres la ha cumplido l ahora con nosotros, sus hijos, resucitando a Jess, segn est escrito en el salmo segundo: "T eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy." Que Dios lo ha resucitado de entre los muertos para que no vuelva ya nunca a la corrupcin, lo dijo con aquellas palabras: "Yo os dar los bienes santos que promet a David, los que no han de fallar." Por eso, afirma en otro lugar: "No permitirs que tu santo experimente la corrupcin." Ahora bien, David, despus de haber servido durante su vida a los designios de Dios, muri, fue a reunirse con sus padres y experiment la corrupcin del sepulcro. Pero aquel a quien Dios resucit no pas por la corrupcin. Sabed, pues, hermanos, que por medio de Jess os Ofrece Dios el perdn de los pecados. Y, por l, todo el que tiene fe alcanza la justificacin que no habis podido alcanzar vosotros por la ley de Moiss. Mirad, pues, que no os suceda lo que dijeron los profetas: "Mirad, desdeosos, asombraos y desapareced! Porque en vuestros das voy a realizar una obra tal, que si os la contaran no la creerais." A la salida, rogaron a Pabl y Bernab que el sbado siguiente les hablaran de las mismas cosas. Despus que se disolvi l reunin, muchos judos y proslitos, adoradores de Dios, siguieron a Pablo y Bernab. stos, en sus conversaciones, les instaban a permanecer en la gracia de Dios. RESPONSORIO Hch 13, 32. 33; cf. Jdt 13, 18 R. La promesa que Dios hizo a nuestros padres la ha cumplido l ahora con nosotros, * resucitando a Jess. Aleluya. V. Dios no ha retirado su misericordia de la casa de Israel. R. Resucitando a Jess. Aleluya. SEGUNDA LECTURA De los Sermones de san Pedro Crislogo, obispo (Sermn 108: PL 52, 499-500) S SACRIFICIO Y SACERDOTE PARA DIOS Os exhorto por la misericordia de Dios. Pablo, o, mejor dicho, Dios por boca de Pablo, nos exhorta porque prefiere ser amado antes que temido. Nos exhorta porque prefiere ser padre antes que Seor. Nos exhorta Dios, por su misericordia, para que no tenga que castigarnos por su rigor. Oye lo que dice el Seor: Ved, ved en m vuestro propio cuerpo, vuestros miembros, vuestras entraas, vuestros huesos, vuestra sangre. Y si temis lo que es de Dios, por qu no amis lo que es tambin vuestro? Si rehus al que es Seor, por qu no recurrs al que es padre? Quizs os avergence la magnitud de mis sufrimientos, de los que vosotros habis sido la causa. No temis. La cruz, ms que herirme a m, hiri a la muerte. Estos clavos, ms que infligirme dolor, fijan en m un amor ms grande hacia vosotros. Estas heridas, ms que hacerme gemir, os introducen ms profundamente en mi interior. La extensin de mi cuerpo en la cruz, ms que aumentar mi sufrimiento, sirve para prepararos un regazo ms amplio. La efusin de mi sangre, ms que una prdida para m, es el precio de vuestra redencin. Venid, pues, volved a m, y comprobaris que soy padre, al ver cmo devuelvo bien por mal, amor por injurias, tan gran caridad por tan graves heridas. Pero oigamos ya qu es lo que nos pide el Apstol: Os exhorto -dice-, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos. Este ruego del Apstol promueve a todos los hombres a la altsima dignidad del sacerdocio. A presentar vuestros cuerpos como hostia viva. Inaudito ministerio del sacerdocio cristiano: el hombre es a la vez vctima y sacerdote; el hombre no ha de buscar fuera de s qu ofrecer a Dios, sino que aporta consigo, en su misma persona, lo que ha de sacrificar a Dios; la vctima y el sacerdote permanecen inalterados; la vctima es inmolada y

  • contina viva, y el sacerdote oficiante no puede matarla. Admirable sacrificio, en el que se ofrece el cuerpo sin que sea destruido, y la sangre sin que sea derramada. Os exhorto -dice-, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva. Este sacrificio, hermanos, es semejante al de Cristo, quien inmol su cuerpo vivo por la vida del mundo: l hizo realmente de su cuerpo una hostia viva, ya que fue muerto y ahora vive. Esta vctima admirable pag su tributo a la muerte, pero permanece viva, despus de haber castigado a la muerte. Por esta razn, los mrtires nacen al morir, su fin significa el principio, al matarlos se les dio la vida, y ahora brillan en el cielo, cuando se pensaba haberlos suprimido en la tierra. Os exhorto -dice-, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa. Es lo que haba cantado el profeta: No quisiste sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo. S, pues, oh hombre, sacrificio y sacerdote para Dios; no pierdas lo que te ha sido dado por el poder de Dios; revstete de la vestidura de santidad, cete el cngulo de la castidad; sea Cristo el casco de proteccin para tu cabeza; que la cruz se mantenga en tu frente como una defensa; pon sobre tu pecho el misterio del conocimiento de Dios; haz que arda continuamente el incienso aromtico de tu oracin; empua la espada del Espritu; haz de tu corazn un altar; y as, puesta en Dios tu confianza, lleva tu cuerpo al sacrificio. Lo que pide Dios es la fe, no la muerte; tiene sed de tu buena intencin, no de sangre; se satisface con la buena voluntad, no con matanzas. RESPONSORIO Ap 5, 9. 10 R. Eres digno, Seor, de tomar el libro y abrir sus sellos, porque fuiste degollado * y por tu sangre nos compraste para Dios. Aleluya. V. Has hecho de nosotros para nuestro Dios un reino de sacerdotes. R. Y por tu sangre nos compraste para Dios. Aleluya. ORACIN. OREMOS, Dios todopoderoso, concdenos que la celebracin de las fiestas de Cristo resucitado aumente en nosotros la alegra de saber que estamos salvados. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn CONCLUSIN V. Bendigamos al Seor. R. Demos gracias a Dios. LAUDES (Oracin de la maana) INVOCACIN INICIAL V. Seor, abre mis labios R. Y mi boca proclamar tu alabanza. INVITATORIO Ant. Verdaderamente ha resucitado el Seor. Aleluya. Salmo 94 INVITACIN A LA ALABANZA DIVINA Venid, aclamemos al Seor, demos vtores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dndole gracias,

  • aclamndolo con cantos. Porque el Seor es un Dios grande, soberano de todos los dioses: tiene en su mano las simas de la tierra, son suyas las cumbres de los montes; suyo es el mar, porque l lo hizo, la tierra firme que modelaron sus manos. Venid, postrmonos por tierra, bendiciendo al Seor, creador nuestro. Porque l es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebao que l gua. Ojal escuchis hoy su voz: No endurezcis el corazn como en Merib, como el da de Mas en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y dudaron de m, aunque haban visto mis obras. Durante cuarenta aos aquella generacin me repugn, y dije: Es un pueblo de corazn extraviado, que no reconoce mi camino; por eso he jurado en mi clera que no entrarn en mi descanso Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Himno: ESTABA AL ALBA MARA Estaba al alba Mara, porque era la enamorada. Mara!, la voz amada. Rabbun!, dice Mara. El amor se hizo un abrazo junto a las plantas benditas; las llagas glorificadas ros de fuego y delicia; Jess, esposo divino, Mara, esposa cautiva. Estaba al alba Mara, para una uncin preparada. Jess en las azucenas al claro del bello da. En los brazos del Esposo la Iglesia se regocija. Gloria al Seor encontrado, gloria al Dios de la alegra, gloria al Amor ms amado, gloria y paz, y Pascua y dicha! Aleluya! Estaba al alba Mara, es Pascua en la Iglesia santa. Aleluya! Amn. SALMODIA

  • Ant. 1. El que hace la voluntad de mi Padre entrar en el reino de los cielos. Aleluya. Salmo 100 - PROPSITO DE UN PRNCIPE JUSTO Voy a cantar la bondad y la justicia, para ti es mi msica, Seor; voy a explicar el camino perfecto: Cundo vendrs a m? Andar con rectitud de corazn dentro de mi casa; no pondr mis ojos en intenciones viles. Aborrezco al que obra mal, no se juntar conmigo; lejos de m el corazn torcido, no aprobar al malvado. Al que en secreto difama a su prjimo lo har callar; ojos engredos, corazones arrogantes no los soportar. Pongo mis ojos en los que son leales, ellos vivirn conmigo; el que sigue un camino perfecto, se me servir. No habitar en mi casa quien comete fraudes; el que dice mentiras no durar en mi presencia. Cada maana har callar a los hombres malvados, para excluir de la ciudad del Seor a todos los malhechores. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. El que hace la voluntad de mi Padre entrar en el reino de los cielos. Aleluya. Ant. 2. Conozcan los pueblos, Seor, tu misericordia con nosotros. Aleluya. Cntico: ORACIN DE AZARAS EN EL HORNO Dn. 3, 26-27. 29. 34-41 Bendito seas, Seor, Dios de nuestros padres, digno de alabanza y glorioso es tu nombre. Porque eres justo en cuanto has hecho con nosotros y todas tus obras son verdad, y rectos tus caminos, y justos todos tus juicios. Hemos pecado y cometido iniquidad apartndonos de ti, y en todo hemos delinquido. Por el honor de tu nombre, no nos desampares para siempre, no rompas tu alianza, no apartes de nosotros tu misericordia.

  • Por Abraham, tu amigo, por Isaac, tu siervo, por Israel, tu consagrado, a quienes prometiste multiplicar su descendencia como las estrellas del cielo, como la arena de las playas marinas. Pero ahora, Seor, somos el ms pequeo de todos los pueblos; hoy estamos humillados por toda la tierra a causa de nuestros pecados. En este momento no tenemos prncipes, ni profetas, ni jefes; ni holocausto, ni sacrificios, ni ofrendas, ni incienso; ni un sitio donde ofrecerte primicias, para alcanzar misericordia. Por eso, acepta nuestro corazn contrito, y nuestro espritu humilde, como un holocausto de carneros y toros o una multitud de corderos cebados; que ste sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia: porque los que en ti confan no quedan defraudados. Ahora te seguimos de todo corazn, te respetamos y buscamos tu rostro. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Conozcan los pueblos, Seor, tu misericordia con nosotros. Aleluya. Ant. 3. El Seor es mi escudo y mi refugio. Aleluya. Salmo 143, 1-10 - ORACIN POR LA VICTORIA Y POR LA PAZ Bendito el Seor, mi Roca, que adiestra mis manos para el combate, mis dedos para la pelea; mi bienhechor, mi alczar, baluarte donde me pongo a salvo, mi escudo y mi refugio, que me somete los pueblos. Seor, qu es el hombre para que te fijes en l? Qu los hijos de Adn para que pienses en ellos? El hombre es igual que un soplo; sus das, una sombra que pasa. Seor, inclina tu cielo y desciende, toca los montes, y echarn humo, fulmina el rayo y disprsalos, dispara tus saetas y desbartalos.

  • Extiende la mano desde arriba: defindeme, lbrame de las aguas caudalosas, de la mano de los extranjeros, cuya boca dice falsedades, cuya diestra jura en falso. Dios mo, te cantar un cntico nuevo, tocar para ti el arpa de diez cuerdas: para ti que das la victoria a los reyes, y salvas a David, tu siervo. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. El Seor es mi escudo y mi refugio. Aleluya. LECTURA BREVE Hch 13, 30-33 Dios resucit a Jess de entre los muertos. Y durante muchos das se apareci a los que con l haban subido de Galilea a Jerusaln: stos, efectivamente, dan ahora testimonio de l ante el pueblo. Y nosotros os damos la buena nueva: la promesa que Dios hizo a nuestros padres la ha cumplido l ahora con nosotros, sus hijos, resucitando a Jess, segn est escrito en el salmo segundo: T eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy. RESPONSORIO BREVE V. El Seor ha resucitado del sepulcro. Aleluya, aleluya. R. El Seor ha resucitado del sepulcro. Aleluya, aleluya. V. El que por nosotros colg del madero. R. Aleluya, aleluya. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. R. El Seor ha resucitado del sepulcro. Aleluya, aleluya. CNTICO EVANGLICO Ant. Las obras que el Padre me concede realizar, las mismas que hago, testifican que el Padre me ha enviado. Aleluya. Cntico de Zacaras. EL MESAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79 Bendito sea el Seor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. suscitndonos una fuerza de salvacin en la casa de David, su siervo, segn lo haba predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas: Es la salvacin que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; ha realizado as la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que jur a nuestro padre Abraham. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros das. Y a ti, nio, te llamarn Profeta del Altsimo, porque irs delante del Seor

  • a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvacin, el perdn de sus pecados. Por la entraable misericordia de nuestro Dios, nos visitar el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Las obras que el Padre me concede realizar, las mismas que hago, testifican que el Padre me ha enviado. Aleluya. PRECES Oremos agradecidos a Dios, Padre de nuestro Seor Jesucristo, el Cordero inmaculado que quit el pecado del mundo y nos comunica su vida nueva, y digmosle: Autor de la vida, vivifcanos. Dios, autor de la vida, acurdate de la muerte y resurreccin del Cordero inmolado en la cruz y atiende su continua intercesin por nosotros. Haz, Seor, que, tirada fuera la vieja levadura de la malicia y de la perversidad, vivamos la Pascua de Cristo con panes zimos de pureza y de verdad. Que sepamos rechazar hoy el pecado de discordia y de envidia, y seamos ms sensibles a las necesidades de nuestros hermanos. Concdenos vivir autnticamente el espritu evanglico, para que hoy y siempre sigamos el camino de tus mandatos. Se pueden aadir algunas intenciones libres. Porque deseamos que la luz de Cristo alumbre a todos los hombres, pidamos al Padre que su reino llegue a nosotros: Padre nuestro... ORACIN Dios todopoderoso, concdenos que la celebracin de las fiestas de Cristo resucitado aumente en nosotros la alegra de saber que estamos salvados. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn. CONCLUSIN V. El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amn. HORA TERCIA V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya. Himno: AL SEOR CONFESAMOS, ALELUYA!

  • Al Seor confesamos, aleluya! En la hora de tercia a la maana se llenaron los suyos de esperanza, y lejos de la noche y de la duda salieron con la llama y la palabra. Al Seor adoramos, aleluya! Han marcado sus pies nuestros caminos, marc su nombre el nombre de los siglos, y en la tierra su voz cual voz ninguna convoca seguidores y testigos. Al Seor esperamos, aleluya! Y ahora celebramos al Viviente, a Jess victorioso de la muerte; acptanos, oh Cristo, cual liturgia de gloria que ganaste y a ti vuelve. Amn. SALMODIA Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. Salmo 119 - DESEO DE LA PAZ En mi afliccin llam al Seor, y l me respondi. Lbrame, Seor, de los labios mentirosos, de la lengua traidora. Qu te va a dar o a mandar Dios, lengua traidora? Flechas de arquero, afiladas con ascuas de retama. Ay de m, desterrado en Masac, acampado en Cadar! Demasiado llevo viviendo con los que odian la paz; cuando yo digo: Paz, ellos dicen: Guerra. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 120 - EL GUARDIN DEL PUEBLO. Levanto mis ojos a los montes: de dnde me vendr el auxilio? El auxilio me viene del Seor, que hizo el cielo y la tierra. No permitir que resbale tu pie, tu guardin no duerme; no duerme ni reposa el guardin de Israel. El Seor te guarda a su sombra, est a tu derecha; de da el sol no te har dao, ni la luna de noche. El Seor te guarda de todo mal,

  • l guarda tu alma; el Seor guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 121 LA CIUDAD SANTA DE JERUSALN Qu alegra cuando me dijeron: Vamos a la casa del Seor! Ya estn pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusaln. Jerusaln est fundada como ciudad bien compacta. All suben las tribus, las tribus del Seor, segn la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Seor; en ella estn los tribunales de justicia en el palacio de David. Desead la paz a Jerusaln: Vivan seguros los que te aman, haya paz dentro de tus muros, seguridad en tus palacios. Por mis hermanos y compaeros, voy a decir: La paz contigo. Por la casa del Seor, nuestro Dios, te deseo todo bien. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. LECTURA BREVE Cf. Hch 4, 11-12 Jess es la piedra que desecharon los arquitectos y que se ha convertido en piedra angular; en ningn otro se encuentra la salud, y no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos. V. Verdaderamente ha resucitado el Seor. Aleluya. R. Y se ha aparecido a Simn. Aleluya. ORACIN OREMOS, Dios todopoderoso, concdenos que la celebracin de las fiestas de Cristo resucitado aumente en nosotros la alegra de saber que estamos salvados. Por Cristo nuestro Seor. Amn CONCLUSIN V. Bendigamos al Seor. R. Demos gracias a Dios.

  • HORA SEXTA V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya. Himno: VERBO DE DIOS, EL SOL DE MEDIODA Verbo de Dios, el sol de medioda, amable mensajero de tu rostro, fecunda nuestra tierra y la hermosea como fuente de luz, de vida y gozo. Ms hermoso tu cuerpo, que es pleroma del infinito amor jams gastado; y de ese mar sin fondo ni ribera la Iglesia es tu pleroma continuado. Verbo de Dios, que reinas sin fatiga, que emerges victorioso del trabajo, reina dichoso t que nos esperas mientras nosotros vamos caminando. Amn. SALMODIA Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. Salmo 122 - EL SEOR, ESPERANZA DEL PUEBLO A ti levanto mis ojos, a ti que habitas en el cielo. Como estn los ojos de los esclavos fijos en las manos de sus seores, como estn los ojos de la esclava fijos en las manos de su seora, as estn nuestros ojos en el Seor, Dios nuestro, esperando su misericordia. Misericordia, Seor, misericordia, que estamos saciados de desprecios; nuestra alma est saciada del sarcasmo de los satisfechos, del desprecio de los orgullosos. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 123 - NUESTRO AUXILIO ES EL NOMBRE DEL SEOR Si el Seor no hubiera estado de nuestra parte -que lo diga Israel-, si el Seor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres, nos habran tragado vivos: tanto arda su ira contra nosotros. Nos habran arrollado las aguas, llegndonos el torrente hasta el cuello; nos habran llegado hasta el cuello las aguas espumantes.

  • Bendito el Seor, que no nos entreg como presa a sus dientes; hemos salvado la vida como un pjaro de la trampa del cazador: la trampa se rompi y escapamos. Nuestro auxilio es el nombre del Seor, que hizo el cielo y la tierra. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 124 - EL SEOR VELA POR SU PUEBLO. Los que confan en el Seor son como el monte Sin: no tiembla, est asentado para siempre. Jerusaln est rodeada de montaas, y el Seor rodea a su pueblo ahora y por siempre. No pesar el cetro de los malvados sobre el lote de los justos, no sea que los justos extiendan su mano a la maldad. Seor, concede bienes a los buenos, a los sinceros de corazn; y a los que se desvan por sendas tortuosas, que los rechace el Seor con los malhechores. Paz a Israel! Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. LECTURA BREVE Cf. 1Pe 3, 21-22a A vosotros os salva el bautismo, el cual no es remocin de las manchas del cuerpo, sino la peticin que hace a Dios una buena conciencia, en virtud de la resurreccin de Jesucristo, que est a la diestra de Dios. V. Los discpulos se llenaron de alegra. Aleluya. R. Al ver al Seor. Aleluya. ORACIN OREMOS, Dios todopoderoso, concdenos que la celebracin de las fiestas de Cristo resucitado aumente en nosotros la alegra de saber que estamos salvados. Por Cristo nuestro Seor. Amn CONCLUSIN V. Bendigamos al Seor. R. Demos gracias a Dios. HORA NONA

  • V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya. Himno: REINA EL SEOR ALL DONDE NINGUNO Reina el Seor all donde ninguno cie corona que haya dado el mundo; reina el Seor all donde la vida sin lgrimas es ro de delicias. Reina el Seor, el compasivo siervo, que en sus hombros carg nuestro madero; vive el muerto en la cruz, el sepultado y con hierro sellado y custodiado. Cruz el oscuro valle de la muerte hasta bajar a tumba de rebeldes; finga que era suya nuestra pena, y en silencio escuch nuestra sentencia. Pero reina el Seor, la tierra goza, y ya se escuchan los cnticos de boda. Gloria al Seor Jess resucitado, nuestra esperanza y triunfo deseado! Amn. SALMODIA Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. Salmo 118, 137-144 Seor, t eres justo, tus mandamientos son rectos; has prescrito leyes justas sumamente estables; me consume el celo, porque mis enemigos olvidan tus palabras. Tu promesa es acrisolada, y tu siervo la ama; soy pequeo y despreciable, pero no olvido tus decretos; tu justicia es justicia eterna, tu voluntad es verdadera. Me asaltan angustias y aprietos, tus mandatos son mi delicia; la justicia de tus preceptos es eterna, dame inteligencia y tendr vida. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 87 I - ORACIN DE UN HOMBRE GRAVEMENTE ENFERMO Seor, Dios mo, de da te pido auxilio, de noche grito en tu presencia; llegue hasta ti mi splica, inclina tu odo a mi clamor. Porque mi alma est colmada de desdichas,

  • y mi vida est al borde del abismo; ya me cuentan con los que bajan a la fosa, soy como un invlido. Tengo mi cama entre los muertos, como los cados que yacen en el sepulcro, de los cuales ya no guardas memoria, porque fueron arrancados de tu mano. Me has colocado en lo hondo de la fosa, en las tinieblas del fondo; tu clera pesa sobre m, me echas encima todas tus olas. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 87 II Has alejado de m a mis conocidos, me has hecho repugnante para ellos: encerrado, no puedo salir, y los ojos se me nublan de pesar. Todo el da te estoy invocando, tendiendo las manos hacia ti. Hars t maravillas por los muertos? Se alzarn las sombras para darte gracias? Se anuncia en el sepulcro tu misericordia, o tu fidelidad en el reino de la muerte? Se conocen tus maravillas en la tiniebla o tu justicia en el pas del olvido? Pero yo te pido auxilio, por la maana ir a tu encuentro mi splica. Por qu, Seor, me rechazas y me escondes tu rostro? Desde nio fui desgraciado y enfermo, me doblo bajo el peso de tus terrores, pas sobre m tu incendio, tus espantos me han consumido: me rodean como las aguas todo el da, me envuelven todos a una; alejaste de m amigos y compaeros: mi compaa son las tinieblas. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. LECTURA BREVE Col 3, 1-2 Si habis sido resucitados con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde Cristo est sentado a la diestra de Dios. Poned vuestro corazn en las cosas del cielo, no en las de la tierra. V. Qudate con nosotros, Seor. Aleluya. R. Porque ya es tarde. Aleluya.

  • ORACIN OREMOS, Dios todopoderoso, concdenos que la celebracin de las fiestas de Cristo resucitado aumente en nosotros la alegra de saber que estamos salvados. Por Cristo nuestro Seor. Amn CONCLUSIN V. Bendigamos al Seor. R. Demos gracias a Dios. VSPERAS Oracin de la tarde V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya. Himno: NOS RENE DE NUEVO EL MISTERIO Nos rene de nuevo el misterio del Seor que resurge a la vida, con su luz ilumina a la Iglesia, como el sol al nacer cada da. Resucita tambin nuestras almas, que tu muerte libr del castigo y vencieron contigo al pecado en las aguas del santo bautismo. Transfigura los cuerpos mortales que contemplan tu rostro glorioso, bella imagen del Dios invisible que ha querido habitar con nosotros. Cuando vengas, Seor, en tu gloria, que podamos salir a tu encuentro, y a tu lado vivamos por siempre dando gracias al Padre en el reino. Amn. SALMODIA Ant. 1. Cantadnos un cantar de Sin. Aleluya. Salmo 136, 1-6 - JUNTO A LOS CANALES DE BABILONIA. Junto a los canales de Babilonia nos sentamos a llorar con nostalgia de Sin; en los sauces de sus orillas colgbamos nuestras ctaras. All los que nos deportaron nos invitaban a cantar; nuestros opresores, a divertirlos: Cantadnos un cantar de Sin. Cmo cantar un cntico del Seor en tierra extranjera! Si me olvido de ti, Jerusaln, que se me paralice la mano derecha;

  • que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti, si no pongo a Jerusaln en la cumbre de mis alegras. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Cantadnos un cantar de Sin. Aleluya. Ant. 2. En medio de los peligros me conservaste la vida. Aleluya. Salmo 137 - HIMNO DE ACCIN DE GRACIAS DE UN REY Te doy gracias, Seor, de todo corazn; delante de los ngeles taer para ti, me postrar hacia tu santuario, dar gracias a tu nombre; por tu misericordia y tu lealtad, porque tu promesa supera a tu fama; cuando te invoqu, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma. Que te den gracias, Seor, los reyes de la tierra al escuchar el orculo de tu boca; canten los caminos del Seor, porque la gloria del Seor es grande. El Seor es sublime, se fija en el humilde, y de lejos conoce al soberbio. Cuando camino entre peligros, me conservas la vida; extiendes tu izquierda contra la ira de mi enemigo, y tu derecha me salva. El Seor completar sus favores conmigo: Seor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. En medio de los peligros me conservaste la vida. Aleluya. Ant. 3. Tuyos son, Seor, el poder y la riqueza, la fuerza y la gloria. Aleluya. Cntico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12 Eres digno, Seor Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque t has creado el universo; porque por tu voluntad lo que no exista fue creado. Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos, porque fuiste degollado y por tu sangre compraste para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nacin; y has hecho de ellos para nuestro Dios un reino de sacerdotes

  • y reinan sobre la tierra. Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza y la sabidura, la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Tuyos son, Seor, el poder y la riqueza, la fuerza y la gloria. Aleluya. LECTURA BREVE 1Pe 2, 4-5 Acercndoos al Seor, la piedra viva, rechazada por los hombres, pero escogida y apreciada por Dios, tambin vosotros, como piedras vivas, entris en la construccin del templo del Espritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo. RESPONSORIO BREVE V. Los discpulos se llenaron de alegra. Aleluya, aleluya. R. Los discpulos se llenaron de alegra. Aleluya, aleluya. V. Al ver al Seor. R. Aleluya, aleluya. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. R. Los discpulos se llenaron de alegra. Aleluya, aleluya. CNTICO EVANGLICO Ant. Yo conozco a mis ovejas y ellas me siguen, y yo les doy vida eterna. Aleluya. Cntico de Mara. ALEGRA DEL ALMA EN EL SEOR Lc 1, 46-55 Proclama mi alma la grandeza del Seor, se alegra mi espritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillacin de su esclava. Desde ahora me felicitarn todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por m: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generacin en generacin. El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazn, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacos. Auxilia a Israel, su siervo, acordndose de su misericordia -como lo haba prometido a nuestros padres- en favor de Abraham y su descendencia por siempre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Yo conozco a mis ovejas y ellas me siguen, y yo les doy vida eterna. Aleluya.

  • PRECES Invoquemos a Cristo, que con su resurreccin ha reanimado la esperanza de su pueblo, y digmosle: Seor Jess, t que siempre vives para interceder por nosotros, escchanos. Seor Jess, de cuyo costado abierto sali sangre y agua, haz de la Iglesia tu esposa inmaculada. Pastor supremo de la Iglesia, que despus de tu resurreccin encomendaste a Pedro, al confesarte su amor, el cuidado de tus ovejas, concede al papa Benedicto XVI un amor ardiente y un celo apostlico. T que concediste una pesca abundante a los discpulos que pescaban en el mar, enva operarios que continen su trabajo apostlico. T que preparaste a la orilla del mar el pan y los peces para los discpulos, no permitas que nuestros hermanos mueran de hambre por culpa nuestra. Se pueden aadir algunas intenciones libres. Seor Jess, nuevo Adn, que nos das la vida, transforma a nuestros difuntos a imagen tuya, para que compartan contigo la alegra de tu reino. Sintindonos verdaderos hijos de Dios, digamos a nuestro Padre: Padre nuestro... ORACIN Dios todopoderoso, concdenos que la celebracin de las fiestas de Cristo resucitado aumente en nosotros la alegra de saber que estamos salvados. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn. CONCLUSIN V. El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amn. COMPLETAS (Oracin antes del descanso nocturno) INVOCACIN INICIAL V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya. EXAMEN DE CONCIENCIA Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisin: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa Mara, siempre Virgen, a los ngeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedis por m ante Dios, nuestro Seor.

  • V. El Seor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. R. Amn. Himno: EL CORAZN SE DILATA El corazn se dilata sin noche en tu santo cuerpo, oh morada iluminada, mansin de todo consuelo. Por tu muerte sin pecado, por tu descanso y tu premio, en ti, Jess, confiamos, y te miramos sin miedo. Como vigilia de amor te ofrecemos nuestro sueo; t que eres el paraso, danos un puesto en tu reino. Amn. SALMODIA Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. Salmo 142, 1-11 - LAMENTACIN Y SPLICA ANTE LA ANGUSTIA Seor, escucha mi oracin; t que eres fiel, atiende a mi splica; t que eres justo, escchame. No llames a juicio a tu siervo, pues ningn hombre vivo es inocente frente a ti. El enemigo me persigue a muerte, empuja mi vida al sepulcro, me confina a las tinieblas como a los muertos ya olvidados. mi aliento desfallece, mi corazn dentro de m est yerto. Recuerdo los tiempos antiguos, medito todas tus acciones, considero las obras de tus manos y extiendo mis brazos hacia ti: tengo sed de ti como tierra reseca. Escchame en seguida, Seor, que me falta el aliento. No me escondas tu rostro, igual que a los que bajan a la fosa. En la maana hazme escuchar tu gracia, ya que confo en ti; indcame el camino que he de seguir, pues levanto mi alma a ti. Lbrame del enemigo, Seor, que me refugio en ti. Ensame a cumplir tu voluntad, ya que t eres mi Dios. Tu espritu, que es bueno, me gue por tierra llana.

  • Por tu nombre, Seor, consrvame vivo; por tu clemencia, scame de la angustia. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. LECTURA BREVE 1Pe 5,8-9 Sed sobrios, estad despiertos, vuestro enemigo, el diablo, como len rugiente, ronda buscando a quien devorar; resistidle, firmes en la fe. RESPONSORIO BREVE V. En tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. Aleluya, aleluya. R. En tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. Aleluya, aleluya. V. T, el Dios leal, nos librars. R. Aleluya, aleluya. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. R. En tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. Aleluya, aleluya. CNTICO EVANGLICO Ant. Slvanos, Seor, despiertos, protgenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Aleluya. CNTICO DE SIMEN Lc 2, 29-32 Ahora, Seor, segn tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Slvanos, Seor, despiertos, protgenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Aleluya. ORACIN OREMOS, Ilumina, Seor, nuestra noche y concdenos un descanso tranquilo; que maana nos levantemos en tu nombre y podamos contemplar, con salud y gozo, el clarear del nuevo da. Por Cristo nuestro Seor. Amn BENDICIN V. El Seor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R. Amn. ANTFONA FINAL DE LA SANTSIMA VIRGEN Reina del cielo, algrate, aleluya,

  • porque Cristo, a quien llevaste en tu seno, aleluya, ha resucitado, segn su palabra, aleluya. Ruega al Seor por nosotros, aleluya.

  • TIEMPO PASCUAL MARTES DE LA SEMANA IV Del comn de pastores para un santo obispo, y del comn de doctores de la Iglesia. 2 de mayo SAN ATANASIO, obispo y doctor de la Iglesia. (MEMORIA). Naci en Alejandra el ao 295; en el Concilio de Nicea acompa al obispo Alejandro, del que fue luego sucesor. Luch incansablemente contra la hereja de los arrianos, lo cual le acarre muchos sufrimientos y ser desterrado varias veces. Escribi importantes obras en defensa y explicacin de la fe ortodoxa. Muri el ao 373. OFICIO DE LECTURA Si el Oficio de Lectura es la primera oracin del da: V. Seor abre mis labios R. Y mi boca proclamar tu alabanza Se aade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antfona: Ant. Venid, adoremos al Seor, fuente de la sabidura. Aleluya. Si antes del Oficio de lectura se ha rezado ya alguna otra Hora: V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya. Himno: HONDO SABER DE DIOS FUE VUESTRA CIENCIA Hondo saber de Dios fue vuestra ciencia. su espritu de verdad os dio a beberla en la Revelacin, que es su presencia en velos de palabra siempre nueva. Abristeis el camino para hallarla a todo el que de Dios hambre tena, palabra del Seor que, al contemplarla, enciende nuestras luces que iluminan. Saber de Dios en vida convertido es la virtud del justo, que, a su tiempo, si Dios le dio la luz, fue lo debido que fuera su verdad, su pensamiento. Demos gracias a Dios humildemente, y al Hijo, su verdad que a todos gua, dejemos que su Luz, faro esplendente, nos gue por el mar de nuestra vida. Amn. SALMODIA Ant. 1. Bendice, alma ma, al Seor, y no olvides sus beneficios. Aleluya. Salmo 102 I - HIMNO A LA MISERICORDIA DE DIOS Bendice, alma ma, al Seor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma ma, al Seor,

  • y no olvides sus beneficios. l perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; l rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura; l sacia de bienes tus anhelos, y como un guila se renueva tu juventud. El Seor hace justicia y defiende a todos los oprimidos; ense sus caminos a Moiss y sus hazaas a los hijos de Israel. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Bendice, alma ma, al Seor, y no olvides sus beneficios. Aleluya. Ant. 2. Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Seor ternura por sus fieles. Aleluya. Salmo 102 II El Seor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia; no est siempre acusando ni guarda rencor perpetuo; no nos trata como merecen nuestros pecados ni nos paga segn nuestras culpas. Como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre sus fieles; como dista el oriente del ocaso, as aleja de nosotros nuestros delitos. Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Seor ternura por sus fieles; porque l sabe de que estamos hechos, se acuerda de que somos barro. Los das del hombre duran lo que la hierba, florecen como flor del campo, que el viento la roza, y ya no existe, su terreno no volver a verla. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Seor ternura por sus fieles. Aleluya. Ant. 3. Bendecid al Seor, todas sus obras. Aleluya. Salmo 102 III Pero la misericordia del Seor dura siempre, su justicia pasa de hijos a nietos: para los que guardan la alianza y recitan y cumplen sus mandatos. El Seor puso en el cielo su trono, su soberana gobierna el universo.

  • Bendecid al Seor, ngeles suyos, poderosos ejecutores de sus rdenes, prontos a la voz de su palabra. Bendecid al Seor, ejrcitos suyos, servidores que cumpls sus deseos. Bendecid al Seor, todas sus obras, en todo lugar de su imperio. Bendice, alma ma, al Seor. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Bendecid al Seor, todas sus obras. Aleluya. V. Dios resucit a Cristo de entre los muertos. Aleluya. R. Para que nuestra fe y esperanza se centren en Dios. Aleluya. PRIMERA LECTURA De los Hechos de los apstoles 13, 44-14, 6 PABLO Y BERNAB SE DIRIGEN A LOS GENTILES El sbado siguiente, casi toda la ciudad de Antioqua se congreg para escuchar la palabra de Dios. Pero los judos, que vean tal muchedumbre de gente, se llenaron de envidia y, profiriendo insultos, impugnaban lo que iba diciendo Pablo. Entonces Pablo y Bernab les respondieron valientemente: A vosotros, antes que a nadie, debamos anunciar la palabra de Dios; mas, como la rechazis y no os juzgis dignos de la vida eterna, nosotros nos volvemos ahora a las naciones. As nos lo ordena el Seor: "Te he puesto como luz de los pueblos, para que lleves mi salvacin hasta el confn de la tierra." Los gentiles, llenos de gozo ante tales palabras, enaltecan la doctrina del Seor; y abrazaron la fe cuantos estaban destinados a la vida eterna. Con lo que el Evangelio se iba difundiendo por toda la regin. Pero los judos soliviantaron a las mujeres distinguidas que acudan a su culto, y a los principales de la ciudad. Promovieron una persecucin contra Pablo y Bernab, y los arrojaron de su territorio. stos, sacudiendo contra ellos el polvo de sus pies, se dirigieron a Iconio, mientras los discpulos quedaban llenos de gozo y del Espritu Santo. En Iconio, entraron segn costumbre en la sinagoga de los judos, y all hablaron con tal xito que un numeroso grupo de judos y griegos abrazaron la fe. Pero los judos que persistan en su incredulidad soliviantaron y exacerbaron los nimos de los gentiles contra los hermanos. Con todo, Pablo y Bernab prolongaron all su estancia por mucho tiempo, procediendo con energa y confianza en el Seor, quien confirmaba la predicacin de su Evangelio con seales y prodigios que obraba por medio de ellos. Al fin, los habitantes de la ciudad se dividieron en bandos: unos estaban a favor de los judos y otros a favor de los apstoles. A tal punto llegaron las cosas, que se produjo un tumulto de gentiles y judos, con sus jefes a la cabeza, con el propsito de maltratar y apedrear a los apstoles. Pablo y Bernab, que se dieron cuenta de ello, buscaron refugio en Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y en otros lugares vecinos, donde continuaron predicando el Evangelio. RESPONSORIO Rm 11, 25b-26a; Sal 105, 24. 25 R. Una parte de Israel ha cado en la obstinacin, * hasta que la totalidad de los gentiles entre en la Iglesia; entonces, todo Israel ser salvo. Aleluya. V. No creyeron en su palabra, no escucharon la voz del Seor. R. Hasta que la totalidad de los gentiles entre en la Iglesia; entonces, todo Israel ser salvo. Aleluya. SEGUNDA LECTURA De las disertaciones de san Atanasio, obispo (Disertacin sobre la encarnacin del Verbo, 8-9: PG 25, 110-111)

  • LA ENCARNACIN DEL VERBO El Verbo de Dios, incorpreo e inmune de la corrupcin y de la materia, vino al lugar donde habitamos, aunque nunca antes estuvo ausente, ya que nunca hubo parte alguna del mundo privada de su presencia, pues, por su unin con el Padre, lo llenaba todo en todas partes. Pero vino por su benignidad, en el sentido de que se nos hizo visible. Compadecido de la debilidad de nuestra raza y conmovido por nuestro estado de corrupcin, no toler que la muerte dominara en nosotros ni que pereciera la creacin, con lo que hubiera resultado intil la obra de su Padre al crear al hombre, y por esto tom para s un cuerpo como el nuestro, ya que no se content con habitar en un cuerpo ni tampoco en hacerse simplemente visible. En efecto, si tan slo hubiese pretendido hacerse visible, hubiera podido ciertamente asumir un cuerpo ms excelente; pero l tom nuestro mismo cuerpo. En el seno de la Virgen, se construy un templo, es decir, su cuerpo, y lo hizo su propio instrumento, en el que haba de darse a conocer y habitar; de este modo, habiendo tomado un cuerpo semejante al de cualquiera de nosotros, ya que todos estaban sujetos a la corrupcin de la muerte, lo entreg a la muerte por todos, ofrecindolo al Padre con un amor sin lmites; con ello, al morir en su persona todos los hombres, qued sin vigor la ley de la corrupcin que afectaba a todos, ya que agot toda la eficacia de la muerte en el cuerpo del Seor, y as ya no le qued fuerza alguna para ensaarse con los dems hombres, semejantes a l; con ello tambin, hizo de nuevo incorruptibles a los hombres, que haban cado en la corrupcin, y los llam de muerte a vida, consumiendo totalmente en ellos la muerte, con el cuerpo que haba asumido y con el poder de su resurreccin, del mismo modo que la paja es consumida por el fuego. Por esta razn asumi un cuerpo mortal: para que este cuerpo, unido al Verbo que est por encima de todo, satisficiera por todos la deuda contrada con la muerte; para que, por el hecho de habitar el Verbo en l, no sucumbiera a la corrupcin; y, finalmente, para que, en adelante, por el poder de la resurreccin, se vieran ya todos libres de la corrupcin. De ah que el cuerpo que l haba tomado, al entregarlo a la muerte como una hostia y vctima limpia de toda mancha, alej al momento la muerte de todos los hombres, a los que l se haba asemejado, ya que se ofreci en lugar de ellos. De este modo, el Verbo de Dios, superior a todo lo que existe, ofreciendo en sacrificio su cuerpo, templo e instrumento de su divinidad, pag con su muerte la deuda que habamos contrado, y, as, el Hijo de Dios, inmune a la corrupcin, por la promesa de la resurreccin, hizo partcipes de esta misma inmunidad a todos los hombres, con los que se haba hecho una misma cosa por su cuerpo semejante al de ellos. Es verdad, pues, que la corrupcin de la muerte no tiene ya poder alguno sobre los hombres, gracias al Verbo, que habita entre ellos por su encarnacin. RESPONSORIO Jr 15, 19. 20; 2Pe 2, 1 R. Sers como mi boca, te pondr frente a este pueblo como muralla de bronce inexpugnable; * lucharn contra ti, mas no podrn vencerte, pues yo estoy contigo. Aleluya. V. Habr falsos maestros que introducirn sectas perniciosas, y llegarn hasta a negar al Seor que los rescat. R. Lucharn contra ti, mas no podrn vencerte, pues yo estoy contigo. Aleluya. ORACIN. OREMOS, Dios todopoderoso y eterno, que suscitaste a san Atanasio como preclaro defensor de la divinidad de tu Hijo, haz que nosotros, iluminados por sus enseanzas y ayudados por sus ejemplos, crezcamos en tu conocimiento y en tu amor. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn CONCLUSIN

  • V. Bendigamos al Seor. R. Demos gracias a Dios. LAUDES (Oracin de la maana) INVOCACIN INICIAL V. Seor, abre mis labios R. Y mi boca proclamar tu alabanza. INVITATORIO Ant. Venid, adoremos al Seor, fuente de la sabidura. Aleluya. Salmo 94 INVITACIN A LA ALABANZA DIVINA Venid, aclamemos al Seor, demos vtores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dndole gracias, aclamndolo con cantos. Porque el Seor es un Dios grande, soberano de todos los dioses: tiene en su mano las simas de la tierra, son suyas las cumbres de los montes; suyo es el mar, porque l lo hizo, la tierra firme que modelaron sus manos. Venid, postrmonos por tierra, bendiciendo al Seor, creador nuestro. Porque l es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebao que l gua. Ojal escuchis hoy su voz: No endurezcis el corazn como en Merib, como el da de Mas en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y dudaron de m, aunque haban visto mis obras. Durante cuarenta aos aquella generacin me repugn, y dije: Es un pueblo de corazn extraviado, que no reconoce mi camino; por eso he jurado en mi clera que no entrarn en mi descanso Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Himno: PARA VOSOTROS, EL MISTERIO DEL PADRE. Para vosotros, el misterio del Padre; con vosotros, la luz del Verbo; en vosotros, la llama del Amor que es fuego. Hontanares de Dios!, hombres del Evangelio!, humildes inteligencias luminosas!, grandes hombres de barro tierno!

  • El mundo tiene hambre de infinito y sed de cielo; las criaturas nos atan a lo efmero y nos vamos perdiendo en el tiempo. Para nosotros, el misterio que aprendisteis del Padre; con nosotros, la luz que os dio el Verbo; en nosotros, el Amor ingnito. Hombres de Cristo, maestros de la Iglesia! dadnos una vida y un anhelo, la angustia por la verdad, por el error el miedo. Dadnos una vida de rodillas ante el misterio, una visin de este mundo de muerte y una esperanza de cielo. Padre, te pedimos para la Iglesia la ciencia de estos maestros. Amn. SALMODIA Ant. 1. Elvate sobre el cielo, Dios mo. Aleluya. Salmo 107 - ALABANZA AL SEOR Y PETICIN DE AUXILIO. Dios mo, mi corazn est firme, para t cantar y tocar, gloria ma. Despertad, ctara y arpa, despertar a la aurora. Te dar gracias ante los pueblos, Seor, tocar para ti ante las naciones: por tu bondad, que es ms grande que los cielos; por tu fidelidad, que alcanza a las nubes. Elvate sobre el cielo, Dios mo, y llene la tierra tu gloria; para que se salven tus predilectos, que tu mano salvadora nos responda. Dios habl en su santuario: Triunfante ocupar Siqun, parcelar el valle de Sucot; mo es Galaad, mo Manass, Efran es yelmo de mi cabeza, Jud es mi cetro; Moab, una jofaina para lavarme, sobre Edom echo mi sandalia, sobre Filistea canto victoria. Pero quin me guiar a la plaza fuerte, quin me conducir a Edom, si t, oh Dios!, nos has rechazado y no sales ya con nuestras tropas? Auxlianos contra el enemigo,

  • que la ayuda del hombre es intil; con Dios haremos proezas, El pisotear a nuestros enemigos. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Elvate sobre el cielo, Dios mo. Aleluya. Ant. 2. El Seor har brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos. Aleluya. Cntico: ALEGRIA DEL PROFETA ANTE LA NUEVA JERUSALN Is 61, 10-62, 5 Desbordo de gozo en el Seor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como a un novio que se pone la corona, o a una novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardn hace brotar sus semillas, as el Seor har brotar la justicia y los himnos, ante todos los pueblos. Por amor de Sin no callar, por amor de Jerusaln no descansar, hasta que despunte la aurora de su justicia y su salvacin llamee como antorcha. Los pueblos vern tu justicia, y los reyes, tu gloria; te pondrn un nombre nuevo pronunciado por la boca del Seor. Sers corona flgida en la mano del Seor y diadema real en la palma de tu Dios. Ya no te llamarn Abandonada; ni a tu tierra, Devastada; a ti te llamarn Mi favorita, y a tu tierra, Desposada, porque el Seor te prefiere a ti, y tu tierra tendr marido. Como un joven se casa con su novia, as te desposa el que te construy; la alegra que encuentra el marido con su esposa, la encontrar tu Dios contigo. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. El Seor har brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos. Aleluya. Ant. 3. El Seor reina eternamente. Aleluya. Salmo 145 - FELICIDAD DE LOS QUE ESPERAN EN DIOS. Alaba, alma ma, al Seor: alabar al Seor mientras viva,

  • taer para mi Dios mientras exista. No confiis en los prncipes, seres de polvo que no pueden salvar; exhalan el espritu y vuelven al polvo, ese da perecen sus planes. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob, el que espera en el Seor, su Dios, que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en l; que mantiene su fidelidad perpetuamente, que hace justicia a los oprimidos, que da pan a los hambrientos. El Seor liberta a los cautivos, el Seor abre los ojos al ciego, el Seor endereza a los que ya se doblan, el Seor ama a los justos. El Seor guarda a los peregrinos; sustenta al hurfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados. El Seor reina eternamente, tu Dios, Sin, de edad en edad. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. El Seor reina eternamente. Aleluya. LECTURA BREVE Sb 7, 13-14 Aprend la sabidura sin malicia, reparto sin envidia, y no me guardo sus riquezas. Porque es un tesoro inagotable para los hombres: los que lo adquieren se atraen la amistad de Dios, porque el don de su enseanza los recomienda. RESPONSORIO BREVE V. El pueblo cuenta su sabidura. Aleluya, aleluya. R. El pueblo cuenta su sabidura. Aleluya, aleluya. V. La asamblea pregona su alabanza. R. Aleluya, aleluya. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. R. El pueblo cuenta su sabidura. Aleluya, aleluya. CNTICO EVANGLICO Ant. Los sabios brillarn con esplendor de cielo, y los que ensean la justicia a las multitudes sern como estrellas por toda la eternidad. Aleluya. Cntico de Zacaras. EL MESAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79 Bendito sea el Seor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. suscitndonos una fuerza de salvacin en la casa de David, su siervo, segn lo haba predicho desde antiguo

  • por boca de sus santos profetas: Es la salvacin que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; ha realizado as la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que jur a nuestro padre Abraham. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros das. Y a ti, nio, te llamarn Profeta del Altsimo, porque irs delante del Seor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvacin, el perdn de sus pecados. Por la entraable misericordia de nuestro Dios, nos visitar el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Los sabios brillarn con esplendor de cielo, y los que ensean la justicia a las multitudes sern como estrellas por toda la eternidad. Aleluya. PRECES Demos gracias a Cristo, el buen pastor que entreg la vida por sus ovejas, y supliqumosle diciendo: Apacienta a tu pueblo, Seor. Seor Jesucristo, t que en los santos pastores nos has revelado tu misericordia y tu amor, haz que, por ellos, contine llegando a nosotros tu accin misericordiosa. Seor Jesucristo, t que a travs de los santos pastores sigues siendo el nico pastor de tu pueblo, no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos. Seor Jesucristo, t que por medio de los santos pastores eres el mdico de los cuerpos y de las almas, haz que nunca falten a tu Iglesia los ministros que nos guen por las sendas de una vida santa. Seor Jesucristo, t que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el amor de los santos, haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad. Se pueden aadir algunas intenciones libres. Oremos confiadamente al Padre, como Cristo nos ense: Padre nuestro... ORACIN Dios todopoderoso y eterno, que suscitaste a san Atanasio como preclaro defensor de la divinidad de tu Hijo, haz que nosotros, iluminados por sus enseanzas y ayudados por sus ejemplos, crezcamos en tu conocimiento y en tu amor. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la

  • unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn. CONCLUSIN V. El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amn. HORA TERCIA V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya. Himno: ESPRITU DE DIOS, LA TIERRA LLENAS Espritu de Dios, la tierra llenas, las mentes de los hombres las baas en tu luz, t que eres Luz de Dios, divino fuego, infunde en todo hombre la fuerza de la cruz. S luz resplandeciente en las tinieblas de quienes el pecado sumi en la obscuridad, rene en la asamblea de los hijos los justos que te amaron, los muertos por la paz. Acaba en plenitud al Cristo vivo, confirma en el creyente la gracia y el perdn, renelos a todos en la Iglesia, testigos jubilosos de la resurreccin. Amn. SALMODIA Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. Salmo 118, 145-152 Te invoco de todo corazn; respndeme, Seor, y guardar tus leyes; a ti grito: slvame, y cumplir tus decretos; me adelanto a la aurora pidiendo auxilio, esperando tus palabras. Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche, meditando tu promesa; escucha mi voz por tu misericordia, con tus mandamientos dame vida; ya se acercan mis inicuos perseguidores, estn lejos de tu voluntad. T, Seor, ests cerca, y todos tus mandatos son estables; hace tiempo comprend que tus preceptos los fundaste para siempre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 93 I - INVOCACIN A LA JUSTICIA DE DIOS CONTRA LOS OPRESORES Dios de la venganza, Seor, Dios de la venganza, resplandece.

  • Levntate, juzga la tierra, paga su merecido a los soberbios. Hasta cundo, Seor, los culpables, hasta cundo triunfarn los culpables? Sueltan la lengua profiriendo insolencias, se jactan los malhechores; trituran, Seor, a tu pueblo, oprimen a tu heredad; asesinan a viudas y forasteros degellan a los hurfanos, y comentan: Dios no lo ve, el Dios de Jacob no se entera. Enteraos los ms necios del pueblo, ignorantes, cundo discurriris? El que plant el odo, no va a or?; el que form el ojo, no va a ver?; el que educa a los pueblos, no va a castigar?; el que instruye al hombre, no va a saber? Sabe el Seor que los pensamientos del hombre son insustanciales. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 93 II Dichoso el hombre a quien t educas, al que enseas tu ley, dndole descanso tras los aos duros, mientras al malvado le cavan la fosa. Porque el Seor no rechaza a su pueblo, ni abandona su heredad: el justo obtendr su derecho, y un porvenir los rectos de corazn. Quin se pone a mi favor contra los perversos, quin se coloca a mi lado frente a los malhechores? Si el Seor no me hubiera auxiliado, ya estara yo habitando en el silencio. Cuando me parece que voy a tropezar, tu misericordia Seor, me sostiene; cuando se multiplican mis preocupaciones, tus consuelos son mi delicia. Podr aliarse contigo un tribunal inicuo que dicta injusticias en hombre de la ley? Aunque atenten contra la vida del justo y condenen a muerte al inocente, el Seor ser mi alczar, Dios ser mi roca de refugio. l les pagar su iniquidad, los destruir por sus maldades, los destruir el Seor nuestro Dios.

  • Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. LECTURA BREVE Cf. Rm 4, 24-25 Creemos en aquel que resucit de entre los muertos a Jess, nuestro Seor, que fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitado para nuestra justificacin. V. Verdaderamente ha resucitado el Seor. Aleluya. R. Y se ha aparecido a Simn. Aleluya. ORACIN OREMOS, Dios nuestro, vida de los creyentes, gloria de los humildes, felicidad de los justos, atiende benignamente a nuestras splicas y haz que quienes deseamos ardientemente el cumplimiento de tus promesas seamos siempre colmados por la abundancia de tus beneficios. Por Cristo nuestro Seor. Amn CONCLUSIN V. Bendigamos al Seor. R. Demos gracias a Dios. HORA SEXTA V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya. Himno: CUANDO LA LUZ DEL DA EST EN SU CUMBRE Cuando la luz del da est en su cumbre, eres, Seor Jess, luz y alegra de quienes en la fe y en la esperanza celebran ya la fiesta de la Vida Eres resurreccin, palabra y prenda de ser y de vivir eternamente; sembradas de esperanzas nuestras vidas, sern en ti cosecha para siempre. Ven ya, Seor Jess, Salvador nuestro, de tu radiante luz llena este da, camino de alegra y de esperanza, cabal acontecer de nueva vida. Concdenos, oh Padre omnipotente, por tu Hijo Jesucristo, hermano nuestro, vivir ahora el fuego de tu Espritu, haciendo de esta tierra un cielo nuevo. Amn. SALMODIA Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. Salmo 122 - EL SEOR, ESPERANZA DEL PUEBLO A ti levanto mis ojos, a ti que habitas en el cielo.

  • Como estn los ojos de los esclavos fijos en las manos de sus seores, como estn los ojos de la esclava fijos en las manos de su seora, as estn nuestros ojos en el Seor, Dios nuestro, esperando su misericordia. Misericordia, Seor, misericordia, que estamos saciados de desprecios; nuestra alma est saciada del sarcasmo de los satisfechos, del desprecio de los orgullosos. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 123 - NUESTRO AUXILIO ES EL NOMBRE DEL SEOR Si el Seor no hubiera estado de nuestra parte -que lo diga Israel-, si el Seor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres, nos habran tragado vivos: tanto arda su ira contra nosotros. Nos habran arrollado las aguas, llegndonos el torrente hasta el cuello; nos habran llegado hasta el cuello las aguas espumantes. Bendito el Seor, que no nos entreg como presa a sus dientes; hemos salvado la vida como un pjaro de la trampa del cazador: la trampa se rompi y escapamos. Nuestro auxilio es el nombre del Seor, que hizo el cielo y la tierra. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 124 - EL SEOR VELA POR SU PUEBLO. Los que confan en el Seor son como el monte Sin: no tiembla, est asentado para siempre. Jerusaln est rodeada de montaas, y el Seor rodea a su pueblo ahora y por siempre. No pesar el cetro de los malvados sobre el lote de los justos, no sea que los justos extiendan su mano a la maldad. Seor, concede bienes a los buenos, a los sinceros de corazn; y a los que se desvan por sendas tortuosas,

  • que los rechace el Seor con los malhechores. Paz a Israel! Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. LECTURA BREVE 1Jn 5, 5-6a Quin es el que vence al mundo, sino el que cree que Jess es el Hijo de Dios? l, Jesucristo, vino por el agua y por la sangre; no con el agua solamente, sino con el agua y con la sangre. V. Los discpulos se llenaron de alegra. Aleluya. R. Al ver al Seor. Aleluya. ORACIN OREMOS, Dios nuestro, vida de los creyentes, gloria de los humildes, felicidad de los justos, atiende benignamente a nuestras splicas y haz que quienes deseamos ardientemente el cumplimiento de tus promesas seamos siempre colmados por la abundancia de tus beneficios. Por Cristo nuestro Seor. Amn CONCLUSIN V. Bendigamos al Seor. R. Demos gracias a Dios. HORA NONA V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya. Himno: SALVADOR DEL MUNDO Salvador del mundo, Seor de los ngeles: por tu cruz gloriosa la muerte venciste. Oh Seor, consrvanos los dones amables que, con sufrimientos, t nos mereciste. Y a quienes a precio de dolor salvaste, llvalos al cielo para que te alaben. Llvanos a todos, Seor, suplicmoste, pues que nos hiciste reino de tu Padre. Amn. SALMODIA Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. Salmo 125 - DIOS, ALEGRA Y ESPERANZA NUESTRA.

  • Cuando el Seor cambi la suerte de Sin, nos pareca soar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares. Hasta los gentiles decan: El Seor ha estado grande con ellos. El Seor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Que el Seor cambie nuestra suerte como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con lgrimas cosechan entre cantares. Al ir, iban llorando, llevando la semilla; al volver, vuelven cantando, trayendo sus gavillas. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 126 - EL ESFUERZO HUMANO ES INTIL SIN DIOS. Si el Seor no construye la casa, en vano se cansan los albailes; si el Seor no guarda la ciudad, en vano vigilan los centinelas. Es intil que madruguis, que velis hasta muy tarde, los que comis el pan de vuestros sudores: Dios lo da a sus amigos mientras duermen! La herencia que da el Seor son los hijos; una recompensa es el fruto de las entraas: son saetas en mano de un guerrero los hijos de la juventud. Dichoso el hombre que llena con ellas su aljaba: no quedar derrotado cuando litigue con su adversario en la plaza. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Salmo 127 - PAZ DOMSTICA EN EL HOGAR DEL JUSTO Dichoso el que teme al Seor y sigue sus caminos! Comers del fruto de tu trabajo, sers dichoso, te ir bien; tu mujer, como una vid fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa:

  • sta es la bendicin del hombre que teme al Seor. Que el Seor te bendiga desde Sin, que veas la prosperidad de Jerusaln todos los das de tu vida; que veas a los hijos de tus hijos. Paz a Israel! Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. LECTURA BREVE Cf. Ef 4, 23-24 Renovaos en la mente y en el espritu y vestos de la nueva condicin humana, creada a imagen de Dios: justicia y santidad verdaderas. V. Qudate con nosotros, Seor. Aleluya. R. Porque ya es tarde. Aleluya. ORACIN OREMOS, Dios nuestro, vida de los creyentes, gloria de los humildes, felicidad de los justos, atiende benignamente a nuestras splicas y haz que quienes deseamos ardientemente el cumplimiento de tus promesas seamos siempre colmados por la abundancia de tus beneficios. Por Cristo nuestro Seor. Amn CONCLUSIN V. Bendigamos al Seor. R. Demos gracias a Dios. VSPERAS Oracin de la tarde V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya. Himno: VERBO DE DIOS, ETERNA LUZ DIVINA. Verbo de Dios, eterna luz divina, fuente eternal de toda verdad pura, gloria de Dios, que el cosmos ilumina, antorcha toda luz en noche oscura. Palabra eternamente pronunciada en la mente del Padre, oh regocijo!, que en el tiempo a los hombres nos fue dada en el seno de Virgen, hecha Hijo. Las tinieblas de muerte y de pecado, en que yaca el hombre, as vencido, su verdad y su luz han disipado, con su vida y su muerte ha redimido. Con destellos de luz que Dios enva, no dejis de brillar, faros divinos; de los hombres y pueblos sed su gua,

  • proclamad la verdad en los caminos. Amn. SALMODIA Ant. 1. La noche ser clara como el da. Aleluya. Salmo 138 1-18. 23-24 (I) TODO EST PRESENTE A LOS OJOS DE DIOS. Seor, t me sondeas y me conoces; me conoces cuando me siento o me levanto, de lejos penetras mis pensamientos; distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. No ha llegado la palabra a mi lengua, y ya, Seor, te la sabes toda. Me envuelves por doquier, me cubres con tu mano. Tanto saber me sobrepasa, es sublime, y no lo abarco. Adnde ir lejos de tu aliento, adnde escapar de tu mirada? Si escalo el cielo, all ests t; si me acuesto en el abismo, all te encuentro; si vuelo hasta el margen de la aurora, si emigro hasta el confn del mar, all me alcanzar tu izquierda, tu diestra llegar hasta m. Si digo: Que al menos la tiniebla me encubra, que la luz se haga noche en torno a m, ni la tiniebla es oscura para ti, la noche es clara como el da. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. La noche ser clara como el da. Aleluya. Ant. 2. Yo conozco mis ovejas y ellas me conocen a m. Aleluya. Salmo 138 II T has creado mis entraas, me has tejido en el seno materno. Te doy gracias, porque me has formado portentosamente, porque son admirables tus obras; conocas hasta el fondo de mi alma, no desconocas mis huesos. Cuando, en lo oculto, me iba formando, y entretejiendo en lo profundo de la tierra, tus ojos vean mis acciones, se escriban todas en tu libro, calculados estaban mis das antes que llegase el primero. Qu incomparables encuentro tus designios, Dios mo, qu inmenso es su conjunto!

  • Si me pongo a contarlos, son ms que arena; si los doy por terminados, an me quedas t. Seor, sondame y conoce mi corazn, ponme a prueba y conoce mis sentimientos, mira si mi camino se desva, guame por el camino eterno. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Yo conozco mis ovejas y ellas me conocen a m. Aleluya. Ant. 3. Su resplandor eclipsa el cielo, la tierra se llena de su alabanza. Aleluya. Cntico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGNITO DE TODA CREATURA Y PRIMER RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20 Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz. l nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redencin, el perdn de los pecados. l es imagen de Dios invisible, primognito de toda creatura; pues por medio de l fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades; todo fue creado por l y para l. l es anterior a todo, y todo se mantiene en l. l es tambin la cabeza del cuerpo de la Iglesia. l es el principio, el primognito de entre los muertos, y as es el primero en todo. Porque en l quiso Dios que residiera toda plenitud. Y por l quiso reconciliar consigo todas las cosas: haciendo la paz por la sangre de su cruz con todos los seres, as del cielo como de la tierra. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Su resplandor eclipsa el cielo, la tierra se llena de su alabanza. Aleluya. LECTURA BREVE St 3, 17-18 La sabidura que viene de arriba ante todo es pura y, adems, es amante de la paz, comprensiva, dcil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz estn sembrando la paz; y su fruto es la justicia. RESPONSORIO BREVE V. En la asamblea le da la palabra. Aleluya, aleluya. R. En la asamblea le da la palabra. Aleluya, aleluya. V. Lo llena de espritu, sabidura e inteligencia.

  • R. Aleluya, aleluya. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. R. En la asamblea le da la palabra. Aleluya, aleluya. CNTICO EVANGLICO Ant. Oh doctor admirable, luz de la Iglesia santa, san Juan Crisstomo, fiel cumplidor de la ley, ruega por nosotros al Hijo de Dios. Aleluya. Cntico de Mara. ALEGRA DEL ALMA EN EL SEOR Lc 1, 46-55 Proclama mi alma la grandeza del Seor, se alegra mi espritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillacin de su esclava. Desde ahora me felicitarn todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por m: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generacin en generacin. El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazn, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacos. Auxilia a Israel, su siervo, acordndose de su misericordia -como lo haba prometido a nuestros padres- en favor de Abraham y su descendencia por siempre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Oh doctor admirable, luz de la Iglesia santa, san Juan Crisstomo, fiel cumplidor de la ley, ruega por nosotros al Hijo de Dios. Aleluya. PRECES Glorifiquemos a Cristo, constituido pontfice en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios, y supliqumosle humildemente diciendo: Salva a tu pueblo, Seor. T que por medio de pastores santos y eximios has glorificado a tu Iglesia, haz que todos los cristianos resplandezcan por su virtud. T que por la oracin de los santos pastores, que a semejanza de Moiss oraban por el pueblo, perdonaste los pecados de tus fieles, purifica y santifica tambin ahora a la santa Iglesia por la intercesin de los santos. T que de entre los fieles elegiste a los santos pastores y, por tu Espritu, los consagraste como ministros en bien de sus hermanos, llena tambin de tu Espritu a todos los pastores del pueblo de Dios. T que fuiste la heredad de los santos pastores, no permitas que ninguno de los que fueron adquiridos por tu sangre viva alejado de ti. Se pueden aadir algunas intenciones libres.

  • T que por medio de los pastores de la Iglesia das la vida eterna a tus ovejas para que nadie las arrebate de tu mano, salva a los difuntos, por quienes entregaste tu vida. Digamos juntos la oracin que Cristo nos ense como modelo de toda oracin: Padre nuestro... ORACIN Dios todopoderoso y eterno, que suscitaste a san Atanasio como preclaro defensor de la divinidad de tu Hijo, haz que nosotros, iluminados por sus enseanzas y ayudados por sus ejemplos, crezcamos en tu conocimiento y en tu amor. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amn. CONCLUSIN V. El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amn. COMPLETAS (Oracin antes del descanso nocturno) INVOCACIN INICIAL V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya. EXAMEN DE CONCIENCIA Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisin: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa Mara, siempre Virgen, a los ngeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedis por m ante Dios, nuestro Seor. V. El Seor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. R. Amn. Himno: EN TI, SEOR, REPOSAN NUESTRAS VIDAS En ti, Seor, reposan nuestras vidas en el descanso santo de la noche; t nos preparas para la alborada y en el Espritu Santo nos acoges. En apartadas y lejanas tierras el sol ha despertado las ciudades; amigo de los hombres, ve sus penas y ensancha de tu amor los manantiales. Vencedor de la muerte y de las sombras, Hijo eterno de Dios, resucitado,

  • lbranos del peligro de la noche al dormirnos confiados en tus brazos. Amn. SALMODIA Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. Salmo 30 - SPLICA CONFIADA Y ACCIN DE GRACIAS. A ti, Seor, me acojo: no quede yo nunca defraudado; t, que eres justo, ponme a salvo, inclina tu odo hacia m; ven aprisa a librarme, s la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve, t que eres mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirgeme y guame: scame de la red que me han tendido, porque t eres mi amparo. En tus manos encomiendo mi espritu: t, el Dios leal, me librars. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Salmo 129 - DESDE LO HONDO A TI GRITO, SEOR. Desde lo hondo a ti grito, Seor; Seor, escucha mi voz; estn tus odos atentos a la voz de mi splica. Si llevas cuenta de los delitos, Seor, quin podr resistir? Pero de ti procede el perdn, y as infundes respeto. Mi alma espera en el Seor, espera en su palabra; mi alma aguarda al Seor, ms que el centinela la aurora. Aguarde Israel al Seor, como el centinela la aurora; porque del Seor viene la misericordia, la redencin copiosa; y l redimir a Israel de todos sus delitos. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. LECTURA BREVE Ef 4,26-27 No lleguis a pecar; que la puesta del sol no os sorprenda en vuestro enojo. No dejis lugar al diablo.

  • RESPONSORIO BREVE V. En tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. Aleluya, aleluya. R. En tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. Aleluya, aleluya. V. T, el Dios leal, nos librars. R. Aleluya, aleluya. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. R. En tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. Aleluya, aleluya. CNTICO EVANGLICO Ant. Slvanos, Seor, despiertos, protgenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Aleluya. CNTICO DE SIMEN Lc 2, 29-32 Ahora, Seor, segn tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Slvanos, Seor, despiertos, protgenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. Aleluya. ORACIN OREMOS, Seor Jesucristo, t que eres manso y humilde de corazn ofreces a los que vienen a ti un yugo llevadero y una carga ligera; dgnate, pues, aceptar los deseos y las acciones del da que hemos terminado: que podamos descansar durante la noche para que as, renovado nuestro cuerpo y nuestro espritu, perseveremos constantes en tu servicio. T que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amn BENDICIN V. El Seor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R. Amn. ANTFONA FINAL DE LA SANTSIMA VIRGEN Reina del cielo, algrate, aleluya, porque Cristo, a quien llevaste en tu seno, aleluya, ha resucitado, segn su palabra, aleluya. Ruega al Seor por nosotros, aleluya.

  • TIEMPO PASCUAL JUEVES DE LA SEMANA IV 3 de mayo Del Comn de apstoles. SANTOS FELIPE Y SANTIAGO, apstoles (Fiesta). Felipe naci en Betsaida; fue primero discpulo del Bautista y ms tarde sigui a Cristo. Santiago, primo hermano del Seor, hijo de Alfeo, fue obispo de Jerusaln, escribi una carta cannica. Llev una vida de gran mortificacin y convirti a muchos judos. Recibi la corona del martirio el ao 62. OFICIO DE LECTURA Si el Oficio de Lectura es la primera oracin del da: V. Seor abre mis labios R. Y mi boca proclamar tu alabanza Se aade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antfona: Ant. Aleluya. Venid, adoremos al Seor, rey de los apstoles. Aleluya. Si antes del Oficio de lectura se ha rezado ya alguna otra Hora: V. Dios mo, ven en mi auxilio R. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya. Himno: MENSAJEROS DE DIOS Mensajeros de Dios dadnos la Nueva: mensajeros de paz, sea paz nuestra. Mensajeros de luz, sea luz nuestra; mensajeros de fe, sea fe nuestra. Mensajeros del Rey, sea rey nuestro; mensajeros de amor, sea amor nuestro. Amn. SALMODIA Ant. 1. A toda la tierra alcanza su pregn y hasta los lmites del orbe su lenguaje. Aleluya. SALMO 18 A - ALABANZA AL DIOS CREADOR DEL UNIVERSO. El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos: el da al da le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo murmura. Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregn y hasta los lmites del orbe su lenguaje. All le ha puesto su tienda al sol: l sale como el esposo de su alcoba,

  • contento como un hroe, a recorrer su camino. Asoma por un extremo del cielo, y su rbita llega al otro extremo: nada se libra de su calor. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. A toda la tierra alcanza su pregn y hasta los lmites del orbe su lenguaje. Aleluya. Ant. 2. Proclamaron la obra de Dios y meditaron sus acciones. Aleluya. Salmo 63 - SPLICA CONTRA LOS ENEMIGOS Escucha, oh Dios!, la voz de mi lamento, protege mi vida del terrible enemigo; escndeme de la conjura de los perversos y del motn de los malhechores: afilan sus lenguas como espadas y disparan como flechas palabras venenosas, para herir a escondidas al inocente, para herirlo por sorpresa y sin riesgo. Se animan al delito, calculan cmo esconder trampas, y dicen: "Quin lo descubrir?" Inventan maldades y ocultan sus invenciones, porque su mente y su corazn no tienen fondo. Pero Dios los acribilla a flechazos, por sorpresa los cubre de heridas; su misma lengua los lleva a la ruina, y los que lo ven menean la cabeza. Todo el mundo se atemoriza, proclama la obra de Dios y medita sus acciones. El justo se alegra con el Seor, se refugia en l, y se felicitan los rectos de corazn. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Proclamaron la obra de Dios y meditaron sus acciones. Aleluya. Ant. 3. Pregonaron su justicia y todos los pueblos contemplaron su gloria. Aleluya. Salmo 96 - EL SEOR ES UN REY MAYOR QUE TODOS LOS DIOSES. El Seor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables. Tiniebla y nube lo rodean, justicia y derecho sostienen su trono. Delante de l avanza fuego abrasando en torno a los enemigos; sus relmpagos deslumbran el orbe,

  • y, vindolos, la tierra se estremece. Los montes se derriten como cera ante el dueo de toda la tierra; los cielos pregonan su justicia, y todos los pueblos contemplan su gloria. Los que adoran estatuas se sonrojan, los que ponen su orgullo en los dolos; ante l se postran todos los dioses. Lo oye Sin, y se alegra, se regocijan las ciudades de Jud por tus sentencias, Seor; porque t eres, Seor, altsimo sobre toda la tierra, encumbrado sobre todos los dioses. El Seor ama al que aborrece el mal, protege la vida de sus fieles y los libra de los malvados. Amanece la luz para el justo, y la alegra para los rectos de corazn. Alegraos, justos, con el Seor, celebrad su santo nombre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn Ant. Pregonaron su justicia y todos los pueblos contemplaron su gloria. Aleluya. V. Contaron las alabanzas del Seor y su poder.